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ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA

Introducción

El enriquecimiento sin causa constituye una figura jurídica especial dentro del sistema

jurídico colombiano; las controversias en torno a la aplicación y configuración del

enriquecimiento sin causa son diversas, por ello tratando de desmitificar y desagregar de

manera correcta su alcance se intenta.

la figura del enriquecimiento sin causa, hace falta en nuestro medio un análisis

completo en el cual, partiendo de su condición de principio general del derecho, se

llegue a formular como una norma jurídica particular y concreta, que permita

solventar aquellas controversias específicas, en las cuales se requiera una

herramienta de corrección del sistema normativo, y de esta forma evitar los

traslados patrimoniales injustificados para los cuales no se cuenta con una referencia

expresa que los regule.[ CITATION USE14 \l 9226 ]

Las fuentes del derecho dan causa general al nacimiento del derecho, igualmente, presentan

un carácter originario a las obligaciones de las cuales se extrae el enriquecimiento sin causa

como de ellas.

El enriquecimiento sin causa desde una clasificación general constituye un principio

general del derecho y, además, presta merito al tenerse como fuente de las obligaciones. no

obstante, la condición de principio general del derecho, más allá de estar fundada en la

Carta Superior, las bases dentro de las obligaciones son las que originan el abordaje como

fuente de obligación.
En Colombia, el código civil en los artículos 1494 y 34 de la Ley 153 de 1887, el

enriquecimiento sin causa no precede una tradición romana original dividida en el contrato,

el cuasi contrato, el delito, el cuasi delito y la ley. Sino que producto de las criticas

realizadas a la clasificación original, la doctrina nacional colombiana ha logrado la

conceptualización moderna de la clasificación de las obligaciones en: el acto jurídico, el

enriquecimiento injusto, la ley y la responsabilidad civil, incluyendo dentro de estos

eventos de responsabilidad pre contractual, contractual y extra contractual.

Una vez asentada el postulado que permite establecer que el enriquecimiento sin causa es

una fuente de la obligación, es imperante detallar el concepto y los requisitos de su

configuración que pacífica e igualitariamente ha desarrollado la Corte Suprema de Justicia

en materia civil.

En consecuencia, el presupuesto inicial “es de justicia natural que nadie se enriquezca a

costa de otro” (Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Rad. 540001-3103-006-

1999-00280-01) (2012, p.21), en esa misma senda, la jurisprudencia resalta que el objetivo

es corregir las situaciones en las cuales el patrimonio de un sujeto de derecho sufre

deterioro, mientas otro crecía en la misma medida que el primera mengua, lo anterior, sin la

existencia de una razón que explique esa alteración.

El ordenamiento jurídico patrio, acogió algunas de las condiciones incorporándolas al

Código Civil tal es el caso de los artículos 2313 y siguientes que disciplinan el pago de lo

no debido y 1747, contentivo de la actio in rem verso en su sentido primitivo, pero no

reguló de manera general la figura sub examine sino hasta la aparición del Decreto 410 de

1971.
Antes de la entrada en vigencia del código de comercio, los asuntos relacionados con el

enriquecimiento sin causa se ventilaban con lo dispuesto en los artículos 4, 5, 8 y 48 de la

Ley 153 de 1887 y, con la entrada en vigencia de la ley mercantil ante la tardía de

legislación de la figura jurídica, su artículo 831, según el cual, “nadie podrá enriquecerse

sin justa causa a expensas de otro”,

Del concepto base anterior se deducen básicamente tres elementos: “1) enriquecimiento; 2)

que sea injustificado; y, 3) que se haya producido a expensas de otro” [CITATION Agu10 \p

155 \l 9226 ] pero, los anteriores requisitos tiene una adición desde la perspectiva dogmática

nacional al verse serias diferencias en respecto a otras autores como por ejemplo Tamayo

establece a título de condiciones cinco requisitos o presupuestos que deben concurrir para

estar en presencia de un enriquecimiento sin causa y para la procedencia de la acción in rem

verso: “1ª) un enriquecimiento; 2ª) un empobrecimiento; 3ª) una relación de causalidad

entre los dos; 4ª) la ausencia de causa; y 5ª) la ausencia de cualquier otra acción” [CITATION

Tam05 \p 310 \l 9226 ]

Por otro lado, la Corte Suprema de Justicia en la sentencia CSJ SC de 19 de dic. de 2012,

exp. 1999-00280, esgrimió cabalmente los requisitos que contiene la aludida institución

jurídica, resalando que:

1. Que exista un enriquecimiento, es decir, que el obligado haya obtenido una ventaja

patrimonial, la cual puede ser positiva o negativa. Esto es, no sólo en el sentido de

adición de algo sino también en el de evitar el menoscabo de un patrimonio.

2. Que haya un empobrecimiento correlativo, lo cual significa que la ventaja obtenida

por el enriquecido haya costado algo al empobrecido, o sea que a expensas de éste

se haya efectuado el enriquecimiento.


Sobre este requisito se precisa que el acontecimiento que produce el desplazamiento de un

patrimonio a otro debe relacionar inmediatamente a los sujetos activo y pasivo de la

pretensión de enriquecimiento, lo cual equivale a exigir que la circunstancia que origina la

ganancia y la pérdida sea una y sea la misma.

3. Para que el empobrecimiento sufrido por el demandante, como consecuencia del

enriquecimiento del demandado, sea injusto, se requiere que el desequilibrio entre

los dos patrimonios se haya producido sin causa jurídica.

4. Para que sea legitimada en la causa la acción de in rem verso, se requiere que el

demandante a fin de recuperar el bien, carezca de cualquiera otra acción originada

por un contrato, un cuasicontrato, un delito, un cuasi-delito, o de las que brotan de

los derechos absolutos.

5. La acción de in rem verso no procede cuando con ella se pretende soslayar una

disposición imperativa de la ley.

Finalmente, dispuso en la sentencia Cas. Civ. de 19 de noviembre de 1936, G.J. 1918, p.

474 que la finalidad del enriquecimiento sin causa es el de reparar un daño, pero no el de

indemnizarlo. Sobre la base del empobrecimiento sufrido por el demandante, no se puede

condenar sino hasta la porción en que efectivamente se enriqueció el demandado

Conclusión

En síntesis, la jurisprudencia a acertado sobre el enriquecimiento sin causa el exigir que

como consecuencia de dicha ganancia exista un empobrecimiento de otro sujeto, es decir,

que entre enriquecimiento y la mengua haya correlación y correspondencia. En otras

palabras, que se observe un nexo de causalidad, que uno se deba a u origine en el otro; que
el desplazamiento patrimonial se verifique sin causa jurídica que lo justifique, o lo que es

igual, que la relación patrimonial no encuentre fundamento en la ley o en la autonomía

privada.

Referencias
Aguiar Lozano, H. (2010). Tratado sobre la teoría del enriquecimiento injustificado o sin causa en el
Derecho Civil de las Obligaciones. Ecuador.

Tamayo Lombana, A. (2005). Manual de Obligaciones. Teoría del Acto Jurídico y otras fuentes (6ª
ed ed.). Bogotá, Colombia: Temis.

USECHE PERDOMO, J. (2014). EL ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA Y LA RESPONSABILIDAD ESTATAL


EN COLOMBIA. BOGOTÁ: UNIVERSIDAD SANTO TOMAS INSTITUTO DE POSTGRADOS.

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