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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA
DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA
NÚCLEO YARACUY

UNIDAD 1: Fundamentos del Socialismo


y el Pensamiento Bolivariano

Autor: Emmanuel José Lozada Gil


C.I. V- V-30189027
Profesora: Xxxxxxxxxxx
Cátedra:
Carrera: Ingeniera de Sistema
Fecha: Octubre, 2020
1.1. DEFINICIÓN DEL SOCIALISMO

El socialismo es la teoría, doctrina o práctica social que promueve la posesión


pública de los medios de producción y un control colectivo y planificado de la
economía en pro del interés general de la sociedad. El socialismo puede ser no-
estatal (mediante la propiedad comunitaria en un sentido amplio) o estatal (a través de
la nacionalización y la planificación económica de la producción).
En un sistema socialista, al establecerse la propiedad social (colectiva) de los
medios de producción, desaparece cualquier forma de propiedad privada de los bienes
de capital y con esta el capitalismo como forma de apropiación del trabajo asalariado.
Lo antes planteado, permite inferir que frecuentemente coexisten diferentes
movimientos políticos que adoptan el título Socialismo: desde aquellos con vagas
ideas de búsqueda del bien común e igualdad social, hasta los proyectos reformistas
de construcción progresiva de un Estado socialista en términos marxistas, o las
variantes pre y post-marxistas de socialismo (sean obreristas o nacionalistas), o al
intervencionismo, definiciones de socialismo o de sus métodos que pueden variar
drásticamente según varíen los interlocutores políticos y que algunas veces se
distancian en mayor o menor medida de su etimología: estatistas, nacionalistas,
marxistas, cooperativistas, corporativistas gremiales clásicos, corporativistas de
Estado o fascistas, socialistas de renta, socialistas de mercado, mutualistas,
socialdemócratas modernos, etc.
Sin embargo, el socialismo continúa siendo un término de fuerte impacto
político, que permanece vinculado con el establecimiento de un orden
socioeconómico construido por, para, o en función de, una clase trabajadora
organizada originariamente sin un orden económico propio, y para el cual debe
crearse uno público (por vía del Estado o no), ya sea mediante revolución o evolución
social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad
1
sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras; idea esta última que no era
originaria del ideario socialista sino del comunista y cuya asociación es deudora del
marxismo-leninismo. La radicalidad del pensamiento socialista no se refiere tanto a
los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.

Fundamentos y principios del socialismo

1. Medios de producción socializados


El primer principio sobre el que se basa el socialismo es acabar con la
propiedad privada de los medios de producción.
De esta manera, las fábricas y demás centros de trabajo pasarían a manos del
Estado, esto es, de todos los que lo forman, incluidos los trabajadores.
En cualquier caso, el socialismo no solo habla de propiedad estatal. También
hace referencia a la creación de cooperativas en las que los obreros serían, a la vez,
propietarios y responsables.

2. Fin de la explotación del hombre por el hombre


Íntimamente relacionado con el anterior, este fundamento de la ideología
socialista pretende que no existan empresarios o grandes oligarcas que solo miren por
sus propios intereses.
Se pretende que desaparezca la explotación, obteniendo los trabajadores las
ganancias completas de lo producido por su actividad.

3. Fin de las clases sociales y reparto de la riqueza


Al eliminarse las clases altas económicas, dejaría de haber diferencias entre
ellas y el resto de la sociedad. De esta forma, dejarían de existir aquellos que sacan
beneficios del trabajo ajeno.
Esto debe conducir a un mejor reparto de la riqueza. Frente a lo que muchos
piensan, no se trata de que todos los trabajadores ganen lo mismo, pero sí que las
diferencias sean mucho menores.
La frase de los primeros teóricos socialistas “de cada cual según sus
capacidades, a cada cual según sus necesidades”, resume perfectamente este principio
del socialismo.

4. Primacía de la comunidad frente al individualismo


Dentro del socialismo se pone especial énfasis en la idea de sociedad, dejando
algo de lado al individuo. Se pretende que cada acción económica redunde en el
beneficio común y no en las ganancias individuales de cada uno.
Se pretende de esta forma, acabar con el egoísmo propio del capitalismo,
basado en lograr las máximas ganancias. Como ejemplo de esta idea se pueden poner
los servicios de salud públicos de algunos países, aunque no sean socialistas.
Todos los habitantes pagan impuestos para sufragarlo, lo usen o no. Se trata de
poner por encima la salud de toda la sociedad frente a que solo puedan pagarla los
que tienen dinero.
2
5. Intervencionismo estatal
Mientras el capitalismo pone el referente en el mercado, que teóricamente debe
funcionar por sí mismo, el socialismo cree en la intervención del Estado para corregir
los desequilibrios que se presenten.
Esto puede ir desde decidir qué tipo de cultivo es más conveniente para el
conjunto de la sociedad en un momento dado, a limitar los precios que se pagan por
algunos elementos básicos.
Dentro de estos, se pueden poner ejemplo de regulaciones estatales en ámbitos
como la vivienda, la educación o la electricidad.

6. Control sobre la administración y economía 


El socialismo tiene la premisa básica de controlar el ámbito económico,
financiero y administrativo de la estructura social. Con este control gubernamental, se
busca evitar situaciones de desigualdad o abuso social.

7. Laicismo
El socialismo predica el laicismo como opción más acorde a su doctrina. En
todo caso, habría que argumentar que la laicidad no es incompatible con la religión,
es decir, el socialismo respeta el que una persona sea religiosa o no. El marxismo, sin
embargo, iba más allá y tenía como base filosófica el ateísmo.

La Doctrina Bolivariana y el Concepto de Estado


Para Bolívar, el amor a la patria era el lazo de “unión” entre las distintas
corrientes políticas que perturbaban la paz social en la Gran Colombia, que agrupaba
las seis naciones liberadas… De allí su última Proclama, cuando el sepulcro era el
último de los sacrificios que hacía por la felicidad de sus conciudadanos:
“Si mi muerte contribuye a que cesen los Partidos y se consolide la unión, yo
bajare tranquilo al sepulcro”
La muerte de los Partidos Políticos como “representantes del pueblo”, y la
consolidación de un Movimiento Social de Integridad Nacional conformado por todas
las corrientes ideológicas que trabajan por la FELICIDAD de la patria, es la
concepción filosófica de la Doctrina Bolivariana donde tienen cabida todas las
ideologías políticas de carácter nacionalistas.
Necesario es aclarar que la Doctrina Bolivariana es un compendio de ideas y
postulados políticos, económicos, jurídicos y militares que llevan una profunda carga
ideológica determinante en, la vida y obra del Libertador de 5 naciones Simón
Bolívar, necesario para alcanzar una política integral de seguridad y defensa.
Es entonces que el Gobierno Bolivariano se ha planteado bajo los escenarios de
cambios profundos del sistema político y social venezolano una planificación a partir
del 2 de febrero de 1999 que busca determinar primeramente en la afirmación de su
existencia y posteriormente en su consolidación como Sistema Político Aceptado por
la mayoría del pueblo venezolano. El documento oficial “Proyecto Simón Bolívar en
su Primer Plan Socialista (PPS) del Desarrollo Económico y Social de la Nación para
el periodo 2007 -2013” generó siete macro lineamientos sociales, económicos y
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políticos que de allí se identificó cual es la doctrina imperante y garante del nuevo
entramado institucional, la Doctrina Bolivariana sé está formulando como una
política pública de Estado, escapando de esta manera a una etérea y fugaz Política de
Gobierno que por su naturaleza es de carácter temporal.
En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el Artículo
322, expone claramente la conceptualización del Nuevo Sistema de Seguridad
Integral con suficiente amplitud:

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999):

La Seguridad de la Nación es competencia esencial y responsabilidad del


Estado, fundamentada en el desarrollo integral de ésta y su defensa es
responsabilidad de los venezolanos y venezolanas; también de las personas
naturales y jurídicas, tanto de derecho público como de derecho privado,
que se encuentren en el espacio geográfico nacional.

