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05 Las Medidas Cautelares
05 Las Medidas Cautelares
ISBN: 978-612-311-044-4
RENZO CAVANI
SAÚL AMPUERO GODO
ERICK VERAMENDI FLORES
LUIS ALFARO VALVERDE
MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ
EUGENIA ARIANO DEHO
EN EL PROCESO CIVIL
E
parte de reconocidos especialistas, de los temas jurídicos de mayor
ellas, denominada Ensayos, está dedicada al estudio doctrinario, por
sta obra se encuentra dividida en cuatro secciones; la primera de
EN EL PROCESO CIVIL
MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ CAUTELARES
Presentación LAS MEDIDAS
E
sta obra se encuentra dividida en cuatro secciones; la primera de
ellas, denominada Ensayos, está dedicada al estudio doctrinario, por
parte de reconocidos especialistas, de los temas jurídicos de mayor
discusión y actualidad en la materia, tales como la contracautela, sus pre-
supuestos, la oposición, las medidas cautelares en situaciones tan polémi-
cas como en el arbitraje, el proceso contencioso-administrativo y el tribu-
tario. En la segunda sección, denominada Casuística, se desarrolla crítica-
LAS MEDIDAS
mente los casos más frecuentes que se presentan en la praxis profesional
y/o judicial mediante la absolución de consultas. La tercera parte, denomi-
nada Jurisprudencias, está dedicada a recoger una detallada selección de CAUTELARES
los pronunciamientos más emblemáticos de la judicatura sobre esta medi-
das; y, finalmente, la última sección, Modelos, presenta diversos escritos
dirigidos a solicitar una tutela cautelar específica.
EN EL PROCESO CIVIL
ISBN: 978-612-311-044-4
9 786123 110444
Presentación
MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ
LAS MEDIDAS
CAUTELARES
EN EL PROCESO CIVIL
PRIMERA EDICIÓN
MARZO 2013
4,530 ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822
DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
Wilfredo Gallardo Calle
AUTORES
EUGENIA ARIANO DEHO
MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ
GACETA JURÍDICA S.A. LUIS ALFARO VALVERDE
ANGAMOS OESTE 526 - MIRAFLORES ERICK VERAMENDI FLORES
LIMA 18 - PERÚ SAÚL AMPUERO GODO
CENTRAL TELEFÓNICA: (01)710-8900 RENZO CAVANI
FAX: 241-2323
E-mail: ventas@gacetajuridica.com.pe DIRECTOR
MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
Una vez más, esta prestigiosa casa editorial nos sorprende gratamente
con la entrega de esta obra colectiva, que aborda un tema vital y de crucial
importancia para la actividad procesal, como es el proceso cautelar.
Jorge Peyrano, haciendo referencia a este anhelo, dice que “es harto
conocido que el proceso civil actual, suele ser, un instrumento de injusticia
y no de justicia, a raíz de la demora excesiva en los trámites judiciales”(1);
de ahí que García de Enterría subraye que una de las vías para paliar este
estado de cosas consiste en la organización de procesos cautelares suma-
rios que permitan poner en inmediata posesión de su derecho a quien ma-
nifiestamente aparece como su titular real, desapoderando al injusto desde
el primer momento, de la ventaja que le da la posesión de hecho en que se
encuentra o que ha creado unilateralmente a su favor.
(1) PEYRANO, Jorge. “La batalla por la medida cautelar innovativa”. En: Sentencia Anticipada (despachos
interinos de fondo) Ateneo de estudios del proceso civil. Peyrano (Director), Rubinzal-Culzoni editores,
Buenos Aires, 2000, p. 294.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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PRESENTACIÓN
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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PARTE I
ENSAYOS
Arbitraje, tutela cautelar e imparcialidad
“objetiva” del juzgador
Un tema para el debate(*)
I. PREMISA
(*) “[Q]ue los árbitros no puedan conceder o imponer medidas cautelares es antiguo y universalmente reco-
nocido principio” (Salvatore Satta).
(**) Profesora de Derecho Procesal Civil en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la Universi-
dad de Lima y en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
(1) A partir de la famosa Sentencia N° 190-85 de la Corte Constitucional italiana (de autoría de Virgilio An-
drioli, consultable en <www.cortecostituzionale.it>) y el no menos famoso informe de G. Tesauro al caso
Factortame I y la correspondiente sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (Caso
C-213/899, consultable en <http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=CELEX:61989C02
13:IT:HTML>). Sobre el tema, cfr. TOMMASEO. Il fondamento costituzionale della tutela cautelare, en
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EUGENIA ARIANO DEHO
Cipriani (al cuidado de), Stato di diritto e garanzie processuali. Atti delle II Giornate internazionali di
diritto processuale civile. ESI, Napoli, 2008, p. 164 y ss.
(2) En esos términos se expresa BARONA VILLAR. Medidas cautelares en el arbitraje. Thomson-Civitas,
Madrid, 2006, p. 69.
(3) Esa parece ser la opinión de FERNÁNDEZ ROZAS. “Arbitraje y justicia cautelar”. En: Revista de la
Corte Española de Arbitraje. Vol. XXII, 2007, p. 24, que inicia justamente su ensayo evidenciando que
“la tutela judicial no es tal, sin medidas cautelares adecuadas que aseguren el efectivo cumplimiento de
la resolución definitiva recaída en la controversia judicial. Puede afirmarse que su adopción constituye
un verdadero derecho fundamental del justiciable tanto en el proceso judicial como en el arbitral”.
(4) Así en “Situación cautelable, verosimilitud y periculum in mora”. En: Directum, Revista de Derecho y
Política, Año II, N° 2, diciembre 2001, p. 65 (hoy en Problemas del proceso civil. El Jurista, Lima,
2003, p. 669).
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ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
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EUGENIA ARIANO DEHO
Veamos.
(5) La Exposición de Motivos del Decreto Legislativo N° 1071 no fue publicada en el diario oficial El
Peruano, pero es accesible en <http://spij.minjus.gob.pe/DecretosLeg/decretosLeg.asp>.
(6) La LA (que es una ley) parece partir de la premisa de que en el Perú existen unos jueces “subespecializa-
dos en lo comercial”. Tal “subespecialidad” no es legítima, pues ha sido creada por mera resolución ad-
ministrativa del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, contraviniéndose flagrantemente tanto el artículo
106 (“Mediante leyes orgánicas se regulan la estructura y el funcionamiento de las entidades del Estado
previstas en la Constitución”) como el artículo 143 (“Los órganos jurisdiccionales son: la Corte Suprema
de Justicia y las demás cortes y juzgados que determine su ley orgánica”). Por lo tanto, mal ha hecho la
LA en legitimar (legislativamente) a tales (inconstitucionales) juzgados.
(7) Respecto de las medidas cautelares judiciales que deban ser acordadas o ejecutadas en el extranjero, ver
la nota 10.
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ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
Ergo, el tribunal arbitral, una vez constituido, tiene, con absoluta ex-
clusividad, la potestad cautelar en relación con la controversia sometida
a su conocimiento.
(8) O, cuando media uno de esos arbitrajes que vienen impuestos ex lege, como en materia de contrataciones
y adquisiciones del Estado.
(9) Bien vale reproducir el inciso 4 del artículo 47 de la LA: “Las medidas cautelares solicitadas a una au-
toridad judicial antes de la constitución del tribunal arbitral no son incompatibles con el arbitraje ni con-
sideradas como una renuncia a él”. Esta disposición es una versión “adaptada” del artículo 9 de la Ley
Modelo de la CNUDMI sobre Arbitraje Comercial Internacional que establece: “No será incompatible
con un acuerdo de arbitraje que una parte, ya sea con anterioridad a las actuaciones arbitrales o durante
su transcurso, solicite de un tribunal la adopción de medidas cautelares ni que el tribunal conceda esas
medidas”.
(10) Según CANTUARIAS SALAVERRY. “Algunos cortos apuntes acerca de la nueva ley de arbitraje perua-
na”. En: Justicia y Derecho. N° 3, enero 2009, nota 9 (<http://www.justiciayderecho.org/revista3/index.
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EUGENIA ARIANO DEHO
htm>), esta salvedad tiene la “finalidad de que, si la parte interesada considera que la decisión judicial
peruana podrá ser más fácilmente ejecutada en un tercer Estado que una decisión de un tribunal arbitral,
pueda acudir a esa vía”. La explicación poco explica, pues si se está ante un arbitraje internacional (en
los términos del artículo 5 de la LA) no creo que el juez nacional tenga, como regla, “competencia ju-
risdiccional” (uso la palabra en el sentido que le da el Libro X del Código Civil) para adoptar medidas
cautelares, sino más bien la tendrá, justamente, aquél de un “tercer Estado”, por lo que será de aplicación
la última parte del artículo 8.2, que establece que: “Cuando la medida cautelar deba adoptarse o eje-
cutarse en el extranjero se estará a los tratados sobre ejecución de medidas cautelares en el extranjero
o a la legislación nacional aplicable”. El tema de la ejecución de resoluciones cautelares peruanas en el
extranjero es harto complicado, pues, salvo que entre en juego la Convención Interamericana sobre
cumplimiento de medidas cautelares, es bastante difícil que una medida cautelar peruana pueda ser
ejecutada sin pasar por el procedimiento de exequátur (previsto para las sentencias), de resultado incier-
to, pues dudo que una resolución cautelar peruana (dictada siempre inaudita altera parte) pueda ser reco-
nocida. Baste pensar que, en el espacio europeo, el Tribunal de Justicia de las comunidades europeas, ha
interpretado que es una exigencia para obtener el reconocimiento y ejecución de una resolución cautelar
o provisoria dictada en un Estado miembro por parte de otro Estado miembro con base en el Convenio
de Bruselas (y ahora del Reglamento N° 44/2001 del 22 de diciembre de 2000), el que la resolución se
haya dictado previo contradictorio efectivo con la contraparte (sobre el punto, cfr. MERLIN. “Le misure
provvisorie e cautelari nelle spazio giudizario europeo”. En: Rivista di diritto processuale. 2002, p. 758
y ss.; igualmente, cfr., en sentido crítico, QUERZOLA. “Tutela cautelare e convenzione di Bruxelles
nell’esperienza della Corte di giustizia delle Comunità europee”. En: Rivista trimestrale di diritto e pro-
cedura civile. 2002, p. 807 y ss.).
(11) En la derogada Ley General de Arbitraje (Ley N° 26572 de 1996), el sistema era el siguiente:
I. En el arbitraje nacional, las potestades cautelares estaban así atribuidas:
a) Antes de iniciado el procedimiento arbitral (artículo 79), la potestad cautelar le era atribuida al
juez civil (no estaba nada claro por qué se atribuye potestad cautelar al juez civil);
b) ya iniciado el proceso arbitral propiamente dicho (artículo 81), la potestad cautelar (ex lege, es
decir, sin necesidad de pacto expreso) le era atribuida exclusivamente a los propios árbitros; y
c) durante la tramitación del recurso de anulación o de apelación ante el Poder Judicial (artículo 82),
las potestades cautelares le eran atribuidas al juez civil.
Es evidente que la LGA de 1996 le atribuía ex lege potestades cautelares a los árbitros, por lo que
solo cuando estos aún no hubieran entrado en funciones (o sea en la fase “pre-arbitral”, correspon-
diente a la tutela cautelar ante causam en los procesos civiles estatales) o cuando estas hubieran
cesado (con la emisión del laudo) y se hubiera planteado apelación (de estar pactado) o recurso de
anulación ante los órganos judiciales estatales, pudiera intervenir el órgano judicial estatal.
II. En el arbitraje internacional, en cambio, el artículo 100 de la LGA reproducía el artículo 9 de la Ley
Modelo de la CNUDMI sobre Arbitraje Comercial Internacional, disponiendo que: “No será incom-
patible con un convenio arbitral que una parte, ya sea con anterioridad a las actuaciones arbitrales o
durante su transcurso, solicite a un tribunal la adopción de medidas cautelares provisionales ni que el
tribunal conceda esas medidas”.
(12) Así la Exposición de Motivos, en sus Consideraciones Finales. Cabe anotar que en tal documento se
señalan los “principales” artículos de aplicación exclusiva al arbitraje internacional. Sin embargo, no se
menciona el artículo 47.9 de la LA.
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ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
(13) Todas las frases entrecomilladas pertenecen a la Exposición de Motivos de la LA, al explicitar cuales han
sido “los elementos o principios que inspiraron [la] reforma”.
(14) Sobre las reformas cfr. SEQUEIROS. “La CNUDMI modifica su Ley Modelo sobre arbitraje comer-
cial internacional”. En: Revista de Derecho Privado. Nueva Época. Año VII, N° 21-22, setiembre, 2008-
abril 2009, p. 125 y ss.
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EUGENIA ARIANO DEHO
(15) Señala POZZI. “Arbitrato e tutela cautelare: profili comparatistici”. En: Rivista dell’arbitrato. 2005,
p. 17 y ss., que “las razones aducidas como fundamento de la jurisdicción (sic) cautelar arbitral son va-
riadas y bastante conocidas. Entre ellas recordamos la oportunidad de no disociar la cognición sumaria
y urgente de aquella de fondo, con la finalidad de preservar la unidad del juicio arbitral y su autonomía
según razonables cánones de economía procesal. En la hipótesis de un arbitraje internacional, además,
la necesidad de instar a la autoridad judicial solo con finalidades cautelares puede implicar dificultades.
En primer lugar, el involucrar incidentalmente a un juez que ignora el asunto, quizá en un país extran-
jero, cuyo idioma y cuyo Derecho Procesal sean poco familiares a una de las partes, arriesga aumentar
los costos y disminuir la oportunidad de la tutela, comprometiendo su efectividad. La misma demanda
cautelar podría además resultar dilatoria, constriñendo, por ejemplo, a la contraparte a una anticipada
disclusure para resistir a la instancia. Sin contar que, con la sola finalidad de preservar la efectividad de
la tutela de fondo, las partes deberían renunciar a las ventajas que notoriamente acompañan al arbitraje
(tales como la flexibilidad, la rapidez y la reserva) y que, en cambio, claramente han indicado preferir en
la elección del método de resolución de la litis alternativo al juicio. Ni, por último, se puede descuidar
que el pronunciamiento en vía urgente y provisional de una resolución anticipatoria podría de hecho va-
ciar de significado la sucesiva tutela de fondo, alterando sin remedio los equilibrios entre los litigantes y
perjudicando –por fuera del procedimiento arbitral– el resultado de la controversia”.
(16) Sigo, en esto, el interesante ensayo de POZZI. “Arbitrato e tutela cautelare: profili comparatistici”. Ob.
cit., p. 25 y ss., así como la buena tesis doctoral de LAPIEDRA ALCAMI. La intervención judicial en la
adopción de medidas cautelares en el arbitraje comercial internacional. Universitat de Valencia. Servei
de Publicacions, Valencia, 2003 (consultable en <http://www.tdx.cesca.es/TDX-0520104-133924/>).
(17) Es llamado “conflictual” por cuanto “toda intervención judicial, aunque urgente, es considerada una in-
debida intromisión en la esfera de autonomía de las partes y, viceversa, toda medida arbitral una usurpa-
ción de las prerrogativas estatales”: así POZZI. Ob. cit., p. 25 y s.
(18) Esa era la solución tradicional a nivel europeo hasta las últimas reformas y que mantienen Italia y Suiza,
esta última, respecto del arbitraje doméstico. Así el artículo 818 del CPC italiano establece que: “Los ár-
bitros no pueden conceder secuestros, ni otras medidas cautelares, salvo distinta disposición de ley”. En
Suiza, los diversos códigos procesales civiles cantonales le otorgan la potestad cautelar solo a los jueces.
En el Concordato sobre el arbitraje celebrado del 27 de marzo de 1969 entre algunos cantones suizos (no
todos), en su artículo 26 se establece que: “Las medidas provisionales son de exclusiva competencia de
las autoridades judiciales ordinarias”, sin perjuicio de que las partes “puedan espontáneamente someterse
a las medidas provisionales propuestas por el tribunal arbitral”.
(19) Tal era la tendencia de la judicatura estadounidense hasta hace unos años, según la cual bastaba la exis-
tencia de una convención de arbitraje para excluir cualquier intervención judicial sobre la controversia.
Tal es aún la solución colombiana, cuya ley le da todo el poder a los árbitros, pero deja desguarnecida a
la parte antes del inicio del arbitraje. Tal igualmente parece ser (aunque hay muchas dudas al respecto) el
sistema del Convenio sobre arreglo de diferencias relativas a inversiones entre Estados y nacionales de
otros Estados-CIADI (Convenio de Washington), cuyo artículo 26 al señalar que: “Salvo estipulación en
contrario, el consentimiento de las partes al procedimiento de arbitraje conforme a este Convenio se con-
siderará como consentimiento a dicho arbitraje con exclusión de cualquier otro recurso”. Sin embargo,
el artículo 39, inciso 6 (introducido en el año 1984) del Reglamento que contiene las Reglas de Arbitraje
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ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
señala que: “Nada de esta regla impedirá que las partes, siempre que lo hayan estipulado en el conve-
nio que registre su consentimiento, soliciten a cualquier autoridad judicial o de otra naturaleza que dicte
medidas provisionales, antes o después de incoado el procedimiento, para la preservación de sus respec-
tivos derechos o intereses”. Sobre los problemas suscitados por la adopción de medidas cautelares por
jueces estatales con relación a los arbitrajes-Ciadi, ver. BERGAMINI. “La tutela cautelare negli arbitrati
ICSID”. En: Rivista dell’arbitrato. 2002, p. 413 y ss., en particular respecto del interesante caso Atlantic
Triton c/Guinea, en el que, pese a que existía un sometimiento de las partes al arbitraje-Ciadi, la sociedad
Atlantic Triton pidió (y obtuvo) unas medidas de secuestro en Francia. La Corte de Casación francesa,
contrariamente a lo considerado por la Corte de Apelación (que había anulado los secuestros), por sen-
tencia de 1986, estableció que nada excluía la intervención de los jueces estatales aunque medie una
convención arbitral bajo las reglas Ciadi, por lo que casó la resolución de la Corte de Apelación (ver el
estudio cit., especialmente pp. 430-431).
(20) Tal es la solución recomendada por la Ley Modelo de la CNUDMI (desde su texto original de 1985) y
es que seguida por caso todos los ordenamientos que han recientemente renovado su legislación arbitral.
Así, la Ley federal suiza de Derecho Internacional privado de 1989, para el caso del arbitraje interna-
cional ha conferido poder a los árbitros para dictar medidas provisionales, sin que ello obste al acceso
al órgano judicial estatal (sobre el arbitraje internacional suizo: WALTER. “L’arbitrato internazionale in
Svizzera”. En: Rivista trimestrale di diritto e procedura civile. 1989, p. 517 y ss.); en la misma línea se
mueve el ordenamiento alemán, que con su reforma de 1998, a la par que en el § 1033 ZPO establece
que: “Un convenio arbitral no excluye que un tribunal jurisdiccional, antes o después del comienzo del
arbitraje, pueda ordenar a instancia de una parte medidas provisionales o de aseguramiento respecto a
la cuestión objeto de arbitraje”, en el § 1041.1 establece que: “Si las partes no hubieran acordado algo
distinto, el tribunal arbitral podrá ordenar a instancia de parte medidas provisionales o de aseguramien-
to, que resulten convenientes respecto del objeto del litigio” (sobre el arbitraje alemán: VON SCHLA-
BRENDORFF. “Régimen jurídico del arbitraje en Alemania”. En. Anuario de Justicia Alternativa.
N° 4, 2003, p. 117 y ss., especialmente p. 128); en España, el artículo 11.3 de la Ley 60/2003, de Arbitra-
je, establece también que: “El convenio arbitral no impedirá a ninguna de las partes, con anterioridad a
las actuaciones arbitrales o durante su tramitación, solicitar de un tribunal la adopción de medidas caute-
lares ni a este concederlas”. En la reciente reforma austriaca del año 2006, conforme al § 585 de la ZPO
las partes que pretendan valerse de la tutela cautelar pueden dirigirse tanto a los árbitros como al juez
estatal (sobre este aspecto de las reforma, cfr. ASCHAUER. “Il nuovo diritto dell’arbitrato austriaco”.
En: Rivista dell’arbitrato. 2006, p. 249 y ss.). Y así se podría seguir.
(21) Modelo seguido por artículo 44.5 de la Arbitration Act inglesa de 1996 que establece que: “los jueces
solo actuarán cuando el tribunal arbitral no tenga poder para hacerlo o sea incapaz de actuar de forma
eficaz” y, en parte, por el Reglamento de Arbitraje de la de la Cámara de Comercio Internacional (ICC),
que en su artículo 23.2 establece que: “Las partes podrán, antes de la entrega del expediente al Tribunal
Arbitral y en circunstancias apropiadas aún después, solicitar a cualquier autoridad judicial com-
petente la adopción de medidas provisionales o cautelares. La solicitud que una parte haga a una au-
toridad judicial con el fin de obtener tales medidas o la ejecución de medidas similares ordenadas por un
Tribunal Arbitral no contraviene al acuerdo de arbitraje ni constituye una renuncia a este y no afecta los
poderes del Tribunal Arbitral al respecto. Dicha solicitud, así como cualquier medida adoptada por la au-
toridad judicial, debe ser notificada sin dilación a la Secretaría. Esta última informará de ello al Tribunal
Arbitral” (resaltado mío).
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EUGENIA ARIANO DEHO
(22) Señala el artículo 17-J de la Ley Modelo de la CNUDMI que: “El tribunal (se refiere al estatal) gozará
de la misma competencia para dictar medidas cautelares al servicio de actuaciones arbitrales, con inde-
pendencia de que estas se sustancien o no en el país de su jurisdicción, que la que disfruta al servicio de
actuaciones arbitrales. El tribunal ejercerá dicha competencia de conformidad con sus propios procedi-
mientos y teniendo en cuenta los rasgos distintivos de un arbitraje internacional”.
(23) Así señala el inciso 1) del artículo 17 de la Ley Modelo de la CNUDMI que: “Salvo acuerdo en contrario
de las partes, el tribunal arbitral podrá, a instancia de una de ellas, otorgar medidas cautelares”. Igual
manera (y eso sí es lo máximo) en el Convenio-Ciadi, en su artículo 46 expresamente señala que: “Salvo
acuerdo en contrario de las partes, el Tribunal, si considera que las circunstancias así lo requieren, podrá
recomendar la adopción de aquellas medidas provisionales que considere necesarias para salvaguardar
los respectivos derechos de las partes”.
(24) Como se señala en las Consideraciones Finales de su Exposición de Motivos.
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ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
(25) El tradicional criterio anglosajón del “balance de conveniencia”, fue reelaborado por Lord Diplock,
juez de la House of Lord, en la famosa sentencia del caso American Cyanamid v. Ethicon Ltd de 1975.
Tal sentencia marca un viraje en cuanto a los presupuestos para la concesión de una interlocutory
injunction pues si antes se exigía la evaluación por parte del juez de: a) la solidez de los argumentos
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EUGENIA ARIANO DEHO
del demandante (the strength of the plantiff ’s case) y b) la naturaleza y extensión del daño (harm)
de cada parte, con la opinion de Lord Diplock, se varía el primer requisito, que debería reducirse a la
simple constatación de que detrás de la solicitud de una medida cautelar hubiera una cuestión “seria”
que enjuiciar (a serious question to be tried) y solo una vez sentado que no se trata de una cuestión
“frívola”, deberá quedar demostrado que el balance de conveniencia favorece la concesión de la
medida provisional. Sobre el tema, VARANO. “Tendenze evolutive in materia di tutela provvisoria
nell’ordinamento inglese con particolare riferimento all’interlocutory injunction”. En: Rivista di
diritto civile. 1985, I, p. 45 y ss., así como MARÍN GONZÁLEZ. “Referencia a la tutela cautelar en el
Derecho inglés”. En: Revista de Derecho (Valdivia), Vol. XV, diciembre 2003, p. 191 y ss.
(26) En efecto, el artículo 47.2 de la LA es copia casi textual de la Ley Modelo de la CNUDMI (quizá las
diferencias entre el texto de la LA y la versión en español de la Ley Modelo, se deba a que fue tomada y
traducida del texto en inglés). Probablemente los autores de la LA no se dieron cuenta de que todas las
medidas cautelares allí previstas están montadas sobre el modelo de las injunction anglosajonas, que son
remedios in personam (y no reales), que consisten justamente en órdenes de hacer o de no hacer, que no
son susceptibles de ejecución forzada y que la única forma para asegurar que su destinatario las cumpla
(si es que son dispuestas por un órgano judicial) es la amenaza del contempt of court, es decir, a través
de medidas coercitivas. De allí la antinomia existente en el artículo 48 de la LA que en su inciso 1 esta-
blece que: “El tribunal está facultado para ejecutar, a pedido de parte, sus medidas cautelares” (¿cómo
se “ejecuta” una orden dirigida a hacer o dejar de hacer dirigida a la parte?), agregando que “a su sola
discreción” podrá “requerir la asistencia de la fuerza pública” (¿podrá acaso disponer el arresto de la
parte desobediente hasta que cumpla, tal como lo hacen los jueces –no ciertamente los árbitros– anglo-
sajones?). Más incomprensible aún es la previsión del inciso 2 del artículo 48 de la LA que establece que
en los casos de incumplimiento de la medida cautelar o cuando requiera de ejecución judicial (¿cuán-
do?), la parte interesada recurrirá a la autoridad judicial competente”. Con ello queda demostrado que al
copiar la Ley Modelo de la CNUDMI, los autores de la LA no entendieron que se le estaba dando a los
árbitros solo el poder de disponer medidas cautelares in personam y no in rem, por lo que, por ejemplo,
no podrían disponer el embargo o el secuestro de bienes, sino solo que se “proporcione algún medio para
preservar los bienes que permitan ejecutar el laudo” (artículo 47.2.c). En suma, no se dieron cuenta que
las únicas medidas cautelares posibles son ordenes dirigidas a las partes y solo a las partes, por lo que
jamás podrían ordenar nada a un tercero (mucho menos a una autoridad), cosa que todos los que cono-
cen (o deberían conocer) de la experiencia cautelar arbitral tienen conciencia. Al respecto señala POZZI,
Arbitrato e tutela cautelare, cit., p. 28 que “es pacífico que ninguna medida puede ser dispuesta por los
árbitros en relación a quienes no estén sujetos a la eficacia del acuerdo compromisorio. Un caso ejemplar
está representado por las garantías bancarias a primer requerimiento: la convención arbitral contenida
en el contrato principal entre ordenante y beneficiario de la garantía puede, en efecto, desembocar, en
perspectiva cautelar, en una resolución que inhibe la excusión amenazada por el beneficiario en contra
del ordenante. Tal inhibitoria será vinculante inter partes pero no en relación al banco que ha prestado la
garantía por cuenta del ordenante, de forma que el pago de la garantía al beneficiario a despecho de la re-
solución cautelar encontrará difícilmente adecuada sanción”. En similar sentido, LAPIEDRA ALCAMI.
La intervención judicial en la adopción de medidas cautelares en el arbitraje comercial internacional,
cit., p. 262 y ss., para quien derivando el poder de los árbitros de la cláusula arbitral, “un árbitro nunca
podrá adoptar una medida cautelar imponiendo una obligación a un tercero ajeno a dicho acuerdo de
sumisión (...). Dicho de otro modo, el poder de los árbitros es limitado ratione personae”.
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ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
artículo 17-A, que, como dicho, invirtiendo los términos “usuales” del
análisis de una solicitud de tutela cautelar (es decir, primero el periculum,
luego el fumus) ha pretendido ahuyentar el fantasma del prejuzgamiento,
que es lo que hace –según lo confiesan algunos árbitros– que no sea para
nada usual que los tribunales arbitrales adopten medidas cautelares, justa-
mente para no dar la impresión a las partes “que han prejuzgado el fondo
del asunto”(27).
(27) Así lo señala SILVA ROMERO. Adopción de medidas cautelares por el juez y por el árbitro. Ponencia
en el “II Congreso Internacional del Club Español de Arbitraje-El Arbitraje y la Jurisdicción (Madrid,
17-19 de junio de 2007)”, en <http://www.clubarbitraje.com/files/docs/Adopcion_de_Medidas_Cautela-
res_por_el_Juez_y_por_el_Arbitro._Eduardo_Silva.pdf>, p. 9, agregando que la condición atinente a que
la parte que solicita la medida cautelar deba demostrar cierta probabilidad de éxito en cuanto al fondo del
asunto, “[d]e conformidad con nuestra experiencia en la CCI, (…) es quizá la condición que hace que
los árbitros sean muy reticentes a la hora de adoptar medidas cautelares. Muchos árbitros sienten que, de
hacerlo, le estarán trasmitiendo a las partes la idea que ya han prejuzgado el caso y tomado su decisión
en cuanto al fondo del asunto” (p. 14). Lo refiere también FERNÁNDEZ ROZAS. Arbitraje y justicia
cautelar. Ob. cit., p. 32, al señalar que la apreciación del fumus boni iuris “no siempre es fácil pues
siempre se corre el riesgo de que se adelante un pronunciamiento que puede repercutir sobre el fondo
del asunto en el procedimiento principal y que el juez o el árbitro se contamine para pronunciarse acerca
de esta última cuestión”. En el ámbito de los arbitrajes-Ciadi, en donde, por cierto, el tribunal arbitral
no puede sino emitir “recomendaciones” cautelares, según lo refiere BERGAMINI. La tutela cautelare
negli arbitrati ICSID. Ob. cit., p. 436, “todas las medidas concedidas tuvieron un carácter y una función
estricta y exclusivamente inhibitoria: dato indiscutible es que nunca fue dispuesta ninguna medida de
naturaleza conservativa”.
(28) Una visión detallada sobre las medidas provisionales prearbitrales (privadas) puede encontrarse en LA-
PIEDRA ALCAMI. La intervención judicial en la adopción de medidas cautelares en el arbitraje co-
mercial internacional. Ob. cit., p. 294 y ss.
23
EUGENIA ARIANO DEHO
(29) Sobre este procedimiento se ha escrito mucho, siempre en términos muy elogiosos. Sin embargo, al pa-
recer no ha tenido mucho éxito, pues su aplicación ha sido escasa, en particular porque si las partes no se
adecuan a las órdenes de référé, no hay forma de ejecutarlas. Sobre el tema ver CARLEVARIS. “Tutela
cautelare ‘prearbitrale’: natura del procedimento e della decisione”. En: Rivista dell’arbitrato. 2003,
p. 259 y ss. Igualmente el elogioso ensayo de CORREA DEL CASSO. “Arbitraje y refere en Francia.
Reflexiones finales en torno a nuestro actual sistema de medidas cautelares en materia arbitral”. En:
Anuario de Justicia Alternativa. N° 9, 2008, p. 153 y ss.
24
ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
c) ordenar a una de las partes que tome cualquier medida que pudie-
re ser adoptada de conformidad con el contrato entre las partes,
incluyendo la firma o entrega de cualquier documento o la inter-
vención de una de las partes para procurar la firma o entrega de
un documento;
25
EUGENIA ARIANO DEHO
(30) Cfr., en cambio, la aguda crítica a la jurisprudencia del TEDH de MONTERO AROCA. “La imparciali-
dad judicial en el Convenio Europeo de Derechos Humanos”. En: Ferrer Mac-Gregor-Zaldivar Lelo de
Larrea. La ciencia del Derecho Procesal Constitucional. Estudios en homenaje a Héctor Fix-Zamudio en
sus cincuenta años como investigador. T. IX, UNAM, México, 2008, p. 777 y ss.
(31) Respecto al Tribunal Constitucional español, cfr. CASTILLO CÓRDOVA. “El derecho fundamental al
juez imparcial: influencias de la jurisprudencia del TEDH sobre el Tribunal Constitucional español”. En:
Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano. 2007, p. 121 y ss.
(32) Ver sobre todo la STC emitida el 11 de diciembre de 2006, en los expedientes acumulados N°s 6149-
2006-PA/TC y 6662-2006-PA/TC y, más recientemente, la STC Exp. N° 02851-PA/TC del 15 de marzo
de 2011, ambas, curiosamente, en materia arbitral.
(33) Así sintetizada por MORETTI. “L’imparzialità del giudice tra la cautela e il merito”. En: Rivista di dirit-
to processuale. 1996, p. 1102.
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ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
Es así que en el famoso caso Piersak contra Bélgica (del año 1982),
la Corte de Estrasburgo consideró que pese a que no había razón alguna
para dudar de la capacidad personal del magistrado para decidir de mane-
ra imparcial, condenó a Bélgica, reconociendo que no ofrecía suficientes
garantías de imparcialidad el juez que tenía que juzgar al acusado, pues
este antes había ocupado la función de fiscal, con la (mera) posibilidad de
haber conocido el expediente. De igual manera se resolvió en el caso De
Cubber contra Bélgica (de 1984), en donde el TEDH encontró que era
incompatible la participación en la fase de juzgamiento de un magistrado
que se había desempeñado antes como juez instructor.
(34) Los detalles de los casos Piersak, De Cubber y Hauschildt (todos en materia penal), así como de los
sucesivos casos visto por el TEDH (hasta el 2002), pueden verse en GONZÁLEZ CASSO. Sobre el de-
recho al juez imparcial (o quien instruye no juzga). Dikynson, Madrid, 2004.
27
EUGENIA ARIANO DEHO
(35) Cfr. UBERTIS. Garanzie giurisdizionali nel nuovo processo penale e giurisprudenza costituzionale. En:
Rivista di diritto processuale, 1996, p. 324 y ss., especialmente pp. 326-329 (el escrito es anterior a la
emisión de las sentencias indicadas a continuación en el texto).
(36) Así MORETTI. Ob. cit., p. 1086 y s. El escrito de Moretti es inmediatamente posterior a la emisión de
las sentencias de la consulta indicadas en el texto.
28
ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
(37) Según VIGNERA. “La garanzia costituzionale della terzietà del giudice civile”. En: Informazione previ-
denziale. Noviembre-Diciembre 2003, p. 1451 y s., la Corte Constitucional italiana ha estado inspirada
exclusivamente por la intención de comprimir al máximo el área de las incompatibilidades del juez civil,
sin tomar en cuenta que “el presupuesto para la concesión de la medida cautelar es la cognición sumaria
(no definitiva, sino “al estado de los autos”) del derecho accionado, cuya existencia debe aparecer proba-
ble a la luz (no solo de las “afirmaciones de la parte instante, sino de los elementos probatorios ofrecidos
por las partes o adquiridos de oficio”), por lo que “la valoración del fumus boni iuris en el procedimiento
cautelar civil se presenta “cualitativamente correspondiente (o con todo análoga) a la relativa a los ‘gra-
ves indicios de culpabilidad’ realizada en el ámbito del procedimiento aplicativo de una medida cautelar
personal (artículo 273, primer párrafo, del CPP)”.
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EUGENIA ARIANO DEHO
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ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
(38) En igual sentido, también con una sentencia interpretativa de desestimación, la sentencia de la Corte
Constitucional italiana N° 460, del 23 de diciembre de 2005, respecto al juicio de oposición a la senten-
cia declarativa de quiebra prevista por el (ya reformado) artículo 18 de la Ley de Quiebra.
(39) En particular, SCARSELLI. “Articolo 111 della Costituzione e incompatibilità del giudice nel proceso
civile, fallimentare e minorile”. En: Il nuovo articolo 111 della Costituzione e il giusto proceso civile.
Franco Angeli, 2001, p. 87 y ss., para quien “habría que preguntarse si las indagaciones sobre el fumus
por un lado, o bien las indagaciones sobre los presupuestos de una resolución sumaria decisoria cual el
decreto de represión de la conducta antisindical, por la otra, puedan realmente justificar un tratamiento
diferenciado en cuanto a la incompatibilidad del juez. Yo creo que no, y creo que quien pretenda sostener
aquello, debería probar no solo que la determinación del fumus en las medidas cautelares es distinto de
la determinación que se tiene en la cognición sumaria decisoria, sino también que tal diferencia es tan
grave como para considerar en un caso al juez comprometido bajo el perfil de la fuerza de la prevención
mientras en el otro no. Las dificultades de una tal demostración me inducen a confirmar la opinión según
la cual la incompatibilidad del primer párrafo Nº 4 del artículo 51 del CPC debe reconocerse también
en la relación entre medidas cautelares y juicio de fondo; si bien la cuestión, al día de hoy, no ha encon-
trado consenso ni en la jurisprudencia ni en la doctrina más autorizada, y queda, por tanto en la duda”.
Decididamente en contra, CHIARLONI. “Il nuovo articolo 111 della Costituzione e il processo civile”.
En: Il nuovo articolo 111 della Costituzione e il giusto proceso civile, cit., p. 30 y s., para quien si bien
es verdad que entre los presupuestos para la emanación de medidas cautelares se comprende “bajo la
tradicional etiqueta del fumus boni iuris, una valoración en orden a la existencia del derecho del que se
pide la cautela”, “no se trata de una valoración profunda, como la ahora requerida por el legislador del
proceso penal para las medidas cautelares personales. Ella es, más bien, extremamente sumaria, al punto
que, en las praxis concretas, por lo general se esfuma, frente a la valoración del periculum in mora al que
los jueces civiles atribuyen justamente la mayor importancia. Forzando un poco las cosas se podría decir
que, una vez determinado el periculum in mora, el juez civil se preocupa del otro requisito invirtiendo,
por así decirlo la perspectiva, y negará la medida pedida solo si se da cuenta de que el derecho a cautelar
planteado por el actor es en realidad icto oculi inexistente”.
(40) Si bien en materia cautelar no ha habido cambio alguno, sí lo ha habido en otros ámbitos y no por obra
de la Corte Constitucional, sino del legislador. Así, por un lado, al reformarse la Ley de Quiebra (por
D. Leg. N° 5, del 9 de enero de 2006 y D. Leg. N° 169, del 12 de setiembre de 2007) se estableció que
contra la sentencia de quiebra ya no procede la oposición sino la queja (reclamo) de competencia de la
Corte de Apelación (con lo cual se corta por lo sano toda posibilidad de identidad de juez-persona) y, por
el otro, por Ley N° 69, del 18 de junio de 2009, se estableció, en el artículo 186-bis de las disposiciones
de actuación del CPC italiano, que el juicio de fondo sobre la oposición a los actos ejecutivos debe ser
31
EUGENIA ARIANO DEHO
tratado por “un magistrado distinto de aquel que ha conocido de los actos en contra de los cuales es
planteada la oposición”. Mayores detalles sobre situación actual en FABBIANI. “Garanzia di terzietà
e imparzialità del giudice ed efficienza del proceso”. En: <www.iudicium.it> (<http://www.judicium.it/
admin/saggi/95/M.%20Fabiani.pdf>). Como lo señaló en su momento VIGNERA. La garanzia costitu-
zionale della terzietà del giudice civile. Ob. cit., p. 1467 y s., con la ley de reforma del artículo 111 de
la Const. “el legislador constitucional ha querido ‘dirigirse’ justamente a la Consulta, solicitándole casi
una aplicación del valor de la imparcialidad del juez desvinculada de criterios restrictivos y/o formalistas
(como ha ocurrido hasta ahora) e inspirada, en cambio, en el principio de efectividad: el cual favorecien-
do la exteriorización y el desarrollo de todas las potencialidades garantistas latentes en las normas con-
stitucionales, permitan ‘adscribir’ a esas normas un significado ‘fuerte’, que pueda tener una incidencia
concreta y directa sobre el progreso evolutivo de las instituciones procesales” agregando que: “Tomando
nota, sin embargo, que también la jurisprudencia constitucional sucesiva a la Ley Constitucional del 23
de noviembre 1999, N° 2 se ha revelado insensible a su autorizada exhortación, hay que pensar y espe-
rar que solo un (…) ‘recambio generacional’ en la composición subjetiva de la Corte podrá consentir al
‘nuevo’ artículo 111 de la Const. ¡abrir finalmente una brecha en esa jurisprudencia!”.
(41) En rigor, el tema se lo planteó la doctrina francesa (y belga) más sensible. No por nada en el libro Les
mesures provisoires en droit belge, français et italien. Bruylant, Bruxelles, 1998, una de las cuestiones
abordadas a nivel comparado entre Bélgica, Francia e Italia es justamente “Le juge du provisoire et
l’impartialité” (Cap. IV, pp. 235-266).
(42) El référé-provision es una medida anticipatorio-satisfactiva, para cuya concesión basta que haya un cré-
dito no “seriamente cuestionable” (ver segundo párrafo del artículo 809 del CPC francés). Sobre este
référé ver JOMMI. Il référé provision. Ordinamento francese ed evoluzione della tutela sommaria antici-
patoria in Italia. Giappichelli, Torino, 2005.
32
ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
V. PERSPECTIVAS
(43) En concreto, la Sentencia de la Asamblea Plenaria de Casación francesa del 6 de noviembre de 1998 se
afirma: “qu’il en résulte que lorsqu’un juge a statué en référé sur une demande tendant à l’attribution
d’une provision en raison du caractère non sérieusement contestable d’une obligation, il ne peut ensuite
statuer sur le fond du litige afférent à cette obligation”.
(44) En la (segunda) Sentencia de la Asamblea Plenaria de Casación francesa del 6 de noviembre de 1998
se considera: “que la circonstance qu’un magistrat statue sur le fond d’une affaire dans laquelle il a pris
préalablement une mesure conservatoire n’implique pas une atteinte à l’exigence d’impartialité appréciée
objectivement”.
(45) Lo refiere SILVESTRI. Il référé nell’esperienza giuridica francese. Giappichelli, Torino, 2005, p. 131 y s.
33
EUGENIA ARIANO DEHO
Sin embargo, y este ha sido el objetivo del presente trabajo, hay quie-
nes se han planteado la cuestión seriamente y no han podido dejar de re-
conocer que el fantasma del “prejuzgamiento” existe(46) (47). Y existiría
(46) En España, ya en 1995, JOVÉ. Medidas cautelares innominadas en el proceso civil. J.M. Bosch, Bar-
celona, 1995, p. 34, se planteaba el tema en términos dubitativos y se hacía las siguientes preguntas:
“¿Será capaz el juzgador de decidir sobre la concesión de una medida de [contenido anticipatorio] sin
incurrir en alguna extralimitación?; ¿seguirá garantizada su neutralidad?”. Cfr., también PICÓ I JUNOY.
La imparcialidad judicial y sus garantías. La abstención y recusación. J.M. Bosch, Barcelona, 1998,
p. 97, que dedica a la “duda” la nota 267. La nueva Ley de Enjuiciamiento Civil española (LEC/2000)
reconociendo el “problema”, sin embargo, le atribuye la competencia cautelar al mismo juez del fondo.
La solución viene así justificada en su Exposición de Motivos: “Frente a alguna posición partidaria de
atribuir el conocimiento y resolución acerca de las medidas cautelares a un órgano jurisdiccional distinto
del competente para el proceso principal, la Ley opta por no separar la competencia, sin perjuicio de que
no implique sumisión, respecto del proceso, la actuación de la parte pasiva en el procedimiento relativo
a medidas solicitadas antes de la interposición de la demanda. Esta opción no desconoce el riesgo de
que la decisión sobre las medidas cautelares, antes de la demanda o ya en el seno del proceso, genere
algunos prejuicios o impresiones en favor o en contra de la posición de una parte, que puedan influir en
la sentencia. Pero, además de que ese riesgo existe también al margen de las medidas cautelares, pues el
prejuicio podría generarse en la audiencia previa al juicio o tras la lectura de demanda y contestación,
esta Ley se funda en una doble consideración. Considera la Ley, por un lado, que todos los jueces y ma-
gistrados están en condiciones de superar impresiones provisionales para ir atendiendo imparcialmente a
las sucesivas pretensiones de las partes y para atenerse, en definitiva, a los hechos probados y al Derecho
que haya de aplicarse. Y, por otra, no se pierde de vista que las medidas cautelares han de guardar siem-
pre relación con lo que se pretende en el proceso principal e incluso con vicisitudes y circunstancias que
pueden variar durante su pendencia, de suerte que es el órgano competente para dicho proceso quien se
encuentra en la situación más idónea para resolver, en especial si se tiene en cuenta la posibilidad de
alzamiento y modificación de las medidas o de su sustitución por una equitativa contracautela. Todo esto,
sin contar con la menor complejidad procedimental que comporta no separar la competencia”. Quizá en
esta “justificación” haya un error de fondo: una cosa son las reglas de competencia, que nos permiten
individualizar al órgano jurisdiccional (juez-órgano) y otra la persona física que se desempeña como juez
en ese órgano (juez-persona). De reconocerse la incompatibilidad entre ser el “juez-persona” del cautelar
y el de ser el “juez-persona” para conocer del fondo, no implicaría modificación alguna de las reglas de
competencia que se refieren al “juez-órgano”.
