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Antecedentes | COVID-19

Antecedentes
La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud
OPS/OMS alertó el
16 de enero 2,020 sobre el nuevo coronavirus (2019-nCoV), indicando que cuatro
países
reportaron casos confirmados: China (198 casos en Wuhan), Japón, Tailandia y la
República de
Corea. Los primeros casos de Síndrome Respiratorio Agudo de etiología
desconocida, fueron
reportados el 31 de diciembre 2019, implementando algunas medidas de salud
pública:
aislamient0 de casos, identificación y seguimiento de contactos, saneamiento
ambiental e
investigación de laboratorio. La evidencia disponible sugiere que la transmisión de
persona a
persona, aunque es clara, todavía se considera limitada.
Al día 01 de Julio 2,020 a nivel mundial se reporta más de 10 millones de casos y
507,000
fallecidos, en Guatemala el CNE reporta 17,409 casos, 746 fallecidos, 56,000
casos sospechosos,
110,953 personas a quienes se ha ordenado cuarentena domiciliar.
Los retos del sistema de salud a la fecha son aumentar la capacidad para tener
mayor número
de pruebas, fortalecer el registro en el sistema de información, prevención de
casos en áreas
urbanas y rurales, atención en los servicios, disponibilidad de equipos de
protección, acceso a
tratamiento y equipo de atención.
En relacióñ a la promoción y educación en salud, algunos desafíos son coordinar
las acciones
interinstitucionales para prevención de casos y focos de transmisión, continuar las
medidas de
prevención y contención a nivel local, participación comunitaria en las medidas a
nivel familiar y
familiar, reforzamiento de las medidas preventivas en medios masivos y
alternativos.
En la fase actual, es indispensable promover las acciones de las fases de
desescalada de casos y
fortalecer los programas de salud que se han relegado para atender la emergencia
de COVID, en
ese sentido, se debe identificar factores de protección para la comunidad y las
bases para la
resiliencia en el sistema de salud local.
El Plan de Prevención, Contención y Respuesta ante el Coronavirus (COVID-19)
establecido por
el MSPAS, es el marco general de acciones, bajo el cual se rigen los
procedimientos
institucionales.
La presente actualización de procedimientos de promoción Y ~du~ación, se
relaciona a la
dinámica social que se ha presentado en el avance de la pandem1a, siendo una
herramienta de
apoyo a los equipos responsables de realizar acciones preventivas en la
comunidad, la versión 1
Otras medidas preventivas:








Evite aglomeración de personas en cualquier lugar
Reduzca las salidas de casa para comprar alimentos y otros artículos
Minimice el tiempo de estancia en tiendas, mercados o supermercados
Siga las instrucciones de limitación de visitantes, distancia entre personas, toma
de
temperatura y uso de alcohol gel en los establecimientos
Evite realizar visitas o tener encuentros prolongados con otras personas
Evite tocar barandas o pasamanos en lugares públicos
Evite permanecer en establecimientos cerrados, pequeños o poco ventilados
Utilice careta protectora o lentes protectores, además de mascarilla, en lugares de
alta
exposición
Seguimiento a casos sospechosos:
• Si presenta síntomas como fiebre, goteo nasal, tos, estornudos, diarrea o
dificultad
respiratoria, acuda al servicio de salud más cercano
• Si cree haber estado en contacto con alguna persona que tenga síntomas, acuda
al
servicio de salud más cercano
Cuarentena domiciliar o pacientes positivos en el hogar:
Permanezca dentro de una sola habitación, de preferencia con su propio baño.
· Si no es habitación individual puede colocar una división con plástico de techo a
piso
para separar los ambientes. El espacio debe tener adecuada ventilación.
Si el baño es compartido con otras personas, debe desinfectarse cada vez que se
utilice
No comparta artículos de uso personal como platos, vasos, tenedores, ropa de
cama,
toallas y cepillo de pelo, entre otros.
Todo debe lavarse por separado con jabón, al terminar use agua caliente para
desinfectar los artículos.
Todos los días se debe desinfectar las superficies de contacto frecuente como
manecillas de puertas, mesas, gabinetes, teclados, teléfonos, baños y cabecera
de
cama con agua y cloro.
Use mascarilla siempre que esté cerca de otras personas, o si tiene que salir de
casa para asistir a un servicio de salud.
la mascarilla debe cubrir la nariz y boca hasta la barbilla. Utilice siempre una
mascarilla limpia.
apoyar en el uso correcto de mascarilla tanto para el paciente como el resto de la
familia.
Utilice la etiqueta de tos, cubriéndose la nariz y boca con papel higiénico o
pañuelo
descartable cuando tosa o estornude y luego lávese las manos con agua y jabón o
con alcohol en gel.
o Mantenerse hidratado, de preferencia con suero oral, suero casero o agua pura.
o Al preparar alimentos, lave sus manos con agua y jabón, lave las frutas y
verduras
con agua y jabón, utilice el tiempo de cocción adecuado para cada alimento.
o Si su estado de salud empeora diríjase al servicio de salud más cercano o llame
al
1517.
Mensajes para cuidadores:
Ayude al paciente a seguir las instrucciones emitidas por el médico, y que tenga
sus
medicamentos a la mano.
• Procure que el paciente beba suficientes líquidos y que descanse.
• Disminuya el ingreso o evite entrar a la habitación del paciente, y cuando lo haga
utilice
mascarilla siempre.
• Asegúrese que el paciente utilice mascarilla siempre que está en contacto con
las demás
personas.
• Vigile a los signos de alarma de la persona enferma como: dificultad para
respirar, dolor o
presión persistente en el pecho, confusión, incapacidad de despertarse o
permanecer
despierto y coloración azulada en los labios o el rostro. Si el paciente presenta
estos
síntomas debe llevarlo al servicio de salud más cercano o llamar al 1517.
• Utilice las redes sociales para estar en constante comunicación con la persona
enferma,
para reducir el contacto
• Permanezca a una distancia mínima de 1.5 metros del enfermo.
• Lave los platos y utensilios con agua y jabón, de forma separada, utilizando
guantes y
agua caliente.
• No comparta los artículos electrónicos como computadora, teléfono y otros
objetos con el
paciente.
• No reciba visitas en el hogar durante el tiempo de recuperación.
• Lávese las manos con frecuencia, utilizando agua Y jabón al menos por 20
segundos, 0
alcohol en gel.
• Desinfecte a diario superficies, objetos y el ambiente en donde está el paciente.
• Desinfecte dos veces al día el baño, utilizando una solución de agua y cloro.
• La basura generada por el paciente debe depositarse en bolsas plásticas, antes
de
desecharla con el resto de basura aplíqueles solución desinfectante. No tirar los
residuos
en la vía pública, ni acumular bolsas de residuos en las calles
• Cuide a sus mascotas y limite el contacto de la persona enferma

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Antecedentes
El primer caso de COVID-19 se detectó en México el 27 de febrero de 2020. El 30
de abril, 64 días después de este primer diagnóstico, el número de pacientes
aumentó exponencialmente, alcanzando un total de 19.224 casos confirmados y
1.859 (9,67%) fallecidos. En respuesta a este brote global, resumimos el estado
actual del conocimiento sobre COVID-19 en México.

