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CURSO ONLINE DE
MEDICINA DE ANIMALES EXÓTICOS

Unidad 7.
Enfermedad Renal y Osteodistrofia en Reptiles:
¿Cómo tratarlos cuando ambos procesos
concurren?

CURSO ONLINE DE MEDICINA DE ANIMALES EXÓTICOS

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Unidad 7. 2
ENFERMEDA OSEA METABOLICA EN REPTILES: QUÉ HAY DE NUEVO
Andrés Montesinos LV, Ms
Las enfermedades óseas metabólicas (EOMs) son un grupo de

condiciones que continúan castigando a los dueños de reptiles y sorprendiendo
a los veterinarios. Con el tiempo, el conocimiento base de cómo
diagnosticarlas, tratarlas y de cuáles son sus causas predisponentes ha ido
creciendo pero siempre en base a una extrapolación de medicina humana y
medicina de mamíferos. Aunque los papeles de la radiación UV-B (280 – 415
nm de longitud de onda), calcio, fósforo y colecalciferol (Vit D3) están mejor
comprendidos en algunas clases de EOM, todavía hay muchos factores “X”
que no lo están. Así pues, el diagnóstico cuantitativo de la EOM ha sido difícil
no sólo en términos de estadio de la enfermedad, sino también a la hora de
determinar si la enfermedad está o no presente. Las opciones de tratamiento
también presentan un reto a la hora de corregir los factores de manejo, las
modificaciones en la dieta, la selección de la modalidad de las medicaciones y
los regímenes de frecuencia y dosis.
Las iguanas (Iguana iguana) han sido la especia que ha suministrado las
presentaciones clásicas más comunes de EOM, como el hiperparatiroidismo
secundario nutricional (NSHPT en inglés) y el hiperparatiroidismo secundario
renal (RSHPT) durante muchos años. Aunque la popularidad y la frecuencia
con la que se presentan en la clínica las iguanas ha disminuido, ahora otras
especies de reptiles han rellenado el hueco, siendo las EOMs todavía una
presentación muy común en todas ellas, siendo las tortugas y los lagartos los
más representados. Con el giro en la presentación de nuevas especies
afectadas, el reto es identificar los síntomas iniciales de la enfermedad.
Dragones barbudos (Pogona vitticeps), camaleones, dragones de agua
(Phisignatus concincinus), uromastyx, gecos y especies de tortugas como las
terrestres del género Testudo, Stygmochelis o acuáticas como el grupo de las
Trachemmys son las nuevas especies más comunes. En lugar del típico
ambiente diurno y dieta vegetariana de las iguanas, se abre todo el espectro de
posibilidades para padecer las EOMs por lo que se deben contemplar todas las
posibilidades de causas y desencadenantes (En teoría los gecos al ser
especies nocturnas no necesitan suplemento de luz UV). Aunque la clásica
presentación de mandíbula de goma y brazos / patas tipo Popeye puede
aparecer en algunas especies, hay toda una nueva pléyade de síntomas en
otras especies.
Las radiografías y el análisis de sangre siguen siendo el mejor método

de comienzo y de establecimiento de un diagnóstico presuntivo pero hay que
seguir aplicando técnicas de medicina basada en la evidencia para avanzar en
el correcto descubrimiento de los factores desencadenantes.
Unidad 7. 3
Homeostasis del calcio
El calcio es un mineral que necesita ser consumido como parte de la

dieta de los reptiles (quizás incluso como parte del agua ambiental). El calcio
es necesario para el mantenimiento fisiológico de los huesos, la producción de
huevos, actividad celular, contracción muscular (incluido el corazón), transporte
celular en el cerebro y a través del intestino, además de ser el factor III de
coagulación.
La absorción de calcio es regulada según la sal de calcio ingerida, los
niveles de fósforo en la dieta, la salud del tracto GI, niveles de colecalciferol (Vit
D3), niveles de calcitonina y niveles de PTH. El calcio y el fósforo se unen
formando un conglomerado denominado hidroxiapatita que es el mayor
componente de los huesos y de los dientes. Como sucede en los mamíferos
también los niveles de magnesio ejercen juegan un papel en la regulación del
calcio aunque más datos basados en estudios experimentales son necesarios
para comprender mejor su papel.
El siguiente factor a considerara es el colecalciferol. Cómo trabaja

depende de la especie de reptil. En cocodrilos, mayoría de serpientes y
algunos quelonios carnívoros, su estilo de vida nocturno y la ingestión de
presas completas ha guiado su evolución a que el colecalciferol sea
completamente o casi completamente conseguido de forma oral a través de la
dieta. Para muchos lagartos diurnos insectívoros y/o herbívoros, quelonios
herbívoros o carnívoros diurnos, las radiaciones UVB (280-315 nm de longitud
de onda) y UVA (315-400 nm) son necesarias para activar la vía de activación
del colecalciferol. Provitamina D3 (7- dihidrocolesterol) en la piel es convertido
por las radiaciones UVB y UVA a provitamina D3. Previtamina D3 es
termoquimicamente isomerizada a colecalciferol en la piel, con mayor ratio a
mayor temperatura, sin embargo, si se producen niveles tóxicos de
colecalciferol, el mismo mecanismo puede romper el colecalciferol en los
inertes taquisterol o lumisterol, o de vuelta a provitamina D3. Este mecanismo
de seguridad no se sabe si funciona en reptiles enfocado únicamente al
colecalciferol ingerido en la dieta, pero está claro que sólo tamponiza niveles
medios o bajos, no una elevación alta repentina (iatrogénica).
Una vez que el colecalciferol está sintetizado, bien a través de la

radiación, si viene de la dieta o iatrogénico, el camino es el mismo. El
colecalciferol se transporta al hígado donde se hidroxila en 25-
hidroxicolecalciferol (calcidiol) y luego se lleva a los riñones para la
hidroxilación final a calcitriol (1,25-dihidroxicolecalciferol) la forma
biológicamente activa de vitamina D3.
Unidad 7. 4
El calcitriol es el que incrementa la absorción de calcio y fósforo en el

intestino, incrementa la desmineralización del hueso para subir el nivel de
calcio en sangre, estimula el sistema inmune (comprobado en mamíferos, no
en reptiles aún) y crea un microambiente nocivo para células tumorales
(comprobado en mamíferos, no en reptiles aún). En ciertas situaciones el
calcitriol es regulado por los estrógenos, la hormona del crecimiento y la
prolactina en los mamíferos y existen muchas evidencias de que también es
así en los reptiles pero es necesaria más investigación de otros factores de
regulación hormonales en los reptiles. Los niveles de calcio y fósforo, entre
otros parámetros pueden afectar a la hidroxilación del calcidiol en el riñón. La
hormona paratifoidea (PTH) incrementa la hidroxilación del calcidiol a nivel
renal. En oposición, los niveles altos de calcitonina (producida en las glándulas
ultimobranquiales) inhiben la desmineralización del hueso y tiene un efecto
negativo sobre la producción de PTH.
Los huesos sirven de depósito, almacenando o suministrando calcio y

fósforo según la acción del calcitriol, calcitonina o PTH, a través de un
mecanismo pasivo de rellenado. Los riñones son la pieza final del puzzle,
realizando la hidroxilación del calcidiol. También responden al calcitriol con un
incremento en la reabsorción del calcio a nivel glomerular y un incremento en la
excreción de fósforo.
TIPOS DE EOMs
Hay varios tipos de EOM y aunque los propietarios puedan referirse a

ellas en sensu lato, los veterinarios deben identificar cuál tipo es el que se les
está presentando en orden al mejor diagnóstico, pronóstico y tratamiento. Los
dos tipos de EOM más frecuentes son el NSHPT y el RSHPT. La mayoría de
estas enfermedades se presentan en un estadio avanzado debido a la
ignorancia de los propietarios, el estoicismo y resistencia de los reptiles y la
lenta progresión de las patologías en esta clase de pacientes. Es muy
importante recalcar en la primera consulta el pronóstico y la lenta recuperación
de los animales, especialmente en términos de financiación y coste emocional.
El NSHPT se suele presentar en animales jóvenes o inmaduros. En

