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EL PERFIL PROFESIONAL EN LA FP

Objetivos

 Identificar las características del perfil profesional en la formación profesional.


 Determinar las competencias laborales y educativas del perfil profesional.
 Trazar la relación entre las propiedades y las funciones del perfil profesional.

Ser formadoras y formadores de instructoras/es implica, entre otras cosas, garantizar una educación
inclusiva y de calidad y la responsabilidad de que las y los sujetos de la formación profesional logren la
idoneidad correcta en el saber hacer. Quienes estamos comprometidos con esta tarea, seremos los
encargados de diseñar y ejecutar programas para tal fin.

Determinar cuál es nuestro perfil profesional en la formación profesional y su coherencia con el contexto
actual de los espacios laborales y productivos exige no solo un desempeño responsable, sino también una
contribución a la equidad social.

Serán las competencias técnico-metodológicas, las habilidades, las capacidades adquiridas y la expertise
formativa las características fundantes y vertebrales que conforman nuestro perfil educativo y laboral

2.1 ¿Cómo se desarrollan los perfiles profesionales?

Los perfiles profesionales constituyen intenciones y principios por parte de quien desempeña la tarea de
formar. Para ello, se toman en cuenta diversos elementos, como la formación, las habilidades, las
destrezas y las competencias, además de las características propias del entorno formativo y del contexto
actual de las demandas sociales y laborales.

Nuestra formación es permanente y supone una actualización de nuestro desempeño que debe estar
orientada a trascender y transformar la formación de jóvenes y adultos de acuerdo con los objetivos
generales que la formación profesional implica.

De este modo, el perfil profesional permite analizar las características y particularidades de la tarea
docente y, en consecuencia, ofrece insumos y aportes teórico-metodológicos que den cuenta de la
situación, con el fin de establecer criterios claros y válidos para evaluar el desempeño y acompañar la
carrera formativa y profesional. Incluso, puede otorgar recursos al sistema educativo para la
reconfiguración de políticas educativas concernientes a la formación y a la gestión de la normativa.

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Los perfiles profesionales y sus características.
Fuente: elaboración propia. Equipo de Comunicación del CFP 429, La Plata, Asociación del Magisterio de
Enseñanza Técnica de la Provincia de Buenos Aires

Un grupo de especialistas de la OIT/Cinterfor, en el año 2007, realizó un estudio con el objetivo de


promover un debate sobre las competencias de los y las docentes que enseñan a trabajar, que forman
para las ocupaciones o para sectores productivos específicos, con el fin de potenciar sus competencias
profesionales.

Para profundizar la reflexión acerca de esta temática, sugerimos leer el siguiente libro: Enseñar a trabajar.

El capítulo IV de dicho libro, “IV. Perfil profesional docente para la formación técnica profesional”,
establece que si bien las finalidades y características que adoptan los perfiles docentes son diferentes de
acuerdo a cada país, todos ellos incluyeron elementos comunes, considerados centrales para la formación
técnica y profesional.

A continuación, transcribimos cuáles son esos aspectos (véase pp. 30-31 del citado capítulo).

 El dominio del conjunto de contenidos específicos de un campo disciplinar o de una


especialidad como condición previa e ineludible del desarrollo de competencias
específicamente docentes. Solo desde este dominio es posible realizar en forma
adecuada los procesos de transposición didáctica en función de los saberes previos de
las/os estudiantes, las condiciones institucionales y los propósitos de formación para el
trabajo.
 El requerimiento de un conjunto de competencias “didácticas” vinculadas a los procesos

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de diseño (planificación), desarrollo de la enseñanza y evaluación como propias y
características de la actividad que los y las docentes realizan. Los diferentes perfiles
relevados muestran variadas formas de agrupar este conjunto de competencias, pero
siempre dan cuenta de todo el proceso.
 El reconocimiento de que la mayor autonomía de las instituciones educativas y la
asunción de actividades de diseño y contextualización de la enseñanza genera un
requerimiento de competencias vinculadas a la gestión del propio trabajo, del trabajo en
equipo y al desarrollo de condiciones de liderazgo.
 Para el caso específico de la formación para el trabajo, la gestión incluye, especialmente,
diversas formas de articulación con el sector productivo a los efectos de adecuar la
enseñanza a sus requerimientos.
 El contexto variable en que se desarrolla la enseñanza (cambios en la organización del
trabajo, en la organización de las instituciones educativas; en las características,
necesidades y demandas de los destinatarios de la formación; avance y cambio en los
conocimientos y las tecnologías) hace imprescindible considerar como área de
competencia el desarrollo de la profesionalidad. En algunos casos, ello aparece vinculado
a la participación en procesos de formación continua; en otros, al diseño del propio
proceso de capacitación.
 Es muy frecuente, a su vez, incluir la referencia al dominio y utilización de las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación (TIC), tanto en el campo de especialidad
del docente como en su aplicación como recurso didáctico. Para el caso de la formación
para el trabajo, el conocimiento y dominio de las tecnologías propias de cada campo,
resulta imprescindible.
 La preocupación por la diversidad y la multiculturalidad aparece, sobre todo, en aquellos
perfiles docentes desarrollados para etapas iniciales (formación básica, adquisición de la
escritura). A medida que se va avanzando en niveles de mayor complejidad, queda
incorporada como parte de las competencias vinculadas a la interacción y comunicación.
 En algunos casos, aparece destacada como área de competencia independiente la
vinculada con la evaluación de competencias. Esta área reúne cuestiones referidas a la
evaluación de diversos aspectos, la propuesta formativa, el propio desempeño, la
evaluación de recursos y proyectos, además de la habitual evaluación de las/os
estudiantes con miras a la acreditación.
 En algunos casos, también aparece la mención a la selección y/o el desarrollo de recursos
didácticos o materiales de enseñanza. Ello tiene sentido en función del desplazamiento
del foco en la enseñanza al foco en el aprendizaje, y la necesidad de contar con recursos
adecuados para ello.

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Todas estas características suponen la clave necesaria para el desempeño de las funciones del perfil
profesional. Veamos a continuación de qué se trata.

2.1.1 Funciones, alcances y área de ocupación del perfil profesional

Como hemos mencionado anteriormente, el perfil profesional son las habilidades que desplegamos para
vincularnos con equipos directivos e instructoras/es de otras instituciones y con actores del sector
socioproductivo local y regional, y las destrezas para resolver situaciones concretas tanto de nuestras/os
estudiantes como de nuestro entorno educativo-laboral.

