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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos
Calabozo-Edo: Guárico. Área Cs-salud
Medicina, 2do Año sección 7

UNIDAD
IV.
FISIOLO
GÍA
CARDIO
VASCUL
Facilitador:
AR. Bachilleres:
Dr. Jeisson Hidalgo. Ramírez Carlos V-29.593.903
Flores Diógenes V- 27.331.997
Celis Edilio V-27.695.947
Castillo Stefania V-30.344.165
Rico Emanuel V- 30.207.147
Introducción
Objetivo 1°: Comprender el sistema circulatorio como un sistema de distribución,
mezcla e intercambio. Reconocer los diferentes elementos que conforman el
sistema circulatorio.
1. Anatomía funcional del sistema cardiovascular.
El sistema circulatorio (angiología) se compone de los sistemas cardiovascular y
linfático, que funcionan paralelamente para transportar los líquidos del organismo:
• El sistema cardiovascular: consta del corazón y los vasos sanguíneos que
impulsan y conducen la sangre por el organismo, aportando oxígeno, nutrientes y
hormonas a las células y eliminando sustancias de desecho.
• El sistema linfático es una red de vasos linfáticos que retiran el exceso de líquido
hístico (linfa) del compartimento líquido intersticial (intercelular) del organismo, lo
filtran en los nódulos linfáticos y lo devuelven al torrente sanguíneo.
Vasos sanguíneos:
Hay tres clases de vasos sanguíneos:
 Arterias
 Venas
 Capilares
La sangre, a alta presión, sale del corazón y se distribuye por todo el cuerpo
mediante un sistema ramificado de arterias de paredes gruesas. Los vasos de
distribución finales, o arteriolas, aportan la sangre rica en oxígeno a los
capilares. Estos forman un lecho capilar, en el cual se produce el intercambio de
oxígeno, nutrientes, productos de desecho y otras sustancias con el líquido
extracelular. La sangre del lecho capilar pasa a vénulas de paredes delgadas,
semejantes a capilares amplios. Las vénulas drenan en pequeñas venas que
desembocan en otras mayores. Las venas de mayor calibre, las venas cavas
superior e inferior, llevan la sangre pobre en oxígeno al corazón.
La mayoría de los vasos del sistema circulatorio tiene tres capas o túnicas:
 Túnica íntima: un revestimiento interno compuesto por una sola capa de
células epiteliales extremadamente aplanadas, o endotelio, que reciben
soporte de un delicado tejido conectivo. Los capilares se componen sólo de
esta túnica, además de una membrana basal de soporte en los capilares
sanguíneos.
 Túnica media: una capa media compuesta principalmente por músculo
liso.
 Túnica adventicia: una capa o lámina más externa de tejido conectivo.
La túnica media es la más variable. Las arterias, las venas y los conductos
linfáticos se distinguen por el grosor de esta capa en relación con el diámetro de la
luz.
ARTERIAS:
Las arterias son vasos sanguíneos que transportan la sangre a una presión
relativamente elevada (en comparación con las venas correspondientes), desde
el corazón, y la distribuyen por todo el organismo. La sangre pasa a través de
arterias de calibre decreciente. Los diferentes tipos de arterias se distinguen entre
sí por:
 Su tamaño global.
 Por las cantidades relativas de tejido elástico o muscular en la túnica media.
 Por el grosor de sus paredes con respecto a la luz.
 Por su función.
El tamaño y el tipo de las arterias son un continuo; es decir, se observa un cambio
gradual de las características morfológicas de un tipo a otro. Hay tres tipos de
arterias:
 Las grandes arterias elásticas (arterias de conducción): Poseen
numerosas láminas de fibras elásticas en sus paredes. Estas grandes
arterias reciben inicialmente el gasto cardíaco. Su elasticidad les
permite expandirse cuando reciben la sangre de los ventrículos, minimizar
el cambio de presión y volver a su tamaño inicial entre las contracciones
ventriculares, mientras continúan impulsando la sangre hacia las arterias de
mediano calibre. Su expansión disipa parte de la presión de la sangre para
que las arterias más pequeñas que se encuentran después estén sujetas a
menos tensión. Ejemplos de grandes arterias elásticas:

o Son la aorta.
o Las arterias que nacen del arco de la aorta (tronco braquiocefálico,
subclavias, carótidas).
o El tronco de la arteria pulmonar y sus ramas principales.

 Las arterias musculares de calibre mediano (arterias de distribución)


tienen paredes que principalmente constan de fibras musculares lisas
dispuestas de forma circular. Su capacidad para disminuir de diámetro
(vasoconstricción) les permite regular el flujo de sangre a las
diferentes partes del organismo, según las circunstancias (p. ej.,
actividad, termorregulación). Es decir que son ramas más pequeñas que
distribuyen sangre a órganos específicos. Puede compararse una arteria de
conducción con una autopista interestatal que llega a poblaciones
específicas. La mayoría de las arterias que tienen nombres anatómicos
específicos están en estas dos primeras clases de tamaño.

Las arterias braquial, femoral, renal y esplénica son ejemplos de arterias de


distribución. Las láminas interna y externa elásticas son gruesas y a
menudo más notorias.

