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SOCIOLOGIA TAREA DE INVESTIGACION 1

ALUMNO: ISAAC ARIEL VAQUEDANO

No. DE CUENTA: 202120060151

CATEDRATICO: LUIS ALBERTO RODRIGUEZ BANEGAS

CARRERA: GERENCIA DE NEGOCIOS


Introducción

La Organización Mundial de la Salud define la violencia como: El uso intencional de la


fuerza o el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o
un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones,
muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.

Hoy en día la imagen de los humanos prehistóricos salvajes y guerreros parece ser tan
solo un mito forjado en la segunda mitad del siglo XIX. Las investigaciones
arqueológicas nos muestran que la violencia colectiva surge en realidad con la
sedentarización de las comunidades humanas y la transición de una economía
predatoria de la naturaleza a una economía de producción
-Violencia doméstica y las ocasiones y
contrastes que esto genera a la familia
y la sociedad-

La familia es el lugar en el que aprendemos a conocernos, a relacionarnos, a


comunicarnos y a resolver nuestros problemas. También aprendemos cómo ser
hombres y mujeres. Por esta razón, la familia juega un papel muy importante en
la formación de los niños. La familia debe ser un lugar en el que exista afecto,
buena comunicación, comprensión, respeto y formas adecuadas de resolver
nuestros conflictos. De esta manera nos sentiremos a gusto y protegidos en ella
y enseñaremos a nuestros hijos e hijas a relacionarse con respeto. Por distintas
razones, a veces nuestro hogar se transforma en un lugar en el que hay violencia
y malos tratos, donde tenemos temor y nos sentimos intranquilos e inseguros/as.
Nos relacionamos a gritos, garabatos, golpes e insultos. Esto no es normal y
cuando esto sucede es probable que estemos viviendo violencia intrafamiliar. Es
importante saber que la violencia intrafamiliar afecta a muchas familias en
nuestro país y en el mundo entero, no importando a qué clase social
pertenezcan, que religión tengan o la edad de sus integrantes. Para poner fin a
los malos tratos y los abusos en la familia, es necesario pedir ayuda.
¿Qué dice la ONU sobre la violencia en
contra de las mujeres?

Liderados por el ente dedicado a las mujeres, el sistema de las Naciones Unidas
pugna por poner fin a la violencia de género de una vez por todas y afirma que
esto puede lograrse con voluntad. En el contexto de la pandemia de COVID-19,
la violencia contra las mujeres es “una pandemia a la sombra de otra”, alerta la
ONU.

Una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia sexual o física, la mayor
parte de las veces a manos de su pareja. Aun así, sólo dos de cada tres países
han prohibido la violencia doméstica, en 37 no se juzga a los violadores si están
casados o si se casan posteriormente con la víctima y en otros 49 no existe una
legislación que proteja a las mujeres de ese lastre.

Desde que surgió el brote de COVID-19, los nuevos datos e informes de los
trabajadores de primera línea revelan que la violencia contra las mujeres y las
niñas se ha agudizado, sobre todo cuando ocurre en el hogar.

Por esta razón, ONU Mujeres ha advertido que se trata de “una pandemia en la
sombra que crece en medio de la crisis del COVID-19” y para la que hace falta
un esfuerzo colectivo para detenerla.

En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer,


Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, destacó la
diferencia en la respuesta que las sociedades y los servicios públicos dan a las
personas que contraen una enfermedad que podría ser mortal y a las que piden
ayuda porque sus parejas amenazan su salud o su vida.
¿Se castiga la violencia doméstica en
todo el mundo?
Hungría es el único país de la UE que no penaliza el acoso sexual. Rusia ha
despenalizado la violencia de género. Túnez, Jordania y Líbano han prohibido
que los violadores se libren de la pena si se casan con sus víctimas

Cada 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra


las mujeres, sirve para hacer balance y analizar los avances (y retrocesos) en
este ámbito a lo largo del año. Pero sin duda, este 2017 será recordado por ser
aquel en que muchas mujeres se atrevieron a denunciar como nunca antes los
casos de acoso sexual. Antes muchas callaban e incluso era percibido como algo
inevitable. Existen indicios de que eso está cambiando.

De forma general, las regiones del planeta donde menos se garantizan los
derechos de las mujeres siguen siendo África subsahariana, Asia meridional y
Oriente Próximo. Pero destacan Túnez, Jordania y Líbano por haber avanzado.
En Europa, el continente que más persigue la violencia de género, Rusia
sobresale como el país menos seguro para las mujeres. En la UE destaca
Bulgaria por no tener leyes que persigan la violación dentro del matrimonio y
Hungría, porque no penaliza el acoso sexual.

En la actualidad, dos tercios de los países (140) castigan la violencia doméstica,


pero más de 40 no lo hacen. Y es que la agencia de la ONU contra el
Delito (UNODC) calcula que en todo el mundo, el 50% de las mujeres que son
asesinadas, lo son por sus compañeros sentimentales u hombres de su familia.
En su mayoría, los países que no cuentan con leyes que persigan la violencia
contra las mujeres en el ámbito familiar se sitúan en África Subsahariana —
menos de la mitad de los países tiene legislación sobre el tema— y Oriente
Próximo y Norte de África —uno de cada cuatro

Rusia, un país donde cada 40 minutos muere asesinada una mujer, despenalizó
a principios de este año la violencia de género, rebajándola a una mera sanción
económica. Túnez adopto la ley de violencia contra las mujeres más ambiciosa
del mundo árabe, que castiga todos los tipos de agresiones sexistas y el acoso
sexual.

