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Aspectos Generales para Elaborar un

Proyecto

Luiggi Josué Viloria


C.I: 26.877.706
Electricidad Trayecto 1 Lapso 1
Resumen.

Las personas para enfrentar sus necesidades han debido unirse en


comunidades para así poder trabajar juntos y organizar sus ideas o
proyectos de diferentes maneras, ya se la construcción de una casa, o para
el transporte de algún producto. Pero para poder realizar estas actividades
se debe primero organizar como un grupo realizar algún plan o proyecto,
¿pero qué es un proyecto?

Un proyecto se entiende como una planificación consistente en un


conjunto de actividades que se encuentran interrelacionadas y
coordinadas, con el fin expreso de alcanzar resultados específicos en
busca de lograr un objetivo en especial: un presupuesto, un lapso de
tiempo o una serie de calidades establecidas.

Los proyectos suelen comprenderse como la preparación y disposición por


escrito de los elementos teóricos, materiales y humanos que se necesitarán
para elaborar un producto, servicio o resultado único, por lo que en ciertos
ámbitos puede ser equivalente a bosquejo, guion previo, primer
borrador, etc.

Los aspectos formales y teóricos de un proyecto varían dependiendo de la


naturaleza del mismo y de su objeto de estudio, así como las partes que lo
componen. Por ejemplo, algunos podrán hacer hincapié en sus fuentes
bibliográficas, mientras que otros lo harán en su metodología o su impacto
una vez terminado.

Por eso para que un proyecto tenga más probabilidades de resultar exitoso
cuando quien lo lidera (es decir, quien se encuentre a cargo del
mismo) establezca algún tipo de sistema de control o método a través del
cual se monitorice a lo largo de las etapas todos los avances (o
inconvenientes) del proyecto en base a lo que fue planeado. De modo que
puedan realizarse a tiempo las modificaciones necesarias para lograr un
mejor resultado y así concretar todos los objetivos.

Estos proyectos pueden tener objetivos de investigación públicos, sociales o


comunitarios; elaborando diagnósticos del problema planteado, diseñando
estrategias y poniéndolas en ejecución, para posteriormente evaluar sus
resultados. A lo largo de un proyecto, se puede realizar una memoria
descriptiva, en las que se definan todas las características fundamentales
del proyecto, los materiales, las instalaciones, las tecnologías empleadas,…,
y la justificación técnica del cumplimiento de las especificaciones requeridas
por la normativa técnica aplicable para cada caso. Sin olvidar que las partes
que deben incluirse en la memoria descriptiva de un proyecto dependerán
del tipo de proyecto.

La memoria descriptiva es la parte del proyecto que nos informa de la


solución definitiva elegida, dando ideas sobre: funcionamiento, materiales a
emplear, coste aproximado de la solución elegida, las causas que hemos
tenido en cuenta para elegir esa solución de entre todas las posibles.

Una memoria descriptiva trata de informar sobre el proceso seguido y sobre


la solución elegida.

La memoria es el eje o línea central que sirve de base para el desarrollo del
proyecto, por lo que deberá reflejar los acontecimientos en un orden lógico
temporal tanto en las fases de planeamiento como en el proceso productivo;
deberá hacer referencia cuantas veces sea preciso al resto de los
documentos que componen el proyecto, tales como los anexos y planos,
para así facilitar la comprensión del lector.

La extensión del documento de la memoria debe ser tal que su lectura sea
clara, concisa, directa y completa estructurándose en tantos capítulos como
sea necesario para describir los apartados en que se ha dividido el proyecto.
Utilizando los textos, dibujos, gráficos, cuadros sinópticos y estadísticas
necesarias para su mejor exposición y comprensión. En la redacción,
presentación y diseño, se deberán adoptar los estándares normativos
aplicables para el tipo de proyecto en cuestión, intentando que sea lo más
claro y conciso posible además de todos los documentos, anexos, planos y
cálculos que definan la obra, se deben incluir un estudio de seguridad y salud
y los pliegos de condiciones técnicas aplicables a la ejecución.

En un proyecto de construcción de una vivienda ya sea de nueva


construcción o de la reforma de una vivienda existente. Por ejemplo, la
memoria descriptiva de la reforma de una vivienda debe incluir, entre otros
aspectos, los planos de la vivienda, los cálculos y planos de las
instalaciones, los materiales a emplear y el presupuesto de ejecución de la
obra.

