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Pero Parsons nos señala entonces que la educación en su éxito mismo, es decidir, por su
extensión y su mejora, puede tener consecuencias peligrosas: el número de los
«abandonados» aumenta, y de ahí que la delincuencia juvenil no pueda sino agravarse.
En otros términos no es posible evaluar el buen funcionamiento del sistema de enseñanza
fundándose en los criterios exclusivos de la escuela
Al lado de esto se expande el área para la asociación con compañeros de igual edad sin
supervisión adulta detallada. Estas asociaciones están ligadas a Ia familia, por un lado
dado que la casa y espacios de los niños vecinos y las calles adyacentes sirven de
lugares para sus actividades; y a la escuela, por otra parte, dado que los periodos de
recreo, así como de Ida y vuelta a la escuela, proporcionan ocasiones de asociación
•informal, aun cuando actividades organizadas fuera del curso se introduzcan solamente
más tarde. Modos de proporcionar actividades de este tipo de supervisión adulta, se
encuentran organizaciones tales como los boys y girls scout. Dos características
sociológicas de los grupos de iguales a esta edad resultan particularmente chocantes: una
es la fluidez de sus límites con niños que entran y salen de las asociaciciones. Este
elemento de asociación voluntaria contrasta fuertemente con la pertenencia adscrita del
niño a la familia y a la dase escolar sobre las que no tiene control. La segunda
característica es la rígida segregación por sexos de los grupos de iguales. En un grado
muy fuerte esto se halla reforzado por el niño mismo antes que por los adultos
Las funciones psicológicas de la asociación de iguales se hallan sugeridas por estas dos
características. Por una parte, d grupo*de iguales puede ser considerado como campo
para el ejercicio de la independencia del control adulto; de aquí que no sea sorprendente
que sea a menudo un foco de conducta que va mas allá de la independencia de los
adultos hasta el rango de conducta desaprobada por ellos; cuando, esto ocurre, se trata
de tierra fértil para a caída de los extremistas en la delincuencia. Pero otra función muy
importante consiste en proporcionar al niño una fuente de aprobación apreciación no
adulta. Estas dependen de los criterios «técnicos y «morales»: tan difusos como se
requiera para la situación escolar. Por otra parte, el grupo de iguales es un campo para la
adquisición y exhibición de varios tipos de proezas, para los muchachos es especialmente
la proeza física que puede convertirle más tarde en logro atlético. Además de lo que se
trata es de ganar aceptación por parte de los iguales deseables por medio de la
pertenencia a] grupo, lo que conduce más tarde la concepción del popular :Teen-eger, del
«tipo bien». De modo que a los padres se añaden los iguales en edad como
fuente de recompensas para el logro y de seguridad en la aceptación.
La segregación de los sexos practicada por los grupos de iguales durarte el período de
latencia —preadolescencia— puede ser considerada coco un proceso» de re-formámieato
de b identificación con el rol determinado por el sexo. Al asociar cada vez más sea iguales
del mismo sexo y al comprometerse en actividades reservadas a este sexo, los niños
refuerzan estrechamente sus lazos con otros miembros del mismo sexo, oponiéndose así
con más firmeza al sexo opuesto. Esto a esencial. , ya que en la escuela mixta actúa un
conjunto de fuerzas que minimizan la diferenciación de roles según sexo
Hay observar que este modelo de rol según el sexo durante el período de latencia, en
lugar de institucionalizar ciertas relaciones con los miembros del sexo opuesto, se
caracteriza por un rechazo de tales relaciones, que no conducen al filtro más que a partir
de la adolescencia. Esta repugnancia se halla ligada netamente al pro- ceso de
reorganización^ de los componentes eróticos de La estructura de las motivaciones.
Los objetos preedípicos de la relación erótica eran a la vez intrafamiliares y
pertenecientes a la generación precedente. En esto dos puntos se produce en el niño un
cambio radical al alcanzar la edad adulta. Me parece que una de las principales funciones
de este tipo de rechazo es ayudar a superar la dificultad psicológica niño a ser capaz de
ligarse más tarde a un compañero de la misma edad y el sexo opuesto.
Respecto a esto, sostengo que lo que se ha interiorizado, per medio del proceso de
identificación, es un modelo recíproco de relaciones de rol, A menos que la interiorización
fracase totalmente, no solamente se interiorizara' un aspecto de la acción, sino los dos.
Se pondrá, sin embargo, el acento en uno u otro, de suerte que ciertos niños se
identificarán más con el agente señalizador y otros con el rol opuesto. Así, en la edad
preedipica, el niño independiente se identifica más con su padre o su madre, mientras que
el niño «dependiente» se identifica con el rol del niño en .relación con uno u otro de sus
padres.
En la medida en que la clase tiende a dividirse en dos —aunque esta dicotomía está lejos,
desde luego, de ser absoluta—, tiende a hacerlo en general, por una parte, sobre la base
da una identificación con el profesor o sobre el reconocimiento de su rol como modelo, y
por otra, sobre una identificación con d grupo de iguales del alumno. Esta división de la
clase, en fundón ce una identificación con el profesor o con el grupo de iguales,
corresponda de una manera tan chocante a la distribución de los alumnos destinados al
colegio y los que no lo son, que no puede impedirse emitir la hipótesis de que esta
dicotomía estructural a nivel del sistema escolar es la primera fuente de la dicotomía
selectiva. Esta relación se halla confundida en los detalles, pero no más, desde luego, que
en otros numerosos dominios de complejidad analítica similar.
