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INTRODUCCION

Actualmente, existe un fuerte consenso científico que el clima global se verá alterado
significativamente, en el próximo siglo, como resultado del aumento de concentraciones de
gases invernadero tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y
clorofluorocarbonos Estos gases están atrapando una porción creciente de radiación infrarroja
terrestre y se espera que harán aumentar la temperatura planetaria entre 1,5 y 4,5 °C. Como
respuesta a esto, se estima que los patrones de precipitación global, también se alteren.
Aunque existe un acuerdo general sobre estas conclusiones, hay una gran incertidumbre con
respecto a las magnitudes y las tasas de estos cambios a escalas regionales La duda se
presenta entre opiniones, visiones y explicaciones de los fenómenos actuales que se
concentran entre dos polos extremos y muy dispares: los creyentes en un cambio climático
que traerá consecuencias dramáticas para millones de personas, y los escépticos de esta
postura que pronostican un cambio climático benigno e incluso benéfico para la civilización del
próximo siglo.

Algunos cambios en las manifestaciones climáticas a escala global del siglo XX indican un leve
aumento en la temperatura media de la Tierra que sería provocado por las emisiones masivas
de gases de efecto invernadero a la atmósfera durante el periodo industrial de la humanidad;
con tendencias en la suba del nivel de los océanos, la ocurrencia de episodios temporales
extremos, derretimiento de capas polares y repercusiones en los ciclos y comportamientos de
la fase biológica de la Tierra.

Aun cuando todavía hay más probabilidades que certezas del conocimiento sobre el cambio
climático, es un hecho que en diversos lugares del Perú hay evidencias de variaciones
climáticas que afectan con distinta intensidad la vida de las personas, y que son una señal de
que el país ya no está al margen de este fenómeno global. Estos peligros convergen en
territorios específicos y significan para ellos condiciones diferenciadas de vulnerabilidad, cuyos
efectos progresivamente podrán expandirse a otros territorios y al país en general. La situación
de desarrollo humano en los espacios de vulnerados no es uniforme. Allí donde este es bajo,
los efectos del cambio climático pueden contribuir a agravar o estancar el bienestar y las
capacidades de las personas; donde es más alto, los efectos pueden hacer que el bienestar
relativo y el nivel de las capacidades no sean sostenibles en el largo plazo o incluso puedan
retroceder.
1. Definiciones

El clima de la Tierra ha cambiado en muchas ocasiones, sin embargo, nunca antes se había
dado un cambio tan drástico y peligroso. Un cambio que afecta a nuestro medioambiente,
economía, sociedad, y que es una amenaza para el planeta.

Se llama cambio climático a la modificación del CLIMA con respecto al historial climático a una
escala global o regional, a la modificación del clima que ha tenido lugar respecto de su historial
a escala regional y global. En general, se trata de cambios de orden natural, pero actualmente,
se los encuentra asociados con el impacto humano sobre el planeta. Se trata de un fenómeno
complejo que sólo puede ser observado y analizado mediante simulaciones computacionales.

Un cambio estable y durable en la distribución de los patrones de clima en periodos de tiempo


que van desde décadas hasta millones de años. Pudiera ser un cambio en las condiciones
climáticas promedio o la distribución de eventos en torno a ese promedio (por ejemplo más o
menos eventos climáticos extremos). El cambio climático puede estar limitado a una región
específica, como puede abarcar toda la superficie terrestre.

El término, a veces se refiere específicamente al cambio climático causado por la actividad


humana, a diferencia de aquellos causados por procesos naturales de la Tierra y el Sistema
Solar. En este sentido, especialmente en el contexto de la política ambiental, el término
"cambio climático" ha llegado a ser sinónimo de "calentamiento global antropogénico", o sea
un aumento de las temperaturas por acción de los humanos.

Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la


actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la
variabilidad natural del clima observada durante períodos comparables. En las revistas
científicas, "calentamiento global" se refiere a aumentos de temperaturas superficiales,
mientras que "cambio climático" incluye al calentamiento global y todos los otros aspectos
sobre los que influye un aumento de los gases de efecto invernadero.

La evidencia se basa en observaciones de los aumentos de temperatura del aire y de los


océanos, el derretimiento de hielos y glaciares en todo el mundo y el aumento de los niveles
de mar a nivel mundial y otras señales claras de cambio.

El cambio climático es, potencialmente, la mayor amenaza para la biodiversidad en las


próximas décadas. No obstante que las señales más tempranas se han dado sobre glaciares y
ecosistemas costeros, también los bosques y humedales serán severa y tempranamente
afectados.

El desarrollo humano se trata de crear un mundo en el cual todos los seres humanos tengan la
oportunidad de alcanzar su pleno potencial y llevar adelante una vida saludable y feliz. Algunas
cosas son elementales a la hora de iniciar el desarrollo, como la nutrición adecuada, la
educación y el acceso a condiciones de vida dignas. Lamentablemente, muchas de las personas
más pobres del mundo no tienen acceso a esas cosas.

“El objetivo fundamental del desarrollo es expandir las alternativas de las que dispone la
gente. En principio estas alternativas pueden ser infinitas y cambiar en el tiempo.… El objetivo
del desarrollo es crear un entorno propicio para que las personas puedan disfrutar de una vida
saludable, larga y creativa”. Mahbub Ul Haq, Fundador del Informe sobre Desarrollo Humano.
2. ¿Por qué el cambio climático es un problema ambiental grave?

El Cambio Climático es uno de los problemas ambientales más graves o, quizá el más grave, al
que nos enfrentamos en la actualidad porque...

Afecta a todo el planeta, la atmósfera no tiene fronteras.

Tiene una enorme inercia, por lo tanto no puede detenerse "a voluntad", de repente.

El clima determina las condiciones de vida: las posibilidades de alimentación, la actividad


económica en general y la seguridad de las poblaciones. En definitiva determina cómo son los
ecosistemas, incluido los nuestros.

Tiene un carácter retroalimentativo, es decir, los propios efectos del cambio climático
contribuyen a forzar el efecto invernadero natural y acentúan el calentamiento global. Existen
muchos ejemplos: Como sabemos cuándo los rayos solares llegan a superficies blancas (zonas
de nieve) se reflejan casi en su totalidad. Lo que está provocando el cambio climático es una
reducción de la cubierta de nieve de la superficie terrestre que a su vez disminuye la reflexión
de la radiación solar y por tanto aumenta el calentamiento de la superficie terrestre.

Está dando lugar a un abanico de efectos directos e indirectos que acentúan las alteraciones
introducidas por otras causas o motores del cambio global. Aquí vemos algunos ejemplos:

• Concentración de la contaminación por vertidos residuales. El cambio climático provocará un


incremento de temperaturas, y por tanto, aumentará la evaporación del agua de los ríos. Esto
supondrá la concentración de los niveles de contaminación que ya existen en los ríos.

Contaminación térmica de ríos y mares. El cambio climático provocará un aumento de las


temperaturas de la superficie de ríos y mares. Pero en muchos casos estos ecosistemas
acuáticos ya están sufriendo incrementos térmicos debido a que sus aguas se usan para
refrigerar instalaciones como las centrales térmicas. Por este motivo el cambio climático
acentuará los daños ambientales que los ecosistemas acuáticos ya están padeciendo.

