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CÓMO ELABORAR UN PROYECTO CULTURAL Y/O


ARTÍSTICO
Prof. Galvarino Daniel Tillería Pérez
Magíster en Educación Artística

“Tanto el arte como la educación nos ponen frente a la tarea de mejorar nuestra sociedad, es
decir, cuestionar los sistemas de orden como nos los presentan, buscar sistema de orden
alternativo, explorar lo que no sabemos en lugar de explorar lo que ya saben otros.”

Luis Camnitzer, 2016


Convengamos que no cualquier documento es un buen proyecto, tampoco un
buen proyecto es el más grueso ni el que se extiende más en el uso de términos
complejos y rimbombantes, tablas monumentales o imágenes a todo color. El
primer ejercicio para su elaboración es pensar qué queremos presentar y qué
necesidad existe. Saber pensar también significa saber proyectar, y mediante
pensamientos, ideas, deseos y necesidades florecen las creaciones nacidas de
la investigación científica, artística o educativa, entre otras. Entonces, todos los
proyectos tienen algo en común: la creatividad y la necesidad de cubrir alguna
carencia detectada por nosotros en diversos ámbitos de nuestra cotidianeidad.
La elaboración y presentación de proyectos, todo tipo de proyectos, permite
acercar conocimientos e incluso buscar soluciones creativas a determinada
problemática o necesidad comunitaria, sobre todo en aquellos sujetos que no
siempre están en el ámbito educativo formal o no tienen acceso democrático
(plural, diverso y en igualdad de condiciones) a bienes sociales o culturales. Los
proyectos, entonces, muchas veces vienen a suplir carencias que los estados
(nacionales, provinciales o municipales) no siempre están en condiciones de
cumplir u ofrecer, pero necesitan que esos espacios sean cubiertos.
Desde hace algún tiempo a esta parte, diversos tipos de proyectos vienen
tomando protagonismo en ámbitos muy diferenciados; es decir, no sólo en el
plano cultural, sino también en el educativo, como el que se promueven en las
instituciones que actualmente ofrecen EBP o ABP (Educación Basada en
Proyectos o Aprendizaje Basado en Proyectos)1.
En el ámbito ciencias médicas, éstos, los proyectos, llevan más años
desarrollándose debido a la urgencia de las comunidades científicas; sin
embargo, en los espacios no formales de la cultura (centros barriales, vecinales
u otros centros de arte independientes), los proyectos son la manera más
eficiente de abrir la oferta a actividades en una sociedad en expansión, cada vez
plural, heterogénea, diversa y compleja.

                                                            
1
 El ABP es una metodología que permite al universo escolar, en cualquier ciclo o modalidad,
adquirir los conocimientos y competencias, factores clave en el siglo XXI, mediante la elaboración
de proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real. En él se involucra a los estudiantes
de una manera activa en su aprendizaje al motivarlos a que investiguen la respuesta a alguna
pregunta o problema del mundo real y luego piensen y creen una solución concreta. En esta
metodología los alumnos siguen un proceso en donde el resultado final no es el objetivo sino el
desarrollo de ese trabajo. 

 

Algunas instituciones (Bancos, ONG’s, Fundaciones, Organizaciones, etc.)


nacionales y extranjeras, suelen llamar a presentar proyectos, anual o
semestralmente, y financiarlos. Las empresas de tecnología solicitan proyectos
innovadores, y las corporaciones de TV tienen departamentos específicos para
canalizar permanentemente proyectos en la búsqueda de nuevas ideas. Y de
eso nacen los proyectos, de ideas.

ENTONCES, ¿QUÉ ES UN PROYECTO?


