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COMPOSTAJE

INTRODUCCION

La producción de compost se viene realizando desde tiempos inmemoriales ya


que la naturaleza produce humus espontáneamente. Así, los agricultores de
diferentes culturas desde antiguo han emulado esta forma de producir humus
por parte del medio natural descomponiendo restos orgánicos. Ya Columela en
su obra del siglo I titulada “De los trabajos del campo” describía cómo "la
aplicación de agua a mezclas apiladas de residuos de cosecha con
excrementos animales producía calor y transformaba esa mezcla en un
producto diferente, un abono orgánico” . Durante el siglo pasado diversas
escuelas agronómicas pusieron a punto la técnica de producir ese humus, 2
denominando al producto final compost. El término procede del latín y significa
“poner juntos” . Entre ellas, destacar el llamado "método Indore" de compostaje
que se encuentra difundido universalmente y que nació de las experiencias
realizadas por el inglés Albert Howard desde 1905 hasta 1947. Su éxito fue
fruto de la combinación de los conocimientos científicos existentes con los
tradicionales de los campesinos, surgiendo así este método, basado en la
descomposición de una mezcla de desechos vegetales y excrementos animales
periódicamente humedecidos.

Los beneficios del uso de compost en su aplicación al suelo son múltiples en los
aspectos físico, químico y microbiológico. Este uso adecuado del compost,
contribuye a formar y estabilizar el suelo, aumentar su capacidad para retener
agua y para intercambiar cationes, haciendo más porosos a los suelos
compactos y mejorando su manejabilidad.
FUNDAMENTOS TEORICOS
COMPOSTAJE COMO ALTERNATIVA PARA LA PRODUCCION DE ABONO
ORGANICO PARA EL CULTIVO DE PLANTAS AGRICOLAS

