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Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación

Departamento de Historia y Geografía


Cátedra: Historia Moderna
Profesor: Mauricio Rivera

Reseña
Los fundamentos del pensamiento político moderno: El
Renacimiento
Quentin Skinner

Estudiante: Javiera Serrano Andía


Fecha: 13 de diciembre de 2020
Los fundamentos del pensamiento político moderno: El Renacimiento (Tomo I) es
una obra escrita por Quentin Skinner, la cual fue publicada en su versión original el año
1978, y luego en su versión traducida al español en 1985. Dentro del trabajo intelectual e
histórico que se realiza en la obra, el autor se plantea tres objetivos principales en su
escrito, los cuales apuntan a: a) generar un estudio de la transición desde la teoría política
de la Edad Media hacia comienzos de la Edad Moderna, mediante la revisión de autores
claves como Dante, Maquiavelo, Erasmo, Tomás Moro, Hotman y Bodino, entre otros; b)
trabajar en torno al proceso de conformación del concepto moderno de Estado,
enmarcándose en un contexto temporal que va desde el siglo XIII hacia el XVI, y por
último c) exponer una manera de estudiar e interpretar los textos históricos, en donde el
enfoque se posicione en la matriz social e intelectual en donde se desarrollaron los escritos,
analizando las características de la sociedad en la cual y para la cual fueron escritos. De
manera particular, en la tercera parte de su obra, titulada “El Renacimiento en el Norte”,
indaga sobre la temática en dos ejes fundamentales: la difusión de la cultura humanista,
adentrándonos en un viaje desde Italia hacia la Europa del Norte; y la recepción del
pensamiento político humanista, indagando en las continuidades y cambios que se
presentan de la mano de los humanistas del Norte.

Quentin Skinner es un historiador intelectual británico, que nace el 26 de noviembre


de 1940 en Oldham, Reino Unido. Su formación inicia en Bedford School, y luego ingresa
a Gonville and Caiud College en la Universidad de Cambridge. Durante su desarrollo
intelectual, tuvo a su cargo la cátedra Regius en la Universidad de Cambridge y
actualmente se desempeña como docente de la cátedra Barber Beaumont en la Queen Mary,
Universidad de Londres.

Sus intereses se centran en la historia intelectual moderna y también ha incursionado


en temas filosóficos, incluyendo en este enfoque las prácticas de interpretación y
explicación histórica. También ha estudiado sobre temas de la teoría política
contemporánea, enfocándose en conceptos como la libertad política y el Estado. Por otra
parte, su investigación histórica se ha centrado en la Europa moderna y su principal interés
es el Renacimiento italiano. Otro de sus ejes de trabajo es Inglaterra durante el siglo XVII,
abordando en este contexto la relación entre la retórica y la filosofía, así como también la
libertad política en la revolución inglesa. A lo largo de su carrera ha publicado una serie de
libros sobre la filosofía de Thomas Hobbes, pero su obra más conocida es Los fundamentos
del pensamiento político moderno.

Skinner, dentro de su trabajo de docencia e investigación, ha instalado con el tiempo


un marco de análisis que busca reemplazar la manera textual de abordar los escritos
referidos a problemáticas políticas del pasado, y en su lugar posicionarse desde una forma
contextual, así no se enfoca solo en los textos como un cuerpo en sí mismo, sino que se
integra el contexto intelectual e ideológico en que las obras fueron escritas.

Dentro del contexto académico, es considerado como uno de los representantes de la


Escuela de Cambridge. A juicio de Skinner, esta escuela podría identificarse debido a que
comparten una metodología, que entendería que la filosofía es un campo en donde existen
diversas preguntas y respuestas que van cambiando con el tiempo de manera incesante,
dentro de este contexto el objetivo de sus estudios debiese ser determinar qué preguntas en
particular se tornaron de interés en los distintos momentos de la historia de la filosofía. Hay
autores asociados a este escuela, como lo son Peter Laslett y John Pocock, quienes serían
de una generación pasada, mientras que en un momento más actual se puede encontrar a
John Dunn y Quentin Skinner. De todas formas, para este último, esta forma de
pensamiento no podría acotarse a algo como una “Escuela de Cambridge”, sino que
responde a un enfoque más general que escapa de ese espacio académico, además de
exponer que quienes conformarían la escuela no asentaron una teoría como tal para
enmarcarla en un grupo determinado.

Ahora bien, volviendo sobre su obra Los fundamentos del pensamiento político
moderno, el punto general que es abordado en la tercera parte es una férrea defensa del
tradicional argumento que expone que el Renacimiento del Norte es esencialmente una
continuación del Renacimiento italiano. Dentro de esta idea que permea su concepción,
Skinner realiza una argumentanción, comenzando por la continuidades entre ambos ejes
territoriales de desarrollo del Renacimiento, pero gradualmente comienza a desentrañar el
cambio de énfasis del humanisno del Norte en temas como el rechazo a la moralización de
la jerarquía social y la prioridad de la paz como una meta de la política.

