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GRAMATICA Y FONETICA DE LA

LENGUA AIMARA
1. INTRODUCCION

El aimara o aymara, es la principal lengua perteneciente a la familia lingü ística del


mismo nombre. Este idioma es hablado en diversas variantes, por el pueblo aimara en
Bolivia (donde es una de las lenguas amerindias mayoritarias),en el Perú , Chile y
Argentina. El idioma es cooficial en Bolivia y en el Perú junto con el españ ol.
Constituye la primera lengua de un tercio de la població n de Bolivia y es el principal
idioma amerindio del sur peruano y el norte chileno. La UNESCO considera que este
idioma se encuentra en situació n «vulnerable» de cara a su supervivencia futura.

2. OBJETIVOS.
2.1. OBJETIVO GENERAL.

 Conocer la forma de escritura y pronunciació n adecuada de la lengua aimara


que actualmente tiene una gran importancia en nuestro país.

2.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Comprender la forma adecuada de la gramá tica de la legua aimara.


 Entender de forma sencilla la fonética de la lengua aimara.

Aimara
Aymar aru / Jaqi aru

Hablado en Bolivia (La Paz, Oruro, Potosí)


Perú (Moquegua, Puno, Tacna)
Chile (Norte Grande)
Argentina (Salta y Jujuy)

Región Andes centrales

Hablantes 2,2 millones

Puesto 120.º (Ethnologue, 2013)

Familia Lenguas aimaras


Estatus oficial

Oficial en Bolivia, Perú

Regulado por No está regulado

Códigos

ISO 639-1 ay

ISO 639-2 aym

ISO 639-3 aym

Extensión del aimara


3. MARCO TEORICO.
3.1. Aspectos históricos, sociales y culturales.
3.1.1. Historia

Procede de los Andes centrales, en la serranía central del Perú . Se fue extendiendo
hacia el sur como lengua franca, y fue adoptada como lengua materna por los pueblos
de la cultura Wari. Hacia el Intermedio Tardío fue reemplazada por el quechua desde
la costa hasta el Cuzco y alrededores aunque fue ampliamente hablada desde
Arequipa, Perú hasta el Poopó , Bolivia; a la llegada de los conquistadores españ oles.

Esta lengua fue estudiada por primera vez por el jesuita italiano Ludovico Bertonio a
finales del siglo XVI. Mientras se encontraba como misionero en Juli (Chucuito, Puno),
realizó la primera transcripció n fonética de esta lengua utilizando caracteres latinos,
aunque tiene demasiadas imprecisiones debido a las faltas de correspondencia
fonética. Ellen Ross es la primera lingü ista moderna que realiza un estudio a fondo en
1963. No obstante los trabajos má s importantes han sido realizados por la Escuela de
Florida en la década de 1960 con Marta J. Hardman a la cabeza.

Existe un Instituto de la Lengua y la Cultura Aimara (ILCA), fundado en 1972 por Juan
de Dios Yapita, uno de los lingü istas de la escuela de Florida y diseñ ador de un
importante alfabeto aimara.

3.1.2. Origen del término aymara

La etimología original del glotó nimo «aimara» se encuentra dentro de lo especulativo,


aunque se sabe que proviene de un etnó nimo originario de la regió n del Cusco.

Los documentos tempranos de la colonia no dan nombre propio al idioma,


refiriéndose a él los cronistas Cieza de Leó n y Pedro Pizarro como «lengua del Collao»
y «lengua de los collas» respectivamente. En 1559, el licenciado Juan Polo de
Ondegardo, a la sazó n corregidor del Cusco, escribe la relació n De los errores y
supersticiones de los indios tras haber convocado una junta de «indios viejos que
habían quedado» (de la época inca) que le sirvieron de informadores. Por este medio,
Ondegardo tuvo conocimiento de un grupo de mitimaes (una etnia desplazada por el
estado) que era originario de la regió n cusqueñ a y que, en ú ltima instancia, había
acabado asimilando el habla aimaraica de su nuevo entorno. Tomando la parte por el
todo, se empezó a usar el nombre de la etnia trasplantada como nombre de todo el
idioma, de manera que en las publicaciones producidas por el III Concilio Limense
(1584-85), que incorporan también un extracto de la mencionada obra de Ondegardo,
aparece por primera vez la palabra «aymara» explícitamente aplicada a la lengua. El
uso predomina y se hace comú n con el tiempo, de modo que en 1612, la publicació n
del Vocabulario de la lengua aymara de Ludovico Bertonio se limita a confirmar en su
título un nombre ya establecido.
3.1.3. Distribución