(47) Sobre el “estado de la situación” en Argentina, cfr., MEROI. “Imparcialidad del juez y medidas caute-
lares”. En: Revista de Derecho Procesal de la Maestría de la PUCP. Año 1, N° 1, setiembre 2007 (en:
<http://revistas.pucp.edu.pe/derechoprocesal/node/66>).
34
ARBITRAJE, TUTELA CAUTELAR E IMPARCIALIDAD “OBJETIVA” DEL JUZGADOR
(48) Las frases entrecomilladas pertenecen a BUENO ARMIJO-RODRÍGUEZ PORTUGUÉS. “El fumus
boni iuris como criterio contrario al solicitante de medidas cautelares. ¿Un traidor entre los aliados? Co-
mentarios a los autos del TSJ de Cataluña, del 16 y 17 de junio de 2006, sobre suspensión cautelarísima
del referéndum sobre la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña”. En: Revista de Administración
Pública. N° 172, 2007, p. 243.
(49) Ídem.
(50) BALENA. Istituzioni di diritto processuale civile. I, Cacucci, Bari, 2009, p. 144.
35
EUGENIA ARIANO DEHO
juzgamiento(51). ¿Es que eso mismo sería impensable para los procesos
“no penales”?(52).
De allí que, como mínimo nos debemos ajustar a esos “estándares in-
ternacionales” es decir, dejando a las partes que elijan si pedir tutela cau-
telar a sus árbitros (con todos los riesgos que ello les genera) o ir al juez
estatal.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
(51) El artículo 53.1 inc. c) del CPP del 2004 establece que los jueces deben inhibirse (y si no lo hacen pue-
den ser recusados) cuando “hubieren intervenido anteriormente como juez”. La disposición no brilla por
su claridad (¿qué significa “anteriormente”?, ¿“anteriormente” a qué?), pero la misma distinción funcio-
nal entre juez de las investigaciones preparatorias (artículo 29) y los jueces de juzgamiento (artículo 28)
hace entender que ese intervenir “anteriormente” no vale solo cuando se ha intervenido como “juez” en
otro “grado”, sino también en otra “fase” de las que componen el proceso penal.
(52) Si efectivamente se llegara a establecer que las peticiones cautelares deben ser conocidas por un juez
(persona) distinto del que conoce del fondo (o si la medida ha sido pedida ante causam, que el juez (per-
sona) del fondo sea un juez (persona) distinto del que conoció de las instancias cautelares) se crearían
“problemas” en la organización judicial, sobre todo en aquellos lugares de la República en donde existe
un único juzgado (a la sazón “mixto”) o una sola Sala (también “mixta”). Pero ese “problema” también
se presenta cuando el juez se abstiene o viene recusado y la solución frente a ese “problema” no pasa
ciertamente por suprimir ni la abstención ni la recusación.
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FUENTES
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Tratamiento de la contracautela
en el Código Procesal Civil
I. IDEAS PRELIMINARES
(*) Profesora ordinaria de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Jueza
Supernumeraria.
(1) “La caución procesal constituye un medio de garantía legal y genérico que presta una parte del proceso
que pretende realizar un acto procesal, cuya finalidad es asegurar las eventuales responsabilidades
pecuniarias que pudieran derivarse de dicha realización, de tal manera que la prestación de la caución
se convierte en presupuesto o requisito objetivo del acto a realizar. Obviamente no todos los actos
procesales están sujetos a la prestación de caución, sino solo los actos que implican la concesión de
una tutela jurídica beneficiosa para la parte, concedida ante una legitimación probable y que puede ser
posteriormente revocada”. DE LUCCHI LÓPEZ-TAPIA, Yolanda. Las cauciones procesales en la nueva
Ley de Enjuiciamiento Civil. Civitas, Madrid, 2001, p. 32.
41
MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ
42
TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
entre las partes frente a la concesión a una de ellas de una tutela jurídica
fundamentada en una apariencia de derecho.
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MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ
II. CARACTERÍSTICAS
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
45
MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ
En el texto del citado artículo 611 del CPC se afirma que el conteni-
do de la decisión cautelar debe apreciar “la forma, naturaleza y alcances
de la contracautela”. Esta exigencia nos lleva a preguntarnos si esta es un
presupuesto o requisito objetivo de ejecutabilidad del mandato cautelar.
(4) CONIGLIO, Antonio. Il sequestro giudiziario e conservativo. 3ª edición, Giuffré, Milán, 1949, p. 11,
citado por PODETTI, Ramiro. Tratado de las medidas cautelares. Tomo IV, Ediar, Buenos Aires, 1956,
pp. 63-64.
46
TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
Uno de los supuestos que no regula nuestra legislación son los efec-
tos que genera la omisión de la contracautela o la “insuficiencia” de esta,
al momento de la ejecución de la medida cautelar.
(5) RIVAS, Adolfo. Las medidas cautelares en el proceso civil peruano. Universidad Antenor Orrego, Rodhas,
Lima, 2000, p. 38.
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MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ
(6) ACOSTA, José. El proceso de revocación cautelar. Rubinzal y Culzoni editores, Santa Fe, 1986, pp. 46-47.
(7) PODETTI, Ramiro. Ob. cit., p. 64.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
(8) Véase el considerando quinto de la Resolución N° 92 del expediente citado que dice: “al respecto el
artículo 613 del CPC indica que la contracautela tiene por objeto asegurar al afectado con una medida
cautelar, el resarcimiento de los daños y perjuicios que pueda causar su ejecución; resulta evidente que
tal articulado, que la contracautela debe constituirse previamente siempre y cuando la naturaleza de la
contracautela lo exija; en el presente caso es necesario su materialización; siendo la contracautela condi-
ción de la ejecución de las medidas cautelares otorgadas, su falta de cumplimiento imposibilita a su vez
la materialización de las medidas; que al haberse ordenado ejecutar las medidas sin haberse materializa-
do la contracautela, se ha violado el principio de igualdad, toda vez que se entiende que la Resolución
N° 2 surte todos sus efectos tanto para la parte demandante como la demandada, premisa que no ha
contemplado la citada Resolución N° 87; por esta razón se declara fundada la oposición, en consecuencia
previamente a ejecutarse las medidas cautelares otorgadas, materialícese la contracautela aceptada por
este Despacho (…) y cumplida la efectivización de la contracautela procédase a la ejecución de las medi-
das otorgadas; dejándose sin efecto por ahora la inscripción de las medidas cautelares otorgadas”.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
V. CLASES DE ASEGURAMIENTO
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(9) ARIANO DEHO, Eugenia. “¿Un cautelar renovado?”. En: Manual de actualización civil y procesal
civil. Gaceta Jurídica, Lima, 2010, p. 22.
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(10) HERREROS PEREZAGUA, Juan Francisco. La condena en costas: procesos declarativos civiles. J.M.
Bosch, Zaragoza, 1994, p. 42.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
(11) Debe precisarse, que el escenario de este supuesto es totalmente diferente a la tutela cautelar propiamente
dicho, pues, aquí estamos ante la existencia de una sentencia, que estima un derecho y que se busca luego
de ello ingresar a una fase de ejecución de este fallo; el que por la impugnación aparece suspendida la
ejecución de sus efectos.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
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(12) MONROY PALACIOS, Juan. “Una interpretación errónea: a mayor verosimilitud, menor caución y vi-
ceversa”. En: Revista Peruana de Derecho Procesal. Lima, 2005, p. 243.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
(13) RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. “El abuso de las medidas cautelares”. En: III Congreso Internacional de
Derecho Procesal. Universidad de Lima, 2005, p. 316.
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(14) MONROY PALACIOS, Juan. La tutela procesal de los derechos. Palestra, Lima, 2004, p. 382.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
2. Naturaleza de la contracautela
Se debe partir por dilucidar si la responsabilidad civil derivada de la
ejecución cautelar es meramente “objetiva”, esto es, si el solo hecho de
la derrota justifica el resarcimiento del daño, en el que habría que limi-
tarse a probar el quántum o es que se trata de una responsabilidad “sub-
jetiva”, sometida a la valoración de las justificaciones que pudieron moti-
var a buscar el aseguramiento de la pretensión en discusión. Sea en uno u
otro aspecto que se enfoque la responsabilidad civil derivada de la ejecu-
ción cautelar, la prueba de la cuantificación del daño es vital para fijar el
monto de la indemnización.
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MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ
carga de la parte afectada, de ahí que el propio texto del artículo 621 del
CPC pone énfasis en precisar que la condena se hará “a pedido de parte”.
(15) CONDORELLI, José Luis. Del abuso y la mala fe dentro del proceso. Abeledo-Perrot, Buenos Aires,
1985, p. 145, citado por RAMÍREZ. “El abuso de las medidas cautelares”. En: Derecho Procesal. III
Congreso Internacional, Lima, 2005, p. 317.
(16) RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. Ob. cit., pp. 317-318.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
3. Resarcimiento a terceros
Hay la posibilidad de que el demandado, no sea el afectado con la
ejecución cautelar, pues, puede darse el riesgo que se afecte bienes de
terceros. En esas circunstancias el resarcimiento asegurado a través de
la contracautela se trasladará hacia el que ha soportado directamente los
efectos de la ejecución cautelar, pues, no solo será suficiente que se “le-
vante” la medida trabada sino que además se disponga un resarcimiento
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MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ
(17) Apreciamos que el perjudicado con la medida podrá pedir su levantamiento sin promover tercería, acom-
pañando documentos o títulos que acrediten fehacientemente que el bien pertenece a persona distinta
al demandado. El trámite para levantar un embargo sin tercería no implica una duplicación del mismo
instituto porque existen notorias diferencias entre ambos institutos que a continuación señalamos:
a. La desafectación es trabajada como un pedido al interior del proceso en que se dictó la medida caute-
lar, a diferencia de la tercería que se plantea como una pretensión autónoma en la vía abreviada;
b. En la desafectación es importante acreditar, en el primer acto de acercamiento a la jurisdicción, la
plenitud del derecho de dominio que se invoque, a diferencia de la tercería en la que opera una apa-
riencia del derecho que se invoca, el que se va a dilucidar con la sentencia;
c. La desafectación se opone solo contra el beneficiado de la medida a diferencia de la tercería que se
dirige contra las partes del proceso principal;
d. La desafectación no prevé un procedimiento probatorio porque la prueba deberá resultar de los docu-
mentos que se acompañen al pedido de levantamiento, esto implica además que no procede la tacha
en esta discusión, a diferencia de la tercería, en la que existe un debate probatorio amplio, sometido a
las reglas del procedimiento abreviado, con la posibilidad de las tachas u oposiciones;
e. La desafectación procede incluso si la medida no se hubiera formalizado, a diferencia de la tercería,
que opera como consecuencia de alguna medida cautelar ejecutada sobre un bien de su propiedad (ver
el artículo 100 del CPC).
El artículo 624 del CPC busca autorizar que el tercero perjudicado con la afectación de su patrimonio
pida el levantamiento de la medida, sin promover tercería. Además permite –por economía procesal– que
se presente la prueba documental necesaria para que a través de una sumaria información, bajo un trámi-
te rápido y fácil, se declarare la procedencia o no del levantamiento sin tercería. El éxito de esta desafec-
tación está supeditada a la prueba clara y fehaciente del título de dominio, si se trata de un bien inmueble
o de una información sumaria de posesión si la cosa fuese mueble.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
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(18) La sanción la aplicará el juez a pedido de parte, oyendo al presunto infractor y actuándose pericia si lo
considera necesario. El trámite se realizará en el cuaderno de medida cautelar. La decisión es apelable
con efecto suspensivo.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
(19) Debemos recordar que las medidas cautelares ya dictadas, luego de emitida la sentencia, tienen como
correlato la cancelación de estas, si la parte beneficiada con la medida obtiene una sentencia desfavo-
rable, en primera instancia; en ese sentido, señala el artículo 630 del CPC que la medida cautelar queda
cancelada de pleno derecho, aunque la sentencia hubiere sido impugnada (…)”.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
que el hecho que la parte renuncie a la garantía, no implica que esté re-
nunciando también al derecho a exigir las responsabilidades pecunarias
en su oportunidad. Son dos conceptos diferentes: se puede renunciar al
aseguramiento de aquellas, pero no necesariamente al derecho a que sa-
tisfagan los daños en caso de que se generen con la ejecución cautelar.
El necesario carácter expreso de la renuncia a la contracautela procesal
constituye un elemento que diferencia a esta de la medida cautelar; así
como la ejecución de la medida cautelar puede no realizarse por la pasi-
vidad del titular de la facultad (renuncia tácita), a la contracautela ha de
renunciarse de manera expresa.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
(21) El artículo 690-A del Código de Procedimiento Civil colombiano trata sobre la inscripción de demanda
en procesos ordinarios. La inscripción de la demanda es una medida cautelar, consistente en anotar en el
folio de la matrícula inmobiliaria, o en el registro del vehículo, según el caso, la existencia de un proceso
que verse sobre el bien. Dicho bien no sale del comercio pero el adquirente asume y se responsabiliza del
resultado del proceso.
Ver: Pontificia Universidad Católica del Perú: <http://departamento.pucp.edu.pe/derecho/images/documentos/
LA%20POLIZA%20JUDICIAL%20EN%20EL%20PROCESO%20CAUTELAR%20final.pdf>.
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MARIANELLA LEDESMA NARVÁEZ
Hay que recordar que la contracautela tiene por objeto asegurar las
posibles responsabilidades pecuniarias que la realización de un determi-
nado acto procesal pudiera ocasionar a una de las partes en el proceso.
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TRATAMIENTO DE LA CONTRACAUTELA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
XV. CONCLUSIONES
(23) El apartado aludido textualmente dice: “La caución podrá constituirse en dinero efectivo, mediante aval
solidario de duración indefinida y pagadero a primer requerimiento emitido por entidad de crédito o so-
ciedad de garantía recíproca o por cualquier otro medio que, a juicio del tribunal, garantice la inmediata
disponibilidad, en su caso, de la cantidad de que se trate”.
81
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82
Deconstrucción y reconstrucción
del contradictorio en el modelo
peruano de tutela cautelar
Bosquejo para una teoría cautelar
equilibrada(*)
I. INTRODUCCIÓN
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LUIS ALFARO VALVERDE
84
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(2) La deconstrucción es una poderosa y eficaz herramienta metodológica de análisis y crítica, que
consiste en mostrar cómo se ha construido un concepto o institución cualquiera (jurídica o no jurídica)
a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas, evidenciando que lo aparentemente claro
dista realmente de serlo. Así, en el caso de la construcción discursiva efectuada por gran parte de la
doctrina nacional respecto del contradictorio diferido en el modelo de tutela cautelar, no es del todo
razonable y coherente contemporáneamente, especialmente si se confronta con las garantías procesales,
principalmente con el contradictorio, cuya afectación injustificada no puede permitirse en un Estado
Constitucional de Derecho como el peruano.
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LUIS ALFARO VALVERDE
(3) CALAMANDREI, Piero. Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares. Traducción
de Marino Ayerra Merín, Librería El Foro, Buenos Aires, 1996, p. 43.
86
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
legales? y ¿este trámite debe establecerse como una regla o mejor como
una excepción al principio del contradictorio?(4).
(4) Así, en la doctrina española Manuel Ortells Ramos al comentar el régimen de contradicción en el
procedimiento cautelar, regulada en la LEC de 1881, advertía una serie de problemas e indicaba que “la
vigencia del principio de contradicción en el proceso cautelar suscita dos clases de problemas: una sobre
la forma o modo de respetar la contradicción, habida cuenta de la función de la tutela cautelar; otra,
sobre la amplitud de las alegaciones y del acreditamiento o prueba admisibles al demandado en ejercicio
de su derecho de defensa” (ORTELLS RAMOS, Manuel. Derecho jurisdiccional. T. II, Proceso Civil,
7ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia, 1997, p. 643).
(5) La profesora Eugenia Ariano Deho, con la aguda perspicacia que caracteriza cada una de sus brillantes
reflexiones y apostillas, fue una de las pocas juristas nacionales que vislumbraba el grave problema
de empañar al contradictorio en el procedimiento cautelar, puntualizando lo siguiente: “Que la tutela
cautelar se obtenga, en nuestro sistema, en un proceso parecería insostenible si tenemos en cuenta que
conforme al artículo 637 del CPC la medida cautelar siempre se concede (o rechaza) inaudita altera
parte. ¿Es imaginable un proceso sin contradictorio? Ciertamente no”. (ARIANO DEHO, Eugenia. “La
instrumentalidad de la tutela cautelar”. En: Problemas del proceso civil. Jurista Editores, Lima, 2003,
Nota 6, p. 610).
(6) Sobre los conceptos: proceso y procedimiento, en la doctrina española, véanse: FENECH NAVARRO,
M. Derecho Procesal Civil. Agesa, Madrid, 1980; OLIVA SANTOS, A. de la. Derecho Procesal Civil.
87
LUIS ALFARO VALVERDE
matices de dicha figura jurídica, basta con decir –como afirmaba Fairén
Guillén(7)– que se trata de una manifestación del proceso, una serie orde-
nada de actuaciones estructuradas a partir de principios procesales, con
el fin de tutelar los intereses jurídicos que han puesto en movimiento esta
maquinaria capaz de poner en acción los actos destinados a esa protec-
ción. Empero, lo que corresponde ahora es que nos aboquemos a eviden-
ciar la relación de implicancia entre el proceso y procedimiento, pues nos
permitirá comprender su certera funcionalidad.
Tomo I, 4ª edición, Fundación Ramón Areces, Madrid, 1996; GIMENO SENDRA, V. Derecho Procesal.
Tomo I, Vol. 1, Parte general. Proceso civil, Tirant lo Blanch, Valencia, 1987.
(7) FAIRÉN GUILLÉN, Víctor. Doctrina general del Derecho Procesal. Hacia una teoría y ley procesal
general. Boch, Barcelona, 1990, pp. 61-62.
En la doctrina italiana Michele Taruffo, al referirse al procedimiento sostiene que: “La remisión a este
concepto generalísimo sirve en efecto para comprender la estructura del proceso como ‘secuencia
ordenada’, lógica y cronológicamente organizada, cerrada y delimitada por dos momentos (el ejercicio
de la acción y la decisión), y compuesta por una pluralidad (la más de las veces no definida a priori) de
momentos o pasos o grados intermedios. El análisis del procesal en términos de procedimiento sirve
luego para comprender cómo estos momentos está constituidos por actos (por lo común regulados por
la ley en forma-contenido), que son el modo como se ejercen situaciones jurídicas subjetivas (a su vez
previstas por la ley, bien sea en cuanto a la imputación subjetiva, bien sea en cuanto a las alternativas
posibles), y que producen efectos (también regulados por la ley), con respecto a otros sujetos (indicados
por la ley) generalmente incidiendo en las situaciones subjetivas de estos y poniendo las premisas para
que ellos cumplan actos posteriores” (TARUFFO, Michele. “Juicio: proceso, decisión”. En: Sobre las
fronteras. Escritos sobre la justicia civil. Temis, Bogotá, 2006, pp. 142-143).
(8) LORCA NAVARRETE, Antonio María. “El derecho proceso como sistema de garantías”. En: Boletín
Mexicano de Derecho comparado. Año XXXVI, N° 107, 2003, p. 548.
(9) Ibídem, p. 550.
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EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
Así, en lo que respecta a la tutela cautelar, más allá del debate doctri-
nal sobre su autonomía procesal, lo cierto es que conforme a nuestra nor-
mativa, es concebida como un proceso autónomo (art. 635 del CPC), lo
que significa que el procedimiento o trámite que reglamenta su desarro-
llo o desenvolvimiento, debe indefectiblemente sujetarse a los lineamien-
tos generales del proceso cautelar. Solo de esta manera se podrá legitimar
su existencia. En este sentido si sostenemos –al igual que un sector de la
doctrina nacional(10)– , que la finalidad de la tutela cautelar es más que
asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva (art. 608 del CPC) o
evitar un perjuicio irreparable (art. 618 del CPC); es lograr concretamen-
te la efectividad de la tutela jurisdiccional; es decir, que se tutelen nues-
tros derechos de la manera más concreta, práctica y perceptible posible.
Entonces, acaso no es coherente y razonable que uno los básicos princi-
pios que permite alcanzar dicha finalidad, como es el contradictorio o de-
recho de defensa (desde la perspectiva constitucional). Tal hecho impor-
ta que la dialéctica(11) como presupuesto previo a toda decisión judicial,
deba ser respetada en el proceso cautelar y, por ende, garantizada en la
regulación de su procedimiento.
(10) ARIANO DEHO, Eugenia. “La tutela jurisdiccional en el cuadro de la tutela jurisdiccional de los
derechos”. En: Problemas del proceso civil. Jurista, Lima, 2003, pp. 601-604.
(11) Al respecto, Michele Taruffo postula que uno de los elementos trascendentes de la estructura del proceso,
es ser dialéctica, porque se basa en la contraposición entre dos (o, equivalentemente, más de dos)
posiciones, que se manifiestan en la presentación de dos (o más) versiones de la situación de hecho y de
derecho que constituye el objeto de la controversia. (TARUFFO, Michele. “Juicio: proceso, decisión”.
Ob. cit., p. 144).
(12) ARIANO DEHO, Eugenia. “La instrumentalizad de la tutela cautelar”. En: Ob. cit., p. 611.
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LUIS ALFARO VALVERDE
(13) Diccionario del Latín Jurídico. Bdef, Montevideo - Buenos Aires, 2004, p. 132.
(14) OSSORIO, Manuel. Diccionario de ciencias jurídicas, políticas y sociales. 1ª edición electrónica, Datascan
S.A., Guatemala, p. 481, de la versión en PDF.
(15) CABANELLAS, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Tomo IV, Heliasta, Buenos
Aires, 2006, p. 367.
90
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(16) MONTERO AROCA, Juan. Introducción al derecho jurisdiccional peruano. Emarce, Lima, 1999,
p. 212.
(17) En cuanto a la descripción de los principales principios del proceso, el jurista uruguayo Eduardo
Couture, afirmaba que “la enumeración de los principios que rigen el proceso no puede realizarse en
forma taxativa, por que los principios procesales surgen naturalmente de la ordenación, muchas veces
impensada e imprevisible, de las disposiciones de la ley. Pero la repetición obstinada de una solución
puede brindar al intérprete la posibilidad de extraer de ella un principio. En otras oportunidades, es el
propio legislador el que cree necesario exponer los principios que dominan la estructura de su obra, para
facilitar al intérprete la ordenación adecuada de las soluciones” (COUTURE, Eduardo. Fundamentos del
Derecho Procesal Civil. Bdef, 4ª edición, Montevideo - Buenos Aires, 2005. p. 150).
91
LUIS ALFARO VALVERDE
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EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(22) PEYRANO, Jorge W. y CHIAPPINI, Julio O. El proceso atípico. Segunda parte, Editorial Universidad,
Buenos Aires, 1984, p. 137.
(23) Si bien el CPC peruano en su artículo 458, establece la posibilidad de seguir un proceso en rebeldía,
es decir sin la intervención efectiva de la parte demandada, no es menos cierto que esta supuesto
implica una vulneración al principio de contradicción; pues la participación de las partes (demandante y
demandado) se rige por el principio dispositivo, lo que significa que se trata cardinalmente de un derecho
(al contradictorio) y no una obligación legal; es decir, queda en parte pasiva de la relación procesal,
ejercer o no su derecho. Cfr. VERGUE GRAU, Joan. “La rebeldía en el proceso civil”. En: Revista
Peruana de Derecho Procesal. N° 2, Comunitas, Lima, 1998, pp. 587-611.
(24) ROCCO, Ugo. Ob. cit. p. 170.
93
LUIS ALFARO VALVERDE
Por otro lado, este derecho supone una serie de situaciones concre-
tas que la configuran; en primer lugar, importa la regulación de una serie
de citaciones y emplazamientos adoptando las máximas garantías para
que lleguen a conocimiento de la parte; en segundo lugar, la existencia
de recursos que permitan declarar la nulidad de lo actuado ante la falta de
notificación, especialmente cuando la otra parte ha impedido, usando de
mala fe, que el demandado tuviera conocimiento del proceso y, por últi-
mo, distinguiendo entre incomparecencia y rebeldía, es decir, entre el de-
mandado que teniendo conocimiento del proceso no comparece volunta-
riamente y aquel otro que no tuvo conocimiento del mismo, por lo menos
a los efectos del llamado recurso de audiencia(25).
4. Derecho de defensa
Como consecuencia de la influencia del fenómeno de la constitucio-
nalización de algunos derechos fundamentales y paralelamente la tutela
constitucional de aquellos derechos de naturaleza procesal, encaminados
por el debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, es que se tutela o
garantiza el derecho a la defensa. Este derecho, se encuentra expresamen-
te previsto en la Constitución Política, específicamente en el inciso 14),
94
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(26) Se enuncia en nuestra Constitución bajo los siguientes términos: “(...) El principio de no ser privado
del derecho de defensa en ningún estado del proceso. Toda persona será informada inmediatamente,
y por escrito, de la causa o las razones de Su detención. Tiene derecho a comunicarse personalmente
con un defensor de su elección y a ser asesorada por este desde que es citada o detenida por cualquier
autoridad”.
A nivel del derecho internacional el derecho a la defensa, se encuentra contemplado en la Convención
Americana de Derechos Humanos, que en su artículo 8, inciso d), lo reconoce como: “(...) derecho del
inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de comunicarse
libre y privadamente con su defensor”.
(27) STC Exp. N° 1003-98-AA/TC, de fecha 6 de agosto del 2002. Fuente SPIJ. Sección Jurisprudencia.
(28) STC Exp. N° 3062-2006-PHC/TC, caso Jyomar Yunior Faustino, f. j. 4.
95
LUIS ALFARO VALVERDE
1. ¿Procedimiento reservado?
Teniendo como base la regulación legal del procedimiento cautelar
peruano (art. 637 del CPC), un sector de la doctrina ha reconocido y ex-
traído una serie de rasgos o características muy particulares y típicas que
supuestamente las distingue de otros procedimientos previstos en nues-
tro sistema procesal; entre las que destacan: la sumariedad o rapidez, la
autonomía y “la reserva”. Empero, para los fines de nuestra investiga-
ción nos importa reflexionar únicamente sobre la última de ellas (la re-
serva); en virtud del cual se sostiene que toda solicitud o pedido cautelar
(29) Primer Pleno Casatorio Civil, Cas N° 1465-2007-Cajamarca, publicado en el diario oficial El Peruano,
el 21 de abril del 2008, fundamento 4. En cuanto a la naturaleza abstracta del Derecho en la doctrina
uruguaya el reconocido jurista Eduardo Couture destacaba este aspecto abstracto del derecho de defensa,
señalando que “conviene reparar, desde ya, en que lo que se da al demandado es la eventualidad de
la defensa. Esta defensa, en cuanto a su contenido, podrá ser acogida o ser rechazada en la sentencia.
El orden jurídico no pregunta si el demandado tiene o no buenas razones para oponerse. Solo quiere
dar a quien es llamado a juicio, la oportunidad de hacer valer las razones que tuviere. El derecho de
defensa en juicio no es el derecho sustancial de la defensa; sino el puro derecho procesal de defenderse”.
(COUTURE, Eduardo. Estudios de Derecho Procesal Civil. Tomo I, 3ª edición, Depalma, Buenos Aires,
1979, p. 46).
(30) STC Exp. N° 1231-2002-HC/TC, caso Ann Vallie Lynelle.
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EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(31) MONROY GÁLVEZ, Juan. Temas de proceso civil. Studium, Lima, 1987, p. 22.
(32) LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo III, Gaceta Jurídica,
Lima, 2008. p. 150.
(33) En la doctrina nacional, Martel Chang al referirse a la reserva cautelar señala que “significa que este
procedimiento en ningún caso debe ser público, sino que se exige discreción y prudencia”. (MARTEL
CHANG, Rolando. “El proceso cautelar –En valor eficacia y la finalidad del proceso cautelar–
Procedimiento cautelar”. En: Orientaciones y tendencias en el proceso cautelar & ejecución. Martín
Hurtado Reyes (Comp.), Librería Ediciones Jurídicas, Lima, 2002, p. 13).
97
LUIS ALFARO VALVERDE
2. Endeble justificación
Para dar respuestas a las interrogantes precedentes, conviene que re-
visemos en primer orden los fundamentos que aparentemente justificarían
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EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(36) ORTELLS RAMOS, Manuel. Derecho jurisdiccional. Tomo II, proceso civil, 7ª edición, Tirant lo
Blanch, Valencia, 1997, p. 643.
(37) MARTEL CHANG, Rolando. “El proceso cautelar –En valor eficacia y la finalidad del proceso cautelar–
Procedimiento cautelar”. Ob. cit., p. 13.
(38) LAMA MORE, Héctor. La tutela cautelar. Análisis y propuesta para un mejor tratamiento de las
medidas cautelares, Red Iberoamericana de Magistrados. Por la justicia comercial, vers. hoja texto,
p. 9, disponible en: <http://www.rimjc.org/w/component/option,com_docman/task,cat_view/gid,26/Ite
mid,9/?mosmsg=Est%E1+intentando+acceder+desde+un+dominio+no+autorizado.+%28www.google.
com.pe%29>.
(39) ÁLVAREZ JULIA, Luis, Derecho Procesal Civil. Teoría general del proceso. 2ª edición, Astrea, Buenos
Aires, 1990, p. 425.
99
LUIS ALFARO VALVERDE
(40) Sobre la mala fe en la tutela cautelar Monroy Palacios sostiene que: “Otra razón importante para la
concesión de medidas cautelares inaudita altera parte es la previsión de la mala fe. En efecto, uno de los
motivos por los cuales es útil la medida cautelar es que no solo proteger al demandante de que factores
exógenos a la relación procesal afecten la pretensión, sino también y con igual importancia, de elementos
internos del proceso como el transcurso del tiempo y –principalmente– de los actos maliciosos del
demandado que, sin duda, pueden obstruir el camino hacia la decisión justa”. (MONROY PALACIOS,
Juan. Bases para la formación de una teoría cautelar. Comunidad, Lima, 2002, pp. 135-136).
100
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
simplemente aparentes más que reales. Empero, la razón nos lleva a sos-
tener categóricamente que con dicho procedimiento afectaría directamen-
te al principio denominado “contradictorio o contradicción”, en virtud del
cual el juez antes de emitir una decisión sobre un pedido de una parte,
debe previamente brindar la oportunidad de oír a la otra. Y en general se
atentaría contra el derecho de defensa, tutelado constitucionalmente.
101
LUIS ALFARO VALVERDE
tada la medida”(43). En el mismo sentido Lama More afirma que “esta ca-
racterística no significa afectación al derecho de defensa, ni al de bilate-
ralidad que le asiste al demandado o afectado con la medida, en razón de
la naturaleza instrumental y provisoria de la tutela cautelar, pues se trata
en realidad de una tutela sujeta al desarrollo del proceso principal, donde
obviamente ejerce el derecho de defensa y al de contradicción”(44).
102
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(48) Proyecto del Código de Procedimientos Civiles, publicado en separata especial del diario oficial El
Peruano, en febrero de 1992.
(49) “Artículo 637. Trámite de la medida.- La providencia cautelar se dicta y ejecuta sin conocimiento de la
parte afectada, en acto de realización inmediata que asegure la efectividad de la decisión.
Al término de la ejecución o en acto inmediatamente posterior, se notifica al afectado, quien recién podrá
apersonarse al proceso e interponer apelación, que será concedida sin efecto suspensivo
Procede apelación contra el auto que deniega la medida cautelar. En este caso el demandado no será
notificado y el superior absolverá el grado sin admitirle intervención alguna”.
(50) Decreto Legislativo N° 768, en virtud del cual se promulga el Código Procesal Civil, publicado en el
diario oficial El Peruano, el 4 de marzo de 1992.
103
LUIS ALFARO VALVERDE
(51) “Artículo 637.- Trámite de la medida.- La resolución cautelar se dicta y ejecuta sin conocimiento de la
parte afectada, en acto de realización inmediata que asegure la efectividad de las decisión.
Al término de la ejecución o en acto inmediatamente posterior, se notifica al afectado, quien recién podrá
apersonarse al proceso e interponer apelación, que será concedida sin efecto suspensivo.
Procede apelación contra el auto que deniega la medida cautelar. En este caso el demandado no será
notificado y el superior absolverá el grado sin admitirle intervención alguna”.
(52) Decreto Ley N° 25940 por el que se modifica el Código Procesal Civil, publicado en el diario oficial El
Peruano, el 11 de diciembre de 1992.
(53) Texto Único Ordenado del Código Procesal Civil, promulgado por Resolución Ministerial N° 010-93-
JUS, publicado en el diario oficial El Peruano, el 22 de abril de 1993.
(54) Decreto Legislativo N° 1069, publicado en el diario oficial El Peruano, el 28 de junio de 2008.
104
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
105
LUIS ALFARO VALVERDE
1. Modelos procesales
Con la finalidad de confrontar el procedimiento cautelar regulado
en la norma nacional con otros textos legales del Derecho comparado,
es que analizaremos los modelos procesales de los ordenamientos más
prestigiosos e influyentes del civil law, como son los códigos procesales
de Italia, Alemania, España y Brasil; las que mantienen particularidades
análogas(56). De esta manera podremos verificar si es que verdaderamen-
(56) En cuanto a la diversidad del tratamiento normativo del procedimiento cautelar en el Derecho comparado,
Ortells Ramos afirma que: “Además esas ordenaciones procedimentales son de una diversidad notable:
106
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
a) El modelo italiano
la solicitud de la medida con carácter previo al proceso principal es admisible para unas medidas, pero
no para otras; la contradicción respecto de la solicitud de la medida en unos casos es previa de modo
preceptivo, en otros no se permite que sea previa, en otros en fin admitirla como previa depende de una
decisión discrecional del juez; la contradicción diferida debe ser sustanciada en formas diversas, orales
o escritas, e incluso –cuando falta regulación– ha de utilizar la vía del recurso contra la resolución que
ha acordado la medida cautelar; existen previsiones diversificadas sobre medios de impugnación. Las
diferencias procedimentales no siempre –más bien casi nunca– están justificadas por la especificidad de
la medida cautelar. El actual estado de cosas es, más bien, el resultado de que la regulación vigente de la
tutela cautelar no responde a un mínimo planteamiento racional, sino que es fruto de acarreos históricos
e intervenciones legislativas de urgencia”.(ORTELLS RAMOS, Manuel. Las medidas cautelares en la
nueva Ley de Enjuiciamiento Civil. Disponible en: https://www.rexurga.es/pdf/COL163.pdf. p. 25).
(57) Para un mayor estudio sobre el proceso cautelar en el Derecho italiano, véanse: CALAMANDREI,
Piero. Introduzione allo Studio Sistematico dei Provvedimenti Cautelari, Cedam, Padova, 1936;
ROCCO, Ugo, Trattato di Diritto Processuale Civile, V, Parte Speciale, Processo Cautelare, Seconda
Edizione Acresciuta, Unione Tipografico-Editrice Torinese, 1966.
(58) Sobre el tratamiento normativo y jurisprudencial de las medidas cautelares en Italia y los demás
ordenamientos de la Unión Europea, véase: Red Judicial Europea en Materia Civil y Mercantil, disponible
en: <http://ec.europa.eu/civiljustice/interim_measures/interim_measures_ita_es.htm>. Sobre la cognición
sumaria de la tutela cautelar en Italia, Montesano afirmaba que las cogniciones sumarias (dentro de
las cuales habría que incluir a la cautelar) no son sino instrumentos para aquello que se puede expresar
como la lucha del Derecho Procesal Civil contra el tiempo; se establecen para evitar que la duración
de la cognición normal haga ineficientes las tutelas (declarativa o ejecutiva) a las que está preordenada
la cautelar. Cfr. MONTESANO, Luigi. “Strumentalità e Superficialità della Cognizione Cautelare”. En:
Rivista di Diritto Processuale, año LIX (segunda serie) N° 2 abril-junio 1999, p. 309.
107
LUIS ALFARO VALVERDE
(59) BORDALÍ SALAMANCA, Andrés. “El recurso de protección. Entre exigencias de urgencia y seguridad
jurídica”. En: Revista de Derecho. Volumen 19, Universidad Austral de Chile, diciembre, 2006, p. 214.
(60) Al respecto, conviene resaltar que en el Derecho italiano, el principio o garantía del contradictorio, se
encuentra expresa y taxativamente regulado a nivel constitucional por el nuevo texto del artículo 111 de
la Constitución italiana, el cual establece lo siguiente:
“La giurisdizione si attua mediante il giusto processo regolato dalla legge.
Ogni processo si svolge nel contraddittorio tra le parti, in condizioni di parità, davanti a giudice terzo e
imparziale. La legge ne assicura la ragionevolo durta. (...)”.
(FERRI, Corrado. “Costituzione della Repubblica Italiana”. En: Codice di procedura civile e leggi
collegate. Zanichelli, Bologna, 2003, p. XXXIV).
108
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(61) Texto descrito con base en la traducción libre al español realizada por el autor, a partir de su texto origi-
nal, el cual prescribe lo siguiente:
Artículo 669 - sexies. Procedimiento
“El juez, previa audiencia de las partes, omite todas las formalidades no esenciales a ser oído, haga lo
que considere la educación necesaria actos apropiados en relación con las condiciones y finalidades de
la medida aplicada, y por orden de la aceptación o rechazo la demanda.Il giudice, sentite le parti, omessa
ogni formalita’ non essenziale al contraddittorio, procede nel modo che ritiene piu’ opportuno agli atti di
istruzione indispensabili in relazione ai presupposti e ai fini del provvedimento richiesto, e provvede con
ordinanza all’accoglimento o al rigetto della domanda.
Cuando la convocatoria del partido podría poner en peligro la aplicación de la medida, motivada por el
decreto adoptado en la información sumaria correspondiente. Quando la convocazione della controparte
potrebbe pregiudicare l’attuazione del provvedimento, provvede con decreto motivato assunte ove oc-
corra sommarie informazioni. En este caso, fijar el mismo decreto, la audiencia de las partes para que
comparezcan ante él “en un plazo no superior a quince días inmediatamente la asignación de un plazo de
no más de ocho días para la notificación de la apelación y el decreto. In tal caso fissa, con lo stesso de-
creto, l’udienza di comparizione delle parti davanti a se’ entro un termine non superiore a quindici giorni
assegnando all’istante un termine perentorio non superiore a otto giorni per la notificazione del ricorso
e del decreto. En esta audiencia, el tribunal, mediante auto, confirmar, modificar o retirar las medidas
adoptadas por decreto. A tale udienza il giudice, con ordinanza, conferma, modifica o revoca i provvedi-
menti emanati con decreto.
En caso de que la notificación debe realizarse en el extranjero, los términos de los cuales se han triplica-
do en el párrafo anterior. Nel caso in cui la notificazione debba effettuarsi all’estero, i termini di cui al
comma precedente sono triplicati.
(62) Artículo 669.- Terdecies. Reclamo contro i provvedimenti cautelari
Contro l’ordinanza con la quale è stato concesso o negato il provvedimento cautelare è ammesso reclamo
nel termine perentorio di quindici giorni dalla pronuncia in udienza ovvero dalla comunicazione o dalla
notificazione se anteriore (...).
109
LUIS ALFARO VALVERDE
b) El modelo alemán
(63) ARIANO DEHO, Eugenia. “La instrumentalizad de la tutela cautelar”. En: Problemas del proceso civil.
Jurista, Lima, 2003, Nota 6, p. 612.
(64) Cfr. GOLDSCHMIDT, James. Derecho Procesal Civil. Traducción de Leonardo Prieto Castro, Editorial
Labor, Barcelona, 1936, pp. 747-770.
(65) Cfr. en la doctrina alemana véanse por ejemplo: BAUR, Studien zum einstweiligen Rechtsschutz,
Tubinga, Mohr, 1967, pássim; SCHILKEN. Die Befriedigungsverfügung, Berlín, Duncker & Humboldt,
1976.
Por su parte Goldschmidt, afirmaba que aparte de las medidas provisionales que tienden asegurar la
ejecución futura (§ 940 ZPO), existen las siguiente formas de protección jurídica: a) Las medidas
provisionales cuyo objetivo es garantizar la paz, mediante regulación de una situación de hecho
provisional, en el caso de una relación jurídica litigiosa y b) Las medidas provisionales a que se refieren
los §§ 861-2 BGB y el 1716 BGB, cuya finalidad en la situación de necesidades primarias, mediante la
condena provisional a prestaciones periódicas (especialmente manutención, rentas alimenticias, sueldo) o
por una sola vez (por ej., gastos de médico, de mudanza, cotas procesales)”. (GOLDSCHMIDT, James.
Ob. cit., pp. 747-748).
110
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(66) Sobre la diferencia entre las medidas provisorias conservativas y las innovativas, autorizada doctrina ha
sostenido que “pueden apreciarse atendiendo al modo en que tales medidas consiguen el aseguramiento
de la futura efectividad de la tutela que recaiga en la sentencia estimatoria de la pretensión. Las medidas
conservativas ‘conservan’ la situación que exista al tiempo de interponer la solicitud de la medida
cautelar, de cara a evitar que una posible modificación de tal situación –bien durante la tramitación del
proceso, o bien por actos y conductas de la parte demandada– signifique que la resolución que se dicte
en su día no puede desplegar eficazmente sus efectos. Las medidas provisorias innovativas, en cambio,
proceden a asegurar esa efectividad de la sentencia mediante una modificación de la situación existente
durante la tramitación del proceso. En ocasiones, la simple conservación de la situación que sirve de
base a un litigio puede no ser suficiente para que, finalmente, la resolución judicial llegue a ser efectiva.
En estos casos, lo que se requiere precisamente es un cambio en esa situación para conseguir que la
tutela finalmente estimada sea efectiva, lo cual se consigue, por ejemplo, anticipando determinados
efectos de la sentencia para conseguir así garantizar eficazmente que tal resolución llegue a desplegar
todos sus efectos de manera plena y completa (satisfacción o reglamentación de una situación)”(PÉREZ
RAGONE, Álvaro y ORTIZ PRADILLO, Juan. Código Procesal Civil (ZPO), Konrad Adenauer
Stiftung, Berlín, 2006, p. 142).
(67) Artículo 103 de la Constitución alemana: “Derechos fundamentales ante el Tribunal: 1) Ante el Tribunal
todos tienen derecho a ser oídos. 2) Un derecho solo puede ser penado si la penalidad estaba legalmente
determinada con anterioridad a que el hecho haya sido perpetrado. 3) Nadie puede ser penado varias
veces con fundamento en las leyes penales generales por el mismo hecho”.
(68) En la doctrina alemana, se ha afirma que el derecho a la audiencia consiste en que “las partes se les
otorgue la oportunidad de expresarse en cuanto a la materia del proceso (es decir, que puedan tomar
posición frente a todos los escritos, documentos, audiencias y actas labradas) para poder tomar influencia
sobre el proceso, y que por su parte, el tribunal tome como fundamento para sus decisiones solo
estas cuestiones de hecho, sobre las cuales las partes se pudieron manifestar. Es decir, el tribunal está
obligado a tomar conocimiento de todo lo aportado al proceso, a ponderarlo y a trabajar sobre todas
las presentaciones relevantes para fundamento de la sentencia. (PÉREZ RAGONE, Álvaro y ORTIZ
PRADILLO, Juan. Ob. cit., pp. 91-92).
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LUIS ALFARO VALVERDE
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EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(71) PÉREZ RAGONE, Álvaro y ORTIZ PRADILLO, Juan. Código Procesal Civil (ZPO). Konrad Adenauer
Stiftung, Berlín, 2006, p. 146.
(72) PÉREZ RAGONE, Álvaro y ORTIZ PRADILLO, Juan. Ob. cit., p. 146.
(73) “§ 924. Oposición.
1) Contra el auto mediante el cual se ordene el embargo preventivo cabe oposición
2) La parte opositora debe presentar en la oposición los motivos por los que solicita la anulación del
embargo preventivo. El tribunal debe establecer de oficio un término para la vista oral. Si el órgano
judicial que hubiere acordado el embargo fuera un juzgado de primera instancia, la oposición se
presentará por escrito o mediante protocolo ante la oficina del órgano judicial con mención de los
motivos por lo que debe anularse el embargo preventivo”.
(74) ROSENBERG, Leo. Ob. cit., p. 915.