Métodos
Los datos se obtuvieron del sitio web oficial del Ministerio de Salud en México. El
período analizado fue entre el 27 de febrero y el 30 de abril de 2020. Los casos se
confirmaron mediante RT-PCR en tiempo real y se analizaron los datos
epidemiológicos, demográficos y clínicos.

Resultados
La mayoría de los casos de COVID-19 se ubicaron en la Ciudad de México. La
edad promedio de los pacientes fue de 46 años. De los 12.656 casos confirmados,
el mayor número de infectados ocurre en el rango de edad entre 30 y 59 años
(65,85%), y hubo una mayor incidencia en hombres (58,18%) que en mujeres
(41,82%). Los pacientes fallecidos tenían una o múltiples comorbilidades,
principalmente hipertensión (45,53%), diabetes (39,39%) y obesidad (30,4%). En
los primeros 64 días de epidemia, China había reportado 80.304 casos con una
tasa de mortalidad del 3,66%.

Conclusiones
Nuestros resultados indican la transmisión temprana de COVID-19 en México. La
epidemiología descriptiva muestra las similitudes entre los casos de COVID-19 de
México y China. En el mismo período de la curva epidémica, observamos en
México una reducción en el número de casos confirmados de COVID-19 y una
mayor tasa de mortalidad en comparación con China.

Palabras clave: Coronavirus, COVID-19, SARS-CoV-2, México, Cuarentena,


Infección
Go to:
Introducción
En China, el 31 de diciembre de 2019 se tenían un total de 26 casos y una
persona fallecida con diagnóstico de neumonía con etiología desconocida1. Estos
casos tuvieron su origen en el mercado mayorista de mariscos Huanan de
Wuhan2. El 7 de enero de 2020, en el Centro Chino para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CCDC) se identificó el agente causante de la
neumonía desconocida como un coronavirus agudo severo relacionado con el
síndrome respiratorio agudo, al que se le denominó SARS-CoV-2, por su similitud
con el SARS-CoV descubierto en 2003.

Este tipo de virus causa enfermedades en animales y humanos, que pueden ser
infecciones respiratorias, como el resfriado común, o infecciones más agudas
como el coronavirus del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS)-CoV y el
síndrome respiratorio agudo severo (SARS)-CoV3. Generalmente se puede
encontrar en un reservorio animal, como el MERS-CoV que se trasmitió de los
camellos a los humanos y el SARS-CoV de animales exóticos. Se cree que el
reservorio para el SARS-CoV-2 puede ser el murciélago, aunque todavía no está
totalmente probado4, 5, 6, 7. La Organización Mundial de la Salud (OMS) nombró
a esta enfermedad COVID-198, 9. El 11 de marzo de 2020 la COVID-19 fue
declarada una pandemia10, 11.

Se ha reportado que la COVID-19 se puede transmitir de persona a persona a


través del contacto directo con un individuo infectado o cuando una persona tose o
estornuda y genera unas pequeñas gotitas que quedan suspendidas en el aire y
que se pueden desplazar hasta 1,8 metros, aproximadamente. También se ha
detectado que el virus se puede transmitir a través del contacto con superficies
contaminadas o fómites12, 13, 14.

Los síntomas más comunes para la infección de la COVID-19 son: dolor de


garganta, fatiga, tos seca, mialgia y fiebre. Algunos pacientes también presentan
dolor de cabeza, vómito, hemoptisis, diarrea, disnea, producción de esputo y
linfopenia15, 16. Estos síntomas pueden aparecer en un período de 5,2 días,
tiempo promedio de incubación del coronavirus17.

La mayoría de los pacientes se han recuperado espontáneamente y algunos


presentan neumonía no grave. Las personas con complicaciones fatales pueden
desarrollar edema pulmonar, insuficiencia orgánica, neumonía grave, choque
séptico y síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA). Los fallecimientos que
se han presentado a consecuencia del coronavirus tienen un promedio de 14 días
después de contraer la infección, en un rango que va de los 6 a los 41 días18.
Las infecciones causadas por la COVID-19 continúan creciendo rápidamente.
Hasta el 30 de abril de 2020 la COVID-19 ha infectado en todo el mundo a
3.090.445 personas y ha ocasionado la muerte de 217.769, solo cuatro meses
más tarde del primer caso diagnosticado. En este punto de la infección, los
gobiernos están tratando de evitar el contagio entre la población con restricciones
a la movilidad.

Para hacer frente a este problema sanitario mundial, es necesaria la transparencia


