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EL ESPAÑOL DE AMÉRICA.

EL ESPAÑOL EN EL MUNDO: SITUACIÓN Y


PERSPECTIVAS DE DIFUSIÓN.

INTRODUCCIÓN.

 El español de América ofrece una uniformidad mayor aún que la que se puede
atribuir al español peninsular.
 Destacar la polémica sobre el predominio del español de Andalucía en el
americano.
 Destacar la ausencia de atlas lingüísticos y la gran cantidad de bibliografía.

1.- EL ESPAÑOL DE AMÉRICA.

1.1.- EL CONCEPTO DE ESPAÑOL DE AMÉRICA.

 Atendiendo fundamentalmente a los rasgos de uniformidad se habla de un


español de América frente a un español peninsular, sin embargo sólo unos pocos
rasgos son exclusivos del español americano frente al peninsular. No hay en
consecuencia oposición.
 Por español de América entendemos el conjunto de variedades dialectales del
español habladas en América y que comparten una historia común.
 Rafael Lapesa habla de:

1. Uniformidad. "Aunque no exista uniformidad lingüística en Hispanoamérica, la


impresión de comunidad general no está injustificada: sus variedades son menos
discordantes entre sí que los dialectalismos peninsulares, y poseen menor arraigo
histórico. Mientras las diferencias lingüísticas de dentro de España han tenido en
ella su cuna y ulterior desarrollo, el español de América es una lengua extendida
por la colonización; y esta se inició cuando el idioma había consolidado sus
caracteres esenciales...".

2. Diversidad.

 Por la procedencia diversa de los colonizadores, "gentes de abigarrada


procedencia y desigual cultura".

 Por la diversidad lingüística y cultural del elemento indígena.


 Por las inmigraciones sucesivas.

1.2.- EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

 No existe una obra de conjunto sobre el español de América.


 Los principales problemas de su estudio radican en el desconocimiento de la
procedencia regional de los conquistadores, de sus relaciones con los indios,
etc...

1.2.1.- Las lenguas indígenas y su influencia.

 Henríquez Ureña y Meyer Lübke hablan repetidamente de un influjo de sustrato.


 Ángel Rosemblat relativiza la indigenización lingüística porque a partir de la
independencia la hispanización avanzó mucho y no dio lugar a la aparición de
lenguas criollas como ocurrió en la península. Limita el efecto de sustrato a las
tierras altas y lo halla en la tensión consonántica y en el relajamiento vocálico.
 Lapesa afirma que la influencia no es sólo de sustrato, sino que también se dan
fenómenos de adstrato y de superestrato. Además, afirma, junto a las lenguas
generales existieron infinitas lenguas tribales que influyeron localmente.
 El conocimiento de la influencia de las lenguas indígenas se enfrenta a la
dificultad de que eran lenguas sin tradición escrita y muy numerosas que en su
mayor parte han desaparecido.
 Hoy en día existen amplias zonas de bilingüismo con el quechua, el guaraní, el
náhuatl, el aimara... Se calcula que son 20 millones de hablantes de lenguas
amerindias.
 En la influencia histórica de las lenguas amerindias hay que tener en cuenta el
momento de la colonización, pues a partir de Felipe II se crearon cátedras de
lenguas generales indias; hasta entonces se había obligado a la castellanización.
 Hoy en día la influencia está reconocida en el plano fonológico, confirmada en
el léxico y en algunos rasgos morfosintácticos. Importancia relativa lo que sigue.
 Nahuatl: S. SO de USA, México y América Central.
o -Eco / -Eca.

 Quechua: Andes de Venezuela, Interior y Costa Colombiana, Ecuador, Perú,


Bolivia.
o Posesivo /i/.

o Diminutivo /-la/ de "vidala".


o Verbo al final de la frase.
o Oposición entre "acción conocida directamente (perfecto compuesto) -
acción conocida por referencias (perfecto simple).
 Guaraní: N.E de Argentina, Uruguay, Paraguay.
o Diminutivo en /i/.

o Signo de plural /-kuera/.


o Signo de realidad pretérita /-kue/
o Partícula interrogativa pa.
 Arahuaco. Cuba. Pto. Rico, Sto Domingo, costa y llanos de Venezuela.
o Aporte léxico.

