Calor Temperatura

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EL

CALOR Y

El calor y la temperatura están relacionadas entre sí, pero son conceptos


diferentes. El calor es la energía total del movimiento molecular en una sustancia,
mientras temperatura, es una medida de la energía molecular media. El calor
depende de la velocidad de las partículas.

1.- Calor y temperatura.

Definición: Es energía, mientras que la temperatura es una medida de ella.


Vamos a un ejemplo: La temperatura del café en una taza puede ser igual que la
temperatura del café en una jarra de 5 litros; sin embargo, en la jarra habrá más
calor, porque al tener más líquido, habrá más energía térmica total.

Diferencia: La diferencia entre calor y temperatura radica en que el calor se


define como el movimiento o intercambio de energía entre cuerpos, mientras que
la temperatura es la medida de la agitación de las moléculas de un cuerpo.

2.-Medidas de temperatura.

Celsius o Grados centígrado: Es una la unidad de medida más utilizada a nivel


mundial y se representa con el símbolo ºC. Se define escogiendo el punto de
congelación del agua a 0º y el punto de ebullición del agua a 100º. Ambas
medidas a una atmósfera de presión, y dividiendo la escala en 100 partes iguales
en las que cada una corresponde a 1 grado. Esta escala fue propuesta por Anders
Celsius en 1742, un físico y astrónomo sueco

 La escala de temperatura: Es una metodología para calibrar la


temperatura de cantidad física en metrología. Las escalas empíricas miden
la temperatura en relación con parámetros convenientes y estables, como
el punto de congelación y ebullición del agua
Actualmente se usan tres escalas de temperatura; grados Fahrenheit (ºF), Celsius
(ºC) y Kelvin (ºK). Celsius o Grados centígrado: Es una la unidad de medida más
utilizada a nivel mundial y se representa con el símbolo ºC.

 Celsius o Grados centígrado: Es una la unidad de medida más utilizada a


nivel mundial y se representa con el símbolo ºC. Se define escogiendo el
punto de congelación del agua a 0º y el punto de ebullición del agua a 100º.
Ambas medidas a una atmósfera de presión, y dividiendo la escala en 100
partes iguales en las que cada una corresponde a 1 grado. Esta escala fue
propuesta por Anders Celsius en 1742, un físico y astrónomo sueco.

 Grados Fahrenheit: Esta toma las divisiones entre los puntos de congelación y
evaporación de disoluciones de cloruro amónico. De esta manera, la propuesta de
Gabriel Fahrenheit en 1724, establece el cero y el cien en las temperaturas de
congelación y evaporación del cloruro amónico en agua.

Utilizó un termómetro de mercurio en el que introduce una mezcla de hielo triturado con
cloruro amónico a partes iguales. Esta disolución salina concentrada daba la temperatura
más baja posible en el laboratorio, por aquella época. A continuación, realizaba otra
mezcla de hielo triturado y agua pura, que determina el punto 30 ºF, que después fija en
32 ºF (punto de fusión del hielo) y posteriormente expone el termómetro al vapor de agua
hirviendo y obtiene el punto 212 ºF (punto de ebullición del agua). La diferencia entre los
dos puntos es de 180 ºF, que dividida en 180 partes iguales determina el grado
Fahrenheit.

Se pueden distinguir, por otra parte, dos categorías en las unidades de medida para la
temperatura: absolutas y relativas.

Absolutas son las que parten del cero absoluto, que es la temperatura teórica más baja
posible, y corresponde al punto en el que las moléculas y los átomos de un sistema tienen
la mínima energía térmica posible.

Relativas por que se comparan con un proceso fisicoquímico establecido que siempre se
produce a la misma temperatura.

Kelvin: Se representa por la letra K y no lleva ningún símbolo «º» de grado. Fue
creada en 1948 por William Thomson, sobre la base de grados Celsius,
estableciendo así el punto cero en el cero absoluto (-273,15 ºC) y conservando la
misma dimensión para los grados.

Los Kelvin se utilizan principalmente en química y en física para medir el movimiento


atómico de toda la materia y junto con los Celsius para medir elementos muy fríos como
el nitrógeno líquido, o muy calientes como una estrella.

3.-Equilibrio térmico.

Es aquel estado en el cual se igualan las temperaturas de dos cuerpos, las cuales, en sus
condiciones iniciales presentaban diferentes valores; una vez que las temperaturas se han
equiparado, se suspende el flujo neto promedio de calor entre ambos cuerpos, alcanzándose con
ello el mencionado equilibrio térmico del sistema termodinámico.