y el intercambio de información entre naciones para evaluar las características de
esta nueva enfermedad19, 20. En respuesta a este brote mundial, resumimos el
estado actual del conocimiento en torno a la COVID-19 en México hasta el mes de
abril: esta información tiene valor para comprender la expansión de la enfermedad
y el efecto de las medidas de contención en nuestro país.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7250750/
I. Antecedentes En Guatemala, la actual situación de la epidemia del
Coronavirus COVID-19 desde que inició, viene exigiendo una serie de
retos; los cuales se han tenido que afrontar con alguna dificultad. Esta
enfermedad nos ha obligado a crear diferentes escenarios para llevar a
cabo acciones de prevención, contención y las propias de respuesta a la
emergencia y ahora con un marcado incremento de casos positivos,
sospechosos y contactos. Es por ello, que se hace necesario establecer
y difundir lineamientos sobre métodos sencillos de análisis de riesgo de
contagios de COVID-19 en las instalaciones de empresas,
organizaciones instituciones que contribuyan a orientar de mejor forma
al personal involucrado en el desarrollo del país para planificar a corto
plazo el retorno a la vida laboral. II. Objetivo Establecer los lineamientos
a seguir para identificar criterios que contribuyan a la realización de un
análisis de riesgo ajustado a las necesidades, las realidades del entorno
laboral y congruentes con el desarrollo de la epidemia en nuestro país
con el único fin de responder adecuadamente a la presencia del SARS
CoV-2 frente a las medidas del retorno a la nueva normalidad. III.
Alcance Todo el territorio nacional IV. Marco Conceptual A. Tipos de
Gestión para Reducir el Riesgo 1. La gestión correctiva: medidas y
acciones anticipadas para reducir las condiciones de riesgo ya
existentes. 2. La gestión prospectiva: implica adoptar medidas y
acciones en la planificación de salud para evitar que se generen nuevas
condiciones de riesgo. Se desarrolla en función de riesgos “aún no
existentes” 3. La gestión reactiva: implica la preparación y la respuesta a
emergencias, dirigida a que los costos y daños asociados a las
emergencias sean menores, y la resiliencia sea alta
II. Conceptos Básicos sobre Gestión de Riesgo 1. Amenaza: Factor
externo de riesgo, representado por la potencial ocurrencia de un
suceso de origen natural o generado por la actividad humana, que
puede manifestarse en un lugar específico, con una intensidad y
duración determinadas. Incluye algunos elementos básicos: a.
Probabilidad: ocurrencia del evento (biológico, natural, socio natural o
antrópico) en determinado periodo de tiempo b. Intensidad: grado de
fuerza con la que se manifiesta el agente natural o causal c. Magnitud:
daños físicos, ambientales, humanos, económicos que pueda ocasionar
el evento 2. Vulnerabilidad: Factor interno de riesgo de un sujeto, objeto
o sistema expuesto a una amenaza, que corresponde a su disposición
intrínseca de ser dañado. Incluye elementos básicos: a. Exposición: es
la condición de desventaja debido a la ubicación, posición o localización
de un sujeto, objeto o sistema expuesto a la amenaza b. Fragilidad: que
tan débil es el sujeto, objeto o sistema expuesto a la amenaza c.
Resiliencia: capacidad de reponerse después del impacto de un evento
y estar como antes de que éste sucediera. C. Análisis de riesgo por
percepción de actores 1. ¿Qué es? Instrumento fundamental para la
gestión del riesgo 2. ¿Que persigue? Identificar y analizar
participativamente las amenazas y la vulnerabilidad de la población
frente al virus Sars-CoV-2. 3. ¿Para qué sirve? Para apoyar la toma de
decisiones (Ciclo de la gestión de riesgo), Instrumento clave e
indispensable de la Gestión de Riesgo, apoyar en la protección de
recursos humanos en todos los ámbitos laborales. D. ¿Qué se necesita
para hacer un Análisis de Riesgo (A 1? Información y datos sobre la
amenaza y vulnerabilidades a través de investigación, estadística y
consultas dentro del ámbito laboral. 2. Mapas, recortes de periódicos,
archivos de internet 3. Conocimientos acumulados de
III.
http://bvs.gt › covid19 › PLC › PLC_025

Se analiza el brote epidémico de COVID-19 en Bolivia usando un modelo


epidemiológico compartimental que considera una población de infectados
asintomáticos capaces de contagiar la enfermedad y, además, etapas temporales
donde la transmisión de la enfermedad es variable debido a las diferentes medidas
sociales instituidas a lo largo del desarrollo de la epidemia. Para validar el modelo
estudiado se hace una estimación para el pico de infecciones usando una función
de ajuste que funciona para las curvas epidemiológicas de varios países.
Finalmente, se proponen diferentes escenarios sociales en los cuales pueden
existir movilizaciones masivas de personas o la eventual imposición de una
cuarentena rígida cerca del pico epidémico.

Descriptores: Sistemas Complejos - Sistemas Sociales - Enfermedades

Código(s) PACS: 89.75.-k, 89.65.-s , 87.19.xd

La pandemia de la COVID-19 está teniendo consecuencias catastróficas a lo largo


del mundo. Desde la notificación oficial de la detección de una nueva enfermedad
ocasionada por un nuevo coronavirus, el mundo en su conjunto ha destinado una
gran cantidad de recursos económicos y humanos para tratar de paliar la
pandemia de la mejor manera. Más que destacables son los esfuerzos
internacionales para desarrollar una vacuna o tratamiento efectivo para la
enfermedad como lo señalan Shih et  al., [2020] y Alsuliman et  al., [2020]. Es
encomiable también el estudio de los mecanismos de contagio del virus y las
diferentes proyecciones de contagios existentes basadas en modelos
epidemiológicos tales como el de Ndaïrou et  al., [2020], entre otros. Por otro lado,
es bien sabido que, al no tenerse un método efectivo para reducir los contagios y/o
las muertes ocasionadas por la COVID-19, la forma más adecuada de proteger a
la población del contagio y de no saturar los diferentes sistemas públicos de salud
consiste en imponer períodos de cuarentena en la población como lo
mencionan Mitjà et  al., [2020]; es decir, cortar las vías de contagio.

Una pandemia de este tipo exige acciones urgentes por parte de los países
afectados y, claramente, los países en desarrollo o subdesarrollados se
encuentran en situación de desventaja debido a la falta de recursos económicos y
humanos para implementar medidas políticas, económicas y científicas de una
manera satisfactoria. La situación de los países latinoamericanos no es la más
favorable para contener una epidemia de este tipo y, durante el desarrollo de la
pandemia, el continente fue el epicentro de la enfermedad en diversos períodos de
tiempo. Bolivia, a pesar de tener una población pequeña en relación con sus
vecinos, ha sufrido una de las tasas de letalidad más altas de la región y, durante
julio de 2020 se ha visto una situación calamitosa en la sociedad debida a la falta
de espacio en hospitales, escasez de pruebas de diagnóstico y hasta falta de
oxígeno medicinal.

Además de la falta de preparación del sistema sanitario, una característica


alarmante de la sociedad boliviana tiene que ver con el hecho que una fracción
significativa de la economía está basada en la informalidad. 1 La informalidad está
directamente relacionada con las fuentes de trabajo eventuales y con el comercio
en sí mismo; por tanto, los trabajadores del sector informal no gozan de beneficios
laborales, entre los cuales se incluye la posibilidad de realizar el trabajo a distancia
(o teletrabajo). El éxito de las medidas gubernamentales para asegurar que el
contagio en la sociedad se ralentice depende directamente del grado de
cumplimiento de las mismas por parte de la sociedad. Así, si una parte de la
sociedad no puede cumplir con el mandato del aislamiento físico por razones
meramente económicas, se torna muy difícil que dichas medidas sean exitosas,
máxime cuando un alto porcentaje de la sociedad no recibe incentivos ni tolerancia
para cumplir dichas medidas.

