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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Defensa


Universidad Nacional Experimental De Las Fuerzas
Armadas
Catia la mar-Edo La Guaira

Fundamentos Del
Socialismo y Del
Pensamiento
bolivariano

Profesora: Alumno:
Silmeri Mijares Andrés González
Sección: C.I:
2 31389999
Introducción
La finalidad del presente trabajo es desarrollar y estudiar
más sobre nuestro pensar socialista y bolivariano.
Aprender mas sobre nuestro libertador y algunos
fundamentos básicos sobre las leyes de nuestro país,
pautadas en nuestra constitución.

En este trabajo se desarrollaran los conceptos de socialismo


en conjunto con sus fundamentos, nuestra filosofía
bolivariana y el pensamiento bolivariano.
Definición de socialismo, fundamentos
y principios del socialismo
Socialismo, fundamentos y principios del socialismo
El socialismo es una corriente filosófica política, social y
económica, y una ideología, que abarca una gama de sistemas
socioeconómicos caracterizados por la propiedad social de los
medios de producción y la autogestión de empresas por parte de los
trabajadores. Incluye teorías políticas y los movimientos asociados
con tales sistemas. La propiedad social puede ser pública, colectiva
o cooperativa. La RAE define el término socialismo como: “Un
Sistema de organización social y económica basado en la propiedad
y administración colectiva o estatal de los medios de producción y
distribución de los bienes”. El socialismo implica, por tanto, una
planificación y una organización colectiva consciente de la vida
social y económica orientada a la satisfacción de necesidades. No
obstante, hay muchos tipos de socialismo y no existe una definición
única que las englobe a todas, siendo la propiedad social el elemento
común compartido por sus diversas formas cuyo objetivo es sortear
las ineficiencias y crisis tradicionalmente asociadas con la
acumulación de capital y el sistema de ganancias en base a la
explotación laboral.
Fundamentos y principios del socialismo
Medios de producción socializados
El primer principio sobre el que se basa el socialismo es acabar con
la propiedad privada de los medios de producción.

De esta manera, las fábricas y demás centros de trabajo pasarían a


manos del Estado, esto es, de todos los que lo forman, incluidos los
trabajadores.
En cualquier caso, el socialismo no solo habla de propiedad estatal.
También hace referencia a la creación de cooperativas en las que los
obreros serían, a la vez, propietarios y responsables.

Fin de la explotación del hombre por el hombre


Íntimamente relacionado con el anterior, este fundamento de la
ideología socialista pretende que no existan empresarios o grandes
oligarcas que solo miren por sus propios intereses.

Se pretende que desaparezca la explotación, obteniendo los


trabajadores las ganancias completas de lo producido por su
actividad.

Fin de las clases sociales y reparto de la riqueza


Al eliminarse las clases altas económicas, dejaría de haber
diferencias entre ellas y el resto de la sociedad. De esta forma,
dejarían de existir aquellos que sacan beneficios del trabajo ajeno.

Esto debe conducir a un mejor reparto de la riqueza. Frente a lo que


muchos piensan, no se trata de que todos los trabajadores ganen lo
mismo, pero sí que las diferencias sean mucho menores.

La frase de los primeros teóricos socialistas “de cada cual según sus
capacidades, a cada cual según sus necesidades”, resume
perfectamente este principio del socialismo.
Primacía de la comunidad frente al individualismo
Dentro del socialismo se pone especial énfasis en la idea de
sociedad, dejando algo de lado al individuo. Se pretende que cada
acción económica redunde en el beneficio común y no en las
ganancias individuales de cada uno.

Se pretende de esta forma, acabar con el egoísmo propio del


capitalismo, basado en lograr las máximas ganancias. Como ejemplo
de esta idea se pueden poner los servicios de salud públicos de
algunos países, aunque no sean socialistas.

Todos los habitantes pagan impuestos para sufragarlo, lo usen o no.


Se trata de poner por encima la salud de toda la sociedad frente a
que solo puedan pagarla los que tienen dinero.

Intervencionismo estatal
Mientras el capitalismo pone el referente en el mercado, que
teóricamente debe funcionar por sí mismo, el socialismo cree en la
intervención del Estado para corregir los desequilibrios que se
presenten.

Esto puede ir desde decidir qué tipo de cultivo es más conveniente


para el conjunto de la sociedad en un momento dado, a limitar los
precios que se pagan por algunos elementos básicos.

Dentro de estos, se pueden poner ejemplo de regulaciones estatales


en ámbitos como la vivienda, la educación o la electricidad.
Control sobre la administración y economía
El socialismo tiene la premisa básica de controlar el ámbito
económico, financiero y administrativo de la estructura social. Con
este control gubernamental, se busca evitar situaciones de
desigualdad o abuso social.

