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FILIAL
JAEN
CICLO:
X
SECCION
2
INTRODUCCIÓN
La nacionalidad y los derechos dentro del DIP, la distinción entre nacionales y extranjeros
Existen dos nociones de nacionalidad: de hecho y de derecho. La primera no reposa sobre
ningún criterio absoluto. Según Hauriou “es el resultado de una cierta población que ha
vivido sobre un territorio dado de una manera continua, creándose una mentalidad” (1925,
p. 9).
En lo que respecta al lazo jurídico de la nacionalidad, todas las personas naturales deberían
tener una nacionalidad y se admite, actualmente, que las personas jurídicas tienen la
nacionalidad dada por su lugar de constitución o su sede social. Cabe resaltar que las cosas no
tienen nacionalidad.
1.Conflictos de nacionalidades
Se presenta cuando una persona tiene más de una nacionalidad. Hasta el siglo XX, no era
admitido; pero, en la actualidad, la mayoría de los países lo acepta. Al respecto, la Corte
Internacional de Justicia, en el caso Nottebohm, en 1945, señaló que “la nacionalidad es el
vínculo jurídico que tiene como sustento un hecho social de adherencia, un vínculo genuino
de existencia, de intereses, de sentimientos, conjuntamente con la existencia de derechos y
deberes recíprocos” (1955, p. 15). Sobre la base de ello, sentenció que Guatemala no estaba
obligada a reconocer la nacionalidad conferida a Nottebohm por el Estado de Liechtenstein.
La ONU, en 1975, aprobó un convenio para reducir los casos de apatrídia; el cual, en su
artículo 1, determina que: “Los Estados deben conceder su nacionalidad a la persona nacida
en su territorio, que de otro modo quedaría en condición de apatridia”. En 2005, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, en el caso del conflicto sobre nacionalidad de las
niñas Jean y Bosico vs. República Dominicana, sentenció que: “1. Toda persona tiene
derecho a una nacionalidad; 2. Toda persona tiene derecho a la nacionalidad del Estado en
cuyo territorio nació, si no tiene derecho a otra. 3. A nadie se le privará arbitrariamente de
su nacionalidad, ni del derecho de cambiarla” (fundamento 125).
La República Dominicana debe tomar todas las medidas necesarias para restituir la
nacionalidad y, con ella, los derechos ciudadanos y humanos a todos los afectados por una
sentencia del Tribunal Constitucional de 2013 que, con carácter retroactivo, dejó apátridas a
decenas de miles de dominicanos de origen haitiano, así lo afirma el último informe de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos(CIDH) de 2015: la sentencia de 2013 fue
«discriminatoria porque afectó principalmente a personas de descendencia haitiana. La
situación de apátrida generada por la sentencia 168/13 es de una magnitud nunca antes vista
en América», advirtió el relator sobre los derechos de los migrantes, Enrique Gil Botero, tras
la publicación del informe sobre la situación de derechos humanos en la República
Dominicana.
Ciertos autores niegan la nacionalidad de las personas jurídicas por considerar que solo las
personas naturales tienen una nacionalidad. Sin embargo, reconocen que las personas morales
deben referirse a un Estado por múltiples razones. La realidad es que esta noción de
nacionalidad es profundamente diferente al de las personas físicas, pero existe de todas
maneras un lazo entre el Estado y la persona jurídica que se constituye.
Los nacionales de origen tienen la plenitud de los derechos políticos, no así los peruanos por
nacionalidad adquirida, quienes no pueden ser elegidos para ocupar los más altos cargos
públicos.
“Pueden ejercer el derecho a opción para adquirir la nacionalidad peruana: […] 2.2. La
persona extranjera unida en matrimonio con peruano o peruana y residente en esta
condición en el territorio de la República por lo menos 2 años, que exprese su voluntad de
serlo ante autoridad competente”.
Respecto a esta limitación, el doctor Candela (Delgado Barrreto, Delgado Menéndez &
Candela Sánchez, 2007-2008) menciona un interesante caso resuelto por el Tribunal
Constitucional de Perú en abril de 2009, promovido por el ciudadano de nacionalidad italiana
Mario Lombardi Perazzo contra la resolución de la Corte Superior de Justicia de Tacna que
declaró improcedente una demanda de amparo contra la Superintendencia Nacional de los
Registros Públicos que fuera promovida por el recurrente, debido a que esta instancia de la
administración no atendió su solicitud de registro de dominio que ejercían el recurrente y su
hermano sobre el predio urbano ubicado en la ciudad de Tacna.
Según el citado autor, a pesar que la doctrina del derecho internacional reconoce la existencia
de un derecho para los nacionales u otros, para los extranjeros, que reconoce como régimen
de extranjería, bien cabría desmitificar la referencia genérica a la seguridad nacional como
justificación para limitar el derecho a la propiedad de los extranjeros. Habría que tomar en
cuenta que, en el caso en concreto, el actor pretendía adquirir bajo transmisión sucesoria una
propiedad que perteneció a su madre, quien tuvo la condición de titular registral del predio a
pesar de ser italiana. Parecería que, si bien la razón del artículo 71 de la Constitución fue
impedir la concentración de tierras y otros recursos naturales que se ubiquen en puntos de
frontera en propiedad de extranjeros, ello no resultaba extensible.
al caso en concreto de los Lombardi, referente a la propiedad urbana de carácter familiar que
gozaba de derecho inscrito, alcanzado dentro de un procedimiento administrativo, designado
al culminar en el registro, que, si bien no es constitutivo, se asocia a los derechos adquiridos.
Por otro lado, la Constitución de 1979, en su artículo 42, consideraba que, como el trabajo es
la principal fuente de riqueza, la ley deberá señalar una proporción preferente que
corresponda a los trabajadores nacionales. Este artículo no fue recogido por la actual
Constitución; sin embargo, se mantuvieron vigentes las leyes que limitan la contratación de
extranjeros en empresas nacionales o extranjeras (DL 689 de 1991 y ley 26196 de 1993).
2.2. Condición de las personas jurídicas
En todo contrato del Estado y de las personas de Derecho Público o extranjeros domiciliados
consta el sometimiento de estos a las leyes y órganos jurisdiccionales de la República y su
renuncia a toda reclamación diplomática. Pueden ser exceptuados de la jurisdicción nacional,
los contratos de carácter financiero. El Estado y demás personas de derecho público pueden
someter las controversias derivadas de relación contractual a tribunales constituidos en virtud
de Tratados en vigor. Pueden también someterlas a arbitraje nacional o internacional en la
forma en que lo disponga la ley.
Respecto a los ejercicios de los derechos, el artículo 2073 del CC dispone que “la existencia
y capacidad de las personas jurídicas se rige por la ley del lugar de su constitución”.
C oncl usi
Concluimos que existe una nacionalidad de hecho y de derecho, que como hemos visto los
nacionales y extranjeros gozan de los mismos derechos pero como también mantienen ciertas
limitaciones pues dentro del estado peruano ha sido constitucionalmente reconocido como un
país plurinacional y esto es así que tanto como personas natrales y jurídicas, poseen también
una reconocida nacionalidad, cual corresponde al lugar de su constitución o su sede nacional,
lo que en todo caso lo es establecido por cada estado producto de su soberanía, todo ello con
la intención de reducir o abolir por completo la denominación de un Apátrida, en la
actualidad como vemos esto se ha logrado debido al derecho internacional y sus fuentes del
derecho que aportan hacia una mejor convivencia y determinación de los derechos.
Bi blio gra
QUINTIN, A. (1955). Teoria del Derecho Internacional Privado. Monte Video : Martin Bianchi.