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CÁNCER RENAL

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

JAZMIN ROSAS GONZÁLEZ- S17004482


Contenido
Cáncer Renal ..................................................................................... 2
Epidemiologia ................................................................................. 3
Histopatología ................................................................................. 4
Cuadro Clínico ................................................................................ 5
Diagnostico ..................................................................................... 0
Exploración física y antecedentes .............................................. 0
Analítica de sangre ...................................................................... 0
Analítica de orina ......................................................................... 0
Ecografía abdominal .................................................................... 0
Estadios tumorales ...................................................................... 1
Tratamiento ..................................................................................... 2
Cirugía .......................................................................................... 2
Radioterapia ................................................................................. 3
Tratamiento médico ..................................................................... 3
Quimioterapia ............................................................................... 3
Inmunoterapia clásica ................................................................. 3
Terapia dirigida ............................................................................ 4

(Anand S., 2020) (Anido U., 2019) (Jiménez M., 2015) (Ljunberg, 2016) (T, 2018)
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El cáncer renal es una enfermedad escasamente conocida en comparación con


otros tipos de tumores, al menos en parte por su carácter asintomático en los
estadios iniciales, que permite que los pacientes desarrollen una vida normal y
dificulta que busquen atención médica hasta fases más avanzadas, en que sí puede
dar la cara con señales de alerta como dolores en la región lumbar, un bulto o
protuberancia en un costado o la presencia de sangre en la orina.
No obstante, suele diagnosticarse de forma incidental al realizar una prueba de
imagen –esencialmente a nivel abdominal– por otro problema de salud. Por ello, es
necesario reincidir sobre las medidas de prevención de una enfermedad que se
sitúa como el 14º tipo de cáncer más frecuente en todo el mundo, con más de
400.000 nuevos casos anuales.
El cáncer renal, y especialmente su subtipo mayoritario (el carcinoma de células
claras), es más común en hombres que en mujeres, siendo su incidencia también
mayor en los países desarrollados. En España, cada año se suelen diagnosticar
más de 7.300 nuevos casos y provoca más de 2.000 muertes. Por todo ello, y dado
el marcado empeoramiento del pronóstico conforme se detecta en estadios más
avanzados (la supervivencia puede alcanzar el 95% a los 5 años si se diagnostica
en estadio I), se revela fundamental la labor de informar rigurosamente y sensibilizar
a la sociedad sobre esta enfermedad, y contribuir a que las personas –sobre todo
aquellas consideradas de riesgo– tomen conciencia de su importancia.

Cáncer Renal

El cáncer de células renales es una enfermedad en la que se encuentran células


malignas o cancerosas que se originan en el revestimiento de los túbulos del riñón.
En el riñón puede aparecer neoplasias benignas y malignas. Las segundas tienen
una gran importancia clínica. Con diferencia, la más frecuente de las neoplasias
malignas es el carcinoma de células renales, seguido por el tumor de Wilms, que se
encuentra en niños. Finalmente, los carcinomas uroteliales de los cálices y la pelvis.
Entre las neoplasias benignas encontramos el adenoma papilar renal que son
pequeños adenomas delimitados originados en el epitelio tubular renal (7-22%), el
angiomiolipoma, el cual está conformada por vasos, músculo liso y grasa que se

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originan a partir de células epitelioides vasculares, con una incidencia de 25-50%
con esclerosis tuberosa; por último, el oncocitoma, el cual está compuesta por
grandes células eosinófilas con núcleos pequeños, redondos y de aspecto benigno
que contienen grandes nucléolos. Se origina en las células intercaladas de los
túbulos colectores y es responsable del 5-15% de las neoplasias renales.