A lo largo de América Latina, se han realizado algunos esfuerzos locales (ver los
trabajos de Fiesco-Sepúlveda & Serrano-Bermúdez, [2020] y de Caicedo-
Ochoa et  al., [2020], así como las referencias contenidas en los mismos) para
poder predecir los picos epidemiológicos tal como lo explican Tsallis & Tirnakli,
[2020] y explorar diferentes escenarios tanto políticos, económicos (como lo
hacen Pires et  al., [2020]) y de medidas sociales (expuestos por Bastos et  al.,
[2020]) que pueden afectar el desarrollo de la enfermedad. Estos trabajos son de
particular importancia pues muestran que, realizar un análisis exhaustivo de la
realidad local, permite formular una ingeniería social como modo de encontrar las
situaciones menos nocivas tanto para la salud pública como para la economía de
los países.

Se tiene como objetivo analizar el brote epidémico de COVID-19 en Bolivia usando


un modelo epidemiológico confiable adaptado a la realidad nacional. Para este
propósito se usa el modelo epidemiológico compartimental SIRASD, el cual
considera que una parte de la población infectada está compuesta por individuos
asintomáticos (lo que se corresponde bien con la COVID-19). En la Sec. 2 se
revisa brevemente los modelos epidemiológicos compartimentales del
tipo SIR haciendo especial énfasis en el modelo SIRASD utilizado en el presente
trabajo; también se calculan los parámetros relevantes para el caso boliviano
usando los datos correspondientes a la primera fase (fase temprana) de la
propagación de la enfermedad en el país. A manera de poner a prueba el modelo
epidemiológico usado, se proponen tres escenarios epidemiológicos
correspondientes a la evolución libre y escenarios donde la dinámica social
cambia, con períodos de cuarentena rígida alrededor del pico epidémico y con
períodos de movilizaciones masivas de personas en distintos momentos de la
evolución de la epidemia y con base en lo anterior, se propone un método de
ingeniería social a fin de evitar el contagio excesivo y la suspensión prolongada de
actividades económicas. En la Sec. 4 se dan las conclusiones y se proponen
perspectivas para trabajos futuros. Finalmente, en el Apéndice A, se realiza un
ajuste de la curva epidemiológica propuesto por Tsallis & Tirnakli, [2020] a fin de
estimar la fecha de ocurrencia del pico epidemiológico en el país. Lo anterior se
hace con fin de corroborar que las fechas de pico previstas en el modelo
epidemiológico coinciden con el ajuste en cuestión, el cual ha demostrado ser
efectivo para las curvas epidemiológicas de varios países.

Es importante recalcar que el presente trabajo fue desarrollado antes de la


ocurrencia del pico epidemiológico en Bolivia, más concretamente en julio de 2020
y que una versión preliminar del mismo ya fue puesta a disposición por los
autores Peñafiel & Ramírez-Ávila, [2020].

2  Modelos Epidemiológicos

El estudio de enfermedades infecciosas, sean virales o bacterianas, desde un


abordaje matemático puede remontarse a los estudios de Daniel Bernoulli sobre la
viruela en el s. XVIII como lo apuntan Brauer & Castillo-Chavez, [2001]. Por ello,
se deben construir modelos simples pero que no dejen de reflejar la realidad
compleja que tienen este tipo de fenómenos como lo resalta Small, [2012]. Hoy en
día, la mayor parte de modelos epidemiológicos deterministas son
llamados modelos compartimentales. Los modelos compartimentales dividen la
población en diferentes compartimientos, cada uno caracterizado por el estadío
infeccioso en el que se encuentra, y deben su formulación inicial a Kermack y
McKendrick (Brauer & Castillo-Chavez, [2001]). En el modelo de Kermack-
McKendrick simplificado (de aquí en adelante llamado modelo SIR) se considera
un brote epidémico corto y no letal, donde el paso por la enfermedad otorga una
inmunidad a la infección (lo que comúnmente ocurre con las infecciones virales).

En este modelo se considera que la población no cambia durante la epidemia y el


número total de individuos en el grupo social está dado por N(t)=S(t)+I(t)+R(t). Los
parámetros epidemiológicos β y γ tienen una interpretación inmediata: un número
promedio de la población tiene contacto suficiente para contagiarse con β
individuos infectados por unidad de tiempo, mientras que lo individuos infectados
dejan el grupo I (y pasan al grupo R) a una tasa γ. La epidemiología, al lidiar
directamente con las políticas de salud pública, es una disciplina que debe
estudiarse tanto cualitativa como cuantitativamente, debe considerar los modelos
epidemiológicos más adecuados para el modelaje de la propagación de una
enfermedad. Así, los modelos epidemiológicos compartimentales pueden
complicarse a requerimiento de la enfermedad estudiada. En la siguiente sección
se presenta un modelo que considera una población de infectados asintomáticos,
lo que se ha comprobado importante para la diseminación del SARS-CoV-2.
2.1  Modelo SIRASD

El modelo epidemiológico compartimental usado en este trabajo toma en cuenta


cinco compartimientos para la descripción de la propagación de una enfermedad,
así se tienen los compartimientos de Susceptibles, Infectados Sintomáticos,
Infectados Asintomáticos, Recuperados y Fallecidos, el modelo es conocido
como SIRASD por sus siglas en inglés y fue expuesto por Bastos & Cajueiro,
[2020].

Más aún, dadas las particularidades socioeconómicas de los países


latinoamericanos, el modelo puede generalizarse para incluir dos poblaciones
diferenciadas por su base económica tal como lo plantean Pires et  al., [2020]. La
importancia de dividir a la población en dos grupos diferenciados por su sustento
económico reside en el simple hecho que una fracción de la población que tiene
como base una economía informal es más proclive a no cumplir con las normas de
aislamiento y distanciamiento propuestas por los gobiernos locales, pues el
estricto cumplimiento de estas normas, en muchos casos, implicaría serias
consecuencias económicas para familias sin un sustento económico confiable. Por
otro lado, la fracción de la población que vive basada en una economía más formal
puede, en principio, cumplir correctamente las políticas gubernamentales para
ralentizar los contagios.