 Las arterias de calibre pequeño y las arteriolas son relativamente


estrechas y tienen unas gruesas paredes musculares. Arteriolas: son las
arterias que han disminuido de calibre, y ya no presentan una lámina
elástica importante. Los músculos lisos de la pared pueden formar un
esfínter (esfínter precapilar). La cantidad y ubicación de las arterias de
resistencia (pequeñas) suelen variar tanto, que no resulta práctico
asignarles nombres individuales. En comparación con las grandes arterias,
tienen una túnica media más gruesa en proporción con la luz. Las arteriolas
tienen muy poca túnica externa.
CAPILARES SANGUÍNEOS
Para que el oxígeno y los nutrientes que llegan por las arterias ejerzan su acción
beneficiosa en las células que componen los tejidos del cuerpo, deben salir de los
vasos que los transportan y penetrar en el espacio extracelular (intercelular)
donde viven las células. Los capilares son simples tubos endoteliales que
conectan los lados arterial y venoso de la circulación y permiten el intercambio de
materiales con el líquido extracelular (LEC) o intersticial. Los capilares se
disponen generalmente en forma de lechos capilares, o redes que conectan las
arteriolas y las vénulas. La sangre entra en los lechos capilares procedente de las
arteriolas, que controlan el flujo, y drena en las vénulas.
La presión hidrostática en las arteriolas impulsa la sangre al lecho capilar y a
través de este, y también impulsa la salida de oxígeno, nutrientes y otros
materiales celulares en el lado arterial de los capilares (corriente arriba) hacia los
espacios extracelulares, lo que permite el intercambio con las células del tejido
circundante. Corriente abajo, en el lado venoso del lecho capilar, la mayor parte de
este LEC, que ahora contiene productos de desecho y dióxido de carbono, se
reabsorbe hacia la sangre a consecuencia de la presión osmótica por las
concentraciones más altas de proteínas dentro del capilar.
En algunas situaciones, la sangre pasa a través de dos lechos capilares antes de
llegar al corazón; un sistema venoso que une dos lechos capilares constituye
un sistema venoso porta. El principal ejemplo es el del sistema venoso en el cual
la sangre rica en nutrientes pasa desde los lechos capilares del tubo digestivo a
los lechos capilares o sinusoides hepáticos, o sistema porta hepático.
Nota(Ver video): Un sistema porta se define como un sistema común para
muchos animales, en que un conducto o vía de irrigación, se divide ramificándose
en pequeños conductos, hasta un punto en el que estos conductillos se unen para
volver a formar la vía principal sin cambiar de función. La secuencia de vasos
sería: vena-vénulas-capilares-vénulas-vena.
No hay sangre suficiente en el cuerpo para llenar todo el sistema vascular a la vez;
por tanto, casi tres cuartas partes de los capilares del cuerpo están cerrados en
cierto momento. Por ejemplo, en los músculos estriados, casi 90% de los capilares
tienen poco o nulo flujo sanguíneo durante periodos en reposo. Durante el
ejercicio, reciben flujo abundante de sangre, mientras que los lechos capilares de
otros lugares (como en la piel y los intestinos) se cierran para compensar esto.

VENAS:
Las venas generalmente devuelven la sangre pobre en oxígeno desde los
lechos capilares al corazón, lo que les confiere su aspecto de color azul oscuro.
Las grandes venas pulmonares son atípicas al llevar sangre rica en oxígeno
desde los pulmones al corazón. Debido a que la presión sanguínea es menor en
el sistema venoso, sus paredes (específicamente la túnica media) son más
delgadas en comparación con las de las arterias acompañantes. Hay tres tipos de
venas:
 Las vénulas son las venas de menor tamaño. Las vénulas drenan los
lechos capilares y se unen con otras similares para constituir las venas
pequeñas. Las venas pequeñas son tributarias de venas mayores, que se
unen para formar plexos venosos (red venosa), como el arco venoso
dorsal del pie (fig. 1-24 B). Las venas pequeñas no reciben denominaciones
específicas.

 Las venas medias drenan los plexos venosos y acompañan a las arterias
de mediano calibre. En los miembros, y en algunos otros lugares donde el
flujo de sangre resulta dificultado por la acción de la gravedad, las venas
medias poseen válvulas. Las cúspides valvulares ocluyen la luz del vaso,
impidiendo el reflujo de sangre en sentido distal, haciendo el flujo
unidireccional (hacia el corazón, pero no en sentido inverso.
Como ejemplos de venas medias se incluyen las venas superficiales que
tienen denominación (venas cefálica y basílica del miembro superior y
venas safenas mayor y menor del miembro inferior).
 Las venas grandes poseen anchos fascículos longitudinales de músculo
liso y una túnica adventicia bien desarrollada. Un ejemplo es la vena cava
superior o inferior.
Las venas son más abundantes que las arterias. Aunque sus paredes son más
delgadas, su diámetro suele ser mayor que el de las arterias acompañantes. Las
paredes delgadas de las venas les permiten tener una gran capacidad de
expansión, lo que utilizan cuando el retorno de sangre al corazón queda dificultado
por compresión o presiones internas.
Dado que las arterias y las venas forman un circuito, cabría esperar que la mitad
del volumen sanguíneo se hallara en las arterias y la otra mitad en las venas. Sin
embargo, debido al mayor diámetro de las venas y a su capacidad para
expandirse, típicamente sólo el 20 % de la sangre se encuentra en las arterias y el
80 % en las venas.
SISTEMA LINFOIDE
Sistema linfoide constituye una especie de «desagüe» que permite drenar el
exceso de líquido hístico y de proteínas plasmáticas al torrente sanguíneo, así
como eliminar los desechos procedentes de la descomposición celular y la
infección. Hay algunas excepciones, como las porciones superficiales de la piel, el
sistema nervioso central y el endomisio de músculos y huesos.
Los principales componentes del sistema linfoide son (fig. 1-27):
 Plexos linfáticos: o redes de capilares linfáticos que se originan en un
fondo ciego en los espacios extracelulares (intercelulares) de la mayoría de
los tejidos. Al estar formados por un endotelio muy fino y carecer de
membrana basal, pueden penetrar fácilmente en ellos el líquido hístico
sobrante, las proteínas plasmáticas, las bacterias, los desechos celulares e
incluso células enteras (específicamente los linfocitos)

 Los vasos linfáticos: constituyen una amplia red distribuida por casi todo
el cuerpo, compuesta por vasos de paredes delgadas con abundantes
válvulas linfáticas. En el sujeto vivo, los vasos presentan un abultamiento
en los puntos donde se hallan las válvulas linfáticas muy próximas entre sí,
lo que les otorga un aspecto de collar de cuentas. Los troncos linfáticos son
grandes vasos colectores que reciben la linfa de múltiples vasos linfáticos.
Hay capilares y vasos linfáticos en casi todos los lugares donde hay
capilares sanguíneos, a excepción, por ejemplo, de los dientes, el hueso, la
médula ósea y todo el sistema nervioso central. (El exceso de líquido
hístico drena aquí en el líquido cerebroespinal.)