Unidades de la cantidad de calor:

Las unidades de medida más usadas para el calor son:

El julio ( J ). Es la unidad del calor en el Sistema Internacional. Las


unidades del calor son iguales a las unidades del trabajo ya que ambos son
procesos de intercambio de energía
La caloría ( cal ). Representa la cantidad de energía que hay que
suministrar a un gramo de agua para que aumente su temperatura 1 ºC
1 cal = 4.184 J
La kilocarloría ( kcal ). También conocida como caloría grande, en
contraposición a la caloría, que se conoce como caloría pequeña.
Normalmente se usa en nutrición
1 kcal = 1000 cal
La unidad térmica británica ( BTU ). Representa la cantidad de calor que
hay que suministrar a una libra de agua para que aumente su temperatura 1
ºF
1 BTU = 252 cal
Caloría: Es una unidad que no pertenece al Sistema Internacional de Unidades.
Su función es expresar la energía térmica, señalando la cantidad de calor que se
necesita, con presión normal, para incrementar la temperatura de 1 gramo de H2O
en 1ºC (de 14,5 a 15,5°C).

4.-Calor específico y capacidad calórica.

La capacidad calorífica específica, calor específico o capacidad térmica específica


es una magnitud física que se define como la cantidad de calor que hay que
suministrar a la unidad de masa de una sustancia o sistema termodinámico para
elevar su temperatura en una unidad; esta se mide en varias escalas y la
capacidad calorífica o capacidad térmica de un cuerpo es el cociente entre la
cantidad de energía calorífica transferida a un cuerpo o sistema en un proceso
cualquiera y el cambio de temperatura que experimenta.

Calor específico de agua: El calor específico del agua es 1 caloría/gramo


°C = 4,186 julios/gramo °C que es más alto que el de cualquier otra
sustancia común.
Definición de kilocaloría: Es una variante para medir en kilogramos. Este
dato exclusivamente indica la cantidad de energía que puede llegar a
otorgar a un organismo, aunque se suela usar de manera incorrecta con el
término “caloría” o “Caloría”, asumiendo que son medidas equivalentes
entre sí.

5.-Estados de agregación o fases de la materia:

Solido: Los objetos en estado sólido se presentan como cuerpos de forma


definida; sus átomos a menudo se entrelazan formando estructuras
estrechas definidas, lo que les confiere la capacidad de soportar fuerzas sin
deformación aparente. Son calificados generalmente como duros, así como
resistentes, y en ellos las fuerzas de atracción son mayores que las de
repulsión. En los sólidos cristalinos, la presencia de espacios
intermoleculares pequeños da paso a la intervención de las fuerzas de
enlace, que ubican a las celdillas en formas geométricas. En los amorfos o
vítreos, por el contrario, las partículas que los constituyen carecen de una
estructura ordenada.
Las sustancias en estado sólido suelen presentar algunas de las siguientes
características:

Cohesión elevada.

Tienen una forma definida y memoria de forma, presentando fuerzas elásticas


restituidas si se deforman fuera de su configuración original.

A efectos prácticos son incompresibles.

Resistencia a la fragmentación.

Fluido muy bajo o nulo.

Algunos de ellos se subliman.

Líquido: Si se incrementa la temperatura de un sólido, este va perdiendo


forma hasta desaparecer la estructura cristalina, alcanzando el estado
líquido. Característica principal: la capacidad de fluir y adaptarse a la forma
del recipiente que lo contiene. En este caso, aún existe cierta unión entre
los átomos del cuerpo, aunque mucho menos intensa que en los sólidos. El
estado líquido presenta las siguientes características:

Cohesión menor.

Poseen movimiento de energía cinética.

Son fluidos, no poseen forma definida, ni memoria de forma por lo que toman la
forma de la superficie o el recipiente que lo contiene.

En el frío se contrae (exceptuando el agua).

Posee fluidez a través de pequeños orificios.

Puede presentar difusión.

Son poco compresibles.

Gaseoso: Se denomina gas al estado de agregación de la materia


compuesto principalmente por moléculas no unidas, expandidas y con poca
fuerza de atracción, lo que hace que los gases no tengan volumen definido
ni forma definida, y se expandan libremente hasta llenar el recipiente que
los contiene. Su densidad es mucho menor que la de los líquidos y sólidos,
y las fuerzas gravitatorias y de atracción entre sus moléculas resultan
insignificantes. En algunos diccionarios el término gas es considerado como
sinónimo de vapor, aunque no hay que confundir sus conceptos: vapor se
refiere estrictamente a aquel gas que se puede condensar por presurización
a temperatura constante.

Dependiendo de sus contenidos de energía o de las fuerzas que actúan, la


materia puede estar en un estado o en otro diferente: se ha hablado durante la
historia, de un gas ideal o de un sólido cristalino perfecto, pero ambos son
modelos límites ideales y, por tanto, no tienen existencia real.

En un gas, las moléculas están en estado de caos y muestran poca respuesta


a la gravedad. Se mueven tan rápidamente que se liberan unas de otras.
Ocupan entonces un volumen mucho mayor que en los otros estados porque
dejan espacios libres intermedios y están enormemente separadas unas de
otras. Por eso es tan fácil comprimir un gas, lo que significa, en este caso,
disminuir la distancia entre moléculas. El gas carece de forma y de volumen,
porque se comprende que donde tenga espacio libre allí irán sus moléculas
errantes y el gas se expandirá hasta llenar por completo cualquier recipiente.