Sí la seguridad y defensa integral es un instrumento de análisis estratégico que


tiene como fin último proteger los objetivos nacionales, ¿entonces a quién
corresponde formularlas? Necesario es establecer su connotación como instrumento
político y sí es un instrumento entonces es parte de un conjunto de actividades de
políticas públicas. Un ejemplo de ello es:
Una Doctrina Bolivariana para la construcción de la seguridad y defensa
(doctrina de la seguridad nacional) en seguridad y defensa integral será la idea
inmanente y emancipadora que va a generar una variable antagónica y discordante
para la concreción de sus objetivos hegemónicos que se vislumbran sobre nuestra
región, nuestra iniciativa desarrolla la actividad de la defensa de manera integral
reivindicando la soberanía sobre nuestros espacios y recursos.
La Ley Orgánica de la Seguridad de la Nación ya es la piedra angular parea
formulación operativa que fundamenta los objetivos estratégicos del plan 2013–
2019. Esta Ley determina en su artículo tercero (3) los parámetros de la Defensa
Integral donde la define como:

Defensa integral, a los fines de esta Ley, es el conjunto de sistemas,


métodos, medidas y acciones de defensa, cualesquiera sean su naturaleza e
intensidad, que en forma activa formule, coordine y ejecute el Estado con
la participación de las instituciones públicas y privadas, y las personas
naturales y jurídicas, nacionales o extranjeras, con el objeto de
salvaguardar la independencia, la libertad, la democracia, la soberanía, la
integridad territorial y el desarrollo integral de la Nación.

La elaboración de los planes estratégicos y otras políticas públicas que impulsa


el Gobierno Central encuentra en esta y otras leyes su fundamento operacional, el
Plan Socialista o Plan Simón Bolívar bajo la Nueva Geopolítica Nacional activa por
medio la planificación estratégica del Estado la materialización de los preceptos
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emanados de la Doctrina de Seguridad y Defensa Integral entendiendo a los
diferentes Ejes de Desarrollo Territorial[2] y las zonas determinadas por la
jurisprudencia para la implementación del resguardo de la soberanía, para ello la Ley
Orgánica de la Fuerza Armada Nacional en todo su articulado y la Ley Orgánica de
Seguridad de la Nación en el artículo cuarenta y siete (47) definen las Zonas de
Seguridad como:

Se entiende por Zonas de Seguridad, los espacios del territorio nacional,


que por su importancia estratégica, características y elementos que los
conforman, están sujetos a regulación especial, en cuanto a las personas,
bienes y actividades que ahí se encuentren, con la finalidad de garantizar la
protección de estas zonas ante peligros o amenazas internas o externas. El
Reglamento respectivo regulará todo lo referente a la materia.

Estado:

Es un concepto político que se refiere a una forma de organización social,


económica, política soberana y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones
involuntarias, que tiene el poder de regular la vida nacional en un territorio
determinado. Usualmente, suele adherirse a la definición del Estado, el
reconocimiento por parte de la comunidad internacional.
El concepto de Estado difiere según los autores, 2 pero algunos de ellos definen
el Estado como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para
establecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa
sobre un territorio determinado.
Max Weber, en 1919, define el Estado moderno como una "asociación de
dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar
dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, a
este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de su dirigente y ha
expropiado a todos los funcionarios estamentales que antes disponían de ellos por
derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas”.
Por ello se hallan dentro del Estado instituciones tales como las fuerzas
armadas, la administración pública, los tribunales y la policía, asumiendo pues el
Estado las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad y otras como las
relaciones exteriores.

Principios fundamentales de la constitución:

Los principios constitucionales se refieren a los valores éticos, sociales, legales


e ideológicos consagrados en la constitución de una nación, a partir de los cuales se
deriva todo el ordenamiento jurídico. Pueden ser llamados también como principios
fundamentales que a continuación se exponen.

Artículo 1: La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente


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libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de
libertad, igualdad, justicia y paz internacional, en la doctrina de Simón
Bolívar, el Libertador.
Son derechos irrenunciables de la Nación: la independencia, la libertad, la
soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación
nacional.

En este primer artículo se establecen una serie de derechos que parecen olvidar
los oposicionistas al Gobierno Nacional, quienes claman públicamente por la
intervención extranjera y sostienen que preferirían tener como Presidente a un
General de una fuerza invasora, en lugar del Presidente que la mayoría de los
venezolanos hemos electo.

Artículo 2: Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de


Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su
ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la
igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en
general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo
político.

En este artículo debemos destacar la tan denostada solidaridad que ejerce el


Estado venezolano con los connacionales y con otros países (Latinoamericanos e
incluso con los Estados Unidos de América) que por cualquier motivo necesiten la
colaboración del Estado venezolano. La tan atacada colaboración que se ha realizado
con los países latinoamericanos en materia petrolera, permitiéndole la cancelación de
la factura de combustibles de manera que no afecte en demasía su economía.

Artículo 3: El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el


desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático
de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de
la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía
del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y
consagrados en esta Constitución.
La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar
dichos fines.

Como se puede apreciar en el contenido de este artículo el Estado se


compromete a defender y desarrollar la persona de todos los venezolanos, así como
promover la prosperidad y bienestar del pueblo, utilizando, como lo expuso el
Libertador ante el Congreso de Angostura en Febrero de 1919, las palancas de la
educación y el trabajo. No se establece que sólo los privilegiados por la fortuna deben
ser a quienes el Estado le asigne los recursos que debe distribuir equitativamente
entre toda la población y que para cumplir con su deber de hacer justicia debe asignar
mayor cantidad de recursos a quienes siempre han estado excluidos e invisibilidades
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durante toda la historia de nuestro país.
Artículo 4: “La República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal
descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución y se rige por los
principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y
corresponsabilidad”.
En primer lugar, el concepto de descentralización ha venido siendo interpretado
como la atomización del territorio nacional. A pesar de que la responsabilidad de
cada Gobernador o cada Alcalde sea para con quienes habitan el territorio bajo su
responsabilidad, ello no quiere decir que puedan desvincularse de sus deberes para
con la nación y las acciones de gobierno de su gobernación o alcaldía deben estar
coordinadas con las del Ejecutivo nacional para mediante dicha armonía en los
esfuerzos se puedan potenciar los resultados en beneficio de la población que es el
principal objetivo de toda autoridad gubernamental.
En segunda instancia se olvida, a veces, el principio de integridad territorial y
se han fundado partidos políticos que abogan por la independencia territorial (ya ha
sucedido en el Estado Zulia).
En tercer término, se olvidan los principios de cooperación, solidaridad y
concurrencia que deben producir un efecto coordinado, como ya se mencionó
anteriormente entre los diversos niveles de la Administración pública (Nacional,
Estadal o Regional y Municipal o Local) para enfrentar los diversos y generalmente
muy complejos problemas que sin el concurso de los diferentes organismos
gubernamentales serían muy difíciles de solventar.
Finalmente, el principio menos entendido por los venezolanos, quizás por ser
novedoso en nuestra Constitución es el de la CORRESPONSABILIDAD, esto quiere
decir que todos, absolutamente todos, debemos y tenemos la obligación de colaborar
en la medida de nuestras posibilidades en la solución de los problemas que nos
aquejan. Ese concepto de que sólo el Gobierno debe resolver los problemas debe ser
desterrado de nuestras mentes, ya que la Constitución nos obliga a tomar en nuestras
propias manos la solución de los problemas que nos atañen.

