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Los actos conclusivos en el proceso penal de Venezuela Por Carlos

Luís Sánchez Chacín

Publicado el 27.01.2011

“Quien quiera enseñarnos una verdad, que no nos la diga: que nos
sitúe de modo que la descubramos nosotros…”  (José Ortega y
Gasset).

INTRODUCCIÓN

            El Proceso Penal esta compuesto por una serie de fases o


etapas, que engranadas entre si, van dirigidas a cumplir un objeto o
finalidad específica (La búsqueda de la Verdad). Cada una de esas
estaciones procesales, presentan características que las diferencian
entre si. En la Fase preparatoria (Indagatoria, Investigativa), la
contribución al objeto del proceso, va dirigida esencialmente a tres
aspectos (Objetivos) resaltantes: 1.- A determinar la existencia de un
hecho punible; 2.- Individualizar e identificar a los presuntos autores o
partícipes del delito; y 3.-Sustentar  el Juicio Oral y Público, en base a
los elementos de convicción recabados, a los fines de que recaiga
sobre los responsables la consecuencia jurídica dimanada de la acción
criminal. El Ministerio Público, como titular de la acción penal pública
(Ver: Art. 285 de CRBV, Arts. 11, 24, 108, 281 del COPP,  y Art. 16 de
la LOMP) es el llamado, a dar inicio a una investigación preliminar, a
los fines de la consecución de los objetivos previamente señalados.
Durante el Desarrollo de esta etapa de pesquisa, pueden suscitar
distintas situaciones, las cuales van a incidir en el pronunciamiento a
emitir por el Fiscal del Ministerio Público para finalizar esa etapa del
proceso. Justamente en esos actos conclusivos se enfocará el
presente ensayo.

La Búsqueda de la Verdad como Objeto del Proceso:

            Uno de los puntos álgidos al estudiar el Proceso Penal, es la


delimitación conceptual de su Objeto. Mucho se ha escrito sobre la
verdad, no es mi intención ahondar en los aspectos filosóficos que
enmarcan la misma, sino más bien dirigirme directamente, al Tipo de
Verdad, que se busca en el Proceso.

            La verdad procesal, o material, es a todas veces la que se


persigue en un proceso penal de corte garantista. Extinta ha quedado
toda intención de establecer una búsqueda de la verdad real, por
cuanto es ciertamente inútil, tratar de alcanzar lo que no podemos
llegar a saber en su totalidad. Ya señala el maestro italiano Luigi
Ferrajoli[1], que: “Si una justicia penal completamente con verdad 
constituye una utopía, una justicia penal completamente sin verdad
equivale a un sistema de arbitrariedad”. Y es que, en un proceso penal
donde se pretenda conseguir la verdad a toda costa, al final a pesar de
la búsqueda incesante no se lograra la verdad absoluta. Por ello, es
que el proceso penal sólo busca una verdad procesal, que se pueda
establecer en el proceso mediante el desenvolvimiento probatorio de
las partes, y la apreciación sana y crítica de esas pruebas por un
Tercero imparcial. Es a esa verdad a la que se debe apelar, la cual
estará enmarcada por una serie de principios y garantías que
permitirán la filtración de cualquier  mecanismo de arbitrariedad para
su  consecución.

            En la fase preparatoria, se va configurando la verdad procesal,


en tanto-como previamente señalábamos al inicio de este estudio-
esta encaminada a cumplir con unos determinados objetivos, que
hacen posible en conjugación con los demás actos desarrollados en
las distintas fases del proceso, el establecimiento de la finalidad del
mismo.  Veamos de qué forma se produce esa contribución:

            Al determinar la existencia del hecho punible, ya existe un


grado de verdad, que conllevará  a la persecución de los posibles
autores o partícipes de dicho delito, al momento en que son
individualizados e identificados los presuntos responsables del
accionar delictivo, se estará escalando otro peldaño en el grado de
verdad, que su vez desemboca en la posibilidad de recabar los
elementos de convicción que permitan fundamentar una acusación
como solicitud de enjuiciamiento de los presuntos autores de la
comisión del Delito, dando así paso a otro grado de verdad procesal,
el cual estará dirigido a verificar la fundamentación  fáctica-jurídica de
la pretensión punitiva, pero es importante señalar, que debido a que la
mayor actividad probatoria (en realidad toda) se reproduce en el Juicio
Oral y Público, es allí donde se terminará de configurar la verdad
procesal[2].

Los Actos Conclusivos de la Fase Preparatoria:


            Los actos conclusivos, los defino como aquellos posibles
pronunciamientos del Fiscal del Ministerio Público, a los efectos de
concluir con la investigación, paralizándola, concluyendo el proceso o
más bien dando paso a nuevas etapas del mismo.  Al respecto señala
el profesor José Ignacio Cafferata Nores[3]: “Se trata de un momento
del proceso en que, tras el agotamiento de las vías de conocimiento
formales (o sea, las pruebas) obtenidas durante la investigación
preparatoria, se abre un espacio para la reflexión crítica sobre la
investigación, tendiendo a obtener un mérito conclusivo de la misma,
que se formalizará en un requerimiento concreto sobre la solución
desincriminatoria o acusatoria que se estima corresponde al caso”.
(Subrayado de mi Responsabilidad).

            Esa reflexión crítica que señala el precitado doctrinario, podrá


concluir la fase preparatoria de tres formas completamente
diferenciadas, contempladas en el Titulo I, Capítulo  IV artículos 315,
318 y 326 respectivamente todos del Código Orgánico Procesal Penal.

Archivo Fiscal (Art. 315 COPP): “Cuando el resultado de la


investigación resulte insuficiente para acusar, el Ministerio Público
decretará el archivo de las actuaciones, sin perjuicio de la reapertura
cuando aparezcan nuevos elementos de convicción. De esta medida
deberá notificarse a la víctima que haya intervenido en el proceso.
Cesará toda medida cautelar decretada contra el imputado a cuyo
favor se acuerda el archivo. En cualquier momento la víctima podrá
solicitar la reapertura de la investigación indicando las diligencias
conducentes…”. (Subrayado del autor)
            El archivo de las actuaciones, es uno de los actos que
concluyen la fase preparatoria[4], fundamentado en que el resultado
obtenido en el desarrollo de la investigación preliminar, resulta
insuficiente como para poder sustentar una acusación formal en contra
del imputado.  A consecuencia de esto último, el Fiscal del Ministerio
Público se ve tentado a hacer descansar el expediente en uno de los
tantos archivadores que se encuentran en su despacho. Si bien,
contempla la norma la posibilidad de la reapertura de la investigación
en el momento en que surjan nuevos elementos de convicción, en la
realidad procesal diaria, vemos como es prácticamente imposible que
se logre la reapertura de un archivo fiscal, lo que viabiliza que se
mantenga en zozobra sempiterna al imputado, por cuanto
permanecerá como tal sin esperanza alguna de que cambie la
situación. Al respecto señala el Ilustre Procesalista Alberto M.
Binder[5], que cuando se utiliza de forma desmesurada  esta figura del
Archivo Fiscal (En argentina recibe el nombre de Sobreseimiento
Provisional): “implica, de hecho, dejar la investigación en una especie
de “limbo”, ya que la persona imputada no llega a saber con precisión
cuál es su verdadera situación procesal o real.”

