Está en la página 1de 31

Actoría social y política en personas en situación de calle

Christofer Morales Ortega1

Resumen

El presente artículo aborda el proceso de diseño de una propuesta de innovación del


Programa Calle Violeta Parra ejecutado por la ONG Alta Tierra, el cual inicia con una
indagación desde metodologías cualitativas a personas en situación de calle y
profesionales del equipo, como también documentos metodológicos y técnicos, con el
propósito de conocer el programa y tener información que permita un rediseño coherente y
pertinente como alternativa a las políticas sociales de corte neoliberal.

Los resultados exponen disonancias entre discurso y práctica, diversidad y disparidad en las
nociones de cambio y sujeto, tensiones entre enfoques propuestos desde el Ministerio de
Desarrollo Social y el programa analizado, y procesos participativos y de organización
comunitaria percibidos como deseables. Finalmente, tras un análisis crítico de la noción de
inclusión social, se elabora una propuesta de rediseño del Programa Calle a través de la
articulación entre las Prácticas Narrativas, Psicología Ambiental y la tradición de la
Amplificación Sociocultural con énfasis en la noción de actoría política y social.

Palabras clave: actoría, inclusión social, situación de calle, psicología comunitaria

Abstract

The present article presents the design process of an innovation proposal for the Programa
Calle Violeta Parra Social Program executed by ONG Alta Tierra, which starts with an
investigation from qualitative methodologies to homeless people and professionals from the
team, also to technical and methodological documents, with the objective of knowing the
program and having information that allows a coherent and pertinent redesign as an
alternative to neoliberal social policies.

1Psicólogo, Diplomado avanzado e internacional en Terapia Narrativa. Magíster en Psicología Social mención
Intervención Comunitaria en la Universidad de Valparaíso.
Psicólogo en Programa Calle Violeta Parra, ONG Alta Tierra.
Correo de contacto: morales.christofer@gmail.com
The results show discordance between discourse and practice, diversity and disparity in
change and subject sense, tensions between approaches proposed from Social Development
Ministry and the analyzed program itself, and participative processes and communal
organization perceived as desirables. Finally, after a critical analysis to the notion of social
inclusion, it elaborated a redesign proposal for Programa Calle throught articulation
between Narrative Practices, Ambiental Psychology and Sociocultural Amplification
tradition with emphasis on the notion of social and political actionary.

Key words: actionary, homeless, social inclusion, community psychology

Introducción

La situación de calle es una de las temáticas más invisibilizadas y complejas de abordar a


través de las políticas sociales (Codoceo, Delgado y Reyes, 2015).

Las primeras colaboraciones registradas con personas en situación de calle (PSC) en Chile
remontan al siglo XIX. Hasta principios del siglo XX, la respuesta institucional a la
situación de calle consistió en la reclusión forzada, la creación de asilos y reformatorios, sin
mencionar la penalización de la vagancia. Por muchos años la colaboración y apoyo hacía
las PSC recayó en voluntarios y privados (Ministerio de Desarrollo Social, 2014c;
Ministerio de Planificación, 2005).

En Chile, recién en el año 2005 se llevó a cabo el Primer Catastro de Personas en Situación
de Calle (Ministerio de Planificación, 2005) el que permitió tener una primera
aproximación sobre este contexto. El 2011 se llevó a cabo el segundo catastro (Ministerio
de Desarrollo social, 2011), del cual se desprendió y nutrió la Política Nacional de Calle
(Ministerio de Desarrollo Social, 2014c). Al alero de esta Política es que se configuran
diversos dispositivos y programas que buscan dar respuesta y soporte a esta temática, tales
como: Programa Calle y Programa Noche Digna (Ministerio de Desarrollo Social,
2014a/2014b; Ministerio de Planificación, 2005).

En Chile, según el Segundo Catastro Nacional de Calle del Ministerio de Desarrollo Social
(2011) existe un total de 12.255 PSC. Entre las regiones del país, la región del Maule es la
sexta con mayor número de PSC (445), de las cuales 73.6% corresponde a personas entre

2
25 y 59 años de edad, seguido de un 15.9% de 60 o más años, un 3.2% de entre 18 y 24
años y un 5.5% menores de 18 años.

En el presente artículo se realizará una revisión crítica del Programa de apoyo para
personas en situación de calle de la región del Maule Violeta Parra, ejecutado por la ONG
Alta Tierra. Posteriormente se presenta una propuesta de reformulación del programa, a
través de un re-diseño Comunitario-Narrativo de abordaje local, que busca contribuir al
trabajo y colaboración de la situación de calle.

ONG Alta Tierra

Durante los años de la última dictadura en Chile las ONG’s fueron financiadas por recursos
extranjeros. Sin embargo, una vez finalizado este período las ONG’s dejaron de recibir
dicho financiamiento, lo que provocó una crisis que obligó a las ONG’s a negociar con el
Estado en búsqueda de recursos, adaptando sus posturas ética-política a las lógicas del
Estado y del mercado (Gonzáles, 2015; Alfaro, 2007).
Esto resulta relevante, pues hasta entonces las ONG’s habían desempeñado un accionar
político independiente de las lógicas estatales, con énfasis en el desarrollo social, a través
de un abordaje Comunitario. Desde los noventa en adelante, han primado políticas sociales
de corte neoliberal, privilegiando la participación de privados en la provisión de bienes y
servicios sociales (Alfaro, 2007), lo que ha provocado la tecnificación, despolitización y
burocratización de las intervenciones sociales (Montenegro, Rodríguez & Pujol, 2014).

La ONG Alta Tierra corresponde a una organización no gubernamental de reciente


formación, cuyo hito fundacional recae en el año 2013. La ONG Alta Tierra se caracteriza
por valores y principios basados en la solidaridad y multiculturalidad, siendo su principal
misión:

[La] promoción de la libertad, equidad y emancipación de todas las personas y comunidades,


enriqueciendo y honrando la diversidad de estilos de vida, culturas y preferencias de
cualquier tipo, como respuesta y resistencia a las injusticias y dificultades sociales,
mediante un posicionamiento ético-político, metodológico y teórico desde la educación
popular y las prácticas narrativas (ONG Alta Tierra, 2015).

3
En la actualidad la ONG Alta Tierra se encuentra ejecutando la mayoría de los dispositivos
del Ministerio de Desarrollo Social que abordan la temática Calle en la región del Maule:
Centro de día para personas en situación de Calle Elizabeth Rekas, Programa Calle Violeta
Parra y Programa Calle Víctor Jara. Además, durante la temporada de invierno la ONG
Alta Tierra fue ejecutora de los dispositivos de emergencia: Ruta social de calle y Albergue
para personas en situación de calle.

Exclusión-inclusión social con personas en situación de calle

El Programa Calle Maule tiene por objetivo la superación de la situación de calle por medio
de la inclusión social, a través del desarrollo de capacidades tanto en el área psicosocial
como laboral de las personas (Ministerio de Desarrollo Social, 2014b)

La situación de calle es una manifestación de la exclusión social propia de los contextos


urbanos, caracterizada por: “diferencias económicas, desigualdades jurídicas y
desafiliaciones sociales que se traducen en la vulneración de derechos” (Di Iorio, 2015,
citado en Seidmann, Di Iorio, Azzollini y Rigueiral, 2015, pp.124)

Los procesos de exclusión-inclusión social corresponden a fenómenos relacionales, en los


que se ve afectado el vínculo entre la persona con la comunidad/sociedad, y de la
comunidad/sociedad con la persona. Los procesos de exclusión-inclusión social poseen un
anclaje sociohistórico y responden a causas macroeconómicas, tales como la evolución
cíclica del capitalismo e instalación del sistema neoliberal del mercado (Rodríguez, Pierri,
Rodríguez, Da Silva, Rossi, Castro, 2013).

Desde una visión crítica Rodríguez, Pierri, Rodríguez, Da Silva, Rossi & Castro (2013),
tomando de referencia a Sawaia (2004) plantean que diversas políticas sociales en el
abordaje de la inclusión social recurren a diseños de intervención que resultan en la
producción de una seudoinclusión social o inclusión social perversa (Sawaia, 2004), pues
estas tienen una mirada individualistas, compensatoria y restrictiva.

