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Actualmente, existe un fuerte consenso científico que el clima global se verá alterado
significativamente, en el próximo siglo, como resultado del aumento de concentraciones de
gases invernadero tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y
clorofluorocarbonos Estos gases están atrapando una porción creciente de radiación infrarroja
terrestre y se espera que harán aumentar la temperatura planetaria entre 1,5 y 4,5 °C. Como
respuesta a esto, se estima que los patrones de precipitación global, también se alteren.
Aunque existe un acuerdo general sobre estas conclusiones, hay una gran incertidumbre con
respecto a las magnitudes y las tasas de estos cambios a escalas regionales La duda se
presenta entre opiniones, visiones y explicaciones de los fenómenos actuales que se
concentran entre dos polos extremos y muy dispares: los creyentes en un cambio climático
que traerá consecuencias dramáticas para millones de personas, y los escépticos de esta
postura que pronostican un cambio climático benigno e incluso benéfico para la civilización del
próximo siglo.
Algunos cambios en las manifestaciones climáticas a escala global del siglo XX indican un leve
aumento en la temperatura media de la Tierra que sería provocado por las emisiones masivas
de gases de efecto invernadero a la atmósfera durante el periodo industrial de la humanidad;
con tendencias en la suba del nivel de los océanos, la ocurrencia de episodios temporales
extremos, derretimiento de capas polares y repercusiones en los ciclos y comportamientos de
la fase biológica de la Tierra.
Aun cuando todavía hay más probabilidades que certezas del conocimiento sobre el cambio
climático, es un hecho que en diversos lugares del Perú hay evidencias de variaciones
climáticas que afectan con distinta intensidad la vida de las personas, y que son una señal de
que el país ya no está al margen de este fenómeno global. Estos peligros convergen en
territorios específicos y significan para ellos condiciones diferenciadas de vulnerabilidad, cuyos
efectos progresivamente podrán expandirse a otros territorios y al país en general. La situación
de desarrollo humano en los espacios de vulnerados no es uniforme. Allí donde este es bajo,
los efectos del cambio climático pueden contribuir a agravar o estancar el bienestar y las
capacidades de las personas; donde es más alto, los efectos pueden hacer que el bienestar
relativo y el nivel de las capacidades no sean sostenibles en el largo plazo o incluso puedan
retroceder.
1. Definiciones
El clima de la Tierra ha cambiado en muchas ocasiones, sin embargo, nunca antes se había
dado un cambio tan drástico y peligroso. Un cambio que afecta a nuestro medioambiente,
economía, sociedad, y que es una amenaza para el planeta.
Se llama cambio climático a la modificación del CLIMA con respecto al historial climático a una
escala global o regional, a la modificación del clima que ha tenido lugar respecto de su historial
a escala regional y global. En general, se trata de cambios de orden natural, pero actualmente,
se los encuentra asociados con el impacto humano sobre el planeta. Se trata de un fenómeno
complejo que sólo puede ser observado y analizado mediante simulaciones computacionales.
El desarrollo humano se trata de crear un mundo en el cual todos los seres humanos tengan la
oportunidad de alcanzar su pleno potencial y llevar adelante una vida saludable y feliz. Algunas
cosas son elementales a la hora de iniciar el desarrollo, como la nutrición adecuada, la
educación y el acceso a condiciones de vida dignas. Lamentablemente, muchas de las personas
más pobres del mundo no tienen acceso a esas cosas.
“El objetivo fundamental del desarrollo es expandir las alternativas de las que dispone la
gente. En principio estas alternativas pueden ser infinitas y cambiar en el tiempo.… El objetivo
del desarrollo es crear un entorno propicio para que las personas puedan disfrutar de una vida
saludable, larga y creativa”. Mahbub Ul Haq, Fundador del Informe sobre Desarrollo Humano.
2. ¿Por qué el cambio climático es un problema ambiental grave?
El Cambio Climático es uno de los problemas ambientales más graves o, quizá el más grave, al
que nos enfrentamos en la actualidad porque...
Tiene una enorme inercia, por lo tanto no puede detenerse "a voluntad", de repente.
