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Cambio planetario y global 193 (2020) 103259

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Cambio planetario y global

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Cambios espaciales en la productividad del océano costero durante las últimas dos décadas
inducidos por la migración del Anticiclón del Pacífico y el efecto de Bakun en el Ecosistema
de Afloramiento de Humboldt

Nicolas Weidberga,B,⁎, Andrés Ospina-AlvarezC, Jessica BonicelliD, Mario Barahonami,

Christopher M. Aikena, Bernardo R. Broitmanmi, Sergio A. Navarretea
a Estación Costera de Investigaciones Marinas, Las Cruces, y Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES), Pontificia Universidad Católica de Chile, Alameda 340, CP
6513677, Casilla 193, Correo 22, Santiago, Chile.
B Departamento de Ciencias Biológicas, Universidad de Carolina del Sur, 700 Sumter St., Columbia, Carolina del Sur, EE. UU.
C Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados IMEDEA (UIB-CSIC), C / Miquel Marques 21, CP, 07190 Esporles, Islas Baleares, España
D Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), Almte. M. Blanco Encalada 839, Casilla 8-V, Valparaíso, Chile
mi Departamento de Ciencias, Facultad de Artes Liberales Liberales & Bioengineering Innovation Center, Facultad de Ingeniería y Ciencias, Universidad Adolfo Ibáñez, Viña del
Mar, Chile

INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO ABSTRACTO

Palabras clave: La intensificación y la expansión hacia los polos de los vientos favorables a las afloramientos se han pronosticado
Efecto de Bakun como una respuesta al cambio climático global antropogénico y se han documentado recientemente en la mayoría
Anticiclón del Pacífico Sur de los ecosistemas de afloramiento del límite oriental del mundo. Para identificar cómo estos procesos están
Surgencia costera
impactando los hábitats oceanográficos cercanos a la costa y, especialmente, las tendencias a largo plazo de la
Productividad primaria
productividad primaria en el ecosistema de surgencia de Humboldt (HUE), analizamos series de tiempo de presión a
MODIS
nivel del mar, estrés del viento, la superficie del mar y las temperaturas de la superficie atmosférica, y Chlorophylla,
Modelo ERA-Interim
como un indicador de la productividad primaria, a lo largo de 26 ° -36 ° S. Las principales pesquerías artesanales e
industriales están respaldadas por la productividad del fitoplancton en esta región y, por lo tanto, La identificación
de tendencias a largo plazo y su variabilidad espacial es fundamental para nuestra capacidad de adaptarnos y
mitigar los efectos del cambio climático global. Mostramos que las tendencias inducidas por el clima en la
productividad primaria son muy heterogéneas en la región. Por un lado, la bien documentada migración hacia los
polos del Anticiclón del Pacífico Sur (SPA) ha llevado a una disminución de los vientos de afloramiento primaveral en
la región entre ca. 30 ° y 34 ° S, ya su intensificación hacia el sur. La disminución de los vientos ha producido ligeros
aumentos en la temperatura de la superficie del mar y una disminución pronunciada y meridionalmente extensa de
la clorofila-a superficial en esta región del centro de Chile. Al norte de 30 ° S, se observan aumentos significativos en
los vientos ascendentes, disminución de la TSM y aumento de la concentración de clorofila-a en la costa cercana.

1. Introducción
La documentación de las tendencias a largo plazo en los sistemas de surgencia del
límite oriental (EBUS) es de gran importancia no solo porque una gran parte de la
población humana vive cerca de estas costas, sino también porque estas son las regiones
marinas más productivas en términos de biomasa de fitoplancton y poblaciones de
peces. (Cushing, 1971; Cury y col., 1998; Chávez y Messie, 2009). De hecho, los vientos
hacia el ecuador a lo largo de estas costas inducen
el afloramiento de masas de agua fría subterránea ricas en nutrientes, que alimentan el
crecimiento del fitoplancton y, a través de la red trófica, proporcionan la energía
necesaria para sostener algunas de las pesquerías industriales y artesanales más
grandes del mundo (Mann y Lazier, 2006; Chenillat et al., 2013;Chávez y Messie, 2009;
Salas et al., 2011). Por lo tanto, la variabilidad de los factores climáticos en la
productividad de las aguas superficiales dentro de las regiones EBUS afecta directamente
a nuestra capacidad para adaptarnos al cambio climático y a la sostenibilidad de las
principales pesquerías industriales y locales, con la gran

⁎ Autor correspondiente.
Dirección de correo electrónico: j_weidberg@hotmail.com (N. Weidberg).

https://doi.org/10.1016/j.gloplacha.2020.103259
Recibido el 25 de noviembre de 2019; Recibido en forma revisada el 18 de mayo de 2020; Aceptado el 7 de junio de
2020On-line el 17 de junio de 2020
0921-8181 / © 2020 Elsevier BV Todos los derechos reservados.
N. Weidberg y col.
impactos socioeconómicos directos e indirectos que generan (Pauli y Christensen, 1995).
En consecuencia, varios estudios recientes han examinado las tendencias a largo plazo
en el forzamiento del viento y las condiciones oceanográficas físicas en la mayoría de las
EBUS y, naturalmente, nuestra comprensión de los efectos climáticos a largo plazo en
estas regiones de los océanos del mundo ha mejorado considerablemente. Los efectos
que estos cambios hidrográficos a largo plazo están teniendo sobre la productividad de
los océanos costeros son ahora una cuestión de investigación intensiva. Sin embargo,
para comprender estas tendencias temporales en la productividad primaria, aún faltan
estudios que integren simultáneamente el forzamiento climático a gran escala, la
dinámica del viento y la variabilidad de la temperatura de la superficie del mar para las
EBUS más importantes.