El modelo SIRASD está dado por el siguiente conjunto de ecuaciones:


Escenarios de aplicación del modelo SIRASD en Bolivia

En Bolivia, los primeros dos casos de COVID-19 fueron diagnosticados el 9 de


marzo de 2020. Casi inmediatamente después, el gobierno determinó ciertas
medidas de distanciamiento social como ser la suspensión de clases presenciales
a todos los niveles en el país y una cuarentena parcial que consistía en una
reducción del horario laboral tanto en establecimientos públicos como privados,
así como también la suspensión de eventos deportivos, culturales y religiosos. Sin
embargo, a pesar de tener en vigor estas medidas gubernamentales, las
aglomeraciones y diversos eventos de contagios potenciales no fueron prohibidas.
El conjunto inicial de medidas adoptadas por el gobierno en marzo duró por 13
días, hasta el 22 de marzo. A partir de ese día, una cuarentena rígida fue
establecida la cuál, entre otras cosas, solamente permitía la circulación de
personas una vez por semana, un horario reducido de apertura de comercios
esenciales e instituciones bancarias y una restricción total para el transporte tanto
público como privado. Este paquete de medidas fue relajado a partir del inicio de
junio de 2020, entrando en un período conocido como cuarentena dinámica el cual
consistió en una retomada parcial de la actividad económica en la gran mayoría de
los sectores.

Para el cálculo de parámetros del modelo epidemiológico estudiado, se asume


que las diferentes medidas paliativas para la epidemia son reflejadas en los datos
con un retraso de alrededor de dos semanas; por tanto, se realiza la estimación de
los parámetros usando los primeros 27 días de datos epidemiológicos.
Para estimar los parámetros relevantes, es necesario resolver el sistema de
ecuaciones diferenciales no lineales para el modelo en cuestión; es decir, las
Ecs. (2) para el modelo SIRASD) y minimizar el error cuadrático con respecto a los
parámetros en cuestión como lo especifican Bastos & Cajueiro, [2020]. Por tanto,
los parámetros estimados con los primeros datos de la epidemia usando el
modelo SIRD2 se obtienen los parámetros βI ∼ 0.457868,
γI ∼ 0.345233, r ∼ 0.0677. Reemplazando estos parámetros en la Ec. (2) podemos
calcular el resto de parámetros para el modelo SIRASD como
βA ∼ 0.437923, γA ∼ 0,280624, p ∼ 0.544546. La Fig. 1 muestra la curva de
infecciones para la evolución inicial de la epidemia para el caso del
modelo SIRASD con una sola población, adicionalmente se muestran los
intervalos de confianza al 95% para estos parámetros. Como el objetivo del
presente trabajo no tiene que ver con un seguimiento epidemiológico y sí con una
descripción cualitativa de cómo los distintos comportamientos sociales pueden
afectar el desarrollo de la epidemia, el resto de figuras de este artículo son
presentadas sin los intervalos de confianza.

https://www.unicef.org › bolivia › epidemia-por-corona...


Enfrentando la tercera ola de contagios de COVID-19 en Chiapas, México

Hace tan sólo algunos meses, el número de casos de COVID-19 había


bajado en Chiapas, y la mayoría de pacientes atendidos eran los de alto
riesgo, como las personas de la tercera edad. Ahora, con la tercera ola de
contagios atravesando el país entero, el número de personas atendidas
es mayor, y los pacientes internados en el Centro de Enfermedades
Respiratorias de Jaltenango, Chiapas, son cada vez más jóvenes.

El paciente más joven con necesidad de oxígeno tenía 6 años.

“La incidencia de contagios en este momento es muy alta,” dice Miguel


Ramírez, paramédico en Compañeros En Salud.

Miguel conoce estos casos de primera mano, pues atiende a pacientes


con COVID-19 durante traslados en ambulancia a hospitales
especializados. Aún cuando sus pacientes respiran con dificultad, sabe
que el número de camas y concentradores de oxígeno son limitados en su
lugar de destino – el hospital avanzado más cercano en la región, que se
encuentra a dos horas de Jaltenango.

Sin embargo, Miguel y sus colegas siguen conduciendo.


El personal clínico de Compañeros En Salud se ha encontrado
desesperado en las últimas semanas, mientras responden a una
complicada nueva ola de la pandemia. A diferencia de la última ola de
contagios el invierno pasado, que afectaba en su mayoría a adultos
mayores y personas con enfermedades crónicas, la tercera ola ha
infectado a cientos de jóvenes y niños – muchos de ellos sin haber
recibido una dosis de la vacuna contra COVID-19.

“La respuesta [a la pandemia] ha sido mucho más rápida y efectiva


[recientemente] en el sentido de que ahora contamos con más personal
capacitado y tenemos más información sobre el virus en general,” dice la
Dra. Ana Laura Rodríguez, Coordinadora de Prevención y Control de
Infecciones en Compañeros En Salud. “Pero las cifras han sido
alarmantes.”

Son tiempos difíciles

Cuando la pandemia llegó a Jaltenango y a las nueve comunidades


rurales en las que Compañeros En Salud trabaja, el personal de salud
entró en acción, implementando protocolos de seguridad en las clínicas,
adaptando consultas rutinarias, y asegurando el suministro de recursos
básicos como cubrebocas y gel antibacterial, así como capacitando al
staff para responder a este virus. Durante la primera mitad de 2021, el
número de casos de personas contagiadas de COVID-19 era estable,
pero pronto, las clínicas comenzaron a llenarse.

“En julio comenzamos a ver un aumento en consultas,” dice la Dra. Ana


Laura. “Pasamos de ver 50 pacientes al mes en promedio, a 250
consultas en un solo mes.”

Desde finales de julio, se han reportado cientos de nuevos casos. El


Centro de Enfermedades Respiratorias de Jaltenango, con siete camas
disponibles para pacientes que requieren oxígeno, se ha encontrado al
80-100% de su capacidad por varias semanas.

“Creo que lo más difícil es que teníamos un poco de esperanza de que ya


hubiera pasado todo,” dice la Dra. Valeria Macías, directora ejecutiva de
Compañeros En Salud. “Luego nos dimos cuenta de que era el inicio de
muchas más cosas. Sabemos que ahora es probablemente por la variante
Delta, y que hay más variantes allá afuera.”

Mientras que en Jaltenango hay concentradores de oxígeno disponibles,


estos aparatos necesitan energía eléctrica para poder funcionar – un
recurso poco confiable en Chiapas, particularmente durante la temporada
de lluvias, que toma lugar desde mayo hasta noviembre. Los tanques de
oxígeno – usados sólo en caso de emergencia – son aún más escasos; un
tanque puede durar alrededor de 10 horas, y para rellenarlo, el equipo de
Compañeros En Salud debe transportarse a Tuxtla, a tres horas de
Jaltenango.

Los pacientes que requieren ser intubados son transportados al hospital


avanzado más cercano, en la única ambulancia disponible para el
hospital.