Proceso de compostaje
Uno de los problemas ambientales de las explotaciones agrícolas son los
residuos orgánicos que se generan (restos de poda, de cosecha, de post-
cosecha, estiércol, pasto, fruta caída, entre otros). Normalmente, debido al
desconocimiento, a la falta de un espacio adecuado, o de tiempo, las prácticas
habituales con estos residuos son la quema, el enterramiento o el abandono del
material a la intemperie hasta su pudrición. El compostaje proporciona la
posibilidad de transformar de una manera segura los residuos orgánicos en
insumos para la producción agrícola.
Se define como compostaje a la mezcla de materia orgánica en descomposición
en condiciones aeróbicas que se emplea para mejorar la estructura del suelo y
proporcionar nutrientes. Sin embargo, no todos los materiales que han sido
transformados aeróbicamente, son considerados compost. El proceso de
compostaje incluye diferentes etapas que deben cumplirse para obtener
compost de calidad. La utilización de un material que no haya finalizado
correctamente el proceso de compostaje puede acarrear riesgos como:
- Fitotoxicidad: En un material que no haya terminado el proceso de
compostaje correctamente, el nitrógeno está más en forma de amonio en lugar
de nitrato. El amonio en condiciones de calor y humedad se transforma en
amoniaco, creando un medio tóxico para el crecimiento de la planta y dando
lugar a malos olores. Igualmente, un material sin terminar de compostar
contiene compuestos químicos inestables como ácidos orgánicos que resultan
tóxicos para las semillas y plantas.
- Bloqueo biológico del nitrógeno, también conocido como “hambre de
nitrógeno”: Ocurre en materiales que no han llegado a una relación Carbono:
Nitrógeno equilibrada, y que tienen material mucho más rico en carbono que en
nitrógeno. Cuando se aplica al suelo, los microorganismos consumen el C
presente en el material, y rápidamente incrementan el consumo de N, agotando
las reservas de N en el suelo.
- Reducción de oxígeno radicular: Cuando se aplica al suelo un material que
aún está en fase de descomposición, los microorganismos utilizarán el oxígeno
presente en el suelo para continuar con el proceso, agotándolo y no dejándolo
disponible para las plantas.
- Exceso de amonio y nitratos en las plantas y contaminación de fuentes
de agua: Un material con exceso de nitrógeno en forma de amonio, tiende a
perderlo por infiltración en el suelo o volatilización y contribuye a la
contaminación de aguas superficiales y subterráneas. Igualmente, puede ser
extraído por las plantas del cultivo, generando una acumulación excesiva de
nitratos, con consecuencias negativas sobre la calidad del fruto (ablandamiento,
bajo tiempo postcosecha) y la salud humana (sobre todo en las hortalizas de
hoja).
Fases del compostaje
El compostaje es un proceso biológico, que ocurre en condiciones aeróbicas
(presencia de oxígeno). Con la adecuada humedad y temperatura, se asegura
una transformación higiénica de los restos orgánicos en un material homogéneo
y asimilable por las plantas. Es posible interpretar el compostaje como el
sumatorio de procesos metabólicos complejos realizados por parte de
diferentes microorganismos, que en presencia de oxígeno, aprovechan el
nitrógeno (N) y el carbono (C) presentes para producir su propia biomasa. En
este proceso, adicionalmente, los microorganismos generan calor y un sustrato
sólido, con menos C y N, pero más estable, que es llamado compost. Al
descomponer el C, el N y toda la materia orgánica inicial, los microorganismos
desprenden calor medible a través de las variaciones de temperatura a lo largo
del tiempo. Según la temperatura generada durante el proceso, se reconocen
tres etapas principales en un compostaje, además de una etapa de maduración
de duración variable. Las diferentes fases del compostaje se dividen según la
temperatura, en:
1. Fase Mesófila: El material de partida comienza el proceso de compostaje a
temperatura ambiente y en pocos días (e incluso en horas), la temperatura
aumenta hasta los 45°C. Este aumento de temperatura es debido a actividad
microbiana, ya que en esta fase los microorganismos utilizan las fuentes
sencillas de C y N generando calor. La descomposición de compuestos
solubles, como azúcares, produce ácidos orgánicos y, por tanto, el pH puede
bajar (hasta cerca de 4.0 o 4.5). Esta fase dura pocos días (entre dos y ocho
días).
2. Fase Termófila o de Higienización: Cuando el material alcanza
temperaturas mayores que los 45°C, los microorganismos que se desarrollan a
temperaturas medias (microorganismos mesófilos) son reemplazados por
aquellos que crecen a mayores temperaturas, en su mayoría bacterias
(bacterias termófilas), que actúan facilitando la degradación de fuentes más
complejas de C, como la celulosa y la lignina. Estos microorganismos actúan
transformando el nitrógeno en amoníaco por lo que el pH del medio sube. En
especial, a partir de los 60 ºC aparecen las bacterias que producen esporas y
actinobacterias, que son las encargadas de descomponer las ceras,
hemicelulosas y otros compuestos de C complejos. Esta fase puede durar
desde unos días hasta meses, según el material de partida, las condiciones
climáticas y del lugar, y otros factores. Esta fase también recibe el nombre de
fase de higienización ya que el calor generado destruye bacterias y
contaminantes de origen fecal como Eschericha coli y Salmonella spp.
Igualmente, esta fase es importante pues las temperaturas por encima de los
55°C eliminan los quistes y huevos de helminto, esporas de hongos
fitopatógenos y semillas de malezas que pueden encontrarse en el material de
partida, dando lugar a un producto higienizado.
3. Fase de Enfriamiento o Mesófila II: Agotadas las fuentes de carbono y, en
especial el nitrógeno en el material en compostaje, la temperatura desciende
nuevamente hasta los 40-45°C. Durante esta fase, continúa la degradación de
polímeros como la celulosa, y aparecen algunos hongos visibles a simple vista.
Al bajar de 40 ºC, los organismos mesófilos reinician su actividad y el pH del