A escala global, se sabe que la expansión hacia los polos de las células de
circulación de Hadley atmosféricas, debido al debilitamiento de las diferencias
térmicas entre los polos y el ecuador, ya ha causado el desplazamiento hacia los
polos tanto de los anticiclones subtropicales como de los cinturones de los vientos
del oeste subpolares (Previdi y Liepert, 2007; Nguyen et al., 2013). El resultado ha
sido una expansión hacia los polos y una intensificación de los vientos favorables
ascendentes a lo largo de la mayoría de las EBUS durante las últimas dos décadas (
McGregor y col., 2007; Lima y Wethey, 2012;Sydeman y col., 2014). La tendencia es
particularmente evidente en el Pacífico Sur, a lo largo del Ecosistema de
Afloramiento de Humboldt (HUE), donde el movimiento hacia los polos del
Anticiclón del Pacífico Sudoeste (SPA) ha desplazado el cinturón de vientos del
oeste más cerca de la Antártida (Fan et al., 2014;Ancapichun y Garcés- Vargas,
2015). Estudios recientes han demostrado que la migración latitudinal estacional
de la ZEPA se ha movido hacia los polos para situarse alrededor de 36 ° S durante
los meses críticos de primavera-verano australes que impulsan la productividad
del fitoplancton en la sección costera del océano Pacífico sudoriental (Schneider y
col., 2017; Aguirre et al., 2018). El desplazamiento ha sido captado por uno de los
principales modos de variabilidad climática en la región, el Modo Anular del
Pacífico (SAM), el cual ha mostrado una clara tendencia positiva en las últimas
décadas, apuntando así a bajas presiones atmosféricas sobre la Antártida en
comparación con las de la Antártida. latitudes subtropicalesMarshall, 2003; Wang y
Cai, 2013). También ha provocado un cambio en las condiciones atmosféricas a lo
largo de una amplia región de la costa central de Chile, entre ca. 30 ° -35 ° S,
donde los vientos primaverales han disminuido persistentemente durante las
últimas décadas (Aguirre et al., 2018), y una región hacia los polos donde los
vientos se han intensificado, las precipitaciones han disminuido y se ha observado
un enfriamiento del agua superficial en toda la capa mixta, especialmente desde
2007 (Schneider y col., 2017; Jacob y otros, 2018; Narváez et al., 2019). La posición
latitudinal de la ZEPA y su migración estacional regular modulan claramente las
tendencias a largo plazo en la fenología de surgencia y las condiciones climáticas
atmosféricas (Ancapichun y Garcés- Vargas, 2015; Weller, 2015; Jacob y otros, 2018
), e imponen discontinuidades geográficas en regímenes de surgencia, que en el
HUE ocurren alrededor de 30 ° S (Strub y col., 1998; Hormazabal et al., 2001;
Navarrete et al., 2005;Tapia et al., 2014). Se sabe que estas discontinuidades en los
regímenes de surgencia tienen consecuencias de gran alcance en los ecosistemas
pelágicos y bentónicos, incluida la dinámica de las poblaciones, el reclutamiento
de larvas, la abundancia de adultos, el papel de las interacciones de las especies y
la estructura genética y funcional de las comunidades bentónicas (Navarrete et al.,
2005; Wieters et al., 2009; Tapia et al., 2014; Haye et al., 2014). No está claro cómo
el forzamiento climático y el desplazamiento progresivo hacia los polos de la ZEPA
afectarán a largo plazo la discontinuidad biogeográfica a 30 ° S.
Además de la intensificación y la migración hacia los polos de los anticiclones
subtropicales, en 1990 Bakun (Bakun, 1990) predijo que el efecto invernadero
calentaría los océanos más lentamente que las masas terrestres adyacentes, por
lo que el diferencial de presión tierra-mar se reforzará, fortaleciendo las brisas
hacia tierra que, debido a Coriolis, aumentarían los vientos hacia el ecuador y las
afloramientos costeros en todas las EBUS. El fenómeno se conoce como efecto
Bakun (Bakun, 1990; Bakun y col., 2010), y la evidencia empírica y los resultados
del modelo que respaldan dicha respuesta al calentamiento antropogénico han
sido controvertidos (Demarcq, 2009;Pardo et al., 2011). Metanálisis recientes de
observaciones y modelos muestran que se ha producido una intensificación
significativa de los vientos, atribuible al efecto Bakun, en todas las EBUS excepto
en el sistema de la Corriente de Canarias, donde los vientos se han debilitado (
Sydeman y col., 2014). Este resultado es consistente
2
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con varias observaciones in situ (García-Reyes y Largier, 2010;Weller, 2015) y modelos de
predicciones para el siglo XXI (Wang et al., 2015). Pero otros estudios, utilizando
diferentes bases de datos, no han encontrado evidencia de una intensificación general de
la surgencia a lo largo de las EBUS (Varela et al., 2015). Los resultados contradictorios
obtenidos por diferentes estudios se deben, al menos en parte, al hecho de que las
respuestas a largo plazo dentro de las EBUS no son homogéneas, pero las tendencias
pueden cambiar entre latitudes (Varela et al., 2015). Por lo tanto, los promedios
regionales examinados hasta la fecha pueden proporcionar una imagen incompleta de
las tendencias a largo plazo en el océano costero altamente dinámico y espacialmente
variable que caracteriza a todas las EBUS.
Hasta qué punto las tendencias positivas o negativas en los vientos hacia el
ecuador, la fuerza impulsora de la surgencia, han llevado a cambios en la
productividad primaria de las aguas costeras, se está investigando ahora
intensamente (Bakun et al., 2015; Gómez-Letona et al., 2017). El efecto de los
vientos de surgencia alterados sobre la productividad primaria de la superficie
puede tener efectos contrastantes en los dominios costeros y marinos y, por lo
tanto, los análisis deben tener esto en cuenta. Por ejemplo, un afloramiento
costero más fuerte genera turbulencia y mezcla a lo largo de la costa que, junto
con un mayor transporte hacia el mar por la deriva de Ekman, puede conducir a
concentraciones más altas de fitoplancton en alta mar a expensas de una
disminución de la productividad primaria cerca de la costa (Lachkar y Gruber, 2012
; Anabalón et al., 2016). Por el contrario, también es posible un escenario con una
mayor biomasa de fitoplancton cerca de la costa inducida por una mayor
aportación de nutrientes impulsada por el afloramiento (Bakun y col., 2010).
