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TEMA 2: DESCUBRIMIENTOS 3º Y 4º (C y D): EL ENCUENTRO, LOS VALORES

Y LAS VIRTUDES.

En el tema 1 hemos descubierto los diferentes modos y niveles de realidad y hemos


distinguido las experiencias lineales y las experiencias reversibles. Hemos descubierto también
que los distintos modos de realidad piden actitudes adecuadas: en el nivel 1, las relaciones son
interesadas y dominadoras. En el nivel 2, las relaciones son respetuosas y generosas.

En el tema 2 vamos a descubrir por dentro, lo que significa encontrarnos.

2.1. La experiencia reversible del encuentro personal.


En el nivel 2, en las experiencias reversibles creamos modos de unidad entrañables con
realidades del entorno abiertas (ámbitos) al tratarlos como tales. Cuanto más valiosas son las
realidades, más exigencias nos plantean (tablero-> marca pautas y seguir las normas->
ajedrez), lo que a su vez hace que nos enriquezcamos más, al encontramos con ellas, nos
entrelazamos y enriquecemos mutuamente.

El encuentro personal.

Las experiencias reversibles pueden tener distintos rangos en función de la realidad con la que
nos relacionamos, pq no todos los ámbitos tienen el mismo rango. Cuando vivimos esas
experiencias reversibles con los ámbitos, cuando entramos en ese campo de juego común, nos
encaminamos al ENCUENTRO. El ENCUENTRO es el modo privilegiado de unión que
establecemos con realidades que son ámbitos, realidades abiertas dotadas de un singular
poder de iniciativa.

Por ejemplo, un objeto puede ser una herramienta, por lo tanto, se puede ambitalización (se
acerca a lo que es un ámbito), es decir, si descubrimos que nos ofrece una posibilidad creativa
que nos vincula con una realidad de un valor superior, y realizamos una transfiguración, que
nos lleva a un nivel 2, de creatividad, que conlleva, respeto, estima, … Pero hay realidades
superiores por sí mismas, por ejemplo, un ser vivo del mundo vegetal, tiene un rango superior.
Por eso, el cultiva el sentido ecológico, para respetar la naturaleza supone una apertura. Por
encima hay una realidad superior, un perro, son seres vivos animados, con los que
establecemos relación superior, los alimentamos, nos relacionamos con ellos, los cuidamos. En
otro rango superior se encuentran las personas, son el máximo rango. Por ello, el valor
supremo del encuentro es cuando es realizado por dos seres personales. ENCUENTRO es la
forma elevada de unión de la persona con otra realidad, y especialmente con otra persona.
Cuanto más elevada es la realidad que tratamos, más valiosa puede ser nuestra unión, la cual
se consigue respetando a esa realidad y concediéndole todo su valor. No se trata de estar
cerca físicamente, sino de entrar en un mismo campo de relación y enriquecerse mutuamente.
Por eso, los modos de unión más relevantes se dan en las experiencias reversibles que vivimos
con las personas. Si se trata de una persona –máximo nivel de relación– el encuentro puede
llegar a su plenitud.
Esta forma de ver nuestra realidad lleva consigo una transfiguración de mente y actitud:

 Cuando descubrimos una realidad distinta a nosotros que se convierte en íntima sin
dejar de ser distinta. (nivel 1 -> nivel 2)
 En este nivel, términos que se oponían ahora se convierten en contrastes (son
diferentes) (tuyo/ mío-< nosotros, dentro/fuera (música: esta fuera, pero a la vez
dentro de la persona, aquí/ allí, libertad /norma). Cuando dos personas se encuentran,
ambas se hallan dentro del mismo campo de juego común, donde las realidades se
encuentran en diferentes sitios, pero no están separadas. De manera que cada
realidad nos pide una actitud adecuada, en el nivel 2 se fundamenta en el respeto, la
generosidad, … Al adoptar esta actitud, aumentamos nuestra capacidad de asumir
activamente las posibilidades que nos ofrezca y de dar las nuestras. Este intercambio
generoso crea un campo operativo común, con el que nos enriquecemos mutuamente
y creamos una relación íntima. (tú me influyes, yo te influyo -> buscamos juntos una
salida a una propuesta). Esta colaboración crea un campo de juego común, una
participación lúdica (la entrega generoso de lo mejor de nosotros) es el ENCUENTRO.
Estamos ante un fenómeno creativo, propio del nivel 2.