Epidemiologia
EL cáncer renal representa un 2-3% de los tumores en los adultos. Tiene una
incidencia en países desarrollados y es dos veces más frecuente en hombres que
en mujeres, y suele ser más frecuente en afroamericanos que en raza caucasiana.
En México el registro histopatológico de neoplasias malignas RHPNM 2003 informa
que hasta 30% de los pacientes presentan enfermedad metastásica y al momento
del diagnóstico que entre 20 y 30% las desarrollará posteriormente.
Se reporta una incidencia de 2% con un promedio de edad de 60 a 70 años con una
relación hombres / mujeres es de 1.5:1.
Como ocurre para otros muchos tipos de neoplasias, no se han identificado las
causas concretas del cáncer renal y la mayoría de los casos tienen un carácter
esporádico. No obstante, se han reconocido una serie de factores de riesgo
adquiridos para el desarrollo de este, aunque el riesgo que confieren se considera
modesto. Los más relevantes se describen a continuación:
 Tabaquismo: Fumar incrementa el riesgo de padecer un carcinoma renal un
38% con respecto a las personas no fumadoras. Además, existe una relación
dosis dependiente
 Obesidad: El sobrepeso y la obesidad se asocian al desarrollo de carcinoma
renal, presentándose un mayor riesgo en mujeres. El riesgo se incrementa
aproximadamente en un 7% por cada 3 kg de sobrepeso
 Uso de antihipertensivos: La presencia de hipertensión arterial y de su
tratamiento farmacológico se ha asociado a un mayor riesgo de presentar
carcinoma renal, principalmente el uso de diuréticos
 Analgésicos. Existe relación entre el consumo crónico de elevadas dosis de
analgésicos y la aparición de tumores renales
 Enfermedad de Von Hippel- Lindau: es la forma más conocida, responsable
del 2-5% de los casos de cáncer renal; se trata de una enfermedad de
herencia autosómica dominante por una mutación en el gen VHL –gen
supresor localizado en la región 3p26 (brazo corto del cromosoma 3)– que
predispone a los pacientes al desarrollo de tumores renales de células claras
así como a otras alteraciones vasculares y tumorales (en diferentes órganos,
entre los que se incluyen cerebelo, espina dorsal, oído interno, glándulas
suprarrenales y páncreas).

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 Carcinoma papilar renal hereditario
 Otros tumores hereditarios (carcinoma renal familiar asociado a síndrome de
Birt-Hogg-Dubé y leiomiomatosis hereditaria).
Recientemente se han podido establecer las bases genéticas y moleculares de esta
enfermedad. Existen varios síndromes hereditarios que asocian cáncer renal de
distintos tipos histológicos con otro tipo de tumores. En general, aquellos pacientes
con un familiar de primer grado diagnosticado de cáncer renal antes de los 40 años,
los que presentan cáncer renal bilateral o multifocal en un mismo riñón pueden tener
un componente hereditario.

Histopatología

La clasificación del cáncer renal puede hacerse atendiendo a 2 criterios principales.


En primer lugar, considerando la evaluación histológica (tipo celular) y molecular,
que determinan el patrón de crecimiento, el cáncer renal se puede dividir en
diferentes subtipos histológicos (acinar, papilar, sarcomatoide), en los que, en los
últimos años, se han encontrado, además, determinadas alteraciones moleculares
asociadas.
Frecuentemente, el tumor renal tiene más de un tipo celular, pero es el tipo
predominante el que determina la clasificación de la neoplasia. Los principales
subtipos en los que se divide el cáncer renal maligno que aparece de forma
esporádica, no asociado a un síndrome hereditario
EL cáncer renal es la lesión sólida más frecuente en el riñón y comprende diferentes
tipos, con características histopatológicas y genéticas específicas. Los tipos
histológicos más frecuentes son: de células claras en 80 a 90%, papilar 15%
cromófobo 4-5%, y tumor de conductos de Bellini (conductos colectores - <1%).
 Carcinoma de células claras: Es el más frecuente. Las células claras
pueden tener un crecimiento que varía de lento (grado 1) hasta rápido (grado
4). En este tipo de cáncer renal se han validado los resultados de la terapia
dirigida y la inmunoterapia.
 Carcinoma papilar. Se divide en dos subclases: tipo 1 y tipo 2 (este último
de comportamiento más agresivo), se tratan actualmente de la misma
manera que el carcinoma de riñón de células claras. Sin embargo, muchos
médicos recomiendan el tratamiento dentro de ensayo clínico.
 Carcinoma cromófobo y oncocitoma, este último es de crecimiento muy
lento y rara vez tiene capacidad para diseminarse.
 Carcinoma de los conductos colectores, se comporta de modo similar al
carcinoma de células transicionales de vejiga y vías urinarias. El mejor