Como punto de partida debemos precisar qué es un proyecto y diferenciarlo de
“plan”, “planificación” y de “programa. Según Ander-Egg (2005), un proyecto
consiste “en la previsión, ordenamiento o premeditación que se hace para
realizar algo o ejecutar una obra u operación” (p. 18). Igualmente, un proyecto
siempre, o habitualmente, es un documento que pretende ofrecer algún espacio
delimitado del saber, un recorte del conocimiento, del arte, de las ciencias o de
cualquier especialidad donde detectamos o inferimos que falta alguna
información, y que nosotros podemos y estamos en condiciones de ofrecer,
desarrollar y evaluar, la que serviría a los grupos interesados para confirmar,
acrecentar o simplemente explorar y conocer contenidos sobre la materia
propuesta allí expresada. Un proyecto cultural, en tanto, es una planificación de
trabajo a desarrollar, cuyo objetivo es difundir, promover, exponer, conservar e
impulsar alguna de las manifestaciones culturales, para que las mismas
comunidades que las producen las conozcan, las aprecien, las preserven, las
difundan, las consuman y también, de ser posible, que las reproduzcan. Es decir,
que los beneficios, más que económicos, tienen que ver con la promoción
cultural, con hacerla llegar a los diversos públicos, dando oportunidades a
nuevos hacedores del mundo del arte, la literatura, la música, la danza, el teatro,
los títeres, etc.
Los proyectos pueden ofrecerse en distintos formatos: taller, curso, seminario,
charlas, ateneos, simposios, congresos, laboratorios de creación, laboratorio de
experimentación, etc., pero siempre debe quedar en claro, entre otros, su
durabilidad en el tiempo: no puede ser eterno. Como dice Ander-Egg (2005; p.
18):
a. Todo proyecto comporta una serie de actividades de duración
determinada. Esto diferencia a los proyectos de la prestación de servicios,
que supone un proceso continuo.

b. En los proyectos se combina la utilización de recursos humanos, técnicos,


financieros y materiales.

c. Todo proyecto tiene que alcanzar productos y resultados, de acuerdo con


los objetivos previstos en su diseño y conceptualización.
Es por ello que existen variados formatos para escribir un proyecto. Otros, los
que nacen de alguna institución oficial, vienen con formato de escritura
preestablecido e incluso en la cantidad de caracteres por ítem que deben
escribirse. Pero, por su particularidad y especificidad, los proyectos culturales o

 

artísticos suelen ser muy diferentes entre sí y, por lo mismo, pueden variar por
muchas razones (no da igual presentar un taller de pintura que un taller de danza,
de música o de teatro y tampoco es lo mismo pensar el proyecto con formato de
curso o laboratorio de experimentación), por eso difícilmente encontremos una
receta magistral o pauta universal para todos por igual en sus exigencias de
espacios, de cantidad de participantes y/o de contenidos a desarrollar: cada
proyecto es único y su sello también lo imprimirá el dictante.
Cada autor/creador ofertante establece su método de trabajo a partir de su
formación profesional, competencias, habilidades, destrezas, lógica e intuición,
también son determinantes al momento de ofrecer un proyecto el entorno, los
recursos (si los hay) y las herramientas e instrumentos a su disposición.
Siguiendo a Ander-Egg (2005; p. 19), este nos ratifica que la importancia de los
proyectos radica en:
 un conjunto de actividades y acciones que se deben emprender
 que no son actuaciones espontáneas, sino ordenadas y articuladas
 que combinan la utilización de diferentes tipos de recursos, y
 que se orientan a la consecución de un objetivo o resultado previamente
fijado;
 que se realizan en un tiempo y espacio determinado,
 y que se justifican por la existencia de una situación-problema que se
quiere modificar
Si hablamos a partir de nuestra especificidad, desde las artes del teatro y del
teatro de títeres, las posibilidades de presentar proyectos nos abre un enorme
panorama de posibilidades y puede comprender desde un ciclo de funciones (en
cualquiera de ambas especialidades), alguna poética precisa y puntual, como
por ejemplo: “Escenas del grotesco criollo y su vigencia en el actual teatro
rosarino”, o una “Retrospectiva del teatro rosarino del s. XX (desde donde se
pueden mostrar escenas en un ciclo de una semana, donde se presenten obras
emblemáticas de la cartelera del teatro rosarino, etc.), si queremos entregar algo
novedoso, podemos abordar un “Taller de técnicas contemporáneas del teatro
de títeres” y si queremos captar al público adolescente la idea sería una oferta
de taller que incluyera, por ejemplo “Títeres, animación y nuevas tecnologías”.
Aun así, con un cúmulo de ideas en ebullición, la manera de proponer y plasmar
estas ideas deben responder a las interrogantes claves de todo proyecto: ¿Qué?
¿Por qué? ¿Para qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Con qué? ¿Para
quién?
La respuesta adecuada a cada una de estos interrogantes no sólo ayuda a
clarificar las ideas y poder plasmarlas en un documento, sino que permite una
adecuada planificación de la propuesta y un óptimo desarrollo del proyecto, como
podemos apreciar en la siguiente pauta:
¿Por qué? = Son los antecedentes (puede ser que lo que se ofrece en el
proyecto no exista o no se haya ofrecido antes; por lo tanto, lo que se entrega es
novedoso, innovador, original y necesario).

