Está en la página 1de 6

Aristóteles es uno de los pensadores más importantes en la historia occidental.

Su
obra resulta sorprendente: ¿cómo un solo hombre pudo abarcar con tanta profundidad
tal diversidad de temas? Su pensamiento es de una vigencia permanente en áreas tan
relevantes como la ética, la política, la lógica y la metafísica.

El presente texto del profesor Alejandro Vígo es una introducción al grari filósofo
griego. El autor, que ha escrito anteriormente dos monografías y numerosos artículos
sobre Aristóteles, logra esbozar las líneas principales de su pensamiento/abordando en
diferentes capítulos las áreas de la lógica y la teoría déla ciencia, la retórica y la poética, la
ética y la política, la física, la psicología,y ia metafísica. Los distintos temas son abordados
con profundidad y rigurosidad.

Con este importante libro se inicia la COLECCIÓN IES. La obra será de gran provecho para
especialistas, profesores, estudiantes y todos quienes deseen conocer el pensamiento de
Aristóteles.

02-049-612
6 Copias
HFA (Mársico- Di Camillo)

www.ieschile.cl

instituto instituto
de e s t u d i o s de e s t u d i o s
de la s o c i e d a d de la s o c i e d a d
C O L E C C I Ó N IES

1/6
instituto Aristóteles
de estudios
de la sociedad
Una Introducción
Aristóteles
U N A INTRODUCCIÓN
Alejandro G. Vigo
2006
© I n s t i t u t o d e E s t u d i o s d e l a S o c i e d a d , 2007
CIP - I n s t i t u t o d e E s t u d i o s d e l a S o c i e d a d
Vigo, Alejandro G.
ALEJANDRO G. VIGO
Aristóteles. U n a introducción / A l e j a n d r o C . V i g o .
p.288; c m . - (Colección IES)
I n c l u y e n o t a s bibliográficas.
1.- Aristóteles, 384-322 a. C. 2.- Filosofía A n t i g u a . I.-1.
CDD22
185 2007 RCA2
D i r e c t o r Colección IES
Francisco Javier U r b i n a
Inscripción e n e l R e g i s t r o d e P r o p i e d a d I n t e l e c t u a l : 161.245
I S B N : 978-956-8639-00-6
P r i m e r a Edición: 2007
I n s t i t u t o d e E s t u d i o s d e l a S o c i e d a d , IES
D e p a r t a m e n t o d e Investigación
Teléfonos (56 2) 3217792 - (56 2) 3217799
N u e s t r a Señora d e l o s Á n g e l e s 175
Las C o n d e s , S a n t i a g o
Chile
www.ieschile.cl
Diseño I n t e r i o r : R i o s e c o & G a g g e r o
Diseño d e P o r t a d a : E l e n a M a n r i q u e z
Impresión: A n d r o s I m p r e s o r e s
N i n g u n a p a r t e d e e s t a publicación p u e d e s e r r e p r o d u c i d a
instituto
o t r a n s m i t i d a , m e d i a n t e c u a l q u i e r s i s t e m a -electrónico,
mecánico, f o t o c o p i a d o , grabación o d e recuperación o d e de estudios
a l m a c e n a m i e n t o d e información-, s i n l a e x p r e s a a u t o r i z a - de la s o c i e d a d
ción d e l I n s t i t u t o d e E s t u d i o s d e l a S o c i e d a d .
2/6
178•IES ALEJANDRO G . V I G O METAFÍSICA IES-179