¿Por qué la mayoría de las mujeres


ocultan la violencia doméstica?
La realidad es que seguimos sin entender la complejidad de este tipo de delito,
cuya motivación viene únicamente determinada por la condición de ser mujer. La
Violencia de Género se manifiesta en múltiples esferas de nuestra vida y las
dificultades que invaden a estas mujeres para llegar a tomar la decisión de
denunciar son múltiples. En primer lugar, podemos pensar que el factor principal
es el miedo que tiene la víctima respecto del agresor. Pensar en su reacción
cuando sepa que ella ha acudido a interponer una denuncia o cuando ella quiere
dejar la relación, son temores fundados que llevan a la víctima a soportar la
situación aun a pesar de que la agresividad y el maltrato también aumenten.
Además, a esta situación de miedo e incertidumbre se añade la preocupación
por los hijos en común, el temor al abandono y a la soledad ante la ausencia de
otros recursos.

Es necesario empatizar con la idea de que el acto de denunciar es mucho más


que poner de manifiesto la violencia que se está sufriendo. Denunciar es
reconocer que estas siendo víctima de un delito en el que el agresor es tu pareja,
el padre de tus hijos y la persona con la que has construido una vida. Además,
afrontar la idea de empezar una vida de nuevo, encontrar nuevos recursos y
volver a empezar en muchos ámbitos de la vida, como el laboral o incluso el
social. Otro factor importante es la normalización de la violencia, de actitudes
posesivas y controladoras como los celos y la culpabilización de la situación,
provocada por el desgaste emocional y psicológico ocasionado a lo largo de todo
el tiempo.

Así mismo, otro factor importante que dificulta la toma de decisión de la mujer se
refiere a las trabas institucionales y a las deficiencias del propio sistema. Cuando
las cifras hablan por sí solas, es evidente que algo en el sistema está fallando.
La necesidad de poder realizar una denuncia de forma segura se está haciendo
ver más cada día

¿Qué hacen los derechos humanos por


la violencia en contra de las mujeres?
La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra
la mujer (CEDAW) y otros tratados de derechos humanos constituyen la piedra
angular para la ejecución de las resoluciones del Consejo de Seguridad relativas
a las mujeres, la paz y la seguridad, ya que las preocupaciones recogidas en
dichas resoluciones encuentran el correlato necesario en los principales artículos
de la CEDAW y otros convenios.

En 2008, el Consejo de Seguridad aprobó la histórica resolución 1820 (2008), la


primera en la que se abordó la violencia sexual en situaciones de conflicto.

Desde entonces, varias resoluciones de seguimiento, -


la 1888 (2009), la 1889 (2009) y la 1960 (2010)-, se han centrado en prevenir la
violencia sexual y responder a ella en contextos de conflicto y han creado la
estructura de las Naciones Unidas que permite trabajar con este fin, compuesta,
entre otros elementos, por:

• El nombramiento del Representante Especial sobre la violencia sexual en


los conflictos, encargado de coordinar las actividades pertinentes;

• El fortalecimiento de los mecanismos de coordinación y promoción de las


Naciones Unidas concebidos para erradicar, en colaboración con los
gobiernos, la violencia sexual contra la mujer;

• La creación de un Equipo de Expertos sobre el Estado de Derecho y la


Violencia Sexual en los Conflictos, que colabora con las Naciones Unidas
sobre el terreno y asiste a las autoridades nacionales con miras a
fortalecer el Estado de Derecho;
• La identificación y el despliegue de asesores de protección de la mujer
(WPA), y

• La implantación de dispositivos de seguimiento, análisis y presentación


de informes (MARA).

Conclusiones
De acuerdo con lo investigado y analizado en los capítulos de este documento he
llegado a la conclusión que es en el hogar donde surge la violencia intrafamiliar por eso
es importante prevenirla y erradicarla. Para prevenir la violencia intrafamiliar es
indispensable fomentar los valores desde la infancia, estos son: Generosidad, Respeto,
Justicia, Responsabilidad, Lealtad, Autoestima. Hay que admitir que existe un problema
de violencia intrafamiliar y denunciar ante las autoridades competentes.

Es necesario informar sobre la necesidad de fortalecer el desarrollo familiar, y visualizar


a la familia como parte integral de la vida, del desarrollo de la sociedad, como base
central de la cultura de la no violencia y del respeto a los derechos humanos.

Crear programas de información pública y de esta manera hacer conciencia,


formar grupos en las colonias, hacer folletos que hablen del problema de la
violencia y repartirlos en las calles, ir a dar pláticas o conferencias en las
escuelas y en las instituciones de gobierno.

Cabe mencionar que en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar


y Erradicar la Violencia contra la Mujer también conocida como “Convención de
Belém Do Pará”, se afirma, entre otras cosas, “que la violencia contra la mujer
constituye una violación de los derechos humanos y las libertades
fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer, el reconocimiento, goce y
ejercicio de tales derechos y libertades”:
“LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR ES LA MADRE DE TODOS LOS TIPOS DE VIOLENCIA”

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