Para dar inicio a un proyecto primero se debe realizar un diagnóstico,


este es un análisis que se realiza para determinar cualquier situación, esta
determinación se realiza sobre la base de datos y hechos recogidos y
ordenados sistemáticamente, que permiten juzgar mejor qué es lo que está
pasando. Redactando un informe que es un documento escrito en de
manera informativa con el propósito de comunicar un aporte a los datos
necesarios para una completa comprensión del caso, explicando los métodos
empleados y proponiendo o recomendando la mejor solución para el hecho
tratado.

Ya que un informe se puede escribir con diferentes fines como científicos,


técnicos o comerciales, se debe tomar en cuenta la estructura en la que se
debe elaborar este y que debe estar compuesto de:

 Introducción. Sirve de presentación y donde aparecen detallados


cuales son los objetivos deseados por los cuales se realiza el
informe.
 Desarrollo. Se presentan los procedimientos y la metodología para
lograr dichos objetivos planteados.
 Conclusión. Se presentan los resultados obtenidos, la presentación
de datos y su ligazón con los objetivos.

Tomando en cuenta que para realizar un informe se debe determinar el


problema planteado; realizar una recolección de datos, para obtener la
información necesaria; evaluar los recursos y materiales con los que se
cuenta a disposición; y buscar una finalización al proyecto en cuestión.

Para realizar un buen informe se debe:

 Elegir bien el objetivo.

 Pensar en los destinatarios como foco principal.

 Hacer una lista con lo que queremos incluir en el informe.

 Buscar las fuentes más precisas.

 Escribir el texto de forma clara y precisa.

 Usar borradores.

 Apoyarse en compañeros que puedan darnos una visión externa.

 Utilizar gráficos e imágenes que acompañen a la lectura.

 Revisar el texto, así como la estética de este.

Para emprender cualquier proyecto puede realizarse un plan de acción.


Este es una hoja de ruta que puede elaborarse para lograr metas y objetivos.
Por ejemplo, así como hay muchas formas de llegar a un destino si va de
viaje, un programa puede tomar muchos caminos para alcanzar las metas,
cumplir los objetivos y lograr resultados.
Para realizar un de estos se puede incluir los tres elementos vitales el “qué”,
“quién” y “cuándo”. Y definen las medidas que tomará su programa para
lograr sus metas y objetivos (el “qué”), las personas responsables (el “quién”)
y las fechas de cumplimiento (el “cuándo”). Sobre todo, los planes de acción
destacan el "porqué" de la meta de un programa. Las investigaciones nos
animan a destacar el "porqué" en la planificación e inspirar a otros a trabajar
en conjunto para poner en práctica los planes y lograr las metas.

Los planes de acción son documentos vivos, por lo que la “planificación,


realización y revisión” se podría considerar, en realidad, como “planificación,
realización, revisión y modificación, según sea necesario”.

O en otro caso si el proyecto está destinado por ejemplo a una restauración


de un artefacto se puede realizar un plan de mantenimiento que es un
conjunto de tareas de mantenimiento programado donde, generalmente, se
incluye un listado de equipos que deben ser revisados por un técnico cada
cierto tiempo, siguiendo algún tipo de criterio. En el cual por ejemplo una
empresa diagnostique el mantenimiento de sus equipos y maquinarias,
siguiendo estos pasos:

 Leer el historial de reparaciones. (Para conocer las fallas anteriores


en la maquinaria)
 Hacer una lista de los equipos y sistemas que posee la empresa.
 Diferenciar entre los equipos que se pueden reparar y los que no.
 Designar a las personas responsables de poner en marcha el plan de
mantenimiento.
 Consultar los manuales de los equipos.
 Hacer una lista de los requisitos necesarios para evitar imprevistos.
 Definir el tipo de mantenimiento a realizar.
 Crear un cronograma de tareas de mantenimiento corto y fácil de
ejecutar.
Para cualquiera de estos dos planes se debe tener bien claro cuál es el
objetivo a tomar en cuenta, para la realización de dicho proyecto un
objetivo es una meta o fin último hacia el cual se dirigen las acciones o
las operaciones de algún proyecto específico.

Los objetivos suelen plantearse antes de emprender la acción, ya que


resulta conveniente saber hacia dónde vamos antes de empezar a caminar,
es decir, sólo podremos determinar la mejor ruta hacia el éxito si sabemos
cuál es el objetivo que nos hemos propuesto. De ese modo,
los objetivos forman parte de cualquier intento de planificación en cualquier
ámbito.