El tratamiento de l a sustancia en Met. VII-VIII muestra que l a sustancia es el recientemente por algunos intérpretes, que sostienen que, por su concepción de
significado primario de 'ser' según las categorías, al cual remiten todos los signifi- la filosofía primera, el libro estaría cercano, en general, a l a posición reflejada en
cados derivados, y muestra, además, que por 'sustancia' debe entenderse, funda- el libro II, 203
cuya autenticidad, como se vio, es discutida (véase arriba 1.2).
mentalmente.la forma sustancial, que, como causa del ser, explica que los objetos Como quiera que sea, y en lo que concierne al modo en que Aristóteles trata
sustanciales compuestos de f o r m a y materia sean precisamente lo que son. Por la existencia y l a naturaleza de l a sustancia divina, no hay razones de peso, sin
su parte, el tratamiento de l a oposición acto-potencia en IX m u e s t r a que tampoco embargo, para sostener que l a concepción presentada en XII 6-10 fuera, sin más,
en este caso 'ser' es meramente equívoco, pues l a potencia queda referida al acto incompatible con los lineamientos generales de l a doctrina de l a sustancia y el'
como a s u fin (télos), de modo que el acto constituye el significado primario de acto elaborada en VII-IX. Por el contrario, hay aquí importantes coincidencias de
'ser' en este ámbito de significación. Pero l a discusión de IX muestra, además, que fondo, cosa que resulta, además, completamente razonable, si se piensa que, a u n
ambos resultados son convergentes, pues, en definitiva.laformay el acto se iden- en el caso de que los capítulos de XII dedicados a l a sustancia divina.hubieran'sido
tifican (cf. i05ob2-3: he ousía ka) tó eídos enérgeiá estirí). Como se vio, l a ortología compuestos antes que los libros VII-XIl, n a d a i m p i d e que l a concepción de l a esen-
(ciencia del ser) se constituye fundamentalmente como ousiología (ciencia de la cia divina elaborada en dichos capítulos haya podido influir posteriormente so-
sustancia), pero ésta es, en último término, energueiología (ciencia del acto). bre el modo en que Aristóteles concibió l a relación entre sustancia y acto también
para el caso de las sustancias sensibles compuestas de forma y materia. Dicho de

6. La sustancia divina otro modo, sea por influencia de l a concepción de VI l-IX sobre l a concepción de XII

En los caps. 6-10 del libro XII Aristóteles lleva a cabo u n a consideración de l a sus- o bien a l a inversa, es innegable que existe u n a clara vinculación sistemática e n -

t a n c i a divina, que, al menos desde cierta perspectiva, puede verse como el punto tre ambos tratamientos de l a conexión entre sustanciay acto. No hay que olvidar,

en que desemboca no sólo el tratamiento de l a sustancia y el acto de los libros por otra parte, que l a concepción del acto y l a potencia aparece y a claramente en

VII-IX, sino incluso el recorrido total iniciado con l a presentación de l a idea de la Fís., obra en l a cual se presenta, además, u n a argumentación destinada a mostrar

sabiduría como u n a ciencia de las causas y los principios últimos de todas las la necesidad de l a existencia de u n primer motor inmóvil como causa última del

cosas en el libro I, y continuado luego con l a reelaboración de dicha idea de una movimiento natural (cf. Fís. VIII 5-6; véase arriba 111.6).

ciencia s u p r e m a de todas las cosas, en términos de u n a ciencia del ser, que debe El libro XII, cuyo título general lo presenta como u n tratamiento de l a sustancia,
concebirse, a l a vez, como ciencia de l a sustancia, en general, y de l a sustancia en general, consta de tres partes, a saber: u n a introducción (XI11), u n tratamien-
divina, en particular. to sumario de los principios de l a sustancias sensibles (XII 2-5), y finalmente u n
Esto vale, sin embargo, con u n a serie de restricciones, pues, desde el punto de tratamiento de l a sustancia suprasensible y, en particular, de l a sustancia divina
vista de l a redacción, no hay modo de forzar u n a continuidad carente de todo tipc (XII 6-10). En XII i Aristóteles introduce l a distinción de tres tipos de s u s t a n c i a s - l a
de fisuras entre los libros mencionados. En particular, el libro XII constituiría en S Í sustancia sensible corruptible, l a sustancia sensible incorruptible y l a sustancia
origen, ajuicio de l a mayoría de los intérpretes, u n tratado redactado de modo in- no-sensible- (cf. XI1 1,1069330^7), que parece estar implícitamente aludida y a
dependiente y, en cierto modo, autocontenido, que fue integrado posteriormente en el tratamiento de l a división de las ciencias teóricas en V11. En el tratamiento
en el conjunto. 201
Y, en l o que respecta a s u fecha de composición, y a W.Jaegei de l a sustancia sensible que sigue a continuación en XII 2-5, Aristóteles presenta
sostuvo que debía considerarse u n texto temprano, en todo caso anterior, al m e primero brevemente s u concepción hylemórfica de l a sustancia sujeta a cambio
nos en s u parte fundamental, a los libros VII-IX. 202
Esta tesis h a sido r e t o m a d : (cf. XI12-3), para luego abordar l a importante cuestión de si los principios de todas
las cosas sensibles son los mismos o diferentes, cuestión a l a cual Aristóteles Tes-