Artículo 5: La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la


ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley e
indirectamente mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder
Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella
están sometidos.

Este es otro de los principios que generalmente se olvida puesto que debe
recordarse que la llamada “Potentia” o Poder originario reside exclusivamente en el
pueblo y sólo lo ejercen como Poder delegado o “Potestad” quienes son electos por
este mediante el sufragio universal. Este puede ser ejercido de una manera positiva en
lo que ha llamado “Poder obediencial” o negativamente en el denominado “Poder
fetichizado”. Se olvidan que este poder emanar de la soberanía popular y que por
tanto puede ser revocado en cualquier instante, si existen los mecanismos apropiados
como en nuestra constitución.
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Artículo 6:”El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las
entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo,
electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos
revocables”.
Este principio parece haberse olvidado en algunas de las gobernaciones y
alcaldías, en especial las que se encuentran en manos del oposicionismo ya que
persisten en creer que los intentos que desde el inicio de este gobierno de
descentralizar la asignación de recursos para que las propias comunidades puedan
realizar las obras más sentidas por ellos y no las que sean apreciadas por estos entes
que en muchas ocasiones quieren imponer sus criterios según su conveniencia sobre
los afectados directamente que siempre serán los habitantes de las respectivas
poblaciones. Se ha probado que mediante la planificación, diseño y construcción de
las propias comunidades de las obras que ellas necesitan además de lograrse un
ahorro significativo de recursos económicos se amoldan mejor a lo requerido por
estas y debido al concurso de la población directamente involucrada y a la
corresponsabilidad anteriormente mencionada los trabajos quedan mejor realizados
por la supervisión y control constante
Artículo 7: “La Constitución es la norma suprema y el fundamento del
ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público
están sujetos a esta Constitución”.
Este principio constitucional ha sido olvidado en varias ocasiones por la
oposición venezolana, que siempre está buscando transitar por atajos para tratar de
colocarse ilegítimamente en el poder, puesto que saben a ciencia cierta que por la vía
electoral no tienen ninguna posibilidad de hacerlo. Por esta razón es que la población
venezolana que acompaña al Presidente de la República en el deseo de cambiar
definitivamente la situación que aún persiste en nuestro país tras varios siglos de
desigualdad que afectan no sólo a las clases más desposeídas de la población
venezolana sino también a la clase media que en muchas ocasiones se ve afectada por
medidas tomadas de manera fraudulenta por quienes detentan el poder económico en
la nación (los sectores financieros, de industriales y comerciantes, así como el sector
importador) quienes cuando les parece conveniente a sus intereses exanguinan a la
población utilizando cualquier medio lícito o ilícito.
Artículo 8: “La bandera nacional con los colores amarillo, azul y rojo; el himno
nacional Gloria al Bravo Pueblo y el Escudo de Armas de la República son los
símbolos de la patria.

Artículo 9: “El idioma oficial es el castellano. Los idiomas indígenas


también son de uso oficial para los pueblos indígenas y deben ser respetados
en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la
Nación y de la humanidad”.

Existen muchos compatriotas que si por ellos fuera utilizarían de preferencia el


idioma inglés, en lugar del castellano y que por supuesto eliminarían de nuestra
Constitución lo referente a los idiomas indígenas por considerarlos como no
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adecuados a nuestra cultura.

Fundamentos de nuestro sistema de gobierno:

Nuestro PADRE LIBERTADOR dijo: 


 “Es mi opinión, que el fundamento de nuestro Sistema de Gobierno, depende
inmediata y exclusivamente de la igualdad establecida y practicada en Venezuela.
Que los hombres nacen todos con derechos iguales a los bienes de la sociedad; está
sancionado por la pluralidad de los sabios….. 
El sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de
felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad
política…
Dignaos conceder a Venezuela un gobierno eminentemente popular,
eminentemente justo, eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y
la culpa. Un gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la PAZ. Un
gobierno que haga triunfar bajo el imperio de las leyes inexorables: la igualdad y la
libertad… La igualdad legal es indispensable donde hay desigualdad física, para
corregir en cierto modo la injusticia de la naturaleza… La libertad práctica no
consiste en otra cosa que en la administración de la justicia y en el cumplimiento de
las leyes, para que el justo y el débil no teman, y el mérito y la virtud sean
recompensados….. 
Son derechos del hombre: la LIBERTAD, la SEGURIDAD, la
PROSPERIDAD y la IGUALDAD. La felicidad general, que es el objeto de la
sociedad, consiste en el perfecto goce de estos derechos… 
Yo antepongo siempre la comunidad a los individuos….
La prosperidad del país, vendrá cuando los venezolanos tengamos el derecho de
gozar y disponer libremente de sus bienes, y del fruto de su talento, industria y
trabajo…
Las minas de cualquier clase corresponden a la República, las cuales deben ser
destinadas al bienestar social..… 
El primer deber del gobierno es dar educación al pueblo… La nación será sabia,
virtuosa, guerrera; si los principios de su educación son: sabios, virtuosos y militares.
Ella será imbécil, supersticiosa, afeminada y fanática, si se la cría en la escuela de
estos errores. Por eso es que las sociedades ilustradas han puesto siempre la
educación entre las bases de sus instituciones políticas… He aprendido excitar la
prosperidad nacional por las dos más grandes palancas de la industria: el trabajo y el
saber. Estimulando estos dos poderosos resortes de la sociedad se alcanza lo más
difícil entre los hombres: hacerlos honrados y felices…… 
Para formar un gobierno estable, se requiere la base de un espíritu nacional que
tenga por objeto una inclinación uniforme hacia dos puntos capitales: moderar la
voluntad general y limitar la autoridad pública…  
Es preciso que el gobierno se identifique por decirlo así, al carácter de las
circunstancias, de los tiempos y de los hombres que lo rodean: Si éstos son prósperos
y serenos, él debe ser dulce y protector; pero si son calamitosos y turbulentos, él debe
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mostrarse terrible y armarse de una firmeza igual a los peligros, sin atender a las leyes
ni a la constitución, mientras no se establezca la felicidad y la paz”…
En estas palabras de NUESTRO AMADO PADRE LIBERTADOR, se resume
el fundamento filosófico del SOCIALISMO BOLIVARIANO DEL SIGLO XXI, que
busca la unidad de los pueblos y la igualdad social, no como una utopía, sino como
un sistema de gobierno socialista de raíces nacionalista que tanto angustia al gobierno
de Washington y en especial a Obama, aunque parezca una FALACIA INVERNAL. 