Laicismo
El socialismo predica el laicismo como opción más acorde a su
doctrina. En todo caso, habría que argumentar que la laicidad no es
incompatible con la religión, es decir, el socialismo respeta el que
una persona sea religiosa o no. El marxismo, sin embargo, iba más
allá y tenía como base filosófica el ateísmo.
La doctrina Bolivariana y el concepto
de estado: Principios fundamentales de
la constitución, fundamentos de
nuestro sistema de gobierno. La
filosofía bolivariana Democracia y
libertad.
Doctrina Bolivariana sé está formulando como una política
pública de Estado, escapando de esta manera a una etérea y
fugaz Política de Gobierno que por su naturaleza es de
carácter temporal. En la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en el Artículo 322, expone
claramente la conceptualización del Nuevo Sistema de
Seguridad Integral con suficiente amplitud: Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela (1999): La Seguridad
de la Nación es competencia esencial y responsabilidad del
Estado, fundamentada en el desarrollo integral de ésta y su
defensa es responsabilidad de los venezolanos y
venezolanas; también de las personas naturales y jurídicas,
tanto de derecho público como de derecho privado, que se
encuentren en el espacio geográfico nacional. Sí la seguridad
y defensa integral es un instrumento de análisis estratégico
que tiene como fin último proteger los objetivos nacionales,
¿entonces a quién corresponde formularlas? Necesario es
establecer su connotación como instrumento político y sí es
un instrumento entonces es parte de un conjunto de
actividades de políticas públicas.
Un ejemplo de ello es: Una Doctrina Bolivariana para la
construcción de la seguridad y defensa (doctrina de la
seguridad nacional) en seguridad y defensa integral será la
idea inmanente y emancipadora que va a generar una
variable antagónica y discordante para la concreción de sus
objetivos hegemónicos que se vislumbran sobre nuestra
región, nuestra iniciativa desarrolla la actividad de la defensa
de manera integral reivindicando la soberanía sobre nuestros
espacios y recursos. La Ley Orgánica de la Seguridad de la
Nación ya es la piedra angular parea formulación operativa
que fundamenta los objetivos estratégicos del plan 2013–
2019. Esta Ley determina en su artículo tercero (3) los
parámetros de la Defensa Integral donde la define como:
Defensa integral, a los fines de esta Ley, es el conjunto de
sistemas, métodos, medidas y acciones de defensa,
cualesquiera sean su naturaleza e intensidad, que en forma
activa formule, coordine y ejecute el Estado con la
participación de las instituciones públicas y privadas, y las
personas naturales y jurídicas, nacionales o extranjeras, con
el objeto de salvaguardar la independencia, la libertad, la
democracia, la soberanía, la integridad territorial y el
desarrollo integral de la Nación.

La elaboración de los planes estratégicos y otras políticas


públicas que impulsa el Gobierno Central encuentra en esta y
otras leyes su fundamento operacional, el Plan Socialista o
Plan Simón Bolívar bajo la Nueva Geopolítica Nacional
activa por medio la planificación estratégica del Estado la
materialización de los preceptos emanados de la Doctrina de
Seguridad y Defensa Integral entendiendo a los diferentes
Ejes de Desarrollo Territorial y las zonas determinadas por la
jurisprudencia para la implementación del resguardo de la
soberanía, para ello la Ley Orgánica de la Fuerza Armada
Nacional en todo su articulado y la Ley Orgánica de
Seguridad de la Nación en el artículo cuarenta y siete (47)
definen las Zonas de Seguridad como:
Se entiende por Zonas de Seguridad, los espacios del
territorio nacional, que por su importancia estratégica,
características y elementos que los conforman, están sujetos
a regulación especial, en cuanto a las personas, bienes y
actividades que ahí se encuentren, con la finalidad de
garantizar la protección de estas zonas ante peligros o
amenazas internas o externas. El Reglamento respectivo
regulará todo lo referente a la materia.

Estado: Es un concepto político que se refiere a una forma de


organización social, económica, política soberana y
coercitiva, formada por un conjunto de instituciones
involuntarias, que tiene el poder de regular la vida nacional
en un territorio determinado. Usualmente, suele adherirse a
la definición del Estado, el reconocimiento por parte de la
comunidad internacional. El concepto de Estado difiere
según los autores, pero algunos de ellos definen el Estado
como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y
potestad para establecer las normas que regulan una
sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un
territorio determinado. Max Weber, en 1919, define el
Estado moderno como una "asociación de dominación con
carácter institucional que ha tratado, con éxito, de
monopolizar dentro de un territorio la violencia física
legítima como medio de dominación y que, a este fin, ha
reunido todos los medios materiales en manos de su
dirigente y ha expropiado a todos los funcionarios
estamentales que antes disponían de ellos por derecho
propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías
supremas”.3 Por ello se Hallan dentro del Estado
instituciones tales como las fuerzas armadas, la
administración pública, los tribunales y la policía, asumiendo
pues el Estado las funciones de defensa, gobernación,
justicia, seguridad y otras como las relaciones exteriores.

Principios fundamentales de la constitución:


Artículo 1: “La República Bolivariana de Venezuela es
irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su
patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia
y paz internacional, en la doctrina de Simón Bolívar, el
Libertador. Son derechos irrenunciables de la Nación: la
independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la
integridad territorial y la autodeterminación nacional”. En
este primer artículo se establecen una serie de derechos que
parecen olvidar los oposicionistas al Gobierno Nacional,
quienes claman públicamente por la intervención extranjera
y sostienen que preferirían tener como Presidente a un
General de una fuerza invasora, en lugar del Presidente que
la mayoría de los venezolanos hemos electo.
Artículo 2: “Venezuela se constituye en un Estado
democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna
como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su
actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la
solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en
general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y
el pluralismo político”. En este artículo debemos destacar la
tan denostada solidaridad que ejerce el Estado venezolano
con los connacionales y con otros países (Latinoamericanos
e incluso con los Estados Unidos de América) que por
cualquier motivo necesiten la colaboración del Estado
venezolano. La tan atacada colaboración que se ha realizado
con los países latinoamericanos en materia petrolera,
permitiéndole la cancelación de la factura de combustibles
de manera que no afecte en demasía su economía. Artículo
3: “El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el
desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el
ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción
de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la
prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del
cumplimiento de los principios, derechos y deberes
reconocidos y consagrados en esta Constitución. La
educación y el trabajo son los procesos fundamentales para
alcanzar dichos fines”.
En este artículo el Estado se compromete a defender y
desarrollar la persona de todos los venezolanos, así como
promover la prosperidad y bienestar del pueblo, utilizando,
como lo expuso el Libertador ante el Congreso de Angostura
en Febrero de 1919, las palancas de la educación y el trabajo.
No se establece que sólo los privilegiados por la fortuna
deben ser a quienes el Estado le asigne los recursos que debe
distribuir equitativamente entre toda la población y que para
cumplir con su deber de hacer justicia debe asignar mayor
cantidad de recursos a quienes siempre han estado excluidos
e invisibilidades durante toda la historia de nuestro país.
Artículo 4: “La República Bolivariana de Venezuela es un
Estado federal descentralizado en los términos consagrados
en esta Constitución y se rige por los principios de integridad
territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y
corresponsabilidad”.
En primer lugar, el concepto de descentralización ha venido
siendo interpretado como la atomización del territorio
nacional. A pesar de que la responsabilidad de cada
Gobernador o cada Alcalde sea para con quienes habitan el
territorio bajo su responsabilidad, ello no quiere decir que
puedan desvincularse de sus deberes para con la nación y las
acciones de gobierno de su gobernación o alcaldía deben
estar coordinadas con las del Ejecutivo nacional para
mediante dicha armonía en los esfuerzos se puedan potenciar
los resultados en beneficio de la población que es el principal
objetivo de toda autoridad gubernamental. En segunda
instancia se olvida, a veces, el principio de integridad
territorial y se han fundado partidos políticos que abogan por
la independencia territorial (ya ha sucedido en el Estado
Zulia). En tercer término, se olvidan los principios de
cooperación, solidaridad y concurrencia que deben producir
un efecto coordinado, como ya se mencionó anteriormente
entre los diversos niveles de la Administración pública
(Nacional, Estadal o Regional y Municipal o Local) para
enfrentar los diversos y generalmente muy complejos
problemas que sin el concurso de los diferentes organismos
gubernamentales serían muy difíciles de solventar. Por
último, el principio menos entendido por los venezolanos,
quizás por ser novedoso en nuestra Constitución es el de la
CORRESPONSABILIDAD, esto quiere decir que todos,
absolutamente todos, debemos y tenemos la obligación de
colaborar en la medida de nuestras posibilidades en la
solución de los problemas que nos aquejan. Ese concepto de
que sólo el Gobierno debe resolver los problemas debe ser
desterrado de nuestras mentes, ya que la Constitución nos
obliga a tomar en nuestras propias manos la solución de los
problemas que nos atañen.
Artículo 5: “La soberanía reside intransferiblemente en el
pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en
esta Constitución y en la ley e indirectamente mediante el
sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los
órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella
están sometidos”. Este es otro de los principios que
generalmente se olvida puesto que debe recordarse que la
llamada “Potentia” o Poder originario reside exclusivamente
en el pueblo y sólo lo ejercen como Poder delegado o
“Potestad” quienes son electos por este mediante el sufragio
universal. Este puede ser ejercido de una manera positiva en
lo que ha llamado “Poder obediencial” o negativamente en el
denominado “Poder fetichizado”. Se olvidan que este poder
emanar de la soberanía popular y que por tanto puede ser
revocado en cualquier instante, si existen los mecanismos
apropiados como en nuestra constitución.
Artículo 6: “”El Gobierno de la República Bolivariana de
Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y
será siempre democrático, participativo, electivo,
descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de
mandatos revocables”. Este principio parece haberse
olvidado en algunas de las gobernaciones y alcaldías, en
especial las que se encuentran en manos del oposicionismo
ya que persisten en creer que los intentos que desde el inicio
de este gobierno de descentralizar la asignación de recursos
para que las propias comunidades puedan realizar las obras
más sentidas por ellos y no las que sean apreciadas por estos
entes que en muchas ocasiones quieren imponer sus criterios
según su conveniencia sobre los afectados directamente que
siempre serán los habitantes de las respectivas poblaciones.
Se ha probado que mediante la planificación, diseño y
construcción de las propias comunidades de las obras que
ellas necesitan además de lograrse un ahorro significativo de
recursos económicos se amoldan mejor a lo requerido por
estas y debido al concurso de la población directamente
involucrada y a la corresponsabilidad anteriormente
mencionada los trabajos quedan mejor realizados por la
supervisión y control constante
Artículo 7: “La Constitución es la norma suprema y el
fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y
los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta
Constitución”. Este principio constitucional ha sido olvidado
en varias ocasiones por la oposición venezolana, que siempre
está buscando transitar por atajos para tratar de colocarse
ilegítimamente en el poder, puesto que saben a ciencia cierta
que por la vía electoral no tienen ninguna posibilidad de
hacerlo. Por esta razón es que la población venezolana que
acompaña al Presidente de la República en el deseo de
cambiar definitivamente la situación que aún persiste en
nuestro país tras varios siglos de desigualdad que afectan no
sólo a las clases más desposeídas de la población venezolana
sino también a la clase media que en muchas ocasiones se ve
afectada por medidas tomadas de manera fraudulenta por
quienes detentan el poder económico en la nación (los
sectores financieros, de industriales y comerciantes, así
como el sector importador) quienes cuando les parece
conveniente a sus intereses exanguinan a la población
utilizando cualquier medio lícito o ilícito. Artículo 8: “La
bandera nacional con los colores amarillo, azul y rojo; el
himno nacional Gloria al Bravo Pueblo y el Escudo de
Armas de la República son los símbolos de la patria.
Artículo 9: “El idioma oficial es el castellano. Los idiomas
indígenas también son de uso oficial para los pueblos
indígenas y deben ser respetados en todo el territorio de la
República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y
de la humanidad”.
Existen muchos compatriotas que si por ellos fuera
utilizarían de preferencia el idioma inglés, en lugar del
castellano y que por supuesto eliminarían de nuestra
Constitución lo referente a los idiomas indígenas por
considerarlos como no adecuados a nuestra cultura.

