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MG.

MARITZA GONZALES CASTILLA


FICHA PRÁCTICA N 2 QUE SON LOS DERECHOS HUMANOS
¿Qué son los derechos humanos?
Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de
nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra
condición. 

Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son
interrelacionados, interdependientes e indivisibles.

Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y garantizados por ella, a
través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes
del derecho internacional. El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones
que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de
determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos humanos y las libertades
fundamentales de los individuos o grupos.

Universales e inalienables

El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del derecho internacional de
los derechos humanos. Este principio, tal como se destaca inicialmente en la Declaración Universal de
Derechos Humanos, se ha reiterado en numerosos convenios, declaraciones y resoluciones internacionales
de derechos humanos. En la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, por
ejemplo, se dispuso que todos los Estados tenían el deber, independientemente de sus sistemas políticos,
económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades
fundamentales.

Todos los Estados han ratificado al menos uno, y el 80 por ciento de ellos cuatro o más, de los principales
tratados de derechos humanos, reflejando así el consentimiento de los Estados para establecer
obligaciones jurídicas que se comprometen a cumplir, y confiriéndole al concepto de la universalidad una
expresión concreta. Algunas normas fundamentales de derechos humanos gozan de protección universal
en virtud del derecho internacional consuetudinario a través de todas las fronteras y civilizaciones.

Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en determinadas situaciones y según
las debidas garantías procesales. Por ejemplo, se puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de
justicia dictamina que una persona es culpable de haber cometido un delito.

Interdependientes e indivisibles

Todos los derechos humanos, sean éstos los derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la
igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los derechos económicos, sociales y culturales, como el
derecho al trabajo, la seguridad social y la educación; o los derechos colectivos, como los derechos al
desarrollo y la libre determinación, todos son derechos indivisibles, interrelacionados e interdependientes.
El avance de uno facilita el avance de los demás. De la misma manera, la privación de un derecho afecta
negativamente a los demás.

Iguales y no discriminatorios

La no discriminación es un principio transversal en el derecho internacional de derechos humanos. Está


presente en todos los principales tratados de derechos humanos y constituye el tema central de algunas
convenciones internacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer.

El principio se aplica a toda persona en relación con todos los derechos humanos y las libertades, y
prohíbe la discriminación sobre la base de una lista no exhaustiva de categorías tales como sexo, raza,
color, y así sucesivamente. El principio de la no discriminación se complementa con el principio de
igualdad, como lo estipula el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.

Derechos y obligaciones

Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados asumen las obligaciones
y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos.
La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los
derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos
de los derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que los
Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos.

Valores clave
Dos de los valores principales que se encuentran en el núcleo de la idea de los derechos humanos son
la dignidad humana y la igualdad. Estos pueden entenderse en el sentido de definir las normas básicas
que son necesarias para la vida y la dignidad humana; y su universalidad se deriva del hecho de que, en
este sentido, al menos, todos los seres humanos son iguales y por lo tanto no debemos, ni podemos
discriminarlos.
Estas dos creencias o valores, son realmente todo lo que se necesita para entender la idea de los
derechos humanos, y pueden resultar controvertidas. Esta es la razón por la que los derechos humanos
reciben el apoyo de todas las culturas del mundo civilizado, todos los gobiernos y todas las religiones
importantes. Se reconoce casi universalmente que el poder estatal no puede ser ilimitado o arbitrario,
sino todo lo contrario, al menos en la medida en que todos los individuos dentro de su jurisdicción
puedan vivir con ciertos requisitos mínimos de dignidad humana.
Muchos otros valores pueden derivarse de estos dos aspectos fundamentales y pueden ayudar a definir
con mayor precisión cómo en la práctica las personas y las sociedades deben coexistir. Por ejemplo:
Libertad: porque la voluntad humana es una parte importante de la dignidad humana. Vernos forzados
a hacer algo en contra de nuestra voluntad degrada el espíritu humano.
Respeto por los demás: la falta de respeto a alguien desprecia su individualidad y dignidad esencial.
No discriminación: porque la igualdad en la dignidad humana significa que no debemos juzgar los
derechos y oportunidades de las personas sobre la base de sus características.
Tolerancia: ya que la intolerancia indica una falta de respeto a la diferencia y la igualdad no significa
uniformidad.
Justicia: porque las personas iguales en su humanidad merecen un trato justo.
Responsabilidad: porque el respeto a los derechos de los demás conlleva la responsabilidad de los
propios actos y esforzarse en la realización de los derechos de todos y de cada uno.

Un resumen histórico
La idea de que las personas tienen derechos inherentes tiene sus raíces en muchas culturas y
tradiciones. Podemos ver en numerosos ejemplos de grandes líderes códigos de buenas prácticas de los
valores consagrados en los derechos humanos no son “occidentales”, ni una invención del siglo XX, sino
una respuesta a las necesidades humanas y universales para la búsqueda de la justicia. Todas las
sociedades humanas han tenido ideales y sistemas para garantizar la justicia, dentro de sus tradiciones
orales o escritas, aunque no todas han sobrevivido.

