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La Poza Verde en San Miguel Tepezontes, El Salvador es el hogar de extrañas criaturas descritas por los pobladores locales. Un anciano describió haber visto una criatura gelatinosa de casi 3 metros de altura que emitía un canto nauseabundo. Más tarde, un estudiante encontró una piedra con inscripciones en un idioma antiguo que referían a seres gobernados por Yoth-Kala e Zoth Syra que habitan en los mares y lagos de la región, incluyendo la Poza Verde.
Descripción original:
Título original
LAS CRIATURAS DE LA POZA VERDE DE SAN MIGUEL TEPEZONTES.
La Poza Verde en San Miguel Tepezontes, El Salvador es el hogar de extrañas criaturas descritas por los pobladores locales. Un anciano describió haber visto una criatura gelatinosa de casi 3 metros de altura que emitía un canto nauseabundo. Más tarde, un estudiante encontró una piedra con inscripciones en un idioma antiguo que referían a seres gobernados por Yoth-Kala e Zoth Syra que habitan en los mares y lagos de la región, incluyendo la Poza Verde.
La Poza Verde en San Miguel Tepezontes, El Salvador es el hogar de extrañas criaturas descritas por los pobladores locales. Un anciano describió haber visto una criatura gelatinosa de casi 3 metros de altura que emitía un canto nauseabundo. Más tarde, un estudiante encontró una piedra con inscripciones en un idioma antiguo que referían a seres gobernados por Yoth-Kala e Zoth Syra que habitan en los mares y lagos de la región, incluyendo la Poza Verde.
En 1946, unos pueblerinos de San Miguel Tepezontes
que es un municipio del departamento de La Paz, El Salvador, encontraron unas criaturas extrañas y amorfas flotando en la superficie de la Poza Verde.
La playa poza verde se encuentra ubicada en el
municipio de San Miguel Tepezontes, departamento de La Paz a 30 kilómetros de San Salvador.
DESCRIPCIÓN DE UN ANCIANO ORIUNDO DE
LA LOCALIDAD SOBRE EL ENCUENTRO QUE TUVO CON UNA DE ESTAS CRIATURAS:
“Parecía ondular, variando a cada segundo, alzándose
gelatinosamente hasta una altura de casi tres metros, y entonces reduciéndose, hinchándose y esparciendo tentáculos legamosos hacia delante. Toda la gomosa superficie exterior estaba impregnada de un asqueroso icor, una pegajosidad alquitranada que parecía segregada a partir de monstruosos poros que aparecían de cuero. Creo que era este légamo verdoso el que emitía el olor rancio que se hacía más irresistible a cada momento y con cada poco centímetro que avanzaba arrastrándose… En el centro aproximado de esta masa pútrida de color negro verdoso, un agujero crudo y tembloroso, que parecía una boca rudimentaria, aspiraba y espiraba con un ritmo obsceno. Era desde esta abertura en la piel reptiliana y reticular de la que emanaba el cántico, empalagoso y ahogado por mucosidades, de Yoth-Kala. En realidad, no tenía rostro, sino que, casi 30 centímetros por encima de la boca en forma de herida, había un solo tentáculo serpentiforme que se agitaba de un lado a otro, sintiendo más que viendo, y parecido a algún tipo de periscopio hecho de carne procedente del Infierno. Durante seis semanas no deje de tener pesadillas con esa cosa ¨Yoth-Kala¨, hasta que encontré esa piedra con el maligno nombre tallado, y esa noche abandone el pueblo, tras enterarme que no solo había una de aquellas abominaciones, sino que todo un cardumen. Y esas espeluznantes cosas le dan su coloración verde al agua.”
Un estudiante de intercambio de Philadelphia,
Pennsylvania llamado C. Hall Thompson en 1949 se sumergió en las profundidades de la Poza verde, que para ese entonces ya era una playa concurrida y obtuvo una piedra de color turquesa, con unos extraños grabados, que mencionaban un nombre ¨Yoth-Kala¨, y las demás partes de la piedra estaban en un idioma desconocido, pero se llevo la piedra consigo y cuando regeso a Pennsylvania, pidió a un amigo experto en lenguas arcaicas que intentara traducir los grabados, cuatro meses después fue notificado de que se había logrado traducir la extraña piedra, y que la escritura era una especie de Chino antiguo. Los grabados hacían referencia a los seres del Abismo Verde que habitan en los mares y algunos lagos del Planeta y son dirigidos por una entidad llamada Zoth Zyra. Los grabados decían que Yoth Kala gobierna el Abismo Verde junto a su consorte Zoth Syra. La investigación posterior de C. Hall Thompson concluyo que el Abismo Verde es una inmensa región que va desde las islas Galápagos hasta el Lago Cocibolca, y de ahí se extiende por el Golfo de Fonseca hasta el lago de Ilopango, El Salvador.