113
LUIS ALFARO VALVERDE
hecho de manera ordinaria con una vista previa de por medio, que gene-
ra un debate oral; y de manera excepcional –sustentada en la urgencia–
sin audiencia previa (inaudita altera pars). No obstante, para este último
caso, se han previsto una serie de instrumentos de defensa en favor de la
parte contraria, que permitan en cierto modo equiparar dicha excepción al
principio de audiencia. Estas son: el “escrito de protección” que permite
anticiparse a este tipo de solicitud provisional y o la “oposición” para re-
batir el auto que otorga dicha medida, la cual genera un debate o procedi-
miento de justificación.
c) El modelo español
(75) Respecto del tratamiento de las medidas cautelares en la nueva LEC 01/2000, véase: Silvia, BARONA
VILAR (con Juan Montero Aroca; Luis Gómez Colomer y Alberto Monton Redondo). El nuevo proceso
civil. Tirant lo Blanch, Valencia, 2000, pp. 757-759.
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EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
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LUIS ALFARO VALVERDE
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EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
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LUIS ALFARO VALVERDE
d) El modelo brasileño
(80) Artículo 740. Causas de oposición. Ofrecimiento de caución sustitutoria.- El que formule oposición
a la medida cautelar podrá esgrimir como causas de aquélla cuantos hechos y razones se opongan a la
procedencia, requisitos, alcance, tipo y demás circunstancias de la medida o medidas efectivamente
acordadas, sin limitación alguna.
También podrá ofrecer caución sustitutoria, con arreglo a lo dispuesto en el capítulo V de este título.
118
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(81) Sobre la tutela cautelar en el Derecho brasileño, véase, por ejemplo: ARMELIN, Donaldo. “A tutela
jurisdicional cautelar”. En: Revista da procuradoria geral do estado de São Paulo. São Paulo, 1985;
BAUR, Fritz. Tutela jurídica mediante medidas cautelares. Fabris. Porto Alegre, 1985; CÁRPENA,
Márcio, Louzada. Do processo cautelar moderno. Editora Forense, 2ª. Edição, Rio de Janeiro,
2004; MARINONI, Luiz Guilherme. A antecipação da tutela. 3 ed. São Paulo: Malheiros, 1996.
(82) LOUZADA CÁRPENA, Márcio. La tutela cautelar en el Derecho Procesal Civil brasileño. Jus
Navigandi, disponible en: <http://jus.uol.com.br/revista/texto/5774>, versión pdf, p. 1.
(83) Artículo 802 - O requerido será citado, qualquer que seja o procedimento cautelar, para, no prazo de 5
(cinco) dias, contestar o pedido, indicando as provas que pretende produzir.
(84) El establecimiento legislativo de presunciones legales que le reconocen la veracidad de los hechos
expuestos por el actor, en el Código Procesal Civil brasileño, se verifica también en otros supuestos,
como por ejemplo cuando no se contesta la demanda en el procedimiento ordinario (art. 285) y en el caso
de la declaración de rebeldía del demandado (art. 319).
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EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
(86) ORTELLS RAMOS, Manuel. Derecho Jurisdiccional. Tomo II, proceso civil, 7ª edición, Tirant lo
Blanch, p. 644.
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(87) ORTELLS RAMOS, Manuel. Las medidas cautelares en la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil.
Disponible en: <https://www.rexurga.es/pdf/COL163.pdf>, p. 31.
124
EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
IX. CONCLUSIONES
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LUIS ALFARO VALVERDE
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EL CONTRADICTORIO EN LA TUTELA CAUTELAR
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La razonabilidad como nuevo
presupuesto de la medida cautelar
I. INTRODUCCIÓN
(*) Fiscal Provincial de Familia del Callao. Magíster en Derecho Civil y Comercial. Egresado de la Maes-
tria en Derecho Procesal por la Universidad San Martín de Porres.
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LA RAZONABILIDAD COMO NUEVO PRESUPUESTO DE LA MEDIDA CAUTELAR
(2) MONROY PALACIOS, Juan José. Bases para la formación de una teoría cautelar. Chavín, Comunidad,
Lima 2002, p. 125.
(3) PRIORI POSADA, Giovanni. La tutela cautelar: su configuración como derecho fundamental. Ara
Editores, Lima 2006, p. 34.
(4) BACRE, Aldo. Medidas Cautelares: doctrina y jurisprudencia. La Rocca, Buenos Aires, 2005, p. 53.
(5) PRIORI POSADA, Giovanni. Ob. cit., p. 36.
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(6) “Cabe mencionar que el juez deberá verificar de un lado, el plano procesal (presupuestos y condiciones
de la acción), y otro de mérito, esto es, el fondo mismo de la discusión, la posibilidad de conceder o no el
pedido cautelar” (Juan José Monroy Palacios).
(7) PODETTI, J. Ramiro. Tratado de las medidas cautelares. Tomo IV, Ediar, Buenos Aires, 1956, p. 54.
(8) BARONA VILAR, Silvia. Derecho Jurisdiccional II: proceso civil. Tirant lo Blanch, Valencia 2008,
p. 680.
(9) PODETTI, J. Ramiro. Ob. cit., pp. 55-56.
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LA RAZONABILIDAD COMO NUEVO PRESUPUESTO DE LA MEDIDA CAUTELAR
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ERICK VERAMENDI FLORES
(14) “La tutela anticipatoria es satisfactiva del derecho material, permitiendo su realización –y no su
seguridad– mediante una cognición sumaria o de verosimilitud. Como se origina mediante la
verosimilitud, no se encuentra protegida con la inmutabilidad inherente a la cosa juzgada material. Por
eso, la tutela anticipatorio se confunde con la tutela cautelar en su carácter provisorio; sin embargo, el
carácter provisorio sirve para, como máximo, para caracterizar la decisión que concede la tutela durante
el proceso, jamás la tutela en sí” (Luiz Guilherme Marinoni).
(15) MONROY PALACIOS, Juan José. “Criterios para la identificación de las distintas formas de tutela
procesal civil”. En: Diplomado en Derecho Procesal Civil Avanzado. AMAG, Lima 2012, p. 47 y ss.
(16) GUILHERME MARINONI, Luiz. Tutelas urgentes y tutelas preventivas. Comunitas, Lima, 2010, p. 22.
(17) PRIORI POSADA, Giovanni. Ob. cit., p. 37.
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LA RAZONABILIDAD COMO NUEVO PRESUPUESTO DE LA MEDIDA CAUTELAR
(18) MONROY PALACIOS, Juan José. Ob. cit., p. 176. Adolfo Rivas, afirma que en el caso de las medidas
cautelares de anotación de demanda, el peligro en la demora se configura por la duración del pleito, con
la posibilidad de enajenación del bien y negociación del bien (RIVAS, Adolfo. Las medidas cautelares
en el proceso civil peruano. Editorial Rodhas, Lima 2000, p. 172).
(19) La amenaza de la ineficacia del proceso (peligro en la demora) hace que el trámite del proceso se
estructure de una forma sumaria, restringiendo el derecho de contradicción del afectado hasta un
momento posterior de la decisión cautelar.
(20) HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Ob. cit., p. 42.
(21) PRIORI POSADA, Giovanni. Ob. cit., p. 38.
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ERICK VERAMENDI FLORES
(22) “Las medidas cautelares no coincidentes son aquellas que aseguran la efectividad de la pretensión sin
que los efectos prácticos sean los mismos que los solicitados en la demanda. Las medidas cautelares
coincidentes son aquellas que implican, parcial o totalmente, una actuación material similar a la que
ocurriría si se declarase fundada la demanda” (Monroy Palacios). Para otros las medidas coincidentes
son las llamadas tutelas anticipadas (Marinoni).
(23) RIVAS, Adolfo. Las medidas cautelares: en el procesal civil peruano. Rodhas, Trujillo, 2000, p. 208.
(24) KIELMMANOVICK, Jorge. Ob. cit., p. 53.
(25) Ídem.
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LA RAZONABILIDAD COMO NUEVO PRESUPUESTO DE LA MEDIDA CAUTELAR
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ERICK VERAMENDI FLORES
(29) “(...) La indeterminación normativa se presenta cada vez que una disposición jurídica no hace explícito
de manera exhaustiva el conjunto de sus significados normativos, y por consiguiente, impide al
intérprete conocer a priori –o sea, antes de una fundamentación, tras la simple lectura del texto jurídico–
si una o varias normas pueden ser consideradas como normas estatuidas por la disposición. Dicho en
sentido contrario, una disposición jurídica está determinada o exenta de indeterminación, cuando hace
explícito plenamente el conjunto de sus significados normativos y, como consecuencia, hace posible
conocer a priori, cuáles son las normas que estatuye” (BERNAL PULIDO, Carlos. El principio de
proporcionalidad y los derechos fundamentales. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales,
Madrid, 2007, pp. 103-104).
(30) MARTÍNEZ TAPIA citado por David Giménez Gluck. Juicio de Igualdad y Tribunal Constitucional.
Bosch, Barcelona, 2004, pp. 55-56. Asimismo, Giménez citando a Carrasco Perrera refiere que el juicio
de razonabilidad es un juicio complejo donde se mezclan decisiones de valor y ciertas apreciaciones de
carácter político.
(31) Un ejemplo típico en el Derecho es el formulado por Recasens Siches. Explica el caso del campesino
polaco que acude en compañía de su oso al ferrocarril, lugar donde existía un letrero que decía
“prohibido pasar al andén con perros”. La interpretación estrictamente lógica y racional habría sido que,
al no estar comprendidos los osos en la categoría de perros, el empleado del ferrocarril debería haber
dejado pasar al campesino al andén con su oso. Sin embargo, obviamente la decisión que adoptó el
empleado de los ferrocarriles fue la de prohibirle el paso, decisión que no era estrictamente racional sino
la razonable que, en su lugar, habría tomado cualquier persona con sentido común.
(32) CHAMORRO BERNAL, Francisco. La tutela judicial efectiva. Bosch, Barcelona, 1994, pp. 257-259.
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LA RAZONABILIDAD COMO NUEVO PRESUPUESTO DE LA MEDIDA CAUTELAR
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LA RAZONABILIDAD COMO NUEVO PRESUPUESTO DE LA MEDIDA CAUTELAR
proporcional al fin que busca, del mismo modo que es proporcional a los
medios empleados para demostrar las premisas que provocan la conse-
cuencia. La razonabilidad debe ser no solo formal, sino material(39). Tam-
bién el profesor Augusto M. Morello, refiriéndose al principio de razo-
nabilidad señala que: “(…) Los límites están presentes para impedir lo
arbitrario, la demasía en lo discrecional, la ruptura del equilibrio, o el
abuso. Son criterios de razón. Sin su presencia y prudente equilibrio se
resiente y recompensa el conjunto y se traba la marcha y el acceso a los
fines. No deja de ser beneficioso reparar ello”(40).
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LA RAZONABILIDAD COMO NUEVO PRESUPUESTO DE LA MEDIDA CAUTELAR
(44) PICÓ I JUNOY, Joan. Las garantías constitucionales del proceso. Bosch, Barcelona, 1997, p. 73.
(45) BARONA VILAR, Silvia. El proceso cautelar. Ob. cit., p. 679.
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(46) BERNAL PULIDO, Carlos. En: ALEINIKOFF, Alexander. El Derecho Constitucional en la era de la
ponderación. Palestra Editores, Lima, 2010, pp. 9-11.
(47) RAMOS ROMEU, Francisco. Ob. cit., p. 470.
(48) ORTELLS RAMOS, Manuel. Las medidas cautelares. La Ley, Madrid, 2000, p. 175.
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LA RAZONABILIDAD COMO NUEVO PRESUPUESTO DE LA MEDIDA CAUTELAR
Cabe resaltar que de la redacción del numeral 3) del artículo 611 del
Código Procesal Civil, otorga ciertas facultades al juez en el momento de
la decisión cautelar, atenuando el principio dispositivo que rige la medida
cautelar. A este poder, el profesor Juan José Monroy Palacios lo denomi-
na Poder General de Cautela, según el cual el juez puede dictar medidas
cautelares frente a diversos casos que se puedan presentar en la realidad,
además de adecuar a la que mejor corresponda. Por ejemplo, en el su-
puesto de un padre que tiene en la realidad a su hijo, y dentro de una pre-
tensión de tenencia, formula una medida cautelar de no innovar, el juez
podrá adecuarla a una medida cautelar de tenencia provisional, por ser la
más adecuada. Aquel principio se encuentra limitada por el Principio de
Mínima Injerencia. Por eso, nosotros consideramos que dicho presupues-
to se encuentran íntimamente vinculada a la garantía de motivación de
resolución judicial, de no ser así se presentaran problemas como los pro-
puestos a continuación.
(49) ARIANO DEHO, Eugenia. Problemas del proceso civil. Jurista Editores, Lima, 2003, p. 693.
(50) Publicada en el diario oficial El Peruano el 30/11/2006.
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“15. Al respecto este Colegiado considera que los actos y/o dis-
posiciones dictadas tanto por entidades públicas, privadas y
particulares, así como por autoridades judiciales, no pueden
circunscribirse a una mera aplicación mecánica de las nor-
mas, sino que en ellos debe efectuarse una apreciación razo-
nable de los hechos en cada caso concreto, tomando en cuen-
ta las particulares circunstancias que lo rodean. El resultado
de esta valoración y evaluación llevará pues a adoptar una
decisión razonable, proporcional y no arbitraria, compatible
con la llamada dimensión sustantiva del debido proceso.
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LA RAZONABILIDAD COMO NUEVO PRESUPUESTO DE LA MEDIDA CAUTELAR
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(54) MONROY PALACIOS, Juan José. Bases para la formación de una Teoría Cautelar. Ob. cit., pp. 168-169.
(55) Ibídem, p. 202.
(56) ARAZI, Roland. Medidas cautelares. Astrea, Buenos Aires, 2007, p. 7.
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LA RAZONABILIDAD COMO NUEVO PRESUPUESTO DE LA MEDIDA CAUTELAR
VIII. CONCLUSIONES
153
ERICK VERAMENDI FLORES
154
Las medidas cautelares en el proceso
contencioso-administrativo
La problemática de su (in)ejecución
por la Administración
I. INTRODUCCIÓN
(*) Abogado. Egresado de maestría en la mención de Derecho Procesal por la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos y con estudios de maestría de Derecho Civil y Comercial por la misma casa de estudios.
Fiscal Adjunto Superior de la Tercera Fiscalía Superior Civil de Lima. Ex Juez Suplente del Quinto Juz-
gado Transitorio Especializado en lo Contencioso-Administrativo de Lima.
(1) El último de ellos, a través de la Ley N° 29384, publicada el 28 de junio de 2009, que modificaron
los artículos 608, 611, 613 y 637 del Código Procesal Civil. Asimismo, el 28 de junio de 2008, a tra-
vés del Decreto Legislativo N° 1067, ya se había reformado el artículo 36 originario de la Ley
N° 27584, que regulaba los requisitos para la concesión de las medidas cautelares en el proceso
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SAÚL AMPUERO GODO
contencioso-administrativo. Todo ello sin contar la Ley N° 28531, y antes la Ley N° 27709, que abordaron
aspectos de vías procedimentales y competencia; además de la injerencia en su contenido que provocó el
Tribunal Constitucional a partir de la Sentencia del Caso “Anicama” (STC Exp. N° 1417-2005-AA/TC).
(2) Ver artículo 37 originario de la Ley N° 27584, que con igual redacción pasó a ser el artículo 40 del TUO
de la Ley N° 27584.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
(3) Esta última incorporada con la modificatoria del Decreto Legislativo N° 1067, publicado el 28 de junio
de 2008.
(4) Artículo 9.- Presunción de validez
Todo acto administrativo se considera válido en tanto su pretendida nulidad no sea declarada por autori-
dad administrativa o jurisdiccional, según corresponda.
(5) Artículo 192 de la Ley N° 27444.- Ejecutoriedad del acto administrativo
Los actos administrativos tendrán carácter ejecutario, salvo disposición legal expresa en contrario, man-
dato judicial o que estén sujetos a condición o plazo conforme a ley.
(6) Hoy convertido en el Tercer Juzgado Transitorio Contencioso-Administrativo de Lima.
(7) El nombre ha sido cambiado adrede. El expediente judicial materia de análisis es el N° 13006-07.
157
SAÚL AMPUERO GODO
y lanzar algunas ideas para la mejora del mismo por parte de los operado-
res jurídicos.
• Peligro en la demora.
• Adecuación de la medida.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
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(11) El Decreto Legislativo N° 1067 modifica los artículos 6, 7, 8, 9, 14, 16, 17, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 30,
32, 34, 36 y 38 de la Ley N° 27584.
(12) Se hacen adiciones al texto de los artículos 5, 6, 24, 38, así como dos Disposiciones Complementarias.
(13) Si bien este artículo normaba sobre la pretensión indemnizatoria, la condena de esta a ser utilizada como
pretensión principal, y no como accesoria de una nulidad de acto administrativo, por ejemplo, la constre-
ñía a su inviabilidad e inutilidad, cuando su planteamiento requería de la precedente declaración judicial
de nulidad de determinado acto administrativo, que debía ocurrir en un proceso previo.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
3. Ley N° 29384 (modifica los arts. 608, 611, 613 y 637 del CPC)
163
SAÚL AMPUERO GODO
164
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
Un primer apunte hasta aquí. Dándose cuenta del error de técnica le-
gislativa al momento de elaborarse la reforma del artículo 36, que con-
fundía la evaluación del humo de derecho, con la trascendencia o impac-
to de la decisión cautelar a los intereses en juego, el año 2009, el Pleno
Jurisdiccional Regional Contencioso-Administrativo (Lima, 2009)(17)
abordó el tema, y llegó a la conclusión que la examinación de la ponde-
ración debía hacerse a posteriori de los requisitos de apariencia de buen
derecho, peligro en la demora y adecuación de la medida, posición que
compartimos.
Debe quedar claro entonces que lo verosímil está vinculado con una
certeza relativa o probabilidad, o simplemente humo u olor de buen dere-
cho, o de que la decisión del principal será estimatoria; pero, bajo ningún
punto de vista, el rechazo por falta de verosimilitud puede guarecerse en
el impacto que a tal o cual interés puede ocasionar la medida cautelar, lo
que es ajeno a todo juicio cognitivo de urgencia.
165
SAÚL AMPUERO GODO
166
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
Acerca del interés público, por ejemplo Comadira(19) nos dice: “no es
el interés propio de la Administración sino los intereses generales de la
comunidad a la cual la Administración sirve, por lo que exigir su valo-
ración no supone afirmar (...) la primacía del interés público superior al
de la propia legalidad del accionar administrativo”. Por otro lado, Her-
nández Corchete(20) afirma: “Si la actuación administrativa es antijurídi-
ca, el juez debe olvidarse de la ponderación de intereses y fijarse directa
y exclusivamente si concurren el periculum in mora y el fumus boni iuris
(...)”.
(19) Citado por CASSAGNE, Ezequiel: “Las medidas cautelares contra la Administración”. En: Tratado de
Derecho Procesal Administrativo. Juan Carlos Cassagne y otros, La Ley, Buenos Aires, 2007, Tomo II,
p. 277.
(20) Ídem.
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SAÚL AMPUERO GODO
Del texto citado, las frases subrayadas son las que deben merecer
nuestra especial atención, y sobre ello abundaremos más adelante.
(21) GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo. La batalla por las medidas cautelares. Derecho Comunitario Euro-
peo y Proceso Contencioso-Administrativo Español. Civitas, 1ª edición, Madrid, 1992, p. 174.
(22) BALBÍN, Carlos Francisco. Curso de Derecho Administrativo. Vol. II, 1ª edición, La Ley, Buenos Aires,
2008, p. 772.
168
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
Esta figura resulta útil, por ejemplo, para contrarrestar las medidas
cautelares malévolas o chicaneras, porque permite al juez corregirse, con
un nuevo examen de piezas o argumentos que le alcanza el emplazado;
además, hace posible a la parte gravada con ellas, no sujetarse al resulta-
do de una apelación que antes era la única vía recursiva que tenía, y que
(23) VÉSCOVI, Enrique. Los recursos judiciales y demás medios impugnativos en Iberoamérica. Depalma,
Buenos Aires, 1988, pp. 446 y 447.
(24) Se asume que debe ofrecer medios probatorios de actuación inmediata en su recurso de oposición
cautelar.
169
SAÚL AMPUERO GODO
tardaba varios meses en resolverse. Ello, sin dejar de señalar que tam-
bién se estilaba apelar al mecanismo de la variación de la medida cautelar
previsto por el artículo 617 del Código Procesal Civil, para restringir sus
efectos, aunque, propiamente ello no cerraba el tema cautelar, al no desa-
parecer la medida, sino que simplemente la modificaba en su contenido,
su forma o bienes afectados, o cambiaba al órgano de auxilio judicial.
Por otro lado, esta figura de la oposición acerca cada vez más a sede
de derecho nacional, la denominada bilateralización de las medidas cau-
telares que, si bien no la tenemos aún positivizada, sí lo está, por ejem-
plo, en España, en el artículo 733, inciso 1 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil Española 1/2000, donde como regla general se ha previsto que “el
tribunal proveerá a la petición de medidas cautelares previa audiencia del
demandado”.
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Petitorio Cautelar
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(27) Cabe señalar que el principio de tutela judicial efectiva se integra –por las particularidades propias del
Derecho Administrativo que obliga, como regla, a recorrer el espinel administrativo previo a ocurrir a
sede judicial– con el de tutela administrativa efectiva, exigiendo que la protección cautelar opere eficaz-
mente también en esta sede, como único modo de asegurar la preservación del derecho ante actos que
avancen ilegítimamente sobre aquel. Cfr. CASSAGNE Juan Carlos. Amparo, medidas cautelares y otros
procesos urgentes en la justicia administrativa. Abeledo-Perrot, Bs As., p. 355.
(28) CASSAGNE Ezequiel. Las medidas cautelares contra la Administración. Tratado de Derecho Procesal.
Volumen II, dirigida por Juan Carlos Cassagne , La Ley , Bs. As., p. 261.
(29) GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo. Ob. cit., p. 187.
174
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
De otro lado, puede apreciarse que hace bien el juzgado en hacer res-
petar la eficacia de su medida una vez notificada la medida cautelar; se
trata pues, a partir de este caso, de dejar muy en claro que la Administra-
ción es la que debe estar sometida al Poder Judicial y no al revés, pues
ello afecta el derecho de rango constitucional y el propio artículo de la
Ley Orgánica del Poder Judicial.
IX. CONCLUSIONES
(30) PRIORI POSADA , Giovanni. Comentarios a la Ley del Proceso Contencioso-Administrativo. Ara Edi-
tores, Lima, 2006, p. 201.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
177
SAÚL AMPUERO GODO
12. Cualquier intríngulis que se le genere al juez, para sopesar los in-
tereses en disputa, no debe estar ajeno al faro proteccionista que
ha lanzado el Tribunal Constitucional en defensa de la tutela cau-
telar (STC Exp. N° 6356-2006-PA/TC, del 7 de mayo de 2009,
f. j. 9), ni, asimismo, estar alejado de la posición preeminente que
la doctrina asigna a la defensa de la tutela judicial cautelar, como
un derecho satélite o filial de la tutela judicial efectiva.
178
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
14. Una demora en la atención de una medida cautelar por casi seis
meses no resulta razonable ni admisible desde el punto de res-
peto del principio del debido proceso y tutela judicial efectiva,
en la vertiente del derecho del justiciable a obtener una resolu-
ción cautelar en debida forma y, siendo esta concedida, a que la
misma sea plenamente ejecutada; máxime cuando el fundamento
de la garantía jurisdiccional cautelar “está vinculado a una situa-
ción de urgencia que requiere de solución inmediata a los efec-
tos de resguardar los derechos de los particulares frente a la lenti-
tud del proceso judicial”. Al respecto viene a cuento, también, el
principio general de Derecho invocado por el Tribunal Supremo
español en un auto de su Sala 3ª, del 20 de diciembre de 1990, en
el sentido de que “la necesidad del proceso para obtener razón no
debe convertirse en un daño para el que tiene la razón”, el que ha
sido el punto de partida de un reenfoque a favor de la tutela cau-
telar presta en dicho país desde hace dos décadas.
179
Caución y tutela cautelar contra
la Administración Tributaria
Apuntes críticos sobre el nuevo artículo
159 del Código Tributario
I. PREMISA
(*) Maestrista con énfasis en Derecho Procesal Civil en el Programa de Posgrado de la Universidade
Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS). Profesor de la Especialización (Posgrado lato sensu) en Dere-
cho Procesal Civil en la UFRGS para el año 2013. Becario del CNPq. Abogado por la Universidad de
Lima.
(**) Este artículo nació a partir de algunas reflexiones y diálogos que tuvieron lugar en mi blog personal
(www.afojascero.wordpress.com). Sirvan estas líneas para definir mi posición actual. Aprovecho para
agradecer a los profesores y amigos Juan José Monroy Palacios y Eugenia Ariano Deho por las conversa-
ciones que tuvimos sobre el tema. Muchas de sus ideas, en gran medida, dieron forma a las mías.
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RENZO CAVANI
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CAUCIÓN Y TUTELA CAUTELAR CONTRA LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
(1) Un desarrollo sobre el contradictorio, con amplia bibliografía, puede consultarse en un artículo mío pu-
blicado recientemente: “Combatiendo las ‘nulidades-sorpresa’: el derecho fundamental del contradicto-
rio en la perspectiva de la nulidad procesal”. En: Gaceta Constitucional. N° 58, Gaceta Jurídica, Lima,
octubre de 2012, pp. 288-296.
(2) MITIDIERO, Daniel. Antecipação da tutela. Da tutela cautelar à técnica antecipatória. Revista dos
Tribunais, São Paulo, 2012, p. 120.
(3) Código Procesal Civil.
Artículo 637. Trámite de la medida.
La solicitud cautelar es concedida o rechazada sin conocimiento de la parte afectada en atención a los
fundamentos y prueba de la solicitud. (…).
183
RENZO CAVANI
184
CAUCIÓN Y TUTELA CAUTELAR CONTRA LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
favor de una empresa que le debe millones al Estado, que aquella conce-
dida a favor de una persona natural que busca demostrar que él no debe
los mil soles que la AT determinó? A priori, ambos casos encierran situa-
ciones distintas teniendo en cuenta la posición económica de ambos con-
tribuyentes. Ahora imagínese que el segundo de aquellos contribuyentes
recibe un salario modesto y que la deuda es materia de ejecución inmi-
nente por la AT. En este caso la urgencia inherente al derecho del deman-
dante determina, evidentemente, no solo la propia concesión de la tutela
cautelar, sino también que esta deba ser efectivizada con la mayor preste-
za posible. De ahí que sea legítimo el uso de la técnica del contradicto-
rio diferido, es decir, conceder tutela cautelar y postergar el conocimien-
to de la AT y la posibilidad de que ella participe en la discusión para un
momento posterior a la resolución cautelar.
(4) Sobre el tema, ampliamente: MARINONI, Luiz Guilherme. Técnica processual e tutela dos direitos.
Revista dos Tribunais, São Paulo, 2004, p. 145 y ss.; MARINONI, Luiz Guilherme. Curso de processo
civil. Vol. 1. Teoria geral do processo, 5ª ed. revisada y actualizada, Revista dos Tribunais, São Paulo,
2011, p. 246 y ss.; MITIDIERO, Daniel. Antecipação da tutela. Ob. cit., pp. 54-65; SARLET, Ingo
Wolfgang; MARINONI, Luiz Guilherme y MITIDIERO, Daniel. Curso de direito constitucional.
Revista dos Tribunais, São Paulo, 2012, pp. 627-639.
185
RENZO CAVANI
(5) Sobre el tema, ofreciendo interesantes criterios al respecto, cfr. ÁVILA, Humberto. Teoria dos princí-
pios. Da definição à aplicação dos princípios jurídicos. 13ª ed. revisada y ampliada, Malheiros, São
Paulo, 2012, pp. 120-128.
(6) En importante medida ella se encuentra en MITIDIERO, Daniel. “Tendências em matéria de tutela su-
mária: da tutela cautelar à técnica antecipatória”. En: Revista de processo. Nº 197, Revista dos Tribunais,
São Paulo, 2011, pp. 27-65 (tiene traducción al castellano: “Tendencias en materia de tutela sumaria: de
la tutela cautelar a la técnica anticipatoria”. Trad. Renzo Cavani. En: Revista Jurídica del Perú. Nº 127.
Normas Legales, Lima, setiembre 2011, pp. 161-187) y, sobre todo, MITIDIERO, Daniel. Antecipação
da tutela. Ob. cit., pp. 54-60, 111-115. Dicha concepción tiene su raíz, principalmente, en la determinan-
te contribución de Ovídio Baptista da Silva, quien identificó correctamente la función de la tutela caute-
lar como simple aseguración, la cual no puede confundirse –como lo hacía Calamandrei– con la tutela
satisfactiva del derecho reclamado. Esta idea era anunciada desde los primeros trabajos del desaparecido
profesor gaúcho: cfr. BAPTISTA DA SILVA, Ovídio. As ações cautelares e o novo processo civil. 2ª ed.,
Forense, Río de Janeiro, 1974, p. 17 y ss.; BAPTISTA DA SILVA, Ovídio. Doutrina e prática do arresto
ou embargo. 1ª ed., Forense, Río de Janeiro, 1976, p. 82; BAPTISTA DA SILVA, Ovídio. A ação cau-
telar inominada no direito brasileiro. 3ª ed., Forense, Río de Janeiro, 1991, p. 16 y ss.; BAPTISTA DA
SILVA, Ovídio. Curso de processo civil, vol. III. Processo cautelar (tutela de urgência). 1ª ed., Sergio
Antonio Fabris Editor, Porto Alegre, 1993, p. 9 y ss.). La explicación radica, básicamente, en que Cala-
mandrei veía en la provisoriedad el único rasgo distintivo de los proveimientos cautelares frente a los de
cognición y de ejecución (criterio estructural), mientras que Ovídio, apartándose de dicha tesis, veía la
función de dichos proveimientos, es decir, para qué sirven (criterio funcional). Para una explicación más
amplia y satisfactoria, cfr. MITIDIERO, Daniel. Antecipação da tutela. Ob. cit., p. 18 y ss.
(7) Me refiero, claro está, a su famosísimo libro Introduzione allo studio sistematico dei provvedimenti
cautelari. Cedam, Padua, 1936, el cual influenció de forma de determinante (y hasta ahora lo sigue
haciendo) la doctrina italiana y, sobre todo, la doctrina latinoamericana. Un análisis del desarrollo de
la teoría de Calamandrei en la doctrina puede consultarse en Mitidiero, Daniel. Antecipação da tutela.
Ob. cit., p. 21 y ss.
186
CAUCIÓN Y TUTELA CAUTELAR CONTRA LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
(8) Como bien resalta Ovídio Baptista da Silva (Curso de processo civil, vol. III. Processo cautelar (tutela
de urgência), 3ª ed. revisada, actualizada y ampliada. São Paulo: Revista dos Tribunais, 2000, p. 244), “el
derecho caucional va mucho más allá del derecho procesal. Existen cauciones en el derecho material,
tanto privado, negocial, como en el dominio del derecho público. Son las cauciones negociales y las de-
nominadas cauciones legales, de las que ahora trataremos solamente para contrastarlas con las cauciones
judiciales, en cuyo seno se insertan las cautelares” (las cursivas son del original).
(9) MARINONI, Luiz Guilherme y ARENHART, Sérgio Cruz. Curso de processo civil, vol. 3. Processo
cautelar. 2ª ed. revisada y actualizada, Revista dos Tribunais, São Paulo, 2010, p. 130. Dice Vincenzo
De Petris (Voz: Cauzione, c) Diritto processuale civile. En: Enciclopedia del diritto, VI, Giuffrè, Milán,
1960, p. 657) que la “caución garantizaría un crédito futuro y eventual y por tanto con carácter doble-
mente instrumental e hipotético”. La referencia a la instrumentalidad hipotética proviene, naturalmente,
de la doctrina de Calamandrei, quien entiende la caución como una especie de provvedimenti cautelari
porque “funciona como aseguración preventiva del eventual derecho al resarcimiento del daño, que
podrá surgir, si en el juicio definitivo la medida provisoria fuese revocada, a favor de aquel contra el que
ella fue expedida”. Cfr. CALAMANDREI, Piero. Ob. cit., p. 45.
(10) MONROY PALACIOS, Juan José. “Una interpretación errónea: ‘a mayor verosimilitud, menor caución
y viceversa’. Apuntes críticos sobre los presupuestos de otorgamiento y de ejecución de la medida caute-
lar”. En: Revista Peruana de Derecho Procesal. VIII, Communitas, Lima, 2005.
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CAUCIÓN Y TUTELA CAUTELAR CONTRA LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
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RENZO CAVANI
grave. ¿Por qué? Por la simple razón que una caución suficiente y ade-
cuada es precisamente lo que habilita al juez a perjudicar legítimamen-
te al demandado con la medida cautelar. Esta garantía, por regla gene-
ral, tiene que estar adecuadamente configurada para que después y solo
después (salvo una hipótesis de extrema urgencia, como se señaló) la
medida surta efectos, genere daños y que estos, en caso de que la me-
dida haya sido injustamente concedida, sean resarcidos adecuadamente.
En mi opinión, ninguna medida cautelar debe ser ejecutada (insisto: por
regla general) si es que el resarcimiento por los daños no se encuentra
lo suficientemente garantizado. Así como es justo que ante la necesidad
de aseguración del derecho material el demandante pueda obtener tute-
la cautelar, también lo es que los daños provenientes e inherentes a dicha
tutela estén adecuadamente garantizados.
A primera vista sería muy fácil deducir que sin la contracautela per-
sonal o real (o sea, una fianza o una garantía real) no es posible otorgar
o conceder tutela cautelar. Quizá ello baste para concluir que la caución
dejó de ser un requisito de ejecución para ser un auténtico requisito de
otorgamiento de la medida cautelar.
190
CAUCIÓN Y TUTELA CAUTELAR CONTRA LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
Y ahora el inciso 3:
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RENZO CAVANI
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CAUCIÓN Y TUTELA CAUTELAR CONTRA LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
limitar a los jueces con el tema de la caución para asegurar que el contri-
buyente no se le escape.
193
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Hasta ahora, salvo mejor opinión, no hay nada que permita enten-
der que el monto de la caución equivale al monto discutido en el proceso
principal, cosa que, como ya sostuve, sería muy grave.
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CAUCIÓN Y TUTELA CAUTELAR CONTRA LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
(15) Ídem.
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RENZO CAVANI
Como puede verse, este artículo habla de dos cosas muy concretas:
i) el ejercicio de la facultad perteneciente a la AT de solicitar la varia-
ción del monto de la caución que se encuentre vigente en ese momento; y
ii) que el juez le exija al contribuyente el aumento del monto de la cau-
ción de acuerdo a lo indicado por la AT. Aquí es evidente que el legisla-
dor está preocupado con el aumento de los intereses de la deuda tributaria
y con el hecho que el monto de la caución haya perdido su función de ga-
rantizar los daños por una eventual medida injusta. Está dentro de la po-
testad del juez considerar que la caución, con el paso del tiempo, devino
en insuficiente. Y, por supuesto, es natural que este hecho sea denunciado
por la AT, la cual está interesada en cobrar la deuda o, en todo caso, cu-
brir los daños que puedan generarse a través de una caución más robusta.
Esta, inclusive, es una conducta absolutamente normal en cualquier afec-
tado con una medida cautelar.
No obstante, al igual del hecho que no existe norma alguna que obli-
gue al juez a pedir como monto de la caución el mismo que constituye la
deuda tributaria cuestionada, de igual manera no veo ninguna norma que
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CAUCIÓN Y TUTELA CAUTELAR CONTRA LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
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CAUCIÓN Y TUTELA CAUTELAR CONTRA LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
(16) Aunque Ovídio Baptista da Silva (Curso de processo civil. Vol. III, 5ª ed. Ob. cit., p. 244) habla de
“cauciones satisfactivas”, deja bien claro lo siguiente: “cuando aludimos a cauciones satisfactivas, no
se debe imaginar que estemos hablando de alguna especie de caución capaz de realizar (satisfacer) el
derecho al que ella apenas da seguridad. En otras palabras, la caución siempre será preventiva del daño,
nunca realizadora del derecho que ella protege. Debemos, por tanto, tener un cuidado redoblado con
el sentido del vocablo ‘satisfactivo’ cuando aludimos a ‘cauciones satisfactivas’. Caucionar es asegurar,
garantizar la realización futura del derecho, jamás satisfacer el derecho protegido de tal forma”.
(17) Según Luca Malagú (“Tutela cautelar atípica ed esecuzione fiscale”. En: Rivista trimestrale di diritto e
procedura civile. Nº 2, Giuffrè, Milán, junio 1983, pp. 602-603), “en particular, en el campo tributario,
la valoración de la irreparabilidad del perjuicio, de por sí nada fácil para el juez, se encuentra con la
dificultad de establecer el orden de prevalencia de los intereses en conflicto: el de la administración
financiera, ‘créditos que no pueden esperar’ y el del ciudadano que quiere evitar el solve et repete, para
el portador de consecuencias perjudiciales, como la posibilidad de deber cesar, por falta de liquidez
(consecuente al pago del débito) una actividad comercial, empresarial o profesional, o la pérdida de los
medios necesarios de sustento”.
(18) Vale la pena resaltar que la igualdad puede ser entendida como tres especies normativas distintas entre
sí: principio, regla y postulado normativo. Sobre el tema, cfr. ÁVILA, Humberto. Teoria da igualdade
tributária. 2ª ed., Malheiros, São Paulo, 2009, pp. 133-145.
199
RENZO CAVANI
que fue previsto en el nuevo artículo 159 del CT. Se viola abiertamente el
derecho fundamental a la igualdad procesal (igualdad en la legislación) y
el derecho fundamental a la paridad de armas en el proceso(19). Se trata de
una regla inconstitucional.
De ahí que, como fue dicho, la solución que tenía que dar el legis-
lador debió ser la misma que la del inciso 4, in fine, esto es, dejar sin
efecto la cautelar si el contribuyente no adecuó la caución según lo que
ordenó el juez, como sucede en cualquier medida cautelar. En mi opi-
nión, se hace necesario el uso del control difuso por parte de los jueces
contencioso-administrativos.
VIII. CONCLUSIONES
(19) De acuerdo con Ingo Sarlet, Luiz Guilherme Marinoni y Daniel Mitidiero (Curso de direito
constitucional. Ob. cit., pp. 640-641), “el problema de la igualdad en la legislación, por tanto, está en
la utilización de criterios legítimos para la distinción entre personas y situaciones en el proceso. Está
vedada, en otras palabras, la existencia de ‘distinciones arbitrarias’ en la legislación, esto es, realizadas
sin finalidad legítima (‘legitimate purpose’). El derecho a la igualdad procesal –formal y material– es el
soporte del derecho a la paridad de armas en el proceso (Waffengleichheit, parità delle armi, égalité des
armes). El proceso solo puede ser considerado justo si las partes disponen de las mismas oportunidades
y de los mismos medios para participar en él. Vale decir: si disponen de las mismas armas. Se trata
de una exigencia que obviamente se proyecta sobre el legislador y sobre el juez: existe el deber de
estructuración y conducción del proceso de acuerdo con el derecho a la igualdad y a la paridad de armas.
Como fácilmente se percibe, la igualdad y la paridad de armas en ella implicada, constituye presupuestos
para la efectiva participación de las partes en el proceso y, por tanto, es requisito básico para la plena
realización del derecho al contradictorio” (las cursivas son del original).
200
PARTE II
CASUÍSTICA
AUTORES DE LAS CONSULTAS
203
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
durante el tiempo transcurrido desde medida que haya sido ejecutada in-
el inicio de la relación procesal debidamente (indebidamente por-
hasta el pronunciamiento de la sen- que en el proceso principal se llega
tencia definitiva, por ello, también a desestimar en definitiva la pre-
se dice que este presupuesto es el in- tensión principal), y que le cause
terés para solicitar la tutela cautelar. un perjuicio, sirva para resarcir el
daño causado.
• La adecuación o razonabilidad.-
Implica que la medida cautelar a 5. Análisis del caso
concederse tenga íntima relación
con la pretensión principal, es Una Sala Superior de Lima señaló lo
decir, la medida cautelar busca siguiente: “[N]o se acredita ni genera
garantizar la eficacia de la futura la convicción necesaria respecto a que
sentencia, pero no trastocando el se haya cumplido de manera suficien-
sentido de su concesión. En ese te con el requisito de verosimilitud del
sentido, el juez debe evaluar si la Derecho respecto a la probabilidad de
medida cautelar solicitada por el existencia del Derecho (…) por tanto,
demandante tiene relación con la al no concurrir el requisito de vero-
de su pretensión principal, y en similitud no es necesario analizar ni
caso aprecie que la solicitud cau- pronunciarse en torno al peligro de la
telar no la guarde, el juez de ofi- demora de la solicitud planteada”.
cio puede adecuarla y conceder Es abundante la jurisprudencia en el
una medida cautelar distinta a la sentido de que afirma tajantemente
solicitada, pero que guarde rela- que los requisitos para la concesión de
ción con la pretensión principal. la medida cautelar deben concurrir co-
La adecuación de la medida caute- pulativamente, esto es, la verosimili-
lar importa que sean congruentes tud del derecho y el peligro en la de-
y proporcionales con la pretensión mora, dado que el presupuesto de la
del principal. adecuación, puede ser alterado por el
juez.
En ese sentido, la congruencia im-
plica una correlación lógica entre En este orden de ideas, los magistra-
el pedido y la tutela cautelar; mien- dos al constatar que no se aprecia en
tras la proporcionalidad implica la solicitud cautelar el presupuesto de
una calificación cuantitativa con la verosimilitud del derecho, rechazan
relación a la medida otorgada y el la medida solicitada sin siquiera pro-
objeto de tutela. nunciarse por el peligro en la demora,
lo cual a nuestro entender es errado.
4. Requisitos para la ejecución de
En efecto, como hemos señalado lí-
la medida cautelar
neas atrás, el peligro en la demora es
• La caución.- Es la garantía a favor el interés que tienen los litigantes para
del ejecutado con la medida caute- solicitar una medida cautelar, por lo
lar, para que en caso de que dicha tanto este presupuesto es el más que
204
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
205
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
para el momento posterior a la notifi- relación con los intereses en juego; así
cación con la concesión de la medida dejará de ser funcional la medida que
cautelar, al iniciar un proceso cautelar grave innecesariamente la situación
el juez deberá declarar la fundabili- del afectado o, por el contrario, a la
dad de la medida cautelar y conceder- inversa, que no cubra adecuadamente
la o denegarla con prescindencia de la los alcances de la sentencia a dictarse.
parte contraria, basándose únicamente El concepto de proporcionalidad com-
en el cumplimiento de determinados prende el de funcionalidad, es decir, el
presupuestos: i) La verosimilitud del de utilidad y practicidad de lo pedido
derecho; ii) el peligro en la demora; y, en relación con las miras buscadas. Se
iii) La razonabilidad. Veamos. trata de un presupuesto no solamente
de obtención sino también de mante-
2. La razonabilidad como presu- nimiento de la cautelar que debe per-
puesto para la concesión de una durar para evitar que pueda decaer”(1).
medida cautelar
En la Exposición de Motivos del ar-
Con este requisito, el legislador pre- tículo 611 del Código Procesal Civil,
tende evitar que los litigantes reali- la norma señala que la exigencia de la
cen un ejercicio abusivo de su derecho razonabilidad de la medida determina
de acción o petición (tutela jurisdic- que sea necesaria la adecuación real
cional efectiva), por lo cual se exige entre el pedido cautelar y la preten-
que la solicitud de embargo sea razo- sión procesal garantizada con dicho
nable, esto es que exista una adecua- pedido precisamente con base en la
ción real entre el pedido de embargo instrumentalidad de la medida caute-
y la pretensión procesal garantizada lar. Sobre este respecto, Monroy Pala-
con dicho pedido, es decir, en buena cios señala que la correlación no solo
cuenta una idónea relación entre fines debe apreciarse en la congruencia que
(tutelar el derecho reconocido por la debe existir entre el específico pedido
sentencia) y medios a emplear (me- cautelar y el objeto de la cautela sino
dida de embargo). Dicho requisito a que también en el principio de la mí-
nivel doctrinal y en sede constitucio- nima injerencia, que se determina en
nal ha sido identificado con el princi- la necesidad que ante la posibilidad
pio de proporcionalidad, lo cual de- de trabar diversas medidas cautelares
termina que la medida adoptada sea la para tutelar una misma situación ju-
que mejor tutele el derecho reconoci- rídica, el órgano jurisdiccional debe
do y el que afecte en la menor medida elegir la menos gravosa(2).
la esfera jurídica del acreedor.