 La linfa (del latín lympha, agua transparente): es el líquido hístico que


penetra en los capilares linfáticos y circula por los vasos linfáticos. Suele
ser transparente, acuosa y ligeramente amarillenta, y tiene una composición
similar a la del plasma sanguíneo.
 Los nódulos (ganglios) linfáticos: son pequeñas masas de tejido linfático
que se localizan a lo largo de los vasos linfáticos; a través de ellos se filtra
la linfa a su paso hacia el sistema venoso (fig. 1-27 B).

 Los linfocitos: son células circulantes del sistema inmunitario que


reaccionan frente a los materiales extraños.

 Los órganos linfoides son las partes del cuerpo que producen
linfocitos:

o El timo.
o La médula ósea roja.
o El bazo.
o Las tonsilas.
o Los nodulillos linfáticos solitarios y agregados en las paredes del
tubo digestivo y del apéndice.
Los vasos linfáticos superficiales son más numerosos que las venas en el tejido
subcutáneo, se anastomosan libremente, convergen hacia el drenaje venoso y lo
siguen.
Los vasos linfáticos grandes desembocan en los grandes vasos colectores,
denominados troncos linfáticos, que se unen para formar el conducto linfático
derecho o el conducto torácico (fig. 1-27 A):
 El conducto linfático derecho: drena la linfa que procede del cuadrante
superior derecho del cuerpo (lado derecho de la cabeza, del cuello y del
tórax, además del miembro superior derecho). En la base del cuello penetra
la unión de las venas yugular interna y subclavia derechas, o ángulo
venoso derecho.

 El conducto torácico: drena la linfa del resto del cuerpo. Los troncos
linfáticos que drenan la mitad inferior del cuerpo se unen en el abdomen,
donde a veces forman un saco colector dilatado, o cisterna del quilo.
Desde este saco (si está presente) o desde la unión de los troncos, el
conducto torácico asciende hasta el tórax, lo atraviesa y penetra en el
ángulo venoso izquierdo (la unión de las venas yugular interna y
subclavia izquierdas).

SISTEMA CARDIOVASCULAR
2. Corazón
El corazón es un órgano muscular hueco.
Situación general
El corazón está situado en el tórax, detrás de la pared esternocondrocostal, en la
parte inferior del mediastino, específicamente en el mediastino inferior medio. El
mediastino es una región que se encuentra situada centralmente en el tórax, entre
las regiones pleuropulmonares derecha e izquierda. Está limitado:
 Anteriormente, por la cara posterior del esternón, de los cartílagos
costales y de los espacios intercondrales.
 Posteriormente, por la cara anterior de la columna vertebral desde T1
hasta L1.
 A los lados, por las pleuras, porciones mediastínicas, derecha e izquierda.
 Inferiormente, por la porción mediana del diafragma;
 Superiormente, por la abertura torácica superior, a través de la cual se
comunica con los diferentes planos del cuello.
Forma y orientación
Tiene la forma de un cono o una pirámide.
Aspecto
El corazón vivo está animado por contracciones enérgicas. Su tejido muscular
varía del rosado al rojo oscuro.
El volumen y el peso: varían de acuerdo con el sexo y con la edad: el corazón
del hombre es más voluminoso que el de la mujer. Al nacer, pesa
aproximadamente 25 g; a los 10 años, entre 100 y 125 g y en el adulto entre 200 y
250 g. Este peso aumenta con la talla y con la capacidad torácica. El volumen
depende del trabajo muscular y de los esfuerzos físicos a los que el individuo está
sometido.
CONFIGURACIÓN EXTERNA
Se considera que el corazón tiene cuatro caras, tres bordes, una base y un vértice.
1. Caras del corazón:
Las caras son:
 Anterior o esternocostal.
 Inferior o diafragmática.
 Pulmonar izquierda.