El calificativo de profesional se refiere a que podamos plantear, elaborar y ejecutar una solución y
asegurar su aplicación, y para ello debemos contar con un conocimiento previo sobre la solución a los
problemas como así también con las competencias que nos permitan aportar al diseño, ejecución, análisis
y evaluación de los proyectos educativos institucionales que posibiliten la inserción de nuestros egresados
en el mercado laboral.

Ser profesional implica la construcción de un repertorio de ejemplos, imágenes, símbolos, conocimientos y


acciones que lleven a las y los formadores a centrar los problemas y observar los resultados adecuados e
inadecuados en cualquier situación. A saber cómo actuar y a resolver efectivamente los problemas que
surgirán de la reflexión y conocimiento sobre la práctica en sí misma.

Al mismo tiempo, son propias de nuestro perfil la sagacidad y la responsabilidad sobre la problematización
de nuestra práctica profesional, así como la aptitud para incorporar herramientas didáctico-pedagógicas y
la actualización de nociones y concepciones nodales de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

En consecuencia, el ejercicio profesional demanda la necesidad de la práctica introspectiva constante en


el oficio de enseñar y aprender. Por lo tanto, el conocimiento de los contenidos, de la didáctica y del
entorno serán altamente considerables.

Cuando las y los formadores desarrollamos nuestras tareas en un nuevo contexto y en un entorno de
enseñanza-aprendizaje, debemos redefinir las tareas profesionales, las competencias y las características
que el contexto educativo imparte.

Por este motivo, nos resulta interesante remarcar que los rasgos y finalidades específicas de las
instituciones, los diseños curriculares, los materiales y recursos disponibles, las características de las y los
estudiantes, y el contexto y entorno formativos serán fundamentales a la hora de realizar nuestra tarea.

La organización de nuestro trabajo es fundamental en toda práctica formativa. Las iniciativas que
impliquen una planificación criteriosa, la ejecución responsable y la evaluación consciente de los proyectos
que conllevan el fortalecimiento de la calidad educativa, el crecimiento de las y los estudiantes, cómo así
también a la profesionalización docente, supone el trabajo en las aulas, pero también en la institución toda
y, por qué no, la participación de otros espacios y actores del mundo laboral educativo.

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Por último, cabe destacar que estas son algunas de las destrezas que nos identifican como instructoras/es
y es debido a ello que la incorporación, dominio y aplicación de los lineamientos y marcos normativos
nacionales y jurisdiccionales de la educación técnico-profesional, y la formación profesional como su
ámbito específico, conforman los cimientos de nuestra formación. Más adelante profundizaremos en estos
temas.

A modo de reflexión, les proponemos que indaguen en su desempeño laboral diario y que
piensen qué otras características definen nuestro perfil profesional en la formación
docente.

Material de lectura

 Barba, E. et. al (2007), Enseñar a trabajar: las competencias de quienes


forman para el trabajo, serie Herramientas para la transformación.
Montevideo, OIT/Cinterfor.

EL PERFIL PROFESIONAL DE LAS Y LOS EGRESADAS/OS DE LA FORMACIÓN PROFESIONAL.

Objetivos

 Definir las características de los perfiles profesionales de las y los estudiantes.


 Establecer las diferencias entre los perfiles profesionales de las y los formadoras/es y de las y los
estudiantes.
 Presentar las funciones de las y los formadores en el trayecto constitutivo de los perfiles de las y
los estudiantes.

Les damos la bienvenida a esta segunda instancia del curso Instructor/a de Formación Profesional. En el
encuentro anterior trabajamos sobre nuestro perfil profesional: identificamos cuál es el alcance, las
funciones que se ejercen y las áreas ocupacionales incumbentes de las y los instructores.

Desarrollamos su importancia en conducción y coordinación de procesos de aprendizaje, la habilidad para


vincularse con el sector socio productivo, la contribución a la mejora en la calidad educativa e institucional,
la proyección y gestión profesional, como así también la actualización, diseño e implementación de
situaciones de enseñanza y aprendizaje, entre otras.
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En esta oportunidad trabajaremos sobre las y los destinatarias/os de nuestras formación que, como las
y los instructoras/es, también tendrán su alcance, función y área ocupacional.

3.1 ¿A qué llamamos “perfiles profesionales de las y los estudiantes de la FP”?

En Formación Profesional, el perfil de las y los estudiantes será de lo más diverso y variado; serán
personas que desarrollen tareas, oficios y/o profesiones siempre y cuando reúnan los requisitos
correspondientes a la normativa vigente. Por tal motivo, concebimos necesarias, a la vez que prioritarias,
tener presentes estas concepciones descriptivas que harán de nuestra formación y educación un trayecto
aún más fructífero.

Harto conocido es comentar la necesidad de una formación y aprendizaje constante de las personas que
desempeñan la función de formar y enseñar. Las y los estudiantes serán las/os destinatarias/os de la
proyección de su formación para y en el trabajo, como así también las que posean y pongan juego las
competencias nuevas y adquiridas. Las y los formadores, en la Formación Profesional debemos prestar
atención a las dificultades que presenten y a descubrir y potenciar sus características, aunque ello
implique un cambio radical en nuestra organización y tarea formativa.
No debemos limitarnos a facilitar el acceso a la adquisición de conocimientos, saberes y competencias
técnicas específicas sino que debemos promover el análisis crítico, el desarrollo de destrezas en clave de
aptitudes para el desarrollo en el mundo del mercado laboral.

Como Instructoras e Instructores de la Formación Profesional debemos comprender e interiorizar que no


detentamos el saber absoluto, de la misma manera que el aula y/o el taller no son los únicos espacios para
desandar las formaciones educativas. Por lo tanto, nuestra preocupación no se limita a la enseñanza y la
transmisión de contenidos teórico - prácticos, sino a conducir y acompañar con herramientas y estrategias
pedagógicas el trayecto educativo y formativo de los perfiles de las y los estudiantes.

El enfoque de competencias apunta a identificar, desarrollar y reconocer aptitudes y actitudes que les
permitan a las y los egresadas/os de la FP una búsqueda adecuada a la vez que ajustada a la demanda
laboral del mercado y del sector productivo.

De este modo, las competencias laborales son un punto de referencia para la conformación de los perfiles
de las/os egresadas/os a través de la implementación de las políticas educativas necesarias y las
decisiones instituciones adecuadas.

Cabe destacar que las condiciones del ejercicio profesional se establecen en el Artículo 21 de la Ley
26.058 de Educación Técnico Profesional.

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ARTÍCULO 21. — Las ofertas de educación técnico profesional se estructuran utilizando como
referencia perfiles profesionales en el marco de familias profesionales para los distintos sectores
de actividad socio productivo, elaboradas por el INET en el marco de los procesos de consulta que
resulten pertinentes a nivel nacional y jurisdiccional.

