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Andramunio Terán Ivone Verenice

OVARIOS Y TROMPAS DE FALOPIO: HALLAZGOS NORMALES


La configuración anexial de la mujer está ubicada en la pelvis menor, donde
encontramos a las trompas uterinas o trompas de Falopio, a los ovarios, y a sus
ligamentos que los unen.
Las trompas uterinas son de forma tubular con 8-15 cm de largo, su extensión va
desde el útero hasta llegar a los ovarios, y se componen de un segmento intramural, el
istmo, la porción ampular y el infundíbulo, el cual se asemeja a una trompeta, se abre
desde el ovario hasta la cavidad peritoneal y tiene una composición en forma de
ramificaciones irregulares, denominadas fimbrias. Luego el infundíbulo se cierra
progresivamente hasta llegar a 4 mm de diámetro y se une a la trompa por medio de la
porción ampular. El istmo es un engrosamiento en la pared muscular, con una
dimensión de 2 cm hacia el útero. En el útero, la porción intramural se fusiona a la
cavidad endometrial, por medio de la unión uterotubárica. Las trompas uterinas tienen
en su interior liquido intraluminal que se extiende por la mucosa y los pliegues de la
trompa, los cuales no permiten observar a la trompa como una estructura con liquido
en la resonancia magnética o la tomografía computarizada. (Forstner, 2007)

Partes de la trompa uterina. (Parrondo P, Pérez-Medina T, 2014)

Los ovarios se hallan en fosa ovárica alrededor de las paredes laterales pélvicas. En la
mayor parte de mujeres, los ovarios se ubican lateral y superiormente del cuerno
uterino y próxima a la bifurcación de la arteria ilíaca común. Gracias a su anclaje al
borde posterior del ligamento ancho, el ovario está en el compartimento pélvico
posterior y por superior al fondo uterino. A veces, los ovarios pueden hallarse en sitios
atípicos, como por ejemplo puede estar adyacentes al cuerpo del útero, por arriba o
por detrás del fondo uterino. Además, el embarazo o patologías asociadas con el
aumento de tamaño del útero como los fibromas, o masas pélvicas pueden mover los
ovarios hacia fuera de la pelvis menor.(Forstner, 2007)
Ovarios normales mostrados con las
flechas, estos se encuentran en la fosa
ovárica, que es un surco peritoneal.
Los ovarios pueden identificarse bien
gracias a los folículos que muestran
una señal muy alta en la ponderación
T2.

(Forstner, 2007)

Ovarios normales en la edad reproductiva

Los ovarios miden alrededor de 3-5 cm de largo, 1,5 a 3 cm de ancho y de 0,5 a 1,5
cm de grosor. No obstante, su tamaño, varía de manera considerable, de acuerdo a la
edad, estado hormonal, periodo menstrual y el contenido folicular. Los ovarios tienen
forma ovoide o almendrada, de superficie lisa en la edad reproductiva temprana, y
desde entonces que se vuelve más irregular. El ovario está recubierto por la túnica
albugínea, una fina capa fibrosa. En el interior de la cápsula está el estroma ovárico,
donde encontramos fibroblastos, células musculares lisas, arterias, venas, vasos
linfáticos, nervios y folículos. Histológicamente, a los ovarios lo conforman tres zonas:
la corteza externa, la médula interna que es muy vascularizada y el hilio.(Forstner,
2007)

La corteza está conformada principalmente por folículos, cuerpos lúteos, fibroblastos y


células musculares lisas. En la edad fértil, a lo largo de cada periodo menstrual, se
estimula un numero de folículos para que estos comiencen a madurar, sin embargo,
solo un folículo completa el proceso. A mitad del periodo, el folículo preovulatorio
dominante se identifica como un quiste de pared delgada que alcanza un tamaño de
alrededor 15-25 mm. Luego del desarrollo del cuerpo lúteo, su pared puede
involucionar y hacerse irregular. El cuerpo lúteo podría ser quístico o involucionado y
no quístico. (Forstner, 2007)

Partes del ovario. (Zambrano, 2014)