2. Bordes. Se describen tres.


 Borde derecho (inferior).
 Borde superior.
 Borde izquierdo.
3. Base.
Es posterior y está formada por la cara posterior de las dos aurículas,
esencialmente por el izquierdo.
4. Vértice (ápex).
Es la punta del corazón, que es redondeada, regular y pertenece en su totalidad al
ventrículo izquierdo.
ANATOMÍA MACROSCÓPICA DEL CORAZÓN
Pericardio.
Cabe destacar que el corazón se encuentra envuelto por un saco fibroseroso,
llamado pericardio que envuelve al corazón, a la raíz arterial que parte de él y a
las raíces venosas que llegan a él. El pericardio está formado por dos partes:
– El pericardio fibroso: Su cara externa está tapizada, sobre todo por adelante
y a los lados, por formaciones adiposas, a menudo espesas. Su cara interior o
profunda está tapizada por la hoja parietal del pericardio seroso.
– El pericardio seroso: Como todas las serosas, el pericardio seroso constituye
una envoltura que comprende dos láminas:
Una lámina visceral (interna) o epicardio, que tapiza íntimamente el corazón y
los vasos adyacentes.
Y una lámina parietal (externa) que tapiza la cara profunda del pericardio
fibroso.
Entre las capas parietal y visceral hay un espacio virtual denominado cavidad
pericárdica, ésta contiene una fina capa de líquido seroso, conocido como el
líquido pericárdico, que reduce la fricción entre las capas visceral y parietal
durante los movimientos del corazón. Gracias a que el pericardio, es lo bastante
resistente, el corazón puede actuar de manera independiente.
ANATOMÍA MICROSCÓPICA
Como ustedes saben, el ser humano se encuentra conformado por tres tipos de
músculos que se pueden clasificar en;
Musculo estriado o esquelético: Las fibras del músculo esquelético se
presentan en músculos que están adheridos al esqueleto, tienen apariencia
estriada y están bajo control voluntario.
Musculo liso: Las fibras de músculo liso están localizadas en las paredes de los
órganos viscerales huecos, a excepción del corazón, tienen apariencia estriada y
están bajo control involuntario. 
Musculo Cardiaco: Las células del músculo cardíaco están localizadas en las
paredes del corazón, tienen apariencia estriada y están bajo control
involuntario. El corazón está formado por tres tipos principales de músculo
cardíaco: músculo auricular, músculo ventricular (poseen una contracción más
rápida a diferencia del musculo esquelético) y fibras musculares especializadas de
excitación y de conducción (controla el latido rítmico cardíaco, debido a que
presentan descargas eléctricas rítmicas automáticas en forma de potenciales de
acción o conducción).
Musculo Cardiaco
Las paredes del corazón se encuentran conformadas por un músculo con
propiedades particulares, el miocardio, tapizado interiormente por el endocardio y
exteriormente por el epicardio.
Anatomía fisiológica del músculo cardíaco
El musculo cardiaco se encuentra formado por los cardiocitos (cardiomiocitos) son
células cortas, gruesas y ramificadas, por lo general miden 50 a 100 μm de largo y
10 a 20 μm de ancho.
La figura 9-2 muestra la histología del músculo cardíaco, que presenta las fibras
musculares cardíacas, estas se dividen, se vuelven a combinar y se separan de
nuevo.
El musculo cardiaco tiene las miofibrillas típicas que contienen filamentos de
actina y de miosina casi idénticos a los que se encuentran en el músculo
esquelético; estos filamentos están unos al lado de otros y se deslizan entre sí
durante la contracción de la misma manera que ocurre en el músculo esquelético,
aunque en otros aspectos el músculo cardíaco es bastante diferente del músculo
esquelético. Por lo general, un cardiocito sólo tiene un núcleo, colocado en el
centro, a menudo rodeado por una masa de glucógeno que se tiñe de color claro.
Músculo cardíaco como sincitio.
Las zonas oscuras que atraviesan las fibras musculares cardíacas de la figura 9-2
se denominan discos intercalados; realmente son membranas celulares que
separan las células musculares cardíacas individuales entre sí. En cada uno de los
discos intercalados las membranas celulares se fusionan entre sí, formando
uniones «comunicantes» (en hendidura) permeables que permiten una rápida
difusión, de modo que los potenciales de acción viajan fácilmente desde una
célula muscular cardíaca a la siguiente, a través de los discos intercalados.
El corazón realmente está formado por dos sincitios:
 El sincitio auricular, que forma las paredes de las dos aurículas.
 El sincitio ventricular, que forma las paredes de los dos ventrículos.
En resumen, el corazón tiene una estructura de fibras colagenosas y elásticas que
integran el esqueleto fibroso. Este tejido está muy concentrado en las paredes
localizadas entre las cámaras cardiacas, en anillos fibrosos alrededor de las
válvulas (AV, válvula tricúspide y mitral) y en hojas de tejido que interconectan
tales anillos. El esqueleto fibroso tiene varias funciones:
1) Proporciona apoyo estructural para el corazón, sobre todo alrededor de las
válvulas y las aberturas de los grandes vasos, mantiene estos orificios abiertos y
evita que se estiren demasiado cuando emana sangre por ellos.
2) Ancla los cardiocitos y les da apoyo para su acción de jalar.
3) Dado que no conduce la electricidad, sirve como aislante eléctrico entre las
aurículas y los ventrículos, de modo que las primeras no pueden estimular a los
segundos de manera directa; este aislamiento es importante para el ritmo y la
coordinación de la actividad eléctrica y contráctil.
El músculo cardiaco está compuesto también por las células del sistema
autónomo o cardionector. Éstas son miocitos cardiacos modificados y
especializadas en la conducción de impulsos nerviosos. Se ramifican por todo el
corazón formando el sistema de Purkinje. Son el marcapasos del corazón.
CONFIGURACIÓN INTERNA. CAVIDADES CARDÍACAS
El corazón, órgano hueco, está dividido en dos mitades, derecha e izquierda, por
un tabique: el septo [tabique] del corazón.
De cada lado de este septo, el corazón derecho y el corazón izquierdo poseen,
cada uno, dos cavidades:
 Una aurícula y ventrículo derecho.
 Una aurícula y ventrículo izquierdo.
Septos del corazón
Se distinguen tres estructuras de espesor diferente, dispuestas de arriba hacia
abajo y de atrás hacia adelante, que son:
1. El septo [tabique] interatrial. Separa los dos atrios (Auriculas).
2. El septo [tabique] interventricular. Separa los dos ventrículos.
3. La porción intermedia, el septo[tabique] atrioventricular.