estos caso puede iniciarse por inadecuado suplemento de calcio oral,
desequilibrio de calcio y fósforo en la dieta, suplemento inadecuado de
colecalciferol en dieta, inadecuado suplemento de radiación UV, inapropiado
suplemento de temperatura y humedad o combinaciones de todos los
anteriores elementos en todas sus posibilidades que acaban con depleción de
los niveles de calcio y aumento de la producción de PTH. Como las
necesidades de calcio no cumplen la expectativa, empieza una afección clínica
de los huesos y de las necesidades musculares de calcio.
Unidad 7. 5
En la mayoría de los lagartos suele haber una presentación de o bien

insuficiencia de las necesidades o bien adecuadas necesidades suministradas
a un grupo de animales donde las pugnas territoriales arrastran a uno de los
individuos a zonas con menor exposición a la radiación UV o son obligados a la
ingesta de una parte de la dieta. Por cualquiera de estas causas, los animales
afectados comienzan con dificultades para la movilidad y afecciones de la
mandíbula y labios, que les llevan a elegir solamente las partes más blandas
de la dieta, y a su vez la afección comienza a desarrollar gingivitis, estomatitis y
tremores de la musculatura de las extremidades y la lengua. El estreñimiento
aparece en todas las formas de EOM, con aparición de ausencia de
defecación, diarreas (mecanismo de rebote) o prolapsos de cloaca. Los
siguientes estadios conllevan a la aparición de parálisis del tercio posterior,
espondilitis por fracturas vertebrales y fracturas pélvicas que pueden ocasionar
distocia y más estreñimiento. En los camaleones además como signo temprano
se ve la incapacidad de retracción de la lengua o su parálisis.
En quelonios se observan caparazones blandos, descamados, alteración

de la ramphoteca y parálisis caudal. El estreñimiento en tortugas también es
característico especialmente en animales juveniles como único signos antes de
la deformación del caparazón. En todas las especies el final de la enfermedad
acaba con convulsiones, parálisis y alteraciones respiratorias, así como
arritmias y finalmente parada cardiaca.
El RSHPT suele ser una condición de animales más mayores, donde un

lento declinar de la función renal eventualmente lleva a la incapacidad de los
riñones a responder a los estímulos para retener calcio y excretar fósforo. Al
principio de esta enfermedad existe cierta compensación aumentando la
absorción gastrointestinal, pero al final no se retiene calcio y se llega a una
incapacidad para transformar el calcidiol en calcitriol que lleva a una
incapacidad para responder a los estímulos de la PTH con la correspondiente
hipertrofia de las glándulas paratiroideas. El mayor problema parece ser la
hiperfosfatemia debido a la incapacidad par la excreción de fósforo. A
diferencia del NSHPT, en esta variedad de EOM los reptiles no llegan siquiera
a desgastar los huesos. Los animales se presentan en consulta con
convulsiones, colapso yo tremores debido a la hipocalcemia y sobre todo a la
hiperfosfatemia. La mayoría de las veces, estos reptiles también están
anoréxicos y letárgicos. La analítica sanguínea suele ser diagnóstica y los
riñones cuando se pueden palpar, están nefromegálicos, especialmente en los
estadios finales de enfermedad.
La osteopatía hipertrófica se ha descrito únicamente en saurios

(lagartos). Los signos clínicos son cojera, extremidades dolorosas y ausencia
de movimientos voluntarios. Tal y como sucede en mamíferos, se suele
describir una patología pulmonar asociada, aunque no suele dar signos clínicos
Unidad 7. 6
relevantes. En los lagartos la osteopatía hipertrófica tiene una etiología

idiopática.
La osteopetrosis en reptiles también ha sido casi exclusivamente

diagnosticada en lagartos y los signos clínicos son todos los relacionados con
la cojera, debido a la fragilidad y fractura de los huesos.
La forma de EOM conocida como osteitis deformans en reptiles se cree

que puede deberse a una progresión de osteomielitis a osteoartrosis crónica y
espondilitis. Es particularmente frecuente en serpientes y sólo descrita en este
tipo de reptiles.
Aunque no se ha descrito en reptiles, en teoría, pueden existir tumores

de las glándulas paratiroideas que lleven a un desbalance del calcio
(hiperparatiroidismo primario). También en teoría un exceso de puesta como
sucede en la aves podría suponer una depleción de las reservas de calcio que
lleve a fracturas como las que se ven el los casos de NSHPT, pero la mínima
cantidad de calcio contenido en los huevos de los reptiles hace esta hipótesis
muy poco probable.
En todos los casos de EOM existen complicaciones que suelen ser

infecciones secundarias, deshidratación, malnutrición crónica, etc… que
requieren la misma atención por parte de l clínico si queremos asegurara el
éxito de la terapia de las EOMs.
DIAGNÓSTICO
1. Imprescindible la historia clínica detallada con especial hincapié en la

temperatura ambiente y humedad, tipo se sustrato, dieta y
características de la luz UV.
2. El examen físico con la duración de los signos clínicos pueden hacer
sospechar de EOM
3. Hematología. No va a darnos un dg definitivo pero va a ayudar
mucho a descubrir la presencia de infecciones secundarias y
anemias
4. Bioquímica sanguínea convencional. Calcio, fósforo y sus relaciones
son los más destacable, hipocalcemia, hiperfosfatemia y relación
menor a 1:1 entre Ca y P. Ocasionalmente se puede ver sólo
hipercalcemia pero puede ser normal en algunas especies de
serpientes (gen Drymarchon). La fosfatasa alcalina es un dato de
alerta en cualquiera de los hiperparatiroidismos, especialmente en
tortugas de tierra con grandes reservas óseas de calcio. Es
especialmente importante obtener muestras de sangre no
contaminadas con linfa. Para ello es necesario que se extraiga de
Unidad 7. 7
yugular en el caso de tortugas o de las venas coccígeas en el caso

de los lagartos. La punción cardiaca es el mejor método en
serpientes.
5. El calcio iónico ha sido ampliamente estudiado en la EOM de la
iguana común (Iguana iguana). Los valores normales para esta
especie no varían según el género o la edad. Se puede enviar a
laboratorios externos o medir usando aparatos tipo I-Stat.
a. Iguanas: 1.47 (±0,105mmol/l)
b. Género Testudo : 1,32 (±0,14mmol/l)
6. Estudio de los niveles de vitamina D o más exactamente de calcidiol
(25 – OH- colecalciferol). Normalmente esta disponible en los
laboratorios comerciales españoles por el método de
quimioluminiscencia por lo que pueden ser ligeramente diferentes los
valores que se encuentran en la literatura.
a. Trachemmys scripta con suplemento de radiación UV: 71,7
±46,9 nmol/L
b. Trachemmys scripta sin suplemento de radiación UV: 31,4 ±
13,2 nmol/L
c. Testudo hermanii, Testudo graeca y T. marginata en exterior:
28,41 ± 7,2 nmol/L.
d. Iguanas de Ricord (Cyclura ricordii) salvajes: 554 nmol/L.
e. Iguanas rinoceronte (Cyclura cornuta) salvajes: 332 nmol/L
f. Iguanas rinoceronte (Cyclura cornuta) cautivas: 317 nmol/L
g. Camaleón pantera (Furcifer pardalis) con luz UV: 604-1510
nmol/L
h. Camaleón pantera (Furcifer pardales) sin luz UV: 92-234
nmol/L
i. Iguanidos en interior: 44 ± 25 nmol/L
j. Iguanidos en exterior: 105 ± 70 nmol/L
k. Iguanas de las Fidji ( exterior e interior) : 78 ± 46,9 nmol/L
l. Huevos de Iguanas de las Fidji: 33,6 ±6,6 nmol/L
m. Huevos de iguánidos: 82,6 ±14 nmol/L.
7. Las radiografías se han usado muchas veces como dg primario en
muchos casos de EOM pero sólo detecta cambios mayores al 30 %
en la densidad ósea. Siempre es un elemento diagnóstico más que
ayuda a la valoración completa del cuadro y muchos de los aparatos
digitales contienen tablas de comparación de densidad ósea que se
pueden emplear para comparar la densidad entre el individuo
enfermo y los valores recogidos en reptiles sanos.
8. Biopsias de hueso. No son un método rutinario pero ayudan a
esclarecer la etiología de otras formas menos frecuentes de EOM.
Los huesos de los reptiles son menos densos que los de un
mamífero del mismo peso y la técnica de recogida no debe causar
lesiones o fracturas iatrogénicas.
Unidad 7. 8
9. Medición de PTH. Es un método ideal de diagnóstico pero todavía