A los ovarios se pueden identificar en la tomografía computarizada y en la resonancia


magnética gracias a su localización y a sus características de los tejidos blandos. Para
tener una referencia sobre la ubicación de los ovarios, se debe tomar en cuenta a las
estructuras foliculares que de los puede ver con mayor claridad en la resonancia
magnética, mientras que, en la tomografía computarizada, se pueden ver los ovarios
luego de la opacificación por un medio de contraste intestinal.
Se puede evidenciar a los ovarios como estructuras de tejido blando ovoide con zonas
de baja atenuación que representan a los folículos normales. La presencia de un
folículo dominante de más de 1 centímetro de tamaño ayuda al reconocimiento de los
ovarios. En la mayor parte de mujeres premenopáusicas, los ovarios se pueden
identificar por resonancia magnética gracias a la presencia de folículos en el interior
del ovario. En estas mujeres, la mayor parte de los ovarios (70%) presentan una
variación zonal con una mayor intensidad en la medula y en las estructuras foliculares,
mientras que en la corteza se evidencia una baja intensidad de señal. (Forstner, 2007)

Ambos ovarios muestran múltiples folículos pequeños en la ubicación subcortical. (Forstner,


2007)

Los quistes foliculares funcionales en un rango de 0,2-4,7 cm poseen una intensidad


de señal elevada con un borde de pared delgada de baja intensidad de señal y se
suelen encontrarse en la corteza. Mientras que los quistes del cuerpo lúteo poseen
paredes más gruesas y realzadas en comparación con los quistes foliculares luego de
la aplicación de contraste intravenoso. Los quistes del cuerpo lúteo pueden presentar
sangre dando una señal brillante en T1 y T2 como señal de hemorragia subaguda.

El quiste folicular (asterisco) muestra una pared delgada. Mientras que los quistes del cuerpo
lúteo muestran una pared más gruesa con un marcado realce periférico de contraste (flecha).
(Forstner, 2007)
Ovarios peri y posmenopáusicos normales

Luego de la menopausia, los ovarios pueden encogerse a la mitad de lo que eran en la


edad reproductiva, la mayor parte suele presentar un aspecto giratorio encogido en la
parte externa o también un contorno liso. El estroma ovárico incrementa el volumen de
manera variable y los folículos pueden persistir por algunos años luego del cese de la
menstruación y así se puede dar una ovulación esporádica. De forma normal en las
mujeres posmenopáusicas se puede presentar una hiperplasia leve del estroma
medular y cortical. Esta característica también puede ser secundaria a la producción
excesiva de andrógenos por el estroma y se pueden relacionar con diabetes,
obesidad, hipertensión, reemplazo hormonal o multiparidad. Los ovarios además
pueden presentar atrofia del estroma y volverse fibróticos. Con el paso del tiempo, los
vasos ováricos envejecidos del estroma se calcifican o se vuelven hialinos. (Forstner,
2007)

En los hallazgos de imagen, los ovarios posmenopáusicos son más difíciles de


reconocer que los ovarios premenopáusicos, incluso con un contraste intestinal
pueden no ser visibles en la TC. No obstante, seguir el recorrido de los vasos ováricos
por el músculo psoas permite ubicar a los ovarios. Los ovarios posmenopáusicos en la
tomografía computarizada se observan como estructuras triangulares de tejido blando
o en banda con realce de contraste bajo o moderado, además la presencia de
pequeños quistes de inclusión o foliculares ayuda a identificar los ovarios. En la
resonancia magnética, los ovarios posmenopáusicos pueden identificarse como
figuras ovales, pese a su pequeño tamaño y características inespecíficas por su
localización relacionada con el útero. (Forstner, 2007)

Ovario posmenopáusico normal con contorno Los ovarios (flechas) aparecen como
giriforme.(Forstner, 2007) estructuras de tejido blando en forma de
banda y se encuentran entre los vasos ilíacos
y las asas intestinales.

Aditamentos ováricos y suministro vascular

Cada ovario está suspendido en la cavidad peritoneal por tres estructuras de soporte
que son: el mesovario que ancla el ovario a la cara posterior del ligamento ancho; el
ligamento ovárico que une el ovario al cuerno uterino; y el ligamento suspensorio o
infundibulopélvico que ancla el ovario a la pared lateral pélvica (Castillo, 2011)

El ligamento suspensorio del ovario está en la cara lateral, superior del ligamento
ancho. Su extensión va desde el ovario anterolateralmente sobre la externa y los
vasos ilíacos comunes y se mezcla con el tejido conectivo sobre el músculo psoas.

El ligamento ovárico es una banda fibromuscular que se extiende desde el ovario


hacia el cuerno uterino y su ubicación camba con la del ovario. Se localiza posterior e
inferior a la trompa uterina. Las ramas ováricas de la arteria uterina pasan por el
ligamento ovárico y se anastomosan con las ramas del ovario en el mesovario.