medio desciende levemente, aunque en general el pH se mantiene ligeramente
alcalino. Esta fase de enfriamiento requiere de varias semanas y puede
confundirse con la fase de maduración
4. Fase de Maduración. Es un período que demora meses a temperatura
ambiente, durante los cuales se producen reacciones secundarias de
condensación y polimerización de compuestos carbonados para la formación de
ácidos húmicos y fúlvicos.
Monitoreo durante el compostaje
Ya que el compostaje es un proceso biológico llevado a cabo por
microorganismos, se deben tener en cuenta los parámetros que afectan su
crecimiento y reproducción. Estos factores incluyen el oxígeno o aireación, la
humedad de substrato, temperatura, pH y la relación C:N. Externamente, el
proceso de compostaje dependerá en gran medida de las condiciones
ambientales, el método utilizado, las materias primas empleadas, y otros
elementos, por lo que algunos parámetros pueden variar. No obstante, éstos
deben estar bajo vigilancia constante para que siempre estén siempre dentro de
un rango óptimo. A continuación se señalan los parámetros y sus rangos
óptimos.
Oxígeno: El compostaje es un proceso aerobio y se debe mantener una
aireación adecuada para permitir la respiración de los microorganismos,
liberando a su vez, dióxido de carbono (CO2) a la atmosfera. Así mismo, la
aireación evita que el material se compacte o se encharque. Las necesidades
de oxígeno varían durante el proceso, alcanzando la mayor tasa de consumo
durante la fase termofílica. La saturación de oxígeno en el medio no debe bajar
del 5%, siendo el nivel óptimo el 10%. Un exceso de aireación provocaría el
descenso de temperatura y una mayor pérdida de la humedad por evaporación,
haciendo que el proceso de descomposición se detenga por falta de agua. Las
células de los microorganismos se deshidratan, algunos producen esporas y se
detiene la actividad enzimática encargada de la degradación de los diferentes
compuestos. Por el contrario, una baja aireación, impide la suficiente
evaporación de agua, generando exceso de humedad y un ambiente de
anaerobiosis. Se producen entonces malos olores y acidez por la presencia de
compuestos como el ácido acético, ácido sulfhídrico (H2S)o metano (CH4) en
exceso.
Dióxido de Carbono (CO2): Como en todo proceso aerobio o aeróbico, ya sea
en el compostaje o aun en la respiración humana, el oxígeno sirve para
transformar (oxidar) el C presente en las materias primas (substrato o
alimentos) en combustible. A través del proceso de oxidación, el C se
transforma en biomasa (más microorganismos) y dióxido de carbono (CO2), o
gas producido por la respiración, que es fuente de carbono para las plantas y
otros organismos que hacen fotosíntesis. Sin embargo, el CO2 también es un
gas de efecto invernadero, es decir, contribuye al cambio climático. Durante el
compostaje, el CO2 se libera por acción de la respiración de los
microorganismos y, por tanto, la concentración varía con la actividad microbiana
y con la materia prima utilizada como sustrato. En general, pueden generarse 2
a 3 kilos de CO2 por cada tonelada, diariamente. El CO2 producido durante el
proceso de compostaje, en general es considerado de bajo impacto ambiental,
por cuanto es capturado por las plantas para realizar fotosíntesis.
Humedad: La humedad es un parámetro estrechamente vinculado a los
microorganismos, ya que, como todos los seres vivos, usan el agua como
medio de transporte de los nutrientes y elementos energéticos a través de la
membrana celular. La humedad óptima para el compost se sitúa alrededor del
55%, aunque varía dependiendo del estado físico y tamaño de las partículas,
así como del sistema empleado para realizar el compostaje. Si la humedad baja
por debajo de 45%, disminuye la actividad microbiana, sin dar tiempo a que se
completen todas las fases de degradación, causando que el producto obtenido
sea biológicamente inestable. Si la humedad es demasiado alta (>60%) el agua
saturará los poros e interferirá la oxigenación del material. En procesos en que
los principales componentes sean substratos tales como aserrín, astillas de
madera, paja y hojas secas, la necesidad de riego durante el compostaje es
mayor que en los materiales más húmedos, como residuos de cocina,
hortalizas, frutas y cortes de césped.
Temperatura: La temperatura tiene un amplio rango de variación en función de
la fase del proceso. El compostaje inicia a temperatura ambiente y puede subir
hasta los 65°C sin necesidad de ninguna actividad antrópica (calentamiento
externo), para llegar nuevamente durante la fase de maduración a una
temperatura ambiente. Es deseable que la temperatura no decaiga demasiado
rápido, ya que a mayor temperatura y tiempo, mayor es la velocidad de
descomposición y mayor higienización.
pH: El pH del compostaje depende de los materiales de origen y varía en cada
fase del proceso (desde 4.5 a 8.5). En los primeros estadios del proceso, el pH
se acidifica por la formación de ácidos orgánicos. En la fase termófila, debido a
la conversión del amonio en amoniaco, el pH sube y se alcaliniza el medio, para
finalmente estabilizarse en valores cercanos al neutro. El pH define la
supervivencia de los microorganismos y cada grupo tiene pH óptimos de
crecimiento y multiplicación. La mayor actividad bacteriana se produce a pH
6,0- 7,5, mientras que la mayor actividad fúngica se produce a pH 5,5-8,0. El
rango ideal es de 5,8 a 7,2.
Tamaño de partícula: La actividad microbiana está relacionada con el tamaño
de la partícula, esto es, con la facilidad de acceso al sustrato. Si las partículas
son pequeñas, hay una mayor superficie específica, lo cual facilita el acceso al
sustrato. El tamaño ideal de los materiales para comenzar el compostaje es de
5 a 20 cm. La densidad del material, y por lo tanto la aireación de la pila o la
retención de humedad, están estrechamente relacionados con el tamaño de la
partícula, siendo la densidad aproximadamente 150 -250 kg/m³, conforme
avanza el proceso de compostaje, el tamaño disminuye y por tanto, la densidad
aumenta, 600-700 kg/m³.