 

¿Para qué? = Es la justificación o fundamentación (Se puede justificar aplicando


lo establecido a partir de alguna ley -ley educativa, ley de políticas culturales,
algún decreto o resolución, etc.- siempre exponiendo, con palabras propias, la
importancia del proyecto, en nuestro caso, en la cultura, sólo allí se refuerza con
algún artículo de los documentos, no citándolos textualmente; o sea, copiando).
¿Qué? = Son los objetivos generales (no más de dos), objetivos específicos (no
más de cuatro) y metas (hasta dónde puede aportar cambios comprobables y
significativos este proyecto en la vida de los participantes)
¿Dónde? = Es la ubicación y el contexto (Espacio posible donde podría
realizarse: sala del sindicato, club barrial, distrito municipal, teatro del club,
escuela, etc.).
¿Cómo? = Son las estrategias y los procedimientos (método) (forma de llevarlo
a cabo, contenidos a desarrollar, etc.)
¿Cuándo? = Son las actividades y el cronograma (estos proyectos deben tener
un comienzo y un fin claramente especificados: una semana, un mes, un
cuatrimestre, una año, nunca eternos. Todo con sus respectivos horarios, bien
delimitados).
¿Con qué? = Son los recursos humanos (por ejemplo: se cuenta con una planta
de docentes para desarrollar el taller o el curso; será un solo docente quien
desarrolle la totalidad del taller; o, como también puede plantear la propuesta, se
necesitan diferentes asistentes cada clase, etc.), financieros (por ejemplo: se
requiere de una cuota mensual o se solicita que la entidad pague al equipo
docente; o será un taller de extensión brindado por una institución externa –con
horas de la universidad, por ejemplo) y técnicos (si se necesita luminaria, si se
necesita sonido, si se necesitan objetos, muebles -sillas, banquetas-mesas,
etc.).
¿Para quién? = Son los destinatarios del proyecto y no es conveniente mezclar
los grupos etarios entre sí, pero sí es importante que se delimiten por intereses,
por necesidades, formación e igualmente por el nivel de exigencias que el
proyecto presenta. Es decir, se puede presentar un proyecto para personas que
tengan conocimientos previos sobre el tema, aunque eso dificultaría el ingreso
de asistentes sin conocimientos básicos de lo que se va a desarrollar. Si lo
analizamos al revés, al ofrecer un proyecto para principiantes, quien posea
mayor formación no se sentirá contenido.

La sugerencia es que las respuestas se busquen con apego a las ideas centrales
del proyecto (si es de teatro, si es de títeres, si es para niños y niñas, si es para
la 3ra. edad, si es para personas en situación de calle, etc.), sin olvidar el
contexto social, cultural, artístico, político y económico que pudiera facilitar o
dificultar su desarrollo.

De los tantos formatos que existen, Ander-Egg (2005; p. 29) plantea el siguiente
formato para la presentación de proyectos:
1. Denominación del proyecto

 

2. Naturaleza del proyecto

3. Especificación operacional de las actividades y tareas a realizar

4. Métodos y técnicas a utilizar

5. Determinación de los plazos o calendario de actividades

6. Determinación de los recursos necesarios

7. Cálculo de los costos de ejecución y elaboración del presupuesto

8. Estructura organizativa y de gestión del proyecto

9. Indicadores de evaluación del proyecto

10. Factores externos condicionantes o pre-requisitos para el logro de los


efectos e impacto del proyecto

Y el autor, Ander-Egg (p. 24), lo explica a partir del siguiente cuadro:

Sin embargo, en páginas precedentes yo les advertía que no hay un modelo


único. Por eso les propongo uno no tan diferente, pero sí un poco más fácil, que
presenta menos dificultades al momento del abordaje, sobre todo cuando recién
no estamos iniciando en la escritura y presentación de proyectos, en nuestro
caso, culturales y, en particular, sobre Teatro y/o sobre Teatro de Títeres. ¡Y allí
vamos!