Montenegro, Rodríguez y Pujol (2014) tomando de referencia a Rodríguez (2012) y Sawaia


(2004), refieren que la noción de excluida/o ha sustituido en nuestros discursos a las
nociones de oprimidas/os, dominadas/os y explotadas/os de antaño. Esto no es casual, pues

4
la dialéctica oprimidas/os - opresoras/es, dominadas/os - dominadoras/es, explotadas/os -
explotadoras/es, permite visibilizar las relaciones de poder e injusticia, en cambio la
dialéctica excluida/o - incluida/o invisiliza las relaciones de poder e injusticia que producen
y mantienen la exclusión, pues oculta al sujeto que ejerce la exclusión.

En una lógica similar, Plaza, Díaz y Barrault (2010) plantean que los procesos de
exclusión-inclusión han marcado un desplazamiento de la investigación de las causas por
los efectos, de lo político por lo moral y de la responsabilidad [social] hacía la culpabilidad
individual.

La forma de concebir y entender los procesos de inclusión-exclusión social resulta


relevante en la colaboración con PSC, pues la visión tradicional hegemónica de exclusión
social, enfatiza la condición de sujetos excluidos de manera pasiva, siendo definidos por su
privación (Plaza, Díaz & Barrault, 2010). Resulta peligroso en el caso de las PSC, pues de
forma histórica han existido visiones peyorativas de sujeto, las que han transitado en la
intervención pública desde la noción de sujeta/o peligrosa/o, hasta un sujeta/o con
capacidades a desarrollar (Ministerio de desarrollo social, 2014a/2014c).

En contraposición, la atención a la exclusión social desde la Psicología Social Comunitaria,


enfatiza las dimensiones política y ética. La primera se expresa en la intencionalidad de la
transformación social y de alcanzar mayores niveles de justicia social, y la segunda la
preocupación por el sufrimiento humano y compromiso con su superación (Rodríguez,
Pierri, Rodríguez, Da Silva, Rossi, Castro, 2013).

Intervención social en personas en situación de calle

Un problema central en la colaboración con PSC corresponde a los diseños de intervención


social que históricamente han implementado tanto las políticas sociales, como las
agrupaciones de voluntarios y organizaciones sociales en Chile, los cuales han transitado,
desde lógicas higienistas de exclusión, internación y marginación (Ministerio de Desarrollo
Social, 2005), fundamentadas en racionalidades políticas de control social (De Marinis,
1999), hasta nociones de cambio centrada en la asistencia, inserción y mejoramiento de la
calidad de vida de las PSC (Ministerio de desarrollo social, 2014a), cuya racionalidad
política recae en la gestión del riesgo y el capital social (De Marinis, 1999).

5
En Chile, el Programa Calle se fundamenta en un diseño de intervención centrado en el
desarrollo de capacidades individuales como estrategia principal para la inclusión social
(Ministerio de desarrollo social, 2014a). Lo que es coherente con lo planteado por Berroeta
(2011) quien refiere que a finales de los años noventa e inicio de los dos mil, se implementó
y consolidó de forma trasversal en las políticas sociales en Chile un enfoque de habilitación
individual en el abordaje de las problemáticas sociales e integración social.

Berroeta (2011) plantea que:


Esta aproximación, centrada fundamentalmente en una efectividad técnica de marcada
orientación individual, asigna poco valor a las condiciones sociales, a los recursos
comunitarios y a la participación ciudadana, factores que en el contexto de una sociedad tan
extremadamente desigual como la nuestra, con un volumen de recursos estatales muy por
debajo de un Estado de bienestar, y con una sociedad civil muy debilitada, resulta
incompatible con las construcción de cualquier proyecto de cambio social situado en el polo
de la transformación (pp.41).

Seidmann, Di Iorio, Azzollini y Rigueiral (2015) realizaron un estudio sobre PSC en la


ciudad de Buenos Aires, Argentina, el cual tuvo como finalidad describir las
representaciones sociales y prácticas que construyen los referentes de organizaciones parte
del circuito socio-asistencial de las PSC. De los resultados se desprende la identificación de
dos lógicas que coexisten en los dispositivos sociales que colaboran con PSC. – lógica
tutelar y lógica restitutiva. La primera se fundamenta en una ética moralista, en la cual las
PSC son vistas como objetos de intervención, y cuyo accionar se basa en la asistencia y en
una participación pasiva de parte de las PSC; mientras que la segunda se fundamenta en
una visión crítica y política de las condiciones de vida de las PSC, en la cual las PSC son
vistas como sujetos de derechos, y cuyo accionar busca la emancipación y participación
activa de las PSC.

Un abordaje alternativo de intervención social en la colaboración con PSC lo podemos


encontrar en la Psicología Social Comunitaria. Reyes, Berroeta y Winkler (2015) refieren
que la Psicología Comunitaria puede tener un papel relevante a la hora de fortalecer el
carácter emancipatorio y la orientación al cambio social en las políticas sociales,

6
contrarrestando la tendencia de la política pública de corte neoliberal que busca la
compensación del déficit y el control social.

Siguiendo esta línea, recientes estudios sobre PSC en Chile (Briones, 2015; Gonzáles,
2015) y Argentina (Di Iorio, Seidmann, Gueglio & Rigueiral, 2016) han buscado dar
respuesta a las políticas sociales de corte neoliberal en el trabajo y colaboración con PSC,
por medio de propuestas de intervención desde miradas comunitarias: una centrada en la
historia y memoria social (Briones, 2015), otra en la re-significación de la concepción de
exclusión-integración social con énfasis en la participación y mirada ética-política
(Gonzáles, 2015) y por último, otra con énfasis en el cuidado como construcción de
autonomía y ciudadanía (Di Iorio, et al, 2016).

Psicología Social Comunitaria y Actoría Política

Como se expuso en el apartado anterior, existe una historicidad de las políticas sociales,
cuyo marco comprensivo se restringe a roles pasivos y carenciales, y cuya noción de
cambio se fundamenta en el mejoramiento y la asistencia. Con la intención de generar una
propuesta de innovación pertinente, consideramos relevante posicionarnos desde la
Psicología Social Comunitaria (Montero, 2004a; 2004b) que nos permite dar respuesta a la
visión saturante de identidad que las políticas sociales de corte neoliberal tienden a
perpetuar, a través de procesos participativos y colectivos que doten de mayor
protagonismo a las PSC

En ese sentido, White (2015) plantea que toda instancia de colaboración es política, debido
a que estamos inmersos en una cultura, por lo que todas las personas somos portadoras de
discursos, historias y experiencias. Inherente a nuestro quehacer siempre se encuentra
presente lo ético-político. En vista de esto es que resulta vital un fundamento onto-
epistemológico desde una visión ética-política comprometida y cuyo quehacer invite a
dialogar, reflexionar y cuestionar las relaciones de poder, privilegios y discursos
hegemónicos, para así subvertir las pretensiones de neutralidad imperante en las políticas
sociales actuales (Reyes, Olivares, Berroeta & Winkler, 2015, Berroeta, 2011). Tanto las
Prácticas Narrativas Colectivas (Denborough, 2008; Latorre, 2013; White, 2015/ 2016), la
Amplificación Sociocultural (Alfaro, 2000) y la Psicología Ambiental Comunitaria (Di

7
Masso, Berroeta & Vidal, 2015; Berroeta, 2007) se encuentran en esta sintonía, por medio
de una orientación desde la Psicología Social Comunitaria como gran abanico unificador.

En vista de aquello nos resultan relevantes los conceptos de actoría, agencia personal,
acción cultural y apropiación del espacio público; estos conceptos se encuentran
enmarcados en la Prácticas Narrativas, Amplificación Sociocultural, y la Psicología
Ambiental Comunitaria, respectivamente.

