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LÍMITES A LA AVERIGUACIÓN DE LA VERDAD

Limites probatorios al Estado – 3 principio políticos


1. Legalidad procesal: el Estado está obligado a investir todo lo que se le presenta.
Delitos de acció n pú blica y de instancia privada previa conformidad para instar la acció n de la víctima.
2. Principio de oficialidad: solo el Estado es quien ejerce la persecució n penal.
3. Limites formales a la averiguació n de la verdad. El fin del proceso es la bú squeda de la verdad material,
propiamente dicha y la aplicació n de la ley penal sustantiva.
En cuanto a los limites formales a la averiguació n de la verdad tenemos la prohibició n de autoincriminació n
forzada  como consecuencia tenemos la posibilidad de negarse a declarar sin que ello implique prueba de
culpabilidad. No se puede declarar forzadamente en su contra porque no hay libertad, consentimiento, por
ende, es nulo si no tiene consentimiento. La indagatoria es un derecho, un acto de defensa, por eso no se lo
puede obligar a declarar.
Actualmente, el Estado para llevar adelante la imputació n goza de un abanico eterno para saber qué paso, la
diferencia es que ese principio que antes era absoluto, ahora está relativizado, a partir de la existencia de
ciertos límites, que hacen preferibles frustrar la eficacia del proceso o de descubrir la verdad a violar derechos
y garantías constitucionales.
La imposibilidad de utilizar al imputado como sujeto de prueba: reposa en el fundamento de que nadie puede
ser involuntariamente la causa de su propia condena.
De allí se desprende la Prohibició n de la autoincriminació n forzada, es decir, una persona puede auto
incriminarse penalmente sin vicios, sin que sea forzosa. La voluntad está compuesta por discernimiento,
intenció n y libertad.
En la extracció n de sangre, prueba objetiva, resultado objetiva, el imputado seria objeto de prueba; requiere
injerencia mínima y no implica voluntad. En el caso de la alcoholemia requiere voluntad, no se puede hacer
compulsivamente.
REGLA DE EXCLUSIÓN – derivado del punto 3
Para nuestro sistema jurídico los medios de prueba obtenidos en violació n a las garantías constitucionales no
son admisibles como prueba de cargo, es decir, que se excluye la prueba del proceso.
Se ha hablado de la necesidad de salvaguardar los derechos de los individuos que emanan de la Constitució n
Nacional, de modo de privilegiar el respeto de su dignidad y a los derechos esenciales que de allí derivan. En la
comparació n de los valores en juego, tienen supremacía constitucional (por sobre la averiguació n de la verdad
a toda costa).
Doctrina del árbol venenoso
Tuvo su origen en EEUU. En el caso “Silverthorne”, la Corte estadounidense decidió que el Estado no podía
intimar a una persona a que entregara documentació n, cuya existencia había sido descubierta por la policía a
través de un allanamiento ilegal. Posteriormente, en el caso “Nardone”, ese tribunal hizo uso de por primera vez
de la expresió n “fruto del á rbol venenoso”, al resolver que no só lo debía excluirse como prueba en contra de un
procesado grabaciones de sus conversaciones efectuadas sin orden judicial, sino igualmente otras evidencias a
las que se había llegado aprovechando la informació n que surgía de tales grabaciones.
Conexió n causal de elementos probatorios se excluyen por estar íntimamente vinculado en la prueba ilícita.
SALVO cause independiente o fuente, que se llegue al mismo resultado sin usar prueba ilícita o ilegítimamente
incorporada al proceso. “el delito no puede rendir frutos” Á ngela Ledesma.
Doctrina del fruto del á rbol envenenado  hace referencia a una metá fora legal empleada en algunos países
(Argentina y Estados Unidos al menos) para describir evidencia recolectada con ayuda de informació n obtenida
ilegalmente. La ló gica de la frase es que si la fuente de la evidencia (el "á rbol") se corrompe, entonces cualquier
cosa se gana de él (el "fruto") también lo está. Esa evidencia generalmente no es admisible ante los tribunales.
La evidencia sería excluida bajo la doctrina del fruto del á rbol envenenado. El descubrimiento de un testigo no
es evidencia en sí misma porque el testigo es atenuado por entrevistas separadas, testimonio de la corte y sus
propias declaraciones.
La doctrina está conforme a tres excepciones principales. La evidencia corrompida es admisible si (1) fue
descubierto en parte como resultado de una fuente independiente, impoluta; (2) se hubiese descubierto
inevitable a pesar de la fuente corrompida; o (3) la cadena de causalidad entre la acció n ilegal y la evidencia
corrompida es tenue.
Se ha entendido que, siendo el procesamiento inicial violatorio de garantías constitucionales, tal ilegalidad se
proyecta en todos aquellos que son su consecuencia y que se ven así alcanzados o teñ idos por la misma
ilegalidad. No só lo resultan inadmisibles en contra de los titulares de aquellas garantías las pruebas
directamente obtenidas del procedimiento inicial, sino ademá s todas aquellas otras evidencias que son “fruto”
de la ilegalidad originaria.
 RAYFORD (CSJN 1986)
Hechos: Rayford, un americano con escaso dominio del españ ol y en trá nsito por nuestro país, había sido
detenido por el delito de tenencia de estupefacientes. La sustancia en cuestió n había sido secuestrada de su
domicilio por personal policial, luego de que aquel “no opusiera reparos” a la inspecció n de su vivienda sin
orden judicial. Camino a la Comisaría, Rayford entrega a los policías una tarjeta personal de quien le había
suministrado la droga, el menor B, quien, en base a ese dato, fue también detenido. Otro menor LS, proveedor
de B, fue también detenido. Ambos menores de edad confesaron su participació n. Rayford fue acusado por el
delito de tenencia, y los menores por el de suministro.
Al momento de alegar la defensa de Rayford cuestionó la validez del allanamiento y secuestro de las drogas.
Mientras que las defensas de los menores no plantearon cuestió n alguna. En virtud de ello los tres fueron
absueltos por la ilegalidad del primer allanamiento. El fiscal apeló .
Llega a la Corte por la interposició n de recurso extraordinario por parte de la defensa del menor B.
CSJN: dijo que no era posible sostener que la validez o invalidez de tales actos afectara só lo el interés del
coprocesado Rayford, puesto que fue a partir de la inspecció n realizada en su domicilio que se desenvolvieron
los distintos pasos que llevaron a la incriminació n del menor B en la causa.
Los acontecimientos sucedidos en el domicilio particular de Rayford resultan íntimamente relacionados con la
detenció n del menor B. corresponde aplicar la regla de la exclusió n de cualquier medio probatorio obtenido de
vías ilegítimas. Y atento a que no hubo varios cauces de investigació n sino uno só lo, cuya vertiente original
estuvo viciada y contaminó todo el proceso, corresponde absolver a los tres imputados.
FIORENTINO (CSJN 1984)
Hechos: Fiorentino fue detenido por una comisió n policial cuando ingresaba con su novia al edificio donde vivía
con sus padres, y al ser interrogado reconoció espontá neamente ser poseedor de marihuana que guardaba para
consumo propio en su casa, por lo que habría autorizado el registro domiciliario. De eso modo secuestraron de
su dormitorio cigarrillos y semillas.
CSJN: introdujo tres principios para salvaguardar los derechos fundamentales:
- El referido a la necesidad de orden escrita emanada de autoridad judicial para allanar un domicilio.
- La invalidez del consentimiento prestado en ocasió n de un allanamiento policial sin orden.
- La llamada teoría del fruto del á rbol envenenado. Establecida la invalidez del registro domiciliario,
igual suerte debe correr el secuestro de marihuana practicado en esas circunstancias. Reconocer la
idoneidad de tal prueba para sustentar una condena, sería admitir la utilidad del empleo de medios ilícitos
en a la persecució n penal.
El Estado no puede delinquir, ni violar la constitució n y ese delito o violació n no puede ser utilizado para
condenar al imputado.
INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO
Art. 18 Constitució n Nacional “El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los
papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su
allanamiento y ocupació n.” La ley que determinará en qué casos es el CPPN en el art. 224  auto emanado y
fundado.
Art. 224 CPPN. – Registro. Si hubiere motivo para presumir que en determinado lugar existen cosas
vinculadas a la investigació n del delito, o que allí puede efectuarse la detenció n del imputado o de alguna
persona evadida o sospechada de criminalidad, el juez ordenará por auto fundado el registro de ese lugar.
El juez podrá proceder personalmente o delegar la diligencia en el fiscal o en los funcionarios de la policía o de
las fuerzas de seguridad. En caso de delegació n, expedirá una orden de allanamiento escrita, que contendrá : la
identificació n de causa en la que se libra; la indicació n concreta del lugar o lugares que habrá n de ser
registrados; la finalidad con que se practicará el registro y la autoridad que lo llevará a cabo. El funcionario
actuante labrará un acta conforme lo normado por los artículos 138 y 139 de este Có digo.
En caso de urgencia, cuando medie delegació n de la diligencia, la comunicació n de la orden a quien se le
encomiende el allanamiento podrá realizarse por medios electró nicos. El destinatario de la orden comunicará
inmediatamente su recepció n al Juez emisor y corroborará que los datos de la orden, referidos en el pá rrafo
anterior, sean correctos. Podrá usarse la firma digital. La CSJN o el ó rgano en que ésta delegue dicha
facultad, reglamentará los recaudos que deban adoptarse para asegurar la seriedad, certidumbre y
autenticidad del procedimiento.
Cuando por existir evidente riesgo para la seguridad de los testigos del procedimiento, fuese necesario
que la autoridad preventiva ingrese al lugar, primeramente, se dejará constancia explicativa de ello en el
acta, bajo pena de nulidad.
Si en estricto cumplimiento de la orden de allanamiento, se encontrare objetos que evidencien la comisió n de
un delito distinto al que motivó la orden, se procederá a su secuestro y se le comunicará al juez o fiscal
interviniente.
Art. 225 CPPN. - Allanamiento de morada. Cuando el registro deba efectuarse en un lugar habitado o en
sus dependencias cerradas, la diligencia só lo podrá realizarse desde que salga hasta que se ponga el sol.
Sin embargo, se podrá proceder a cualquier hora cuando el interesado o su representante lo consienta, o
en los casos sumamente graves y urgentes, o cuando peligre el orden pú blico.
Art. 227 CPPN. - Allanamiento sin orden. No obstante, lo dispuesto en los artículos anteriores, la policía podrá
proceder al allanamiento de morada sin previa orden judicial cuando:
1°) Por incendio, explosió n, inundació n u otro estrago se hallare amenazada la vida de los habitantes o
la propiedad.
2°) Se denunciare que personas extrañ as han sido vistas mientras se introducían en una casa o local, con
indicios manifiestos de ir a cometer un delito.
3°) Se introduzca en una casa o local algú n imputado de delito a quien se persigue para su
aprehensió n.
4°) Voces provenientes de una casa o local anunciaren que allí se está cometiendo un delito o pidan
socorro.
5°) Se tenga sospechas fundadas de que en una casa o local se encuentra la víctima de una privació n
ilegal de la libertad y corra peligro inminente su vida o integridad física (artículo 34 inciso 7 del CPN). El
representante del MP Fiscal deberá autorizar la diligencia y será necesaria su presencia en el lugar.
Art. 228 CPPN. - Formalidades para el allanamiento. La orden de allanamiento será notificada al que habite o
posea el lugar donde deba efectuarse o, cuando esté ausente, a su encargado o, a falta de éste, a
cualquier persona mayor de edad que se hallare en el lugar, prefiriendo a los familiares del primero. Al
notificado se le invitará a presenciar el registro.
Cuando no se encontrare a nadie, ello se hará constar en el acta. Practicado el registro, se consignará en el acta
su resultado, con expresió n de las circunstancias ú tiles para la investigació n.
El acta será firmada por los concurrentes. Si alguien no lo hiciere se expondrá la razó n.
 Un proceso penal fundado en ideas garantizadoras no só lo se preocupa de proteger al individuo, sino
también aquellos ámbitos directamente ligados a su intimidad, como son el domicilio, la correspondencia y los
papeles privados.
La protecció n que ofrece al respecto el proceso penal es una protecció n de segundo nivel, ya que no se trata de
una protecció n absoluta que impida por completo la bú squeda de informació n en el domicilio de una persona o
entre sus papeles personales. La protecció n que ofrece el proceso radica en que no será posible buscar
informació n en tales fuentes si no media una autorizació n expresa de un juez.
¿Por qué lo debe hacer un juez? Para que ceda un derecho protegido constitucionalmente, para avanzar sobre la
intimidad etc. Requiere una orden de un poder calificado que es el judicial. Auto que funda es la justificació n y
la orden es lo que recibe el delegado para hacer. Debe tener causa, lugar, lo que se busca y quien lo hace.
Por domicilio se entiende, aquel lugar donde la persona desarrolla sus actividades primarias en un sentido
amplio; puede tratarse tanto de la vivienda particular como de las oficinas donde desempeñ a sus negocios o su
trabajo, siempre que se trate de un ámbito de desarrollo de su actividad personal.
La bú squeda de informació n en estos á mbitos de intimidad só lo es admisible si se cuenta con una orden de
allanamiento o de registro, es decir, una autorizació n formal, precisa y circunstanciada del juez, y de ninguna
otra autoridad, que permite, en el caso concreto, la violació n de tales ámbitos protegidos.
La orden de allanamiento nunca puede ser una orden genérica, ni en cuanto al tiempo ni en cuanto al lugar.
Debe estar circunstanciada temporalmente, debe determinar con precisió n y expresamente el lugar que puede
y debe ser registrado.
No só lo debe ser una orden circunstanciada espacial y temporalmente, sino que debe ser una orden
“circunstanciada”, esto es que debe contener una referencia expresa al proceso en el cual ha sido ordenada, y
ademá s debe indicar qué es lo que se busca.
La orden específica debe indicar qué se busca, es decir, que hay que buscar determinados objetos, relacionados
con una determinada investigació n, en un á mbito específico.
Toda orden de allanamiento que no cumple con estos requisitos y toda la informació n que sea recolectada por
medio de ella o sin contar con una autorizació n judicial, es una informació n ilícita que no puede ingresar al
proceso penal.
Posibilidades de allanamiento sin orden  hay casos en los cuales es posible ingresar a un domicilio sin la
debida autorizació n. Estos casos son excepcionales o permisos especiales que cuentan con una justificació n
para la violació n de la morada o de la intimidad de la persona.
- Por razones humanitarias (cuando se escuchan voces de auxilio, o se produce una accidente o
catá strofe)
- Razones de necesidad (cuando se está persiguiendo a una persona y es necesario continuar la
persecució n dentro de una vivienda)
Consentimiento del propietario  se discute el valor que se le da al consentimiento de la persona para permitir
el ingreso a su vivienda. En principio el consentimiento debería bastar para permitir el ingreso a un domicilio,
siempre que se trate de un consentimiento libre.
De ningú n modo puede evitarse la orden de allanamiento sobre la base de un consentimiento tá cito,
debiéndose presumir que las personas no han prestado su consentimiento. Só lo en aquellos casos en los que
existe un consentimiento probado y libre se puede admitir la validez de la informació n recolectada sin una
orden de allanamiento.
Vicios en el allanamiento:
- Vicios esenciales: cuando se violan las normas esenciales. Naturaleza del art. 224 CPPN, que regula las
garantías y reglamenta el art. 18 Constitució n Nacional, lo vuelve operativo estableciendo el có mo.
El allanamiento debe estar fundado porque se está vulnerando otros derechos, tales como el de la intimidad. El
no cumplir con la fundamentació n, invalidaría el acto. En estos casos siempre existe la nulidad. De ningú n modo
puede incorporarse el resultado de un allanamiento con vicios esenciales (no se puede incorporar como
prueba).
- Vicios por violaciones a normas de derechos individuales.
Un claro ejemplo es cuando hay coacció n al morador para encontrar lo que se busca, esto afecta la libertad, la
dignidad y la voluntad. Sin embargo, los efectos son diferentes a cuando hay vicios esenciales.
En estos casos la prueba puede ser igualmente incorporada mediante el método de “supresió n mental
hipotética”. Esto es, cuando suprimiendo un eslabó n de la cadena, igualmente se podría haber obtenido la
prueba (teoría de la verdad independiente).
Entonces el acto sigue siendo vá lido. (distinto es si la prueba de ningú n modo se podría haber obtenido sino
mediaba la coacció n).
Doctrina del fruto del á rbol envenenado  hace referencia a una metá fora legal empleada en algunos países
(Argentina y Estados Unidos al menos) para describir evidencia recolectada con ayuda de informació n obtenida
ilegalmente. La ló gica de la frase es que si la fuente de la evidencia (el "á rbol") se corrompe, entonces cualquier
cosa se gana de él (el "fruto") también lo está. Esa evidencia generalmente no es admisible ante los tribunales.
La evidencia sería excluida bajo la doctrina del fruto del á rbol envenenado. El descubrimiento de un testigo no
es evidencia en sí misma porque el testigo es atenuado por entrevistas separadas, testimonio de la corte y sus
propias declaraciones.
La doctrina está conforme a tres excepciones principales. La evidencia corrompida es admisible si (1) fue
descubierto en parte como resultado de una fuente independiente, impoluta; (2) se hubiese descubierto
inevitable a pesar de la fuente corrompida; o (3) la cadena de causalidad entre la acció n ilegal y la evidencia
corrompida es tenue.
REGISTROS PRIVADOS
Se entiende que son manifestació n directa de la personalidad, y en consecuencia no pueden ser examinados ni
incautados sin una autorizació n expresa del juez. Este principio se refiere a todas las formas de comunicació n y
documentació n a través de las cuales se manifieste la persona. Entre ellas, las comunicaciones telefó nicas.