Tiene un carácter retroalimentativo, es decir, los propios efectos del cambio climático
contribuyen a forzar el efecto invernadero natural y acentúan el calentamiento global. Existen
muchos ejemplos: Como sabemos cuándo los rayos solares llegan a superficies blancas (zonas
de nieve) se reflejan casi en su totalidad. Lo que está provocando el cambio climático es una
reducción de la cubierta de nieve de la superficie terrestre que a su vez disminuye la reflexión
de la radiación solar y por tanto aumenta el calentamiento de la superficie terrestre.
Está dando lugar a un abanico de efectos directos e indirectos que acentúan las alteraciones
introducidas por otras causas o motores del cambio global. Aquí vemos algunos ejemplos:
Cambios del uso del suelo. El ser humano ha ido modificando intensivamente su entorno como
consecuencia de su forma de vida. El medio natural se ha visto afectado por la construcción de
grandes infraestructuras que han ido fragmentando y alterando gravemente el territorio:
carreteras, grandes obras hidráulicas, urbanizaciones, etc. El cambio climático acentuará la
transformación del medio ambiente: favoreciendo el abandono de tierras estériles,
aumentando la cota de nieve en las montañas, desecando humedales y pequeñas charcas, etc.
• Alteración de las rutas de las aves migratorias. Hay especies de aves que han cambiado su
comportamiento migratorio durante las últimas décadas. Entre las razones se encuentra el
Cambio Climático. Especies típicamente africanas han invadido las Península Ibérica y se han
reproducido aquí en las últimas décadas.
El IDH es calculado a nivel global por la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano (HDRO)
del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, para lo que se utiliza datos
estandarizados y comparables a escala internacional. En el 2010 la HDRO modific6 la
metodología de cálculo del IDH que era utilizada desde 1990. Estos cambios han sido
discutidos con amplitud en los informes mundiales 2010, 2011 y 2013 y se exponen en esta
secci6n en sus aspectos esenciales. El IDH mantiene la combinaci6n de tres grandes
componentes:
Esta combinaci6n resume tres enfoques trascendentes sobre el desarrollo, y es eso lo que ha
dado potencia y aceptabilidad al IDH durante toda su trayectoria. En su versi6n previa al 2010,
el IDH estaba definido como:
Como es sabido, en diciembre de este mismo año, se celebrará en París, bajo el auspicio de la
Convención Marco de Naciones Unidas, la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio
Climático. El objetivo central de dicha conferencia será alcanzar un acuerdo mundial para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por ello, siendo muy relevante la cumbre de París, no lo es menos el establecimiento, también
por parte de la ONU, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Son muchos y ambiciosos, por
lo que no es este el ámbito más adecuado para ocuparse de todos ellos, pero sí me parece
pertinente citar algunos de los más relevantes para intentar entender que, incluso cuando
hablamos de cambio climático, tenemos que ser conscientes de que estamos ante un
problema multidisciplinar que no puede ser abordado, exclusivamente al margen de todas sus
interconexiones.
Cada día es más evidente que todo está conectado con todo: no puede existir un único
objetivo, por prioritario que pueda parecer, para garantizar un desarrollo sostenible.
Afortunadamente, este tipo de pensamiento está, en el momento presente, mucho más
extendido de lo que estaba hace un par de decenios, en gran parte por el enfoque que hace
hincapié en la complejidad del desarrollo humano, que reconoce que no pueden existir
soluciones unidimensionales a problemas multidimensionales.
Por ello, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, plantean, en primer lugar, erradicar
la pobreza en todas sus formas, en todo el mundo. Hoy existe un creciente reconocimiento al
desproporcionado impacto que el cambio climático está provocando sobre las personas más
pobres y vulnerables del mundo.
Con esta advertencia de que el desarrollo sostenible está lejos de ser una cuestión,
exclusivamente, medioambiental, me concentraré ahora en la importancia de la Conferencia
de París de fin de año, entre otras cosas porque es muy poco probable que puedan cumplirse
los Objetivos de Desarrollo Sostenible si los líderes mundiales no son capaces de alcanzar un
acuerdo que limite el aumento de la temperatura global a un máximo de dos grados
centígrados, ya que solamente un clima estable es capaz de establecer las bases para reducir la
pobreza y favorecer la prosperidad y el desarrollo humano.