LAS CAVIDADES DERECHAS E IZQUIERDAS


Corazón derecho:
Está constituido por la aurícula y el ventrículo derecho.
Aurícula derecha: Es una cavidad estrecha, de paredes delgadas, que forma el
borde derecho del corazón y está separada de la aurícula izquierda por el tabique
interauricular. Recibe sangre de tres vasos, la vena cava superior e inferior, y el
seno coronario. La sangre fluye de la aurícula derecha al ventrículo derecho por el
orificio aurículoventricular derecho, donde se sitúa la válvula tricúspide, que recibe
este nombre porque tiene tres cúspides.
Ventrículo derecho: Es una cavidad alargada de paredes gruesas, que forma la
cara anterior del corazón. El interior del ventrículo derecho presenta unas
elevaciones musculares denominadas trabéculas carnosas. Las cúspides de la
válvula tricúspide están conectadas entre sí por las cuerdas tendinosas que se
unen a los músculos papilares. Las cuerdas tendinosas impiden que las valvas
sean arrastradas al interior de la aurícula cuando aumenta la presión ventricular.
La sangre fluye del ventrículo derecho a través de la válvula semilunar pulmonar
hacia el tronco de la arteria pulmonar. El tronco pulmonar se divide en arteria
pulmonar derecha y arteria pulmonar izquierda.
Corazón izquierdo
Aurícula izquierda: Es una cavidad rectangular de paredes delgadas, que se
sitúa por detrás de la aurícula derecha y forma la mayor parte de la base del
corazón. Recibe sangre de los pulmones a través de las cuatro venas pulmonares,
que se sitúan a la cara posterior, dos a cada lado. La cara anterior y posterior de la
pared de la aurícula izquierda es lisa debido a que los músculos pectíneos se
sitúan exclusivamente en la orejuela. La sangre pasa de esta cavidad al ventrículo
izquierdo a través del orificio aurículo-ventricular izquierdo, recubierto por una
válvula que tiene dos cúspides válvula mitral (o bicúspide).
Ventrículo izquierdo: Esta cavidad constituye el vértice del corazón, casi toda su
cara y borde izquierdo y la cara diafragmática. Su pared es gruesa y presenta
trabéculas carnosas y cuerdas tendinosas, que fijan las cúspides de la válvula a
los músculos papilares. La sangre fluye del ventrículo izquierdo a través de la
válvula semilunar aórtica hacia la arteria aorta.
El grosor de las paredes de las 4 cavidades varía en función de su acción. Las
aurículas tienen unas paredes delgadas debido a que solo transfieren la sangre a
los ventrículos adyacentes. El ventrículo derecho tiene una pared más delgada
que el ventrículo izquierdo debido a que bombea la sangre a los pulmones,
mientras que el ventrículo izquierdo la bombea a todo el organismo. La pared
muscular del ventrículo izquierdo es entre 2-4 veces más gruesa que la del
ventrículo derecho.
Entre el miocardio auricular y ventricular existe una capa de tejido conjuntivo
denso que constituye el esqueleto fibroso del corazón. Cuatro anillos fibrosos,
donde se unen las válvulas cardiacas, están fusionados entre si y constituyen una
barrera eléctrica entre el miocardio auricular y ventricular.

VASCULARIZACIÓN DEL CORAZÓN.

Las arterias y las venas del corazón se disponen en círculo alrededor del órgano:
se las denomina vasos coronarios. Los linfáticos adoptan otra disposición.
Arterias coronarias.
En número de dos, la coronaria izquierda y la coronaria derecha, no son
semejantes y se las debe describir por separado.
Arteria coronaria izquierda: Se origina de la aorta, Su calibre mide de 3 a 4 mm,
término medio, en el adulto.
Arteria coronaria derecha: Su origen está en la aorta, inmediatamente a la altura
del borde de la valva semilunar derecha y del seno aórtico correspondiente. Tiene
un calibre (3 a 4 mm, término medio).
Venas del corazón
Su disposición no reproduce la de las arterias. Comprenden un conjunto principal
(vena cardíaca magna y seno coronario) y un grupo de venas independientes
(pequeñas venas del corazón y venas cardíacas mínimas).

INERVACIÓN DEL CORAZÓN.


Está asegurada por los dos sistemas, simpático y parasimpático, del sistema
nervioso autónomo. Comprende tres partes:
– Los nervios cardíacos del simpático y del vago.
– Los plexos cardíacos donde estos nervios se reúnen.
– Los nervios cardíacos originados en esos plexos.

