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Montor Rivera Luis Alberto

Tem. Sel. III (Fil. Del hombre)


El libre albedrío: facultad innata en las teorías políticas de Hobbes y Rousseau

“Libertas est potestas faciendi


Id quod facere iure licet.”
Dicho del Derecho Romano.
 Introducción: planteamiento del problema.

El tema de la libertad ha sido uno de los más trabajados a lo largo de la tradición filosófica,
pues desde los antiguos hasta los contemporáneos han tratado de dar solución a dicha
problemática, cada uno de acuerdo a las herramientas intelectuales con las que contaba en
ese momento. Sin embargo, aunque dicha cuestión se ha trabajado desde diversas
tradiciones, no se le ha podido dar una solución concreta a dicho problema, tanto que aún
sigue siendo uno de los tópicos más importantes hasta hoy en día dentro de la comunidad
filosófica.

Por eso mismo, se pretende explicar lo que es la libertad para Hobbes y para Rousseau,
dando por entendido que en los dos existe un grado de libertad y así mismo, explicar cuáles
son las diferencias sobre la noción que tienen de libertad y las similitudes que se pueden
hallar. Si bien uno enaltece al hombre civilizado mientras que el otro al hombre natural, las
diferencias pueden no ser tan marcadas dado que ambos se encuentran inmersos en la época
de la Ilustración, por lo que, ¿la libertad puede estar relacionada con la razón?

Tomando como base el hombre natural en ambos casos, se explicará cómo es que surge la
libertad y cómo es que ésta ayudará a la creación del hombre civilizado, finalizando con el
supuesto de que la libertad y la razón, deben estar ligadas. Así, el hombre natural no puede
vivir en su naturalidad, pues debe establecer el estado, el cual podrá lograrse siempre y
cuando sea un estado que tienda al perfeccionamiento del hombre, y sobre la premisa de la
libertad y la razón en comunión.

 El hombre natural en Hobbes: igualdad y egoísmo.

El hombre para Hobbes, debe vivir en una sociedad, pues el hombre es egoísta por
naturaleza por lo que necesita un estado que regule sus mociones voluntarias, o lo que se
denomina comúnmente pasiones. Éstas se originan a partir de la imaginación1 al moverse
voluntariamente hacia algo que las causa. Es decir, que las pasiones se mueven libremente
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Cfr., Thomas Hobbes, Leviatán o de la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil (México:
FCE, 2001), 10. …la imaginación no es otra cosa sino una sensación que se debilita.
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hacia aquello que las causa, a partir de la imaginación. Sentado esto, parece ser que lo
natural en el hombre son las pasiones, y por lo mismo es necesaria la creación de un estado,
como ya establecimos, para controlar dichas pasiones.

Esto se sigue a partir de que el hombre, a partir de sus pasiones naturales, se encuentra en
igualdad de condiciones frente a otros hombres. Es decir, otro aspecto que parece natural en
el hombre, es la igualdad en tanto que todos tenemos la capacidad de matar al otro. 2 Si esto
es así, la desconfianza impera en todos los hombres dado que el más débil tiene la
capacidad de matar al más fuerte. Gracias a esa desconfianza, que es la que domina en las
relaciones humanas, se debe crear un órgano regulador de la desconfianza misma. Dicho
órgano debe de ser el ya mencionado estado.

Cuando el hombre crea el órgano regulador de las pasiones sigue teniendo desconfianza en
su similar, pero se encuentra resguardado ya de los peligros a los cuales quedaba expuesto
en el mundo natural. El hombre en estado natural puede matar sin remordimiento o castigo
alguno. La creación del estado debe realizarse sin remordimientos pues al regular estas
pasiones humanas del hombre natural, se está enalteciendo lo más importante para el
hombre, lo cual es, el derecho a la vida. ¿Cómo podemos resguardar nuestra vida si el
hombre es egoísta y desconfiado, a pesar de estar en un estado?3

 Derecho y ley natural: libertad en Hobbes.

