Está en la página 1de 5

Crear mundos de colores:

el caleidoscopio
El caleidoscopio es un instrumento que puede parecer magico a un niño,
es un juego a través del cual le podeis enseñar cuantos colores y formas
se puede crear al encuentro entre la luz, piedritas coloreadas y unos
espejos.

Con este juego podéis explicarle el misterio de los colores y transmitirle un


sentido de magia increíble.

Y ¿pórque no construir con ellos este instrumento fantastico?

Creo que para un niño pueda representar una experiencia muy bonita:
descubrir como muchos objetos en si pueden crear algo distinto, que sale
de nuestras manos y que crea mundos con formas y colores.

Un caleidoscopio es un tubo que contiene varios espejos, que forman un


prisma con su parte reflectante hacia el interior, al extremo de los cuales se
encuentran dos láminas traslucidas entre las cuales hay varios objetos de
color y forma diferente, cuyas imágenes se ven multiplicadas
simétricamente al ir girando el tubo mientras se mira por el extremo
opuesto. Dichos espejos pueden estar dispuestos a distintos ángulos, lo
que provocara que cambie la cantidad de veces que las piezas en su
interior se vean reflejadas. Lo más común es que lleve 3 espejos, pero se
puede construir un caleidoscopio con dos, o más de tres espejos para
distintos tipos de efectos. 
Los materiales necesarios para hacer este caleidoscopio son:

- 2 CD’s que ya no sirvan

- Unas buenas tijeras

- Cartulina, un rollo de cartón, o cualquier elemento que pueda convertirse


en un tubo rígido

- Cinta adhesiva

- Pegamento fuerte

- Plástico semi-rígido transparente u opaco.

- Trocitos de cristales de colores, papelitos de colores o cuentas


transparentes de colores.

Para comenzar se cortan con los 2 CD, de forma tal que se consigan  3
rectángulos (aunque saldrán 4 al recortar los 2 CD). La parte que simula un
espejo, lleva una película muy fina, que se desprende con facilidad, hay
que tener sumo cuidado que esta película no se salga ya que es necesario
que los rectángulos queden a modo de espejo.

Una vez que obtenidas  las 3 piezas alargadas que fueron recortadas, las
convertís en 3 rectángulos iguales, usando de nuevo las tijeras.

Con la cinta adhesiva sujetar los tres rectángulos, haciéndolos formar un


prisma triangular, con las caras reflectantes hacia dentro.

 
Meter el prisma en el tubo de cartón. Si el diámetro del tubo es demasiado
grande, con esponja o papel de periódico, ajustarlo para que no se mueva.

Hacer un visor para mirar, con un agujero  al medio, y dos tapas de plástico
transparente (o una transparente y otra translúcida), para el fondo del
caleidoscopio. Un CD al cual se le ha quitado la película brillante puede ser
muy útil para esto

  

Por último Fijar la tapa con el agujero, por donde se mira. Y en el fondo
(Que debe quedar de 1,5 cm) colocáis pegada al prisma, una de las tapas
transparentes (añadir las cuentas de colores en esa cavidad, ni
demasiadas, ni pocas). Y justo en el fondo del caleidoscopio, fijar la otra
tapa transparente para que se cierre la cavidad de las cuentas de colores
(Puede ser también, un papel translúcido o para calcar).
Se puede decorar por fuera con pegatinas o con papel brillante. Ahora
basta con Mirar a través del agujero hacia la luz, girándolo poco a poco.
Variando la cantidad de espejos o las cuentas y el color de la tapa superior
se pueden obtener variados resultados.

EXPLICACIÓN CIENTÍFICA: 

Los espejos tienen la particularidad de reflejar la luz, es decir, que rebota contra el mismo y se
proyecta en otra dirección. En este caso se producen una serie de rebotes entre los tres espejos
por estar colocados en prisma, de forma que se ve una imagen multiplicadas simétricamente. Al
ser de 60º el ángulo que hay entre los espejos se forma seis veces la misma imagen. 

QUÉ SE ESTUDIA:

Un caleidoscopio es un tubo que contiene tres espejos colocados en forma de prisma, de manera
que la luz rebota entre ellos y se ve una imagen repetida de forma simétrica. 

También podría gustarte