Filosofía bolivariana:

La Filosofía Bolivariana es todo un esquema mental de conducta y


comportamiento, que tiene sus raíces en la dignidad nacional y un respeto irrestricto a
la territorialidad. Une al pueblo y al ejército en un todo con el fin de sustentar el
sistema bolivariano, preservar sus instituciones, defender la patria, y no utiliza las
armas para proteger y defender a una sociedad de privilegios.
Se fundamenta en cuatro preceptos bolivarianos: unidad, justicia, libertad,
igualdad:

Unidad:
La filosofía bolivariana busca la unidad y la integración de países que tienen en
común su cultura, para poner freno a un imperialismo insaciable de poder y riquezas,
que basa su estrategia de penetración en el neocolonialismo y la dependencia
económica.
Justicia:
Establecer un sistema judicial que ampare de igual manera al rico y al pobre,
con imparcialidad y verdadera honestidad donde su balanza no se incline únicamente
a favor del poderoso y donde todos tengamos los mismos deberes y derechos. Es
deber de todo ciudadano respetar los derechos de los demás para hacer valer los suyos
propios.
Libertad:
Todos tenemos derechos los mismos derechos y la libre participación y
protagonismo es las actividades gubernamentales. La Filosofía Bolivariana es una
innovación en las estructuras constitucionalistas, generando un marco legal a imagen
y semejanza de los pueblos. Las naciones son esclavas de su Constitución, ellas rigen
el destino de sus ciudadanos.
Igualdad:
Todos tenemos los mismos derechos y deberes dentro de la sociedad, sin
importar de donde vinimos, color de piel o clase social y menos aún si somos altos o
bajos, gordos o flacos, blancos o negros siempre estaremos bajo las mismas
condiciones en un gobierno que imparta el socialismo y la igualdad de condiciones.

La democracia:

Es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica


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predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros,
haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros
del grupo. En sentido estricto la democracia es una forma de organización del Estado,
en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos
de participación directa o indirecta que les confieren legitimidad a los representantes.
En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los
miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a
mecanismos contractuales.
La democracia se define también a partir de la clásica clasificación de las
formas de gobierno realizada por Platón, primero, y Aristóteles, después, en tres tipos
básicos: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno «de los mejores» para
Platón, «de los menos», para Aristóteles), democracia (gobierno «de la multitud» para
Platón y «de los más», para Aristóteles).

Libertad:

Es la capacidad que tiene el ser humano de poder obrar según su propia


voluntad, a lo largo de su vida. Por lo que es responsable de sus actos.1
Históricamente, en especial desde las Revoluciones burguesas del siglo XVIII y XIX,
la libertad suele estar muy unida a los conceptos de justicia e igualdad.
Según las acepciones 2, 3 y 4 su definición, 1 el estado de libertad define la
situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impedido
al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras, aquello que permite al
hombre decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de
sus actos.

1.2. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL PENSAMIENTO BOLIVARIANO

El libertador fue un hombre que tenía cierta facilidad para analizar las
situaciones de diferentes puntos de vistas y en cierta parte encontrar la raíz de los
problemas, uno de ellos era la esclavitud que hostigaba a Venezuela y a
Latinoamérica desde los tiempos de colon, el concluyó que dicha esclavitud, se
debía a un pueblo iletrado, sin educación ,filosofía y ética alguna, el cual se
conformaba con cualquier discurso emitido por un político sin el menor sentido de
pertenencia patrio que aceptaba con gran orgullo la órdenes del imperio español. Así
que el concibió que la única forma en que el pueblo fuera autónomo era librándose de
su propia ignorancia e incentivándolos al saber. Pues el hombre es o será lo que se
haga de él dándole educación.
Por tal razón, el Libertador, entendió el papel fundamental del binomio social
moral y luces, para la preparación del ciudadano. "Él quería forjar una sociedad más
humana, en la cual el hombre no fuese un simple instrumento de dominación política,
y esto no es posible sin la educación". Pero no era una educación concebida de modo
parcial, como mera formación técnica, sino como una actividad integral, de
formación del ciudadano, donde las directrices eran responsabilidad del Estado y la
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Familia, pues afirmó que “el hombre es o será lo que se haga de él en el sistema de
instrucción”. Por ello Barboza de la Torre, al analizar el Ideario Educativo de Bolívar,
concluye que siempre colocó “…la moral exactamente al lado de la Educación, al
momento de hablarle a un Congreso Revolucionario Constituyente… ¡y que estas
frases las expresara el hombre fuerte y poderoso que tenía colgada de la cintura una
espada!”.

Independencia hispanoamericana:

Fue una revolución en el pleno significado de la palabra, tanto como la francesa


de 1789 o la norteamericana de 1776 o la rusa de 1917.
Todas las revoluciones clásicas, esto ha sido señalado por muchos, parecen
desarrollarse en un ciclo que va trasladando el poder a través de las diversas clases
sociales y sus fracciones, desde las más moderadas hasta las más radicales, para luego
volver a asentarse sobre las moderadas, pero expresando una nueva realidad social y
política surgida de entre el polvo y los escombros de años de luchas.
La Revolución Hispanoamericana por la Independencia no fue la excepción a
esta regla. Como todas las revoluciones, ésta empezó como quien no quiere la cosa,
con modestos y moderados objetivos, digamos que reformistas, pero sin darse cuenta,
se fue complicando, profundizando, se conformaron sus partidos, se confrontaron,
parió nuevos hijos y se los tragó (como diría Dantón).
Al final, luego de 20 años de guerras civiles, sus resultados no fueron
exactamente los previstos por ninguno de sus actores principales. Nuestra
independencia, al igual que el modelo clásico de la revolución francesa, tuvo sus
partidos:
Los realistas (virreyes y oidores, como Abascal, Liniers o Amar, con sus
generales terribles como Sámano y Morillo); los girondinos o moderados (Castelli y
Rivadavia en el Sur, Camilo Torres en Nueva Granada y Miranda en Venezuela); sus
jacobinos (como el propio Bolívar, Mariano Moreno o sus seguidores póstumos, San
Martín, Nariño); y su partido más radical y plebeyo, a la manera de los Sans-Culottes
(representado por Carbonell en Bogotá, Beruti y French en Buenos Aires, Artigas en
Uruguay, José Leonardo Chirino o Piar en Venezuela).
A su vez, cada partido expresaba los intereses de una clase o fracción de ella:
los comerciantes importadores, los exportadores, los productores del mercado
interior, las capas medias de profesionales (generalmente abogados), los pequeños
campesinos, los jornaleros, los artesanos, etc.
El modelo de estado que propugnaban también variaba, de acuerdo a los
intereses de clase: monárquicos, monárquicos constitucionales, republicanos (unos a
favor del sufragio restringido, otros proponiendo el sufragio universal, masculino,
claro), centralistas y federalistas.
En realidad nunca se procedió siguiendo un proyecto predeterminado, como
algunos han llegado a creer. Por el contrario, los propios estados nacionales surgidos
de la independencia, tanto en cuanto a sus fronteras, como en su organización
económica y política, no quedaron claramente trazados hasta después de la segunda
12
mitad del siglo XIX, luego que triunfaran los esquemas que ahora conocemos, tras
décadas de guerras civiles. Lo cual demuestra que la historia social es un libro
abierto, no escrito en ninguna parte, resultado de múltiples factores que nadie puede
controlar.

