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C
Es la capa más externa de la parte anterior del ojo, y tiene una
función óptica y protectora. Situada por delante del iris y de la
pupila, se continúa con la esclerótica a través de una zona de
transición, muy vascularizada, denominada limbo.
Es la estructura del ojo con mayor capacidad refractiva (potencia
óptica) y posee algunas características esenciales, como son las
siguientes:
▪ Transparente, para permitir el paso de la luz al interior del
ojo sin mediar ningún tipo de obstáculo.
▪ Asférica, es decir, presenta una forma esférica en el centro,
pero su curvatura se aplana hacia la periferia, adoptando una
forma ovalada.
▪ Avascular, lo que significa que carece de vasos sanguíneos
para permitir su transparencia.
La córnea es el tejido corporal con mayor densidad nerviosa, por
lo que trastornos como las abrasiones y la queratopatía bullosa se
asocian a intenso dolor, fotofobia y lagrimeo; existen dos plexos
nerviosos, uno subepitelial y otro estromal profundo, inervados
ambos por la primera división del trigémino.
El diámetro corneal medio es de 11,5 mm verticalmente y 12 mm
horizontalmente. Su espesor central tiene un promedio de 540
mm, siendo más grueso hacia la periferia. El espesor corneal
central varía según las personas e influye decisivamente en la
medición de la presión intraocular (PIO) con técnicas
convencionales.
La córnea no solo permite la entrada de luz al ojo, sino que,
además, protege al iris y al cristalino frente a elementos externos
nocivos, como por ejemplo el polvo, la suciedad, los gérmenes,
etc.
Sin embargo, para que la córnea cumpla correctamente con sus
cometidos resulta indispensable no solo su transparencia, sino que
además ha de mantener una curvatura adecuada, ya que de su
curvatura dependerá el enfoque de los objetos, tanto de lejos como
de cerca.
La córnea está compuesta por las
siguientes capas:
La membrana de Bowman es la capa superficial acelular del estroma, formada por fibras de
colágeno.
El estroma representa el 90% del grosor corneal. Se compone de capas de fibrillas de
colágeno orientadas regularmente y separadas por una sustancia fundamental de
proteoglicanos (sulfato de condroitina y sulfato de queratano) con fibroblastos modificados
(queratocitos) dispersos.
El endotelio está compuesto por una monocapa de células poligonales. Las células
endoteliales mantienen la córnea parcialmente deshidratada, bombeando el exceso de líquido
fuera del estroma. La densidad celular en los adultos jóvenes es de aproximadamente 3.000
células/mm2. El número de células disminuye a un ritmo de alrededor del 0,6% anualmente,
y las células adyacentes aumentan de tamaño para rellenar los espacios, ya que las células
endoteliales no pueden regenerarse.
Recientemente se ha propuesto la existencia de una sexta capa corneal entre el estroma y la
membrana de Descemet, aunque algunos autores creen que se trata de una continuación del
estroma posterior que ya había sido descrita previamente.
Capa de Dua es una capa de la córnea humana, que se propuso su existencia en un artículo
científico en junio de 2013.1 Mide solo 15 micrómetros de espesor y está situado entre el
estroma de la córnea y la membrana de Descemet y es la sexta capa descubierta de la córnea.
A pesar de su delgadez, la capa es muy resistente e impermeable al aire. Es lo suficientemente
resistente como para soportar hasta 2 bares (200 kPa) de presión.
E La esclera o esclerótica es una cubierta de una forma esférica
con un diámetro promedio de 22 mm.
Su espesor varía dependiendo de la zona donde tomemos, así
tenemos: en el limbo 0,8 mm, en el ecuador 0,4 a 0,5 mm, cerca
al nervio óptico, inmediatamente posterior a la inserción de los
tendones musculares 0, 3 mm mientras que en la inserción es de
0,6 mm.
La lámina fusca tiene esa denominación debido a su ligera, coloración oscura lo cual es
debido a la presencia de melanocitos.
S
Estos pueden superficiales y profundos
Superficiales
Las erosiones epiteliales punteadas (EEP), diminutos defectos epiteliales que se tiñen con
fluoresceína y rosa de Bengala, son generalmente un signo precoz de lesión epitelial. Pueden ser
causadas por gran variedad de estímulos, y su localización puede ayudar a discernir su etiología:
▪ Superior: queratoconjuntivitis vernal, conjuntivitis por clamidias, queratoconjuntivitis
límbica superior, síndrome de laxitud palpebral y queratoconjuntivitis mecánica.