Aún a pesar de algún que otro «primo meteorólogo» incapaz de saber si mañana va a llover o
no, lo cierto es que hoy existen suficientes evidencias y pruebas científicas que muestran que
el cambio climático es, probablemente, la amenaza mundial más importante a la que se
enfrenta en hombre y que, por tanto, exige, con la máxima urgencia, de una respuesta
contundente.
Sabemos que, hasta el momento, ha habido naciones muy grandes, como EE UU y China que,
por diversas razones y con distintos argumentos, se han venido oponiendo a suscribir
compromisos en la reducción de sus emisiones de gases con efecto invernadero. Esto, parece,
está cambiando.
En concreto, estudios solventes muestran que el coste económico, a corto plazo, de adoptar
las medidas necesarias para reducir las emisiones, puede rondar el uno por ciento del PIB
mundial, mientras que el coste de no adoptarlas, asumiendo el riesgo del cambio climático que
está produciéndose, rondaría el cinco por ciento de producto global.
Pero es que, además, aunque finalmente se vean afectados todos los países, lo cierto es que
las consecuencias del cambio climático las sufrirán antes y más intensamente los países más
pobres, aunque sean los que menos han contribuido al cambio climático, no porque el mismo
sea selectivo y se cebe con los pobres, sino porque son los más desfavorecidos lo que tienen
menos recursos para protegerse de sus efectos.
El propio FMI, poco sospechoso de aportar propuestas «revolucionarias», señala que para
poder estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, será
necesario cambiar de forma radical el sistema energético global. Y para ello, los acuerdos que
puedan adoptarse, deberán incluir la introducción de incentivos fiscales, que se han mostrado
como los instrumentos más eficaces para reflejar los costes ambientales y promover el
desarrollo de las tecnologías limpias.
Así pues, la cumbre de París es una gran oportunidad de adoptar medidas serias sin más
dilación, ahora que parece que EE. UU. y China están dispuestos a sumarse a un acuerdo
general. Pero no nos engañemos, no tenemos ninguna garantía que el acuerdo que finalmente
se adopte vaya a funcionar realmente. Kyoto es un precedente negativo y no podemos
descartar fracasos similares. El ex Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, ha dicho
que, «con demasiada frecuencia, los líderes mundiales se preocupan más por los asuntos que
tienen más próximos en el tiempo, mientras que los problemas realmente graves, suelen estar
más distantes, bien geográficamente, bien en el tiempo».
Ojalá los peores presagios a los que nos conducen los antecedentes, estén, en esta ocasión,
absolutamente infundados.
El Perú es uno de los países de la región de América Latina y el Caribe con mayor crecimiento
económico, mayor progreso hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y
mayores logros en desarrollo humano. Del 2000 a la actualidad, el Perú dejó de pertenecer al
grupo de países de desarrollo humano medio y se incorporó al de desarrollo humano alto.
Hace unas semanas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo presentó el
“Informe de Desarrollo Humano Perú 2013. Cambio climático y territorio: desafíos y respuestas
para un futuro sostenible” (IDH). Este informe contiene un análisis de los desafíos y una
propuesta de respuestas para la construcción de ese futuro anhelado por la humanidad, con el
propósito de que sea utilizado como base para el debate y el diseño de políticas públicas que
contribuyan a promover un desarrollo humano con equidad y sostenibilidad.
Para hacer frente al cambio climático de manera sostenible, el IDH ofrece recomendaciones de
política que contribuyan a reducir la sensibilidad y fortalecer la capacidad de respuesta del país
en las áreas de información y generación de conocimiento, articulación, fortalecimiento
institucional, desarrollo de capacidades y financiamiento de la integración del abordaje del
cambio climático en la planificación del desarrollo.
Estudios realizados sobre este tema reflejan las afectaciones provocadas sobre los bosques,
zonas de cultivo, cuencas hidrológicas, zonas urbanas y costeras.
Pérdida de cosechas Las alteraciones que provoca el cambio del clima sobre la flora son graves
en relación con la producción de alimentos, principalmente cuando la agricultura es de
temporal.
Crisis de agua Las alteraciones en los esquemas de precipitación son uno de los fenómenos
más visibles y dramáticos del cambio climático. Una reducción del volumen de agua en cuencas
demasiado explotadas puede convertirse en una catástrofe, principalmente en áreas
densamente pobladas, provocando una alta vulnerabilidad en la población a consecuencia del
efecto combinado del aumento de la temperatura, la reducción de la precipitación y/o el
incremento de la evaporación.
