TRABAJO PRACTICO: ALTO Y BAJO IMPERIO

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Augusto falleció en el año 14 d.C., y su sucesor fue Tiberio, quien fue elegido por los
miembros de su familia, por lo que fue una sucesión dinástica. Durante los siguientes dos siglos
se conservó el régimen establecido, que era una monarquía con apariencia republicana. La
administración imperial se perfeccionó y el imperio, bajo el dominio de un poder central,
consiguió una paz interna que duró dos siglos, a lo que se le llamó la pax romana.
La actividad principal del Alto Imperio era la agricultura. Los romanos sistematizaron
viejas prácticas y escribieron tratados sobre las actividades agrícolas, aunque no tuvieron un
avance significativo con los instrumentos de labranza o con las técnicas de cultivo.También se
dedicaron a la cría de animales. Los esclavos trabajaban en grandes propiedades privadas, y
los campesinos se asentaron en la vecindad para vender sus productos. Otra actividad
económica muy importante fue el comercio a larga distancia con objetos de lujo, que estaba en
manos de los mercaderes más ricos. Esta actividad se facilitó con las vías que los romanos
construyeron. Existían diferentes tipos de monedas ya que el senado, el emperador y algunas
otras ciudades podían acuñarlas por su cuenta. En tiempos de crisis, el estado pagaba sus
obligaciones con moneda desvalorizada pero exigía los impuestos pagados con oro. Durante
el caos del siglo III, las actividades locales se mantuvieron en pie gracias al trueque.

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Durante el siglo III se produjo un colapso integral y los jefes militares lucharon por el
poder, debilitando la organización imperial y expandiendo las luchas por el territorio. Los
emperadores ilirios querían recuperar y defender a la organización romana ya que pensaban
que salvaría a sus tierras de diferentes pueblos germanos. Durante el Bajo Imperio, el
emperador tenía todos los derechos y el cargo era hereditario. Tenía poder bajo lo político,
económico y religioso. La apariencia republicana de Augusto había desaparecido. Los
ciudadanos perdieron sus derechos y se transformaron en súbditos.
Diocleciano propuso la tetrarquía (gobierno de cuatro) y separó al imperio en el Imperio
de Occidente, con capital en Roma, y el Imperio de Oriente, con capital en Bizancio.
Diocleciano quedó a cargo del Imperio de Oriente y Maximiliano del Imperio de Occidente.
Designó a dos lugartenientes para evitar problemas, los césares, que luego de veinte años se
convertirían en augustos. Esto generó una serie de luchas entre los posibles candidatos y el
triunfador terminó siendo Constantino. Éste estableció la capital del imperio en Bizancio y la
llamó Constantinopla. Durante el Bajo Imperio, diversos pueblos penetraron en el territorio,
atraídos por las riquezas.
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Luego de la muerte de Teodosio, el Imperio quedó totalmente dividido en dos partes: el

Imperio de Occidente y el Imperio de Oriente.
En el imperio de occidente, la decadencia fue cada vez mayor a causa de las
contiendas internas y constantes invasiones. La gran ciudad de Roma ya había perdido el
control comercial en el Mediterráneo en manos de Constantinopla, lo que provocó
desabastecimiento, escasez y hambre. También estaba la agresión de los pueblos vecinos,
principalmente los germanos, que presionaban las fronteras constantemente.
En el año 476, Odoacro, jefe de los hérulos (pueblo de origen indoeuropeo) destituyó a
Rómulo Augústulo y se proclamó rey de su propio ejército. Desde ese entonces, el Imperio de
Occidente se dividió en varios reinos bajo el dominio de distintos pueblos germanos. Este
suceso se lo considera como el comienzo de la Edad Media. La Iglesia Católica aseguró al latín
como la lengua oficial del culto de los nuevos reinos.
El Imperio Romano en Oriente con capital en Constantinopla subsistió durante mil años
más con los rasgos de una monarquía oriental.

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Después de la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476, se disolvió la

unidad de Roma. El territorio se dividió en Europa entre diferentes pueblos germánicos, unos
pueblos de origen indoeuropeo que se dedicaban a la agricultura y al pastoreo. Los dirigía un
jefe elegido por una asamblea que intervenía en la política. La familia era la base de su
organización social. Su padre se encargaba de sus problemas y carecía de leyes escritas. Eran
politeístas.
A partir del siglo I d.C., los germanos empezaron a cruzar las fronteras, en busca de un
lugar seguro para vivir. Muchos de ellos se incorporaron como soldados o colonos. En el siglo
V, los hunos fueron al ataque, contribuyendo al derrumbe de la organización imperial y a la
desaparición de un Estado único. Desde aquel entonces, el territorio del Imperio Romano de
Occidente quedó dividido en varios reinos. Allí la monarquía era hereditaria: el rey gobernaba
con el apoyo de los jefes guerreros. Germanos y romanos se agruparon paulatinamente y
aceleraron el proceso con la conversión al cristianismo. Estos no duraron mucho y se
separaron. Los más duraderos fueron el de los francos, el de los visigodos y el de ostrogodos.