Estos suelen dividirse en objetivo general que es aquel que se centra en un


aspecto global del estudio. En este sentido, es el propósito fundamental de la
investigación y donde se expone el resultado final que se pretende alcanzar
con el trabajo siendo muy abarcativos e involucran de manera amplia un
cometido. Y en objetivo específico que es aquel que se plantea en función
de aspectos más concretos o precisos de la investigación, derivados, por lo
tanto, de los objetivos generales que estando acotados van a lo puntual, o a
un cometido concreto.

Para obtener un control especifico de los objetivos y organizarse de una


manera sencilla se puede realizar una sistematización que es un proceso
por el cual se pretende ordenar una serie de elementos, pasos, etapas, etc.,
con el fin de otorgar jerarquías a los diferentes elementos.

Quizás a este término podemos asociarlo a máquinas, a procesos


industriales o a investigaciones académicas, pero muy por el contrario,
además de ligarse a todos estos procesos, también está presente en la vida
cotidiana, las personas siempre buscan el orden. Podríamos decir incluso
que todas nuestras actividades buscan un orden. El diseño de una
sistematización de las actividades que pretendemos elaborar nos da
ese orden que buscamos.

Para entender mejor, veamos un ejemplo: tengo que estudiar para Historia
porque tengo un examen, y el apunte que dio el profesor tiene 120 hojas.
Para ello, diseño a partir de los conceptos claves, fechas y nombres, un
cuadro conceptual uniendo y complementando información entre conceptos.
Eso, así sin más, es un sistema, y hemos llevado a cabo proceso de
sistematización.

Pero, los sistemas no siempre serán “conceptuales” como en este caso.


También puede ser un sistema “material”. Una casa, con sus ambientes
conectados y dispuestos de tal forma –y no de otra-, es un claro y válido
ejemplo de sistema.

Claro que, a niveles mayores, y aplicado a otras áreas, la sistematización se


hace presente de otras maneras, aunque no perdiendo su esencia. En la
industria, se sistematizan procesos de producción. Por ejemplo, en una
empresa alimenticia cuyo uno de sus tantos productos es jugo líquido en
caja, puede diseñar una proceso que siga paso tras paso de la producción: la
selección de fruta en buen estado, el proceso de picadura y preparación del
juego, el embotellamiento, la preparación de los bultos o cajas en las cuales
será distribuido y finalmente, la distribución.

Los organigramas de las empresas también son ejemplos de sistematización,


por el cual se busca ordenar jerarquías de los trabajadores (gerentes,
supervisores, responsables de áreas, asistentes de áreas, operarios). Sin
dudas, el orden dentro de una empresa –o una organización cualquiera- es
de suma importancia para sistematizar el trabajo y la planificación laboral.

En las investigaciones o estudios, como encuestas, análisis de contenido o


entrevistas, suelen luego realizarse fichas –antes eran escritas a mano,
ahora claro son en su gran mayoría, digitales- para ordenar datos obtenidos.
Es lo que conocemos como “tabulación de datos”, aunque hablar de
sistematización también es correcto en este caso.

Básicamente, una norma es un modo establecido y acordado de hacer una


cosa. Puede tratarse de fabricar un producto, gestionar un proceso, prestar
un servicio o suministrar materiales. Las normas pueden cubrir un amplio
espectro de actividades y temas que pueden ser sociales, jurídicas, morales,
etc.

Estas normas son de gran utilidad en los procesos de sistematización de


distintas actividades, pues facilita el proceso de control.

En todo caso para la elaboración de algún documento o alguna ficha para


realizar análisis, apuntes o cualquier otro tipo de documentos, debemos
tomar en cuenta también una serie de normas para que la información que
nos planteamos dar a conocer, sea legible y de fácil entendimiento.

Estas normas lingüísticas o de redacción, son reglas que determinan el


correcto uso de una determinada lengua e incluyen normas gramaticales y
de ortografía, las cuales son:

1. Pensar bien el tema propuesto. Si ni se maneja o no se conoce a


fondo la temática que desea tratar, es importante referirse a ella
cabalmente. Se aconseja documentarse sobre el tema propuesto,
para de ese modo adueñarse de su contenido.
2. Trazar un plan o guión. Un plan bien organizado es la base de una
buena ejecución. Nos evita contrasentidos, repetición de ideas, falta
de lógica, incoherencias, etc. Un plan previo nos permite tratar cada
cosa a su debido momento; ayuda a situar los hechos, trabar la
acción y llegar al desenlace de un modo natural y armónico. Este
esquema de trabajo evita tener que retocar, añadir, acortar o
trasladar frases o conceptos, que no estarían en su lugar si antes no
lo hubiéramos ordenado.
3. Escriba con sencillez y naturalidad. Evite ampulosidad o
grandilocuencia; generalmente son impropias en una redacción
simple y sencilla. Valery daba este consejo: “Entre dos palabras
debe escogerse la menor”. O sea, la menos ambiciosa, la menos
estridente, la más modesta. Aunque escriba sobre un tema complejo,
refiérase a él de un modo sencillo; tenga en cuenta que su finalidad
es comunicar su pensamiento y no hacer gala de erudición.
4. Escriba con claridad. La claridad es fundamental en un texto
escrito. Toda frase mal construida es, inevitablemente, oscura e
incomprensible. La claridad de ésta reside fundamentalmente en la
gramática. Por eso, tenga en cuenta las concordancias, la
correlación de tiempo, el empleo adecuado de las proposiciones, etc.
No escriba párrafos muy largos; éstos, si no están bien escritos, dan
la impresión de pesadez y de escasa agilidad. Su construcción
requiere cierta destreza. Emplee párrafos cortos, puntos y aparta,
frases breves.
5. Utilice las palabras con precisión. Debe evitar el uso de
barbarismos o vulgarismos de mal gusto, que son sinónimos de
pobreza de vocabulario. No utilice voces o palabras de significación
muy amplia y ambigua (como la palabra “cosa”), que por su misma
amplitud no apunta a nada específico. Prefiera siempre la palabra
concreta, que designe objetos y seres, a la palabra abstracta. Si,
para los efectos de redacción, se ve en la necesidad de recurrir al
uso de sinónimos, procure escoger el más adecuado.
6. Use correctamente los signos de puntuación. Los puntos, las
comas, los signos de interrogación o de admiración, deben estar bien
colocados; caso contrario, modifican radicalmente el sentido de la
frase, y dificultan la comprensión de la misma.
7. Realice primero un borrador. Nadie, excepto una persona con
mucho oficio, es capaz de hacer un escrito perfecto en el primer
intento. Siempre existe alguna dificultad: puede que un giro quede
mal construido, o que el adjetivo usado no sea el más adecuado, o
que una idea secundaria haya quedado inconclusa, etc. Haga
siempre un borrador y sométalo a un exhaustivo trabajo de
pulimento. Revise cuidadosamente la forma y el contenido.
8. Profundice su lectura y conocimiento del idioma. Lea mucho,
sobre todo a grandes escritores; fíjese en su prosa, analice su modo
de expresarse, su arte de componer la narración, una escena o un
retrato, la construcción del diálogo; ellos son y serán siempre el
mejor procedimiento para aprender a redactar. También debe existir
un progresivo conocimiento del idioma y un mayor dominio del
vocabulario.

El fin de elaborar cualquier proyecto radica, en el uso de una metodología,


que se denomina como la serie de métodos y técnicas de rigor científico
que se aplican sistemáticamente durante un proceso de investigación
para alcanzar un resultado teóricamente válido. En este sentido, la
metodología funciona como el soporte conceptual que rige la manera en que
aplicamos los procedimientos en una investigación. Elaborando, definiendo o
sistematizando el conjunto de técnicas, métodos y procedimientos que se
deben seguir durante el desarrollo de un proceso de investigación para la
producción de conocimiento.

En este sentido, es también la parte de un proyecto de investigación donde


se exponen y describen razonadamente los criterios adoptados en la
elección de la metodología, sea esta cuantitativa o cualitativa.

La metodología cuantitativa es aquella empleada por las ciencias naturales


o fácticas, que se vale de datos cuantificables a los cuales accede por
observación y medición. Para su análisis, procede mediante la utilización de
las estadísticas, la identificación de variables y patrones constantes. Su
método de razonamiento es deductivo, para lo cual trabaja con base en una
muestra representativa del universo estudiado.

La metodología cualitativa es aquella empleada para abordar una


investigación dentro del campo de las ciencias sociales y humanísticas.
Como tal, se enfoca en todos aquellos aspectos que no pueden ser
cuantificados, es decir, sus resultados no son trasladables a las
matemáticas, de modo que se trata de un procedimiento más bien
interpretativo, subjetivo, en contraposición con la metodología cuantitativa.
Su método de razonamiento es inductivo: va de lo particular a lo universal.
En su caso, se accede a los datos para su análisis e interpretación a través
de la observación directa, las entrevistas o los documentos.

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