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MEDICINA LEGAL Y DEONTOLOGÍA MEDICA

Unidad 4

Psicopatología y psiquiatría forense – Concepto de responsabilidad. Imputabilidad y Culpabilidad. Capacidad


jurídica y capacidad de obrar. Salud mental y madurez biológica-jurídica. Experticia psiquiátrica.

La psicopatología forense tiene por objetivo principal el estudio de la personalidad anormal no psicótica del
individuo humano, en relación de dependencia con la legislación.

La psiquiatría forense estudia la personalidad psicótica del individuo. La psiquiatría forense es una rama de la
Medicina Legal, que se propone aclarar los casos en que alguna persona, por el estado especial de su salud
mental, necesita consideración particular.

Conocemos que la sociedad utiliza medios para que la colectividad mantenga el orden surgiendo así las leyes
que son normas a las que todos los integrantes de esa sociedad, deben sujetarse, por pena de sufrir las sanciones
correspondientes previamente establecidas. Pero estas sanciones deben ser aplicadas a personas normales,
responsables de sus actos.

Es justamente cuando se produce una violación a las normas, que la sociedad impone, por parte de individuos
en quienes existe un trastorno mental, que la Psiquiatría y el Derecho tienen puntos de contacto. Y es cuando
la administración de justicia busca ayuda en la Psiquiatría, a través de la Psiquiatría Forense, para definir el
estado mental del sujeto que rompió con las normas sociales. Igualmente, cuando una persona que por sus
trastornos mentales se encuentra indefensa o en minusvalía, y es objeto de un delito, o debe protegerse
civilmente, también la Psiquiatría acude en ayuda a la Justicia.

Existen situaciones en las cuales un acto contra la sociedad y sus normas no constituye delito, y ejemplo de ello
lo tenemos en la legítima defensa y en los trastornos mentales.

La Psiquiatría Forense es pues una rama de la Medicina Legal, cuya misión es el examen de todo sujeto a quien
dentro de un juicio civil o penal, se le presume afectado de enfermedad o anomalía psíquica para determinar
así su grado de capacidad o de imputabilidad.

El individuo de la especie humana al igual que el de cualquiera otra especie animal realiza funciones vitales que
tienen por fin su propia conservación y también la de la especie a que pertenece.

Entre las funciones vitales se estudian las funciones vegetativas, que comprenden las funciones de nutrición,
crecimiento y reproducción y las funciones de la vida animal; los movimientos o locomoción.

La rama de la Biología que estudia los procesos mentales se llama Psicología (psique, alma; logos: discurso,
estudio) que puede definirse como “la ciencia que estudia los hechos que constituyen la vida mental”.
La psicología clásica o antigua, es una disciplina teórica, normativa y abstracta, basada fundamentalmente en
la especulación. Considera al Hombre como un ente ideal, cuyas actividades psíquicas son iguales en todos los
individuos, hechos todos a imagen y semejanza de Dios y preconcebidos únicamente para las acciones buenas
y generosas, construidos bajo el mismo molde y girando siempre alrededor de la conciencia.

Psicología Moderna y Contemporánea:


Es una psicología de carácter experimental, y se desarrolla paralelamente a la psicología, que estudia la actividad
de los órganos que componen e integran el cuerpo humano.
Concepto de Normalidad y eupsiquia:
El término personalidad es una palabra abstracta en el lenguaje psicológico, y en consecuencia no tiene una
definición concreta por lo cual se le han asignado diversos significados: teológico, jurídico, sociológico y
psicológico. Allport, en 1961, ofrece una definición de tipo psicológico:

“Es la organización dinámica dentro del individuo de aquellos sistemas psicofísicos que determinan sus ajustes,
únicos a su ambiente”.

Al hablar de personalidad no podemos prescindir, a propósito de su examen y diagnóstico de normalidad o


anormalidad; del estudio sobre el concepto de Salud Mental, que tradicionalmente expresaba de manera
sencilla y en sentido excluyente la “ausencia de perturbaciones psíquicas”.

En 1950, el Comité de Expertos de la Federación Mundial Pro Salud Mental la definió como “un estado de
bienestar corporal, intelectual y moral que permite en quien lo siente vivir activamente y enfrentarse con
eficacia y serenidad a las emergencias de la vida social”.