En la siguiente imagen observaremos una serie de preguntas que nos guiarán a lo largo de este
encuentro.

3.1.1 La construcción del perfil profesional de las y los estudiantes.

Retomando lo visto en el encuentro anterior, llamamos perfiles profesionales al conjunto de actuaciones y


procedimiento profesionales que una persona demostrará en las situaciones de trabajo acordes a su área
ocupacional, al desempeño de competencias y a las funciones y alcances del ejercicio profesional.

Tomamos el documento “Proceso de Homologación y Marco de Referencia de Títulos y Certificaciones de


la Educación Técnico Profesional” citado en el el informe de Evaluación de Capacidades Profesionales de
la ETP de Nivel Secundario, que describe de manera exhaustiva los perfiles profesional:

 A los requerimientos de los procesos productivos aplicables a todo un sector o actividad


productiva.  Los estándares con los que se define el trabajo profesional bien hecho en los campos
o áreas socio productivas con los que se relacionan.
 A la pertinencia en función de las demandas actuales y prospectivas del mundo del trabajo, así
como la de las trayectorias formativas asociadas a ellos, garantizan la significatividad de la ETP.

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 A la referencia fundamental para la ETP porque orienta su diseño y desarrollo curricular.
 A la fuente principal para identificar las situaciones problemáticas que los estudiantes deberán
enfrentar y resolver en su práctica profesional
 A las/os distintos actores del mundo del trabajo y la producción cuáles son las capacidades
profesionales que el sistema educativo certifica y que posibilitan un desempeño competente.

Ahora bien, los componentes del perfil profesional son:

 El alcance del perfil profesional: implica lo que se espera que la/el profesional realice en
situaciones específicas y concretas de trabajo en su sector y/o actividad socioproductiva una vez
que haya finalizado el proceso formativo.
 Las realizaciones profesionales: comprenden la toma decisiones, la resolución de conflictos, el
aporte de ideas innovadoras.
 La competencia de acción: abarca los criterios generales y la responsabilidad que la/el profesional
debe contar en su área específica de trabajo y ocupación así lo requieran.

3.2 Reflexión

¿Cómo se identifican las competencias profesionales?

Para responder a esta pregunta, nos acercamos al INET, que de manera sistemática
desarrolla un enorme proceso de relevamiento y sistematización de datos, estudios
pormenorizados de los sectores y de consulta a representantes de los sectores
productivos y del trabajo, que le permite identificar las áreas y familias profesionales
participantes como así también zonas estratégicas para el desarrollo socioeconómico
de nuestro país.

Luego, el INET identifica quiénes son las figuras profesionales relevantes que
acompañarán el proyecto socioeconómico y productivo del país, definiendo así cómo y
en cuáles el Estado intervendrá para garantizar la formación en los distintos ámbitos y
niveles de la Educación Técnico Profesional.   

Finalizada esta etapa, es el turno de proceder a la elaboración y validación de los


perfiles profesionales. Para ello, determinarán las competencias profesionales que las y
los trabajadoras/es expondrán de manera situada en sus ámbitos de trabajo, las
normativas vigentes, entre otros.  

¿Conocían todas las implicancias que tiene el INET en la validación de las


competencias profesionales?

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Los criterios curriculares

Objetivos

 Determinar las funciones y tareas que toda/o instructora/or posee.


 Describir y detallar los criterios curriculares.
 Identificar los propósitos de los criterios curriculares.
 Definir las fuentes, el ordenamiento y la planificación para la elaboración de un plan educativo.

¡Damos comienzo al tercer encuentro!

Bien es sabido que la trayectoria formativa de las y los instructoras/es en la Formación Profesional es
sumamente importante. Por este motivo, en los primeros encuentros hemos trabajado con los perfiles
profesionales, abordando sus funciones, alcances y áreas ocupacionales. Recorrimos los caminos
constructivos de las y los formadoras/es y de las y los estudiantes que transitan nuestros espacios
educativos, formativos y laborales.

En esta oportunidad nos ocuparemos de los criterios curriculares.

A partir de determinados lineamientos, bases y propuestas establecidas desde los organismos


centralizados, la planificación y elaboración del diseño curricular es concebida como una de las
funciones que las y los instructoras/es debemos llevar a cabo en la formación para el trabajo.

Nos resulta importante destacar, que las decisiones y normativas curriculares que organizan la actividad
formativa y establecen los límites de acción de las instituciones, están concatenadas con las necesidades
educativas y laborales de las personas que se acercan a nuestros establecimientos.

4.1 ¿A qué nos referimos con criterios curriculares?

A la hora de producir y confeccionar el diseño curricular, nuestro compromiso como instructoras e


instructores será proyectar una estructura curricular que permita la realización del trayecto formativo de las
y los perfiles profesional que egresan, atendiendo al contexto, a las características de cada situación, la
adecuación a nuestro entorno y, claro está, a las particularidades del mercado de trabajo y del sector socio
productivo.

Ya lo veremos más adelante, pero aquí es necesario recalcar que tomaremos decisiones y
seleccionaremos contenidos, propondremos actividades, recursos bibliográficos y materiales aptos para
nuestro trabajo. Nuestro horizonte siempre será garantizar que las y los jóvenes y adultas/os que
formemos logren su permanencia y posterior egreso, que desarrollen las capacidades y habilidades
profesionales y laborales, y que tengan mayores oportunidades de aprendizaje y acceso al mundo laboral.

A modo de síntesis de lo que venimos trabajando:

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El Diseño Curricular es el documento en el cual se estructura el plan educativo. Allí se organiza
la práctica formativa, se garantiza la calidad de la formación profesional y la pertinencia de los
contenidos de cada curso.

¡Avancemos!

¿Cuáles son los propósitos de los criterios curriculares?

Los criterios curriculares para el diseño curricular de la Formación Profesional se expresan a través de
los módulos y los trayectos. Por módulo nos referimos a las unidades curriculares mientras que
los trayectos aluden a los criterios organizacionales de los planes formativos.

La organización y selección de los contenidos y las actividades relacionadas a las capacidades laborales y
profesionales quedarán encuadradas en los módulos. En esta instancia optaremos por criterios didáctico-
pedagógicos que nos permitirán delimitar las estrategias de enseñanza-aprendizaje más adecuadas. Esto
significa que podremos integrar contenidos teóricos y prácticos que devengan en diversas actividades del
saber - hacer.

Por otro lado, el trayecto educativo para la formación para el trabajo equivale a la planificación de la
formación. En otras palabras, la planificación estará compuesta por el conjunto de módulos organizados a
partir de una secuencia criteriosa y preestablecida.

