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Un post de Pilar
N. Colorado
Me encanta invitar gente a casa, tomar café, que me hablen de lo que más les gusta, de los proyectos que
se traen entre manos en ese momento, o de cómo vencer a un dragón de tres cabezas. Eso sí, la única
condición es que se traigan su propia música.
Esta semana Pilar N Colorado, experta en mindfulness, se pasa por el blog para traernos unos
ejercicios muy simples pero altamente efectivos para ayudar en tu concentración, en tu escucha
consciente. Traducido: en sentirte mejor.
Los que me seguís en Facebook, aunque no lo sepáis, ya conocéis a Pilar. Comparto muchos de sus
artículos porque, si bien yo debo ser lo más contrario a Mindful que existe, porque siempre tengo la
cabeza en otro lado, me encantan sus reflexiones y consejos acerca de cómo darle al stop en esta
autopista sin límite en que vivimos.
Además, Pilar dirige un taller de escritura emocional que a más de uno, pequeñas piltrafillas de persona, os
vendría más que bien. Que cada cual se dé por aludido.
Dice que no sabía que música traer; pues menos mal, porque en lugar de una lista se ha traído ¡tres!. Os
dejo las canciones al final del post, una para cada momento: Una de escuchaconsciente, otra para relajarse
y mi favorita: Música Mindful y canciones feelgood.
¿Estás preparado para una sesión de escucha consciente? Ya sabes, dale al play
Está claro que la música incide directamente sobre nuestra emociones, aunque no de la
misma manera para todos.
Y para muestra, un botón: en el grupo de El Escritor Emprendedor pregunté por las costumbres
musicales de los integrantes.
La pregunta concreta era qué escuchan para trabajar y para relajarse. Confieso que mi
propósito era hacer una playlist con las respuestas y evitarme ese trabajo; me salió el tiro
por la culata porque me hablaron más de hábitos que de piezas concretas.
Observamos con sus respuestas que no hay un criterio universal, (como era de suponer):
Curiosidad: Según lo recabado, la misma música tiene efectos contrapuestos dependiendo del
oyente.
Por ejemplo, puede ser un vehículo hacia la evasión o ser el instrumento que nos lleve a la
concentración. Lo que la música aporta a cada uno de nosotros da para hablar durante muchos post.
Hoy nos vamos a centrar en la relación entre música y mindfulness.
Antes aclaro, para quien no lo sepa (¡te pillé! si no lo sabes es porque aún no sigues mi blog…)
que mindfulness no es relajación.
Mindfulness es darte cuenta de lo que vives en cada momento y desarrollar la capacidad
de reaccionar conscientemente, sin dejarte llevar por automatismos.
Recuerda que no tienes nada más que hacer que escuchar ese instrumento.
La última vez, escucha al completo dejando ir tu mente con la música.
Al atender solo a la pieza que escuchas, no dejas a tu mente que se vaya con otras cuestiones y así la vas
entrenando para usar esa habilidad en otras situaciones.
Otro ejercicio de escucha consciente es, de pie y si te es posible con los ojos semicerrados, mover tu
cuerpo. No se trata de bailar; solo mover tus brazos,cabeza, manos y tronco, no te desplaces, siguiendo
la estela musical.
Hace años asistí a una sesión de Escucha Consciente con mi hermano menor (ahora cantante profesional)
en la que seguíamos la música de Vivaldi con movimientos del cuerpo. Una especie de meditación
mindfulness en movimiento al compás marcado nada más y nada menos que por Vivaldi. ¡Y fue genial!.
te animo a probarlo.
2.- Relajación:
Sí, ya sé que he dicho más arriba que mindfulness no es relajación, pero está claro que muchos buscamos
que nuestros momentos de relax estén acompañados por música.
Confieso que no me gustan las composiciones que se hacen ex-profeso para relajarse (me dan ansiedad).
Prefiero buscar lo que me pide el cuerpo en cada momento. Puedes relajarte con rock duro y sacar todo
lo que te perturba por dentro a través de la agitación, o buscar melodías que te calmen.
Recuerda que no hay nada más que hacer. Déjate llevar por la melodía sin darle ninguna
instrucción a tu mente. En la lista os dejo una propuesta de sonidos relajantes y otras piezas que invitan a
la calma.
3.-Feelgood:
Como mi anfitriona Cristina yo también soy muy feelgood, en lecturas y escritos.
Tengo en mis listas musicales algunas canciones que me motivan. No me refiero al positivismo facilón,
que no me va nada.
Son canciones con letras que ayudan a la reflexión y a darnos cuenta de lo maravillosa que pude ser la
vida. Aceptar lo que hay en cada momento sabiendo que todo cambia, que donde hay malo hay bueno y
que es nuestra actitud ante lo que nos pasa la que determina el resultado. En la lista hay unas cuantas
canciones cuya letra es muy mindful. En este tipo de canciones, letra y música van unidas para darnos
sensación de alegría y felicidad.
Si eres de los que su mente no deja de hablarle y te cuesta acallarla, meditar con música es una buena
opción, mejor que el silencio, pues te distraes menos al seguirlas notas. Le das a tu mente algo que
hacer (la escucha consciente) y así deja el parloteo.
La música tiene por tanto una cualidad que podríamos llamar meditadora. Para meditar no se necesita
exclusivamente la música tipo New Age, o de gotitas de agua al caer. Cualquier música sirve (yo prefiero
la clásica) porque de lo que se trata es de que hagas una escucha activa y consciente dejándote llevar,
dejándote en paz y sin tener nada más que hacer.