Dominio lingüístico aimara (1984)

La zona de dominio lingü ístico de la lengua aimara se vertebra en los Andes centrales
en torno al nú cleo geográ fico que constituye la meseta del Collao y á reas adyacentes.
El á rea central del hinterland aimara está contenida en los departamentos de La Paz y
Oruro, en Bolivia, con presencia también en el norte del departamento de Potosí y
extensiones marginales hacia los departamentos de Cochabamba y Chuquisaca. En
Chile, las zonas de altura del Norte Grande que tienen continuidad geográ fica con la
altiplanicie boliviana del Collao en las regiones I y XV pertenecen a la zona de
aimarofonía. En el Perú , es la zona ribereñ a del lago Titicaca, en la región de Puno y
fronteriza con Bolivia, la que alberga las mayores poblaciones aimaras del país,
dá ndose también presencia aimarista en las zonas altas de de las regiones de
Moquegua y Tacna.

Curiosamente, lejos de la percepció n popular, la aimarofonía no es un fenó meno


exclusivo de las comunidades que habitan las riberas del Titicaca, ni de los pá ramos
andinos, sino que se extiende hasta zonas tan al sur como el salar de Uyuni (Bolivia),
tan al oeste como el valle templado del río Carumas (Perú ), o tan al este como las
zonas de colonizació n de clima cá lido de los Yungas bolivianos.
En un proceso bastante corriente y compartido con una gran cantidad de otras
lenguas alrededor del mundo, los movimientos migratorios en masa (especialmente el
éxodo rural, iniciado en el siglo XX) han llevado a hablantes de este idioma a zonas
que no pertenecen al dominio lingü ístico aimara. Así se pueden encontrar
contingentes significativos de aimaristas en ciudades como Juliaca, Lima, Arica, Oruro,
Cochabamba, etc. Las migraciones bolivianas también han desplazado hablantes a
zonas metropolitanas de Argentina o Brasil, en primer término y, en general, a todos
los destinos corrientes de la emigració n latinoamericana.

3.1.4. Estatus político

La Constitució n de 2009 de Bolivia reconoce ademá s de al castellano como idiomas


oficiales al aimara y otras lenguas. La Constitució n de 1993 de Perú estableció la
cooficialidad del aimara en este país, junto a otras lenguas. La legislació n chilena no
confiere nada similar a la oficialidad para esta lengua, si bien la Ley Indígena n.º
19.253 de 1993 articula algunas disposiciones encuadradas bajo la ló gica del «Respeto
y Protecció n de las culturas indígenas».

3.2. Descripción lingüística

Dentro de la categorizació n de la morfología tipoló gica clá sica de las lenguas; que las
clasifica en fusionantes, aglutinantes y aislantes, el aimara es de tipo aglutinante.
Ademá s comparte la mayor parte de los rasgos típicos del á rea lingü ística andina.
Entre estas características destaca la de usar exclusivamente sufijos, tener un orden
bá sico SOV y usar postposiciones. Algunas características notorias del aimara son:

 La existencia de cuatro personas gramaticales.