Dependiendo de los trayectos de la Formación Profesional los módulos varían según características de la
institución, demanda del sector socio productivo y mercado laboral y necesidades de las personas
comprometidas en la formación.

En resumen los trayectos formativos están conformados de la siguiente manera:

 Módulos de enseñanza asociados a las familias profesionales


 Módulos de enseñanza relacionados al perfil profesional y laboral específicos.

Cuando diagramamos, también lo hacemos proyectando las posibilidades educativas y laborales de las
personas con las que compartimos los espacios formativos, es decir las y los futuras/os egresadas/os. Los
criterios curriculares nos ayudarán a mejorar la calidad educativa, las condiciones para acceder a las
herramientas de las prácticas situadas que potenciar la expertis en el campo laboral.

Es sabido, que el diseño curricular, por sí mismo, no resuelve la acreditación de saberes, como así
tampoco las y los instructoras/es tiene la sola tarea de impartir los conocimientos. Sin embargo, el avance
y la acreditación de cada uno de los módulos impulsa a que el proceso de apropiación y aprobación de lo
mediado entre instructoras/es y estudiantes se logre de manera exitosa.

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De este modo, el certificado de Formación Profesional expresa la aprobación del plan formativo
organizado a partir de una cantidad determinada de módulos y que está organizado a partir de criterios
curriculares seleccionados y concatenados al perfil y a la familia profesional específica.

4.1.1 Guía para el ordenamiento y la planificación del plan educativo.

El ordenamiento y la planificación del plan educativo son parte vertebral de la estrategia que debemos
desarrollar como Instructoras e Instructores y para ello debemos guiarnos a partir de ciertos propósitos que
a continuación detallamos:

 Delimitar la normativa y homologarla a la certificación circundante a la trayectoria de formación.


 Generar las condiciones necesarias y suficientes para fortalecer la capacidad técnica de gestión y
regulación del ámbito de la FP.
 Articular el trayecto formativo de la FP con el Nivel Secundario, en línea con el desarrollo de la
formación profesional continua.
 Diseñar las trayectorias formativas desde el conocimiento científico-tecnológico junto con la
adquisición de las capacidades y conocimiento potenciando la valoración social de la FP.
 Desarrollar recorridos formativos que articulen con la complejidad creciente y diversa que presenta
una familia profesional.
 Identificar y especificar capacidades profesionales ligadas a cada certificación profesional, como
instrumento para potenciar los procesos de orientación profesional vocacional de los actores
sociales.

Cabe destacar que el análisis previo, la definición de objetivos y fines educacionales de la Institución y del
proyecto formativo, la puesta en práctica del diseño curricular y la posterior evaluación de su eficacia, son
algunas de las etapas que como Instructoras e Instructores debemos realizar, comprendiendo que la
currícula es uno de los componentes que orientan la práctica educativa, y en nuestro caso se suman la
práctica social y laboral.

¡Continuemos!

Las fuentes del diseño curricular

En relación con la política de fortalecimiento de la Formación Profesional, junto a los propósitos antes
mencionados que nos acompañarán a lo largo de nuestro trayecto formativo, debemos aunar las
principales fuentes para el desarrollo de nuestro diseño curricular.
Pero ¿cuáles son las fuentes? A continuación, les dejamos un listado de ellas:

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 Un diagnóstico elaborado por el organismo jurisdiccional que identifique los aspectos de cada
oferta curricular vigente que requieren ser revisados y modificados.
 Las regulaciones federales vigentes para el ámbito de la formación profesional inicial y continua.
 La figura o perfil profesional correspondiente a cada oferta curricular del ámbito de la formación
profesional.
 Las políticas públicas orientadas al desarrollo socio productivo del área jurisdiccional
correspondiente.  
 Las innovaciones tecno productivas y las necesidades de calificación profesional en los sectores
profesionales de referencia.
 Los intereses y necesidades educativas de las/os jóvenes y adultas/os.
 Las características y problemas de la práctica pedagógica específica de la formación profesional.
 Las innovaciones conceptuales y cambios en las disciplinas que componen el currículum.

LOS MARCOS DE REFERENCIA

Objetivos

 Definir el concepto y el tratamiento de los marcos de referencias


 Determinar las funciones de los organismos educativos intervinientes en el proceso formativo
 Establecer el circuito del proceso de homologación de títulos y/o certificados.

¡Comenzamos el cuarto encuentro!

Estamos en la mitad de este primer módulo y llegó la hora de trabajar con los Marcos de Referencia. Los
perfiles profesionales de las y los instructoras/s como de las y los estudiantes, junto a los criterios
curriculares que hemos abordado e incorporado en los encuentros anteriores nos ofrecen el marco que,
bajo determinados lineamientos técnico-metodológicos, nos permite desarrollar nuestra tarea formativa.

Como hemos mencionado en otras oportunidades, es de suma importancia conocerlos, adquirirlos y


conocer de qué se tratan para poder responder a las demandas provenientes del sector socio productivo y
las necesidades de las y los estudiantes de la Formación Profesional. Una vez concluído el trayecto
formativo, estamos en condiciones de poder desarrollar el proceso de acreditación de nuestros programas
y/u ofertas educativas.

De este modo, conocer y comprender los marcos de referencia es uno de los aspectos cruciales de
nuestra formación. Su dominio será clave en la medida que establecen cuáles son las condiciones
necesarias y estructurales referidas a las instituciones, al currículum en tanto de definición y concreción,
como así también en el ingreso en la carrera docente, el acceso a recursos y materiales que enriquecen,
potencian y fortalecen el binomio enseñanza-aprendizaje.

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5.1 Definamos qué son los Marcos de Referencia

Para comenzar les dejamos la definición desarrollada por el INET en su sitio web:

(...) son un instrumento, que asume la forma de un documento donde se enuncian el conjunto de
los criterios básicos y estándares que definen y caracterizan los aspectos sustantivos a ser
considerados en el proceso de homologación de los títulos o certificados y sus correspondientes
ofertas formativas. Estos criterios y estándares están asociados al perfil profesional y a los
componentes de la trayectoria formativa de cada oferta de ETP.

En otras palabras, las ofertas formativas de la Educación Técnico Profesional se organizan usando como
punto de referencia los perfiles y familias profesionales, dictaminadas por el INET una vez concluída la
etapa de consultas y definiciones que resulten adecuadas a nivel nacional y jurisdiccional

Para que esto suceda, las autoridades educativas de cada jurisdicción tomarán los criterios básicos
decretados en la Ley 26.058 de ETP, proyectarán sus planes de estudios y la organización curricular,
estableciendo los requisitos de ingreso, aprobación, carga horaria, entre otros.

