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Enfermedades
A.P.S
Año: 2012
2. Información al personal del Centro educativo: Una ves el centro esté en pleno
conocimiento debe proceder a informar al equipo de educadores, éstos deben conocer en
todo momento la enfermedad que está sufriendo el niño/a y su tratamiento. Con la
autorización de los padres o tutores legales del menor los educadores deben proceder a
la decisión voluntaria de colaborar en los cuidados que el niño requiera.
3. Formación del personal: los centros deben proporcionar o facilitar una formación de
primeros auxilios al personal de las escuelas infantiles, éstos deben estar capacitados
para actuar con los conocimientos necesarios que requiera la situación de emergencia.
El cambio de pañales:
· Cuando se proceda al cambiado de pañal de los niños/as, se limpiará la zona en la
que se realice, antes y después del cambio. Es recomendable que se utilice papel
desechable para cubrir las camillas o cambiadores.
· Su eliminación se realizará en un cubo con tapa, siempre que sea posible, y con una
bolsa de plástico en su interior. Tras la eliminación de la servilleta de papel y los
pañales, es conveniente lavarse las manos.
Limpieza y desinfección
La limpieza y desinfección de los objetos y superficies ambientales del centro escolar
ayuda a la eliminación de los virus que puedan estar presentes en ellos, minimizando
así la transmisión del virus.
La limpieza se realizará en todo el centro escolar al menos una vez al día, prestando
una máxima atención en:
_ Mesas, sillas y cunas.
_ Pomos de las puertas.
_ Interruptores de la luz, teléfonos, timbres.
_ Material escolar y didáctico.
_ Juguetes.
_ Aseos.
El educador debe estar muy atento a las indicaciones de los peques porque en mucho
casos no lo hará con palabras, será con el estado de ánimo como, la falta de apetito, la
falta de actividad, el nerviosismo y la inquietud, son las maneras de manifestar que algo
fuera de lo normal le está sucediendo.
Se debe prestar especial atención a los signos de alarmas evidentes que son la fiebre,
los vómitos y los exantemas.
La fiebre es uno de los signos de alarma más frecuentes, ya que con la infección viene
acompañada por la elevación de la temperatura corporal provocado por la reacción de
las defensas. Aparte de la alta temperatura corporal también se suele observar otros
aspectos corporales que manifiestan la fiebre como por ejemplo rubor en la cara, ojos
brillantes, decaimiento de la actitud y somnolencia.
Cuando se sospecha que algún niño/a tiene fiebre se debe tomar la temperatura con el
termómetro con que se cuenta en el centro. La temperatura normal oscila entre los
36,5ºC, entre 37ºC y 37,5ºC se considera febrícula, entre los 37,5ºC y 39ºC se habla de
fiebre y a partir de los 39ºC de fiebre alta.
Si la fiebre es confirmada se debe contactar con la familia, para que lo recojan al niño/a
lo antes posible. Durante la espera se debe llevar al menor a una habitación aireada y
desvestirlo y tenerlo en constante observación, en caso necesario se le puede aplicar
paños de agua fría en incluso un baño de agua tibia.
El siguiente signo de alarma es el vómito. Se puede tener vómitos por varias razones
pero las que son síntomas de una infección son caracterizados por náuseas, fiebre o
diarreas, después del vómito el niño/a se siente agotado e inapetente y presenta palidez.
Igual que el caso anterior se avisará a los padres o tutores legales para que vengan a
buscar al pequeño/a, es conveniente suministrarle liquido para reponer lo perdido.