Así también, Ariano Deho afirma que
Al respecto, en la doctrina argenti- los límites que se derivan de la ade-
na se ha precisado lo siguiente: “La cuación al juez son: (i) no deberá emi-
proporcionalidad se mide también en tir una medida cautelar en donde el
(1) RIVAS, Adolfo. Medidas cautelares. Editorial Lexis Nexis, Buenos Aires, 2007, p. 53.
(2) MONROY PALACIOS, Juan. Temas actuales en torno a la tutela cautelar. p. 266.
206
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
(3) ARIANO, Eugenia. Problemas del Proceso Civil. Jurista Editores, Lima, 2003, p. 693.
(4) JIMÉNEZ VARGAS-MACHUCA, Roxana. “Apuntes sobre medidas cautelares”. En: Justicia y De-
recho, p. 7.
(5) HURTADO REYES, Martín. Tutela Jurisdiccional Diferenciada. Palestra Editores, Lima, 2006,
pp. 252-253.
207
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(6) MONROY PALACIOS, Juan José. Bases para la formación de una teoría cautelar. Comunidad, Lima,
2002.
(7) PRIORI POSADA, Giovanni. La tutela cautelar: su configuración como derecho fundamental. ARA
Editores, Lima, 2006, p. 38.
(8) CALAMANDREI, Piero. Introducción al estudio sistemático de las medidas cautelares. El Foro, Buenos
Aires, 1996, p. 77.
208
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
(9) RIVAS, Adolfo. Las medidas cautelares en el Proceso Civil Peruano. Universidad Antenor Orrego, Rho-
das, Lima, 2000, p. 40.
(10) MONROY PALACIOS, Juan José. Bases para la formación de una Teoría Cautelar. Ob. cit., p. 170.
(11) PRIORI POSADA, Giovanni F. La Tutela Cautelar. Su configuración como derecho fundamental.
Ob. cit., p. 74.
(12) RIVAS, Adolfo. Las medidas cautelares en el Proceso Civil Peruano. Ob. cit., p.40.
(13) Exp. N° 4199-99, Sala de Procesos Abreviados y de Conocimiento. En: LEDESMA NARVÁEZ, Maria-
nella, Jurisprudencia Actual, Tomo 4, Gaceta Jurídica, pp. 546-547.
(14) JOVÉ, María Ángeles. Medidas Cautelares Innominadas en el Proceso Civil. J.M. Bosch Editor S.A.,
Barcelona, 1995.
209
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
quien considera que “se adopta un cri- invocado importa un análisis del juez
terio intermedio como el más acorde de las pruebas aportadas al proceso de
con el propio concepto y finalidad de tal manera que, con base en un pre-
las medidas cautelares”; criterio inter- juzgamiento, concluya que el derecho
medio que Carreras (citado por María alegado por el demandante es posi-
Ángeles Jové) precisó del modo más ble y puede ser amparado por el or-
didáctico diciendo que “para la adop- denamiento jurídico, sin arribar a un
ción de medidas cautelares (...) no grado de certeza total sobre el dere-
basta la mera posibilidad del derecho, cho invocado, toda vez que esta si-
sino que se requiere algo más que esta tuación únicamente se presentará
posibilidad y algo menos que la certe- con la emisión de la sentencia.
za”. Por lo indicado, la vía intermedia
de la apariencia del derecho se pre-
senta como una justa solución entre la
mera afirmación y la plena certeza. El poder discrecional del ór-
gano jurisdiccional para mo-
En jurisprudencia nacional, el razona- 03 dificar, graduar o cambiar la
miento antes descrito ha sido reconoci- contracautela.
do en la Resolución contenida en el Exp.
N° 26504-1999 en el que se detalla que Consulta:
“la verosimilitud del derecho invocado Si en un proceso de obligación de
en una solicitud cautelar no implica pro- dar suma de dinero se solicita tute-
banza del mismo, sino la apariencia del la cautelar a través de la retención
derecho reclamado. No se requiere que de una suma de dinero y se ofrece
esté probado fehacientemente, ya que caución juratoria, ¿cuáles serían
este aspecto es materia a dilucidarse en los criterios para que el juez modi-
la demanda principal”(15). fique la naturaleza personal de la
contracautela y la sustituya por el
Conclusiones depósito de una determinada suma
Para la concesión de una medida cau- de dinero?
telar, nuestro Código Procesal Civil
ha establecido tres (3) presupuestos: 1. Introducción
i) Verosimilitud del Derecho invocado
o fumus boni iuris; ii) El peligro en la La tutela jurisdiccional es el poder-
demora o periculum in mora; y, iii) La deber de administrar justicia, activi-
razonabilidad de la medida cautelar. dad que ha de ser realizada oportuna
y adecuadamente a fin de que el pro-
El grado de certeza al que debe arribar ceso pueda cumplir con su doble fina-
el juez para que se cumpla el presu- lidad, esto es, la solución del conflic-
puesto de la verosimilitud del derecho to de intereses o eliminación de una
(15) LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Jurisprudencia Actual. Tomo 4, Gaceta Jurídica, pp. 545-546.
210
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
(16) QUIROGA LEÓN, Aníbal. “La actualidad del proceso cautelar y su modificación en el Código Pro-
cesal Civil”. En: Revista de Análisis Especializado de Jurisprudencia. Caballero Bustamante S.A.C.
2011, p. 197.
(17) “Si de lo que se trata es de asegurar el eventual pago de una indemnización derivado de la indebida
ejecución, un juicio sobre la caución es absolutamente ajeno a la determinación de la procedencia o no
de una medida cautelar, siendo más bien pertinente al momento de ejecutar lo concedido”. Ver PRIORI
POSADA, Giovanni. La Tutela Cautelar: Su configuración como derecho fundamental. Ob. cit., p. 95.
(18) QUIROGA LEÓN, Aníbal. Ob. cit., p. 227.
211
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(19) MONROY PALACIOS, Juan. Bases para la formación de una teoría cautelar. Comunidad, Ob. cit.,
p. 205.
212
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
213
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
ningún riesgo, lo que incluso podría que se plantea tal exigencia, como es
llevarnos al extremo de afirmar que la de esperarse, no contiene los argu-
exigencia de cualquier tipo de contra- mentos de la modificación. Para deter-
cautela en este tipo de medidas sería minar la idoneidad y necesidad de esta
innecesaria. variación debió analizarse el tipo de
ejecución de que se trata y el grado de
En lo que a la verosimilitud del dere- certeza del derecho material reclama-
cho respecta, debemos señalar que si do por el demandante.
la reparación del daño está referida al
resarcimiento por la indebida ejecu- El límite del derecho a la tutela caute-
ción de la medida –en tanto al sujeto lar ha sido establecido legislativamen-
no le asistía el derecho material pre- te pero ha quedado en manos del juez
tendido– bastará para acceder a la re- la determinación de idoneidad, necesi-
paración la verificación del supuesto dad y adecuación de la contracautela
de hecho contemplado en el artículo en cada caso concreto. Esta labor debe
621 del Código Procesal Civil. realizarla atendiendo no solo a los cri-
terios generales que aquí menciona-
Siendo esto así, consideremos que si mos sino además atendiendo a las par-
bien la verosimilitud del derecho es la ticularidades de cada caso concreto,
exigencia mínima, de las solicitudes de modo tal que la concesión de una
cautelares presentadas ante el órgano contracautela no se convierta en un lí-
jurisdiccional algunas cumplirán con mite irracional y vulneratorio de la tu-
el mínimo de exigencia y otras supe- tela cautelar y por ende del derecho a
rarán la valla de la verosimilitud acer- la tutela jurisdiccional efectiva.
cándose a la certeza del derecho. En
estos supuestos el juez podría decretar
la concesión de la medida sin exigir la
Luego de emitida la senten-
contracautela o en todo caso aceptar cia, el juez no debe analizar
la caución juratoria ofrecida por las 04 la probabilidad del derecho
partes. para conceder tutela cautelar.
Si en el proceso el derecho material
reclamado es el pago de una suma de Consulta:
dinero (US$. 50 000.00) y planteada En el marco de un proceso de rei-
una medida cautelar de retención se vindicación, Arnaldo Mansilla nos
ofrece como contracautela caución ju- comenta que inmediatamente des-
ratoria por la suma de US$. 3 000.00 pués de que fue notificado con la
dólares americanos. ¿El juez podría sentencia de primer grado que le
variar la naturaleza de la contracaute- fue favorable, pidió al juez que
la y solicitar el depósito de una suma los frutos provenientes del bien li-
mayor (US$. 15 000.00) exigiendo el tigioso queden bajo la custodia de
depósito judicial o la emisión de un un tercero. Arnaldo demostró la
cheque de gerencia? No es este un existencia del peligro en la demo-
caso hipotético y la resolución en la ra y justificó la razonabilidad de la
214
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
medida, pero no argumentó nada realizarse, como sería el caso del in-
sobre la apariencia del derecho. Sin terdicto, donde apenas se puede dis-
embargo, para su sorpresa, el juez cutir la posesión y no, por ejemplo, la
rechazó su medida cautelar indi- propiedad.
cando que debía demostrar la pro-
babilidad de su derecho, tal como 2. Tutela cautelar, peligro en la
ordena el CPC. ¿Es correcta la de- demora y “caso especial de
cisión del juez? procedencia”
Según nuestra legislación, para la con-
1. Cognición plena, sumaria, com- cesión de tutela cautelar es necesario
pleta y parcial que el peticionante demuestre la pro-
babilidad del derecho, el peligro en la
Es necesario tener claro las diferen-
demora y la razonabilidad de la me-
cias entre cognición vertical y horizon-
dida (art. 611 del CPC). Así, se trata
tal. La cognición vertical se refiere a la
de una tutela de seguridad provenien-
profundidad del conocimiento del juez
te de un juicio de probabilidad del de-
sobre un asunto, mientras que la cogni-
recho cautelado, adoptada para evi-
ción horizontal se refiere a la amplitud
tar perjudicar su futura realización si
o extensión sobre determinadas cues-
este fuera reconocido. Si la tutela de
tiones. La cognición vertical puede ser
seguridad es pedida antes de la emi-
completa o sumaria; la cognición hori-
sión de la sentencia de primer grado,
zontal, plena o parcial.
el juez necesariamente deberá analizar
La cognición vertical está asociada a la probabilidad del derecho (como se
un juicio sobre la verdad, el cual, a su ha visto, mediante un juicio de cogni-
vez, se vincula con la probabilidad de ción sumaria). No obstante, el haber-
las alegaciones fáctico-jurídicas: de se dado la sentencia implica que ya
ahí que cuando se habla de cognición se dio un juicio de certeza, con cog-
sumaria se está refiriendo a un jui- nición plena y completa, aunque –es
cio de probabilidad: i) porque el juez cierto– no definitiva. Después de la
no realiza un examen profundo de las sentencia no cabe más ningún tipo de
alegaciones y los medios de prueba o juicio de probabilidad sobre el dere-
ii) porque emite un juicio sin tomar en cho ya reconocido.
consideración la opinión de la contra-
parte. El caso típico de cognición su- El artículo 615 dice algo obvio: que
maria sería precisamente la tutela de a pesar de la existencia de un jui-
seguridad tomada a partir de un cono- cio de cognición plena y comple-
cimiento sobre la base de probabilida- ta no definitiva es viable la tutela
des respecto del derecho cautelado. cautelar. ¿Y por qué es obvio? Pre-
cisamente porque el proceso aún no
Por su parte, un caso de cognición ha terminado y si el derecho no ha
parcial (perteneciente a la cognición sido realizado provisoriamente me-
horizontal) sería un proceso en donde diante el otorgamiento de tutela sa-
se limiten las pretensiones que pueden tisfactiva anticipada, entonces es
215
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
216
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
(21) Cfr. CAVANI, Renzo. “Caución y tutela cautelar contra la Administración Tributaria. Apuntes críticos
sobre el nuevo artículo 159 del Código Tributario”. Publicada en este mismo libro, pp. 189-200.
(22) MONROY PALACIOS, Juan José. “Una interpretación errónea: ‘a mayor verosimilitud, menor caución
y viceversa’. Apuntes críticos sobre los presupuestos de otorgamiento y de ejecución de la medida caute-
lar”. En: Revista Peruana de Derecho Procesal. VIII. Communitas, Lima, 2005.
(23) Ibídem, p. 246.
217
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(24) Ídem.
(25) El texto del artículo 611 original (modificado por el D. Leg. N° 1069 en 2008, y luego por la Ley
N° 29384, en 2009) era el siguiente:
“Artículo 611. Contenido de la decisión cautelar. El juez, siempre que de lo expuesto y prueba anexa
considere verosímil el derecho invocado y necesaria la decisión preventiva por constituir peligro la de-
mora del proceso, o por cualquier otra razón justificable, dictará medida cautelar en la forma solicitada o
la que considere adecuada atendiendo a la naturaleza de la pretensión principal.
La medida solo afecta bienes y derechos de las partes vinculadas por la relación material o de sus suce-
sores, en su caso. La resolución precisará la forma, naturaleza y alcances de la contracautela.
(…)”.
218
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
solo la tiene la parte demandante que embargo, no fue sometida con an-
en un primer momento vio rechazada terioridad para que se pronuncie al
su solicitud cautelar, ello acorde con respecto. Nos consulta si dicha deci-
el principio dispositivo y de justicia sión es correcta.
rogada.
1. Variación de la medida cautelar:
Conclusiones Un mecanismo pensado para el
Cuando se invoca variabilidad o suje- embargo
ción a la cláusula rebus sic stantibus Antes de entrar al análisis que nos in-
de las medidas cautelares, la doctrina teresa, es preciso advertir algo muy
se refiere a una misma característica importante: si bien el artículo 617 del
de la medida cautelar. Código Procesal Civil se encuentra en
el capítulo denominado “Disposicio-
La variación de la medida cautelar,
nes generales” y, por lo tanto, aplica-
tiene tres formas de plasmarse: i) a tra-
ble a todas las medidas cautelares, sin
vés de la revocación de la medida cau-
embargo, del propio texto normativo
telar, ii) a través de la reproposición, y;
se deduce que esta norma está pensa-
iii) a través de la modificación.
da apenas para el embargo (entendien-
El juez de oficio puede variar una me- do el secuestro como un embargo de
dida cautelar, ya sea revocándola o bienes muebles).
modificándola, ello en virtud al poder
general de cautela que posee. La razón de ello es el siguiente pasa-
je: “(…) puede variarse esta, sea modi-
ficando su forma, variando los bienes
sobre los que recae o su monto (…)”.
Se puede pedir la nulidad de la En efecto, la única medida cautelar
resolución si el juez decide va-
riar la medida sin fundamen- que tiene una “forma” es el embar-
07 go (embargo en forma de inscripción,
tar adecuadamente por qué
prescinde del contradictorio. retención, intervención, etc.). De la
misma manera, es el embargo la única
medida cautelar que es capaz de pro-
Consulta:
ducir un vínculo jurídico entre el de-
Rigoberto Méndez, demandado recho de crédito del demandante y los
en un proceso de obligación de dar bienes del demandado. Por lógica con-
suma de dinero, en el que existía un secuencia, siendo la única medida que
embargo en forma de inscripción en ofrece seguridad a un derecho de cré-
su contra, fue notificado con una va- dito de esa manera, cuando se habla de
riación del embargo, aumentando el “monto” (en dinero), este solamente
monto gravado. Dicha variación, sin puede ser afectado por un embargo(26).
(26) Aunque se trata de un tema que no puede ser abordado aquí con la amplitud debida, dejamos constancia
que, en realidad, nosotros no estamos de acuerdo con una hipótesis de “variación” de la medida o tutela
cautelar. La posibilidad de “variar” una medida cautelar está en íntima relación con su provisoriedad, lo
222
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
En nuestro criterio, sin embargo, ello De ahí que el juez está plenamente fa-
es un grave error. En primer lugar, cultado para superar la regla que le im-
es preciso que el juez advierta que la pide decidir sin que las partes influyan
cual es común en doctrina. Sin embargo, nosotros creemos que la tutela cautelar es tan definitiva como
la llamada tutela final, y al igual que ella, en caso de que se alteren las circunstancias fácticas que lleva-
ron a la adopción del mandato cautelar, ello conduce a que la eficacia de la sentencia (la de fondo o la
cautelar) no abarque la nueva situación originada (rebus sic stantibus). En el caso de la tutela cautelar,
evidentemente, esa modificación de los hechos implica una nueva medida cautelar y no una modificación
de la que fue otorgada anteriormente. La diferencia apenas reside, por tanto, en que la tutela cautelar re-
sulta ser más inestable que la tutela final.Sobre el tema, cfr. MITIDIERO, Daniel. Antecipação da tutela:
da tutela cautelar à técnica antecipatória. Revista dos Tribunais, São Paulo, 2012, pp. 40-41; MITIDIE-
RO, Daniel. “Tendencias en materia de tutela sumaria: de la tutela cautelar a la técnica anticipatoria”. Trad.
Renzo Cavani. En: Revista Jurídica del Perú. N° 127. Normas Legales, Lima, setiembre 2011, p. 266 y ss.
(27) Vide: CAVANI, Renzo. Ob. cit.
223
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
(29) En este punto concordamos íntegramente con Daniel Mitidiero (Antecipacao da tutela, pp. 161-163) y
reproducimos sus ideas.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
(30) La diferencia entre estos dos términos radica en el hecho que mientras la calidad de depositario recae
en una de las partes del proceso, el custodio es un tercero ajeno al proceso; asimismo cuando el bien es
cautelado por el depositario, normalmente no se produce desposesión del bien, caso que si ocurre de ma-
nera indefectible en el caos del custodio. En tan sentido Ledesma sostiene lo siguiente: “El depositario
judicial recae en la propia persona del demandado, a quien el juez, en un primer momento, le designa
para que guarde, custodie y conserve bajo su responsabilidad determinados bienes mientras se resuelve
el conflicto en el proceso, con la obligación de restituirlos cuando sea pedido por el juzgado. Cuando la
medida no se refiere al depósito sino al secuestro, ingresa el custodio como órgano de auxilio judicial”
(LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. T. III. Gaceta Jurídica,
Lima, 2008, p. 22)
(31) ROCCO, Ugo. Tratado de derecho procesal civil. Temis, Bogotá, 1977, Vol. V, p. 175.
229
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(32) FERNÁNDEZ VARGAS, Enrique. El proceso cautelar. Tempus Editores, Lima, 2001, p. 31.
230
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
(33) Adolfo Rivas, citado por LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Ob. cit., p. 88.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
sus efectos finales toda vez que en resulta manifiesto que este requisito
caso de estimarse la solicitud de de- de la suspensión se subsume de ma-
safectación se producirá como conse- nera perfecta en el requisito de la fe-
cuencia la cancelación total del gra- haciencia establecida para la desafec-
vamen. En cambio de estimarse la tación. Por lo cual solamente debiera
solicitud de suspensión de la medida ser aplicado al presente caso la de-
cautelar, tal cual como se desprende safectación, pues la suspensión ya no
de su nombre, se produce la mera sus- encuentra sentido alguno.
pensión provisional de la medida cau-
telar, lo cual al final genera un margen Entonces, frente a la problemáti-
de inseguridad para el propietario. ca suscitada en la presente consulta,
el recurso procesal correspondiente
Por lo demás sería un contrasentido vendría a constituirlo la presenta-
recurrir al trámite de la suspensión si ción de una solicitud de desafecta-
es que en este se exige que el terce- ción de la medida cautelar.
ro presente título de propiedad regis-
trado pues resulta evidente que este
título constituye uno de naturaleza Las ventajas de la desafecta-
fehaciente encajando perfectamente 13 ción inmediata como “vía”
con el requerimiento probatorio de la alternativa a la tercería.
desafectación.
Consulta:
Conclusiones
Eduardo presta a su primo Enrique
Entre las tres soluciones tentativas su TV plasma de 42” para que dis-
podemos afirmar que la tercería es frutase de un partido de fútbol. Al
la opción más costosa en cuanto im- día siguiente, la autoridad policial,
plica soportar la demora natural de en coordinación con un auxiliar ju-
todo proceso judicial. En cuanto a la dicial, ejecutan una medida caute-
solicitud de suspensión de la medida lar en forma de secuestro conser-
cautelar, constituye la alternativa más vativo sobre los bienes de Enrique,
engorrosa en lo que a prueba respec- en el marco de un proceso de obli-
ta, toda vez que requiere la presenta- gación dineraria, por lo que de ma-
ción del medio probatorio más incon- nera indistinta también efectúan la
trovertible de la propiedad: el título desposesión del televisor plasma de
registrado. Frente a ello la desafec- Eduardo. Este último toma conoci-
tación se muestra altamente mucho miento de dicha situación y nos con-
más bondadosa. sulta: A efectos de recuperar el bien
de su propiedad, ¿es necesario recu-
Si tomamos como premisa probato-
rrir a la tercería de dominio o existe
ria de la desafectación el demostrar la
alguna vía mas expedida para hacer
propiedad de forma evidente, mien-
valer su calidad de tercero totalmen-
tras que en la suspensión de la medi-
te ajeno a la deuda que originó el se-
da cautelar, se requiere la inscripción
cuestro conservativo?
registral como prueba de la propiedad,
237
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(34) ARIANO DEHO, Eugenia. Embargo, tercerías y remate judicial en la jurisprudencia procesal civil,
Gaceta Jurídica, Lima, 2009, p. 34.
(35) MESINAS MONTERO, Federico. Nada cuesta intentarlo … primero desafectación, luego tercería. En:
Legal Express N° 32, Gaceta Jurídica, Lima, 2003.
238
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
(36) Así, la problemática planteada por la tercería se puede reconducir a dos aspectos: i) Presenta una limita-
ción cognoscitiva en relación a los títulos habilitantes para ingresar a dicho proceso, toda vez el artículo
535 del CPC se requiere que se presente documento público o privado de fecha cierta que pruebe el dere-
cho de propiedad sobre el bien (documentos con los cuales la mayoría de la ciudadanía no cuenta, sobre
todo si se trata de bienes muebles no registrados); y, ii) Al tratarse de un proceso judicial, el desarrollo
del mismo no solo implica el trascurso de un tiempo, a veces, excesivo sino que además importar la
asunción de fuertes gastos que en muchos casos superarían el valor del bien.
Por su parte, la suspensión de la medida cautelar presenta las siguientes dificultades: i) La limitación
cognoscitiva en relación al título requerido para acceder a esta vía este es aún más limitativo que en la
tercería, toda vez que se requiere título de propiedad registrado, con lo cual su ámbito de aplicación se
reduce únicamente a los bienes inmuebles y a los muebles registrados; y, ii) Aún teniendo dicho título
habilitante, el efecto derivado de la aplicación de la presente figura es obscuro e impreciso, ya que a
efectos prácticos en nada le sirve al tercero que la medida cautelar sea “suspendida”(¿?), ya que lo que
en realidad está buscando es el levantamiento dicho gravamen, en tal sentido coincidimos con MESI-
NAS cuando sostiene que esta institución presenta “una regulación evidentemente inadecuada porque
lo lógico es que una medida cautelar se levante o se mantenga inamovible, pero no que se suspenda.
Los efectos prácticos de la suspensión de una medida no son del todo claros, generándose inseguridad”
(MESINAS MONTERO, Federico, “Cuándo tercería, cuándo desafectación”. En: Actualidad Jurídica
N° 102, Gaceta Jurídica, Lima, 2002, p. 75).
(37) MIRZIA, Bianca. “El principio de la responsabilidad patrimonial y sus limitaciones”. En: Revista Dere-
cho N° 58, PUCP. Lima, 2005, p. 189.
239
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Sin embargo, en aquellos casos en los muebles no registrados, los cuales sis-
cuales el tercero es completamente temáticamente son rechazados, tanto
ajeno a la obligación que determina y en la tercería como la suspensión de
condiciona la concesión de la medida la cautelar, por carecer de documentos
cautelar, resulta una grave intromisión preestablecidos por la norma procesal.
a la esfera jurídica privada y una inob-
servancia injustificada del principio de La segunda ventaja se encuentra refe-
responsabilidad patrimonial la afecta- rida a la celeridad del procedimiento,
ción del bien de este tercero. ya que es tratado como una inciden-
cia del proceso, y no como un proce-
2. Ventajas de la desafectación in- so autónomo, por lo cual, calificada
mediata en relación a la tercería la solicitud, y en tanto haya genera-
do convicción en el órgano judicial,
Una vez establecida la legitimidad, se procede a levantar, inaudita altera
validez y justificación de este procedi- pars, de manera inmediata la medida
miento, es menester señalar cuáles son cautelar. Sobre el particular Ledesma
las ventajas que trae aparejo su em- mencionada lo siguiente: –El artículo
pleo, así como alguno de sus aspecto 624 del CPC hace referencia a la de-
procedimentales. safectación. La norma (…) permite
–por economía procesal– que se pre-
Como hemos adelantado, la princi- sente la prueba documental necesaria
pal virtud de la desafectación inme- para que a través de una sumaria infor-
diata se encuentra referida a la aper- mación, bajo un trámite rápido y fácil,
tura del acervo probatorio a emplearse se declarare la procedencia o no del le-
para generar convicción al juez sobre vantamiento sin tercería. El éxito de
la titularidad del bien afectado, es así esta desafectación está supeditado a la
que se puede anexar a la solicitud de prueba clara y fehaciente del título de
desafectación cualquier documento dominio, si se trata de un bien inmue-
que, a criterio del solicitante, eviden- ble o de una información sumaria de
cie de manera fehaciente su calidad posesión si la cosa fuese mueble(38).
de propietario, tales como compro-
bantes o boletas de venta y/o facturas Con base en las consideraciones pre-
(debemos recordar que, de conformi- cedentes, y volviendo al caso con-
dad con el artículo 1 del Reglamento sultado, resulta más conveniente que
de Comprobantes de Pago, “el com- Eduardo, remita al juzgado que orde-
probante de pago es un documen- nó el embargo, una solicitud de de-
to que acredita la transferencia de safectación inmediata en relación a
bienes, la entrega en uso, o la presta- su televisor, anexando todo el mate-
ción de servicios”). Dicha posibilidad rial probatorio que acredite su cali-
permite tutelar, sobre todo, los bienes dad de propietario, específicamente
(38) LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. La póliza judicial en el proceso cautelar. Sétimo Cuaderno de Tra-
bajo del Departamento Académico de Derecho de la PUCP, 2008, Lima p. 7.
240
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
241
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(39) MONROY PALACIOS, Juan José. Bases para la formación de una teoría cautelar. Comunidad. Lima,
febrero, 2002, p. 170
(40) Ibídem, pp. 310 - 311.
(41) ANGELES JOVE, María. Medidas cautelares innominadas en el Proceso Civil. José María Bosch Editor S.A.,
Barcelona, p. 319
242
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
(42) ANGELES JOVE, María. Medidas cautelares innominadas en el Proceso Civil. Ob. cit., p. 319.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
los que pesaba por lo que estos “que- inscripción por US$ 50,000.00
dan liberados, y sus titulares pueden dis- sobre un inmueble. El ejecutado
poner de él sin limitaciones jurídicas ni posteriormente hipoteca su inmue-
económicas, a la vez que cesa la legiti- ble a favor del demandante por el
mación del ejecutor para llevar a cabo monto de US$ 50,000.00 a fin de
sobre ellos actos de disposición”(43). garantizar la deuda que se dis-
cute en el principal ¿Implica
Lo desarrollado en los párrafos anterio- ello una sustitución de la medi-
res nos permiten, a la luz de la consulta, da cautelar o su cancelación?
concluir que la denegación de la solici-
tud de cancelación de la medida cautelar,
requerida por el afectado es totalmente 1. Introducción
arbitraria y vulnera el debido proceso. Debemos tener en cuenta que la fina-
lidad de toda medida cautelar es ga-
Conclusiones rantizar la efectividad de la sentencia
que se dictará respecto a la pretensión
Conforme a lo dispuesto en el ar- planteada en el principal.
tículo 631 del Código Procesal Civil
el único requisito para la solicitud de Como sabemos las pretensiones pue-
la cancelación de una medida cautelar den ser declarativas, constitutivas y
es que la sentencia de primera instan- condenatorias. Tanto las pretensiones
cia haya sido declarada infundada, sin declarativas como constitutivas no re-
que sea necesario que dicha sentencia quieren de ejecución posterior y se
sea ejecutoriada o consentida. En este ven satisfechas cuando las sentencias
sentido, la supeditación de la cance- las amparan.
lación de la medida cautelar a que la
sentencia en primera instancia adquie- Sin embargo, las pretensiones con-
ra calidad de cosa juzgada constitu- denatorias de contenido patrimonial
ye un requisito no contemplado en la (específicamente de tipo dineraria) sí
norma procesal que vulnera el dere- necesitan ejecutarse para poder satis-
cho a un proceso regular. facerse plenamente, por ello las me-
didas cautelares adecuadas para ga-
rantizar la eficacia de la decisión que
La sustitución de las medidas las ampare, son las medidas cautelares
cautelares ¿implica la cance- para futura ejecución forzada como el
15 embargo en forma de inscripción o el
lación de la medida cautelar?
secuestro conservativo, entre otras.
Consulta: Siendo esto así, la sustitución de la
Si se concede una medida cau- medida cautelar implica una variación
telar de embargo en forma de en cuanto a la forma de la garantía de
(43) CARRERAS, Jorge. El embargo de bienes. Bosch Editorial, Barcelona, 1957, p. 558.
244
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
245
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(44) La presente fundamentación será realizada a partir de las lecciones de cátedra de la profesora Eugenia
Ariano Deho.
246
CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
En efecto, el artículo 627 dice: “Si la Pues el embargo. No hay otra medida
pretensión se encuentra suficiente- a la que el CPC pueda estarse refirien-
mente garantizada, es improcedente el do. Es un error, por tanto, que seme-
pedido de medida cautelar. Sin embar- jante disposición se encuentre en las
go, puede ser concedida si se acredita “disposiciones generales”.
que la garantía ha sufrido una dismi-
nución en su valor o la pretensión ha De ahí que el CPC incurre en un error
aumentado durante el curso del pro- al hablar de “improcedencia”, pues
ceso u otra causa análoga”. Más allá lo correcto, tratándose de los llama-
de que el CPC, en la primera parte del dos presupuestos o requisitos de otor-
artículo transcrito, habla de “preten- gamiento de la tutela cautelar, es ha-
sión” cuando debió decir “obligación” blar de fundabilidad o infundabilidad.
(es obvio que lo que se garantiza es la El motivo de ello es que cuando el
segunda y no la primera), es eviden- juez concede tutela cautelar o la de-
te que la norma se limita únicamen- niega por existir garantía suficiente,
te a aquellas medidas que involucran en realidad está resolviendo el méri-
una obligación crediticia y no a cual- to cautelar y no simplemente un aná-
quier otra. Ello por una razón simple: lisis de los requisitos anteriores al mé-
cuando existe una obligación crediti- rito, lo cual caracteriza a un juicio de
cia puesta a cobro, la medida cautelar improcedencia.
apropiada no es otra que el embargo
(entendiendo aquí el secuestro como Por lo tanto, el peligro en la demora
nada más que un simple embargo de de la concesión del embargo es, preci-
bienes muebles), por tratarse de la samente, la falta de garantía patrimo-
única medida que es capaz de crear nial suficiente para asegurar el cum-
un vínculo jurídico entre el derecho de plimiento de la deuda. La justificación
crédito del demandante y los bienes reside en que el peligro de dispersión
del demandado. (u ocultamiento) de los bienes por el
Pero no solo ello: si tomamos la pri- demandado se presume, y es correc-
mera parte de dicho artículo (“si la to que ello sea así, pues dicho peli-
pretensión se encuentra suficiente- gro está latente en cuanto no existe
mente garantizada, es improcedente ese vínculo jurídico entre el derecho
el pedido de medida cautelar”) se ad- de crédito del demandante con los bie-
vierte que no se trata de otra cosa que nes, que solo el embargo puede crear-
de la tipificación del peligro en la de- lo. Así, la existencia de un peligro en
mora del embargo, solo que enuncia- la demora típico genera una auténtica
do de modo negativo (y con una téc- presunción (legal) de que podría exis-
nica legislativa defectuosa, además). tir una disminución patrimonial en la
¿Qué es lo que está diciendo el legis- esfera jurídica del demandado. Evi-
lador? No dice otra cosa que si una dentemente, dicha presunción puede
obligación no está lo suficientemente desbaratarse si es que el demandado
garantizada, puede proceder el pedi- es lo suficientemente solvente como
do de medida cautelar. ¿Cuál medida? para enfrentar el pago de la deuda en
247
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / DISPOSICIONES GENERALES
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
250
CASUÍSTICA / PROCEDIMIENTO CAUTELAR
(45) LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo III, Gaceta Jurídica,
Lima, 2008.
251
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
252
CASUÍSTICA / PROCEDIMIENTO CAUTELAR
un plazo legal o cuando la ley otor- Ahora bien, conforme antes hemos seña-
ga al órgano judicial de manera ex- lado, el plazo para interponer la deman-
presa dicha facultad. Por ejemplo, en da contencioso-administrativa corres-
el caso de inadmisibilidad en la con- ponde a un plazo legal, eso significa que
testación de la demanda, o en el caso está predeterminada por ley y que una
de la designación de peritos, la ley no vez que se cumpla dicho plazo se cie-
regula el plazo en que deben entregar rra la compuerta para volver a intentar-
sus dictámenes. lo; por lo menos, en ese mismo proceso.
Sobre el cómputo del plazo, este co- Entonces, es imposible pretender ge-
mienza a contarse desde el día si- nerar una prórroga al plazo de tres
guiente de notificada la resolución meses para interponer una demanda
que lo fija. Así también la norma re- contencioso-administrativa, pero no
gula el tiempo que debe transcu- solamente porque el plazo es inamo-
rrir entre la notificación para una ac- vible, sino también por lo siguiente:
ción procesal y su realización; para Si el plazo legal para interponer la de-
lo cual, toma como referencia los manda contencioso-administrativa ha
días hábiles y le asigna tres días de vencido al momento de la ejecución
estos para ese límite. Sin embargo, cautelar, no significa que el plazo que
si el juez considera como en el caso comienza a correr a partir de la ejecu-
del custodio, de ordenar la devolu- ción (10 días) de esta medida cautelar,
ción de los bienes bajo su cargo, en se compute para la interposición de la
el día, este deberá acatar sin dilacio- demanda contencioso-administrativa;
nes, porque el auxilio judicial está al pues son dos actos distintos con dos
servicio del proceso y no de las par- plazos distintos, el hecho que la cau-
tes procesales. tela esté vinculada con la demanda,
con la finalidad de que el acto asegu-
En relación al cómputo de los pla- rativo perviva, antes de que caduque
zos de notificación realizada median- la cautelar, no implica que opere una
te exhorto, se establece que cuando prórroga al plazo legal para la interpo-
las provincias pertenecen a depar- sición de la demanda contencioso-ad-
tamentos distintos, al efectuarse el ministrativa, pues este también tiene
cómputo del término de la distancia, sus propias reglas, como las del plazo
se sumarán los días de cada provin- legal, pues para la cautelar el plazo es
cia a la capital de su respectivo de- de caducidad, es decir, no ingresa la
partamento, y a esa suma, se añadi- suspensión ni la interrupción.
rá el término entre las dos capitales
departamentales. Finalmente, en la presente consulta, el
supuesto que se presente la demanda
2. Existe “prórroga” para el plazo contencioso-administrativa, fuera de
de tres meses para interponer los tres meses, pero dentro del plazo
una demanda contenciosa-admi- (10 días) contados a partir de la eje-
nistrativa cuando esté vigente el cución de la medida cautelar fuera del
plazo de caducidad de la medida proceso, esta terminará siendo decla-
cautelar fuera del proceso rada improcedente liminarmente, por
253
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
254
CASUÍSTICA / PROCEDIMIENTO CAUTELAR
255
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(46) PALACIO, Lino E. Manual de Derecho Procesal Civil. 14a ed., Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1998,
pp. 773-774.
256
CASUÍSTICA / PROCEDIMIENTO CAUTELAR
(47) HURTADO REYES, Martín. Tutela jurisdiccional diferenciada, Ed. Palestra, Lima, 2006, p. 175.
(48) MONROY PALACIOS, Juan. Bases para la formación de una teoría cautelar. Comunidad, Lima, 2002,
p. 134.
257
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
dicho contradictorio propio del pro- toda vez que el propio juez que emitió
ceso civil se desarrolle en una etapa la resolución que concede la apelación
posterior. deberá pronunciarse sobre la oposi-
ción planteada por el afectado.
La oposición a la que alude el artículo
637 del Código Procesal Civil no es La oposición a ser planteada por
una oposición propiamente dicha, sino el afectado se puede sustentar en:
una revisión. En efecto, la oposición i) Falta de fundamentación respecto
procesal es entendida como aquel acto del cumplimiento de los presupuestos
de parte que se opone al acto y preten- de la medida cautelar, esto es, la ve-
sión de la contraparte buscando que el rosimilitud del derecho invocado, el
juez no emita una resolución en deter- peligro en la demora, y razonabilidad;
minado sentido, como por ejemplo, ii) Falta de cumplimiento de los re-
en la contestación de la demanda que quisitos formales de la medida caute-
vendría a ser una oposición a la de- lar tales como la forma de la medida,
manda; o en el escrito que absuelve determinación de los bienes y monto,
un recurso de apelación, que vendría determinación del órgano de auxilio
a ser una oposición a la apelación; o judicial de ser el caso; ofrecimiento de
en la oposición a medios probatorios, la contracautela de ser el caso, entre
entre otros. otros; iii) Solicitud de otro tipo de
medida cautelar, sustitución o varia-
Entendida de esta manera, la oposi- ción por otro medida cautelar menos
ción se produce antes de la emisión gravosa.
de la resolución que concede o denie-
ga la pretensión a la que se opone la 2. ¿Apelación u oposición?
parte. Sobre el particular, coincidimos
con Ortells Ramos(49) cuando seña- Una vez establecida la naturaleza de
la que los actos de parte destinados a la oposición es menester efectuar una
oponerse o contradecir otros actos de aclaración, que si bien ha sido legis-
parte no constituyen un medio impug- lativamente solucionada, en la prácti-
natorio, porque en estos supuestos, los ca la magistratura aún incurre en equí-
actos de parte aún no han producido el vocos, y esto es si al momento de ser
efecto que pretenden, esto es, la emi- notificado con el mandato cautelar se
sión de una resolución judicial favora- puede interponer indistintamente una
ble a su pretensión. apelación o una oposición.
(49) ORTELLS RAMOS, Manuel. Derecho Procesal Civil. Editora Aranzadi, Navarra, 2002, p. 513.
258
CASUÍSTICA / PROCEDIMIENTO CAUTELAR
propio juez que la expidió, y no por la medida cautelar pueda revisar la re-
el superior jerárquico como anterior- solución que concedió la medida cau-
mente se establecía. telar; y en este sentido, el juez debía
resolver los casos en los cuales un
En efecto, antes de la modificatoria afectado presente un recurso de ape-
introducida por la Ley Nº 29384, pu- lación conjuntamente con uno de
blicada el 28 de junio de 2009, el ar- oposición.
tículo 637 del Código Procesal Civil
establecía que “al término de la ejecu- Con la entrada en vigencia de la mo-
ción o en acto inmediatamente poste- dificatoria del artículo 637 del Códi-
rior, se notifica al afectado, quien re- go Procesal Civil, se zanjó la discu-
cién podrá apersonarse al proceso e sión antes expuesta, determinándose
interponer apelación, que será conce- que contra la resolución que concede
dida sin efecto suspensivo”, es decir, la medida cautelar solamente podía
que la contraparte era notificada con plantearse una oposición, la cual en
el concesorio de la medida cautelar virtud del principio de contradicción,
durante y luego de la ejecución de la debe resolverse previo conocimiento
medida cautelar, por lo que durante el y traslado a la parte demandante a fin
trámite previo (concesión de la medi- de que el ejecutante pueda absolver la
da cautelar y ejecución) el demanda- oposición.
do no podía interponer recurso algu-
no aún en el caso en que por diversos Conforme establece la propia norma,
motivos el demandado hubiera toma- la resolución que resuelve la oposi-
do conocimiento de la medida cau- ción puede ser apelada. En efecto,
telar concedida. En consecuencia, en caso de que el juez declare funda-
“los afectados no podían discutir la da la oposición, el juez además debe-
procedencia de la medida cautelar rá dejar sin efecto la medida cautelar
antes que ellas hayan sido acogidas y ordenada, ante lo cual, el demandante
efectivizadas”. podrá apelar. En caso de que el juez
declare infundada la oposición, el
En este sentido, antes de la dación de afectado puede impugnar la decisión
la Ley Nº 29384, se discutía a nivel del juzgador mediante el recurso de
jurisprudencial sobre el carácter fa- apelación.
cultativo de la oposición dado que el
afectado podía interponer, conforme Por lo tanto, la única apelación que
a la norma antes vigente: i) Un recur- el afectado puede interponer al inte-
so impugnatorio de apelación confor- rior de un proceso cautelar es aquella
me al artículo 365 del Código Pro- interpuesta en contra de la resolución
cesal Civil, en un plazo no mayor de que declara infundada la oposición.
tres días, expresando agravios, a fin de Con la modificatoria del artículo
que el Superior Jerárquico se pronun- 637 del Código Procesal Civil, no se
cie respecto del concesorio de la me- puede plantear una apelación sin pre-
dida cautelar; o, ii) Una oposición a viamente oponerse al concesorio de la
fin de que el propio juez que concedió medida cautelar.
259
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Cabe señalar que contra la resolución puede plantear una apelación sin pre-
final que resuelve la apelación no cabe viamente oponerse al concesorio de la
interponer recurso de casación debi- medida cautela.
do al carácter accesorio de la medi-
da cautelar respecto del proceso prin-
cipal. En este sentido, la Ejecutoria La oposición a la medida cau-
Nº 2718-2009 de la Corte Suprema(50) telar de embargo en forma de
ha señalado lo siguiente: “se trata de inscripción. A propósito del
un proceso cautelar, significando que 22
beneficio del servicio de aler-
la resolución final emitida en dicho ta registral.
proceso y las emitidas en forma poste-
rior, no ponen fin a la instancia; toda Consulta:
vez que el mismo requiere de un pro-
ceso principal –en el que se resuelva ¿Cuando el titular de un dere-
el conflicto de intereses o se elimine cho registral se entera a través
la incertidumbre jurídica planteada por del servicio de “alerta registral”
las partes en litigio– en donde puede que se ha presentado un embar-
aplicarse tal medida cautelar; por esta go en forma de inscripción para
razón, se afirma que aquella es instru- su correspondiente inscripción en
mental, provisional y variable”. la partida en la que se tiene ins-
crito su derecho, este puede inter-
Lo desarrollado en los párrafos ante- poner oposición ante el juzgado
riores nos permiten, a la luz de la con- competente, sin que se haya eje-
sulta, concluir que la única estrategia cutado aún la medida cautelar de
de defensa a la cual se debe acoger embargo?
Rodrigo es a la interposición de una
oposición al mandato cautelar.