Es el Ministerio de Educación, a través del INET y con la participación de las jurisdicciones quienes
garantizan el buen tratamiento de los marcos de referencia y el proceso de homologación que requieren
los títulos y/o certificaciones profesionales para ser aprobados por el Consejo Federal de Cultura y
Educación.

Por tanto, es el mismo Consejo Federal de Cultura y Educación el que aprobará la oferta curricular de la
Educación Técnico Profesional del nivel medio y superior no universitario y para la formación profesional,
los criterios básicos correspondientes.

Repasemos cuáles son:

 El perfil profesional
 El alcance de los títulos y certificaciones
 Las estructuras curriculares

Estos criterios básicos conformaron el marco de referencia para los procesos de homologación de la
configuración de las ofertas formativas, planes de estudios y de los títulos y certificaciones de la ETP que
se cotejará a posteriori a través del reconocimiento de validez nacional emitido por el Ministerio de
Educación.

Les dejamos el link del Ministerio de Educación de la Nación para que puedan navegar e interiorizarse
más sobre la Validez Nacional.

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Antes de continuar, les proponemos a modo de reflexión que respondan a las siguientes preguntas:

 ¿Conocen lo que ocurre en sus jurisdicciones con respecto a este proceso?


 ¿Tienen algún ejemplo en el que esta dinámica se vea concretada?

Los procesos de homologación.

Habrán notado que, en la definición sobre los marcos de referencia, que leímos anteriormente, aparecen
los procesos de homologación, pero veamos de qué se trata. 

De acuerdo a la definición del INET: El proceso de homologación consiste en el análisis de planes de


estudio jurisdiccionales relativos a titulaciones técnicas o certificados de Formación Profesional, y su
evaluación comparativa con el conjunto de criterios básicos y estándares acordados federalmente.

Es la Ley de Educación Técnico Profesional N° 26.058 la cual instituye el proceso de homologación de


títulos de la ETP de Nivel Secundario y de Nivel Superior y de certificaciones de Formación Profesional.
Establece las instancias de intervención y criterios generales sobre cómo seguir los pasos para desarrollar
dicho proceso.

Ahora, analicemos cuáles son los propósitos que asume el proceso de homologación para la mejora y el
perfeccionamiento continuo de la Educación Técnico Profesional que el INET nos informa:

 Dar unidad nacional y organicidad a la Educación Técnico Profesional, respetando la


diversidad federal de las propuestas formativas.
 Garantizar el derecho de los estudiantes y de los egresados a que sus estudios,

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certificados y títulos acrediten calidad equivalente y sean reconocidos en todo el territorio
nacional.
 Promover la calidad, la pertinencia y la actualización permanente de las ofertas formativas
de Educación Técnico Profesional.
 Facilitar el reconocimiento de los estudios de los egresados por los respectivos Colegios,
Consejos Profesionales y organismos de control del ejercicio profesional.

5.1.1 Las políticas para la Educación Técnico Profesional

¡Veamos algo más!

Hemos observado cómo el Ministerio de Educación, el INET y las autoridades educativas de las
jurisdicciones trabajan en permanente diálogo y articulación. En este apartado nos resulta pertinente
mencionar que los lineamientos, estrategias y programas llevados a cabo por estos organismos están
orientados a:

 Fortalecer la ETP para favorecer los procesos de inclusión social y facilitar la incorporación de las
y los jóvenes al mundo del trabajo y la formación continua, respondiendo de este modo a las
nuevas exigencias y requerimiento de la innovación tecnológica, la ciencia, la economía, el
ambiente y la reactivación de los sistemas productivos, entre otros.
 Desarrollar un sistema integrado de educación técnico-profesional que articule entre los niveles de
educación secundaria, y educación superior y estos con las instituciones y programas que
impulsen la formación y capacitación en y para el trabajo.
 Otorgar y poner el valor a la ETP dentro del sistema educativo, resignificar su identidad y carácter
estratégico en términos de desarrollo social y económico.

Es la Ley de ETP 26.058, sancionada en el año 2005, expresa estas políticas a través de la creación de
los instrumentos de regulación y de un fondo de inversión propio que conecta los criterios federales en
todo el territorio nacional.

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Fuente: Elaboración del Equipo CFP 429 La Plata AMET.

Procesos de Homologación

¿En qué consiste el proceso de homologación?


Es el análisis de planes de estudio relativos a titulaciones técnicas o certificados de formación profesional
y su evaluación comparativa con un conjunto de criterios básicos y estándares indicados como referencia
para cada uno de ellos, a efectos de establecer su correspondencia. 

¿Qué se utiliza para llevar a cabo ese análisis y evaluación?


El Marco de Referencia vinculado con la titulación o certificación que se presenta a homologar y que ha
sido aprobado por el Consejo Federal de Educación, en tanto brindan los elementos necesarios para llevar
a cabo las acciones de análisis y de evaluación comparativa antes señaladas.

Por ello, cuando no existe un Marco de Referencia de este tipo, no es posible iniciar el proceso de
homologación de un título o certificación, aunque cuente con validez nacional.

¿Qué es un Marco de Referencia?


Es un instrumento, que asume la forma de un documento dónde se enuncian el conjunto de los criterios
básicos y estándares que definen y caracterizan los aspectos sustantivos a ser considerados en el proceso
de homologación de los títulos o certificados y sus correspondientes ofertas formativas.

Estos criterios y estándares están asociados al perfil profesional y a los componentes de la trayectoria
formativa de cada oferta de ETP.
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 ¿Qué contiene un Marco de Referencia?
Todos los Marcos de Referencia están compuestos por tres partes. Una primera parte contiene la
información que permite identificar el sector de la actividad socioproductiva y familia profesional con el que
se vincula el título o certificación y su denominación, así como el nivel y ámbito de la trayectoria formativa
a la que pertenece.

La segunda parte contiene los elementos que conforman el Referencial al Perfil Profesional: alcance del
perfil profesional, funciones que ejerce el profesional, área ocupacional y habilitaciones profesionales.

La tercera parte refiere a los aspectos que definen los distintos campos de la trayectoria formativa
asociada a la titulación o certificación en cuestión y su carga horaria mínima. 

LOS INSTRUMENTOS DE REGULACIÓN

Objetivos

 Profundizar el dominio de las herramientas teórico - prácticas que toda/o instructora/or debe
poseer.
 Determinar cuáles son los organismos que se desempeñan como instrumentos de regulación.
 Identificar las funciones específicas del CONETyP y el RFIETP.