En estos casos la autorizació n judicial significa que solamente el juez es la persona habilitada para determinar
qué comunicació n particular puede ingresar al proceso penal, porque contiene informació n que puede ser ú til,
y cuá l debe ser devuelta a su legítimo poseedor.
La autorizació n para buscar informació n en las comunicaciones privadas no puede ser delegada, salvo en
cuanto a la colaboració n material imprescindible para recolectarla. La violació n de esta norma, puede invalidar
por completo la prueba obtenida.
Yemal (CSJN 1998)  CSJN convalidó un allanamiento con orden sin fundar (incluso la denuncia no mostraba
indicios de que en la empresa a allanar haya indicios de evasió n fiscal), porque consideró la primacía de la
verdad por sobre las normas procesales. CSJN consideró que el pedido de allanamiento por parte de la DGI ya
tenía fundamentos para realizarlo.
Llanos (CSJN 1992)  La orden de allanamiento debe estar debidamente fundada, salvo que el auto se remita a
circunstancias de la causa (se hizo para proteger la validez de los procedimientos).
NO AUTOINCRIMINACIÓN
(DERECHO A NO DECLARAR EN CONTRA DE UNO MISMO)
Art. 18 Constitució n Nacional “Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo…”
Art. 14. 3. del Pacto Inter. de derechos Civiles y Políticos. Durante el proceso, toda persona acusada de
un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: g) A no ser obligada a declarar
contra sí misma ni a confesarse culpable.
Ídem art. 8. 2. g) de la CADH
Antecedentes histó ricos
La fuente histó rica de esta cláusula reside en la reacció n contra las normas procesales medievales que,
partiendo de la base de que la confesió n era la reina de las pruebas, requerían la del reo para fundar una
condena en ciertos delitos graves. Y, por lo tanto, se utilizaba la tortura como medio ordinario y legítima de
sacar la confesió n al sospechoso.
A nivel internacional tiene su antecedente en la Declaració n de los Derechos del Hombre de Virginia (1776) que
decía “nadie puede dar testimonio contra sí mismo”
En nuestro país, la clá usula aparece en 1813 en el Proyecto de Constitució n de la Sociedad Patrió tica-Literaria,
también en ese mismo añ o en el Proyecto de Constitució n de Cará cter federal para las Provincias Unidas de
América del Sud. El texto constitucional, provine directamente del Proyecto de Constitució n de Alberdi.
AUTOINCRIMINACIÓN
Esta clá usula surge como consecuencia del principio de inocencia. Refiere al derecho de no declarar contra uno
mismo. Desde el momento en que una persona es imputada, adquiere el derecho de defenderse a esa
imputació n. Ese derecho es inalienable y se manifiesta por ejemplo con el derecho a declarar. Puede negarse a
declarar sin que eso sea interpretado en su contra, pero también puede declarar cuantas veces quiera. El
imputado es quien domina la oportunidad y el contenido de la informació n que desea producir en el proceso.
Puede o no confesar, y su confesió n debe ser libre y voluntaria. Esta garantía del derecho de defensa debe
interpretarse del modo má s amplio posible. En todo caso donde esté en duda si el imputado fue presionado a
declarar en su contra, esa declaració n será nula.
A partir del momento en que una persona es imputada, adquiere el derecho inalienable a defenderse de tal
imputació n. Una manifestació n de ese derecho a defenderse es el derecho a declarar, es decir, el derecho a
introducir vá lidamente al proceso la informació n que el imputado considera adecuada. Só lo si se considera la
declaració n como una de las manifestaciones del derecho del imputado a defenderse, se puede comprender que
nadie puede ser obligado a declarar en su contra.
En el sentido má s genérico, se puede decir que el imputado no tiene el deber de declarar la verdad. Sea que
declare la verdad o que oculte informació n, no estará haciendo otra cosa que ejercer su derecho a la propia
defensa y de ninguna manera incumpliendo un deber como el que tienen los testigos respecto de la declaració n.
Del silencio del imputado, de su negativa a declarar o de su mentira no se pueden extraer argumentos a
contrario sensu. Esto es muy importante porque lo contrario equivaldría a fundar las resoluciones judiciales
sobre una presunció n surgida de un acto de defensa del imputado, y ello, violaría su derecho de defensa.
Así como el imputado puede negarse a declarar sin que su silencio produzca efecto alguno sobre el proceso,
también podrá declarar cuantas veces quiera, porque es él quien domina la oportunidad y el contenido de la
informació n que desea introducir en el proceso.
A su vez, el imputado, tiene la facultad de confesar o no confesar. Esta facultad es personalísima, y se funda
exclusivamente en la voluntad del imputado y no puede ser inducida por el Estado de ningú n modo. Esto
significa que no se pueden emplear medios violentos, pero tampoco se puede utilizar ningú n mecanismo que
menoscabe la voluntad del imputado. No se pueden emplear preguntas capciosas o sugestivas, ni amenazar al
imputado.
Esta garantía debe ser entendida del modo má s amplio posible. Toda vez que existan dudas acerca de si el
imputado ha sido presionado para declarar en contra de sí mismo, se debe entender que la declaració n en
cuestió n no tiene validez.
Fundamento  ¿por qué no puede ser admitida la declaració n contra sí mismo coaccionada?
Porque no hay voluntad, ni libertad, ni discernimiento, entonces el acto está afectado de nulidad (no es un acto
libre).
Casos en los que el imputado actú a como objeto de prueba
Existen dudas respecto de los casos en los cuales el imputado actú a como objeto de prueba y no como sujeto de
prueba.
Rueda de reconocimiento o extracció n de muestra de sangre. ¿es necesario el consentimiento del imputado o
esos actos se deben realizar incluso en contra de su voluntad? ¿se violaría la garantía de que nadie puede ser
obligado a declarar contra sí mismo?
El imputado está protegido por el derecho a no declarar contra sí mismo respecto de todo ingreso de
informació n que él, como sujeto, pueda realizar. Nadie puede obligarlo a ingresar informació n que lo
perjudique.
- En el caso de reconocimiento de personas, la informació n no es ingresada por el propio imputado, sino
por un testigo que, viendo al imputado, lo reconoce.
- En el caso de la extracció n de sangre, la informació n no es ingresada por el imputado, sino por el
perito que reconoce la cantidad de alcohol o un cierto patró n genético de sangre.
- En el caso del cuerpo de escritura, no se puede obligar al imputado a realizarlo.
Este criterio basado en quién es el sujeto que ingresa efectivamente la informació n, permite distinguir los casos
en que el imputado está amparado por esta garantía de aquellos en los que no lo está . Ademá s, se tiene en
cuenta que no hay ningú n dañ o físico o violencia sobre la persona del imputado en ninguno de los dos casos. Se
discute también acerca de la utilizació n de ciertos medios científicos (psicofá rmacos, sueros de la verdad,
hipnosis, detector de mentiras), medios que anulan la voluntad, o al menos la libertad de decisió n. En un
ordenamiento jurídico liberal como el nuestro, en principio, todos estos métodos son medios prohibidos para el
interrogatorio de cualquier ó rgano de prueba, inclusive el imputado. ¿Pero qué pasa en los casos en que es el
mismo imputado quien solicita dicho medio de prueba, porque está convencido de que esa manera probará su
inocencia?
Maier  su solució n es que admite la utilizació n de estos métodos siempre que lo requiera el propio imputado,
con informació n suficiente sobre sus derechos y asistencia técnica previa obligatoria, y que el método se
autorizado científicamente y ordinariamente utilizado en el trá fico social permitido, en casos extremos, en los
casos en los que resulte prá cticamente imposible obtener la informació n por otros medios. El ú nico fin sería
tornar viable la defensa del imputado. (yo considero que no puede ser una ú nica prueba, sino que debería ser
un indicio má s en el caso en que se confíe en estos métodos).
Hay 3 cuestiones importantes:
1.- Derecho de abstenerse a declarar sin que ello pueda ser tenido como elemento en su contra: art. 296 y 298
del CPPN, Art. 8 punto II de la Convenció n Americana de Derechos Humanos, Art. 14, punto III del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos. En el sentido má s genérico, se puede decir que el imputado no
tiene el deber de declarar la verdad. Sea que declare la verdad o’ que oculte informació n, no estará haciendo
otra cosa que ejercer su derecho a la propia defensa y de ninguna manera incumpliendo un deber como el que
tienen los testigos respecto de la declaració n. Del silencio del imputado, de su negativa a declarar o de su
mentira no se pueden extraer argumentos a contrario sensu. Esto es muy importante porque lo contrario
violaría su derecho de defensa. Así como el imputado puede negarse a declarar sin que su silencio produzca
efecto alguno sobre el proceso, también podrá declarar cuantas veces quiera, porque es él quien domina la
oportunidad y el contenido de la informació n que desea introducir en el proceso.
2.- Vicio sobre la voluntad: no deben existir vicios sobre la voluntad para que el acto sea vá lido, por ejemplo,
una persona que confiesa la verdad porque la policía lo golpeo hasta que no aguanto má s, lleva a la invalidez de
dicha declaració n.
Fallo Montenegro: el mismo confiesa en sede policial, pero se comprueba que hubo apremios ilegales. Si bien
existen otras pruebas en contra de Montenegro, no se podrían haber encontrado si no fuera por la confesió n del
mismo. Montenegro había sido condenado por el delito de robo, habiendo constituido su confesió n extrajudicial
la base de las pruebas en su contra. Agregando que las constancias de la causa demostraban los apremios que
Montenegro había recibido en dependencias policiales previo a su confesió n. La CSJN admitió la procedencia
formal del recurso, afirmando que la discusió n formal sobre la validez de una confesió n extrajudicial obtenida
mediante apremios ilegales constituía una cuestió n federal. Como la Cá mara había manifestado que, si bien se
habían comprobado lesiones en Montenegro demostrativas de la existencia de apremios, su declaració n había
permitido esclarecer un hecho ilícito. En virtud de ello, la Corte dijo que la cuestió n se reducía a saber si la
utilidad que los apremios prestaron para la investigació n otorga validez a las manifestaciones que fueron fruto
de ese medio ilegal. En definitiva, la Corte se pronunció por la invalidez de las manifestaciones, má s allá de su
aptitud objetiva como prueba.
Entendió que atribuirle a una declaració n como la prestada por Montenegro, implicaba una violació n de la
garantía del art. 18 Constitució n Nacional que prohíbe obligar a una persona a declarar contra sí misma.
Montenegro fue absuelto por entenderse que las restantes pruebas incriminatorias eran insuficientes como
para fundar una sentencia de condena.
3.-Preguntas capciosas: Si me inducen al error el vicio no estará en la voluntad, pero si en la libertad. (¿Con esta
arma mato a la víctima?). Para que el acto sea vá lido deben cumplirse estos tres requisitos: que abstenerse a
declarar no sea utilizado en mi contra, que haya voluntad y libertad.
PERJURIO
El perjurio es un delito que consiste en mentir estando bajo juramento. A la persona que comete perjurio se le
denomina perjuro.
El testigo tiene la obligació n legal de decir la verdad, y en el caso de que incumpliese su obligació n, podría ser
procesado por la vía penal. El delito de perjurio es, por tanto, una garantía a la hora de dar un mayor valor a la
prueba testifical.
Normalmente los imputados en una causa penal, en los ordenamientos jurídicos modernos, está n exentos de la
obligació n de decir la verdad o, al menos, pueden negarse a contestar. Gracias a esa exenció n no cometerían
perjurio si, mientras se defienden, no dijesen la verdad de los hechos al tribunal.
La diferencia tiene una gran importancia en el aspecto procesal de la investigació n de un delito.
Si una persona es citada ante el juez en calidad de testigo, su obligació n legal sería la de decir la verdad,
mientras que si acude como imputado tiene una mayor posibilidad de defensa
La ventaja de que el imputado tenga la obligació n de decir la verdad, bajo pena de perjurio, es que su
testimonio es valorado como una prueba má s, como la de los demá s testigos. Y la desventaja, es que suena
prá cticamente inconstitucional, ya que estaría prá cticamente obligado a auto incriminarse.
Mientras que, en nuestro país, al no estar bajo juramento, la declaració n de imputado es raramente tenida en
cuenta, ademá s podría llevar a desviar el curso de la investigació n. pero garantiza la defensa en juicio y la
garantía de no autoincriminació n.
 MIRANDA C/ ARIZONA
Miranda contra Arizona (1966), fue una decisió n Landmark de la Corte Suprema de los Estados Unidos. La corte
sostuvo que tanto las declaraciones inculpatorias como las exculpatorias realizadas en respuesta a un
interrogatorio por un acusado en custodia policial es admisible en un juicio só lo si la fiscalía puede demostrar
que el acusado fue informado antes de ser interrogado de lo que hoy en día se conoce como advertencia
Miranda: su derecho a consultar a un abogado defensor antes y durante el interrogatorio, y el derecho a no auto
incriminarse. Y ademá s no só lo debe entender estos derechos, sino que ademá s debe renunciar a ellos
voluntariamente.
Tuvo un impacto significante en las fuerzas de la ley en Estados Unidos, convirtiendo la advertencia Miranda en
una parte rutinaria de los procedimientos policiales para asegurar que los sospechosos son informados sobre
sus derechos.
Hechos: A la madrugada del 3 de marzo de 1963 una mujer de 18 añ os de Phoenix Arizona fue secuestrada y
violada en el trayecto de su casa hasta un cine. Diez días después la policía apareció en la casa de Ernesto
Miranda.
Arresto y condena: En marzo de 1963, Ernesto Arturo Miranda fue arrestado en base a evidencias
circunstanciales que le relacionaban con la escena del crimen. Posteriormente confesó que había violado a una
mujer de 18 añ os dos días antes. En el juicio, los fiscales ofrecieron no só lo la confesió n como evidencia (con
objeciones de la defensa), sino también la identificació n positiva de parte de la víctima de Miranda como su
asaltante. Miranda fue condenado por robo y secuestro y sentenciado a entre 20 y 30 añ os de encarcelamiento
por cada cargo. El defensor pú blico de
Miranda, Alvin Moore, apeló a la Corte Suprema de Arizona que ratificó la decisió n de la corte en El estado
contra Miranda, 401 P.2d 721 (Ariz. 1965). Al afirmarlo, esa corte enfatizó en el hecho de que Miranda no
solicitó específicamente un abogado defensor.
Decisió n: El Jefe de justicia Earl Warren, un ex fiscal, envió su opinió n a la Corte, indicando que dada la
naturaleza coercitiva de los interrogatorios en custodia de la policía (Warren citó diversos manuales de
entrenamiento de la policía que no fueron provistos en los argumentos originales), ninguna confesió n puede
ser admisible bajo la clá usula contra la autoincriminació n de la quinta enmienda, y el derecho de la sexta
enmienda a un abogado, a menos que el sospechoso haya sido advertido y lo haya rechazado. Entonces, la
condena de Miranda fue overturned.
La persona en custodia debe, antes del interrogatorio, ser claramente informada de su derecho a permanecer
en silencio, y que cualquier cosa que diga será usada en su contra en un juicio; debe estar claramente informado
del derecho a consultar con un abogado y a tenerlo durante el interrogatorio, y que, si es indigente, será
designado un abogado para representarlo.
 MONTENEGRO (CSJN 1981)
(Montenegro confiesa en sede policial, pero se comprueba que hubo apremios ilegales. Si bien existen otras
pruebas en contra de Montenegro, esas no se podrían haber encontrado si no fuera por la confesió n).
Montenegro había sido condenado por el delito de robo ante los tribunales inferiores, habiendo constituido su
confesió n extrajudicial la base de las pruebas en su contra. Las constancias de la causa demostraban los
apremios que Montenegro había recibido en dependencias policiales previo a su confesió n.
La Cámara consideró que la declaració n prestada en tales condiciones constituía una grave presunció n en
contra del acusado. CSJN admitió la procedencia formal del recurso, afirmando que la discusió n formal sobre la
validez de una confesió n extrajudicial obtenida mediante apremios ilegales constituía una cuestió n federal.
Como la Cá mara había manifestado que, si bien se habían comprobado lesiones en
Montenegro demostrativas de la existencia de apremios, su declaració n había permitido esclarecer un hecho
ilícito. En virtud de ello, la Corte dijo que la cuestió n se reducía a saber si la utilidad que los apremios prestaron
para la investigació n otorga validez a las manifestaciones que fueron fruto de ese medio ilegal.
En definitiva, la Corte se pronunció por la invalidez de las manifestaciones, má s allá de su aptitud objetiva como
prueba. Entendió que atribuirle a una declaració n como la prestada por
Montenegro, implicaba una violació n de la garantía del art. 18 Constitució n Nacional que prohíbe obligar a una
persona a declarar contra sí misma.
Montenegro fue absuelto por entenderse que las restantes pruebas incriminatorias eran insuficientes como
para fundar una sentencia de condena.
 FRANCOMANO (CSJN 1987)
La CSJN expresó que la confesió n del acusado frente a funcionarios judiciales, no verificada posteriormente en
el pronunciamiento judicial por las vías que corresponden, carece de todo valor probatorio, inclusive a título de
un indicio, conforme el art. 18 Constitució n Nacional ya que de él deriva la necesidad de asegurar por medios
prá cticos la garantía de la no autoincriminació n.
El voto de dos jueces de la Corte, indicaron en esos casos la necesidad de la presencia de defensor en la
declaració n de imputado, o al menos, la prueba fehaciente por parte de la acusació n de la voluntad libre del
imputado de prestarla segú n su contenido, en ausencia del defensor, cuando esos extremos han sido negados
durante el juicio por el imputado.