Documentos del libertador:

a) JURAMENTO DE SIMÓN BOLÍVAR EN EL MONTE SACRO

El Juramento del Monte Sacro es una promesa anunciada por el Libertador


Simón Bolívar, cuyo objetivo fue enfatizar su profundo compromiso personal con la
causa independentista hispanoamericana y que tuvo lugar durante su visita a la ciudad
de Roma, Italia. El juramento presenciado por Simón Rodríguez, su maestro y mentor
años atrás en Caracas muestra la faceta ilustrada y romántica de Bolívar, imbuido en
un idealismo juvenil (tenía 22 años cuando lo realizó) y decepcionado por los
avatares de su vida: luego del fallecimiento de María Teresa Rodríguez del Toro y
Alayza, su esposa, en 1803, juró el 15 de agosto en la Colina de Monte Sacro, para
consagrar su vida a la liberación del continente latinoamericano.
Sobre la fecha tuvo lugar este evento existe amplio consenso y documentación
que permite asegurar que fue el 15 de agosto de 1805. Sin embargo, la exactitud tanto
del lugar como de las palabras pronunciadas por el Libertador en dicha ocasión son
aún materia de controversia para sus historiógrafos y estudiosos. Por anotaciones
personales de Simón Rodríguez se sabe que fue una de las tantas colinas que
conforman el paisaje de la capital italiana, la cual él mismo describe como el Monte
Sacro, aseveración refrendada por buena parte de los expertos en el tema, como
Joaquín Díaz González. Otras fuentes aseguran que podría haber sido el Monte
Palatino, de mayor altura; Caracciolo Parra Pérez un gran estudioso de la vida y obra
de Bolívar fue de la opinión que el suceso haya ocurrido en el Monte Aventino, tal
vez por su mayor significación histórica.
Sin embargo, historiadores como Vicente Lecuna llegaron incluso a poner en
duda que Bolívar haya realmente pronunciado el juramento que se le atribuye, cuya
versión que ha recibido más amplia difusión reza:
“¡Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por
mi honor y juro por mi patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma,
hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español!”
Independientemente del estilo o forma, la veracidad de este hecho histórico está
documentada de primera fuente, en primer lugar por una carta fechada el 19 de enero
de 1824 en Pativilca, Perú, enviada por el mismo Bolívar a su maestro Rodríguez, con
motivo de saludarlo al saber su retorno a Sudamérica, en la cual el Libertador se
refiere a este hecho, aunque sin ahondar en detalles exactos y por otra parte, de un
extracto de la conversación sostenida entre un Simón Rodríguez ya anciano y el
doctor Manuel Uribe Ángel en Quito, en 1850, que fue recogida por el escritor Fabio
Lozano y Lozano en el libro «Maestro del Libertador», publicado en París, en 1913.
Del sentido del juramento se desprende que el futuro Libertador quería conferir a sus
13
palabras el concepto de las ideas de libertad, igualdad y fraternidad aprendidas de la
Ilustración, toda vez que la contemplación del paisaje repleto de ruinas de lo que fue
el Imperio Romano le hizo evocar la tiranía y opresión que caracterizaron a varios de
sus gobernantes.

b) MANIFIESTO DE CARTAGENA

El Manifiesto de Cartagena es un documento escrito por Simón Bolívar en el


marco de la Independencia de Colombia y de Venezuela, luego de la caída de la
Primera República, explicando con gran detalle y precisión las causas de esta pérdida.
Fue escrito en Cartagena de Indias (Colombia), el 15 de diciembre de 1812. Se dice
que es el primer gran documento de Bolívar entre muchos otros.

En este manifiesto Bolívar expone sus consideraciones sobre la situación actual


de la guerra de la Independencia, en especial las causas que llevaron al fracaso de la
Primera República.
Así Bolívar destaca el surgimiento de un gobierno que adoptó un sistema
Federal con sus consecuencias fatales para los intereses de unificaciones de la
República; por otra parte, la orientación que tuvieron los Magistrados para procurar el
orden social, quienes consideraron que el mismo se conformaba y construía con la
promulgación de leyes, de manera tal, que tuvimos intelectuales personas del saber
como gobernantes, lo que contribuyó a la disolución total de la Primera República.
En este documento, Bolívar señala las principales causas que dieron origen a la
pérdida de la República de Venezuela. Entre dichas causas principales, Bolívar
expone:
1-    Señala la adopción de un gobierno inadecuado a la realidad de 1.811.
2-    Manifiesta la clemencia mal entendida del gobierno de 1.811 para con el
enemigo-
3-    Venezuela no tenía un ejército organizado en el nuevo gobierno
4-    Señala como causa de la pérdida de la República, la desmoralización
5-    Otra causa fue la adopción del sistema Federal como gobierno.
6-    Criticó al gobierno Federal como poco apropiado a la República
7-    La forma del gobierno Federal debilitó al país a favor de la causa realista.
8-    Señaló la necesidad de un gobierno centralista.
9-    También señala una causa de tipo religioso: el terremoto del 26 de marzo.
10-                      La influencia del clero jugó un papel importante en la caída de
la Primera República.

Otros aspectos considerados por el Libertador en este documento, serían:

1.     Advierte al gobierno de la Nueva Granada, los errores de la Primera


República.
2.     Bolívar advierte los peligros de una nueva inmigración española y sus

14
consecuencias
3.     Situación política y social de Venezuela en ese momento
4.     Bolívar manifiesta la necesidad de auxiliar a Venezuela