La libertad para Hobbes, se encuentra en dos niveles: en el hombre natural como en el


hombre que vive en el estado. Lo que importa es enaltecer lo más significativo, que es la
vida humana como bien supremo. En este derecho natural, todo es de todos, por lo que
puedo buscar los medios que a mí me convengan para poder salvaguardar mi vida. Soy

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Cfr., Ibid., 100. La Naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en las facultades del cuerpo y del espíritu
(…) por lo que respecta a la fuerza corporal, el más débil tiene bastante fuerza para matar al más fuerte, ya
sea mediante secretas maquinaciones o confederándose con otro que se halle en el mismo peligro que él se
encuentra.
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A pesar de encontrarnos en un estado regulador, el hombre sólo lo hace por conveniencia, para que no se
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produzca una vida miserable en la que el estado de guerra predomine. El hombre, al ser igual a los demás,
no puede estar tranquilo, dado que lo que busca es siempre afán de poder. Pero, de igual manera, una de
las más grandes pasiones es el miedo a la muerte, es por eso que se resguardará la vida humana ante todo.
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libre, en tanto derecho natural, de poder conservar mi vida por los medios que sean
necesarios.4

Si esto es entonces la libertad, no podríamos tener un estado de derecho, puesto que todos
los hombres se dedicarían a matar a los demás, dadas mis condiciones naturales de igualdad
sobre los demás y así mismo, mi libertad en tanto que es un derecho natural. Sin embargo,
lo que importa es la conservación de la vida misma, pues se ha establecido que es un bien
supremo y que se debe de resguardar, ¿cómo sería posible que pueda resguardar mi vida, si
todos tienen derecho a matarme, por preservar su vida? Es entonces, donde entra la libertad
en nivel de estado.

Es inevitable buscar el beneficio propio, que es como ya hemos reiterado, el de resguardar


la vida en tanto bien supremo, pero no podemos hacerlo en el nivel natural, como ya se vio,
por lo que debemos buscar los medios para que pueda encontrarme bien. Estos medios no
son otros, simplemente es aquel medio que establezca la creación del estado. Dicho estado
se crea a partir de la razón. La razón está siempre obligada a buscar la paz, al preservar la
vida, y lo puedo hacer siempre y cuando me encuentre en una relación de paz con los
demás hombres.5 La paz es entonces, el principal medio para salvaguardar mi vida en tanto
que es un bien supremo.

Podríamos decir que en el estado pactado por hombres para buscar el bien común, no hay
libertad y la razón es esclava de las pasiones en tanto que satisface los medios para cumplir
los deseos, sin embargo, esto no es así. 6 Se dijo anteriormente que las pasiones se mueven
libremente hacia aquello que las causa. Si una de las pasiones más importantes para Hobbes
es el temor a la muerte, y la razón busca la paz, entonces las pasiones se guiarán libremente
por la razón, pues se pretende la paz para que se resguarde el bien supremo, que es la vida.

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Cfr., Ibid., 106. El derecho de naturaleza, (…) es la libertad que cada hombre tiene de usar su propio poder
como quiera, para la conservación de su propia naturaleza, es decir, de su propia vida. (…) Por libertad de se
entiende, de acuerdo con el significado propio de la palabra, la ausencia de impedimentos externos…
5
No olvidar que la razón no es algo natural, se construye a partir de mecanismos. Pero estos mecanismos
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nos ayudarán a resguardar aquello que es natural, como lo son las pasiones.
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No olvidar que la creación del estado se da a partir de un pacto entre hombres, el llamado pacto de pactos,
en el cual ya se encuentran establecidas las normas de convivencia dictadas por los hombres mismos. Estas
normas al igual que los pactos, se crean libremente, con ejercicio de la razón.
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La libertad en el estado entonces se encuentra dada en una coacción racional, al buscar el


bien para el hombre y huir de aquello que no permita satisfacer ese deseo de paz.7 Tenemos
libertad puesto que podemos elegir el alejarnos de eso que nos hace mal y elegir aquello
que nos ayudará a resguardar la paz y la vida propia.

 El buen salvaje: Rousseau y la apuesta por el hombre natural.

Rousseau apuesta, al contrario de Hobbes, de hablar sobre el hombre natural y cómo es que
éste, a partir de su vida salvaje, es un mejor hombre que el presentado por Hobbes en el
nivel de sociedad. El hombre salvaje es un mejor hombre, porque tiene todo a la mano, no
siente necesidad de buscar medios para sentirse bien, dado que estos medios se encuentran
en la naturaleza misma. El hombre solitario y salvaje es el mejor, pues vive sin las
preocupaciones que existen en el mundo civilizado.

El hombre que vive en sociedad es un hombre miserable, pues debe preocuparse por
cuestiones que el hombre natural no debería de hacer, como lo es la muerte, o aquello que
es bueno o es malo.8 La vida del hombre natural parece ser la mejor. Sin embargo, el
hombre debe comenzar a relacionarse con los demás hombres, por lo que debe crear el
estado. Éste, al contrario de lo que establece Hobbes, deberá ser un estado diferente, y esta
diferencia radica, en la noción que establece Rousseau de libertad.