Es un traslado desesperado que Miguel, el único paramédico en el


hospital, ha recorrido muchas veces. Recientemente trasladó a tres
pacientes a otro hospital en un mismo día, sumando 15-16 horas
continuas de trabajo.
Un llamado a la solidaridad

Últimamente, la Dra. Ana Laura se ha encontrado con más jóvenes y


niños agravándose por COVID-19, incluyendo a un niño de seis años que
fue hospitalizado por tres días.

La mayoría de las veces, los pacientes se recuperan y regresan a casa


con sus familiares, pero algunos no lo logran.

“Es doloroso acompañar la muerte de un gran número de personas,” dice


Ana Laura. “Sucede constantemente siendo médico. Te acostumbras a
acompañar a la muerte.”

No sólo la falta de recursos complica la respuesta a la pandemia.


También la desinformación circulando en comunidades rurales, la
desconfianza a las vacunas, el hartazgo del distanciamiento social, y el
cansancio del personal clínico.

A donde quiera que mire, la Dra. Ana Laura se encuentra con más
incendios que apagar, pero ella no se rinde.

“El mensaje más importante que quisiera compartir, es el de la


solidaridad,” dice. “Es difícil renunciar a cosas a las que estábamos
acostumbrados antes [de la pandemia]. Pero el comportamiento de este
virus no va a cambiar hasta que todas y todos estemos vacunados.”

https://companerosensalud.mx › blog › tercera-o


Impacto de la COVID-19 en el Ecuador: De los datos inexactos a las muertes en
exceso.
La pandemia de la COVID-19 ha golpeado fuertemente al Ecuador, no solo en lo
sanitario, sino en lo social, lo económico y lo político.  Las estadísticas oficiales
(que distan mucho de la realidad) han expuesto, a través de las autoridades de
gobierno, que más de 85.000 personas se han infectado a nivel nacional matando
a más de 9.000 residentes de nuestro país. Los entendidos sobre este tema, los
familiares de los fallecidos y los propios afectados saben que este número dista
mucho de la realidad.
Con los análisis moleculares de acceso limitado, costosos y escasos es imposible
hacer política pública.  En vista de que la toma de decisiones requiere datos de
alta calidad y ante la dificultad de acceder a los mismos, han aparecido múltiples
fuentes de información y percepciones sobre el comportamiento de la pandemia
en el país que no necesariamente se ajustan a los datos oficiales.
Desde periodistas, economistas y demás académicos incluyendo obviamente a los
que hacemos salud, nos hemos sumado al análisis multilateral de datos con el fin
de brindar información digerible a las personas que no manejan números o
términos de difícil comprensión.

Dentro de la coyuntura creada por la pandemia de covid-19, el caso de la ciudad


de Guayaquil, y del Ecuador en general, es clave para entender que los procesos
científicos y médicos solo se pueden entender si se les relaciona a las condiciones
políticas y socioeconómicas dentro de las cuales se han desarrollado. En octubre
de 2019, el presidente del país, Lenín Moreno, se vio forzado a trasladar su sede
de gobierno a dicha ciudad a fin de evitar ser derrocado por las movilizaciones que
se estaban produciendo en su contra en la capital, Quito, debido a las medidas
económicas que había decretado pocos días antes como parte del acuerdo para
recibir recursos del Fondo Monetario Internacional que le permitieran mantener a
flote la debilitada economía del país (Lenín Moreno…, 7 oct. 2019). En febrero de
2020, autoridades del Ministerio de Salud anunciaron que Guayaquil se había
convertido en escenario del primer caso confirmado del nuevo coronavirus en
Ecuador (Ministerio de Salud…, 29 feb. 2020). No obstante, dos meses después la
pandemia alcanzó ribetes insospechados e hizo que Guayaquil volviera a las
portadas debido a los estragos causados por la covid-19. Imágenes y relatos de
cuerpos de fallecidos dejados a su suerte en la intemperie debido a la saturación
de espacio en hospitales y morgues en la ciudad ocuparon las primeras planas de
diversos medios de comunicación tanto locales como internacionales durante las
primeras semanas de abril (Gallón, 3 abr. 2020). Es cierto que el momento más
crítico de la pandemia en Guayaquil se vivió entre marzo y abril, y que desde el 23
de julio se ha visto sobrepasada por Quito como nuevo epicentro (Quito supera…,
23 jul. 2020). Sin embargo, cifras oficiales recientes indican que el índice de
mortalidad causado por el nuevo coronavirus continúa experimentándose con
mayor fuerza en las regiones costeras. Hasta el 3 de septiembre, Ecuador cuenta
con 107.404 casos de contagios confirmados y 6.648 personas fallecidas, de los
cuales 22,9% de los infectados y 14,2% de los muertos están concentrados en la
provincia serrana de Pichincha, donde se encuentra Quito. Por su parte, la
provincia costera del Guayas, cuya capital es Guayaquil, alberga al 17,6% de los
contagiados pero al 25,3% de fallecidos. En tercer lugar se encuentra otra
provincia costera, Manabí, con el 8,1% de infectados y el 13,5% de muertes a
nivel nacional (Ecuador, 2020a, p.1). La concentración de la pandemia en la costa
coincide con algunos indicadores recientes de la pobreza y salud preparadas por
el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Ecuador. Por ejemplo, aunque
Guayaquil es considerada el centro industrial y comercial del país, durante los
últimos cinco años ha experimentado la mayor tasa de pobreza entre las ciudades
más grandes ecuatorianas (Ecuador, 2019a, p.9). Asimismo, en 2018, mientras
que las provincias costeras de Guayas y Manabí eran, respectivamente, la primera
y tercera más pobladas del país (La población de…, 13 oct. 2018), el porcentaje
de camas disponibles en establecimientos de salud era menor en la costa que en
la región sierra (Ecuador, 2019b, p.18-19). En este sentido, la desigualdad social y
económica, así como los altos índices de hacinamiento eran características de
Guayaquil antes de la llegada de la covid-19 (Borja, Buitrón, 2020, p.225; Trujillo,
2020, p.87-91). Asimismo, es necesario recordar que esta ciudad ha sido
epicentro de otra epidemia, la del dengue, cuya estación ha coincidido con la del
nuevo coronavirus. Esta superposición epidémica debe haber empeorado la
respuesta de la salud pública en Guayaquil ante la llegada de la covid-19 (Navarro
et al., 5 abr. 2020). La covid-19 en Ecuador v.28, n.2, abr.-jun. 2021, p.587-591
589 Pero no fueron estas cifras las que llamar