Plasma: Es un gas ionizado, es decir, que los átomos que lo componen se


han separado de algunos de sus electrones. De esta forma el plasma es un
estado parecido al gas, pero compuesto por aniones y cationes (iones con
carga negativa y positiva, respectivamente), separados entre sí y libres, por
eso es un excelente conductor. Un ejemplo muy claro es el Sol.

En la baja atmósfera terrestre, cualquier átomo que pierde un electrón (cuando es


alcanzado por una partícula cósmica rápida) se dice que está ionizado. Pero a
altas temperaturas es muy diferente. Cuanto más caliente está el gas, más rápido
se mueven sus moléculas y átomos, (ley de los gases ideales) y a muy altas
temperaturas las colisiones entre estos átomos, moviéndose muy rápido, son
suficientemente violentas para liberar los electrones. En la atmósfera solar, una
gran parte de los átomos están permanentemente «ionizados» por estas
colisiones y el gas se comporta como un plasma.
A diferencia de los gases fríos (por ejemplo, el aire a temperatura ambiente), los
plasmas conducen la electricidad y son fuertemente influidos por los campos
magnéticos. La lámpara fluorescente, contiene plasma (su componente principal
es vapor de mercurio) que calienta y agita la electricidad, mediante la línea de
fuerza a la que está conectada la lámpara. La línea, positivo eléctricamente un
extremo y negativo el otro, causa que los iones positivos se aceleren hacia el
extremo negativo, y que los electrones negativos vayan hacia el extremo positivo.
Las partículas aceleradas ganan energía, colisionan con los átomos, expulsan
electrones adicionales y mantienen el plasma, aunque se recombinen partículas.
Las colisiones también hacen que los átomos emitan luz y esta forma de luz es
más eficiente que las lámparas tradicionales. Los letreros de neón y las luces
urbanas funcionan por un principio similar y también se usaron en electrónicas.

Punto de fusión: Es la temperatura a la que cambia de estado sólido a


líquido. En el punto de fusión, la fase sólida y líquida existen en equilibrio
termodinámico. El punto de fusión de una sustancia depende de la presión
y generalmente se específica a una presión normal, como 1 atmósfera o
100 kPa.

Cuando se considera como la temperatura del cambio inverso de líquido a sólido,


se le conoce como el punto de congelación o el punto de cristalización. Debido a
la capacidad de algunas sustancias para sobreenfriarse, el punto de congelación
no se considera una propiedad característica de una sustancia. Cuando se
determina el "punto de congelación característico" de una sustancia, de hecho, la
metodología real es casi siempre "el principio de observar la desaparición en lugar
de la formación de hielo", es decir, el punto de fusión

Calor de fusión: Es la cantidad de energía necesaria para hacer que un


mol de un elemento que se encuentre en su punto de fusión pase del
estado sólido al líquido, a presión constante. En otras palabras, es la
cantidad de energía que un sistema puede intercambiar con su entorno. Es
una magnitud de termodinámica (H), cantidad de energía que se puede
intercambiar.

La entalpía de fusión es un calor latente ya que durante el proceso de cambio de


estado no se da un cambio apreciable de temperatura. El calor es completamente
invertido en modificar la estructura del material para dar movilidad a sus unidades
moleculares. Cuando para estudiar la energía necesaria para el cambio de sólido
a líquido se hace referencia a la unidad de masa el parámetro empleado es el
«calor específico de fusión» en cal/g o J/g. Sin embargo, cuando se quiere hacer
referencia a la unidad absorbida por mol de sustancia en cambio de estado se
emplea la «entalpía de fusión» en kJ/mol.

Punto de ebullición: es la temperatura a la cual la presión de vapor del


líquido es igual a la presión que rodea al líquido y se transforma en vapor

El punto de ebullición de un líquido varía según la presión ambiental que lo rodea.


Un líquido en un vacío parcial tiene un punto de ebullición más bajo que cuando
ese líquido está a la presión atmosférica. Un líquido a alta presión tiene un punto
de ebullición más alto que cuando ese líquido está a la presión atmosférica. Por
ejemplo, el agua hierve a 100 °C (212 °F) a nivel del mar, pero a 93.4 °C (200.1
°F) a 1,905 metros (6,250 pies) de altitud. Para una presión dada, diferentes
líquidos hervirán a diferentes temperaturas.

Calor de vaporización: es la cantidad de energía necesaria para que la


unidad de masa (kilogramo, mol, etc.) de una sustancia que se encuentre
en equilibrio con su propio vapor a una presión de una atmósfera pase
completamente del estado líquido al estado gaseoso. El valor disminuye a
temperaturas crecientes, lentamente cuando se está lejos del punto crítico,
más rápidamente al acercarse, y por encima de la temperatura crítica las
fases de líquido y vapor ya no coexisten.

Condensación: Es el cambio de estado de la materia que se encuentra en


forma gaseosa (generalmente en vapores) y pasa a forma líquida. Es el
proceso inverso a la vaporización, si se produce un paso de estado
gaseoso a estado sólido de manera directa, el proceso es denominado
sublimación inversa o deposición. Si se produce un paso del estado líquido
a sólido se denomina solidificación.