▪ Interpalpebral: ojo seco (también puede ser inferior), hipoestesia corneal y queratopatía
ultravioleta.
▪ Inferior: blefaritis crónica, lagoftalmía, toxicidad por colirios, lesiones autoinfligidas,
pestañas aberrantes y entropión.
▪ Difusa: algunos casos de conjuntivitis vírica y bacteriana, y toxicidad por colirios.
▪ Central: uso prolongado de lentes de contacto.
La lisis corneal consiste en una desintegración tisular por actividad enzimática, a menudo con
poca o ninguna infiltración, como en la queratitis ulcerativa periférica.
Puede producirse vascularización como respuesta a una gran variedad de estímulos. Los
canales venosos se ven fácilmente, mientras que los vasos nutricios arteriales son más
pequeños y requieren más aumentos. Los vasos profundos no perfundidos o «vasos fantasmas»
se ven mejor con retroiluminación.
El depósito de lípidos puede ser consecuencia de inflamaciones crónicas con exudación desde
neovasos corneales.
La prueba de Seidel sirve para demostrar las fugas de humor acuoso. Se aplica una gota de
fluoresceína al 1% o 2% y se usa la lámpara de hendidura con filtro azul cobalto para detectar
un cambio de color naranja oscuro a verde amarillento brillante que se produce por dilución
focal en el sitio de la fuga.
Lesiones corneales más profundas.
(A) Infiltración
(B) ulceración
(C) depósito de lípidos con vascularización
(D) pliegues en la membrana de Descemet
(E) descemetocele
(F) roturas traumáticas en la membrana de Descemet.
D
Los signos clínicos deben recogerse en un diagrama con código de colores; conviene
consignar las dimensiones de la lesión para facilitar el seguimiento.
La fotografía con lámpara de hendidura se emplea cada vez más como complemento o
alternativa al diagrama, pero debe ser de gran calidad.
▪ Las opacidades como cicatrices y degeneraciones se dibujan en negro.
▪ El edema epitelial se representa mediante finos círculos azules; el edema estromal, como
un sombreado azulado, y los pliegues en la membrana de Descemet, como líneas azules
onduladas.
▪ El hipopión se muestra en amarillo.
▪ Los neovasos se dibujan en color rojo. Los vasos superficiales son líneas onduladas que
empiezan por fuera del limbo, y los vasos profundos, líneas rectas que empiezan en el
limbo.
▪ Las lesiones pigmentadas, como las líneas férricas y el huso de Krukenberg, se muestran
en marrón.
F
Ya que la córnea tiene muchas fibras nerviosas para percibir el dolor, la mayoría de lesiones
superficiales y profundas causa dolor y fotofobia. El dolor de la enfermedad epitelial empeora con
el movimiento de los párpados (en especial del superior) sobre la córnea y usualmente persiste
hasta que ocurre la curación. Puesto que la córnea sirve como la “ventana” del ojo y refracta los
rayos luminosos, las lesiones en este órgano por lo general empañan la visión, en especial las
localizadas en el centro. La fotofobia en la enfermedad corneal es el resultado de contracciones
dolorosas de un iris inflamado. La dilatación de los vasos del iris es un fenómeno reflejo causado
por irritación de las terminaciones nerviosas corneales. La fotofobia, intensa en la mayoría de las
enfermedades corneales, es mínima en la queratitis herpética por la baja sensibilidad al dolor
asociado con la enfermedad, que puede ser un signo diagnóstico valioso. Aunque es común que el
lagrimeo y fotofobia acompañen a las enfermedades de la córnea, por lo general no hay exudados
excepto en las úlceras bacterianas purulentas.
La queratitis por infección con herpes simple suele ser recurrente, pero ya que la erosión
recurrente es muy dolorosa y la queratitis herpética no, estos trastornos pueden diferenciarse por
sus síntomas.
Las claves para el examen de la córnea son iluminación y magnificación adecuadas. La lámpara
de hendidura es esencial en el examen correcto; en su ausencia, pueden usarse una lupa e
iluminación brillante para la inspección macroscópica. El examen de la reflexión de la luz,
mientras la fuente se mueve con cuidado sobre toda la córnea, identifica áreas ásperas,
indicativas de defecto en el epitelio. La tinción con fluoresceína puede resaltar lesiones
epiteliales superficiales que de otra manera no serían aparentes.