            Ha sido doctrina del Ministerio Público[6], que: “…el Archivo


Fiscal debe ser decretado por el representante del Ministerio Público
una vez que hayan sido realizadas t
odas las diligencias necesarias y pertinentes tendientes a la búsqueda
de elementos permitan alcanzar una convicción acerca de la
perpetración de un hecho punible y sus circunstancias, así como
respecto a la individualización de su autor y –de ser el caso- de los
partícipes.”

            En razón de la posición del Ministerio Público antes reseñada,


no concibe quien explana las presentes líneas, como se pueden
archivar las actuaciones, si se han realizado todas las diligencias
pertinentes y necesarias tendientes a la búsqueda de los elementos
que permitan alcanzar convicción. Soy de la opinión que el Archivo
Fiscal, lesiona en cierto modo el principio de Inocencia y su
consecuente garantía como lo es el In Dubio Pro Reo, por cuanto si se
ha materializado una investigación seria, no veo razón justa, en la cual
se pueda fundar la existencia de un mecanismo de paralización de la
investigación, como lo es el Archivo Fiscal, que somete a una
imputación perpetua.

            Nuestro Código Adjetivo Penal, al contemplarlo dentro de su


normativa, permite que se pueda practicar el mencionado acto
conclusivo, el cual debe estar muy bien fundamentado, en razón de
que el deber ser de la investigación criminal, es que se inculpe o se
exculpe, pero no puede existe un inter. La Dirección de Revisión y
Doctrina del Ministerio Público ha establecido el criterio siguiente en
relación a la fundamentación de las actuaciones fiscales: “Inmotivado
resulta el escrito fiscal que se limita únicamente a solicitar realizar,
interponer o decretar algún acto procesal, sin justificar el porqué de su
apreciación. En otras palabras, todo escrito emanado de los
representantes del Ministerio Público, debe estar suficientemente
razonado de tal forma que valga por sí mismo en cuanto a su
contenido”[7].
            A pesar de la opinión respetable del Ministerio Público, no
podemos justificar lo injustificable, el Archivo de las Actuaciones es un
ataque directo a la democratización del proceso penal. Indica el Art.
315: “…En cualquier momento la víctima podrá solicitar la reapertura
de la investigación indicando las diligencias conducentes”. Parece que
olvidó el Legislador, que no todas las acciones delictivas, van dirigidas
a una persona determinada o determinable, como lo somos
individualmente cada uno de los seres humanos[8] (O las Personas
Jurídicas). En caso, de que la víctima sea una persona (Natural o
jurídica)  determinable, creo que es un absurdo pretender que la
misma se aboque  a señalarle al Fiscal las diligencias conducentes.

Oportunidad para ejercer el Archivo Fiscal:

            El archivo fiscal solamente podrá relucir en la fase


investigativa, por cuanto es en ella donde se desenvuelve el conjunto
de diligencias tendientes a corroborar la existencia del delito, y la
individualización e identificación de los presuntos autores o participes
del hecho.  Únicamente en la fase preparatoria, el fiscal del Ministerio
Público, fundamentado en las conclusiones de las pesquisa, podrá
decretar el archivo de las actuaciones, por ser insuficiente los
elementos de convicción recabados, no permitiendo así, la
fundamentación de una Acusación.

Requisitos:

1.- Base Legal de actuación que faculta al Fiscal del Ministerio Público,
para decretar el archivo fiscal: La actuación del Ministerio Público, se
debe plenamente a la Ley, en función del principio de Legalidad. En
todo decreto de archivo fiscal, deben estar contenidos los preceptos
legales en los cuales se le faculta al representante de la vindicta
pública para poder esgrimir dicha actuación, y más aún porque ese
pronunciamiento va dirigido a clausurar provisionalmente una etapa
del proceso.

2.-Descripción de los Hechos Objeto de la Investigación: El proceso


penal gira en torno a hechos pasados. Lo que se busca con la
investigación criminal es poder establecer lo más cercano a la que
verdaderamente aconteció, por ello, el decreto de archivo fiscal deberá
expresar una descripción clara, precisa y circunstanciada del hecho
objeto de la investigación.

 3.-Señalamiento de las Diligencias practicadas: El decreto de archivo


fiscal, al fundamentarse en las conclusiones dimanadas de la
investigación preliminar, debe indicar en un orden cronológico y
coherente, las distintas diligencias realizadas y los resultados
obtenidos como consecuencia de la misma.

4.-Motivación del decreto de archivo fiscal: Ya lo hemos señalados en


reiteradas ocasiones, la motivación del decreto del archivo fiscal debe
estar sustentado en el cúmulo de diligencias practicadas, y en una
argumentación lógica, mediante la cual el fiscal debe dar a conocer el
motivo de porqué considera que no existen suficientes elementos de
convicción como para fundamentar una acusación. Lo que
irremediablemente dará paso al archivo de las actuaciones.
5.-Fecha del decreto de archivo: Todo escrito de archivo fiscal debe
contener la fecha en que se libra, a lo efectos de prever seguridad
jurídica, y permita también a la víctima conocer con exactitud en que
día fue decretado el archivo fiscal que considere le ha causado un
agravio.

Efectos del archivo fiscal:

             El efecto principal de un acto conclusivo, como muy bien lo


indica su nombre, es concluir la fase preparatoria. Al desentrañar lo
referente al Archivo Fiscal, nos damos cuenta que desde un punto de
vista objetivo, esta institución no representa un verdadero acto
conclusivo, puesto que no concluye nada en lo absoluto. Al respecto
señala Carlos Moreno Brand[9], que el Archivo Fiscal: “no pone fin a la
investigación ni impide su continuación”. Ya que no se clausura
totalmente con la investigación, ni mucho menos la fase preparatoria,
por tanto el proceso sigue vivo.

            Uno de los efectos salvables que produce la presente


institución es el cese de toda medida cautelar decretada contra el
imputado en cuyo favor se acuerda el Archivo.