 

ORDEN Y CONTENIDOS BÁSICOS DE UN PROYECTO


Ya la presentación de un proyecto es importante y deben presentase, ¡todos!,
con una carátula (jamás hojas sueltas ni desordenadas), las hojas deben estar
debidamente abrochadas y foliadas (numeradas), donde se exprese claramente
el nombre y el subtítulo del proyecto. IMPORTANTE: Cada hoja debe ir firmada
por el autor/es a pie de página. Al interior, ya en página 2, iría:
1. Título y subtítulo: El título es sumamente importante, debe definir (y dejar
bien en claro) el tema del proyecto. Para ejemplificar, voy a proponer como título
de mi proyecto:
 El teatro de títeres en niños y niñas en situación de calle. Nuevos
aportes culturales y creativos a las infancias desprotegidas.
En este caso de entrada podemos comprender que el tema es El Teatro de
Títeres; es decir, esto debe ser claro, preciso, jamás ambiguo o que deje dudas
al lector. A partir de allí, a continuación se lo sitúa, en niños y niñas en situación
de calle, deja así establecido que no se está ofreciendo para una escuela como
taller optativo a contraturno ni como materia curricular, sino para niños
vulnerables. Ahí radica la importancia si es títeres, teatro, música, juegos, etc. El
subtítulo, en tanto, ayuda a precisar/reafirmar sus contenidos y direccionalidad,
como lo establecemos cuando podemos leer: nuevos aportes culturales y
creativos a las infancias desprotegidas.
Otro ejemplo:
 El teatro comunitario como herramienta de resolución de problemas.
Cómo exponer y desarrollar los conflictos sociales desde la acción
dramática.
Otro ejemplo:
 Teatro, tercera edad y construcción dramática. Desarrollo de
herramientas compositivas para la presentación de escenas
grupales.
2. Antecedentes: referencia histórica breve y aspectos generales del proyecto.
Recuento de teorías, autores, corrientes, puntos de vista o similares que se
hayan efectuado sobre el tema. Ej.:
Acá, en este punto, se hace un breve recorrido si es que existen antecedentes
que puedan solventar la propuesta, se citan autores que tengan publicaciones al
respecto, se buscan experiencias similares (documentos de prensa para citar o
en instituciones) para aclarar las necesidades e importancia del proyecto en la
sociedad.
3. Justificación/fundamentación: importancia teórica, social, cultural o
personal para realizar el proyecto. Razones por las que debe llevarse a cabo.
(Acá, como explicaba antes, se pueden citar documentos institucionales, leyes,
etc.)

 

4. Objetivo general: que responde a la pregunta ¿Qué?, utilizando verbos de


acción, expresados en infinitivo. Ej:
 Promover el Teatro de títeres, utilizando sus diversas técnicas, en niños y
niñas en situación calle, para favorecer y fomentar la inclusión y la
creatividad en la cultura infantil.
Otro ejemplo:
 Articular los grupos de teatro de los geriátricos de la ciudad Rosario, para
promover el intercambio y difundir las puestas en escena producidas en
estas instituciones.
5. Objetivos específicos (por lo general, se ponen tres como máximo): precisión
de las diferentes actividades que se pretende realizar. .Ej:
 Confeccionar títeres (de guante, manopla o de varilla) y ponerlos en
situación dramática.
 Desarrollar, a elección de los talleristas, técnicas del teatro de títeres para
construir escenas grupales.
 Articular grupos para presentar escenas con teatro de títeres en distintos
espacios barriales.
6. Metas: precisión cuantitativa de las actividades (es decir, cuántas clases,
cuantos encuentros), acciones o productos resultantes esperados del proyecto.
(Acá es establecer que se pretende desarrollar clase a clase -cada actividad
propuesta-, que alcances, cómo serán las acciones de trabajo y que se hará -si
es taller o si es curso- con el producto final).
7. Cronograma de actividades: gráfica de tiempo (fraccionado en días,
semanas o meses) que contiene las principales actividades a realizar durante el
proyecto. (Es un espacio, una tabla -muchas veces con cuadros para especificar-
donde se clarifica, clase a clase, lo que se hará) Ej.