3. Circulación general y pulmonar


Circuitos vasculares:
El corazón se compone de dos bombas musculares que, aunque adyacentes,
actúan en serie y dividen la circulación en dos partes: las circulaciones o circuitos;
 Pulmonar
El circuito pulmonar empieza con el tronco pulmonar, un vaso grande que
asciende en diagonal desde el ventrículo derecho y se ramifica en las arterias
pulmonares derecha e izquierda. A medida que se aproxima al pulmón, la arteria
pulmonar derecha se ramifica en dos, y ambas ramas entran en el pulmón en una
hendidura medial a la que se denomina hilio. En ambos pulmones, estas arterias
llevan al final a pequeños lechos capilares parecidos a cestos que rodean los
alveolos (sacos de aire) pulmonares. Aquí es donde la sangre descarga CO2 y
recoge O2. Después de dejar los alveolos capilares, la sangre pulmonar fluye en
las vénulas y las venas, lo que lleva al final a las venas pulmonares principales
que salen del pulmón en el hilio. La auricular izquierda del corazón recibe dos
venas pulmonares a cada lado. La función del circuito pulmonar consiste, sobre
todo, en intercambiar CO2 por O2. Los pulmones también reciben la irrigación
separada de sangre sistémica por vía de las arterias bronquiales.
 Sistémico
Este circuito, desde el ventrículo derecho a través de los pulmones hasta el atrio
izquierdo, es la circulación pulmonar. El ventrículo izquierdo impulsa la sangre rica
en oxígeno, que vuelve al corazón desde la circulación pulmonar, a través del
sistema arterial (la aorta y sus ramas), con intercambio de oxígeno y nutrientes por
dióxido de carbono en los capilares del resto del cuerpo. La sangre pobre en
oxígeno vuelve al atrio derecho del corazón por las venas sistémicas (tributarias
de las venas cavas superior e inferior). Este circuito desde el ventrículo izquierdo
al atrio derecho es la circulación sistémica. La circulación sistémica consiste en
realidad en muchos circuitos en paralelo que sirven a las distintas regiones y/o
sistemas orgánicos del cuerpo.
4. Características físicas de la circulación
La función de la circulación consiste en atender las necesidades del organismo:
1. Transportar nutrientes hacia los tejidos del organismo.
2. Transportar los productos de desecho.
3. Transportar las hormonas de una parte del organismo a otra.
4. En general, mantener un entorno apropiado en todos los líquidos tisulares
del organismo para lograr la supervivencia y funcionalidad óptima de las
células.
La velocidad del flujo sanguíneo en muchos de los tejidos se controla
principalmente en respuesta a su necesidad de nutrientes. En algunos órganos,
como los riñones, la circulación sirve para funciones adicionales. Por ejemplo, el
flujo sanguíneo a los riñones es muy superior a sus necesidades metabólicas y
está relacionado con su función excretora, que exige que se filtre en cada minuto
un gran volumen de sangre. El corazón y los vasos sanguíneos están controlados,
a su vez, de forma que proporcionan el gasto cardíaco y la presión arterial
necesarios para garantizar el flujo sanguíneo necesario.
Características físicas de la circulación
La circulación, como se ve en la figura 14-1, está dividida:
1. En circulación sistémica (Periférica).
2. Y circulación pulmonar.
Como la circulación sistémica aporta el flujo sanguíneo a todos los tejidos del
organismo excepto los pulmones, también se conoce como circulación mayor o
circulación periférica.
Componentes funcionales de la circulación:
Antes de comentar los detalles de la función circulatoria, es importante entender el
papel que tiene cada componente de la circulación.
La función de las arterias: consiste en transportar la sangre con una presión alta
hacia los tejidos, motivo por el cual las arterias tienen unas paredes vasculares
fuertes y unos flujos sanguíneos importantes con una velocidad alta.
Las arteriolas: son las últimas ramas pequeñas del sistema arterial y actúan
controlando los conductos a través de los cuales se libera la sangre en los
capilares. Las arteriolas tienen paredes musculares fuertes que pueden
cerrarlas por completo o que pueden, al relajarse, dilatar los vasos varias
veces, con lo que pueden alterar mucho el flujo sanguíneo en cada lecho tisular
en respuesta a sus necesidades.
Los Capilares: La función de los capilares consiste en el intercambio de;
1. Líquidos.
2. Nutrientes.
3. Electrólitos.
4. Hormonas.
5. Y otras sustancias en la sangre y en el líquido intersticial.
Para cumplir esta función, las paredes del capilar son muy finas y tienen muchos
poros capilares diminutos, que son permeables al agua y a otras moléculas
pequeñas.
Las vénulas: Recogen la sangre de los capilares y después se reúnen
gradualmente formando venas de tamaño progresivamente mayor.
Las venas: funcionan como conductos para el transporte de sangre que vuelve
desde las vénulas al corazón; igualmente importante es que sirven como una
reserva importante de sangre extra. Como la presión del sistema venoso es
muy baja, las paredes de las venas son finas. Aun así, tienen una fuerza
muscular suficiente para contraerse o expandirse y, de esa forma, actuar como un
reservorio controlable para la sangre extra, mucha o poca, dependiendo de las
necesidades de la circulación.
Volúmenes de sangre en los distintos componentes de la circulación.
En la figura 14-1 se muestra una visión general de la circulación junto a los
porcentajes del volumen de sangre total en los segmentos principales de la
circulación. Por ejemplo, aproximadamente el 84% de todo el volumen de sangre
del organismo se encuentra en la circulación sistémica y el 16% en el corazón y
los pulmones.
Del 84% que está en la circulación sistémica:
 El 64% está en las venas.
 El 13% en las arterias.
 El 7% en las arteriolas y capilares sistémicos.
El corazón contiene el 7% de la sangre y los vasos pulmonares, el 9%.
Superficies transversales y velocidades del flujo sanguíneo.
Si todos los vasos sistémicos de cada tipo se pusieran uno al lado del otro, la
superficie transversal total aproximada para un ser humano medio sería la
siguiente:
Obsérvese en particular la superficie transversal mucho mayor de las venas que
de las arterias, con una media cuatro veces mayor en las primeras, lo que explica
la gran capacidad de reserva de sangre en el sistema venoso comparado con el
sistema arterial.
Como debe pasar el mismo volumen de flujo sanguíneo (F) a través de cada
segmento de la circulación en cada minuto, la velocidad del flujo sanguíneo (v) es
inversamente proporcional a la superficie transversal vascular (A).
Nota: Dos magnitudes son inversamente proporcionales cuando al crecer una la
otra disminuye en la misma proporción, y al decrecer la primera la segunda
aumenta en la misma proporción. Ejemplo: Un coche a 50 km/hora tarda 6 horas
en recorrer una distancia; a 100 km/hora tarda 3 horas; a 150 km/hora tarda 2
horas.
v=F / A
Es decir, en condiciones de reposo la velocidad es como media de 33 cm/s en la
aorta, pero con una velocidad sólo de 1/1.000 en los capilares, es decir,
aproximadamente 0,3 mm/s. No obstante, como los capilares tienen una longitud
de sólo 0,3 a 1mm, la sangre sólo se queda allí durante 1-3 s. Este breve período
de tiempo es sorprendente, porque toda la difusión de los nutrientes y electrólitos
que tiene lugar a través de la pared capilar debe hacerse en este tiempo tan corto.

Presiones en las distintas porciones de la circulación.


Como el corazón bombea la sangre continuamente hacia la aorta, la presión
media en este vaso es alta, con una media en torno a los 100 mmHg. Además,
como el bombeo cardíaco es pulsátil, la presión arterial alterna entre una presión
sistólica de 120 mmHg y una diastólica de 80 mmHg, como se ve en la parte
izquierda de la figura 14-2.
Nota: La presión sistólica se refiere a la presión de la sangre en la arteria
cuando se contrae el corazón. Es la cifra superior (y más alta) en una medición de
la presión arterial. Presión arterial diastólica se refiere a la presión de la sangre
en la arteria cuando el corazón se relaja entre latidos. Es la cifra inferior (y más
baja) en una medición de la presión arterial. Por ejemplo, si la presión sistólica
de una persona es 120 milímetros de mercurio (mm Hg) y la presión diastólica es
80 mm Hg, la presión arterial se registra como 120/80 y se lee "120 sobre 80".
A medida que el flujo sanguíneo atraviesa la circulación sistémica la presión media
va cayendo progresivamente hasta llegar casi a 0 mmHg en el momento en el que
alcanza la terminación de las venas cava, donde se vacía en la aurícula derecha
del corazón
Nota: La circulación pulmonar moviliza la sangre entre el corazón y los pulmones.
Transporta sangre desoxigenada a los pulmones para absorber oxígeno y liberar
dióxido de carbono. La sangre oxigenada luego regresa al corazón. La
circulación sistémica moviliza la sangre entre el corazón y el resto del cuerpo.