 Araucano. Chile.

1.2.2.- El origen del español de América: La teoría andalucista y la


teoría poligenética.

 Teoría andalucista.
o (Wagner, Lapesa, Menéndez Pidal, Peter Boyd-Bowman)

o Los rasgos son: articulación predorsal de la /s/, relajación de las


consonantes finales, y aspiración, nasalización o vocalización de -r final
de sílaba en Andalucía.
o En los primeros años de la colonización el 60% de los colonos eran
andaluces.
 Teoría poligenética.
o Henríquez Ureña, Amado Alonso, Gregorio Salvador.

o Reconoce la existencia de similitudes entre el andaluz y el español de


América, (especialmente el de las tierras bajas) pero las atribuye a
desarrollo paralelo y no a influencia andaluza.

o No existió predominio andaluz y extremeño en la colonización.

1.2.3.- Koinización y estandarización.

 Confluencia de distintas variedades de una misma lengua.


 Reducción y simplificación de rasgos. Triunfan los rasgos simplificadores del
andaluz.

 Uso como lengua franca regional.

 Surgimiento de hablantes nativos.

 Estandarización (asociado a desarrollo urbano y cultural).

1.2.4.- La independencia y el proceso de hispanización.

 En las colonias: lucha entre Iglesia (preservación de las lenguas indígenas) y


castellanización obligatoria (Estado-Monarquía).
 Ideales Revolución Francesa > Independencia > Lengua castellana: oficial.
Lingüistas como Andrés Bello contribuyeron a la fijación de la norma culta.

1.2.5.- Contactos con lenguas africanas.

 Trata de esclavos y portuguesismos.


 Surgimiento de lenguas mixtas como el "papiamento" de Curaçao.
 Perduran términos como mambo, banana, mucama.

1.2.6.- Contactos con lenguas europeas.

 Contacto imperio portugués > lusismo (Paraguay y Río de la Plata.).


desarrollado a través de las migraciones gallegas que fueron tan frecuentes a la
zona. Buraco, chicote.
 Grandes inmigraciones > italianismos (Río de la plata). Hacen referencia a la
alimentación y a las costumbres generalmente. Osobuco.
 Cultura > Galicismos. Destacar el dequeísmo y las frases tipo "asunto a tratar".
 Técnica > Anglicismos. Se ha visto desarrollado por las amplias zonas de
contacto entre las dos lenguas y por los cada vez más numerosos casos de
bilingüismo. Carro, aplicación.
 Cooficialidad de lenguas vernáculas (quechua en Perú, guaraní en Paraguay).

1.3.- RASGOS FUNDAMENTALES DEL ESPAÑOL DE AMÉRICA.


1.3.1.- Fonológicos.

 El habla de las Antillas se identifica más con la variedad andaluza, por el


contrario la de las altiplanicies se identifica más con el castellano. Se cree que
los inmigrantes escogieron para instalarse zonas similares a las de sus lugares de
origen.
 Seseo. Las cuatro sibilantes ápico-alveolares y dentales antiguas se resolvieron
en un solo fonema /s/ de articulación muy variada pero cercana, en general, a la
andaluza. Muy extendido.
 Yeísmo. Con una extensión cercana a la del seseo ofrece también multitud de
variantes regionales.
 Aspiración /S/ implosiva. Es un fenómeno que va desde el mantenimiento en
Colombia hasta la pérdida en algunas zonas, pasando por la semiaspiración
chilena.
 Confusión R / L. Limitada a zonas costeras o peninsulares tiene más intensidad
la pérdida al final de palabra.
 Aspiración H inicial. Sobre todo en la zona norte. El resto pronuncia [x .

1.3.2.- Morfosintácticos.