En relación con el papel que juega el Renacimiento italiano, Skinner expone que se
puede establecer que la migración de los humanistas desde ese territorio hacia el Norte jugó
un papel fundamental. Dentro del relato del autor surgen nombres de eruditos italianos
como Gregorio de Tiferna o Fausto Andrelini, quienes desarrollan cátedras en París,
abriendo un puente de traspaso de ideas. De esta forma, se puede indicar que humanistas
italianos fueron compartiendo su ideario por países como Inglaterra, Alemania y Francia,
expendiendo el alcance de este pensamiento. También se provocó el movimiento a la
inversa, cuando estudiosos de los países anteriormente mencionados comenzaron a
trasladarse hacia Italia, en donde dejan de lado el posicionamiento escolástico que
predominaba y se internan en el estudio de las humanidades, retornando a sus ciudades
natales con amplios aprendizajes.

Otro hito que es relevado por Skinner es el desarrollo de la imprenta, que tuvo lugar
hacia la segunda mitad del siglo XV. Este hecho fue bastante relevante para la difusión del
pensamiento humanista, dado que mediante la distribución de textos en los medios de
prensa, el ideario se iría expandiendo con una rápidez impensada antes de la imprenta.

Así, se va gestando el desarrollo de un Renacimiento del Norte, en donde se


rescatan diversas esferas de estudio que devienen desde Italia, como la matriz técnica, en
donde mediante la utilización de herramientes desde la crítica filológica e histórica, se
adentran en el análisis de los textos del mundo antiguo, dirigiendo su atención de manera
my particular a los escritos relacionados con el derecho romano. Esto genera como
consecuencia que la ciencia jurídica se renueva y se dote de una consciencia sobre la
historia mucho mayor. Acciones como estas también se extendieron hacia otros nichos de
análisis, como por ejemplo la Biblia, la cual llevaba tiempo siendo abordada desde un
enfoque escolástico que aunaba un grupo de pasajes para determinar alguna conclusión y
enseñanza general. Por el contrario, los humanistas llevan adelante un proceso que
considera dentro de sus puntos el contexto histórico de cada elemento expresado en la
Biblia. Los alcances de esta situación también se extendieron hacia las esferas sociales,
provocando un remezón en las relaciones tradicionales entre la Iglesia y las autoridades
temporales.

Si bien es cierto que, considerando lo anterior, se puede establecer una continuidad


entre el pensamiento de los humanistas del Norte con las ideas que se gestaron durante el
siglo XV en el Renacimiento italiano, Skinner indica que esto no sucedió de manera cabal,
ya que algunas teorías o idearios trabajados con posterioridad por algunos eruditos del
Norte tienen su origen en la crítica que realizan hacia los humanistas primigenios.

Como se mencionó anteriormente, los cambios en las percepciones de ciertas


temáticas se relacionan por una parte con la idea de la guerra. Skinner indica que desde un
ideal aristotélico se llevaba considerando durante mucho tiempo como parte de la
ciudadanía la defensa armada de la libertad, postura arraigada desde un visión que presenta
la posibilidad de la existencia de gueras justas o como espacio para ganar honores. Los
humanistas del Norte ponen en entredicho esta perspectiva, y personas como Moro o
Erasmo plantean un repudio hacia la idea de la guerra, instalándola en una posición opuesta
a los valores de la cristinandad y que no se relaciona con las virtudes con las que debiese
contar el Estado.

Así también se cuestiona la idea sobre la existencia de un centro acotado de


personas en donde se podía encontrar la virtud. Se había establecido con el tiempo que las
valores más importantes se encontrarían netamente en las capas altas de la sociedad, por lo
que la existencia de una aristocracia hereditaria podría asegurar que las virtudes más
relevantes se siguiesen desarrollando. Esto conllevó a que la jerarquización de la sociedad
se fuese reproduciendo, teniendo como base una argumentación de carácter moral que
pensaba necesaria la existencia de una nobleza marcada. Frente a esto, en obras como
Utopía de Tomás Moro, se ataca a quienes llevaban tiempo defendiendo la idea de que las
personas virtuosas estaban determinadas previamente por ascendencia familiar o por su
riqueza. La virtud, por tanto, se debiese demostrasr con acciones concretas, que dejen ver
realmente quienes son merecedores del honor, independiente de su posición social.

Desde un posicionamiento hsitórico, el libro de Skinner posee un gran valor y se


torna indispensable para ahondar en los debates acerca de la transición entre la Edad Media
y la Edad Moderna. Pone a disposición una amplia gama de temas y problemáticas, con
respecto a las cuales personas que no tengan mayor internalización en el contenido pueden
encontrar una viva y lúcida exposición e introducción, y quienes tengan un acercamiento
desde la especialidad se enfrentaán a un desafío que estimula la revisión de ideas y el
diálogo entre diversos puntos de vista.

Se rescata de manera particular la labor de revisión y organización de las obras de


autores claves en el Renacimiento, otorgando una hilo conductor en su relato que presenta
con claridad el ejercicio de comprender cuáles son las continuidades entre el Renacimiento
italiano y el del Norte, así como también cuáles son los desafíos y transformaciones que se
dan con el paso del tiempo. También es sumamente relevante la invitación que realiza
Skinner hacia una práctica sistemática de abordar el o los pensamientos políticos de una
manera que integre los diversos contextos históricos, nutriendo de esta formas los análisis y
los debates académicos en torno al Renacimiento.

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