Historia Antigua
 El Código de Hammurabi en Babilonia (Irak, c. 2000 A.C.) fue el primer código legal por escrito,
establecido por el rey de Babilonia. Se comprometió a “hacer que la justicia reinará en el reino, para
destruir a los malvados y violentos, para evitar que los fuertes oprimiesen a los débiles, para
iluminar el país y promover el bien de la gente”.
 Un faraón del Antiguo Egipto (c. 2000 A.C.) habría dado instrucciones a sus subordinados que
“cuando alguien llegase de Egipto Superior o Inferior, se asegurasen de que todo estaba conforme a
la ley respetando las costumbres y derechos de cada hombre”.
 La Carta de Ciro (Irán, c. 539 A.C.) fue redactada por el rey de Persia para la gente de su reino, y
reconocía los derechos a la libertad, la seguridad, la tolerancia religiosa, la libertad de circulación, la
libertad de la esclavitud, y algunos derechos económicos y sociales.
 Las enseñanzas de Confucio (c. 500 A.C.) contienen el concepto de “ren” o compasión, y amar a los
demás como un tema central. Confucio dijo: “Lo que no deseas para ti mismo, no se lo hagas a los
demás”. El Dr.Peng-chun Chang, experto chino en el confucianismo, que desempeñó un papel
activo en la redacción de la Declaración Universal, considera que el confucianismo sentó las bases
de los derechos humanos.
 El imán Ali Ibn Al Hussein escribió la epístola de los derechos en los principios del siglo VIII. A
nuestro entender, esta carta es el primer documento que establece importantes derechos tal como se
perciben en esa época y el primer intento de abordarlos desde una dimensión positiva. La Epístola
lista metodológicamente 50 de estos derechos. Están, en el espíritu, anclados en los primeros
preceptos islámicos.
 La Charte du Mande (1222 CE) y la “Charte de Kurukan Fuga (1236 CE), basadas en la
codificación de la tradición oral de África Occidental, defienden principios tales como la
descentralización, la conservación del medio ambiente, los derechos humanos y la diversidad
cultural.

 La visión africana ‘ubuntu’ captura la esencia de lo que significa el ser humano y hace hincapié en
el respeto de todos los miembros de la comunidad, la hospitalidad y la generosidad. El concepto de
Ubuntu se resume en esto: “una persona es una persona a través de otras personas”. Esta noción
tiene profundas implicaciones para los derechos humanos. Si somos seres humanos a través de los
demás, entonces deshumanizarlos nos deshumaniza también – de ahí la necesidad de promover y
respetar los derechos de los demás, dar y recibir perdón.

Siglos XIII a XVIII


La evolución de la idea de los derechos humanos universales se basa en los conceptos de dignidad y
respeto de las civilizaciones de todo el mundo a lo largo de los siglos. Sin embargo, la idea de que esta
relación debe estar consagrada en la ley tardó muchas más generaciones en desarrollarse, por ello con
frecuencia extraemos de ciertas experiencias históricas la solución de legalizar la noción de los derechos.
Sin duda la lista de estas experiencias históricas no es exhaustiva y al crecer nuestro conocimiento de la
historia de otras culturas, seguiremos descubriendo en otras nuevas el impulso histórico a la hora de
legislar derechos.

 En 1215, nobles ingleses y miembros del clero hicieron que el Rey de Inglaterra aceptase la ley
mediante la elaboración de una Carta Magna de las libertades (Carta Magna). Este solo protegía los
derechos de los privilegiados (la nobleza) y no trata, por lo tanto, sobre los derechos humanos como
tal. Pero se convirtió en un documento ampliamente citado en defensa de las libertades, que
representa una limitación del poder del rey y el reconocimiento de las demás libertades de la gente y
de sus derechos.

 En 1689, el Parlamento inglés debatió un proyecto de ley declarando que no toleraría más la
injerencia real en sus asuntos. Este proyecto de ley, conocido como la Carta de Derechos, prohibía
al monarca suspender la ley sin el consentimiento del Parlamento, regulaba las elecciones libres de
sus miembros y declaraba que la libertad de expresión en este órgano no se podía poner en tela de
juicio, en los Tribunales o en cualquier otro lugar.
 Se considera ampliamente a Huig de Groot (1583- 1645) como inventor del derecho internacional.
Su libro sobre las leyes de la guerra y la paz propone un sistema de principios generales basados en
la “ley natural”, que, a su juicio debería unir a todas las naciones, independientemente de las leyes
locales o particulares. Durante los siglos XVII y XVIII en Europa, una serie de filósofos
desarrollaron el concepto de “derechos naturales”.
 John Locke (1689) desarrolló la teoría de que todo ser humano tiene ciertos derechos que se derivan
de su propia naturaleza y no de su gobierno o de sus leyes. La legitimidad del gobierno, de hecho, se
basa en el respeto a estos derechos naturales. La idea de que estos deberían dotar a las personas de
ciertas protecciones legales se aceptó más ampliamente y comenzó a reflejarse en las constituciones
de algunos países. Los derechos humanos reformularon esta idea y afirmaron lo mismo para la
relación entre los gobiernos y los ciudadanos.
 En 1776, la mayoría de las colonias británicas en América del Norte proclamaron su independencia
de la Orden del Imperio Británico en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Esta
se basaba en gran medida en el “derecho natural” y en las teorías de Locke y Montesquieu. Basada
en la creencia de que la protección de la libertad es la esencia del poder del gobierno, la Declaración
sirvió para avanzar conceptos como los siguientes: los derechos inalienables; la protección de los
derechos individuales, la libertad de expresión, de prensa, de petición y asamblea; la privacidad; el
correcto funcionamiento de la ley; la igualdad ante la ley y la libertad de religión.