¡Llegamos el quinto encuentro de este primer módulo!

Hasta el momento hemos abordado diversos temas de los cuales analizamos su importancia y
reflexionamos sobre sus usos, alcances y limitaciones: son los perfiles profesionales, los criterios
curriculares, los marcos de referencia propios de la Formación Profesional, por mencionar sólo algunos.

En el último encuentro, para ser más precisas/os, se ha hecho mención a las políticas para la Educación
Técnico Profesional y en ella a los instrumentos necesarios para nuestra formación y desempeño
educativo.

Por consiguiente, las y los invitamos a trabajar sobre los instrumentos de regulación de la Ley de
Educación Técnico Profesional. Por un lado trabajaremos con el CONETyP y por otro con el Registro
Federal de Instituciones de la Educación Técnico Profesional y el Catálogo Nacional de Títulos y
Certificaciones. 

6.1 La Ley de Educación Técnico Profesional - Parte 1

Las y los invitamos a ver el video elaborado por el Ministerio de Educación de Nación en homenaje al
cumplirse los 15 años de la ley 26.058 de la ETP y a prestar especial atención a las palabras de Daniel

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Filmus que, por aquel entonces ocupaba el cargo de ministro de Educación, Ciencias y Tecnología de la
Nación.

Qué interesante es reflexionar sobre la importancia en la recuperación del rol preponderante y la tradición
de la Educación Técnico Profesional ¿no les parece?

Daniel Filmus (1 h, 41 min del video) señala que “lo que hay que recuperar es haber tenido, en aquel
momento, respuestas originales para un momento muy difícil” ¿qué opinión les merece? ¿encuentran
alguna similitud con la situación actual?

15 años de la Ley de Educación Técnico Profesional

Fuente: https://youtu.be/SJ-SNbvkNi8

¡Avancemos!

Acerca del CONETyP

La Ley de ETP crea el Consejo Nacional de Educación, Trabajo y Producción (CONETyP) como el espacio
para el asesoramiento y la consulta del Ministerio de Educación de la Nación. Es un órgano que triangula
el diálogo entre la ETP, el sector socioproductivo y el sector de las y los trabajadores.

El CONETyP concibe a la educación como un elemento vertebral de los procesos de desarrollo; de este
modo, las políticas educativas deben contemplar exhaustivamente las realidades sectoriales y regionales
que se analicen. Potenciar y fortalecer el proceso de desarrollo social, laboral y productivo; impulsar
estrategias de mejora para cada sector y cada región, y favorecer los perfiles del sector que son base y
referencia de las figuras formativas de la familia profesional del sector son parte protagónica de la tarea
que lleva adelante este consejo.

Los diálogos y participaciones serán el aporte para la construcción de las propuestas formativas de la ETP.
Por ello, se considera esencial que las y los representantes institucionales de las y los trabajadoras/es
(sindicatos y gremios), empresarias/os de las diversas ramas, del campo de la innovación, la ciencia y
tecnología, de la economía social y popular, como de otros organismos del Estado contribuyan a la
descripción de las múltiples y variadas características del mundo socio productivo, y contribuyan a la
definición de estrategias pertinentes.

Para sintetizar, los objetivos del trabajo sectorial son los siguientes:

 Analizar, comprender y describir las características de la situación de cada familia y sector


socioproductivo.
 Elaboración de propuestas que potencien los sectores.

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 Identificar y potenciar los perfiles profesionales con el fin de dar valor a las familias y sectores
productivos.

Actividad optativa: para ejemplificar la tarea que lleva adelante el CONETyP les dejamos un video sobre el
Foro Sectorial de Hidrocarburos en el que participaron representantes del sector productivo, educativo y
sindical para trabajar en conjunto los futuros perfiles profesionales

CoNETyP - Foro sectorial de Hidrocarburos

Fuente: https://youtu.be/Q7CtYEg64yQ

6.1.1 La Ley de Educación Técnico Profesional - Parte 2


¿Qué sucede con el Registro Federal de Instituciones de la Educación Técnico Profesional y el Catálogo
Nacional de Títulos y Certificaciones?

Analicemos su importancia...

Es sabido que la Ley de ETP, en su Artículo 45, reconoce al INET como el ente que deberá hacer cumplir
con responsabilidad, las inversiones en equipamientos e insumo, la promoción de la calidad educativa del
ámbito de la ETP, la sistematización y relevamiento de las familias y perfiles profesionales como así
también la ejecución de la capacitación docente y la administración del Registro Federal de Instituciones
de la Educación Técnico Profesional y el Catálogo Nacional de Títulos y Certificaciones.  

Si bien abordaremos con mayor profundidad la Ley de ETP en el próximo encuentro, les dejamos el
artículo completo: 

ARTÍCULO 45. — Reconócese en el ámbito del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología al


Instituto Nacional de Educación Tecnológica para cumplir con las siguientes responsabilidades y
funciones:

a) Determinar y proponer al Consejo Federal de Cultura y Educación las inversiones en


equipamiento, mantenimiento de equipos, insumos de operación y desarrollo de proyectos
institucionales para el aprovechamiento integral de los recursos recibidos para las Instituciones de
Educación Técnico Profesional, financiadas con el Fondo establecido por la presente ley en su
artículo 52.
b) Promover la calidad de la educación técnico profesional para asegurar la equidad y la
adecuación permanente de la oferta educativa a las demandas sociales y productivas a través de

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la coordinación de programas y proyectos en acuerdo con las pautas establecidas por el Consejo
Federal de Cultura y Educación. Desarrollar los instrumentos necesarios para la evaluación de la
calidad de las ofertas de Educación Técnico Profesional e intervenir en la evaluación.
c) Llevar a cabo el relevamiento y sistematización de las familias profesionales, los perfiles
profesionales y participar y asesorar en el diseño curricular de las ofertas de Educación Técnico
Profesional.
d) Ejecutar en el ámbito de su pertinencia acciones de capacitación docente.
e) Desarrollar y administrar el Registro Federal de Instituciones de Educación Técnico Profesional,
el Catálogo Nacional de Títulos y Certificaciones y llevar a cabo el proceso de Homologación de
Títulos y Certificaciones.
f) Administrar el régimen de la ley 22.317 del Crédito Fiscal. 

Parte de nuestra tarea es dominar los marcos de referencia como así también conocer y aplicar los
instrumentos de regulación como lo son el Registro Federal de Instituciones de ETP (RFIETP) y el
Catálogo Nacional de Títulos y Certificaciones y los Procesos de Homologación de Títulos y
Certificaciones.