https://www.bancomundial.org › feature › 2021/10/18

La pandemia generada por el virus SARS-CoV2 denominado Coronavirus (Covid-


19), es un desafío que enfrenta el mundo, y por ende México no es ajeno ante
dicha situación. Desde el mes de marzo de 2020, los tres niveles de gobierno, las
autoridades sanitarias y sociedad civil, unimos esfuerzos para trabajar
salvaguardando el bien vital que es la salud de las personas, conjuntando
acciones que garanticen la salud y mitiguen la propagación del virus, sumando
acciones conjuntas y tomando medidas preventivas necesarias, a fin salvaguardar
el bien tutelado. En este sentido, el Ayuntamiento de Mérida en aras de proteger la
salud de los meridanos y habitantes de la ciudad, así como el capital humano,
puso en marcha un plan de contingencia con medidas internas y programas
específicos que buscan contener los efectos del mencionado virus.
ANTECEDENTES. 1. En fecha 23 de marzo del año 2020, fue publicado en el
Diario Oficial de la Federación, el ACUERDO por el que el Consejo de Salubridad
General reconoce la epidemia de enfermedad por el virus SARS-CoV2 (COVID-
19) en México, como una enfermedad grave de atención prioritaria, así como se
establecen las actividades de preparación y respuesta ante dicha epidemia; 2. El
día 24 de marzo de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el
ACUERDO por el que se establecen las medidas preventivas que se deberán
implementar para la mitigación y control de los riesgos para la salud que implica la
enfermedad por el virus SARS-CoV2 (COVID-19); que en términos de su artículo
primero, fracción II, estableció que solamente podrían continuar en funcionamiento
las siguientes actividades, consideradas esenciales: las que son directamente
necesarias para atender la emergencia sanitaria; las involucradas en la seguridad
pública y protección ciudadana; en la defensa de la integridad y la soberanía
nacionales; la procuración e impartición de justicia; así como la actividad
legislativa en los niveles federal y estatal; las de los sectores fundamentales de la
economía; las relacionadas directamente con la operación de los programas
sociales del gobierno; y las necesarias para la conservación, mantenimiento y
reparación de la infraestructura crítica que asegura la producción y distribución de
servicios indispensables; 3. El día 30 de marzo de 2020, fue publicado en el Diario
Oficial de la Federación, el ACUERDO por el que se declara como emergencia
sanitaria por causa de fuerza mayor, a la epidemia de enfermedad generada por el
virus SARS-CoV2 (COVID-19); 4. El día 31 de marzo de 2020, se publicó en el
Diario Oficial de la Federación el ACUERDO por el que se establecen acciones
extraordinarias para atender la emergencia sanitaria generada por el virus SARS-
CoV2; 5. En fecha 21 de abril de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la
Federación el ACUERDO por el que se modifica el similar por el que se establecen
acciones extraordinarias para atender la emergencia sanitaria generada por el
virus SARS- CoV2, publicado el 31 de marzo de 2020, mediante el cual se
merida.gob.mx/covid19 modifica la fracción I del
modifica la fracción I del artículo primero, para ordenar la suspensión inmediata,
del 30 de marzo al 30 de mayo de 2020, de las actividades no esenciales, con la
finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del virus SARS-CoV2 en la
comunidad, para disminuir la carga de transmisión de la enfermedad, sus
complicaciones y la muerte por la enfermedad ocasionada por “COVID-19” en la
población residente en el territorio nacional; 6. Posteriormente, el 14 del mes de
mayo del año 2020, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el ACUERDO
por el que se establece una estrategia para la reapertura de las actividades
sociales, educativas y económicas, así como un sistema de semáforo por regiones
para evaluar semanalmente el riesgo epidemiológico relacionado con la reapertura
de actividades en cada entidad federativa, así como se establecen acciones
extraordinarias; 7. En fecha 15 de mayo de 2020, fue publicado a través del Diario
Oficial de la Federación el ACUERDO por el que se modifica el diverso por el que
se establece una estrategia para la reapertura de las actividades sociales,
educativas y económicas, así como un sistema de semáforo por regiones para
evaluar semanalmente el riesgo epidemiológico relacionado con la reapertura de
actividades en cada entidad federativa, así como se establecen acciones
extraordinarias, publicado el 14 de mayo de 2020. 8. En fecha 29 de mayo de
2020, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el ACUERDO por el que se
establecen los Lineamientos Técnicos Específicos para la Reapertura de las
Actividades Económicas; 9. A nivel Estado de Yucatán: el día 26 de marzo de
2020, fue publicado en el Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán, el
DECRETO 195/2020 por el que se emite la Declaratoria de emergencia con
motivo del alto riesgo generado por la pandemia de COVID-19 (coronavirus) en el
estado de Yucatán, señalándose en su artículo 2, como ámbito de aplicación todos
los municipios de la entidad y las acciones que se determinen necesarias para la
prevención, seguridad, detección y mitigación de la propagación del COVID-19
(coronavirus); 10. El día 23 de abril de 2020, se publicó en el Diario Oficial del
Gobierno del Estado de Yucatán el ACUERDO SSY 01/2020 por el que se
establecen medidas de seguridad sanitaria para evitar la propagación del virus
SARS-CoV-2 por gotas y contacto directo entre la población del estado de
Yucatán, señalándose en su artículo 1, la finalidad de proteger la salud de la
población e impedir la propagación de la enfermedad a través del contacto directo
entre personas y las gotas producidas a hablar, toser o estornudar; mientras que
en su artículo 2 se dictaron, las acciones y medidas de seguridad sanitaria a
implementar en virtud del avance de la enfermedad COVID-19. 11. El día 05 de
junio del presente año 2020, fue publicado en el Diario Oficial del Gobierno del
Estado de Yucatán, el ACUERDO SSY 03/2020 por el que se modifica el Acuerdo
SSY 01/2020 por el que se establecen medidas de seguridad sanitaria para evitar
la propagación del virus SARS-CoV-2 por gotas y contacto directo entre la
población del Estado de Yucatán, en el cual se reformó el párrafo primero del
inciso b) de la fracción II del artículo 2; se deroga: el párrafo segundo de la
fracción I del artículo 2; y se adiciona: la fracción III al artículo 2, recorriéndose en
su numeración la actual fracción III, para pasar a ser la fracción IV; todos del
Acuerdo SSY 01/2020; 12. El día 29 de mayo de 2020, fue emitida la Circular
ADM/706/2020, suscrita por el Lic. Aquiles
Sánchez Peniche, Mtro., en su carácter de Director de Administración del