PRIVACIÓN CAUTELAR DE LA LIBERTAD
Art. 18 Constitució n Nacional “Nadie puede ser … ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente…”
Estado podrá privar legalmente a una persona → en caso de juicio previo, fundado en ley anterior al hecho del
proceso ante un juez natural. Es consecuencia directa del ilícito cometido por el imputado. Debe respetarse el
debido proceso: acusació n, defensa, prueba y sentencia.
Durante todo el proceso, debe ser considerada inocente. El estado impone ese estado jurídico y trato de
inocente para todo aquel imputado en un proceso penal. Y la privació n ilegítima es una especie de pena. No
debe incurrirse en un adelantamiento de pena.
Arresto → demora
Procede cuando en un primer momento de la investigació n, el juez no puede distinguir quiénes son imputados,
testigos o sospechosos. En este caso, podrá mantenerlos o retenerlos en el lugar por má x. 6 hs (prorrogables
por otras 6 hs). Primero les ordena permanecer, pero en caso de que no cumplan, puede disponer su arresto
por el mismo plazo.
- Ej homicidio dentro de un supermercado. A prima facie, el juez no podría identificar el presunto homicida.
Entonces ordena el arresto de todos.
- Funció n de resguardar la escena del hecho, para no perder ningú n elemento probatorio + garantiza que
puedan llevarse a cabo ciertos actos judiciales. Para no privar la dilucidació n de la verdad. para descubrir
verdad y aplicar la ley.
- Obviamente debe ser por poco tiempo. Má x. 6 hs.
- Pero só lo podrá proceder cuando, en caso de no hacerlo, se configurase un peligro para la instrucció n.
Facultad de arresto: presidente en Estado de Sitio, congreso para hacer traer a declarar ante el congreso a una
persona, y funcionarios y auxiliares de la justicia.
También es importante en relació n al estado de sitio (art. 23 CN) → presidente estará
habilitado para arrestar personas, pero no podrá juzgar ni condenar.
Aprehensión
- Es simplemente poner manos s/ el presunto imputado y ponerlo a disposició n de la justicia o de la fuerza
policial (si soy un particular).
- Retiene al sujeto en virtud del ilícito.
- Procede si se encuentra infraganti o si lo está n persiguiendo, o fugá ndose.
- Distinto a la disposició n física de un policía de tomarlo.
- Podría hacerlo un particular, ú nicamente llevá ndolo hacia la justicia, sino ya incurre en delito de secuestro. Es
una facultad que tenemos todos. En este caso, puedo tenerlo demorado o llevarlo a la comisaría o esperar que
venga la policía.
- Puede hacerlo un policía o un particular.
Mismo fin que la demora. Asegurar el accionar de la justicia.
Detención
Las personas imputadas en un proceso penal, en virtud del estado de presunció n de inocencia, deben
transcurrir el proceso en libertad como regla. Excepció n donde lo transcurren detenidos.
Juez ordena detenció n porque a raíz de una investigació n, es requerido para que preste indagatoria.
Só lo puede ser dictada u ordenada por un juez. Ú nica autoridad competente para detener. Es siempre en el
marco de un proceso judicial. Requiere, como regla, una orden librada por un juez, la cual deberá ser: escrita,
contener los datos del imputado u otros datos que sirvan para identificarlo a él o a los hechos que se le
atribuyen.
Ppal. Diferencia → es en cuanto a que la detenció n es siempre en el marco de un proceso judicial, o bien, como
dice el art. 283, para poder tomar indagatoria si no procede ejecució n condicional.
Regla es que debe detenerse por auto fundado del juez.
Crítica que se le hace al sistema Inquisitivo → la mera convicció n del juez autoriza que se detenga una persona.
Pero, ¿quién controla esa convicció n?
Distinto sería en un sistema acusatorio, si la privació n cautelar la pide un fiscal y ahí el juez só lo la analiza, no
intervino en la investigació n. Esto atentaría contra el principio acusatorio, por no estar clara la distinció n e/ el
ó rgano que acusa y el que juzga.
Casos de posibilidad de detenció n sin orden → funcionarios y auxiliares de la policía deben arrestar aú n sin
orden judicial, cuando:
1. En delitos de acció n pú blica.
2. A quien se está fugando, estando legalmente detenido.
3. Excepcionalmente, personas que dan indicios vehemente de culpabilidad.
4. En caso de flagrancia en delitos de pena privativa de la libertad. Detenció n sin orden → plazo má x. para
llevarlo al juez, 6 hs.
Actualmente → la realidad es que, si el juez de instrucció n o el fiscal no dieron orden para detener a una
persona, el policía no lo hace. Pero esto no está bueno, el peso de la decisió n no debería recaer sobre juez o
ministerio pú blico. El personal policial debería tener las herramientas para actuar de oficio, siempre igual sin
sobrepasarse en el ejercicio de sus funciones.
Indagatoria: si una persona estuviere detenida, debe tomarse su declaració n inmediatamente.
Plazo máx. De 24 hs para hacerlo, prorrogable por otras 24 hs, cuando por ejemplo el imputado pidió tiempo
para designar un defensor.
La citació n también es una medida restrictiva de la libertad → porque, si a mi como testigo me llega una
notificació n donde me citan para una testimonial, si bien nadie me está obligando a ir, si no voy me pueden
hacer ir por la fuerza pú blica. Es una medida mínima, pero que, en fin, te restringe.
 PLENARIO DÍAZ BESSONE (2008)
Para aplicar prisió n preventiva debe tenerse en cuenta tanto los criterios objetivos, como los subjetivos. En
conjunto.
Objetivos: pena privativa má x. De 8 añ os y que no cabe la ejecució n condicional (prima facie).
Subjetivos: las condiciones personales del imputado, la posibilidad de reincidencia, las características del hecho
y si hubo excarcelaciones anteriores.
+ no hay regla general para privar de la libertad. Se analizan las cuestiones específicas de cada caso concreto.
Hay un art. Excepcionalísimo que permite ampliar má s allá de los 3 añ os la prisió n preventiva → ley 24.390 de
preventiva. Art 3. Surge de su interpretació n.
Lá zaro Bá ez sigue preso, luego de pasar 4 añ os en pp. En los delitos de corrupció n, ocurre la misma situació n
que con los delitos de lesa o narcotrá fico. Por el tiempo en que demora la intervenció n e investigació n del
estado, se termina violando el plazo má ximo que corresponde a la prisió n preventiva (2 añ os + 1 excepcional).
 FALLO BAYARRI (2008)
Corte Interamericana. En los ´90. Imputado por secuestrar a Mauricio Macri. Bayarri fue aprehendido y puesto
a disposició n del juzgado. Cuando llega para prestar indagatoria, es torturado por varios días en un pozo,
terminando con lesiones graves permanentes. Recién un mes después de la indagatoria, decretan la pp. 10 añ os
después de la prisió n preventiva, lo condenan a 13 añ os de cá rcel. Madre de Bayarri denuncia por apremios
ilegales ante la cidh.
Corte idh → 3 cuestiones: violació n al plazo de la prisió n preventiva, plazo razonable, y apremios ilegales. Se lo
absuelve.
El caso termino por prescripció n dada la gran dilatació n en el proceso. Durante la instrucció n se probaron las
torturas.
Bayarri es absuelto. Se aplica Montenegro por fruta del á rbol venenoso.
Doctrina Irurzun (2017) → esta construcció n jurisprudencial, justifica las detenciones preventivas de
imputados que, por sus relaciones o lazos durante la gestió n pú blica, pudieran entorpecer la investigació n,
incluso añ os después de abandonar su cargo. Justifica riesgo procesal y fundamenta la pp. Amplía los
presupuestos de riesgo de fuga y entorpecimiento de la investigació n.
En funcionarios imputados por corrupció n, resalta la posible influencia que podrían seguir teniendo aú n hoy, la
cual podrían utilizar para interferir en las investigaciones.

PRISIÓN PREVENTIVA
La misma es la medida de má xima gravedad, ya que implica el encarcelamiento del individuo y lo priva de su
libertad. La dicta el instructor por decreto fundado y cumpliendo determinados recaudos legales, siempre que
existieren elementos de convicció n suficientes como para’ sostener la punibilidad del imputado en el hecho
investigado, después de recibida su declaració n y en el auto de procesamiento (Art. 312). La prisió n preventiva
asegura la intervenció n personal del imputado durante el proceso. La misma puede cesar durante el desarrollo
de la investigació n penal preparatoria o del proceso cuando no haya necesidad de prevenir: desaparició n de las
condiciones que le dieron sustento, privació n de la libertad que exceda la posible pena a sufrir. La prisió n
preventiva no puede ser superior a dos añ os, y en caso de delitos mú ltiples o complejos se podrá ampliar un
añ o má s. Superados los plazos corresponde la libertad. El Art. 9.3 Pacto Internacional De Derechos. Civiles y
Políticos expresa que “Toda persona detenida o presa a causa de una infracció n penal será llevada sin demora
ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a ser
juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. La prisió n preventiva de las personas que
hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que
aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier momento de las diligencias
procesales y, en su caso, para la ejecució n del fallo." (La prisió n preventiva es la excepció n, la’ libertad es la
regla).
Art. 2° CPPN. - Interpretació n restrictiva y analó gica. Toda disposició n legal que coarte la libertad personal, que
limite el ejercicio de un derecho atribuido por este Có digo, o que establezca sanciones procesales, deberá ser
interpretada restrictivamente. Las leyes penales no podrá n aplicarse por analogía.
Art. 280 CPPN. - Restricció n de la libertad. La libertad personal só lo podrá ser restringida, de acuerdo con las
disposiciones de este Có digo, en los límites absolutamente indispensables para asegurar el descubrimiento de
la verdad y la aplicació n de la ley.
El arresto o la detenció n se ejecutará n de modo que perjudiquen lo menos posible a la persona y reputació n de
los afectados y labrá ndose un acta que éstos firmará n, si fueren capaces, en la que se les comunicará la razó n
del procedimiento, el lugar donde será n conducidos y el juez que intervendrá .
Art. 312 CPPN. – Procedencia. El juez ordenará la prisió n preventiva del imputado al dictar el auto de
procesamiento, salvo que confirmare en su caso la libertad provisional que antes se le hubiere concedido
cuando:
1°) Al delito o al concurso de delitos que se le atribuye corresponda pena privativa de la libertad y el juez
estime, prima facie, que no procederá condena de ejecució n condicional.
2°) Aunque corresponda pena privativa de libertad que permita la condena de ejecució n condicional, si no
procede conceder la libertad provisoria, segú n lo dispuesto en el artículo 319.
Art. 313 CPPN. - Tratamiento de presos. Excepto lo previsto por el artículo siguiente, los que fueren sometidos a
prisió n preventiva será n alojados en establecimientos diferentes a los de los penados. Se dispondrá su
separació n por razones de sexo, edad, educació n, antecedentes y naturaleza del delito que se les atribuye.
Podrá n procurarse, a sus expensas, las comodidades que no afecten al régimen carcelario y la asistencia médica
que necesiten, sin perjuicio de la gratuita que deberá prestarle al establecimiento donde se alojen, por medio de
sus médicos oficiales, recibir visitas íntimas perió dicas sin distinció n de sexo, en las condiciones que establezca
el reglamento respectivo y usar los medios de correspondencia, salvo las restricciones impuestas por la ley.
Los jueces podrá n autorizarlos, mediante resolució n fundada, a salir del establecimiento y ser trasladados bajo
debida custodia, para cumplir sus deberes morales en caso de muerte o de grave enfermedad de algú n pariente
pró ximo, por el tiempo que prudencialmente se determine.
Art. 319. – Restricciones. Podrá denegarse la exenció n de prisió n o excarcelació n, respetá ndose el principio de
inocencia y el artículo 2 de este Có digo, cuando la objetiva y provisional valoració n de las características del
hecho, la posibilidad de la declaració n de reincidencia, las condiciones personales del imputado o si éste
hubiere gozado de excarcelaciones anteriores, hicieren presumir, fundadamente, que el mismo intentará eludir
la acció n de la justicia o entorpecer las investigaciones.
Art. 9.3 Pacto Int. derechos Civiles y Políticos. - “Toda persona detenida o presa a causa de una infracció n penal
será llevada sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, y
tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. La prisió n preventiva de
las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a
garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier momento de las
diligencias procesales y, en su caso, para la ejecució n del fallo.” (prisió n preventiva es la excepció n, la libertad
es la regla)
Art. 18 Constitució n Nacional + Art. 33 Constitució n Nacional se deduce la presunció n de inocencia
Art. 8.2 CADH, expresamente consagra el estado de inocencia Art. 14.2 Pacto Int. derechos Civiles y Políticos,
expresamente consagra el estado de inocencia
Debemos analizar el art. 280 en conjunto con el art. 2 CPPN – es decir, en clave pro homine.
Se va a justificar la prisió n preventiva desde el punto de vista de normas procesales solo se puede justificar
dotando al Estado de herramientas que le permitan llevar a cabo su cometido.
¿El estado de inocencia va en contra de la prisió n preventiva? ¿la prisió n preventiva es un
adelantamiento de pena?
A partir del juicio previo y del principio de inocencia, parecería que resulta imposible aplicar durante el
proceso la fuerza propia del poder penal.
Sin embargo, nuestra Constitució n Nacional establece normas que solamente se entienden si se parte del
supuesto de que es posible aplicar ciertas medidas de fuerza durante el desarrollo del proceso penal. Nos
encontramos aquí con una de las cuestiones má s difíciles de justificar y de fundamentar dentro del marco de un
proceso penal garantista. Se trata de la prisió n preventiva  el encarcelamiento de una persona para asegurar
que comparezca al juicio, asegurar que la pena va a ser cumplida, y que una u otra circunstancia no se verá n
frustradas por una eventual fuga del imputado.
La prisió n preventiva aparece como una clara limitació n al principio de inocencia y al principio de juicio previo.
No se puede afirmar que estos principios tengan una vigencia absoluta, porque la propia Constitució n Nacional
establece la posibilidad de aplicar el encarcelamiento durante el proceso penal.
En la actualidad ya no se puede considerar la prisió n preventiva como una simple medida cautelar, cuando en
la realidad está cumpliendo con la finalidad de una verdadera pena.
Ná poli dice que no puede ser adelantamiento de la pena, fallo Panzeira, Ruy Barbara, voto de Fayt en Massera,
fallo Estevez. CFCP Ruere, Castells, Paso.
Cámara Federal, Suarez Mason. Suarez Rosero fallo CADH. 2007 fallo Ló pez fija como límite a la prisió n
preventiva el principio de legalidad, proporcionalidad y razonabilidad.
Principios de la prisió n preventiva:
1) Se deben comprender las medidas coercitivas siempre desde el punto de vista de la excepcionalidad. No es
la regla.
2) No se puede aplicar la prisió n preventiva si no existe un mínimo de informació n que fundamente una
sospecha bastante importante acerca de la existencia del hecho y de la participació n del imputado en él. É ste es
un límite absoluto y sustancial. Debe existir una sospecha fundada y racional acerca de que una persona puede
ser autor de un hecho punible.
3) A su vez deben existir los llamados “requisitos procesales”. Estos requisitos se fundan en el hecho de que ese
encarcelamiento preventivo sea directa y claramente necesario para asegurar la realizació n del juicio o para
asegurar la imposició n de la pena. El primero es el peligro de fuga, y el segundo, el entorpecimiento de la
investigació n.
Para algunos autores el má s importante es el peligro de fuga, ya que el Estado se encuentra con un límite
absoluto que es la imposibilidad de realizar los juicios en ausencia (no se pueden realizar los juicios penales en
rebeldía del imputado). Aquí el imputado tiene un poder real para obstaculizar el desarrollo del proceso e
impedir la aplicació n de una pena.
4) También debe existir un principio de proporcionalidad, es decir, la violencia que se ejerce como
medida de coerció n nunca puede ser mayor que la violencia que se podrá eventualmente ejercer
mediante la aplicació n de la pena, en caso de probarse el delito en cuestió n.
5) Rige el principio de necesaria limitació n temporal. Toda persona sometida a proceso tiene derecho a que tal
proceso termine dentro de un plazo razonable. Si el Estado utiliza un recurso tan extremo como encarcelar a
una persona para asegurar el desarrollo del proceso, adquiere paralelamente la obligació n de extremar
todos los medios a su alcance para concluir el proceso cuanto antes. Se ha demostrado la necesidad de
establecer límites temporales absolutos para la prisió n preventiva, no ligados directamente con la
duració n del proceso. Toda prisió n preventiva que se extienda má s allá de un cierto límite temporal se
convierte de hecho en la aplicació n de una pena.
6) Por ú ltimo, existe un principio que consiste en darle un tratamiento adecuado al encarcelado
preventivamente, evitando que la prisió n preventiva se asemeje a la pena. Pero esto es casi imposible, el só lo
hecho de la privació n de la libertad hace que se asemeje a la pena.
Todos estos principios deben ser respetados para que la prisió n preventiva resulte constitucionalmente
admisible.
Conclusiones:
- Premisas clá sicas: eventual pronó stico de pena y delitos excarcelables y delitos no excarcelables.
¡¡¡No puede haber adelantamiento de pena!!! La regla es la libertad y la prisió n preventiva es la excepció n.
La ú nica opció n para la prisió n preventiva es que haya peligro procesal (fuga y/o entorpecimiento). No importa
el tipo de delito.
Arbitrariedad: exceso dentro de la ley.
Ilegalidad: fuera de la ley.