 En el año 1789, el pueblo francés derrocó su monarquía y estableció la primera República Francesa.
La Declaración francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución fue escrita
por representantes del clero, la nobleza y la plebe, y se escribió con la intención de encarnar las
ideas de figuras de la Ilustración como Voltaire, Montesquieu, Rousseau y los Enciclopedistas. La
Declaración atacaba el sistema político y jurídico de la monarquía y en ella se definen los derechos
naturales del ser humano, como “la libertad, la propiedad, la seguridad y el derecho a resistir la
opresión”. Sustituyó el sistema de privilegios aristocráticos que existía en la monarquía por el
principio de igualdad ante la ley. Sus términos igualitarios y el concepto teórico de la igualdad de
derechos, sin embargo, llevaría un tiempo hasta convertirse en realidad. La sociedad era
profundamente desigual y su aplicación se extendería durante generaciones.

Primeros acuerdos internacionales: la esclavitud y el trabajo


En los siglos XIX y XX, se pusieron de manifiesto cuestiones relativas a los derechos humanos tales como
la esclavitud, la servidumbre, las brutales condiciones de trabajo y el trabajo infantil, algo que provocó
que acabaran aprobándose los primeros tratados internacionales relativos a los derechos humanos.
Aunque ofrece una protección útil, la base de tales acuerdos eran compromisos mutuos entre los
estados. Esto está en contraste con los modernos acuerdos de derechos humanos, donde las
obligaciones se aplican directamente a los titulares de derechos individuales.

 La esclavitud fue declarada ilegal en Inglaterra y en Francia a finales del siglo XIX y, en 1814, los
gobiernos británico y francés firmaron el Tratado de París, con el objetivo de cooperar para reprimir
el tráfico de esclavos. En la Conferencia de Bruselas de 1890, se firmó un “acta de lucha” contra la
esclavitud, que fue posteriormente ratificada por dieciocho estados y donde se declaraba la intención
de poner fin al tráfico de esclavos africanos.

 Sin embargo, esto no abordaba la cuestión del trabajo forzoso y las condiciones brutales de trabajo.
Incluso en 1926 la Convención Internacional sobre la Esclavitud, que pretendía abolir la esclavitud
en todas sus formas, no tuvo un impacto en la práctica común del trabajo forzoso hasta bien entrada
la década de 1940.

 La creación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1919 refleja la creencia de que
una paz universal y duradera solo puede lograrse si se basa en la justicia social. La OIT ha
desarrollado un sistema de normas internacionales de trabajo para defender el trabajo decente y
productivo, la libertad, la equidad, la seguridad y la dignidad.
 Una de las áreas de trabajo de la OIT ha sido su acción para combatir el trabajo infantil,
especialmente en sus peores formas. La organización lleva a cabo numerosas líneas de acción en
este ámbito para el día de hoy, incluida la promoción de los tratados internacionales en materia de
trabajo infantil, tales como el Convenio nº 182 de la OIT sobre las Peores Formas de Trabajo
Infantil y el Convenio de la OIT nº 138 sobre la edad mínima para el empleo.
 Entre 1899 y 1977 se aprobaron una serie de tratados importantes en la esfera del derecho
internacional humanitario, marcando otro ámbito de cooperación entre las naciones y regulando la
conducta en los conflictos armados. Los derechos humanos por supuesto, también pueden aplicarse
junto con el derecho internacional humanitario en muchas zonas, por ejemplo, en relación con el
tratamiento de los reclusos. Sin embargo, este es más especializado y detallado en tiempos de
conflicto, por ejemplo, en relación con la utilización de armas y tácticas militares.

El siglo XX
La idea de proteger los derechos de los seres humanos ante la ley contra el abuso de la autoridad
gubernamental empezó a recibir una aceptación mayor en el siglo XX, especialmente con la aparición de
la Sociedad de las Naciones y la Organización Internacional del Trabajo y su trabajo en los derechos de
las minorías, en el trabajo y en otros asuntos. La importancia de unificar estos derechos de forma escrita
ya había sido reconocida por los estados y, de este modo, los documentos descritos anteriormente se
convirtieron en los primeros precursores de muchos de los tratados de derechos humanos de hoy en
día. Sin embargo, los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial fueron los que realmente
impulsaron los derechos humanos en la escena internacional. Las terribles atrocidades cometidas en
esta guerra, incluyendo el holocausto y los crímenes de guerra masivos provocaron la aparición de un
nuevo cuerpo de derecho internacional y, sobre todo, la creación de los derechos humanos, tal y como
los conocemos hoy en día.
La Carta de las Naciones Unidas, firmada el 26 de junio de 1945, refleja esta creencia. En ella se afirma
que el objetivo fundamental de las Naciones Unidas es “preservar a las generaciones venideras del
flagelo de la guerra” y “reafirmar la fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad, el valor
de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres”.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) fue elaborada por la Comisión de derechos
humanos de la ONU, uno de los órganos de las Naciones Unidas, y fue aprobada por la Asamblea
General el 10 de diciembre de 1948. Es sin duda un documento innovador y sigue siendo el marco de
referencia mundial y el instrumento más importante de los derechos humanos. A pesar de no ser
jurídicamente vinculante, la Declaración Universal ha servido de inspiración de numerosos compromisos
en esta materia, ya sea a nivel nacional, regional o internacional. Desde entonces se han elaborado y
aceptado por la comunidad internacional una serie de instrumentos fundamentales para salvaguardar
sus principios, de los que encontraremos información más adelante.