Fundamentos de nuestro sistema de gobierno: Que el


fundamento de nuestro Sistema de Gobierno, depende
inmediata y exclusivamente de la igualdad establecida y
practicada en Venezuela. Que los hombres nacen todos con
derechos iguales a los bienes de la sociedad; está sancionado
por la pluralidad de los sabios…. El sistema de gobierno más
perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad
posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de
estabilidad política… Dignaos conceder a Venezuela un
gobierno eminentemente popular, eminentemente justo,
eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía
y la culpa. Un gobierno que haga reinar la inocencia, la
humanidad y la PAZ. Un gobierno que haga triunfar bajo el
imperio de las leyes inexorables: la igualdad y la libertad…
La igualdad legal es indispensable donde hay desigualdad
física, para corregir en cierto modo la injusticia de la
naturaleza… La libertad práctica no consiste en otra cosa
que en la administración de la justicia y en el cumplimiento
de las leyes, para que el justo y el débil no teman, y el mérito
y la virtud sean recompensados
Son derechos del hombre: la LIBERTAD, la SEGURIDAD,
la PROSPERIDAD y la IGUALDAD. La felicidad general,
que es el objeto de la sociedad, consiste en el perfecto goce
de estos derechos… La prosperidad del país, vendrá cuando
los venezolanos tengamos el derecho de gozar y disponer
libremente de sus bienes, y del fruto de su talento, industria y
trabajo… Las minas de cualquier clase corresponden a la
República, las cuales deben ser destinadas al bienestar
social..… El primer deber del gobierno es dar educación al
pueblo… La nación será sabia, virtuosa, guerrera; si los
principios de su educación son: sabios, virtuosos y militares.
Ella será imbécil, supersticiosa, afeminada y fanática, si se la
cría en la escuela de estos errores.
Filosofía bolivariana:

La Filosofía Bolivariana es todo un esquema mental de


conducta y comportamiento, que tiene sus raíces en la
dignidad nacional y un respeto irrestricto a la territorialidad.
Une al pueblo y al ejército en un todo con el fin de sustentar
el sistema bolivariano, preservar sus instituciones, defender
la patria, y no utiliza las armas para proteger y defender a
una sociedad de privilegios. Se fundamenta en cuatro
preceptos bolivarianos: unidad, libertad, igualdad, justicia.

Unidad: La filosofía bolivariana busca la unidad y la


integración de países que tienen en común su cultura, para
poner freno a un imperialismo insaciable de poder y
riquezas, que basa su estrategia de penetración en el
neocolonialismo y la dependencia económica. Justicia:
Establecer un sistema judicial que ampare de igual manera al
rico y al pobre, con imparcialidad y verdadera honestidad
donde su balanza no se incline únicamente a favor del
poderoso y donde todos tengamos los mismos deberes y
derechos. Es deber de todo ciudadano respetar los derechos
de los demás para hacer valer los suyos propios. Libertad:
Todos tenemos derechos los mismos derechos y la libre
participación y protagonismo es las actividades
gubernamentales. La Filosofía Bolivariana es una innovación
en las estructuras constitucionalistas, generando un marco
legal a imagen y semejanza de los pueblos.
Las naciones son esclavas de su Constitución, ellas rigen el
destino de sus ciudadanos. Igualdad: Todos tenemos los
mismos derechos y deberes dentro de la sociedad, sin
importar de donde vinimos, color de piel o clase social y
menos aún si somos altos o bajos, gordos o flacos, blancos o
negros siempre estaremos bajo las mismas condiciones en un
gobierno que imparta el socialismo y la igualdad de
condiciones.

La democracia:
Es una forma de organización de grupos de personas, cuya
característica predominante es que la titularidad del poder
reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma
de decisiones responda a la voluntad colectiva de los
miembros del grupo. En sentido estricto la democracia es
una forma de organización del Estado, en la cual las
decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante
mecanismos de participación directa o indirecta que les
confieren legitimidad a los representantes. En sentido
amplio, democracia es una forma de convivencia social en la
que los miembros son libres e iguales y las relaciones
sociales se establecen de acuerdo a mecanismos
contractuales. La democracia se define también a partir de la
clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por
Platón, primero, y Aristóteles, después, en tres tipos básicos:
monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno «de los
mejores» para Platón, «de los menos», para Aristóteles),
democracia (gobierno «de la multitud» para Platón y «de los
más», para Aristóteles).

Libertad:
Es la capacidad que tiene el ser humano de poder obrar
según su propia voluntad, a lo largo de su vida. Por lo que es
responsable de sus actos. Históricamente, en especial desde
las Revoluciones burguesas del siglo XVIII y XIX, la
libertad suele estar muy unida a los conceptos de justicia e
igualdad. Según las acepciones su definición, el estado de
libertad define la situación, circunstancias o condiciones de
quien no es esclavo, ni sujeto, ni impedido al deseo de otros
de forma coercitiva. En otras palabras, aquello que permite
al hombre decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre,
pero también responsable de sus actos.

Independencia hispanoamericana:
Fue una revolución en el pleno significado de la palabra,
tanto como la francesa de 1789 o la norteamericana de 1776
o la rusa de 1917. Todas las revoluciones clásicas, esto ha
sido señalado por muchos, parecen desarrollarse en un ciclo
que va trasladando el poder a través de las diversas clases
sociales y sus fracciones, desde las más moderadas hasta las
más radicales, para luego volver a asentarse sobre las
moderadas, pero expresando una nueva realidad social y
política surgida de entre el polvo y los escombros de años de
luchas. La Revolución Hispanoamericana por la
Independencia no fue la excepción a esta regla. Como todas
las revoluciones, ésta empezó como quien no quiere la cosa,
con modestos y moderados objetivos, digamos que
reformistas, pero sin darse cuenta, se fue complicando,
profundizando, se conformaron sus partidos, se
confrontaron, parió nuevos hijos y se los tragó (como diría
Dantón). Al final, luego de 20 años de guerras civiles, sus
resultados no fueron exactamente los previstos por ninguno
de sus actores principales. Nuestra independencia, al igual
que el modelo clásico de la revolución francesa, tuvo sus
partidos: los realistas (virreyes y oidores, como Abascal,
Liniers o Amar, con sus generales terribles como Sámano y
Morillo); los girondinos o moderados (Castelli y Rivadavia
en el Sur, Camilo Torres en Nueva Granada y Miranda en
Venezuela); sus jacobinos (como el propio Bolívar, Mariano
Moreno o sus seguidores póstumos, San Martín, Nariño); y
su partido más radical y plebeyo, a la manera de los Sans-
Culottes(representado por Carbonell en Bogotá, Beruti y
French en Buenos Aires, Artigas en Uruguay, José Leonardo
Chirino o Piar en Venezuela). A su vez, cada partido
expresaba los intereses de una clase o fracción de ella: los
comerciantes importadores, los exportadores, los productores
del mercado interior, las capas medias de profesionales
(generalmente abogados), los pequeños campesinos, los
jornaleros, los artesanos, etc. El modelo de estado que
propugnaban también variaba, de acuerdo a los intereses de
clase: monárquicos, monárquicos constitucionales,
republicanos (unos a favor del sufragio restringido, otros
proponiendo el sufragio universal, masculino, claro),
centralistas y federalistas. En realidad nunca se procedió
siguiendo un proyecto predeterminado, como algunos han
llegado a creer. Por el contrario, los propios estados
nacionales surgidos de la independencia, tanto en cuanto a
sus fronteras, como en su organización económica y política,
no quedaron claramente trazados hasta después de la
segunda mitad del siglo XIX, luego que triunfaran los
esquemas que ahora conocemos, tras décadas de guerras
civiles. Lo cual demuestra que la historia social es un libro
abierto, no escrito en ninguna parte, resultado de múltiples
factores que nadie puede controlar.