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tratamiento para este tipo de carcinoma es la quimioterapia basada en
platinos.
 Variante sarcomatoide: puede coexistir con cualquiera de los subtipos
anteriores y conlleva un comportamiento más agresivo del tumor por su
crecimiento más rápido. Se llama sarcomatoide porque al examinarlo con el
microscopio se asemeja al sarcoma.
Clasificación de Fuhrman
Grado 1: núcleo pequeño, redondo, de 10 micras, hipercromático que recuerda a
linfocitos maduros, el nucléolo no es visible y la cromatina es fina (aumento 400 X)
Grado 2: núcleo ligeramente irregular de 15 micras tienen una cromatina fina
glandular “abierta” con nucléolo poco aparente a un aumento de 400 X
Grado 3: núcleo irregular de aproximadamente 20 micras con nucléolo prominente
a un aumento de 100 X
Grado 4: núcleos similares al grado 3 pero con mayor pleomorfismo, multilobulados
y con cromatina grumosa.

Cuadro Clínico
El carcinoma renal puede permanecer clínicamente silente durante gran parte de su
evolución dando síntomas en fases avanzadas de la enfermedad. La presencia de
los síntomas en el momento del diagnóstico se asocia a un peor pronóstico, ya que
indica que los pacientes presentan enfermedad avanzada.
En la actualidad, más del 50% de los CCR se detectan de manera incidental. Tan
sólo el 10-20% de los pacientes presentan la triada clásica de hematuria (40%),
dolor abdominal (40%) y masa abdominal palpable (33%).
Los pacientes que presentan enfermedad metastásica pueden presentar distintos
síntomas en función del órgano afectado. Las principales localizaciones
metastásicas son: pulmón (75%), partes blandas (36%), hueso (20%), hígado (18%)
y sistema nervioso central (8%).
Esta patología se asocia con síndromes paraneoplásicos en alrededor del 30% de
los pacientes con CCR sintomático. Los más comunes son:
 Hipertensión  elevación de la velocidad de
 Caquexia sedimentación globular
 pérdida de peso  anemia
 pirexia  disfunción hepática
 neuromiopatía  hipercalcemia
 amiloidosis  policitemia