 La existencia de evidencialidad que obliga a marcar en una oració n declarativa
si el hablante conoce el hecho por conocimiento directo personal o
conocimiento indirecto.
 Distinció n entre argumentos verbales humanos y no humanos, de acuerdo a los
cuales el verbo puede requerir unos ciertos afijos y no otros.
 Uso de direccionales para indicar si la acció n tiene movimiento y su direcció n.
 Las relaciones temporales son frecuentemente tratadas como si el tiempo fuera
parte del espacio, así el futuro está relacionado con el campo semá ntico de
«detrá s», por lo que muchas expresiones con adverbios de espacio de hecho
tienen un sentido temporal.

El idioma aimara utiliza ampliamente sus recursos gramaticales y es muy valorado,


dentro de su cultura, la utilizació n diestra del idioma, el uso diestro consiste en acatar
las normas de respeto y cortesía construyendo juegos de palabras y figuras de dicció n
muy elaboradas. En cambio, el hablar mal induce sanciones negativas. El hablar mal
consiste en el uso de oraciones cortas con un mínimo de formas morfoló gicas y
sintá cticas; brusca y secamente, sin prestar atenció n a lo que otros dicen. La sanció n
generalmente es el silencio, aunque el silencio también puede ser señ al de cortesía
hacia la persona que habla. (El difundido concepto del aimara como una persona
estoica y silenciosa resulta en gran parte de su manejo del silencio como sanció n
negativa).
3.2.1. Fonética y fonología.
3.2.1.1. Vocales

Como el quechua y el á rabe clá sicos, el aimara usa sólo tres vocales (a, i, u), sin
embargo presenta alargamientos vocá licos, los cuales se representan con una diéresis
[ ¨ ] sobre la vocal. Así que se usan 6 grafías vocá licas: a, ä, i, ï, u, ü. Cabe mencionar
también el cambio que se produce en las vocales i y u en /e/ y /o/, respectivamente,
frente a una consonante uvular (q, q', qh, x). No tiene diptongos, sino que usa
semivocales (w, y).

3.2.1.2. Consonantes

El aimara considera 16 consonantes, si bien las oclusivas pueden ampliarse, y así se


cuentan 26:

Fonemas (negro) y grafemas (violeta) consonánticos


Labial Alveolar Palatal Velar Uvular
oclusiva simple p p t t č ch k k qʔ q
oclusiva aspirada ph ph th th čh chh kh kh qh qh
oclusiva glotalizada pʔ p' tʔ t' čʔ ch' kʔ k' qʔ q'
fricativa s s x j χ x
nasal m m n n ñ ñ
aproximante lateral l l ʎ ll
aproximante w w r r y y

En el caso de las consonantes oclusivas, no existen consonantes como b, d o g. Sin


embargo, hay tres formas de consonantes oclusivas: simples, glotizadas y aspiradas.

3.2.1.3. Morfofonémica

La morfofonémica aimara es una de las á reas má s complejas e importantes de la


estructura gramatical del idioma; las variaciones morfofonémicas está n má s ligadas a
la morfología y la sintaxis del idioma que a la fonología. El aspecto morfofonémico má s
predominante en el idioma aimara es la supresió n o retenció n de vocales. Por ejemplo,
si se comparan las formas afirmativas del verbo ala-ña 'comprar', se aprecia que
algunas de las aes marcadas como superíndices /a/ son elidibles ante ciertos sufijos.

(1a) (nayax) t'ant' alta < /tʔantʔa ala-ta/


'(yo) compro/compré pan'
(1b) (jumax t'ant' alta(xa) < /tʔantʔa ala-ta-(xa)/
'(tú ) compras/compraste pan'

Con las formas interrogativas:


(2a) (nayax) t'ant' altti < /tʔantʔa ala-ta-ti/
'¿compro/compré pan?'
(2b) (jumax) t'ant' altati < /tʔantʔa ala-ta-ti/
'¿compras/compraste pan?'