Cambios del uso del suelo. El ser humano ha ido modificando intensivamente su entorno como
consecuencia de su forma de vida. El medio natural se ha visto afectado por la construcción de
grandes infraestructuras que han ido fragmentando y alterando gravemente el territorio:
carreteras, grandes obras hidráulicas, urbanizaciones, etc. El cambio climático acentuará la
transformación del medio ambiente: favoreciendo el abandono de tierras estériles,
aumentando la cota de nieve en las montañas, desecando humedales y pequeñas charcas, etc.

• Alteración de las rutas de las aves migratorias. Hay especies de aves que han cambiado su
comportamiento migratorio durante las últimas décadas. Entre las razones se encuentra el
Cambio Climático. Especies típicamente africanas han invadido las Península Ibérica y se han
reproducido aquí en las últimas décadas.

El cambio climático es lo que el hombre ha generado para modificar el planeta con la


utilización y quemas de combustibles, tala de árboles, lo que genera una desertificación al
suelo con mucha perdida de la cobertura vegetal y si le sumamos los gases generados al medio
provocaremos que el planeta se está derritiendo.
Considerando que en la medida en que conservemos nuestros bosques y la flora que son los
pulmones del planeta se disminuirá posiblemente de una forma gradual el efecto de este
cambio global.

3. El nuevo cálculo del IDH y claves para comprenderlo

• La renovación del IDH

El IDH es calculado a nivel global por la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano (HDRO)
del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, para lo que se utiliza datos
estandarizados y comparables a escala internacional. En el 2010 la HDRO modific6 la
metodología de cálculo del IDH que era utilizada desde 1990. Estos cambios han sido
discutidos con amplitud en los informes mundiales 2010, 2011 y 2013 y se exponen en esta
secci6n en sus aspectos esenciales. El IDH mantiene la combinaci6n de tres grandes
componentes:

(i) vida larga y saludable, expresada por la esperanza de vida al nacimiento


(ii) acceso al conocimiento o logro educativo (la educaci6n pasada y presente)
(iii) nivel de vida digno, representado por el ingreso nacional bruto (INB) per cápita.

Esta combinaci6n resume tres enfoques trascendentes sobre el desarrollo, y es eso lo que ha
dado potencia y aceptabilidad al IDH durante toda su trayectoria. En su versi6n previa al 2010,
el IDH estaba definido como:

IDH = (Esperanza de vida al nacer + logro educativo + PBI per cápita)/3

4. Cambio climático y desarrollo humano

Como es sabido, en diciembre de este mismo año, se celebrará en París, bajo el auspicio de la
Convención Marco de Naciones Unidas, la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio
Climático. El objetivo central de dicha conferencia será alcanzar un acuerdo mundial para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Afortunadamente, durante las conversaciones que, previamente a la celebración de la


conferencia, están teniendo lugar, se ha ido produciendo un consenso sobre la evidencia de
que el cambio climático no está relacionado, exclusivamente, con otros problemas
ambientales de gran importancia, como el agua, el suelo o la biodiversidad, sino que también
está conectado con importantes retos económicos y sociales, como el desarrollo sostenible y,
por tanto, el bienestar de las generaciones futuras, pero también con la pobreza.

Por ello, siendo muy relevante la cumbre de París, no lo es menos el establecimiento, también
por parte de la ONU, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Son muchos y ambiciosos, por
lo que no es este el ámbito más adecuado para ocuparse de todos ellos, pero sí me parece
pertinente citar algunos de los más relevantes para intentar entender que, incluso cuando
hablamos de cambio climático, tenemos que ser conscientes de que estamos ante un
problema multidisciplinar que no puede ser abordado, exclusivamente al margen de todas sus
interconexiones.

Cada día es más evidente que todo está conectado con todo: no puede existir un único
objetivo, por prioritario que pueda parecer, para garantizar un desarrollo sostenible.
Afortunadamente, este tipo de pensamiento está, en el momento presente, mucho más
extendido de lo que estaba hace un par de decenios, en gran parte por el enfoque que hace
hincapié en la complejidad del desarrollo humano, que reconoce que no pueden existir
soluciones unidimensionales a problemas multidimensionales.

Por ello, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, plantean, en primer lugar, erradicar
la pobreza en todas sus formas, en todo el mundo. Hoy existe un creciente reconocimiento al
desproporcionado impacto que el cambio climático está provocando sobre las personas más
pobres y vulnerables del mundo.

También proponen conseguir la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover la


agricultura sostenible, junto a aspectos tales como garantizar una educación de calidad, que
sea inclusiva y equitativa, promoviendo las oportunidades de aprendizaje para todos. Y así,
hasta un total de diecisiete objetivos esenciales, muchos de los cuales se interrelacionan con
los otros, promoviendo una reducción de las desigualdades, entre países, dentro de los
mismos, entre géneros, etc.

Con esta advertencia de que el desarrollo sostenible está lejos de ser una cuestión,
exclusivamente, medioambiental, me concentraré ahora en la importancia de la Conferencia
de París de fin de año, entre otras cosas porque es muy poco probable que puedan cumplirse
los Objetivos de Desarrollo Sostenible si los líderes mundiales no son capaces de alcanzar un
acuerdo que limite el aumento de la temperatura global a un máximo de dos grados
centígrados, ya que solamente un clima estable es capaz de establecer las bases para reducir la
pobreza y favorecer la prosperidad y el desarrollo humano.

Aún a pesar de algún que otro «primo meteorólogo» incapaz de saber si mañana va a llover o
no, lo cierto es que hoy existen suficientes evidencias y pruebas científicas que muestran que
el cambio climático es, probablemente, la amenaza mundial más importante a la que se
enfrenta en hombre y que, por tanto, exige, con la máxima urgencia, de una respuesta
contundente.

Sabemos que, hasta el momento, ha habido naciones muy grandes, como EE UU y China que,
por diversas razones y con distintos argumentos, se han venido oponiendo a suscribir
compromisos en la reducción de sus emisiones de gases con efecto invernadero. Esto, parece,
está cambiando.

Y es comprensible, porque, a pesar de los intereses de muchas de las industrias energéticas,


está suficientemente calculado que los beneficios de adoptar, cuanto antes, las medidas
adecuadas y hacerlo con contundencia, serán muy superiores a los costes económicos que
derivarán en el supuesto de mantener la vigente postura de pasividad frente al problema.

En concreto, estudios solventes muestran que el coste económico, a corto plazo, de adoptar
las medidas necesarias para reducir las emisiones, puede rondar el uno por ciento del PIB
mundial, mientras que el coste de no adoptarlas, asumiendo el riesgo del cambio climático que
está produciéndose, rondaría el cinco por ciento de producto global.
Pero es que, además, aunque finalmente se vean afectados todos los países, lo cierto es que
las consecuencias del cambio climático las sufrirán antes y más intensamente los países más
pobres, aunque sean los que menos han contribuido al cambio climático, no porque el mismo
sea selectivo y se cebe con los pobres, sino porque son los más desfavorecidos lo que tienen
menos recursos para protegerse de sus efectos.

El propio FMI, poco sospechoso de aportar propuestas «revolucionarias», señala que para
poder estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, será
necesario cambiar de forma radical el sistema energético global. Y para ello, los acuerdos que
puedan adoptarse, deberán incluir la introducción de incentivos fiscales, que se han mostrado
como los instrumentos más eficaces para reflejar los costes ambientales y promover el
desarrollo de las tecnologías limpias.