Según Mira y López (1962) toda persona que goza de buena salud mental, tiene las siguientes características:

a) Se autoestima y acepta con objetividad, no se sobrevaloriza o minusvaloriza.


b) Se relaciona bien con sus semejantes. Es capaz de mantener una actitud cortés y serena con cualquier
otra persona, sin distinción de sexo, edad, religión, etc.
c) Sabe enfrentarse a las demandas de la vida.

Cuando tiene un problema lo estudia y toma la decisión más lógica. Sin embargo los especialistas en Salud
Mental, afirman, que es normal cierto grado de desequilibrio, siempre que este no sobrepase los límites
prácticos del concepto de normalidad.

El concepto de Normalidad manejable parcialmente no puede ser el comprendido dentro del sentido idealista
y puro planteado por el término griego EUPSIQUIA, cuya base etimológica, EU, bien y Psique, alma; nos colocaría
fuera del límite práctico del ámbito humano. El punto de partida de las concepciones clínicas y médico-legales
lo constituye la noción de Normalidad Práctica; entendida como el estado mediante el cual se obtiene el
ejercicio equilibrado y eficaz de las funciones psíquicas. Como la manera o forma, en que cualquier individuo
guiado solo por su sentido común y recurriendo a unas bases culturales comunes puede desenvolverse en la
vida, armonizando sus intereses personales con los de las demás personas y tomando decisiones acertadas.

El profesor Nerio Rojas, considera que la actividad mental normal tiene un fin pragmático, cual es, “conocer la
realidad con exactitud para actuar sobre ella con eficacia”.

Dentro de las variaciones individuales y las variaciones fisiológicas en el mismo sujeto, debemos considerar
como “Hombre Mentalmente Normal”; aquel que aprecia con exactitud las formas accesibles de la realidad,
para actuar con inteligencia en el medio ambiente, dentro de una adaptación activa, lógica y útil entre los
diversos hechos, cosas y personas.

Normativa Legal. Procedimientos médico-legales del Derecho Civil. Bases doctrinarias y legales: Capacidad
Jurídica y Capacidad de Obrar. Responsabilidad.
La ciencia jurídica, de base eminentemente social o cultural establece los principios que definen al hombre como
ser libre y por ende capaz de disfrutar derechos y de obligarse a cumplir los correspondientes deberes que exige
la vida en sociedad.
Por regla general, el individuo adulto posee una suma de cualidades que le permiten actuar en la vida diaria, ya
sea desde el punto de vista familiar y social, como del jurídico; esto constituye y denota la capacidad.

La aptitud para ejercer todos los derechos, para obrar a plenitud con eficacia jurídica se denomina: capacidad
de obrar. La capacidad de obrar se adquiere progresivamente de acuerdo con los señalamientos y concesiones
que hace la ley (Código Civil) a medida que van cumpliéndose o llenándose las exigencias o requisitos legales
que coinciden y se fundamentan con las distintas etapas del crecimiento y desarrollo biológico, sistematizados
en la información que ofrecen los conocimientos biomédicos cuales son: recién nacido, infante de 1era y 2da
infancia, adolescente o púber o núbil, adulto, todo en relación como puede observarse con la evolución
cronológica de las personas, cuyas referencias particulares están consagradas en el Código Civil, cuando
establece: Artículo 18 “Es mayor de edad quien haya cumplido dieciocho (18) años. El mayor de edad es capaz
para todos los actos de la vida civil, con las excepciones establecidas por disposiciones especiales”.

En determinadas circunstancias, también prefijadas por el ordenamiento jurídico vigente, el hombre pierde la
aptitud para ejercer sus derechos, es decir, pierde la capacidad de obrar, debiendo en consecuencia intervenir
judicialmente a las personas que se encuentran en tales condiciones de incapacidad de proveer a sus propios
intereses o actuar violando o transgrediendo el orden social. Surgen así los mecanismos establecidos en la
propia ley (interdicción o inhabilitación, en el caso de las situaciones de orden civil) o enjuiciamiento o
procedimiento penal en e l caso de una situación violatoria del fuero penal (responsabilidad penal,
imputabilidad, culpabilidad).