Técnicas de compostaje
Los factores claves a la hora de decidir una técnica son:
- Tiempo de proceso.
- Requisitos de espacio.
- Seguridad higiénica requerida.
- Material de partida (ausencia o presencia de material de origen animal).
- Condiciones climáticas del lugar (temperaturas bajo cero, vientos fuertes,
lluvias torrenciales u otros eventos climáticos extremos)
Las diferentes técnicas se dividen generalmente en sistemas cerrados y
sistemas abiertos. Los sistemas abiertos son aquellos que se hacen al aire libre,
y los cerrados los que se hacen en recipientes o bajo techo.
Sistemas abiertos o en pilas: Cuando hay una cantidad abundante y variada
de residuos orgánicos (sobre 1m3 o superior), se puede llevar a cabo este tipo
de compostaje. En función del manejo de las pilas en planta (espacio,
tecnificación, tiempo de retención), existe una amplia variedad de formación de
pilas, variando así el volumen de estas, su forma, la disposición y el espacio
entre ellas.
Sistemas cerrados o en recipiente: Este método es frecuentemente usado a
nivel familiar. La técnica del recipiente tiene una serie de características que
favorecen su replicación: evita la acumulación de lluvia, protege al material de
vientos fuertes, facilita las labores de volteo, facilita la extracción de lixiviado,
controla la invasión de vectores (ratones, aves), y evita el acceso al material en
descomposición por personal no autorizado y animales de la finca. La
desventaja de este método es que puede alcanzar altas temperaturas, por lo
que el control de los parámetros cobra especial relevancia. En climas cálidos,
se suele adicionar tierra al recipiente (hasta un 10%) que hace de regulador de
la temperatura, ya que la tierra es estable y no genera calor.
Los abonos orgánicos tienen la prerrogativa que se realizan con diferentes
materiales orgánicos, los cuales se pueden encontrar en las mismas fincas o
comunidad.
1. Se aprovechan los materiales orgánicos de la comunidad,
2. No hay que comprar los materiales,
3. Dan trabajo a la comunidad,
4. Participa toda la familia,
5. Su manejo es sencillo,
6. Es fácil entender como se hace,
7. Se pueden intercambiar o vender,
8. No dañan la tierra y nuestra salud, y
9. Cambia la costumbre de usar fertilizante químico.
A estas ventajas de trabajar con abonos orgánicos, se le suman las ventajas de
su efecto sobre la tierra, las cosechas y los alimentos:
1. Mantienen y crean la vida de microbios en la tierra,
2. Si la tierra es dura la hace más suave,
3. Si la tierra es arenosa la hace más firme
, 4. Ayudan a retener el agua de lluvia,
5. Dan más tipos de nutrientes en un estado en que las raíces los pueden
tomar,
6. Aumentan el grueso de los tallos y tamaño de los frutos,
7. Afirman los colores de tallos, hojas y frutos,
8. Aumentan las cosechas,
9. Los nutrientes permanecen por 2 ó 3 años en la parcela,
10. Aumentan y afirma el sabor y el olor de los frutos, y
11. Aumentan la cantidad y calidad de proteínas de los frutos.