hay que establecer niveles de referencia en el caso de la técnica de
quimioluminiscencia, que es la que emplean los laboratorios
españoles.
FACTORES DE DIETA Y DE MANEJO
El manejo y la dieta deben ser siempre revisados punto por punto y en

profundidad. Estas expectativas y que si nada cambia no se conseguirán
avances deben ser reiterados hasta la extenuación.
La temperatura no puede ser obviada en el manejo de la EOM. LA

acción de la radiación UV sólo es posible en adecuada temperatura. Muchos
reptiles se van a exponer más o menos a la luz dependiendo de la temperatura
y a veces la presencia de una luz radiante va a hacer que los animales la
rehúyen si no tiene oportunidad de escondites donde no se sientan demasiado
expuestos a depredadores. Según la latitud donde viva el animal las bombillas
de cerámica sin luz pueden ser necesarias en las noches de invierno.
No hay sustituto posible para la luz solar sin filtros. Siempre que exista la
posibilidad, los reptiles deben tener la oportunidad de ser expuestos a este tipo
de luz con cuidado de posibles sobrecalentamientos o quemaduras solares.
Como resumen para las necesidades de luz UV:
- Para lagartos diurnos de ambiente árido o quelonios, es

necesario altos niveles de luz UVB (10%) o luz solar sin filtro al
menos 12 h.
- Para lagartos arborícolas o tortugas semiacuáticas que se
solean como forma normal de comportamiento, luz UVB (5%) o
luz solar sin filtro al menos 12 h.
- Para lagartos de hábitos diurnos y quelonios de bosque, luz UVB
(5%) o luz solar sin filtro al menos 6 h.
- Para lagartos nocturnos y anfibios, luz UVB (2%) al menos 6 h.
- Las serpientes que obtienen vitamina D3 al ingerir sus presas
puede evitarse. Excepción son las serpientes de los géneros
Morelia, Drymarchon y Ophepdrys. Estas especies necesitan, luz
UVB (2%) al menos 6 h.
- En caso de duda, a cocodrilos y caimanes, así como especies de
tortugas exclusivamente acuáticas, luz UVB (2%) al menos 6 h.
- Todas las especies de reptiles amelanísticos, hipomelanísticos,
albinos, mutaciones claras, etc.… suplementos de luz UVB de
baja intensidad siempre con posibilidades de huir de estas
Unidad 7. 9
radiaciones y con especial monitorización de lesiones oculares o

cutáneas , luz UVB (2%) no más de 6 h.
En nuestra clínica siempre recomendamos luces de vapor de mercurio

tipo “Power sun” y mediciones con aparatos de control de luz emitida que
aseguren la luz UVB y UVB-UVA en conjunto. Al realizar las mediciones es
notable la variabilidad que existe en las radiaciones emitidas incluso dentro de
la misma marca comercial de luz. Los fluorescentes sólo son recomendables
para serpientes y lagartos nocturnos.
En el caso de reptiles en cautividad siempre se recomienda algún

suplemento de calcio excepto en aquellos animales que comen pienso o
comen sus presas completas. Curiosamente hay muy escasos estudios
científicos que evalúen la absorción de los distintos tipos de calcio en reptiles y
casi todas las recomendaciones se extrapolan de medicina humana pediátrica
y de los tratamientos de osteoporosis. En los mamíferos se requiere pH ácido
para la absorción de calcio y el calcio siempre se absorbe de forma ionizada.
De los reptiles conocemos muy poco, siendo lógico pensar que si un reptil se
traga la presa entera o la mastica, la forma de suplemento de calcio debe ser
distinta. En un estudio con 4 grupos de tortugas leopardo (Stygmochelys
pardalis) les ofrecieron niveles mínimos de calcio al grupo 1, niveles
recomendados al grupo 2, y 3 y 9 veces los niveles recomendados de calcio en
la dieta a los grupos 3 y 4. El grosor de los huesos se midió por escáner y
solamente las tortugas de los grupos 3 y 4 (3 y 9 veces el calcio recomendado)
crecieron de una forma adecuada en 6 meses. El suplemento añadido fue
carbonato cálcico y los animales se mantuvieron en las mismas condiciones
siempre. También, los animales de los grupos 3 y4, pese a haber crecido más
y más equilibradamente, mostraron calcificaciones metastáticas en tejidos
blandos.
El calcio puede ser aportado de muy diversas formas, lo importante es

conocer los puntos fuertes y débiles de cada uno tal y como se entiende en
medicina humana.
El carbonato cálcico es el más barato de los suplementos y debe

ingerirse con alimento. Requiere bajo pH para su absorción en el intestino y su
contenido es de un 40% de calcio elemental (1000 mg=400 mg de calcio).
El citrato cálcico no necesita ser tomado con alimento, no suele ser

causa de estreñimiento ni de formación de gas y tiene menor riesgo de
contribución a la formación de cálculos en el aparato urinario. Es más caro,
necesita mayor cantidad para aportar más calcio y su contenido elemental es
de 21% (1000 mg=210 mg de calcio).
Unidad 7. 10
El fosfato calcio o dicálcico es la forma de suplemento más usada en

medicina humana y en los antiguos suplementos de calcio para perros. Es muy
barato, fácilmente absorbido y no causa ni gas ni estreñimiento pero no tiene
sentido en los suplementos de reptiles ya que contribuye enormemente al
desequilibrio calcio vs. fósforo. En opinión del autor esta forma de calcio sólo
va a causar problemas.
El lactato cálcico tiene una absorción similar al carbonato cálcico pero es

bastante más caro. El lactato, gluconato y glucobionato cálcico no se usan en
medicina humana como suplementos orales porque requieren mucho volumen
ingerido pero son muy adecuados y seguros para suplementar reptiles.
La mayoría de suplementos que se venden en tiendas de reptiles no

están controlados y sus composiciones pueden ser muy bizarras, incluso
algunos contienen niveles tóxicos de vitamina D3. Siempre hay que comprobar
la marca y la composición del suplemento que el propietario está suministrando
al animal. Además, los niveles altos de cualquier suplemento de calcio hacen la
comida impalatable y muchos animales van a despreciar la comida ofrecida,
especialmente las tortugas.
El suplemento de calcio en los insectos ofrecidos se ha recomendado

durante muchos años ya que la mayoría de los insectos son muy pobres en
calcio y ricos en fósforo con excepción de las lombrices de tierra y los
saltamontes. Espolvorear los insectos puede aportar algún beneficio pero la
mayoría de las veces los animales pierden el calcio en polvo que se les ha
depositado en el exoesqueleto al mínimo movimiento. La otra forma es
alimentar a los grillos e insectos con alimento rico en calcio. El principal
problema es que este tipo de alimento resulta impalatable para los grillos. Se
desarrollaron dietas a principio de los noventa para cargar de calcio a los
insectos pero han resultado un fracaso por que la mayoría de los artrópodos no
se las comen y si las ingieren deben ofrecerse rápidamente a los reptiles o los
grillos morirán en dos días. Algunos insectos como los gusanos de la miel
(Galleria spp) no pueden cargarse de calcio porque ingieren un tipo especial de
alimento. Existen piensos para grillos de la marca Mazuri muy adecuados y
palatables para grillos. Otra buena recomendación aceptable es alimentar los
grillos con pienso de gallina ponedora o con pienso de loro. Los vertebrados
ingeridos como presa entera tiene un buen ratio calcio fósforo excepto los
pollitos de un día o los ratones de 1 semana que a largo plazo pueden no ser
adecuados.
En el caso de los herbívoros podemos resumir diciendo que cuanto más