Solidificación: Es un proceso similar en el que un líquido (agua) se


convierte en un sólido (hielo), no al disminuir su temperatura, sino al
aumentar la presión a la que se encuentra sometido. A pesar de esta
distinción técnica, los dos procesos son muy similares y los dos términos se
usan indistintamente.

Para la mayoría de las sustancias, los puntos de fusión y congelación son la


misma temperatura; sin embargo, ciertas sustancias poseen diferentes
temperaturas de transición sólido-líquido. Por ejemplo, el agar muestra una
histéresis en su punto de fusión y punto de congelación. Se derrite a 85 °C (185
°F) y se solidifica de 32 °C a 40 °C (89.6 °F a 104 °F).

Sublimación: Es el proceso que consiste en el cambio de estado sólido a


estado gaseoso sin pasar por el estado líquido. Al proceso inverso, es decir,
al paso directo del estado gaseoso al estado sólido, se le denomina
sublimación inversa.
Evaporación: Es un proceso físico que consiste en el paso lento y gradual
de un estado líquido hacia un estado gaseoso, tras haber adquirido
suficiente energía para vencer la tensión superficial. A diferencia de la
ebullición, la evaporación se puede producir a cualquier temperatura,
siendo más rápido cuanto más elevada sea esta. No es necesario que toda
la masa alcance el punto de ebullición. Cuando existe un espacio libre
encima de un líquido, una parte de sus moléculas está en forma gaseosa, al
equilibrarse, la cantidad de materia gaseosa se define como la presión de
vapor saturante, la cual no depende del volumen, pero varía según la
naturaleza del líquido y la temperatura. Si la cantidad de gas es inferior a la
presión de vapor saturante, una parte de las moléculas pasan de la fase
líquida a la gaseosa: eso es la evaporación. Cuando la presión de vapor
iguala a la atmosférica, se produce la ebullición. En hidrología, la
evaporación es una de las variables hidrológicas importantes al momento
de establecer el balance hídrico de una determinada cuenca hidrográfica o
parte de esta. En este caso, se debe distinguir entre la evaporación desde
superficies libres y la evaporación desde el suelo. La evaporación de agua
es importante e indispensable en la vida, ya que el vapor de agua, al
condensarse se transforma en nubes y vuelve en forma de lluvia, nieve,
niebla o rocío.

El punto triple del agua: es aquel en el cual coexisten en equilibrio el


estado sólido, el estado líquido y el estado gaseoso de una sustancia. Se
define con respecto a una temperatura y una presión de vapor.

Un típico diagrama de fase. La línea verde marca el punto de congelación, la azul,


el punto de ebullición y la roja el punto de sublimación. Se muestra como estos
varían con la presión. El punto de unión entre las líneas verde, azul y roja es el
punto triple. La línea con puntos muestra el comportamiento anómalo del agua.
El punto triple del agua, por ejemplo, está a 273.16 K (0.01 °C) y a una presión de
611.73 Pa ITS90. Esta temperatura, debido a que es un valor constante, sirve para
calibrar las escalas Kelvin y Celsius de los termómetros de mayor precisión.

6.- Transmisión de calor.

Es el proceso físico de propagación del calor en distintos medios. La


subdisciplina de la física que estudia estos procesos se llama a su vez
termodinámica.

Conducción: La conducción de calor o transferencia de energía en forma


de calor por conducción es un proceso de transmisión de calor basado en el
contacto directo entre los cuerpos, sin intercambio de materia, porque el
calor fluye desde un cuerpo de mayor temperatura a otro de menor
temperatura que está en contacto con el primero. La propiedad física de los
materiales que determina su capacidad para conducir el calor es la
conductividad térmica. La propiedad inversa de la conductividad térmica es
la resistividad térmica, que es la capacidad de los materiales para oponerse
al paso del calor.
Convención: Es una de las tres formas de transferencia de calor
(conducción, convección y radiación) que transporta el calor entre zonas
con diferentes temperaturas. La convección se produce únicamente por
medio de materiales, la evaporación del agua o fluidos. La convección en sí
es el transporte de calor por medio del movimiento del fluido. Por ejemplo,
al calentar el agua en una cacerola, el agua que entra en contacto con la
base de la cacerola asciende al calentarse, mientras que el agua de la
superficie desciende por los lados al enfriarse, y ocupa el lugar que dejó la
porción caliente. En coincidencia con la conducción, requiere un material
para la transferencia. En diferencia con la radiación, no necesita un medio
para que ocurra la transferencia.
Radiación: El fenómeno de la radiación es la propagación de energía en
forma de ondas electromagnéticas o partículas subatómicas a través del
vacío o de un medio material.
Evaporización: Se llama "calor de vaporización", la energía necesaria para
cambiar 1 gramo de sustancia en estado líquida, al estado gaseoso en el
punto de ebullición. Esta energía rompe las fuerzas atractivas
intermoleculares y también debe proveer la energía necesaria para
expandir el gas (el trabajo PDV).