Invasión del mar El aumento del nivel del mar debido al calentamiento global impactaría las
zonas más vulnerables como las lagunas costeras, los pantanos y otras áreas importantes entre
las que se encuentran los pastizales y tierras agrícolas, los cuales se contaminan con la
intrusión salina y son remplazados por ambientes costeros.
La elevación del mar por el cambio climático no sólo alteraría radicalmente sistemas de gran
productividad biológica como las lagunas costeras, sino que también provocaría un impacto
irreversible sobre la rica biodiversidad de zonas de pantanos.
Diversos estudios han revelado que los efectos del cambio climático, resultan una fuerte
limitante al crecimiento económico e impiden el logro de un desarrollo sostenible ya que,
debido a su carácter transversal, afectan a todos los sectores de la economía.
Se ha estimado que los efectos del cambio climático, el cual es generado por el incremento de
la temperatura media la cual, a su vez, es causada principalmente por un incremento en las
concentraciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera, podrían causar en los
próximos cincuenta años una pérdida del PBI global del orden del 9% (esto solo considerando
efectos económicos y no sociales ni ambientales como impactos negativos en la salud, daño en
los ecosistemas como pérdida de biodiversidad, entre otros) y, de no realizar acciones de
mitigación y adaptación, dicha pérdida podría ascender a 20% debido a los daños e impactos
crecientes.
De acuerdo con estimaciones de Tyndall Centre (2003), el Perú es uno de los países más
vulnerables ante eventos climáticos junto con Honduras, Bangladesh y Venezuela, debido,
entre otras razones, a:
En ese sentido, es necesario el diseño de políticas públicas que permitan reducir los impactos
económicos del cambio climático y permitan adaptar la economía y la sociedad a dicho
fenómeno. Para ello, el MEF, en coordinación con los sectores pertinentes, debe diseñar y
promover los instrumentos económicos y financieros, que ayuden a evitar los efectos
negativos del cambio climático, así como ser parte del diseño del marco normativo y
regulatorio que permita orientar a la economía peruana hacia una economía baja en emisiones
de GEI. Para ello, el MEF viene realizando las siguientes acciones:
Identificar el impacto económico del cambio climático y detallar los canales a través de los
cuales este impacto se dará. Con este análisis, se podrán promover actividades de adaptación
que eviten los impactos sobre el bienestar de la población y la competitividad del país.
Hacer un seguimiento de los avances nacionales para alcanzar las meta de mitigación nacional.
Estas actividades se llevarán a cabo de manera coordinada con el MINAM y todos los otros
sectores involucrados.
• Estudio de Impacto Económico del Cambio Climático en el Perú Luego, el Banco Central de
Reserva del Perú (2009) calculó el efecto de del cambio climático sobre la economía agregada,
evaluando el impacto de las variaciones climáticas (temperatura y nivel de precipitaciones)
sobre la tasa de crecimiento económico. Este procedimiento no define ni estima los impactos
que el cambio climático podría tener sobre cada distinto sector de la economía. Entre otros,
este estudio estimó que al 2030 la economía tendría el PIB real sería 6.8% menor al que se
tendría sin cambio climático.
Asimismo, ayudará a que el Perú tenga una posición más sólida en las negociaciones
internacionales sobre cambio climático, en las que se acordarán las vías a través las cuales los
países desarrollados colaborarán con las actividades de mitigación y adaptación de los países
en desarrollo. Por ello, en la medida que el Perú tenga una estimación tangible de los efectos
del cambio climático podrá acceder a una mayor colaboración internacional.
No solo el mundo se ve afectado por el Cambio Climático. Como peruanos debemos conocer
qué ocurre en nuestro país.
- Las montañas andinas peruanas han perdido por lo menos el 22% de su superficie de hielo
desde 1970 y el proceso está acelerándose. (La superficie glaciar del país se redujo de 2.041
Km2 a 1.595 Km2, lo cual significa una pérdida de 446 Km2 en 27 años.) - En la Cordillera
Blanca, donde se encuentra el 35% de los glaciares peruanos, la superficie de hielo se redujo
de 723 Km2 a 535 Km2, que representa una pérdida de 188 Km2.