fibroso es un vegetal, más calcio contiene, pero menos apetecible es para el
animal. La mayoría de los henos contienen excelentes balances de calcio y se
pueden ofrecer como alimento para tortugas de climas áridos o colocarlos
Unidad 7. 11
como sustrato que acaban ingiriendo. De los vegetales de consumo humano,

solamente las hojas contienen proporciones 1:1 de calcio fósforo incluida la
lechuga, excepto la variedad “Iceberg”. El resto de frutas, hortalizas,
germinados y legumbres contienen ratios favorables al fósforo.
El suplemento de colecalciferol o calcidiol oral está muy discutido. No se

conoce con certeza si debe darse uno, el otro con o sin calcio añadido y si es o
no una fuente de derroche de dinero o incluso si puede ser tóxico. En nuestra
experiencia nunca los recomendamos como suplemento, sólo si los niveles
medidos lo recomiendan o en el tratamiento de NSHPT.
Con respecto al piramidismo en el caso de los quelonios, sólo es normal

en las tortugas indias del genero Geochelone elegans. Se han hecho diferentes
estudios con G. sulcata y parece ser que las dietas altas en proteína junto a
niveles bajos de humedad son lo que más afecta a este tipo de crecimiento
patológico.
TRATAMIENTO
Una vez diagnosticada la EOM e intentado su clasificación, hay algunos

tratamientos que ciertamente van a ayudar a la más pronta mejoría de los
animales.
Una vez más, como se ha discutido previamente, se deben corregir los

factores de manejo.
El tratamiento con calcio parenteral, 100 mg/kg de gluconato cálcico

debe reservarse para animales con tetania. En nuestra experiencia, se debe
inocular, mejor IV, cada 6 horas hasta que los tremores cesen. Una vez que
han desaparecido los temblores o la tetania, debe pasarse a suplemento por
vía oral. Recomendamos el uso de gluconato calcio inyectable siempre (forma
de medicina humana) y en ocasiones para el suplemento de ejemplares de
tortugas que se niegan a comer ningún tipo de suplemento oral y tiene niveles
de calcio iónico realmente bajos, además de otras complicaciones como
estreñimiento. Las formas inyectables de veterinaria amalgaman varios
gluconatos de calcio y llevan un suplemento de magnesio. Normalmente son
muy beneficiosas pero muchas veces requieren dilución. Todas las formas
inyectables son aptas para el uso oral y palatables.
El suplemento de calcitriol se ha recomendado de forma inyectable a

400 UI/kg IM en las dos primeras semanas de tratamiento de la EOM,
especialmente de los NSHPY y RSHPT. Nuestra recomendación es usarla a
200 UI/Kg por vía oral y mejor si tenemos mediciones de calcidiol o calcitriol.
También, sólo en las dos semanas de tratamiento iniciales.
Unidad 7. 12
El uso de calcitonina de salmón también es un clásico en el tratamiento

de la EOM y en nuestra experiencia tiene un buen funcionamiento. Sólo debe
usarse con niveles adecuados de calcemia y se considera que tiene un efecto
analgésico en el dolor asociado a esta enfermedad, al menos en medicina
humana. Se emplea a razón de 50 UI/Kg Im tras reestablecer la calcemia y
usamos un tratamiento separado de otro en dos semanas. No usar si no se
tiene valores de calcio normales.
Los bifosfonatos (etidronato y ácido pamidrónico) se emplean en

medicina humana para prevenir la pérdida de hueso y tratar la osteoporosis, la
enfermedad de Paget, las metástasis en hueso con o sin hipercalcemia, el
mieloma múltiple y el hiperparatiroidismos primario. Se han empleado de forma
anecdótica en reptiles a dosis empíricas. Tienen su lugar para propietarios
comprometidos y en casos donde se permite un control total de los niveles de
calcio iónico y de calcidiol.
Terapia de soporte. La nutrición forzada, fluidoterapia, analgesia y
cobertura antibiótica nunca debe obviarse en el tratamiento de la EOM.
PATOLOGÍA RENAL EN REPTILES
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA RENAL
El tracto urinario de los saurios consta de dos riñones conectados a una

vejiga urinaria o a la cloaca mediante un uréter cada uno. La presencia de
vejiga de la orina, que comunica con la cloaca a través de la uretra, depende
de la especie. Entre los lagartos, no existe en Anguidea y algunos varanos; en
Agamidae y Teeidae encontramos una vejiga rudimentaria, y en camaleones,
iguánidos, gecos, escíncos, lagartijas de muro y algunos varanos la vejiga de la
orina está completamente desarrollada. En todos los quelonios existe vejiga de
la orina y los uréteres no están conectados a la misma, desembocando en la
cloaca y por movimientos retrógrados la orina se almacena en la vejiga,
existiendo una comunicación de agua y sales minerales desde la vejiga al
compartimento intravascular, donde se concentra o aclara la orina según las
necesidades del animal. Las tortugas terrestres tienen dos divertículos
accesorios a los lados de la vejiga. En los reptiles donde no existe vejiga, es el
colon el que realiza esta función. Así pues, se puede realizar una vejiguectomía
en animales que lo requieran sin amenazar la vida del animal1
En la mayoría de lagartos los riñones están situados profundamente en

el canal pélvico. Los varanos son una excepción, puesto que en ellos se hallan
en el celoma caudal. Los riñones son estructuras simétricas, alargadas,
ligeramente lobuladas y aplanadas dorsoventralmente. En muchas especies la
Unidad 7. 13
parte caudal de los dos riñones está fusionada, sin embargo, en Varanus
salvator y algunos camaleones los dos órganos se mantienen totalmente
separados. Los riñones en la serpientes se sitúan en el 25% distal del cuerpo y
en las tortugas ocupan una posición retroperitoneal en la parte dorsocaudal de
la cavidad celómica.1
La cloaca se divide en tres regiones: coprodeo, desembocadura del

recto; urodeo, desembocadura de urinario y genital, y proctodeo, tramo final
que comunica con el exterior.1 La orina producida en el riñón pasa a través del
urodeo antes de entrar en la vejiga.2 Como veremos en el apartado de técnicas
diagnósticas, estas peculiaridades anatómicas disminuyen la utilidad del
urianálisis en reptiles en comparación con los mamíferos.
Los riñones no tienen pelvis ni pirámides, ni están divididos en médula y

córtex. Se componen de unos pocos miles de nefronas relativamente cortas y
con menor vascularización glomerular en comparación con otras especies. El
glomérulo se continúa con el segmento del cuello, el túbulo proximal y el
segmento intermedio, todos ellos con células cuboidales ciliadas, y el túbulo
distal, cuyas células no tienen cilios. No hay asa de Henle, por lo que los
riñones no pueden producir orina hipertónica. Al túbulo distal le sigue el
denominado segmento sexual (ausente en quelonios), cuyas células aumentan
en los machos en época de celo, y a continuación la nefrona desemboca en el
conducto colector. Los uréteres se encuentran en la superficie ventromedial de
los riñones.1
Todos los reptiles tienen un sistema portal renal. Las dos venas portales
renales aferentes reciben sangre de la cola (vena caudal) y de las
extremidades posteriores (venas iliacas) y derivan en capilares que perfunden
las células de los túbulos renales. La sangre sale del riñón por las venas
portales renales eferentes, que confluyen para formar la vena postcava, la cual
lleva la sangre de vuelta al corazón. Sin embargo, las venas ilíacas disponen
de conexiones con las venas pélvicas antes de formar las venas portales
renales aferentes: la sangre puede desviarse del riñón hacia la vena abdominal
ventral, y de aquí dirigirse al hígado. La influencia farmacocinética de este
sistema accesorio existe y aunque el impacto no suele ser mayor del 15% en
los parámetros farmacodinámicos, se debe tomar en consideración en el caso
de medicamentos neurotóxicos o en el caso de drogas eliminadas
exclusivamente por excreción renal1
El metabolismo de proteínas y aminoácidos puede resultar en la