Día 1 Día 2 Día 3 Día 4 Día 5 Día 6


1ra. 2da. 3ra. 4.ta 5ta. 6ta.
jornada jornada jornada jornada jornada jornada
Actividad: Actividad: Actividad: Actividad: Actividad: Actividad:
1. 1. 1. 1. 1. 1.
2. 2. 2. 2. 2. 2.
3. 3. 3. 3. 3. 3.
1ra. 2da. 3ra. 4.ta 5ta. 6ta.
jornada jornada jornada jornada jornada jornada
Actividad: Actividad: Actividad: Actividad: Actividad: Actividad:
1. 1. 1. 1. 1. 1.
2. 2. 2. 2. 2. 2.
3. 3. 3. 3. 3. 3.

Otra forma de expresarlo:



 

8. Bibliografía básica: publicaciones de referencia a los diversos


planteamientos del tema central del proyecto. (En este caso, si los hay. De no
haberlo, se trabaja con una bibliografía general del tema que aborde, como en el
caso de nuestro Objetivo General, tanto las infancias, los títeres, la marginalidad,
etc.).

LA REDACCIÓN DEL PROYECTO


Pero un proyecto debe saber redactarse, la forma de desarrollarlo también es
importante, pues la idea puede ser muy buena, pero si no se lo sabe escribir,
volcar dichas ideas en un documento, tal vez el proyecto sea rechazado, porque
el lector no lo entiende o puede ser confuso. Tan importantes son los contenidos
del proyecto, las ideas originales, las propuestas creativas, como la manera de
proyectarlas, pero ¿cómo expresar por escrito una idea de manera correcta? No
cabe duda de que lo mejor es practicando constantemente, corrigiendo,
revisando las partes, cada ítem, investigando las necesidades de los grupos,
esto exige dedicación, tiempo y voluntad. No es fácil escribir correctamente de
primera intención y es necesario escribir constantemente para dominar este
oficio. Hay que aprender a pensar correctamente las ideas, desarrollarlas y saber
contarlas.
Redactar significa pensar, investigar, compilar y poner en orden las ideas
centrales. En sentido exacto, consiste en expresar por escrito los pensamientos
y los conocimientos, esto es muy importante porque antes de intentar escribir,
debe tenerse muy claro lo que se piensa hacer y para qué se lo quiere realizar,
a qué población está destinado y qué se quiere lograr mediante él.
El pensamiento del autor, su inteligencia y formación profesional, se manifiestan
en todo momento al escribir, se revela también su nivel de conocimientos y
dominios disciplinares, pero también las gramaticales en frases construidas con
exactitud, claridad y concisión; sin embargo, la característica más difícil de lograr
al momento de redactar es combinar la originalidad con la viabilidad, que implica

 

precisamente que el proyecto es posible de realizar en los términos y plazos


establecidos y con los montos económicos planteados. El caso de los proyectos
artísticos, donde los artistas buscan la originalidad en todo momento, ocasiona
que en algunos casos al plantear el proyecto se exageren las metas y los
resultados, lo que da como consecuencia que el proyecto sea inviable.
Para redactar el proyecto conviene a veces, para aclarar bien las ideas a
exponer, seguir los siguientes pasos:
1. Elaborar de un bosquejo
2. Redactar uno o varios borradores
3. Trabajar y leer en equipo para tener la variedad de opiniones en la corrección
4. Redacción definitiva
El primer documento deberá contener la mayor cantidad de información posible,
para después poder editarlo y ajustarlo a diversas necesidades (es decir,
corregirlo), para así poder proponerlo a diversas instituciones donde sea posible
implementar; cada uno de los destinatarios requiere distintos niveles de
información, mientras a algunos les satisface la información concisa y breve,
otros la solicitan amplia y detallada. También resulta útil procesar el proyecto a
manera de resumen ejecutivo en máximo una cuartilla y tener siempre
disponibles alternativas. Los proyectos pueden corregirse.