Así aunque en estos casos tanto la marca de primera persona como la de segunda
persona se realizan fonética como [-ta], en el caso de la marca de primera persona
/-ta/ la "a" es elidible frente al sufijo /-ti/, mientras que la marca de segunda
persona /-ta/ no lo es. En algunas palabras se pueden concatenar sufijos cada uno de
los cuales causa la caída de una vocal del sufijo precedente ocasionando grupos
consoná nticos complicados, como en el siguiene ejemplo con 5 consonantes seguidas:

(3) Janiw Supukachin utjktti < /utja-ka-ta-ti/


'(yo) no vivo en Sopocachi'

La alternancia morfofonémica en aimara está condicionada morfoló gica y


sintá cticamente. Dentro de las palabras, el condicionamiento morfoló gico predomina
sobre el condicionamiento fonoló gico, que es casi inexistente. Todos los morfemas en
aimara, con só lo dos o tres excepciones, terminan en vocal. Estas vocales se retienen o
se suprimen de acuerdo al ambiente morfoló gico circundante y/o a requerimientos
morfosintá cticos (en los ejemplos tratados aquí marcamos como superíndice las
vocales suprimibles). La mayor parte de la alternació n condicionada
morfoló gicamente se realiza a través de influencia regresiva, aunque también hay algo
de influencia progresiva. El sufijo en aimara que muestra influencia morfofonémica
regresiva hace retener o suprimir la vocal final del morfema precedente.

3.2.2. Escritura

El repertorio está ndar de 32 grafemas que se viene utilizando desde 1984 para
escribir en aimara contemporá neo se conoce como Alfabeto Único y es oficial en los 3
países de su dominio lingü ístico

Emplea el alfabeto latino, incluyendo la ñ, los dígrafos ch y ll como en españ ol, ademá s
de dígrafos para las oclusivas aspiradas ph, th, kh. Ademá s la africada postalveolar
aspirada se señ ala mediante el trígrafo chh. El apó strofo se emplea para señ alar las
oclusivas glotalizadas p', t', k'.
En las vocales se emplea la diéresis ( ¨ ) para señ alar las vocales largas así ä, ï, ü
designan a los fonemas /ā , ī, ū / (=AFI /aː, iː, uː/). Sus grafías (salvo la u, i) son
invariables.

3.2.3. Gramática
3.2.3.1. Las cuatro personas gramaticales.

Un hecho interesante del aimara es que en los pronombres tanto las formas de
singular como las de plural tienen cuatro formas o "personas" gramaticales. Aunque
dicha situació n no es bastante comú n en el plural de muchas lenguas que tienen
distinciones de clusividad, es bastante excepcional encontrar lenguas que tengan
distinciones de clusividad en las formas formalemente de singular:

singular Plural Forma Nombre tradicional


posesiva

[+ hablante][- oyente] Naya Na(ya)naka -ja primera exclusiva

[+ hablante][+ oyente] Jiwasa Jiwasanaka -sa (primera inclusiva)

[- hablante][+ oyente] Juma Jumanaka -ma segunda

[- hablante][- oyente] Jupa Jupanaka -pa tercera

En este sistema de cuatro personas debe tenerse en cuenta que:

 naya (primera persona) se refiere al propio hablante y lo que de él se predica


no incluye al destinatario (de ahí que se formalice su significado como
[+emisor][-receptor]).
 La forma juma (segunda persona) se refiere al oyente y lo que de él se dice no
incluye al hablante (de ahí que sea [-emisor][+receptor]).
 La forma de tercera persona es jupa que se refiere a algo o alguien que no es ni
el hablante ni el oyente y por tanto [-emisor][-receptor].
 La novedad está en la «cuarta persona» jiwasa que indica que lo que se predica
incluye tanto al hablante como al oyente y por tanto es [+emisor][+receptor],
es importante notar que esta forma no tiene formalmente sufijo de plural y no
es equivalente al «nosotros» de las lenguas indoeuropeas sino al "nosotros
inclusivo" = yo + tú + posiblemente otros, a diferencia del «nosotros exclusivo»
= yo y otro(s) pero no tú , que en aimara es tratado formalmente como el plural
de la primera persona ordinaria.