Para que el ámbito de participación, que es el encuentro sea sólido, debemos cumplir una
serie de requisitos.

2.2. Las condiciones del encuentro.

Para crear un encuentro, hemos de cumplir las exigencias que nos plantean las actividades
realizadas en el nivel 2.
1. La generosidad: la facilidad para abrirnos a los demás, no para dominarlos, sino para
enriquecernos mutuamente. Es la virtud que nos hace abrirnos al otro con voluntad de
ayudarlo a madurar y crecer como persona. La generosidad inspira las demás
exigencias del encuentro.
2. La disponibilidad de espíritu: nos lleva a escuchar las propuestas de otras personas y
vibrar con ellas. Esa capacidad se llama simpatía y hace posible la verdadera
comunicación entre las personas.
3. Esa comunicación establece una autentica empatía y solidaridad, sintonizar con los
otros, a acoplarnos en lo posible a sus gustos y su modo de ser, compartir en alguna
medida sus gozos y sus aflicciones.
4. La veracidad: la franqueza que nos lleva a mostrarnos como somos, sin deformaciones
tácticas.
5. La sencillez: inspira un trato de igualdad. Es la espontánea aceptación de las propias
limitaciones y la disposición a complementarse con otras personas.
6. La comunicación mutua y cordial: la disposición a participar en los sentimientos de los
otros y a expresar los propios, intercambiar ideas, anhelos y proyectos, se crea
intimidad y se anima a compartir la vida del otro de forma activa, creando vínculos
entrañables.
7. El perdón: dar la posibilidad de comenzar de nuevo, considerar un momento dado
como un nuevo origen, pq cada comienzo lo realizamos con energía renovada.
8. La fidelidad: la firme decisión de crear en cada momento de la vida lo que, en un
momento, se prometió crear. La fidelidad implica flexibilidad de espíritu, no terquedad
ni rigidez. Es una actitud creativa.
9. La paciencia: el ajuste a los ritmos naturales.
10. La cordialidad: la actitud de amabilidad en el trato que engrasa las relaciones
humanas.
11. La seguridad en sí mismo, la solidez de las convicciones, la coherencia en las actitudes.
12. Compartir actividades elevadas: que crea entre nosotros modos de unión entrañables.
Cuando varias personas participan de una realidad valiosa, se unen a ella íntimamente
y crean un vínculo fuerte entre sí.

2.3. Descubrimiento de los valores y las virtudes.


Todos los valores nos permiten realizar distintos modos de encuentro y desarrollar la
personalidad de manera que, todo valor puesto en práctica nos permite crecer como personas.
El valor se descubre por experiencia (cuando perciben un acto generoso sabe lo que es la
generosidad), en un momento determinado o de forma paulatina. Cuando Los valores nos
ayudan a “ser más”, a crecer como personas tanto en el aspecto físico, psicológico y espiritual.
Acabamos de descubrir lo que son los valores.

Cualquier valor cuando es asumido como forma de conducta propia se convierte en virtud
(fuerza o capacidad para actuar de una determinada manera), en capacidad para el encuentro,
para crear modos elevados de unidad. Esta configuración de nuestro modo de ser se convierte
en una segunda naturaleza que vamos adquiriendo al realizar determinados actos y adquirir
ciertos hábitos. La persona éticamente valiosa es el que configura un modo de ser que lo
dispone favorablemente para crear relaciones de encuentro (Una persona que se desarrolla de
forma valiosa como ser humano, se dispone a crear esas relaciones de encuentro pq en su
actitud están los valores que facilitan el encuentro)

El encuentro es el entrelazamiento de dos o más ámbitos vitales que se entregan


generosamente al crear un campo de juego común.

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