Detenció n: No había orden judicial y no hay flagrancia, por ende, se viola el está ndar de la Corte. Ademá s, no lo
detienen por los medios previstos, no lo ponen en presencia del Juez de manera inmediata, a lo que se suma que
lo torturan (maltrato intencional físico o psicoló gico que genere un severo sufrimiento) en un centro
clandestino llamado el Olimpo, no le dan la asistencia médica adecuada.
Posició n de garante del Juez: ¿Por qué segú n la CIDH tiene responsabilidad como garante el Juez? Porque el
Juez debe respetar el trato digno que un ser humano se merece por ser persona física, sin importar el delito que
se le imputa.
El Estado debe tutelar, sobre todo en el caso de una persona privada de la libertad, todos los actos que los
funcionarios hacen con los detenidos. El deber de garante del Juez se funda en el art. 18 parte final de la
Constitució n Nacional. Porque es el Ú nico artículo que carga responsabilidad explicita sobre los jueces. Los
jueces tienen las herramientas para prevenir y enmendar lo ya sucedido.
Exenció n de prisió n:
- Sabes que te está n investigando en una causa, no queres que te detengan preventivamente, entonces estas a
derecho. Quiero que se me
Diga que, si me presento, no me van a detener. Resolució n fundada que lo diga.
Por lo tanto, te eximís de prisió n.
- La puedo presentar yo como imputado o un 3°, amigo, familiar, mi abogado.
- Si se da lugar, no pueden detenerte. Se pide h/ el dictado de la pp.
- Procede cuando está imputado por un delito de pena privativa de la libertad de máx. 8 añ os de condena; o,
cuando el juez estime, prima facie, que procederá condena de ejecució n condicional.
- No aplica: delitos contra estado civil, identidad, sustracció n de menores, narcotrá fico, y delitos graves que
produzcan conmoció n social. Tampoco aplica a categorías sospechosas (no respetan el principio de equidad,
por ejemplo, no otorgar domiciliaria a imputados por crímenes de lesa).
Excarcelació n:
Se da cuando ya está s detenido y solicitan excarcelació n, es decir, la libertad. Que pases el proceso en libertad.
- Puede pedirse de oficio o a pedido del imputado, y puede ser acordada en cualquier estado del proceso.
- Se pide cuando ya cumplió má x. En detenció n o en prisió n preventiva, cumplió pena impuesta por sentencia
no firme, o cumplió en detenció n o prisió n preventiva tiempo suficiente que, de haber existido condena, le
hubiere permitido obtener la libertad condicional.
- Aplican supuestos de exenció n también.
Restricciones → podrá n denegarse la exenció n o la excarcelació n, respetando los principios de inocencia y de
interpretació n restrictiva de las medidas que coarten la libertad, cuando: la objetiva valoració n de los hechos en
cuanto a sus características, la posibilidad de reincidencia del imputado, las condiciones personales de él o del
hecho, o si gozó de excarcelaciones anteriores, hicieren presumir fundadamente que intentará eludir a la
justicia o entorpecer la investigació n.
Hablamos también de la implementació n parcial del có digo procesal federal. Má s que nada por el art. 210,
donde se establece la prisió n preventiva como la ú ltima opció n.
La importancia del art. 7 cadh + 9 pacto idcyp → idea de que la libertad es la regla. Debe aplicarse de forma muy
restrictiva el pp. El encarcelamiento preventivo debe ser establecido de manera legal y no arbitraria, debe ser
informado, tener derecho A recurrir.
Art 7.5 má s importante → plazo razonable de la prisió n preventiva + que sea llevado sin demora al juez.
La Prisió n Preventiva la dicta el juez en el auto de procesamiento, que debe estar fundado y cumplir con
determinados requisitos legales, en tanto existan.
Elementos de convicció n suficiente, como para sostener la punibilidad del imputado en el hecho investigado,
luego de recibida su declaració n.
La prisió n preventiva asegura la intervenció n personal del imputado en el proceso. Puede cesar durante el
desarrollo de la prisió n preventiva o del proceso, o bien, cuando desaparecieren las condiciones que le dieron
sustento.
Art. 280 cppn → libertad personal se restringe só lo si ello es indispensable para asegurar el descubrimiento de
la verdad y la aplicació n de la ley. Toda disposició n que coarte la libertad o limite el ejercicio de un derecho,
debe ser interpretada restrictivamente. Se prohíbe la aplicació n de la ley penal por analogía.
Estado de inocencia y prisión preventiva:
Podrían parecer contrarios, pero nuestra CN establece que se debe partir de que es posible aplicar ciertas
medidas de fuerza durante el desarrollo de un proceso penal. Pero, es una de las cuestiones má s difíciles de
justificar y fundamentar en el marco de un proceso penal garantista. Se trata de una ponderació n de intereses.

La prisió n preventiva es una clara limitació n al principio de inocencia y al principio de juicio previo → no tienen
vigencia absoluta estos principios, la CN misma establece la posibilidad de limitarlos en pos de un
encarcelamiento preventivo durante el proceso penal.
La realidad es que hoy la prisió n preventiva ya no es una medida cautelar, está cumpliendo con la finalidad de
una verdadera pena.
Prisió n preventiva - requisitos:
- Verosimilitud en el dcho.
- Peligro en la demora.
- Contracautela.
- Protecció n del normal desarrollo del proceso penal.
- Riesgos procesales.
- Mérito sustantivo bastante.
- Proporcionalidad de la prisió n preventiva con la eventual condena futura.
- No debe existir una medida cautelar menos lesiva que resulte aplicable al caso.
- Siempre debe estar sujeta a revisió n.
 FALLO BRAMAJO (1998)
Bramajo estuvo 3 añ os en prisió n preventiva. La cámara dispuso su libertad, determinando que no se puede
tomar en cuenta la gravedad del delito para aplicar la prisió n preventiva, sino funcionaría como pena
anticipada. No puede castigarse anticipadamente sin sentencia.
ENCARCELAMIENTOS EN TIEMPOS DE COVID
Problemas en el marco de la justicia penal, son 2:
1) Digitalizació n de la justicia penal → en el 2011, se sanciona ley nacional que establece que los expedientes
del poder judicial deben ser digitales.
P/ instrumentar esto, se delegaron facultades a la csjn para que coordine con mpf y de defensa, con el colegio
de abogados, la implementació n progresiva de esta digitalizació n.
Objetivo: llegar a un expediente totalmente digital. Problema: se fue dilatando su implementació n.
Hoy, sistema de duplicidad. Por un lado, está el expediente En papel, pero también en digital. Aunque aú n
prepondera el primero.
Claramente el sistema no estaba preparado para trabajar de manera remota. Como la digitalizació n fue muy
poca, los sistemas no tenían los expedientes Totalmente digitalizados.
Seguir usando papel es propio de un sistema inquisitivo. El expediente Escrito muchas veces impide por
ejemplo la inmediació n.
No hay un sistema acusatorio puro. Todo esto atenta contra el derecho De defensa del imputado.
2) Situació n de emergencia carcelaria
Art. 18 cn - dice que las cá rceles de la nació n deben ser sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los
reos.
Cadh + pacto = garantía de la dignidad de las personas privadas de su libertad.
Marzo 2019, el min. Justicia de derechos humanos declaró emergencia penitenciaria.
Dice que las cá rceles registraron superpoblació n.
En los ú ltimos añ os, hubo un aumento exponencial de personas privadas de su libertad en complejos
penitenciarios federales.
Está situació n se adjudica a políticas que se implementaron como la ley del arrepentido
Crítica → la realidad, es que hubo otras cuestiones que llevaron a la superpoblació n, como las escasas políticas
estatales para mejorar las condiciones carcelarias.
Debería invertirse en ampliar y mejorar las cá rceles.
Ademá s, en la resolució n se analiza có mo está compuesta esa població n carcelaria, indicando que má s del 50%
estaban en prisió n preventiva, sin condena firme.
Con el covid simplemente se demostró una vez má s el hacinamiento y las condiciones de peligro de salud en las
cá rceles.
Implementació n progresiva o parcial del Có digo Procesal Penal Federal
A fines del 2014, se sancionó el nuevo có digo procesal. Pero el cambio de gobierno hizo frenar su
implementació n.
Se crea la comisió n bicameral de implementació n, con la idea de ir implementando el nuevo có digo
progresivamente.
A fines del añ o pasado (nov 19), la comisió n dispone implementar algunos arts. Del nuevo có digo, relacionados
a → encarcelamiento preventivo, pp.
- Se materializan los criterios de Díaz Bessone: qué debe entenderse por peligro de fuga y entorpecimiento.
- Establece “nuevas” medidas de coerció n y diferencia e/ má s y menos lesivas, ubicando a la prisió n preventiva
como la má s gravosa. También prevé que puedan aplicarse en conjunto. No son en sí nuevas medidas.
Con esta implementació n parcial → oleada de nuevos pedidos de excarcelació n. Mayoría de los planteos se
resolvieron como que la prisió n preventiva era la medida má s idó nea para garantizar los fines del proceso, por
ende, las otorgaba. Pero el có digo procesal establece que la prisió n preventiva debería ser la ú ltima medida.
Con la pandemia → todos estos problemas se incrementaron.
Como réplica a todo lo que ordenó la Organizació n Mundial de la Salud para evitar propagar el virus, nuestro
gobierno dicta el decreto 260.
- Declara emergencia sanitaria, imponiendo restricciones.
Amplía los alcances de la emergencia que ya estaban declarados por ley, sancionada poco tiempo antes.
- Estas decisiones que se fueron adoptando como medidas que restringen nuestra libertad, se replicaron
también dentro del poder judicial.
- Csjn declara días inhá biles, restringe y establece tramitació n virtual de expedientes.
Acordada 3/2020 → cámara federal de casació n penal (tiene control de las prisiones preventivas). Encomienda
a tribunales para que despachen urgente tramitaciones s/ personas privadas de su libertad, conforme a si son
grupo de riesgo.
- Exige urgencia y prioridad para tramitar las excarcelaciones o arrestos domiciliarios de personas grupo de
riesgo.
- Algunos jueces no la firman por entender que cá mara de casació n no es competente para expedirse s/ esto.
Son temá ticas que competen a c/ juez de la causa
- Cámara pide que se respete todo lo recomendado y se evite el hacinamiento, priorizando grupos de riesgo.
- Procuració n penitenciaria + defensoría nació n → solicitaron tomar medidas en pos de las recomendaciones
de la OMS.
Acordada 9/2020: Formaliza esta cuestió n.
Cámara acuerda recomendar dichas medidas.
2 jueces no consideraban a la cámara competente para ello.
Alternativas que se podían pensar para solucionar la situació n de emergencia carcelaria
a) Respecto de quienes no tienen condena firme, alternativas para la prisió n preventiva son la excarcelació n o
arresto domiciliario.
Problema: jueces y fiscales no suelen concederlas, porque implicaría reconocer que lo que valoraron
previamente como riesgo procesal, no era entonces tan gravoso como para mantener a la persona privada de su
libertad.
Problema del arresto domiciliario: criterios restrictivos para aplicarlo; embarazadas, +60 añ os, madres con
hijos menores.
b) Respecto de los condenados → recomendaciones de casació n y organismos internacionales para conceder
libertades condicionales, arrestos domiciliarios y libertades asistidas.
Pero a su vez, la reforma del có digo penal impide acceder a estos beneficios en ciertos delitos. En este contexto
de pandemia, debería declararse inconstitucionalidad de la ley para poder conceder la libertad. Pero esta
cuestió n no ha sido resuelta aú n.
Crítica a la acordada 9/2020: cámara se expidió en forma genérica, dando lineamiento a seguir, dirigiéndose a
los jueces que tenían a su cargo personas privadas de su libertad.
Pero, en verdad, estas cuestiones deben ser analizadas al caso concreto, no de forma general. Jueces deben
velar por la justicia en cada caso concreto.
El hecho de que las cá rceles no cumplen con las condiciones en las que deberían estar, no depende del poder
judicial, sino de otros poderes del estado como el poder ejecutivo. Son cuestiones ajenas al poder judicial.
En este contexto, hubo un juez que dictó una sentencia concediendo arresto domiciliario, declarando
inconstitucional la acordad 9/2020, por ser contraria al principio de divisió n de poderes y al principio de
independencia de los jueces.
La cámara no puede intentar guiar a los jueces + jueces deberían decidir en cada caso concreto, de forma libre e
independiente de todo poder (incluso del mismo poder judicial).
Art. 281 CPPN. – Arresto. Cuando en el primer momento de la investigació n de un hecho en el que hubieran
participado varias personas no sea posible individualizar a los responsables y a los testigos, y no pueda
dejarse de proceder sin peligro para la instrucció n, el juez podrá disponer que los presentes no se alejen del
lugar ni se comuniquen entre sí antes de prestar declaració n y, aú n ordenar el arresto si fuere indispensable.
Ambas medidas no podrá n prolongarse por má s tiempo que el estrictamente necesario para recibir las
declaraciones, a lo cual se procederá sin tardanza y no durará n má s de ocho (8) horas. Sin embargo, se podrá
prorrogar dicho plazo por ocho (8) horas má s, por auto fundado, si circunstancias extraordinarias así lo
exigieran.
Vencido este plazo podrá ordenarse, si fuere el caso, la detenció n del presunto culpable.
Art. 282 CPPN. - Citació n. Cuando el delito que se investigue no esté reprimido con pena privativa de la
libertad o parezca procedente una condena de ejecució n condicional, el juez, salvo los casos de flagrancia,
ordenará la comparecencia del imputado por simple citació n.
Si el citado no se presentare en el término que se le fije ni justificare un impedimento legítimo, se ordenará su
detenció n.
Art. 283. – Detenció n. Salvo lo dispuesto en el artículo anterior, el juez librará orden de detenció n para
que el imputado sea llevado a su presencia, siempre que haya motivo para recibirle indagatoria.
La orden será escrita, contendrá los datos personales del imputado u otros que sirvan para identificarlo
y el hecho que se le atribuye, y será notificada en el momento de ejecutarse o inmediatamente después,
con arreglo al artículo 142.
Sin embargo, en caso de suma urgencia, el juez podrá impartir la orden verbal o telegrá ficamente,
haciéndolo constar.
Art. 284 CPPN. Detenció n sin orden judicial. Los funcionarios y auxiliares de la policía tienen el deber de
detener, aú n sin orden judicial:
1°) Al que intentare un delito de acció n pú blica reprimido con pena privativa de libertad, en el momento de
disponerse a cometerlo.
2°) Al que fugare, estando legalmente detenido.
3°) Excepcionalmente a la persona contra la cual hubiere indicios vehementes de culpabilidad, y exista peligro
inminente de fuga o de serio entorpecimiento de la investigació n y al solo efecto de conducirlo ante el juez
competente de inmediato para que resuelva su detenció n, y
4°) A quien sea sorprendido en flagrancia en la comisió n de un delito de acció n pú blica reprimido con pena
privativa de libertad.
Tratá ndose de un delito cuya acció n dependa de instancia privada, inmediatamente será informado quien
pueda promoverla, y si éste no presentare la denuncia en el mismo acto, el detenido será puesto en
libertad.
Art. 285 CPPN. - Flagrancia. Se considera que hay flagrancia cuando el autor del hecho es sorprendido
en el momento de cometerlo o inmediatamente después; o mientras es perseguido por la fuerza pú blica,
por el ofendido o el clamor pú blico; o mientras tiene objetos o presenta rastros que hagan presumir
vehementemente que acaba de participar en un delito.
Art. 286 CPPN. - Presentació n del detenido. El funcionario o auxiliar de la policía que haya practicado
una detenció n sin orden judicial, deberá presentar al detenido inmediatamente en un plazo que no exceda
de seis (6) horas, ante la autoridad judicial competente.
Art. 287 CPPN. Detenció n por un particular. En los casos previstos en los incisos 1, 2 y 4 del artículo
284; los particulares será n facultados para practicar la detenció n, debiendo entregar inmediatamente el
detenido a la autoridad judicial o policial.
El art. 18 Constitució n Nacional otorga una garantía específica a la libertad física. Si bien la clá usula no
especifica a qué autoridad se refiere, se ha entendido que se trata del juez de la causa. Ú nicamente en la
situació n excepcional del estado de sitio se incluye al presidente de la Repú blica. É stas son las ú nicas
autoridades constitucionales facultadas para el arresto de una persona.
Asimismo, existen normas nacionales y locales que autorizan a determinados funcionarios dependientes del
poder administrativo, en especial pertenecientes a la PFA y a las provinciales, a detener preventivamente a las
personas en averiguació n de antecedentes o cuando existan indicios vehementes de culpabilidad.
Las normas de procedimientos penales, suelen establecer que, en determinados casos, cualquier persona puede
aprehender a un delincuente in fraganti delictivo, debiendo dar aviso a la autoridad policial de inmediato.
El fundamente de esta facultad excepcional es obvio, ya que en circunstancias límites la necesidad de evitar la
comisió n de un delito, sus consecuencias dañ osas o la fuga de su autor justifica tal habilitació n.
DERECHO DE DEFENSA
Art. 18 Constitució n Nacional “Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos”
Desde la Declaració n de los Derechos del Hombre de Virginia de 1776, se plasma el derecho de defensa, que
consiste en derecho a conocer la acusació n, derecho de confrontar al acusador, derecho a confrontar a los
testigos, y derecho al juicio rá pido.
El derecho de defensa es inviolable, y consiste principalmente en resistir y controlar cualquier imputació n de
naturaleza penal de cualquier ámbito del Estado, desde el momento en que se conozca que está imputado.
Implica conocer la acusació n, confrontar al acusador, confrontar a los testigos de cargo y proponer tu propia
prueba.