El ligamento ancho se compone por dos capas de peritoneo que revisten el útero y se
extienden lateralmente hasta los bordes laterales de la pelvis. Su margen superior está
constituido por la trompa uterina medialmente y el ligamento suspensorio del ovario
lateralmente. Entre estos pliegues peritoneales podemos encontrar el parametrio que
contiene la trompauterina, el ligamento redondo, el ligamento ovárico, vasos
sanguíneos uterinos y ováricos, nervios, vasos linfáticos, restos mesonéfricos y las
partes del uréter.(Forstner, 2007)

Estructuras de soporte del ovario. (Castillo, 2011)

Los vasos sanguíneos y linfáticos de los ovarios discurren en los pliegues peritoneales
y entran y salen del ovario por medio del hilio ovárico. Las ramas anastomosadas de
los vasos ováricos y uterinos junto con los linfáticos se hallan dentro del mesovario.

La arteria ovárica se origina en la aorta lumbar cerca del hilio renal, está acompañada
durante su curso retroperitoneal por la vena ovárica y el uréter en la superficie anterior
del músculo psoas. Después cruza el uréter y los vasos ilíacos comunes cerca del
borde pélvico para entrar en el ligamento suspensorio del ovario, discurre
inferiormente y medialmente entre las dos capas del ligamento ancho y forma diversas
ramas que llegan al hilio ovárico por medio del mesovario. La vena ovárica puede ser
única o múltiple y acompaña a la arteria ovárica. El drenaje venoso es hacia la vena
ovárica izquierda, y la vena cava inferior del lado derecho.
Los vasos linfáticos ováricos ascienden con los vasos ováricos en todo el músculo
psoas y drenan exclusivamente en los ganglios linfáticos paraaórticos a nivel del polo
inferior de los riñones. En algunas personas, los canales accesorios atraviesan el
ligamento ancho y drenan en los ganglios ilíacos internos comunes y en los ganglios
linfáticos interaórticos o a lo largo del ligamento redondo hasta los ganglios los
ganglios linfáticos ilíacos externos e inguinales.(Forstner, 2007)

En los hallazgos de imágenes, el ligamento ancho y el mesoovario por lo general no


son muy discernibles en las imágenes transversales a menos que estén rodeados de
grandes volumenes de ascitis, donde los ovarios pueden observarse suspendidos de
la superficie posterior por el ligamento ancho.

Ligamento ancho y ovario en TC. Los ovarios mostrados con un asterisco se visualizan
posterolateralmente del ligamento ancho. El ligamento redondo izquierdo mostrado con la
flecha amarilla está ubicado en la cara anterior del ligamento ancho y se dirige
anterolateralmente hacia el canal inguinal interno Se observa la arteria y la vena ováricas con la
flecha blanca contiguas al mesoovario. (Forstner, 2007)

En varias ocasiones, al ligamento ovárico se lo


puede identificar como una banda de tejido
blando corta y estrecha que esta entre el útero
y el ovario. (Forstner, 2007)

En el retroperitoneo a nivel del polo renal inferior se identifican a la arteria y la vena


ováricas a lo largo del músculo psoas que esta medial al uréter. Cruzan oblicuamente
anterior al uréter, en la parte media y baja de la región lumbar y se sitúan lateralmente
al uréter en el abdomen inferior y la pelvis. Siguiendo estos hacia abajo hasta llegar a
la pelvis, puede conducir al ligamento ovárico suspensorio, que es un buen marcador
para localizar el ovario. (Forstner, 2007)
Tomografía computarizada por debajo Ligamento ovárico suspensorio: se
Bibliografia:
del hilio renal: arteria y vena ováricas a ensancha a medida que se acerca al
lo largo del músculo psoas medial al ovario
uréter A. (2011). Anatomía del aparato reproductor femenino.
Castillo,
https://www.chospab.es/area_medica/obstetriciaginecologia/docencia/seminarios/
2011-2012/sesion20111102_1.pdf

Forstner, R. (2007). Ovaries and Fallopian Tubes: Normal Findings and Anomalies. In
B. Hamm & R. Forstner (Eds.), MRI y CT de la pelvis femenina. Radiología
médica (diagnóstico por imagen). (pp. 181–195).

Parrondo P, Pérez-Medina T, Á.-H. J. (2014). Anatomía del aparato genital femenino.


Editorial Médica Panamericana., 13.

Zambrano, K. (2014). Aparato reproductor femenino - Monografias.com.


https://www.monografias.com/trabajos102/el-aparato-reproductor-femenino/el-
aparato-reproductor-femenino.shtml

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