1. Importancia del Servicio de
Conclusiones Alerta Registral
La oposición regulada en el artículo El servicio de “Alerta Registral” es
637 del CPC, en stricto sensu, no re- el servicio que permite advertir al ti-
gula un supuesto típico de oposición a tular registral de un derecho registral,
los actos procesales, sino que se trata respecto del título o títulos que se han
de un recurso de revisión. presentado para su inscripción en la
partida en la que se tiene inscrito su
La única apelación que el afectado derecho o bajo el nombre del suscrito.
puede interponer al interior de un pro- Sustentado su creación en la seguri-
ceso cautelar es aquella interpuesta en dad jurídica que otorgan los Registros
contra de la resolución que declara in- Públicos sobre los predios, pues en la
fundada la oposición. Con la modifi- práctica estos se ven amenazados por
catoria del artículo 637 del CPC, no se personas o grupos delincuenciales que
260
CASUÍSTICA / PROCEDIMIENTO CAUTELAR
entre otros actos ilícitos, presentan do- Poniendo en advertencia al titular del
cumentación falsificada, a fin de ob- derecho registral cuando este pida ma-
tener beneficios indebidos e ilegales, nifestación de dicho título, atendiendo
por lo que se ha adoptado el desarro- inclusive que todo lo que esta mani-
llo de esa herramienta que permite festado debe publicitarse, bajo respon-
a los ciudadanos titulares de dere- sabilidad del registrador.
chos inscritos sobre predios, alertar-
los oportunamente de la existencia de Resulta ser controversial notificar a
títulos en trámite que pueden afectar los titulares de derecho registral el tí-
sus derechos, con la finalidad de com- tulo que está pendiente de trámite,
batir la eventualidad de la existencia cuando lo que ingresó a su partida
de títulos de origen fraudulentos. registral fue un embargo en forma de
inscripción, pues la naturaleza de la
Esta herramienta, sin lugar a dudas, medida cautelar es la de inmovilizar
es un avance frente a los actos ilíci- jurídicamente los bienes de un deu-
tos contra los bienes de los titulares dor para evitar que estos se dispersen,
registrales, de modo que opera efi- pues la idea central es que median-
cientemente, pues el servicio de aler- te el principio de publicidad registral,
ta registral notifica al titular del de- todas las personas tengan conocimien-
recho registral –una vez que este ha to de la afectación de dicho bien por
cumplido con los requisitos para acce- un monto de dinero determinado, pese
der a dicho servicio–, por correo elec- a que ello, no impida la transferencia
trónico el título que ingresó a su par- del bien, solo que, quien lo adquiera
tida registral y que se encuentra en asume los efectos jurídicos de dicha
trámite o calificación registral, lo que medida cautelar, tal como lo prescri-
hace posible que el titular del derecho be el artículo 656 del Código Procesal
registral pueda solicitar el manifiesto Civil.
y enterarse de la existencia de un trá-
mite que pueda ser ajeno y perjudicial Pero el problema no se presenta en
para la seguridad de sus bienes. este plano de los hechos, sino cuan-
do el titular del derecho registral,
Sin embargo, lo que no advirtió la Re- advierte que se ha dictado una me-
solución de la Superintendencia dida cautelar de embargo en forma
Nacional de los Registros Públicos de inscripción. Sobre esto la norma
Nº 185-2008-SUNARP-SN, es que, registral señala que el servicio de
en la práctica cuando un titular de un alerta registral, no permite que el
derecho registral se entera, luego de propietario se encuentre autorizado
habérsele notificado a su correo elec- para formular oposición al procedi-
trónico la existencia de un título que miento registral, justamente a tenor
se encuentra en trámite o para califi- de la naturaleza de dicho procedi-
cación, pueda ser precisamente una miento conforme lo señala también el
medida cautelar de embargo en forma artículo 1 del Reglamento General de
de inscripción por parte de un acree- los Registros Públicos, esto es, que el
dor que pretende asegurar su crédito. procedimiento registral es especial,
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
sus fundamentos, debido a una incau- del secuestro conforme está regulado
tación, intervención u otras acciones en nuestro ordenamiento procesal. En
destinadas a conocer su contenido. ese sentido, doctrinariamente pode-
mos manifestar, que la norma procesal
recoge dos supuestos de afectación:
Reflexiones acerca del secuestro el secuestro judicial y el secuestro
26 judicial de bienes inmuebles. conservativo.
Pero para la consulta materia de aná-
Consulta: lisis, solo nos referiremos al secuestro
En un proceso de conocimiento se judicial, el cual es una medida caute-
discute la entrega y/o devolución lar de conservación de un bien espe-
de un bien inmueble, para asegu- cífico. Como tal garantiza el mante-
rar su mantenimiento el deman- nimiento de la integridad del bien de
dante solicita una medida tipo se- litis hasta que finalice el proceso, para
cuestro judicial conservativo. En de esa manera hacer posible la ejecu-
tal sentido, ¿procedería el secues- ción de la sentencia. En tanto que la
tro judicial de un bien inmueble a característica esencial de esta medida
pesar de la dificultad o imposibili- es que se instrumentaliza desapode-
dad de desplazamiento del bien? rando al poseedor del bien y entregan-
do a un tercero, quien se convierte en
custodio. Entonces gira la idea princi-
1. Características del secuestro pal en el secuestro judicial la acción
judicial que se ejercite en el proceso principal
La consulta introduce al plano de aná- para que esté dirigida a obtener la en-
lisis académico dos temas de gran sig- trega de un bien específico o determi-
nificación práctica: las características nado, como consecuencia, claro está
del secuestro sobre bienes inmuebles de haberse dilucidado el derecho de
y la posibilidad de que estos puedan propiedad o posesión sobre un bien
ser secuestrados judicialmente. determinado.
270
CASUÍSTICA / MEDIDAS PARA FUTURA EJECUCIÓN FORZADA
a este, con el carácter de secuestro 643 del Código Procesal Civil, pues
judicial”. a pesar de que dicho artículo no hace
distinción si se refiere a qué bienes
Otra de las características del secues- solamente pueden ser materia de se-
tro judicial es que actúa frente al ries- cuestro judicial, consideramos que
go de pérdida o deterioro en manos es viable la oportunidad de discutir
del poseedor, porque no hay que olvi- la posibilidad de un secuestro judi-
dar que el bien se encuentra en pose- cial sobre bienes inmuebles. Ante ese
sión de un tenedor, quien generalmen- vacío, consideramos lo siguiente.
te es el demandado; por eso mismo, es
necesario asegurar la saludable ejecu- Es cierto que la norma procesal no
ción del bien materia de litis, para así hace distinción sobre qué bienes pue-
mantener en buen recaudo y en buen den ser sometidos a un secuestro judi-
estado de conservación, pues lo que se cial. Sin embargo, cuando se hace re-
busca es evitar cualquier deterioro del ferencia a la dificultad o imposibilidad
bien reclamado. de desplazamiento del bien inmueble,
la norma procesal no solo hace refe-
Al mismo tiempo, se fundamenta la rencia a bienes muebles cuando seña-
designación hecha por el juez a una la que se efectúa la “desposesión del
tercera persona llamada custodio, para tenedor y entrega al custodio designa-
que reemplace al tenedor del bien y se do”. Parte de la doctrina ha entendido
evite cualquier abuso que pueda hacer solamente para cautelar bienes mue-
el poseedor, a tal grado que la ejecu- bles. Ante esa incertidumbre en la nor-
ción de la sentencia resulte ilusoria. matividad, nosotros consideramos que
nada impediría que los bienes inmue-
Asimismo, el secuestro judicial, no es bles puedan ser secuestrados y entre-
la medida adecuada para asegurar la gados a un custodio para evitar que
eficacia de la sentencia cuando el pro- el poseedor pueda causar perjuicios
ceso judicial recae sobre obligaciones
sobre el bien, pues no podemos hacer
de hacer o de no hacer, sino a contra-
distinción donde la ley no distingue.
rio sensu, recae sobre bienes determi-
nados que se encuentran en discusión Otra alternativa de solución al res-
y que son parte principal de la preten- pecto, sería encausarla con una me-
sión del demandante, con la finalidad dida cautelar genérica, conforme está
de que un tercero la custodie, quien es regulada en el artículo 629 del Códi-
designado por el juez. Por lo tanto, no go Procesal Civil. En ese supuesto,
procede la sustitución del bien, al ser la medida cautelar que se adopta para
este el que precisamente se pretende conservar un bien inmueble, mien-
obtener. tras se discute el derecho de propiedad
o de posesión y así limitar el uso del
2. Procedencia del secuestro judi- bien por uno de los litigantes y entre-
cial en nuestro ordenamiento gar al custodio para su conservación y
procesal mantenimiento del bien, hasta que se
Ahora bien, la problemática que se dilucide el derecho de fondo sobre el
nos presenta está referida al artículo bien.
271
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CASUÍSTICA / MEDIDAS PARA FUTURA EJECUCIÓN FORZADA
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
primer acto pueda solicitar el levanta- del Código Procesal Civil, excep-
miento de dicha medida cautelar e ins- cionalmente podrá embargarse la re-
cribir su transferencia, para que así, muneración y demás ingresos cuan-
el supuesto de ampliación del embar- do estos superen el equivalente a
go o en todo caso la posibilidad de cinco unidades de referencia proce-
que el deudor tenga más acreedores y sal, en cuyo caso únicamente el exce-
con ello la posibilidad de más embar- so de este límite podrá ser embargado
gos, estos no puedan recaer sobre el y hasta una tercera parte como máxi-
bien del nuevo adquiriente, pues goza mo. Sin embargo, para tal aplicación,
de protección registral, quedando la el embargo en forma de retención de
única opción de que los acreedores in- los ingresos del trabajador presupo-
satisfechos busquen otro bien del deu- ne necesariamente la existencia de un
dor sujetos también a ser afectado. proceso judicial, ya que en este tipo
de embargos, quien tenga en su poder
dichas sumas pecuniarias (general-
Procedencia del embargo en mente los empleadores) los retendrá y
forma de retención en los pondrá a disposición de juzgado ante
28 el cual se ventila el proceso de cobro
procesos de alimentos.
ya iniciado, conforme lo expresa el ar-
Consulta: tículo 657 del Código Procesal Civil.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
podrá fenecer por las causales enume- está, cumpliendo con lo señalado con
radas en el Código Civil (art. 318). los criterios anteriormente expuestos;
caso contrario, no hay obstáculo algu-
Asimismo, aquellas que consideran no que impida afectar un bien social
que de ninguna manera pueden embar- con una medida cautelar.
garse los bienes sociales de la socie-
dad de gananciales, sosteniendo que Conclusiones
los bienes sociales “no pueden respon- Un bien perteneciente a la sociedad de
der por la deuda adquirida por el cón- gananciales no constituye jamás co-
yuge; en consecuencia, la medida cau- propiedad de los cónyuges, sino un
telar no puede subsistir, pues estando patrimonio autónomo, de modo que
vigente la sociedad de gananciales, los los bienes se atribuyen a los compo-
bienes sociales que la integran perte- nentes del colectivo, pero no singu-
necen a una comunidad de bienes, los larmente y por cuotas, sino en cuan-
cuales son autónomos e indivisibles y to integrantes del colectivo, por eso
no pueden designarse a cada cónyuge, la propiedad de los bienes sociales
determinado porcentaje de propiedad solo se concretiza fenecida la socie-
sobre ellos”, tal como lo estableció la dad conyugal, y previa liquidación.
Primera Sala Civil de Lima, con fecha Además el patrimonio autónomo solo
12 de diciembre de 2001. responderá por obligaciones asumi-
das por sí y no por obligaciones asu-
Sobre el tema, consideramos que la midas personalmente por cada uno de
posición que debería prevalecer es la los cónyuges, salvo que el objeto de la
que ampara la aplicación de medidas obligación hubiese tenido como bene-
cautelares que afecten un bien social, ficiaria a dicha sociedad.
con la finalidad de garantizar el cum-
plimiento de una obligación personal Los bienes sociales serán pasibles de
de uno de los cónyuges, aun cuando embargar cuando estos no constitu-
la ejecución se efectúe tras la liquida- yan patrimonio familiar, ya que sola-
ción de la sociedad de gananciales. mente con este régimen legal podrán
asegurar la inembargabilidad confor-
No obstante ello, para garantizar nues- me lo dispuesto en el artículo 648 del
tra postura consideramos estrictamen- Código Procesal Civil. En consecuen-
te necesario evaluar si aquel bien so- cia, cuando no se ha acreditado de
cial que está sujeto a embargar está modo alguno que un bien social haya
constituido o no como patrimonio sido constituido en patrimonio familiar,
familiar, pues si lo estuviese sí ha- con arreglo a las disposiciones que es-
brían fundamentos necesarios para tablecen los artículos 488 y siguientes
evitar el embargo; por la naturale- del Código Civil no podemos decir que
za y fines de este régimen legal, claro un bien social es inembargable.
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CASUÍSTICA / MEDIDAS PARA FUTURA EJECUCIÓN FORZADA
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
b) Los cargos que realizan las enti- Entonces, es evidente que exis-
dades bancarias no son ni pueden ser te una diferencia entre la compensa-
embargos, debido a que no se realizan ción de deudas impagas por el cliente
en el marco señalado anteriormen- a la entidad financiera, y los embar-
te. Por el contrario, es una compen- gos a las cuentas de remuneraciones,
sación de deudas y acreencias en el pues es palmario que son de naturale-
marco de la Ley de Sistema Financie- zas distintas. Uno se apoya en las nor-
ro y de Seguros. c) Las denominadas mas del sistema financiero y del pro-
cuentas de remuneraciones, si bien se pio contrato suscrito entre el cliente
utilizan para el depósito de remunera- y la entidad financiera, mientras que
ciones, constituyen cuentas de ahorro el otro, sustenta su posición, aplican-
del sistema financiero para cuya aper- do los límites previstos en el Códi-
tura los clientes (trabajadores) suscri- go Procesal Civil, es decir, solamen-
ben con los bancos sendos contratos te se puede embargar hasta la tercera
aprobados por la SBS, en los que se parte del exceso de la remuneración,
contempla expresamente la posibili- esto es S/. 1800, además también de
dad de la compensación referida en destacar el carácter alimenticio de las
el acápite anterior, es decir, el pro- remuneraciones.
pio trabajador ha autorizado el débi-
to sobre su cuenta de remuneracio- Pero la consulta se agudiza mucho
nes en caso de deudas impagas con más ¿Cuál es el límite que consideran
la entidad financiera. las entidades financieras para compen-
sar una deuda de un cliente, para no
En ese sentido, se considera que bajo
vulnerar el derecho alimenticio de las
la legislación actual las entidades fi-
remuneraciones? No existe una sali-
nancieras proceden dentro del marco
legal y que lo señalado por el Indeco- da a nivel normativa en el sistema fi-
pi podría generar un peligroso prece- nanciero para evitar la vulneración de
dente que va en contra de la estabili- los derechos fundamentales que resul-
dad financiera del país, dado que los ten transgredidos, por eso es necesa-
trabajadores con cuentas de remu- rio cubrir ese vacío legal, pero eso no
neraciones que no pretendan pagar significa que se realice aplicando erró-
sus deudas a las entidades financie- neamente lo dispuesto en el artículo
ras encuentren en esta decisión un 648 del Código Procesal Civil, ya que
manto protector. Debemos tener en al inicio advertimos que no se trata-
claro que toda persona paga sus deu- ba de embargos sino de compensación
das con el dinero que gana por el fruto de deuda, es decir, son dos institucio-
de su trabajo, por lo que no se debe nes jurídicamente diferentes, que no
caer en una sobreprotección que am- se pueden confundir; por lo que no es
pare a aquellos que incumplen sus posible aplicar supletoriamente lo dis-
obligaciones. puesto por dicha norma procesal.
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CASUÍSTICA / MEDIDAS PARA FUTURA EJECUCIÓN FORZADA
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / MEDIDAS TEMPORALES SOBRE EL FONDO
otorgar satisfacción anticipada del de- de hijos menores con indubitable re-
recho reclamado. Por lo tanto, la tute- lación familiar, el juez deberá otorgar
la satisfactiva anticipada se diferencia medida de asignación anticipada, ac-
con la tutela cautelar porque el pro- tuando de oficio, de no haber sido re-
veimiento anticipatorio se relaciona querida dentro de los tres días de no-
directamente con el mérito del pro- tificada la resolución que admite a
ceso, es decir, con la res in iudicium trámite la demanda”. Más allá de si es
deducta. cuestionable o no la norma contenida
en la disposición transcrita, del caso
En el caso de la “asignación antici- materia de consulta se desprende que
pada” es innegable que con la efecti- el juez no tiene ninguna duda en con-
vización de la pensión alimenticia se ceder tutela satisfactiva anticipada a
satisface inmediatamente el derecho favor del niño Teodoro a través de una
de crédito del demandante. Lo que él asignación anticipada de alimentos,
quiere es un dinero mensual, y el juez pero no sabe si hacer lo mismo con la
le otorga exactamente ello. Poco im- madre.
porta que el proveimiento anticipa-
torio sea provisorio o que pueda ser Para ello, evidentemente, es preciso
revocado por una sentencia con cogni- realizar una actividad interpretativa
ción plena y completa: ella no elimina que conduzca a afirmar si dicha norma
la efectiva satisfacción que ya existió apenas se limita a los hijos o si tam-
en la esfera jurídica del demandante; bién puede alcanzar al cónyuge o a los
ella no elimina el proveimiento anti- ascendientes, que también son sujetos
cipatorio como si este nunca hubiera pasibles de demandar alimentos. Esta
existido. conclusión únicamente se puede ex-
traer a partir del texto normativo dado
De esta manera, estando clara la dife- por el legislador.
rencia entre tutela satisfactiva antici-
pada y tutela cautelar, se verifica que Si de algo no hay duda es que el le-
la técnica procesal (medio) mediante gislador condiciona la actuación de
la cual es posible adelantar cronoló- oficio del juez a la existencia de una
gicamente la tutela jurisdiccional que relación familiar indubitable y el tér-
sería prestada en la sentencia (fin) es mino final posterior al auto admiso-
la técnica anticipatoria. La conce- rio de la demanda. Estos requisitos de
sión de ella da lugar a un proveimien- ninguna manera pueden ser solapados
to anticipatorio que efectivizará la tu- por cualquier tipo de interpretación.
tela satisfactiva anticipada. No obstante, la primera pregunta que
debe hacerse es la siguiente: ¿será que
2. Interpretando el artículo 675, se- el legislador quiso que el juez única-
gundo párrafo del CPC: ¿apenas mente conceda tutela satisfactiva anti-
se limita a los hijos menores de cipada provisoria a favor de los hijos
edad? menores? Si fuese afirmativa la res-
El artículo 675, segundo párrafo del puesta, ¿existe razonabilidad al mo-
CPC, dice lo siguiente: “En los casos mento de excluir a los hijos mayores,
285
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(51) Nótese que esto es de vital importancia para evitar algún tipo de prevaricato. Es absolutamente necesario
que el juez fundamente que no se está apartando del texto expreso de la ley.
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CASUÍSTICA / MEDIDAS TEMPORALES SOBRE EL FONDO
otros sujetos que también se encuen- los sujetos que no sean hijos menores
tren en estado de vulnerabilidad. para conceder tutela satisfactiva anti-
cipada de oficio.
En efecto, siendo el fin de la norma
proteger la situación de vulnerabili- Conclusión
dad que, a su vez, impida hacer uso
del mecanismo de la pensión antici- En el caso concreto, el juez comprobó
pada, es posible concluir que la tutela que la madre, exactamente igual que
satisfactiva de oficio debe (y no ape- el hijo, además de tener indubitable
nas “puede”) extenderse también a vínculo familiar, se encuentra en esta-
los otros sujetos que pueden deman- do de abandono y, a pesar de deman-
dar alimentos y que se encuentren en dar alimentos, no pidió la asignación
aquella situación de desventaja. No es anticipada. Madre e hijo son igual-
automático, como sí sucede con los mente vulnerables y pueden sufrir si-
hijos menores: es necesario corrobo- milar perjuicio si no se les concede tu-
rar dicha vulnerabilidad para que los tela satisfactiva anticipada ex officio.
otros sujetos se encuentren en situa- De esta manera, a partir de una inter-
ción similar que los hijos menores de pretación teleológica, el juez puede
edad y, de esa manera, se cumpla con concluir que para el cónyuge que tam-
el fin de la norma. bién se encuentre en un estado de vul-
En otras palabras, este ejercicio in- nerabilidad similar al que se asume
terpretativo conduce, evidentemen- que tiene el hijo menor de edad, debe
te, a una auténtica reconstrucción de favorecérsele con una pensión antici-
la fattispecie de la norma cuando esta pada de oficio.
se dirige a hijos mayores, cónyuge y
ascendientes.
La permanencia del impedi-
A esta conclusión se suma el hecho de mento de salida del país du-
que no siempre quien pide alimentos 33 rante la ejecución de la sen-
se encuentra en una situación desfa- tencia de alimentos.
vorable. Siendo que los alimentos res-
ponden a una obligación legal, se trata Consulta:
de un derecho de crédito que exis-
te con prescindencia de la situación Ericka Córdova inició un proce-
económica del acreedor y del deudor. so de alimentos, en el cual solici-
Que se efectivice de tal o cual mane- ta como medida temporal la asig-
ra es otro problema: la existencia del nación anticipada de alimentos.
derecho de crédito no se ve perjudica- A su vez, para salvaguardar el
da en lo absoluto. De ahí que el juez, cumplimiento de su medida cau-
luego de comprobar la relación fa- telar, le es concedida su solici-
miliar indubitable y el término final tud de impedimento de salida del
(como ya se dijo, requisitos de cons- país del demandado. Una vez dic-
tatación imprescindibles), debe ve- tada la sentencia que declara fun-
rificar el estado de vulnerabilidad de dada su pretensión alimentaria, y
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
288
CASUÍSTICA / MEDIDAS TEMPORALES SOBRE EL FONDO
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Código Procesal Civil que establece lo resulta totalmente válido decretar pro-
siguiente: “a) Que la pensión alimen- visionalmente el impedimento de sa-
ticia genera intereses; b) que con pres- lida del país del obligado; ello por el
cindencia del monto demandado, el especial carácter de la pretensión, así
juez al momento de expedir senten- como por un sentido de justicia para
cia o de su ejecución debe actualizar- quien solicita los alimentos, que ha te-
lo a su valor real teniendo en cuenta nido que poner en marcha la maquina-
para tal efecto lo dispuesto en el ar- ria judicial para recién poder percibir
tículo 1236 del Código Civil (…); c) una pensión alimenticia”(59).
que dicha norma (art. 567 del CPC)
no afecta las prestaciones ya pagadas; Dado que el impedimento de sali-
d) que puede solicitarse la actualiza- da del país es una medida gravosa, el
ción del valor aunque el proceso ya Tribunal Constitucional ha estableci-
esté sentenciado, solicitud que será re- do en la STC Exp. Nº 213-2010-PHC/
suelta con citación al obligado”(56). TC que esta medida debe entender-
se “como una medida de carácter ex-
4. Precisiones alrededor a la per- cepcional, puesto que existen medidas
manencia o no del impedimen- menos restrictivas a la luz del princi-
to de salida del país ante la emi- pio de proporcionalidad como las que
sión de la sentencia fundada de provienen del derecho real y el dere-
alimentos cho de crédito que resultarían ser las
más óptimas”. En efecto, si el deman-
El impedimento de salida de país es dado garantiza en forma personal me-
una medida coercitiva y provisional diante fianza o de forma real median-
establecida mediante resolución juris- te hipotecas, prendas o usufructos el
diccional motivada mediante la cual cumplimiento de la medida anticipada
se restringe el derecho al libre tránsi- de asignación de pensión alimenticia,
to(57) de la persona con la finalidad de el juez puede levantar el impedimento
garantizar el pago de la asignación de salida del país.
anticipada de alimentos(58) contenida
en el artículo 675 del Código Proce- Cabe advertir que la medida descri-
sal Civil. En este sentido, el Tribunal ta se encuentra sometida a la cláusula
Constitucional ha señalado que “en rebus sic stantibus, por lo que su per-
tanto no esté debidamente garantizado manencia o modificación, a lo largo
el pago de la asignación anticipada, del proceso judicial, estará siempre en
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CASUÍSTICA / MEDIDAS TEMPORALES SOBRE EL FONDO
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CASUÍSTICA / MEDIDAS INNOVATIVAS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / MEDIDAS INNOVATIVAS
Todo ello es distinto a señalar que discernimiento para que puedan ser
son personas con discapacidad, de- anulados los negocios jurídicos cele-
finidas según el artículo 2 de la Ley brados en ese estado.
Nº 29973, como “aquella que tiene
una o más deficiencias físicas, senso- Cabe anotar que deben ser situaciones
riales, mentales o intelectuales de ca- que involucren falta de discernimiento
rácter permanente que, al interactuar o que la afecten, no siendo suficiente
con diversas barreras actitudinales y demostrar el padecimiento de un mal
del entorno, no ejerza o pueda verse físico grave pero que no afecte el esta-
impedida en el ejercicio de sus dere- do psíquico de la persona.
chos y su inclusión plena y efectiva en
la sociedad, en igualdad de condicio- En esa situación resulta pertinente
nes que las demás”. advertir que los actos efectuados por
la persona ante un notario no pueden
3. Interdicción ser objeto de anulación bajo el su-
Como se ha indicado, todas las perso- puesto de que resulta visible el pa-
nas mayores de 18 años tienen capa- decimiento al momento del acto, de-
cidad, salvo los supuestos indicados bido a que el notario, conforme el
en los artículos 43 y 44, en los cuales artículo 2 del Decreto Legislativo
se requerirá una sentencia del juez que Nº 1049, del Notariado, es el “profe-
declare la interdicción de la persona sional del derecho que está autoriza-
(salvo lo dispuesto en el artículo 582, do para dar fe de los actos y contra-
inciso 3 del artículo 687 e inciso 8 del tos que ante él se celebran. Para ello
artículo 44 del Código Civil), luego formaliza la voluntad de los otorgan-
del cual se nombrará un curador para tes, redactando los instrumentos a los
que pueda ejercer los derechos, debe- que confiere autenticidad, conserva
res y demás situaciones jurídicas del los originales y expide los traslados
“incapaz”. correspondientes”.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
del retardo en el proceso de determi- Procesal Civil, entre las medidas in-
nar la providencia principal. Concre- novativas concede al juez la facultad
tamente sobre el tipo de la medida de dictaminar la adopción de medi-
cautelar de abuso de derecho, prime- das indispensables para evitar la con-
ro vale recordar lo que se entiende por sumación de un perjuicio irreparable
abuso de derecho; y al respecto, Fer- en los procesos cuya demanda versa
nandez Sessarego, describió esta fi- sobre el ejercicio abusivo del derecho.
gura como “el conjunto de derechos Otro supuesto es el del inciso 4 del ar-
u deberes propios de un determinado tículo 112 del Código Procesal Civil
estatus del sujeto, de conformidad con referido al abuso del proceso siempre
las atribuciones del ordenamiento jurí- y cuando se utilice el proceso o acto
dico positivo”(63). procesal para fines claramente ilegales
o con propósito doloso o fraudulento
El abuso de derecho está regulado causando un daño innecesario a la otra
en la legislación peruana de mane- parte e inclusive a terceros.
ra amplia, empezando por la Cons-
titución hasta llegar a la regulación Los titulares de actividades extrac-
procesal. Así la Constitución Políti- tivas sustentan el ejercicio de estas
ca del Perú en el párrafo final del ar- principalmente en el derecho cons-
tículo 103 establece que la norma de titucional a la libertad de empre-
mayor jerarquía del ordenamiento ju- sa, pero sobre todo en los derechos
rídico peruano no ampara el abuso de y obligaciones que se determinan en
derecho. Sigue en la ratio normativa las normas especiales de cada regula-
el Código Civil, cuyo artículo II dis- ción sectorial; es decir, las activida-
pone que: “La ley no ampara el ejer- des extractivas, se configuran princi-
cicio ni omisión abusiva de un dere- palmente por los títulos legales que
cho. Al demandar indemnización u habilitan al ejercicio de aquellas, que
otra pretensión, el interesado puede corresponden a cada sector como el
solicitar las medidas cautelares apro- minero, el energético o el pesque-
piadas para evitar o suprimir provi- ro, cuyos alcances son determina-
sionalmente el abuso”. Al respecto, en dos por las leyes y reglamentaciones
la norma especial procesal, el Código especiales.
(63) FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. Derecho de las personas. Exposición de Motivos y Comentarios
al Libro Primero del Código Civil peruano. Studium, Lima, 1986, p. 11.
306
CASUÍSTICA / MEDIDAS INNOVATIVAS
Concesión Minera.
Concesión de Exploración.
Concesión de Explotación.
Minería
Concesión de Beneficio.
Concesión de Labor General.
Concesión de Transporte Minero.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(64) Ulrich Beck, citado por MILANO SÁNCHEZ, Aldo. El principio precautorio. Editorial Jurídica Conti-
nental, San José, 2005, p. 11.
308
CASUÍSTICA / MEDIDAS INNOVATIVAS
(65) Exp. N° 3510-2003-AA/TC, f.j. 4 c): Si bien el elemento esencial del principio de precaución es la falta
de certeza científica para aplicarlo, aun cuando no sea imprescindible demostrar plenamente la gravedad
y realidad del riesgo, sí resulta exigible que haya indicios razonables y suficientes de su existencia y que
su entidad justifique la necesidad de adoptar medidas urgentes, proporcionales y razonables. No siem-
pre la prohibición absoluta de determinada actividad es la única vía para alcanzar determinado grado
de protección, pues, dependiendo del caso, el mismo puede ser alcanzado, mediante la reducción de la
exposición al riesgo, con el establecimiento de mayores controles y la imposición de ciertas limitaciones.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / MEDIDAS INNOVATIVAS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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CASUÍSTICA / MEDIDAS INNOVATIVAS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
314
CASUÍSTICA / MEDIDAS DE NO INNOVAR
(66) CALAMANDREI, Piero. Introduzione allo studio sistematico dei provvedimenti cautelari. Cedam,
Padua, 1936, p. 31 y ss.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
(67) CARNELUTTI, Francesco. Sistema di diritto processuale civile. Vol. I. Funzione e composizione del
processo. Cedam, Padua, 1936, p. 206 y ss. Carnelutti veía, en la tutela cautelar, una tercera función
del proceso: prevenir el daño a la litis, realizando una “composizione provvisoria della lite”, y habla
de “processo cautelare” debido a su contraposición con el “processo de cognizione” y el “processo di
esecuzione”. Así, el “processo cautelare conservativo” presupone la manutención del estado de hecho,
mientras que el “processo cautelare innovativo” implica una alteración del estado de hecho.
(68) CARNELUTTI, Francesco. Diritto e processo. Morano Editore, Nápoles, 1958, p. 357 y ss.
(69) Dice expresamente Carnelutti (Ibídem, p. 357): “(...) no es justo distinguir, para la clasificación del
proceso cautelar, el proceso conservativo del proceso innovativo, primero que nada porque cualquier
316
CASUÍSTICA / MEDIDAS DE NO INNOVAR
proveimiento aporta una novedad que es un algo, que de otro modo no sería originado: también cuando
el juez obra de modo a impedir una mudanza y así conservar las cosas como son, modifica el curso de
la historia, según el cual de otro modo las cosas habrían mudado; de otro lado, también cuando innova
disponiendo que sea eliminado un cambio ya producido, conserva el estado de cosas existente preceden-
temente; por ello, conservación e innovación se implican uno con otro. Pero lo que más importa es la
relación de medio a fin entre estos dos términos: el fin es siempre el de reaccionar a los cambios que el
tiempo podría generar al estado de hecho inicial”. De ahí que la nueva clasificación de los procesos cau-
telares propuesta por Carnelutti (no exenta de severísimas críticas, por cierto) es, ahora, una tripartición:
i) inhibitorio, ii) restitutorio y iii) anticipatorio.
317
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
del plano material llevadas al proceso) No obstante, ¿será que ello es real-
puede darse satisfaciéndolos (anticipa- mente importante al momento de con-
damente o no) o asegurándolos, el Es- ceder tutela de seguridad? Evidente-
tado está en la obligación de prestar la mente no, porque se trata apenas de
tutela más adecuada para el caso con- rótulos. Superado el problema de la
creto. Ello no elimina, evidentemen- pretendida excepcionalidad de las me-
te, que el requirente deba cumplir con didas que encajen en la descripción
diversos requisitos que impone el or- del artículo 687 del CPC, si el soli-
denamiento jurídico para verse bene- citante cumple con los requisitos im-
ficiado con el otorgamiento de dichas puestos para pedir tutela cautelar y,
tutelas, pero, a su vez, el Estado no principalmente, demuestra la existen-
puede liberarse de su deber impuesto cia del peligro en la demora (lo cual
por la Constitución al consagrar el de- condicionará el tipo de tutela de se-
recho fundamental al proceso justo, así guridad que debe ser viabilizada me-
como el derecho fundamental a la tu- diante una medida cautelar), entonces
tela jurisdiccional efectiva, adecuada y no interesa en lo más mínimo cómo
tempestiva. se le denomine a esa medida: el tema
pasa por ofrecer una adecuada protec-
Ahora bien, es evidente que cuando se ción al derecho.
pide la paralización de una construc-
ción lo que se quiere es modificar la Conclusión
realidad preexistente a la concesión de
la tutela cautelar. En efecto, siendo que El caso materia de consulta demues-
la construcción está en obras, si estas tra que el problema no radica en cómo
se paralizasen evidentemente se esta- los justiciables y sus abogados llamen
ría modificando una situación de hecho a las medidas cautelares que piden,
(de construir a dejar de construir). No sino que los jueces se liberen de los
se trata, por lo tanto, de una “medida rótulos y que cumplan correctamen-
de no innovar”, al menos no en los tér- te su función. Lamentablemente en el
minos que el CPC regula esta figura. presente caso ello no se dio.
318
PARTE III
JURISPRUDENCIAS
JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 1589-09
Lima, 17 de setiembre de 2009
321
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
el plazo de diez días cumpla con disponer el pago del incremento en los ingresos de los
docentes de las universidades públicas, por el periodo comprendido entre el primero de
junio y el veintisiete de noviembre de dos mil siete conforme a los montos establecidos
en el anexo 1 de la Ley Nº 29137, con costos;
CUARTO:
A que, emitida la sentencia antes citada, la demandante Federación Nacional de
Docentes Universitarios del Perú - FENDUP solicita medida cautelar a fin de que se or-
dene provisionalmente al emplazado el cumplimiento de lo dispuesto en la
Ley Nº 29137, la cual ha sido precisada mediante la Ley Nº 29223; y en consecuencia
se disponga el pago de los porcentajes de homologación docente de los meses de junio,
julio, agosto, setiembre, octubre y noviembre del 2008, con la totalidad de los beneficios
correspondientes; ordenando que transfiera las partidas presupuestales correspondientes
a las universidades públicas del país, a efectos que procedan con el pago de los porcen-
tajes de homologación docente de los meses antes descritos. Que a ello, el a quo emite
la resolución número uno de fecha veinte de enero del presente año mediante el cual se
concede la medida cautelar solicitada;
QUINTO:
A que, mediante escrito de fecha seis de abril, el procurador adjunto a cargo de
los asuntos judiciales del Ministerio de Economía y Finanzas solicita se deje sin efec-
to la medida cautelar; así, mediante resolución cuatro, la misma que viene en grado, el a
quo declara improcedente su pedido debido a que conforme se advierte de la resolución
uno de fecha veinte de enero se dictó medida cautelar en mérito a lo dispuesto por el ar-
tículo 15 del Código Procesal Constitucional y en mérito a lo dispuesto por los artícu-
los 611 y 615 del Código Procesal Civil, la medida es una medida cautelar y no una de
ejecución anticipada del proceso, la misma que ha sido dictada debidamente motivada y
sustentada;
SEXTO:
A que, respecto al presente caso, debe tenerse en cuenta que la finalidad de la me-
dida cautelar se encuentra destinada a asegurar el cumplimiento de la decisión definiti-
va; siendo una de sus características principales la previsoriedad, esto es, que la medida
cautelar tiene una función temporal dentro del proceso; así, a diferencia de las resolu-
ciones de fondo que sí tiene vocación de estabilidad, las medidas cautelares por ser un
instrumento del instrumento solo pueden existir cuando el instrumento (el proceso prin-
cipal de fondo) exista y persista la necesidad de la medida, esta característica la inter-
pretamos del artículo 619 del Código Procesal Civil; artículo que si bien está desubica-
do, nos hace traslucir que cuando se resuelve el principal en modo definitivo y favorable
al titular de la medida, la medida cautelar es, como ya dijimos, absorbida por la de-
cisión de fondo; por lo que, en ese sentido, advirtiéndose que mediante sentencia de
vista de fecha nueve de junio del dos mil nueve obrante a fojas ciento treinta y siguien-
tes, este Superior Colegiado ha resuelto declarar concluido el proceso sin declaración
sobre el fondo, ordenando al demandado cumpla con lo establecido en el Pleno del Tri-
bunal Constitucional en su sentencia emitida en el Expediente Nº 0023-2007-PUTC de
fecha quince de octubre del dos mil ocho; en ese sentido, y por lo expuesto en líneas
322
JURISPRUDENCIAS
323
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 087-2010
Demandante : Huamán Fernández, Edelisa
Demandado : Centro Comercial Unicachi S.A.
Materia : Anulabilidad de Acto Jurídico
Procedencia : 25º Juzgado Civil de Lima
Fecha vista
de causa : 24 de marzo de 2010
Lima, 24 de marzo de 2010
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JURISPRUDENCIAS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente N° 2060-2009
Demandante : Mendoza Ángeles, Carlos
Demandado : Mendoza Rondinel, Vania Key
Materia : Petición de Herencia
Procedencia : 29° Juzgado Civil de Lima
Fecha vista
de causa : 4 de noviembre de 2009
Lima, 4 de noviembre de 2009
326
JURISPRUDENCIAS
327
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
IV. DECISIÓN:
CONFIRMARON la resolución apelada de folios 32 a 33, número 01, de fecha 5
de agosto de 2009, que deniega la solicitud cautelar promovida por el demandante Car-
los Mendoza Ángeles. Dispusieron que el Secretario de Sala proceda conforme a lo pre-
visto por el artículo 383 del Código Procesal Civil.
Interviniendo como Ponente el señor Juez Superior Torres Ventocilla.
328
JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 1271-2010
Lima, 20 de setiembre de 2010
329
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
331
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 02542-2008
Lima, 17 de marzo de 2009
332
JURISPRUDENCIAS
el a quo no ha efectuado análisis alguno respecto de los argumentos del recurrente ver-
tidos en su solicitud cautelar que evidencie que previamente se realizó un juicio de ve-
rosimilitud del derecho invocado, que a su vez sirva como pauta para determinar recién
la forma y grado de la contracautela, teniéndose en cuenta que ambos extremos –verosi-
militud y contracautela– van de la mano en el sentido que, cuanto mayor resulte la cre-
dibilidad del derecho en cuya virtud se procede, menos gravosa será la contracautela y a
la inversa, siendo del caso precisar que también debe ser objeto de análisis la inminen-
cia o probabilidad de acaecimiento de los posibles perjuicios a resguardar; que por estas
consideraciones y en atención a lo dispuesto en el artículo 122 inciso 3 y 171 del Códi-
go Procesal Civil, DECLARARON NULA la resolución número cinco de fecha quin-
ce de agosto del dos mil ocho obrante que resuelve que previamente el solicitante ofrez-
ca contracautela suficiente que asegure el resarcimiento de los daños y perjuicios que
pueda ocasionar su ejecución, la misma que debe consistir en una Carta Fianza hasta por
el monto que asciende su petitorio y ORDENARON: Que el juez de la causa expida
nueva resolución en atención a las consideraciones precedentes y los devolvieron; DIS-
PUSIERON: Que secretaría cumpla con lo dispuesto en el artículo 383 del Código Pro-
cesal Civil.
333
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 462-10
Lima, 5 de mayo de 2010
334
JURISPRUDENCIAS
SEGUNDO: Que, por escrito de fojas cincuenta y seis, don Juan Alfredo Mejía
Molina, solicita se le conceda medida cautelar de anotación de sentencia ejecutoriada
del 30 de marzo de 2006 en la Partida Electrónica Nº P0 3096767 del Registro Predial
Urbano de Lima, que declara fundada la demanda y ordena que los emplazados cumplan
con otorgarle la escritura pública de compraventa e independización del inmueble ubi-
cado en el Asentamiento Humano “Santa Teresita de Villa” Sector 1, Manzana 3, Lote
Nº 7, distrito de Chorrillos, provincia y departamento de Lima, de 90 metros cuadrados.
TERCERO: Señala como fundamentos de su pedido, que habiendo tachado el Re-
gistro de Propiedad Inmueble la inscripción de la Escritura Pública de Compraventa e
Independización otorgada por el Vigésimo Primer Juzgado Especializado en lo Civil,
aduciendo que previamente se inscriba la Declaración de Fábrica y Reglamento Interno,
como la independización del inmueble para identificarse registralmente, lo cual deman-
da tiempo y gastos, a fin de prevenir que los demandados no transfieran la propiedad a
terceras personas, resulta necesario que se inscriba la demanda.
CUARTO: Las medidas cautelares tienen por objeto garantizar el cumplimiento de
la decisión a adoptarse en forma definitiva y se caracterizan por importar un prejuzga-
miento, ser provisorias, instrumentales y variables.
QUINTO: En principio, debe tenerse en cuenta que el estado del proceso es de
ejecución de la sentencia contenida en la resolución número cuarenta y cinco de fecha
treinta de marzo de dos mil seis, obrante en copia certificada a fojas catorce, emitida por
el Vigésimo Primer Juzgado Especializado en lo Civil, mediante la cual se declara fun-
dada la demanda interpuesta y se ordena a los demandados que cumplan con otorgar a
favor de los actores la escritura de compraventa e independización, en los términos y
condiciones descritos en el contrato de compraventa de fecha once de junio de mil nove-
cientos setenta y ocho.
SEXTO: En este sentido, si la solicitud ha sido presentada como una medida cau-
telar, correspondía que el Juzgador en aplicación al artículo VII del Título Preliminar
del Código Procesal Civil, analice la misma como si esta fuese una medida para la eje-
cución y no como erradamente lo ha efectuado, esto es, dilucidando la concurrencia de
los elementos esenciales de toda medida cautelar (apariencia del derecho y peligro en la
demora) habida cuenta que nos encontramos en la etapa de ejecución, donde la incerti-
dumbre jurídica que la originó, ha sido resuelta en forma definitiva.
SÉTIMO: Además, debe precisarse que si bien nuestro Código Adjetivo contem-
pla de manera expresa en el artículo seiscientos setenta y tres la figura de la anotación
de demanda mas no la anotación de sentencia, también es cierto que el referido cuerpo
normativo regula las medidas cautelares atípicas en el artículo seiscientos veintinueve,
es así que además de las medidas cautelares reguladas en este Código y en otros dis-
positivos legales, se puede solicitar y conceder una no prevista, pero que asegure de la
forma más adecuada el cumplimiento de la decisión definitiva,
OCTAVO: En este sentido, mal podría entonces afirmar el Juzgador que la medida
solicitada no resulta atendible por no encontrarse inmersa en nuestro ordenamiento pro-
cesal, por lo que, al haberse desconocido lo previsto en los artículos VII del Título Preli-
minar y seiscientos veintinueve del Código Adjetivo, merece declararse la nulidad de la
resolución cuestionada.
335
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
336
JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 1247-2010
Lima, 22 de setiembre de 2010
337
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
TERCERO: De acuerdo al segundo párrafo del artículo 637 del Código Proce-
sal Civil, modificado por el artículo único de la Ley Nº 29384, una vez dictada la medi-
da cautelar, la parte afectada puede formular oposición dentro de un plazo de cinco (5)
días, contado desde que toma conocimiento de la resolución cautelar, a fin de que pueda
formular la defensa pertinente; de esta manera, nuestro ordenamiento jurídico ha pro-
visto al afectado con una medida cautelar, de un mecanismo procesal para obtener una
revisión en la misma instancia de la medida cautelar dictada, debiendo definirse los al-
cances de dicha revisión en interpretación concordada y sistemática de las normas pro-
cesales existentes.
CUARTO: Que, el artículo 364 del Código Procesal Civil preceptúa que, el recur-
so de apelación tiene por objeto que el órgano jurisdiccional superior examine, a solici-
tud de parte o de tercero legitimado, la resolución que les produzca agravio, con el pro-
pósito de que sea anulada o revocada, total o parcialmente.
QUINTO: Habiéndose previsto un mecanismo procesal específico para la emisión
de una resolución judicial (caso de los autos), no puede asumirse que el Código Proce-
sal Civil está propugnando con la previsión de la oposición, de dos formas distintas y
paralelas de revisión de la misma resolución judicial que concede una medida caute-
lar, sino que, conforme al principio de economía procesal, debe entenderse que la opo-
sición procede en otros supuestos distintos a los que pueden ser examinados vía recurso
de apelación.
SEXTO: En tal sentido, cuando en vía cautelar se formula una oposición contra la
medida dictada, los argumentos que sustentan dicha oposición no pueden fundarse en la
realización de un nuevo examen de los aspectos tácticos y jurídicos que oportunamente
fueron planteados y a la vez evaluados en la resolución que la concedió, puesto que en
tales casos el mecanismo procesal idóneo y legalmente previsto es el recurso de apela-
ción, desprendiéndose que la oposición tiene que sustentarse en aspectos que no pudie-
ron ser evaluados al momento de dictarse la resolución que concede la cautela solicitada
y que podrían desvirtuar, por ejemplo, la verosimilitud del derecho o el peligro en la de-
mora que inicialmente fueron apreciados favorablemente por el juzgador.