Además, la influencia de la intensificación o el debilitamiento de la surgencia en la
biomasa del fitoplancton puede depender de los requisitos ecofisiológicos de los
diferentes grupos de fitoplancton (Smayda, 2000) o cambios en otras fuentes de
nutrientes, como los aportes fluviales (Masotti et al., 2018; Jacob y otros, 2018).
En este estudio, nuestro objetivo es cuantificar y desenredar el
papel de la dinámica de SPA y el efecto de Bakun en las fluctuaciones
espacio-temporales de surgencia en el Sistema de Afloramiento de
Humboldt. Para ello, series de tiempo de diferenciales térmicos mar-
tierra, presión atmosférica a nivel del mar, estrés del viento meridional,
temperatura de la superficie del mar satelital (SST) y concentración de
clorofila-a (Chl-a) con la resolución espacio-temporal más alta posible
para la región, en conjunto con mediciones in situ de Chl-a cerca de la
costa, se inspeccionaron a lo largo del centro de Chile entre 26 ° y 36 ° S
en busca de tendencias interanuales y estacionales. Con este enfoque
pudimos evaluar la fuerza de tales tendencias, su distribución espacial
en la región y su correspondencia con el desplazamiento de la ZEPA y el
efecto de Bakun.
2. Material y métodos
2.1. Condiciones físicas: vientos, migración de SPA y efecto de Bakun
Los datos satelitales procesados con calidad científica para SST y Chl-a se
recuperaron del espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada
(MODIS) a bordo de la nave espacial Aqua (https: //coastwatch.pfeg.noaa. gov /
erddap / griddap / erdMH1sstd8day.html; https: //coastwatch.pfeg. noaa.gov/
erddap/griddap/erdMH1chla8day.html). En particular, se recuperaron compuestos
de 8 días con 4 km de resolución de píxeles a diferentes distancias de la costa (20,
40, 60, 80, 100, 200, 300, 400 y 500 km) entre 26 ° y 36 ° S de la costa. Costa chilena
de mayo de 2003 a diciembre de 2015. Para reducir la variabilidad espacial en los
conjuntos de datos y las brechas a lo largo de las series de tiempo, promedios
móviles latitudinales de norte a sur cada 4 km utilizando agregaciones de píxeles
(superpíxeles) con una longitud de 12 km a lo largo de la costa · 20 Se calcularon
km a través de la costa (3,5 píxeles) y se utilizaron en análisis posteriores.
El modelo de reanálisis del tiempo ERA-Interim del Centro Europeo de Previsión
Meteorológica a Medio Plazo (http://apps.ecmwf.int/ datasets /) se utilizó para obtener
velocidades del viento meridional a una altura de 10 m (V). Los datos de entrada para la
predicción y el reanálisis de los datos del viento los proporcionan los satélites Meteosat (
Dee et al., 2011). Las estimaciones del modelo fueron
N. Weidberg y col.
descargado como medias mensuales para píxeles de 0,75 ° de 26,25 ° S a 36 ° S y
de 73 ° W a 69,75 ° W. Luego, se calculó la tensión del viento meridional, el
componente que impulsa el afloramiento a lo largo de la costa chilena, como se ha
calculado anteriormente. utilizado para caracterizar la dinámica del transporte de
Ekman en la región (Aguirre et al., 2012). Se calculó de la siguiente manera:
σ CD·V 2
estrés = aire·
donde Westrés representa la tensión del viento, σaire es la densidad del aire (1.225 kg m−3),
CD es el coeficiente de arrastre (0,0014) y V es la velocidad del viento meridional. Los
valores positivos y negativos representan la fuerza del viento hacia el norte y hacia el sur,
respectivamente.
Para inferir la posición de la SPA a lo largo del tiempo, a partir del
modelo ERA Interim se obtuvieron presiones atmosféricas mensuales a nivel
del mar en píxeles con un tamaño de 0,75 ° desde 2003 a 2015 entre 76 ° -96
° W y 25 ° -40 ° S. Luego , se aplicó un ajuste polinomial de tercer orden a las
presiones del nivel del mar en función de la latitud siguiendo el método de
Minetti y col. (2009). La posición SPA se calculó para toda la serie de tiempo
como la latitud donde se alcanza el máximo de la curva polinomial (primera
derivada cero).
Para evaluar el efecto de Bakun en la región de estudio durante el período de
tiempo abarcado por nuestro estudio, se recuperaron las temperaturas de la
atmósfera superficial ('piel') modeladas por ERA Interim mensuales en píxeles con
un tamaño de 0,75 ° desde 2003 a 2015 desde el primer píxel interior entre 26 ° –
36 ° S. Luego, las diferencias térmicas mar-tierra mensuales (en ° C) se obtuvieron
restando los valores de SST promedio mensuales en el superpíxel de 20 km y en
bandas latitudinales superiores a 0,75 °, de las temperaturas mensuales de la
superficie terrestre.
2.2. Clorofila-a en aguas superficiales: datos in situ y satelitales
Los datos de Chl-a de superficie se recuperaron del espectroradiómetro de imágenes
de resolución moderada (MODIS) en la nave espacial Aqua utilizando el mismo
procedimiento descrito anteriormente para la SST.
Para validar los datos satelitales y examinar las tendencias de tiempo in-
situ, utilizamos la serie temporal de Clorofila-a diaria extraída en la Estación
Costera de Investigaciones Marinas (ECIM) ubicada en 33.49 ° S (Figura 1). Se
recolectaron diariamente tres muestras de agua de 250 ml a profundidades
de entre 20 y 40 cm entre 2003 y 2012 y se filtraron en filtros de 0,2 um.