En el plural este sistema añ ade el sufijo -naka, resultando cuatro formas adicionales:

 nayanaka / nänaka (1.ª persona del plural exclusiva)


 jupanaka
 jumanaka
 jiwasanaka (1.ª persona del plural inclusiva colectiva)
Estas cuatro personas son ampliamente utilizadas en todo el sistema morfoló gico
aimara.

Particularmente destaca la importancia que tiene la segunda persona (destinatario),


pues es la persona que se expresa má s frecuentemente en comparació n con la tercera
persona (hablante y destinatario excluidos). Es muy usual que en una conversació n se
indique la relació n de la segunda persona con el asunto del que se habla mencionando
usualmente al destinatario específica y cortésmente con el uso de redundancias
sintá cticas comprensibles en la segunda persona, pero absurdas en la tercera persona.

La cultura aimara siempre da una gran importancia a la segunda persona evitando


darle mandatos, reconociendo su presencia y anticipando sus deseos.

3.2.3.2. El conocimiento personal y no-personal

En aimara, existe la categoría gramatical de evidencialidad, lo cual significa que el


hablante usa ciertos afijos para marcar si lo expresado por el verbo procede de
conocimiento personal directo o porque lo conoce de manera indirecta (por haberlo
oído o porque alguien se lo ha dicho). Esto quiere decir que todo lo que el aimara
hablante dice y sabe por sus propios sentidos se expresa de una forma gramatical, y lo
que el aimara hablante conoce por fuentes externas (porque se lo han dicho, inferido,
adivinado o leído) se expresa por otras formas gramaticales. En aimara, esta
distinció n gramatical entre el conocimiento personal y el no personal es totalmente
natural y debe expresarse de manera obligatoria, por lo que la omisió n de las marcas
epistémicas resulta en una oració n agramatical. Dicha característica hace que los
hablantes de aimara transfieran al españ ol andino dicha caracterítica, ya que no
expresar si algo procede de conocimiento directo o indirecto les parece extrañ o. El
españ ol andino de los aimara hablantes requiere el uso de «pues», «nomá s», «quizá s»,
«seguro», «siempre» y otros adverbios, que no hacen otra cosa que reflejar las
distinciones hechas naturalmente en aimara. En otros casos asignan ciertas flexiones
verbales como por ejemplo la forma del futuro:

 la forma del futuro iré se usa para conocimiento no-personal


 mientras que la construcció n ir a se usa para conocimiento personal

El futuro suele usarse en situaciones de duda, mientras que con ir a implica una
promesa.

En el aimara no hay correspondencia con el pluscuamperfecto castellano, y éste


generalmente se asigna para expresar el conocimiento no-personal, dejando el
pretérito para expresar el conocimiento personal. Un aimara hablante que aprende
castellano y escucha la oració n:

Ludovico Bertonio fue maestro de Salvador Yapita

Entiende que el hablante conoció a ambas personas y que vio que Bertonio enseñ aba a
Yapita. En cambio si el hablante no los conocía, el aimara esperaría escuchar má s bien.
Ludivico Bertonio habría sido el maestro de Salvador Yapita

3.2.3.3. La distinción entre humano y no-humano

Los pronombres aimaras se dividen en exclusivamente humanos y no-humanos.


También existen los pronombres de la categoría no-manifiesta.

En el caso de los verbos, las raíces pueden ser humanas o no-humanas sin ninguna
marca, para humanizar al sujeto del verbo se añade el sufijo causativo –ya- También
existen verbos que pueden ser humanos en el sujeto pero no-humanos en su
complemento.

Los aimaras que se dirigen al oyente en términos no-humanos lo ofenden, má s aú n si


lo hace con pronombres demostrativos.