SUGERENCIAS DE TRABAJO (para la redacción del


borrador y del proyecto definitivo)
1. Tener a mano un diccionario en todo momento para verificar significados
y ortografía de las palabras.(Es importante el qué significan las palabras)
2. Utilizar oraciones coherentes, legibles, construidas con pocos adjetivos.
3. Corregir constantemente lo escrito, las veces que sea necesario: leer y
releer.
4. Utilizar un lenguaje sencillo (pero no burdo) y de fácil comprensión para
todos.
5. Si no se encuentra la frase correcta, se duda en el título, preguntar,
consultar con los pares lo que piensa realizar o pedir asesoramiento.
6. No intentar impresionar al jurado utilizando palabras rebuscadas o
términos altamente especializados.
7. No es recomendable utilizar expresiones en otro idioma, a menos que
resulten imprescindibles para la especialidad.
8. Finalmente, debemos la importancia de buscar la comprensión inmediata
de las ideas básicas, realizar resúmenes o síntesis de los proyectos ayuda
a clarificar las ideas. El mejor proyecto es aquel que contiene propuestas
originales, innovadoras, expresadas con inteligencia, precisión,
sensibilidad y respeto.
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EL TÍTULO Y SUBTÍTULO
Como decía al principio, en cualquier proyecto el título es muy importante, pero
en el ámbito artístico es fundamental. Ese simple enunciado ya revela aspectos
significativos acerca del autor, como su nivel de creatividad, capacidad de
síntesis y orientación. De ahí que sea muy importante detenerse a reflexionar
sobre este asunto y hacer un ejercicio de creatividad e imaginación, a fin de elegir
el nombre más adecuado para denominar al proyecto. En un proyecto artístico
el título debe ser congruente con su contenido, original, sugerente y breve. Sin
embargo, el título debe producir el primer impacto, que sea un anzuelo, para que
ese proyecto quiera ser leído hasta el final.
El título ya transmite información importante al jurado y ese primer renglón puede
ser una buena oportunidad para interesar al responsable de seleccionar las
propuestas. No se debe olvidar que la revisión del proyecto inicia por el título y
ahí empieza el ejercicio de evaluación. Además, es necesario tomar en cuenta
que los jurados deben revisar un elevado número de proyectos y es muy
importante llamar su atención desde el primer momento.

LOS ANTECEDENTES
En nuestra especialidad, el Teatro y/o el Teatro de Títeres, existen antecedentes
que pueden sustentar la propuesta. Entonces, en el apartado de antecedentes
deben consignarse, de manera breve y general, los aspectos relevantes que han
contribuido hasta el momento a enriquecer los conocimientos del tema central
del proyecto, como el desarrollo de distintas teorías y sus autores
(preferentemente con citas bibliográficas de referencia). Pueden mencionarse
distintas corrientes artísticas, evolución histórica, autores más representativos,
principales intérpretes, o diferentes puntos de vista que prevalecen sobre el
tema. El recuento de los antecedentes resulta fundamental para explicar las
razones del autor para plantear distintos enfoques del proyecto.

LA JUSTIFICACIÓN O FUNDAMENTACIÓN
Aclaro que a veces ambas no son lo mismo y puede que en algunas
convocatorias institucionales se pidan ambas en un proyecto. Cabe destacar que
actualmente algunos proyectos piden sólo la Justificación y esta debe centrarse
en las leyes o documentos oficiales que puedan sostener el tema que se
presenta. La fundamentación, en tanto, es una defensa personal sobre la
importancia del tema que se presenta, que también puede contener algún
artículo de las leyes, pero debe hacer referencia explícita a hechos, datos,
teorías, textos, etc. relacionados con el tema del proyecto que se presenta. Se
deben consignar las citas de las fuentes de datos. Cada proyecto tiene razones
propias que motivan, explican o justifican por qué debe realizarse, por qué es
necesario, aquí se trata de exponer los principales argumentos para que el
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proyecto cumpla con las metas que plantea. Tanto la Fundamentación como la
Justificación pueden sustentarse en el impacto social que produzca, cuando
implique beneficios colectivos, también pueden invocarse razones estrictamente
culturales; son igualmente válidas las razones personales para realizar el
proyecto, como un ciclo de presentaciones artísticas, una exposición individual,
que pueda explicar el impacto que esto causó en la comunidad. Pero en todos
los casos conviene exponer las razones particulares que justifiquen de manera
convincente por qué el proyecto debe realizarse, tal y como está planteado. La
justificación nos responde a la pregunta ¿por qué es relevante mi proyecto?