SÉTIMO: En el presente caso, la oposición formulada ha sido sustentada básica-
mente, entre otros: 1) en la muerte presunta de la demandante que –según la opositora–
desvirtuarían la verosimilitud del derecho respecto a los pedidos de cese de declaración
de ausencia y de restitución de patrimonio vía proceso no contencioso –por haber de-
saparecido el estatus jurídico invocado: ausencia–; y 2) en la existencia de una sentencia
que declaró la prescripción adquisitiva respecto a algunos inmuebles cuya restitución se
pretende y sobre los cuales se ha dictado la medida de anotación de demanda.
OCTAVO: Sin embargo, los referidos hechos descritos no fueron evaluados en la
Resolución N° 1 que concedió la medida de anotación de demanda, y por tanto, si de-
bían ser objeto del correspondiente análisis en vía cautelar, al momento de resolver la
oposición formulada, lo que no ocurrió en el caso de autos.
NOVENO: En ese sentido, tenemos que la resolución materia de apelación no se
encuentra debidamente motivada y no se sujeta al mérito de lo actuado en el proceso
cautelar, incurriendo en causal de nulidad conforme a lo previsto en los artículos 50 in-
ciso 6) y 122 inciso 3) del Código Procesal Civil.
338
JURISPRUDENCIAS
DECISIÓN:
Por estos fundamentos, de conformidad con los artículos 171 y 176 del Código
Procesal Civil, declararon NULA la Resolución Nº 8 del Cuaderno Cautelar, emitida
con fecha 22 de marzo del año 2010, obrante en copias certificadas a fojas 355 y 356 del
presente Cuaderno de Apelación; ORDENARON: que se emita nueva resolución que
se encuentre debidamente motivada, teniendo en cuenta lo glosado en los fundamentos
precedentes: en los seguidos por Susana Hasembank Armas contra María Isabel Hasem-
bank Armas y otros, sobre solicitud de cese de declaración de ausencia, reconocimiento
de presencia y existencia y restitución del patrimonio -cuaderno cautelar; notificándose,
oficiándose y archivándose oportunamente por Secretaría.-
EL SECRETARIO DE LA PRIMERA SALA CIVIL DE LIMA QUE SUSCRI-
BE: CERTIFICA DE CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO 149 DE LA LEY
ORGÁNICA DEL PODER JUDICIAL Que el Señor Juez Superior ÁNGEL ROME-
RO DÍAZ, en su condición de integrante del Colegiado, intervino y votó en los presen-
tes actuados de conformidad al tenor de la resolución que antecede.
EL VOTO EN MINORÍA DE LA SEÑORITA JUEZ SUPERIOR BUSTA-
MANTE OYAGUE ES COMO SIGUE:
AUTOS Y VISTOS: y ATENDIENDO:
PRIMERO: Que, es materia de apelación la resolución número ocho del cuaderno
cautelar, de fecha veintidós de marzo de dos mil diez, obrante de fojas trescientos cin-
cuenta y cinco a trescientos cincuenta y seis, que resolvió declarar improcedente la opo-
sición a la medida cautelar;
SEGUNDO: Que, corresponde a este Colegiado la revisión y análisis exhaustivo
de lo actuado a fin de establecer el derecho de las partes a fin de anular, continuar o re-
vocar la apelada, de conformidad con la facultad que otorga el artículo 364 del Código
Procesal Civil, y el artículo 637 de dicho cuerpo legal, modificado por el artículo único
de la Ley Nº 29384, publicada el 28 de junio de 2009, prescribe que: “La solicitud cau-
telar es concedida o rechazada sin conocimiento de la parte afectada en atención a los
fundamentos y prueba de la solicitud. (...) Una vez dictada la medida cautelar, la parte
afectada puede formular oposición dentro de un plazo de cinco (5) días, contado desde
que toma conocimiento de la resolución cautelar, a fin de que pueda formular la defen-
sa pertinente. La formulación de la oposición no suspende la ejecución de la medida. De
ampararse la oposición, el juez deja sin efecto la medida cautelar. La resolución que re-
suelve la oposición es apelable sin efecto suspensivo”;
TERCERO: Que, la apoderada de María Isabel Hasemback Armas interpone ape-
lación mediante escrito obrante de fojas trescientos sesenta y dos a trescientos sesen-
ta y ocho, indicando que la recurrida incurre en errores de derecho dado que el a quo
no explica el motivo por el cual se ha ordenado trabar medida cautelar en la mayoría
de inmuebles que no van a poder ser restituidos, pues ya no pertenecen a los demanda-
dos sino a terceros de buena fe que los han adquirido legalmente, por lo que, el Juzga-
dor debió advertir que la naturaleza del conflicto se ha tornado contenciosa, en tal senti-
do, no existe la probabilidad que la demanda sea declarada fundada en tanto no se puede
restituir lo que no es de ellos, de otro lado, precisa que dos de los inmuebles no pueden
339
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
ser restituidos dado que han sido adquiridos judicialmente por María Isabel Hasemback
Armas mediante el proceso de prescripción adquisitiva, en tal sentido, no existe la vero-
similitud del derecho;
CUARTO: Que, con fecha veintidós de enero de dos mil diez, María Isabel Ha-
semback Armas, mediante escrito obrante de fojas doscientos setenta a doscientos
ochenta y ocho, interpone oposición contra la resolución número uno de fecha veintitrés
de setiembre de dos mil nueve, que dicta la medida cautelar de anotación de la deman-
da en los Registros Públicos, sustentando su pedido en el artículo 637 del Código Pro-
cesal Civil, por “no verificarse de manera concurrente todos los presupuestos cautelares
que exige la ley de la materia”, dado que se abrió la sucesión judicial de Susana Hasem-
back Armas, habiéndose dividido sus bienes entre sus cinco hermanos, y cuarenta y seis
años después la demandante regresó para reclamar lo que le corresponde, de esta mane-
ra, es imposible que se declare el cese de su declaración de ausencia porque de acuer-
do a la normatividad actual su estado jurídico se inserta en la categoría de muerte pre-
sunta, pues si no fuera así, sus herederos no hubiesen podido disponer de sus bienes, por
lo que, no se puede revertir un estado jurídico (ausencia) que según la ley actual ya no
existe, asimismo, indica que lo que la demandante debió pedir es la reivindicación del
patrimonio a través de un proceso contencioso y no la restitución del mismo en una litis
no contenciosa, pues se suscita toda una discusión en torno a la titularidad de los bie-
nes, lo que no ha ocurrido en el presente caso, además, agrega que es imposible jurídica-
mente pedir la restitución de algunos bienes adquiridos por prescripción adquisitiva de
dominio;
QUINTO: Que, del análisis del presente cuadernillo de apelación, y de lo expues-
to en los considerandos precedentes, se advierte que lo que pretende la apelante con
la oposición planteada es que el a quo efectúe indirectamente un pronunciamiento an-
ticipado sobre el fondo de la materia así como que se realice un nuevo examen de los
elementos fácticos y jurídicos que oportunamente fueron planteados, al cuestionar el
cese de la declaración de ausencia así como la vía aplicable para analizar la controver-
sia referida a la discusión en torno a la titularidad de los bienes. Siendo que dichos plan-
teamientos deben ser analizados por el a quo al momento de resolver la controversia
existente en el expediente principal, debe desestimarse la apelación interpuesta por la
apoderada de María Isabel Hasemback Armas, máxime cuando no apeló oportunamente
la resolución número uno, de fecha veintitrés de setiembre de dos mil nueve, que dicta
la medida cautelar de anotación de la demanda en los Registros Públicos, y estando ade-
más que dicha medida no implica una limitación efectiva a la transferencia y disposi-
ción de bienes;
DECISIÓN:
Por cuyas razones: MI VOTO es por que se CONFIRME la resolución número
ocho del cuaderno cautelar, de fecha veintidós de marzo de dos mil diez, obrante de
fojas trescientos cincuenta y cinco a trescientos cincuenta y seis, que resolvió declarar
Improcedente la oposición a la medida cautelar; Hágase saber y devuélvase conforme
a lo establecido en el artículo 383 del Código Procesal Civil; en los seguidos por Susa-
na Hasemback Armas con María Isabel Hasemback Armas y otros sobre Declaración
Judicial.-
340
JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº 3
Expediente Nº 1375-2009 (1502-2010)
Lima, 6 de noviembre de 2010
341
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
364 del Código Procesal Civil y el artículo 370 de dicho cuerpo legal precisa que cuan-
do la apelación es de un auto, la competencia del superior solo alcanza a este y a su
tramitación;
SEGUNDO: Que, mediante resolución número cuatro, de fecha cinco de agosto
dos mil nueve, el a quo rechaza la medida cautelar solicitada por Verónica María Riera
Salem, Eduardo Rodolfo Riera Salem y María Rosario Graciela Salem, la misma que
es declarada nula mediante resolución de vista de fecha catorce de octubre de dos mil
nueve, en la cual expresamente detalla en el quinto considerando de fondo: “De los re-
caudos que conforman el presente cuaderno cautelar se advierta verosimilitud, esto es
apariencia del derecho reclamado, en atención a los documentos anexados, así como de
los fundamentos expuestos en la solicitud cautelar, lo cual guarda correspondencia con
las medidas peticionadas, así como con el futuro proceso a interponer, asimismo, se ob-
serva necesidad de tutela, al existir peligro en la demora a causa de las posibles dila-
ciones del proceso y del estado de insatisfacción del derecho sobre el que se contien-
de en el juicio de mérito a interponer; de manera que concurren los requisitos para la
concesión de la medida cautelar solicitada atendiendo a la naturaleza de la pretensión
principal”;
TERCERO: Que, mediante resolución número ocho, de fecha cinco de marzo de
dos mil diez; obrante de fojas trescientos trece a trescientos dieciséis, el a quo admite
la medida cautelar solicitada dado que cumple con los requisitos para que sea concedi-
da conforme al artículo 611 del Código Procesal Civil, respecto a la verosimilitud, peli-
gro en la demora y razonabilidad, resolviendo: 1.- Disponer la inscripción de anotación
preventiva de la resolución cautelar en la Partida Electrónica N° 03028449 del Registro
de Personas Jurídicas de Lima, correspondiente a Tres Marías, así como en el libro Ma-
trícula de Acciones de dicha entidad, haciendo constar que los solicitantes darán inicio
a un proceso judicial de Acción Petitoria de Herencia y Acción Reivindicatoria respecto
de los derechos y acciones de dicha empresa; 2.- Disponer que los actuales accionistas
de la empresa Tres Marías se abstengan de realizar cualquier tipo de acción o posibles
actos de transferencia, disposición u otros que afecte las acciones de las cuales son titu-
lares correspondientes a dicha empresa mientras dure el proceso judicial a ser iniciado;
3.- Admitir la contracautela de naturaleza real ofrecida por los solicitantes hasta por la
suma de Cuarenta Mil Nuevos Soles respecto de los derechos y acciones que les corres-
ponde en el predio inscrito en la Partida Número 41284870 del Registro de Predios de
Lima; habiendo sido integrada mediante la resolución número nueve, de fecha diecinue-
ve de marzo de dos mil diez, obrante a fojas trescientos veintiuno, por la cual dispone
que los demandados se abstengan de realizar actos de disposición, transferencia, o afec-
tación de los bienes de la empresa Tres Marías mientras dure el proceso judicial:
CUARTO: Que, mediante escrito obrante de fojas trescientos cincuenta y dos a
trescientos cincuenta cuatro, Luis Riera Díaz presenta oposición indicando que las me-
didas cautelares de inscripción de la anotación preventiva en la partida de los registros
públicos y en el libro de matrícula de acciones son innecesarias, pues aduce que no exis-
te peligro en la demora, debido a que los derechos sucesorios son imprescriptibles, de
otro lado, la recurrida en su cuarto considerando indica que la oposición no debe am-
pararse, pues la resolución número ocho se ha efectuado principalmente en base a lo
342
JURISPRUDENCIAS
resuelto por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima mediante re-
solución de fecha 14 de octubre de 2009:
QUINTO: Que, respecto de los agravios planteados es de indicar que el Colegia-
do de la Primera Sala Civil de Lima mediante la resolución de fecha catorce de octubre
de dos mil nueve, declaró nula la resolución número cuatro, de fecha cinco de agosto de
dos mil nueve; en mérito de la cual el a quo emite la resolución número ocho, de fecha
cinco de marzo de dos mil diez, que es materia del recurso de oposición que plantea la
parte demandada apelante además, los argumentos del apelante que pretenden cuestio-
nar el pronunciamiento del señor Juez no sustentan la carencia de los requisitos para
conceder la medida cautelar ordenada por el Señor Juez al emitir la resolución número
ocho:
III. PARTE RESOLUTIVA:
Por estas consideraciones: CONFIRMARON la resolución número veinte, de
fecha veinte de mayo de dos mil diez, obrante a fojas trescientos sesenta y uno, que re-
chaza la oposición peticionada por Luis Riera Ferraro y otros;
Hágase saber y devuélvase conforme al artículo 383 del Código Procesal Civil; en
los seguidos por Verónica María Riera Salem con Luis Riere Ferraro y otros sobre Peti-
ción de Herencia.
343
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expdiente Nº 130-2010
Lima, 12 de abril de 2010
AUTOS Y VISTOS: Con la razón que antecede e Interviniendo como Juez Su-
perior Ponente la doctora Bustamante Oyague; y ATENDIENDO: PRIMERO: Que,
es materia de grado la resolución número uno, de fecha dos de julio de dos mil nueve,
obrante de fojas cincuenta y uno a cincuenta y cuatro, que declara Improcedente la so-
licitud cautelar presentada por Segundo Pedro Pablo Vigo Trujillo; consentida y/o eje-
cutoriada que sea la presente; SEGUNDO: Que, corresponde a este Colegiado la re-
visión y análisis exhaustivo de lo actuado a fin de establecer el derecho de las partes a
fin de anular, confirmar o revocar la apelada, de conformidad con la facultad que otor-
ga el artículo 364 del Código Procesal Civil; TERCERO: Que, Segundo Pedro Pablo
Vigo Trujillo interpone apelación mediante escrito obrante de fojas setenta y tres a se-
senta y siete, indicando que la recurrida le causa agravio, pues al denegar su solicitud
de medida cautelar se ve en peligro su derecho al pago de honorarios profesionales de
US$ 87,500.00 (ascendente al 25% del monto total de US$ 350,000.00 que fue deman-
dado en el proceso seguido contra la Comunidad Industrial Fábrica de Calzado Peruano
S.A., que patrocinó Segundo Pedro Pablo Vigo Trujillo), pues se permite a la demanda-
da eludir su responsabilidad de pago, a pesar de que se ha cumplido con acreditar que
sus honorarios profesionales debían ser pagados en una sola armada con la venta del
local ubicado en Av. Petit Thouars Nº 379, 383 y 385 de la Urbanización Santa Bea-
triz-Lima, de propiedad de la Comunidad Industrial Fábrica de Calzado Peruano S.A.,
344
JURISPRUDENCIAS
y habiéndose realizado la venta de dicho inmueble el cinco de marzo de dos mil nueve,
se desembolsó a la Comunidad Industrial Fábrica de Calzado Peruano S.A. una inicial
de US$ 50,000.00 y US$ 885,000.00 pagaderos con un préstamo bancario que se con-
cederá a los compradores, previa anotación del bloqueo registral en la partida electró-
nica donde se encuentra inscrito el referido inmueble, hecho que se ha cumplido a ca-
balidad conforme se aprecia de la Partida Nº 070223578, por lo que, precisa que debe
ser revocada la recurrida y declarada fundada la solicitud de medida cautelar plantea-
da; CUARTO: Que, el artículo 611 del Código Procesal Civil exige que para conceder
una medida cautelar, que exista verosimilitud en el derecho invocado por el actor en el
proceso principal, lo que se denomina el fumus bonis iuris, de esta manera, puede afir-
marse que las medidas cautelares si bien no exigen un examen de certeza sobre la exis-
tencia del Derecho es necesario que exista un grado aceptable de verosimilitud, como
la probabilidad de que esta exista y no como una incuestionable realidad que solo se lo-
grará al agotarse el trámite, estando al carácter provisional e instrumental de las medi-
das cautelares, por lo que, el análisis de la verosimilitud debe resultar de los elementos
incorporados al proceso que objetivamente puedan dar lugar a inferir la necesidad de
conceder anticipadamente una medida preventiva en el proceso; además, para conceder
una medida cautelar es necesario la existencia de un daño irreparable que podría oca-
sionarse al no resolverse oportunamente la pretensión del demandante en el expediente
principal, y es de señalar que dichos presupuestos deberán concurrir en forma conjun-
ta y uniforme; QUINTO: Que, si bien en el contrato de locación de servicios profe-
sionales se fijó el pago de honorarios del accionante bajo la condición de ser pagados
en una sola armada con el producto de la venta del local ubicado en Av. Petit Thouars
Nº 379, 383 y 385 de la Urbanización Santa Beatriz-Lima, del análisis de los autos se
evidencia que el precio de dicho inmueble no consta que se haya efectivizado en su to-
talidad, sin embargo, el Colegiado advierte que, conforme al estado del proceso, de los
medios probatorios adjuntados, y del análisis de los autos del presente cuaderno caute-
lar se aprecia que de acuerdo a cómo ha sido planteado el pedido cautelar por el ape-
lante, no se acredita ni genera la convicción necesaria respecto a que se haya cumpli-
do de manera suficiente con el requisito de verosimilitud del Derecho respecto a la
probabilidad de existencia del Derecho a fin de embargar en forma de retención por
la suma de ochenta y siete mil quinientos dólares americanos sobre las cuentas banca-
rias de la Comunidad Industrial Fábrica de Calzado Peruano S.A. y sobre los derechos
de crédito en posesión de terceros (Universidad Tecnológica del Perú S.A.C.), máxi-
me al tiempo transcurrido desde la presentación de la medida cautelar fuera de proceso
–embargo en forma de retención–, que data de junio de dos mil nueve hasta la actuali-
dad, teniendo en cuenta la razón del Secretario de la Sala de fecha seis de abril de dos
mil diez, en el que señala que no existe en trámite ante el Juzgado ningún expediente
principal; por tanto, al no concurrir el requisito de verosimilitud no es necesario anali-
zar ni pronunciarse en torno al peligro de la demora de la solicitud planteada; por cuyas
razones: CONFIRMARON la resolución número uno, de fecha dos de julio de dos mil
nueve, obrante de fojas cincuenta y uno a cincuenta y cuatro, que declara Improcedente
la solicitud cautelar presentada por Segundo Pedro Pablo Vigo Trujillo; consentida y/o
ejecutoriada que sea la presente; en los seguidos por Segundo Pedro Pablo Vigo Trujillo
sobre Medida Cautelar.
345
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 1894-2009
Demandante : Riera Selem, Verónica María y otros
Demandado : Riera Díaz, Luis Javier y otros
Materia : Petición de Herencia
Procedencia : 28º Juzgado Civil de Lima
Fecha vista
de causa : 14 de octubre de 2009
Lima, 14 de octubre de 2009
AUTOS Y VISTOS: Por las siguientes CONSIDERACIONES:
I. RESOLUCIÓN MATERIA DE APELACIÓN:
Es objeto de apelación la resolución de folios 349 a 351, número 04, de fecha 5 de agos-
to de 2009, que rechaza la medida cautelar solicitada por Verónica María Riera Selem, Eduar-
do Rodolfo Riera Selem y María Rosario Graciela Selem.
II. ARGUMENTOS QUE CONTIENE LA APELACIÓN:
Los demandantes Verónica María Riera Selem, Eduardo Rodolfo Riera Selem y
María Rosario Graciela Selem, en su escrito de apelación de folios 59 a 62, en resumen
señala lo siguiente:
1. Que los recurrentes en momento alguno han señalado que la pretensión futura
en el proceso judicial a iniciarse será una de nulidad de acuerdos societarios o
346
JURISPRUDENCIAS
347
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
2. El artículo 608 del Código Procesal Civil, modificado por Ley Nº 29384 pre-
ceptúa que: “El juez competente para dictar medidas cautelares es aquel que
se encuentra habilitado para conocer de las pretensiones de la demanda. El
juez puede, a pedido de parte, dictar medida cautelar antes de iniciado el pro-
ceso o dentro de este. Todas las medidas cautelares fuera de proceso, desti-
nadas a asegurar la eficacia de una misma pretensión, deben solicitarse ante
el mismo juez, bajo sanción de nulidad de las resoluciones cautelares dicta-
das. El solicitante debe expresar claramente la pretensión a demandar. La me-
dida cautelar tiene por finalidad garantizar el cumplimiento de la decisión
definitiva”.
3. Toda medida cautelar tiene carácter instrumental, es provisional y variable,
esta solo podrá ser dictada siempre y cuando concurran copulativamente los
requisitos reconocidos por la doctrina y plasmados en el artículo 611 del Có-
digo Procesal Civil modificado por Ley Nº 29384, entre ellos, la verosimilitud
del derecho invocado, la necesidad de la emisión de una decisión preventiva
por constituir peligro la demora del proceso o por cualquier otra razón justi-
ficable y la razonabilidad de la medida para garantizar la eficacia de la pre-
tensión, de tal suerte que, la ausencia de uno de ellos imposibilita la adopción
de tal medida; que además es menester tener presente que la medida cautelar
tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una sentencia futura de ahí su ca-
rácter instrumental, es decir, que la tutela cautelar debe estar necesaria y direc-
tamente vinculada a la actuación del derecho sustancial cuyo aseguramiento
eficaz se pretende proteger.
4. Para la concesión de una medida cautelar es exigible entre otros el cumpli-
miento de uno de los requisitos entre ellos la apariencia del derecho invoca-
do, es decir la apariencia, rasgo o aspecto exterior del derecho llamada verosi-
militud, lo que no exige a los fines de dicha comprobación, una prueba plena
y concluyente, sino un mero acreditamiento comúnmente efectuado mediante
un procedimiento informativo y no a través de un examen jurídico riguroso, el
cual es necesario para resolver el fondo del asunto controvertido en el proceso
principal.
5. De los recaudos que conforman el presente cuaderno cautelar se advierte ve-
rosimilitud, esto es apariencia del derecho reclamado, en atención a los docu-
mentos anexados así como de los fundamentos expuestos en la solicitud cau-
telar, lo cual guarda correspondencia con las medidas peticionadas, así como
con el futuro proceso a interponer, asimismo se observa necesidad de tutela,
al existir peligro en la demora a causa de las posibles dilaciones del proceso y
del estado de insatisfacción del derecho sobre el que se contiende en el juicio
de mérito a interponer; de manera que concurren los requisitos para la conce-
sión de la medida cautelar solicitada atendiendo a la naturaleza de la preten-
sión principal.
6. Consecuentemente la resolución impugnada no se sujeta a mérito de lo actua-
do prevista por la norma contenida en el artículo 122.3 del Código Procesal
Civil citado:
348
JURISPRUDENCIAS
IV. DECISIÓN:
DECLARARON NULA la resolución apelada de folios 349 a 351, número 04, de
fecha 5 de agosto de 2009, que rechaza la medida cautelar solicitada por Verónica María
Riera Salem, Eduardo Rodolfo Riera Salem y María Rosario Graciela Salem; DISPU-
SIERON que el a quo proceda conforme a los considerandos precedentes y emita nueva
resolución. Y los devolvieron Interviniendo como Ponente el señor Juez Superior Torres
Ventocilla.
349
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº 2
Expediente Nº 02102-2008-0
Demandante : Jorge Octavio León Córdova y otro
Demandado : Hildebrando Jiménez Saavedra y otros
Materia : Nulidad de Acto Jurídico - Medida Cautelar
Procedencia : 30vo Juzgado Civil de Lima
Vista de la Causa: 29 de enero de 2009
Lima, 29 de enero de 2009
350
JURISPRUDENCIAS
351
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
3. Del artículo 673 del Código Procesal Civil, cuando la pretensión discutida
en el proceso principal está referida a derechos inscritos, la medida cautelar
puede consistir en la anotación de la demanda en el registro respectivo y que
para su ejecución, los jueces remitirán partes al registrador, los que incluyen
la copia íntegra de la demanda, de la resolución que la admite y de la cautelar,
en cuyo caso el registrador procederá a extender la anotación de la demanda,
siempre que este resulte compatible con el derecho ya inscrito. Asimismo, en
la última parte señala que la anotación de demanda no impide la transferencia
del bien ni las afectaciones posteriores, pero otorga prevalencia a quien ha ob-
tenido esta medida.
4. Mediante la presente vía se solicita que se trabe medida cautelar de no inno-
var, a fin de mantener la situación de hecho y de derecho existente al momen-
to de la admisión de la demanda de nulidad de acto jurídico, para lo cual pe-
ticiona que se ordene que la Sede Registral de Lima no inscriba en la Partida
Registral N° 03001763, en el Registro de Personas Jurídicas a nombre de la
Federación de Empleados Bancarios del Perú - FEB, acto jurídico hasta que
concluya la tramitación del cuaderno principal.
5. De otro lado, acorde con los cuestionamientos que glosa el instituto de ape-
lación, debemos señalar que una de las garantías y principios de la adminis-
tración de justicia es la motivación de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de
hecho en que se sustentan. Tal principio se encuentra plasmado en el artículo
139 inciso 5) de la Constitución Política del Estado.
6. No obstante lo anteriormente expuesto, resulta pertinente tener presente que
tratándose de una solicitud cautelar, la valoración de la verosimilitud o apa-
riencia de derecho, entendido esta como la posibilidad razonable que tiene la
pretensión principal que se intenta garantizar, de ser declarada fundada al pro-
nunciarse la sentencia, sin que este implique en modo alguno la valoración y
análisis de los fundamentos de fondo en los que se sustenta el pretendido dere-
cho alegado por el solicitante y en el que sustenta su petición de otorgamien-
to de medida cautelar, lo cual deberá realizarse al momento de resolverse el
fondo de la controversia en la etapa procesal correspondiente.
7. En tal sentido de la revisión de la solicitud cautelar y sus anexos aparejados,
a juicio de este Superior Colegiado, no se evidencian elementos suficientes
e indicios claros respecto de la verosimilitud del derecho invocado median-
te la medida cautelar planteada, lo que en todo caso deberá ser materia de un
mayor análisis y evaluación al momento de resolverse los autos principales.
8. Asimismo, tampoco se advierte elementos notorios que hagan presumir que si
no se concede la medida cautelar, sea imposible o irrealizable la ejecución fu-
tura de lo que se ordene en la sentencia, si es que se estima su demanda: por
lo que no se configura el requisito de periculum in mora; no siendo factible
otorgar la solicitud cautelar peticionada, al no verificarse de manera concu-
rrente los requisitos exigidos por el artículo 610 del Código Procesal Civil, no
352
JURISPRUDENCIAS
353
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 01100-2009
Lima, 14 de setiembre de 2009
354
JURISPRUDENCIAS
que no se desprende de las mismas la concurrencia del primer presupuesto, esto es, la
verosimilitud o apariencia del derecho que invocan los peticionantes, toda vez que no se
evidenciaría, en principio, que la pretensión que sustenta la demanda incoada, devenga
amparable; QUINTO: Que, asimismo, respecto del peligro en la demora, los solicitan-
tes no han expuesto en su escrito cautelar ni han acreditado mediante las instrumentales
que acompañan, alguna conducta, hecho o acto de mala fe del emplazado Manuel Eloy
Testino Coz que dificulte o impida la realización y cumplimiento de la pretensión de los
accionantes; por estos fundamentos, al haber quedado establecido preliminarmente la no
existencia de la verosimilitud del derecho invocado, así como tampoco del peligro en
la demora, no procede examinar la existencia del requisito de adecuación de la medida
cautelar, de esta manera requerirse que estos requisitos se presenten de manera conjunta
para el otorgamiento de medidas cautelares, CONFIRMARON la resolución número
dos, de fecha treinta de octubre del dos mil ocho, obrante a fojas ciento tres, que declara
IMPROCEDENTE la medida cautelar solicitada; en los seguidos por Erika María Eli-
zabeth Strobach Muñiz y otros contra Manuel Eloy Testino Coz, sobre Indemnización
(medida cautelar).
355
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 347-2010
Demandante : Valenzuela Verau, Román Pompeyo
Demandado : Sucesión Manuel Moreyra Paz Soldán y Angélica Loredo Figari
Materia : Prescripción Adquisitiva
Procedencia : 17º Juzgado Civil de Lima
Fecha vista
de causa : 27 de abril de 2010
Lima, 27 de abril de 2010
356
JURISPRUDENCIAS
357
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
IV. DECISIÓN:
DECLARARON NULA la resolución apelada de folios 101 a 102, número 01, de
fecha 24 de noviembre de 2009, que declara improcedente la medida cautelar solicitada
por Román Pompeyo Valenzuela Verau; DISPUSIERON que el a quo, emita nueva re-
solución; y los devolvieron.
Interviniendo como Ponente el señor Juez Superior Torres Ventocilla.
358
JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente 2195-2009
Lima, 18 de noviembre de 2009
359
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
360
JURISPRUDENCIAS
361
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 2409-2009
Lima, 9 de marzo de 2010
362
JURISPRUDENCIAS
363
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 934-2010
Lima, 22 de julio de 2010
364
JURISPRUDENCIAS
(1) MONROY PALACIOS, Juan José. Bases para la formación de una teoría cautelar. Comu-
nidad, Lima, Perú, 2002, p. 168.
365
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
366
JURISPRUDENCIAS
que: “Todo juez puede a pedido de parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un
proceso o dentro de este, destinado a asegurar el cumplimiento de la decisión final”; por
su parte el artículo 687 señala: “Ante la inminencia de un perjuicio irreparable, puede el
juez dictar medidas destinadas a conservar la situación de hecho o de derecho cuya si-
tuación vaya a ser o sea invocada en la demanda y, se encuentra en relación a las per-
sonas y bienes comprendidos en el proceso. Esta medida es excepcional por lo que se
concederá solo cuando no resulte de aplicación otra prevista en la ley”. Quinto.- Que,
estando a lo glosado en las líneas de arriba y observándose lo que es materia de petito-
rio del futuro proceso a iniciarse, se advierte que el juez no ha observado si existen otras
medidas cautelares previstas en nuestro ordenamiento procesal, y si esta, resultaría ser
la más adecuada, donde perfectamente podría recurrir el accionante, teniendo en cuenta
que la medida de no innovar es excepcional, por lo que deberá determinar para el caso
sub júdice, si existen otras cautelares prevista en la ley; de manera que, la decisión del
a quo resulta apresurada; Sexto.- En atención a lo expuesto en los fundamentos prece-
dentes, la decisión del juez no se ajusta a derecho ni al mérito de lo actuado, de confor-
midad a lo dispuesto [en los] incisos 3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil,
por lo que, la recurrida deviene en nula; Por estas razones: DECLARARON NULA
la resolución número dos de fecha veintiséis de febrero del dos mil nueve, corriente de
fojas cuarenta y tres a cuarenta y siete, que resuelve conceder la medida cautelar de no
innovar, por lo que, se ordenó el bloqueo de la enajenación, venta y transferencia a títu-
lo gratuito u oneroso del inmueble ubicado en el Lote 5 de la manzana “D” de la Urba-
nización Nueva Azcona, distrito de Breña, inscrito en la Partida Registral Nº 11016808
del Registro de Propiedad Inmueble de la Zona Registral IX - Sede Lima; bloqueo que
deberá establecer permanecer hasta que se resuelva en forma definitiva el proceso prin-
cipal a entablarse próximamente; debiendo cursarse los partes respectivos a Registros
Públicos; ORDENARON que la a quo renovando el acto procesal afectado emita nueva
resolución teniendo en cuenta lo expuesto precedentemente; en los seguidos por Carlos
Percy Chilet Grijalva contra Elva Elena Chilet Cuéllar y otros, sobre medida cautelar;
MANDARON que secretaría proceda conforme lo dispuesto en el último párrafo del ar-
tículo 383 del Código Procesal Civil.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 1777-2008
Lima, 6 de abril de 2009
368
JURISPRUDENCIAS
fecha nueve de mayo del dos mil tres a propósito de haber revisado el gravamen de su
vehículo de placa de rodaje Nº UO-2315, impugnando las mismas en dicho acto; por lo
que estando al tiempo transcurrido desde que se concediera la medida cautelar cuestio-
nada, resulta imperioso merituar el estado actual del proceso, a efectos de absolver la
apelada con arreglo a ley; es así, que de la revisión de los autos principales se advier-
te, que el presente proceso se encuentra en la etapa de ejecución de la sentencia de
vista, de fecha diecinueve de julio del dos mil siete, que en copia certificada obra de
fojas cincuenta y dos a cincuenta y ocho del presente cuaderno, que confirma la sen-
tencia de primera instancia, en el extremo que declara fundada en parte la demanda; en
consecuencia se ordena que los codemandados Transportes Navarro y Hermanos SRL y
Alejandro Víctor Ortiz Landa, respondan en forma solidaria; revocaron la referida sen-
tencia, en cuanto fija la suma de S/. 40,700.00 nuevos soles, reformándola, fijaron como
monto indemnizatorio la suma de S/. 19,740.00 nuevos soles, más los intereses lega-
les que se liquidaran en ejecución de sentencia, a partir de la ocasión del evento daño-
so, sin costas, ni costos; TERCERO: Que, al respecto el artículo 608 del código adje-
tivo prescribe, que la medida cautelar está destinada a asegurar el cumplimiento de la
decisión definitiva, asimismo el juez concederá la medida que considere adecuada aten-
diendo a la naturaleza de la pretensión principal, ello último conforme a lo previsto por
el artículo 611 del mismo código; en el caso de autos, se verifica que la medida conce-
dida garantiza el cumplimiento de la sentencia de vista antes citada, la misma que re-
sulta acorde con la pretensión que se discutió en el proceso; CUARTO: Que, en cuan-
to al argumento de la apelación obrante a fojas cuarenta y seis, referido a que la medida
cautelar debe recaer tan solo sobre el vehículo que participó en el accidente de tránsito,
esto es, el vehículo de placa de rodaje Nº YG-5239, ya que este cubre suficientemente el
monto señalado en la resolución de vista de fecha diecinueve de julio del dos mil siete,
debe señalarse, que dicho argumento no resulta ser el idóneo para cuestionar el auto
apelado, en tanto este supone la variación de la medida cautelar dictada en autos, cuyo
trámite se encuentra regulado en el artículo 617 del Código Procesal Civil, el mismo
que debe hacerse valer como corresponde, no siendo del caso determinar en la presen-
te resolución, si corresponde o no la variación de dicha medida; consecuentemente se
aprecia que la resolución recurrida reúne los requisitos previstos por el artículo 122 del
Código Procesal Civil; por cuyas razones: a) CONFIRMARON la resolución número
dos de fecha catorce de agosto del dos mil uno, obrante a fojas treinta y ocho a trein-
ta y nueve, que dispone trabar medida cautelar en forma de inscripción sobre los ve-
hículos de placa de rodaje Nº XI-5191, Nº ZG-6698, Nº UO-2315 y Nº XG-4991 por el
monto de S/. 10,000.00 nuevos soles cada uno, haciendo un total de S/. 40,000.00 nue-
vos soles; y b) CONFIRMARON la resolución número cuatro, de fecha nueve de
mayo del dos mil tres, que integrando la resolución número dos de fecha catorce de
agosto del dos mil uno, precisa que el nombre de la ejecutada es Transportes Navarro y
Hermanos SRLtda; en los seguidos por Joselito Meléndez Sánchez contra Transportes
Navarro y Hermanos SRLtda.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 0010-2010
Lima, 19 de marzo de 2010
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JURISPRUDENCIAS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 164-2010
Lima, 14 de mayo de 2010
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
ordenado levantar la medida cautelar puesto que, a su parecer el monto que ordenó em-
bargar superaría el tope que contempla la ley; pero es el caso que el a quo para arribar a
esa conclusión debe contar con un informe técnico que sustente la inejecutabilidad de la
medida concedida, puesto que de no hacerlo, no solo su motivación sería aparente sino
que también sería contradictoria, razón por la cual el juez deberá socorrerse, de ser ne-
cesario, de la facultad que le confiere el artículo 194 del Código Procesal Civil a fin [de]
que su decisión que declara a los litigantes y estos puedan entonces, de ser el caso, im-
pugnarla reargüyendo las preces que a su derecho correspondan. Por estas consideracio-
nes y en aplicación del artículo 171 del Código Procesal Civil declararon NULA la re-
solución número noventicuatro de fecha siete de noviembre de dos mil nueve, obrante a
fojas cuatrocientos veintinueve que dispuso el levantamiento del embargo en forma de
retención sobre la cuenta de Foncomun - Cuenta Central de Recursos Determina-
dos Nº 00-000-865974 de la Municipalidad de Breña, modificada mediante reso-
luciones Nº 78, Nº 81, Nº 82 y Nº 8 del veintidós de setiembre de dos mil nueve; orde-
naron que el a quo renovando el acto procesal afectado emita nueva resolución teniendo
en cuenta lo expuesto precedentemente; en los seguidos por Hernando Hoyos Villanue-
va y otros contra la Municipalidad Distrital de Breña sobre acción de amparo; Dispusie-
ron que Secretaría proceda conforme a lo establecido en el artículo 383 del Código Pro-
cesal Civil.
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JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente N° 1638-2008
Lima, 6 de abril de 2009
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
cometió alguno de los vicios que anulan el proceso, observándose lo dispuesto en la úl-
tima parte del artículo 208. Por su parte, el artículo 208 del Código acotado señala que
si a consecuencia de la resolución pronunciada en el incidente, se invalida el procedi-
miento seguido en lo principal, se repondrá este al estado que corresponda; pero subsis-
tirán las pruebas y demás actuaciones a las que no afecte el vicio que acusó la nulidad.
SEXTO: En tal contexto, se tiene que la resolución número cuatro, del tres de oc-
tubre del dos mil, por la cual se trabó embargo definitivo en forma de inscripción fue
expedida a fin de asegurar el cumplimiento de la sentencia fotocopiada a folios veinti-
siete a treinta, que declaró fundada la demanda ordenando que la demandada pague por
concepto de indemnización la suma de setecientos cincuenta mil soles o su equivalente
en intis, es por ello que al haberse declarado nula la sentencia de primera instancia me-
diante la sentencia de vista de folios cincuenta y cuatro y cincuenta y cinco, resulta vá-
lido levantar el embargo definitivo dispuesto mediante la resolución número cuatro, tal
como se ha dispuesto en la resolución apelada, en tanto la resolución que trabó embargo
definitivo estaba afectada del vicio que acusó la nulidad ordenada mediante la sentencia
de vista, esto es, según una interpretación a contrario sensu de lo dispuesto en la última
parte del artículo 208 del Código de Procedimientos Civiles.
Por estos fundamentos: CONFIRMARON la resolución número setenta y tres, de
fecha primero de octubre del dos mil cuatro, obrante a folios cincuenta y nueve y se-
senta, por la cual se dispuso levantar la medida de embargo definitivo registrado en el
asiento D00001 de la partida registral número 41717238 del Registro de Predios. En los
seguidos por Franklin Chirinos Farfán con Luzmila Euribe Balbuena, sobre indemniza-
ción por daños y perjuicios - cuaderno de apelación. Notifíquese.
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JURISPRUDENCIAS
Mal puede entonces el apelante alegar que no puede dejarse sin efecto
la medida cautelar bajo el supuesto de que se estaría pretendiendo
suspender la ejecución del remate solicitado, habida cuenta que el
demandante tuvo expedito su derecho a recurrir al juzgador a efectos
de solicitar la reactualización de su medida, antes de que el tiempo se
extinguiera; en consecuencia, ante su inactividad procesal, corresponde
declarar la extinción de la medida cautelar de embargo.
Resolucion Nº
Expediente Nº 479-09
Lima, 7 de mayo de 2009
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 910-2010
Lima, 15 de julio de 2010
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 1886-09
Lima, 21 de octubre de 2009
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 2555-2009
Demandante : Sánchez Hernández, Carlos
Demandados : Arévalo Reforme, Gina de los Milagros y otros
Materia : Nulidad de acto jurídico
Procedencia : 30º Juzgado Civil de Lima
Fecha vista
de causa : 17 de marzo de 2010
Lima, 17 de marzo de 2010
385
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
del acta de conciliación, ya que según se aprecia del petitorio de demanda la pre-
tensión consiste en que el órgano jurisdiccional declare la nulidad del Acta de Con-
ciliación Extrajudicial Nº 0731-20056 y no que se declare la suspensión cuyo efec-
to tiene otra connotación distinta al caso de autos, por lo que se incurre en una
grave apreciación de los conceptos de suspensión y nulidad.
2. Que la legislación procesal civil señala que para solicitar una medida cautelar gené-
rica se tenga que acreditar por qué el Acta de Conciliación Extrajudicial es nula, en
razón que los requisitos así como los efectos de una medida cautelar son distintos
a los requisitos de una demanda, así como a los efectos de una sentencia de mérito
que no se busca con la presente solicitud de medida cautelar genérica, por lo tanto
al haberse señalado que no hemos acreditado ni en el principal ni en el cautelar por-
que el acta es nula, se desnaturaliza los fines del proceso cautelar.
3. Que las medidas cautelares por ser provisorias, instrumentales y variables no
pueden ser calificadas o resueltas en el proceso de fondo del asunto, en conse-
cuencia el razonamiento que el pedido cautelar deba ser resuelto como cues-
tión de fondo y con el debate probatorio rompe todo principio básico por la
que se rigen las medidas cautelares de dicha situación.
4. Que debe analizarse el simple rasgo de apariencia y como consecuencia
de ello se vislumbre algún derecho que hay que proteger, entonces se debe
conceder la cautelar, así la medida cause perjuicio a terceros, ya que de no
ser así entonces no deberían existir las medidas cautelares por ello el pe-
ticionante ofrece una contracautela y la ley procesal establece incluso una
indemnización.
III. CONSIDERACIONES DE FONDO:
1. El artículo 608 del Código Procesal Civil, preceptúa que todo Juez puede, a
pedido de parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro
de este, destinada a asegurar el cumplimiento de decisión definitiva.
2. Son requisitos para la concesión de la medida cautelar, según informa el artículo 611
del Código Adjetivo citado modificado por la Ley Nº 28384, la apariencia del dere-
cho invocado, el peligro en la demora del proceso, o cualquier otra razón justifica-
ble, la razonabilidad de la medida, así como el otorgamiento de la contracautela.
3. De la solicitud cautelar de folios 69 a 79, se solicita como medida caute-
lar genérica la suspensión de los efectos del acta de Conciliación Extrajudi-
cial Nº 0731-2005 del 15 de agosto de 2005, afirmando que en la realización
de dicho acto, se ha inobservado las formalidades establecidas en la Ley de
Conciliación Nº 26872 y su Reglamento aprobado por el Decreto Supremo
Nº 004-2005-JUS.
4. Se aprecia del presente cuaderno cautelar, que corre de folios 657 a 731 copias
de actuados judiciales referidos al proceso de desalojo seguido por Gila de los
Milagros Arévalo Reforme apoderada Carmen Reynoso Sarco contra el ahora
demandante, el cual se encuentra en trámite.
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JURISPRUDENCIAS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 1043-2010
Demandante : Rivera Huaraz, Abel
Demandado : Caja de Pensiones Militar Policial
Materia : O.D.S.D.
Procedencia : 43º Juzgado Civil de Lima
Fecha vista
de causa : 8 de setiembre de 2010
Lima, 8 de setiembre de 2010
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JURISPRUDENCIAS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
IV. DECISIÓN:
CONFIRMARON la resolución apelada de folios 116 a 117, número 07, de fecha
30 de abril de 2010, que declara improcedente la oposición de retención formulada por
el demandado. Mandaron que el Secretario de la Salsa de cumplimiento a lo previsto
por el artículo 383 del Código Procesal Civil.
Interviniendo como Ponente el Señor Juez Superior Torres Ventocilla.