Por una parte, entenderemos la actoría como la:


Creación de acciones que ponen en escena diversas significaciones con el propósito político
de construir lugares de ejercicio y garantía de derechos, inscribiéndose por tanto, en una
micropolítica de las prácticas cotidianas (Espinoza, Catalán, Guerra, Sandoval y Ampuero,
2016, pp.110).

La agencia personal y colectiva como:


Una sensación de regular la propia vida, de intervenir la vida de uno para afectar su curso
de acuerdo a las propias intenciones, y hacer esto de maneras que estén moldeadas por los
propios conocimientos de vida y habilidades para vivir (White, 2007, pp.263-264, citado en
Latorre, 2013).

La acción cultural como el:


Proceso de acción–reflexión orientado a la transformación de las significaciones, el
cuestionamiento crítico de las existentes y el proceso permanente de construcción y cambio
cultural (Alfaro, 2000, pp.42).

Y la apropiación del espacio público como:

Procesos dinámicos de interacción conductual y simbólica de las personas con su medio


físico, por los que un espacio deviene lugar, se carga de significado y es percibido como
propio por la persona o el grupo, integrándose como elemento representativo de identidad
(Vidal y Pol, 2005, pp.287).

La relevancia de esta articulación subyace en el potencial emancipatorio que el desarrollo


de los procesos anteriormente mencionados -agencia personal, acción cultural y
apropiación espacial- puede desembocar, por medio de un mayor protagonismo e

8
incidencia en la vida, cultura y entorno de parte de las PSC en sus vidas; lo que daría
cuenta de una mayor actoría.

Método

En el proceso de elaboración de una innovación, se requirió una indagación inicial. Esta


tuvo por objetivo conocer la noción de cambio y de sujeto en torno a la situación de calle,
como también las metodologías, prácticas y acciones que se ponen en juego en relación a
estas nociones en el Programa de Apoyo para Personas en Situación de Calle Violeta Parra
de la región del Maule.

Se utilizó una metodología cualitativa, pues este enfoque se caracteriza por ser flexible y
recursivo, permitiendo reajustarse acorde a las contingencias, además se centra en explorar
y conocer aspectos particulares más que generales, centrándose en las subjetividades,
sentidos y experiencias en torno a un fenómeno (López, 2002), características que resultan
convenientes para conocer las nociones de cambio y de sujeto de personas involucradas en
el Programa Calle Violeta Parra.

Se ha utilizado una muestra de tipo intencional y por conveniencia, compuesta por 6


personas (3 PSC y 3 Profesionales del Programa Calle) entrevistadas de forma individual y
5 profesionales que se suman en entrevista grupal posterior.

Como criterio de selección para las entrevistas individuales en el caso de las PSC se optó
por personas con un desarrollo mayor de sus habilidades de expresión y oratoria, con la
intención de tener mayor acceso a la riqueza de sus experiencias. El criterio de selección,
en el caso de las/os Profesionales del Programa Calle se fundamentó en: años de trabajo en
situación de calle, cargo y profesión.

Se utilizó entrevista semiestructurada como técnica de recolección de información, las


cuales fueron audio grabadas y transcritas, a través de una adaptación para las ciencias
sociales del código de transcripción de Gail Jefferson (Bassi, 2015). Se optó por este
método de transcripción, pues incorpora códigos de transcripción para el lenguaje no verbal.
Se prefirió entrevistas semiestructuradas, debido a la posibilidad dialógica, reflexiva e
íntima, esta técnica además posibilita obtener información focalizada con riqueza en

9
detalles y sentido por medio de la conversación, la cual resulta ad hoc con nuestro objetivo
de conocer. El guión temático de entrevistas se orientó a explorar la noción de cambio, la
noción de sujeto y las prácticas/acciones asociadas. Previo a la entrevista, se informa a los
participantes los detalles del estudio y se hace entrega de consentimiento informado.

Una vez realizadas las entrevistas semiestructuradas individuales, se realizó una entrevista
grupal al equipo profesional del Programa Calle Violeta Parra, tomando en consideración
la información obtenida en las entrevistas individuales. También en esta instancia se
recurrió a los mismos procedimientos de registro y resguardos éticos que en las entrevistas
semiestructuradas.

Con la intención de triangular la información de las entrevistas (Alzás, Casa, Luengo,


Torres & Verissimo, 2016) se realizó un análisis documental del Manual de
acompañamiento psicosocial del Programa Calle (Ministerio de desarrollo social, 2014a),
haciendo énfasis en los apartados de objetivos, principios orientadores de la intervención,
caracterización de las PSC y metodología.

Para el análisis de las entrevistas individuales semiestructurada, entrevista grupal y análisis


documental se utilizó análisis de contenido, a través de las siguientes dimensiones de
análisis:

1. Noción de cambio: Se refiere a la forma en que se orienta y concibe el cambio social en la


situación de calle.
2. Noción de sujeto: Se refiere a la forma en que se percibe y comprende a las personas y
comunidades en situación de calle.
3. Ético-político: Se refiere a la noción de lo correcto y deseado, como también a la noción de
poder y justicia detrás de las prácticas.
4. Teórico-práctico: Se refiere al marco teórico que fundamenta las prácticas, como a las
prácticas propiamente tal realizadas.

Una vez obtenido los resultados, éstos fueron presentados en una reunión de validación con
el equipo del Programa Calle. Posteriormente se realizó un taller de rediseño y
reformulación del Programa Calle, considerando los resultados presentados, a través de

10
metodologías participativas con el equipo profesional y una persona en situación de calle
entrevistada en etapas anteriores.

Resultados
A continuación se expondrán los principales resultados del estudio realizado en el
Programa Calle Maule, considerando las dimensiones de análisis expuestas en el apartado
de metodología.

Noción de cambio
Unas primeras aproximaciones a la noción de cambio en las/os profesionales entrevistados
del Programa Calle Violeta Parra, apuntan a la superación de la situación de calle,
integración social y finalmente al mejoramiento de la calidad de vida, las cuales responden
al ideal normativo del Programa Calle.

En una sintonía similar, otra noción de cambio fuertemente instalada es la noción de


asistencialismo, el cual es visto como resolución de contingencias, urgencias y necesidades
inmediatas, como respuesta paliativa, parche curita y cuya principal función es apagar
incendios:
Estamos reproduciendo el sistema no más po, y sabemos que no funciona, probemos,
sabemos que salvamos cosas, eh... urgencias, pero es muy parecido a lo que hacen los
voluntariados, y lo que criticamos nosotros po, que es un tema asistencial, que no produce
cambios, pero es que el cambio es la palabra que hay que cuestionar.

Otra noción de cambio que surge como respuesta a las lógicas asistenciales y normativas,
responde a la idea de transformación, la cual se vincula a ideas de participación y
autonomía:

Para poder iniciar una especie de transformación tendría que ser algo […] desde la
comunidad, no desde nosotros […] el tema de la transformación tiene que ver con lograr
hacer cambios en el switch desde ellos, desde que ellos nos propongan cosas, desde que
ellos nos pongan en el tapete las cosas que les hacen sentido, y desde ahí transgredir su
realidad.

11
De una forma más radical, vinculado a las ideas de transformación e incluso transgresión,
surge la metáfora de quemarlo todo, la cual hace alusión a la dificultad de implementar y
dirigir un accionar desde visiones transformadoras:

Voy a citar a un compañero, hay que quemar al Estado, hay que quemar todo […] yo creo
que hay que depurar todo, o eliminar mucho porcentaje de lo que está hecho, porque es
como desaprender lo aprendido porque está mal hecho. […] Como cambiar la estructura
entera.

Por otra parte, los usuarios, participantes y beneficiarias/os del programa Calle Maule,
atribuyen como objetivo y visión de cambio de parte del programa el ayudar a las personas
a salir de la situación de calle: “Yo creo que es bien simple, es ayudarnos a nosotros a salir
de la calle, yo creo que ese es el objetivo del programa”.