3.2.3.4. Concepción del tiempo y el espacio en el idioma aimara

El idioma aimara concibe el tiempo como ubicado en el espacio. Al contrario de los


postulados lingü ísticos indoeuropeos, el futuro está detrá s de uno pues todavía no se
ve, en tanto que el presente y el pasado está n delante de uno pues ya se ha visto y se
ve. De aquí nace la primera divisió n de tiempos en el aimara: el futuro y el no-futuro,
el presente y el pasado no se separan obligatoriamente; en cambio en las lenguas
indoeuropeas la separació n se da entre el pasado y el no-pasado, estando el futuro
visible.

 Ejemplos:

 En castellano el presente y el futuro son visibles:

 Voy mañ ana


 Voy ahora mismo
 Voy todos los días

 En cambio el pasado es no-visible:

 Fui ayer

 En cambio, en el idioma aimara suelen emplearse metá foras espaciales


para el tiempo:

Qhirpurkam significa Hasta otro día


Compuesto de:
Quipa detrá s
uru día
-kama hasta
3.2.3.5. Categorización configuración / movimiento

El idioma aimara también se caracteriza por ser explícito respecto al movimiento,


tanto verbalmente como nominalmente.

Los verbos del idioma aimara definen claramente la relació n del movimiento
definiendo la configuració n y la conformació n de lo llevado. Por ejemplo no se pueden
mover objetos granulares con el mismo verbo con el que se mueven objetos
cilíndricos. El movimiento está siempre presente y só lo se detiene con el uso de
ciertos sufijos. En el idioma aimara un verbo sin sufijos derivacionales que marquen el
movimiento dejan al oyente con la informació n incompleta.

3.2.3.6. Morfología.

El aimara define la mayoría de las relaciones gramaticales mediante la morfología má s


que la sintaxis. Las clases morfoló gicas bá sicas son raíces y sufijos. La gran mayoría de
morfemas acaban en vocal, aunque las reglas morfofonémicas de supresión de vocales
pueden dar lugar a largas series de consonantes.

Las raíces son morfemas simples que ocurren en posició n inicial de palabra. Son de
cuatro clases: partículas, raíces nominales, verbos e interrogativos. Las raíces
nominales y las partículas son libres. Las raíces nominales ademá s se dividen en
ciertas subclases. Los sufijos que pueden ser derivativos o flexivos incluyen sufijos
verbales (flexionales y derivacionales), sufijos nominales y sufijos evidenciales o de
informació n (-ti, -wa, ...). Los sufijos verbales derivacionales son parte del genio de la
lengua aimara; mucho del juego de palabras, estilo y destreza del hablante se
evidencian por el uso de esta clase. Para que los troncos verbales funcionen como
verbos se requiere de sufijos flexionales verbales, los cuales indican persona (con
paradigmas de nueve sufijos en cada tiempo verbal) y tiempo (con modo y fuente de
datos, además de tiempo propiamente dicho). Entre las partículas está n las
postposiciones y en cierto modo algunos morfemas similares a los sufijos evidenciales.

Los sufijos nominales actú an sobre el sustantivo al cual se unen, o indican una
relació n sintá ctica entre el sustantivo y el verbo. Los sufijos que forman temas hacen
verbos de los sustantivos y sustantivos de los verbos. Su uso es frecuente; son
comunes muchas alteraciones temáticas en una sola palabra.

3.2.3.7. Sintaxis

El uso de los sufijos oracionales define la oració n aimara. Los sufijos oracionales
pueden aparecer con todas las clases de raíces. No van seguidos de otros sufijos (eso
sugiere que técnicamente podrían ser clíticos, concretamente enclíticos en lugar de
auténticos sufijos).

Cada oració n debe estar marcada por uno o má s sufijos oracionales, los cuales sirven
para definir el tipo de oración, o puede estar marcada por la supresió n de un sufijo
oracional dado. Una oració n no requiere de verbo ni de nominal, pero sí requiere de
los sufijos oracionales apropiados. Varias combinaciones de sufijos oracionales
definen la oració n declarativa, la oració n interrogativa sí/no, la oració n interrogativa
de informació n. También marcan listas, alternativas, expresiones de sorpresa, la
conjunció n de oraciones, etc. El aimara no tiene verbo «cópula» como el verbo ser en
castellano; la relació n o la identidad se indica por medio de sufijos oracionales. El orden
de palabras como tal tiene menos importancia en aimara que la morfología, sobre
todo en vista de que la oració n se define morfoló gicamente mediante los sufijos
oracionales.