Derechos humanos en todo el mundo


Tras la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, varias regiones del mundo han
establecido sus propios sistemas de protección de los derechos humanos, que conviven con el de las
Naciones Unidas. Hasta la fecha, hay instituciones regionales de derechos humanos en Europa, América
y África. Algunos avances también se han llevado a cabo en el mundo árabe y la ASEAN (Asociación de
Naciones del Asia Sudoriental) hacia la institucionalización regional de normas de derechos humanos.
Sin embargo, la mayoría de los países de esta parte del mundo han ratificado los principales tratados y
convenciones de la organización, lo que significa su acuerdo con los principios generales y por lo tanto
han pasado a estar voluntariamente bajo el derecho internacional de los derechos humanos.
En Europa, diversos mecanismos y normas de derechos humanos son ratificados por el Consejo de
Europa, su vigilante continental. Su papel, en particular a través de la Convención Europea y el Tribunal
Europeo de derechos humanos, se explicará más adelante.
Junto con el Consejo de Europa, la Unión Europea y la Organización para la Seguridad y la Cooperación
en Europa (OSCE) también desempeña un papel fundamental.
Unión Europea
El compromiso de la Unión Europea en la protección de los derechos humanos recibió un nuevo impulso
con la aprobación del Tratado de Lisboa, que entró en vigor el 1 de diciembre de 2009, dando pleno
efecto jurídico a la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, que exige que los Estados
miembros y la propia Unión Europea defiendan los derechos civiles, políticos, sociales y económicos. El
Tribunal de Justicia de la Unión Europea, examinará la legislación de la UE que vaya en contra de la Carta
y velará por el cumplimiento de la legislación de la Unión Europea por parte de los estados miembros,
aunque su aplicación habitual la decidan los tribunales nacionales. La Carta describe derechos en virtud
de los seis “títulos” o capítulos: dignidad, libertad, igualdad, solidaridad, los derechos de los ciudadanos
y justicia. El título “dignidad” garantiza el derecho a la vida y prohíbe la tortura, la esclavitud y la pena de
muerte; el título “libertad” incluye los derechos a la intimidad, al matrimonio, a la libertad de
pensamiento, de expresión, de reunión, a la educación, al trabajo, a la propiedad y al asilo; el título
“igualdad” trata sobre los derechos de los niños y los ancianos; el título “solidaridad” protege los
derechos sociales y de los trabajadores, el derecho a unas condiciones de trabajo justas, la protección
contra el despido injustificado do y el acceso a la atención sanitaria, el título “derechos de los
ciudadanos” incluye el derecho de voto y de libre circulación, y el título “justicia” abarca derechos tales
como el derecho a un recurso efectivo, a un juicio justo y a la presunción de inocencia.
La Agencia de los Derechos Fundamentales (FRA) es un órgano de expertos que reúne pruebas sobre la
situación de los derechos fundamentales en toda la Unión Europea, ofrece información y consejos sobre
cómo mejorar la situación. No juega un papel de vigilancia, pero sí coopera con las instituciones
pertinentes en el asesoramiento sobre la mejora del disfrute de los derechos fundamentales.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) reúne a 56 Estados de Europa,
Asia Central y América del Norte y aunque no se dedica específicamente a la protección de los derechos
humanos, su enfoque global de la seguridad le permite abordar una amplia gama de cuestiones,
incluidos los derechos humanos, las minorías nacionales, la democratización, las estrategias de
vigilancia, la lucha contra el terrorismo y las actividades económicas y ambientales. La acción de la OSCE
en materia de derechos humanos se realiza a través de la Oficina de Instituciones Democráticas y
Derechos Humanos, que tiene sede en Varsovia y funciona en toda la región de la OSCE, en las esferas
de la observación de las elecciones, el desarrollo democrático, los derechos humanos, la tolerancia, la
no discriminación y el estado de derecho. Sus actividades dirigidas a los jóvenes incluyen la educación en
los derechos humanos, la lucha contra el antisemitismo y la islamofobia.
En la región interamericana, las normas y los mecanismos de derechos humanos derivan de
la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre de 1948 y de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos de 1969. Se han adoptado también instrumentos específicos respecto a los
refugiados, la prevención y la sanción de la tortura, la abolición de la pena de muerte, las
desapariciones, la violencia contra la mujer, el medio ambiente y otras cuestiones.
La Unión Africana
La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos entró en vigor en octubre de 1986, y en 2007,
había sido ratificada por 53 estados. La Carta es interesante por el énfasis que se pone en un gran
número de diferencias con los tratados que se han adoptado en otras partes del mundo:
A diferencia de las convenciones europeas o estadounidenses, la Carta Africana abarca derechos
sociales, económicos y culturales, así como derechos civiles y políticos en el mismo tratado.
La Carta Africana va más allá de los distintos derechos y también establece los derechos colectivos de los
pueblos.
Asimismo, la Carta reconoce que los individuos tienen obligaciones, así como derechos, y en ella se
enumeran derechos específicos que el individuo tiene respecto a su familia, la sociedad, el Estado y la
comunidad internacional.
Carta Árabe de Derechos Humanos
La Comisión Árabe de derechos humanos ha estado en funcionamiento desde 1968, pero solo con
poderes muy selectivos y limitados en cuanto a la promoción de los derechos humanos. Se adoptó una
Carta Árabe de Derechos Humanos por la Liga de los Estados Árabes en 2004 y entró en vigor en 2008.
Este documento incluye los derechos económicos, así como los derechos civiles y políticos, y también
hace referencia a la “civilización” compartida por los Estados Árabes. La entrada en vigor de la Carta de
las Naciones Unidas y sus mecanismos de supervisión, el Comité de Derechos Humanos en el Mundo
Árabe y la Subcomisión de derechos humanos, han sido recibidos como signos de esperanza para la
promoción de los derechos humanos en la región. Sin embargo, también ha sido objeto de duras
críticas, por ejemplo, debido a la falta de prohibición de castigos crueles, para garantizar los derechos
económicos y sociales solo a los ciudadanos, y por hacer que algunos derechos dependan de la ley
islámica, que permite la imposición de la pena de muerte a los niños si la legislación nacional lo prevé, y
también por consentir limitaciones a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión si así lo
dispone esta.
AEAN
Se han venido realizando esfuerzos en la región de la ASEAN con el objetivo de asegurarse que este
órgano regional cumpla con su compromiso de 2009 de establecer una Comisión Intergubernamental
sobre derechos humanos. El mandato de la Comisión de 2009 indica que se va a preservar “el respeto de
los principios internacionales de derechos humanos, entre ellos la universalidad, indivisibilidad,
interdependencia e interrelación de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, así
como la imparcialidad, objetividad, no selectividad, la no discriminación, y la evitación del doble rasero y
la politización”.