201 Cf. Frede (2000) p. 1-3.


202 Cf. Jaeger (1923) p. 230-236. Véase también Düring (1990) p. 90,322-355. 203 Cf. Berti (1983) p. 289-290; D o n i n i (2002) p. 198.

3/6
18o • IES ALEJANDRO G . V I G O METAFÍSICA
IES • 181
ponde por medio de l a introducción de lo que posteriormente se denominó u n a de l a afirmación de l a eternidad del movimiento circular del cielo, contenida en
doctrina de l a analogía de los principios y las causas-, los principios y causas de las 4), y l a tesis de l a prioridad ontológica de l a sustancia, contenida en i). Es cierto
sustancias sensibles n o son, para todas ellas, numéricamente los mismos, sino, que l a formulación de XII 6 no resulta suficientemente explícita en este punto,
más bien, analógicamente los mismos, ya que tanto l a t r i a d a ' m a t e r i a (sustrato)'- pero esta interpretación es confirmada por el hecho de que en XII7, al retomar el
'forma'-'privación'y, con ello, las cuatro causas (cf. XII 4), como también l a oposi- argumento, Aristóteles afirma que se h a probado l a existencia de algo que está
ción acto'-'potencia' (cf. XII 5) se aplican analógicamente a todas las sustancias siempre en u n movimiento incesante, de tipo circular, y m e n c i o n a expresamente
sensibles. Sin embargo, ya en este contexto Aristóteles subraya que hay, además, al primer cielo (cf. 1072321-23). Como quiera que sea, y volviendo al argumento'
un principio primero en acto (XII 5,107^36:tóprotón entelécheia(ij), que es el de XII 6, no puede haber d u d a de que l a conclusión final c o n t e n i d a en 5), l a cual
m i s m o paTa todas las cosas. remite a u n motor que está permanentemente en acto, alude y a no a los astros,
Sobre esta base, Aristóteles desarrolla en XII 6 u n argumento destinado a mos- sino al primer motor inmóvil, pues a continuación Aristóteles explica que u n a
trar que tiene que haber u n primer motor inmóvil, etemo y sustancial, que existe sustancia de tal tipo tendrá que ser no sólo eterna, sino, además, privada de m a -
de modo puramente actual, como causa última del movimiento de l a naturaleza teria (cf. 107lb20-22).
como u n todo (cf. 107^4-5). El argumento procede del siguiente modo: 1) l a sus- La naturaleza de dicha sustancia eterna e inmaterial, que oficia de p r i m e T m o t o T
tancia es lo ontológicamente primero, de lo cual depende todo lo demás para inmóvil respecto de l a totalidad cósmica, se estudia en los caps. 7 y 9, f u n d a m e n -
existir, de modo que si todas las sustancias fueran corruptibles, todo seria t a m - talmente. El movimiento de los astros, que "es eterno e incesante, es causa con-
bién corruptible (cf. 107^5-6); sin embargo, 2) es imposible que el movimiento de currente de los movimientos y procesos propios de l a Tegión sublunar del m u n -
2 4
l a naturaleza haya comenzado o se detenga, y a que es eterno (cf.i07ib6-7); ° y do (véase arriba III. 4). Dicho movimiento eterno debe tener, a s u vez, u n a causa,
3) lo m i s m o vale para el tiempo, el cual no puede haber comenzado antes ni cesar que no podrá ser m o v i d a por n i n g u n a otra cosa, pues, de lo contrario, habría que
después, pues el 'antes y después' sólo es posible en el tiempo m i s m o (cf. Met. suponer que alberga en sí potencialidad y contingencia - c o m o todo lo sujeto a
20S
XII 6, io7ib7-9); por tanto, 4) el movimiento y el tiempo, que es u n a determina- movimiento (cf. i072b4-5)-, y entonces l a serie de explicaciones se remontaría al
ción suya, deben ser continuos, en el sentido de proseguir ininterrumpidamente infinito: tal causa última debe ser, pues, algo que mueve sin ser movido, y debe
(cf. Met. XII 6, i07ibg-io), u n a condición que en el caso del movimiento, sin embar- ser u n a sustancia eterna y existente de modo puramente actual (cf. 1072319-26).
go.sólo puede ser satisfechaporlatraslación circular del cielo, que provee, por t a n - ¿Pero cómo puede sigo de ese tipo mover sin ser movido, supuesto que tod3 vez
to, el único posible sustento para l a continuidad extensiva del tiempo (cf. i07ibio- que 3lgo mueve ejerciendo u n a acción sobre otra cosa recibe, a s u vez, u n a acción
11); sin embargo, 5) tal movimiento etemo y continuo sólo puede ser causado por de parte de esta última? Aristóteles responde: al modo en que lo hace el objeto del
u n motor que esté él m i s m o permanentemente en acto (cf. 1071^2-20). deseo amoroso (nos erómenon), el cual mueve sin ser movido (cf. io72b3-4), igual
206 que el objeto del pensamiento (cf. 1072326-30). Aunque hay quienes piensan lo
Como han enfatizado varios intérpretes, es importante advertir que el argu-
207
mento no pasa directamente de l a eternidad del movimiento a l a existencia del contrario, parece correcta l a tesis según l a cual la explicación de Aristóteles pre-
primer motor inmóvil, sino que, como estación intermedia, prueba también que tendería sugerir que el primer motor inmóvil mueve a los astros del primer cielo
hay u n a sustancia móvil incorruptible, que es el sujeto del movimiento eterno cir- al modo de u n a causa final, y no como u n a causa eficiente, y ello, tal como aclara
cular, concretamente, los astros. Dicho paso intermedio se sigue de l a conjunción Aristóteles previniendo u n a posible objeción, de u n modo tal que no i m p l i c a que
el m i s m o primer motor padezca movimiento alguno, como sí ocurre, en cambio.
204 Para l a demostración d e l a e t e r n i d a d d e l m o v i m i e n t o n a t u r a l a q u i a l u d i d a , véase Fís. VIII1-3.
205 Para u n a r g u m e n t o c o m p l e m e n t a r i o acerca de l a i m p o s i b i l i d a d d e u n c o m i e n z o o u n f i n a l d e l t i e m p o , véase fís. IV13,
222a33-b2.
206 Véase O e h l e r (1955); Berti (2000) p. 182-183. 207 Véase p. ej. Broadie (1993); Berti (i997d) y (2000).
4/6
l82 • IES ALEJANDRO C . VIGO METAFÍSICA IES • 183