3.2.4. Vocabulario

En el aimara moderno existe un importante nú mero de préstamos del españ ol,


especialmente para animales que no existían en América antes de la llegada de los
europeos, para objetos de la cultura europea y para nombres propios:

Antuñu 'Antonio'
Arjintina 'Argentina
asnu 'asno'
awtu 'automóvil'
Juwan 'Juan'
kamisa 'camisa'
kawallu 'caballo'
lapisa 'lápiz'
liwru 'libro'
Mariya 'María'
Mijiku 'México'
misa 'mesa'
mula 'mula'
pantaluna 'pantalón'
phamilla 'familia'
sapatu 'zapato
siwära 'cebada'
surmiru 'sombrero'
tiriwu 'trigo'
wak'a 'faja'
wintana 'ventana'
Wuliwiya 'Bolivia'

También existe un buen nú mero de préstamos del quechua y un conjunto de palabras


comunes a ambas lenguas en las que no es posible determinar cuá l fue la lengua
origen del préstamo y cuá l la que lo tomó prestado.

4. CONCLUSION

La lengua aymara actualmente se encuentra como uno de los idiomas reconocidos en


el Peru y Bolivia procedente de los Andes de la cultura Wari fue estudiada por
Ludovico Bertonio a finales del siglo XVI y diversos estudiosos extranjeros.
Se fue expandiendo a medida que las personas fueron emigrando a distintos países
como Brasil, Chile, Argentina.

La lengua aimara tiene tres vocales que son: a, i, u y có mo podemos apreciar su


vocabulario no esta compuesto por las vocales: e, o por lo cual cuando los aimara
hablantes conocen palabras en castellano con estas vocales las pronuncian como: i, u
se caracterizan por su dieresis usada en estas tres vocales para alargarlas. Su alfabeto
consta de 16 consonantes y 26 si contamos variaciones de las oclusivas.

Existe el alfabeto ú nico desde 1984 para la escritura del aimara contemporá neo que
esta reconocido en tres países.

Existen cuatro personas gramaticales que son: Naya que es la primera persona, Jiwasa
que es la segunda persona, Juma que es la tercera persona y Jupa que es nosotros.

Para expresarse en el idioma aimara el futuro esta detrá s porque no lo ven no saben
que hay en el futuro, mientras que su pasado y su presente esta en frente porque lo
conocen y lo está n viviendo.

5. RECOMENDACIONES:

En la lengua aymara las personas son muy respetuosas con la segunda persona
refiriéndose a ella de una forma cordial y por eso es muy importante la buena
pronunciació n y elaboració n de las oraciones en el momento que queremos expresar
alguna idea.

Si no tenemos un buen dominio de las reglas de la gramá tica y la fonética podemos


prestarnos a malas interpretaciones de lo que vayamos a decir se podría interpretar
de forma negativa ya que al expresarnos debemos tomar en cuenta muchos aspectos
por ejemplo la norma de la evidencialidad la cual nos obliga a aclarar si lo que
queremos decir proviene de nosotros mismos o si nos informamos por otras fuentes.

6. BIBLIOGRAFÍA.

 Alavi, Zacarías. «Presentació n del Vocabulario de la Lengua Aymara de


Ludovico Bertonio»
 Albó , Xavier; (1988). Raíces de América: el mundo aymara (1ª ed. edició n).
Alianza Editorial.
 Gualdoni, F. (06-12-2009). «La hora de la Bolivia indígena»
 Moseley, Christopher (2010). «Atlas de las lenguas del mundo en peligro»

7. ANEXOS
Regiones de Bolivia de habla aimara

Manifestaciones Culturales
Pintura que representa un aimara

Cosmovision Andina

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