Luego se prefiltraron con una malla de 300 μm y se filtraron 100 ml a través
de un filtro de fibra de vidrio GF / F Whatman (Wieters y col., 2003). La Chl -a
se extrajo agregando 5 ml de acetona al 90% durante 24 ha -20 ° C al
Figura 1. Mapa de la zona de estudio. A) Serie temporal de posiciones latitudinales estacionales de la ZEPA que muestra la tendencia negativa significativa en primavera (línea discontinua naranja). B)
Posición de la ZEPA inferida del componente estacional del GAMM aplicado a los datos mensuales de presión a nivel del mar, con líneas punteadas que representan el intervalo de confianza del 95%. C)
Tendencias latitudinales de pendientes de largo plazo de diferencia térmica mar-terrestre para todo el año y en primavera. Los círculos llenos muestran tendencias significativas. La línea recta
discontinua a través de los tres paneles representa la posición media del SPA.
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Filtros GF / f (Yentsch y Menzel, 1963). A continuación, se midieron las concentraciones
con un fluorómetro Turner Designs 10-AU y se utilizaron para obtener promedios diarios
para una serie de tiempo.
2.3. Análisis de datos
(1)
Modelos mixtos aditivos generalizados (GAMM, Chen, 2000; Madera, 2006) se
utilizaron para descomponer series de tiempo de estimaciones de estrés por
viento, posiciones de SPA, diferencias térmicas mar-tierra, SST, Chl-a y Chl-a in situ
en ECIM, en un componente de tendencia estacional y de largo plazo. Al igual que
los modelos aditivos generalizados estándar, GAMM ajusta las funciones de
suavizado de splines cúbicos penalizadas mediante procedimientos de ajuste,
pero permite tener en cuenta la autocorrelación temporal y los efectos de retardo
en la estructura de error mediante la inclusión de un término autorregresivo, que
se considera un efecto aleatorio en el GAMM. . El modelo es robusto a lagunas de
datos e intervalos de tiempo irregulares entre mediciones a lo largo de la serie de
tiempo (Simpson, 2018). Estos análisis se implementaron con el paquete "mgcv" (
Madera, 2006) para R computación estadística versión 3.4.0 (R Equipo central,
2019) y se han utilizado antes para analizar series de tiempo de variables
hidrográficas y biológicas (Harding et al., 2016). Se aplicó un ajuste lineal al
componente de tendencia a largo plazo para obtener una pendiente o tasa de
cambio integrada en el tiempo para la tensión del viento, SST y Chl-a. Con el fin de
inferir patrones espaciales en tendencias temporales, estas pendientes se
calcularon para cada superpíxel suavizado de 12 · 20 km en el caso de los datos
MODIS y para cada píxel de 0,75 ° en el caso de las estimaciones de la tensión
eólica provisional de ERA y se representaron en mapas para el conjunto. región.
Para examinar la coherencia de las tendencias a largo plazo entre estaciones,
especialmente durante el período de máxima productividad primaria en
primavera, las tendencias lineales de cada estación se realizaron por separado
para cada píxel de estrés del viento y superpíxel MODIS. Las medias estacionales
para cada variable se obtuvieron utilizando los siguientes períodos: primavera
(septiembre a noviembre), verano (diciembre a febrero), otoño (marzo a mayo) e
invierno (junio a agosto). Las pendientes estacionales de estas tendencias lineales
también se representaron en mapas para toda la región.
Dado que estudios anteriores han informado que el desplazamiento de SPA
hacia los polos se ha acelerado desde 2007 (Schneider y col., 2017; Aguirre et al.,
2018), se compararon los mapas de presión media estacional del nivel del mar
para los períodos 2003-2007 y 2008-2015 en busca de patrones espaciales
contrastantes en la ubicación de la ZEPA. También calculamos la diferencia en la
tensión del viento meridional, SST y Chl-a entre los dos períodos para las áreas
costeras que muestran el mayor contraste a largo plazo.
3
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Figura 2. Mapas de contorno de la presión a nivel del mar en invierno (A, B) y primavera (C, D) antes (A, C) y después de 2007 (B, D).

tendencias en Chl-a dentro del dominio de estudio. Los datos de Chl-a y SST se mientras que en otoño la tendencia creciente solo era evidente en alta
promediaron para los primeros 100 km mar adentro en estas áreas costeras y se mar (<100 km de la costa) entre 31 ° S y 34 ° S (Figura S1).
seleccionaron los respectivos píxeles de 0,75 ° para calcular los diferenciales de La respuesta de los promedios anuales de TSM durante el período de estudio ha sido
estrés del viento entre los períodos antes y después de 2007. Estos diferenciales se un calentamiento costero de alrededor de 0,05 ° C al año.−1 en la región al sur de ca. 29 °
compararon con los observados en anteriores estudios más al sur a 36,5 ° S ( S y hasta 35 ° S, alcanzando valores máximos de 0,1 ° C año−1 justo al norte de Punta
Schneider y col., 2017; Aguirre et al., 2018). Lengua de Vaca (por ejemplo, 30 ° S, Fig. 3B). Más al norte, alrededor de 27 ° S, las
temperaturas medias anuales han disminuido a un ritmo de 0,075 ° C año−1. En los meses
de primavera austral, las tendencias a largo plazo indican una tasa de calentamiento de
3. Resultados
0,05 ° C al año.−1 a lo largo de la mayor parte del dominio, a excepción de una franja
costera al norte de unos 28 ° S, donde se ha producido un enfriamiento de la superficie (
Las series de tiempo de la posición latitudinal de la ZEPA mensual revelaron una
Fig. 3F). Se observaron patrones de enfriamiento similares para los meses de invierno
fuerte estacionalidad, con el núcleo del anticiclón ubicado a 29 ° S en el invierno austral
austral más lejos de la costa (> 80 km de la costa,Figura S1).