El Registro Federal de Instituciones de ETP es el instrumento por excelencia para la inscripción de las
instituciones acreditadas que emitan títulos y certificaciones de ETP, en los niveles de enseñanza
Secundaria, Superior y Formación Profesional.

Los datos que reúne el Registro Federal de Instituciones de ETP aglutina la información necesaria para el
planeamiento, elaboración y desarrollo de programadas propuesto por el INET.

Uno de los ejemplos de lo mencionado anteriormente, es el uso del RFIETP  para la evaluación de los
Planes de Mejora y Fortalecimiento Institucional que presentan las instituciones y jurisdicciones
enmarcadas de la Ley de ETP.

Cada año las autoridades de cada jurisdicción envían al INET los datos actualizados que las Instituciones
Educativas declaran a través de las Fichas de Inscripción. De esta manera el RFIETP se renueva y
permite que el Catálogo Nacional de Títulos y Certificaciones pueda ser consultado de forma permanente.

De este modo el Catálogo Nacional de Títulos y Certificaciones se define como el espacio en el que se
encontrará la oferta de Educación Técnico Profesional en los niveles secundario, superior y formación
profesional de gestión estatal y privada. El objetivo del Catálogo es ofrecer la información adecuada sobre
los títulos técnicos y certificaciones de FP sobre las propuestas educativas que se desarrollan en todo el
territorio nacional.

A continuación les dejamos los links de acceso a la páginas del INET en donde puedan visualizar de el
Catálogo de Nacional de Títulos y Certificaciones:

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Glosario - Catálogo Nacional de Títulos y Certificaciones de Educación Técnico Profesional.

Mapas y gráficos - Catálogo Nacional de Títulos y Certificaciones de Educación Técnico Profesional.

LA LEY DE EDUCACIÓN TÉCNICO PROFESIONAL N.º 26.058

Objetivos

 Determinar la importancia de la sanción de la Ley de Educación Técnico Profesional


 Identificar el marco regulatorio de la Ley de Educación Técnico Profesional.
 Analizar el rol de Estado en materia de políticas públicas
 Problematizar la participación del Estado dentro de la Formación Profesional

Nos encontramos nuevamente en este espacio para abordar uno de los temas más significativos de este
módulo: ¡La Ley de ETP!

Anteriormente estuvimos trabajando con el CONETyP, órgano consultivo creado dentro del marco de la
Ley de Educación Técnico Profesional, y con el Registro Federal de Instituciones de la Educación Técnico
Profesional y el Catálogo Nacional de Títulos y Certificaciones.

Además, observamos el video del homenaje al cumplirse 15 años de la sanción de la ley de la ETP y
reflexionamos sobre su importancia en la recuperación del rol preponderante que posee y sobre las
palabras del, por aquel entonces, ministro de Educación, Ciencias y Tecnología de la Nación, Daniel
Filmus.

¿Recuerdan qué dijo?

Aquí les dejamos la frase nuevamente: “lo que hay que recuperar es haber tenido, en aquel momento,
respuestas originales para un momento muy difícil” (Daniel Filmus, 7 de septiembre de. 2020).

7.1 La Sanción de la Ley de Educación Técnico Profesional

La Ley de Educación Nacional (26.206) ha sido sancionada por el Congreso de la Nación en el año 2006
con el objetivo de “regular el ejercicio del derecho de enseñar y aprender”. Nuestro Estado Nacional, las
provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen el compromiso y la responsabilidad de garantizar
y proveer una educación integral y de calidad para todas y todos los habitantes de nuestro territorio.

La Educación Técnico Profesional forma parte de una modalidad específica de nuestro sistema educativo
y se enmarca bajo los lineamientos de la Ley 26.058, aprobada en el año 2005, como parte de una política
pública sólida y con el propósito de hacer efectivo, entre otras cosas, el servicio educativo
profesionalizante que comprende la formación ética, ciudadana, humanístico general, científica, técnica y
tecnológica (INET). Esta ley se aplica a toda la Nación, respetando los criterios federales, la

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heterogeneidad regional y articulando con la educación formal y no formal, la profesional dentro de una
educación permanente y continua.

Destacamos el Artículo 52, el cual fuera punta de lanza en materia de financiamiento e inversión educativa
que emparentado a un proyecto de país, produjo que la educación, el trabajo y la producción sean
prioridad.

Artículo 52 - Créase el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional que será
financiado con un monto anual que no podrá ser inferior al CERO COMA DOS POR CIENTO
(0,2%) del total de los Ingresos Corrientes previstos en el Presupuesto Anual Consolidado para el
Sector Público Nacional, que se computarán en forma adicional a los recursos que el Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología tiene asignados a otros programas de inversión en escuelas.
Este Fondo podrá incorporar aportes de personas físicas y jurídicas, así como de otras fuentes de
financiamiento de origen nacional o internacional.

Para ahondar más sobre la relevancia de la sanción de la Ley y su posterior aplicación, les proponemos
leer la nota, elaborada por el INET: “A 15 años de la sanción de la ley de Educación Técnico Profesional:
Es tiempo de tomar responsabilidades”

En ella se realiza un recorrido histórico por la Educación Técnica en el sistema educativo, establece sus
objetivos y propósitos, y nos invita a pensar en el futuro de la ETP.

Es por todo esto que nos resulta de suma importancia analizar la normativa vigente y ponerla en juego con
el trayecto educativo de la Formación Profesional.

Los Planes de Mejora

“Al respecto, cabe señalar que si bien este artículo se centra en específicamente en el nivel
medio de la modalidad el análisis de las dinámicas institucionales del mismo, desde el
enfoque metodológico planteado, exige necesariamente tomar en cuenta no sólo a las otras
instituciones contempladas por la Ley sino también a aquellas del nivel superior
universitario puesto que una de las notas distintivas del nivel medio es la preparación para
los estudios de nivel superior (universitario y no universitario)”

Esta cita pertenece al artículo “La Educación Técnico Profesional como factor de desarrollo estratégico.
Panorama actual y balances frente a nuevos escenarios”, desarrollado por Elisa Zabala y publicado en la
Revista Cuestiones de Población y Sociedad en el año 2015. Este artículo nos convoca a analizar las
políticas de la educación técnico-profesional, a reconocer su carácter estratégico en el plano educativo
como un factor clave para el crecimiento económico sostenido y sustentable de nuestra Nación, y para el
incremento en los niveles de inclusión y equidad social.

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Sin embargo queremos hacer hincapié en los planes de mejora. Los PMI, son la expresión de la síntesis
y la materialización de las políticas que giran en torno a la ETP. A través de los PMI las instituciones
educativas reciben fondos que serán destinados a la ejecución de las acciones y actividades propuestas

Aquí, es interesante que puedan reflexionar sobre sus propias experiencias en la elaboración de los
proyectos institucionales. ¿Recuerdan qué insumos, equipamientos solicitaron?