            Para concluir este punto vale citar las palabras del destacado
procesalista patrio Rodrigo Rivera Morales[10], cuan apunta: “Esta
figura de archivo fiscal, es una invención raigambre inquisitiva y
antidemocrática, que equivale a una especie de absolución de
instancia, pues el imputado queda en incertidumbre: ni culpable, ni
inocente, la insuficiencia de prueba desde un punto de vista sustancial
tiene que apreciarse como favorable al imputado…”

            Después de todo lo expuesto, cabe hacernos una pregunta:


¿Puede ser sobreseída una causa que previamente haya sido
archivada? Más adelante, trataremos este asunto, a los fines de poder
esgrimir una respuesta coherente.

Sobreseimiento (art. 318 COPP):

            En titulo de homenaje a quien en vida fue un sobresaliente


Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, un Profesor impecable, y
en fin, un amante del Derecho Procesal Penal, iniciare explanando el
concepto de sobreseimiento aportado a la Ciencia Procesal por el Dr.
José Erasmo Pérez-España[11], el cual versa en los siguientes
términos: “…el sobreseimiento es un pronunciamiento jurisdiccional
que pone fin al proceso, extingue la acción y pasa en autoridad de
cosa juzgada…”

            El segundo pronunciamiento que puede suscitar como


consecuencia directa de las resultas de la investigación preliminar, es
la Solicitud de Sobreseimiento, contemplado en el artículo 318 del
Código Orgánico Procesal Penal: “El sobreseimiento procede cuando:

1. El hecho objeto del proceso no se realizó o no puede atribuírsele al


imputado;
2. El hecho imputado no es típico o concurre una causa de
justificación, inculpabilidad o de no punibilidad;

3. La acción penal se ha extinguido o resulta acreditada la cosa


juzgada;

4. A pesar de la falta de certeza, no exista razonablemente la


posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación, y no haya
bases para solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado;

Así lo establezca expresamente este Código.”

            El sobreseimiento, que proviene del Latin: super-cedere


(desistir de la pretensión que se tenía), constituye una de las formas
de concluir con la investigación y el único acto conclusivo que de
forma extraordinaria concluye el proceso. Y es así, en tanto que en un
Proceso Penal acusatorio, no podemos esperar la conclusión de un
Juicio Oral y Público, que se realizará más como ritual procedimental,
que como herramienta de prosecución de justicia, para absolver a un
imputado, que mediante las diligencias pertinentes y necesarias ha
quedado excluido de toda probabilidad de culpa.

            En la misma dirección el destacado Procesalista cubano-


venezolano Eric Lorenzo Pérez Sarmiento[12], enseña: “El
sobreseimiento, también conocido como preclusión o dismiss, procede
cuando de la investigación resulte que el hecho que motivó la apertura
de la averiguación es inexistente, no puede ser suficientemente
acreditado o resulte no ser constitutivo de delito, o cuando no conste la
participación de los imputados en ninguno de los supuestos de autoría,
complicidad o encubrimiento previstos por la ley penal sustantiva, así
como cuando se compruebe la existencia que impidan continuar el
procedimiento o sancionar el delito, tales como la muerte del acusado,
la cosa juzgada (non bis in idem), la prescripción de la acción penal, la
enajenación mental comprobada o sobrevenida y la despenalización
de la conducta perseguida.”

            Se presenta el sobreseimiento como un remedio procesal,


como un instrumento capaz  de economizar los gastos excesivos
dentro del proceso, terminando total o parcialmente el mismo, con
carácter definitivo.

            Naturaleza Jurídica del Sobreseimiento:

            El Sobreseimiento de la causa, ha sido acogido por gran parte


de la doctrina patria, como una decisión interlocutoria o auto con
carácter definitivo, por ser una resolución judicial anticipada de
terminación del proceso, claro esta, cuando concurre algunas de las
causales contempladas en el art. 318 del COPP. En España, indica el
autor Carlos Jiménez Segado[13]: “La terminación anticipada del
proceso penal en la fase de investigación oficial, por concurrencia de
una causa de exclusión tiene su encaje doctrinal y jurisprudencial en el
sistema de sobreseimiento libre.”

            El Legislador patrio, ha gustado denominar al Sobreseimiento


como uno de los tres tipos de sentencia a esperarse dentro del
Proceso Penal, al expresar en el artículo 173 de la norma adjetiva
penal:
“Las decisiones del tribunal serán emitidas mediante sentencia o auto
fundados, bajo pena de nulidad, salvo los autos de mera
sustanciación.

Se dictará sentencia para absolver, condenar o sobreseer.

Se dictarán autos para resolver sobre cualquier incidente.”

            Ahora bien, parece más conveniente el criterio mantenido por


la doctrina patria, al considerar el Sobreseimiento como un Auto con
carácter definitivo, por cuanto lo acuerda (en el caso de las etapas
Investigativa e Intermedia), un juez de Control. En cambio, podríamos
hablar de una sentencia de Sobreseimiento, en el supuesto de que la
misma sea decretada durante la Fase de Juicio, una vez concluido el
debate.

Característica del Sobreseimiento:

            Dentro de las características del Sobreseimiento podemos


señalar:

Es un pronunciamiento judicial: Por cuanto es el órgano jurisdiccional


quien debe dictarlo, ya sea como auto con carácter definitivo en las
dos primeras fases del proceso penal, o como sentencia en la fase de
Juicio.
Es un acto conclusivo de la fase preparatoria: El representante de la
vindicta pública, podrá solicitar sea decretado el sobreseimiento de la
causa, cuando de los resultados dimanados de la investigación,
resulte que encuadre en alguna de las causales comprendidas en el
artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal.
Es Personal: Por cuanto se dicta a favor de las personas, y no de los
hechos, aunque quisiera hacer un pequeño paréntesis en este punto.
Si bien es cierto que en prima facie, el sobreseimiento va dirigido a
favor de una o varias  personas, no es menos cierto, que en muchas
oportunidades se presenta que el hecho objeto de la investigación
resulto ser atípico, en otras palabras no constituía delito. En ese caso
considero que estamos en presencia de un Sobreseimiento que no
solamente va dirigido en favor de la persona imputada, sino también
contra del hecho no delictivo. O por qué no?, ha sucedido que en no
pocas oportunidades se tiene el conocimiento de la comisión de un
hecho punible, pero con el transcurso del tiempo, luego de haber
realizado de forma exhaustiva las diligencias pertinentes y necesarias,
se comprueba que el hecho objeto de la investigación, no existió, o
que la acción penal estaba evidentemente prescrita, pero aun así, si
no hay ninguna persona individualizada e identificada, ¿Cómo se
podría solicitar el sobreseimiento de esa causa? En este sentido invito
a leer la Decisión de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo
de Justicia, signada con el Nro. 141 de fecha 03/05/05, expediente 03-
109, con ponencia del Magistrado Alejandro Angulo Fontiveros[14].
La Decisión que lo acuerda debe estar motivada: La fundamentación
de esta decisión estará basada en la fundamentación fáctica-jurídica,
que hagan encuadrar la solicitud en una de las causales establecidas
en el artículo 318 del COPP.
Produce los mismos efectos que una sentencia absolutoria, y tiene
carácter de Cosa Juzgada.
Tipos de Sobreseimiento:

            El sobreseimiento ha sido clasificado de la siguiente forma:

            1.-En cuanto a la finalización o no del Proceso:

Sobreseimiento Definitivo: Es aquella resolución judicial, proferida


antes de la oportunidad legal, que pone fin al proceso, siempre y
cuando se evidencie que se concurra en una de las causales
contenidas en el art. 318 del COPP. Señala el Dr. Humberto
Becerra[15], que el sobreseimiento definitivo: “…Produce de manera
inmediata término al procedimiento y por tanto tiene la autoridad de
cosas juzgada, impidiendo por el mismo hecho toda nueva
persecución contra el imputado o acusado a favor de quien se hubiese
declarado, haciendo cesar todas las medidas de coerción que
hubiesen sido dictadas en el iter procesal…”
Sobreseimiento Provisional: Es aquel que no produce la finalización
del proceso, por ende no adquiere el carácter de cosa juzgada,
permitiendo así una nueva persecución. En palabras más simples, el
efecto principal de este tipo de sobreseimiento es la suspensión
provisional del proceso. Es importante traer a colación que la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia[16] es del criterio que
procede el decreto de sobreseimiento provisional cuando se declara
con lugar la excepción prevista en el literal i del numeral 4 del Art. 28
del COPP, al indicar que: “Cuando el mo
tivo del “sobreseimiento” es éste, la nueva persecución contra el
imputado es posible si se purgan los defectos, y por lo tanto si ello
ocurre, la nueva causa no es una nueva persecución penal contra el
imputado…”

            2.-En cuanto abarque o no a todos los imputados[17]:

Sobreseimiento Total: Es aquel que se dicta a favor de todos los


imputados o acusados, no permitiendo una nueva persecución en aras
del Principio Non Bis In Idem.
Sobreseimiento Parcial: Este tipo sobreseimiento, como su nombre lo
indica va dirigido sólo  a algunos de los imputados o acusados, lo que
me permite que la acción penal siga en ejercicio en contra de aquellos
que no han sido favorecido por el sobreseimiento de la causa, y en
esto se justifica el carácter personal del sobreseimiento.

3.-En cuanto a la forma de proceder:

De Oficio: Es aquel que se dicta ex officio, por iniciativa del órgano


jurisdiccional, como por ejemplo el supuesto en el que la acción penal
se encuentre extinta, producida por la muerte del imputado o acusado,
de conformidad con lo establecido en el artículo 318 numeral 3 en
consonancia con lo dispuesto en el artículo 48 numeral 1, todos del
Código Orgánico Procesal Penal.
A instancia de parte: Como se puede inferir lógicamente, es aquel que
se dicta a requerimiento de uno de los sujetos legitimados
procesalmente para solicitar dicho pronunciamiento.

4.- En cuanto a la forma de Decretarlo:


Facultativo: Se desprende del prudente arbitrio del Juez,  cuando
considera procedente la aplicación de alguna de las causales del 318
del COPP.
Obligatorio: Por cuanto el Juez lo dicta compelido en base a la los
parámetros de legalidad, en ese sentido siempre que concurra alguna
o varias las causales contenidas en el artículo in comento, se debe
decretar el sobreseimiento de la causa.

Causales de Sobreseimiento:

            Las causales que dan origen al sobreseimiento de la causa,


están insertas en el artículo 318 del Código Orgánico Procesal Penal,
a continuación procederé a enunciar y comentar brevemente cada
una:

1.- EL HECHO OBJETO DEL PROCESO NO SE REALIZÓ O NO


PUEDE ATRIBUÍRSELE AL IMPUTADO: Al inicio del presente
ensayo, esbozamos una reflexión sobre el Objeto del Proceso Penal,
es evidente que si la fase investigativa va dirigida entre otras cosas a
verificar o corroborar la existencia del presunto hecho punible, y del
resultado se desprende que tal hecho no existió o no se realizó, lo
apegado a derecho en ese caso sería la solicitud del Sobreseimiento
de la Causa a favor del imputado (Ejemplo: Una persona en anonimato
llama al CICPC informando que Pedro González ha dado muerte a un
ciudadano de nombre Luís Gómez, ponen en conocimiento del
Ministerio Público lo señalado por el denunciante, y se dicta una orden
de inicio, a los fines de realizar la investigación preliminar, pero al final
de la investigación resulta que Luís Gómez esta vivo, y no presenta
ningún tipo de lesión que permita crear sospecha de que fue victima
de alguna agresión por parte del ciudadano Pedro González, las
conclusiones arrojan que el hecho denunciado no existió). De igual
forma, cuando de los resultados de la pesquisa se evidencia de forma
objetiva que el hecho objeto de la misma no puede atribuírsele al
imputado, entonces estaríamos en presencia del segundo supuesto
contenido en este numeral 1 para solicitar el sobreseimiento de la
causa (Ejemplo: El Ministerio Público solicita una orden allanamiento
al tribunal  de control, dirigida a una dirección específica lugar donde
reside un ciudadano de nombre: Carlos Pérez, por cuanto mediante
labores de inteligencia se presume que el referido ciudadano
distribuye sustancias estupefacientes y psicotrópicas, el Tribunal de
control lo acuerda, y se realiza el procedimiento, resultando en la
incautación de 10 Gramos de Cocaína en la habitación del precitado
ciudadano, pero en vista de que no se hallaba el mismo en la casa,
aprehendieron a la única persona que se encontraba en la vivienda, la
abuela, quien además de no vivir en esa casa, sufre de mal de
alzheimer, evidentemente el hecho punible no puede serle atribuido a
la ciudadana[18]).