Otra visión de cambio que atribuyen las PSC entrevistadas al Programa Calle, es la idea de
salvar vidas por medio de salvar la originalidad de las PSC:

El programa calle creo que esa es su idea de cierto modo, no solamente salvar a la gente de-
del hambre, del frío, pero también dándole la oportunidad, hacer surgir, a ser más- a dar
más esa originalidad que también se encuentra dentro de cada uno de- de estas personas
entre nosotros en situaciones precarias.

Finalmente, la noción de cambio evidenciado en los documentos metodológicos del


Programa Calle, apuntan a “mejorar las condiciones psicosociales y de bienestar de las
personas en situación de calle […]” (Ministerio de Desarrollo Social, 2014b, p. 13), como
también “[…] superar la situación de calle, mediante el desarrollo de capacidades
psicosociales y sociolaborales que permitan su inclusión social” (Ministerio de Desarrollo
Social, 2014b, p. 63).

Noción de sujeto
La noción de sujeto en torno a la situación de calle predominante en el equipo profesional,
tiene que ver con una relación empática en la cual las PSC son vistas como personas, visión
que es caracterizada por reconocer que son sujetas/os con historia, contexto, valores, sueños,
esperanzas, recursos y saberes:

12
Creo que deberíamos partir diciendo que son personas, más allá del prejuicio, cachai’, y
trabajamos desde ahí, pensando que son personas que tienen historicidad, que tienen un
contexto, y que tienen motivos, y que tienen responsabilidades.

Otra noción de sujeto interesante desde las/os profesionales, que ve a las PSC como
personas que tironean las normas:

[Personas] que logran cosas que a veces son súper complejas para nosotros que estamos
más normados, que es lidiar con las normas, y poder tironear las normas, y aguantar la vida
[…] nosotros estamos mucho más sumidos por la norma que ellos.

Otra noción de sujeto desde las/os profesionales, comprende a las PSC como personas que
viven en contextos de alta vulneración:

Son personas bien vulnerables, pero personas súper valorables, o sea, el que sean
vulnerables no significa que sean menos valiosas, pero están en un contexto complejo […]
es un contexto complejo el pasar una noche con dos grados bajo cero en la calle, es un
contexto complejo siendo mujer, con temas de salud mental, pasar en la calle súper
desorientado, cachai’, es un contexto complejo el sentir pena y no tener a alguien que te
quiera al lado para que te apapache.

Por otra parte, las/os usuarias/os, participantes y beneficiarias/os del Programa Calle Maule,
tienen la percepción de ser visto por el Programa Calle como personas con potenciales y
Diamantes en Bruto:

Los ayuda a yo creo que porqueee no solo somos personas, son personas, los ayuda, le salva
la vida, pero también porqueee dentro de- la ve a lo mejor entre personas hay varios que son
diamantes en bruto, e- diamantes en bruto. Queee tienen a lo mejor entre ellos y no hablan,
y tienen quizás una solución, tienen una alternativa, y pues esos diamantes hay que saberlos
tomar, hay que saber encontrarlos, hay que saber acariciarlos, pero hay que saber pulirlos,
tallarlos y pulirlos para que brillen.

Estos discursos también conviven con otros más carenciales, vinculado a la depresión, la
necesidad de recibir ayuda y la marginación de la sociedad:

Yo creo a que nosotros nos ven, yo desde el punto de vista que tengo, nos ven como
personas que necesitamos ayuda.

13
Nosotros vivimos como marginados, somos como la sociedad alterna, me entendí, claro,
pero no sé, yo así veo a la gente en situación de calle […] he vivido lo que es pasar frío, sé
lo que es estar en la calle. La calle no solamente significa no tener casa, la calle es estar solo.

Un hallazgo relevante en torno a la noción de sujeto de parte de las propias PSC, es verse
como personas críticas al sistema y como personas políticas: “Todos tenemos una mirada
política nosotros como gente de calle”.

Yo veo a mis compañeros de calle- […] veo que tienen problemas, que hay mucha
frustración, hay mucha rabia para el sistema público, mucha rabia.

No estoy metiendo a todos en un mismo saco, y sin embargo están en la calle después
tomando, criticando un sistema que al final los está alimentando como hormigas, como
pajaritos […] critican al sistema, pero le gusta que le vengan a cantar a todos, haciéndose
víctimas.

Finalmente, la noción de sujeto evidenciado en los documentos metodológicos del


Programa Calle, comprende a las PSC como sujetas/os con capacidades, recursos
personales y sociales que le permiten sobrevivir y desenvolverse en su cotidianidad.
Además se identifica como personas capaces de desarrollar talentos y habilidades.

Otra noción de sujeto latente se encuentra en la idea de las PSC como trabajadoras, con la
capacidad de generar actividades que les permitan satisfacer sus necesidades y tener
ingresos. Visión que se evalúa como un hallazgo del segundo catastro (2011), que a su vez
rompe el prejuicio y se considera una característica generalizada de las PSC.

Ético- político
De forma transversal, las/os profesionales entrevistados refieren y dan relevancia a un
enfoque ético en la colaboración con PSC, alineado con la ética organizacional:

La línea ética de la organización siempre va como en el resguardo, en la valoración


de las personas, de sus historias, de sus formas, ¿cachai?, y de ahí también potenciar,
desde ahí lo que ellos quieren, no lo que nosotros queremos, o lo que el estado
pretende a través de este programa.

14
Otro elemento ético central, visibilizado por algunas/os de las/os entrevistadas/os refiere a
una serie de disyuntivas éticas, entendidas como una serie de situaciones en las cuales se
deben tomar decisiones y en las que están involucrados elementos valóricos, morales y
éticos.

Desde la esfera más política se evidencia una percepción de ineficiencia del desempeño y
apoyo de diversas instituciones públicas y/o privadas, situación que es vista como
obstaculizadora del proceso de colaboración con PSC. Además, en una línea similar existe
una crítica a la Política Nacional de Calle, cuyas estrategias y convenios son percibidos
como inexistentes:

Hay una política de calle que está inactiva, hay compromisos que no se han concretado,
entonces hay todo, todo un aparataje estatal que debiera estar activado, y hay muchos locos
que ni siquiera saben que existe el Programa Calle.

Otro elemento interesante visibilizado tiene que ver con un rol de representante, mediador y
a la vez reproductor del sistema, situación que se ve ejemplificada en una discusión en
torno a la utilidad de los instrumentos metodológicos que vienen establecidos desde las
bases:

Nosotros hacemos una pega que no deberíamos hacer y estamos haciendo, también es culpa
de nosotros, nosotros hacemos que estos instrumentos funcionen, porque nosotros
traducimos los instrumentos […] nosotros también nos equivocamos sin querer por intentar
hacer las cosas bien.

En términos políticos, las/os participantes entrevistadas/os del Programa Calle Violeta


Parra hacen alusión a una serie de críticas al sistema, por una parte, uno de los
entrevistados ve al Sistema como formateador de la originalidad de las personas, y otros
de los usuarios dan cuenta de un gobierno ineficaz que debe ponerse las pilas en una serie
de materias a favor de las PSC: “Formateao por un sistemaaa […] en general la gran parte
del mundo, del ser humano, lo formatean desde chico […] Como te decía, para ser libres, la
única libertad posible es la de ser uno mismo”, “si lo veo del punto de vista de la gente en
situación de calle, nunca se va a acabar mientras este gobierno no se ponga las pilas, así de
simple”.

15
Finalmente, sobre lo ético-político la metodología del programa calle declara posicionarse
desde una perspectiva de derecho, la que en términos prácticos se manifiesta a través
principios orientadores, los cuales hablan de calidad y buen trato, participación, respeto a la
autodeterminación y compromiso ciudadano.

Teórico metodológico
En torno a la categoría teórico-metodológico, las/os profesionales del Programa Calle
Violeta Parra dan a conocer diversos enfoques que sostienen y guían sus acciones y
prácticas. Se evidencia inicialmente un enfoque ministerial, el cual se relaciona con un
acompañamiento psicosocial-sociolaboral, el que es visto como un lineamiento base de la
puesta en práctica del programa, pero que es influido por la Ideología organizacional, la
cual se encuentra fuertemente vinculada a un enfoque de derechos:

Hay una base de acción metodológica que viene desde los lineamientos del Ministerio de
Desarrollo Social, y desde ahí no hay mucha flexibilidad de acción ya, sin embargo como
equipo y como organización intentamos darle como un matiz a esta intervención, aplicando
criterios, líneas de acción, referidas más que nada como a la ideología organizacional.