7.-Regularización de la temperatura en el cuerpo humano.


La temperatura corporal depende del equilibrio entre la producción de calor y la
pérdida de éste. La temperatura se regula a partir de un proceso complejo, que
incluye 3 mecanismos:

• Termorreceptores, localizados en la piel y en el núcleo preóptico del hipotálamo.

• Efectos termorreguladores, basados en la sudación y la vasodilatación periférica.

• Área de control localizada en el cerebro.

El aumento de la temperatura corporal hace que entren en acción diferentes


mecanismos compensadores. Por un lado, aparecen mecanismos, como la
sudación, la vasodilatación y la hiperventilación, generan una sobrecarga
circulatoria con el consiguiente descenso de las resistencias periféricas, aumento
de la frecuencia y del gasto cardíaco.

Otro mecanismo es el relacionado con el centro termorregulador, el cual estimula


la sed y la necesidad de disipar el calor.

Ancianos, niños y pacientes psiquiátricos tienen disminuido este último


mecanismo, lo que los convierte en individuos especialmente vulnerables a
enfermedades inducidas por el calor.

En definitiva, el organismo humano puede considerarse como un motor que


convierte un combustible, el alimento, en energía. El metabolismo basal consume
entre 50 y 60 kcal/h/m2. Si el organismo no contase con un sistema de
enfriamiento, la magnitud de la tasa metabólica originaría un aumento de un grado
centígrado por hora en la temperatura corporal. Los trastornos por calor se
presentan cuando la producción de calor es más rápida que su eliminación.
Fiebre, hipertermia e hiperpirexia

Si la temperatura corporal medida en la cavidad bucal sube por encima de los 38


ºC, se dice que el individuo tiene fiebre. La temperatura rectal siempre es superior
a la bucal, en concreto 0,6 ºC por encima; esta zona de medida es de elección en
niños pequeños, pacientes graves y pacientes poco colaboradores o
hiperventilados. La temperatura axilar es menor que la temperatura interna, en
concreto está 1 ºC por debajo; es por ello que esta zona se considera poco
precisa.

El fracaso del centro termorregulador, con temperaturas iguales o superiores a 41


ºC, conduce a la denominada hipertermia, la cual se caracteriza por un fallo en los
mecanismos de pérdida de calor. El aumento descontrolado de la temperatura
origina importantes lesiones orgánicas, por lo que la hipertermia implica un
importante riesgo para la salud, de ahí la importancia de un diagnóstico y
tratamiento tempranos.

Si la temperatura es de 41 ºC en un registro aislado, o bien se produce un


incremento de 1 ºC cada 2 horas seguidas o más, se habla de hiperpirexia, cuyo
origen puede ser la fiebre o la hipertermia.

Principales trastornos

La enfermedad causada por la alteración de la temperatura corporal incluye


cuadros leves (los calambres y el síncope por calor), junto con otros que pueden
poner en serio peligro la vida del individuo (el golpe de calor, la hipertermia
maligna, el síndrome neuroléptico maligno, etc.).

Epidemiología

Los trastornos de la temperatura corporal representan un problema de salud a


tener muy en cuenta, ya que según datos del Center for Disease Control and
Prevention de Estados Unidos, entre 1979 y 1997 fallecieron 7.000 personas,
siendo la tasa de incidencia en este país de 26,5 casos por cada 100.000
habitantes. En otras zonas del mundo, especialmente las que cuentan con
grandes zonas desérticas, como es el caso de Arabia Saudí, la incidencia durante
la época estival puede llegar a los 250 casos por cada 100.000 habitantes.

Igual importancia merece el hecho de que los casos de agotamiento por calor
pueden ser 3-4 veces más frecuentes que los casos de golpe de calor fatal.

Etiología

Las elevaciones de la temperatura corporal que no superan los 38 ºC pueden


deberse a causas tan diversas como el estrés, el embarazo, la segunda fase del
ciclo menstrual, el ejercicio, o un ambiente caluroso.

La hipotermia usualmente suele deberse a una lesión hipotalámica, lugar éste


donde se ubica el centro termorregulador; una lesión a este nivel puede
desencadenar una desregulación de la temperatura.

La enfermedad térmica habitualmente suele presentarse por un desequilibrio entre


el aumento de la producción de calor, como ocurre en la hipertermia maligna o en
el golpe de calor por ejercicio, y por disminución de su pérdida, como ocurre en el
golpe de calor pasivo. También puede estar implicado un mecanismo mixto,
situación que se da en el síndrome neuroléptico maligno.

Calambres por calor

Estos calambres son espasmos dolorosos de la musculatura esquelética,


secundarios a la depleción sódica, debida a las pérdidas por sudación. Se
presentan de manera usual en trabajadores o atletas que sudan profusamente,
tras un duro trabajo a temperaturas elevadas.
Los calambres, que son contracciones rápidas, intermitentes y dolorosas,
aparecen cuando el individuo ha terminado su actividad y se encuentra
descansando.

