1- Patrón de percepción manejo de la salud

D. S: el paciente Raúl Yarza refiere que al principio cuando llego al hospital Dr. Ramón
Carrillo le costó adaptarse al lugar, pero que hoy día se siente parte del lugar, que se
acostumbró y para él es su casa. Nos comentó que es epiléptico, hipertenso, asmático
y que siente que tiene un aire de superioridad. Que fuma poco, que el cigarrillo es algo
que le encanta a pesar de que le hace mal por el asma y a veces no puede respirar bien
cuando fuma mucho.

D. O: pudimos observar que posee higiene personal descuidada, no cuida

adecuadamente de su salud, fuma en exceso y tiene un tratamiento farmacológico
controlado.

2- Patrón nutricional metabólico

D. S: Yarza refiere que la alimentación es muy buena, pero que es poco la porción, les
dan las cuatro comidas diarias, incluidas la colación que se les da a media mañana, dice
que bebe mucha agua, no tiene problemas al consumir alimentos.
D. O: pudimos observar que posee buena alimentación, su ingesta diaria de líquidos es
poco, presenta sequedad en la piel, no posee piezas dentarias.

3- Patrón de eliminación
D. S: el Sr. Yarza dice que no tiene problemas para la eliminación, no tiene problemas a
la hora de defecar y a la hora de la micción.
D. O: pudimos constatar que no posee sudoración.

4- Patrón de actividad-ejercicio
D. S: Raúl dice que no puede caminar mucho porque se marea, no necesita de otra
persona para movilizarse.
D. O: pudimos observar que Yarza no depende de otra persona en si para movilizarse,
se baña solo, se viste solo, no necesita ayuda para alimentarse, para lo que si necesita
ayuda es para afeitarse.

5- Patrón de reposo-sueño
D. S: refiere el paciente que duerme bien, que por las mañanas se levanta bien, pero
que por las noches toma media pastilla de diazepan para dormir y que no tienen
horario para dormir la siesta, que eso es optativo.
Vivencia y experiencia (María)
Mi nombre es Mora María Angela, voy a compartir mi vivencia y experiencia a cerca de
lo que pensaba sobre una persona con problemas de salud mental, que si bien en
otros momentos llegue a decir “loco”, porque no tenía idea de lo que decía y lo
equivocada que estaba, esta palabra que hoy día apenas logro mencionar. Cuando yo
tenía 9 años vivía en Buenos Aires, mis padres trabajan y nos quedábamos solos con
mi hermana mayor, y cerca de casa había un hospital donde habían personas
internadas con problemas de salud mental, mi hermana conocía ese lugar porque ella
se iba a un polideportivo que estaba cerca, un día me dice, queres ver dónde están los
locos que usan todas esas ropas blancas y se cuelgan por las paredes y yo
inocentemente le digo que sí, cuando voy y veo todo eso me dio mucha impresión y
miedo, porque era muy chica y no entendía nada. Cuando empecé a cursar la
asignatura Enfermería en Salud Mental y Psiquiatría y nos dicen que íbamos a tener
prácticas en el hospital Dr. Ramón Carrillo, tenía mucha intriga, me hacía muchas
preguntas, como seria y con qué tipos de personas nos íbamos cruzar y cuando al fin
llego ese día tan esperado, llegamos al hospital Dr. Ramón carrillo, que si bien antes de
llegar a las practicas escuche varios comentarios de mis compañeros, pero la verdad
no preste mucha atención porque quería vivir mí propia experiencia , en ningún
momento tuve miedo, porque siempre tuve una mirada más allá, a pesar de la
enfermedad o problemas que tengan no dejan de ser persona, seres humanos como
cualquiera de nosotros, al ingresar al hospital y verlos todos ahí esperando que toque
la campana para entrar a desayunar, me dio mucha ternura, ese primer día hicimos un
reconocimiento del establecimiento, después fuimos hablar con ellos y nos
presentamos, y buscamos a una persona la cual iba ser nuestro sujeto de cuidado y
elegimos a Raúl Héctor Yarza, ahí nos pusimos a dialogar con él y nos pareció muy
amable y muy atento, nos comentó que todos los años en esta época nos esperan a
nosotros los estudiantes, y nos preguntó si le llevamos regalito, ese día estuvimos un
rato nada más y después nos fuimos, el segundo y tercer día tuvimos más tiempo para
hablar con Raúl y otras personas que están ahí, nos contó toda su historia de vida y
como llego ahí, nos dedicó poemas y en ningún momento nos trató mal, él es una
persona muy inteligente y sabe mucho, nos contó toda la historia del hospital Dr.
Ramón Carrillo y es la misma que investigamos. Sin dudas cada uno de ellos tiene una
historia diferente, fue muy lindo poder escucharlos y aprender de ellos algo nuevo, ni
hablar de sentimientos, es algo que no hay palabras para describir lo que uno siente,
es un conjunto de sentimientos y sensaciones, ellos me transmitieron algo que no
encuentro una palabra exacta para describir, con ellos aprendimos algo nuevo. Lo que
si pudimos notar que ellos carecen de muchas cosas, como por ejemplo, empezando
por lo sentimental la falta de afecto, entre otras cosas, insumos médicos, higiene y
limpieza en general. Lo que me dio tristeza fue cuando entramos a los pabellones y ver
todo ese desorden y el mal estado de las habitaciones, el olor insoportable, ahí me
pregunte como pueden vivir así, más allá de que están enfermos y muchos de ellos sin
noción de la realidad no dejan de ser seres humanos, son personas y no animales, da
mucha impotencia, pero lo único que nos queda como seres humanos es ayudarlos en
todo lo que esté a nuestros alcances y la culpa no la tienen ellos ni tampoco el
personal que trabaja ahí. Con estas palabras me despido y agradezco a la cátedra de
Enfermería en salud Mental y Psiquiatría por esta experiencia y la posibilidad que nos
brindan para seguir aprendiendo.