En la entrevista grupal al Equipo de profesionales del Programa Calle, se hizo énfasis


principalmente en dos enfoques y líneas de acción: Asistencialismo y el enfoque
Comunitario. Se identifica, además, la necesidad de tránsito desde el Asistencialismo hacía
el Enfoque Comunitario, debido al reconocimiento de límites y alcances del primero, y de
las posibilidades y sentidos del segundo.

Sobre el asistencialismo por una parte se reconoce la utilidad para apagar incendios,
resolver urgencias y contingencias, pero se identifica en su empleo una serie de dificultades,
tales como: demasiado uso de tiempo, limitado alcance de cambio, y generación de
desgaste.

En relación al enfoque comunitario, este es visto como una metodología que habilita
nuevos sentidos desde abajo, desde las trincheras, haciendo énfasis, además, en aspectos
territoriales:

Lo comunitario también implica un grupo de personas que tienen una cultura o un contexto,
una geografía, y que trabajan como un organismo aparte, […] y esto implica la locación

16
también, porque esa comunidad tiene una identidad local, es distinto si viven en la plaza o
viven en la casona, el territorio los conforma, ellos interactúan con el medio.

Otro marco teórico metodológico de referencia en quehacer práctico, evidenciado


principalmente desde las/os profesionales de la salud mental del Programa Calle,
corresponde a las Prácticas Narrativas, marco que es entendido como forma ética de
colaboración que honra saberes y conocimientos de las personas:

Las Prácticas narrativas son conversaciones con personas, respetuosas, no patologizantes,


no estigmatizadoras, que facilitaban igual seguir una línea de trabajo en pos de algo, tenía
una proyección la conversación, no era una conversación vacía, iba dirigida hacia algo,
generalmente tenía que ver con algunas cosas que el otro valoraba, honraba, respetaba, o
expectativas del otro.

Por otra parte, si bien las PSC entrevistadas no identifican marcos teóricos metodológicos
propiamente tales en el equipo ejecutor del Programa Calle, si reconocen y dan a conocer
una serie de prácticas y apoyos de parte de las/os profesionales, las cuales atribuyen cierta
valoración y relevancia.

En una primera instancia se valora el Programa Calle como espacio que tiene las puertas
abiertas y que además brinda apoyo a necesidades básicas tales como abrigo, alimentación
y el estar en contacto con otro. Siguiendo esta misma lógica, las personas refieren valorar
tener espacios de conversación y ser escuchados.

Otras instancias que dan gran relevancia tiene que ver con el apoyo y acompañamiento en
trámites de los servicios públicos y apoyo económico, asociado a bonos, como también el
asesoramiento financiero de este:

¿Cómo me han apoyao? en ir a hacer trámites, aam no tengo nada de salud y ellos me
ayudaron por ejemplo a ir aaa el hospital, aaa tener u-un documento °no sé cómo se llama,
este documento, que ando trayendo° esto, la ficha °papel° dice carne de citaciones.

Las PSC entrevistadas, enfatizan el rol de apoyo laboral, concretamente declarado como
ayuda en buscar pega y postulación a proyectos de emprendimiento vinculados a FOSIS.

17
Como elemento a destacar, una de las PSC entrevistada propone la incorporación
metodológica del Arte y la Creación. Considera el arte como medio para promover la
originalidad y el potencial de las PSC:

Entonces yo creo que la manera, a mi punto de vista sería de… aaa hacerle- es a través del
arte, para mí, creo que el arte es primordial en todo, en el ser humano. En el arte el hombre
realmente se expresa libremente.

Finalmente, el marco teórico y metodológico que refieren los manuales y documentos


oficiales del Programa Calle, se fundamentan en un enfoque de desarrollo de capacidades,
el cual, comprende dos procesos de acompañamiento: psicosocial y sociolaboral. Para esto,
la metodología del Programa Calle sugiere trabajar por medio del desarrollo de una serie de
recursos, categorizados en una serie de capitales: humano, familiar, financiero, físico y
social. Los que a su vez se trabajan por medio de una serie de estrategias agrupadas en
módulos temáticos, que abordan un variopinto de temas prefigurados para la colaboración y
desarrollo de las PSC. Un elemento interesante evidenciado en los módulos temáticos es la
presencia de algunos elementos de carácter comunitario tales como: conociendo mis redes
culturales, promoción de derechos, relatos de vida, vinculación y apoyo familiar; aunque
claramente estos son despolitizados.

Discusión y propuesta de innovación


Los resultados dan cuenta de una diversidad de nociones de cambio y de sujeto, como
también una disonancia entre el discurso y las prácticas señaladas en el programa analizado.
Por una parte se evidencia una lectura crítica del sistema, con posicionamiento ético-
político comprometidos con las personas, y por otra parte, se evidencia prácticas
fundamentadas en el asistencialismo y en intervenciones sociales individuales de corte
neoliberal. En concordancia con lo planteado por Seidmann, Di Iorio, Azzollini y Rigueiral
(2015) los resultados permiten diferenciar dos lógicas que coexisten: una centrada en la
asistencia, el mejoramiento individual y una ética del control –lógica tutelar- y otro de
orientación emancipatoria, centrada en la búsqueda de la autonomía de las PSC y
fundamentada en una ética-política basada en la justicia social y la transformación –lógica
restitutiva. Los profesionales del Programa Calle Maule declaran el deseo de transitar
desde intervenciones asistenciales y de habilitación individual centradas en el mejoramiento,

18
metaforizados como “apagar incendios” –lógica tutelar- hacía intervenciones
participativas y colectivas orientadas hacia la transformación social, metaforizadas como
“quemarlo todo” –lógica restitutiva.

Para la elaboración de la propuesta de innovación se realizó un taller de rediseño del


Programa Calle con el equipo profesional y una persona en situación de calle, a través de
metodologías participativas. Este taller permitió tener una primera mirada y propuesta de
diseño, a través de una construcción colectiva. La propuesta de re-diseño elaborada en el
taller proponía el fortalecimiento de la autonomía de las PSC como objetivo central, y un
accionar comunitario de abordaje territorial y local con énfasis en lo cultural como
estrategia principal.

La propuesta de innovación y re-diseño que expondremos a continuación, busca reformular


los elementos ontoepistemológicos, teóricos, metodológicos y prácticos del Programa Calle
del Ministerio de Desarrollo Social (2014b), conservando el objetivo general de la inclusión
social.

Para la propuesta final, se tomó en consideración tanto los resultados analizados en el


apartado anterior, como también la experiencia del taller de rediseño del Programa Calle.
Ambas fuentes dan cuenta de la necesidad de un rediseño coherente, que releve las
nociones históricas peyorativas, carencialistas y pasivas de las PSC, en vías de nuevas
comprensiones de mayor protagonismo e incidencia en sus vidas.

En vista de lo previamente señalado, resulta necesaria y relevante la interrogante: ¿pueden


las personas en situación de calle ser un actor político? Nuestra apuesta es que sí, y es más,
consideramos que sólo a través de una mayor participación, acción e incidencia en sus
vidas, se logrará una real inclusión social.

Rodríguez, Pierri, Rodríguez, Da Silva, Rossi & Castro (2013), tomando de referencia a
Sawaia (2004), mencionan que las políticas sociales en el abordaje de la inclusión social
recurren a diseños de intervención que responden a una seudoinclusión social o inclusión
social perversa, pues tienen un carácter compensatorio y restrictivo, recurriendo a la
culpabilización y responsabilización individual como mecanismos de control (Montenegro,
Rodríguez & Pujol, 2014; Rodríguez et al., 2013).