C) DECRETO DE GUERRA A MUERTE

Este Decreto fue escrito por Simón Bolívar en la ciudad de Trujillo, Edo.
Trujillo el día 15 de junio de 1813. Fue declarado durante el desarrollo de la
Campaña Admirable.
En este periodo se encontraba sucediendo el proceso de restablecimiento de la
República, es por esto que Bolívar está decidido a no dejar que el desorden volviera
apoderarse del país.
Bolívar mientras se encontraba de regreso desde Nueva Granada, se entera de
los acontecimientos que se había desarrollado en Venezuela durante su ausencia, esto
es que los oficiales realistas habían matado a todo aquel que simpatizara con la causa
republicana en diferentes ciudades del país. numerosos crímenes fueron perpetrados
por Domingo de Monteverde, Francisco Cervériz, Antonio Zuazola, Pascual
Martínez, Lorenzo Fernández de la Hoz, José Yánez, Francisco Rosete y otros jefes
realistas luego de la caída de la Primera República. Es por eso que Bolívar se siente
airado y obligado a realizar acciones con el fin de tomar el control de la situación. El
Decreto de Guerra a muerte es el arma que usará para ello.
Es así como El Libertador señala con las siguientes palabras lo que le
sucedería a aquellos que no se unieran a la causa patriota: “Españoles y Canarios,
contad con la muerte, aún siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio
de la libertad de América. Americanos, contad con la vida, aún cuando seáis
culpables”.
En este documento, Bolívar habla acerca de la venida de un ejército con el fin
de reestablecer la república. De igual manera, le asegura la libertad a todos los
americanos, sin importar si éstos habían conspirado contra la causa patriota
anteriormente. Por otra parte les advierte a todos los españoles y canarios que serían
pasados por las armas a menos que obraran activamente por la libertad de América.
Citamos el texto a continuación: “A pesar de nuestros justos resentimientos
contra los inicuos españoles, nuestro magnánimo corazón se digna, aún, abrirles por
la última vez una vía a la conciliación y a la amistad; todavía se les invita a vivir
pacíficamente entre nosotros, si detestando sus crímenes, y convirtiéndose de buena
fe, cooperan con nosotros a la destrucción del gobierno intruso de España, y al
restablecimiento de la República de Venezuela”.
Cabe señalar que, este Decreto, fue realizado en contra de los europeos y
canarios, a favor de la libertad de las colonias americanas. Y al mismo tiempo,
denuncia la represión de España hacia las colonias americanas, no obstante, pretendía
cambiar la opinión pública sobre la guerra venezolana, de manera de que en vez de
ser vista como una rebelión o una guerra civil en una de las colonias de España fuera
vista como una guerra internacional, entre naciones distintas. Por esta razón,
proclamaba que todos los españoles y canarios que no participasen activamente en
15
favor de la independencia se les daría muerte, y que todos los americanos serían
perdonados, incluso si cooperaban con las autoridades españolas. Pero a la vez,
ofrecía la amnistía a quien cooperara: Todo español que no conspire contra la tiranía
en favor de la justa causa, por los medios más activos y eficaces, será tenido por
enemigo, y castigado como traidor a la patria y, por consecuencia, será
irremisiblemente pasado por las armas. Por el contrario, se concede un indulto
general y absoluto a los que pasen a nuestro ejército con sus armas o sin ellas; a los
que presten sus auxilios a los buenos ciudadanos que se están esforzando por sacudir
el yugo de la tiranía. Se conservarán en sus empleos y destinos a los oficiales de
guerra, y magistrados civiles que proclamen el Gobierno de Venezuela, y se unan a
nosotros; en una palabra, los españoles que hagan señalados servicios al Estado, serán
reputados y tratados como americanos.
Es importante considerar que el desarrollo de una situación de guerra es una
desgracia para una sociedad estable, esto debido a que trae muerte, desolación,
miseria, y odio sin fronteras. En Venezuela durante la Guerra de Independencia
(1810-1823), se cayó en la crueldad sin razón porque asesinar a sangre fría, de una
forma primitiva, no tiene razón de ser, y Simón Bolívar cayó en esa trampa, en una
contienda llamada de Independencia, ya de hecho muy cruel por el bando realista.
Simón Bolívar, ya revestido con el título de Libertador, al rubricar este decreto, se
iguala a lo más rastrero del otro bando, como lo es la crueldad, Bolívar con dureza
condena al exterminio a muchos por el simple hecho de disentir, esto sin mediar
alguna excusa y por sólo por ser españoles o canarios.
En la historia republicana notamos que las consecuencias de este documento
no se hicieron esperar, ya que se generó apoyo de los venezolanos, fusilamiento de
españoles y canarios que estuvieran en contra de la Independencia Venezolana. Horas
después de esta proclama en Carache de Trujillo fueron exterminados todos los
españoles y canarios hechos presos en el combate cercano de Agua de Obispos. Es
por eso que entre los años 1815, 1816 y 1817 la “guerra a muerte” se extenderá a la
Nueva Granada, en donde el general Pablo Morillo la ejecuta cruelmente.
Juan Vicente González escribe que esa proclama creó a la república millares
de enemigos, pues en dos años hizo bajar al sepulcro a 60.000 venezolanos, formó al
temible Boves y fue causa de los desastres en las sangrientas batallas de Urica y La
Puerta. Vicente Tejera menciona que el Decreto (o proclama) castiga con el último
suplicio a los inocentes, con la reprobación más absoluta de la Historia, mientras que
José Gil Fortoul asienta en profundidad que dicha proclama es el despecho de haber
sido derrotado Bolívar en 1812 y la necesidad de desquitarse a toda costa de tal
muerte.
Al mismo tiempo, a pesar de haber sido Bolívar el autor del decreto de guerra
sin cuartel, en varias ocasiones consideró la posibilidad de la derogación de dicho
instrumento, hasta que finalmente, el 26 de noviembre de 1820 se celebró en Trujillo,
en el mismo lugar donde se proclamó el Decreto de guerra a muerte, el Tratado de
Regularización de la Guerra, el cual derogaba el decreto de 1813.

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D) MANIFIESTO DE CARÚPANO

El Manifiesto de Carúpano, publicado por el Libertador el 7 de septiembre de


1814, explica las causas del fracaso de la Segunda República, la cual tuvo su inicio
cuando se da la liberación de Cumaná el 3 de agosto de 1813, por las fuerzas del
general Santiago Mariño, como culminación de la Campaña de Oriente, y sobre todo
con la entrada en Caracas, el 6 de agosto, del Libertador Simón Bolívar a la cabeza de
su ejército victorioso en la llamada Campaña Admirable.
A partir del surgimiento de La Segunda República se constituyen 2 gobiernos o
centros de poder, en los territorios liberados, uno en Caracas, bajo el mando de Simón
Bolívar y otro en Cumaná dirigido por Santiago Mariño.
El día 3 de septiembre, después de la emigración a oriente, los generales Simón
Bolívar y Santiago Mariño arribaron a Carúpano, en el extremo oriente del país. A su
llegada son detenidos por su subalterno el general José Félix Ribas quien,
conjuntamente con el general Manuel Carlos Piar, los responsabiliza por las derrotas
sufridas y la inminente pérdida de la República.
Ante esto, Bolívar responde con la publicación el 7 de septiembre de 1814 de
este Manifiesto. En este manifiesto Bolívar se quejaba de la Justicia de los hombres,
y abogaba por la justicia divina, expresa que sus ciudadanos venezolanos no estaban
preparados para el ejercicio de la Justicia. Por lo tanto, no eran capaces de desarrollar
sus propias leyes, lo que significa que no podían entender el verdadero significado de
la libertad, la cual se basa en el ejercicio práctico y no solo en palabras. Siendo este el
caso, Bolívar debe obligar a sus compatriotas venezolanos a asumir el ejercicio de la
libertad, a pesar de su falta de aprecio ante la misma.
El libertador hace una fuerte crítica al pueblo venezolano que no sigue sus
ideales y por el contrario celebra la fuerza del pueblo colombiano ante la posición que
asume por la libertad.
Expone detalladamente sus criterios políticos respecto a la situación social que
impedía el desarrollo de los gobiernos republicanos en Venezuela.
Este documento contiene un pensamiento claro sobre el colapso de la
Revolución, la cual se mantiene en la esfera simplemente política, atropellada por los
enemigos de la patria. Bolívar ratifica nuestra lucha emancipadora de independencia.
Y se despide con un compromiso de regresar sin escatimar sacrificios como
¨Libertador o Muerto”. Y finaliza con un gran optimismo, ya que conoce las enormes
reservas morales tanto del pueblo como las suyas.
Al siguiente día de la publicación del Manifiesto de Carúpano, el Libertador
Simón Bolívar partió hacia Cartagena. No regresaría a Venezuela hasta 1816.