(julio y agosto) y a 35 ° S al final del verano austral (Figura 1B). Los análisis de GAMM
Las tendencias anuales a largo plazo en la superficie Chl-a enfatizan el contraste
revelaron una ligera tendencia hacia el sur a lo largo de toda la serie de tiempo, y dentro
entre un dominio norte, entre 26 ° S y 30 ° S y un dominio sur que se extiende hasta 35 °
de cada temporada, las regresiones lineales mostraron un fuerte y significativo
S. Hacia el ecuador, la productividad primaria anual ha aumentado a tasas de 0.4 mg m−3
desplazamiento hacia los polos en primavera (Figura 1A), ya que la ZEPA pasó de 31 ° S
año−1, mientras que en el dominio hacia los polos ha disminuido a tasas más rápidas (
en 2003 a 35 ° S en 2015. Dada esta fuerte tendencia primaveral, los análisis adicionales
−0,6 mg m−3 año−1, Figura 2CD). Una región de transición de poca o ninguna tendencia
sobre los contrastes térmicos mar-tierra y los conjuntos de datos satelitales se centraron
temporal en la Chl-a general persistió alrededor de 30 ° -31 ° S (Fig. 3D). Los meses de
en esta temporada. Los análisis detallados de la presión sobre el nivel del mar en la
primavera mostraron un patrón muy similar marcado por la estructura espacial de
región durante la transición primaveral de surgencia austral para el período anterior
mesoescala. Disminuciones pronunciadas a largo plazo de la Chl-a con tasas superiores a
(2003-2007) y el período posterior a 2007 proporcionan una confirmación visual de estos
−1,2 mg m−3 año−1 estaban muy extendidos en el dominio sur, especialmente entre 34 ° y
cambios (Figura 2ANUNCIO). Después de 2007, las presiones sobre el nivel del mar en
35 ° S (Fig. 3G), mientras que el dominio norte mostró incrementos de aproximadamente
primavera en el centro de la ZEPA han aumentado y la posición está más sesgada hacia el
0,4 mg m−3 año−1, por ejemplo entre 29 ° -28 ° S, pero otras áreas costeras muestran
sur (Figura 2D).
poco o ningún cambio (Fig. 3GRAMO). Se observaron tendencias contrastantes similares
Observamos tendencias positivas a largo plazo muy significativas en las diferencias
entre los dos dominios latitudinales durante el resto de las estaciones (Figura S1). Las
térmicas mar-tierra (es decir, el efecto de Bakun), sin embargo, el patrón temporal
series de tiempo diarias de Chl-a in situ en ECIM fueron muy consistentes con el patrón
mostró una clara discontinuidad latitudinal. Al norte de unos 30 ° S, se produjo un
de productividad primaria encontrado en el dominio sur a partir de datos satelitales. A
aumento significativo en el gradiente de presión entre el mar y la tierra, tanto anual
partir de 2008, las características floraciones de primavera y otoño que fueron evidentes
como de primavera, con una pendiente de aproximadamente 0,08 ° C al año.−1 durante el
en la serie de tiempo entre 1999 y 2008, habían desaparecido (Fig. 3Veo Wieters y col.,
período de tiempo considerado. Al sur de 30 ° S, el diferencial de presión anual no
2003 para años anteriores), generando una marcada disminución a largo plazo de la
mostró tendencia y la pendiente se mantuvo cercana a 0, mientras que el diferencial de
concentración de Chl-a in situ en este sitio costero. Aunque una función lineal negativa se
presión de resorte mostró una tendencia positiva no significativa en algunas bandas
ajusta significativamente a la tendencia GAMM a largo plazo, con una pendiente de
latitudinales (Figura 1C).
En promedio, en toda la región de estudio, las tendencias a largo plazo de la tensión
del viento meridional fueron en su mayoría positivas durante todo el año en alrededor de
- 0,22 mg m−3 año−1 (pag-valor <.0001), la tendencia temporal en el sitio fue más
0,001 N m−2 año−1, con tendencias ligeramente más pronunciadas hacia el norte desde 28
compleja, con un cambio claro a valores generales más bajos después de un pico
° S (Fig. 3A) y tendencias casi nulas o incluso ligeramente negativas(-0,0005 N · m−2 año−1)
agudo en la primavera austral 2007-2008 (Higos. 3Yo, K). El componente estacional
cerca de la costa entre 30 ° -34 ° S. Durante los meses de surgencia primaveral, se
del GAMM también fue significativo (valor p <.0001) y mostró un pico marcado en
definieron claramente dos regiones contrastantes en términos de tendencias en la
octubre (primavera) seguido de una disminución progresiva durante los meses de
tensión del viento. En primer lugar, una región o dominio al norte de 30 ° S, donde se
verano y otoño hacia los valores mínimos de invierno en julio (Fig. 3J).
produjeron aumentos marcados en la tensión del viento meridional a una tasa de más de
0,002 N m−2 año−1 a 27 ° S. En segundo lugar, una región o dominio al sur de 30 ° S a 35 °
Diferenciales en el forzamiento de la tensión del viento, SST y los consiguientes
S, donde los vientos meridionales disminuyeron a tasas de alrededor de 0,0015 N m−2 año
cambios en Chl-a, entre el período anterior y posterior a 2007, que fue el año en que la
−1 (Fig. 3MI). La intensificación de los vientos ascendentes en el dominio norte también
migración de las ZEPA hacia los polos aparentemente se aceleró (Schneider y col.,
tuvo lugar durante el verano,

4
N. Weidberg y col. Cambio planetario y global 193 (2020) 103259

Fig. 3. Patrones espaciales de tendencias a largo plazo en la tensión del viento meridional (A, E), SST (B, F) y Chl-a (C, G) para todo el año (AC) y primavera (MI-GRAMO). También se muestran las
tendencias latitudinales de Chl-a para los megapíxeles costeros (0–20 km de la costa) para todo el año (D) y primavera (H), con líneas punteadas rojas que muestran pendientes nulas. Las series de
tiempo de Chl-a in situ en ECIM (punto negro en los mapas) se representan (I) junto con sus componentes estacionales (J) y de largo plazo (K) inferidos del GAMM. (Para la interpretación de las
referencias al color en la leyenda de esta figura, se remite al lector a la versión web de este artículo).