 Ustedes por vosotros.


o En América el ustedes siempre va con el verbo en tercera persona
"ustedes cantan", a diferencia del andaluz.

o Se ha producido un ajuste de los posesivos y se evitan las anfibologías


con el uso de: de ustedes, de ella...
 Voseo.
o En el XVI en España se utilizaba tú para el tratamiento que se daba a
inferiores o entre iguales cuando había máxima intimidad; en otros casos
se empleaba vos.

o Al generalizarse vuestra merced > usted como tratamiento de respeto, tú


recobró terreno a costa de vos en el lenguaje familiar hasta eliminarlo
durante el XVII.
o Hoy domina el vos para tratamiento familiar en Argentina, Paraguay y
Chiapas.
 Riqueza de la derivación:
o -ada : compadrada (acc de compadre); pendejada.

o -aje : animalaje (colect.)


o -al : rabacal.
o -dera : bebedera (acto repetido de beber).
o -erío : rancherío, yuyerío (colect)
o -ango/-ingo/-inga :machango, (tosco) Despect.
o -oso : empeñoso (perseverante)
o -ura : bonitura, tristura.
 Variedad de uso preposicional.

1.3.3.- Léxicos.
 Tendencia al arcaísmo que es un reflejo de los usos del siglo XVI español.
 Neologismos. Fenómeno muy activo y extendido a toda la sociedad.
 Indigenismos.
 Términos que han adquirido un significado peyorativo. Coger, tomar.
 Abundancia de andalucismos. Amarrar, guiso.
 Difusión casi generalizada de algunas jergas como el lunfardo porteño, que se
extendió a través del tango. Mina por mujer.

2.- EL ESPAÑOL EN EL MUNDO: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DE


DIFUSIÓN.

2.1.- SITUACIÓN Y EXTENSIÓN GEOGRÁFICA.

2.1.1.- Como G.L.M.

 Aunque no hay un censo fiable se calcula que aprox existen 400.000.000.


 4ª después del chino mandarín, inglés e hindi.
 España 10% de la totalidad.
 América 90% restante.

2.1.2.- Como lengua de relación.

 2ª después del inglés.


 Ha ido relegando paulatinamente al francés, por cuestiones demográficas y por
su carácter fonético.
 Notable incremento de cátedras universitarias.

2.2.- PERSPECTIVAS DE DIFUSIÓN.

 GLM creciente (América: desarrollo demográfico)


 2ª extensión geográfica.
 Sistema: simplicidad, homogeneidad, lengua unitaria, proximidad a las lenguas
romances.
 Para medir la salud de una lengua se tienen en cuenta su GLM, su extensión, su
número de hablantes y la unidad lingüística que presenta.

Demografía de la lengua española


Demolingüística del mundo hispano
Hispanoamérica indígena
El GLM del español (GLM: Grupo de Lengua Materna)

Las descripciones cuantitativas de una lengua —sea el español, sea cualquier lengua—
han de tener en cuenta sus caracteres más destacados, internos y externos. Las
características de la lengua española, como sistema lingüístico y como vehículo de
comunicación de una amplia comunidad, se pueden resumir en los seis puntos
siguientes:
1. El español es un idioma homogéneo. Si bien es difícil cuantificar el
nivel de homogeneidad de una lengua —a pesar de los esfuerzos de la
lingüística cuantitativa— y partiendo del hecho de que cualquier lengua
del mundo es esencialmente variable y, por lo tanto, presenta variedades
internas de naturaleza geolingüística y sociolingüística, se puede afirmar
que el español es una lengua relativamente homogénea que ofrece un
riesgo débil o moderado de fragmentación. Los fundamentos de esta
homogeneidad relativa se encuentran en la simplicidad del sistema
vocálico (5 elementos), la amplitud del sistema consonántico compartido
por todo el mundo hispánico, la dimensión del léxico patrimonial
compartido (léxico fundamental) y la comunidad de una sintaxis
elemental.

2. El español es una lengua de cultura de primer orden; huelga todo


comentario sobre la historia, la calidad y la riqueza de la literatura
española e hispanoamericana.

3. El español es una lengua internacional; tiene un carácter oficial y


vehicular en 21 países del mundo.

4. El español es una lengua geográficamente compacta: la mayor parte de


los países hispanohablantes ocupa territorios contiguos, lo que convierte
este dominio en una de las áreas lingüísticas más extensas del mundo.

5. El español es una lengua en expansión; el aumento del número de


hablantes ha sido continuo desde la época de la colonización americana,
si bien el mayor crecimiento demolingüístico se ha producido a lo largo
del siglo XX.