Principios fundamentales pensamiento


bolivariano:

El libertador fue un hombre que tenía cierta facilidad para


analizar las situaciones de diferentes puntos de vistas y en
cierta parte encontrar la raíz de los problemas, uno de ellos
era la esclavitud que hostigaba a Venezuela y a
Latinoamérica desde los tiempos de colon, el concluyó que
dicha esclavitud, se debía a un pueblo iletrado, sin educación
,filosofía y ética alguna, el cual se conformaba con cualquier
discurso emitido por un político sin el menor sentido de
pertenencia patrio que aceptaba con gran orgullo la órdenes
del imperio español. Así que el concibió que la única forma
en que el pueblo fuera autónomo era librándose de su propia
ignorancia e incentivándolos al saber. Pues el hombre es o
será lo que se haga de él dándole educación. Por tal razón, el
Libertador, entendió el papel fundamental del binomio social
moral y luces, para la preparación del ciudadano. "Él quería
forjar una sociedad más humana, en la cual el hombre no
fuese un simple instrumento de dominación política, y esto
no es posible sin la educación". Pero no era una educación
concebida de modo parcial, como mera formación técnica,
sino como una actividad integral, de formación del
ciudadano, donde las directrices eran responsabilidad del
Estado y la Familia, pues afirmó que “el hombre es o será lo
que se haga de él en el sistema de instrucción”. Por ello
Barboza de la Torre, al analizar el Ideario Educativo de
Bolívar, concluye que siempre colocó “…la moral
exactamente al lado de la Educación, al momento de hablarle
a un Congreso Revolucionario Constituyente… ¡y que estas
frases las expresara el hombre fuerte y poderoso que tenía
colgada de la cintura una espada!”.
Participación popular en la defensa de
la nación:

El Presidente de la República ha inaugurado el 2007 con el


anuncio de incorporar a la denominación de cada uno de los
Ministerios la frase "del poder popular”. Es decir, tendremos
desde ahora, entre otros, el Ministerio del Poder Popular para
la Defensa, una rimbombante expresión que convoca por lo
pronto a una serie de reflexiones. El poder popular no
excluye la participación individual. En efecto, se ha
pretendido ahora en función del discurso presidencial
colectivizar el derecho de participación como única forma
posible de ejercerla.
Eso es inadmisible en el régimen vigente de Derechos
Humanos en Venezuela. El derecho de participación
ciudadana no presupone la existencia de una asociación o
comuna de personas para poder ser ejercido. Puede ser
ejercido también desde la individualidad de una persona que
queriendo intervenir en los asuntos públicos, expresa su
opinión o eleva una petición. La defensa militar no
corresponde al poder popular. La defensa militar
corresponde a la Fuerza Armada Nacional, al menos bajo el
régimen actual de condiciones establecidas en la
Constitución vigente. En efecto establece la carta magna que
la Fuerza Armada Nacional constituye una institución
organizada por el Estado para garantizar la independencia y
soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio
geográfico, mediante la defensa militar. No asigna la
Constitución a los ciudadanos la defensa militar de la
Nación, como tampoco se lo asigna a ninguna otra
institución creada por la Constitución o a ser creada por la
ley.
La Fuerza Armada Nacional no está al servicio del poder
popular; La Fuerza Armada Nacional está al servicio de la
Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política
alguna. El poder popular no deja aún de ser una entelequia
pendiente de definiciones legales que permitan su
instrumentación. La Nación es una realidad. El poder
popular podrá orientarse a la defensa de cualquiera de los
ámbitos distintos al de la defensa militar, pues este
corresponde a la Fuerza Armada Nacional. Sin embargo en
el marco de la defensa nacional, el poder popular no podrá
ser utilizado con el fin de defender la revolución o el
socialismo del siglo XXI, expresiones de carácter ideológico
que acompañan una parcialidad política presente en el
Estado. El poder popular para la defensa de los ámbitos
económico, social, cultural o ambiental por ejemplo, estará
orientado por los valores expresados en las disposiciones
fundamentales de la Constitución, los cuales por cierto no
pueden ser modificados a través de una reforma
constitucional, por disposición expresa de la carta magna, en
su artículo 342. Valores como el de la democracia, la
igualdad, la preeminencia de los derechos humanos, el
pluralismo político, la descentralización y la alternabilidad
en el ejercicio del gobierno, será acate los que guiarán en
todo momento los principios de lo que será esa participación
popular para la defensa de la Nación. En conclusión, el
poder popular para la defensa nacional no debe ser
concebido como un modelo en el que las mayorías imponen
las reglas que acatan las minorías. Esto sería un nuevo
episodio oprobioso de tiranía, esta vez en nombre de la
seguridad y defensa nacional. La defensa militar no
corresponde al poder popular. La defensa militar
corresponde a la Fuerza Armada Nacional, al menos bajo el
régimen actual de condiciones establecidas en la
Constitución vigente.
Deberes, derechos políticos y derechos
humanos:

El término Deberes hace referencia a las actividades, actos y


circunstancias que implican una determinada obligación
moral o ética. Generalmente, los deberes se relacionan con
determinadas actitudes que todos los seres humanos,
independientemente de su origen, etnia, edad o condiciones
de vida están obligadas a cumplir a modo de asegurar al
resto de la humanidad:
Artículo 130.- Los venezolanos y venezolanas tienen el
deber de honrar y defender a la patria, sus símbolos, valores
culturales, resguardar y proteger la soberanía, la
nacionalidad, la integridad territorial, la autodeterminación y
los intereses de la Nación.
Artículo 131.- Toda persona tiene el deber de cumplir y
acatar esta Constitución, las leyes y los demás actos que en
ejercicio de sus funciones dicten los órganos del Poder
Público.

Artículo 132.- Toda persona tiene el deber de cumplir sus


responsabilidades sociales y participar solidariamente en la
vida política, civil y comunitaria del país, promoviendo y
defendiendo los derechos humanos como fundamento de la
convivencia democrática y de la paz social. Artículo 133.-
Toda persona tiene el deber de coadyuvar a los gastos
públicos mediante el pago de impuestos, tasas y
contribuciones que establezca la ley.

Artículo 134.- Toda persona, de conformidad con la ley,


tiene el deber de prestar los servicios civil o militar
necesarios para la defensa, preservación y desarrollo del
país, o para hacer frente a situaciones de calamidad pública.
Nadie puede ser sometido a reclutamiento forzoso. Toda
persona tiene el deber de prestar servicios en las funciones
electorales que se les asignen de conformidad con la ley.

Artículo 135. Las obligaciones que correspondan al Estado,


conforme a esta Constitución y a la ley, en cumplimiento de
los fines del bienestar social general, no excluyen las que, en
virtud de la solidaridad y responsabilidad social y asistencia
humanitaria, correspondan a los particulares según su
capacidad. La ley proveerá lo conducente para imponer el
cumplimiento de estas obligaciones en los casos en que fuere
necesario. Quienes aspiren al ejercicio de cualquier
profesión, tienen el deber de prestar servicio a la comunidad
durante el tiempo, lugar y condiciones que determine la ley.
El Derecho político es una rama jurídica que aglutina todos
los ámbitos de estudio del Derecho que están relacionados
con el fenómeno político. Para algunos es considerada una
disciplina de contornos difusos: Derechos electorales
activos, que consiste en el derecho a votar, es decir, en
participar en todo lo que tenga que ver con la organización
del Estado, sea para: elegir a un gobernante, ó para participar
en las formas semidirectas de democracia. Derechos
electorales pasivos, que es la capacidad que poseen los
ciudadanos para postulare a los cargos electivos. En este
último caso, el ciudadano que quiera ejercerlos debe reunir
como requisitos aquellos contemplados en los arts.48, 55 y
89 de la CN, además de pertenecer a algún partido político.

El Estado es el responsable de respetar, garantizar y


promover el ejercicio de los derechos humanos. Respetar los
significa no interferir con áreas específicas de la vida
individual; garantizarlos implica adoptar las medidas
necesarias para lograr su satisfacción en la población, y
asegurar la prestación de determinados servicios: A la vida.
A la integridad personal -física, psíquica y moral. A la
libertad personal. A peticionar ante las autoridades. A la
libertad de expresión. A la protección de la libertad de
conciencia y de religión. A reunirse libremente y a asociarse.
A la identidad y la nacionalidad. A la propiedad privada. A
circular y a residir en el territorio de un Estado. A un juicio
justo en un plazo razonable ante un tribunal objetivo,
independiente e imparcial y a la doble instancia judicial. A la
presunción de inocencia. A la defensa. A no ser
discriminado. A trabajar, a la salud y la cultura. A la
protección y asistencia familiar. A la asistencia de niños y
adolescentes. A recibir protección y asistencia durante el
embarazo y parto. A una alimentación, vestido y vivienda
adecuadas. A la educación pública y gratuita en todos los
niveles de enseñanza.
Documentos del libertador
Manifiesto de Cartagena: El Manifiesto de Cartagena es un
documento escrito por Simón Bolívar en el marco de la
Independencia de Colombia y de Venezuela, luego de la
caída de la Primera República, explicando con gran detalle y
precisión las causas de esta pérdida. Fue escrito en Cartagena
de Indias (Colombia), el 15 de diciembre de 1812. Se dice
que es el primer gran documento de Bolívar entre muchos
otros. Causas Del Manifiesto de Cartagena: Entre las causas
políticas, económicas, sociales y naturales mencionadas por
Bolívar destacan: La ausencia de un gobierno centralizado.
El terremoto del 26 de marzo de 1812. La adopción del
sistema tolerante. La debilidad del gobierno ante el enemigo.
La desmoralización de las tropas americanas. La falta de un
ejército organizado. La impunidad de los delitos. La
influencia del clero. La naturaleza de la Constitución
venezolana. La oposición a levantar tropas veteranas y
disciplinadas. La situación económica crítica del país.
Situación de Bolívar en el momento de escribir el
documento: Bolívar fue autorizado por Monteverde a
trasladarse el 27 de agosto de 1812 a la isla de Curazao,
ocupada por los ingleses, en la goleta española María, Jesús
y José, junto con José Félix Ribas, Vicente Tejera y Manuel
Díaz Casado, donde permaneció un corto período.
Después se trasladó a Cartagena de Indias, en Nueva
Granada, donde el proceso independentista se había iniciado
el 20 de julio de 1810 y había desembocado en la formación
de varías Juntas supremas que rivalizaban entre sí. En este
panorama compuso un manuscrito conocido como el
Manifiesto de Cartagena, en el cual hizo un análisis político
y militar de las causas que provocaron la caída de la Primera
República de Venezuela y exhortaba a la Nueva Granada a
no cometer los mismos errores que Venezuela para no correr
la misma suerte. También en este manifiesto proponía
fórmulas que ayudaran a remediar las divisiones y a
promover la unión de los distintos pueblos de América para
lograr el objetivo común, la Independencia. Así al poco de
llegar, Bolívar solicitó al gobierno de Cartagena prestar
servicio en sus tropas y le fue concedido el mando de una
guarnición de 70 hombres en la pequeña localidad de
Barrancas con la que empezaría a forjarse su futuro prestigio
militar. Al principio, Bolívar estaba subordinado a un
aventurero francés llamado Pierre Labatut pero, en contra de
las órdenes de este, decidió tomar la iniciativa realizando una
campaña para derrotar a las partidas realistas que se
encontraban en las orillas del río Magdalena a la vez que
aumentaba el adiestramiento y el contingente de sus tropas.
Como resultado de esta campaña, logró liberar varias
poblaciones como Tenerife, El Guamal, El Banco,
Tamalameque y Puerto Real de Ocaña; logró derrotar a
diversas guerrillas realistas que operaban en la zona y
finalmente ocupó Ocaña. Ante estos logros, el coronel
Manuel del Castillo, Comandante General de Pamplona,
solicitó su ayuda para detener a los realistas que amenazaban
con entrar desde Venezuela. Para ello, el coronel Bolívar
tuvo que pedir autorización al Gobierno de Cartagena para
intervenir en territorio del Gobierno de las Provincias
Unidas. Cuando se la dieron, llegó hasta la frontera con
Venezuela mediante la Batalla de Cúcuta, acción en la que
atacó el 28 de febrero de 1813 a las fuerzas españolas y le
dio méritos suficientes para que el Congreso y el Gobierno le
nombraran ciudadano de la Unión y le concedieran el rango
de Brigadier a cargo de la División de Cúcuta.