producción de amoníaco, urea o ácido úrico. El primero requiere grandes
cantidades de agua para ser eliminado, por lo que su producción se limita a
especies exclusivamente acuáticas (cocodrilianos, tortugas marinas, algunas
tortugas de agua dulce). La mayoría de lagartos terrestres, camaleones y
Unidad 7. 14
tortugas terrestres producen ácido úrico, el cual es secretado de forma activa

en el túbulo proximal. Las tortugas semi acuáticas producen entre un 25 y 70 %
de urea como metabolismo final de las proteínas.1
Además de la función de órgano excretor, el riñón de los reptiles es

responsable de la síntesis de vitamina C y de la conversión de 25-
hidroxicolecalciferol a sus formas activas: 1,25-dihidroxicolecalciferol y 24,25-
dihidroxicolecalciferol.1 Otra característica del riñón reptiliano es la presencia de
áreas neogénicas o zonas nefrogénicas capaces de producir proliferación y
regeneración. En casos de nefritis subaguda y crónica, estos procesos pueden
suceder a mayor velocidad. Finalmente, también se ha observado la capacidad
del epitelio tubular renal de reaccionar frente a material exógeno
encapsulándolo.3
ENFERMEDADES RENALES
Quistes renales
Los quistes renales pueden presentarse como un único quiste aislado,

un pequeño grupo o de forma difusa por todo el riñón. A pesar de que algunos
autores los han descrito únicamente como hallazgos de necropsia, sí tienen
importancia clínica, de especial relevancia en el caso de los quistes difusos por
todo el riñón. Además de afectar la función renal puede producirse distensión
abdominal y obstrucción cloacal por compresión. Se ha observado la
asociación de quistes renales con quistes hepáticos en Tupinambis
merianae.3,4
Depósito de pigmentos
Se trata de una alteración frecuente en reptiles. El pigmento se

denomina lipofuscina y guarda relación con la ruptura y absorción de células
sanguíneas dañadas.3
Nefrocalcinosis
Los depósitos de calcio pueden hallarse en cualquier parte del riñón,

pudiendo llegar a obstruir los túbulos renales. Generalmente es el resultado de
alteraciones en el metabolismo del calcio, y puede ser de origen multifactorial.
Algunos autores apuntan a deficiencias nutricionales, en especial de vitamina
D. Otros no hallan relación con la hipovitaminosis D.3 Finalmente, un aporte
Unidad 7. 15
excesivo de vitamina D puede conducir a hipercalcemia con calcificaciones

metastáticas en corazón, grandes vasos, tendones, intestinos, pulmones y
riñones.4 Las calcificaciones de grandes vasos y miocardio pueden conllevar
congestión periférica, déficits en la circulación y necrosis isquémica de la cola.
Los efectos gastrointestinales pueden incluir vómitos y maldigestión. El uso de
piensos de gato en la alimentación de tortugas semi acuáticas suele producir
calcificaciones renales en animales que lo han consumido de forma continuada
a lo largo de los años, debido a los altísimos niveles de vitamina D3 que
contienen.2
Hipovitaminosis A
La deficiencia de vitamina A produce metaplasia escamosa en gran

número de estructuras epiteliales. En reptiles se ha relacionado con
alteraciones en el epitelio tubular e interferencia en la excreción de uratos. Es
más frecuente en tortugas semi acuáticas.3,4
Gota úrica
La aparición de gota tiene lugar en casos de hiperuricemia por fallo en la

función renal, y consiste en el depósito de ácido úrico en tejidos. Estos
depósitos inducen en el organismo una reacción granulomatosa de tipo cuerpo
extraño. El conjunto de depósito de ácido úrico con reacción inflamatoria se
denomina “tophi”.4 Las dietas altas en proteína se consideran un factor
predisponente a gota úrica en herbívoros.2
Se han descrito dos formas de gota: visceral y articular o periarticular.

En la primera se afectan las superficies mesoteliales, incluyendo el saco
pericárdico, el peritoneo, el bazo, la cápsula hepática y otros tejidos como la
superficie y el interior del parénquima renal. En la forma articular, los depósitos
se encuentran en articulaciones, vainas de tendones, ligamentos y periostio.4
En fases iniciales de afección renal podemos observar cristales de ácido úrico
en las células epiteliales del segmento tubular proximal en muestras de tejido
fijado con formalina. Los cristales se van acumulando hasta llegar a romper la
membrana basal tubular, desencadenando una reacción inflamatoria y tophi de
uratos. Éstos se distribuyen por todo el riñón, en el intersticio o incluso en el
mesangio glomerular. Puede llegarse a obstruir el lumen tubular. En iguana
verde (Iguana iguana) se ha postulado que la osteopatía hipertrófica puede ser
una complicación grave de gota.3
Unidad 7. 16
Amiloidosis
La presencia de amiloidosis se ha descrito ocasionalmente en algunas

especies, por ejemplo en iguana verde.2 En 4 dragones de Komodo (Varanus
komodoensis) se identificó un material parecido al amiloide a nivel de intersticio
renal y mesangio glomerular.3
Edema renal
Es una consecuencia potencial de cualquier proceso que curse con

incremento de la presión hidrostática o disminución de la presión oncótica.
Suele asociarse a procesos agudos o per agudos. Probablemente es la
sintomatología más frecuente en camaleones, iguánidos y tortugas semi
acuáticas.4
Intoxicaciones
Las nefrotoxinas que afectan más frecuentemente a los reptiles son los
fármacos, entre ellos aminoglucósidos y penicilinas de cuarta generación.
Algunos autores recomiendan la administración de las sustancias
potencialmente nefrotóxicas en los dos tercios anteriores del paciente, a pesar
de que la relevancia del sistema porto renal en cuanto a nefrotoxicidad por
fármacos sigue en discusión.4
Otra causa común de intoxicación es la ingesta de metales pesados, por

lo que el propietario siempre debe controlar al animal si éste sale de su
terrario.4 Se ha descrito la muerte por toxicidad por ingesta del insecticida
metil-azinfos en un Varanus exanthematicus, así como algunas serpientes. Las
especies más representadas suelen ser las tortugas semi acuáticas que
ingieren los plomos que acompañan a los termómetros y termocalentadores3
Traumatismo
Los traumatismos a nivel renal son poco frecuentes en lagartos

mantenidos en cautividad. De todos modos, en el terrario pueden producirse
accidentes, por ejemplo por caídas de troncos mal sujetos. Las tortugas
terrestres atropelladas y las semi acuáticas que se caen desde grandes alturas
son los animales más representados entre los reptiles con este tipo de
patologías.3
Unidad 7. 17
Neoplasia
La incidencia de neoplasias de tracto urinario en reptiles es baja. En el

caso de los riñones, las metástasis son más frecuentes que los tumores
primarios. En iguana verde hay referencias de adenoma tubular,
adenocarcinoma y carcinoma adrenal metastático. Cuando se han descrito
signos éstos han sido inespecíficos, sin embargo la presencia de una masa
firme en la base de la cola dorsalmente a la cloaca resulta sospechosa. En
machos activos es importante no confundir el segmento sexual con cambios de
origen neoplásico.2,3,,4
Nefrosis/nefritis
En reptiles pueden producirse glomerulonefritis, tubulonefritis,