Ayuntamiento de Mérida, mediante el cual se establecieron medidas generales
para iniciar el regreso gradual, escalonado de las actividades laborales del
Ayuntamiento de Mérida. MARCO NORMATIVO • Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, artículos 4 párrafo cuarto, 115 y 123 Apartado A,
fracción XV; en el artículo 4 párrafo cuarto se determina que toda persona tiene
derecho a la protección de la salud y el Estado mexicano tiene la obligación de
garantizar y realizar todas las acciones necesarias para el cumplimiento de dicho
fin; el artículo 115, sienta las bases para el funcionamiento y forma de
organización del Municipio como núcleo de la división territorial y de la
organización política y administrativa de las Entidades Federativas; por su parte, el
artículo 123 apartado A, fracción XV establece la establece la obligación que
tienen los patrones de observar los preceptos sobre higiene y seguridad en las
instalaciones de los centros laborales, garantizando la salud y la vida de los
trabajadores. • Ley General de Salud, artículos 3 fracción XII y XV, 393 párrafo
segundo y 403 párrafo segundo; dichos artículos disponen que es materia de
salubridad general la prevención y control de enfermedades transmisibles, control
y la vigilancia de las enfermedades respiratorias; a su vez, que los municipios
coadyuvarán para la vigilancia e implementación de medidas de seguridad para la
protección de la salud, cuando así lo dispongan los ordenamientos locales o los
convenios suscritos con el Estado. • Ley Federal del Trabajo, artículos 132 y 134;
se delimita la obligación de los patrones para que los centros de trabajo cuenten
con las condiciones pertinentes en materia de seguridad, salud y medio ambiente
en el trabajo, a fin de prevenir accidentes y enfermedades laborales. A su vez, el
artículo 134 establece las obligaciones de los trabajadores en materia de
seguridad y salud. • Constitución Política del Estado de Yucatán, artículos 1, 2, 76
párrafo segundo, 77 bases cuarta y quinta, 85 Ter fracciones I y VII; los artículos 1
y 2 señalan que todas las personas en el Estado de Yucatán gozarán de los
derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como las garantías para su protección; por su parte, el artículo 2
obliga a las autoridades y organismos autónomos del estado a promover, respetar,
proteger y garantizar los derechos humanos, entre los que se registra, la
protección de la salud; los artículos 76, 77 bases cuarta y quinta, 85 Ter, señalan
que el Ayuntamiento tiene como fin principal, atender las necesidades sociales de
sus habitantes dentro de su ámbito jurisdiccional, procurando el desarrollo integral
y sustentable del municipio; • Ley de Salud del Estado de Yucatán, artículos 1, 2 y
7 - L; que disponen que los municipios participarán de manera concurrente para el
cumplimiento de la Ley en materia de salud, asimismo, los Ayuntamientos tendrán
la obligación de vigilar y hacer cumplir en la esfera de su competencia, la Ley
General, la Ley Estatal en materia de salud y demás ordenamientos relacionados;
• Ley de Gobierno de los Municipios del Estado de Yucatán, artículo 43 fracciones
I, II, XIII y XVI; señalan que son obligaciones del Ayuntamiento, en materia de
salubridad y asistencia social, promover y procurar la salud pública, así como
auxiliar a las autoridades sanitarias federales y estatales.
• Norma Oficial Mexicana NOM-048-SSA1-1993; tiene por objeto definir el
contenido básico para un programa de evaluación de riesgo epidemiológico a la
salud del hombre por exposición a agentes potencialmente dañinos en el ambiente
general y de trabajo, para la toma de decisiones en la protección contra efectos
indeseables en la salud humana y para coadyuvar en la práctica de medidas de
control. • Norma Oficial Mexicana NOM-030-STPS-2009; su objetivo es establecer
las funciones y actividades que deberán realizar los servicios preventivos de
seguridad y salud en el trabajo para prevenir accidentes y enfermedades de
trabajo. Norma Oficial Mexicana NOM-019-STPS-2004; su objeto es el de
establecer los lineamientos para la constitución, organización y funcionamiento de
las comisiones de seguridad e higiene en los centros de trabajo. • Lineamientos
Técnicos de Seguridad Sanitaria en el Entorno laboral, emitido por el Gobierno de
México, que es el instrumento que contiene los principios y estrategias sobre las
medidas de promoción de la salud, de protección de la salud y para el cuidado de
poblaciones vulnerables, que deben considerarse para la reactivación económica
en el país y el ingreso a la denominada “Nueva Normalidad”. • Protocolo de
Medidas de seguridad sanitaria ante COVID-19 en oficinas de servicios públicos,
emitido por el Gobierno del Estado de Yucatán, con la finalidad de sentar los
criterios que deberán adoptar los centros de trabajo para la reactivación
económica en el Estado, derivado de la contingencia ocasionada por el virus Sars
Cov 2 (Covid 19); • Plan Municipal de Reactivación Laboral (COVID-19) del
Ayuntamiento de Mérida, que consiste en el conjunto de normas, lineamientos,
políticas, acciones y protocolos, que tiene como finalidad la reactivación de las
actividades propias de las Unidades Administrativas y dependencias del
Ayuntamiento de Mérida; • Lineamientos Municipales de Reactivación Laboral del
Ayuntamiento de Mérida (COVID-19), documento que sienta las bases generales
para el cumplimiento de los fines y metas establecidas en el Plan de Reactivación
Laboral del Ayuntamiento de Mérida; • Protocolo General de Seguridad e Higiene
para la Reactivación Laboral del Ayuntamiento de Mérida, que consiste en el
ordenamiento que delimita la operación de medidas, acciones y reglas sanitarias y
de higiene en el entorno laboral de las oficinas y unidades de la administración
municipal. Es así que, la administración municipal de la ciudad de Mérida, alineado
a las acciones y medidas de las esferas de gobierno federal y estatal, contempla a
su vez el retorno de actividades económicas, sociales y espacios públicos, a
través de ejes centrales que cumplan y privilegien la salud. En tal virtud, la
reactivación deberá ser gradual y escalonada, tras la emergencia sanitaria
generada por el COVID-19. Por lo antes expuesto, y dadas las condiciones de
reducción de movilidad y aislamiento en domicilio que en su momento fueron
recomendadas, se inicia la conclusión paulatina de dichas recomendaciones, a fin
de iniciar el Regreso Gradual y Escalonado de las actividades laborales del
Ayuntamiento de Mérida, por lo que se emiten los Protocolos Generales y
Específicos acorde a la identificación de actividades.

https://www.merida.gob.mx › covid19 › protocolos

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