2017), brindan solo un apoyo débil para el modelo de productividad impulsado
por afloramientos costeros. La región costera norte presentó un marcado
incremento de 0.0038 N m−2 en la tensión del viento entre estos dos períodos,
pero un aumento nulo o incluso leve de la TSM de aproximadamente 0,005 ° C,
pero un aumento significativo en la superficie Chl-a de 0,6 mg m−3 ocurrióFigura 4
A). En el dominio costero sur, la tensión del viento del sur se redujo 0.0002 N m−2
entre estos períodos, la TSM aumentó 0.25 ° C y la Chl-a disminuyó 1.5 mg m−3,
siguiendo así de cerca las respuestas esperadas del modelo de productividad
impulsado por surgencia (Figura 4B). Más al sur, a 36,5 ° S, donde se encuentra un
sitio de monitoreo a largo plazo (Schneider y col., 2017), sí encontramos un
aumento en la tensión del viento meridional, como se muestra en estudios
anteriores, aunque la magnitud fue menor de 1e-4 N m−2. La temperatura del
agua superficial bajó 0.25 ° C entre estos dos períodos, pero en lugar de
aumentar, la Chl-a cayó 0.75 mg m−3 (Figura 4C).
4. Discusión
Aquí documentamos la existencia de tendencias contrastantes a largo plazo.
en el forzamiento del viento y la TSM a lo largo de diferentes partes del ecosistema de
surgencia de Humboldt, y mostrar cómo estos cambios impulsados por el clima se han
traducido en dominios diferentes de productividad del agua superficial en el océano
costal. En el dominio hacia el ecuador de la región, al norte de 30 ° S, la productividad del
fitoplancton (biomasa de Chl-a) ha aumentado en los hábitats cercanos a la costa desde
principios de la década de 2000. En la sección hacia los polos, entre 31 ° y 35 ° S y durante
el mismo período de tiempo, la productividad del fitoplancton ha disminuido
significativamente en una extensa región costera que abarca toda la plataforma
continental. El modelo de productividad de superficie impulsado por surgencia
proporciona una explicación parcial de las tendencias observadas en la productividad de
Chl-a en los dos dominios de la región, lo que evidencia la complejidad de las respuestas
de los ecosistemas a los vientos de surgencia alterados (Bakun et al., 2015). Los cambios
a largo plazo en el forzamiento del viento concuerdan notablemente con los cambios
temporales y latitudinales en dos procesos relacionados con el cambio global
antropogénico en la mayoría de los EBUS, incluido el HUE. En primer lugar,
documentamos un aumento del gradiente de temperatura del mar y la tierra (es decir, el
efecto de Bakun) al norte de 30 ° S desde principios de la década de 2000 que ha
provocado un aumento de los vientos ascendentes en esa parte de la región.

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N. Weidberg y col.
Figura 4. Diferencias en la tensión del viento meridional, SST y Chl-a entre los
períodos 2003-2007 y 2008-2015 para megapíxeles costeros en las regiones norte
(A) y sur (B) marcadas en los mapas con rectángulos. Además, las mismas
diferencias temporales más al sur a 36,5 ° S (estación 18) extraídas deSchneider y
col. (2017)y Aguirre y col. (2018)se muestran (C).
En segundo lugar, el bien documentado desplazamiento de la ZEPA hacia los polos más
allá de 35 ° S ha aumentado los vientos primaverales al sur de esa latitud, pero ha creado
una brecha entre 31 ° y 35 ° S, donde los vientos ascendentes son ahora
significativamente más débiles.
Se sabe que los cambios estacionales regulares en la posición de la ZEPA
impulsan la variabilidad de surgencia a lo largo de la mayor parte del HUE (Strub y
col., 1998;Ancapichun y Garcés- Vargas, 2015). Durante la segunda mitad del siglo
XX, el núcleo de la ZEPA en los meses de primavera se ubicó a 33 ° S migrando
más al sur en verano y de regreso al norte a su posición otoño / invierno alrededor
de 26 ° S (Figura 1A). Sin embargo, durante las últimas dos décadas, y de acuerdo
con los patrones observados para los sistemas de alta presión del Atlántico Norte
y Sur (Kim et al., 2015; He et al., 2017;Reboita et al., 2019), las posiciones de
primavera y, en menor medida, de verano de las ZEPA se han desplazado hacia los
polos, alcanzando alrededor de 35 ° S y 37 ° S en primavera y verano,
respectivamente (Figura 1A). Estudios previos que utilizan combinaciones de
reanálisis ERA Interim y simulaciones multimodelo GCM (Aguirre et al., 2018),
junto con los datos primarios de los dispersómetros QuikScat y ASCAT (Schneider y
col., 2017), también han documentado el aumento del desplazamiento del resorte
hacia el polo de la SPA, lo que respalda nuestros resultados. El desplazamiento ha
provocado la intensificación de los vientos primaverales en el extremo sur de HUE
(Jacob y otros, 2018; Narváez et al., 2019), y una región de vientos primaverales
más débiles en el centro de Chile, entre 30 ° y 35 ° S. La disminución de los vientos
de surgencia en esta extensa región de la costa chilena ha provocado una
tendencia débil pero significativa al aumento de la TSM, que es particularmente
evidente frente a los puntos calientes de surgencia de Matanzas (34,1 ° S), Punta
Toro (33,8 ° S) y en el centro de surgencia bien documentado de Punta Lengua de
Vaca (30.2 ° S). Como se esperaba del modelo de productividad costera impulsada
por afloramientos (p. Ej.Botsford y col., 2003), el debilitamiento de los vientos
ascendentes ha llevado a un dominio regional con una productividad primaria
disminuida para las aguas costeras durante las últimas dos décadas, lo que se
evidencia en patrones a largo plazo de primavera y Chl-a anual promedio de
registros satelitales e in situ. La región de productividad disminuida se extiende
mucho más allá de la zona costera, especialmente en los meses de primavera,