¿Cómo podemos utilizar nuestros derechos?


Los derechos humanos son para todos nosotros. Por lo tanto, ¿cómo podemos hacer uso de ellos? Es
evidente que su mera existencia no es suficiente para poner fin a las violaciones que sufren, ya que
todos sabemos que se cometen cada día, en cada parte del mundo. Así que, ¿podemos realmente
marcar la diferencia? ¿Cómo podemos utilizarlos?

Reconocer tus derechos


En la siguiente sección analizamos los diferentes tipos de derechos que están protegidos en virtud del
derecho internacional. Si sabemos las áreas de la existencia humana que son pertinentes a la legislación
sobre derechos humanos y somos conscientes de las obligaciones de los gobiernos ante esta ley,
entonces podremos empezar a presionar de diferentes maneras. En esta sección se muestra que casi
todas las zonas de la injusticia son relevantes para los derechos humanos: desde la pobreza a pequeña
escala, pasando por los daños al medio ambiente, la salud, las condiciones de trabajo, la represión
política, el derecho al voto, la ingeniería genética, las cuestiones relativas a las minorías, los conflictos, el
genocidio… y otras. Y el número de cuestiones aún hoy sigue aumentando.
Algunas de las cuestiones relativas a la aplicación de la legislación sobre derechos humanos se abordan
directamente en la sección “Preguntas y Respuestas”. Ahí se proporcionan respuestas breves a algunas
de las cuestiones más frecuentes que a menudo se debaten sobre los derechos humanos.
Además, en cada sección del capítulo del manual se trata con más detalle diversos temas por lo que si
estáis interesados en profundizar sobre un asunto determinado, por ejemplo, el derecho a la salud, a la
educación o a condiciones justas de trabajo, sobre cómo podéis estar mejor protegidos, os será útil para
consultar la información sobre ese tema.

Usar los mecanismos legales


Tendremos que revisar los mecanismos legales que existen para proteger las diferentes áreas de los
intereses de la gente. En Europa, pero también en África y las Américas, existe un tribunal para hacer
frente a las denuncias de violación, el Tribunal Europeo de derechos humanos. Incluso en los casos en
que las denuncias no están bajo la jurisdicción del Tribunal Europeo de derechos humanos, vamos a ver
que hay otros mecanismos para conseguir que los estados rindan cuentas de sus acciones y se les
obligue a cumplir con sus obligaciones en virtud de la legislación de derechos humanos. Que la ley esté
ahí ayuda, aunque no siempre hay medios legales para exigir el cumplimiento por parte de los estados.

Presión, campañas y activismo


Un papel importante a la hora de ejercer presión sobre los estados lo desempeñan las asociaciones,
organizaciones no gubernamentales, organizaciones benéficas, y otros grupos de iniciativa cívica. Esto
constituye el tema central de la sección sobre el activismo y el papel de las organizaciones no
gubernamentales y la función de estas asociaciones es particularmente relevante para los hombres y las
mujeres de la sociedad, no sólo porque dichas asociaciones se ocupan con frecuencia de casos
individuales, sino también porque proporcionan un medio para que una persona común participe en la
protección de los derechos humanos de los demás, después de todo, estas asociaciones se componen
de gente corriente. Además se analizará cómo actúan para mejorar la situación de los derechos
humanos y algunos de los ejemplos de éxito de su acción.