Desde febrero hasta abril de 1813 tuvo que permanecer en


Cúcuta detenido por trabas legales y por diferencias con
Castillo que empezaba a verle con suspicacia ante sus deseos
de avanzar sobre Venezuela.

Decreto de guerra a muerte: El Decreto de Guerra a Muerte


fue una declaración hecha por el general venezolano Simón
Bolívar el 15 de junio de 1813 en la ciudad venezolana de
Trujillo durante el desarrollo de la Campaña Admirable. La
declaración viene precedidos meses antes por el Convenio de
Cartagena de Antonio Nicolás Briceño. Este decreto
significaba que los españoles y canarios que no participasen
activamente en favor de la independencia o se les daría
muerte, y que todos los americanos serían perdonados,
incluso si cooperaban con las autoridades españolas.
Además, añadía el objetivo de comprometer de forma
irreversible a los individuos con la revolución. Fue redactada
bajo la justificación de supuestos crímenes practicados por
Domingo Monteverde y su ejército contra los republicanos
durante la caída de la Primera República. Sin embargo La
Guerra a Muerte fue practicada por ambos bandos. Decreto
de Guerra a Muerte: españoles y canarios contados con la
muerte aunque seáis indiferentes. Americanos contados con
la vida aunque seáis culpables. Durante la Campaña
Admirable por cada lugar "todos los europeos y canarios casi
sin excepción fueron fusilados" por las armas patriotas a su
paso. En febrero de 1814, al concluir la campaña, Juan
Bautista Arismendi, por órdenes de Bolívar, mando a fusilar
a 886 prisioneros españoles en Caracas. Para engrosar su
número añadió inclusive los enfermos en el hospital de La
Guaira (cerca de 500 a 1.000 entre los días 13 al 16 del
mismo mes).1 2 Bolívar escribió los detalles al Congreso de
Nueva Granada. En consecuencia, entre 1815 y 1817 fueron
implicados y sentenciados a muerte varios ciudadanos
distinguidos de Nueva Granada, cabecillas de la revolución,
siendo ajusticiados a manos del ejército pacificador venido
con el general Pablo Morillo. La Declaración duró hasta el
26 de noviembre de 1820, cuando el general español Pablo
Morillo se reunió con el general venezolano Simón Bolívar
para concluir un Tratado de Armisticio y Regularización de
la Guerra.

Manifiesto de Carúpano:
El Manifiesto de Carúpano, publicado por el Libertador el 7
de septiembre de 1814, explica las causas del fracaso de la
Segunda República, la cual tuvo su inicio cuando se da la
liberación de Cumaná el 3 de agosto de 1813, por las fuerzas
del general Santiago Mariño, como culminación de la
Campaña de Oriente, y sobre todo con la entrada en Caracas,
el 6 de agosto, del Libertador Simón Bolívar a la cabeza de
su ejército victorioso en la llamada Campaña Admirable. A
partir del surgimiento de La Segunda República se
constituyen 2 gobiernos o centros de poder, en los territorios
liberados, uno en Caracas, bajo el mando de Simón Bolívar y
otro en Cumaná dirigido por Santiago Mariño. Varios
acontecimientos de vital importancia para la historia del país,
marcaron el desarrollo de la Segunda República: el sitio de
Puerto Cabello, donde existía un fuerte núcleo de resistencia
realista, por las fuerzas terrestres de Bolívar mientras que las
escuadras combinadas del centro y del oriente lo bloqueaban
a la población por el mar, el otorgamiento del título de
Libertador conferido a Bolívar por el pueblo y la
municipalidad de Caracas, la insurrección a favor de la causa
realista, de los llaneros venezolanos acaudillados por José
Tomás Boves; el fusilamiento de los prisioneros españoles y
canarios de Caracas y La Guaira ordenado por Bolívar; y las
numerosas acciones de guerra en la región centro-occidental
y luego en la oriental, como Bárbula, Las Trincheras,
Mosquitero, Mesas de Barquisimeto, Vigirima, Araure, San
Marcos, La Victoria, San Mateo, Boca chica y Ocumare del
Tuy; el sitio de Valencia por las fuerzas realistas; la primera
batalla de Carabobo; la batalla de La Puerta que desencadenó
la emigración hacia oriente de gran parte de la población de
Caracas en julio de 1814. El día 3 de septiembre, después de
la emigración a oriente, los generales Simón Bolívar y
Santiago Mariño arribaron a Carúpano, en el extremo oriente
del país. A su llegada son detenidos por su subalterno el
general José Félix Ribas quien, conjuntamente con el general
Manuel Carlos Piar, los responsabiliza por las derrotas
sufridas y la inminente pérdida de la República. Ante esto,
Bolívar responde con la publicación el 7 de septiembre de
1814 de este Manifiesto.