La presión de los capilares sistémicos oscila desde 35 mmHg cerca de los


extremos arteriolares hasta tan sólo 10 mmHg cerca de los extremos venosos,
pero la presión media «funcional» en la mayoría de los lechos vasculares es de
17 mmHg, aproximadamente, una presión suficientemente baja que permite
pequeñas fugas de plasma a través de los poros diminutos de las paredes
capilares, aunque los nutrientes pueden difundir fácilmente a través de los
mismos poros hacia las células de los tejidos externos.
Nota: Los distintos lechos vasculares son derivaciones en paralelo del circuito
sistémico y compiten entre sí para recibir una fracción del volumen minuto aórtico.
En la parte derecha de la figura 14-2 se ven las presiones respectivas en los
distintos componentes de la circulación pulmonar. En las arterias pulmonares la
presión es pulsátil, igual que en la aorta, pero la presión es bastante menor: la
presión sistólica arterial pulmonar alcanza un promedio de 25 mmHg y la
diastólica, de 8 mmHg, con una presión arterial pulmonar media de sólo 16 mmHg.
La media de la presión capilar pulmonar alcanza un promedio de sólo 7 mmHg.
Aun así, el flujo sanguíneo por minuto a través de los pulmones es el mismo que
en la circulación sistémica.
Las bajas presiones del sistema pulmonar coinciden con las necesidades de los
pulmones, ya que lo único que se necesita es la exposición de la sangre en los
capilares pulmonares al oxígeno y otros gases en los alvéolos pulmonares.
5. Metabolismo cardiaco.
Características especiales del metabolismo del músculo cardíaco:
Los principios básicos del metabolismo celular, como se comenta en los capítulos,
se aplican al músculo cardíaco igual que a los demás tejidos, aunque hay algunas
diferencias cuantitativas. Una de las más importantes es que, en condiciones de
reposo, el músculo cardíaco consume normalmente ácidos grasos para aportar la
mayoría de la energía, y no hidratos de carbono (aproximadamente el 70% de su
energía procede de los ácidos grasos). Sin embargo, también es así en otros
tejidos, y el metabolismo cardíaco puede activar mecanismos de glucólisis
anaeróbica para obtener energía en condiciones anaerobias o de isquemia. Por
desgracia, la glucólisis consume cantidades enormes de glucosa sanguínea, a la
vez que forma grandes cantidades de ácido láctico en el tejido cardíaco, que es
quizás una de las causas de dolor cardíaco en las afecciones cardíacas
isquémicas. Al igual que sucede en otros tejidos, más del 95% de la energía
metabòlica liberada desde los alimentos se usa para formar ATP en la
mitocondria. A su vez, este ATP actúa como convector de energía para la
contracción y para otras funciones celulares de la célula muscular cardíaca. La
adenosina liberada es una de las sustancias que provoca la dilatación de las
arteriolas coronarias durante la hipoxia, como ya hemos comentado. Sin embargo,
la pérdida de adenosina también tiene consecuencias importantes para la célula.
Es decir que el músculo cardiaco depende de manera casi exclusiva de la
respiración aeróbica para elaborar ATP. Tiene cantidades abundantes de
mioglobina (un recurso a corto plazo de oxígeno almacenado para la respiración
aeróbica) y glucógeno (para la energía almacenada). Sus enormes mitocondrias
ocupan casi 25% de la célula; en comparación, las fibras de músculo estriado
tienen mitocondrias mucho más pequeñas que sólo ocupan 2% de la fibra. El
músculo cardiaco es adaptable a los combustibles orgánicos empleados. En
descanso, el corazón obtiene casi 60% de su energía de ácidos grasos, 35% de
glucosa y 5% de otros combustibles, como cetonas, ácido láctico y aminoácidos.
El músculo cardiaco es más vulnerable a una deficiencia de oxígeno que a la falta
de cualquier combustible específico. Debido a que usa poco la fermentación
anaeróbica o el mecanismo de deuda de oxígeno, no es propenso a la fatiga. Este
hecho se puede apreciar con facilidad al apretar una pelota de hule con el puño
una vez por segundo durante un minuto o dos. Pronto se siente fatiga en el
músculo estriado y tal vez se experimente un enorme agradecimiento de que el
músculo cardiaco pueda mantener un ritmo como éste, sin fatiga, de por vida.
6. Interrelaciones entre la presión, el flujo y la resistencia
El flujo sanguíneo que atraviesa un vaso sanguíneo está determinado por dos
factores:
1) Diferencia de presión de la sangre entre los dos extremos de un vaso,
también denominado «gradiente de presión» en el vaso, que es la fuerza
que empuja la sangre a través del vaso.