Es una prerrogativa –porque es un derecho- de toda persona para resistir –ya que no tenes por qué aceptar o
conformarte o colaborar- y controlar –las pruebas, acusació n, razonabilidad- una imputació n de cualquier
ó rgano. Es una imputació n porque cualquiera puede hacerlo, la acusació n la hace solo el fiscal, uno se puede
defender desde una imputació n hecha por quien sea. Uno está imputado desde que toma conocimiento que lo
esta sea la forma que sea. Puede ejercer el derecho desde que sabe o supone que estas imputado, podes
arrancar a defenderte. Es un derecho de resistencia y control, no alcanza con ser oído y designar abogado sin
que, tal como dijo la CSJN, debe ser eficaz y para que así lo sea debe ser realizado con todos los elementos
disponibles.
Existe un principio garantizador tan bá sico que, si no se le da cumplimiento, las restantes garantías dejan de
cumplir su funció n específica. Ese principio es el derecho intangible que tiene todo ciudadano a defenderse de
los cargos que se le realicen en el curso de un proceso penal. El derecho de defensa actú a en forma conjunta con
las demá s garantías, y es la garantía que torna operativas a todas las demá s. Por eso, el derecho de defensa no
puede ser puerto en el mismo plano que las otras garantías procesales. La inviolabilidad del derecho de defensa
es la garantía fundamental con la que cuenta el ciudadano, porque es el ú nico que permite que las demá s
garantías tengan una vigencia concreta dentro del proceso penal.
Por “inviolabilidad de la defensa en juicio”, se debe entender un concepto muy amplio. Todo aquel que está
involucrado en un litigio judicial está asistido por este derecho. Cualquier persona por el só lo hecho de que se le
impute la comisió n de un hecho punible, está asistida por el derecho de defensa en toda su plenitud. Este
derecho no puede tener limitaciones. Y, en consecuencia, la punició n será legítima, si previo a ella se otorgó el
derecho de defensa.
El derecho de defensa es inviolable primero porque lo dice la constitució n y después porque el imputado es la
parte débil del proceso y al ser persona y gozar del principio de mínima interferencia del Estado, las personas
deben ser tratadas y consideradas como inocentes y es inviolable –de forma absoluta- para poder controlar y
resistir la imputació n.
¿Por qué es inviolable este derecho?
1° Porque así lo impone nuestra Constitució n Nacional.
2° Porque se entiende que el imputado es la parte débil del proceso.
¿Desde cuá ndo puede ser ejercido?  El derecho de defensa debe ser ejercido desde el primer acto de
procedimiento en sentido amplio, es decir, desde el mismo momento en que la imputació n existe, por vaga e
informal que sea. Esto incluye as etapas pre procesales o policiales, vedar durante estas etapas el ejercicio del
derecho de defensa es claramente inconstitucional.
“Derecho a ser oído” o “derecho a declarar” (la defensa en un derecho personal) la declaració n del imputado
es el momento particular del proceso penal en el cual se ejerce el derecho de defensa. La declaració n es el
momento que se le otorga al imputado para presentar su versió n de los hechos, ofrecer su descargo, proponer
pruebas y establecer un contacto directo con las personas que tienen a su cargo la preparació n de la acusació n
o directamente, el juicio.
La posibilidad de declarar del imputado debe ser entendida del modo má s amplio posible. El imputado tiene
derecho a declarar en cualquier instancia del proceso, y cuantas veces quiera.
La declaració n constituye un derecho y nunca una obligació n. El imputado nunca puede ser obligado a declarar.
Para poder ejercer este derecho plenamente, el imputado debe tener acceso a la imputació n que se le formula,
así como también a la informació n (conocer cuá les son los hechos que se le imputan y en virtud de qué pruebas
se fundamenta dicha imputació n).
Facultad de ser oído y conocer en detalle la imputació n para confrontarla y declarar libremente.
No formalmente sino expresarse ante un tribunal independiente, imparcial, anterior al hecho y competente.
Derecho a la asistencia letrada  nuestra Constitució n Nacional no só lo exige que el imputado pueda ejercer su
derecho de defensa, sino que, para reforzarlo, se establece la obligatoriedad de la asistencia letrada. El
imputado debe ser asistido por un defensor letrado, es decir, que por un abogado que, con su conocimiento de
las leyes y del proceso, acreciente sus posibilidades de defensa. En determinados casos, bajo circunstancias
especiales y exclusivamente a pedido del imputado, se permite que éste ejerza su propia defensa, sin contar con
asistencia letrada. Para ello, el juez debe considerar que de este modo no resulta menoscabado el juicio legítimo
que exige el Estado de Derecho. Si por razones particulares el imputado entiende que ejercerá mejor su derecho
de defensa sin esa asistencia letrada y el juez considera que esto no es así, el magistrado tiene la posibilidad de
imponer la asistencia técnica obligatoria de un abogado para la defensa.
El abogado defensor no es un auxiliar del juez ni de la justicia. El defensor es un asistente directo del imputado,
y debe guiarse por los intereses y necesidades de la defensa de su cliente. No cumple una funció n pú blica, sino
que asesora a una persona en particular. Su misió n y su actuació n, conforme a las reglas éticas, debe ceñ irse a
defender los intereses de los imputados.
El defensor tiene derecho a participar, incluso de modo autó nomo, en todos los actos del proceso. Su funció n
principal consiste en sugerir elementos de prueba a la administració n de justicia o a los fiscales, en particular
de los actos donde se produce la prueba y controlar su desarrollo, y en interpretar la prueba y el Derecho
conforme las necesidades del imputado.
El imputado tiene también el derecho de elegir a su defensor. Se trata de un asistente de confianza y, por lo
tanto, el imputado debe tener la mayor libertad posible para elegirlo.
Principio de congruencia  la precisió n y claridad de la acusació n son muy importantes, porque es la acusació n
la que fija el objeto del juicio. Debe haber congruencia entre la acusació n y la sentencia, es decir, la sentencia
solamente puede absolver o condenar por los hechos que han sido objeto del juicio. Así es como el imputado
sabe de qué defenderse.
El principio de congruencia es uno de los principios estructurales que fundan un juicio republicano, y surge del
principio de inviolabilidad de la defensa previsto en la Constitució n Nacional.
Secreto de sumario  cualquier restricció n al derecho de defensa y de acceso a la informació n, debe ser
excepcional, debe ser limitada en lo que se refiere a su duració n como a los actos sobre los cuales rige, y debe
fundarse en verdaderas razones de urgencia o necesidad imperiosa con relació n a la eficacia de un determinado
acto del proceso. Aun cuando se admitiere la posibilidad constitucional de este secreto general y absoluto, ésta
debe ser muy restrictiva en cuanto a sus posibles fundamentos. Só lo es admisible constitucionalmente el
secreto parcial de las actuaciones en el caso, y en la medida en que sirva a la eficacia de un acto particular del
proceso.
Ej.: allanamientos.
El secreto de sumario explica el derecho de defensa ya que es la excepció n al acceso irrestricto a las
actuaciones, es la excepció n a la regla.
Evacuació n de citas / derecho a producir pruebas Art. 304. - Investigació n por el juez El juez deberá investigar
todos los hechos y circunstancias pertinentes y ú tiles a que se hubiere referido el imputado.
Prueba irreproducible  hay pruebas que só lo se pueden producir en una oportunidad. El principio
general es que el imputado y su asistencia técnica tienen derecho a controlar la misma de un modo má s
detallado o minucioso que el resto de la prueba, teniendo en cuenta que no se podrá volver a producir.
¿Qué pasa con la cá mara gesell? Es una prueba irreproducible. En general el imputado no está presente porque
eso podría ir en perjuicio del menor que intervine, y en contra de lo que busca el especialista que trata al
menor. En estos casos prevalece el derecho del niñ o por sobre el derecho de defensa y control de la prueba.
Igualmente es discutible.
Sanciones a los abogados  si bien el có digo autoriza a los jueces a imponer sanciones a los abogados,
gran parte de la doctrina considera que esto no debería ser así, ya que habría un temor de parcialidad por parte
del juez que es quien decidirá la controversia. Lo que debería hacer el juez es extraer testimonios y entregarlos
al Colegio Pú blico de Abogados.
Fundamento  El hecho ya pasó , el Estado no puede volver atrá s y reparar el dañ o causado a los damnificados,
lo que sí puede prever es una eventual condena justa para el imputado y verificar que se cumpla con las reglas
del debido proceso.
Evolución del concepto de defensa eficaz para la CSJN:
Indalecio Peralta (1868)  la ignorancia de las leyes o el descuido del defensor, no tiene por qué pesar
sobre el imputado. Cipriano Vá zquez (1919 o 1924)  derecho a ser asistido por un defensor de confianza
Rojas Molina (1941)  el abogado defensor, no presentó ningú n recurso, a pesar de la pena de 17 añ os de
prisió n impuesta a Rojas Molina. Algunas reglas generales fueron enunciadas en el caso
"Rojas Molina".
- El juez debe hacerle saber al imputado el derecho a nombrar un defensor,
- De no hacerlo el acusado, el juez nombrará un defensor letrado,
- Si no lo hace, se le nombrará un defensor de oficio.
- El tribunal de segunda instancia debe nombrar defensor al procesado que no lo tuviere. El término para
expresar agravios só lo corre desde la aceptació n del defensor.
El juez podrá entonces imponer al acusado un abogado, contra su voluntad, si su autodefensa obstaculizara la
buena tramitació n de la causa
Gonzá lez (1963)  los recursos de la defensa, fueron presentados tardes y con defectos, por lo que surgió la
obligatoriedad de notificar personalmente a los imputados condenado y detenidos.
Ferná ndez (1989)  cuando un imputado presenta un recurso “in forma pauperis”, aunque esté mal fundado,
siempre que se note la voluntad de recurrir, se debe dar derecho al recurso.
Ferná ndez (1987)  se admite la posibilidad de que el imputado tenga defensor durante el curso de la
condena. Ya que el cumplimiento de la condena también está revestido por garantías constitucionales.
¿Cuá ndo podés estar privado de la libertad sin abogado defensor en un proceso judicial? Art. 281 arresto.
DERECHO AL DOBLE CONFORME – RECURSO DE CASACIÓN
Recursos como garantía del Imputado: el derecho a recurrir lo podríamos sacar de: Art. 18 de la Constitució n
Nacional (es inviolable la defensa en juicio de la persona y los derechos), Ademá s en la CADD (Art. 8 2H
‘Derecho de recurrir el fallo ante Juez o Tribunal Superior’), Pacto Derechos Civiles... (Art. 14.5).
Doble conforme (derecho a recurrir)
¿De todos los actores procesales a quien le corresponde?
-Al imputado: fallo Giroldi-lo condenan a un mes de prisió n en suspenso, la defensa interpone recurso, Art. 459.
que el inciso 2 del art. Es inconstitucional por no permitir el doble conforme).
-El Ministerio Pú blico Fiscal: fallo llamado Arce, art. 458- el mismo no puede invocar el derecho al conforme
porque las garantías está n dirigidas a preservar a las personas contra el poder del Estado, y el mismo es un
ó rgano del Estado. El ministerio no es una persona y los destinatarios deben ser personas.
-La querella: es una persona, pero los límites formales para casació n de la querella son los mismos que los del
fiscal, entonces hay una discusió n de si se puede o no gozar del doble conforme.
La CSJN cita el 8.1 y 25 de la CADD, la querella puede porque es persona.
¿El imputado goza de la garantía del doble conforme, pero respecto de que resoluciones jurisdiccionales?
-Las resoluciones que ponen fin al proceso (condena, absolució n).
-Procesamiento sin prisió n preventiva: si se puede.
-Procesamiento con prisió n preventiva: si puede recurrirse a casació n, porque hay un gravamen irreparable.
 FALLO ROMERO CACHARANE (2004)
Hugo Alberto Cacharane se encontraba detenido en una cá rcel mendocina. Tal como señ alá ramos
anteriormente, las cá rceles de esta provincia ofrecen condiciones de detenció n infrahumanas que son, en parte,
consecuencia de los abusos y negligencias del servicio penitenciario, lo que motivó la intervenció n de la
Comisió n Interamericana de Derechos Humanos.
Mientras Romero Cacharane se encontraba cumpliendo su pena, fue sancionado por el servicio penitenciario a
cumplir quince días de aislamiento en el pabelló n de má xima seguridad. La defensa oficial de Cacharane apeló
esa sanció n ante el juez de ejecució n penal alegando que se había violado la garantía de defensa en juicio
porque fue impuesta en ausencia de un proceso en el que pudiera defenderse del cargo por el que fuera
castigado. El juez de ejecució n rechazó ese recurso con el argumento de que como la autoridad penitenciaria
provincial no había implementado la ley de ejecució n penal, no era aplicable el procedimiento de revisió n
judicial que allí se establecía. La defensa de Cacharane recurrió esa decisió n ante la Cámara Nacional de
Casació n Penal que declaró inadmisible el recurso con el fundamento de que estas cuestiones eran ajenas al
recurso de casació n por no ser jurídicas sino meramente reglamentarias. En consecuencia, la defensa llevó el
caso ante la Corte Suprema argumentando que la sentencia de Casació n era arbitraria.
La Corte Suprema hizo lugar al planteo y segú n la misma, las decisiones del Servicio Penitenciario que afectan
la modalidad de la ejecució n de una pena está n sometidas al control del juez de ejecució n y de la Cámara
Nacional de Casació n Penal y eventualmente, de la propia Corte. El fundamento es que los reclusos tienen el
derecho constitucional a exigir que los jueces controlen toda la etapa de ejecució n de la pena y a apelar las
decisiones que implican una alteració n en su modo de ejecució n. Este derecho a la protecció n judicial es
necesario para asegurar que se respeten durante la detenció n todos los demá s derechos fundamentales. De este
modo, la Corte resolvió que el derecho a la revisió n judicial no comprende solamente la condena sino también
todas aquellas resoluciones que sean importantes. Los perseguidores (fiscal) pueden pasar por encima los
limites procesales solamente en un caso: si se plantea la cuestió n federal (inconstitucionalidad), el ú nico motivo
sea la inconstitucionalidad.
Recurso de casació n: Es un recurso extraordinario que procede para cuestiones de derecho, por la
inobservancia o erró nea aplicació n de la ley sustantiva o por inobservancia de las normas procesales
establecidas bajo pena de inadmisibilidad, caducidad o nulidad, para que un tribunal de alta jerarquía, anule
total o parcialmente con o sin reenvió una resolució n (Art. 456). Agregando que vía jurisprudencial la CSJN, con
el caso Casal, expresó que el tribunal de casació n debe agotar el esfuerzo por revisar todo lo que pueda revisar
de la resolució n impugnada y que la discusió n entre la problemá tica de hecho o de derecho era algo
Impracticable.
La Cámara de Casació n es un Tribunal de alzada de muy alta jerarquía. Segú n el art. 457, será n recurribles por
el mismo las sentencias definitivas y los autos equiparables con las mismas.
En el caso del Fiscal, el mismo podrá recurrir en los siguientes casos (Art. 458).
El ministerio fiscal podrá recurrir, ademá s de los autos a que se refiere el artículo anterior:
1°) De la sentencia absolutoria, cuando haya pedido la condena del imputado a má s de tres añ os de pena
privativa de la libertad, a multa de doscientos mil pesos o a inhabilitació n por cinco añ os o má s.
2°) De la sentencia condenatoria, cuando se haya impuesto una pena privativa de libertad inferior a la mitad de
la requerida.
El Art. 463, indica que el recurso de casació n será interpuesto ante el tribunal que dictó la resolució n, dentro
del término de diez días de notificada y mediante escrito con firma de letrado, el recurso debe las cuestiones de
hecho o de derecho a revisar y el agravio que produce esta resolució n para el que recurre. El recurso debe estar
debidamente fundado por el recurrente.
El tribunal proveerá lo que corresponda en el término de tres días. Las actuaciones será n remitidas de oficio al
tribunal de alzada inmediatamente después de la ú ltima notificació n.
La concesió n del recurso involucra el emplazamiento que obliga a los interesados a presentarse ante la alzada.
De no comparecer, se declara desierto.
El debate se efectuará el día fijado con asistencia de todos los miembros del tribunal que deben dictar
sentencia. El plazo má ximo para dictar sentencia, segú n el art. 470 es de 20 días.
¿Se permite plantearlo por cuestiones de hecho?
Los hechos y el derecho, no son fácilmente diferenciables, porque uno va de la mano del otro. Antes la Cámara
de Casació n rechazaba todo por ser cuestiones de hecho y la CSJN se cansa porque llegaban todos ahí los casos
y falla Casal.
En dicho fallo el problema se daba por el tema de si existía o no arma de fuego, llega a casació n y la corte tira
abajo el límite y dice que hay una imposibilidad de diferenciar los hechos y derechos, para esto se basa en la
teoría alemana del má ximo rendimiento posible, lo que implica que la casació n debe revisar todo y el límite va a
estar dado por las cuestiones que son propias de la inmediació n del proceso.
Con este fallo se puede recurrir por cuestiones de hecho o de derecho.
¿Puede el Ministerio Pú blico y la querella lograr acceder a casació n por una cuestió n de hecho y prueba? El
fundamento que lo deniega es que no tienen la garantía del doble conforme y el segundo impedimento es la
teoría de igualdad de armas, para no quebrantaría. En el fondo estos dos argumentos está n fundadas en que un
recurso de esta índole es por la afectació n del ne bis ¡n ídem (prohibició n de la doble persecució n).

REVISION JUDICIAL
Está relacionado con los recursos que se pueden interponer en el marco de un proceso.
Es una facultad y garantía que tiene todo aquel que sea parte de un proceso.
Refiere al derecho A que un tribunal superior revise lo impuesto por otro inferior.