Carta de Jamaica: La Carta de Jamaica es un texto escrito


por Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815 en Kingston,
en respuesta a una misiva de Henry

Cullen donde expone las razones que provocaron la caída de


la Segunda República en el contexto de la independencia de
Venezuela. Al llegar Bolívar a Kingston en 1815, contaba
con 32 años. Para este momento llevaba apenas 3 años de
plena responsabilidad en la lucha de la independencia a
partir de la declaración del Manifiesto de Cartagena el 15 de
diciembre de 1812 una intensa actividad militar. Primero, en
1813, con la Campaña Admirable, que lo llevó
vertiginosamente en pocos meses a Caracas el 6 de agosto de
1813 para intentar la refundación de la República, empresa
que termina en 1814, en fracaso frente a las huestes de José
Tomás Boves. Luego de este fracaso regresa a la Nueva
Granada, para intentar repetir la hazaña de la Campaña
Admirable, acción que es rechazada por sus partidarios.
Sintiéndose Incomprendido en Cartagena de Indias, decide
tomar el 9 de mayo de 1815 el camino del destierro hacia
Jamaica, animado por la idea de llegar al mundo inglés y
convencerlo de su cooperación con el ideal de la
independencia Hispanoamericana. En Kingston vivirá desde
mayo hasta diciembre de 1815, tiempo que dedicó a la
meditación y cavilación acerca del porvenir del continente
Americano ante la situación sobre el destino de México,
Centroamérica, la Nueva Granada, Venezuela, Argentina,
Chile y Perú.

Discurso de angostura: El discurso de Angostura es la


intervención que hizo Simón Bolívar en el recién creado
Congreso de Angostura en el contexto de la independencia
de Venezuela y Colombia. El discurso fue publicado en el
Correo del Orinoco, números 19, 20, 21 y 22 del 20 de
febrero al 13 de marzo de 1819. En el discurso pronunciado
durante casi una hora ante El Congreso de Angostura, el
Libertador analizó de manera profunda la realidad de su
tiempo, señalando la conveniencia de que las instituciones
que surgieran en América a raíz de la Independencia, debían
responder a las necesidades y posibilidades de estas
sociedades, sin copiar modelos de tierras extrañas. Aunque
se reconoce en este documento lo favorable del régimen
federal para otras naciones; se sostiene que en el caso de
Venezuela es preferible un Centralismo, basado en un Poder
Público distribuido en las clásicas ramas: Ejecutivo,
Legislativo y Judicial; resaltando la fortaleza del Ejecutivo.
Sugiere también Bolívar que a estos tres poderes se agregue
una cuarta instancia denominada Poder Moral,
Destinado a exaltar el imperio de la virtud y enseñar a los
políticos a ser probos e ilustrados. Asimismo, concebía la
idea de una Cámara Alta hereditaria, para mantener en ella la
tradición edificante de los padres de la patria; lo cual no
encajó muy bien con la letra del Poder Moral. En una
demostración de gran ilustración el Libertador hace
reminiscencias de Grecia y Roma y examina las instituciones
políticas de Gran Bretaña y Estados Unidos, citando para
esto a filósofos y políticos de la Enciclopedia y de la
Revolución Francesa, para desembocar en la necesidad de
instaurar un sistema republicano-democrático, con
proscripción de la nobleza, los fueros y privilegios, así como
de la abolición de la esclavitud. Otro aspecto al que dedicó
una importancia fundamental en el proceso de consolidación
de las repúblicas latinoamericanas, fue a la educación. En
este sentido, para él educar era tan importante como libertar.
De lo que se desprende su memorable sentencia: "Moral y
luces son los polos de una República, moral y luces son
nuestras primeras necesidades". Después de desarrollar otros
tópicos relacionados con una visión sobre la grandeza y el
poderío de la América libra y unida, cierra Bolívar su
discurso con la siguiente exhortación al Congreso: " Señor,
empezad vuestras funciones: yo he terminado las mías". Tras
esto hizo entrega de un proyecto de Constitución así como
del Poder Moral, a fin de que fueran estudiados por los
diputados, añadiendo: "El Congreso de Colombia está
instalado; en él reside, desde este momento, la Soberanía
Nacional. Mi espada y las de mis ínclitos compañeros de
armas están siempre prontas a sostener su augusta
autoridad.¡Viva el Congreso de Colombia.

Proclama del libertador:


Colombianos, Habéis presenciado mis esfuerzos para
plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He
trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi
tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que
desconfiabais de mi desprendimiento (Sic). Mis enemigos
abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más
sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido
víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las
puertas del sepulcro. Yo los perdono. Al desaparecer de en
medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la
manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria
que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar
por el bien inestimable de la Unión: los pueblos,
obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía;
los ministros del santuario, dirigiendo sus oraciones al cielo;
y los militares, empleando su espada en defender las
garantías sociales.
Conclusión

La doctrina bolivariana que fue influenciada por


los pensamientos de nuestro libertador y
impartida luego en la política, juega un papel
clave en el manejo político de nuestro país puesto
a que la ideología de nuestros políticos provienen
de allí, el pensamiento de una sociedad igualitaria
y donde todos sin importan su clase social tengan
acceso a los derechos ciudadanos, proviene de ese
socialismo influenciado por la enseñada impartida
por Simón Bolívar.

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