2.- EL HECHO IMPUTADO NO ES TÍPICO O CONCURRE UNA


CAUSA DE JUSTIFICACIÓN, INCULPABILIDAD O DE NO
PUNIBILIDAD: Comenta la profesora Magali Vásquez González[19]:
“Esta causal permite al fiscal introducirse en la teoría del hecho
punible y analizar la tipicidad, antijuricidad, culpabilidad y punibilidad
del comportamiento del imputado…” Permite inferir la presente causal,
que el Fiscal debe manejar los aspectos relacionados a la Teoría
General del Delito. (Ejemplo 1 Atipicidad: A César en un
procedimiento policial, se le incauta un envoltorio de material sintético,
contentivo en su interior de un polvo color blanco, presunta cocaína,
luego de ser realizada la experticia química de certeza, se logra
determinar, que dicha sustancia no era estupefaciente ni psicotrópica,
sino que resultó ser Bicarbonato de Sodio, por esta razón, lo apegado
a derecho es solicitar el sobreseimiento del imputado, por cuanto su
conducta no esta tipificada en la Ley Penal Sustantiva como delito;
Ejemplo 2 Antijuricidad: Pedro le causa una lesión a Juan, al
golpearlo intencionalmente con un bate de béisbol, es claro que
estamos ante la presencia de una acción típica y culpable, pero de los
resultados de la investigación preliminar, se logra determinar que el
ciudadano Pedro, usó el bate de béisbol para repeler un ataque del
señor Juan quien tenía en sus manos un arma de fuego accionando la
misma en contra de la humanidad de Pedro, encontrándonos en
presencia de una causa de justificación como lo es la legítima defensa,
y aunque el comportamiento de Pedro se subsume en un Tipo penal, e
incluso tuvo intención de exteriorizarlo, concurre una causa de
Justificación, no estando en presencia de delito; Ejemplo 3
Inculpabilidad: Luís camina de noche por las inseguras calles de su
barrio, y al momento de pasar por uno de los callejones de la misma,
el cual no tenía iluminación eléctrica, ve salir detrás de un paredón a
una persona a alta velocidad, por lo cual acciona su arma de fuego
quitándole la vida. Aquí estaríamos en presencia de una Defensa
Putativa (Art. 65 C.P.), por cuanto el agente actuó en estado de
incertidumbre temor o terror, traspasando los límites de la defensa,
existiendo una causa de inculpabilidad[20]; Ejemplo 4 No
punibilidad[21]: María con la intención de darle muerte a su esposo
Simón, coloca tres gotas de veneno en la taza de té de su marido,
pero antes de que lo beba, María desiste de su acción y bota la taza
de té envenenada. En ese supuesto estaríamos delante de un
Desistimiento Voluntario por parte del agente, y que por ende no es
punible su accionar, por razones de política criminal.

3.- CUANDO LA ACCIÓN PENAL SE HA EXTINGUIDO O RESULTA


ACREDITADA LA COSA JUZGADA: Cuando dentro del proceso
penal surge una de las causales contenidas en el artículo 48 del
Código Orgánico Procesal Penal, procede un sobreseimiento de la
causa, por cuanto en dicha normativa se enumeran ocho causales que
hacen procedente la extinción de la acción penal. Asimismo el
sobreseimiento tendrá procedencia cuando este acreditada la cosa
juzgada, en aras del principio de non bis  in idem. Enseña Humberto
Becerra[22], que: “Para oponer esta causal debe existir: a) identidad
del sujeto, b) identidad de hechos, c) identidad de causa. ¿Qué
significa eso? Simplemente que debe existir estricta correspondencia
de estos elementos, entre la causa que dio lugar a la sentencia con
autoridad de cosa juzgada, y aquella en la cual se alega como causal
de Sobreseimiento basada en el cardinal 3° del artículo 318 del Código
Orgánico Procesal Penal…”

4.- CUANDO A PESAR DE LA FALTA DE CERTEZA, NO EXISTA


RAZONABLEMENTE LA POSIBILIDAD DE INCORPORAR NUEVOS
DATOS A LA INVESTIGACIÓN Y NO HAYA BASES PARA
SOLICITAR FUNDADAMENTE EL ENJUICIAMIENTO DEL
IMPUTADO: Luego de realizada una exhaustiva investigación, puede
suceder, que los elementos de convicción recabados en la misma, no
sean los suficientemente contundentes como para fundamentar el
enjuiciamiento del imputado. El maestro procesalista Juan Montero
Arocca[23], ilustra lo siguiente: “el verdadero enjuiciamiento sólo debe
ser sufrido por el imputado cuando existan elementos suficientes para
ello, elementos que deben ser necesariamente determinados antes de
la apertura de la segunda fase…el juicio sólo debe ser realizado
cuando razonablemente se haya llegado a la constatación, no de que
va a obtenerse una sentencia condenatoria, pero sí de que existen
indicios suficientes de que el hecho existió, de que es delictivo y de
que de él es autor el imputado”. (subrayado de mi responsabilidad).
Esta causal de sobreseimiento se fundamenta, en que se ha hecho
imposible por los medios razonables, incorporar al proceso nuevos
elementos de convicción, que permitan al fiscal del Ministerio Público
fundamentar su pretensión punitiva en contra del imputado. Comparto
totalmente el criterio de Binder[24], cuando de forma magistral
alecciona lo siguiente: “La solución correcta para los estados de
incertidumbre insuperable es también el sobreseimiento. No sólo por
derivación de la regla del in dubio pro reo, sino porque existe un
derecho de las personas a que su situación procesal adquiera, en un
tiempo razonable, un carácter definitivo…”

Oportunidad Procesal:

            El Sobreseimiento puede declararse en las distintas fases que


componen el proceso penal:
Fase Preparatoria: Se puede dar en dos situaciones jurídico
procesales[25]: la primera, en razón de la declaratoria con  lugar de
una de las excepciones opuestas por el imputado o sus defensores, de
conformidad con lo establecido en el artículo 28 del COPP; la
segunda, viene dada a la solicitud como acto conclusivo por parte del
Ministerio Público, en consonancia con lo dispuesto en el artículo 320
ejusdem.
Fase Intermedia: Cuado el Juez de control de conformidad con el
artículo 330 numeral 3 de ibidem, dicta el sobreseimiento, si considera
que concurren alguna de las causales establecidas en la ley (Salvo
que estime que éstas por su naturaleza, solo puedan ser dilucidadas
en el Juicio Oral y Público.
Fase de Juicio: procederá si durante la etapa de juicio se produce una
causa extintiva de la acción penal o resulta acreditada la cosa juzgada
y no es necesaria la celebración del debate conforme a lo establecido
en el artículo 322 del COPP.