El derecho a defenderse en un proceso penal les corresponde principalmente a 2 partes: víctima e imputado. La
víctima lo hace a través de la figura de querella. Porque víctima en sí es una categoría, pero la querella es un
instituto procesal.
Es el 18 cn el cual establece que la defensa en juicio es inviolable y los derechos.
Ademá s, esta idea se recepta convencionalmente:
- En la cadh 8.1, respecto a que toda persona tiene derecho A ser oída con las debidas garantías.
- En el pacto 14.1 recepta una idea similar, estableciendo que debe ser oída pú blicamente con las debidas
garantías ante un tribunal competente.
En cuanto al fiscal, no se defiende a sí mismo sino a la sociedad. Por eso se entiende que no tiene derechos Por
sí, sino facultades, que son prerrogativas que le confiere la ley. En cambio, los derechos Son inherentes a la
persona y está n reconocidos por ley.
¿quiénes pueden recurrir? El imputado, la querella y los fiscales.
Derecho a la doble instancia: Este derecho lo tienen los 3, imputado, querella y fiscal.
Implica irte a otro grado, para que un tribunal superior revise lo resuelto por un juez inferior. El hecho de que
lo tenga los 3, surge del cppn.
Derecho al doble conforme: Es una garantía ú nicamente del imputado.
En caso de una sentencia condenatoria, un tribunal superior podrá revisarla y dar conformidad de lo allí
resuelto, confirmando dicha sentencia.
Implica que existan 2 sentencias consecutivas condenatorias. Surge del 8.2 cadh.
Querella → tiene tutela judicial efectiva.
Principios bá sicos de recursos de casació n → admisibilidad + procedencia.
a) Admisibilidad → 2 facetas
- Impugnabilidad objetiva: refiere a los presupuestos objetivos que se tienen que dar para que sea admisible
recurrir. por ejemplo, que se respeten los plazos, que esa sea una sentencia recurrible.
- Impugnabilidad subjetiva: quiénes pueden recurrir. Legitimados para interponerlo son las partes de un
proceso. Aunque tienen que cumplir con distintos requisitos. Y estos fueron cambiando con la jurisprudencia.
b) Procedencia → relació n a la cuestió n de fondo. A los motivos por los cuales se apela, si son relevantes a la
cuestió n que se resolvió .
¿El recurso de casació n cuando puede ser impuesto?
Se puede recurrir por 2 motivos.
1. In iudicando - cuestiones de derecho.
Refiere a la erró nea aplicació n de la ley sustantiva.
Por ejemplo, error en la culpabilidad o la calificació n legal, refiere má s a cuestiones ligadas a la teoría del delito.
2. In procedendo - cuestiones de forma.
Son inobservancias de normas del cppn.
Por ejemplo: no se cumplen las formalidades de una orden de allanamiento. O hay defectos en el requerimiento
de elevació n a juicio.
Esta diferencia de los motivos es imp. → porque da pauta de có mo falla.
Casació n:
Si hay efectivamente error de derecho → el tribunal revoca la sentencia en ese momento.
Si se apela por in procedendo → casació n debe ordenar un juicio de reenvío. Sortea un nuevo tribunal para ese
nuevo juicio. Problema: non bis in ídem.
¿Cuá ndo se interpone recurso?
Mpf → podrá recurrir en sentencia absolutoria si pidió +3 añ os de condena. O, si se lo condenó a pena privativa
pero inferior a la mitad requerida. Aú n condenado, fiscal podrá apelar si por ejemplo pidió 10 añ os y le dieron
4.
Querella → puede recurrir en los mismos supuestos que el fiscal.
 FALLO GIROLDI
Declara inconstitucional un art. del có digo procesal que no le permitía al defensor apelar si la condena era
menor a 3 añ os. El fundamento refiere a su derecho A que la sentencia condenatoria sea revisada.
Se declara inconstitucional el cppn, en pos del 8.2 de la cadh: establece que todo imputado tiene derecho A que
su sentencia condenatoria sea revisada. Como el cadh tiene jerarquía constitucional, debemos cumplirlo.
Conclusió n: todo imputado tiene derecho A recurrir la sentencia ante juez o tribunal superior.
Si no, se violan derechos Humanos internacionales.
 FALLO ARCE
Argumentando la inconstitucionalidad del art del có digo procesal que no le permitía recurrir en condena
menor a 3 añ os, así como es inconstitucional que no se le permite a la defensa, es inconstitucional que no se le
permita al mpf. Busca analogía del fallo Giroldi.
Pero en arce, es el fiscal a quien se le limita interponer el recurso de casació n.
Conclusió n: Csjn dice que no es inconstitucional. No permitirle recurrir al mpf, ya que cadh só lo refiere a
“personas” (ser humano). El ministerio pú blico fiscal no es una persona, por lo que no tiene derechos, sino
facultades.
 FALLO JURI
Acá es la querella quien interpone recurso de casació n, argumentando la inconstitucional del art. Del có digo
procesal que le restringía está posibilidad. Dice que sí es persona, por ende, está dentro de la norma del cadh.
Csjn: es cierto que ese art. Habla de personas y la querella es persona, pero el 8.2 habla de derecho Del
imputado y admite recurso respecto de sentencias condenatorias.
Sin embargo, el 25.1 de la cadh sí establece el derecho De toda persona a un recurso sencillo para revisar la
resolució n de forma amplia.
No es un doble conforme, sino que la querella tiene tutela judicial efectiva (la cual es aná loga al doble
conforme).
En Juri se analiza el 8.1 (toda persona) + 8.2 (imputados) de la cadh.
 FALLO CASAL
Casació n amplía. Control amplio e íntegro. porque casació n antes só lo era por cuestiones procesales y de dcho.,
pero no de hecho (prueba, valoració n de testigo), segú n el có digo.
Corte: dice que diferenciació n e/ cuestiones de hecho y derecho, no es real. También abarca cuestiones de
hecho entonces (evolució n de los hechos y la aplicació n del derecho).
Csjn: debe revisarse todo lo revisable.
 FALLO OLMOS
Reformatio in peius. Imputado condenado a un añ o. Apela el imputado ante cámara. Y cá mara ordena hacer el
juicio otra vez.
Y lo terminan condenando a 2 añ os. Se afecta entonces la reformatio in peius. Petracchi dice que debemos
desarrollar concepto de cosa juzgada parcial = él ya estaba condenado por 1 añ o. Só lo se puede bajar eso, no
subir, má s si apelo el mismo imputado.
No se puede sobrepasar el límite que marca la primera condena. El segundo tribunal no tenía jurisdicció n.
 FALLO SANDOVAL Y ALVARADO
fiscal apela, se reenvía y se condena.
Corte: No puede haber condena después de absolució n. Se discute el reenvío.
Se viola el ne bis in ídem + principio de preclusió n.
LÍMITE A LA DURACIÓN DE LOS PROCESOS PENALES
En nuestro país los plazos de un proceso suelen ser extensos. Hay un límite que tiene que ver con el tiempo que
lleva un proceso penal, y ese es el plazo razonable.
El plazo razonable del proceso se desprende de:
1. Cadh → art. 7.5 y 8. Todo detenido tiene derecho A ser juzgado dentro de un plazo razonable. Cuando habla
de las garantías judiciales, menciona que toda persona tiene derecho A ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable.
2. Pacto sjcr → a ser juzgado sin dilaciones indebidas. Debe haber celeridad en el proceso, sin que pase
demasiado tiempo sin activació n de las partes.
3. Art. 18 CN, está implícito en cuanto al debido proceso y derecho de defensa en juicio.
Lo imp. Es en relació n a → principio De inocencia y el derecho De defensa. No podés estar defendiéndote 20
añ os ante una acusació n del estado, por eso no es que hay un plazo estricto, sino que, debe analizarse en cada
caso concreto.
¿-hay plazo que se entiende có mo razonable? En una norma nacional, no. Pero, por ejemplo, etapa de
instrucció n sí pone límite de tiempo a la etapa de instrucció n, art. 207 CP, debe durar má x. 4 meses desde
indagatoria. Prorrogables por 2 má s segú n naturaleza de la investigació n y causas de la demora.
Criterios que hay que tener en cuenta para plazo razonable:
1. Complejidad de la causa → no es lo mismo una evasió n fiscal, que un robo de un celular.
2. El contexto social y político → ejemplo es muy difícil investigar al gobierno de turno. Entonces trabas la
causa hasta que se vaya y después lo investigas. Ejemplo2 el covid, causas se frenaron.
3. Gravedad del delito → lo mismo, si tienes escala penal de 6 meses a 5 añ os, no puede estar 4 añ os en proceso.
Pero si la escala má x. Es perpetua, puede tardar má s y es ló gico.
4. Actuació n de las partes y del estado → ejemplo si pones má s recursos, proceso tarda má s.
A veces los propios defensores demoran la causa y después piden plazo razonable.
5. El juez debe velar por la celeridad de la causa → juez debe asegurarse que el proceso tenga cierta celeridad
razonable.
6. No puede ser plazo razonable general → sino que se analiza al caso concreto.
Prescripció n → empieza a correr desde la comisió n del hecho. Osea puede empezar inclusive sin haberse dado
el proceso. Está regulada en el cp, está explícito y regulado específicamente con sus plazos para cada delito. A
veces incluso excede el plazo razonable.
Plazo razonable → necesariamente tiene que darse en el marco de un proceso penal. Nace con el proceso. Corre
desde que se inicia. Ademá s, por má s que esté convencionalmente expresado, en la CN no está. Es una
construcció n doctrinaria.
Plazo razonable no puede ser específico, no hay uno específico para toda la gama de delitos que existen. El
plazo razonable está a cargo del Estado. Pero, la parte se vale de todas las herramientas procesales, dentro de la
buena fe.
Es el juez quien debe velar por la celeridad de la causa.
 FALLO MATTEI (1968)
Es el leading case en nuestro país al respecto del plazo razonable. Se había iniciado un proceso penal contra
Mattei. Cuando se recurre, la cá mara considera que no estaban reunidas las pruebas y entonces retrotrae el
proceso a la etapa anterior.
Llega a la corte por queja.
Csjn: una vez celebrada la etapa del debido proceso (acusació n, defensa, prueba y sentencia), se dan por
precluidas las etapas procesales.
Siendo este un delito simple de baja pena, la corte entiende que se viola el plazo razonable, el cual lo considera
como implícito dentro del derecho De defensa en juicio del art 18 cn.
- La demora excesiva del proceso y la falta de rapidez configuran la vulneració n de la garantía constitucional de
la defensa en juicio.
- Nace de la garantía de defensa en juicio este derecho Del imputado a obtener lo má s rá pido posible el
pronunciamiento. Para poner término a la incertidumbre.
Considerando n°14: debe reputarse incluido en la garantía de la defensa en juicio del 18, el derecho de todo
imputado a obtener (luego de un juicio tramitado en legal forma), un pronunciamiento que, definiendo su
posició n frente a ley y sociedad, ponga término del modo má s rá pido posible la situació n de incertidumbre y de
innegable restricció n de la libertad, que comporta el enjuiciamiento penal.
 FALLO MOZZATTI (1978)
Proceso que dura 25 añ os. La corte lo llama “un cuarto de siglo”, por la gravedad de la situació n. Se declara la
inexistencia de ciertos actos desde la indagatoria, para así poder declarar extinguida la acció n penal por
prescripció n.
Porque si bien tramitó el proceso en “libertad”; no está s totalmente libre, se está bajo una situació n de gran
incertidumbre, que restringe sus libertades durante toda la sustanciació n del proceso.
 FALLO GOYE (2017)
En Goye se determina que el extenso tiempo de duració n del proceso fue a causa de la cantidad de vías
recursivas que fueron interpuestas.
Csjn: dilació n del proceso por vías recursivas es legítima, pero las consecuencias negativas no se le pueden
atribuir o repercutir en el imputado.
Segú n Vigliero, el juez no puede declarar imprescriptible un delito, por el principio De divisió n de poderes
(Arancibia Clavel). Lo declara el congreso, o lo tiene que incorporar el congreso ratificando internacionalmente,
como los crímenes de lesa.
INMUNIDADES
Es una garantía institucional  presidente, vicepresidente, ministros de la corte, diputados, senadores,
ministros, jefe de gabinete.
Tenemos 3 clases
- Legisladores: sujetos a desafueros. Que tienen dos tipos de inmunidades, de opinió n desde que ejerce el
mandato y rige hasta después del mandato y dentro y fuera del recinto; y de arresto rige desde que es electo:
cuando lo declara electo la junta electoral, desde que es proclamado tal.
- Funcionarios: sujetos a remociones
- Magistrados: sujetos a juicio político
LOS FUEROS NO SON PARA SER INVESTIGADOS, SI PARA EL ARRESTO. La ley de fueros de legisladores dice
que no podés investigarlos, cada cámara es jueza de las garantías de sus legisladores. El ú nico caso donde se lo
puede arrestar o detener a los legisladores es en caso de flagrancia.
Inmunidades:
- de opinió n: los diputados y senadores no pueden ser procesados penalmente ni molestados de ninguna
manera por las opiniones que expresen en ejercicio de sus funciones. La ú nica que podría sancionar al
legislador sería la propia cámara. Esta inmunidad tiene por objeto proteger al legislador de presiones. Rige
desde que el legislador comienza efectivamente a cumplir sus funciones en la Cá mara.
- de arresto: la mayoría de la doctrina entiende que el privilegio no va má s allá de la expresió n de arresto, por
lo que el juez podría instruir el sumario, requiriendo el desafuero a la cámara, só lo cuando sea necesario tomar
alguna medida coercitiva que afecte la libertad física del imputado. Ekmekdjian cree que esto incluye también
la inmunidad de jurisdicció n penal, es decir, al procesamiento del legislador. En el caso que sea sorprendido in
flagrante, puede ser detenido, pero ello no implica un desafuero automá tico. Rige desde que es electo (desde
que así lo proclama la junta electoral) hasta su cese. Excepció n: que sea sorprendido en un hecho de flagrancia.
En este caso, cualquier particular puede ir y aprehenderlo. Poner manos sobre él y ponerlo a disposició n de la
justicia o de la policía.
Desafuero: se establece un procedimiento especial para allanar la inmunidad de los legisladores. Cuando el juez
tenga suficientes elementos para procesar al legislador, debe pedir el desafuero a la cá mara, y tal pedido es
remitido a una comisió n que investiga la gravedad del caso. Dicho examen se produce con intervenció n del
interesado, a quien se le garantiza el derecho de defensa. La cámara necesita los dos tercios de los votos de sus
miembros para disponer el desafuero, y si no se consigue esa mayoría, el pedido queda rechazado
automá ticamente.
Proceso de desafuero:
Juez solicita a la cá mara que corresponda → el desafuero del legislador.
- Debe presentar un informe con el hecho que se le atribuye, las pruebas que hay en contra del legislador y
demá s.
- Y después dentro de la propia cámara, se abre una especie de mini sumario, donde el legislador puede dar su
versió n de los hechos a sus colegas y ofrecer pruebas. Puede defenderse.
- Si la cá mara considera el desafuero → se vota con ⅔ y se da el desafuero.
- Suspende las funciones, salarios e inmunidades.
Cámara también puede denegar el pedido de desafuero del legislador → en ese caso, pedido no procede. En este
caso, la cá mara puede ordenar la libertad del legislador, entre otras cosas.
Delitos por los cuales se deben desaforar al legislador → deben ser de suma gravedad.
No podrá allanarse su despacho ni su domicilio. Tampoco se lo podrá requisar ni detener → necesita previa
solicitud de la cámara para ello. Debe hacerlo el juez, pero pidiendo permiso primero a la cá mara.
Lo mismo aplica con los despachos de los abogados particulares, vos tienes que avisar al colegio de abogados y
ellos envían un veedor.
La indagatoria → legisladores tienen el derecho De asistir o no a una indagatoria. Juez puede iniciar una
investigació n contra un legislador, eso sí pueden hacer, tenerlo investigado. Pero legislador puede elegir si
Comparece o no. Si no viene, no se puede obligar por medio de la fuerza pú blica.
Consecuencia de esto = la causa nunca va a llegar a juicio. Porque para que una causa llegue a juicio, necesitas
que exista un requerimiento de elevació n a juicio, y para eso necesitas un procesamiento, y para que exista eso
necesitas una indagatoria. Si nunca lo podés indagar, no podés seguir porque es el 1° acto procesal.
Juicio político: sirve para remover a ciertos funcionarios y magistrados que en principio tienen inamovilidad
garantizada por la propia Constitució n Nacional (quienes no pueden ser removidos de sus funciones) 
presidente, vicepresidente, ministros del Poder Ejecutivo y miembros de la CSJN (es taxativo).
Estos privilegios no pueden ser absolutos, por lo que la Constitució n Nacional prevé un procedimiento para
destituir a estos funcionarios en los casos en que cumplieran su mandato o incurrieran en responsabilidad
penal.
La cámara de diputados se convierte en fiscal (el titular de la acusació n), y el senado en jurado y juez (quien
determina la eventual responsabilidad y procede a dictar sentencia).
Causales de juicio político: mal desempeñ o de sus funciones, delito en el ejercicio de sus funciones, y crímenes
comunes.
El juicio debe desarrollarse respetando las pautas del debido proceso. El efecto natural y directo es la
destitució n del condenado del cargo, entonces desaparece la inmunidad de jurisdicció n penal
que tenía y éste queda sujeto de los tribunales ordinarios si hubiera cometido algú n delito.

LEY DE FUEROS
Ley de fueros: el fuero es una protecció n legal que se le asigna a determinados funcionarios para que puedan
ejercer libremente sus funciones, sin presiones externas y gozando de completa independencia a la hora de
realizar sus funciones.
