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“Hay criminales que proclaman, tan campantes: “la mate porque era mía”, así no más, como si fuera

cosa de
sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer.
Pero ninguno, ninguno, ni el mas macho de los súper machos tiene la valentía de confesar, “la mate por
miedo”, porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del
hombre a la mujer sin miedo”. Frase de Eduardo Galeano

"La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce
límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente
avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz." 
Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas.

¡Ya es suficiente! Hasta cuándo vamos a presenciar la violencia familiar, el abuso sexual, la violación, el acoso,
la discriminación, el maltrato y muchas situaciones que laceran el corazón de la mujer. La violencia hacia la
mujer y violencia de género es un fenómeno que se halla en extensión. Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS) calificó como una epidemia “un problema de salud mundial”. Se estima que el 38% de asesinatos
de mujeres son causados por violencia machista y que un 35 % de mujeres a nivel mundial sufren algún tipo de
violencia, ya sea física o sexual, por parte de sus parejas o de otro externo.

Es cierto que hay leyes que protegen a las mujeres, como la Ley integral 348, pero nuestra pregunta es: ¿POR
QUE SE SIGUE DANDO DIA A DIA ESTE FENÓMENO SOCIAL? ¿CUÁNTOS NO VEMOS EN LAS
NOTICIAS, ¿EN LA RADIO, ¿EN EL PERIÓDICO, CASOS EN LOS QUE LA MUJER ES VEJADA Y
MALTRATADA?, y como siempre estos casos son minimizados por situaciones menos importantes, esto es algo
indignante, no es tolerable.

Pensemos en nuestras madres, hermanas y abuelas. Hoy que es día de la madre, 27 de mayo, a cuántas les
habrá tocado pasar una violación en su día… penosamente a muchas; el abusador, violador, como queráis
llamarle, no fija hora y fecha, sólo ansía por descargar su furia en una de ellas. ¿Y qué hay de ellas? Ellas
también son seres humanos, sensibles e inocentes. Un hombre viola a una mujer, eso es violencia. Un
adolescente maltrata a su novia, eso es violencia. Un hombre piensa que su mujer es ¨su objeto¨, eso es
violencia. Y todo eso es responsabilidad nuestra. De todos y todas.

Para el tratamiento del abuso sexual en adolescentes y en mujeres jóvenes se requiere de psicoterapia, les
compartiremos un extracto del libro “Invisible Girls” de la Dra. Patti Feuereisen, sobre mitos y realidades de la
violación y abuso sexual:

“Siempre que una mujer se resista a tener sexo, pero aun así la fuerzan a tenerlo, es violación. Ya hayas dicho
que no, o dado un gritado o intentado salir corriendo, si te forzaron a tener sexo contra tu voluntad eso es
violación.

Mito: Puedes violar a tu propia novia o mujer. Eso no es violación.

Realidad: La violación si ocurre entre novio y novia, entre marido y mujer. Los hombres que fuerzan a sus
parejas a tener sexo están cometiendo una violación, y hay países donde la violación dentro del matrimonio es
legal, pero sigue siendo una violación.

Mito: Si una adolescente se acerca a un chico y quiere ser sexual, no tiene derecho a marcar una línea en el
acto sexual y/o en el sexo oral. Si está flirteando mucho, lo está pidiendo.
Realidad: Al igual que los jóvenes, las chicas tienen derecho a disfrutar de su vida sexual. Nadie tiene derecho
de exigirle sexo a otra persona bajo ninguna circunstancia.

Mito: En la actualidad se denuncia la mayoría de las violaciones.

Realidad: Muy pocas violaciones se denuncian. La mayoría por OPRESIÓN.

Nadie tiene ni idea de cuántas mujeres fallecen como consecuencia de las enfermedades y lesiones que
provoca ésta violencia.

¿Qué podemos decir ante ello? Sencillamente que estamos hartas.

“Hartas de los millones de mujeres desaparecidas, asesinadas, violadas, mutiladas, humilladas y por sobre todo
de la impunidad, (…) hartas de la cultura de la violación, del velo de la igualdad y del velo del silencio” (Varela,
2019, 2020)

A nivel mundial, 60 millones de niñas son sexualmente asaltadas en su camino a la escuela cada año.

De 100 a 140 millones de niñas en todo el mundo, principalmente en África, han sido sometidas a la
mutilación genital.

La esperanza de vida de las mujeres de Afganistán era de 44 años en 1998. Representaban el 70% de los
enfermos de los de tuberculosis y la mortalidad materna era de 1.700 por cada de 100.000. Aún morían por
lapidación, pública flagelación, la mutilación por algún delito leve y el castigo por no vestir Burka; hasta ahora
son el “chivo expiatorio” de medio Oriente.

El tráfico ilícito atrapa y destruye las vidas de millones de personas, encerrando a muchas mujeres y niñas en
la esclavitud moderna y la prostitución. Las mujeres y las niñas constituyen el 80% de las 800.000 personas
que se estiman víctimas del tráfico a través de fronteras nacionales cada año, y la mayoría, el 79%, son
víctimas de la trata con fines de explotación sexual.

Estas cifras terribles hablan por sí mismas. Indican una cultura de tolerancia hacia la violencia contra las
mujeres en todo el mundo. Siempre que se habla de violencia de género involucra masas, una epidemia real
pero que está siendo desterrada y el evidente desinterés de una mayoría de países. Y eso es porque “la
palabra de las mujeres no es creída. En algunos países ratificado por la Ley, es decir, las mujeres no pueden
testimoniar en un juicio; en otros 2 testigos de mujeres por cada hombre –legalmente la palabra de la mujer
vale por la mitad- (Varela, 2019, 118)

En un estudio de mujeres en quince países, hecho por (OMS), entre el 15 y el 71% de las mujeres fueron
físicamente o sexualmente abusadas por su cónyuge. Y una quinta parte de las mujeres encuestadas nunca
habían denunciado este abuso. La propia conclusión de éste informe exhibe que la mayoría de las mujeres
prefieren no recurrir al sistema judicial u otros centros de acogida, claramente es porque no se aborda una
práctica de justicia constante.

Estamos dignados a palpar esto cada día, ya que, a lo largo del tiempo, se vieron casos de feminicidios,
ocurridos no solo en nuestro entorno, sino en todo el país, un problema de carácter ya federal, aunque
muchos no quieran aceptar su total gravedad, pero es también justo hacer la denuncia sobre a lo que los
hombres acontece.

Pues nuestras voces y mentes se tendrían que abrir en el CAMBIO, vivimos en la actualidad, pensemos
actualmente, seamos conscientes de que la violencia se ejerce todos los días, seamos conscientes de que sí
queremos podemos.

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