Así pues, la cumbre de París es una gran oportunidad de adoptar medidas serias sin más
dilación, ahora que parece que EE. UU. y China están dispuestos a sumarse a un acuerdo
general. Pero no nos engañemos, no tenemos ninguna garantía que el acuerdo que finalmente
se adopte vaya a funcionar realmente. Kyoto es un precedente negativo y no podemos
descartar fracasos similares. El ex Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, ha dicho
que, «con demasiada frecuencia, los líderes mundiales se preocupan más por los asuntos que
tienen más próximos en el tiempo, mientras que los problemas realmente graves, suelen estar
más distantes, bien geográficamente, bien en el tiempo».

Ojalá los peores presagios a los que nos conducen los antecedentes, estén, en esta ocasión,
absolutamente infundados.

El Perú es uno de los países de la región de América Latina y el Caribe con mayor crecimiento
económico, mayor progreso hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y
mayores logros en desarrollo humano. Del 2000 a la actualidad, el Perú dejó de pertenecer al
grupo de países de desarrollo humano medio y se incorporó al de desarrollo humano alto.

Para preservar y profundizar lo alcanzado, es imprescindible integrar el desarrollo económico,


el social y el ambiental y asegurar un desarrollo sostenible. Los desafíos actuales nos muestran
que no hay posibilidades de sostenibilidad si el desarrollo no se aborda con un enfoque
integral, vinculando esos tres aspectos.

Hace unas semanas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo presentó el
“Informe de Desarrollo Humano Perú 2013. Cambio climático y territorio: desafíos y respuestas
para un futuro sostenible” (IDH). Este informe contiene un análisis de los desafíos y una
propuesta de respuestas para la construcción de ese futuro anhelado por la humanidad, con el
propósito de que sea utilizado como base para el debate y el diseño de políticas públicas que
contribuyan a promover un desarrollo humano con equidad y sostenibilidad.

El cambio climático es ya una realidad y se transmite al desarrollo humano a través de cinco


mecanismos: la exposición a eventos extremos, los cambios en los ecosistemas y los servicios
ecosistémicos, la inseguridad y el estrés hídrico, la producción de alimentos y la salud. En el
Perú, aún marcado por la desigualdad, el efecto del cambio climático en el desarrollo humano
se da en realidades diferenciadas por territorio, historia, desarrollo económico y social y
presencia del Estado.

El Perú es altamente vulnerable al cambio climático debido a la combinación de alta exposición


y sensibilidad, y una capacidad de respuesta en construcción. Esta vulnerabilidad puede y debe
ser cambiada. El IDH 2013 reconoce los esfuerzos en marcha del Estado para habilitar la
mitigación y sobre todo la adaptación al cambio climático a través de políticas públicas
efectivas, así como las iniciativas de los actores no estatales.

Para hacer frente al cambio climático de manera sostenible, el IDH ofrece recomendaciones de
política que contribuyan a reducir la sensibilidad y fortalecer la capacidad de respuesta del país
en las áreas de información y generación de conocimiento, articulación, fortalecimiento
institucional, desarrollo de capacidades y financiamiento de la integración del abordaje del
cambio climático en la planificación del desarrollo.

El PNUD celebra la designación del Perú como organizador de la vigésima edición de la


Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (COP 20), prevista para diciembre del 2014. Esta es una oportunidad para el
posicionamiento del país en la economía política internacional del cambio climático.
Simultáneamente, es un llamado a la aceleración de las respuestas de mitigación y adaptación
del país como parte de la política pública requerida para un desarrollo humano sostenible.

El PNUD continuará acompañando y asesorando al Perú en el logro de las prioridades


nacionales de desarrollo para contribuir a que todos los peruanos y todas las peruanas, sin
importar su edad, sexo, etnia ni su lugar de residencia, puedan desarrollar sus capacidades y
acceder a las oportunidades para llevar la vida que desean en libertad y en democracia.

5. Impactos del cambio climático

Estudios realizados sobre este tema reflejan las afectaciones provocadas sobre los bosques,
zonas de cultivo, cuencas hidrológicas, zonas urbanas y costeras.

Desaparición de bosques Los bosques de coníferas y encinos se verían afectados


negativamente, debido a una reducción de los climas templados y semicálidos donde se
distribuyen básicamente los bosques de coníferas y encinos; pues se volvería más extremo.

Los bosques tropicales lluviosos se verían favorecidos como consecuencia de un aumento de


las regiones de clima cálido, en caso de un incremento en la temperatura de 2 grados Celsius y
un descenso de 10% en la precipitación.

Pérdida de cosechas Las alteraciones que provoca el cambio del clima sobre la flora son graves
en relación con la producción de alimentos, principalmente cuando la agricultura es de
temporal.

Crisis de agua Las alteraciones en los esquemas de precipitación son uno de los fenómenos
más visibles y dramáticos del cambio climático. Una reducción del volumen de agua en cuencas
demasiado explotadas puede convertirse en una catástrofe, principalmente en áreas
densamente pobladas, provocando una alta vulnerabilidad en la población a consecuencia del
efecto combinado del aumento de la temperatura, la reducción de la precipitación y/o el
incremento de la evaporación.

Invasión del mar El aumento del nivel del mar debido al calentamiento global impactaría las
zonas más vulnerables como las lagunas costeras, los pantanos y otras áreas importantes entre
las que se encuentran los pastizales y tierras agrícolas, los cuales se contaminan con la
intrusión salina y son remplazados por ambientes costeros.
La elevación del mar por el cambio climático no sólo alteraría radicalmente sistemas de gran
productividad biológica como las lagunas costeras, sino que también provocaría un impacto
irreversible sobre la rica biodiversidad de zonas de pantanos.

Efectos en ciudades Como la mayor parte de la población mundial se concentra en las


ciudades, las consecuencias del cambio climático en la vida urbana pudieran provocar:

• Desabasto de agua por la reducción de las precipitaciones y por la disminución en la recarga


de los mantos acuíferos.

• Inundaciones ocasionadas por precipitaciones extremas.

• Afectación de la calidad del aire debido al aumento de las concentraciones de ozono en la


atmósfera de las ciudades, provocando daños sobre la salud de la población y la destrucción de
los bosques cercanos.