cuando se encuentran aguas superficiales con una concentración
significativamente reducida de Chl-a hasta 100 km de la costa (Fig. 3C, G). Una
región tan extensa de menor anual y primavera Chl-a
6
Cambio planetario y global 193 (2020) 103259
está destinado a tener efectos en niveles tróficos más altos, ya que la
productividad primaria reducida cae en cascada por las redes tróficas pelágicas y
bentónicas (Sydeman y col., 2006; Powell Jr. y Xu, 2011). Los desplazamientos
regionales de las pesquerías costeras, los principales depredadores y las aves
marinas hacia áreas de mayor productividad ya deberían estar ocurriendo o
deberían observarse en un futuro próximo. Sin embargo, las tasas decrecientes de
Chl-a no son espacialmente homogéneas dentro de la región de estudio,
exhibiendo una variación de mesoescala importante y ecológicamente significativa
(Navarrete et al., 2005;Valdivia et al., 2015), con pequeños sectores cercanos a la
costa que casi no han experimentado cambios (tasas de menos de −0,1 mg Chl-a /
año) a regiones de disminución muy rápida (−1 mg Chl-a / año). Las tendencias
decrecientes a largo plazo en Chl-a detectadas a partir de imágenes satelitales a
pocos kilómetros de la costa (primer píxel a 20 km de la costa) también se han
observado en series de tiempo de clorofila-a in situ registradas en muestras de
agua recolectadas de la zona intermareal en ECIM (Fig. 3IK). Por lo tanto, el
dominio de la productividad disminuida incluye las aguas cercanas a la costa y, por
lo tanto, debería afectar los ecosistemas bentónicos intermareales y submareales
ricos y muy explotados (Kefi et al., 2015; Perez-Matus et al., 2017).
Hacia el ecuador de 30 ° S, mostramos que los vientos favorables a la surgencia en
realidad han mostrado aumentos significativos, especialmente en los meses de
primavera. Tal intensificación del viento es consistente con el aumento de las diferencias
térmicas mar-tierra observadas al norte de 30 ° S (Figura 1C), por lo que interpretamos el
patrón espacial como un efecto Bakun restringido geográficamente (Bakun, 1990). Tenga
en cuenta que el fortalecimiento de la surgencia en el dominio norte no puede explicarse
por la dinámica de la ZEPA, ya que en primavera la ZEPA se encuentra más al sur. Este
desacoplamiento espacial entre la migración de los sistemas de presión y el efecto de
Bakun se ha observado en la Bahía de Monterey, en el Sistema de Corrientes de
California, donde las brisas térmicas diurnas entre el mar y la tierra causan pronunciados
eventos de afloramiento independientemente del forzamiento predominante ejercido
por el Alto Pacífico Norte frente a California (Woodson y col., 2007). El aumento de los
vientos en nuestra región norte no ha dado lugar a tendencias generalmente
decrecientes de SST (Fig. 3B, F). El enfriamiento a largo plazo en la región norte
aparentemente ha ocurrido solo localmente (entre 27 ° y 28 ° S), mientras que muchos
sectores no han experimentado ningún cambio o incluso un calentamiento débil,
probablemente debido a la compleja interacción entre la dinámica de surgencia y el
aumento de la radiación solar (Echevin et al., 2012;Aguirre et al., 2018) y cambios en otros
procesos que modulan las condiciones térmicas y que también cambian alrededor de
esta latitud (Tapia et al., 2014). Por ejemplo, una estratificación más fuerte por el
calentamiento atmosférico puede conducir a un transporte ascendente de aguas cálidas
y con pocos nutrientes a la superficie, incapaces de desencadenar una floración de
fitoplancton conspicua. Este escenario se ha pronosticado para el siglo XXI dentro del
HUE y frente al noroeste de la Península Ibérica, ya que una mayor estratificación
conducirá a una termoclina menos profunda (Oyarzun y Brierley, 2018; Sousa et al., 2020
). Incluso si aumenta la tensión del viento meridional, una termoclina poco profunda
puede atrapar turbulencias y corrientes inducidas por el viento, por lo que las aguas
ascendentes pueden ascender desde profundidades menores (Pringle, 2007). Vale la
pena señalar que nuestros resultados contrastan con los análisis anteriores de las
tendencias satelitales a largo plazo en la TSM costera sobre nuestra región de estudio,
que mostraron una tendencia decreciente en gran medida homogénea durante el
período 1982-2010 (Lima y Wethey, 2012). La diferencia puede conciliarse con el cambio
en la posición de la SPA observado a partir de 2010.
En general, los aumentos o disminuciones de los vientos ascendentes y la posición
de los sistemas de alta presión no solo alteran la advección en alta mar, sino también
muchos otros procesos que pueden afectar la productividad del océano costero (Bakun
et al., 2015). Por ejemplo, el aumento de los vientos ascendentes a 36,5 ° S (Estación 18)
debido al desplazamiento de la ZEPA ha producido un enfriamiento brusco de la columna
de agua, pero la productividad de Chl-a ha disminuido (Figura 4C, Schneider y col., 2017;
Aguirre et al., 2018; Jacob y otros, 2018). Se ha planteado la hipótesis de que las menores
precipitaciones debidas a las sequías vinculadas con la intensificación de la ZEPA en esa
latitud pueden estar afectando negativamente el caudal fluvial y reduciendo la
productividad primaria (Jacob y otros, 2018). Por lo tanto, los impulsores climáticos de la
intensidad de las afloramientos no solo alteran el transporte advectivo en alta mar, sino
también varios otros factores que también modulan la productividad del océano, y el
aporte fluvial es un factor importante.
N. Weidberg y col.
uno en varias regiones de EBUS (Thomas y Strub, 2001; Silva et al., 2009
; Masotti et al., 2018).
