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MATERIA
TEMAS DE FILOSOFIA
TRABAJO
PROYECTO TRANSVERSAL
GRADO Y GRUPO
“6 B DE PROGRAMACION”
INTRODUCCION
la pandemia de la COVID-19 ha generado una crisis sin precedentes, ante la
cual las personas se sienten sin control.
Objetivo: describir de forma general el impacto de la COVID-19 sobre la salud
mental de las personas.
Métodos: se realizó una búsqueda de literatura relevante sobre el tema en
marzo de 2020. Se utilizaron diferentes buscadores de información científica:
Pubmed, Google y Google Académico. La estrategia de búsqueda incluyó los
siguientes términos como palabras claves: COVID-19, SARS-CoV-2, 2019nCoV,
salud mental, ansiedad y depresión. Se evaluaron artículos de revisión, de
investigación y páginas web publicados en idioma español, portugués e
inglés. Fueron excluidos los artículos que no cumplieron con estas
condiciones. Se estudiaron 46 referencias bibliográficas, de las cuales, 25 se
citaron en el presente artículo.
¿QUE ES LA RESILIENCIA?
La resiliencia es una aptitud que adoptan algunos individuos que se caracterizan por su
postura ante la superación de una adversidad y de mucho estrés, con el fin de pensar en
un mejor futuro.
No obstante, no todas las personas poseen esta característica, aunque tampoco se
relaciona con la genética.
Muchas veces esta habilidad es desconocida por el individuo y la descubre únicamente
cuando se encuentra en medio de una situación difícil que logra superar gracias a su
postura de lucha y de seguir adelante.
Ahora bien, se denomina como resiliente a aquella persona que, en medio de una situación
particular, es asertiva y convierte el dolor en una virtud como, por ejemplo, el
padecimiento de una enfermedad, la pérdida de un ser querido, la pérdida de cualquier
parte de su cuerpo, quedar en bancarrota, entre otros.
Algunos sinónimos que se pueden emplear para indicar la palabra resiliencia son fortaleza,
invulnerabilidad y resistencia.
También es una virtud que consiste en superar y adaptarte a momentos adversos, con la
confianza de que saldrás adelante a pesar de todo.
Son muchos los acontecimientos que pueden afectarte emocionalmente: una ruptura
amorosa, dificultades económicas, proyectos fracasados, entre otros. Todos ellos ponen a
prueba tu resiliencia.
Tener conocimiento de uno mismo: Es importante que nos conozcamos, tenemos que
saber qué nos afecta de manera negativa y trabajar en ello. Debemos crear una imagen de
nosotros mismos de capacidad y fortaleza que nos permita vernos con los recursos
necesarios para gestionar situaciones adversas. Para ello, tendremos que analizar
nuestras habilidades y nuestras debilidades.
Tener autocontrol emocional: No se trata de no llorar o de no sentir, se trata de aceptar
que podemos hacerlo. Tenemos que aprender a llorar, gritar, etc. Pero a la misma vez,
tenemos que regular y encaminar estas emociones para poder fortalecernos.
Poseer control de impulsos: Tenemos que aprender a detectar los primeros indicios de
tensión para poder parar a tiempo los impulsos que se generan justo después del
acontecimiento. Se debe tomar distancia de los pensamientos para que no actúen por
nosotros.
A veces actuamos sin pensar y esto hace que tomemos decisiones erróneas tienen graves
consecuencias para nosotros. Si tomamos distancia de las situaciones tendremos la
oportunidad de reflexionar sobre lo que ha pasado y podremos tomar decisiones que no
generen consecuencias negativas.
Mostrar actitud positiva: Tener una actitud positiva en el día a día es algo fundamental
para poder ser una persona resiliente. Cuando nos pasa algo negativo lo vemos todo “muy
negro” y pensamos que nunca más podremos volver a ser las personas que éramos antes
de que nos ocurriese el suceso. Sin embargo, si analizamos la situación y la tratamos con
fuerza y optimismo nos daremos cuenta de que todo pasa y de que no todo es tan terrible
como nos parecía en un principio.
Ser realista y aceptar la realidad: Como hemos visto, las personas resilientes son objetivas.
Tenemos que aprender a analizar las consecuencias de los problemas de una manera
objetiva y sin maximizar o minimizar las consecuencias de lo que ha ocurrido. Tenemos
que aceptar la realidad tal y como se presenta.
Aprende a crecer de los problemas: Existe un dicho popular que dice que de todo lo malo
se aprende. Debemos analizar lo que nos ha pasado, por muy malo que sea, y extraer un
aprendizaje de ello. Las personas resilientes contemplan las situaciones negativas como
procesos de aprendizaje sobre ellos mismos.
Tener sentido del humor: Tener sentido del humor y reaccionar de manera positiva es muy
importante. Una vez que el suceso estresante ha ocurrido y que no podemos hacer nada
por evitarlo, el cómo nos comportemos nos afectará psicológicamente en los días
posteriores. ¡Aprende a reírte de los problemas!