La responsabilidad, por otra parte, no implica sino el complemento de la capacidad y consiste en la obligación
que se exige al individuo de responder por los daños causados y de pagar las justas y equitativas
indemnizaciones que de ellos se derivan o de purgar la pena asignada a los delitos que cometa.

La capacidad de obrar es contingente y variable. No existe en todos los hombres ni se da en todos ellos en el
mismo grado, así como la capacidad jurídica se basa en la existencia de la persona; la capacidad de obrar
requiere inteligencia y voluntad y como estas condiciones no existen en todos los hombres ni siempre en el
mismo grado, la ley unas veces la niega en absoluto y otras veces la limita o la condiciona.

Salud mental.
Los exámenes que se hagan para determinarla o excluirla no deben hacer énfasis en la enfermedad o entidad
nosológica que padezca el afectado, sino en las consecuencias que ella produzca en la persona, referidas
especialmente al estado de normalidad o de alteración de las facultades mentales, es decir, de la inteligencia,
la conciencia, la voluntad, juicio y raciocinio, de la capacidad de análisis y síntesis, de resolución de problemas y
de la correlación e interacción de las ideas con la decisión que involucre el acto cuyos actos jurídicos se investiga
para valorar su validez o invalidez, para determinar su responsabilidad.

Como antítesis y complemento de salud mental surge a nuestra consideración médico-legal el concepto de
enfermedad mental, también denominada enajenación o alienación mental, susceptible del tecnicismo de
“psicosis”.
Por su claridad conceptual vamos a describir la definición que propone el Dr. Nerio Rojas en su libro Medicina
Legal que dice: “Es el trastorno mental general y persistente de las funciones psíquicas, cuyo carácter patológico
es ignorado o mal comprendido por el enfermo y que impide la adaptación lógica y activa a las normas del
medio, sin provecho para si mismo ni la sociedad”.

Según esta definición para que un perito pueda fundamentar el diagnóstico de enfermedad mental, alineación
mental o enajenación mental, se exige la concurrencia de cuatro elementos o características, que comprenden
a la enfermedad no solo en noción nosológica como proceso que altera las facultades psíquicas sino que justifica
y exime al hombre que lo sufre (enfermo) de sus compromisos y responsabilidades sociales, explicándose
objetiva y secuencialmente las fases de la enfermedad y la signología clínica que la caracteriza, base para el
esclarecimiento de la situación problema que investiga la administración de justicia.

Tales elementos o características son:

1. Trastorno general y persistente: el trastorno debe consistir en una perturbación de las funciones
mentales, en su conjunto, y no una o alguna de ellas. Compromete la personalidad en su conjunto y las
funciones superiores (percepción, asociación, juicio, memoria, afectividad, conciencia, voluntad e
inteligencia) en forma congénita o adquirida, cuantitativa o cualitativamente, con cierta intensidad y
persistencia, aunque no sea de manera definitiva. En muchos casos puede evolucionar hacia la curación.
2. Falta de autocrítica sobre el estado patológico del propio enfermo: significa que el enfermo no tiene
conciencia de su enfermedad. Ignora su carácter patológico o tiene una noción parcial y discontinua.
3. Desadaptación al medio familiar y social: los actos y reacciones del enfermo pondrán en evidencia su
estado mental en desarmonía con las reglas sociales y morales que rigen la vida en sociedad.
4. Inutilidad de la desadaptación: la desadaptación no es útil al enfermo ni a los demás. Es una
desadaptación sin beneficio lógico.

Agregaremos a continuación, la transcripción de algunas disposiciones del código civil, relativas a la capacidad
jurídica y a la capacidad de obrar:

Artículo 808: “Toda persona es capaz de suceder, salvo las excepciones determinadas por la ley”.

Artículo 809: Son incapaces de suceder los que en el momento de la apertura de la sucesión no estén todavía
concebidos. A los efectos sucesorios la época de la concepción se determinará por las concepciones legales
establecidas en los artículos 201 y siguientes para la determinación de la filiación paterna.

Artículo 1.143: “Pueden contratar todas las personas que no estuvieren declaradas incapaces por la ley”.