- También hay una pérdida del 50% del glaciar Coropuna, que irriga las Pampas de Majes, en
los últimos 50 años.
- El famoso glaciar Pastoruri se redujo 490.67 metros en 25 años (1980- 2005), a una velocidad
promedio de 19.63 metros por año, lo que representa una pérdida de más del 40% de su área.
Esto ha provocado que se mantenga cerrado al turismo por seguridad.
- La desglaciación ha ocasionado una pérdida de agua que asciende a 7,000 millones de metros
cúbicos, que es equivalente al líquido que se consume en Lima en 10 años.
- La reducción de los glaciares provoca la reducción de las reservas de agua disponible de los
glaciares, el incremento del riesgo de desprendimientos de hielos inestables y la formación de
lagunas de origen glaciar que pueden ocasionar desembalses.
- La cobertura forestal del Perú en el año 1975 alcanzaba los 71.000 Km2; en el 2005 esta
superficie se había reducido a 68.000 Km2. La costa fue la región más afectada, pues pasó de
tener 1.667 Km2 de bosques a sólo 874 Km2. Esto equivale a un territorio equivalente a seis
veces la ciudad de Lima.
- Lluvias e inundaciones cada vez más fuertes y frecuentes en el norte del Perú.
- Aunque la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) en el Perú tiene un índice bajo en
comparación con otros países de la región, el más grave problema de contaminación del aire
en Lima es causado por las partículas sólidas que emite el sector transporte por el uso de
combustibles "sucios".
- El transporte provoca el 86% de la contaminación del aire en Lima, mientras que las
emisiones industriales representan el 14% restante.
10. Cambio climático afectaría más a pesca, ganadería alto andina y agricultura en Perú
La pesca, ganadería alto andina y agricultura: Serían los sectores más afectados por el cambio
climático en Perú en los próximos años, señala un nuevo estudio conjunto del Gobierno
peruano, la CEPAL y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El sector hidroenergético sufrirá impactos debido a la menor disponibilidad del recurso hídrico,
situación que también afectará a la minería.
El sector agrícola: Podría sufrir pérdidas equivalentes a entre 23.9% y 33.1% del PBI sectorial
para el período 2010-2100 en los escenarios evaluados en el reporte.
Minería: En la minería, se espera una reducción acumulada para todo el período de 15% del
PBI.
Mientras que para la ganadería alto andina los resultados muestran que los impactos serían
producto de la disminución de las tierras de pastoreo y de la expansión del sector agrícola, lo
que llevaría a una pérdida máxima acumulada equivalente a 90% del PBI pecuario.
El estudio recalca que Perú es considerado un país altamente vulnerable al cambio climático
por contar con siete de las nueve características de vulnerabilidad reconocidas por la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Esto es: poseer zonas costeras bajas, zonas áridas y semiáridas, áreas susceptibles a la
deforestación o erosión, a los desastres naturales, a la sequía y la desertificación, áreas
urbanas altamente contaminadas, y ecosistemas frágiles.
En la última década (2012-2010), todos los países han mejorado su situación en relación al
desarrollo humano. Se observa que los países del polo sur vienen mejorando rápidamente su
situación en términos de desarrollo humano. Grandes países como Brasil, China, India,
Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía han mejorado considerablemente su situación.
También países menores como Chile y Ghana.
Los determinantes del desarrollo han sido un estado que interviene pro activamente en el
desarrollo, el aprovechamiento de los mercados globales y la política social.
Intervención del Estado: La intervención eficiente del estado en salud, educación y otros
servicios ha mejorado la situación de muchos países del hemisferio sur.
Aprovechamiento de los mercados globales: La participación de los países del hemisferio sur
en el comercio mundial viene aumentando gradualmente, no como resultado de una apertura
abrupta, sino como resultado de una mayor integración gradual.
Política Social: Los países que mejoraron sustancialmente su situación, invirtieron fuertemente
en salud, educación, y empoderamiento legal. Estas políticas fueron particularmente exitosas
en los países con peor distribución de la renta.
