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César Vallejo entre la angustia 9 la esperanza (César Vallejo ierumpe en In escens de It poesia hispa noamericana 4 principio de los fos veite, es desir, que fu obra es contempordnes de lade Vicente Huidobro en ‘América, y, con pocos acs de diferencia, de In de los poets del 27 en Espafa Es la épocu de las lamadas van snardiasy dela poesia «experimental gue, en el mundo hispinico consiuye, como lo he enundado Emir Rode gucz Monegal,eune puesta al dia de los isos europeot una ligoldacin spasonada del modernismos, 0, mis bien, de los tépicor y clings en que habla degenerado cl ‘modernismo deide mucho antes inckao de In muerte de Dao, eo 1916. Lor mor vanguardivas, sin. embargo, reaultrkn pronto tan escoésticos y folzados como el ‘mal moderniamo decadent, A fucrea de clear novedsos rmodelos foréncos y de splicar ideas importadas sobre Ia cxpevimentacion poética, la poeslahispanoamericana se smemiza, 0 mejor dicho, sique tan anémics como ciando ‘aleaba fos divios neoclsicistas, romnics 0 parnasia tor. Rubén Darlo, ompiendo con el calco seril de las ccuelas, insulando un esprine de libertad ereadors en Ja facigads literatura hispénice fniseclar, abla. repre- senuado la gran revelucién podtca en su pecs, Ie gue ‘evivifeé por un larg period la crac Ieraria en len fue espaSoa. En la encrucjda de lon af vente teins, Y entce Ia estrdenci y los manifests de las vanguard, ° ‘x quid Vallejo quien encarna dela manera més cabal la Iiherad del lenguse pogico: sin rece, sin ideas pre concchidas sobre lo que debe ser In poesia, ol poet Pe ‘anno bocer entre In angusta la esperanza en busca de se lie, 9a et de at Biss oo engine Ese acento se puede hallar ya en el primer libro del poets, Lot Beraldos negror,publicado en 1919 Slo que {neste libro ay. dos libros, dos formas de poess, dot fonos o acento diferentes, y hasta opuests. Uso es el ‘acento orginal de Vallejo, abrupo, interrogate, caviloso, Therméico, 9 que se reste 4 todo intento de cases cién, jreductible como es a cualquiera de las mancret liters entones en bogs pero, coexistendo con él, do- ‘mina en varios poems todavia un estilo modernista as. {ante trasnochado en el que es patente Ia induencia de Darfo y, sobre todo, de Herrera y Reistg, 0 motivos y imarchamos del simbolismo francés reogidos en ttaduc- cones espafolas de Albert Samain y Materlinc, Vis Dlemente en su primer libro Vallejo extd buscando, con ier inctmoda perpleidad, su propia expresén, pero It persistencia tarda dl simbolism y el modemista en es tos pocras indica ya que el poeta, al emprender ro cbt, ne rae de pen teres 0 ene ee ‘modelo de Ia escritura modernists por ningin otro mo- elo que no surja dizectamente de ny intoicién’ simbo- listas y modernists eran, sepuramente, por los afios en ‘que foeron compuestos Las eraldor nepor, las. prin Pues lerura de Vallejo, Natoralmente parte de es esc tua que lo impregnaba, y naturalmente labora otra, qoe se deuarola no’ partic de le aplicaciin de lt nuevas ‘ormas 0 modelos de las vanguardia, sino de sv propia Y secrets intuicin. Vallejo no reviste los ropajes bigs rads del moderisme sino para arrojarlos con impscien- TT Ragan Los edd eros foe impren en 1918 —y oe MI gr on rnd cl i 10 «is, y liam, segén tetimonio de su amigo dejuventod Suan Espejo Asturizags tenfa concenca de que la es ‘ica modernists Ie ers aena: «Vallejo se dolla, y To ma- sifesté en més de una oportunidad, de haber incuido en fa primer libro poemas que no pertenecan a su propia asec. Algunas de sos més festejadas composiciones las ‘scomaba de extar reliadas con una tfeiea que o le pet fenecia» No obstamte, nos parece necestrio aclarar un onto gue piers dar orgen confsiones: la admire: in que profesa Vallejo por Datio es cabely sn eseras, pero ve cxclosvamente «la vitaldad ereadora del gran Blaragiense, a su poesia desnuda y desgarrada entre ls vide y a muerte, a a universlidad de at von: ay Dao {qe pass con su lira enfitaden, Del mismo