Impacto económico social


El impacto variará dependiendo del tamaño que sea la granja de
lombricompostaje y de los residuos que se reciclen; si es establecida con un
grupo de productores del medio rural, puede ser considerada como una
alternativa económica y ecológica para producir un bioabono a bajo costo y alta
calidad, que incremente la producción de sus cultivos a bajo costo y les permita
competir, no solo en el mercado general de los productos del campo, sino en el
mercado de los productos orgánicos que cada vez tiene mayor demanda . Si se
trabaja con residuos de un mercado o de una comunidad, su impacto se
observa en el bienestar social, en la salud, y refleja una comunidad que se
preocupa por su entorno.
ANALISIS DE DATOS ESTADISTICOS SOBRA LA PRODUCCION
AGRICOLA MUNDIAL

Con base en estadísticas de la FAO (2001), en la primera parte se compararon


los rendimientos, las superficies cosechadas y la producción de 52 rubros en
escala mundial, entre ellos cereales, raíces y tubérculos, leguminosas de grano,
oleaginosas, hortalizas, frutas, fuentes de azúcar, estimulantes y textiles de
amplio consumo en muchos países. El rendimiento se considera como un
estimador de la eficiencia del uso de la tierra, bajo la premisa de que en la
medida que las técnicas empleadas, los genotipos utilizados y las condiciones
del medio sean más favorables, se obtendrán mayores cosechas. La
producción en cambio implica tanto el rendimiento como la superficie
cosechada. La fuente de información internacional empleada fue el Anuario de
Producción de la FAO para 1999 (FAO, 2001). Allí se encuentran datos sobre
las superficies cosechadas, el rendimiento y la producción para los años 1997,
1998 y 1999, así como los valores medios para el intervalo 1989-1991, con lo
cual es posible observar las tendencias y estimar la estabilidad de las cifras.
Esto último se expresó a través de los coeficientes de variación (CV),
calculados para cada variable en los cuatro conjuntos de datos ya señalados,
como el porcentaje que representa la desviación estándar respecto al valor
promedio.
En general, considerando que los rendimientos y producciones tabulados por la
FAO sintetizan aspectos técnicos, biológicos, ambientales, económicos y
políticos vin-culados con la actividad agrícola, se esperarían a priori altas
variaciones en los CV, que en el conjunto de datos analizados oscilan entre 0,6
y 29,5% para los rendimientos y entre 1,7 y 58% para la producción.
Arbitrariamente se ha considerado que una fluctuación menor o igual a 15%
(que es casi la cuarta parte del conjunto de valores del CV), podría considerarse
como baja, indicando una relativa estabilidad de la variable considerada,
mientras que valores superiores indicarían lo contrario. En este último caso, los
cambios pueden significar tendencias al aumento o disminución de la variable,
que pueden constatarse en la fuente de información.
Para cada uno de los 52 rubros se identificaron los países líderes tanto en el
rendimiento como en la producción. En la casi totalidad de los cultivos se trata
de países diferentes, con áreas cosechadas muy pequeñas en el primer caso
en comparación con el segundo, lo cual refleja los efectos de la mayor
heterogeneidad ambiental y mayores interacciones bióticas que supone una
gran extensión de territorio sembrado. Por ello, en la selección de los países de
máximo rendimiento por rubro, se excluyeron aquellos cuya superficie
cosechada no aparece en el anuario (casos de Irlanda y Chipre en tomate, por
ejemplo), como también aquellos cuya superficie cosechada fuera menor o igual
a 2.000 ha (caso de Holanda con 609.126 kg/ha en pepinos, con una superficie
cosechada de 1.000 ha). Es conveniente precisar que aún cuando se incluyó el
cálculo de los rendimientos relativos, es decir, el porcentaje que representa el
rendimiento del país más productor respecto al del país más rendidor, como
una guía del potencial al cual podría llegarse, ello no significa que sea realizable
en vastas superficies de tierra sembrada, por las razones ya mencionadas.