Sobreseimiento de una causa previamente archivada:

      Cuando abordamos la institución del Archivo Fiscal, nos


formulamos una pregunta: ¿Puede ser sobreseída una causa que
previamente haya sido archivada?  Si en el entendido que el Archivo
Fiscal derivará cuando de los resultados de la investigación se
concluya que no hay elementos suficientes como para acusar, siendo
el único motivo de la reapertura de la investigación, el surgimiento de
nuevos elementos de convicción, entonces no cabría decir que se
puede reaperturar una causa archivada, sin la existencia de dichos
elementos de convicción. Mal podría el fiscal del Ministerio Público, en
el criterio de quien suscribe estas líneas, reaperturar una causa
archivada para luego sobreseerla de conformidad con el artículo 318
numeral 4 del COPP. La Dirección de Revisión y Doctrina del
Ministerio Público[26], mantiene el siguiente criterio: “…en aquellos
casos en los que el Fiscal del Ministerio Público, motivado por la
carencia de fuentes probatorias que permitan ejercer otro acto
conclusivo, decreta el Archivo Fiscal de las actuaciones y solicita
posteriormente el sobreseimiento de esa misma causa -sin que las
circunstancias que dieron lugar al primer acto conclusivo hayan sido
modificadas-, se incurre en una verdadera incongruencia.” Y esto
viene dado como consecuencia, de una operación lógica, si el fiscal
ordena la reapertura de la investigación (bajo el pretexto de existir
nuevos elemento) y posteriormente solicita el sobreseimiento (de
conformidad con el artículo 318 numeral 4 del COPP), entonces sería
una actuación irresponsable por parte del representante de la vindicta
pública[27].

      En  todo caso, la Dirección antes señalada, ha señalado que:


“acogiendo una interpretación extensiva de nuestro ordenamiento
jurídico y atendiendo a los principios y garantías que rigen al proceso
penal- estima que el ejercicio de una fundada solicitud de
sobreseimiento, cuando no hubieren surgido nuevos elementos que
justifiquen la reapertura, puede admitirse excepcionalmente sólo
cuando exista -respecto a la investigación en concreto- un sujeto
señalado como autor o partícipe de los hechos, pero únicamente
cuando se trate de una causa extintiva de la acción penal[28].

Requisitos del escrito de solicitud de Sobreseimiento:


      El Código Orgánico Procesal Penal, no contempla dentro de sus
estructura normativa, referencia alguna de los requisitos del escrito de
solicitud del sobreseimiento. Por esa razón, a los fines de poder
establecer unos parámetros por los cuales guiarnos, nos ayudaremos
con el contenido de distintos boletines del Ministerio Público en
relación al presente tópico.

      En prima facie, todo escrito de solicitud de sobreseimiento deberá


contener:

1.      Base legal que faculta al Ministerio Público para presentar


solicitud se Sobreseimiento: En razón a que toda actuación de la
vindicta pública debe estar dirigida con el mayor apego a la legalidad.

2.      Identificación de las partes: Deberá contener de igual forma la


identificación plena del imputado, y esto se justifica en lo siguiente[29]:
“La identificación plena de los imputados en la solicitud de
sobreseimiento constituye un dato esencial en el escrito fiscal, en
virtud que una vez acordado y firme, éste alcanzará el efecto de cosa
juzgada, por el cual no será posible una nueva persecución penal del
favorecido por los mismos hechos -non bis in idem-.” Así mismo se
señalara la identificación de la victima, en el caso de haberla, a los
fines de que este garantizada la oportunidad de poder ejercer los
recursos correspondientes, en el caso de que se decrete la solicitud de
sobreseimiento.

3.      Señalamiento de diligencia practicadas: En insuperable cantidad


de oportunidades, hemos recalcado, que el sobreseimiento dependerá
de los resultados emanados de la investigación, siempre y cuando
arrojen irremediablemente a una de las causales contenidas en el
artículo 318 del COPP.

4.      Fundamentos de hecho y derecho: la fundamentación fáctica-


jurídica, es la que sustentara la validez del escrito de solicitud de
sobreseimiento, en él, el fiscal debe plasmar una síntesis de los
hechos[30] objetos del proceso, y la fundamentación jurídica en la cual
basa su pronunciamiento.

5.      Solicitud de Sobreseimiento (Petitorio): Luego del análisis


fáctico-jurídico, se debe exponer la solicitud de sobreseimiento de la
causa, argumentando el porque considera el Ministerio Público, que lo
procedente es que se decrete el Sobreseimiento.

6.      La fecha en la cual se realizo el escrito de sobreseimiento.

Audiencia especial para debatir la solicitud de sobreseimiento:

            Una vez presenta la solicitud de sobreseimiento, el Juez


convocará a una audiencia especial, a los fines de que se debata
sobre dicha solicitud, así lo establece el artículo 323 del Código
Orgánico Procesal Penal: “Presentada la solicitud de sobreseimiento,
el Juez deberá convocar a las partes y a la víctima a una audiencia
oral para debatir los fundamentos de la petición. Cuando estime que
para comprobar el motivo, no sea necesario el debate, deberá dejar
constancia en auto motivado.
            Si el Juez no acepta la solicitud de sobreseimiento, enviará las
actuaciones al Fiscal Superior del Ministerio Público, para que,
mediante pronunciamiento motivado ratifique o rectifique la petición
fiscal. Si el Fiscal Superior del Ministerio Público ratifica el pedido de
sobreseimiento, el Juez lo dictará pudiendo dejar a salvo su opinión en
contrario. Si el Fiscal Superior del Ministerio Público no estuviere de
acuerdo con la solicitud, ordenará a otro Fiscal continuar con la
investigación o dictar algún acto conclusivo.”

            La solicitud de sobreseimiento de la causa, no se debatirá en la


audiencia preliminar inserta en el artículo 327 del COPP, por cuanto
esta audiencia corresponde a otra fase del proceso, como lo es la fase
intermedia, la cual solamente podrá aperturarse mediante una
acusación[31].

Requisitos del Auto que decrete el Sobreseimiento:

            El artículo 324 del COPP, enumera los requisitos del Auto por
el cual se declare el sobreseimiento:

1.      El nombre y apellido del imputado o imputada;

2.      La descripción del hecho objeto de la investigación;

3.      Las razones de hecho y de derecho en que se funda la decisión,


con indicación de las disposiciones legales aplicadas;

4.      el dispositivo de la decisión.

Efectos del Sobreseimiento:


        Señala Becerra[32], que de conformidad con el artículo 319, el
sobreseimiento de la causa, produce dos efectos: “1) Efectos
sustanciales y 2) Efectos procesales”.

1.      Efectos sustanciales: van referido a que el sobreseimiento


definitivo conlleva a la terminación del proceso como tal. Quedando
beneficiado el sobreseído de quedar amparado con la garantía del non
bis in idem (no más de lo mismo). En relación a este particular, la Sala
Constitucional[33] del Tribunal Supremo de Justicia, ha asentado lo
siguiente: “El auto que declara el sobreseimiento de la causa, es una
decisión que pone fin al proceso e impide su continuación, por lo cual,
debe equipararse a una sentencia definitiva. La decisión que declara el
sobreseimiento debe calificarse como un auto con fuerza de definitiva
que causa gravamen irreparable…Resulta admisible el recurso de
apelación y de casación contra el auto que declare el sobreseimiento
de la causa…” De la misma forma la Sala de Casación Penal[34] de
nuestro Máximo Tribunal, indica: “El principal efecto jurídico-procesal
del sobreseimiento es la imposibilidad de continuar el proceso iniciado,
por consiguiente el mismo es un auto fundado, que en determinados
casos constituye una verdadera sentencia en atención a su
contenido…”

2.      Efectos procesales: El efecto procesal que se puede desentrañar


del contenido del artículo 319 del Código Adjetivo Penal, es que
cesarán todas las medidas de coerción impuestas sobre la persona del
imputado.