Participando
El capítulo 3, “Actuar a favor de los derechos humanos”, incluye estos tipos de acciones a nivel cotidiano
y ofrece una serie de ejemplos de acción en los que podrías participar. Los grupos de jóvenes tienen un
potencial enorme para ejercer presión sobre los estados u organismos internacionales, y garantizar que
los casos de violaciones de derechos humanos o bien se impidan o se presenten públicamente. Los
ejemplos en esta sección deberían aportaros las medidas concretas que podrías llevar a cabo o las que
realizan otros grupos y también te dará un mayor conocimiento sobre la forma en que las
organizaciones no gubernamentales trabajan cotidianamente.

Dilemas de los derechos humanos


La realización de los derechos implica afrontar una serie de obstáculos. En primer lugar, algunos
gobiernos, partidos políticos o candidatos, agentes económicos y sociales y actores de la sociedad civil
utilizan el lenguaje de los derechos humanos sin un compromiso con sus objetivos. A veces esto puede
ser debido a una pobre comprensión de las normas de los derechos humanos. En otras ocasiones esto es
debido al uso intencional indebido, pretendiendo respetarlos con el fin de dar esa imagen a los ojos del
mundo. En segundo lugar, los gobiernos, los partidos políticos o los candidatos o los actores de la
sociedad civil pueden criticar las violaciones de los derechos humanos de otros, pero no defender sus
normas. Esto es criticable por suponer un doble rasero. En tercer lugar, puede haber casos en que los
derechos humanos se limiten en nombre de la protección de los derechos de los demás. Esto, por
supuesto, podría ser legítimo. Los derechos humanos no son ilimitados, y ejercer tus derechos no debe
afectar al disfrute de los derechos de otros. Sin embargo, tenemos que estar atentos para evitar que la
“protección de los derechos humanos de los demás” no sea más que una pura excusa para imponer
limitaciones. Una sociedad civil activa y un poder judicial independiente son importantes en el
seguimiento de estos casos. En cuarto lugar, hay ocasiones en los que proteger los derechos de un grupo
de personas puede, en sí mismo, restringir los derechos de los demás. Esto debe ser distinguido de los
casos anteriores de limitación de derechos. No siempre es fácil juzgar estas situaciones.

Los conflictos de derechos


Sin embargo, los derechos pueden también entrar en conflicto. “Los conflictos de derechos” se refieren
a los enfrentamientos que se pueden producir entre los diferentes derechos humanos o entre los
mismos de distintas personas. Un ejemplo puede ser cuando hay dos pacientes que necesitan un nuevo
corazón para sobrevivir; pero sólo hay un corazón para el trasplante. En este caso, el derecho de un
paciente a la vida está en conflicto con el mismo derecho humano de otro paciente. Otro ejemplo se da
en el caso de la eutanasia, cuando el derecho a la vida podría entrar en conflicto con el derecho a morir
o el derecho a no sufrir tratos degradantes. De esta manera, los diferentes derechos humanos de una
persona entran en conflicto. Un tercer caso se refiere a una situación en la que los de personas
diferentes se enfrentan. Un ejemplo de esto se refleja en el caso de la Comisión de las Naciones Unidas
sobre la Eliminación de la Discriminación Racial, de la comunidad judía de Oslo Noruega. En el año 2000,
un grupo conocido como los “Bootboys” marcharon en honor del líder Nazi Rudolf Hess. Los
participantes llevaban uniformes “semi-militares” y el líder de la marcha el Sr. Terje Sjolie hizo un
discurso antisemita después del cual la multitud hizo varias veces el saludo nazi y gritó, “Sieg Heil”. El
choque de este caso fue entre la libertad de expresión del Sr. Sjolie y el derecho de la comunidad judía a
no ser discriminada. El Comité de las Naciones Unidas sostuvo que en las declaraciones hechas por el Sr.
Sjolie había ideas de superioridad racial y odio, y que, por lo tanto, este tipo de expresiones
excepcionalmente ofensivas no estaban protegidas por el derecho a la libertad de expresión.