Estas reflexiones nos conducen a interpretar algunas de las características del rol
desempeñado por el profesor de escuela elemental en la sociedad americana. La primera
etapa esencial de la socialización, después de la realizada en la familia, se desarrolla en.
la escuela elemental, de modo que parezca razonable aperar que la imagen que el niño
se hace de su profesor sea una combinación, de parecidos y diferencias con la que tiene
de sus padres. La mujer profesor se caracteriza, pues, por una superioridad general,
poseída igualmente por los padres, que le confiere su status de adulto respecto a los
niños. No se halla ligada, sin embargo, de manera definida a sus alumnos, lino que realiza
un rol profesional —rol, por lo demás, que solidariza estrechamente entre sí y con ella a
los receptores de rus servicios—. Además, su responsabilidad, comparada con la de los
padres, es mucho más general, lo que, como hemos visto; se" halla reforzado por la
dimensión de la clise; se interesa igualmente mis en el resultado, que en las
«necesidades» emocionales de los niños. No se dedica a suprimir la distinción entre
buenos y malos alumnos, aun cuando el pequeño Johnny sufra por no poder estar entre
los buenos. Un gran número de tendencias en esa dirección aparecen, sin embargo,
como modelos desviados. La madre, al contrario, debe dar prioridad primera a las
necesidades de su hijo, independientemente de las aptitudes de este último.
Pero es esencial al mismo tiempo que el profesor no sea una madre para sus alumnos e
insista en reglas validas para todos, así como con recompensas diferentes según el éxito
obtenido. Por encima de todo, la profesora debe ser el agente que sus (?) y legitima una
diferenciación de clase en fundón de los resultados escolares. Esté aspecto de su rol se
acentúa por el hecho de que, en la sociedad americana, el rol femenino se halla menos
estrechamente confinado en el medio familiar que en la mayoría de las otras sociedades,
uniéndose al rol masculino en lo que concierne a ciertas preocupaciones profesionales o
asociativas, permaneciendo, sin embargo, relativamente, dependiente de la familia. Al
identificarse con su profesor, los alumnos de Ios dos seres aprenden que la categoría <
mujer» no se asimila a la categoría «madre» —7 futura mujer—, sino que la personalidad
Implicada por el rol femenino es más compleja que esto.
Respecto a esto, existe quizá un lazo de unión con la cuestión en otro tiempo
controvertida del matrimonio de las profesoras. Si la distinción entre lo que podemos
llamar elementos maternales y profesionales del rol femenino no es perfecta ni segura, se
puede evitar una confusión entre los dos categorías, de modo que no designen las
mismas. personas. La anciana profesora de la tradición americana parece así haber
renunciado al rol maternal en favor del profesional1
Desde hace algún tiempo, sin embargo, el interés propiamente afectivo atribuido. Al
problema de las enseñantes casadas ha disminuido notablemente, mientras que la
participación real ce estas últimas ha aumentado considerablemente. Se puede demos
tratar que este cambio está ligado a una modificación del rol femenino, y la prueba más
manifiesta es la sanción, por la sociedad en general, de la participación de las mujeres en
la población activa, no solamente antes de su matrimonio, sino igualmente después.
Estaría tentado de interpretar esto corno un proceso de diferenciación estructural, en el
sentido de que la misma categoría de personas sea autorizada e incluso estimulada a
comprometerse en un conjunto de funciones más complejas que antes.
1
Es interesante observar que el sistema de la escuela parroquial católica corresponde a la
antigua tradición americana general, en que el profesor a frecuentemente una religiosa. El
único punto que varía es una simbolización religiosa marcada por una diferenciación
religiosa entre la madre y la profesora.
Socialización y selección en la escuela elemental
Existe, sin embargo, una segunda condición: el rigor de este modelo de evaluación que es
suavizado teniendo en cuanta las dificultades y necesidades del niño: aquí en donde el
carácter casi maternal del profesor desempeña un gran papel. A través de él sistema
escolar ayudado por los otros sistemas, intenta reducir las inquietudes que entraña la
obligación de aprender procurando, un cierto soporte emocional definido en términos de lo
que se debe a un niño de una edad dada. En esta cuestión, sin embargo, el nivel de la
escuela es relativamente importante. La base de este a poyo se produce en casa, como lo
hemos visto se ve muy reforzado por los grupos de iguales no formales a los que se
asocia el niño. Parece que el desarrollo de modelos externos de alienación en la escuela
se deba, en diferentes planos a un apoyo insuficiente.
2
el resumen que sigue se ha realizado partir de la obra de Parsons T.:Barraitts.R. F„
y colaboradores Family, Socioalization and Lateraction Parson, Glrnroe Free Piess
cap IV
intervienen también toda una serie de influencias concurrentes en la consolidación de
diversas expectativas consideradas como niveles como niveles de aspiración de los niños.
Una cifra de diferenciación entre los grupos de amigos se produce general mente en esta
perspectiva aunque sea preciso observar que no es total de ningún modo y que los niños
no solo son sensibles a las actividades de sus amigos, sino igualmente a la de los otros