Artículo 1.144: Son incapaces para contratar en los casos expresados por la ley: los menores, los entredichos,
los inhabilitados y cualquiera otra persona a quien la ley le niega la facultad de celebrar determinados contratos.

Artículo 1.145: La persona capaz de obligarse no puede oponer la incapacidad del menor, del entredicho, ni del
inhabilitado con quien ha contratado…

La incapacidad que se deriva de la interdicción por causa de condenación penal, puede oponerse por todos
aquellos a quienes interese.

Interdicción e inhabilitación:
La ley igualmente establece lo concerniente a la protección y defensa de aquellas personas que no pueden
dirigirse a sí mismas o administrar competentemente sus negocios, mediante la prohibición de celebrar
válidamente contratos o actos, que le causen perjuicio propio a su persona, a su patrimonio o a su familia.

El código civil venezolano, establece:

Artículo 393: “El mayor de edad y el menor emancipado que se encuentren en estado habitual de defecto
intelectual que los haga incapaces de proveer a sus propios intereses, serán sometidos a interdicción, aunque
tengan intervalos lúcidos”.
Artículo 409: El débil de entendimiento cuyo estado no sea tan grave que dé lugar a interdicción, y el pródigo,
podrán ser declarados por el Juez de Primera Instancia inhábiles para estar en juicio, celebrar transacciones, dar
ni tomar préstamo, percibir sus créditos, dar liberaciones, enajenar o gravar sus bienes o para ejecutar cualquier
otro acto que exceda de la simple administración, sin la asistencia de un curador que nombrará dicho juez de la
misma manera que tutor a los menores. La prohibición podrá extenderse hasta no permitir actos de simple
administración sin la intervención del curador, cuando sea necesaria esta medida.
La inhabilitación podrá promoverse por los mismos que tienen derecho a pedir la interdicción.

Conforme a la ley, pueden pedir o promover la interdicción y la inhabilitación, el cónyuge, cualquier pariente
del incapaz, el Síndico Procurador Municipal y cualquier persona a quien interese. El Juez puede promoverlas
de oficio.

Para que ocurra o proceda la interdicción por causa de “enfermedad mental” es necesario que ocurran los
siguientes requisitos:

1. Que se trate de una persona adulta o de un menor emancipado; excepción a la regla; ya que los menores
de edad son total y absolutamente incapaces. En los casos en que el menor emancipado, enfermo
mental, se encuentre bajo potestad paterna; el padre o madre pueden seguir administrando sus bienes,
ya que tienen su administración por mandato legal, pero, tan pronto como llegue a la mayor edad deben
solicitar y promover la interdicción.
Distinta la situación del enfermo mental bajo tutela que llega a la adultez o cae en enfermedad mental
antes de cumplir la mayor edad; la interdicción será promovida por el tutor o cualquiera de las personas
señaladas por la ley.
2. Que el adulto o menor de edad emancipado, sea un enfermo mental, que lo prive de la capacidad de
obrar.
3. El estado de defecto intelectual debe ser habitual. Los intervalos lúcidos que pueden ocurrir no excluyen
el carácter de habitualidad.
4. La enfermedad mental o defecto intelectual habitual, debe ser de tal grado que haga al enfermo incapaz
de proveer a sus propios intereses, es decir, que no pueda administrarse a sí mismo o manejar
competentemente sus negocios.

En consecuencia, la interdicción constituye un estado legal de enfermedad o enajenación mental, que evita toda
discusión acerca de la validez de los actos del enfermo; ellos son nulos siempre, aun cuando se celebraren
durante un momento de lucidez y aun cuando el paciente hubiere recobrado la normalidad psíquica o salud
mental, por remisión de la enfermedad. En cambio, los actos celebrados por una persona no interdictada, son
válidos, a menos, que pueda demostrarse que los celebró en estado de enfermedad mental.

Disturbios transitorios de la conciencia:


Los casos de esta índole son de dos categorías:
a) Los sintomáticos de afecciones mentales: epilepsia, hipnotismo, sonambulismo, embriaguez del sueño.
b) Los que responden a causas extrañas a toda enfermedad mental, tal como los traumas craneales,
intoxicaciones agudas, emociones violentas.

