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No sé si os habéis fijado pero las pinturas tienen unos códigos con cuadritos y
signos de más mediante los que se representa cómo de opaco es el color. Si
habéis empezado a jugar con las pinturas seguramente ni os habríais dado cuenta
pero sí habréis notado que algunas pinturas tienen un color más opaco que otras:
Si mezclas una opaca con una transparente, la opaca se come casi
completamente el color de la transparente. Cuando no sabes por qué ocurre esto
te pasará como a mí que crees que la pintura es de baja calidad (aunque sea de la
misma marca) o, simplemente, deshecharás al olvido las más transparentes
porque no tendrán la suficiente fuerza.
Pues bien, cada pintura tiene una función y las transparentes son las ideales para
la pintura con veladuras.
Para pintar un cuadro al óleo con veladuras es necesario aplicar una primera capa
de pintura opaca que esté bien espesa. Tiene que tener suficiente cantidad de
pintura y matices para que cuando apliquemos las veladuras la pintura final esté
bien formada. Las veladuras siembre van a oscurecer y matizar el resultado por lo
que esa capa de base deberá quedarse un poco por debajo del resultado final en
cuanto a valor (oscuridad) y saturación (contraste del color). recuerda estos
conceptos en la lección técnicas para la pintura al óleo. Si el resultado de la
primera capa ya es muy oscuro, contrastado o saturado, no tendrá sentido hacer
veladuras.
Además, las veladuras actúan como un filtro que hace que la pintura sea más
uniforme y sutil por lo que si la primera capa no tiene matices y es muy plana,
añadirle veladuras que homogenicen más el color, hará que la pintura sea
bastante aburrida.
Por tanto, pintamos una primera capa espesa un poco por debajo en oscuridad y
saturación como primer paso.
Una vez está seca, se pueden aplicar tantas veladuras como se quiera. Éstas
hacen que las sombras y los colores ganen profundidad y matices. La veladura se
aplica por encima con el color muy diluido en medio. El aguarrás puede matar el
brillo de la pintura por lo que puede ser interesante utilizar Liquin, que además
permite un secado rápido de la pintura.
Se puede aplicar distintas veladuras matizando el color y dando mayor oscuridad
por zonas y dar tantas capas como se desee, siempre esperando a que seque la
anterior. Se puede pintar en modo «espeso» de nuevo encima de las veladuras si
es necesario y se puede añadir blanco a los claros pero nunca a las veladuras
porque provocaría que se hicieran opacas.
Vamos a ver un vídeo de cómo aplicar las veladuras y unas imágenes para
comparar el resultado antes y después.
¿Sabías que esta misma técnica también se puede realizar con lápiz (para la
grisalla) y acuarelas (para las veladuras)? Mira el siguiente ejercicio para ver
cómo:
Técnicas ópticas
Veladuras
En inglés se le conoce como “glazing” por derivación del francés “glacer”, y se ha
traducido como veladura o acristalamiento. Consiste en aplicar una capa delgada
de color tranparente o semitransparente sobre otro generalmente opaco y de un
color más claro, pero siempre sobre capas totalmente secas, por ello es para
pintores verdaderamente pacientes, al igual que para los más experimentados, ya
que los colores deseados se van formando por la adición de estas capas que se
superponen, así que se debe estudiar y conocer la forma como se llegará al
resultado final, así como las propiedades de opacidad y transparencia de los
pigmentos. La pintura se mezcla con una buena cantidad de medio para hacerla
bien transparente.
Los grandes maestros de la pintura lo practicaron y perfeccionaron, dándoles a
sus obras un gran realce del color que de otra manera no se puede obtener. La
usaron para obtener hermosas tonalidades de piel e increíble realismo a las telas y
otras superficies.
Tengamos en cuenta que aunque se diga que la aplican los más expertos, los que
estamos en un proceso de aprendizaje y descubrimiento de la pintura al óleo la
podemos utilizar y experimentar, para conocer en carne propia los más íntimos
secretos de esta majestuosa técnica de pintura al óleo.
Una variante de las veladuras consiste en extender un color cuya consistencia sea
media o ligera sobre la superficie deseada y retirándola luego con un pincel o
trapo limpio, seco y áspero. Así la pintura queda en las ranuras o partes más
profundas de la superficie sobre la que se pinta, ayudando a corregir algunos
colores y dar sensación de alejamiento y oscuridad en la sección frotada.
Cuando veamos un retrato extraordinariamente realista, con pieles tan reales que
es difícil diferenciar la imagen de una fotografía, así como hermosas telas
sedosas, satines, velos o la luz exterior atravesando una cortina, sin duda
podremos deducir que el artista aplicó unas cuantas capas de veladuras para
lograr tan magníficos resultados.
Te recomiendo realizar el ejercicio que te propongo en este artículo: “Pintar
veladuras: ejercicio indispensable“
He aquí algunos ejemplos:
Una pintura hecha con galzing es único en el hecho de que cada capa aplicada se
encuentra claramente separada de la pintura por debajo y por encima de ella.
El acristalamiento se realiza siempre en la parte superior de la pintura seca y,
debido a esto, los colores de cada capa no se mezclan físicamente entre sí. Cada
capa permanece pura, lo que resulta en una interacción de colores brillantes y
claros que pueden ser fascinante para el ojo, en el que cada capa contribuye al
efecto visible total.
Una combinación de pincel y rollo de papel de cocina puede eliminar aún más.
Simplemente toque con papel de cocina después de diluir el esmalte con el pincel,
como antes. Si no te gusta lo que has hecho, toca con cuidado con un poco de
trementina en una pincel, toca con papel de cocina y la capa de esmalte se
eliminará por completo. Si el esmalte esta fresco no agregues trementina o medio,
simplemente, usa el papel en seco con mucho cuidado