Vivencia y experiencia de vida (cris)

Comenzare por presentarme, mi nombre es María Cristina Olivera y esta es mi
experiencia personal de las practica en el Hospital Dr. Ramón Carrillo, que sin duda
alguna inicio mucho antes de la fecha predicha para mi grupo, imaginando
previamente desde principio de año y anhelando ser parte de esta experiencia fue
desde ese momento que empezó mi viaje hasta hacerlo realidad el lunes 30-9-2019
dando inicio a dicho día a las 530 AM luego de una noche en la cual prácticamente no
pude dormir pensando ...Como seria ese lugar., con el peso de los aportes de mis
compañeros de grupos anteriores que ya habían asistido a las practicas, y que dicho
sea de paso no eran para nada alentadores ,esos comentarios. Confieso que también
resonaba en mi mente las palabras de una profesora de esta cátedra , que decía en
cuanto a lo que pensábamos .Después de las practicas me cuentan.. Posteriormente
entendí porque. No obstante y con el paso de los día mi curiosidad se incrementaba.
Por fin ese gran día llego y ahí estaba yo a las siete menos diez de la mañana
esperando del lado de afuera del nosocomio observando muy atentamente todo ,
luego de dar la asistencia nos dispusimos a entrar al predio con los grupos ya
conformados , yo seguía observando todo con mucho asombro deseando entablar
algún tipo de conversación con las persona allí presentes, la mayoría de ellos estaban
en la puerta del comedor esperando para desayunar cuando la sirena sonó ,
ingresaron rápidamente como rápidamente también salieron .
Mientras aprovechamos para hacer el reconocimiento del lugar e identificar al sujeto
de atención a quien indagaríamos sobre su historia de vida personal, elegimos a un
caballero Héctor Raúl Yarza de 59 años de edad, quien nos brindó mucha información
respondiendo claramente y con mucho sentido del humor a todas las preguntas.
El primer día las horas transcurrieron muy rápido manteniendo una charla fluida con
Raúl, todo el temor que había en mi corazón desapareció esa mañana pude ver
personas como yo, muy carentes de amor y de tantas otras cosas, como todos
...porque todos carecemos de algo. ellos eran diferentes para nada violentos , ni
agresivos como me lo habían dicho, volví a mi casa con ganas de regresar a la mañana
siguiente para aprender más y seguir escuchando sus vivencias con toda atención a
cada uno de los cuales tuve la oportunidad de hablar.
El segundo día fue tan enriquecedor como el primero con un matiz diferente ya que al
rato de ingresar tuve un cruce de miradas con Andrea Moráis en el cual me asusté
mucho y empecé a caminar ligero me contuve de no salir corriendo, sin embargo fue
momentáneo y fugaz, luego incluso tuve la oportunidad de hablar con ella. Ese día me
angustie mucho por ver a tantos jóvenes allí internados por abuso de alcohol y
consumo de drogas realmente me partió el corazón y no he dejado de pensar en ellos
desde ese entonces, al igual que el primer día también el segundo transcurrió
rápidamente, ambos días fueron de mucho calor.
El tercer día llegue muy temprano como de costumbre el clima estaba pesado
amagaba con ráfagas de viento aparentemente se asomaba una tormenta, ya para
estas alturas estaba familiarizada con los internos del lugar principalmente con Raúl las
charlas eran amenas y llevaderas, según sus palabras Él estaba en el Edén y
sinceramente me transmitió esa sensación en ese predio grande , con muchos árboles
de mango , flores de Santa Rita hermosas, y las personas deambulando de un lado
para el otro sin parar. Increíble y a la vez irónico pero me sentí muy bien allí.
Como parte del trabajo que debíamos realizar incluía un croquis del lugar, y mientras
Raúl desayunaba empezamos a recorrer. Ese día durante y después del recorrido a los
pabellones me movilizo hasta la última fibra de mi ser, entrar a cada uno de los
distintos pabellones ver y no solo ver, sino sentir los olores y el estado deteriorado del
lugar, esa sensación de abandono total me destrozo, sentí bronca, impotencia,
angustia, me pregunte tantas cosas...entre ellas donde están nuestros dirigentes
políticos, que hacen. Contuve mis lágrimas, quería salir corriendo era una pesadilla el
estado deplorable de las personas y de los pabellones ,Ver y sentir eso, hizo mucho
daño en todo mí ser.
Ese día salimos antes por las inclemencias del tiempo la alerta meteorológica no se
hizo esperar y concluimos de esa manera nuestras cortas pero muy enriquecedoras
prácticas. Llegue a mi casa y me largue a llorar amargamente y sin consuelo cuanta
impotencia, recuerdo haber rezado por esas personas, El cielo también lloro ese día
porque vio lo mismo que vi yo.
Finalizando y desde lo más profundo de mi corazón siento que hubo un antes y un
después que marco mi vida para siempre y me comprometí conmigo misma a no
olvidarlos, a visitarlos las veces que me fueran posibles incluso consulte con los
encargados que me brindaron información y la posibilidad de poder volver cuando
quisiera. Apasionante sin duda alguna fue la experiencia, tratar con diferentes
personas allí internadas, recorrer el lugar, aprender sobre los psicofármacos que
consumen que en su gran mayoría son todos los mismos, la historia del hospital y más
aún la historia de quien fuera el ilustre Doctor Ramón Carrillo me emociono, tenía
tanto miedo de realizar las practicas allí y hoy agradezco de corazón la posibilidad que
nos brindan desde la cátedra Enfermería en Salud Mental y Psiquiatra.