Vamos a referirnos a dos entidades que por su importancia en Medicina Legal nos obliga a estudiarlos y señalar
sus diferencias, éstos son:
a) El trastorno mental transitorio.
b) El intervalo lúcido.
I.
Trastorno mental transitorio: son estados o trastornos de perturbación pasajera de las facultades
mentales, de poca duración que terminan rápida y definitivamente sin peligro de reaparición, y no
requieren internamiento u hospitalización. Es de dos tipos:

1. Trastorno mental transitorio espontaneo: que no tiene el mismo valor y significación para el juez
y el psiquiatra. El psicopatólogo puede determinar un conjunto de trastornos mentales que el
juez no considera suficientes para eximir de responsabilidad.

Desde el punto de vista jurídico se exigen los requisitos siguientes:

a) Haber sido desencadenado por una causa inmediata y fácilmente evidenciable.


b) Que su aparición haya sido brusca o al menos rápida.
c) De duración breve.
d) Que cure de forma igualmente rápida, completa, sin dejar secuelas ni posibilidades de
repetición.
e) Que haya surgido sobre una base patológica probaba en el sujeto en que se manifestó.
f) Que la intensidad del trastorno mental sea origen de una anulación completa del libre
albedrío e inconciencia, no bastando la simple ofuscación.

Como ejemplos típicos del trastorno mental transitorio pueden citarse, la embriaguez patológica, los
estados de enfermedad psíquica o corporal productores de perturbación psíquica (delirio febril), el
estado psíquico anestésico.

2. Trastorno mental transitorio provocado: para que tenga un efecto eximente es necesario que
no haya sido buscado a propósito para delinquir. Por tanto, el que con ánimo de cometer un
delito se coloca en dicha situación y hallándose en ella, perpetra el hecho, no podrá ser declarado
exento de responsabilidad penal.
II.
Se refieren casos que reconocen un origen tóxico: morfina, cocaína, ingestión de alcohol, L.S.D.,
marihuana.

Intervalo lúcido: opuestamente al trastorno mental transitorio se encuentra el intervalo lúcido. El


primero presupone una continuidad en la salud, en cambio, el segundo lo caracteriza una continuidad
en la enfermedad con un episodio de salud.

Personalidades Psicopáticas: todos los seres humanos, unos más, otros menos, se alejan cuantitativamente en
grados diversos del tipo ideal del hombre normal. Muchos de ellos observan, en apariencia, una conducta
adaptada merced a un buen juego de inhibiciones, que mantiene sus anomalías o trastornos disimuladas o
apagadas; sin embargo, ello no los libra del señalamiento de las otras personas, que los llaman de diversa
manera ‘tipos excéntricos”, “tipos” raros, extravagantes, mañosos, que reaccionarían ante los hechos, cosas y
personas, que conforman su medio social o vida de relación, en forma diversa y especialmente distinta a la
normativa social, y sin perder las condiciones de adaptabilidad y funcionamiento de las facultades psíquicas se
colocan en pugna con el medio social, dificultando su adaptación son las llamadas “Personalidades Psicopáticas”
o “Constituciones Psicopáticas”. Y son definidas por Kurt Schneider: son personalidades anormales que por su
anormalidad sufren y hacen sufrir a los demás.

Según el Dr. Vicente Gradillas: el psicópata en una persona asocial (incapaz de adaptarse a las normas sociales)
que no establece lazos afectivos adecuados y duraderos con otras personas, no teniendo por otra parte
alteraciones mentales (psicosis). Dado que el significado etimológico de “psicópata” englobaría a todo enfermo
mental, modernamente se viene utilizando cada vez más el término de sociópata.