Los mecanismos impulsores subyacentes a los dos dominios contrastantes en
la productividad primaria del océano costero a lo largo del HUE, como
proponemos aquí, pueden asociarse al calentamiento global antropogénico.
Primero, aunque la dinámica de la ZEPA está parcialmente impulsada por la
variabilidad natural de la Oscilación Decadal del Pacífico (Ancapichun y Garcés-
Vargas, 2015), el calentamiento antropogénico parece ser la principal causa del
desplazamiento hacia los polos de los sistemas de alta presión EBUS (Lee, 1999;
Garreaud y Falvey, 2009; Wang y Cai, 2013; Fan et al., 2014;Aguirre et al., 2018). En
segundo lugar, el efecto de Bakun es una respuesta al aumento de la diferencia de
presión entre el mar y la tierra producido por el calentamiento global, que debería
intensificarse en latitudes más bajas (Bakun, 1990). Mostramos que el efecto
Bakun no cambia gradualmente con la latitud, pero exhibe una discontinuidad
aguda alrededor de los 30 ° S. El fuerte aumento del efecto Bakun hacia el ecuador
de 30 ° S probablemente esté relacionado con un calentamiento más fuerte de la
tierra en la sección costera de la región árida andina. las pendientesVargas et al.,
2007). Tal calentamiento de la tierra puede ser más débil al sur de 30 ° S, donde
las tierras bajas costeras se encuentran entre las costas del Pacífico y los Andes.
Más al sur y utilizando datos de la estación 18 a 36,5 ° S, complementados con
datos de viento de dispersómetros satelitales, Schneider y col. (2017)mostró una
abrupta aceleración del desplazamiento de la SPA hacia el polo desde 2007.
Nuestros análisis mostraron diferencias importantes en la tensión del viento, SST y
especialmente Chl-a entre el comienzo de la década de 2000 y la última década de
la serie de tiempo en los 2 dominios estudiados aquí y el extremo sur (estación 18)
analizada en estudios previos (Figura 4). Pero la posición latitudinal del SPA
cambió progresivamente con el tiempo (Figura 1A) y la mayoría de las tendencias
temporales detectadas por los GAMM en toda la región (Fig. 3) eran lineales sin
evidencia de discontinuidad. Sin embargo, una clara excepción fue la tendencia a
largo plazo de la Chl-a in situ en el ECIM, que mostró una marcada disminución
sólo después de un notable pico de Chl-a en la primavera de 2007 (Fig. 3 Yo, K).
Este patrón temporal en ECIM se reflejó en la salida del río Biobío más al sur, que
también descendió después de un gran pico en 2007 (Jacob y otros, 2018), lo que
sugiere que ese año se produjeron grandes cambios climáticos. Se pensó que las
anomalías de TSM fría cerca de la costa durante 2007 hasta 29 ° S fueron
impulsadas por un cambio de las condiciones de El Niño a La Niña o por una
intrusión hacia el norte de aguas subantárticas (Aravena et al., 2014; Schneider y
col., 2017). No está claro cómo estos procesos pueden interactuar con la dinámica
de la ZEPA para producir cambios más o menos pronunciados en las condiciones
oceanográficas a lo largo de la región.
5. Conclusiones
En resumen, dos efectos principales del calentamiento global antropogénico sobre
los sistemas de surgencia parecen ser responsables de dos dominios contrastantes de la
dinámica a largo plazo en la productividad primaria de la costa, con límites entre estos
dominios alrededor de 30 ° S a 31 ° S. Hacia el norte , El mayor contraste térmico mar-
tierra de Bakun mejoraría los vientos favorables a la surgencia y la productividad
primaria costera. Al sur de la ruptura latitudinal, hay una amplia región de vientos
ascendentes decrecientes que se extiende hasta 34 ° -35 ° S debido al desplazamiento
hacia el polo de SPA, donde las concentraciones de Chl-a se han reducido drásticamente.
Por lo tanto, las tendencias climáticas antropogénicas pueden generar una
heterogeneidad espacial mucho más marcada y conspicua en la intensidad del
afloramiento y la productividad del agua costera de lo que se pensaba anteriormente.
que afectará a ecosistemas costeros enteros por propagación a través de la red trófica.
Nuestros resultados destacan la necesidad urgente de monitorear el océano costero para
evaluar las tendencias existentes y pronosticar cambios futuros en la productividad
dentro de EBUS, y de esta manera aumentar nuestra capacidad para adaptar las
actividades humanas a los efectos en cascada y de largo alcance del calentamiento
global.
Se pueden encontrar datos complementarios a este artículo en línea en
https: // doi.org/10.1016/j.gloplacha.2020.103259.
7
Cambio planetario y global 193 (2020) 103259
Declaración de intereses en competencia
Ninguno.
Agradecimientos
Agradecemos a los asistentes de investigación y estudiantes,
especialmente a Ivan Albornoz, por ayudar en la recolección de
muestras de agua en ECIM y Mirtala Parragué para administrar el
conjunto de datos de clorofila-a in-situ. El Fondo Nacional de Desarrollo
Científico y Tecnológico, FONDECYT (Chile), apoyado con becas
posdoctorales a NW [3150072], AO [3150425] y JB [3160294]. BRB fue
apoyado por FONDECYT 1181300 y el Millenium Nucleus Center for the
Study of Multiple Drivers on Marine Socio-Ecological Systems
(subvención ICM MUSELS NC120086). Se agradecen mucho las
conversaciones con Catalina Aguirre y colegas de ECIM. Además, AO
fue apoyado por H2020 Marie SkłAcciones odowska-Curie MSCA-
IF-2016 [746361]. SAN contó con el apoyo de FONDECYT [1160289],
Laboratorio Internacional en Cambio Global, LINCGlobal y CONICYT
PIA / BASAL FB0002. También nos gustaría agradecer a un revisor
anónimo por las útiles sugerencias y comentarios.
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