 La libertad para Rousseau: la salvación en la vida civilizada.

El hombre, en cuestiones físicas, es similar o quizá idéntico, a los animales. En cuestiones


morales e incluso metafísicas es donde el hombre, aunque salvaje, puede diferenciarse de
los animales, diferencia que radica en la libertad y en la capacidad de perfeccionamiento

7
Cfr. David van Mill, “Hobbes’s Theories of Freedom”, The Journal of Politics 57, and vol. 2 (Mayo 1995):
443-459. http://stor.org/stable/2960315 (Fecha de consulta: 14 de Mayo de 2015, 14:13). Nosotros
podemos decir, por tanto, que a partir de la noción de libertad extendida por Hobbes, se llega a unta tensión
entre, por un lado, el miedo y la coerción, y por el otro, la acción voluntaria.
(we can say, therefore, that from Hobbes’s notion of extended Freedom comes a tension between, on the one
hand, fear and coercion, and on the other, voluntary action.)
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Cfr., Jean-Jaques Rousseau, Discurso sobre el origen y fundamento de la desigualdad entre los hombres
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(Madrid: Losada, 2006), 45. Es de suponerse que los hombres en ese estado [estado natural], no teniendo
entre ellos una especia de relación moral ni de deberes conocidos, no podían ser ni buenos ni malos, ni tener
vicios ni virtudes…
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del hombre.9 El hombre es por naturaleza libre, y por la misma naturaleza debe de
encontrar un perfeccionamiento, el cual podría ser, entonces, una vida digna en la sociedad,
que se apegue a la vida natural en la que el buen salvaje vivía.

El hombre en estado natural, al igual que Hobbes, tiene pasiones que son las más
importantes. Mientras que en Hobbes el hombre es egoísta por naturaleza, y tiene temor a la
muerte, por lo que busca siempre el cuidar su vida como bien supremo, la pasión más
importante para Rousseau en el hombre natural, es la piedad. Todos los hombres tienen esta
pasión o sentimiento de piedad antes que cualquier otra pasión.10

El hombre, como se ha establecido ya, es diferente a los animales por ser libre, pero a la
vez, debe de relacionarse con los demás hombres, en un estado civil. Sin embargo, mientras
el hombre tenga presente la premisa de que es diferente a los animales gracias a esta
cualidad de perfeccionamiento, entonces él deberá buscar un perfeccionamiento en la
civilización en la cual vivirá. Más aún, si el hombre es libre por naturaleza, tiene la
capacidad de elegir cómo vivir en sociedad, si miserablemente o de manera feliz, como lo
hacía en el estado natural.

Para Rousseau, las pasiones y la razón vienen juntas, y si la piedad es la pasión natural al
hombre, en su faceta de perfección, deberá recordar eso, para así poder crear un estado el
cual esté regulado con base en la piedad misma, y no en el egoísmo, como sí lo era con
Hobbes.11 Es decir, el hombre es perfectible, pero esa perfección debe siempre estar
fundada en la libertad del hombre, con capacidad de elección de un estado que esté fundado
a su vez en la piedad, que es una pasión universal, y la razón, pues esta no se separa de las
pasiones. En tanto el hombre civilizado siga estas premisas, entonces podrá crear un estado

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Cfr., Ibid., 34. No es, pues, tanto el entendimiento lo que establece entre los animales y el hombre la
distinción específica, sino su calidad de agente libre. (…) hay otra cualidad muy especial que los distingue y
que es incontestable: la facultad de perfeccionarse, facultad que, ayudada por las circunstancias, desarrolla
sucesivamente todas las otras y que reside tanto en la especie como en el individuo…
10
Cfr., Ibid., 47. No creo caer en ninguna contradicción al conceder al hombre la única virtud natural que ha
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estado obligado a reconocerle, hasta el más exagerado detractor de las virtudes humanas. Hablo de la
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piedad, disposición propia a seres tan débiles y sujetos a tantos males como lo somos nosotros, virtud tanto
más universal y útil al hombre, cuanto que precede a toda reflexión…
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Cfr., Ibid., 51. …cuanto más violentas son las pasiones, más necesarias son las leyes para contenerlas.
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civil en el cual pueda ser incluso más feliz que en el estado salvaje, pues se ha
perfeccionado correctamente.12

 Libertad y razón: tópicos de la ilustración.