6. Impacto de desarrollo humano

Bueno ahora analicemos el impacto que ha tenido el paradigma de desarrollo humano en la


vida de la gente de los países en desarrollo. ¿Equivale a preguntar en qué medida la idea ha
sido útil desde su implantación hace diez años? Posiblemente su mayor contribución haya sido
ofrecer una “segunda opinión” frente a la ortodoxia de Bretton Woods. El desarrollo humano
ha inyectado un elemento de competencia en el mercado de las ideas y ha conseguido romper
el monopolio del FMI y del Banco Mundial en materia de orientación de estrategias de
desarrollo. En efecto, en determinados aspectos las instituciones de Bretton Woods se han
visto obligadas a adoptar una actitud defensiva y hoy es perceptible la lucha de la ortodoxia
por absorber nuevas ideas antes de que éstas la transformen. Por ejemplo, en los programas
de “estabilización” y de “ajuste estructural” el FMI y el Banco Mundial han incorporado
“cordones de seguridad” a los planes convencionales de desarrollo. Pero estos “cordones de
seguridad” parecen más una concesión forzada -una concesión a las críticas externas- que un
reconocimiento de que la seguridad humana tiene que ser una parte integral del objetivo
global de un gobierno. Y ahora también se otorga mayor preminencia que antes al “sector
social”, pero el reconocimiento de su importancia se ha hecho más bien a regañadientes. La
política del Banco Mundial respecto de la educación, la salud y las pensiones para la gente
mayor propugna una reducción a niveles mínimos del gasto público en estos sectores, la
orientación de los programas financiados por el Estado hacia los sectores más necesitados y el
fomento del sector privado como principal proveedor. Todavía no se reconoce que la
distinción entre el sector “económico” y el sector “social” es artificial, que los gastos “sociales”
son una vía fundamental para potenciar las capacidades, que la mejora de las capacidades es
el objetivo último del desarrollo y que el gasto “social” es realmente una forma de inversión en
capital humano que produce altos rendimientos. El Banco Mundial ha ido más lejos que el FMI
a la hora de absorber las nuevas ideas. En efecto, el peligro reside ahora en la posibilidad de
que el Banco coopte el vocabulario del desarrollo humano sin asumir paralelamente la esencia.
Hasta el exdirector del FMI, Michel Camdessus, dijo en la asamblea de la UNCTAD en Bangkok
en febrero del año 2000 que el desarrollo humano era el objetivo central del Fondo. Sin
embargo, los programas de estabilización diseñados por el FMI para el sudeste asiático no han
hecho prácticamente provisión alguna para salvaguardar la seguridad humana, proteger el
gasto en el sector social o crear siquiera un mínimo de redes sociales de seguridad. Las
consecuencias para el desarrollo han sido terribles y ha llegado el momento de que los países
miembros del FMI presionen para que la elaboración y publicación de sus recomendaciones
sea mucho menos hermética y más abierta y la organización más responsable de sus acciones.
Hay de hecho una alternativa a la ortodoxia del FMI y habría que exigirle al Fondo que
defienda su enfoque públicamente y en debate abierto. El Banco Mundial merece un cierto
crédito por el hecho de haber reconocido que el desarrollo tiene que ver con las personas y no
con el PNB. En la publicación de los Indicadores del Desarrollo Mundial de 1998, por ejemplo,
el Banco presenta por primera vez una “Visión Mundial” (con indicadores de desarrollo tanto
económicos como humanos); a continuación se incluyen varios conjuntos de tablas sobre
“personas” y “medioambiente”; los datos sobre “Economía” no aparecen hasta que se llega a
la cuarta serie de tablas. Sería fácil desestimar ese esfuerzo calificándolo de cortina de humo,
pero tanto el contenido de la presentación como la secuencia de los materiales presentados en
la principal publicación estadística del Banco indican las prioridades de los usuarios aunque no
forzosamente las del banco. El concepto de desarrollo humano seguirá desafiando el status
quo con nuevas ideas. Por ejemplo, la transición en la antigua Unión soviética de una
planificación centralizada a un sistema económico más orientado al mercado ha estado
dominada por la ortodoxia de Bretton Woods liberalización de precios, reducción del gasto
público y privatización de las empresas de propiedad estatal- y los resultados han sido un
desastre. En cambio, China y Vietnam ignoraron la ortodoxia occidental y diseñaron sus
propios programas de reformas, que eran mucho más coherentes con el concepto de
desarrollo humano, y han tenido un éxito notable. Tanto las instituciones de Bretton Woods
como los países de la antigua Unión Soviética tienen todavía mucho que aprender. Otro
ejemplo lo vemos en el rol que desempeña la distribución de la renta y de la riqueza en el
desarrollo. El punto de vista dominante se muestra escéptico respecto de las políticas
redistributivas porque, dice, merman los incentivos, crean ineficacia en la asignación de
recursos y reduce el ahorro. En cambio, el paradigma de desarrollo humano simpatiza con las
políticas redistributivas y favorece muy especialmente una distribución equitativa de los
recursos productivos. Los beneficios de una distribución igualitaria del capital humano para la
potenciación de las capacidades son evidentes, pero hay razones para pensar que una
distribución más igualitaria del capital natural (es decir, la tierra) y del capital físico (por
ejemplo, las ayudas a las pequeñas y medianas empresas) también podría favorecer el
desarrollo humano. Si esto se demostrara cierto, es posible que las visiones dominantes no
logren superar el desafío del paradigma de desarrollo humano. El desarrollo humano se
convertiría, entonces, en la nueva ortodoxia.

7. Economía del Cambio Climático

Diversos estudios han revelado que los efectos del cambio climático, resultan una fuerte
limitante al crecimiento económico e impiden el logro de un desarrollo sostenible ya que,
debido a su carácter transversal, afectan a todos los sectores de la economía.

Se ha estimado que los efectos del cambio climático, el cual es generado por el incremento de
la temperatura media la cual, a su vez, es causada principalmente por un incremento en las
concentraciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera, podrían causar en los
próximos cincuenta años una pérdida del PBI global del orden del 9% (esto solo considerando
efectos económicos y no sociales ni ambientales como impactos negativos en la salud, daño en
los ecosistemas como pérdida de biodiversidad, entre otros) y, de no realizar acciones de
mitigación y adaptación, dicha pérdida podría ascender a 20% debido a los daños e impactos
crecientes.

De acuerdo con estimaciones de Tyndall Centre (2003), el Perú es uno de los países más
vulnerables ante eventos climáticos junto con Honduras, Bangladesh y Venezuela, debido,
entre otras razones, a:

i) Lo complejo y diverso de nuestro ecosistema,


ii) Que el 60% de la población vive en zonas áridas de la costa
iii) Que el 60% de nuestra agricultura es de secano y depende de los regímenes de
lluvia
iv) Que nuestros glaciares tropicales son bastante sensibles al cambio de temperatura
v) Que el 70% de la energía eléctrica es generada por fuentes hídricas, entre otras.

En ese sentido, es necesario el diseño de políticas públicas que permitan reducir los impactos
económicos del cambio climático y permitan adaptar la economía y la sociedad a dicho
fenómeno. Para ello, el MEF, en coordinación con los sectores pertinentes, debe diseñar y
promover los instrumentos económicos y financieros, que ayuden a evitar los efectos
negativos del cambio climático, así como ser parte del diseño del marco normativo y
regulatorio que permita orientar a la economía peruana hacia una economía baja en emisiones
de GEI. Para ello, el MEF viene realizando las siguientes acciones:

• Unidad de Cambio Climático De acuerdo con lo mencionado anteriormente, resulta necesaria


una institucionalidad que permita hacer seguimiento a dicho problema y a los impactos y
costos económicos del cambio climático para el adecuado diseño de políticas que permitan
mitigar sus efectos y adaptar nuestra economía a las nuevas condiciones climáticas. En ese
contexto, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el MEF esta
implementado una Unidad de Cambio Climático, siendo sus objetivos los siguientes:

Identificar el impacto económico del cambio climático y detallar los canales a través de los
cuales este impacto se dará. Con este análisis, se podrán promover actividades de adaptación
que eviten los impactos sobre el bienestar de la población y la competitividad del país.

Identificar las oportunidades de negocios y promoción de una mayor competitividad que se


generan en torno a las actividades de mitigación. Esto incluye, la promoción del acceso a los
mercados de carbono internacional.