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JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 1129-2009
Lama, 2 de julio de 2009
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 1254-2009
Lima, 15 de julio de 2009
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
dieciocho y 75/100 nuevos soles sobre la cuenta número 00-000-304220 del Banco de
la Nación, solo si dicha cuenta corresponde al pago de la cosa juzgada o pago de sen-
tencias judiciales de dicha cartera ministerial, DISPUSIERON que el juez de la causa
emita nuevo pronunciamiento conforme a las consideraciones precedentes. MANDA-
RON que Secretaría proceda con arreglo al artículo 383 del Código Procesal Civil. En
los seguidos por Manuel Alejandro Alvarado Benites con el Ministerio Público, sobre
acción de cumplimiento. Notifíquese.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución
Expediente Nº 360-09
Lima, 21 de mayo de 2009
396
JURISPRUDENCIAS
jurídico venta de inmueble se encuentra con sentencia firme la misma que declara funda-
da la pretensión principal y la accesoria [nulo el acto jurídico y los asientos registrales],
encontrándose inscrito en el Registro de Propiedad Inmueble del Callao conforme se ob-
serva del anexo presentado a fojas ciento siete; QUINTO: Que, sin embargo el a quo,
al expedir la resolución materia de grado señala que no se advierte verosimilitud del de-
recho ya que el proceso se encuentra aún en la etapa postulatoria y que asimismo de los
medios probatorios ofrecidos por la parte actora no se aprecia los elementos suficientes
que puedan producir en este momento convicción para la admisión de la solicitud referi-
da; SEXTO: Que al respecto el Juez al rechazar la medida cautelar no ha tenido en cuen-
ta que los actos relativos a la obtención de una medida cautelar de anotación de demanda
que en el caso que nos ocupa es una de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta no limita ni
restringe el derecho real del titular registral, por tratarse de actos inscribibles de propie-
dad; ergo esta debe ser amparada al no existir impedimento legal que la demanda de nu-
lidad de cosa Juzgada Fraudulenta pueda ser inscrita para los efectos de publicidad de la
iniciación del proceso frente a terceros adquirientes del bien litigioso, SÉTIMO: Que en
tal sentido se evidencia que el derecho aparece verosímil, según un cálculo de probabili-
dades de los hechos que se fundamenta en la solicitud cautelar, así como también existir
peligro en la demora conforme se denota de los hechos y las pruebas aportadas dan serios
motivos para temer el suceso perjudicial; si el caso es urgente y es, por lo tanto, necesa-
rio revocar la apelada y amparar la pretensión cautelar; razones por las cuales: REVO-
CARON la resolución número tres de fecha veintiuno de enero de dos mil ocho, obrante
de fojas ciento veintiocho a ciento veintinueve, que resuelve rechazar la medida cautelar
incoada y reformándola; DECLARARON fundada la solicitud cautelar; en consecuencia
que el Juez de la causa emita la resolución de su propósito concediendo el pedido confor-
me a lo dispuesto en el artículo 611 del Código Procesal Civil; Hágase saber, en los se-
guidos por ROUEN INVERSIONES S.A. contra José Caldas Cueva y Otros, sobre Nuli-
dad de Cosa Juzgada Fraudulenta - Cuaderno Cautelar y los devolvieron.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 422-10
Lima, 28 de abril de 2010
AUTOS Y VISTOS interviniendo como vocal ponente el señor Romero Díaz, con
el escrito presentado con fecha diecinueve de abril de los corrientes y con lo expuesto
en la razón emitida por el Secretario de la Sala.
Y ATENDIENDO:
PRIMERO: Que, por escrito de fojas siete. Doris Julia Ramos de Cerón solicita se
dicte medida cautelar de anotación de demanda, la misma que deberá recaer en la Parti-
da Nº 11685701 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima correspondiente al inmue-
ble ubicado en el Jirón Antonio Bazo Nº 954, departamento “A”, Segundo Piso, distrito
de La Victoria.
SEGUNDO: Señala como fundamentos que con fecha 28 de abril de 2006 inter-
puso demanda de Acción de Amparo contra el 29º Juzgado Civil de Lima a fin de que
se ordene el cese y suspensión de los actos violatorios a su derecho constitucional a la
propiedad, el cual se ve afectado toda vez que la recurrente con su cónyuge Julio Cerón
Palomino han adquirido la propiedad del inmueble ubicado en el Jirón Antonio Bazo
Nº 954, departamento A, Segundo Piso, distrito de la Victoria de su anterior propietario
Carlos Becerra Palomino, compraventa que consta inscrita en la Partida de dicho inmue-
ble, a pesar de ello el 29º Juzgado Civil ordenó cursar partes judiciales para que inscriba
la escritura pública de compraventa celebrado por la Sucesión de Cornelio Adauto Sauri
y Sucesión Antonia Segura Macha en calidad de compradores y en calidad de vendedo-
res la Sucesión de Tomás Felipe Ayllón Grados.
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JURISPRUDENCIAS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 02465-2009
Lima, 15 de marzo de 2010
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JURISPRUDENCIAS
por cualquier otra razón justificable y 3.- La razonabilidad de la medida para, garanti-
zar la eficacia de la pretensión; CUARTO: Que conforme al dispositivo legal señala-
do precedentemente uno de los elementos que debe apreciar el Juez para la concesión
de la medida cautelar es la verosimilitud del derecho invocado, que no requiere que el
Juez evalúe la fundabilidad de la pretensión sino que considere, por lo menos que la pre-
tensión tiene un sustento jurídico que la hace discutible y bajo esta premisa es de verse
del texto de la demanda acompañada a la solicitud cautelar que la recurrente en el pro-
ceso principal pretende la nulidad del contrato de compra venta contenido en la escritu-
ra pública del 21 de noviembre de 2007 en el que aparece dando en venta real y enaje-
nación perpetua a favor de Motores Fabián E.I.R.L. el inmueble constituido por el lote
de terreno número 13 de la manzana E con frente a la calle 5 de la Urbanización Ca-
suarinas Sur, Segunda Etapa, inscrito en la partida número 11600004 del Registro de la
Propiedad Inmueble de Lima y tal nulidad la plantea en razón de que la firma que apare-
ce como suya en el citado contrato es falsificada y que nunca existió de su parte voluntad
para transferir el bien y por ello sustenta su demanda en el artículo 219 inciso 1, 4 y 5 del
Código Civil, “Falta de manifestación de voluntad” “Fin Ilícito” y “Simulación Absoluta”,
QUINTO: Que ahora bien se advierte del documento fotocopiado de fojas 4 a fojas 14
“Contrato de compraventa que otorga Constructora Inmobiliaria Casuarinas S. A con Eli-
zabeth Dina Velazco Hinojosa” que la demandante con fecha 8 de julio del 2003 había
adquirió la propiedad del inmueble antes citado, inmueble que según refiere la actora no
transfirió a la demandada Motores Fabián E.I.R.L., y es por ello que cuestiona el con-
trato de compraventa en el que figura tal transferencia bajo el sustento de que falsifica-
ron su firma, ofreciendo así, entre otros medios de prueba, pericia grafotécnica y dacti-
loscópica para ser realizadas en el proceso a lo que cabe agregar que fotocopiado a fojas
215 obra el dictamen de grafotecnia de la Policía Nacional del Perú que concluyó que
la firma de la demandante puesta en el contrato de compraventa ya citado es falsificada;
que independientemente que tal pericia sea cuestionada en el proceso, lo expuesto pre-
cedentemente pone de manifiesto que la demandante era propietaria del bien lo cual la
legitimaría para interponer la demanda de autos y asimismo se advierte que la demanda
incoada tiene sustento jurídico que evidencia una mera probabilidad acerca de la exis-
tencia del derecho discutido en el proceso principal, razón por la cual es de advertirse
la existencia de verosimilitud del derecho invocado: SEXTO: Que un segundo elemen-
to a analizar para la concesión de la medida cautelar es el peligro en la demora que se
evidencia ante la eventual existencia de un daño inminente, como cuando las circuns-
tancias del caso autorizan a presumir el riesgo de la demora del proceso principal; que
en el caso de autos se evidencia el peligro en la demora ya que como se advierte de la
partida registral 11600004 fotocopiada a fojas 34 el inmueble fue transferido por la de-
mandada Motores Fabián E.I.R.L. a la sociedad conyugal conformada por Susana Otilia
López y Roberto Hernán Campos Crespo y de no concederse la medida cautelar se evi-
taría que terceros conozcan la existencia del pleito y por consiguiente se puede realizar
mas transferencias del inmueble al amparo de la buena fe registral; SÉTIMO: Que un
tercer elemento a analizar para la concesión de la medida cautelar es la razonabilidad de
la medida para garantizar la eficacia de la pretensión y en ese sentido la medida cautelar
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
Resolucion Nº
Expediente Nº 2607-08
Lima, 26 de marzo de 2009
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 1591-09
Lima, 15 de setiembre de 2009
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Resolución Nº
Expediente Nº 1773-2007
Lima, 5 de octubre de 2009
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JURISPRUDENCIAS
en la esfera de libertad de los justiciables a través de la orden de que cese una activi-
dad contraria a derecho o que se retrotraiga las resultas consumadas de una actividad de
igual tenor”. “Es tan singular esta medida que, a diferencia de los requisitos comunes a
toda medida cautelar, requiere de una adicional. Así, la obtención de una medida caute-
lar innovativa supone que el peticionante debe probar la existencia de un derecho apa-
rente, de un peligro en la demora, de contra cautela y, con exigencia exclusiva, requiere
que se pruebe la irreparabilidad del perjuicio”. Y respecto a la irreparabilidad del per-
juicio, ello significa en palabras de Monroy Gálvez “que el peticionante debe acreditar
al juez que si no hace o se deja de hacer un acto ahora que él lo pide nunca más se va a
presentar el estado de cosas que se tiene ahora. Vale decir que si el Juez se reserva la de-
cisión para el momento del fallo definitivo, para tal fecha la situación será irreversible
desfavorable para el peticionante, a pesar de que el fallo ampara su pretensión”.
CUARTO: Teniendo en cuenta las exigencias contenidas en los dispositivos lega-
les citados, la presente solicitud cautelar debe ser rechazada al no cumplir con tales re-
querimientos, por los motivos siguientes:
a) Ausencia de verosimilitud, puesto que, si bien se aprecia que la impugna-
ción de los acuerdos inscritos en el asiento A00028 de la Partida Electróni-
ca 03001763 del Registro de Personas Jurídicas que será materia del proceso
principal, se sustenta en defectos de la convocatoria a la Asamblea y Congreso
en la que se adoptó tales acuerdos, alegando que su conformación no se ajus-
taba a lo exigido por los artículos 17, 19, 26 y 28 de su Estatuto, cierto es tam-
bién, que de la copia literal correspondiente a la Partida Electrónica 03001763
obrante de fojas 45 a 51 se observa, que dicha inscripción se efectuó por man-
dato del Tribunal Registral mediante la Resolución 378-2009-SUNARP/SN de
fecha 19 de marzo de 2009; por lo que reputándose válido dicho acto adminis-
trativo en virtud a lo dispuesto en el artículo 9 de la Ley Nº 27444, tal circuns-
tancia no permite apreciar de manera palmaria la verosimilitud del derecho
invocado, que persuada a anticipar tutela mediante la medida cautelar plantea-
da; siendo necesario el desarrollo del proceso a fin de que haya elementos su-
ficientes que causen verosimilitud en el derecho, cosa que no se produce en el
estado actual del proceso.
b) El requisito de excepcionalidad tampoco se haya presente en el caso de
autos, ya que si la recurrente pretende con la presente medida cautelar que el
patrimonio de la Federación no sea afectado por transferencia alguna, ello per-
fectamente se protegería con una medida de anotación de demanda.
c) El perjuicio irreparable tampoco se presenta en el caso de autos, va que
en el probable caso de que se cause perjuicio a la Federación por haberse dis-
puesto de sus bienes, ello podría ser resarcido a través de otras vías; y
d) Con respecto al peligro en la demora, si bien esta no se encuentra claramen-
te sustentada, se infiere que tal requisito tiene como base la probable dilapi-
dación o liquidación del patrimonio de la Federación en razón del poder otor-
gado a José María Arias Portugal y Héctor Pérez Pérez; que teniendo en ello,
se tiene, que el otorgamiento de dichos poderes así como su inscripción no
constituyen por sí peligro potencial o inminente para que la demandada
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 1867-09
Lima, 9 de noviembre de 2009
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
puede a pedido de parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro
de este, destinado a asegurar el cumplimiento de la decisión final”; por su parte el ar-
tículo 687 señala: “Ante la inminencia de un perjuicio irreparable, puede el Juez dic-
tar medidas destinadas a conservar la situación de hecho o de derecho cuya situación
vaya a ser o sea invocada en la demanda y, se encuentra en relación a las personas y
bienes comprendidos en el proceso. Esta medida es excepcional por lo que se conce-
derá solo cuando no resulte de aplicación otra prevista en la ley”, CUARTO.- Que, es-
tando a lo glosado en las líneas de arriba y observando lo que es materia del petitorio
en el proceso principal, se advierte que el juez no ha observado si existen otras me-
didas cautelares previstas en nuestro ordenamiento procesal, y si esta resultaría ser la
más adecuada, donde perfectamente podría recurrir el accionante, teniendo en cuenta
que la medida de no innovar es excepcional, por lo que deberá determinar para el caso
sub júdice si existen otras cautelares prevista en la ley, de manera que la decisión del
a quo resulta apresurada, no ajustándose a derecho ni al mérito de lo actuado, de con-
formidad a los dispuesto inciso 3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil; QUIN-
TO.- Que asimismo, advirtiendo que la resolución número nueve ha sido emitida como
consecuencia del pedido de nulidad contra la resolución numero dos - resolución recu-
rrida, por lo que, al haberse declarado nula la misma, carece de objeto emitir pronuncia-
miento respecto de la apelación interpuesta contra la citada resolución número nueve de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 380 del Código Procesal Civil; por estas
consideraciones: DECLARARON 1. NULA la resolución número dos de fecha vein-
tiuno de febrero de dos mil ocho, corriente de fojas ciento veintiuno a ciento veintitrés,
que declara admitir la medida cautelar de no innovar o prohibición de innovar solicita-
da por el demandante, 2. CARECE DE OBJETO emitir pronunciamiento respecto de
la apelación interpuesta contra la resolución número nueve de fecha dieciocho de agos-
to del dos mil ocho; ORDENARON que la a quo renovando el acto procesal afectado
emita nueva resolución teniendo en cuenta lo expuesto precedentemente; en los segui-
dos por Minera High Ridge del Perú S.A., con Sociedad Minera de Responsabilidad Li-
mitada Bella, Rubia y Otros, sobre medida cautelar; MANDARON que secretaría pro-
ceda conforme lo dispuesto en el último párrafo del artículo 383 del Código Procesal
Civil.
410
JURISPRUDENCIAS
Resolución Nº
Expediente Nº 1219-2009
Demandante : Asociación de Vivienda Santa Fe
Demandados : Empresa Corporación Zárate S.A. y otros
Materia : Nulidad de acto jurídico
Procedencia : 11º Juzgado Civil de Lima
Fecha vista
de causa : 12 de agosto de 2009
Lima, 12 de agosto de 2009
411
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
412
JURISPRUDENCIAS
Eexpediente Nº 1422-2009
Materia: Tenencia (Medida Cautelar)
Resolución Nº 3
Lima, 28 de enero de 2010
Autos y Vistos; interviniendo como vocal ponente la señora Tello Gilardi y de con-
formidad con lo opinado por el fiscal superior en su dictamen de fojas noventa y nueve
ciento uno; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que viene la apelación la resolución número uno, de fecha once de
agosto del año dos mil nueve, que resuelve declarar improcedente la medida cautelar
presentada por Guillermo Víctor Tamura Cabrera en el proceso de Tenencia seguido por
este contra Eva Johana Huaranga Paredes.
SEGUNDO: Que el apelante fundamenta su recurso impugnatorio indicando que
existe una denuncia sobre violación sexual en agravio de su menor hija, lo cual signifi-
ca que se encuentra en grave peligro respecto a su integridad física y psicológica en el
domicilio de la demandada.
TERCERO: Que la tenencia es un atributo de la patria potestad ejercida por los
padres, contemplado en el artículo 83 del Código de los Niños y Adolescentes.
CUARTO: Que de la revisión de los autos fluye que el recurrente es el padre de la
adolescente xxxx, siendo que la madre de esta y cónyuge a su vez del accionante ha fa-
llecido; por lo tanto el ejercicio de la patria potestad correspondería ser detentado por el
padre, en tal sentido la demanda planteada devendría en improcedente por no existir in-
certidumbre jurídica que dilucida.
QUINTO: Que por otro lado la tenencia provisional es una medida cautelar que no
procede fuera del proceso, siendo que en el presente caso la demanda ha sido declarada
improcedente, siendo así y estando a lo señalado precedentemente la presente solicitud
413
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
414
JURISPRUDENCIAS
Expediente Nº 1515-2009
Materia: Régimen Provisional de visitas
Resolución Nº 4
Lima, 11 de marzo de 2009
415
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
416
JURISPRUDENCIAS
Expediente Nº 307-09
Materia: Divorcio por causal (M.C. Régimen de Visitas)
Resolución:
Lima, 11 de mayo de 2009
417
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
418
JURISPRUDENCIAS
419
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
estos expresan a su modo un posible régimen de visitas; siendo que el referido medio
probatorio no causa convicción en la juzgadora por la inobservancia al principio de in-
mediatez que debe existir entre el Juez y las partes, así como el Juez y las pruebas,
sean estos subjetivos (intervinientes) y objetivos (documentos) que conforman el proce-
so; consideraciones por las cuales MI VOTO es por que se CONFIRME la resolución
recurrida de fecha veintitrés de junio del año dos mil ocho, de fojas 125, que resuelve
declarar Improcedente el régimen de visitas que mediante medida cautelar solicita Laura
Cristina Abouhamad Pacheco; con lo demás que contiene.
420
JURISPRUDENCIAS
Expediente Nº 257-10
Materia: Régimen de Visitas
Resolución Nº 7
Lima, 24 de mayo de 2010
421
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
del régimen de visitas establecido, cuando el padre no haga uso de ello, con lo demás
que contiene.
SEGUNDO: Que, la parte demandante interpone apelación mediante escrito de
fojas 159/163, fundamentando básicamente en lo siguiente: 1) Que, el régimen provisio-
nal dispuesto por la juzgadora perjudica única y exclusivamente al menor, vulnerando
de esta manera el interés superior del menor quien tiene todo el derecho de interrelacio-
narse con su progenitor y abuelos; 2) Que, al haberse establecido un régimen de visitas
provisional para los fines de semana, con externamiento del menor y en compañía de su
progenitora, se limita el derecho del padre, los abuelos y sobre todo del menor a vivir,
crecer y desarrollarse en el seno de su familia paterna, ya que en todo momento estarían
supervisados por la madre del menor; 3) Que, al establecer el horario de visitas no se ha
tenido en cuenta la distancia de los domicilios de las partes, ya que la demandada reside
en el distrito de Surquillo, mientras que los recurrentes en el Cercado de Lima.
TERCERO: Que, asimismo la demandada Andrea Sofía Rodríguez Costa formu-
la impugnación a la resolución recurrida, mediante escrito de fojas 187/193, básicamen-
te por lo siguiente: 1) Que, la juzgadora ha incurrido en errores de hecho y de derecho
en la resolución apelada, ya que falta coherencia entre los enunciados que forman parte
del considerando tercero y la fundamentación contenida en el sexto considerando; 2)
Que, la parte demandante, por el solo vínculo de parentesco, se cree con derecho de dis-
poner de la persona de su hijo, sin la menor consideración de los derechos que le asis-
ten al niño a no ser llevado y traído a voluntad de los demandantes, además de no tener
en cuenta la edad del niño, 3) Que, no se ha tenido en cuenta que las veces que ha salido
con su menor hijo y los demandante, ha sido víctima de maltratos psicológicos, en pre-
sencia del niño, incluso la denunciaron por violencia familiar; 4) Que, la a quo no ha ve-
rificado respecto al cumplimiento de la obligación alimentaria.
CUARTO: Que, toda medida cautelar importa un prejuzgamiento y está destinada
a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva, siendo de naturaleza provisional,
instrumental y variable, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 617 del Código
Procesal Civil.
QUINTO: Que, conforme lo establece el artículo 89 del Código de los Niños y
Adolescentes: “El padre o la madre que haya sido impedido o limitado de ejercer el de-
recho de visitar a su hijo podrá interponer la demanda correspondiente acompañando la
partida de nacimiento que acredite su entroncamiento. Si el caso lo requiere podrá soli-
citar un régimen provisional de visitas”.
SEXTO: Que, de la revisión del presente cuaderno cautelar se advierte que don
José Antonio Abel Montestruque Zegarra representante legal de su hijo, xxxx, y en con-
dición de abuelo, al igual que doña María Elena Montenegro López de Montestruque,
solicitan el régimen provisional de visitas de su menor nieto, xxxx de tan solo tres años
y siete meses de edad –en la actualidad–, para visitarlo según el horario que indican en
su recurso de fojas 138/152.
SÉTIMO: Que, con el acta de nacimiento de fojas 82, se encuentra acreditado
el entroncamiento familiar y de igual forma la relación de parentesco entre el referido
422
JURISPRUDENCIAS
menor con sus abuelos de línea paterna(2), en ese sentido es concurrente el requisito de
verosimilitud del derecho invocado; que, en cuanto al peligro en la demora, este requi-
sito se encuentra acreditado con lo señalado por las propias partes tanto en el escrito
de demanda y contestación respectivamente, en el que se evidencia el conflicto surgido
entre ellos, sobre todo entre los abuelos y la demandada, toda vez que el progenitor del
menor se encuentra residiendo en España por motivos laborales.
OCTAVO: Que, si bien la juzgadora ha otorgado el régimen provisional de visi-
tas a favor del progenitor y los padres de este, fijando un horario igual para ambas par-
tes, sin embargo, no se advierte que el progenitor se encuentre visitando a su menor
hijo ya que desde el diez de abril del año dos mil ocho en que viajó con destino a Espa-
ña, no ha vuelto al país, más aún, sus padres no precisan la fecha en que este retornará
(ver movimiento migratorio de fojas 84), de lo que se infiere que el régimen provisio-
nal de visitas ha sido otorgado solo en beneficio de los abuelos paternos, sin tener en
cuenta la edad del menor, quien en la actualidad cuenta con tres años y siete meses de
edad (ver acta de nacimiento de fojas 82) siendo aún dependiente de su madre, quien se
encuentra a su cuidado desde que ha nacido; asimismo se ha debido tener en cuenta el
horario de labores que realizan en el día ambas partes, así como el lugar de los domi-
cilios de estos, con la finalidad de efectivizar el régimen provisional de visitas, en ese
sentido, se debe reformular el horario de visitas fijado en autos, acorde al Interés Supe-
rior del Niño plasmado en el artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños
y Adolescentes, pues tal como lo señala la representante del Ministerio Público, los pe-
riodos de visitas implican una alteración de sus hábitos y por ello deben organizarse,
respetando sus horarios de juego, sueño y alimento, para que se genere reacciones posi-
tivas; fundamentos por los cuales: CONFIRMARON el extremo de la resolución nú-
mero uno de fecha siete de octubre del año dos mil nueve, de fojas 153/154, que re-
suelve admitir la medida cautelar y señala un régimen de visitas provisional a favor del
progenitor y sus padres; REVOCARON el extremo que fija el horario en que se efec-
tuará dicho régimen provisional de visitas, REFORMÁNDOLA señalaron el siguiente
horario: para el padre y los abuelos por línea paterna: el primer y tercer sábado de cada
mes, el segundo y cuarto domingo de cada mes, en el horario de tres a seis de la tarde,
sin externamiento; EXHORTARON a las partes hacer viable el régimen provisional de
visitas, y abstenerse de toda conducta inapropiada delante del menor en litis, notificán-
dose y los devolvieron.
(2) Artículo 90 del Código de los Niños y Adolescentes: “El Régimen de Visitas decretado por el Juez
podrá extenderse a los parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad,
así como a terceras no parientes cuando el Interés Superior del Niño o del Adolescente así lo
justifique”.
423
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
SS.TELLO GILARDI
BELTRÁN PACHECO
CORONEL AQUINO
Expediente Nº 1204-2009
Materia: Divorcio-Medida cautelar de alimentos
Resolución Nº 5
Lima, 23 de diciembre de 2009
424
JURISPRUDENCIAS
ANTECEDENTES:
Se observa de los actuados judiciales que doña Carmen María del Pilar Neuhaus
Tudela interpuso una demanda de divorcio por causal, acumulando entre otras preten-
siones una de alimentos a su favor.
Admitida que fue la demanda, la accionante interpuso una medida cautelar soli-
citando una asignación anticipada de alimentos así como el impedimento de salida del
país respecto a su cónyuge.
La jueza de familia, ha resuelto por segunda vez el otorgamiento de la medida cau-
telar –en tanto la Sala anuló su primera resolución con fecha veintitrés de enero del
dos mil nueve en el expediente 1441-2008– precisando que se encuentra acreditado el
vínculo conyugal, el estado de necesidad de la peticionante, la capacidad económica del
obligado, señalando que existe peligro de que el deudor alimentario salga del país y no
retorne al territorio nacional.
Ante la decisión judicial, el cónyuge ha interpuesto el escrito impugnatorio de ape-
lación, en base a los siguientes argumentos:
a. Que la magistrada de primera instancia no ha cumplido con analizar objetiva-
mente los rubros alimenticios que deben salvaguardarse, esto es:
a.1. Que la cónyuge demandante fue intervenida quirúrgicamente en noviem-
bre de 2006, por lo que la jueza indebidamente ha considerado que re-
quiera cubrir gastos de salud mensualmente.
a.2. Que su capacidad económica no debe ser evaluada en torno a los viajes
que realiza al extranjero, en tanto la acreedora alimentaria también reali-
za viajes internacionales de manera continua.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que de conformidad con el inciso cinco del artículo ciento treintinue-
ve de la Constitución Política del Perú, concordante con el inciso seis del artículo cin-
cuenta del Código Procesal Civil, los justiciables tienen derecho a que las resoluciones
judiciales que se expidan en los procesos en los cuales intervienen, tengan una adecuada
motivación o fundamentación que les permita conocer las razones por las cuales se con-
cede o deniega su pretensión, por lo que es menester que el órgano jurisdiccional anali-
ce cada una de las argumentaciones impugnatorias esbozadas en el escrito de apelación,
en aras al respeto que amerita el debido proceso;
SEGUNDO: Toda medida cautelar tiene por finalidad garantizar el futuro cumpli-
miento de una resolución judicial, por tanto es provisoria, instrumental y variable;
TERCERO: El artículo seiscientos setenticinco del Código Procesal Civil, estable-
ce que proceden las medidas cautelares respecto a la pretensión alimenticia que soliciten
los cónyuges;
CUARTO: Que conforme lo establece el artículo seiscientos once del Código Proce-
sal Civil, el juez atendiendo a la naturaleza de la pretensión, deberá apreciar: a) la verosimili-
tud del derecho, b) la necesidad de emitir una decisión preventiva por constituir peligro en la
425
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
demora del proceso o cualquier otra razón justificable, c) la razonabilidad de la medida para
garantizar la eficacia de la pretensión;
QUINTO: Respecto al elemento a) cabe precisar que si bien la verosimilitud del
derecho se constituye por existir un vínculo conyugal entre las partes procesales, tam-
bién lo es que para analizar si se constituye el elemento b) debemos considerar si existe
estado de necesidad de quien lo solicita o si el peticionante se encuentra impedido de sa-
tisfacer sus necesidades básicas, conforme lo establece el artículo setecientos ochentiu-
no del Código Civil;
SEXTO: Es así, que en el expediente materia de análisis, se observa que la cónyu-
ge solicita una pensión de alimentos ascendente a la suma de doce mil nuevos soles, no
existiendo medios probatorios que justifiquen que necesite dicho monto para cubrir sus
necesidades básicas, observándose que si bien alegó que tiene gastos de salud, también
lo es, que los documentos obrantes en autos solo acreditan que fue sometida a una in-
tervención en el mes de noviembre del año dos mil seis, mas no que requiera un trata-
miento permanente, por otra parte en las páginas doscientos cincuentitrés a trescientos
uno obran diversos documentos que acreditan que la solicitante ha recibido por la venta
de diversos bienes inmuebles de la sociedad conyugal una suma superior a cuatrocien-
tos mil dólares americanos, dinero que ha ingresado a su peculio personal por lo que no
puede desconocerse que este constituye el patrimonio personal de la requirente, no sien-
do justo que se desconozca su existencia pretendiéndose otorgársele una naturaleza dis-
tinta, con lo que se puede concluir que no existe estado de necesidad, circunstancia que
se conjuga con los viajes que la solicitante realiza al extranjero continuamente;
SÉTIMO: No obstante lo expresado, se observa en los actuados que si bien el cón-
yuge apelante no se encuentra conforme con la suma dineraria que se le ha fijado como
pensión, también lo es que solo solicita que se le reduzca el monto a la cantidad de di-
nero que mensualmente él cancela –mil setecientos cuatro 00/100 nuevos soles– monto
con el cual según se observa de los documentos que anexa a sus escritos, se cubren los
gastos de seguro y alimentación de la cónyuge y de uno de los hijos matrimoniales –
quien a la fecha es mayor de edad– por lo que no habiendo solicitado que se le exima
del pago de una obligación alimentaria, es procedente que esta situación continúe más
aún si el impugnante ha señalado expresamente que debe solo reducirse la suma dinera-
ria –véanse las páginas ciento ochentiocho y doscientos veintidós del expediente mate-
ria de análisis–;
OCTAVO: Respecto al requisito referido a la razonabilidad de la medida cautelar,
debemos señalar que de lo expresado por el propio cónyuge, la suma de dinero por con-
cepto de alimentos que él otorga debe de mantenerse hasta la expedición de la sentencia,
momento en el cual deberá de resolverse si procede o no que continúe la dación de una
pensión alimenticia;
NOVENO: Finalmente, debemos pronunciarnos respecto a la prohibición de au-
sentarse del país –impedimento de salida del país– previsto en el artículo quinientos se-
sentitres del Código Procesal Civil, ante ello cabe acotar que la norma establece que
ante el pedido el juez tiene la facultad de analizar si existe o no suficiente garantía del
cumplimiento de la obligación alimentaria, ante ello, es menester considerar en este
caso dos situaciones, por una parte que el obligado alimentario se dedica a una actividad
426
JURISPRUDENCIAS
que le demanda viajar constantemente fuera del país, por lo que ordenar el impedimen-
to implicaría un detrimento en su patrimonio y por ende en el cumplimiento del pago
de las pensiones a las que se ha comprometido, debiéndose precisar que el “riesgo a
que no retorne al país” alegado como fundamento por la jueza de primera instancia, no
se puede determinar de los actuados judiciales, siendo importante resaltar que la propia
acreedora alimentaria viaja constantemente al extranjero y además no ha contradicho
con medios probatorios suficientes que el cónyuge no haya cumplido con asumir el pago
de los conceptos expresados por él, por lo que existe la garantía del cumplimiento que la
ley exige;
Por lo expuesto, este órgano de Justicia en ejercicio de sus facultades;
RESUELVE:
CONFIRMAR el auto apelado, resolución número doce de fecha veintidós de
abril del dos mil nueve, en el extremo que resolvió conceder la medida cautelar de asig-
nación anticipada de alimentos a favor de doña Carmen María del Pilar Neuhaus Tudela,
la cual deberá cancelarse en forma mensual y adelantada; REVOCAR la citada resolu-
ción en el extremo que fija como pensión la suma de diez mil nuevos soles y REFOR-
MÁNDOLA fijaron que el monto de la obligación alimentaria sea de mil setecientos
cuatro nuevos soles, asimismo REVOCARON el impedimento de salida del país dis-
puesto respecto al demandado Jaime Gerardo Rivera Castrillón, notificándose.
427
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
CORONEL AQUINO
ÁLVAREZ OLAZÁBAL
GONZÁLEZ FUENTES
Expediente Nº 1483-2009
Materia: Apelación de asignación anticipada
Resolución: 4
Lima, 10 de marzo de 2010
428
JURISPRUDENCIAS
429
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Expediente Nº 507-2010
Materia: Variación de tenencia (Asignación anticipada de alimentos) - Apela-
ción de auto
Resolución Nº 4
Lima, 8 de julio de 2010
430
JURISPRUDENCIAS
2) Que a fojas 169/176 se aprecia que Shelah Allison Hoefken interpuso una demanda
de Aumento de Alimentos con fecha diecisiete de diciembre de dos mil ocho (Expediente
Nº 3785-2008-1802-JP-FC-05) ante el Quinto Juzgado de Paz Letrado de Lince y San Isi-
dro; 3) Con fecha veinte de enero de dos mil nueve(3) Shelah Allison Hoefken licitó en
dicho proceso una asignación anticipada de alimentos; 4) Que con fecha veinticinco de
mayo de dos mil nueve, Shelah Allison Hoefken interpone demanda de aumento de ali-
mentos(4) (Expediente Nº 444-2009) a favor de sus menores hijos xxxx y xxxx, la que es
admitida el veintisiete de mayo de dos mil nueve(5), por el Segundo Juzgado de Paz Letra-
do de Lince y San Isidro, en el que se aprecia que en la audiencia única(6) de fecha dos de
octubre de dos mil nueve, quedaron los autos expeditos para sentenciar una vez recibidos
los informes y expedientes ordenados; 5) Que con fecha veinticinco de agosto de dos mil
nueve (fojas 2/17) ante el Décimo Octavo Juzgado de Familia de Lima, Shelah Allison
Hoefken solicitó la medida temporal sobre el fondo de asignación anticipada de alimentos
a favor de sus menores hijos; 6) Que con fecha dieciséis de setiembre de dos mil nueve en
el Expediente Nº 183520-2008-00064-87, proveniente del Décimo Octavo Juzgado de Fa-
milia se concede la medida cautelar solicitada por Shelah Allison Hoefken fijando la asig-
nación anticipada de alimentos para la adolescente que es materia de apelación ante esta
Instancia; CUARTO: Que debe tenerse presente que el expediente principal trata de una
demanda de variación de tenencia, habiéndose solicitado por la madre de los niños, una
medida cautelar de asignación anticipada de alimentos que fue concedida por la a quo; sin
embargo, conforme se aprecia del análisis de los hechos expuestos cronológicamente, se
observa que se ha concedido la medida cautelar sin percatarse que en trámite ya existe una
proceso de aumento de alimentos ante el Segundo Juzgado de Paz Letrado de Lince y San
Isidro(7), en el que con fecha dos de octubre de dos mil nueve, quedó expedito para senten-
ciar “una vez recibidos los informes y expedientes ordenados” lo que acarrea la nulidad
insubsanable del auto apelado, por lo que en aplicación de los artículos 171, 173 y última
parte del artículo 176 del Código Adjetivo acotado, declararon NULA la resolución núme-
ro uno de fecha dieciséis de setiembre de dos mil nueve, de fojas 119/120, que concede la
medida cautelar solicitada por la demandante Shelah Allison Hoefken, fijando una asigna-
ción anticipada de alimentos mensual y adelantada la suma equivalente a dos mil quinien-
tos nuevos soles a favor de xxxx, con la que debe acudir don Juan Manuel Fernando Roca
Rey Ruiz Tapiador, entregando dicha suma a la solicitante en forma mensual y adelanta-
da, disponiendo asimismo el impedimento de salida del país del demandado a fin de que
cumpla con lo ordenado, con lo demás que contiene; debiendo la a quo proceder a calificar
nuevamente la medida cautelar presentada por Shelah Allison Hoefken, teniendo en cuen-
ta lo anteriormente expuesto: DISPUSIERON que por Secretaría se proceda con arreglo a
lo establecido por el artículo 383 del Código Procesal Civil.
431
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Expediente Nº 42-09
Materia: M.C. Interdicción
Resolución: 5
Lima, 6 de abril de 2009
432
JURISPRUDENCIAS
asiste todo derecho moral de velar y cuidar en la salud física y mental, así como darles
calidad de vida, por lo que se encuentra mejor capacitado para sumir el cargo de cura-
dor provisional y administrador de los bienes patrimoniales de sus padres, lo cual es de
verse de fojas 162/172; QUINTO: Que, para efectos de acreditar la verosimilitud del
derecho invocado el recurrente acompaña los certificados médicos y la copia de la de-
manda de interdicción, así lo precisa en el numeral segundo del escrito de apelación
de fojas 175; SEXTO: Que, a fojas 118 obra el informe médico de don René Benamu
Gonzales Pavón emitido por la Clínica Médica Cayetano Heredia de fecha 13 de junio
de 2005, el examen físico indica “(...) no déficit motor. Diagnóstico: trastorno emocio-
nal y deterioro cognitivo (...)” , siendo atendido en solo una oportunidad; a fojas 123
corre el certificado médico de doña Salomé Núñez Melgar Talavera expedido por la ci-
tada Clínica en la misma fecha, quien en esa única oportunidad ha sido diagnostica-
da con la “(...) enfermedad de Parkinson (...)”, no existiendo el resultado de exámenes
practicados que conlleven al profesional a ese diagnóstico; aunado a ello, las hermanas
del solicitante expresan que sus padres vienen recibiendo atención médica en la Clínica
Limatambo, lo cual es de verse de fojas 116 (ex vacum leves signos de artereoesclero-
sis), 119 (angüía estable leve), 120 (probable demencia Alzheimer), 124 y 125, los cua-
les se condicen con lo indicado por el recurrente respecto de la salud de sus progenito-
res; SÉTIMO: Que, con lo que se concluye que si bien existen medios probatorios que
pueda acreditar la incapacidad de los presuntos interdictos, sin embargo no existe docu-
mento idóneo que determine que el solicitante se encuentra investido de las condiciones
necesarias para cumplir el cargo de curador procesal de sus padres; que, sin embargo,
estando a toda medida cautelar dictada de manera provisional y variable será en sen-
tencia con un mayor conocimiento de autos, que se determinará en forma definitiva si
es amparable la pretensión solicitada; por cuyas razones: CONFIRMARON la resolu-
ción número cincuenta, de fecha 29 de agosto de 2008, de fojas 173, que declara Impro-
cedente la solicitud de curador procesal por parte del demandante Saúl Benamu Núñez
Melgar, dejando a salvo su derecho de hacerlo en su oportunidad, con lo demás que con-
tiene; MANDARON a la secretaría de sala, dar cumplimiento a lo previsto en el ar-
tículo 383 del Código Procesal Civil, notificándose.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Expediente Nº 1524-2009
Materia: Sustracción Internacional - Contacto telefónico (cautelar)
Resolución Nº 5
Lima, 15 de marzo de 2010
434
JURISPRUDENCIAS
recuperarse siendo la única forma el que se establezca un día más en el contacto telefó-
nico con su hija;
TERCERO: que tal como se advierte del texto de la resolución impugnada, en
efecto la a quo ha tomado en consideración que por tratarse de una medida cautelar ex-
cepcional, para mantener el vínculo padre-hija dada la distancia física (países diferen-
tes), durante el desarrollo de la misma se han evidenciado considerables dificultades,
pues no se cuenta con un espacio apropiado para su realización ya que hasta la fecha se
lleva a cabo en el pool de Especialistas del Módulo que es compartido por personal de
otros Juzgados y en el cual se encuentran los propios expedientes judiciales, ser la ubi-
cación de la sede judicial una que como es de público conocimiento se encuentra en
zona de constantes movimientos y/o manifestaciones populares, resultando desaconseja-
ble para la niña acudir con mayor frecuencia;
CUARTO: que este Colegiado torna en consideración además de las condiciones
desfavorables en cuanto al ambiente inadecuado por tratarse de un despacho judicial que
no tiene espacio suficiente, ubicación del local en el centro de Lima de por sí conges-
tionado y no favorable, así como la perturbación que conlleva la realización de la dili-
gencia en el mismo local del Juzgado, que tratándose de una medida cautelar provisoria
y variable, no es la única forma en que el solicitante puede comunicarse con su menor
hija, sino que puede buscar otras alternativas dado el avance de la tecnología, fuera de
aquella prevista por el Juzgado de manera transitoria, más aún si se advierte de la copia
de la sentencia de primera instancia dictada en el proceso principal en la cual se decla-
ra infundada la demanda del actor, que la niña tiene un transtorno mixto de lenguaje, es
decir, requiere de una terapia ante órgano especializado, lo que constituye una dificultad
para que pueda comunicarse de manera fluida vía telefónica, y además, se advierte de
las constancias acompañadas sobre las sesiones del contacto telefónico llevado a cabo
en los ambientes del Juzgado, que hubo ocasiones en que este se retrasaba o no llegaba
a producirse por parte del actor, como igualmente la niña no pudo asistir por problemas
de salud, lo que en todo caso hace previsible que no pueda ampliarse a dos veces por
semana como alega el recurrente, sumado a las ya citadas dificultades en el ámbito del
Juzgado, por lo que la decisión de la a quo se encuentra acorde a las circunstancias pre-
sentadas, pues se trata de evitar una mayor incomodidad a la niña cuyo interés superior
debe privilegiarse, máxime si se deben tomar en consideración las condiciones de la hija
como sujeto pleno de derechos, lo que en ninguna forma puede entenderse como un me-
nosprecio a los derechos del progenitor, ni sobreposición de consideraciones logísticas
a derechos fundamentales, más aún si tal como es de conocimiento del padre, la madre
no está dispuesta facilitar el hogar familiar para este contacto, por lo que son circuns-
tancias reales de salud de la niña y de ambientes inadecuados que pueden incidir en un
resultado contraproducente para dicho contacto; fundamentos por los cuales CONFIR-
MARON: la resolución impugnada número trece, su fecha nueve de julio del dos mil
nueve, en cuanto declara improcedente la ampliación de medida cautelar de contacto te-
lefónico solicitada por don Percy Ángel Chavarri Moral en el proceso sobre restitución
internacional de menor; debiendo la Secretaría dar cumplimiento a lo dispuesto en el ar-
tículo 383 del Código Procesal Civil; oficiándose y notificándose.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Expediente Nº 321-2009
Materia: Violencia familiar - Cuaderno cautelar -
Resolución Nº 4
Lima, 6 de noviembre de 2009
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JURISPRUDENCIAS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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PARTE IV
MODELOS
MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
1.- Contrato de suministro de fecha 10/05/2011 suscrito entre el (la) recurrente y BBB
del cual derivan los títulos valores cuyo cobro ha sido demandado en el proceso
principal y que se describen a continuación.
2.- Letra de cambio Nº 3120 de fecha 10/05/2011 vencida el 2/12/2011 ascendente a
la suma de 15,000.00 dólares americanos, protestada por falta de pago conforme a
ley; con la que se demuestra la verosimilitud del derecho invocado.
3.- Letra de cambio Nº 3121 de fecha 10/05/2011 vencida el 30/12/2011 por el monto
de 10,000.00 dólares americanos, protestada por falta de pago conforme a ley; con
la que se acredita la verosimilitud del derecho invocado.
Se deja constancia que el contrato de suministro y los títulos valores originales
obran en los actuados principales que corren en este juzgado, como anexos de la
demanda.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:
Sustento mi pretensión cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
- Artículo 1219 del Código Civil, cuyo inciso 1) establece que es efecto de las obli-
gaciones autorizar al acreedor para emplear las medidas legales a fin de que el deu-
dor le procure aquello a que está obligado.
- Artículo 608 del Código Procesal Civil, según el cual todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destina-
da a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
- Artículo 642 del Código Procesal Civil, numeral que prescribe: a) que cuando la
pretensión es apreciable en dinero se puede solicitar embargo; y b) que este consis-
te en la afectación jurídica de un bien o derecho del presunto obligado, aunque se
encuentre en posesión de tercero, con las reservas que para este supuesto señala la
ley.
- Artículo 657 del Código Procesal Civil (referido al embargo en forma de reten-
ción), conforme al cual: a) cuando la medida recae sobre derechos de crédito u
otros bienes en posesión de terceros, cuyo titular es el afectado con ella, puede or-
denarse al poseedor retener el pago a la orden del juzgado, depositando el dine-
ro en el Banco de la Nación; b) tratándose de otros bienes, el retenedor asume las
obligaciones y responsabilidades del depositario, salvo que los ponga a disposición
del juez.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAERÁ LA MEDIDA CAUTELAR:
- Medida cautelar: EMBARGO EN FORMA DE RETENCIÓN sobre las cuentas
bancarias que el (la) obligado (a) tenga en las diferentes empresas del sistema ban-
cario; hasta por la suma de 25,000.00 dólares americanos.
Con la finalidad de que se proceda a la formalización de la medida cautelar solici-
tada, el juzgado se servirá notificar a cada una de las empresas bancarias del país
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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MODELOS
3.- Naturalmente, esta medida cautelar obedece a que existe peligro en la demora del
proceso principal iniciado, porque durante el lapso de tiempo en que el juzgado
sustancie la causa y resuelva a nuestro favor, el (la) obligado (a) BBB podría dis-
poner libremente de sus bienes, tornándose así en inútil el proceso judicial princi-
pal dirigido a la recuperación del adeudo.