con los objetos deseados en el ámbito de lo sujeto a cambio, allí donde dichos vincula a Dios, como sustancia inmaterial y separada, por un lado, y l a totalidad
objetos son finalmente alcanzados. 208
ordenada del universo, por otro, con l a relación que existe entre el general y el
De tal principio, explica Aristóteles, depende el cielo y, en definitiva, l a naturale- ejército que está a sus órdenes, pues l a totalidad del ejército adquiere el orden
za entera (cf. 1072^3-14). Y le pertenece de modo continuo aquel tipo de actividad que le es propio sólo en v i r t u d de l a referencia común, sea directa o indirecta, de
más perfecta y también más placentera, de l a cual los seres h u m a n o s sólo parti- todas sus partes al general, que constituye así l a causa de dicho orden (cf. 1075313-
cipan de modo más bien episódico (cf. 1072^4-16; véase también EN X 7, ii77b24- 15). Así también, todas las cosas de l a naturaleza se ordenan, aunque de diferentes
ri78a8). Más concretamente, se trata de l a actividad propia del pensamiento modos y a través de múltiples relaciones recíprocas, a un único fin de l a totalidad
(nóesis) (cf.Met XII 7,1072^6-19). Y, en tal medida, a Dios le corresponde l a vida, cósmica, l a cual, en s u conjunto, constituye u n ordenamiento comparable al de
pues l a actividad del intelecto es vida (cf. i072b24-27); más aún: s u vida es, por sí u n a casa familiar, que sirve al bien del conjunto (cf. 1075316-25).
m i s m a , eterna y l a más perfecta (cf. i072b27-3o). En XII 9 Aristóteles completa l a Un último punto dificultoso concierne al número de los motores inmóviles; Este
descripción de l a esencia del p r i m e r motor entendido como pensamiento puro. sspecto se conecta con el intento de armonización de metafísicáy astronomía que
Para ello, se plantea l a pregunta acerca del objeto de dicho pensamiento: ¿qué es Aristóteles introduce en XII 8, u n capítulo que W. Jaeger consideró u n a inserción
lo que piensa el intelecto divino? Y responde diciendo que no puede pensar otra posterior, que Aristóteles habría compuesto tardíamente, a f i n de reformular.su
cosa que a sí mismo, pues n o puede contemplar sino lo que es lo más divino y está concepción teológica en términos compatibles con el desarrollo de l a ciencia as-
sustraído a todo cambio (cf. XII 9,1074D15-34). En tal sentido, en el caso de l a acti- tronómica. 210
En este capítulo Aristóteles sostiene l a tesis de que el número de los
vidad del intelecto divino se trata, como lo expresa Aristóteles con u n a fórmula motores inmóviles debe ser determinado por l a astronomía, que sería l a más afín
que se h a inmortalizado, de u n "pensamiento del pensamiento" (nóesis noéseos) a l a filosofía entre las ciencias matemáticas, por cuanto tiene por objeto u n cierto
(cf.i074b34-35). tipo de sustancia: l a sustancia sensible eterna (cf. XII 8,1073^-17). Más concreta-
Esta caracterización de l a actividad del intelecto divino y s u objeto plantea, por mente, Aristóteles determina el número de los motores con arreglo al número de