19
Por su parte, Montenegro, Rodríguez & Pujol (2014) ven en la Psicología Social
Comunitaria, en su dimensión ética-política, la posibilidad de:

[…] contribuir a visibilizar los efectos perversos de algunos procesos de intervención y


aunar esfuerzos hacia la transformación de las relaciones de poder que éstos puedan estar
manteniendo (Montenegro, Rodríguez & Pujol, 2014, p.9).

Desde esta visión crítica de los procesos de exclusión-inclusión social, consideramos


pertinente la noción de actoría, pues permite dar realce y protagonismo a las PSC, desde su
dimensión ética-política de sujeto.

En vista de aquello, para la propuesta de rediseño del Programa Calle, consideramos como
propósito principal el fortalecimiento de la actoría política y social de las PSC, con la
finalidad de contribuir a la inclusión social de las personas, y de este modo, disputar las
nociones magras de sujeto que la seudoinclusión social tiende a perpetuar.

Para lograr este propósito, se propone la articulación entre las Prácticas Narrativas (Latorre,
2013; White, 2007/2015/2016), tradición de la Amplificación Sociocultural (Alfaro, 2000)
y Psicología Ambiental Comunitaria (Di Masso, Berroeta & Vidal, 2015; Berroeta y
Muñoz, 2013). De forma incipiente, denominaremos a esta articulación: Prácticas
Narrativas Territoriales.

Las Prácticas Narrativas Territoriales buscan honrar y enriquecer los relatos encarnados
en los lugares, como también en las personas y comunidades que los habitan, con la
intención de contribuir en la apropiación del espacio público, en los procesos de acción
cultural, así como en el sentido de agencia personal y colectiva. Estas tres dimensiones de
forma perfomativa y articuladas contribuyen en la expresión de actoría, pues dotan de
mayor protagonismo, participación e incidencia, tanto en sus vidas como en el entorno a las
PSC.

Resulta relevante historiar el contexto en que surge esta articulación, pues, se encuentra al
alero de una búsqueda colectiva de traducción de las Prácticas Narrativas (Denborough,
2008; Latorre, 2013; White, 2007/2015/2016) a contextos latinoamericanos, que devenga
en nuestra cultura local, enfatice en el tejido social y permita dar respuesta a las múltiples
experiencias de violencia, exclusión, marginación y vulneración que ha vivido

20
transversalmente nuestro territorio latinoamericano (Galeano, 2006); y que
lamentablemente aún sigue viviendo. He ahí el carácter político innegable de esta
articulación.

Tomando de referencia la articulación de las Prácticas Narrativas Territoriales, y en vías


del fortalecimiento de la actoría social y política, consideramos pertinente los siguientes
objetivos específicos:

 Enriquecer el sentido de agencia personal y colectiva, a través de conversaciones


narrativas que permitan cuestionar las relaciones de poder, generar reflexividad y
enriquecer historias subalternas y preferidas.
 Generar procesos de apropiación espacial, a través de actividades que promuevan la
participación, organización colectiva y acción-transformación.
 Promover procesos de acción cultural, a través de actividades de difusión y
expresión artísticas y culturales.

Para la puesta en marcha de estos objetivos se proponen las siguientes etapas, las cuales se
intersectan y retroalimentan recíprocamente, como un proceso recursivo, semejante a la
investigación-acción-participativa (Fals Borda, 1999):

 Reconocer(nos): En esta etapa se busca conocer a las personas, colectivos y


comunidad, los lugares que habitan, las dificultades y necesidades percibidas y las
respuestas y resistencias a estas. También se busca reconocernos como
colaboradores, a través de instancias participativas que cuestionen nuestros
privilegios y visibilicen las relaciones de poder.
 Involucrar(nos): En esta etapa se busca generar instancias de encuentro,
reflexividad y vinculación con las personas y colectivos, con la intención de hacer
circular los afectos, y promover la organización y planificación de acciones
conjuntas.
 Movilizar(nos): En esta etapa se espera generar acciones colectivas que permitan
disputar los discursos hegemónicos que se encarnan en los lugares, generar procesos
de apropiación de los espacios, como también acciones sociales, culturales y
artísticas.

21
 Honrar(nos): En esta fase se busca honrar, enaltecer y sistematizar las diversas
acciones, actividades y experiencias realizadas. Se recomienda generar espacios
seguros para que las personas y comunidades puedan testificar y hacer transitar sus
saberes (Denborough, 2008).

A continuación se proponen tres líneas de acción, las cuales están en sintonía con los
objetivos específicos, y las fases previamente descritas:

a. Narrativa: Esta línea de acción, se enmarca en las ya mencionadas Prácticas


Narrativas, en esta se busca generar procesos de re-autoría y enriquecimiento de
historias, con el objetivo de aumentar el sentido de agencia personal y colectiva en PSC.
Actividades articuladas desde esta línea de acción:
a.1. Conversaciones terapéuticas narrativas: esta actividad tiene como propósito
generar procesos de re-autoría, que inviten a las personas y colectivos a enriquecer
relatos subalternos de identidad. Estas conversaciones se fundamentan en los
mapas de la terapia narrativa, postuladas por Michael White (2016), las cuales
plantean una serie de prácticas e ideas para orientar las conversaciones (Latorre,
2013; White, 2016). Para mayor detalle revisar a White (2016).
Tras estas conversaciones se espera generar contradocumentos de identidad que
den cuenta de las relatos preferidos y agencia de las personas (Latorre, 2013).
a.2. Línea de tiempo colectiva: esta actividad tiene el objetivo de generar procesos de
reflexividad y enriquecimiento de historias colectivas, a través de la construcción
grupal de una línea de tiempo con el propósito de situar temporalmente las
narrativas de las personas en torno a una temática común, como por ejemplo:
saberes y destrezas de sobreviviencia en la calle (Denborough, 2008).
a.3. Cartografías corporales: Por medio de la elaboración de una cartografía de una
figura corporal, se busca reflexionar en torno a las relaciones de poder y los
discursos dominantes encarnados, como también identificar y narrar saberes,
conocimientos y resistencias experimentadas en el cuerpo, entendiendo la
corporalidad como territorio de disputa y micropolítica (Ares y Risler, 2013).
Se puede puede imprimir una figura corporal prediseñada, hacer un ejercicio
en pareja para que cada uno dibuje el cuerpo del otro sobre un papel, o

22
pedirle a los participantes que hagan sus propios dibujos a partir de
consignas concretas (Ares y Risler, 2013, pp.27).
a.4. Ceremonias de definición: Finalmente, como acción transversal y con la intención
de honrar y enaltecer los diversos procesos y logros de las personas y colectivos, se
recomienda trabajar desde las Ceremonias de Redefinición (White, 2016). Latorre,
la define como:
Un rito organizado para reconocer aspectos de la vida de la persona [o
comunidad] que está al centro del rito, aspectos de los cuales la persona se
siente orgullosa, aquellas cosas que hablan de quién es él o ella de una
manera preferida.