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Diagnostico
En la actualidad cerca de 50% de los casos se diagnostican de forma incidental en
los estudios de imagen.
Exploración física y antecedentes
Es importante siempre explorar al paciente para verificar el estado general de salud
e identificar cualquier signo de enfermedad, como masas, bultos o cualquier otro
signo que parezca inusual.
También se interroga al paciente sobre sus hábitos, antecedentes de enfermedades
y tratamientos recibidos. Es importante investigar también antecedentes de cáncer
en la familia.
Analítica de sangre
Procedimiento mediante el cual se examina una muestra de sangre para medir las
cantidades de ciertas sustancias liberadas a la misma por los órganos y tejidos del
cuerpo.
Una cantidad inusual (mayor o menor que la normal) de una sustancia puede ser un
signo de enfermedad en el órgano o el tejido que la produce. Por ejemplo se puede
medir la cantidad de enzimas liberadas hacia la sangre por el hígado y una cantidad
anormal de una enzima puede ser un signo de que el cáncer se ha diseminado al
hígado, aunque ciertas enfermedades que no son cáncer también pueden elevar las
concentraciones de las enzimas hepáticas.
Analítica de orina
Prueba para determinar el color de la orina y su contenido en azúcar, proteínas, la
presencia o no de sangre y bacterias.
Ecografía abdominal
Utiliza ultrasonidos, no radiación. Procedimiento en el cual se hacen rebotar ondas
sonoras de alta energía en tejidos u órganos internos y se crean ecos que forman
una imagen de los tejidos corporales denominada sonograma. Es útil para identificar
masas renales y distinguir si son de naturaleza quística (con contenido líquido) o
sólidas.
 TAC (Tomografía Axial Computerizada) con contraste: es el procedimiento
de elección; se trata de un procedimiento mediante el cual se hacen una serie
de fotografías detalladas del interior del cuerpo, desde ángulos diferentes.
Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina
de rayos X. Se inyecta un contraste en una vena o bien se ingiere a fin de
que los órganos o tejidos se visualicen más claramente.
Es útil para detectar y evaluar masas renales, si existe infiltración de la vena
cava inferior, así como si existe extensión a los ganglios linfáticos regionales.
 RNM (Resonancia Nuclear Magnética): procedimiento que utiliza un imán,
ondas de radio y una computadora para crear una serie de imágenes
detalladas de áreas internas del cuerpo.
En el caso de que exista sospecha de infiltración de la vena cava inferior,
esta técnica nos puede ayudar a evaluar la extensión de dicha infiltración.
 Arteriografía renal: menos utilizada hoy en día con el advenimiento de otras
técnicas como RNM, útil para definir la vascularización del tumor renal y por
lo tanto en la evaluación previa a la cirugía.
 Pielografía intravenosa (PIV): serie de radiografías de los riñones, los
uréteres y la vejiga para determinar si el cáncer se encuentra en estos
órganos. Se inyecta un tinte de contraste en la vena. A medida que el
contraste se desplaza por las vías urinarias, se toman radiografías para ver
si hay alguna obstrucción. Su utilidad es mayor en el cáncer de vías urinarias
que en el cáncer renal.
 Evaluación de enfermedad extraabdominal: para descartar extensión a
distancia del tumor es útil la realización de una Radiografía simple de tórax,
realizar un estudio de TAC tóraco-abdominal y solicitar una Gammagrafía
ósea para descartar afectación del hueso (en caso de sospecha clínica por
dolor o elevación de la fosfatasa alcalina o de los niveles de calcio en la
analítica).
 Biopsia o punción-aspiración con aguja fina (PAAF): extracción de células o
tejidos realizada para que un patólogo los observe bajo un microscopio y
determine la presencia o no de células tumorales. Para llevar a cabo una
biopsia del cáncer de células renales, se inserta una aguja delgada en el
tumor y se extrae una muestra de tejido.
 PET-TAC: con la tecnología más reciente se pueden hacer una PET y una
TAC al mismo tiempo (PET/CT scan). Esto le permite al radiólogo localizar
con mayor precisión anatómica las áreas de mayor captación (que sugieren
un área de cáncer) en la PET, aunque no se trata de una técnica estándar y
solo debe usarse en casos seleccionados
Estadios tumorales
El proceso que se utiliza para averiguar si el cáncer se ha diseminado a lo largo del
riñón o se ha extendido a otras partes del cuerpo se llama estadificación.
La información obtenida en el proceso de estadificación determina el estadio de la
enfermedad. Es importante saber en qué estadio se encuentra la enfermedad para
poder planificar el tratamiento. Se utilizan los siguientes estadios para el cáncer de
células renales según la clasificación TNM:
 Tumor primario (T):
o TX: el tumor primario no puede evaluarse.
o T0: no hay indicios de tumor primario.
o T1: tumor de 7 cm o menos en su mayor dimensión, limitado al riñón.