Identificar y promover las herramientas financieras e instrumentos económicos necesarios


para financiar actividades urgentes relacionadas a cambio climático. Esto incluye, integrar las
herramientas con las que cuenta hoy el MEF con la promoción de actividades de cambio
climático.

Coordinar con el MINAM, el lanzamiento de un fondo de contrapartida que permita captar,


organizar, y ejecutar ordenadamente el financiamiento internacional con que se cuenta hasta
hoy y con el que se contará en un futuro. Ello, permitirá que el proceso de gasto en actividades
relacionadas a cambio climático no genere duplicidades y sea medible, reportable y verificable.

Hacer un seguimiento de los avances nacionales para alcanzar las meta de mitigación nacional.
Estas actividades se llevarán a cabo de manera coordinada con el MINAM y todos los otros
sectores involucrados.
• Estudio de Impacto Económico del Cambio Climático en el Perú Luego, el Banco Central de
Reserva del Perú (2009) calculó el efecto de del cambio climático sobre la economía agregada,
evaluando el impacto de las variaciones climáticas (temperatura y nivel de precipitaciones)
sobre la tasa de crecimiento económico. Este procedimiento no define ni estima los impactos
que el cambio climático podría tener sobre cada distinto sector de la economía. Entre otros,
este estudio estimó que al 2030 la economía tendría el PIB real sería 6.8% menor al que se
tendría sin cambio climático.

En este contexto, ante la necesidad de contar estimaciones de impacto económico más


detallados, que sirvan como base para el diseño de la política pública y permitan al Perú definir
las necesidades y mejorar la focalización de recursos tanto nacionales como internacionales,
para la implementación de políticas contra los efectos del cambio climático, el Gobierno
Peruano, a través del Ministerio de Economía y Finanzas, Ministerio de Relaciones Exteriores y
Ministerio del Ambiente, con el apoyo del BID, vienen supervisando una consultoría que
permitirá calcular el impacto económico del cambio climático partiendo de la estimación del
impacto de este fenómeno sobre los sectores más vulnerables.

Asimismo, ayudará a que el Perú tenga una posición más sólida en las negociaciones
internacionales sobre cambio climático, en las que se acordarán las vías a través las cuales los
países desarrollados colaborarán con las actividades de mitigación y adaptación de los países
en desarrollo. Por ello, en la medida que el Perú tenga una estimación tangible de los efectos
del cambio climático podrá acceder a una mayor colaboración internacional.

8. Crecimiento económico y desarrollo humano

En la actualidad se vive un cambio fundamental en la civilización, cambian las ideologías, los


conceptos físicos que repercuten en todos los ámbitos de la vida de la persona, de las
organizaciones y de las sociedades. Se viven cambios de paradigmas a todo nivel, políticos,
económicos, sociales, tecnológicos y humanos. Los procesos de globalización, los nuevos
paradigmas, la innovación, la tecnología y la crisis del sistema financiera mundial son factores
determinantes que están presente y determinan la realidad de las economías de los países y
específicamente los de América Latina, pero más que estos factores en la sociedad venezolana
las segmentaciones políticas, el incremento de la conflictividad social, las fricciones en los
mercados laborales, las muy estrictas regulaciones y las ideologías e imposiciones en donde
prevalece lo político por sobre lo jurídico, han dejado perspectivas sombrías en importantes
sectores de la economía venezolana y para asegurar su sostenibilidad, se deben estimular y
generar capacidades de innovación, desarrollo y transformación para las cuales las condiciones
que brinda el entorno parecen no estar dadas. Estas capacidades implican tomar decisiones
con riesgo y en un entorno de extrema complejidad y cambio, es difícil identificar amenazas y
oportunidades, formular estrategias y predecir resultados. El éxito de los esfuerzos requiere
crear estrategias que respondan a las necesidades. Una estrategia para que las transiciones
ocurran de manera efectiva, económicas y sin traumas innecesarios, para lo cual debe crearse
una recombinación creativa entre el crecimiento económico y el desarrollo humano, como una
transformación sustentable, que promueva el uso sensato de los recursos existentes.
Identificando elementos claves: gente, estructura, cultura, procesos y redes, además de una
serie de herramientas para recombinar, reutilizar y redistribuir los recursos; a fin de lograr
cambios armoniosos y la apertura en la igualdad de oportunidades.
El crecimiento de la economía se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la
población en América Latina y el Caribe y constituye un obstáculo para alcanzar el desarrollo
humano sostenible con el cual se disminuye la discriminación en todas las formas y se fomenta
un compromiso especial con la igual de género, para esto se requiere y exige un diagnóstico
inteligente sobre el problema, una voluntad política real, un sistema integrado para adoptar y
ejecutar acciones de corto y largo plazo, así como un compromiso con los valores de la
democracia. En el contexto de las necesidades de modernización y desarrollo de las
economías, el crecimiento se presenta como un elemento esencial para el desarrollo, ya que el
crecimiento no es sostenible si no hay desarrollo, y este último le imprime fluidez y eficiencia
al primero, por lo tanto, tiene que ser humano o no es desarrollo. Es evidente que para crecer
hay que aumentar el gasto interno, tanto público como privado, en inversión y consumo,
donde la participación activa del sector productivo es fundamental, y ese crecimiento
económico es un medio para el desarrollo humano en el marco de los procesos de inversión
social. El crecimiento económico para vivir el presente y construir el futuro no lo definen los
gobiernos sino los mercados, el comercio y la comunicación transnacional. Las fronteras
nacionales se han hecho permeables. Las personas y las empresas se han hecho
transnacionales. El desafió del crecimiento y el desarrollo, es en realidad un desafió del
aprendizaje. La sociedad y las organizaciones necesitan aprender sobre la nueva era. Deben re
concebirse así mismas para comprender que el mañana será diferente de hoy y tendrán que
plasmar esa nueva visión en acciones. El desafió del aprendizaje condiciona al conocimiento,
actitudes y habilidades necesarias para obtener el éxito en la nueva era, esto involucra una
transformación cultural que incluye cambios de conciencia y conocimientos, motivación y
compromiso y habilidades y actitudes para lograr la transición hacia la nueva era del
crecimiento y el desarrollo. En relación a lo expuesto (Krygier, 1992), menciona que los retos
que se deben superar para lograr la transición hacia la nueva era, son la transformación de la
cultura política, la modernización de sus empresas, la preparación del capital humano, el
desarrollo de la eficacia gerencial y la necesidad de un nuevo tipo de liderazgo. Especifica que
es necesario cambiar la visión, la dirección, la flexibilidad operacional y la innovación. Desde la
publicación de su primer informe el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) ha enfatizado que los lazos entre crecimiento económico y desarrollo humano no son
automáticos. El crecimiento económico es un instrumento esencial para lograr los fines de
desarrollo, pero para aprovechar plenamente las oportunidades que genera la mayor creación
de riquezas, hay que tener en cuenta la calidad de ese crecimiento para contribuir a los fines
del desarrollo humano.

9. El Cambio Climático también afecta el Perú

No solo el mundo se ve afectado por el Cambio Climático. Como peruanos debemos conocer
qué ocurre en nuestro país.