OBJETIVO GENERAL
El objetivo general es la parte más importante del proyecto porque expresa lo
que se pretende alcanzar, marca el rumbo de todas las actividades al grado que
ningún proyecto adquiere pleno significado si no define con toda precisión sus
objetivos. La correcta formulación del objetivo garantiza un buen proyecto, por
ello es importante meditar correctamente sus contenidos antes de redactarlos y
tener en cuenta que el objetivo final de todo trabajo debe ser producir obras de
calidad, independientemente de la disciplina artística que se trate. También debe
considerarse que un objetivo debe cumplir con las condiciones de ser factible,
medible y congruente.
Una pauta que ayuda a definir el objetivo, es plantear y contestar las siguientes
preguntas:
 ¿Qué pretendo realizar? ¿Una antología de poetas contemporáneos
rosarinos? ¿Un curso sobre dramaturgos rosarinos? ¿Escribir una
comedia? ¿Producir una obra de teatro? ¿Realizar un performance?
¿Ofrecer un taller básico de actuación abierto a la comunidad?
 ¿Para qué hago todo esto? ¿Para favorecer mí desarrollo artístico
profesional? ¿Para propiciar la participación de la comunidad? ¿Para
contribuir a formar nuevos actores y/o titiriteros barriales?
Si ya se tienen las respuestas, es necesario entender que existen algunas reglas
para escribir correctamente un objetivo:
1. Aunque ya lo habíamos visto, la redacción de un objetivo se debe iniciar
SIEMPRE con un verbo de acción (¡siempre van en infinitivo!)
Algunos verbos de acción de uso frecuente en proyectos culturales y artísticos
son:
Apoyar, Capacitar, Compilar, Conservar, Construir, Contribuir, Desarrollar,
Definir, Difundir, Diseñar, Ejecutar, Equipar, Exhibir, Fomentar,
Generar, Gestionar, Impulsar, Integrar, Interpretar, Investigar, Intervenir,
Organizar, Promover, Propiciar, Producir, Publicar, Registrar, Relacionar
Reproducir, Restaurar. Pero NUNCA, ¡JAMÁS!: pensar, estudiar, conocer,
comprender, pues los mismos resultan ambiguos.
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2. Un objetivo debe enunciar de manera concisa y ordenada el fin que persigue


el proyecto; es decir, que en un verdadero ejercicio de síntesis, armonía y
disposición metódica de las ideas, se exprese con un mínimo de palabras lo que
se piensa realizar. Estas cualidades en la escritura requieren de práctica y
redacción cuidadosa.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Si ya se expuso el objetivo principal de manera amplia y general, ahora conviene
precisar cada una de las acciones que se llevarán a cabo para cumplir las metas
planteadas.
Los objetivos específicos también deben seguir los mismos criterios
constructivos y de redacción señalados para los objetivos generales; es decir,
también deben iniciar con un verbo de acción en infinitivo, enunciar las acciones
de manera concisa y ordenada, así como el fin que persigue cada una de las
acciones señaladas.
Aunque no existe un límite para ellos, tampoco es conveniente exagerar en la
precisión de las acciones, se recomiendan máximo tres (y no más de cuatro)
para una correcta construcción del proyecto.
Ejemplo:
Objetivo general: (siempre es abarcativo)
 Promover el Teatro comunitario en la organización de mujeres del Barrio
Toba, como instrumento para poner en acción las búsquedas y
necesidades de la agrupación y que puedan ser difundidas en otras
comunidades.
Objetivos específicos: (son puntuales)
1. Organizar grupos teatrales de mujeres del Barrio Toba y exponer las escenas
construidas en otras comunidades del sector.
2. Difundir en diversos espacios culturales locales las producciones teatrales de
las mujeres del Barrio Toba.
3. Gestionar con otras comunidades de la ciudad de Rosario un festival de Teatro
de mujeres.
Según Ander-Egg (p. 38) “Explicitar los objetivos es responder a la pregunta para
qué se hace”. Como puede observarse, mientras que el objetivo general plantea
que se pretende PROMOVER grupos de teatro comunitario de mujeres del Barrio
Toba, los objetivos específicos precisan que es a través de la DIFUSIÓN y la
GESTIÓN de producciones teatrales desde donde se puede lograr, incluso, un
festival de mujeres a nivel ciudad de Rosario. O sea, siempre hay una relación
directa entre ellos, una correspondencia entre objetivos, coinciden entre sí para
llegar a los logros que se proponen en el proyecto. Nunca van disociados.
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LA META
Meta es la precisión cuantitativa de las actividades, acciones o productos
resultantes del proyecto, por tanto se refiere a las cantidades que persiguen los
objetivos y deben expresarse en números. Es el resultado que se espera al final
de todas las actividades marcadas en el proyecto; es decir, se trata de productos
concretos. Puede haber una o más metas que describen los resultados que se
esperan alcanzar en determinados periodos. Algunos proyectos plantean sus
metas en inmediatas, mediatas y a largo plazo y así permiten planear las
directrices del proyecto y los compromisos en el año de duración del estímulo.
A pesar de que el objetivo y la meta están íntimamente ligados, se trata de
cuestiones bien diferenciadas, porque mientras el primero señala el fin último
que se pretende alcanzar, la meta precisa los resultados cuantitativos.
Ejemplo:
Objetivo: Realizar al final del taller presentaciones teatrales grupales en los
distintos espacios comunitarios del Barrio Toba.
Meta: Lograr que los grupos de mujeres del Barrio toba puedan articularse para
llevar a cabo las representaciones. .
Sugerencias:
1. Proyectá la meta y tomá decisiones pensando en ella. No dejes que la
inmediatez te impida ver el objetivo final.
2. Incorporá la congruencia y el compromiso a las metas proyectadas.
3. Considerá que pueden existir muchas circunstancias que afecten el
cumplimiento de las metas: tomá previsiones.