Si bien existen diferencias muy marcadas entre estos dos autores, hacen comunión en dos
aspectos fundamentales: la libertad y la razón. Aunque de un modo diferente, ambos
colocan a la libertad como la facultad innata al hombre, la cual nos permite una vida en
sociedad, sea buscando intereses que ayuden a salvaguardar mi vida o a un mejoramiento
tanto humano como de civilización. Esto no podría ser posible sin la buena y correcta
razón. Ya sea adquirida o natural, la razón juega un papel importante en la creación del
estado. Si bien todo filósofo es hijo de su tiempo, es indudable que estos dos tópicos se
encuentran inmersos en el pensamiento ilustrado.

El hombre es un ser natural, en el sentido pesimista u optimista. Pero la naturaleza juega un


papel antagónico, pues pone en disputa la animalidad del hombre con la legalidad, dado que
el hombre necesita vivir en sociedad, ya sea por sobrevivir o por un perfeccionamiento. Si
el hombre necesita vivir en sociedad, no puede seguir siendo un ser natural, por lo que la
naturaleza juega un papel antagónico en el hombre, entre su naturalidad o y la legalidad.13

Si bien el paradigma de la ilustración es Sapere Aude! estos dos filósofos no se quedan


atrás, pues aunque aceptan la insociable sociabilidad, la razón es la que dicta cómo se
formará ese estado, que regulará las pasiones o que cimentará el perfeccionamiento de los
hombres. A final de cuentas, parece ser que la razón, junto con la libertad que tiene el
hombre, son las premisas que dan forma, al menos, a estas dos teorías sobre el hombre, su
desenvolvimiento en sociedad y su perfeccionamiento.

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Es así como se podría dar solución a la paradoja de que la perfectibilidad es un mal natural. Gracias a la
libertad humana y a la pasión universal a todos los hombres, podemos elegir vivir en una sociedad que se
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apegue al estado natural pero sea cada vez más perfectible.


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Cfr., Immanuel Kant, Idea de una historia universal en sentido cosmopolita (México: F.C.E., 1994), 46.
Entiendo en este caso por antagonismo la insociable sociabilidad de los hombres, es decir, su inclinación a
formar sociedad que, sin embargo, va unida a una resistencia que amenaza perpetuamente con disolverla.
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 Conclusiones.

Se ha pretendido explicar, y resaltar tanto las diferencias como las similitudes que se
encuentran en estos dos autores. Si bien, como se ha dicho, parten de nociones distintas,
tienen en común que el hombre debe seguir el camino de la razón, para poder crear una
sociedad, de igual manera, con los fines que cada uno expone en su teoría política. Aún así,
ambos se enfocan en el hombre, en su mejoramiento y en darle a la vida el lugar como el
mejor bien supremo.

De igual manera, aunque la noción de libertad es distinta en estos dos autores, colocan
como una distinción de los hombres dicha libertad. El hombre parece ser, ante todo, un ser
racional y libre. Es gracias a esa libertad que el hombre puede configurarse en una
sociedad, y lo que marca una diferencia con el resto de los seres. En tanto el hombre es
libre, tiene la facultad para elegir y ver siempre por su bien.

Al parecer, la libertad y la razón son las premisas que lo colocan como la criatura más
desarrollada entre las demás, pues gracias a éstas, podemos ser los seres más perfectos, en
el hecho de vivir en una sociedad, a pesar de que nuestra naturalidad siempre está
aflorando. Ya sea que debamos suprimir esa naturalidad, o debamos tomarla como base de
las teorías políticas, el hombre debe de tener en cuanta siempre el poder servirse de su
propia razón.
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Bibliografía:

 Hobbes, Thomas. Leviatán o de la materia, forma y poder de una república


eclesiástica y civil. México: FCE, 2001.
 Kant, Immanuel. Idea de una historia universal en sentido cosmopolita. México:
FCE, 1979.
 Rousseau, Jean-Jaques. Discurso sobre el origen y fundamento de la desigualdad
entre los hombres. Madrid: Losada, 2006.
 Van Mill, David. “Hobbes’s Theories of Freedom”. The Journal and of Politics 57,
vol. 2 (Mayo 1995): 443-459, http://www.jstor.org/stable/2960315 (Fecha de
consulta: 14 de Mayo de 2015, 14:13).

Bibliografía complementaria:

 Kant, Immanuel. Filosofía de la historia. México: FCE, 1994.


 Rousseau, Jean-Jaques. Discurso sobre las ciencias y las artes. Madrid: Losada,
2006.
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