Para la implementación y profundización de esta actividad revisar el capítulo 4:


Ceremonias de definición en White (2016, pp. 195-255)

b. Comunidad y territorio: Está línea de acción busca generar procesos de apropiación


espacial, a través de actividades que promuevan la participación, organización colectiva
y acción colectiva. Actividades articuladas desde esta línea de acción:
b.1. Capacitación en metodologías participativas al equipo del Programa Calle y PSC:
Esta actividad busca generar procesos formativos en metodologías participativas,
con el propósito de hacer circular saberes y conocimientos que promuevan mayor
agencia para la acción colectiva (Montero, 2004b).
b.2. Mapeo colectivo: Esta actividad consiste en cartografiar de forma colectiva lugares
importantes y significativos del territorio para las personas, ya sea a través a través
de dibujos, fotografía y/o imágenes impresas de los lugares, como también por
medio de la utilización de pictogramas e iconos, con la finalidad de reflexionar en
tornos a los lugares y los significados encarnados en estos.
Ares y Risler (2013) definen el mapeo colectivo, como:
Un proceso de creación que subvierte el lugar de enunciación para desafiar los
relatos dominantes sobre los territorios, a partir de los saberes y experiencias
cotidianas de los participantes. Sobre un soporte gráfico y visual se visibilizan las
problemáticas más acuciantes del territorio identificando a los responsables,
reflexionando sobre conexiones con otras temáticas y señalizando las consecuencias.
Esta mirada es complementada con el proceso de rememorar y señalizar

23
experiencias y espacios de organización y transformación, a fin de tejer la red de
solidaridades y afinidades (Ares & Risler, 2013, pp.12).
Para su implementación, recomendamos la revisión acuciosa del Manual de mapeo
colectivo de Ares y Risler (2013).
b.3. Mapa de redes: Esta actividad consiste en la elaboración de mapas de forma
colectiva, en los cuales se representan las:

Relaciones entre actores – personas, grupos, organizaciones, instituciones, etc.- que


según sus vínculos con respectos a un conflicto (vínculos fuertes, débiles,
inexistencia de relación) y sus posiciones en relación al conflicto (grado de
“Afinidad”, “Cercanía”, “Indiferencia” u “Oposición”) nos posibilita articular
conjuntamente una intervención ante el conflicto. (Habegger & Mancila, 2006,
pp.7)

b.4. Conversaciones narrativas colectivas: Esta actividad consiste en establecer


encuentros de conversación colectiva, con el propósito de generar procesos de
discusión crítica, reflexiva y deconstructiva de las relaciones de poder, situaciones
de injusticia y resistencias (White, 2016), como también sobre los usos, disputas y
procesos de apropiación de los espacios públicos (Di Masso, Berroeta & Vidal,
2015; Vidal y Pol, 2005), con el objetivo de organizarse, tomar decisiones y
generar acciones conjunta frente a las problemáticas en común. Las conversaciones
narrativas colectivas se fundamentan en las Prácticas Narrativas, a través de los ya
mencionados mapas (White, 2016).
c. Acción cultural: Esta línea de acción pone el acento en las expresiones artísticas y
culturales, como forma de actoría que contribuya a la inclusión social.
c.1. Actividades de visibilización: Se entiende esta actividad como un proceso continuo
que busca disputar los discursos dominantes en torno a la situación de Calle (White,
2015/2016), por medio de procesos de contra-información, con actividades tales
como: documentales, fanzine, intervenciones artísticas en espacios públicos, etc.
c.2. Talleres de co-aprendizaje de oficio/experiencias: Esta actividad busca generar
procesos de co-aprendizaje en los cuales los participantes hagan circular sus
saberes a la propia comunidad, a través de la formación conjunta en diversos
oficios, conocimientos y experiencias. Estos talleres se fundamentan en la idea de

24
que las personas poseen conocimientos, destrezas y saberes, los cuales pueden ser
compartido a la comunidad y viceversa (Latorre, 2013; Freire, 2005).
c.3. Encuentros y acciones culturales: Esta actividad comprende una serie de acciones
de índole artísticas y culturales, las cuales buscan influir en la cultura local (Alfaro,
2000) en vías de la inclusión social, tales como: ferias, pasacalles, marchas,
conciertos, conversatorios, peñas, entre otros.
d. Sistematización: Finalmente, de forma transversal se espera generar procesos de
sistematización de las diversas experiencias, por medio de metodologías de la
educación popular (Freire, 2005). Con la finalidad de generar conocimiento que sea
transmisible y accesible a la comunidad, con la intención de dejar un legado histórico-
cultural testimonial de las acciones colectivas (Jara, 2002).

Narrativo Comunitario/territorial Acción Cultural

Re-conocer(nos)  Cartografías  Capacitación en


corporales metodologías
 Línea de tiempo participativas
colectiva  Mapeo territorial y
redes
Involucrar(nos)  Conversaciones  Gestión y articulación  Actividades de
terapéuticas de redes visibilización
narrativas  Conversaciones  Talleres de
colectivas narrativas. coaprendizaje
Movilizar(nos)  Conversaciones  Encuentros y
colectivas narrativas. acciones culturales
Honrar(nos)  Ceremonias de  Sistematización
redefinición

Finalmente, para la evaluación de los objetivos de la propuesta de rediseño de intervención


se formulan indicadores sociales y medios de verificación, los cuales se grafican en la
siguiente tabla:

25
Objetivo Indicadores Verificadores
Enriquecer el sentido de  Las PSC declaran estar  Registro de sesiones
agencia personal y colectiva, a orientando sus vidas acorde a  Contra-documentos
través de conversaciones sus propias intenciones y de identidad (cartas,
narrativas que permitan preferencias. certificados)
cuestionar las relaciones de  Las PSC identifican habilidades,
poder, generar reflexividad y destrezas y saberes personales y
enriquecer historias preferidas. de la comunidad.
Generar procesos de  Las PSC atribuyen significados  Mapeados colectivos
apropiación espacial, a través y sentidos a lugares del  Mapa de redes
de actividades que promuevan territorio.
la participación y organización  Las PSC perciben como propio
colectiva. lugares, identificándose con
estos.
 Las PSC identifican redes
culturales y sociales.
Promover procesos de acción  Las PSC participan en  Registros
cultural, a través de actividades actividades culturales, artísticas audiovisuales
de difusión y expresión y de difusión.  Material artístico
artísticas y culturales.  Las PSC en 
participan Revistas
actividades de formación de  Documentales
oficio.
 Registro de sesión de
taller de oficio

Comentarios finales
Las políticas sociales en la sociedad contemporánea han sido coartadas por el
neoliberalismo, lo que ha llevado a la tecnificación, despolitización y burocratización de las
intervenciones sociales (Montenegro, Rodríguez & Pujol, 2014), en las cuales se han
desplegados tecnologías de gobierno fundamentadas en la seudoinserción individual como
mecanismos de regulación y control (de Marinis, 1999; Montenegro, Rodríguez & Pujol,
2014).

26
En el escenario actual resulta peligroso la naturalización y el ejercicio acrítico de las
intervenciones sociales, pues sin quererlo, podemos ser cómplices de la mantención y
consolidación de situaciones de injusticia y opresión. Sólo a través de un ejercicio reflexivo,
intencionado y consciente podremos generar propuestas innovadoras que inviten a
cuestionar las estructuras de poder a la base de nuestras intervenciones (Berroeta, 2011).

Esta propuesta no está ausente de crítica, ni mejoramiento, de hecho, la tendencia a la


sectorización identitaria de grupos prioritarios funciona como mecanismo de
invisibilización de las relaciones de poder, promueve el estigma y genera diferenciación, lo
que dificulta la búsqueda de lo común (Montenegro, Rodríguez & Pujol, 2014). Por ende
cabe cuestionarse la misma definición y categoría de personas en situación de calle.

Cabe mencionar, que si bien la propuesta de rediseño del Programa Calle ha pasado por
diversos procesos de validación, a través de procesos participativos con el equipo
profesional y las PSC implicadas en el estudio, resulta pertinente y necesario para la puesta
en práctica de la propuesta, generar procesos participativos que involucren al tercer agente
en su ejecución, pues sólo a través de alianzas estratégicas será posible procesos de
transformación reales y perdurables en el tiempo (Berroeta, 2011; Wiesenfeld, 2014).

Referencias:
Alfaro, J. (2007). Políticas sociales como condición de posibilidad para el desarrollo de
prácticas en Psicología Comunitaria. En Alfaro, J. y Berroeta, H. (ed.) Trayectoria de
la psicología comunitaria en Chile. Prácticas y conceptos. (pp. 43-72). Valparaíso de
Chile: Universidad de Valparaíso.

Alfaro, J. (2000). Discusiones en psicología comunitaria. Santiago de Chile: Universidad


Diego Portales.

Alzás, T., Casa, L., Luengo, R., Torres, J., Verissimo, S. (2016) Revisión metodológica de
la triangulación como estrategia de investigación. Investigación Cualitativa en
Ciencias Sociales, 3, 639-648.