Entonces, en medio de esa realidad, también resulta fácil añadir una causa más sin ningún tipo
de responsabilidad, o lo que es peor, intentar explicar todos los males a través de una sola,
ocultando los verdaderos orígenes del problema.
La mención llega por el uso indiscriminado de las palabras cambio climático para explicar un
sinnúmero de aspectos sociales cuyos orígenes son completamente diferentes, y más aún
cuando las evidencias científicas apuntan a que nos encontramos en una etapa de desarrollo
incipiente, aunque muy significativa, de lo que podría llegar a ser este fenómeno. Las
administraciones públicas y los gobiernos han encontrado en el cambio climático el comodín
para ocultar la real contribución de sus ineficiencias y mal uso de los recursos, a las dificultades
que padece la población más pobre, especialmente en los países con niveles de desarrollo
inferior. Desde el raquitismo de algunos sectores agrícolas que por falta de inversión y el
establecimiento de programas pertinentes serios no avanzan, hasta las inundaciones de zonas
subnormales que podrían evitarse con el simple hecho de implantar planes de vivienda social,
reubicaciones permanentes o mejoramientos de infraestructuras. Hay para todos los gustos.
Y aún a pesar de lo útil del término (cambio climático) como excusa para tantos males, es poco
lo que se hace en términos efectivos para contrarrestar la probabilidad de que antes de
terminar este siglo podamos ser testigos de cambios significativos en las condiciones climáticas
que puedan impactar negativamente a la población mundial; algo que resulta hasta lógico si se
tiene en cuenta el desconocimiento de las reales implicaciones que un posible cambio
climático traería para la humanidad, y la falta de voluntad para mirarlo más allá de un
instrumento político para atraer la atención y darle la importancia que merece.
El cambio climático es un factor que puede llegar a ser determinante en el desarrollo humano
de esta y las futuras generaciones, sin embargo, es poco lo que se ha avanzado a pesar del
conocimiento que se tiene de los factores que podrían acelerarlo y de los mecanismos que
deberían implementarse para desestimular el incremento progresivo del calentamiento global;
ni siquiera los países firmantes del protocolo de Kioto han cumplido con las metas de
reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a las que se habían comprometido, un
ejemplo lo constituye España que está emitiendo aproximadamente un 53% de dióxido de
carbono por encima de lo que emitía en 1990, y un 38% más de lo que se había comprometido
a emitir en el 2012.
Por ello, cuando se tienen metas como las condensadas en los objetivos de desarrollo del
milenio, que atañen al progreso y al alcance de un mundo menos asimétrico en cuanto a
desarrollo humano se refiere, no se puede dejar de lado la consideración de un fenómeno
como este, que puede causar efectos contrarios al alcance de esos objetivos. Porque erradicar
la pobreza extrema y el hambre, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna,
combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, y garantizar la sostenibilidad del
medio ambiente; si bien es cierto que se combaten con la unión de esfuerzos de cooperación
internacional y de programas específicos dirigidos al alcance puntual de cada objetivo, no se
puede desconocer que las condiciones climáticas juegan un papel fundamental para el alcance
de los mismos. Porque la incidencia del aumento progresivo de la temperatura sobre las zonas
tropicales puede disminuir en gran medida la productividad de cultivos vitales para la
alimentación y el sustento económico de la población que se asienta en estos lugares,
aumentar el riesgo de que enfermedades propias de la zonas tropicales se puedan presentar
en latitudes medias, y producir desequilibrios en el medio ambiente que indirectamente
acentúen la problemática que se desea combatir.
De aquí se deduce que la lucha contra el calentamiento global debe estar contemplada dentro
del marco de la lucha contra el desarrollo de la humanidad. Y a partir de allí establecer un
nuevo acuerdo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que incluya a China
e India que ya emiten en una proporción considerable y lo seguirán haciendo en mayor cuantía
en los próximos años, y que además obligue a los Estados Unidos a firmarlo, y al igual que a los
demás países emisores, a cumplir con lo pactado.