En cuanto a su diagnóstico, lo fundamental son los espasmos dolorosos de los


músculos voluntarios del abdomen y las extremidades; la piel puede estar húmeda
o seca, fría o caliente y la temperatura corporal es normal o algo elevada. Los
exámenes de laboratorio, solicitados en muy raras ocasiones, indican
hemoconcentración e hiponatremia.

El tratamiento se basa en el reposo de la musculatura afectada, junto con la


administración de suero salino al 0,1% por vía oral cada 45 min. Si el paciente no
responde a esta solución, el paso siguiente es la utilización de solución salina
normal por vía intravenosa.

Síncope por calor

Es una reacción sistémica secundaria a la exposición prolongada al calor por


pérdida de agua y sales. La pérdida de agua es causa de sed intensa y debilidad,
que se acompaña de cefaleas, vértigo, hipotensión y taquicardia. No debe
olvidarse que uno de los mecanismos para perder calor es la vasodilatación
periférica, que tiene como consecuencia una redistribución de la sangre en la piel.

El síncope por calor suele ocurrir en personas predispuestas, como ancianos en


tratamiento con diuréticos y deportistas no aclimatados, en los que la
redistribución sanguínea que se acaba de comentar puede disminuir el gasto
cardíaco y la perfusión cerebral, lo que tiene como resultado el síncope, que da
lugar a caídas que pueden causar lesiones graves.
El tratamiento es colocar al paciente en posición de Trendelenburg, con lo que la
mayoría se recupera. Se debe evaluar el estado de hidratación y hacer las
correcciones necesarias.

Las personas con predisposición a presentar síncope por calor deben tener en
cuenta las medidas preventivas siguientes: moverse frecuentemente, flexionar los
músculos de las piernas al estar de pie y sentarse o acostarse cuando aparezcan
síntomas como náuseas o debilidad.

Agotamiento por calor

Si hay altas temperaturas ambientales, las personas expuestas a ellas pueden


experimentar una depleción de volumen, que se traduce clínicamente en el
denominado agotamiento por calor. Su origen hay que buscarlo en una ingesta
insuficiente de agua y electrolitos. Cuando el tratamiento no es correcto, cabe la
posibilidad de que el síndrome progrese a golpe de calor.

Sus síntomas más característicos son malestar general, mareo, debilidad,


náuseas y vómitos. La presencia de un paciente deshidratado, con taquicardia e
hiperventilación es típica al realizar un examen físico del individuo. La temperatura
usualmente está dentro de los límites normales, sin que el sistema nervioso
central esté afectado. Por lo general, no se requieren exámenes de laboratorio.

Respecto al tratamiento, es importante mantener al paciente en reposo en un sitio


fresco y rehidratarlo; la cantidad y el tipo de solución empleada depende de los
hallazgos clínicos; en los casos leves, es suficiente con suero salino al 0,1% por
vía oral; en los casos más graves, se administra solución salina o lactato de
Ringer con suplemento de glucosa al 5%; si la hiponatremia es grave y se
acompaña de intoxicación hídrica, es probable que sea necesario administrar
solución salina hipertónica. En general, los pacientes se recuperan en 12 h, y
puede dárseles el alta sin secuelas.
El golpe de calor también recibe el nombre de insolación, y se caracteriza por ser
una auténtica emergencia médica

Golpe de calor

El golpe de calor también recibe el nombre de insolación y se caracteriza por ser


una emergencia médica auténtica. Se define como una temperatura corporal
superior a 40 ºC en presencia de disfunción del sistema nervioso central; es una
forma de hipertermia que induce respuesta inflamatoria sistémica, la que conlleva
una disfunción orgánica múltiple, donde la encefalopatía es la manifestación
predominante.

En la analítica aparece creatincinasa (CPK) elevada, aunque sin rigidez muscular


(lo que permite diferenciarlo del síndrome neuroléptico maligno), hipernatremia,
hemoconcentración, leucocitosis, azoemia y alteraciones bioquímicas hepáticas.

Hay 2 tipos de golpe de calor: pasivo y activo. El golpe de calor, en su forma


clásica o pasiva, se presenta en condiciones de alta temperatura y humedad
ambiental; las víctimas usualmente son ancianos que viven en hogares con una
ventilación deficiente; no hay sudación en el 85% de los pacientes. Por su parte, el
golpe de calor en su forma activa o asociada al ejercicio ocurre en jóvenes sanos
que han realizado ejercicio extenuante en ambientes muy calurosos; caracterizado
por una aparición mucho más brusca en comparación con la forma clásica, no es
frecuente la existencia de deshidratación e hipovolemia, pero, por el contrario,
suele haber rabdomiólisis, coagulación intravascular diseminada, hipocalcemia e
hipofosfatemia, hipoglucemia, hiperpotasemia e hiperuricemia.