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o T2: tumor mayor de 7 cm en su mayor dimensión, limitado al riñón.
o T3: el tumor se extiende a las venas principales o invade a la
glándula suprarrenal o los tejidos perinéfricos, pero no más allá de la
fascia de Gerota.
 T3a: el tumor invade la glándula suprarrenal o los tejidos
perinéfricos, pero no más allá de la fascia de Gerota.
 T3b: el tumor se extiende microscópicamente a la vena o
venas renales, a la vena cava debajo del diafragma.
 T3c: el tumor se extiende macroscópicamente a la vena o
venas renales, a la vena cava arriba del diafragma.
o T4: el tumor invade más allá de la fascia de Gerota.
 Ganglios linfáticos regionales (N):
o NX: los ganglios linfáticos regionales no pueden ser evaluados.
o N0: no hay metástasis a ganglio linfático regional.
o N1: metástasis a un solo ganglio linfático regional.
o N2: metástasis a más de un ganglio linfático regional.
 Metástasis distante (M):
o MX: la presencia de metástasis distante no puede ser evaluada.
o M0: no hay metástasis distante.
o M1: metástasis distante

Tratamiento
Hay distintos tipos de tratamiento disponibles para los pacientes con cáncer de
células renales.
Estadio Tratamiento
Estadios I y II Nefrectomía radical o parcial con o sin linfadenectomía
Crioablación o ablación por radiofrecuencia

Estadios III Nefrectomía radical con linfadenectomía regional

Cirugía
Cuando la enfermedad se presenta localizada al riñón la cirugía puede ser
potencialmente curativa y en principio debe ofrecerse a los pacientes con estadios
I, II o III.
Para tratar el cáncer de células renales puede utilizarse una intervención quirúrgica
que extirpa parte del riñón o todo el riñón. Existen los siguientes tipos de cirugía:
 Nefrectomía radical: procedimiento quirúrgico que extrae el riñón, la glándula
suprarrenal (actualmente solo se extirpa en caso de sospecha de infiltración),
el tejido de alrededor y, por lo general, algunos ganglios linfáticos cercanos.

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A veces deben resecarse también parte de órganos adyacentes en caso de
que el tumor esté adherido. Normalmente se realiza mediante cirugía abierta
a través del abdomen pero en caso de tumores pequeños podría realizarse
mediante laparoscopia. Es potencialmente curativa.
 Nefrectomía parcial: procedimiento quirúrgico para extraer el tumor y parte
del tejido que lo rodea con el fin de conservar tejido renal sano y funcionante.
Se puede realizar una nefrectomía parcial para evitar la pérdida de la función
renal cuando el otro riñón está dañado o ya se ha extirpado, también en caso
de tumores bilaterales y debe ser considerada la técnica de elección cuando
el tumor es menor de 7 cm, ya que conserva mejor la función renal.
Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento contra el cáncer que utiliza radiación de alta
energía para eliminar las células cancerosas. La radioterapia externa utiliza una
máquina fuera del cuerpo para dirigir la radiación hacia el tumor. La forma en la que
se administra la radioterapia depende del tipo de cáncer que se está tratando y del
estadio en que se encuentra.
Tratamiento médico
Cuando se trata de un cáncer renal avanzado, la cirugía no es curativa y por lo tanto
se recomienda un tratamiento con fármacos que actúen globalmente y lleguen a
todos los órganos del cuerpo (tratamiento sistémico) con la finalidad de conseguir
remisión de la enfermedad o impedir la progresión de la misma. El cáncer recurrente
de células renales es un cáncer que ha reaparecido después de haber sido tratado
y puede reaparecer en el riñón o en otras partes del cuerpo incluso años después
del tratamiento inicial. En aquellos casos en los que la enfermedad recae o bien
progresa tras la cirugía, debemos proponer también un tratamiento sistémico. En
casos seleccionados de recaída única se puede considerar la cirugía de rescate si
es factible.
Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento contra el cáncer que utiliza fármacos para
interrumpir o enlentecer el crecimiento de células cancerosas, ya sea mediante la
eliminación de las células o evitando su multiplicación. Cuando la quimioterapia se
administra en forma oral o se inyecta en una vena, circula por el torrente sanguíneo
y ataca a las células cancerosas en todo el cuerpo (quimioterapia sistémica). En
general, el cáncer de células renales, a diferencia de otro tipo de tumores es
resistente a quimioterapia. Por lo tanto, necesitamos otras estrategias terapéuticas.
Inmunoterapia clásica
Es un tipo de terapia biológica que estimula la capacidad del sistema inmune para
combatir el cáncer. Se emplean sustancias producidas por el cuerpo o fármacos
elaborados en un laboratorio para estimular, dirigir o restaurar las defensas
naturales del cuerpo contra la enfermedad.

