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OBJETO DEL RECURSO DE APELACIÓN y la potestad del Tribunal

superior.
Auto Supremo: 452/2019        
Fecha: 02 de mayo de 2019
De acuerdo al art. 256 del Código Procesal Civil, la apelación es el recurso
ordinario que tiene por objeto a) modificar, b) revocar, c) dejar sin efecto o
anular.
Por su parte el art. 265 del Código Procesal Civil prescribe: ¨I El auto de vista
deberá circunscribirse a los puntos resueltos por el inferior y que hubieran sido
objeto de apelación y fundamentación. II No podrá modificar el contenido de la
resolución impugnada en perjuicio de la parte apelante, salvo que la contraparte
hubiere apelado en forma principal o se hubiere adherido.III Deberá decidir
sobre puntos omitidos en la sentencia de primera instancia, aunque no se
hubiera solicitado aclaración, complementación o enmienda, siempre que en los
agravios se hubiere reclamado pronunciamiento sobre tales agravios.¨.
A su turno el art. 218.III del Código de rito antedicho estipula: ¨Si se hubiere
otorgado en la sentencia más o menos de lo pedido y hubiere sido reclamado en
grado de apelación, el Tribunal de alzada deberá fallar en el fondo.¨
La doctrina, específicamente Víctor de Santo en su libro: EL PROCESO CIVIL,
Editorial Universidad, Buenos Aires, edición 1987, pág., 302, sobre los
poderes jurisdiccionales en segunda instancia escribió:¨ Se precisó, en este
sentido, que el Tribunal de alzada no está limitado en su razonamiento por los
argumentos  tanto de la recurrente como de la contestaría de aquéllos,
agregándose que si bien el Tribunal Ad quem está limitado  a los puntos
objetados , a los fines de la solución de los mismos  tiene la más amplia
facultad en la misma extensión que le cabria  al a quo y por ello puede, sin
afectar el derecho de las partes, utilizar distintos fundamentos que los
invocados por las partes  y por el juez de primera instancia,…¨.
Continuando Roberto G. Loutayf Ranea en su libro: El recurso ordinario de
apelación en el proceso civil, Editorial Astrea, Buenos Aires-Argentina, Edición
1989, pág. 57, sobre la temática sostuvó: ¨Los recursos ordinarios son
aquellos que se dan con cierto carácter de normalidad dentro del ordenamiento
procesal. Y por tal circunstancia, por un lado, no se exigen motivos específicos
para su interpretación y admisión; y por el otro, los poderes jurisdiccionales del
Tribunal Ad quem no están limitados, sino que este Tribunal tiene la misma
amplitud para conocer lo que es materia de recurso que la que tenía el juez  a
quo para conocer del mismo asunto en primera instancia.¨
¨Son ¨ordinarios¨, dice Palacio, aquellos recursos ¨que la ley prevé con el objeto
de reparar, genéricamente, la extensa gama de defectos que pueden exhibir las
resoluciones judiciales, y que fundamentalmente consisten en errores de
juzgamiento derivados de una desacertada aplicación de la ley  o de la
valoración de la prueba (errores in iudicando), o en vicios producidos por la
inobservancia de los requisitos procesales que condicionan la validez de la
correspondiente resolución, y en irregularidades concernientes  al
procedimiento  que precedió a su dictado (errores in procedendo);
correlativamente, agrega  Palacio, ¨la medida del conocimiento acordado al
órgano competente para resolver este tipo de recursos coincide con la que
corresponde al órgano que dictó la resolución impugnada¨,…¨.
De lo anotado se tiene, por una parte, que uno de los objetos de la apelación
es modificar, lo que importa que el Auto de Vista puede ampliar, cambiar los
argumentos de la sentencia. Por otra parte, debe decidir sobre los puntos
omitidos en la sentencia. Finalmente, la sentencia imperfecta de citra o ultra
petita no da lugar a la nulidad sino a un pronunciamiento en el fondo.
En suma, en alzada puede efectuarse los cambios o ampliaciones útiles
orientados a responder o satisfacer el escrito de agravios, inclusive llenar el
vacío y el silencio absoluto del juez sobre algún punto de la petición.

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