Tanto el fuero, como, por ejemplo, la intangibilidad en las remuneraciones de los jueces → no son beneficios
para los legisladores ni los jueces, ni los coloca en una mejor situació n respecto del resto. Sino que, justamente
es un beneficio para la sociedad, porque van a poder recibir una administració n de justicia libre de presiones,
con jueces independientes. El fin es la sociedad.
Desafuero → es la contracara. Es el procedimiento por el cual se lo aparta de sus funciones, para que pueda ser
sometido a disposició n del juez. Cuando se lo suspende de sus funciones, también quedan suspendidas sus
inmunidades/protecciones legales.
Ley 25.320  LEY DE FUEROS.
ARTICULO 1º — Cuando, por parte de juez nacional, provincial o de la Ciudad Autó noma de Buenos
Aires, se abra una causa penal en la que se impute la comisió n de un delito a un legislador, funcionario o
magistrado sujeto a desafuero, remoció n o juicio político, el tribunal competente seguirá adelante con el
procedimiento judicial hasta su total conclusió n. El llamado a indagatoria no se considera medida restrictiva
de la libertad, pero en el caso de que el legislador, funcionario o magistrado no concurriera a prestarla el
tribunal deberá solicitar su desafuero, remoció n o juicio político. En el caso de dictarse alguna medida
que vulnera la inmunidad de arresto, la misma no se hará efectiva hasta tanto el legislador, funcionario o
magistrado sujeto a desafuero, remoció n o juicio político no sea separado de su cargo. Sin perjuicio de ello el
proceso podrá seguir adelante hasta su total conclusió n. El tribunal solicitará al ó rgano que corresponda
el desafuero, remoció n o juicio político, segú n sea el caso, acompañ ando al pedido las copias de las actuaciones
labradas expresando las razones que justifiquen la medida. No será obstá culo para que el legislador,
funcionario o magistrado a quien se le imputare la comisió n de un delito por el que se está instruyendo causa
tenga derecho, aun cuando no hubiere sido indagado, a presentarse al tribunal, aclarando los hechos e
indicando las pruebas que, a su juicio, puedan serle ú tiles. No se podrá ordenar el allanamiento del domicilio
particular o de las oficinas de los legisladores ni la intercepció n de su correspondencia o
comunicaciones telefó nicas sin la autorizació n de la respectiva Cá mara.
ARTICULO 2°— La solicitud de desafuero deberá ser girada de manera inmediata a la Comisió n de Asuntos
Constitucionales de la Cá mara correspondiente, la que deberá emitir dictamen, en un plazo de 60 días. La
Cámara deberá tratar la causa, dentro de los 180 días de ingresada, aun cuando no exista dictamen de comisió n.
ARTICULO 3°— Si un legislador hubiera sido detenido en virtud de lo dispuesto por el artículo 69 de la
Constitució n Nacional, el tribunal pondrá inmediatamente en conocimiento del hecho al cuerpo legislativo
correspondiente, quien decidirá por los dos tercios de los votos, en sesió n que deberá realizarse dentro
de los 10 días, si procede el desafuero. En este caso se actuará conforme al artículo 70 de la Constitució n
Nacional. Para el caso de denegar la Cámara el desafuero, el juez dispondrá la inmediata libertad del legislador.
ARTICULO 4°— Si fuera denegado el desafuero, la suspensió n o remoció n solicitadas, el tribunal declarará por
auto que no puede proceder a la detenció n o mantenerla, continuando la causa segú n su estado.
En cualquier caso, regirá la suspensió n del curso de la prescripció n prevista en el artículo 67 del Có digo Penal.
ARTICULO 5°— En el caso del artículo 68 de la Constitució n Nacional, se procederá al rechazo in limine de
cualquier pedido de desafuero.
Garantías de derecho formal: Divisió n de poderes, lo que hace al ó rgano que emite la decisió n.
Garantías del derecho material: El derecho al doble conforme.
ESTADO DE SITIO
Art. 23 Constitució n Nacional. - En caso de conmoció n interior o de ataque exterior que pongan en peligro el
ejercicio de esta Constitució n y de las autoridades creadas por ella, se declarará en estado de sitio la provincia o
territorio en donde exista la perturbació n del orden, quedando suspensas allí las garantías constitucionales.
Pero durante esta suspensió n no podrá el presidente de la Repú blica condenar por sí ni aplicar penas. Su poder
se limitará en tal caso respecto de las personas, a arrestarlas o trasladarlas de un punto a otro de la Nació n, si
ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino.
Art. 99 Constitució n Nacional. - El Presidente de la Nació n tiene las siguientes atribuciones: 16)
Declara en estado de sitio uno o varios puntos de la Nació n, en caso de ataque exterior y por un término
limitado, con acuerdo del Senado. En caso de conmoció n interior só lo tiene esta facultad cuando el Congreso
está en receso, porque es atribució n que corresponde a este cuerpo. El presidente la ejerce con las
limitaciones prescriptas en el Artículo 23.
Art. 61 Constitució n Nacional. - Corresponde también al Senado autorizar al presidente de la Nació n para
que declare en estado de sitio, uno o varios puntos de la Repú blica en caso de ataque exterior.
Art. 27 CADH. Suspensió n de Garantías
1. En caso de guerra, de peligro pú blico o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del
Estado parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las
exigencias de la situació n, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convenció n, siempre que
tales disposiciones no sean incompatibles con las demá s obligaciones que les impone el derecho internacional y
no entrañ en discriminació n alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religió n u origen social.
2. La disposició n precedente no autoriza la suspensió n de los derechos determinados en los siguientes
artículos: 3 (Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a la Vida); 5 (Derecho a la
Integridad Personal); 6 (Prohibició n de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y de
Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religió n); 17 (Protecció n a la Familia); 18 (Derecho al
Nombre); 19 (Derechos del Niñ o); 20 (Derecho a la Nacionalidad), y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías
judiciales indispensables para la protecció n de tales derechos.
3. Todo Estado parte que haga uso del derecho de suspensió n deberá informar inmediatamente a los demá s
Estados Partes en la presente Convenció n, por conducto del Secretario General de la Organizació n de los
Estados Americanos, de las disposiciones cuya aplicació n haya suspendido, de los motivos que hayan suscitado
la suspensió n y de la fecha en que haya dado por terminada tal suspensió n.
Artículo 4 - PIDCYP
1. En situaciones excepcionales que pongan en peligro la vida de la nació n y cuya existencia haya sido
proclamada oficialmente, los Estados Partes en el presente Pacto podrá n adoptar disposiciones que, en la
medida estrictamente limitada a las exigencias de la situació n, suspendan las obligaciones contraídas en virtud
de este Pacto, siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demá s obligaciones que les
impone el derecho internacional y no entrañ en discriminació n alguna fundada ú nicamente en motivos de raza,
color, sexo, idioma, religió n u origen social.
2. La disposició n precedente no autoriza suspensió n alguna de los artículos 6, 7, 8 (pá rrafos 1 y 2), 11, 15, 16 y
18.
3. Todo Estado Parte en el presente Pacto que haga uso del derecho de suspensió n deberá informar
inmediatamente a los demá s Estados Partes en el presente Pacto, por conducto del Secretario General de las
Naciones Unidas, de las disposiciones cuya aplicació n haya suspendido y de los motivos que hayan suscitado la
suspensió n. Se hará una nueva comunicació n por el mismo conducto en la fecha en que se haya dado por
terminada tal suspensió n. Observació n general sobre su aplicació n.
¿Qué implica el estado de sitio?  la suspensió n de las garantías para restaurar el orden (incluyendo la
limitació n transitoria de la libertad de las personas).
Las emergencias previstas en el art. 23 Constitució n Nacional son la conmoció n interior y el ataque exterior,
que ponen en peligro la Constitució n Nacional y las autoridades creadas por ella.
La amplitud de tales conceptos permite incluir en ellos cualquier situació n de emergencia.
Entonces, el instituto de emergencia propiamente dicho previsto en la Constitució n Nacional es el estado de
sitio.
Límite: durante esa suspensió n, el presidente no podrá condenar por sí ni aplicar penas. Su poder excepcional
se limita en cuanto a las personas, puede arrestarlas o trasladarlas.
Concepto  podemos definir el estado de sitio como un instituto creado por la Constitució n Nacional, como
respuesta excepcional y transitoria, para hacer frente a situaciones de emergencia que impliquen peligro
inminente y real para el orden institucional y para el país. Tiene por objetivo principal el de restaurar el pleno
ejercicio de la Constitució n Nacional, tanto en su parte orgá nica como en los derechos y garantías; no el de
alterar el sistema constitucional.
La CSJN ha dicho que el estado de sitio no puede servir para suspender la vigencia de la Constitució n Nacional,
ni el principio de divisió n de poderes.
Causas y autoridades que lo declaran
- Conmoció n interior: es cualquier desorden o emergencia interna que traiga aparejado un dañ o real o
un peligro cierto e inminente para el sistema institucional (emergencias políticas, econó micas, sociales,
etc.). No cualquier desorden o conmoció n justifica la declaració n del estado de sitio.
Tal declaració n le corresponde al Congreso. Si el Congreso estuviera en receso, el presidente puede declarar el
estado de sitio conforme al art. 99, inc. 16 Constitució n Nacional, pero el Congreso debe aprobar o suspender el
estado de sitio declarado por el presidente. Entonces, si el Congreso estuviese en receso, el Poder Ejecutivo, sin
perjuicio de declarar el estado de sitio, debe convocarlo a sesiones extraordinarias, para que el cuerpo apruebe
o deje sin efecto tal declaració n.
Lo declara el congreso.
- Ataque exterior: ésta es la situació n de emergencia militar que implica un caso de guerra internacional.
En sentido amplio se debe interpretar que esta norma está dirigida a la autodefensa de la Nació n contra
cualquier tipo de acció n que implique un acto de guerra.
Tb deben ser incluidos en esta causal los actos terroristas efectuados por elementos militares o
paramilitares que respondan a países extranjeros.
En este caso, la declaració n del estado corresponde al Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado, conforme lo
establece el art. 61 de la Constitució n Nacional (a diferencia del supuesto anterior, el estado de sitio debe ser
declarado por un plazo determinado). Lo declara el presidente con acuerdo del Senado porque se supone que,
en un ataque exterior, es una situació n de extrema urgencia, no hay tiempo para que el congreso se reú na a
decidir.
El presidente puede arrestar y trasladar, sin embargo, voy a poder interponer un habeas corpus en estado de
sitio, puedo controlar el procedimiento y la razonabilidad, ya que la facultad del presidente para detener no es
absoluta, se puede controlar y valerme del habeas.
 FALLO CSJN ANTONIO SOFÍA (1959)
Sentencia que habilitaba realizar un acto político en un espacio que estaba cerrado por decretar un estado de
sitio que se estaba viviendo. Policía no autorizó realizar el acto, pero se hizo igual.
Pero, al ser una cuestió n política no justiciable, corte no la puede revisar, salvo medidas que haya tomado el
poder ejecutivo respecto de por ejemplo la aplicació n de una pena.
Surge el control de razonabilidad de las medidas tomadas por el poder ejecutivo.
Disidencias de Sofía: só lo deberían suspenderse los derechos vinculados al hecho concreto que causare el eds.
Só lo aquellas garantías que sean efectivamente esenciales/indispensables para el eds.
Fundamento normativo de estas disidencias: las libertades consagradas en el 14 CN, las acciones privadas del
hombre del 19 CN y la regulació n específica del 23 CN respecto del eds.
Ademá s, el 33 CN en cuanto a que las garantías y los derechos de la CN no deben entenderse como negació n de
otros no enumerados (esto surge del principio de soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno).
 FALLO FRONDIZI (1962)
Csjn sostuvo que procede recurso de habeas corpus si la detenció n fue realizada en exorbitancia/abuso de las
facultades otorgadas al poder ejecutivo por el 23 CN. Pero la detenció n de Frondizi y su confinamiento no
excedían las facultades del art. Mencionado.
HABEAS CORPUS
Art. 43 Constitució n Nacional. - Toda persona puede interponer acció n expedita y rá pida de amparo,
siempre que no exista otro medio judicial má s idó neo, contra todo acto u omisió n de autoridades
pú blicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con
arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitució n, un tratado
o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u
omisió n lesiva.
Podrá n interponer esta acció n contra cualquier forma de discriminació n y en lo relativo a los derechos
que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de
incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a
esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organizació n.
Toda persona podrá interponer esta acció n para tomar conocimiento de los datos a ella referidos y de su
finalidad, que consten en registros o bancos de datos pú blicos, o los privados destinados a proveer informes, y
en caso de falsedad o discriminació n, para exigir la supresió n, rectificació n, confidencialidad o
actualizació n de aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de informació n periodística.
Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de
agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detenció n, o en el de desaparició n forzada de
personas, la acció n de há beas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y
el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio.
Por el Pacto de Derecho civiles y políticos que, en su artículo noveno, inciso cuarto expresa:
Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detenció n o prisió n tendrá derecho a recurrir ante un
tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible sobre la legalidad de su prisió n y ordene su libertad si la
prisió n fuera ilegal.
Ademá s, por CADD, que, en su artículo séptimo, inciso 6, expresa que toda persona privada de libertad tiene
derecho a recurrir ante un juez o tribunal competente, a fin de que este decida sin demora, sobre la legalidad de
su arresto o detenció n y ordene su libertad si el arresto o la detenció n fueran ilegales.
Antecedentes histó ricos  Los má s antiguos antecedentes de esta cuestió n se hallan en el derecho
romano.
En nuestro ordenamiento jurídico, la primera regulació n legal del habeas corpus figura en el art. 20 de la ley 48,
que lo trataba muy escuetamente.
Posteriormente, el Có digo de Procedimientos en lo Criminal de CF, lo reguló minuciosamente.
Este régimen fue reemplazado por la ley 23.098 que tuvo como base de proyecto el del senador Fernando de la
Rú a.
¿qué es el habeas corpus?  el habeas corpus es una herramienta eficaz por medio de la cual ante alguna
restricció n a la libertad (física o ambulatoria) permite conocer la situació n jurídica y de hecho de la persona
afectada (sirve para revisar la legalidad) (es una herramienta de excepció n y sencilla de utilizar ≠ a la de
amparo).
La garantía relativa a la libertad física, es el fundamento de la acció n de habeas corpus, la cual ha sido
expresamente incorporada en el art. 43, 4° pá rr. Constitució n Nacional, por la reforma del 94.
Antes de esta incorporació n del habeas corpus, la jurisprudencia y la doctrina hacían derivar a este instituto
directamente del art. 18 Constitució n Nacional.
Es un remedio procesal para establecer situació n fá ctica de una detenció n actual o probable o desaparició n
forzada de personas  debe ser siempre contra detenció n sin orden escrita.
Ya estaba prevista en la Carta Magna de 1215.
El mismo es regulado por la Ley de habeas Corpus 23.098, que fue la primera norma, y luego con la reforma de
la Constitució n Nacional en 1994, con el art. 43, que establece que cuando el derecho lesionado, restringido,
alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegitimo en la forma o condiciones de
detenció n, o en el de desaparició n forzada de personas, la acció n de há beas corpus podrá ser interpuesta por el
afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estado de
sitio.
Procedencia  Art. 3° ley 23.098– Procedencia. Corresponderá el procedimiento de há beas corpus cuando
se denuncie un acto u omisió n de autoridad pú blica que implique:
1) Limitació n o amenaza actual de la libertad ambulatoria sin orden escrita de autoridad competente.
2) Agravació n ilegítima de la forma y condiciones en que se cumple la privació n de la libertad sin
perjuicio de las facultades propias del juez del proceso si lo hubiere.
Modelos de habeas corpus 
- Clá sico o reparador: para normalizar una detenció n ilegal, cuando la persona esta privada de su libertad
sin una orden de autoridad competente. Tiende a hacer cesar una situació n ilegal de privació n de libertad.
- Preventivo: ante la amenaza de la restricció n. Amenaza o sospecha de arresto o detenció n. Se puede
presentar cuando la libertad no ha sido limitada, sino amenazada, y tiene la finalidad de evitar que se
produzca esta detenció n.
- Correctivo: la persona ya está detenida pero su situació n le es agravada ilegítimamente. No se discute
los motivos de la detenció n, sino las condiciones del cumplimiento de la misma, a fines de solucionar los
problemas.
- Restrictiva: la persona puede ser objeto de hostigamiento (para hacer cesar el acto) ej. custodia a una
persona que se encuentra en libertad. Antecedentes “Solari Irigoyen”.
¿Dó nde?  ante cuestiones de urgencias se presenta en el Juzgado de Instrucció n en turno. Há beas corpus
durante el estado de sitio  en los períodos de vigencia del estado de sitio, las acciones de há beas corpus han
sido mucho má s numerosas y activas que en ausencia de éste.
Durante el estado de sitio la acció n de habeas corpus es el medio procesal idó nea para hacer efectivo el control
judicial sobre las medidas de privació n de la libertad personal dispuestas por el Poder Ejecutivo, y sobre todos
los aspectos relacionados con la efectivizació n de la opció n de extrañ amiento. La jurisprudencia ha ido
reconociendo paulatinamente el control judicial sobre la razonabilidad del arresto y confinamiento. Esta acció n
sirve para comprobar no só lo la existencia de los requisitos formales del decreto, sino incluso para juzgar la
relació n de razonabilidad entre causa y efecto.
En estado de sitio el habeas corpus puede ver si fue detenido por autoridad competente fundado en norma con
respeto constitucional. Lo que NO puede controlar es la legitimidad ya que esa es mérito, oportunidad y
conveniencia del presidente. Puede revisar la legalidad no la legitimidad. Si puede velar por que se le dé
ejercicio al derecho de opció n de la ú ltima parte del art.