6. Aunque el territorio correspondiente al mundo hispánico incluye


grandes zonas bilingües o plurilingües, ofrece en términos generales un
índice de comunicatividad muy alto y un índice de diversidad bajo o
mínimo, índices que cobran una significación especial cuando se
comparan con los de territorios no hispánicos. Se habla de
comunicatividad alta cuando en una comunidad plurilingüe existe una
lengua concreta que sirve de medio de comunicación en toda la sociedad;
se habla de diversidad para aludir a la probabilidad de encontrar dos
hablantes, elegidos al azar, que hablen lenguas diferentes: en el caso de
los países hispánicos, si «hablar» una lengua se entiende como «usar»
una lengua, la diversidad sería muy baja (veáse el cuadro 1).

Estos comentarios a propósito de la diversidad y comunicatividad de los territorios


hispánicos nos aproximan directamente a la realidad indígena de Hispanoamérica
porque, sin duda, muchas de las incógnitas y carencias sobre la demolingüística del
español están relacionadas, de forma muy estrecha, con el conocimiento y el uso de las
lenguas indígenas americanas.

Es innegable que la lengua española ha tenido un protagonismo singular en América


desde los primeros tiempos de la colonización y que su presencia se ha hecho
singularmente preponderante a partir de la independencia de los países
hispanoamericanos. Todo ello se ha producido de una forma tal que el español es
sentido generalizadamente no como una lengua ajena e impuesta, sino como parte de la
esencia hispanoamericana, en su conjunto y de cada una de sus áreas.

Hispanoamérica indígena

Las lenguas de los pueblos indígenas más primitivos tecnológica y organizativamente


experimentaron un intenso proceso de reducción y sustitución ya en los primeros
momentos de la conquista; las lenguas generales (náhuatl, quechua) y las de los pueblos
más desarrollados han sobrevivido, a pesar de que fueron arrinconadas por las clases
criollas republicanas. Sin embargo, ni siquiera estas últimas lenguas escapan al proceso
de sustitución conocido a lo largo del último siglo.

Es verdad que en los últimos años se han organizado importantes movimientos en


defensa de lo indígena y a favor del multiculturalismo, como es verdad que se han ido
oficializando las lenguas indígenas de mayor peso, pero tal realidad no está impidiendo
que sigan desapareciendo lenguas minoritarias y que la proporción relativa de hablantes
de estas lenguas se vaya reduciendo paulatinamente.

El estudio demográfico de las lenguas indígenas presenta casi todos los problemas
generales que hemos tenido oportunidad de exponer: falta de censos, censos
incompletos o anticuados, falta de rigor en la recogida de la información lingüística. Por
eso no existe una información precisa y rigurosa sobre el conocimiento y el uso de las
lenguas indígenas en Hispanoamérica. Se sabe que México y Perú son los países con
mayor población indígena de toda América (cerca de nueve millones cada uno) y que la
implantación del guaraní en Paraguay alcanza probablemente al 90% de la población,
pero desconocemos una gran parte de la realidad: los problemas metodológicos se
antojan insalvables. A este respecto, Ralph Fasold ha señalado, sobre datos aportados
por Joan Rubin:

«En Paraguay, la pregunta sobre la lengua pasó de ser una pregunta sobre
el conocimiento en el censo de 1950 a ser una pregunta sobre el uso
habitual en el censo de 1962. En 1950 se preguntaba a los paraguayos
qué lengua o lenguas sabían hablar. En 1962, en cambio, se les
preguntaba por la lengua o las lenguas que normalmente hablaban. Si una
persona sabía español y guaraní, pero normalmente usaba el guaraní, en
1950 respondería que era bilingüe, pero en 1962 respondería que usaba
sólo el guaraní.»

Siendo así las cosas, es fácil comprender la dimensión del problema que supone
determinar el número de personas que tienen el español como lengua materna.

La aplicación de un método para el estudio de la demografía del español necesita que se


comenten y fijen unos criterios lingüísticos elementales. Si se pretende conocer el GLM
de la lengua española, es necesario optar definitivamente por un concepto de «lengua
materna»: para esta investigación consideraremos «lengua materna» aquella que se
adquiere en el ámbito familiar durante la primera infancia y prescindiremos de la amplia
casuística que la realidad ofrece. Ello no va a impedir, no obstante, una vez
contabilizado el GLM, la realización de recuentos complementarios en los que se
manejen criterios diferentes o que atiendan a situaciones particulares.