cierto, u n a serie de preguntas tales como l a de si Aristóteles en Met. XII excluye las esferas que dan cuenta del movimientos de los astros, paTa lo cual, como se

no sólo l a providencia divina, sino también el conocimiento del m u n d o por parte vio (véase arriba III.4), adopta u n a versión modificada del sistema astronómico de

de Dios, en lo que seria u n neto contraste con l a visión de u n dios providente, Eudoxo de Cnido y Calipo de Atenas. Aristóteles parte, pues, de u n total de 55 esfe-

que y a Platón presenta ampliamente en el Timeo. 209


Sobre estay otras cuestiones ras (47, si se deja de lado las correspondientes al sol y l a luna) (cf. 1073^7-1074314),
conectadas los intérpretes de l a concepción de l a sustancia divina de Met. XII h a n y sostiene que el número de los motores inmóviles deberia ser el mismo, aunque

debatido intensamente. Pero es poco lo que Aristóteles dice expresamente en el admite que se trata sólo de u n a conjetura razonable (eúlogon) (cf.i074ai4-3i). " 2

texto acerca de l a relación que vincula a Dios con el mundo. En todo caso, en XI110 Sobre l a base de esta asociación entre l a concepción astronómica de las esferas

Aristóteles aboTda, al menos, u n aspecto del problema más general, al plantear l a y l a teoría de los motores inmóviles, Aristóteles reivindica el núcleo significativo

pregunta referida al modo en que el Bien está presente en el universo: ¿se reduce de l a vieja tradición de l a teología astral, que ve en los astros entidades divinas,

dicho Bien al orden del universo m i s m o o es acaso algo separado y existente por aunque l a considera despojada de los agregados mitológicos, de carácter antro-

sí? (cf. i075aii-T3). La respuesta de Aristóteles sugiere que es necesario vincular en pomórfico y zoomórfico, que se le habrían hecho posteriormente (cf. 1074338-^4).
u n a sola explicación ambos miembros de l a alternativa.y compara l a relación que Sea como fuere, l a introducción de esta pluralidad de motores inmóviles en XII 8