pielonefritis, nefritis intersticiales, glomeruloesclerosis, nefroesclerosis,
glomerulonefrosis y tubulonefrosis.2,3 Las nefrosis se consideran la enfermedad
renal más significativa en la iguana verde, y se han relacionado con dietas
hiperproteicas. En ésta y otras especies relacionadas se ha descrito
tubulonefrosis de origen desconocido afectando a animales adultos,
especialmente de 4-6 años de edad. En fases terminales se producen
calcificaciones metastáticas. El mantenimiento de especies tropicales en
condiciones de baja humedad unidas a la ingesta de piensos comerciales está
entre las etiologías más frecuentes. También es relativamente frecuente en
tortugas mediterráneas alimentadas con piensos comerciales.2
Infección
Las bacterias son los organismos que afectan más frecuentemente a los
riñones en reptiles, y muchas veces son consecuencia de estados de
immunosupresión debidos a hipotermia, alta densidad de animales,
deficiencias nutricionales o cambios en el ambiente. También pueden
diseminarse por vía hematógena desde quemaduras, mordeduras, zonas
ulceradas o heridas por ectoparásitos, así como ascender desde la cloaca. Las
descritas más frecuentemente son gram negativas, y en particular de los
géneros Pseudomonas y Aeromonas. En Anolis carolinensis, Gekko
monarchus, Podarcis muralis y otros lagartos se han dado infecciones por
estreptococos alfa-hemolíticos con incarceración de túbulos por masas
bacterianas.3,4
Entamoeba invadens, parásito que afecta típicamente al tracto intestinal,

ha sido descrito como causante de necrosis renal en casos de infestación
generalizada en lagartos. Los protozoos se encuentran más frecuentemente en
Unidad 7. 18
las zonas necrobióticas alrededor de las lesiones, y pueden desencadenar

reacciones inflamatorias de distinto grado. En ocasiones se han identificado en
el espacio de Bowman o en túbulos sin lesiones. En el dragón barbudo
(Pogona vitticeps) se han encontrado microsporidios en vacuolas
citoplasmáticas de células epiteliales renales distendidas. Hexamita spp se cita
con frecuencia como causa parasitaria de enfermedad renal en tortugas semi
acuáticas. En animales con vejiga, especialmente en iguanas, son frecuentes
las infestaciones por Crypstosporidium en el epitelio de la vejiga urinaria.3
Miscelánea
Se ha descrito la dilatación idiopática de determinados segmentos

tubulares, por ejemplo de la porción de cuello túbulo en un camaleón pantera
(Furcifer pardalis).3
TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS
Anamnesis
Obtener una historia clínica detallada es importante en los casos de

sospecha de enfermedad renal para, por un lado, tratar de diferenciar entre una
afección aguda o un problema crónico, y, por otro lado, detectar si el reptil
puede estar en riesgo de sufrir un trastorno metabólico o un estado de
inmunosupresión que le haga más propenso a las infecciones.2,5
La enfermedad renal aguda se manifiesta en la mayoría de casos con la

aparición súbita de anorexia y depresión, pudiéndose acompañar de un cese
en la eliminación de orina y uratos. Al recoger la historia debemos contemplar
la posibilidad de nefrotoxinas como aminoglucósidos o dosis excesivas de
vitamina D3 (comercializada con frecuencia como sustituto de fuentes de
iluminación de amplio espectro y en los animales alimentados con piensos de
gato y/o perro). Causas de disminución de la perfusión renal como restricción
total de agua o hemorragias también pueden desencadenar un fallo renal
agudo.2
Los lagartos con enfermedad renal crónica suelen caracterizarse por

deterioro en la condición corporal con emaciación y deshidratación, apetito
caprichoso y letargia de semanas o meses de duración. Trastornos de
polidipsia y poliuria son descritos rara vez por los propietarios. Con frecuencia
estos animales han sufrido deficiencias de manejo durante largos periodos de
tiempo: las especies herbívoras alimentadas a base de dietas con elevado
contenido proteico (situación especialmente frecuente en iguanas) tienden a
Unidad 7. 19
desarrollar hiperuricemias, el exceso de hormona paratiroidea en animales con

hiperparatiroidismo nutricional secundario puede tener efectos nefrotóxicos,
humedades ambientales demasiado bajas o sistemas de subministro de agua
inapropiados suelen conducir a deshidratación crónica, la administración
regular de vitamina D3 oral guarda relación con la aparición de
5
nefrocalcinosis.
La presentación más frecuente en tortugas acuáticas suele ser la

anorexia, ausencia de defecación y la presencia de demás especialmente en la
parte cervical del animal. Las serpientes sólo presentan anorexia de forma
común en los casos de enfermedad renal.
Examen físico
Llevar a cabo un examen físico minucioso es especialmente importante

para detectar fallos renales en fases iniciales. Siempre debemos valorar el
peso y la condición corporal del animal, así como su estado de hidratación
(reducciones en la elasticidad de la piel y la producción de secreciones
oculares y salivares son indicativas de deshidratación).2,5
La obtención de la temperatura corporal debe realizarse mediante

termómetros de amplio rango, y a la hora de interpretarla debemos considerar
el periodo en el que el animal ha estado fuera de su hábitat y las condiciones
ambientales inmediatas. Temperaturas demasiado bajas son sujetivas de
enfermedad o de mantenimiento en condiciones subóptimas.
Los animales con afecciones renales graves acostumbran a presentar

debilidad, depresión y mioclonos. Aquellos trastornos que cursan con un
incremento en la pérdida de albúmina a nivel urinario o intestinal pueden
producir edemas secundarios a hipoalbuminemia, siendo el edema de faringe
un hallazgo relativamente común.2,5 Anomalías como inflamación en
extremidades y articulaciones por acumulo de cristales de ácido úrico o
osteodistrofia fibrosa y presencia de tophi de uratos bajo la piel y membranas
mucosas de la cavidad oral son también indicios de fallo renal.4
En caso de nefromegalia es posible que los riñones puedan palparse a

nivel del celoma medio o caudal, según la especie. En iguánidos adultos se
recomienda llevar a cabo un examen digital rectal como parte de la revisión de
salud anual. El animal se coloca sobre la mesa en decúbito esternal, se
introduce el dedo a través de la cloaca con la palma dirigida ventralmente y, a
continuación, se rota la mano en supinación de modo que el dedo puede
flexionarse hacia el borde dorsal de la pelvis.5,6 Renomegalias marcadas
pueden producir retención de heces y prolapso cloacal. En las tortugas también
Unidad 7. 20
es posible palpar el riñón si se puede hacer un tacto digital a través de la

cloaca.2
Hematología y bioquímica sanguínea
En tortugas la vena de elección para muestras diagnósticas es siempre

la vena yugular. En serpientes se recomienda la vena coccígea o la punción
cardiaca. En lagartos las muestras de sangre se obtienen comúnmente de la
vena ventral caudal (en la cola), habiéndose descrito una mayor tendencia a la
contaminación linfática mediante el abordaje lateral.7 Otra opción es la vena
abdominal ventral, pudiendo incluso ser ésta más recomendable en las
especies con tendencia a la autotomía de cola, sin embargo, la aplicación de
presión es más difícil, aumentando el riesgo de hemorragia post punción.5,7 La
vena yugular puede ser especialmente útil en iguánidos de gran tamaño,
camaleones y varanos, utilizando el tímpano como referencia.7 Debido a la
variabilidad de los valores en la bibliografía, es aconsejable elaborar intervalos
de referencia propios.
Hematología
Elevaciones en el hematocrito son sugestivas de deshidratación. Sin

embargo, en casos crónicos puede establecerse una anemia no regenerativa
que enmascare la hemoconcentración. Estados de inflamación o infección
aguda pueden traducirse en leucocitosis debido básicamente a heterofilia y
azurofilia. En casos de enfermedad renal crónica la leucocitosis no es tan
frecuente, pero sí puede haber una ligera monocitosis. Debemos tener
presente que en animales expuestos a temperaturas inferiores a la temperatura
óptima preferida pueden darse deficiencias en la respuesta leucocitaria, incluso
en casos de infección.2,5
Bioquímica
En la mayoría de lagartos uricotélicos, tanto la producción como la

