Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Estos pueden ser algunos de los miedos a los que nos enfrentemos, porque
recordemos que, una vez muertos, no vamos a sentir dolor, ni pérdida. El
miedo, en realidad, es al temor en vida, que nos puede atormentar y del que
hay que ser consciente para evitarnos sufrimiento innecesario.
MI CREDO, MI CREENCIA ME HABLA DE UN JUICIO FINAL
*
Y LO CREO.
*AL FINAL DE LA VIDA TENDREMOS UN JUICIO, Y
ES EL PROPIO JUICIO SOBRE LA CALIDAD DE VIDA
QUE LLEVAMOS, Y NO PODRÁS AUTOENGAÑARTE.
“Lo que más prepara a las personas ante la muerte es revisar su vida y ver que
la han vivido bien; entonces hay que hacerse cargo para que cuando uno llegue
al final esté satisfecho de eso, y darle esa misma importancia a las relaciones
que formamos para que no quede nada sin decir”.
Preguntémonos?...
¿ VIVO CÓMO QUIERO?
¿ HeSido Valiente
Para Aceptar Mis
Errores ?
¿ME HE DADO A
CONOCER?
¿HE DEDICADO TIEMPO Y
ESFUERZO A LAS COSAS
VERDADERAMENTE VALIOSAS?
¿O VIVO MI VIDA POR
CAPRICHOS Y
BANALIDADES?
RECUERDA QUE EL NO DEJAR HUELLA
QUE TRASCIENDA EN ESTE MUNDO ES
IGUAL A NO HABER VIVIDO.
Lo creas o no, hay gente acostumbrada a hablar de la muerte.
No solo de la de los demás, también de la suya.
No solo porque hayan vivido la marcha de un amigo o
familiar, también porque quieren aprender a afrontar las que
vengan. Porque vendrán. Es una realidad que debemos
encarar tarde o temprano, y hoy tal vez es la fecha más
oportuna: todos vamos a morir. ¿Recuerdas 'Coco' y su
homenaje a la cultura mexicana en torno al Día de los
Muertos? Plantéatelo así. Es una excusa para charlar de un
tema tabú con la mayor curiosidad y espontaneidad posible.
1. Recuerda: tú también vas a morir
Es el primer paso. En una sociedad que idolatra la
juventud y que rehúye la muerte, es lógico que rechaces
la realidad de que no te vas a quedar aquí para siempre.
Pero no es así.
Tú también vas a morir. Es lo que algunos científicos
llaman sesgo de confirmación, negamos nuestra propia
mortalidad y nos engañamos con que nunca sucederá,
algo más habitual en quienes no han perdido a nadie
cercano..
IDENTIFICAR Y EXPRESAR A QUÉ TENEMOS MIEDO
Podemos incluso hacer una lista escribiendo todo aquello que nos
angustia sobre el tema para encontrarle más sentido. Hablar de ello
con nuestros seres queridos o con profesionales también puede
aliviarnos y ayudarnos a liberar la ansiedad.
2. Habla de ello ahora, no pasa nada
En el caso de ser temas personales, lo mejor es hablar con las personas con las que
hemos tenido algún problema, escribirles una carta o similar, que nos ayude a
descargarnos de sensaciones de incomodidad ante un asunto sin zanjar.
Cada cosa, positiva o menos positiva, nos ha ayudado a ser quienes somos: ese ser
único e irrepetible que siempre, y de muchos modos, ha enriquecido la vida de
quienes le rodean, aunque, a veces, haya sido a través del sufrimiento.
Porque, aunque nos resulte difícil de creer, incluso los momentos poco positivos
han ayudado de alguna manera tanto a quienes han recibido nuestros desaires
como a nosotros mismos.
En realidad, ninguna de estas tareas es especifica del
duelo. Todas ellas pueden formar parte de nuestra vida
cotidiana y son demasiado enriquecedoras como para
dejarlas, exclusivamente, para situaciones vitales
extremas.