- Las montañas andinas peruanas han perdido por lo menos el 22% de su superficie de hielo
desde 1970 y el proceso está acelerándose. (La superficie glaciar del país se redujo de 2.041
Km2 a 1.595 Km2, lo cual significa una pérdida de 446 Km2 en 27 años.) - En la Cordillera
Blanca, donde se encuentra el 35% de los glaciares peruanos, la superficie de hielo se redujo
de 723 Km2 a 535 Km2, que representa una pérdida de 188 Km2.
- También hay una pérdida del 50% del glaciar Coropuna, que irriga las Pampas de Majes, en
los últimos 50 años.

- El famoso glaciar Pastoruri se redujo 490.67 metros en 25 años (1980- 2005), a una velocidad
promedio de 19.63 metros por año, lo que representa una pérdida de más del 40% de su área.
Esto ha provocado que se mantenga cerrado al turismo por seguridad.

- La desglaciación ha ocasionado una pérdida de agua que asciende a 7,000 millones de metros
cúbicos, que es equivalente al líquido que se consume en Lima en 10 años.

- La reducción de los glaciares provoca la reducción de las reservas de agua disponible de los
glaciares, el incremento del riesgo de desprendimientos de hielos inestables y la formación de
lagunas de origen glaciar que pueden ocasionar desembalses.

- El incremento de la temperatura también trae un adelanto del pico de descarga de agua en


primavera, en muchos ríos que se nutren de glaciares y nieve, así como el calentamiento de
lagos y ríos en muchas regiones, con efectos en la estructura térmica y la calidad del agua.

- La cobertura forestal del Perú en el año 1975 alcanzaba los 71.000 Km2; en el 2005 esta
superficie se había reducido a 68.000 Km2. La costa fue la región más afectada, pues pasó de
tener 1.667 Km2 de bosques a sólo 874 Km2. Esto equivale a un territorio equivalente a seis
veces la ciudad de Lima.

- La tasa anual de deforestación de la Amazonía peruana en el periodo 1990-2000 fue de 1.500


Km2. Dicha cifra representa una pérdida de vegetación de más de 4 Km2 por día.

- Lluvias e inundaciones cada vez más fuertes y frecuentes en el norte del Perú.

-Heladas cada vez más fuertes y frecuentes en el sur peruano.

- Aunque la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) en el Perú tiene un índice bajo en
comparación con otros países de la región, el más grave problema de contaminación del aire
en Lima es causado por las partículas sólidas que emite el sector transporte por el uso de
combustibles "sucios".

- El transporte provoca el 86% de la contaminación del aire en Lima, mientras que las
emisiones industriales representan el 14% restante.

10. Cambio climático afectaría más a pesca, ganadería alto andina y agricultura en Perú

La pesca, ganadería alto andina y agricultura: Serían los sectores más afectados por el cambio
climático en Perú en los próximos años, señala un nuevo estudio conjunto del Gobierno
peruano, la CEPAL y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Aunque la hidrogenaría, la minería, el turismo, la salud y la infraestructura también podrían


sufrir impactos adversos, precisa el informe La economía del cambio climático en el Perú,
presentado en el marco de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 20).
Según el informe, hacia el año 2100 se proyectan impactos que se traducirían en pérdidas en la
economía nacional que oscilan en un rango de 11.4% y 15.4% del Producto Bruto Interno (PBI)
del 2010 (año base utilizado en la investigación).

En particular, el estudio explica que el impacto en el sector pesquero peruano se concentra en


la caída en la captura de la anchoveta, la cual afectaría la producción de harina de pescado.
Esto implicaría que hacia fines de siglo las pérdidas rondarían hasta 30 veces el actual producto
interno bruto del sector.

El sector hidroenergético sufrirá impactos debido a la menor disponibilidad del recurso hídrico,
situación que también afectará a la minería.

Debido a la expansión de la zona agrícola, se observarían disminuciones de disponibilidad de


agua para la hidrogeneración, lo que se traduciría en una disminución de ingresos acumulada
de entre 3.3% y 5% del PBI sectorial.

El sector agrícola: Podría sufrir pérdidas equivalentes a entre 23.9% y 33.1% del PBI sectorial
para el período 2010-2100 en los escenarios evaluados en el reporte.

Esto sería a causa de la disminución de la productividad de casi todos los cultivos


seleccionados (papa, arroz, maíz amarillo duro, caña de azúcar, plátano y maíz amiláceo),
mientras que el café mostraría leves aumentos de productividad al inicio del período, para
luego disminuir.

Minería: En la minería, se espera una reducción acumulada para todo el período de 15% del
PBI.

Mientras que para la ganadería alto andina los resultados muestran que los impactos serían
producto de la disminución de las tierras de pastoreo y de la expansión del sector agrícola, lo
que llevaría a una pérdida máxima acumulada equivalente a 90% del PBI pecuario.

En relación al turismo, al aumento en el número de eventos climáticos extremos podría


disminuir el número de turistas que visitan uno de los principales atractivos del país: Machu
Picchu. Las pérdidas hasta el 2100 en ese lugar fueron estimadas entre 15% y 30% del PBI del
sector.

El impacto del cambio climático en el sector de infraestructura vial peruano generaría un


aumento en el gasto público de alrededor de 2.8% del PBI de transporte del año 2010, ya que
se esperarían costos adicionales por aumentos en reparaciones y mantenciones debido a la
mayor ocurrencia de inundaciones en las vías.

En cuanto a la salud, el sector público reforzaría los recursos destinados al tratamiento de la


malaria, lo que requeriría un aumento del gasto en 0.02% del PBI nacional del 2010.

El estudio recalca que Perú es considerado un país altamente vulnerable al cambio climático
por contar con siete de las nueve características de vulnerabilidad reconocidas por la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Esto es: poseer zonas costeras bajas, zonas áridas y semiáridas, áreas susceptibles a la
deforestación o erosión, a los desastres naturales, a la sequía y la desertificación, áreas
urbanas altamente contaminadas, y ecosistemas frágiles.

De la amplitud de las pérdidas analizadas se desprende la necesidad de actuar lo antes posible


para reducir la vulnerabilidad a lo largo de todo el territorio nacional, enfatiza el reporte.
Agrega que el diseño apropiado y a tiempo de estrategias, políticas y programas en materia de
adaptación es fundamental para contrarrestar los potenciales efectos negativos del cambio
climático.

El informe también recomienda ampliar la información, analizar los sectores no evaluados y


estudiar las implicaciones sociales, como elementos clave en el diseño de las políticas de
desarrollo sostenible.

11. Evolución del Desarrollo Humano

En la última década (2012-2010), todos los países han mejorado su situación en relación al
desarrollo humano. Se observa que los países del polo sur vienen mejorando rápidamente su
situación en términos de desarrollo humano. Grandes países como Brasil, China, India,
Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía han mejorado considerablemente su situación.
También países menores como Chile y Ghana.

Los determinantes del desarrollo han sido un estado que interviene pro activamente en el
desarrollo, el aprovechamiento de los mercados globales y la política social.

Intervención del Estado: La intervención eficiente del estado en salud, educación y otros
servicios ha mejorado la situación de muchos países del hemisferio sur.

Aprovechamiento de los mercados globales: La participación de los países del hemisferio sur
en el comercio mundial viene aumentando gradualmente, no como resultado de una apertura
abrupta, sino como resultado de una mayor integración gradual.

Política Social: Los países que mejoraron sustancialmente su situación, invirtieron fuertemente
en salud, educación, y empoderamiento legal. Estas políticas fueron particularmente exitosas
en los países con peor distribución de la renta.