Para acceder al financiamiento, las instituciones redactan y presentan el PMI en la dependencia que
corresponde a su jurisdicción y ésta hace lo propio con el INET. En caso de ser aprobado, se envían los
fondos solicitados y un equipo técnico-pedagógico de la jurisdicción solicitante es el responsable del
seguimiento y la concreción del proyecto. Al mismo tiempo, es el INET quien también envía su equipos
para realizar las supervisiones correspondientes.

En esta línea, destacamos que es el Documento para la Mejora Continua de la Educación Técnico
Profesional el que establece los criterios para que las autoridades de las jurisdicciones a partir de sus
propios programas y estrategias sean los responsables de la selección y el aval de los PMI.

A continuación, transcribimos los criterios que se encuentran en dicho documento, establecido por
la resolución 62/08 del Consejo Federal de Educación:

 Los distintos niveles y tipos de la ETP, de modo de facilitar la participación equitativa de las
instituciones que forman técnicos en los niveles secundario y superior de educación y que brindan
formación profesional.
 Las características de profesionalidad de las trayectorias formativas, de modo de priorizar la
incorporación de aquellas instituciones que brinden formación relativa a profesiones que pudieran
poner en riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los derechos o los bienes de los
habitantes.
 La complejidad de las instituciones de ETP, de modo de atender, en particular, a aquellas
instituciones que cuentan con un número importante de matriculados, contemplan diversos niveles
de titulación y/o certificación, así como variedad de orientaciones y/o especialidades.
 Los diversos contextos de las instituciones de ETP, de modo de atender y dar respuesta a
problemáticas vinculadas a condiciones socio-culturales, geográfico territoriales, económico-
productivas, entre otras.
 La pertinencia de la oferta formativa y de la calificación que brinda en relación con el mundo del
trabajo.

LA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN N.º 26.206

Objetivos

 Analizar la importancia de la Ley de Educación Nacional y su incidencia en la ETP

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 Identificar e incorporar sus principales nociones, reglamentación y horizonte para el desempeño
de las y los Instructoras/es

Les damos la bienvenida a este séptimo y último encuentro antes de la evaluación. ¡Sí, estamos a un paso
de finalizar este primer módulo!

En el encuentro anterior, hemos abordado el rol de Estado en materia de políticas públicas y nos
interiorizarnos en el marco normativo vigente para la Formación Profesional. Para ello, presentamos la Ley
de Educación Nacional (26.206), la cual concibe a la educación y al conocimiento como un bien público y
un derecho personal y social que el Estado debe garantizar y trabajamos con la Ley de Educación Técnico
Profesional 26.058 de manera específica y situada.

Finalizamos el encuentro anterior con una serie de preguntas que nos invitaban a reflexionar, entre otras
cosas, sobre las características y propósitos de la formación profesional y las responsabilidades y
compromisos de los actores políticos y sectoriales en el planeamiento, gestión y ejecución de la FP.

En esta ocasión trabajaremos con la Ley de Educación Nacional (N.º 26.206).

8.1 La educación nacional como política de Estado.

En el año 2006, se comenzó a trazar el “borrador para la discusión”, que establecía los lineamientos para
una nueva ley de Educación Nacional y barría con la vetusta Ley Federal de Educación sancionada en
1993.

Uno de los ejes principales implicaba la garantización de cuatro factores:

 El conocimiento
 El servicio a las y los estudiantes
 La jerarquización docente
 La inclusión familiar.

Las y los invitamos a leer esta nota publicada en el diario Página/12 del 23 de mayo de 2006 para que
puedan trazar un paralelo con los siguientes puntos que se establecieron en la Ley de Educación Nacional
una vez sancionada.

 El Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la


responsabilidad principal e indelegable de proveer una educación integral, permanente y de
calidad para todas/os las/os habitantes de la Nación, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad
en el ejercicio de este derecho, con la participación de las organizaciones sociales y las familias.
 El Estado Nacional fija la política educativa y controla su cumplimiento con la finalidad de
consolidar la unidad nacional, respetando las particularidades provinciales y locales.

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 El Estado garantiza el financiamiento del Sistema Educativo Nacional conforme a las previsiones
de la presente ley. Cumplidas las metas de financiamiento establecidas en la Ley N° 26.075, el
presupuesto consolidado del Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires destinado exclusivamente a educación, no será inferior al seis por ciento (6 %) del Producto
Interno Bruto (PIB).
 El Estado Nacional no suscribirá tratados bilaterales o multilaterales de libre comercio que
impliquen concebir la educación como un servicio lucrativo o alienten cualquier forma de
mercantilización de la educación pública.

Es sabido y así lo establece la ley que la educación es una prioridad nacional y el camino que conduce a
reafirmar la soberanía e identidad nacional, a profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, a
respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de
la Nación.

Por tales motivos, la educación nacional se constituye como una política de Estado y es para nosotras y
nosotros el instrumento necesario para construir una sociedad justa e igualitaria.

A continuación, les proponemos que observen el siguiente video: “La educación técnica hoy - 10 años de
la Ley de Educación Técnico Profesional” del año 2015 para reflexionar sobre el impacto exitoso que ha
tenido la decisión política de establecer para la ETP un financiamiento propio.

La eduación técnica hoy - 10 años de la Ley de Educación Técnico Profesional

Fuente: https://youtu.be/X5O7AYlL32I

Algo más que, claro está, abordaremos en futuros encuentros, ¿notaron el incremento de mujeres que ha
habido en los últimos años en la Educación Técnico Profesional?

Educar para una sociedad más justa

Les acercamos otra nota publicada en Página/12 en 2012, escrita por Carina V. Kaplan y Daniel Filmus,
dos exponentes ineludibles de la educación en nuestro país. La nota se tituló “Cómo fue posible la nueva
ley de educación” y correspondía al adelanto de la posterior publicación del libro que escribieron en
conjunto sobre la Ley de Educación Nacional.

Nos resulta interesante el análisis sobre el cambio de visión sobre la educación y las y los nuevos actores
y sobre todo en la idea de que “el trabajo formal y la educación debían convertirse en las herramientas
más importantes de inclusión social plena” a diferencia de la concepción de pensar la educación como un
“instrumento de contención social y de formación de mano de obra para un mercado laboral cada vez más
excluyente, segmentado y precario.”

Les proponemos concluir la lectura de la nota y pensar en la transformación que sucedió con la educación
en término de sus desempeños y funciones.

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