E) CARTA DE JAMAICA

Este documento trata sobre la respuesta que dio Simón Bolívar desde Kingston
el día 6 de septiembre de 1815 a la carta enviada a su persona por Henry Cullen el 29

17
de agosto del mismo año.
En ésta carta Bolívar describió de manera magistral los motivos que provocaron
la caída de la II República en el marco de la lucha por la Independencia de Venezuela
y daba a conocer todos los esfuerzos que sus tropas hacían para lograr este cometido.
Esta carta es considerada el documento más brillante e importante escrito por la
pluma de Bolívar, ya que es un documento sumamente profético, lleno de aciertos, en
el que predijo con 5 años de anticipación la caída de la Gran Colombia y también
como si fuera un vidente escribió sobre el destino que correrían México, Chile, Perú,
Centroamérica, La Nueva Granada, Buenos Aires y Venezuela.
Bolívar expuso que ese sueño de “Unión” de los países de América Latina no
era tan acertado porque la distancia que los separaba a cada uno era mucha, la
idiosincrasia de cada pueblo influía mucho, ya que cada uno tienen su propio estilo,
su propia manera de reaccionar ante las situaciones que se les presente, pero sin
embargo, él insistía que la clave para el éxito estaba en la unión.
Bolívar quería la Unión de la América Latina, pero existían muchos pro y
contras para lograr ese objetivo y era por eso que él con ésta carta quería más que
todo pedir a Inglaterra su ayuda para lograr la Independencia definitiva de Venezuela.
Si no se lograba ésta unión, los Estados Unidos de Norteamérica nos sometería.
Está claro decir que Bolívar fue siempre un gran admirador de los Estados Unidos
porque él entendía sin recelo alguno que ellos formaban una gran potencia y fue
precisamente en su suelo donde nació la lucha emancipadora que libró Bolívar.
El Libertador quería formar otra potencia como veía que lo era Gran Bretaña,
España y Estados Unidos. Él no quería depender de nadie más, soñaba con que ésta
parte del mundo fuera Libre, Consciente y Soberana.

F) DISCURSO DE ANGOSTURA

El discurso de Angostura es la intervención que hizo Simón Bolívar en el recién


creado Congreso de Angostura en el contexto de la independencia de Venezuela y
Colombia. El discurso fue publicado en el Correo del Orinoco, números 19, 20, 21 y
22 del 20 de febrero al 13 de marzo de 1819.
En el discurso pronunciado durante casi una hora ante El Congreso de
Angostura, el Libertador analizó de manera profunda la realidad de su tiempo,
señalando la conveniencia de que las instituciones que surgieran en América a raíz de
la Independencia, debían responder a las necesidades y posibilidades de estas
sociedades, sin copiar modelos de tierras extrañas. Aunque se reconoce en este
documento lo favorable del régimen federal para otras naciones; se sostiene que en el
caso de Venezuela es preferible un Centralismo, basado en un Poder Público
distribuido en las clásicas ramas: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; resaltando la
fortaleza del Ejecutivo. Sugiere también Bolívar que a estos tres poderes se agregue
una cuarta instancia denominada Poder Moral, destinado a exaltar el imperio de la
virtud y enseñar a los políticos a ser probos e ilustrados. Asimismo, concebía la idea
de una Cámara Alta hereditaria, para mantener en ella la tradición edificante de los

18
padres de la patria; lo cual no encajó muy bien con la letra del Poder Moral. En una
demostración de gran ilustración el Libertador hace reminiscencias de Grecia y Roma
y examina las instituciones políticas de Gran Bretaña y Estados Unidos, citando para
esto a filósofos y políticos de la Enciclopedia y de la Revolución Francesa, para
desembocar en la necesidad de instaurar un sistema republicano-democrático, con
proscripción de la nobleza, los fueros y privilegios, así como de la abolición de la
esclavitud. Otro aspecto al que dedicó una importancia fundamental en el proceso de
consolidación de las repúblicas latinoamericanas, fue a la educación. En este sentido,
para él educar era tan importante como libertar. De lo que se desprende su memorable
sentencia: "Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras
primeras necesidades". Después de desarrollar otros tópicos relacionados con una
visión sobre la grandeza y el poderío de la América libra y unida, cierra Bolívar su
discurso con la siguiente exhortación al Congreso: " Señor, empezad vuestras
funciones: yo he terminado las mías". Tras esto hizo entrega de un proyecto de
Constitución así como del Poder
Moral, a fin de que fueran estudiados por los diputados, añadiendo: "El
Congreso de Colombia está instalado; en él reside, desde este momento, la Soberanía
Nacional. Mi espada y las de mis ínclitos compañeros de armas están siempre prontas
a sostener su augusta autoridad. ¡Viva el Congreso de Colombia.

F) PROCLAMA DEL LIBERTADOR

“Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes
la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad.
Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento.
Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado,
mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me
han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono”.
”Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la
manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación
de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión: los pueblos
obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del
santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en
defender las garantías sociales”.
”¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi
muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré
tranquilo al sepulcro.”
Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830.