M
La microscopia especular es el estudio de las
capas corneales con gran aumento (cien veces
mayor que el de la lámpara de hendidura). Se
usa principalmente para valorar el endotelio,
analizando la forma, el tamaño, la densidad y
la distribución de sus células. La célula
endotelial es un hexágono regular, y la
densidad celular normal en un adulto joven es
de alrededor de 3.000 células/mm2.
Física. Cuando un haz de luz del fotomicroscopio especular atraviesa la córnea se encuentra
con distintas interfaces entre regiones ópticamente diferentes. Parte de la luz se refleja
especularmente (es decir, como un espejo) de vuelta al fotomicroscopio y forma una imagen que
puede ser fotografiada y analizada.
Indicaciones
La indicación más frecuente es para valorar la reserva funcional del endotelio corneal antes de
la cirugía intraocular. La presencia de una córnea transparente con grosor normal en la
paquimetría no garantiza que la morfología o la densidad celular endotelial sean normales. El
riesgo de edema corneal es considerable con densidades inferiores a 700 células/mm2, mientras
que rara vez aparece con recuentos superiores a 1.000 células/mm2
➢ Evaluación de córneas donantes.
➢ Para demostrar alteraciones patológicas, sobre todo gotas endoteliales, irregularidades de la
membrana de
➢ Descemet y distrofia polimorfa posterior.
Patología
y
Las afecciones más importantes son las inflamatorias. Las inflamaciones de la esclera pueden
dividirse en dos categorías de acuerdo a su importancia clínica:
Epiescleritis
Escleritis.
Epiescleritis
Es una enfermedad común, normalmente idiopática y benigna, recurrente y a menudo bilateral.
Afecta con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres, salvo quizás en los niños, en los
que la epiescleritis es rara; suele presentarse en personas de mediana edad.
Normalmente es un trastorno autolimitado que tiende a durar desde pocos días hasta 3 semanas,
pero rara vez más tiempo. se caracteriza por inyección de los vasos epiesclerales.
Dentro de su sintomatología, puede haber dolor leve, sensación de calor, irritación, lagrimeo o
fotofobia leve. A la luz del día el enrojecimiento no tiene tono azulado. Su curso es progresivo y
de evolución rápida.
La epiescleritis simple representa el 75% de los casos. Tiende a recurrir, disminuyendo de
frecuencia con el tiempo. Las manifestaciones clínicas a menudo alcanzan su punto álgido en las
primeras 24 h, y se atenúan gradualmente a lo largo de los días siguientes.
En algunos casos, se desarrolla dentro del área de la inflamación un nódulo rojo, de forma
redondeada u oval, el cual este fijo a la esclera, lo cual se puede demostrar desplazando
ligeramente la conjuntiva. puede haber más de un nódulo. Esto se denomina epiescleritis
nodular, la cual una vez instalada demora de 4 a 6 semanas para desaparecer sin secuelas.
Tratamiento
Si es leve, no se requiere tratamiento; pueden ser útiles los paños fríos o las lágrimas
artificiales refrigeradas. Dependiendo de la clínica, puede recurrirse al empleo de
antiinflamatorios no esteroideos (AINES) o corticoides, prefiriéndose uno de baja
penetración, como la fluorometolona.
Escleritis
Es una enfermedad infrecuente que se caracteriza por edema e infiltración celular de todo el
espesor de la esclera. La escleritis de origen inmunitario (no infecciosa) es el tipo más común, y
a menudo se asocia a enfermedades inflamatorias generales de base, de las que puede ser la
primera manifestación. La escleritis es mucho menos común que la epiescleritis y comprende un
espectro que va desde una enfermedad trivial y autolimitada hasta un proceso necrosante que
puede afectar a los tejidos adyacentes y amenazar la visión.
Tratamiento
Una buena opción inicial es un antiinflamatorio no esteroide por vía oral, como ibuprofeno a razón
de 400-600 mg cada seis horas o Indometacina, 25mg cada ocho horas, junto con un antiácido o
bloqueador H2, como ranitidina. Si un paciente no responde, el siguiente paso son los
corticosteroides orales.
En la patología corneal diversos elementos como agentes los patógenos bacterias virus y hongos
sobre todo (herpes simple y herpes zoster) y también protozoos pueden causar ulceración corneal.
la disolución del estroma se acelera por la activación de la colagenasa, algunos tipos de queratitis
muestran rasgos característicos (el herpes simple se asocia a respuestas granulomatosas que
afectan a la membrana de Descemet).