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
El cronograma es un instrumento muy útil para planear y dar seguimiento a las
actividades que se requieren para realizar un proyecto, porque permite visualizar
esas acciones en un tiempo predeterminado (día/día, semana/semana,
mes/mes), esto resulta especialmente útil para planear los tiempos de realización
de las actividades más importantes del proyecto. Se puede desglosar en
fracciones de tiempo más precisas como semanas, días u horas, si las
actividades así lo ameritan. El cronograma se estipula para cumplirse, no es un
simple requisito.

CÓMO PRESENTAR LA BIBLIOGRAFÍA


La bibliografía es fundamental en proyectos científicos y de investigación, pero
también en los artísticos, pues es necesario conocer contextos previos,
propuestas de otros autores, sucesos trascendentes o alusiones a documentos
importantes que hayan sido publicados y que se requieran para fundamentar los
antecedentes o justificar el proyecto. Incluir alguna bibliografía puede imprimir
una dosis de seriedad al proyecto.
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Para las referencias bibliográficas y citas textuales se recomienda, en el caso de


Argentina, las normas APA (si utilizás otro sistema tiene que ser el mismo en
todo el trabajo, nunca mezclar).

CÓMO SE EXPRESA LA BIBLIOGRAFÍA:


Apellido y letra del primer nombre del autor, (Año de edición del libro) Título del
libro (en cursivas), Tomo o volumen (en números romanos), Traductor (Inicial del
nombre y apellido del traductor), Número de edición (a partir de la 2da. ed.),
Lugar de publicación (en español aunque se trate de un libro en otro idioma):
Editorial. Respetar la sangría francesa.
Ejemplos:
Curci, R (2007) dialéctica del titiritero en escena. Buenos Aires: Colihue.
Lucca, J; Di Lorenzo, L; Comp. (2018) Memoria e identidad en las artes
escénicas de Rosario. Rosario: Glosa
Macgowan, K; Meinitz, W (1966) La escena viviente. H. Martínez, Trad. Buenos
Aires: EUDEBA.
Vega, R (1996) Escuela, teatro y construcción del conocimiento. Buenos Aires:
Santillana.
Cuando es sólo un capítulo del libro, se expresa así:
Chapato, E (2002) “El lenguaje teatral en la escuela” en Artes y Escuela (Cap. 3;
pp. 131-171) Buenos Aires: Paidós.
Citas electrónicas
Cuando se trata de fichas de páginas de Internet, es necesario indicar la fecha
en la que se llevó a cabo la consulta. Nombre de la página. Dirección
(subrayada).
Ejemplo:
Fundación UPM Guía para la formulación de proyectos
https://www.upm.uy/siteassets/documents/guia-para-la-formulacion-de-
proyectos.pdf consultado el 12 de agosto de 2021
Pérez, A (2021) 3 ejemplos de proyectos culturales innovadores.
https://www.obsbusiness.school/blog/3-ejemplos-de-proyectos-culturales-
innovadores consultado el 12 de agosto de 2021.
Universidad Nacional de Cuyo (2005)  Formulación de proyectos culturales
https://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/1098/fproyectosc.pdf consultado el
12 de agosto de 2021
Bibliografía consultada (por mí, para realizar este documento):
Ander-Egg, E; Aguilar Idáñez, M. (2005) Como elaborar un proyecto, 18ª edición,
Buenos Aires: Lumen/HVMANITAS.

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