II. MEDIOS PROBATORIOS:
Ofrezco el mérito de las copias simples de los siguientes documentos:
1.- Contrato de mutuo de fecha 5/05/5011 suscrito entre la recurrente y BBB del cual
derivan los títulos valores cuyo cobro ha sido demandado en el proceso principal y
que se indican seguidamente.
2.- Pagaré Nº 3088 de fecha 5/05/2011 vencido el 30/09/2011 ascendente a la suma de
6,000.00 dólares americanos, protestado por falta de pago conforme a ley; con el
que se prueba la verosimilitud del derecho invocado.
3.- Pagaré Nº 3089 de fecha 5/05/2011 vencido el 30/10/2011 por el monto de
6,000.00 dólares americanos, protestado por falta de pago conforme a ley; con el
que se demuestra la verosimilitud del derecho invocado.
4.- Pagaré Nº 3090 de fecha 5/05/2011 vencido el 30/11/2011 por el monto de
6,000.00 dólares americanos, protestado por falta de pago conforme a ley; con el
que se demuestra la verosimilitud del derecho invocado.
5.- Pagaré Nº 3091 de fecha 5/05/2011 vencido el 30/12/2012 por el monto de
4,000.00 dólares americanos, protestado por falta de pago conforme a ley; con el
que se demuestra la verosimilitud del derecho invocado.
Se deja constancia que el contrato de mutuo y los títulos valores originales
obran en los actuados principales que corren en este juzgado, como anexos de la
demanda.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:
Sustento mi pretensión cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
- Artículo 1219 del Código Civil, cuyo inciso 1) establece que es efecto de las obli-
gaciones autorizar al acreedor para emplear las medidas legales a fin de que el deu-
dor le procure aquello a que está obligado.
- Artículo 608 del Código Procesal Civil, según el cual todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destina-
da a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
- Artículo 642 del Código Procesal Civil, numeral que prescribe: a) que cuando la
pretensión es apreciable en dinero se puede solicitar embargo; y b) que este consis-
te en la afectación jurídica de un bien o derecho del presunto obligado, aunque se
encuentre en posesión de tercero, con las reservas que para este supuesto señala la
ley.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
- Artículo 661 del Código Procesal Civil (referido al embargo en forma de interven-
ción en recaudación), conforme al cual cuando la medida afecta una empresa de
persona natural o jurídica, incluyéndose a las personas jurídicas sin fines de lucro,
con la finalidad de embargar los ingresos propios de esta, el juez designará a uno o
más interventores recaudadores, según el caso, para que recaben directamente los
ingresos de aquella.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAERÁ LA MEDIDA CAUTELAR:
- Medida cautelar: EMBARGO EN FORMA DE INTERVENCIÓN EN RECAU-
DACIÓN sobre la empresa EEE conducida por el (la) obligado (a) BBB ubicada
en Av. San Martín Nº 500, Independencia - Lima, hasta por la suma de 22,000.00
dólares americanos.
Con la finalidad de que se proceda a la formalización de la medida cautelar soli-
citada, el juzgado se servirá oficiar a las autoridades policiales para que cumplan
con prestar las garantías del caso. También se servirá exhortar al (a la) obligado (a)
BBB a no adoptar una conducta de resistencia o de obstrucción a la labor del (de
la) interventor (a) recaudador (a) que se designe en autos. Además, se servirá el
juzgado autorizar al secretario cursor al descerraje en caso de ser necesario.
V. CONTRACAUTELA:
Como contracautela ofrezco caución juratoria hasta por el monto que el juzgado consi-
dere necesario para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que se pudieran
irrogar al (a la) obligado (a). Para ello nuestro (a) apoderado (a) cumplirá con legalizar
su firma en representación de la recurrente ante el secretario cursor, de acuerdo a lo nor-
mado en el artículo 613 –tercer párrafo– del Código Procesal Civil.
VI. ÓRGANO DE AUXILIO JUDICIAL:
Señalo como órgano de auxilio judicial, en calidad de interventor (a) recaudador (a),
al (a la) Sr. (a) FFF identificado (a) con DNI Nº xxxx domiciliado (a) en Jr. Alameda
Nº 288, Los Olivos - Lima para lo cual cumplimos con acompañar a la presente solici-
tud copia legalizada de su documento de identidad.
POR TANTO:
Al juzgado, pido se sirva admitir la presente solicitud de medida cautelar, de acuerdo a
ley.
PRIMER OTROSÍ DECIMOS: A efecto de determinar la cuantía de la pretensión
cautelar, indico que el monto por el cual se solicita alcance la medida cautelar, vale
decir, 22,000.00 dólares americanos, equivale a la suma de S/. 55,000.00 nuevos soles,
por ser el tipo de cambio vigente a la fecha de S/. 2.50 nuevos soles por cada dólar
americano.
SEGUNDO OTROSÍ DECIMOS: Adjunto los siguientes anexos:
1.A Tasa judicial por concepto de medida cautelar.
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MODELOS
1.B Fotocopia del DNI del (de la) representante judicial de la recurrente.
1.C Copia legalizada de la escritura pública de fecha xxxx en la que constan las facul-
tades especiales del (de la) representante judicial de la recurrente.
1.D Fotocopia del RUC de la recurrente.
1.E Copia legalizada del DNI del órgano de auxilio judicial (interventor/a recau-
dador/a).
1.F Copias simples de la demanda, de fecha 30 de enero de 2012 así como de sus co-
rrespondientes anexos, que se está tramitando en el proceso principal de obligación
de dar suma de dinero tramitado en este juzgado.
1.G Copia simple del auto admisorio de la demanda.
453
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
I. FUNDAMENTOS DE HECHO:
1.- Que, en virtud del contrato de mutuo de fecha 20 de octubre de 2011 suscrito entre
el (la) recurrente y BBB, este (a) último (a) y CCC suscribieron en calidad de emi-
tente (obligado/a principal) y fiador (a), respectivamente, los siguientes títulos
valores:
- Pagaré Nº 501 de fecha 20/10/2011 vencido el 1/02/2012 por el monto de
7,000.00 dólares americanos.
- Pagaré Nº 502 de fecha 20/10/2011 vencido el 15/02/2012 por el monto de
5,000.00 dólares americanos.
Dichos títulos valores suman la cantidad de 12,000.00 dólares americanos y han
sido protestados por falta de pago.
2.- La presente medida cautelar tiene por finalidad asegurar el resultado del proceso de
obligación de dar suma de dinero que en vía abreviada se tramita en este juzgado,
Exp. Nº 105-2012.
3.- Naturalmente, esta medida cautelar obedece a que existe peligro en la demora del
proceso principal iniciado, porque durante el lapso de tiempo en que el juzgado
sustancie la causa y resuelva a mi favor, el (la) obligado (a) BBB podría disponer
libremente de sus bienes, tornándose así en inútil el proceso judicial principal diri-
gido a la recuperación del adeudo.
II. MEDIOS PROBATORIOS:
Ofrezco el mérito de las copias simples de los siguientes documentos:
1.- Contrato de mutuo de fecha 20/10/2011 suscrito entre el (la) recurrente y BBB del
cual derivan los títulos valores cuyo cobro ha sido demandado en el proceso prin-
cipal y que se indican seguidamente.
2.- Pagaré Nº 501 de fecha 20/10/2011 vencido el 1/02/2012 ascendente a la suma de
7,000.00 dólares americanos, protestado por falta de pago conforme a ley; con el
que se prueba la verosimilitud del derecho invocado.
3.- Pagaré Nº 502 de fecha 20/10/2011 vencido el 15/02/2012 por el monto de
5,000.00 dólares americanos, protestado por falta de pago conforme a ley; con el
que se acredita la verosimilitud del derecho invocado.
Se deja constancia que el contrato de mutuo y los títulos valores originales
obran en los actuados principales que corren en este juzgado, como anexos de la
demanda.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:
Sustento mi pretensión cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
- Artículo 1219 del Código Civil, cuyo inciso 1) establece que es efecto de las obli-
gaciones autorizar al acreedor para emplear las medidas legales a fin de que el deu-
dor le procure aquello a que está obligado.
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MODELOS
- Artículo 608 del Código Procesal Civil, según el cual todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destina-
da a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
- Artículo 642 del Código Procesal Civil, numeral que prescribe: a) que cuando la
pretensión es apreciable en dinero se puede solicitar embargo; y b) que este consis-
te en la afectación jurídica de un bien o derecho del presunto obligado, aunque se
encuentre en posesión de tercero, con las reservas que para este supuesto señala la
ley.
- Artículo 665 del Código Procesal Civil (referido al embargo en forma de inter-
vención en información), conforme al cual cuando se solicite recabar información
sobre el movimiento económico de una empresa de persona natural o jurídica, el
juez nombrará uno o más interventores informadores, señalándoseles el lapso du-
rante el cual deben verificar directamente la situación económica del negocio afec-
tado y las fechas en que informarán al juez.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAERÁ LA MEDIDA CAUTELAR:
- Medida cautelar: EMBARGO EN FORMA DE INTERVENCIÓN EN INFORMA-
CIÓN sobre la empresa EEE conducida por el (la) obligado (a) BBB ubicada en
Av. Precursores, distrito de Barranco a fin de conocer su movimiento económico y
determinar con exactitud sus ingresos y bienes, datos indispensables para solicitar
y ejecutar una medida cautelar que garantice a plenitud la recuperación de lo adeu-
dado por aquel (aquella).
Con la finalidad de que se proceda a la formalización de la medida cautelar solici-
tada, el juzgado se servirá oficiar a las autoridades policiales para que cumplan con
prestar el auxilio de la fuerza pública. Además, se servirá el juzgado autorizar al
secretario cursor al descerraje en caso de ser necesario.
V. CONTRACAUTELA:
Como contracautela ofrezco caución juratoria hasta por el monto que el juzgado estime
necesario para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que se pudieran irro-
gar al (a la) obligado (a). Para ello cumplo con legalizar mi firma ante el secretario cur-
sor, de acuerdo a lo normado en el artículo 613 –tercer párrafo– del Código Procesal
Civil.
VI. ÓRGANO DE AUXILIO JUDICIAL:
Señalo como órgano de auxilio judicial en calidad de interventor (a) informador (a) al
(a la) Sr. (a) FFF identificado (a) con DNI Nº xxxx, domiciliado (a) en Jr. Torres
Paz Nº 478, Surquillo - Lima, para lo cual cumplo con acompañar a la presente solicitud
copia legalizada de su documento de identidad.
POR TANTO:
Al juzgado, pido se sirva admitir la presente solicitud de medida cautelar, de acuerdo a
ley.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
PRIMER OTROSÍ DIGO: Dejo constancia que no señalo monto de afectación alguno
en razón de la propia naturaleza de la medida cautelar que se solicita, pues esta consis-
te únicamente en recabar la información necesaria respecto del desenvolvimiento econó-
mico de la empresa indicada.
SEGUNDO OTROSÍ DIGO: Adjunto los siguientes anexos:
1.A Tasa judicial por concepto de medida cautelar.
1.B Fotocopia del DNI del (de la) recurrente.
1.C Copia legalizada del DNI del órgano de auxilio judicial (interventor/a
informador/a).
1.D Copias simples de la demanda, de fecha 4 de abril de 2012 así como de sus corres-
pondientes anexos, que se está tramitando en el proceso principal de obligación de
dar suma de dinero tramitado en este juzgado.
1.E Copia simple del auto admisorio de la demanda.
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MODELOS
Lima, hasta por la suma de 24,500.00 dólares americanos, en mérito a las siguientes
consideraciones:
I. FUNDAMENTOS DE HECHO:
1.- Que, en virtud del contrato de suministro de fecha 10 de agosto de 2011 suscrito
entre el (la) recurrente y BBB, este (a) último (a) y CCC suscribieron en calidad de
aceptante y avalista, respectivamente, los siguientes títulos valores:
- Letra de cambio Nº 1120 de fecha 10/08/2011 vencida el 30/12/2011 por el
monto de 5,000.00 dólares americanos.
- Letra de cambio Nº 1121 de fecha 10/08/2011 vencida el 30/01/2012 por el
monto de 5,000.00 dólares americanos.
- Letra de cambio Nº 1122 de fecha 10/08/2011 vencida el 28/02/2012 por el
monto de 5,000.00 dólares americanos.
- Letra de cambio Nº 1123 de fecha 10/08/2011 vencida el 30/03/2012 por el
monto de 5,000.00 dólares americanos.
- Letra de cambio Nº 1124 de fecha 10/08/2011 vencida el 30/04/2012 por el
monto de 4,500.00 dólares americanos.
Dichas cambiales suman la cantidad de 24,500.00 dólares americanos y han
sido protestadas por falta de pago.
2.- La presente medida cautelar tiene por finalidad asegurar el resultado del proceso de
obligación de dar suma de dinero que en vía abreviada se tramita en este juzgado.
3.- Naturalmente, esta medida cautelar obedece a que existe peligro en la demora del
proceso principal iniciado, porque durante el lapso de tiempo en que el juzgado
sustancie la causa y resuelva a mi favor, el (la) obligado (a) BBB podría disponer
libremente de sus bienes, tornándose así en inútil el proceso judicial principal diri-
gido a la recuperación del adeudo.
II. MEDIOS PROBATORIOS:
Ofrezco el mérito de las copias simples de los siguientes documentos:
1.- Contrato de suministro de fecha 10/08/2011 suscrito entre el (la) recurrente y BBB
del cual derivan los títulos valores cuyo cobro ha sido demandado en el proceso
principal y que se indican seguidamente.
2.- Letra de cambio Nº 1120 de fecha 10/08/2011 vencida el 30/12/2011 ascendente a
la suma de 5,000.00 dólares americanos, protestada por falta de pago conforme a
ley; con la que se prueba la verosimilitud del derecho invocado.
3.- Letra de cambio Nº 1121 de fecha 10/08/2011 vencida el 30/01/2012 por el monto
de 5,000.00 dólares americanos, protestada por falta de pago conforme a ley; con
la que se acredita la verosimilitud del derecho invocado.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
4.- Letra de cambio Nº 1122 de fecha 10/08/2011 vencida el 28/02/2012 por el monto
de 5,000.00 dólares americanos, protestada por falta de pago conforme a ley; con
la que se acredita la verosimilitud del derecho invocado.
5.- Letra de cambio Nº 1123 de fecha 10/08/2011 vencida el 30/03/2012 por el monto
de 5,000.00 dólares americanos, protestada por falta de pago conforme a ley; con
la que se acredita la verosimilitud del derecho invocado.
6.- Letra de cambio Nº 1124 de fecha 10/08/2011 vencida el 30/04/2012 por el monto
de 4,500.00 dólares americanos, protestada por falta de pago conforme a ley; con
la que se acredita la verosimilitud del derecho invocado.
Se deja constancia que el contrato de suministro y los títulos valores originales
obran en los actuados principales que corren en este juzgado, como anexos de la
demanda.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:
Fundamento mi pretensión cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
- Artículo 1219 del Código Civil, cuyo inciso 1) establece que es efecto de las obli-
gaciones autorizar al acreedor para emplear las medidas legales a fin de que el deu-
dor le procure aquello a que está obligado.
- Artículo 608 del Código Procesal Civil, según el cual todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destina-
da a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
- Artículo 642 del Código Procesal Civil, numeral que prescribe: a) que cuando la
pretensión es apreciable en dinero se puede solicitar embargo; y b) que este consis-
te en la afectación jurídica de un bien o derecho del presunto obligado, aunque se
encuentre en posesión de tercero, con las reservas que para este supuesto señala la
ley.
- Artículo 669 del Código Procesal Civil (referido al embargo en forma de adminis-
tración de bienes), conforme al cual cuando la medida recae sobre bienes fructífe-
ros, pueden afectarse en administración con la finalidad de recaudar los frutos que
produzcan.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAERÁ LA MEDIDA CAUTELAR:
- Medida cautelar: EMBARGO EN FORMA DE ADMINISTRACIÓN sobre el
edificio de propiedad del (de la) obligado (a) BBB ubicado en Calle San Marino
Nº 230, San Isidro - Lima hasta por la suma de 24,500.00 dólares americanos; a fin
de recaudar las rentas derivadas del arrendamiento de los distintos departamentos
que lo comprenden, cuyo arrendador es justamente el (la) obligado (a).
Con la finalidad de que se proceda a la formalización de la medida cautelar solici-
tada, el juzgado se servirá oficiar a las autoridades policiales para que cumplan con
prestar el auxilio de la fuerza pública. También, se servirá exhortar al (a la) obliga-
do (a) BBB a no adoptar una conducta de resistencia o de obstrucción a la labor del
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Procesal (como es el caso particular) y que el objeto del embargo puede ser hasta
una tercera parte del exceso en cuestión.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAERÁ LA MEDIDA CAUTELAR:
- Medida cautelar: EMBARGO EN FORMA DE RETENCIÓN sobre las remuneracio-
nes del (de la) demandado (a) derivadas de su trabajo en la empresa xxxx ubicada en Av.
Separadora Industrial Nº 6780, Ate - Lima, hasta por la suma de 12,000.00 nuevos soles.
Con la finalidad de que se proceda a la formalización de la medida cautelar solici-
tada, el juzgado se servirá notificar a dicha empresa:
- Para que proceda a efectuar la retención solicitada y a depositar el dinero retenido
en el Banco de la Nación a la orden del juzgado.
- Para que retenga mensualmente la suma de 2,000.00 nuevos soles, cantidad que re-
presenta la tercera parte del exceso de la remuneración del (de la) demandado (a)
respecto de las cinco Unidades de Referencia Procesal a que hace referencia el in-
ciso 6) del artículo 648 del Código Procesal Civil. Dicha retención deberá hacerse
periódicamente hasta alcanzar la suma objeto de la pretensión cautelar, vale decir,
la cantidad de 12,000.00 nuevos soles.
V. CONTRACAUTELA:
Como contracautela ofrezco caución juratoria hasta por el monto que el juzgado estime
necesario para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que se pudieran irrogar
al (a la) obligado (a). Para ello cumplo con legalizar mi firma ante el secretario cursor, de
acuerdo a lo normado en el artículo 613 –tercer párrafo– del Código Procesal Civil.
POR TANTO:
Al juzgado, pido se sirva admitir la presente solicitud de medida cautelar, de acuerdo a
ley.
OTROSÍ DIGO: Adjunto los siguientes anexos:
1.A Tasa judicial por concepto de medida cautelar.
1.B Fotocopia del DNI del (de la) recurrente.
1.C Copias simples de la demanda, de fecha 3 de abril de 2012 así como de sus corres-
pondientes anexos, que se está tramitando en el proceso principal en este juzgado,
Expediente Nº 836-2012.
1.D Copia simple del auto admisorio de la demanda.
1.E Boleta de pago, de fecha 1 de abril emitida por la empresa xxxx referida a la remu-
neración del (de la) demandado (a) obtenida de su labor en la citada empresa.
Lima, 5 de mayo de 2012.
Sello y firma del letrado Firma del (de la) recurrente
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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MODELOS
- Artículo 648 del Código Procesal Civil, de cuyo inciso 6) se desprende que las
pensiones son embargables si exceden las cinco Unidades de Referencia Procesal
(como es el caso particular) y que el objeto del embargo puede ser hasta una terce-
ra parte del exceso en cuestión.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAERÁ LA MEDIDA CAUTELAR:
- Medida cautelar: EMBARGO EN FORMA DE RETENCIÓN sobre las pensiones
que el (la) demandado (a) percibe mensualmente de (indicar la institución de que
se trate, encargada de pagar las respectivas pensiones a la parte demandada), ubi-
cada en xxxx hasta por la suma de 7,000.00 nuevos soles.
Con la finalidad de que se proceda a la formalización de la medida cautelar solici-
tada, el juzgado se servirá notificar a dicha institución:
- Para que proceda a efectuar la retención solicitada y a depositar el dinero retenido
en el Banco de la Nación a la orden del juzgado.
- Para que retenga mensualmente la suma de 700.00 nuevos soles, cantidad que re-
presenta la tercera parte del exceso de la pensión del (de la) demandado (a) respec-
to de las cinco Unidades de Referencia Procesal a que hace referencia el inciso 6)
del artículo 648 del Código Procesal Civil. Dicha retención deberá hacerse periódi-
camente hasta alcanzar la suma objeto de la pretensión cautelar, vale decir, la can-
tidad de 7,000.00 nuevos soles.
V. CONTRACAUTELA:
Como contracautela ofrezco caución juratoria hasta por el monto que el juzgado estime
necesario para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que se pudieran irro-
gar al (a la) obligado (a). Para ello cumplo con legalizar mi firma ante el secretario cur-
sor, de acuerdo a lo normado en el artículo 613 –tercer párrafo– del Código Procesal
Civil.
POR TANTO:
Al juzgado, pido se sirva admitir la presente solicitud de medida cautelar, de acuerdo a
ley.
OTROSÍ DIGO: Adjunto los siguientes anexos:
1.A Tasa judicial por concepto de medida cautelar.
1.B Fotocopia del DNI del (de la) recurrente.
1.C Copias simples de la demanda, de fecha 5 de abril de 2012 así como de sus corres-
pondientes anexos, que se está tramitando en el proceso principal de obligación de
dar suma de dinero en este juzgado, Expediente Nº 631-2012.
1.D Copia simple del auto admisorio de la demanda.
465
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
1.E (indicar el documento de que se trate), de fecha 31 de marzo de 2012 emitido (a)
por (indicar la institución de que se trate, encargada de pagar las respectivas pen-
siones a la parte demandada), ofrecido como medio de prueba en el punto 4 del
rubro II (“Medios probatorios”) de la presente solicitud cautelar.
Lima, 16 de abril de 2012.
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MODELOS
3.- Naturalmente, esta medida cautelar obedece a que existe peligro en la demora del
proceso principal iniciado, porque durante el lapso de tiempo en que el juzgado
sustancie la causa y resuelva a mi favor, el (la) obligado (a) BBB podría disponer
libremente de sus bienes, tornándose así en inútil el proceso judicial principal diri-
gido a la recuperación del adeudo.
II. MEDIOS PROBATORIOS:
Ofrezco el mérito de las copias simples de los siguientes documentos:
1.- Contrato de mutuo de fecha 1/01/2009 suscrito entre el (la) recurrente y BBB del
cual derivan los títulos valores cuyo cobro ha sido demandado en el proceso prin-
cipal y que se indican seguidamente.
2.- Pagaré N° 4523 de fecha 01/04/2011 vencido el 31/05/2011 ascendente a la suma
de US$ 9,000.00 dólares americanos, protestado por falta de pago conforme a ley;
con el que se demuestra la verosimilitud del derecho invocado.
Se deja constancia que el contrato de mutuo y los títulos valores originales obran en los
actuados principales que corren en este juzgado, como anexos de la demanda.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:
Fundamento mi pretensión cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
- Artículo 1219 del Código Civil, cuyo inciso 1) establece que es efecto de las obli-
gaciones autorizar al acreedor para emplear las medidas legales a fin de que el deu-
dor le procure aquello a que está obligado.
- Artículo 608 del Código Procesal Civil, según el cual todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destina-
da a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
- Artículo 643 del Código Procesal Civil, que prescribe en su segundo párrafo que
cuando la medida tiende a asegurar el pago dispuesto en mandato ejecutivo, puede
recaer en cualquier bien del deudor, con el carácter de secuestro conservativo, tam-
bién con desposesión y entrega al custodio.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAERÁ LA MEDIDA CAUTELAR:
- Medida cautelar: SECUESTRO CONSERVATIVO sobre los bienes muebles que
se encuentren en la siguiente dirección: Av. Colmena Nº 1254, Cercado de Lima,
en la cual domicilia el (la) obligado (a) BBB, hasta por la suma de 9,000.00 dóla-
res americanos.
Con la finalidad de que se proceda a la formalización de la medida cautelar solici-
tada, el juzgado se servirá oficiar a las autoridades policiales para que cumplan con
prestar las garantías del caso. Además, se servirá el juzgado autorizar al secretario
cursor al descerraje en caso de ser necesario.
V. CONTRACAUTELA:
Ofrezco como contracautela caución juratoria hasta por el monto que el juzgado estime
necesario para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que se pudieran irrogar
467
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
al (a la) obligado (a). Para ello cumplo con legalizar mi firma ante el secretario cursor, de
acuerdo a lo normado en el artículo 613 –tercer párrafo– del Código Procesal Civil.
VI. ÓRGANO DE AUXILIO JUDICIAL:
Señalo como órgano de auxilio judicial en calidad de custodio (a) a DDD, identifica-
do (a) con DNI N° 2134324 domiciliado (a) en Av. Justo Aquiles Nº 324, Jesús María -
Lima, para lo cual cumplo con adjuntar a la presente solicitud copia legalizada de su do-
cumento de identidad.
Además, la dirección donde estarán en custodia los bienes objeto de secuestro conserva-
tivo es la siguiente: Jr. Huaral Nº 343, Jesús María - Lima.
POR TANTO:
Al juzgado, pido se sirva admitir la presente solicitud de medida cautelar, de acuerdo a ley.
PRIMER OTROSÍ DIGO: A efecto de determinar la cuantía de la pretensión cautelar,
señalo que el monto por el cual se solicita alcance la medida cautelar, vale decir, 9,000
dólares americanos, equivale a la suma de S/. 21,060.00, por ser el tipo de cambio vi-
gente a la fecha de S/. 2.34 nuevos soles por cada dólar americano.
SEGUNDO OTROSÍ DIGO: Adjunto los siguientes anexos:
1.A Tasa judicial por concepto de medida cautelar.
1.B Fotocopia del DNI del (de la) recurrente.
1.C Copia legalizada del DNI del órgano de auxilio judicial (custodio/a).
1.D Copias simples de la demanda, de fecha 1/01/2005 así como de sus correspondientes
anexos, que se está tramitando en el proceso principal de obligación de dar suma de
dinero, en este juzgado, Expediente Nº 126-2011, secretario (a) Daniela Salazar.
1.E Copia simple del auto admisorio de la demanda, de fecha 2/02/2005.
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
1.- Contrato de mutuo de fecha 10 de noviembre de 2011 suscrito entre el (la) recu-
rrente y BBB del cual derivan los títulos valores cuyo cobro ha sido demandado en
el proceso principal y que se indican seguidamente.
2.- Pagaré Nº 4540 de fecha 30/11/2011 vencido el 15/01/2012 ascendente a la suma
de 5,000.00 nuevos soles, protestado por falta de pago conforme a ley; con el que
se demuestra la verosimilitud del derecho invocado.
3.- Pagaré Nº 4541, de fecha 30/11/2011 vencido el 30/01/2012 ascendente a la suma
de 5,000.00 nuevos soles, protestado por falta de pago conforme a ley; con el que
se acredita la verosimilitud del derecho invocado.
Se deja constancia que el contrato de mutuo y los títulos valores originales
obran en los actuados principales que corren en este juzgado, como anexos de la
demanda.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:
Fundamento mi pretensión cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
- Artículo 1219 del Código Civil, cuyo inciso 1) establece que es efecto de las obli-
gaciones autorizar al acreedor para emplear las medidas legales a fin de que el deu-
dor le procure aquello a que está obligado.
- Artículo 608 del Código Procesal Civil, según el cual todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destina-
da a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
- Artículo 643 del Código Procesal Civil, que prescribe en su segundo párrafo que
cuando la medida tiende a asegurar el pago dispuesto en mandato ejecutivo, puede
recaer en cualquier bien del deudor, con el carácter de secuestro conservativo, tam-
bién con desposesión y entrega al custodio.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAERÁ LA MEDIDA CAUTELAR:
- Medida cautelar: SECUESTRO CONSERVATIVO sobre el vehículo de propiedad
del (de la) obligado (a), marca Nissan modelo xxxx color azul año 2003 de placa
de rodaje Nro. xxxx hasta por la suma de 10,000.00 nuevos soles.
A efecto de que se formalice la medida cautelar solicitada el juzgado se servirá ofi-
ciar a la Policía Nacional del Perú y al Registro de Bienes Muebles para que pro-
cedan a realizar la captura de dicho automóvil y la anotación de la presente medida
cautelar, respectivamente.
V. CONTRACAUTELA:
Ofrezco como contracautela caución juratoria hasta por el monto que el juzgado estime
necesario para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que se pudieran irro-
gar al (a la) obligado (a). Para ello cumplo con legalizar mi firma ante el secretario cur-
sor, de acuerdo a lo normado en el artículo 613 –tercer párrafo– del Código Procesal
Civil.
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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MODELOS
3.- Certificado médico de fecha xxxx visado por la respectiva área de salud, que prue-
ba la penosa enfermedad por la que atravesaba el (la) recurrente y la necesidad de
seguir un tratamiento médico inmediato.
Se deja constancia que los originales de los indicados documentos obran en los actuados
principales que corren en este juzgado, como anexos de la demanda.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:
Fundamento mi pretensión cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
- Artículo 1447 del Código Civil, que autoriza la acción rescisoria en caso de lesión.
- Artículo 1448 del Código Civil, que contempla la presunción del aprovechamien-
to del lesionante de la necesidad apremiante del lesionado en caso de ser la despro-
porción entre las prestaciones igual o superior a las dos terceras partes.
- Artículo 608 del Código Procesal Civil, según el cual todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destina-
da a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
- Artículo 673 del Código Procesal Civil (referido a la medida cautelar de anotación
de demanda en los Registros Públicos), conforme al cual, cuando la pretensión dis-
cutida en el proceso principal está referida a derechos inscritos, la medida cautelar
puede consistir en la anotación de la demanda en el registro respectivo, la misma
que no impide la transferencia del bien ni las afectaciones posteriores, pero otorga
prevalencia a quien ha obtenido esta medida.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAERÁ LA MEDIDA CAUTELAR:
- Medida cautelar: ANOTACIÓN DE DEMANDA EN LOS REGISTROS PÚBLI-
COS, la misma que está referida a la demanda de rescisión de contrato de compra-
venta interpuesta por el (la) recurrente contra BBB que se tramita en este juzgado.
Con la finalidad de que se proceda a la formalización de la medida cautelar solici-
tada, el juzgado se servirá cursar los partes respectivos al Registro de Predios de
Lima.
V. CONTRACAUTELA:
Ofrezco como contracautela caución juratoria hasta por el monto que el Juzgado esti-
me necesario para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que se pudieran
irrogar al (a la) obligado (a). Para ello cumplo con legalizar mi firma ante el Secretario
cursor, de acuerdo a lo normado en el artículo 613 –tercer párrafo– del Código Procesal
Civil.
POR TANTO:
Al juzgado, pido se sirva admitir la presente solicitud de medida cautelar, de acuerdo a
ley.
PRIMER OTROSÍ DIGO: Dejo constancia que no señalo monto de afectación alguno
en razón de la propia naturaleza de la medida cautelar que se solicita, pues esta se dirige
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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MODELOS
I. FUNDAMENTOS DE HECHO:
1.- La recurrente ha interpuesto demanda de alimentos contra BBB, la misma que se
tramita en este juzgado, Exp. Nº 936-2012.
2.- La presente medida cautelar sobre el fondo tiene por finalidad asegurar el resultado
del mencionado proceso de alimentos. Así es, esta medida cautelar obedece a que
existe peligro en la demora del proceso principal iniciado, porque durante el lapso
de tiempo en que el juzgado sustancie la causa y resuelva a mi favor, y dada la pre-
caria situación económica por la que atravieso (debido a mi incapacidad física que
impide que pueda atender a mis necesidades básicas), estaría en peligro mi subsis-
tencia, no siendo posible, pues, postergar hasta la ejecución de la sentencia corres-
pondiente la satisfacción de mis apremios.
II. MEDIOS PROBATORIOS:
Ofrezco el mérito de las copias simples de los siguientes documentos:
1.- Partida de matrimonio, de fecha 15 de octubre de 1999 expedida por la Oficina de
Registro del Estado Civil de la Municipalidad de Lince con la que se demuestra
que la recurrente está casada con el demandado.
2.- Certificado médico, de fecha xxx expedido por el (la) Dr. (a) CCC con Reg. C.M.P.
Nº 2012 con el cual acredito que estoy incapacitada físicamente por adolecer de
xxxx y, por ende, que no me encuentro en aptitud de atender a mi subsistencia.
3.- Boleta de pago de fecha 01/03/2011 emitida por la empresa DDD con la que se
acredita que el demandado se encuentra laborando en ella y que percibe la suma de
S/. 2,500.00 mensuales.
Se deja constancia que los originales de los documentos señalados obran en los actuados
principales que corren en este juzgado, como anexos de la demanda.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:
Fundamento mi pretensión cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
- Artículo 472 del Código Civil, que contempla todo lo que comprenden los alimen-
tos (sustento, habitación, vestido y asistencia médica, y, adicionalmente, educa-
ción, instrucción y capacitación para el trabajo, si el alimentista es menor de edad).
- Artículo 473 del Código Civil, de cuyo primer párrafo se desprende que el mayor
de dieciocho años tiene derecho a alimentos cuando no se encuentra en aptitud de
atender a su subsistencia por causa de incapacidad física debidamente comprobada.
- Artículo 474 del Código Civil, conforme al cual se deben alimentos recíprocamen-
te los cónyuges.
- Artículo 608 del Código Procesal Civil, según el cual todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destina-
da a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
- Artículo 674 del Código Procesal Civil (referido a la medida temporal sobre el
fondo), que prescribe que, excepcionalmente, por la necesidad impostergable del
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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MODELOS
POR TANTO
Al juzgado, pido se sirva admitir la presente solicitud de medida cautelar, de acuerdo a ley.
PRIMER OTROSÍ DIGO: En tanto se resuelva definitivamente la materia ventilada
en el proceso principal, solicito al juzgado se sirva designar provisionalmente como ad-
ministrador (a) de los dos inmuebles sujetos a régimen de copropiedad al (a la) Sr. (a)
CCC identificado (a) con DNI Nº xxxx cuyo documento de identidad se acompaña en
copia legalizada notarialmente.
SEGUNDO OTROSÍ DIGO: Adjunto los siguientes anexos:
1.A Tasa judicial por concepto de medida cautelar.
1.B Fotocopia del DNI del (de la) recurrente.
1.C Copia legalizada del DNI de la persona que se solicita sea designada provisional-
mente administradora.
1.D Copias simples de la demanda, de fecha 29 de abril de 2011, así como de sus
correspondientes anexos, que se está tramitando en el proceso principal de admi-
nistración judicial de bienes, en este juzgado.
1.E Copia simple del auto admisorio de la demanda.
Lima, 14 de mayo de 2011.
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MODELOS
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
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MODELOS
2.- Fotocopias de las fotografías del inmueble en estado de construcción; con las que
se puede apreciar justamente dicho estado, así como que colinda con el inmueble
de mi propiedad descrito en el punto precedente y, además, el daño causado hasta
la fecha por las obras en ejecución.
3.- Fotocopia de la constatación policial del daño causado por el inmueble en estado
de construcción perteneciente al (a la) demandado (a), de fecha 10 de noviembre
de 2011 con la que se demuestra precisamente el referido daño causado al inmue-
ble de propiedad del (de la) recurrente.
4.- Inspección judicial que deberá practicar el magistrado que dirige el proceso sobre
el inmueble en estado de construcción de propiedad del (de la) demandado (a) ubi-
cado en Jr. Faisanes Nº 410, Pueblo Libre - Lima; con ella el órgano jurisdiccional
apreciará en forma directa la veracidad de las afirmaciones del (de la) recurrente
sobre su estado de construcción y, también, sobre el daño que causa al inmueble de
propiedad del (de la) suscrito (a), el cual, con el progreso paulatino de las obras en
ejecución, puede ser aún mayor y devenir en irreparable.
Se deja constancia que los originales de los documentos obran en los actuados
principales que corren en este juzgado, como anexos de la demanda.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:
Fundamento mi pretensión cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
- Artículo 608 del Código Procesal Civil, según el cual todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destina-
da a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
- Artículo 682 del Código Procesal Civil (referido a la medida cautelar innovativa),
conforme al cual, ante la inminencia de un perjuicio irreparable, puede el juez dic-
tar medidas destinadas a reponer un estado de hecho o de derecho cuya alteración
vaya a ser o es el sustento de la demanda.
- Artículo 684 del Código Procesal Civil, que prescribe que cuando la demanda per-
sigue la demolición de una obra en ejecución que daña la propiedad o la posesión
del demandante, puede el juez disponer la paralización de los trabajos de edifica-
ción. Igualmente –termina señalando dicho precepto legal– puede ordenar las me-
didas de seguridad tendientes a evitar el daño que pudiera causar la caída de un
bien en ruina o en situación de inestabilidad.
IV. FORMA DE LA MEDIDA CAUTELAR:
Solicito medida innovativa consistente en la paralización de los trabajos de edificación
del inmueble de propiedad del (de la) demandado (a) colindante con el inmueble de pro-
piedad del (de la) recurrente, ubicado en Jr. Faisanes Nº 408, Pueblo Libre - Lima, así
como la adopción de medidas de seguridad tendientes a evitar que lo edificado hasta la
fecha siga causando daño al bien de propiedad del (de la) suscrito (a).
V. CONTRACAUTELA:
Ofrezco como contracautela caución juratoria hasta por el monto que el juzgado esti-
me necesario para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que se pudieran
irrogar al (a la) Sr. (a) BBB. Para ello cumplo con legalizar mi firma ante el secretario
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
cursor, de acuerdo a lo normado el artículo 613 –tercer párrafo– del Código Procesal
Civil.
POR TANTO:
Al juzgado, pido se sirva admitir la presente solicitud de medida cautelar, de acuerdo a ley.
OTROSÍ DIGO: Adjunto los siguientes anexos:
1.A Tasa judicial por concepto de medida cautelar.
1.B Tasa judicial por concepto de actuación a realizarse fuera del local judicial.
1.C Fotocopia del DNI del (de la) recurrente.
1.D Copias simples de la demanda, de fecha 10 de enero de 2012, así como de sus
correspondientes anexos, que se está tramitando en el proceso principal de inter-
dicto de retener, en este juzgado, Exp. Nº 113 - 2012.
1.E Copia simple del auto admisorio de la demanda.
Lima, 17 de enero de 2012.
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MODELOS
I. FUNDAMENTOS DE HECHO:
1.- Con fecha 14 de mayo de 2011 falleció el (la) Sr. CCC en esta ciudad, otorgando pre-
viamente testamento por escritura pública en donde designa albaceas a BBB y DDD
quienes, por expresa disposición del testador, deben ejercer conjuntamente el cargo.
2.- El (la) Sr. (a) BBB desconociendo la disposición testamentaria referida al ejerci-
cio conjunto del cargo de albacea, y pretextando el pago indispensable de deudas
y cargas de la herencia, pretende transferir, sin consentimiento del (de la) otro (a)
albacea, Sr. (a) DDD ni de los (as) herederos (as), un bien hereditario, cual es el
inmueble ubicado en Jr. San Cristóbal Nº 550, Lince - Lima, inscrito en la Partida
Nº xxxx del Registro de Predios de Lima.
3.- Debido a ello los (as) herederos (as) del causante, entre los que se cuenta el (la) pe-
ticionario (a), hemos interpuesto demanda de remoción del cargo de albacea, que
se tramita en este juzgado, Exp. Nº 333-2012.
4.- En atención a lo expuesto, y ante la inminencia de un perjuicio irreparable, es que
se solicita esta medida de no innovar con la finalidad de conservar la situación de
hecho y de derecho presentada al momento de la admisión de la demanda indica-
da en el punto anterior y evitar de ese modo la disposición irregular por parte del
(de la) albacea, Sr. (a) BBB del indicado bien hereditario, así como todo ejerci-
cio arbitrario, inconsulto (sin autorización del otro albacea) y abusivo de dicho (a)
Sr. (a) del cargo de albacea cuya remoción se ha demandado.
5.- Que, naturalmente, esta medida cautelar obedece a que existe peligro en la demora
del proceso principal iniciado, porque durante el lapso de tiempo en que el juzgado
sustancie la causa y resuelva a mi favor, el (la) demandado (a) BBB podría dispo-
ner irregularmente del referido bien hereditario o realizar otros actos perjudiciales
a los intereses del (de la) peticionario (a) y los (as) demás herederos (as).
II. MEDIOS PROBATORIOS:
Ofrezco el mérito de las copias simples de los siguientes documentos:
1.- Testimonio de la escritura pública conteniendo el testamento del (de la) causan-
te, Sr. (a) CCC de fecha 15 de junio de 2001 otorgada ante la Notaría Febres Zafra
con el que se acredita la calidad de heredero (a) del (de la) recurrente, la designa-
ción como albaceas de los (as) señores (as) BBB y DDD y la disposición expresa
del testador en el sentido de que el albaceazgo se ejerza conjuntamente.
2.- Carta dirigida al (a la) recurrente, de fecha 10 de enero de 2011 en la que el (la) Sr.
(a) BBB me comunica su intención de enajenar el inmueble sito en Jr. San Cristó-
bal Nº 550, Lince - Lima, inscrito en la Partida Nº xxxx del Registro de Predios de
Lima, con el pretexto de pagar deudas de la herencia; con la que se demuestra el
ejercicio arbitrario de aquel (aquella) del cargo de albacea y la inminencia de sufrir
el (la) peticionario (a) un perjuicio irreparable traducido en la pérdida del bien he-
reditario descrito líneas arriba.
3.- Carta dirigida al (a la) recurrente, de fecha 17 de enero de 2011 en la que el (la)
Sr. (a) DDD (segundo/a albacea) me hace saber que no autoriza la transferencia
del bien en cuestión; con la que se acredita que el albaceazgo no se está ejerciendo
conjuntamente como lo dispusiera el (la) causante en su testamento.
485
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
Se deja constancia que los originales de tales documentos obran en los actuados princi-
pales que corren en este juzgado, como anexos de la demanda.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA:
Fundamento mi pretensión cautelar en lo previsto en las siguientes normas legales:
- Artículo 608 del Código Procesal Civil, según el cual todo juez puede, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, destina-
da a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
- Artículo 687 del Código Procesal Civil (referido a la medida cautelar de prohi-
bición de innovar), conforme al cual, ante la inminencia de un perjuicio irrepara-
ble, puede el juez dictar medidas destinadas a conservar la situación de hecho o de
derecho presentada al momento de la admisión de la demanda, en relación con per-
sonas y bienes comprendidos en el proceso.
IV. FORMA Y BIEN SOBRE EL QUE RECAERÁ LA MEDIDA CAUTELAR:
La medida cautelar que se solicita es la de no innovar o prohibición de innovar.
Con la finalidad de procederse a la ejecución de tal medida, el juzgado se servirá orde-
nar al (a la) demandado (a) que conserve la situación de hecho y de derecho presenta-
da al momento de la interposición de la demanda de remoción del cargo de albacea, vale
decir, que se abstenga de decidir unilateralmente la enajenación de cualquier bien here-
ditario existente o de realizar cualquier otro acto de disposición de bienes hereditarios
sin contar con la autorización del (de la) otro (a) albacea, Sr. (a) DDD y aun de los (as)
herederos (as).
V. CONTRACAUTELA:
Ofrezco como contracautela caución juratoria hasta por el monto que el juzgado estime
necesario para asegurar el resarcimiento de los daños y perjuicios que se pudieran irrogar
al (a la) obligado (a). Para ello cumplo con legalizar mi firma ante el secretario cursor, de
acuerdo a lo normado en el artículo 613 –tercer párrafo– del Código Procesal Civil.
POR TANTO:
Al juzgado, pido se sirva admitir la presente solicitud de medida cautelar, de acuerdo a ley.
OTROSÍ DIGO: Adjunto los siguientes anexos:
1.A Tasa judicial por concepto de medida cautelar.
1.B Fotocopia del DNI del (de la) recurrente.
1.C Copias simples de la demanda, de fecha 5 de marzo de 2011, así como de sus co-
rrespondientes anexos, que se está tramitando en el proceso principal de remoción
del cargo de albacea, en este juzgado.
1.D Copia simple del auto admisorio de la demanda.
486
ÍNDICE GENERAL
Presentación ........................................................................................................... 5
PARTE I
ENSAYOS
487
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
PARTE II
CASUÍSTICA
488
ÍNDICE GENERAL
489
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
490
ÍNDICE GENERAL
PARTE III
JURISPRUDENCIAS
491
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
492
ÍNDICE GENERAL
PARTE IV
MODELOS
493
LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO CIVIL
494