Queratopatías en banda
La queratopatía en banda calcificada, que es una frecuente
complicación de la uveítis crónica, se caracteriza por el depósito de
calcio en la capa de Bowman. La queratopatía en banda actínica se
debe a una degeneración inducida por la radiación ultravioleta del
colágeno corneal.
Queratocono
El adelgazamiento y la ectasia de la córnea condicionan que esta
adopte una forma cónica (en lugar de esférica) y distorsionan la
visión.
las fracturas de la capa de Bowman son características histológicas;
la activación de las metaloproteinasas puede ser la causa, pero
no suele encontrarse inflamación.
Distrofia endotelial de Fuchs
Una pérdida primaria de las células endoteliales corneales origina
edema del estroma y una queratopatía bullosa (desprendimiento
del epitelio de la capa de Bowman, lo que da origen a bullas),
se asocia a visión borrosa y pérdida de la misma.
Distrofias estromales
Los depósitos de diversas proteínas del estroma (que se deben
a mutaciones que afectan a su plegamiento) forman opacidades
bien delimitadas en la córnea, que comprometen la visión; los
depósitos adyacentes al epitelio o a la capa de Bowman pueden
ocasionar también erosiones y cicatrices dolorosas.
Queratitis epitelial
El epitelio corneal se afecta en la mayoría de los tipos de
conjuntivitis y queratitis y en casos raros puede ser el único
tejido perjudicado (p. ej., en queratitis superficial
punteada). Los cambios epiteliales varían mucho del
edema simple y basculación a erosiones diminutas,
formación de filamentos, queratinización parcial, etc. Las
lesiones varían también en su localización en la córnea.
Queratitis endotelial
La disfunción del epitelio corneal resulta en edema que al inicio
afecta el estroma y después el epitelio.
El edema estromal a menudo produce “pliegues” o “arrugas” en la
membrana de Descemet. Eso contrasta con el edema corneal
causado por presión intraocular elevada, pues en éste el epitelio se
afecta antes que el estroma. Siempre y cuando la córnea no esté
demasiado edematosa, es posible visualizar las anormalidades
morfológicas en el endotelio corneal con la lámpara de hendidura.
Queratoconjuntivitis flictenular
Las flictenulas son acumulaciones localizadas de linfocitos,
monocitos, macrófagos y neutrófilos. Aparecen primero en el
limbo, pero en ataques recurrentes pueden afectar la conjuntiva
bulbar y córnea. Las flictenulas corneales, a menudo
bilaterales, cicatrizan y vascularizan, pero las conjuntivales no
dejan huella. Las flictenulas sin tratamiento involucionan de
forma espontánea después de 10 a 14 días.
La queratitis neurotrófica
es una rara enfermedad degenerativa de la córnea causada por
la disminución o la ausencia de sensibilidad corneal. El
mecanismo patogénico más habitual es la lesión de la
inervación corneal trigeminal, y son múltiples las causas,
oculares y neurológicas, que pueden provocarla, bien sea a
nivel del núcleo localizado en la protuberancia, el ganglio de
Gasser, la rama trigeminal oftálmica, el nervio nasociliar o las
fibras del nervio ciliar largo.
A C
Las perforaciones corneanas requieren tratamiento quirúrgico urgente para reducir las
complicaciones. Contamos con varias opciones de acuerdo al tamaño de la perforación
incluyendo adhesivo tisular, trasplante de membrana amniótica y queratoplastia penetrante. El
injerto-parche de esclera es otra alternativa útil para el tratamiento de esta condición.
Las perforaciones corneanas son causadas por múltiples factores como infección, inflamación
y trauma entre otros, que pueden conducir a secuelas visuales devastadoras. El tratamiento debe
realizarse en forma urgente y de acuerdo al tamaño de la perforación se puede utilizar la
aplicación de adhesivo tisular, trasplante de membrana amniótica, injerto –parche de córnea o
esclera y queratoplastia penetrante. El injerto de esclera en la córnea es un procedimiento que
se puede realizar con éxito en la queratitis ulcerativa periférica (PUK, por sus siglas en inglés).
La PUK es una lesión destructiva en forma de media luna del estroma corneano perilimbar
asociada a defecto epitelial e infiltrado subepitelial con necrosis estromal. La PUK puede
ocurrir en asociación a una gran variedad de desórdenes oculares y sistémicos.
https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/libros/medicina/
cirugia/tomo_iv/archivospdf/06esclera.pdf