excreción de urea y creatinina son muy variables, siendo su utilidad clínica
generalmente pobre. LA urea debe ser evaluada siempre en tortugas semi
acuáticas ya que la azotemia por urea es más común e inicial que las
elevaciones de ácido úrico. En las tortugas terrestres también es un factor útil
para asegurar la correcta fluidoterapia y como valor inicial del estado de
hidratación2,5
Elevaciones en los niveles de ácido úrico pueden ser indicativas de

insuficiencia renal y se han relacionado con nefrocalcinosis, toxicidad por
aminoglucósidos, bacteremias y septicemias; no obstante, también pueden ser
debidas a dietas con alto contenido proteico.4 Fallos renales agudos o estados
Unidad 7. 21
de marcada deshidratación se asocian a una disminución en el flujo sanguíneo

renal, viéndose reducida la secreción de ácido úrico y aumentando así su nivel
en plasma. Sin embargo, en casos de enfermedad renal crónica la
hiperuricemia solo suele aparecer una vez el daño es muy grave.2,4,5 En
condiciones normales, la concentración sérica de ácido úrico suele ser de 2-5
mg/dl. Se recomienda determinar sus niveles antes de la administración de
fármacos nefrotóxicos, y evitar éstos cuando los valores sobrepasan los 14
mg/dl.4 Por encima de 24.5 mg/dl los reptiles desarrollan gota visceral y
articular.2,5
Algunos autores consideran el ratio calcio:fósforo como el indicador más

temprano y fiable de fallo renal en reptiles.8 Con frecuencia el primer cambio
plasmático que se produce es la reducción de este ratio, aunque la alteración
también puede producirse en fases tardías de la enfermedad. Para la mayor
parte de vertebrados el ratio Ca:P óptimo es de 1.5:1 a 2:1, en muchos casos
de alteración renal disminuye por debajo de 1:1.5,9 A la hora de evaluar este
parámetro debemos recordar, sin embargo, que la determinación de calcio
puede verse afectada por varios factores. La mayoría de aparatos miden la
concentración sérica total de calcio, la cual puede verse disminuida en
situaciones de hipoalbuminemia. La determinación de calcio ionizado se
plantea como más apropiada para valorar el estado del animal. Por otro lado,
en hembras en ovulación suelen producirse hipercalcemias fisiológicas.5
Finalmente, a pesar de no estar validado en reptiles, el índice de solubilidad
podría ofrecer orientación en la estrategia terapéutica. Su valor se calcula a
partir de Ca mg/dl x PO4 mg/dl (o Ca mmol/l x PO4 mmol/l), y en mamíferos
acostumbra a ser inferior a 55 (<9). Entre los valores 55-70 (9-12) se produce
mineralización en tejido enfermo (pej. renal), y por encima de 70 (>12) puede
aparecer mineralización metastático en tejido sano.2,5
Los valores de sodio, potasio y cloruro pueden verse afectados.

Hiponatremia y hiperkalemia son consecuencias típicas de disfunción en los
túbulos distales, pero también en cloaca, colon o vejiga de la orina. La
hiperkalemia se ha asociado especialmente a enfermedad renal aguda. Es
frecuente encontrar hipoalbuminemia por enfermedad glomerular crónica.2,5
En cuanto a la determinación de enzimas, AST, CK y LDH pueden

aumentar durante la enfermedad renal aguda, pero su amplia distribución por
tejidos las hace demasiado abundantes como para ser marcadores específicos
de nefropatía. Sin embargo, daños en células epiteliales del túbulo proximal
pueden traducirse en un incremento de la AST en sangre debido a la presencia
de esta enzima en dichas células.2,5 La GGT, enzima del borde en cepillo del
túbulo renal, podría ser de utilidad como marcador de daño tubular renal,
siendo necesaria la medición en sangre y orina. Otros marcadores como la
Unidad 7. 22
NAG ( N- acetil glucosaminidasa) parecen prometer ser buenos marcadores de

enfermedad renal2
Tests de función renal
Debido a la modificación postrenal de la orina en cloaca, colon y vejiga

urinaria (en aquellas especies que la posean), los tests basados en el
clearance de sustancias como fenosulfoftaleína, inulina o creatinina requieren
la cateterización de los uréteres para valorar sin interferencias las funciones de
filtración glomerular y transporte tubular. Es necesario, además, la
administración de las sustancias por vía intravenosa, así como la toma seriada
de muestras de sangre.5
El test de clearance de iohexol ha sido validado en reptiles, aunque por

ahora ningún laboratorio español lo lleva a cabo de forma rutinaria pero se
puede encargar al laboratorio de la facultad de Veterinaria de Barcelona (UAB).
La principal ventaja es que se basa en la determinación de los niveles en
sangre de esta sustancia, siendo innecesaria la cateterización ureteral. Para la
iguana verde el protocolo incluye ayuno y hidratación durante 24 horas,
administración única de iohexol a 75 mg/kg IV, y toma de muestras de sangre a
las 4, 8 y 24 horas siguientes.5,10 Se ha descrito que en iguanas con
enfermedad renal se producen reducciones significativas en la filtración
glomerular incluso en ausencia de otros signos clínicos o bioquímicos. Mejor y
más barato es la inyección de creatinina externa y su posterior medición en la
clínica, pero requiere realizar curvas de eliminación de manera particular.10
Urianálisis
La utilidad del urianálisis en reptiles reside básicamente en la valoración

citológica de inflamación, infección y cilindros renales.2,5 En la orina de los
reptiles podemos encontrar eritrocitos, leucocitos, células epiteliales,
microorganismos, espermatozoides, cristales y cilindros.10 La densidad urinaria
aporta escasa información sobre la función renal debido a, por un lado, la
ausencia de asa de Henle, que imposibilita la producción de orina hipertónica
por parte del riñón, y, por otro lado, las modificaciones electrolíticas e hídricas
que tienen lugar a través de la membrana vesical en saurios y quelonios. A
nivel de cloaca y colon también se producen modificaciones, motivo por el cual
la orina en vejiga urinaria no suele ser estéril.2,5 Así, una población mixta de
cocos y bacilos en número moderado puede ser normal; sin embargo,
poblaciones bacterianas monomórficas o la presencia de hongos y hifas suele
ser anormal.10
La orina puede ser recogida por micción directa: muchos reptiles

eliminan orina y uratos (con frecuencia acompañados de material fecal)
Unidad 7. 23
espontáneamente al ser manipulados. Mediante cistocentesis pueden

obtenerse muestras algo menos contaminadas, pero la pared vesical de los
reptiles es muy delgada y frágil, aumentando el riesgo de salida de orina no
estéril a cavidad celómica post punción. En iguanas anestesiadas se han
colocado catéteres uretrales mediante endoscopia. La cateterización ureteral
se ha utilizado para la investigación.2,7
La información relativa a la evaluación mediante tiras de orina es escasa

y los estudios se han hecho básicamente en quelonios. Entre los resultados
destacan la alcalinidad del pH en especies herbívoras, mientras que en
omnívoras acostumbra a ser ligeramente ácido.11 La disminución del pH
urinario en herbívoros se ha relacionado con dietas hiperproteicas y estados
catabólicos asociados a enfermedad crónica y anorexia prolongada, sequía y a
finales de la hibernación. De ser así, la monitorización del pH en animales
herbívoros podría ser de utilidad para el seguimiento de la recuperación
después de una enfermedad y el retorno a un balance energético positivo.11,12
Radiografía
La radiología permite identificar signos primarios y secundarios de