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Varias estrategias basadas en inmunoterapia se han utilizado para aumentar la
inmunidad antitumoral. La administración de citoquinas clásicas como Interleukina
2 (IL-2) e Interferon α (IFNα), tiene eficacia clínica demostrada desde la década de
los 80, sin embargo hoy en dia su uso en la clínica ha disminuido considerablemente
debido a la eficacia de nuevos tratamientos diana que han demostrado mayor
eficacia clínica y mejor perfil de tolerancia.
Terapia dirigida
La terapia dirigida utiliza fármacos y otras sustancias que pueden identificar y
eliminar células cancerosas específicas sin dañar las células normales. Son los
fármacos denominados terapias diana. Estos fármacos pueden producir remisión
de la enfermedad o bien impedir la progresión de la misma en la mayoría de los
casos, pero no curan la enfermedad.
La terapia antiangiogénica es un tipo de terapia dirigida para el cáncer avanzado de
células renales con resultados muy consolidados en los últimos años. Actúa sobre
receptores críticos de los vasos sanguíneos desarrollados en el propio tumor. Con
este tipo de terapia se impide la formación de nuevos vasos sanguíneos por parte
del tumor que son imprescindibles para que éste se nutra y así seguir avanzando,
el resultado es que el tumor deja de crecer o reduce su tamaño.

Factores pronósticos
Estadio tumoral:
 Tamaño tumoral: se clasifica según los criterios TNM.
 Afectación de vena renal (20-25%) o vena cava (4-10%), existen
discrepancias en cuanto a su valor como factor pronóstico.
 Afectación ganglionar: influye el número de ganglios, su tamaño y
localización. Es un factor independiente predictor de supervivencia y además
es un factor predictor de respuesta a inmunoterapia.
 Enfermedad metastásica: es uno de los principales factores pronósticos
relacionados con la supervivencia.
Factores pronóstico histológicos:
 Tipo histológico: el carcinoma de células claras es el de peor pronóstico, el
carcinoma papilar es el 2º de peor pronóstico, el carcinoma cromófobo y
oncocitoma tiene un buen pronóstico.
 Angiogénesis: no existe una clara relación con el pronóstico. Existe una
relación entre la expresión de factor de crecimiento de fibroblastos y la
presencia de metástasis a distancia.

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Factores pronósticos relacionados con el paciente:
 -clínica más
importante. La presencia de síntomas al diagnóstico (peor pronóstico
principalmente la pérdida de peso > 10% los 6 meses previos).

o ↑VSG > 50mm/h o ↑IL-6
o ↑Calcio o ↓Albúmina
o ↑Fosfatasa alcalina o Anemia (Hb < 10g/dL)
o ↑PCR o Neutrofilia (>6500cél/µL)
o ↑LDH o Trombocitosis
o ↑Ferritina (>450000cél/mm3)
o
Existen unos factores de mal pronóstico específicos en enfermedad metastásica
que son los Criterios de MSKCC (Memorial Sloan Kettering Cancer Center):
 Hemoglobina por debajo del valor normal.
 Calcio > 10 mg/dL.
 Índice de Karnofsky (IK) < 80%
 Tiempo desde el diagnóstico y el inicio del tratamiento < 1 año.
 Neutrofilia.
 Plaquetopenia

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