El GLM del español

En cuanto a la caracterización de lo que vamos a considerar «lengua española», no


puede olvidarse su carácter de coiné; se trata de una lengua que, como hemos dicho más
arriba, se caracteriza por su homogeneidad lingüística, especialmente en sus niveles más
cultos. Pero, por muy cierta que sea esta realidad, tampoco se debería ignorar otro
hecho: que la lengua española aglutina variedades geolingüísticas y sociolingüísticas
diversas, aunque, de acuerdo con nuestros actuales intereses, sólo las primeras van a ser
valoradas. Así pues, consideraremos como manifestaciones de la «lengua española»
todas sus variedades dialectales —europeas, americanas y africanas— e incluiremos
aquí las hablas criollas de base hispánica, así como las variedades judeo-españolas
distribuidas por varios lugares del mundo.

El cuadro 2 está basado en los datos recogidos y elaborados por el anuario de la


Enciclopedia Británica 1997 Book of the Year -Events of 1996 (en adelante BBY). Estos
datos tienen, a los efectos de la comparación, la virtud de haber pasado por el tamiz de
los mismos recolectores y editores, que en parte han dejado hecho el trabajo de
homogeneización de datos de naturaleza, tiempo y fiabilidad a menudo muy dispares.
En las notas, estos datos se completan con datos procedentes de los censos nacionales,
en aquellos países donde las respectivas oficinas del censo recogen información
lingüística o que permita deducir usos lingüísticos. De esa forma, el lector puede contar
con algunos elementos de juicio para evaluar la exactitud de la fuente principal.

El BBY emplea como base de datos los Anuarios Demográficos de las Naciones
Unidas, que en última instancia dependen de los datos proporcionados por las
autoridades estadísticas de los distintos países, y también directamente de los propios
censos nacionales. Al exponer los criterios empleados para su recuento de hablantes, el
BBY resume lo esencial de los problemas metodológicos explicados en este ensayo:
muchos países no recogen datos oficiales sobre el uso de las lenguas y las estimaciones
no basadas en censos o encuestas nacionales revelan una acusada falta de precisión.

Para completar los datos oficiales y otras estimaciones de base, los redactores han
interpolado datos procedentes de otras fuentes: a veces no hay datos de habla en los
censos, pero sí de carácter étnico (pertenencias a etnias o grupos indígenas) o de
nacionalidad (extranjeros residentes, lugar de origen de inmigrantes) que permiten
deducir usos lingüísticos.

Para la elaboración del cuadro 2, se han aplicado a los datos del BBY los siguientes
criterios unificadores: sólo cuentan los hablantes que tienen el español como lengua
materna en países o territorios donde ésta es oficial de un modo u otro [14]; junto a los
miembros del GLM se han contado los que figuran como bilingües de español con otra
u otras lenguas, ignorando en qué grado las conocen o usan respectivamente.

El cuadro 3 complementa el anterior con cifras de procedencia diversa sobre los


hablantes de español en países y territorios del mundo donde la lengua española no es
oficial. Si los del cuadro 2 son datos que han de tomarse con las mayores precauciones,
estos son aún más imprecisos. A la falta de comparabilidad en el nivel de conocimiento
de la lengua, el carácter y la extensión de su uso, hay que añadir la variedad de las
fuentes y del origen de los datos en el tiempo.

Algunos proceden de fuentes censales comparables, otros de registros de extranjeros;


hay estimaciones basadas en datos remotos o parciales que no se han corregido con
ajustes y proyecciones como en el cuadro 2. Se encontrarán en este cuadro países y
territorios donde hay minorías de hablantes de español poco significativas. Otros casos
similares (Trinidad y Tobago, Jamaica) y algunos más de países donde pueden
encontrarse colonias de españoles o hispanoamericanos (Holanda, Noruega) han sido
omitidos por no disponer de datos precisos.

