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INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO

Art. 18 Constitució n Nacional “El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los
papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su
allanamiento y ocupació n.” La ley que determinará en qué casos es el CPPN en el art. 224  auto emanado y
fundado.
Art. 224 CPPN. – Registro. Si hubiere motivo para presumir que en determinado lugar existen cosas
vinculadas a la investigació n del delito, o que allí puede efectuarse la detenció n del imputado o de alguna
persona evadida o sospechada de criminalidad, el juez ordenará por auto fundado el registro de ese lugar.
El juez podrá proceder personalmente o delegar la diligencia en el fiscal o en los funcionarios de la policía o de
las fuerzas de seguridad. En caso de delegació n, expedirá una orden de allanamiento escrita, que contendrá : la
identificació n de causa en la que se libra; la indicació n concreta del lugar o lugares que habrá n de ser
registrados; la finalidad con que se practicará el registro y la autoridad que lo llevará a cabo. El funcionario
actuante labrará un acta conforme lo normado por los artículos 138 y 139 de este Có digo.
En caso de urgencia, cuando medie delegació n de la diligencia, la comunicació n de la orden a quien se le
encomiende el allanamiento podrá realizarse por medios electró nicos. El destinatario de la orden comunicará
inmediatamente su recepció n al Juez emisor y corroborará que los datos de la orden, referidos en el pá rrafo
anterior, sean correctos. Podrá usarse la firma digital. La CSJN o el ó rgano en que ésta delegue dicha
facultad, reglamentará los recaudos que deban adoptarse para asegurar la seriedad, certidumbre y
autenticidad del procedimiento.
Cuando por existir evidente riesgo para la seguridad de los testigos del procedimiento, fuese necesario
que la autoridad preventiva ingrese al lugar, primeramente, se dejará constancia explicativa de ello en el
acta, bajo pena de nulidad.
Si en estricto cumplimiento de la orden de allanamiento, se encontrare objetos que evidencien la comisió n de
un delito distinto al que motivó la orden, se procederá a su secuestro y se le comunicará al juez o fiscal
interviniente.
Art. 225 CPPN. - Allanamiento de morada. Cuando el registro deba efectuarse en un lugar habitado o en
sus dependencias cerradas, la diligencia só lo podrá realizarse desde que salga hasta que se ponga el sol.
Sin embargo, se podrá proceder a cualquier hora cuando el interesado o su representante lo consienta, o
en los casos sumamente graves y urgentes, o cuando peligre el orden pú blico.
Art. 227 CPPN. - Allanamiento sin orden. No obstante, lo dispuesto en los artículos anteriores, la policía podrá
proceder al allanamiento de morada sin previa orden judicial cuando:
1°) Por incendio, explosió n, inundació n u otro estrago se hallare amenazada la vida de los habitantes o
la propiedad.
2°) Se denunciare que personas extrañ as han sido vistas mientras se introducían en una casa o local, con
indicios manifiestos de ir a cometer un delito.
3°) Se introduzca en una casa o local algú n imputado de delito a quien se persigue para su
aprehensió n.
4°) Voces provenientes de una casa o local anunciaren que allí se está cometiendo un delito o pidan
socorro.
5°) Se tenga sospechas fundadas de que en una casa o local se encuentra la víctima de una privació n
ilegal de la libertad y corra peligro inminente su vida o integridad física (artículo 34 inciso 7 del CPN). El
representante del MP Fiscal deberá autorizar la diligencia y será necesaria su presencia en el lugar.
Art. 228 CPPN. - Formalidades para el allanamiento. La orden de allanamiento será notificada al que habite o
posea el lugar donde deba efectuarse o, cuando esté ausente, a su encargado o, a falta de éste, a
cualquier persona mayor de edad que se hallare en el lugar, prefiriendo a los familiares del primero. Al
notificado se le invitará a presenciar el registro.
Cuando no se encontrare a nadie, ello se hará constar en el acta. Practicado el registro, se consignará en el acta
su resultado, con expresió n de las circunstancias ú tiles para la investigació n.
El acta será firmada por los concurrentes. Si alguien no lo hiciere se expondrá la razó n.
 Un proceso penal fundado en ideas garantizadoras no só lo se preocupa de proteger al individuo, sino
también aquellos ámbitos directamente ligados a su intimidad, como son el domicilio, la correspondencia y los
papeles privados.
La protecció n que ofrece al respecto el proceso penal es una protecció n de segundo nivel, ya que no se trata de
una protecció n absoluta que impida por completo la bú squeda de informació n en el domicilio de una persona o
entre sus papeles personales. La protecció n que ofrece el proceso radica en que no será posible buscar
informació n en tales fuentes si no media una autorizació n expresa de un juez.
¿Por qué lo debe hacer un juez? Para que ceda un derecho protegido constitucionalmente, para avanzar sobre la
intimidad etc. Requiere una orden de un poder calificado que es el judicial. Auto que funda es la justificació n y
la orden es lo que recibe el delegado para hacer. Debe tener causa, lugar, lo que se busca y quien lo hace.
Por domicilio se entiende, aquel lugar donde la persona desarrolla sus actividades primarias en un sentido
amplio; puede tratarse tanto de la vivienda particular como de las oficinas donde desempeñ a sus negocios o su
trabajo, siempre que se trate de un ámbito de desarrollo de su actividad personal.
La bú squeda de informació n en estos á mbitos de intimidad só lo es admisible si se cuenta con una orden de
allanamiento o de registro, es decir, una autorizació n formal, precisa y circunstanciada del juez, y de ninguna
otra autoridad, que permite, en el caso concreto, la violació n de tales ámbitos protegidos.