12. El cambio climático en el contexto del desarrollo humano

En un mundo dividido como el nuestro, principalmente en torno al factor riqueza, no es difícil


establecer hacia qué lado encontramos los menores índices de desarrollo humano y cuales,
además de la pobreza, son las causas de esa situación. Causas que realmente son derivadas de
aquella, aunque no siempre.

Entonces, en medio de esa realidad, también resulta fácil añadir una causa más sin ningún tipo
de responsabilidad, o lo que es peor, intentar explicar todos los males a través de una sola,
ocultando los verdaderos orígenes del problema.

La mención llega por el uso indiscriminado de las palabras cambio climático para explicar un
sinnúmero de aspectos sociales cuyos orígenes son completamente diferentes, y más aún
cuando las evidencias científicas apuntan a que nos encontramos en una etapa de desarrollo
incipiente, aunque muy significativa, de lo que podría llegar a ser este fenómeno. Las
administraciones públicas y los gobiernos han encontrado en el cambio climático el comodín
para ocultar la real contribución de sus ineficiencias y mal uso de los recursos, a las dificultades
que padece la población más pobre, especialmente en los países con niveles de desarrollo
inferior. Desde el raquitismo de algunos sectores agrícolas que por falta de inversión y el
establecimiento de programas pertinentes serios no avanzan, hasta las inundaciones de zonas
subnormales que podrían evitarse con el simple hecho de implantar planes de vivienda social,
reubicaciones permanentes o mejoramientos de infraestructuras. Hay para todos los gustos.

Y aún a pesar de lo útil del término (cambio climático) como excusa para tantos males, es poco
lo que se hace en términos efectivos para contrarrestar la probabilidad de que antes de
terminar este siglo podamos ser testigos de cambios significativos en las condiciones climáticas
que puedan impactar negativamente a la población mundial; algo que resulta hasta lógico si se
tiene en cuenta el desconocimiento de las reales implicaciones que un posible cambio
climático traería para la humanidad, y la falta de voluntad para mirarlo más allá de un
instrumento político para atraer la atención y darle la importancia que merece.

El cambio climático es un factor que puede llegar a ser determinante en el desarrollo humano
de esta y las futuras generaciones, sin embargo, es poco lo que se ha avanzado a pesar del
conocimiento que se tiene de los factores que podrían acelerarlo y de los mecanismos que
deberían implementarse para desestimular el incremento progresivo del calentamiento global;
ni siquiera los países firmantes del protocolo de Kioto han cumplido con las metas de
reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a las que se habían comprometido, un
ejemplo lo constituye España que está emitiendo aproximadamente un 53% de dióxido de
carbono por encima de lo que emitía en 1990, y un 38% más de lo que se había comprometido
a emitir en el 2012.

El desarrollo visto desde la perspectiva de ampliar las oportunidades de la gente y la de ofrecer


alternativas de inclusión dignas para mejorar los niveles de vida de la población mundial se ve
amenazado por las manifestaciones de cambio en las variables climáticas que marcan una
tendencia a un cambio climático de gran relevancia. Hoy ya muchas personas están sufriendo
los efectos de sistemas meteorológicos severos, que si bien algunos no tienen una relación
directa con el previsible cambio climático, no se puede desconocer que en un escenario con
cambios de mayor magnitud producidos por el calentamiento global, dichos efectos pueden
ser catastróficos.

Por ello, cuando se tienen metas como las condensadas en los objetivos de desarrollo del
milenio, que atañen al progreso y al alcance de un mundo menos asimétrico en cuanto a
desarrollo humano se refiere, no se puede dejar de lado la consideración de un fenómeno
como este, que puede causar efectos contrarios al alcance de esos objetivos. Porque erradicar
la pobreza extrema y el hambre, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna,
combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, y garantizar la sostenibilidad del
medio ambiente; si bien es cierto que se combaten con la unión de esfuerzos de cooperación
internacional y de programas específicos dirigidos al alcance puntual de cada objetivo, no se
puede desconocer que las condiciones climáticas juegan un papel fundamental para el alcance
de los mismos. Porque la incidencia del aumento progresivo de la temperatura sobre las zonas
tropicales puede disminuir en gran medida la productividad de cultivos vitales para la
alimentación y el sustento económico de la población que se asienta en estos lugares,
aumentar el riesgo de que enfermedades propias de la zonas tropicales se puedan presentar
en latitudes medias, y producir desequilibrios en el medio ambiente que indirectamente
acentúen la problemática que se desea combatir.
De aquí se deduce que la lucha contra el calentamiento global debe estar contemplada dentro
del marco de la lucha contra el desarrollo de la humanidad. Y a partir de allí establecer un
nuevo acuerdo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que incluya a China
e India que ya emiten en una proporción considerable y lo seguirán haciendo en mayor cuantía
en los próximos años, y que además obligue a los Estados Unidos a firmarlo, y al igual que a los
demás países emisores, a cumplir con lo pactado.

Todavía queda mucho por hacer, estamos siendo testigos, apenas de manifestaciones iniciales
de un fenómeno que se prevé de grandes dimensiones si continuamos en la dirección
equivocada. Según el IPCC, si se mantienen las emisiones de gases de efecto invernadero al
ritmo actual o a uno superior causarían un calentamiento mayor e inducirían muchos cambios
en el sistema climático mundial durante el siglo XXI, que muy probablemente superarían a los
observados durante el siglo XX. Causa preocupación que comenzando este siglo la energía que
utiliza el mundo procede en más de tres cuartas partes del consumo de fuentes combustibles
fósiles, y este consumo supone una creciente emisión de gases invernadero – Dióxido de
carbono, vapor de agua, metano y los demás gases -; y más cuando existe una gama de países
que se encuentran en plena transición hacia una mayor industrialización de sus economías
basadas en las mismas fuentes energéticas y que ostentan poblaciones de tamaño descomunal
y en pleno crecimiento – India, China, Brasil, México, entre otros -.

Pero se puede hacer mucho todavía, es posible que con medidas coherentes hacía la búsqueda
de un medio ambiente sustentable que posibilite el logro de los objetivos propuestos en
materia de desarrollo humano y con el desarrollo de nuevas fuentes de energía “limpias”, se
logren estabilizar la concentración de gases de efecto invernadero de origen antrópico y por
ende la temperatura media global a niveles tolerables para la vida humana y para la
adaptación de las demás especies. Aunque nos llevaría mucho tiempo llegar a ese punto por el
daño que quizá ya hemos producido, vale la pena el esfuerzo. Ojala los líderes mundiales lo
vean de esa forma.

El calentamiento producido por causas antropogénicas posiblemente continuará durante siglos


debido a las escalas de tiempo asociadas con los procesos climáticos y los retro efectos, incluso
si la concentración de gases de efecto invernadero se estabilizase, según el IPCC. Pero aún está
por comprobarse, el cambio climático sigue estando en nuestras manos, así como la lucha por
un desarrollo que nos incluya a todos.

13. Cambio climático puede poner en riesgo el progreso en el desarrollo humano del
Perú

Entre 1980 y 2012, el Índice de Desarrollo Humano del Perú creció 28%: la esperanza de vida al
nacer aumentó en 14.2 años; la escolaridad de los peruanos se incrementó en 3.2 años y el
Ingreso Nacional Bruto per cápita aumentó en alrededor de 60%.Sin embargo, el progreso
logrado podría verse en riesgo por los efectos negativos del cambio climático, según el nuevo
informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lanzado hoy en Lima.