Las características comunes a este determinado tipo de individuos (Gradillas) serían las siguientes:
En general el psicópata es referido al medico por su persistente comportamiento antisocial sin que a dicha
conducta se le encuentre una motivación adecuada, ni una provocación proporcionalmente comprensible.
x Pobreza general de reacciones afectivas: Normalmente los actos antisociales del psicópata no le
producen nerviosismo, ansiedad, vergüenza, pena, culpabilidad ni ningún otro sentimiento que la
persona normal experimentaría en situaciones análogas.
x Incapacidad de aprender por experiencia: A pesar de que su actuación contraria a las normas suele
llevarle a frecuentísimos desastres y frustraciones, el sociópata persiste en la repetición de tales actos.
Ello prueba su falta de habilidad para obtener lecciones de sus fracasos y modificar su conducta.
x Impulsividad: Inmediatamente después de aparecer una tendencia la convierte en acto, sin ningún tipo
de consideraciones hacia los sentimientos de otras personas del orden social o ni si quiera mide las
consecuencias para si mismo.
x Superficialidad en las relaciones interpersonales: Su vida afectiva es superficial, no logra relaciones
duraderas con otras personas, aunque se muestre en ocasiones simpático, cordial y generoso.
x Desprecio por la verdad: Es un mitómano de por sí, dice las más grandes mentiras con mímicas y gestos
con gran tranquilidad.
x Falta de autocrítica: Tiene una notoria incapacidad para comprender y juzgar su comportamiento a
través del criterio de los demás.
x Sexualidad polifacética: Tiene tendencia a la promiscuidad, impersonalidad de la relación, en ambos
sexos.
x Fugaces éxitos en la vida: Tiene tendencia a dejar derrumbar los éxitos alcanzados por causas
insignificantes.
x Comportamiento egosintónico: El sociópata esta satisfecho de su forma de actuar, de su conducta, a
pesar de la hostilidad.
x Inteligencia técnicamente alterada: Las facultades cognoscitivas se conservan inalteradas.

Dentro de las personalidades sociopáticas encontramos:


a) Personalidad cicloide
b) Personalidad esquizoide
c) Personalidad paranoide
d) Personalidad explosiva
e) Personalidad perversa

a.- Personalidad Cicloide:


9 Deriva del tipo cicloide de Krestchmer y al exagerarse la anomalía evoluciona hacia la psicosis maniaco
depresiva, ciclotimia o locura circular.
9 Se vincula con el tipo “extrovertido” (Jung) que se caracteriza por la necesidad de vincularse y relacionarse
con el medio exterior.
9 Son personas sociables en extremo, amables, educados, buenos conversadores, preocupados siempre por
la salud de familiares y amigos. Pero sus sentimientos son superficiales, no son sinceros, poco confiables y
una característica importante de ellos es el cambio continuo de humor, pasando de fase de excitación, euforia
o manía a la de depresión o melancolía, es el ser que con facilidad pasa de la risa al llanto o viceversa.
9 Es un tipo de viva inteligencia por regla general adaptable, pero indisciplinado y poco apegado al trabajo.
Entre las manifestaciones antisociales, puede apreciarse la tendencia a los delitos contra la propiedad, estafa,
hurto, malversación.
b.- Personalidad Esquizoide:
9 Está asociada al tipo leptosomático de Krestchmer (longilíneo o asténico). Constituye el fundamento de la
psicosis llamada esquizofrenia o demencia precoz.
9 El esquizoide es la personalidad opuesta al cicloide. El esquizoide tiene el YO enquistado dentro de su
persona, correspondiendo al tipo introvertido de Jung.
9 Presenta un distanciamiento de la realidad a causa de su tendencia a independizarse de sus facultados
psíquicas.
9 Son individuos contradictorios, caprichosos y sus acciones no se conforman a sus juicios y razonamientos,
comportamiento que ellos mismos no comprenden bien.
9 Generalmente, son individuos fríos, apáticos a las alegrías y tristezas de los demás, no así a las propias, las
cuales sobrestiman.
9 El rasgo mas importante es ser soñadores, viven de su propia imaginación, haciendo proyectos y
propósitos irrealizables.
9 Predomina en ellos el carácter hermético, su personalidad rodeada de obstáculos para que nadie
reconozca su modo de sentir, querer, cuales son sus esperanzas, tristezas, angustias, etc.
9 Pueden adoptar tres (3) formas:
1. Hiperestésica: idealista, irritable, nervioso.
2. Anestésico: temperamento solitario, frio, calculador, lento.
3. Mixta: se asocian ambas características.

c.- Personalidad Paranoide:


9 Se caracteriza por el predominio de los mecanismos y procesos de racionalización, de ello deriva la
formación etimológica de su denominación, Paranoide, que significa que no se sitúa en el lugar preciso de la
verdad, sino siempre a su alrededor (Para = al lado. Noos = conocimiento).
9 La actitud o manera de actuar se realiza mediante el proceso o procedimiento llamado paralógico, que
consiste en formular un razonamiento impecable, pero partiendo de una premisa falsa, la que se da por
establecida.
9 Son los individuos que exponen grandes ideas de justicia, solidaridad social, hablan de la verdad y los
valores morales con buen razonamiento y elegancia, llegando a impresionar a quienes le oyen por pasar
desapercibida la falsedad del fundamento silogístico y oratorio.
9 Pueden llegar a ocupar altas posiciones políticas, reclaman en voz alta, imponente, imperiosa, altanera,
petulante los derechos y consideraciones que le son debidas.
9 Son soberbios, su soberbia no les permite aceptar ningún tipo de explicaciones.
9 El elemento predominante del paranoide es su sobrestimación, esto es, la hipertrofia de su YO, que lo
hace ególatra y vanidoso.
9 Son muy desconfiados por el temor de ser engañados.
9 Es difícil detectar esta personalidad desde la niñez porque los niños exhiben una gran carga del egoísmo y
tendencia a la defensa, característica de estas personalidades.
9 Más tarde, es posible, que estén entre los alumnos brillantes y aventajados, destacándose por la fuerza
de su razonamiento. Sin embargo, debido a su yoismo, no se conforman con las enseñanzas que reciben y
estudian más por su cuenta.
9 No tienen una disciplina ejemplar por su afán de protesta. Tienen a menudo sentimientos refinados.
9 En el campo sexual se manifiestan como seres generalmente normales, pero debido a su gran
desconfianza son sumamente celosos.

d.- Personalidad Explosiva:


9 A los sujetos que pertenecen a esta categoría se les llama también, epileptoide, porque cuando sus
reacciones son exageradas se convierten en manifestaciones de dicha enfermedad mental.
9 La característica principal de este tipo de personalidad es: la violencia excesiva de la conducta como
reacción, ante estímulos insignificantes, que no guardan relación entre sí.
9 Son individuos con muy mal genio que se vuelven coléricos por causas mínimas y pierden el control sobre
sus reacciones.
9 Al pasar el ataque colérico y retornar a la normalidad, se muestran como individuos pacíficos, tranquilos,
olvidando en forma parcial o total la crisis.
9 Son lentos en sus procesos psíquicos (bradipsiquia). Se tornan amables, mostrando una amabilidad
pegajosa e insincera que los hace desagradables en el trato social.
9 A veces presentan fugas (se escapan de su casa sin ningún motivo y se extravían por falta de orientación
en el tiempo y en el espacio; al aparecer no conservan recuerdo alguno).

e.- Personalidad Perversa:


9 Los individuos con esta personalidad son proclives al delito. Según la generosidad de los psiquiatras, la
causa de esta tendencia o inclinación, sería la perversión del sentido ético individual; los psicoanalistas hablan
en cambio, de carencia del super yo.
9 Manifiestan evidentemente, perversión de los instintos fundamentales, sin alteración de los procesos
intelectuales (tendencia al suicidio, avaricia, orgullo, vanidad, desviación perversa sexual, venganza) como
característica relevante, por lo que la mayoría de los autores han denominado a estas conductas o
personalidades como “perversiones instintivas”.
9 Este tipo de personalidad se revela con facilidad y notoriedad desde la niñez.
9 Desde la primera infancia, es contrario a las carencias familiares. Es un niño huraño, irritable, colérico y
muy cruel con los animales; mentiroso empedernido (mitómano) a pesar de no obtener ningún beneficio de
sus mentiras.
9 Desconoce el arrepentimiento. Descuidado en su persona. De conducta y desenvolvimiento en general
pésimo, indisciplinado, holgazán. Retraso en el desarrollo de las funciones psíquicas.
9 En el orden sexual, es un masturbador habitual y en edad mas avanzada se entrega desenfrenadamente
a toda clase de desviaciones practicando en ultima instancia la homosexualidad, pudiendo incluso llegar al
crimen pasional, homosexual.
9 En los casos en los cuales la perversidad adquiere caracteres patológicos, el sujeto es víctima de una
verdadera psicosis, llamada por los autores ingleses: “MORAL INSANITY” o locura moral, denominada en los
últimos tiempos: Locura Perversa.