La orden de allanamiento nunca puede ser una orden genérica, ni en cuanto al tiempo ni en cuanto al lugar.
Debe estar circunstanciada temporalmente, debe determinar con precisió n y expresamente el lugar que puede
y debe ser registrado.
No só lo debe ser una orden circunstanciada espacial y temporalmente, sino que debe ser una orden
“circunstanciada”, esto es que debe contener una referencia expresa al proceso en el cual ha sido ordenada, y
ademá s debe indicar qué es lo que se busca.
La orden específica debe indicar qué se busca, es decir, que hay que buscar determinados objetos, relacionados
con una determinada investigació n, en un á mbito específico.
Toda orden de allanamiento que no cumple con estos requisitos y toda la informació n que sea recolectada por
medio de ella o sin contar con una autorizació n judicial, es una informació n ilícita que no puede ingresar al
proceso penal.
Posibilidades de allanamiento sin orden  hay casos en los cuales es posible ingresar a un domicilio sin la
debida autorizació n. Estos casos son excepcionales o permisos especiales que cuentan con una justificació n
para la violació n de la morada o de la intimidad de la persona.
- Por razones humanitarias (cuando se escuchan voces de auxilio, o se produce una accidente o
catá strofe)
- Razones de necesidad (cuando se está persiguiendo a una persona y es necesario continuar la
persecució n dentro de una vivienda)
Consentimiento del propietario  se discute el valor que se le da al consentimiento de la persona para permitir
el ingreso a su vivienda. En principio el consentimiento debería bastar para permitir el ingreso a un domicilio,
siempre que se trate de un consentimiento libre.
De ningú n modo puede evitarse la orden de allanamiento sobre la base de un consentimiento tá cito,
debiéndose presumir que las personas no han prestado su consentimiento. Só lo en aquellos casos en los que
existe un consentimiento probado y libre se puede admitir la validez de la informació n recolectada sin una
orden de allanamiento.
Vicios en el allanamiento:
- Vicios esenciales: cuando se violan las normas esenciales. Naturaleza del art. 224 CPPN, que regula las
garantías y reglamenta el art. 18 Constitució n Nacional, lo vuelve operativo estableciendo el có mo.
El allanamiento debe estar fundado porque se está vulnerando otros derechos, tales como el de la intimidad. El
no cumplir con la fundamentació n, invalidaría el acto. En estos casos siempre existe la nulidad. De ningú n modo
puede incorporarse el resultado de un allanamiento con vicios esenciales (no se puede incorporar como
prueba).
- Vicios por violaciones a normas de derechos individuales.
Un claro ejemplo es cuando hay coacció n al morador para encontrar lo que se busca, esto afecta la libertad, la
dignidad y la voluntad. Sin embargo, los efectos son diferentes a cuando hay vicios esenciales.
En estos casos la prueba puede ser igualmente incorporada mediante el método de “supresió n mental
hipotética”. Esto es, cuando suprimiendo un eslabó n de la cadena, igualmente se podría haber obtenido la
prueba (teoría de la verdad independiente).
Entonces el acto sigue siendo vá lido. (distinto es si la prueba de ningú n modo se podría haber obtenido sino
mediaba la coacció n).
Doctrina del fruto del á rbol envenenado  hace referencia a una metá fora legal empleada en algunos países
(Argentina y Estados Unidos al menos) para describir evidencia recolectada con ayuda de informació n obtenida
ilegalmente. La ló gica de la frase es que si la fuente de la evidencia (el "á rbol") se corrompe, entonces cualquier
cosa se gana de él (el "fruto") también lo está. Esa evidencia generalmente no es admisible ante los tribunales.
La evidencia sería excluida bajo la doctrina del fruto del á rbol envenenado. El descubrimiento de un testigo no
es evidencia en sí misma porque el testigo es atenuado por entrevistas separadas, testimonio de la corte y sus
propias declaraciones.
La doctrina está conforme a tres excepciones principales. La evidencia corrompida es admisible si (1) fue
descubierto en parte como resultado de una fuente independiente, impoluta; (2) se hubiese descubierto
inevitable a pesar de la fuente corrompida; o (3) la cadena de causalidad entre la acció n ilegal y la evidencia
corrompida es tenue.
REGISTROS PRIVADOS
Se entiende que son manifestació n directa de la personalidad, y en consecuencia no pueden ser examinados ni
incautados sin una autorizació n expresa del juez. Este principio se refiere a todas las formas de comunicació n y
documentació n a través de las cuales se manifieste la persona. Entre ellas, las comunicaciones telefó nicas.
En estos casos la autorizació n judicial significa que solamente el juez es la persona habilitada para determinar
qué comunicació n particular puede ingresar al proceso penal, porque contiene informació n que puede ser ú til,
y cuá l debe ser devuelta a su legítimo poseedor.
La autorizació n para buscar informació n en las comunicaciones privadas no puede ser delegada, salvo en
cuanto a la colaboració n material imprescindible para recolectarla. La violació n de esta norma, puede invalidar
por completo la prueba obtenida.
Yemal (CSJN 1998)  CSJN convalidó un allanamiento con orden sin fundar (incluso la denuncia no mostraba
indicios de que en la empresa a allanar haya indicios de evasió n fiscal), porque consideró la primacía de la
verdad por sobre las normas procesales. CSJN consideró que el pedido de allanamiento por parte de la DGI ya
tenía fundamentos para realizarlo.
Llanos (CSJN 1992)  La orden de allanamiento debe estar debidamente fundada, salvo que el auto se remita a
circunstancias de la causa (se hizo para proteger la validez de los procedimientos).

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