23 Constitució n Nacional.
Art. 4º ley 23.098 – Estado de sitio. Cuando sea limitada la libertad de una persona en virtud de la declaració n
prevista en el art. 23 de la Constitució n Nacional, el procedimiento de há beas corpus podrá tender a
comprobar, en el caso concreto:
1) La legitimidad de la declaració n del estado de sitio.
2) La correlació n entre la orden de privació n de la libertad y la situació n que dio origen a la declaració n del
estado de sitio.
3) La agravació n ilegitima de la forma y condiciones en que se cumple la privació n de la libertad que en
ningú n caso podrá hacerse efectiva en establecimientos destinados a la ejecució n de penas.
4) El efectivo ejercicio del derecho de opció n previsto en la ú ltima parte del art. 23 de la
Constitució n Nacional. ¿qué facultades tiene el juez en estos casos?  (cuestió n política no justiciable). El Juez
no puede dejar sin efecto el estado de sitio.
- El juez puede revisar la legalidad del acto en sí mismo, no la decisió n (¡¡¡NO la legitimidad como dice
la ley!!! Porque la legitimidad tiene que ver con la oportunidad, mérito y conveniencia del PE). Legalidad ≠
legitimidad
- El juez puede revisar si la detenció n de la persona guarda relació n con el estado de
sitio
Art. 6° – Inconstitucionalidad. Los jueces podrá n declarar de oficio en el caso concreto la
inconstitucionalidad, cuando la limitació n de la libertad se lleve a cabo por orden escrita de una
autoridad que obra en virtud de un precepto legal contrario a la Constitució n Nacional.
Este es un caso donde el habeas corpus camina contra orden escrita de autoridad competente.
Art. 11. – Auto de há beas corpus. Cuando un tribunal o juez de jurisdicció n competente tenga
conocimiento por prueba satisfactoria de que alguna persona es mantenida en custodia, detenció n o
confinamiento por funcionario de su dependencia o inferior administrativo, político o militar y que es de
temerse sea transportada fuera del territorio de su jurisdicció n o que se le hará sufrir un perjuicio
irreparable antes de que pueda ser socorrida por un auto de há beas corpus, pueden expedirlo de oficio,
ordenando a quien la detiene o a cualquier comisario, agente de policía u otro empleado, que tome la persona
detenida o amenazada y la traiga a su presencia para resolver lo que corresponda segú n derecho.
Tramitació n de hecho de un habeas corpus preventivo/ permite el derecho a la protecció n del art. 25 CADH.
Ley 23.098 de habeas corpus: Procede cuando se denuncia un acto u omisió n de autoridad pú blica que
implique:
1. Una limitació n o amenaza actual de la libertad ambulatoria sin orden escrita de autoridad competente.
Si se quién es esa autoridad competente, debo formular el recurso pertinente. Preventivo o correctivo.
2. Agravació n ilegítima de la forma y condiciones en que se cumple con esa privació n de libertad, sin perjuicio
de las facultades propias del juez. Se agravan las condiciones de la detenció n.
Posició n de garante = el juez de la causa.
Juez de há beas es un juez de turno. No se afecta la garantía del juez natural. Porque el juez de há beas también
es juez natural, tiene competencia designada por ley.
¿Puede un juez tramitar de oficio un habeas corpus? Sí.
Cuando un juez competente tome conocimiento por prueba satisfactoria de que alguien detenido o confinado
por funcionario de su dependencia o un inferior, y se teme que se transporte fuera de su jurisdicció n o que se le
hará sufrir un perjuicio irreparable urgente → podrá expedir el habeas corpus de oficio.
Ordenando a que se tome a la persona detenida o amenazada y se la lleve hacia su presencia para poder
resolver lo que corresponda por ley.
Funció n del habeas corpus → protecció n de la persona física, frente al ataque en una dependencia del estado.
¿se puede interponer un habeas corpus en estado de sitio? Sí.
Cuando haya estado de sitio, y se vea limitada la libertad de una persona por el 23 CN, el habeas corpus buscará
comprobar en c/ caso concreto:
1. La legitimidad de esa declaració n de eds. < pero, en un estado de dcho., el juez debe indagar s/ el motivo de
la detenció n, pese a la declaració n del eds. El control debería ser de legalidad, si guarda las formas de un DNU
revisará si actuó conforme la CN. Está mal escrito en la ley esto, claramente un juez no puede analizar las
causales de la declaració n de un Estado de Sitio porque eso violaría la divisió n de poderes.
Test de razonabilidad → só lo determina la relació n e/ la privació n de libertad y la declaració n del eds. Luego,
determina dó nde está y có mo está .
2. La correlació n e/ el orden de esa privació n y la situació n que dio origen a la declaració n del eds.
3. La agravació n ilegítima de la forma y condiciones en las que se está cumpliendo esa privació n de libertad, no
puede hacerse efectiva en establecimientos que estén destinados a la ejecució n de penas.
4. El efectivo cumplimiento del ejercicio del derecho De opció n (ú ltima parte del 23 CN).
Art. 27 cadh → interpretació n y aplicació n de la “suspensió n de garantías” del estado de sitio.
- En caso de guerra, peligro pú blico u otra emergencia que amenaza la independencia o seguridad del estado.
Suspensió n se aplica só lo el tiempo estrictamente necesario, en tanto esa suspensió n sea conforme a derecho Y
no discrimine.
- No suspende derecho A la vida, la integridad personal, prohibició n de esclavitud, principio de legalidad y
retroactividad, libertad de conciencia, protecció n a la familia, a los derechos del niñ o, derecho Al nombre, a la
nacionalidad. Tampoco suspende las garantías judiciales que resulten indispensables para proteger esos
derechos.
- El estado que suspende las garantías, debe informar a los otros estados parte. Lo hace por conducto del
secretario general debe decir qué suspendió , los motivos de la suspensió n y la fecha límite de la suspensió n.
EMPODERAMIENTO DE LA VÍCTIMA: QUERELLANTE AUTÓNOMO
Actualmente, hay una tendencia en la legislació n a equiparar a la víctima y al querellante, pero no son lo mismo.
Tienen diferentes derechos y con una extensió n distinta a estos derechos víctima puede coincidir con la
querella respecto de quién es.
Víctima → refiere a la persona ofendida directamente por el delito (o su có nyuge, conviviente, padre, hijo,
hermano, tutor). No es una parte del proceso, pero sí posee derechos dentro de aquel (gracias a la ley de
víctimas).
Pero, no puede impulsar la acció n penal, ni producir prueba, por ejemplo. Tampoco podrá requerir la elevació n
a juicio ni pedir pena.
Víctima tiene derecho: a recibir un trato digno, a que procesalmente se lo moleste el mínimo posible, a que se
respete su intimidad, a requerir medidas de protecció n para sí o para su familia, a aportar informació n durante
la investigació n. Y también, podrá participar del proceso bajo la figura del querellante.
Figura del pretenso querellante: Se creó a través de la jurisprudencia. Refiere al estadío que tiene un sujeto que
pretende presentarse como querellante en un proceso. Va desde que presenta el escrito, hasta que el juez
provea que sea tenido como parte querellante. Si juez rechaza el pedido, la persona puede apelar en calidad de
pretenso querellante.
Querellante autó nomo: Es la presentació n de la víctima, con patrocinio letrado, dentro del proceso penal.
Convierte a la víctima en sujeto y parte del proceso. Puede impulsar la acció n penal, plantear el requerimiento
de elevació n a juicio y pedir pena. Tiene derecho A defender sus derechos en el proceso penal (la víctima, no).
Aú n en ausencia de impulso fiscal, querella por sí puede impulsar la acció n. No se requiere el impulso fiscal si
hay parte querellante.
La víctima no tiene derecho a defenderse, querellante sí, porque la víctima no es en sí parte del proceso penal,
no puede participar de la causa y por eso no se defiende. Pero, puede hacerlo si se presenta bajo el instituto de
querella.
Víctima se defiende a través de esta figura.
1. Cadh, art. 8.1 → garantías judiciales.
a) Menciona que toda persona tiene derecho a ser oída, con sus debidas garantías y en un plazo razonable.
Osea que, toda persona tiene derecho a defenderse y gozar de ciertas garantías - aplicable al querellante.
b) Todo aquel inculpado de un delito, tiene derecho a que se presuma su inocencia en tanto no se haya
establecido legalmente su culpabilidad.
Garantías mínimas de las personas durante todo el proceso → derecho a ser asistido gratis por traductor +
comunicació n previa y detallada de lo que se me acusa + contar con tiempo y medios adecuados para
defenderme + no ser obligado a declarar contra mí mismo ni a declararme culpable + mi derecho A recurrir el
fallo que me condena.
2. Cadh, art. 25.1 → tutela judicial efectiva para el querellante. Expande los derechos De los querellantes.
- Dcho. A un recurso sencillo y rá pido u otro efectivo ante los jueces competentes, que ampare a la querella
contra actos que violen sus derechos Fundamentales reconocidos por ley, cn o la cadh.
3. Cn, art. 18 → inviolable la defensa en juicio de las personas y sus derechos Debido proceso, tutela judicial
efectiva, etc.
 FALLO TARIFEÑ O (1989)
Se discutía si podía caber una condena sin acusació n. En tarifeñ o, el fiscal requirió la elevació n de la causa a
juicio, pero luego no sostuvo esa acusació n en el debate, sino que se abstuvo de acusar. Pero, aun así, condenan
al imputado.
Csjn: dice que no se puede llevar a cabo una sentencia condenatoria sin una acusació n, eso violaría el principio
Del derecho De defensa. Si el imputado es condenado por un hecho que no se le acusa, no puede defenderse.
Conclusió n = se requiere acusació n del fiscal para llevar a cabo una condena.
 FALLO SANTILLÁ N (1998)
El fiscal requirió la elevació n de la causa a juicio, y también lo hizo la querella. Pero, al momento del juicio, el
fiscal no sostiene su acusació n.
La querella, obviamente en desacuerdo, pide la condena.
Los jueces del caso entendieron que, ante la falta de acusació n fiscal, se debe absolver, má s allá de que exista
una querella que esté acusando. Ello así, porque la figura del querellante no era autó noma, sino que estaba
subordinada a la acusació n del fiscal.
Querella recurre y el caso llega a la corte.
Csjn: derecho A la jurisdicció n que tiene toda persona para concurrir a un ó rgano jurisdiccional, buscando
justicia para obtener una sentencia ú til. por este principio., se entiende que la querella puede acusar aú n en
ausencia de acusació n del fiscal. Se le da un rol autó nomo a la querella.
Conclusió n: ante ausencia de acusació n fiscal, querella puede acusar igual.
 FALLO MARCILESE (2002)
Jurisprudencia da un giro de 180. El fiscal se abstiene de acusar y los jueces igual condenan al imputado.
Se recurre ante la csjn, haciendo alusió n a lo resuelto en el fallo tarifeñ o.
Csjn: entendió diferente acá . Aú n en ausencia de acusació n, jueces pueden acusar, sino le permitiríamos a los
fiscales quitarle el derecho A la jurisdicció n de los jueces (facultad de decidir el dcho.).
Los jueces está n atados a la acusació n del fiscal. Si el fiscal no acusa, un juez no puede sentenciar.
Conclusió n: por ende, si los fiscales deciden cuando absuelven o no a una persona, estarían violando la divisió n
de poderes porque eso es competencia del juez.
 FALLO MOSTACCIO (2004)
Retoma tarifeñ o. Se requiere acusació n del fiscal para llevar a cabo una condena.
 FALLO ZICHY THYSSEN (2006) FALLO PLENARIO.
Deja zanjada la cuestió n respecto de que el pretenso querellante puede efectivamente apelar, en caso que el
juez rechace su pretensió n a ser tenido como parte querellante.
Fundamento: porque, si bien la normativa procesal no lo establece concretamente, mediante la incorporació n
del binomio convencional de los arts. De la cadh (8.1. Y 25), se entiende que toda persona tiene derecho Ser
oída y a un recurso sencillo.
De ese binomio, se forma una triada que garantiza la tutela judicial efectiva, que es el concepto paralelo o
aná logo del doble conforme.
Conclusió n: pretenso querellante puede apelar, derecho A un recurso sencillo.
 FALLO DEL´OLIO (2006)
Se le corrió vista al fiscal para que eleve la causa a juicio y lo hace. Pero cuando corre vista a la querella para
que también lo haga, no lo hace, omite hacerlo.
Por lo tanto, se entiende que, si la querella no elevó la causa a juicio, no podrá acusar, porque se entiende que
renunció a ese derecho Cuando no elevó la causa.
Conclusió n: querella debe requerir la elevació n de la causa a juicio para poder acusar en el juicio.

ARREPENTIDO
Antes → fiscal no tenía que comprobar si lo que el arrepentido le decía, era cierto. Ahora, tiene que comprobar
cierto grado de certeza. Eso porque se empezaron a hacer figuras de arrepentido a lo loco y no te servían de
nada en la investigació n. Empezaron a poner má s restricciones en la figura del imputado arrepentido.
Ley 27.304 → las escalas penales se pueden reducir a las de tentativa (en caso de perpetua, se reduce a 15
añ os), respecto de los partícipes o autores, cuando brinden informació n o data precisa y comprobable.
Aplica a delitos como: el narcotrá fico, terrorismo, delitos sexuales, trata de personas, asociació n ilícita.
Criterios para que proceda aplicar beneficios al arrepentido:
Deberá tenerse en cuenta lo siguiente:
- El tipo y alcance de la informació n que brindó
- Cuá n ú til realmente fue esa informació n para lograr un avance.
- El momento procesal en el cual se brindó esa informació n.
- La gravedad del delito que el imputado ayudó a esclarecer/impedir.
- La gravedad de los hechos que se le atribuyen al arrepentido.
Hay pena de prisió n para quien proporcione maliciosamente informació n falsa o dato inexacto.
¿Cuá ndo debe realizarse el acuerdo con el imputado arrepentido? Antes del auto de elevació n a juicio, antes del
cierre de la ipp o del acto procesal equivalente.
Informació n aportada → só lo debe ser s/ hechos ilícitos de los que el arrepentido fue partícipe y a los sujetos
cuya responsabilidad penal sea la misma o mayor que la de él.
No aplica → a delitos de lesa humanidad. Ni a funcionarios.
Se hace un acuerdo de colaboració n con el fiscal, siempre en presencia del defensor. Juez debe homologarlo,
analizando si fue voluntario y si se cumplieron todos los requisitos.
Corroboració n → el juez o el fiscal deben corroborar si se cumplieron las obligaciones del acuerdo del imputado
arrepentido. Debe analizar especialmente la verosimilitud y la utilidad de esa informació n que brindó .
Protecció n de los imputados arrepentidos → programa nacional de protecció n de testigos e imputados, creado
por ley.
No se puede condenar só lo por las manifestaciones efectuadas como imputado arrepentido.
Sino que, deben relacionarse con las demá s pruebas que sustenta la condena. La materialidad de un hecho
ilícito no puede probarse só lo con lo que declara el arrepentido.
Posibles problemas de la figura del arrepentido
1) En cuanto al principio De igualdad → la amenaza. Pero, ademá s, es como si entre má s vinculado al delito má s
valioso es.
2) No obligatoriedad a declarar contra sí mismo.
3) Genera inseguridad jurídica porque hay una coacció n indirecta. Ya que, si no colabora, puede tener una
situació n mucho má s grave.
Críticas a la tesis del “derecho a mentir” en su defensa:
Derecho a no declarar → no es derecho a mentir. Abstenerse a declarar no puede presumirse en su contra. Pero,
si hablara, debería decir la verdad (la opinió n de Vigliero).
Crítica al derecho A mentir → puede desviar la investigació n si miente. Pero poder, puede mentir.
Si el imputado miente y hay que realizar otra investigació n, hasta es má s costoso para el proceso. Por eso se
entiende que puede perjudicar y desviar la investigació n.
 FALLO FISCAL C/ FERNÁ NDEZ (1990)
Los hechos parecen de película. Había una investigació n en curso, donde un policía va a un bar para lograr la
detenció n de una persona de nacionalidad boliviana, que al momento tenía en su poder cocaína.
Cuando detienen al sujeto, espontá neamente le dice al personal policial dó nde está el resto de la cocaína y ante
ese dato brindado por Ferná ndez, la policía decide acompañ arlo hasta ese domicilio en pos de agente
encubierto. La cuestió n es que cuando llegan a ese domicilio, era nada má s y nada menos que el consulado de
Bolivia, lo cual ya era un problema de por sí porque embajadas y consulados son territorio extranjero y el poder
judicial no tiene jurisdicció n ahí.
Cuando entran, los atiende el có nsul y los hace pasar dado que Ferná ndez era su amigo.
Ferná ndez le pide que traiga el resto de la cocaína.
Como estrategia policial, lo hacen salir al có nsul del domicilio, con el pretexto de que debe ir a asistir a una
persona y una vez afuera, lo detienen.
El caso se judicializa y llega a la csjn.
Csjn: se discutían 2 cosas, el allanamiento, y, por otro lado, la figura de agente encubierto y si aquella violaba
garantías constitucionales en cuanto al 19 CN respecto de la intimidad y la privacidad.
Conclusió n: 1) figura de agente encubierto es constitucional, se usa como herramienta para combatir crímenes
como el narcotrá fico. Será constitucional en tanto sea ejecutada conforme a la ley. El policía lo que no puede
hacer es insistir o instar al otro a cometer el delito. Pero acá simplemente estuvo presente, se aprovechó del
descuido del delincuente, pero nada má s. 2) no hubo en sí un allanamiento porque el ingreso fue consentido sin
engañ os.

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