Las tradiciones culturales


Las prácticas culturales tradicionales reflejan los valores y creencias de los miembros de una comunidad
a lo largo de largo períodos de tiempo durante generaciones. Todos los grupos sociales del mundo
tienen determinadas prácticas y creencias culturales tradicionales, algunas de las cuales son beneficiosas
para todos los miembros, mientras que otras son perjudiciales para un grupo específico, como las
mujeres. Algunas de estas prácticas tradicionales perjudiciales son las siguientes: la mutilación genital
femenina (MGF); la alimentación forzada de las mujeres; el matrimonio precoz; los distintos tabúes o
prácticas que impiden a las mujeres controlar su propia fecundidad; los tabúes nutricionales y las
prácticas tradicionales de alumbramiento; la preferencia por los hijos varones y sus consecuencias para
la situación de las niñas; el infanticidio femenino; el embarazo temprano; y la dote. A pesar de su
carácter nocivo y de violar las leyes internacionales de derechos humanos, esas prácticas persisten
porque no se ponen en tela de juicio y adquieren un aura de moralidad en los ojos de los que las
practican.
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Las prácticas tradicionales nocivas
A esta serie de prácticas que afectan negativamente a la salud de las mujeres y los niños, y que violan las
normas internacionales de derechos humanos, se las denomina a menudo “prácticas tradicionales
nocivas”. Esto no quiere decir que todas las prácticas tradicionales sean nocivas y violen los derechos
humanos, pero cuando lo hacen, tenemos que ser capaces de cuestionarlas y luchar contra ellas.
Los matrimonios forzosos son una práctica común en muchas culturas, donde las mujeres jóvenes, y
también los hombres, se ven obligados a casarse con alguien que ha sido elegido por su familia, a
menudo a una edad muy precoz. (Hay que tener en cuenta que un matrimonio no es lo mismo que un
matrimonio forzado.) ¿Debe ser una práctica prohibida con el fin de proteger los derechos de los niños y
jóvenes? ¿O supondría esto no respetar una tradición cultural?
Otros ejemplos se pueden encontrar en la práctica continua de la mutilación genital femenina en
muchos países. Miles de personas sufren las consecuencias de estas prácticas y la mayoría de la gente,
sin duda lo considera una grave violación de los derechos humanos. La mutilación genital ¿debe ser
considerada como una especificidad cultural que debe ser “tolerada” o una violación del derecho
humano a la integridad física y a la salud?
La protección de todos los derechos humanos para todos implica el rechazo de las prácticas
tradicionales nocivas. No se pueden negar los derechos y la dignidad del ser humano sobre la base de la
tradición y la cultura, y no solo porque las tradiciones y las culturas no estén escritas en piedra, cambian
y evolucionan; lo que a menudo era cierto hace veinte años no tiene sentido para la generación actual.
Las prácticas tradicionales nocivas son también un recordatorio de que la promoción de los Derechos
humanos se basa en los esfuerzos y en los programas educativos. Muchas prácticas tradicionales nocivas
no pueden ser superadas solamente por la represión y la condena: necesitan la educación y la
participación de todos los interesados para que sea eficaz. Incluso si los estados signatarios de los
tratados internacionales de derechos humanos tienen la responsabilidad final, son las acciones de los
individuos, a menudo con el apoyo de las familias y las comunidades, los que mantienen esas prácticas.
Su cambio no puede ser impuesto “desde arriba”, sino que requiere trabajo de educación regular con las
familias y las comunidades interesadas, la única manera a través de la cual la promoción de los derechos
humanos puede conciliarse frente a lo que puede ser percibido como derechos y prácticas culturales
específicas.

En nombre de una buena causa


Las sanciones a veces son utilizadas por la comunidad internacional para penalizar a los regímenes que
se considera que violan sistemáticamente los derechos humanos. Estas pueden prohibir el comercio con
el país infractor, con el fin de presionar al gobierno a modificar sus acciones. Estas acciones son a veces
decididas unilateralmente por uno de los estados y otras veces son aprobadas por el Consejo de
Seguridad de la ONU. Algunos países han sido completamente aislados por la comunidad internacional:
Sudáfrica fue aislada por años a causa de su execrable sistema de apartheid, y a lo largo de décadas se
han impuesto sanciones a Irak, Corea del Norte, Irán y otros. No hay duda de que las consecuencias de
esas sanciones pueden afectar a la gente normal, pero se sienten particularmente en los sectores más
vulnerables de la sociedad. ¿Es un medio aceptable de la comunidad internacional para poner fin a las
violaciones por algunos estados de los derechos humanos?
En su informe “Responsabilidad de proteger” la Comisión Internacional sobre Intervención y Soberanía
de los Estados llamaba a la prudencia y a un énfasis en la prevención en vez de en la respuesta. Sin
embargo, cuando la comunidad internacional tiene que recurrir a la “medida excepcional y
extraordinaria” de la “intervención militar con fines de protección humana”, insiste en el umbral de la
gran pérdida de vidas humanas o a la limpieza étnica. Incluso entonces, se declaran los siguientes
“principios de precaución”:

 Intención: el principal propósito de la intervención, cualesquiera otros motivos puedan tener los
estados intervinientes, debe ser detener o impedir el sufrimiento de las personas. Con una intención
correcta se aseguran que las operaciones multilaterales sean claramente apoyadas por la opinión
pública regional y las víctimas.

 Último recurso: la intervención militar solo puede justificarse cuando cada una de las opciones
militares para la prevención o resolución pacífica de la crisis ha sido explorada y cuando haya
motivos razonables para pensar que otras medidas menos traumáticas no han tenido éxito.
 Medios proporcionales: la escala, duración e intensidad de la intervención militar planeada debe ser
la mínima necesaria para asegurar el objetivo establecido de protección a las personas.
 Perspectivas razonables: es necesario que exista una posibilidad razonable de éxito en la detención
del sufrimiento que ha justificado la intervención, con lo que las consecuencias de las medidas no
pueden ser peor que las consecuencias de la inacción.

Con el beneficio de la retrospectiva, ¿qué piensas de estas precauciones en relación con, por ejemplo, la
respuesta de la comunidad internacional a la masacre de Srebrenica en 1995, los bombardeos dirigidos
por la OTAN en Kosovo en 1999, o a la intervención en Afganistán en 2001? ¿Se pueden justificar tales
acciones por sus resultados finales si produjeron gran número de víctimas?
En abril de 2001, una resolución de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas rechazó la
idea de que luchar contra el terrorismo pueda justificar sacrificar la protección de los derechos
humanos. La resolución 2001/24 condenó los ataques armados relacionados con el conflicto en la
República de Chechenia de la Federación Rusa y las violaciones del derecho humanitario cometidas por
los combatientes chechenios, así como algunos métodos utilizados por las fuerzas federales rusas en
Chechenia. En ella se pide que la Federación Rusa establezca una comisión nacional de investigación
independiente, de conformidad con las normas internacionales reconocidas, para investigar las
violaciones.