            Acusación (Art. 326 COPP):


            Podemos decir que la Acusación, es el acto conclusivo, que
contiene la pretensión punitiva y la solicitud de enjuiciamiento de los
probables responsables de la comisión del hecho punible. Así lo
contempla el Código Orgánico Procesal Penal, en su artículo 326:
“Cuando el Ministerio Público estime que la investigación proporciona
fundamento serio para el enjuiciamiento público del imputado,
presentará la acusación ante el tribunal de control…”

            La Acusación, es la manifestación en pleno, del Ius Puniendi


Estatal[35], al respecto, señala Cafferata Nores[36] que la acusación
es: “La atribución (fundada) por parte del órgano acusador a una
persona debidamente individualizada, de alguna forma de
participación (autor, co–autor, cómplice, instigador) en un hecho
delictivo, y el pedido de que sea sometida a juicio oral y público, para
que en su transcurso el acusador intente probar su responsabilidad
penal y, si lo logra, el tribunal (porque así lo acepte) le imponga la
sanción prevista por la ley.”  A diferencia del Archivo Fiscal y del
Sobreseimiento de la causa, la Acusación solamente procederá
cuando la investigación proporcione un fundamento serio basado en al
cúmulo de elementos de convicción recabados, que de indicios de la
responsabilidad del acusado en la comisión del delito.

            En esta misma visión comenta Rivera Morales[37]: “La


acusación comprende una serie de interesantes y complejas
situaciones que dan apertura a la interacción de las partes, cuestión
vital para el desarrollo del proceso y la consecución  de su principal
finalidad: la justicia…”  La acusación es el único acto conclusivo capaz
de abrir las puertas del escenario estelar del proceso penal, el Juicio. 
Es trascendental en un proceso penal acusatorio, la existencia de la
acusación, como presupuesto de un Juicio[38].

            En vista que en el proceso penal (especialmente), se ventilan


situaciones de hecho que han producido un cambio exterior en la
esfera de paz de social, atentando contra bienes jurídicos
fundamentales (Vida, Integridad Personal, Libertad, etc.), el Ministerio
Público debe ser responsable y cauteloso al momento de estampar a
alguien como probable autor del delito. Por la sencilla razón, de que el
hecho punible ya ha causado demasiado daño, y sería innecesario
ocasionarle un flagelo a un ciudadano (Que es lo que representa hoy
día para muchos el sometimiento a un proceso penal[39]) cuando no
existen fundamentos contundentes que permitan visualizar a esa
persona como el autor o partícipe del hecho criminal. En fin, no se
debe acusar por acusar, se debe acusar con responsabilidad, no se
trata de señalar con el violento dedo del Ius Puniendi, se trata más
bien de llamar a la verdad (Procesal).  No puedo dejar de lado, las
palabras del Dr. Luís Diez-Picazo[40], cuando en su Magistral obra
ilustro: “la acción penal es un arma formidable, pues implica la
activación de un mecanismo que puede conducir a la restricción
aflictiva de la libertad y la propiedad de las personas, por no
mencionar el carácter infamante insito en la condena penal. Incluso
cuando termina con la absolución, el proceso penal implica una dura
prueba para el imputado, en términos psíquicos, económicos e,
incluso, de estima social”.

Características de la Acusación
 Es un Acto que concluye la fase preparatoria: Al igual que el
sobreseimiento, la acusación pone fin a la fase investigativa. Se trata
del resultado efectivo de una investigación criminal, corroborar la
existencia del hecho punible, y la posibilidad aportada por las resultas
de las pesquisas, de poder atribuírselo al probable autor.
Es un acto formal: El escrito acusatorio es formal por cuanto debe
cumplir con las exigencias de forma contenidas en el artículo 326 del
COPP.
Debe estar fundamentada: La acusación por lo que representa,  con
mucha más razón debe estar fundamentada, tanto fáctica como
jurídicamente hablando, sustentada en elementos de convicción que
avalen la solicitud de enjuiciamiento fiscal.

No pone fin al proceso: Este acto conclusivo, pone fin a la fase


preparatoria, más no al proceso. Podemos decir que la acusación
hace posible la extensión del proceso hasta sus últimas
consecuencias.
Contiene la pretensión punitiva estatal: La acusación es el acto
conclusivo por excelencia. El mismo contiene la pretensión punitiva
por parte del Estado de enjuiciamiento de los autores o partícipes de la
comisión del delito, a los efectos de poder demostrar mediante el
descargo probatorio el grado de responsabilidad de los mismos, que
haga factible la condena penal.

Requisitos de la acusación

            La acusación para tener validez formal, debe cumplir con una
serie de requisitos[41], que posibilitaran que el imputado tenga
conocimiento claro y preciso de su comportamiento, y porqué se
considera delito, dando lugar a enjuiciamiento. El artículo 326 del
COPP los enumera de la siguiente forma: “…La acusación deberá
contener:

1. Los datos que sirvan para identificar al imputado o imputada y el


nombre y domicilio o residencia de su defensor;

2. Una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible que


se atribuye al imputado o imputada;

3. Los fundamentos de la imputación, con expresión de los elementos


de convicción que la motivan;

4. La expresión de los preceptos jurídicos aplicables;

5. El ofrecimiento de los medios de prueba que se presentarán en el


juicio, con indicación de su pertinencia o necesidad;

6. La solicitud de enjuiciamiento del imputado o imputada.”

            A continuación, haremos un breve comentario a cada uno de


los presupuestos formales de la acusación:

LAS NORMAS LEGALES QUE FACULTAN AL MINISTERIO


PÚBLICO PARA EJERCERLA[42]: Aunque la norma adjetiva penal no
lo contemple entre los requisitos indispensables de la acusación, me
parece menester introducir este presupuesto de carácter fundamental,
en tanto toda actuación del representante de la vindicta de pública, se
debe principalmente a la Ley, y las facultades que ella le concede.
LOS DATOS QUE SIRVAN PARA IDENTIFICAR AL IMPUTADO Y EL
NOMBRE Y DOMICILIO O RESIDENCIA DE SU DEFENSOR[43]: La
importancia de la identificación plena del imputado, radica en que es
determinante tener seguridad de que la persona que se esta acusando
es la misma que previamente ha sido imputada, de igual forma, es
trascendental para el surgimiento de los efectos procesales
correspondientes, como lo es la convocatoria de las partes a la
audiencia preliminar conforme al artículo 327 del Código Orgánico
Procesal Penal.  En este sentido la Dirección de Revisión y Doctrina
del Ministerio Público[44], ha aportado el siguiente criterio: “El escrito
de acusación, deberá contener todos y cada uno de los datos que
sirvan para identificar plenamente a la persona contra quien se dirige
la acción, tales como: nombres y apellidos, edad, estado civil, número
de la Cédula de Identidad, domicilio y, para el caso en que le haya
sido aplicada la medida cautelar de privación judicial preventiva de la
libertad, el centro de reclusión donde se encuentre, así como la
identificación de su abogado defensor y su domicilio, por conducto de
quien el imputado ejercerá el derecho a la defensa que la ley le
confiere.”
UNA RELACIÓN CLARA, PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DEL
HECHO PUNIBLE QUE SE ATRIBUYE AL IMPUTADO O
IMPUTADA[45]: A los fines de poder fundamentar la acusación, la
misma debe contener una relación detallada, congruente, cronológica
y correlacionada de la composición fáctica que rodea la comisión del
delito, en razón de poder justificar la subsunción de los hechos
atribuidos al imputado, en uno de los delitos previstos y sancionados
en la Ley Penal Sustantiva.
LOS FUNDAMENTOS DE LA IMPUTACIÓN, CON EXPRESIÓN DE
LOS ELEMENTOS DE CONVICCIÓN QUE LA MOTIVA[46]: La
investigación preliminar, es el escenario donde se podrá recabar ese
conjunto de elementos de convicción dirigidos a servir de fundamento
de la acusación formal, y es deber del fiscal del Ministerio Público,
proporcionar los elementos de convicción que sirven de base para
solicitar el enjuiciamiento del imputado, en caso de no ser así, se
incurrirá en una inmotivación del acto conclusivo, mereciendo la
desestimación por parte del Juez de Control.
LA EXPRESIÓN DE LOS PRECEPTOS JURÍDICOS
APLICABLES[47]: El escrito acusatorio debe contener una correlación
lógica, entre el hecho punible y los preceptos jurídicos-penales
aplicables al caso concreto, por cuanto no basta con la relación clara,
precisa y circunstanciada de los hechos, sino que debe señalarse el
tipo penal en el cual encuadra dicha conducta, en aras del sagrado
derecho a la defensa, y en pro del principio de congruencia que debe
existir entre la Acusación y la Sentencia.
EL OFRECIMIENTO DE LOS MEDIOS DE PRUEBA QUE SE
PRESENTARÁN EN EL JUICIO, CON INDICACIÓN DE LA
PERTINENCIA O NECESIDAD[48]: El Ministerio Público, en quien
reposa la totalidad de la carga de la prueba en el proceso penal
acusatorio, se ve obligado a aportar los medios probatorios a través de
los cuales incorporará los elementos de convicción recabados en la
fase preparatoria, a los fines de poder llevar convicción a la persona
del Juez, en el Juicio Oral y Público de la responsabilidad del acusado.
Al respecto el Dr. Lino Enrique Palacio[49], visualiza a los medios de
prueba como: “como los modos u operaciones que, referidos a cosas o
personas, son susceptibles de proporcionar un dato demostrativo de la
existencia o inexistencia de los hechos sobre los que versa la
causa…”
LA SOLICITUD DE ENJUICIAMIENTO DEL IMPUTADO O
IMPUTADA[50]: La solicitud de enjuiciamiento implica la pretensión del
Estado. OJO, no se solicita la condena; se peticiona la apertura a
juicio mediante el escrito acusatorio, a los fines de poder demostrar en
el Debate la culpabilidad de los acusados.
CONSIGNACIÓN POR SEPARADO, DE LOS DATOS DE LA
DIRECCIÓN DE VICTIMAS Y TESTIGOS: En razón de la reserva de
las direcciones de victimas y testigos por parte del Ministerio Público,
las mismas deben ser remitidas por separados al Juez de Control, a
los fines de que sean tramitadas las respectivas boleta de citaciones,
en el caso de llegar a la Fase de Juicio.

Oportunidad legal

            La acusación podrá ser interpuesta, una vez concluida la


investigación preliminar. Si al imputado le fue impuesta una medida de
privación judicial preventiva de libertad, entonces corre un lapso de 30
siguientes a la decisión judicial (250 COPP) para presentar el
respectivo acto conclusivo. Ese lapso podrá ser prorrogado hasta por
un máximo de quince días adicionales sólo si el o la fiscal lo solicita
por lo menos con cinco días de anticipación al vencimiento del mismo.

Efectos de la Acusación
            El principal efecto que surte con la presentación de la
acusación, es la convocatoria por parte del juez o jueza de control a
una audiencia preliminar (327 COPP), que deberá realizarse dentro de
un plazo no menor de quince días ni mayor de veinte. En la fase
intermedia del proceso penal, el juez de control fiscalizará el escrito
acusatorio a los fines de determinar la validez formal y sustancial del
mismo[51].

            Una vez realizada la audiencia preliminar y admitida la


acusación, el imputado pasa a ser un acusado de conformidad con lo
establecido en el artículo 124 del COPP. Así mismo,  pueden suscitar
tres cosas: 1-La Admisión de hechos por parte acusado; 2-Se ordene
la apertura a Juicio oral y público del acusado; 3-Se desestime la
acusación por algún  defecto de forma o de fondo, en caso de ser
insubsanable, procedería el sobreseimiento de la causa.

Conclusiones

Los actos conclusivos representan uno de los pilares fundamentales


en los cuales se sustenta el proceso penal acusatorio. La fase
investigativa va dirigida a configurar los elementos copulativos de la
verdad procesal.  Considero personalmente, que los dos verdaderos
actos conclusivos son el sobreseimiento (318 COPP), y la acusación
(326 ejusdem), por cuanto el archivo fiscal, además de representar
una institución antigarantista, se erige como parte de una cultura
inquisitiva (que aún predomina en los países latinoamericanos) que no
concluye la investigación, sino que hace posible la perpetuidad de la
imputación. Creo que luego de haber examinado cada uno de los
actos conclusivos, podemos arribar a la conclusión, de que la
actuación del Ministerio Público en el Proceso Penal, más allá de la
seriedad que exige, debe ser responsable, con gran criterio de
objetividad, en aras de dar fiel cumplimiento a los fines del proceso, y
sentar raíces de justicia en nuestro sistema penal.

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