PRINCIPALES PAISES EN PRODUCCION AGRICOLA

La producción de productos agrícolas crece con mayor rapidez en los países en


desarrollo que en las economías desarrolladas. Sin embargo, una mayor
productividad en los países más pobres no es suficiente para cubrir las
necesidades alimentarias de sus poblaciones, que están en continuo aumento.
Por este motivo, los países con menos recursos serán cada día más
dependientes de los mercados mundiales para su seguridad alimentaria, y por
lo tanto, más vulnerables a las fluctuaciones de los precios en esos mercados,
según la OCDE-FAO (2009). Para mejorar la capacidad de producción
doméstica en esos países, se necesitan mayores inversiones en educación,
formación y desarrollo de las infraestructuras, e investigación y desarrollo, así
como políticas públicas mejor orientadas y consistentes en el tiempo, entre
otros rubros. Brasil, India y China tienen cada día mayor peso a la hora de
decidir el futuro del comercio agrícola mundial. En los países en desarrollo en
general, el aumento de los ingresos y el proceso imparable de la urbanización
están cambiando la dieta de la población. Ello conlleva una mayor demanda de
importaciones de carne y de alimentos procesados, pero también del alimento
animal necesario para producirlos. Además de Estados Unidos, La Unión
Europea, Brasil, Canadá, Argentina, algunos países de Europa Oriental, China,
Malasia e Indonesia han alentado la inversión en infraestructura y proyectos
para la producción de biocombustibles, situación que impulsará la producción
de maíz, canola, frijol de soya, aceite de palma y caña de azúcar, aunque ello
no implicaría una mayor disponibilidad de esos productos en el mercado
internacional para alimento humano.
Del análisis realizado de la producción mundial de los principales productos
agropecuarios -maíz, arroz, trigo, cebada, sorgo, azúcar, soya grano, aceite y
harina, además de carne de bovino, porcino y ave; y leche de bovino-, se
encontró que 12 países, incluida la región de la UE (27 países), producen en
conjunto 82% del total de la producción mundial.
Cabe señalar que para los efectos de este estudio, únicamente se analizaron
los productos considerados por la FAO como básicos en el mundo; no se
incluyen cultivos como la papa, que es un producto muy localizado e importante
en Europa; tampoco se considera el frijol, dado que su mercado internacional es
muy pequeño. La región de Norteamérica, encabezada por los Estados Unidos,
sobresale como el principal productor de productos agropecuarios, y destaca
por su potencial en cultivos de maíz, trigo, soya grano, y leche de bovino.
Canadá destaca por su producción de trigo y cebada, y México por la de maíz;
sin embargo, es notorio el desplome en la producción de cultivos básicos como
trigo y soya en este último país. En Sudamérica, Brasil y Argentina contribuyen
con 7.5% y 4.2% a la producción mundial. Brasil se afianza como un gran
productor de maíz, azúcar y soya grano, mientras Argentina hace lo propio
produciendo importantes volúmenes de soya grano y maíz. Europa,
representada en este análisis por la Unión Europea, es el tercer gran productor
agropecuario (13.4% del total mundial), participando fuertemente en la
producción de trigo y leche de bovino. La gran región de Asia Oriental está
representada por China como el segundo productor mundial agropecuario,
contribuyendo con 17% de la producción mundial y destacando en maíz, trigo y
arroz. Asimismo, la India participa con un importante 8.2% en la producción
mundial, sobresaliendo en la producción de arroz y trigo. Es notable que ambas
naciones hayan dado mayor impulso a estos productos, en la búsqueda de la
autosuficiencia alimentaria de su población. La región de Oceanía también
sobresale con Australia e Indonesia, que contribuyen con 1.4% de la producción
mundial cada uno. Estados Unidos, Argentina, Australia, Canadá y la Unión
Europea, países que se identifican como fuertes productores y exportadores en
el mercado internacional, representan el 70% del comercio mundial. Esto es
resultado del surgimiento de otros países productores y exportadores, como
Rusia y Ucrania, cuyas ventas se estima que crecerán entre 38% y 50% entre
2008 y 2016. Los países exportadores de granos como Argentina, Australia,
Canadá y la Unión Europea enfrentan la competencia de Brasil, Ucrania y
Rusia, países que han impulsado su sector agropecuario de manera importante
en los últimos años y ampliado su participación en el mercado internacional. Los
costos bajos de producción y la mayor inversión en el sector agrícola de Rusia y
Ucrania han permitido ampliar su cobertura de exportación. Para el año 2017,
Rusia exportará alrededor de 17 millones de toneladas de trigo, contra 12.2
millones del año 2008/09. En el caso de Ucrania, sus ventas al exterior podrían
elevarse a 8.5 millones de toneladas, de los 4.1 millones de 2008. En
consecuencia, la participación de Estados Unidos se reducirá de 29% en el año
2007/08 a sólo 18.8% en 2017/18.
Los tres principales productores de soya, Estados Unidos, Brasil y Argentina,
cubren casi el 90% del comercio mundial. Sin embargo, el cambio más
representativo se registrará en Brasil, país que ofrecerá casi 63 millones de
toneladas en 2017/18, cifra que representaría el 59% de las ventas mundiales.
La soya se mantendrá como el cultivo más rentable para los productores
brasileños, dado el crecimiento de la demanda de harina para forraje, y de
aceite para consumo humano y para la producción de biodiesel. Indonesia,
Tailandia, Vietnam, India, Estados Unidos, Pakistán y China son los principales
productores de arroz y permanecerán como los países exportadores más
representativos, aunque el intercambio comercial dependerá en gran medida de
la diversidad de variedades de arroz y del comportamiento de la oferta en los
países asiáticos. Tailandia y Vietnam, los dos principales exportadores
mundiales de grano largo, mantendrán una participación del 50% en el
comercio internacional. El incremento en sus ventas se deberá esencialmente a
mejores niveles de productividad y una caída en el consumo per cápita.
En lo que respecta al sorgo, de acuerdo a las proyecciones de largo plazo del
USDA, el comercio mundial de este grano tiende a reducirse a menos de 5
millones de toneladas entre 2008 y 2012, con la posibilidad de recuperarse
ligeramente en los años posteriores, aunque el mercado seguirá dominado por
el intercambio entre Estados Unidos y México. En cuanto a la cebada, la
producción mundial de este forraje se concentra en la Unión Europea, Australia
y Canadá. Sin embargo, Ucrania y Rusia han surgido como importantes
competidores y tienden a seguir expandiendo su mercado. Ambos países
exportarán conjuntamente 6 millones de toneladas cada año durante el periodo
2007-2016.
ANALISIS DE INTERPRETACION DEL MAPA AGRICOLA DE
VENZUELA Y DEL TACHIRA