Los eventos extremos, que en lo inmediato reducen el bienestar y destruyen los activos de las
personas, pueden desencadenar procesos que conduzcan, en el mediano y largo plazo, a un
sustancial deterioro de las capacidades y oportunidades en nutrición, salud, educación e
ingresos. El presente Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) Perú 2013. Cambio climático y
territorio: Desafíos y respuestas para un futuro sostenible, muestra, en base a una serie de
estudios y análisis de diversas instituciones, la situación en la que se encuentra el Perú desde
el enfoque de la vulnerabilidad y ofrece una serie de respuestas que pone a disposición del
país. Si bien el Informe reconoce que el cambio climático también trae oportunidades, es
necesario conocer la situación para poder actuar.

El Perú es uno de los países más vulnerables al cambio climático; coexisten en el país una
combinación de alta exposición y sensibilidad, con debilidades en la capacidad de respuesta. El
cambio climático afecta al desarrollo humano de manera diferenciada, con mayores impactos
en los sectores más vulnerables y pobres de la población acentuando los problemas de
equidad y exacerbando brechas sociales. En general, las personas que habitan en países en
desarrollo corren un riesgo 79 veces mayor de ser afectadas por los desastres que aquéllas que
viven en países desarrollados.

El Informe destaca los importantes avances en la construcción de resiliencia por parte del
Estado y de actores no estatales. Sin embargo, aún hay una brecha entre la realidad de este
desafío y la toma de conciencia sobre el mismo por parte de la sociedad y sus líderes. El
Informe busca contribuir a cerrar esa brecha, y pone a disposición del país una serie de
recomendaciones para acelerar, fortalecer y profundizar las capacidades y los esfuerzos
existentes.

El contexto

En el último periodo, eventos de extrema intensidad han abatido distintas regiones del país: la
cota más alta registrada en el río Amazonas inundó la ciudad de Iquitos en abril del 2012; la
crecida más grande registrada en el río Rímac amenazó la capital en diciembre del mismo año;
la lluvia más intensa y prolongada registrada en Arequipa afectó seriamente la ciudad en
febrero del 2013; y, hace muy poco, una nevada sin precedentes acumuló durante 48 horas un
metro y medio de nieve en la provincia de Carabaya (Puno) y otras zonas del sur andino.

Los conocimientos acumulados hasta hoy sobre el cambio climático permiten suponer
razonablemente que es posible que se produzca un escenario en el que los trastornos del
clima, derivados del incesante calentamiento global, puedan alcanzar una dimensión capaz de
detener y revertir el progreso económico y social del Perú. Dicho de otro modo: en el largo
plazo, lo peor está por venir, y esto cobra especial significado cuando de desarrollo humano se
trata.

El cambio climático es la raíz de una crisis humana actual, no del futuro lejano. Entre 1880 y
2012, la temperatura promedio global aumentó 0,8 °C debido a la intensificación del efecto
invernadero. Para el año 2100 la temperatura media podría incrementarse, según el escenario
menos desfavorable, en 0,3 °C; y en un escenario extremo, hasta en 4,8 °C. Esto podría
provocar escenarios catastróficos e impredecibles para la humanidad.

En el Perú, la temperatura en los Andes aumentó alrededor de 0,7 °C entre 1939 y 2006. En un
escenario de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) altas. Al finalizar el siglo XXI se
produciría un calentamiento considerable de 5 °C a 6 °C en muchas partes de los Andes, y los
mayores aumentos sucederían en los puntos más elevados de la Cordillera Blanca.

Se estima que para el año 2050, incrementos de 2 °C en la temperatura máxima y de 20% en la


variabilidad de las precipitaciones generarían una caída promedio en la tasa de crecimiento
anual de 0,67%, según el Banco Central de Reserva (BCR). Si no se toman medidas adecuadas
al respecto, el PBI de 2050 será entre 20% y 23,4% menor del que se lograría en un escenario
sin cambio climático.

CONCLUSIONES

He llegado a la conclusión de que se llama cambio climático a la modificación del clima con
respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy
diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros meteorológicos: temperatura, presión
atmosférica, precipitaciones, nubosidad, etc. En teoría, son debidos tanto a causas naturales
Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la
actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la
variabilidad natural del clima observada durante períodos comparables Al hacer frente al
cambio climático provocado por el hombre, los seres humanos tendrán que pensar en
términos de décadas y de siglos. La tarea recién comienza, y muchos de los efectos de las
variaciones climáticas no se manifestarán sino al cabo de dos o tres generaciones. En el futuro
cada uno de nosotros oirá hablar de este problema, y deberá vivir con él.

Mientras que el desarrollo humano es un concepto que incluye muchos factores además del
económico, como la libertad, la salud y la educación. En el centro del concepto de desarrollo
humano se encuentran las personas, la economía es solo un medio para lograr el mayor
bienestar de las personas.

El Índice de Desarrollo Humano es elaborado por las Naciones Unidas y se utiliza para analizar
la evolución de los países en materia de desarrollo humano. En los últimos años, la mayoría de
los países ha mejorado su situación y se observa una convergencia entre países. Los países del
hemisferio sur han mejorado sustancialmente gracias a la intervención del estado, un mayor
comercio internacional y una política social eficiente.

Por tanto el cambio climático representa un serio obstáculo para la erradicación de la pobreza,
pudiendo llegar a aumentar la brecha existente entre países desarrollados y en desarrollo. El
derecho de los países en desarrollo al crecimiento económico, hasta el momento,
estrechamente vinculado con el cambio climático a través del consumo de combustibles fósiles
--petróleo, carbón o gas-- es evidente. Por lo tanto, para contribuir a un desarrollo sostenible,
será necesario conciliar la utilización de energías limpias con su eficiencia.

Amenaza para el desarrollo

Por todo ello, los efectos del cambio climático suponen una amenaza seria para la consecución
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Para alcanzar en el 2015 metas como reducir
a la mitad la proporción de personas que padecen hambre, disminuir la mortalidad infantil y
materna o incrementar el acceso al agua potable, será necesario desarrollar políticas de
mitigación y adaptación al cambio climático. Si se incluyen los riesgos climáticos en el diseño e
implantación de iniciativas de desarrollo puede fomentarse la equidad y el desarrollo a la par
que se disminuye la vulnerabilidad al cambio climático.

RECOMENDACIONES

Si bien el informe pone a disposición recomendaciones de políticas y acciones específicas para


cada uno de los temas, también reconoce grandes avances en muchos aspectos impulsados
por las diferentes entidades estatales.

Existen tres ejes principales de políticas que deberían aplicarse transversalmente para lograr
mejoras. El primero es la información e investigación, pues para poder predecir y mitigar los
efectos del cambio climático, son necesarios estudios adecuados a la diversidad de climas,
pisos ecológicos y condiciones socioeconómicas que caracterizan al territorio nacional. El
segundo es la construcción de una institucionalidad estatal con capacidad de gestión territorial
y articulación transversal para enfrentar los retos del cambio climático. Finalmente, se
requiere un soporte financiero y presupuestal para implementar las políticas planteadas en
materia de adaptación y mitigación del cambio climático.
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