27
Ares, P. y Risler, J. (2015) Manual de Mapeo colectivo: Recursos cartográficos críticos
para procesos territoriales de creación colaborativa. Ciudad Autónoma de Buenos
Aires: Tinta Timón.

Bachiller, S. (2009). Significados del espacio público y exclusión de las personas sin hogar
como un proceso de movilidad forzada. Revista Española de Investigaciones
Sociológicas (Reis), 128(1), 125-137.

Bassi, J. (2015) El código de transcripción de Gail Jefferson: adaptación para las ciencias
sociales. Quaderns de Psicología. 17(1), 39-62.

Berroeta, H. (2011). Apuntes para una intervención psicosocial con incidencia. Revista
Castalia. 13(19), 37-50.

Berroeta, H. (2007). Espacio público: notas para la articulación de una psicología ambiental
comunitaria. En J. Alfaro & H. Berroeta (Eds.), Trayectoria de la psicología
comunitaria en chile, (pp. 259-285). Valparaíso: Universidad de Valparaíso.

Berroeta, H., & Muñoz, M. I. (2013). Usos y significados del espacio público en personas
en situación de calle. Un estudio en Valparaíso y Viña del Mar. Revista de
Psicología, 22(2), 3-17.

Briones, C. (2015). “La historia de mi calle”: Reformulación de intervención comunitaria.


Trabajo final de grado, magister en Psicología Social mención Intervención
Comunitaria. Valparaíso de Chile: Universidad de Valparaíso.

Codoceo, F., Delgado, H. & Reyes, G. (2015) Imágenes autobiográficas. Fotografías y


testimonios de personas en situación de calle. Osorno de Chile: Editorial Universidad
de Los Lagos.

De Marinis, P. (1999) "Gobierno, gubernamentalidad, Foucault y los anglofoucaultianos


(Un ensayo sobre la racionalidad política del neoliberalismo)", en: García Selgas,
Fernando y Ramos Torre, Ramón (comps.), Retos Actuales de la Teoría Social:
Globalidad, Reflexividad y Riesgo, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas.

28
Denborough, D. (2008) Collective Narrative Practice. Responding to individuals, groups,
and communities who have experienced trauma. Adelaide: Dulwich Centre
Publications.

Di Iori, J., Seidmann, S., Gueglio, C., & Rigueiral, G. (2016). Intervenciones psicosociales
con personas en situación de calle: El cuidado como categoría de
análisis. Psicoperspectivas, 15(3), 123-134.

Di Masso, A., Berroeta, H. & Vidal, T. (2015) El espacio público en conflicto:


Coordenadas conceptuales y tensiones ideológicas. Athenea Digital. Revista de
pensamiento e investigación social, 17(3), 53-92.

Espinoza, C., Catalán, M., Guerra, A., Sandoval, J. & Ampuero, C. (2016) Los lugares de
Autoría y Actoría de niños y niñas como tácticas de resistencia en la vida cotidiana.
En Reyes, M., Arensburg, S. & Póo, X. Vidas cotidianas en emergencia: territorio,
habitantes y prácticas. Santiago de Chile. Social Ediciones.

Galeano (2006) Las venas abiertas de américa latina. Santiago de Chile. Pehuén editores
Ltda.

Gonzáles, D. (2015) Reformulación Programa Terapéutico Ambulatorio para Personas en


Situación de Calle. Trabajo final de grado, magister en Psicología Social mención
Intervención Comunitaria. Valparaíso de Chile: Universidad de Valparaíso.

Habegger, S., & Mancila, I. (2006). El poder de la Cartografía Social en las prácticas
contrahegemónicas o la Cartografía Social como estrategia para diagnosticar nuestro
territorio. Revista Araciega, 14.

Jara, O. (2002). El Desafío Político de aprender de nuestras prácticas. Proceedings of the


Encuentro Internacional sobre Educación Popular y Educación para el Desarrollo.
País Vasco, Murguía. Recuperado de: http:// www.alforja.or.cr/sistem/biblio.html.

Freire, P. (2005). Pedagogía del oprimido. México D.F. Siglo XXI Editores.

Latorre, Í. (2013). Terapia Narrativa: algunas ideas y prácticas. En Terapia Sistémica Breve.
Fundamentos y aplicaciones. Santiago de Chile: RIL editores.

29
Lopéz, F. (2002). Análisis de contenido como método de investigación. XXI Revista de
educación, 4, 167-179, Universidad de Huelva.

ONG Alta Tierra (2015). ONG Alta Tierra, Sitio Web. Recuperado de:
http://altatierraong.wix.com/altatierra

Ministerio de Desarrollo Social (2014a). Manual para el acompañamiento psicosocial.


Santiago de Chile.

Ministerio de Desarrollo Social (2014b). Metodología y norma técnica programa calle.


Santiago de Chile.
Ministerio de Desarrollo Social (2014c). Política nacional de Calle. Una estrategia para la
inclusión de las personas en situación de calle. Santiago.

Ministerio de Desarrollo Social (2011). En Chile todos contamos. Santiago.

Ministerio de Planificación (2005). Habitando la Calle. Catastro Nacional de Personas en


Situación de Calle. Santiago de Chile.

Montecino, L. (2008). Personas en situación de calle en Santiago de Chile: identidad y


futuro. Discurso & Sociedad, 2(2), 330-356.

Montenegro, M. (2001). Conocimientos, agentes y articulaciones. Una mirada situada en


la intervención social. Barcelona, España: Universidad Autónoma de Barcelona.

Montenegro, M., Rodríguez, A. & Pujol, J. (2014). La Psicología Social Comunitaria ante
los cambios en la sociedad contemporánea: De la reificación de lo común a la
articulación de las diferencias. Psicoperspectivas, 13(2), 32-43. Recuperado de
http://www.psicoperspectivas.cl

Montero, M. (2004a). Introducción a la Psicología Comunitaria. Buenos Aires, Argentina:


Paidós.

Montero, M. (2004b). El fortalecimiento en la comunidad, sus dificultades y alcances.


Psychosocial Intervention, 13(1), 5-19.

30
Palma, D. (1992). La sistematización como estrategia de conocimiento en la educación
popular: el estado de la cuestión en América Latina. Santiago de Chile: CEAAL.

Plaza, S., Diaz, I., & Barrault, O. (2010). Discusiones en torno a las categorías exclusión y
de lo construido en común desde la psicología comunitaria. Perspectivas en
Psicología, 13, 65-71.

Reyes, M., Olivares, B., Berroeta, H., & Winkler, M. I. (2015). Del discurso a las prácticas:
Políticas sociales y psicología comunitaria en Chile. Polis (Santiago), 14(42), 387-
413.

Rodríguez, A., Pierri, L., Rodríguez, A., Da Silva, M., Rossi, S. & Castro, I. (2013).
Procesos subjetivos en la inclusión social. Una aproximación a través del método
biográfico. Revista de Ciencias Sociales, 25, 96-111.

Sawaia, B (2004). O sufrimento ético-político como categoría de análise da dialética


exclusao/inclusao. En B. Sawaia (Org.), As Artimanhas da exclusao. Análise
psicossocial e ética da desigualdade social (pp. 97-118). Petrópolis, RJ: Editora
Voces.

Seidmann, S., Di Iorio, J., Azzollini, S. & Rigueira, G. (2015) Sociabilidades en los
márgenes: Prácticas y representaciones de personas en situación de calle en la Ciudad
de Buenos Aires. Anuario de investigaciones, 22(1), 589-98.

Vidal, T., & Pol, E. (2005). La apropiación del espacio: Una propuesta teórica para
comprender la vinculación entre las personas y los lugares. Anuario de Psicología,
36(3), 281-297.

Wiesenfeld, E. (2014). La Psicología Social Comunitaria en América Latina:


¿Consolidación o crisis? Psicoperspectivas, 13(2), 6-18.

White, M. (2016). Mapas de la práctica narrativa. Santiago de Chile: PRANAS Chile


Ediciones.

White, M. (2015). Práctica Narrativa. La conversación continúa. Santiago de Chile:


PRANAS Chile Ediciones.

31

También podría gustarte