enfermedad renal. Incluso en especies en las que los riñones se hallan en el
canal pélvico y en condiciones normales no pueden apreciarse en las
radiografías (pej. iguánidos), las proyecciones dorsoventral y latero lateral
sirven para detectar renomegalia, urolitos, mineralización macroscópica de
tejidos blandos y gota. El aumento del tamaño de los riñones en lagartos puede
reducir el volumen del canal pélvico causando distocia y estreñimiento por
obstrucción extramural, en ocasiones más obvios radiológicamente que la
propia nefromegalia.5,10 En casos de hiperparatiroidismo secundario de origen
renal es posible observar una disminución generalizada en la densidad ósea.
Con los métodos radiológicos convencionales es necesaria una pérdida del
40% de la mineralización para poder detectar cambios en la opacidad. En
tortugas se puede ocasionalmente identificar la nefromegalia si el disparo es
lateral. En quelonios es posible ver calcificaciones renales con proyecciones
laterales y dorsoventrales5
Se pueden obtener radiografías con contraste negativo mediante la

inyección intracelómica de 5-10 ml/kg de aire. Para destacar los riñones,
identificar masas y evidenciar daño o obstrucción renal o ureteral podemos
realizar urografías intravenosas administrando un bolo de 800-1000 mg/kg de
contraste iodado acuoso (pej. iohexol) y tomando radiografías a los 0, 0.5, 2, 5,
15, 30 y 60 minutos. El reptil debe mantenerse a la temperatura óptima
preferida. A través de una administración intravenosa craneal se obtiene un
urograma excretor, mientras que por inyección caudal se producen resultados
Unidad 7. 24
variables dado el paso de contraste por el sistema porto renal antes de entrar
en la circulación general.2,10
Ecografía
El uso de sondas de 7.5-10 MHz permite apreciar la presencia de

renomegalia, mineralizaciones, quistes y otros cambios patológicos
macroscópicos.2,5,10 En iguanas el aumento del tamaño de los riñones produce
con frecuencia atrapamiento del colon a su paso entre éstos a nivel de la
pelvis, generando una imagen de sándwich fácilmente detectable.12 Para
reducir el artefacto que supone el aire atrapado entre las escamas podemos
utilizar abundante gel (es preferible calentarlo previamente) o incluso meter al
animal en un recipiente con agua templada, colocando un aparato de
protección a prueba de agua a la sonda.2,5,10
En la mayoría de lagartos los riñones se localizan en el canal pélvico,

por lo que el transductor debe colocarse en la línea media ventral,
cranealmente a las extremidades posteriores y dirigido dorsocaudalmente
hacia el centro del canal. También se puede situar en la base ventral de la cola
a nivel cloacal y en dirección dorso craneal. En tortugas si el hueco inguinal lo
permite los riñones se pueden valorar adecuadamente ya que la piel del
pliegue inguinal no contiene escamas2,10
Endoscopia
El animal anestesiado se coloca en posición lateral y se prepara la zona

asépticamente. La incisión se realiza a nivel para lumbar, y en general se
prefiere el abordaje por el lado izquierdo para poder visualizar otros órganos. Si
el estado del paciente lo permite, someterlo a 2 días de ayuno puede facilitar el
examen endoscópico. La insuflación de CO2 en la cavidad celómica es
recomendable debido a la situación de los riñones en el canal pélvico y
cubiertos por los cuerpos grasos, el colon distal y según la especie la vejiga de
la orina. En casos de renomegalia marcada, los riñones pueden verse
protruyendo des del canal pélvico hacia la cavidad celómica. En muchas
ocasiones debe hacerse un segundo punto de entrada contra lateral para poder
llevar a cabo un examen completo de ambos riñones. Otra opción es llevar a
cabo un único abordaje medial, pero la vena medial y el ligamento suspensor
asociados suponen una dificultad. Un punto simple de sutura en el sitio de
entrada es suficiente para el cierre.2,5,10
Unidad 7. 25
Biopsia renal
El examen histológico del parénquima renal tiene un gran valor para el

diagnóstico de nefropatías. En lagartos, la muestra puede obtenerse mediante
incisión craneal a la cola, celiotomía, endoscopia o ecoguiada. En quelonios la
biopsia renal es más adecuada si se hace por endoscopia.
La primera técnica consiste en hacer una pequeña incisión en la línea

media lateral, justo por debajo de los procesos laterales de las vértebras
coccígeas, empezando detrás de la extremidad posterior. La disección de los
músculos coccígeos dorsal y ventral expone la parte caudolateral del riñón.
Esta opción es básicamente apropiada para alteraciones difusas o focales del
polo renal caudal. La celiotomía se lleva a cabo mediante una incisión medial o
para medial.10
TRATAMIENTO
El primer objetivo terapéutico es estabilizar al animal: corrección de

hipotermia, deshidratación y a ser posible desajustes electrolíticos y ácido-
base, y reestablecimiento de la eliminación de orina. Asimismo, debemos
proporcionar al paciente un alojamiento que cumpla con sus requerimientos de
luz, temperatura y humedad.
Los fluidos a administrar deben calentarse para ayudar a mantener al

animal en la temperatura corporal preferida. La vía oral es menos dolorosa
pero, con frecuencia, los lagartos con enfermedad renal requerirán fluidoterapia
parenteral. Podemos utilizar las rutas subcutánea, pericelómica (tortugas),
intracelómica, intravenosa o intraósea. En cuanto a la vía intracelómica,
debemos tener presente que los pulmones de los lagartos se hallan en la parte
dorsal de la cavidad celómica, y pueden extenderse a lo largo de toda su
longitud. Los puntos de acceso más recomendables para la vía intraósea en
lagartos son el fémur distal y la tibia proximal. Es recomendable el uso de
agujas espinales con estilete para prevenir el acumulo de hueso en la aguja.
Debido al limitado tamaño de la cavidad medular, los fluidos deben
administrarse cada 10-15 minutos o bien en infusión continua. Se han
recomendado velocidades de infusión de 1 ml/kg/h (volumen de mantenimiento
de aproximadamente 20 ml/kg/día), pudiendo llegar a 5 ml/kg/h durante las
primeras 3 horas en casos críticos. En los casos en que no hay hiperkalemia
puede utilizarse una mezcla al 50% de Ringer Lactato y glucosado al 5%. Si los
niveles de potasio están efectivamente elevados, es preferible emplear una
solución al 50% de salino fisiológico y glucosado al 5%. La mejor opción
siempre es la fluidoterapia a la carta, teniendo en cuenta siempre los valores
de osmolaridad5,11,13
Unidad 7. 26
En situaciones de anuria pueden administrarse diuréticos como manitol

20% (2 mg/kg/24h IV) o furosemida (2-5 mg/kg/24h IV o IM). En pacientes con
hiperuricemia podemos utilizar alopurinol (20 mg/kg/24h PO) para disminuir la
producción hepática de ácido úrico.
En animales con fallo renal es posible observar tetania, convulsiones y

muerte debido a hipocalcemia. Estos signos clínicos acostumbran a mejorar en
las 48 horas posteriores al inicio de tratamiento con gluconato cálcico. Los
niveles de calcio deben irse evaluando para ajustar las dosis, pero podemos
empezar con 100 mg/kg/6h IM o 400 mg/kg IV en 24 horas. Los estados de
hiperfosfatemia también son frecuentes. Si no logran corregirse mediante
diuresis es recomendable utilizar quelantes como carbonato cálcico (250
mg/kg/12h PO) o hidróxido de aluminio (15-45 mg/kg/12h PO). Este último
también es útil como quelante de calcio en casos de toxicosis por vitamina D3,
así como el Ca-EDTA a 20 mg/kg/24h IM o IV.5
Finalmente, se han utilizado hormonas anabólicas (estanozolol 5 mg/kg

IM cada 7 días) con el objetivo de estimular el apetito y reducir el catabolismo
proteico y la degradación de purinas. A pesar de tratarse de hormonas no
presentes en reptiles, se cree que pueden estimular la eritropoiesis y el
metabolismo celular.5
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