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La Cruz Nariño, 09 de Marzo de 2016

Buenas tardes….

Comenzare por agradecer su presencia en éste el último adiós a mi Abuelo


DANIEL BRAVO, pero también debo expresar, que me cuesta mucho hablar en
estos momentos, pues como podrán comprender su ausencia nos afecta mucho
aunque sé que ahora él está junto a Dios Nuestro Padre y María Santísima
Nuestra Madre quien nos protege, nos ilumina y nos bendice a cada momento de
nuestras vidas.

Estamos aquí reunidos para dale el último adiós A MI ABUELO que fue una
persona trabajadora y luchadora, un ser especial que se encargó de darnos
momentos de mucha alegría a todos, siempre lo recordaremos con una sonrisa en
el rostro y con ese mirada que nos trasmitía tranquilidad a todos e incluso en los
momentos más difíciles de nuestras vidas, su muerte nos tomó por sorpresa pues
alguien como él demostraba sus ganas de vivir a cada instante incluso antes de
entrar a la cirugía recordando sus últimas palabras que permaneciéramos todos
unidos como familia, ayudándonos unos a otros y que cuidáramos mucho de mi
abuela Ana la mujer que lo acompaño durante toda su vida, Hoy es un día en que
nos sentimos tristes pero pensemos que él no hubiese querido vernos así,
sigamos su ejemplo y seamos fuertes porque la vida continua acompañados
siempre del amor infinito de Dios Nuestro Padre Celestial.

Hubiese querido que este momento nunca llegara pero la vida es así, quiero
expresarle mis más sentidos agradecimientos a todos nuestros
familiares,vecinos,conocidos,amigos y toda la comunidad en general tanto del
sector rural como urbano que nos ha acompañado en estos momentos difíciles
para decirles que a pesar que el ya no está con nosotros debemos de seguir
sintiéndonos orgullosos de que fue una persona honesta y trabajadora pues ahora
su cuerpo descansa en el sueño eterno y su alma se encuentra en el paraíso pero
quedara su recuerdo en nuestro corazones para siempre”.

Recordar todos los momentos vividos, es realmente difícil y enfrentar la realidad


de que nunca estará con nosotros, pero en nuestra mente está vivo el recuerdo de
que compartimos vivencias cotidianas, muchas veces he sentido que esto es un
sueño, un mal sueño del que no puedo despertar y me agobia la pena, el dolor, la
melancolía y quisiera tener un solo instante más para poderle decir lo mucho que
lo quiero, que te extraño, pero sobre todo para darte las gracias… gracias por la
vida, por tus sabios consejos y el amor incomparable y decidido de toda nuestra
familia, por ser ese ejemplo a seguir, por tu lucha incansable y por ser el motor de
nuestra existencia; como olvidar nuestra infancia feliz a tu lado, tus sabios
consejos o inclusive hasta tus regaños, todo porque nos convirtiéramos en quien
él quería hacer de todos nosotros personas de bien y siendo útiles a la sociedad.

Sin embargo en medio de todos estos sentimientos encontrados sentimos que es


necesario que sepas que esto solo es una breve despedida, que tan solo te
adelantaste al cielo junto a Dios, junto a mi tía Olga, mi abuela rosa, A todos
nuestros familiares y amigos en la corte celestial. No puedo cuestionar los
designios de Dios nuestro padre pero nos duele el alma saber que no estarás otro
día más con nosotros, que no compartirás nuestros sueños, nuestras alegrías,
nuestras tristezas pero tu luz y tu ejemplo nos acompañaran siempre, te amamos
Abuelo, aunque tu cuerpo ya no esté presente siempre vivirás en nuestros
corazones. Él fue alguien que siempre estaba dispuesto a tendernos una mano
ante la adversidad, era un padre protector y un amigo consejero, sus enseñanzas
al igual que su manera de ver la vida jamás deben olvidarse, ahora su alma
descansa en paz pues mientras estuvo en este mundo fue un hombre que nunca
albergo odio ni rencor”.

ABUELO DANIEL, la muerte nos ha separado y estamos tristes por tu partida;


pero también te queremos decir que la muerte ha sido vencida en Jesucristo y por
eso creemos que estas en buenas manos en la casa del Padre amoroso, pues la
fe nos dice: “si verdaderamente hemos muerto con Cristo, tenemos la fe de que
también viviremos con él”. Ese es el mensaje de aprecio, de afecto y de
acompañamiento que nos une como familia.

Digo de manera orgullosa, que me tocó el mejor abuelo del mundo, y se que hoy
que estas junto a dios nuestro padre, eres nuestro ejemplo de alguien que luchó
en la vida, que se esforzó por salir adelante a todos sus hijos, trabajo
incansablemente por tener una vida mejor, que lucho por su casa, que trabajo
desde que era muy joven y era Un hombre increíble, el más maravilloso para mí,
una de las mejores personas que he conocido, que ayudo siempre a todos, que
crio bien a mis tíos y tías junto a mi abuelita Ana y que nos enseñó a todos sus
nietos, a trabajar con juicio y honradez y así era mi abuelo una persona
bondadosa y un campesino ejemplar para toda la comunidad.

Es cierto que cuando un ser querido nos abandona, no es fácil poder expresar lo
que sentimos. A veces el dolor es tan grande cuando sabemos que no va a volver,
que la muerte se ha llevado a alguien que era parte de nuestras vidas, que las
palabras no alcanzan para poder expresar lo que nos duele, y lo que estamos
sufriendo, Como quisiera que escaparas del cielo por un segundo, sentir tu
presencia y abrazarte de nuevo, decirte lo mucho que te queremos y que no te has
ido, que levantes tu mano y nos bendigas, solo me resta decirte Gracias… y
pedirte que desde donde te encuentres nos sigas cuidando como siempre lo
hiciste y que cuando nos volvamos a reunir nos demos ese abrazo que tanto
anhelamos en este momento de dolor, gracias por ser mi Ángel guardián por ser
mi todo… ve al cielo abuelo, junto a Dios, junto a mi tía Olga y mi abuela Rosa
siempre te vamos a amar…

Me enseñaste que las cosas no se hacen solas, sino que hay que trabajar y
esforzarse para conseguirlas, que uno es el artífice de su futuro. Hay que luchar
por nuestros ideales. Tú luchaste por todos nosotros, por nuestra familia, porque
tu gente nunca lo pase mal y por asegurarnos un futuro mejor. A Dios Abuelo, le
pido serás un ángel que cuidará de mí desde el cielo y aunque me falte tu
presencia yo te sentiré cerca de mí, en mis momentos tristes y de felicidad, porque
cuando mas solo me encuentre yo sé que tu estarás ahí para apoyarme, cuidarme
y protegerme. Ahora solamente me queda esperar el momento en el que tú y yo
nos volvamos a encontrar, yo sé que ese momento algún día llegará,
y cuando ese momento llegue te quiero ir a encontrar con un gran abrazo, y con
lágrimas en los ojos te diré lo mucho que te extraño.

PAZ EN TU TUNBA, DIOS TE BENDIGA HOY, MAÑANA Y SIEMPRE…

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