Todavía queda mucho por hacer, estamos siendo testigos, apenas de manifestaciones iniciales
de un fenómeno que se prevé de grandes dimensiones si continuamos en la dirección
equivocada. Según el IPCC, si se mantienen las emisiones de gases de efecto invernadero al
ritmo actual o a uno superior causarían un calentamiento mayor e inducirían muchos cambios
en el sistema climático mundial durante el siglo XXI, que muy probablemente superarían a los
observados durante el siglo XX. Causa preocupación que comenzando este siglo la energía que
utiliza el mundo procede en más de tres cuartas partes del consumo de fuentes combustibles
fósiles, y este consumo supone una creciente emisión de gases invernadero – Dióxido de
carbono, vapor de agua, metano y los demás gases -; y más cuando existe una gama de países
que se encuentran en plena transición hacia una mayor industrialización de sus economías
basadas en las mismas fuentes energéticas y que ostentan poblaciones de tamaño descomunal
y en pleno crecimiento – India, China, Brasil, México, entre otros -.
Pero se puede hacer mucho todavía, es posible que con medidas coherentes hacía la búsqueda
de un medio ambiente sustentable que posibilite el logro de los objetivos propuestos en
materia de desarrollo humano y con el desarrollo de nuevas fuentes de energía “limpias”, se
logren estabilizar la concentración de gases de efecto invernadero de origen antrópico y por
ende la temperatura media global a niveles tolerables para la vida humana y para la
adaptación de las demás especies. Aunque nos llevaría mucho tiempo llegar a ese punto por el
daño que quizá ya hemos producido, vale la pena el esfuerzo. Ojala los líderes mundiales lo
vean de esa forma.
13. Cambio climático puede poner en riesgo el progreso en el desarrollo humano del
Perú
Entre 1980 y 2012, el Índice de Desarrollo Humano del Perú creció 28%: la esperanza de vida al
nacer aumentó en 14.2 años; la escolaridad de los peruanos se incrementó en 3.2 años y el
Ingreso Nacional Bruto per cápita aumentó en alrededor de 60%.Sin embargo, el progreso
logrado podría verse en riesgo por los efectos negativos del cambio climático, según el nuevo
informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lanzado hoy en Lima.
Los eventos extremos, que en lo inmediato reducen el bienestar y destruyen los activos de las
personas, pueden desencadenar procesos que conduzcan, en el mediano y largo plazo, a un
sustancial deterioro de las capacidades y oportunidades en nutrición, salud, educación e
ingresos. El presente Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) Perú 2013. Cambio climático y
territorio: Desafíos y respuestas para un futuro sostenible, muestra, en base a una serie de
estudios y análisis de diversas instituciones, la situación en la que se encuentra el Perú desde
el enfoque de la vulnerabilidad y ofrece una serie de respuestas que pone a disposición del
país. Si bien el Informe reconoce que el cambio climático también trae oportunidades, es
necesario conocer la situación para poder actuar.
El Perú es uno de los países más vulnerables al cambio climático; coexisten en el país una
combinación de alta exposición y sensibilidad, con debilidades en la capacidad de respuesta. El
cambio climático afecta al desarrollo humano de manera diferenciada, con mayores impactos
en los sectores más vulnerables y pobres de la población acentuando los problemas de
equidad y exacerbando brechas sociales. En general, las personas que habitan en países en
desarrollo corren un riesgo 79 veces mayor de ser afectadas por los desastres que aquéllas que
viven en países desarrollados.
El Informe destaca los importantes avances en la construcción de resiliencia por parte del
Estado y de actores no estatales. Sin embargo, aún hay una brecha entre la realidad de este
desafío y la toma de conciencia sobre el mismo por parte de la sociedad y sus líderes. El
Informe busca contribuir a cerrar esa brecha, y pone a disposición del país una serie de
recomendaciones para acelerar, fortalecer y profundizar las capacidades y los esfuerzos
existentes.
El contexto
En el último periodo, eventos de extrema intensidad han abatido distintas regiones del país: la
cota más alta registrada en el río Amazonas inundó la ciudad de Iquitos en abril del 2012; la
crecida más grande registrada en el río Rímac amenazó la capital en diciembre del mismo año;
la lluvia más intensa y prolongada registrada en Arequipa afectó seriamente la ciudad en
febrero del 2013; y, hace muy poco, una nevada sin precedentes acumuló durante 48 horas un
metro y medio de nieve en la provincia de Carabaya (Puno) y otras zonas del sur andino.