Es difícil diferenciar entre un cuadro séptico grave y un golpe de calor, aunque en


la sepsis la temperatura no suele aumentar por encima de 41 ºC y suele ceder con
medidas de enfriamiento. En ocasiones, el cuadro puede confundirse con una
meningitis por la aparición de fiebre y alteraciones neurológicas, pero tanto la
tomografía computarizada craneal como la punción lumbar son rigurosamente
normales. Se trata de un diagnóstico de exclusión, donde es importante la
sospecha clínica. Son signos de mal pronóstico los siguientes:
• Temperatura superior a 42 ºC.

• Paciente con más de 50 años.

• Síntomas neurológicos graves.

• Shock.

• Distrés respiratorio.

• Coagulación intravascular diseminada.

• Acidosis láctica.

El tratamiento es urgente, ya que, dependiendo de la rapidez del diagnóstico y de


este tratamiento, la mortalidad puede ser muy elevada. Además, las secuelas
pueden ser graves: síndrome cerebeloso, desarrollo prematuro de cataratas,
disfunción miocárdica subclínica y disfunción renal.

El tratamiento se dirige a la eliminación inmediata de la hipertermia y al apoyo de


los órganos vitales. Una medida práctica es sumergir al paciente en una bañera
con agua helada: habría que desnudar al paciente y cubrirlo con agua y pedacitos
de hielo, pudiendo mejorarse la refrigeración con un ventilador dirigido hacia el
paciente; la alternativa es utilizar compresas de agua fría, pero se debe tener la
precaución de mantenerlas muy frías y cambiarlas a menudo. El contacto con el
hielo produce vasoconstricción, y así se dificulta el enfriamiento; para evitar este
efecto, se aconseja realizar un masaje corporal continuo durante todo el tiempo
que dure el enfriamiento.
Se evitarán las fricciones con alcohol, dada su potencial peligrosidad (intoxicación
por alcohol). La aspirina no es un fármaco eficaz en esta situación, puesto que su
mecanismo de acción se basa en restablecer un valor normal para el nivel crítico
del termostato corporal que se encuentra elevado cuando hay fiebre; sin embargo,
en el golpe de calor, el nivel crítico se mantiene en su valor normal, aunque el
organismo sea incapaz de eliminar el calor necesario para que la temperatura
corporal se ajuste a él.

Al mismo tiempo que se procede al enfriamiento, habrá que conservar las vías
aéreas permeables y una ventilación adecuada, prestando atención a la infusión
de líquidos intravenosos, que pueden ser suero fisiológico o lactato de Ringer. La
hipotensión debida a la imposibilidad de aumentar el gasto cardíaco o la depleción
de volumen, se trata con la administración de entre 250 y 500 ml de líquido por vía
intravenosa durante unos minutos, y vigilar la respuesta por medio de la presión
arterial o la presión venosa caudal. La reposición de líquidos se mantiene hasta
que se normalice la presión arterial o se eleve la presión venosa central.

Cabe la posibilidad de que durante el enfriamiento tengan lugar violentos


escalofríos, que pueden ocasionar convulsiones y generar calor. La clorpromazina
intravenosa es el fármaco de elección, ya que disminuye los escalofríos, al igual
que el consumo de oxígeno y dilata los vasos sanguíneos, con lo que se favorece
el enfriamiento.

Especial mención merecen los trastornos electrolíticos, que deben vigilarse


atentamente, de modo que si aparece hipopotasemia junto con acidosis, la
deficiencia de potasio debe reponerse rápidamente, aunque sin olvidar que la
hiperpotasemia puede ser mucho más peligrosa que su correspondiente déficit.

Hipertermia maligna

Su aparición puede tener lugar después de administrar anestésicos (halotano,


isoflurano, éter, etc.) o relajantes musculares tipo succinilcolina, o bien también
puede darse en individuos predispuestos. En el 50% de los casos, el mecanismo
de herencia es autosómico dominante.

La sintomatología de la hipertermia maligna incluye:

• Alteración en la regulación del calcio conducente a contractura muscular, que se


traduce en rigidez muscular general.

• Aumento de lactato, de CO2 y del consumo tisular de oxígeno, lo que eleva la


temperatura progresivamente hasta más de 42 ºC.

• Hipotensión, arritmias, cianosis, acidosis metabólica e insuficiencia respiratoria,


rabdomiólisis y coagulación intravascular diseminada por fallo multiorgánico.

Esta sintomatología puede hacer acto de presencia de forma aguda, o bien de


manera insidiosa. Aproximadamente muere el 10% de los afectados como
consecuencia de la fibrilación ventricular y del edema cerebral.

Respecto al tratamiento, éste ha de ser de carácter urgente, e incluirá suspensión


de la anestesia y administración de dantroleno hasta que cedan los síntomas.
Simultáneamente, deberá provocarse una diuresis forzada y se iniciarán medidas
de enfriamiento agresivas junto a hiperventilación con oxígeno al 100%.

La prevención de la hipertermia maligna pasa por la realización de una historia


clínica exhaustiva, que deberá recoger los antecedentes personales y familiares
de problemas con la anestesia.