El contenido de la última proclama del Libertador se puede calificar de sincero


y exacto, teniendo en cuenta que, en ningún momento se deslinda de la realidad. Por
otra parte, es posible realizar una pequeña crítica a la proclama, referida a la frase
colombianos, usada por Bolívar para dirigirse a los ciudadanos de la Gran Colombia
19
que ya se había separado para el momento de ser dictado este documento. También es
posible que Bolívar diga esta frase a menara de afecto y añoranza de su proyecto que
al final fue destruido por razones políticas, geográfica y la falta de unión entre sus
miembros.
Si nos remitimos al documento (la última proclama) este de manera explícita no
nos da la información requerida, Pero analizando el testamento del Libertador
realizado en la misma fecha, encontramos lo siguiente: "…hallándome gravemente
enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural…" con
estas palabras nos sirve para fiarnos del buen juicio que Bolívar poseía al momento
de elaborar su última proclama. Se encontraba en su sano juicio mental, que se
ratifica de manera implícita en el documento trabajado.
debemos destacar que aun enfermo, el moribundo prócer de nuestra
independencia vio en la hacienda el lugar mágico y propicio no solo para descansar y
pasar sus últimos días; fue este rincón de nuestra amada Santa Marta que Bolívar se
inspiraría para escribir el magnifica documento conocido como “La Última
Proclama” en ella el caraqueño perdona a los colombianos por desconfiar de su
desprendimiento y habla de la lucha para conseguir la independencia mostrando que
su deseo era ver a Colombia consolidada y unida para así descansar en paz.
Para analizar concretamente la última proclama debemos dividirla en varios
aspectos, los cuales destacamos:
En el campo histórico:
- La última Proclama se recuerda a nivel histórico como el documento que
escribió el Libertador Simón Bolívar en su lecho de muerte, y el cual nos expresa
tanto sus deseos sociales y políticos de ver una patria unida, centralizada y sobre todo
libre.
En el campo social:
Bolívar habla de aquellos enemigos que se valieron de calumnias e injurias para
devastar credibilidad, reputación y honor, además de aquellos colombianos que
desconfiaron de él, pues no falto quien la acusara de ser de poder e interés.
Menciona a quienes tras su pellejo lo llevan poco a poco a la muerte política y
más tarde a la tumba.
Perdona a una sociedad que aprovecho su valentía para conseguir la libertad
pero más tarde le dio la espalda aun cuando lo único que buscaba era lograr el noble
ideal de unión y hermandad.
En el campo político:
Resalta sus esfuerzos desinteresados para conseguir la independencia de
España.
Replantea su deseo de ver una Colombia fuerte y unida a pesar del anterior y
reciente fracaso de la Gran Colombia.
Destaca la organización política como arma para sacudirnos de la anarquía y la
lucha aguerrida para alcanzar la anhelada patria.
Nos expresa como la iglesia debe ocuparse solo de sus asuntos religiosos y
como los militares deben velar por el bien de la sociedad, sin vincularse a los asuntos
políticos.
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Deberes, derechos políticos y derechos humanos :
El término Deberes hace referencia a las actividades, actos y circunstancias que
implican una determinada obligación moral o ética. Generalmente, los deberes se
relacionan con determinadas actitudes que todos los seres humanos,
independientemente de su origen, etnia, edad o condiciones de vida están obligadas a
cumplir a modo de asegurar al resto de la humanidad:
Artículo 130.- Los venezolanos y venezolanas tienen el deber de honrar y
defender a la patria, sus símbolos, valores culturales, resguardar y proteger la
soberanía, la nacionalidad, la integridad territorial, la autodeterminación y los
intereses de la Nación.
Artículo 131.- Toda persona tiene el deber de cumplir y acatar esta
Constitución, las leyes y los demás actos que en ejercicio de sus funciones dicten los
órganos del Poder Público.
Artículo 132.- Toda persona tiene el deber de cumplir sus responsabilidades
sociales y participar solidariamente en la vida política, civil y comunitaria del país,
promoviendo y defendiendo los derechos humanos como fundamento de la
convivencia democrática y de la paz social.
Artículo 133.- Toda persona tiene el deber de coadyuvar a los gastos públicos
mediante el pago de impuestos, tasas y contribuciones que establezca la ley.
Artículo 134.- Toda persona, de conformidad con la ley, tiene el deber de
prestar los servicios civil o militar necesarios para la defensa, preservación y
desarrollo del país, o para hacer frente a situaciones de calamidad pública. Nadie
puede ser sometido a reclutamiento forzoso.
Toda persona tiene el deber de prestar servicios en las funciones electorales que
se les asignen de conformidad con la ley.
Artículo 135. Las obligaciones que correspondan al Estado, conforme a esta
Constitución y a la ley, en cumplimiento de los fines del bienestar social general, no
excluyen las que, en virtud de la solidaridad y responsabilidad social y asistencia
humanitaria, correspondan a los particulares según su capacidad. La ley proveerá lo
conducente para imponer el cumplimiento de estas obligaciones en los casos en que
fuere necesario. Quienes aspiren al ejercicio de cualquier profesión, tienen el deber de
prestar servicio a la comunidad durante el tiempo, lugar y condiciones que determine
la ley.
El Derecho político es una rama jurídica que aglutina todos los ámbitos de
estudio del Derecho que están relacionados con el fenómeno político. Para algunos es
considerada una disciplina de contornos difusos:
Derechos electorales activos, que consiste en el derecho a votar, es decir, en
participar en todo lo que tenga que ver con la organización del Estado, sea para:
elegir a un gobernante, ó para participar en las formas semidirectas de democracia.
Derechos electorales pasivos, que es la capacidad que poseen los ciudadanos
para postulare a los cargos electivos. En este último caso, el ciudadano que quiera
ejercerlos debe reunir como requisitos aquellos contemplados en los arts.48, 55 y 89
21
de la CN, además de pertenecer a algún partido político.
El Estado es el responsable de respetar, garantizar y promover el ejercicio de
los derechos humanos. Respetarlos significa no interferir con áreas específicas de la
vida individual; garantizarlos implica adoptar las medidas necesarias para lograr su
satisfacción en la población, y asegurar la prestación de determinados servicios:
A la vida.
A la integridad personal -física, psíquica y moral.
A la libertad personal.
A peticionar ante las autoridades.
A la libertad de expresión.
A la protección de la libertad de conciencia y de religión.
A reunirse libremente y a asociarse.
A la identidad y la nacionalidad.
A la propiedad privada.
A circular y a residir en el territorio de un Estado.
A un juicio justo en un plazo razonable ante un tribunal objetivo, independiente
e imparcial y a la doble instancia judicial.
A la presunción de inocencia.
A la defensa.
A no ser discriminado.
A trabajar, a la salud y la cultura.
A la protección y asistencia familiar.
A la asistencia de niños y adolescentes.
A recibir protección y asistencia durante el embarazo y parto.
A una alimentación, vestido y vivienda adecuadas.
A la educación pública y gratuita en todos los niveles de enseñanza.

Participación popular en la defensa de la nación

El entonces Presidente de la República Hugo Rafael Chávez Fría inauguró en el


2007 con el anuncio de incorporar a la denominación de cada uno de los Ministerios
la frase "del poder popular”.
Es decir, tendremos desde ahora, entre otros, el Ministerio del Poder Popular
para la Defensa, una rimbombante expresión que convoca por lo pronto a una serie de
reflexiones.
1 El poder popular no excluye la participación individual. En efecto, se ha
pretendido ahora en función del discurso presidencial colectivizar el derecho de
participación como única forma posible de ejercerla. Eso es inadmisible en el régimen
vigente de Derechos Humanos en Venezuela. El derecho de participación ciudadana
no presupone la existencia de una asociación o comuna de personas para poder ser
ejercido. Puede ser ejercido también desde la individualidad de una persona que
queriendo intervenir en los asuntos públicos, expresa su opinión o eleva una petición.
2 La defensa militar no corresponde al poder popular. La defensa militar
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corresponde a la Fuerza Armada Nacional, al menos bajo el régimen actual de
condiciones establecidas en la Constitución vigente.
En efecto establece la carta magna que la Fuerza Armada Nacional constituye
una institución organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía
de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa
militar. No asigna la Constitución a los ciudadanos la defensa militar de la Nación,
como tampoco se lo asigna a ninguna otra institución creada por la Constitución o a
ser creada por la ley.
3 La Fuerza Armada Nacional no está al servicio del poder popular.
La Fuerza Armada Nacional está al servicio de la Nación y en ningún caso al de
persona o parcialidad política alguna. El poder popular no deja aún de ser una
entelequia pendiente de definiciones legales que permitan su instrumentación. La
Nación es una realidad.
4 El poder popular podrá orientarse a la defensa de cualquiera de los ámbitos
distintos al de la defensa militar, pues este corresponde a la Fuerza Armada Nacional.
Sin embargo en el marco de la defensa nacional, el poder popular no podrá ser
utilizado con el fin de defender la revolución o el socialismo del siglo XXI,
expresiones de carácter ideológico que acompañan una parcialidad política presente
en el Estado. El poder popular para la defensa de los ámbitos económico, social,
cultural o ambiental por ejemplo, estará orientado por los valores expresados en las
disposiciones fundamentales de la Constitución, los cuales por cierto no pueden ser
modificados a través de una reforma constitucional, por disposición expresa de la
carta magna, en su artículo 342. Valores como el de la democracia, la igualdad, la
preeminencia de los derechos humanos, el pluralismo político, la descentralización y
la alternabilidad en el ejercicio del gobierno, será acate los que guiarán en todo
momento los principios de lo que será esa participación popular para la defensa de la
Nación.
5 En conclusión, el poder popular para la defensa nacional no debe ser
concebido como un modelo en el que las mayorías imponen las reglas que acatan las
minorías. Esto sería un nuevo episodio oprobioso de tiranía, esta vez en nombre de la
seguridad y defensa nacional.
La defensa militar no corresponde al poder popular. La defensa militar
corresponde a la Fuerza Armada Nacional, al menos bajo el régimen actual de
condiciones establecidas en la Constitución vigente.

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