La Producción Agrícola se ha concentrado en aquellos rubros que sirven de


materia prima para el sector industrial, en especial para la industria
agroalimentaria, los estados que se destacan hoy en dial los rubros agrícolas
son  Portuguesa, Zulia, Carabobo, Táchira, Yaracuy, Guárico y Cojedes. En el
sector animal destacan los siguientes Estados: Barinas, Zulia, Apure, Monagas.
Los Rubros Agrícolas son:
El café, El Cacao, El Arroz, Tabaco, Caña de Azúcar
 Otros rubros agrícolas 
Además de los productos agrícolas ya referido, existe en Venezuela una
enorme variedad de rubros cuya siembra es también importante. Entre estos
tenemos: Ajonjolí, algodón, sorgo, plátano, sisal, tomate, granos, papa, copra,
entre otros. Se cultivan también en el país gran cantidad de hortalizas y
leguminosas además de una variada gama de frutas tanto autóctonas como
exóticas.
USO DE LA TIERRA
 El uso de la tierra se define como la explotación que de ella realiza el ser
humano a los fines de satisfacer sus necesidades económicas de subsistencia;
en Venezuela para el año 2.000, el uso de la tierra abarcaba unas 31.238.155
Ha., es decir, el 34,1% de la superficie del territorio nacional.
Clasificación del uso de la tierra
 – Poco intervenida: Mediante usos de extracción vegetal y animal, con un
marcado predominio de vegetación natural no modificada.
– Uso extensivo o muy extensivo: Ganado de carne (bovino, ovino, caprino).
– Uso intensivo: Suelos urbanizados, cultivos mecanizados, horticultura,
ganado porcino, avicultura, etc.

CONCLUSIÓN

El proceso de compostaje se define como una “descomposición biológica y


estabilización de la materia orgánica, bajo condiciones que permitan un
desarrollo de temperaturas termofílicas como consecuencia de una producción
biológica de calor, que da un producto final estable, libre de 3 patógenos y
semillas de malas hierbas y que aplicado al terreno produce un beneficio” .

El compost contiene una gran reserva de nutrientes que poco a poco entrega a
las plantas.

Se produce también con la aplicación del compost el secuestro del carbono en


suelo. Es de resaltar cómo esta actuación es capaz de contribuir en mayor
grado a la reducción de emisiones de Co , frente a la valoración energética de
los subproductos iniciales de los que se parte para su producción.

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