Derechos humanos: siempre cambiantes y en constante evolución


No todas las cuestiones planteadas en la sección anterior tienen respuestas claras: siguen siendo objeto
de intensos debates, incluso hoy en día. Estos debates son, hasta cierto punto, importantes. Son una
prueba del enfoque pluralista que es fundamental para el concepto de los derechos humanos y del
hecho de que estos no son una ciencia, no fijan una “ideología”, sino que son un espacio de desarrollo
de pensamiento moral y jurídico. No debemos esperar siempre respuestas blancas y negras. Estas
cuestiones son complejas y sólo pueden ser adecuadamente equilibradas caso por caso.
Sin embargo, esto no significa que no hay respuestas y que no hay áreas de acuerdo. Hay muchas, y
aumentan casi a diario. La cuestión de la esclavitud es una, sobre la que se debate, pero donde la
tolerancia ya no es considerada aceptable: el derecho a ser libres de la esclavitud es ahora aceptado
universalmente como un derecho humano fundamental. La mutilación genital femenina, aunque
defendida por algunos en nombre de la cultura, es ampliamente condenada como una violación de los
derechos humanos. Y la pena de muerte es una cuestión similar, al menos en Europa, donde los
miembros del Consejo de Europa ya han abolido la pena capital o han anunciado una moratoria de las
ejecuciones. De hecho, la abolición de la pena de muerte es hoy en día un requisito previo para ser
miembro del Consejo de Europa. Según Amnistía Internacional, más de dos tercios de los países del
mundo han abolido la pena de muerte en su legislación o en la práctica. Aunque 58 países mantuvieron
la pena de muerte en el año 2009, la mayoría no la usaron.
Por tanto, debemos estar seguros de que muchas de estas cuestiones también se resolverán. Mientras
tanto lo que nos puede ayudar al debate y a formar nuestro propio juicio sobre las cuestiones más
controvertidas es volver a hacer referencia a los dos valores fundamentales: la igualdad y la dignidad
humana. Si alguna acción trata a cualquier individuo como si careciese de dignidad humana, entonces
viola el espíritu de los derechos humanos.
Cultura de Paz 
La cultura de paz consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la
violencia y previenen los conflictos tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas
mediante el diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las naciones. La Declaración y
el Programa de Acción sobre una Cultura de Paz (1999, Resolución A/53/243) identifican ocho
ámbitos de acción para los actores al nivel local, nacional y internacional que proponen:
PROMOVER:
 una cultura de paz por medio de la educación;
 el desarrollo económico y social sostenible;
 el respeto de todos los derechos humanos;
 la participación democrática;
 la comprensión, la tolerancia y la solidaridad;
 la paz y la seguridad internacionales.
 Garantizar la igualdad entre mujeres y hombres.
 Apoyar la comunicación participativa y la libre circulación de información y conocimientos.

Ante la violencia evidente que se vive en nuestro país, es momento de que entendamos que todos somos
agentes de cambio…
México tiene un largo camino por delante para convertirse en un país lider en Cultura de Paz; no podemos
negarlo. Inseguridad, violencia y crimen organizado son términos cercanos, incluso familiares, para
nosotros. Pero ¿dónde se construye este fenómeno?
Aunque no se busca negar la responsabilidad de miembros del gobierno —de todos los niveles— en
muchos de los eventos de violencia que ocurren en nuestro país, no parece suficiente atribuir a las
autoridades la totalidad de la violencia que experimentamos cotidianamente. Hay que decirlo: hay un
poco de responsabilidad en cada uno de nosotros y vale la pena reflexionar sobre eso.
La violencia se filtra a las estructuras más ínfimas de nuestra vida y está presente en nuestro día a día.
Por tanto si queremos cambiar nuestra casa, nuestra ciudad, nuestro país, el mundo. Debemos empezar
por cambiar nosotros mismos.

ACTIVIDADES:
1.- A TRAVES DE UN ESQUEMA EXPLIQUE EL CONCEPTO DE DERECHOS HUMANOS Y LOS
PRINCIPIOS.
2.- EN UN CUADRO SINOPTICO FUNDAMENTE LOS VALORES CLAVES.
3.- FUNDAMENTE SOBRE LA HISTORIA ANTIGUA DE LOS DERECHOS HUMANOS
4.- EXPLIQUE COMO SE DAN LOS DERECHOS HUMANOS DEL SIGLO XIII HASTA EL SIGLO
XVII.
5.- EXPLIQUE EN UN ORGANIZADOR VISUAL LOS PRIMEROS ACUERDOS
INTERNACIONALES.
6.- FUNDAMENETE SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS EN TODO EL MUNDO HASTA LA
UNION AFRICANA.
7.- ARGUMENTE SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS EN TODO EL MUNDO DESDE CARA
ARABE HASTA AEAN
8.- EXPLIQUE LOS DILEMAS DE LOS DERECHOS HUMANOS
9.- EN UN CUADRO SINOPTICO EXPLIQUE LAS TRADICIONES CULTURALES Y LAS
PRACTICAS TRADICIONALES NOCIVAS.
10.- EN UN MAPA CONCEPTUAL EXPLIQUE LA CULTURA DE PAZ.

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