Los conocimientos acumulados hasta hoy sobre el cambio climático permiten suponer
razonablemente que es posible que se produzca un escenario en el que los trastornos del
clima, derivados del incesante calentamiento global, puedan alcanzar una dimensión capaz de
detener y revertir el progreso económico y social del Perú. Dicho de otro modo: en el largo
plazo, lo peor está por venir, y esto cobra especial significado cuando de desarrollo humano se
trata.
El cambio climático es la raíz de una crisis humana actual, no del futuro lejano. Entre 1880 y
2012, la temperatura promedio global aumentó 0,8 °C debido a la intensificación del efecto
invernadero. Para el año 2100 la temperatura media podría incrementarse, según el escenario
menos desfavorable, en 0,3 °C; y en un escenario extremo, hasta en 4,8 °C. Esto podría
provocar escenarios catastróficos e impredecibles para la humanidad.
En el Perú, la temperatura en los Andes aumentó alrededor de 0,7 °C entre 1939 y 2006. En un
escenario de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) altas. Al finalizar el siglo XXI se
produciría un calentamiento considerable de 5 °C a 6 °C en muchas partes de los Andes, y los
mayores aumentos sucederían en los puntos más elevados de la Cordillera Blanca.
CONCLUSIONES
He llegado a la conclusión de que se llama cambio climático a la modificación del clima con
respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy
diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros meteorológicos: temperatura, presión
atmosférica, precipitaciones, nubosidad, etc. En teoría, son debidos tanto a causas naturales
Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la
actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la
variabilidad natural del clima observada durante períodos comparables Al hacer frente al
cambio climático provocado por el hombre, los seres humanos tendrán que pensar en
términos de décadas y de siglos. La tarea recién comienza, y muchos de los efectos de las
variaciones climáticas no se manifestarán sino al cabo de dos o tres generaciones. En el futuro
cada uno de nosotros oirá hablar de este problema, y deberá vivir con él.
Mientras que el desarrollo humano es un concepto que incluye muchos factores además del
económico, como la libertad, la salud y la educación. En el centro del concepto de desarrollo
humano se encuentran las personas, la economía es solo un medio para lograr el mayor
bienestar de las personas.
El Índice de Desarrollo Humano es elaborado por las Naciones Unidas y se utiliza para analizar
la evolución de los países en materia de desarrollo humano. En los últimos años, la mayoría de
los países ha mejorado su situación y se observa una convergencia entre países. Los países del
hemisferio sur han mejorado sustancialmente gracias a la intervención del estado, un mayor
comercio internacional y una política social eficiente.
Por tanto el cambio climático representa un serio obstáculo para la erradicación de la pobreza,
pudiendo llegar a aumentar la brecha existente entre países desarrollados y en desarrollo. El
derecho de los países en desarrollo al crecimiento económico, hasta el momento,
estrechamente vinculado con el cambio climático a través del consumo de combustibles fósiles
--petróleo, carbón o gas-- es evidente. Por lo tanto, para contribuir a un desarrollo sostenible,
será necesario conciliar la utilización de energías limpias con su eficiencia.
Por todo ello, los efectos del cambio climático suponen una amenaza seria para la consecución
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Para alcanzar en el 2015 metas como reducir
a la mitad la proporción de personas que padecen hambre, disminuir la mortalidad infantil y
materna o incrementar el acceso al agua potable, será necesario desarrollar políticas de
mitigación y adaptación al cambio climático. Si se incluyen los riesgos climáticos en el diseño e
implantación de iniciativas de desarrollo puede fomentarse la equidad y el desarrollo a la par
que se disminuye la vulnerabilidad al cambio climático.
RECOMENDACIONES
Existen tres ejes principales de políticas que deberían aplicarse transversalmente para lograr
mejoras. El primero es la información e investigación, pues para poder predecir y mitigar los
efectos del cambio climático, son necesarios estudios adecuados a la diversidad de climas,
pisos ecológicos y condiciones socioeconómicas que caracterizan al territorio nacional. El
segundo es la construcción de una institucionalidad estatal con capacidad de gestión territorial
y articulación transversal para enfrentar los retos del cambio climático. Finalmente, se
requiere un soporte financiero y presupuestal para implementar las políticas planteadas en
materia de adaptación y mitigación del cambio climático.
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