Síndrome neuroléptico maligno


El síndrome neuroléptico maligno es un trastorno de aparición rara, observado
más frecuentemente en varones jóvenes con enfermedades psiquiátricas que
toman neurolépticos, con mayor riesgo si se asocian con litio y antidepresivos. De
carácter idiosincrásico grave, es un cuadro potencialmente fatal.

Su incidencia es de aproximadamente 0,4-2,4% de los pacientes tratados con


neurolépticos, y es mayor en varones que en mujeres, con una proporción 2:1. La
existencia de un patrón constante de incidencia más elevada en varones, se
atribuye a la tendencia de los facultativos a instaurar un tratamiento más intenso
en varones, debido a que los varones psicóticos son más violentos que las
mujeres enfermas.

La deshidratación, el calor y el ejercicio muscular intenso son situaciones que


favorecen la aparición de este síndrome. Su fisiopatología gira en torno a diversas
acciones ejercidas por los neurolépticos sobre el funcionamiento del sistema
extrapiramidal y del hipotálamo; una de las hipótesis indica que la causa debe
estar mediada por la reducción de la actividad dopaminérgica en el sistema
nervioso central, y afectar a los núcleos de la base y al hipotálamo. El descenso
en la actividad dopaminérgica explica la hipertermia y el fallo multiorgánico que
tienen lugar en este síndrome.

La sintomatología es de aparición insidiosa, y es más frecuente en los primeros


días de tratamiento, aunque también puede aparecer 5-10 días después de
haberse suspendido la medicación. Los síntomas incluyen:

• Hipertermia, generalmente tardía.

• Síntomas extrapiramidales (rigidez muscular general, disartria, sialorrea,


catatonía, parkinsonismo y distonía).

• Disautonomía (sudación profusa, incontinencia urinaria, labilidad de la tensión y


de la frecuencia cardíaca).
• Fluctuación del estado mental.

• Rabdomiólisis, en la que la CPK llega a valores 100 veces superiores a los


normales.

• Hipoxemia, leucocitosis y acidosis mixta.

La muerte se produce en el 10-22% de los casos, y es frecuente la neumonía


aspirativa, la embolia pulmonar y la insuficiencia respiratoria aguda. El tratamiento
incluye las medidas siguientes:

• Administración de fluidos por vía intravenosa de forma rápida con el fin de


expandir súbitamente el volumen intravascular, deplecionado por la deshidratación
y la fiebre fundamentalmente. Se aconseja la infusión de soluciones cristaloides.

• Utilización de medidas de enfriamiento radicales para controlar la hipertermia.

• Si se presenta hipertonía, deberán administrarse relajantes musculares. El


dantroleno ha resultado útil en numerosas ocasiones, debiendo administrarse una
dosis en bolo de 1 mg/kg intravenoso, y después se repite la administración cada
1-3 min, hasta obtener la relajación muscular.

• Los agonistas de la dopamina, entre los que se incluye la bromocriptina, pueden


administrarse por vía oral o por sonda nasogástrica en dosis de 2,5-10 mg, 2-6
veces al día.

• Los antagonistas del calcio, como el nifedipino, han resultado útiles para
controlar la hipertensión, la fiebre, la taquicardia, la incontinencia urinaria, la
rigidez y el estupor. El mecanismo de acción de estos efectos no está totalmente
aclarado.

Hipertermia por fármacos

La hipertermia por fármacos (tabla 2) se debe sospechar en jóvenes sin


antecedentes de realización de ejercicio intenso, que presenten hipertermia debida
a una hiperactividad muscular. Aparecen sudorosos, agitados, delirantes, con
contractura muscular generalizada; puede aparecer estatus epiléptico. No
depende ni de la dosis, ni de la vía de administración del fármaco. Conlleva una
alta mortalidad. El tratamiento se basa en el empleo de dantroleno y agentes
curarizantes.

CONSEJOS DESDE LA FARMACIA

Medidas preventivas

El farmacéutico puede contribuir a la difusión de las medidas preventivas que


evitan muchos de los trastornos de la temperatura corporal, algunos de ellos
potencialmente mortales. Como sabemos, buena parte de las alteraciones de la
temperatura corporal están íntimamente ligadas al calor. Seguidamente se dan
algunos consejos básicos que contribuyen a prevenir el daño por calor en todas
sus formas:

• Evitar la exposición al sol y el ejercicio físico en las horas centrales del día.

• Protegerse del sol adecuadamente, ya que las quemaduras solares dificultan la


disipación del calor.
• Mantener una buena hidratación durante todo el día, sin esperar a tener sed para
beber.

• Beber especialmente antes, durante y después del ejercicio físico. Se puede


tomar agua y, aún mejor, soluciones isotónicas.

• Reducir la actividad física en la medida de lo posible, si la temperatura y la


humedad son elevadas.

• Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas.

• En verano, usar ropa ligera, de colores claros y holgada, adecuada a la


temperatura.

• No abrigar excesivamente a los niños durante la época de calor.

• Ventilar adecuadamente las viviendas

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