Una combinación de cuadro 2 y del cuadro 3 daría como resultado una cifra de
hablantes de español en un nivel aproximado al de la lengua materna (es decir,
incluyendo a aquellos hablantes que tienen un alto dominio de la lengua española aun
cuando hayan adquirido otra lengua con anterioridad, al mismo tiempo o
posteriormente, y mantengan el uso de ambas) de alrededor de 350.000.000
(351.068.983) de individuos.

 
NOTAS:

14. Una situación especial es la de los saharauis. Los campos de refugiados, donde es oficial la lengua
española, reúnen un número de hablantes que puede oscilar entre los 150.000 y los 200.000. Estas
personas, hablantes de hasanía, aprenden el español en las escuelas.

En el Sahara Occidental, el censo español de 1970, ahora objeto de discusiones en las negociaciones
sobre el futuro de la antigua colonia española, daba 16.648 hablantes de español sobre 76.425 habitantes.

Demografía de la lengua española


Conclusiones y propuestas de actuación

El informe demolingüístico elaborado concluye que el número de hablantes de español


en el mundo (GLM y bilingües) supera los 350 millones. Para llegar a esta cifra se han
tenido que afrontar numerosos problemas teóricos, metodológicos y técnicos, tantos que
forzosamente se ha de hablar de cautela, de provisionalidad y de cálculos
aproximativos.

Las estadísticas comparadas permiten apreciar que el número de hispanohablantes en el


mundo es claramente inferior al de los anglófonos y notablemente superior al de los
hablantes de francés. En general, en la evolución demográfica de los tres idiomas
destaca una estabilidad que puede deberse a que el periodo considerado (1984-1996) es
demasiado corto para reflejar tendencias prolongadas. Hemos podido observar, no
obstante, que crecen más, aunque muy poco, el francés y el inglés que el español, quizá
por las posibilidades de expansión que les proporciona su oficialidad en países de
elevadas tasas de crecimiento de la población.

El español en el siglo XXI

Las proyecciones realizadas para el año 2010 revelan, con todas las reservas necesarias,
que el español podría haber llegado al final de un ciclo de expansión relativa de su
número de hablantes. Consecuentemente, si el aumento de los hispanohablantes desde
este final de siglo se prevé como pausado, a partir de ahora la eventual expansión del
español habría de basarse en otros factores, muchos de ellos de naturaleza cualitativa,
como un mayor prestigio cultural, mayor poder adquisitivo, mayor uso como segunda
lengua, mayor uso como lengua de la ciencia y la tecnología o la adopción como lengua
franca fuera de los países de habla hispana, entre otros. Una vez alcanzada una
presencia internacional de primer orden, es el momento de promover e impulsar
políticas lingüísticas encaminadas a acrecentar el prestigio cultural, científico y
tecnológico de los países hispánicos y, por tanto, de la lengua española.

Al mismo tiempo, sería aconsejable que, a través de los instrumentos políticos –


nacionales e internacionales– que se estimaran oportunos, se llegara a un acuerdo entre
todos los países hispanohablantes con la mirada puesta en una planificación del español,
que podría buscar, como objetivos comunes y esenciales, los siguientes: a) favorecer la
unidad, el enriquecimiento y la actualización de la lengua española; b) garantizar el
derecho a la comunicación en español en situaciones públicas en los países
hispanohablantes; c) proteger el derecho a hacer un uso correcto y prestigioso de la
lengua española. El español es una lengua de cultura, internacional, homogénea, extensa
y compacta que merece una política lingüística que contribuya a mantener estos
atributos, en beneficio de la propia lengua y de sus hablantes como individuos.

Finalmente, las dificultades metodológicas del análisis demográfico, a las que se ha


hecho referencia más arriba, nos obligan a sugerir la realización de estadísticas
lingüísticas comparables en todo el mundo hispánico, en su conjunto y para cada uno de
sus países. Sería bueno trabajar a partir de unos mismos criterios para fijar los glm e
introducir en los censos preguntas homologadas, capaces, no ya de garantizar, sino
simplemente de hacer posible la comparación de los datos. Hasta que no se haga así y
así se practique durante un tiempo prolongado, será difícil conocer con el rigor debido
la situación de las lenguas que se dan cita en el mundo hispánico, muy especialmente de
la lengua española.

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