208 Cf. i072bi-3, c o n el c o m e n t a r i o de Ross (1924) II, p. 376-377 ad loc. Para u n a b u e n a defensa reciente de l a interpretación 210 Cf. Jaeger (1923) p. 366-392. Para l a cuestión general del d e s a r r o l l o d e l a teología de Aristóteles, véase von A r n i m (1931);
del p r i m e r m o t o r c o m o c a u s a final e x c l u s i v a m e n t e , véase N a t a l i (1997). Guthrie(i933)y(i934).

209 Véase p. ej. A u b e n q u e {1962) p. 355-368; O w e n s (1979) p. 219-222. 211 Para u n a discusión d e c o n j u n t o d e l a concepción p r e s e n t a d a e n XII8, véase a h o r a Üoyd (2000).

5/6
ALEJANDRO C . VICO ÉTICA Y P O L Í T I C A IES -185
l84 - IES
contrasta nítidamente con l a conclusión del tratamiento de l a sustancia divina VI
en XI110, donde, tras criticar a concepciones como l a de Espeusipo, que n o da- ÉTICA Y POLÍTICA
rían cuenta satisfactoriamente de l a u n i d a d que debe poseer el orden cósmico,
Aristóteles constata que las cosas no quieren ser m a l gobernadas, e introduce l a
famosa cita de Homero: "no es bueno el gobierno de muchos, u n o solo sea el rey"
JU
(XII io,i075b37-i076a4).
i . La acción racional y la racionalidad práctica
Según se h a visto (cf. IV.3), Aristóteles apela a u n m i s m o modelo explicativo, el
modelo formal del silogismo práctico, para dar cuenta de l a producción tanto del
movimiento animal como de l a acción específicamente h u m a n a . Por medio del
recurso al silogismo práctico el movimiento animal y l a acción h u m a n a son ex-
plicados básicamente como el producto de l a concurrencia de dos factores diver-
sos, que corresponden a estados disposicionales diferentes: por u n lado, el factor
desiderativo, que es responsable de l a posición de fines a cuya consecución a p u n -
tan el movimiento o l a acción resultantes; por otro lado, el factor cognitivo, cuya
función de averiguación y constatación se conecta con l a determinación de los
medios que permiten l a obtención del fin. Ambos factores quedan representados,
respectivamente, en l a premisa mayor y l a p r e m i s a menor del silogismo práctico,
cuya conclusión no es sino el movimiento o l a acción resultante.
Ahora bien, l a apelación a u n m i s m o modelo explicativo n o nivela las impor-
tantes diferencias existentes entre el movimiento animal y l a acción racional, de
l a que sólo el hombre es capaz. Aristóteles intenta dar cuenta de tales diferencias
estableciendo u n a clara distinción entre las formas de deseo y las formas de co-
nocimiento intervinientes en u n o y otro caso. En el caso de l a acción h u m a n a , el
factor desiderativo (órexis) involucrado en s u producción no se reduce a los de-
> seos apetitivos inmediatos [epithymía), sino que comprende también toda u n a
g a m a de deseos vinculados con las diferentes posibles reacciones emocionales
ante las situaciones de acción (thymós) y, además, todo el ámbito de los deseos de
origen propiamente racional [boúlesis). Del m i s m o modo, en el caso de l a acción
humana, el factor cognitivo involucrado en s u producción n o queda restringido
al ámbito de l a m e r a percepción sensible, l a m e m o r i a y l a imaginación, sino que
comprende también diferentes tipos de procesos intelectivos. Más concretamen-
te, se trata aquí de l a intervención del que Aristóteles l l a m a el 'intelecto práctico'
[noüs praktikós), que es aquel que delibera o calcula con vistas a l a consecución de
212 Para l a c i t a d e H o m e r o , véase lliada II204.
6/6

También podría gustarte