modo, Ia ie fisenis de Herrera cs profunds y dedsiva, y persiste, ‘creemos, mée alld de la ella exterior que deje en poe ‘nas del primer libro como «Ba los dlamos» 0 los sone- tos de +Nostalgins Imperiale: persiste subterrinen teas en la obra mis medura del peratno através dee carfeter abstractvo y expresioniss. Sila llamamos «af idede mos que sinfluenca» extaremos soguramente més czrea dela verdad. Ello es que lo que interesiba = Ve Tejo en la literatura simbolistaen general eran los slbo- lo, 50 la imagineta ni los t6picos ornamentals. Si en or beraldor negro: sbundan las imigenes de facture mo- dernista(y el tulo mismo del poems liminar que de st rombre «todo el libro es una de lls), 20 et Gertamen: te, por lo menos en los poemas mds personales, por seg tina mod litereria ya cada, tino porque el poets es onsciente del valor simbélico que puede encerrar una fmagen:signo visible que nos remite «lo invisible Hay, pues, en estos primers poemas una tesin entre {oraas convencionaesimitadas sin convicié, y la intl cién y Is expres originales que pugnan por romped Ena tensin er pereepible tanto en lor poems meals: Y erticon de «Plafones files», *Buzors, «De la Tie- fav y «Troenoss, como en lor cromos dc insplzacién Tocaita y boedlica de «Nostalias imperialess, ea los " que predomins el tema del indio, del campo sero, del ferruio; estos poemitas descriptves proceden, cvidente mente, de Herrera y Reisig, aunque modiicado per Ia influenciaindigenissentoncesseiante: Fone y Melam- po se han transformado en campesinos setranoy, las Ha tas pastoris en quenssinctices Poesia convenciona, in da, en gran parte. Y, no obstante, hay algo mis: jo tl corsé de las formas adventiciaslaten la emocio ya nostalgia, el apego ala tera andina de un hombre Que ya antes de salir del Per, en la ciudad costeia de Trujt lo primero, en Lima despots, se venta desterado: dee terrado del hopar, que © confinde con el lugar natal, qoe se confunde con in patria. La patria es el entorno andino ‘on su poblador, el campesino indi y serrano. Més tarde, en Pars el indo, esencaliaado y apigantado pot la dis ‘aociay te nostalgia, serd prototipo de hamanidad: «Indio despods del hombre y antes de cle; y la sites perusna, simbolo de patria universal: «(Sierra de mi Per, Peri ‘el mundo, /'y Peri al pie del orber yo me adhier!» EI tema indigenistay'tlirco et, de todos modos, cn Los beraldos negros, scundaio: In vocacign del verdad 10 Vallejo es rumiar obseiones mis que describir paises ‘cantar la rz. Y estas obsesones tal como se delinean yx marcadamente en los_primeres poemar, son (proce dlendo en gtan parte de los grandes romnticos) a ney rita del destino del hombre, so agonia entre el tiempo y Ia muerte, ol desamparo y la oxfandad humana, el len clo de Dios, , por encima de todo, la necesied inexpl cable del dolor y del mal que el hombre ha de asumit Sin comprender, fos golpes del destino que nos caen sin ‘ge sepamos de dénde ni por qué: «Hay golpes ea la vida tan fuerts... Yo no sél» Este ayo no ss en el umbeal dela obra, resonaré como un tena interminable a lo largo de toda la trayectoria poctica de Valeo. De entrada ‘bof encontramos con la presencia ircbatible, injustice ble de los oseuros mensaeros dela mucre, 9 el hombre desamparado, aénito, vuelve ls ojos ecomo cuando por sobre el hombro nos llama na palmadan; vacve le jor 2 po nove sino mister y nicl, yl ico que puede, Todoio que mabe, cx monte angstiado: «70 0 3 Cree clmal por tsses que ignoramony, dnt ace ‘bie ture el pots, y de ai, de cc imino expen tle del mac wet oxcro de dele, de ep Dida grata que se manifesta en ete ports ye fuode po toda in obs: todo lo vis / ee cpors, como charco de clps, ra mirada». Las casas del mal fe ecbatrec «ln mids del home, , periment, el hombre mismo el que rent capable sso pr haber ‘vido. As! enconttamos dende el prnciio de Ia cbr, Frente «le cerumbre del sutineno. gc se express 5 us tono de camprobea sexo y atte (

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