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¿Cómo y quién descubrió lo que pasó

en la historia y cómo están seguros de


que fue así?
la Historia no se hace, se narran los hechos históricos,
acudiendo a diversas fuentes, como escritos, vestigios, ruinas,
etc...

¿Cómo llega a nosotros la historia? ¿Cómo estamos seguros de que es


verdad todo lo que nos enseñan y cuentan sobre el pasado? En la
Universidad de los niños nos preguntamos esto y esta es la respuesta.
Pregunta: Isabella Ramírez Balthazar, 15 años.
Responde: Johann Rodríguez, abogado y filósofo.

La Historia es como la enciclopedia general de la humanidad, en ella encontramos


conocimientos, imágenes y relatos de lo que pasó. Cabe advertir que la Historia
comenzó con la escritura, antes de ella se le denominaba Prehistoria, pero esto no quiere
decir que antes de que apareciera la escritura no había sucedido nada, ni mucho menos
que no tuviéramos conocimiento o al menos datos de lo que ocurría. Si pensamos la
Historia como enciclopedia, y si la miramos como una enciclopedia ilustrada,
encontramos imágenes de cosas que sucedieron muchos años atrás: estatuas, templos y
ciudades que testifican que hubo seres humanos que estuvieron aquí mucho tiempo
antes que nosotros. Es más, podríamos decir que los templos y las estatuas antiguas son
las fotografías de la época.
Pero no solo hace parte de nuestra Historia lo que escribimos o lo que podemos ver,
también lo que escuchamos. A esto se le denomina tradición oral y es cuando nuestros
abuelos se sientan a contarnos cómo era el mundo y a su vez ellos, cuando niños, se
sentaron a escuchar a los suyos. Este tipo de conocimiento comunica, expande y, lo más
importante, guía a las nuevas generaciones.
Pero hablemos de la escritura. En ella reposa la mayor parte del conocimiento adquirido
a través de los tiempos, no solo porque es lo actual sino, también, porque de lo anterior
se ha escrito mucho.
Pero, ¿quién hizo la Historia?
La Historia la hemos hecho todos, desde el inicio del primer hombre hasta nosotros, la
Historia no se hace, se narran los hechos históricos, acudiendo a diversas fuentes, como
escritos, vestigios, ruinas, todo lo que ha elaborado el ser humano durante su estancia en
la Tierra. Cada una de estas cosas cuentan una historia, cómo y dónde vivíamos, qué
comíamos. Todo lo hallado nos habla, como los dibujos de la cueva de Altamira (actual
España) que representan cómo vivía el hombre, de qué animales se alimentaba, en pocas
palabras, lo que hoy denominamos cultura.
De igual forma, se narran hechos que cambiaron y cambian la vida cotidiana de la
humanidad, guerras o descubrimientos, como el fuego o la rueda, qué se hizo con ello,
entre muchas otras cosas.
¿Y quién autoriza o da el título de historiador a los historiadores?
Este se gana. Muchos han escrito y pre-escrito hechos históricos, pero no todos son
historiadores. Se es historiador cuando a un hecho se le preguntan cosas, qué sucedió
con él, en qué afectó la vida de los seres humanos, si la "mejoró o empeoró", es decir,
un historiador es un hombre que pregunta y, en especial, que interpreta.
Pensemos, por ejemplo, en la rueda. Una mirada dice que le sirvió al hombre para llegar
más lejos en el planeta facilitando el transporte, otra dice que sirvió para hacer carrosas
de combate o tanques; unos y otros dan su juicio, según la pregunta que le estén
haciendo al hecho.
El historiador es un científico, pero de las ciencias humanas, donde no sólo se busca
precisión, como en la ciencia exacta, sino transformación de mentalidades. La Historia
no sólo es la narración de hechos, también es pensamiento, de ahí que de un mismo
hecho se puedan leer distintas versiones.
Entonces, ¿cómo podríamos tener certeza y confiar en lo escrito?
Esto se logra contrastando información, es decir, comparando lo que varios autores
interpretaron del mismo hecho.
La Historia, ya sea escrita o la que vemos en templos y estatuas o escuchamos de
nuestros abuelos, o la que nos cuenta el arte, debe de ser preservada, pues revela lo que
fuimos y lo que somos. Por ello, abre bien los sentidos, pues cuando veas un edificio o
un parque antiguo en la ciudad podrás trasladarte en el tiempo, de igual forma cuando
leas o escuches algo podrás sentir lo que sentían los hombres y las mujeres de otras
épocas, analizarlo, interpretarlo y profundizar en el tema.

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