Simulación y disimulación:
La simulación y la disimulación forman un capítulo importante de la psicopatología y la psiquiatría forense.

Simular: en psiquiatría forense, es fingir un estado mental que en realidad no se posee. El término simulación
en el lenguaje corriente es sinónimo de fingimiento de una enfermedad y sus caracteres clínicos y psicológicos,
que están comprendidos y expuestos en la definición dada por Minkoniski que dice: “la simulación es un proceso
psíquico caracterizado por la decisión consciente de reproducir trastornos patológicos valiéndose de la imitación
más o menos directa con la intención de engañar a alguien, manteniendo el engaño con la ayuda de un esfuerzo
continuo durante un tiempo más o menos prolongado”
De la definición se desprenden los elementos que caracterizan a la simulación:
1) Voluntariedad del acto
2) Imitación de trastornos patológicos o sus síntomas
3) Finalidad utilitaria: beneficio o provecho para él simulador

El cuadro médico legal de la simulación alcanza, entonces, a todo fraude clínico motivado por la intención de
obtener algún beneficio a expensas del engaño y alcanzaría tanto la imitación de síntomas patológicos, su
alegación, su provocación, la exageración de los trastornos verdaderos o reales y la disimulación. Entonces
vamos a encontrar las siguientes enfermedades simuladas:

1. Enfermedad simulada o imitada: es la modalidad más frecuente. El sujeto reproduce como actor o actriz
las manifestaciones externas de la enfermedad o sus síntomas.

2. Enfermedad disimulada: El sujeto oculta los síntomas de su afección patológica verdadera. Podría
entenderse que la simulación y la disimulación son términos contrapuestos, pero, psicológicamente son
idénticos, ya que ambos intervienen la conciencia, la voluntad y el fin específico es el engaño.

3. Enfermedad Pretextada: llamada también alegada que consiste en referir síntomas de una enfermedad
o proceso real sin que haya manifestaciones objetivas de las mismas.

4. Enfermedad imputada: Aquí hay una enfermedad real pero el simulador falsea su origen, invocando la
responsabilidad de una empresa o patrón o persona jurídica distinta, para obtener mayor provecho.

5. Enfermedad provocada: se llama así cuando el mismo individuo se produce artificialmente lesiones o
cualquier daño exterior que origine una interpretación errónea por parte del perito o médico que examine
el caso. En este caso la enfermedad o lesiones en realidad si existen, pero si, el origen que compromete la
responsabilidad de otra persona sin tenerla. Se incluye en el concepto médico legal de simulación por
haberse provocado con intención de engaños y obtener un beneficio.

6. Enfermedad exagerada: Existe realmente una enfermedad, pero se exagera para darle mayor relieve y
así obtener un beneficio mayor.

La psiquiatría es una ciencia natural. El derecho penal es una ciencia normativa. La primera constata hechos, la
segunda los valora.

PROCEDIMIENTOSDELDERECHO:
La imputabilidad como presupuesto previo de la culpabilidad.
La culpabilidad es el presupuesto previo subjetivo para la existencia del delito. Pero el agente antes de ser
culpable debe ser imputable y responsable.

La Imputabilidad y la responsabilidad son supuestos previos de la culpabilidad.

La imputabilidad es el elemento más importante de la culpabilidad. Se refiere a un estado especial del sujeto y
tiene por fundamento la existencia de ciertas condiciones psíquicas y físicas o morales (salud mental y madurez
biológica) exigidas por la ley para responder por los hechos cometidos. Es la capacidad de conocer y responder
(querer).

En consecuencia, es responsable el individuo imputable que a causa de la ejecución de un hecho punible debe
responder de él, así responsabilidad es el deber jurídico que incumbe al individuo imputable de dar cuenta del
hecho realizado y de sufrir sus consecuencias jurídicas. Así mientras la imputabilidad es una posibilidad, La
responsabilidad representa una realidad. Finalmente, es culpable el que, siendo imputable y responsable,
estando obligado a responder de sus actos, es declarado en falta contra la sociedad y por lo tanto merecedor
de una pena.

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