2) Los impedimentos que el flujo sanguíneo encuentra en el vaso, que se


conoce como resistencia vascular.
En la figura 14-3 se muestran estas relaciones en un segmento de un vaso
sanguíneo situado en cualquier punto del sistema circulatorio. P1 representa la
presión en el origen del vaso; en el otro extremo, la presión es P2. La resistencia
es consecuencia de la fricción entre el flujo de sangre y el endotelio intravascular
en todo el interior del vaso.
El flujo a través del vaso se puede calcular con la fórmula siguiente, que se
conoce como ley de Ohm:
∆P
F=
R
En donde F es el flujo sanguíneo, ∆ P es la diferencia de presión (P1 - P2) entre
los dos extremos del vaso y R es la resistencia. En esta fórmula se afirma que el
flujo sanguíneo es directamente proporcional a la diferencia de presión, pero
inversamente proporcional a la resistencia.
Nota: Dos magnitudes son directamente proporcionales si al aumentar una, la otra
también aumenta y al disminuir una, la otra también disminuye. 
Obsérvese que es la diferencia de presión entre los dos extremos del vaso, y no la
presión absoluta del mismo, la que determina la velocidad del flujo. Por ejemplo, si
la presión de ambos extremos de un vaso es de 100 mmHg, es decir, sin
diferencias entre ellos, no habrá flujo, aunque la presión sea de 100 mmHg.
 Flujo sanguíneo:
El flujo sanguíneo es, sencillamente, la cantidad de sangre que atraviesa un
punto dado de la circulación en un período de tiempo determinado.
Normalmente se expresa en mililitros por minuto o litros por minuto, pero puede
expresarse en mililitros por segundo o en cualquier otra unidad del flujo y de
tiempo. El flujo sanguíneo global de toda la circulación de un adulto en reposo
es de unos 5.000 ml/min, cantidad que se considera igual al gasto cardíaco
porque es la cantidad de sangre que bombea el corazón en la aorta en cada
minuto.
Flujo laminar de sangre en vasos.
Cuando el flujo sanguíneo se mantiene en equilibrio a través de un vaso
sanguíneo largo y liso, el flujo se produce de forma aerodinámica, manteniéndose
cada capa de sangre a la misma distancia de la pared del vaso. Además, la
porción de sangre más central se mantiene en el centro del vaso. Este tipo de flujo
se conoce como flujo laminar o flujo aerodinámico y es el contrario del flujo
turbulento, que es el flujo sanguíneo que transcurre en todas las direcciones del
vaso y se mezcla continuamente en su interior.
Perfil de velocidad parabólica durante el flujo laminar.
Cuando se produce el flujo laminar la velocidad del flujo en el centro del vaso es
bastante mayor que la velocidad cerca de los bordes exteriores, como se ve en la
figura 14-6. En la figura 14-6ª se muestra un vaso que contiene dos líquidos, el de
la izquierda teñido con un colorante y el de la derecha, transparente, pero no hay
flujo en el vaso. Cuando se hacen fluir, se desarrolla una interface parabólica entre
ellos, como se ve 1 s más tarde en la figura 14-65; la porción de líquido adyacente
a la pared del vaso apenas se ha movido, la que está algo alejada se ha
desplazado una distancia pequeña y la que está en la porción central se ha
desplazado mucho. Este efecto se conoce como el «perfil parabólico de la
velocidad del flujo sanguíneo».
La causa de este perfil parabólico es la siguiente: las moléculas de líquido que
tocan la pared se mueven lentamente por su adherencia a la pared del vaso. La
siguiente capa de moléculas se desliza sobre ellas, la tercera capa sobre la
segunda, la cuarta sobre la tercera, etc. Por tanto, el líquido de la parte central del
vaso se puede mover rápidamente porque hay muchas capas de moléculas
deslizantes entre la zona central del vaso y su pared, es decir, cada capa que se
sitúa más hacia el centro fluye progresivamente con más rapidez que las capas
más externas.
Flujo de sangre turbulento en algunas situaciones.
Cuando la velocidad del flujo sanguíneo es demasiado grande, cuando atraviesa
una obstrucción en un vaso, hace un giro brusco o pasa sobre una superficie
rugosa, el flujo puede volverse turbulento o desordenado en lugar de aerodinámico
(v. fig. 14-6C). El flujo turbulento significa que el flujo sanguíneo atraviesa el vaso
en dirección transversal y también longitudinal, formando espirales que se
denominan corrientes en torbellino, similares a los remolinos que se ven con
frecuencia en un río que fluye rápidamente en un punto de obstrucción.
Cuando hay corrientes en torbellino el flujo sanguíneo encuentra una resistencia
mucho mayor que cuando el flujo es aerodinámico, porque los torbellinos
aumentan mucho la fricción global del flujo en el vaso. El flujo turbulento tiende a
aumentar en proporción directa a la velocidad del flujo sanguíneo, al diámetro del
vaso sanguíneo y a la densidad de la sangre y es inversamente proporcional a la
viscosidad de la sangre, la viscosidad de la sangre suele ser de 1/30 poise y la
densidad es sólo ligeramente mayor de 1, por lo que un aumento del número de
Reynolds por encima de 200-400 indica que se producirá flujo turbulento en
algunas ramas de los vasos, pero que se desvanecerá en las porciones más
pequeñas de los mismos. No obstante, cuando el número de Reynolds ascienda
por encima de 2.000 habrá turbulencias en todos los vasos rectos pequeños.
 Presión sanguínea:
Unidades estándar de presión. La presión sanguínea se mide casi siempre en
milímetros de mercurio (mmHg) porque el manómetro de mercurio se ha usado
como patrón de referencia para medir la presión desde su invención en 1846 por
Poiseuille. En realidad, la presión arterial mide la fuerza ejercida por la sangre
contra una unidad de superficie de la pared del vaso. Cuando se dice que la pared
de un vaso es de 50 mmHg, quiere decirse que la fuerza ejercida es suficiente
para empujar una columna de mercurio contra la gravedad hasta una altura de 50
mm. Si la presión es de 100 mmHg, empujará la columna de mercurio hasta los
100 mm.
 Resistencia al flujo sanguíneo
La resistencia es el impedimento para el flujo sanguíneo en un vaso, pero no se
puede medir por ningún medio directo. En cambio, la resistencia debe calcularse a
partir de las mediciones del flujo sanguíneo y la diferencia de presión entre dos
puntos del vaso. Si la diferencia de presión entre dos puntos es de 1 mm Hg y el
flujo es de 1 ml / seg, se dice que la resistencia es1 unidad de resistencia
periférica, generalmente abreviado PRU.
Resistencia vascular periférica total y resistencia vascular pulmonar total. La
velocidad del flujo sanguíneo a través de todo el sistema circulatorio es igual a la
velocidad de la sangre que bombea el corazón, es decir, es igual al gasto
cardíaco.
En un ser humano adulto es aproximadamente igual a 100ml/s. La diferencia de
presión entre las arterias sistémicas y las venas sistémicas es de unos 100
mrnHg. Por tanto, la resistencia de toda la circulación sistémica, que se denomina
resistencia periférica total, es de 100/100 o 1 unidad de resistencia periférica
(PRU).
Cuando todos los vasos sanguíneos del organismo se contraen con fuerza la
resistencia periférica total puede aum entar hasta 4 PRU, mientras que cuando se
dilatan puede caer a tan solo 0,2 PRU.
En el sistema pulmonar la presión arterial media es de 16 mmHg y la presión
media en la aurícula izquierda es de 2 mmHg, con lo que la diferencia neta de
presión es de 14mm. Por tanto, cuando el gasto cardíaco es normal, en torno a
100 ml/s, se calcula que la resistencia vascular pulmonar total es de 0,14 PRU (la
séptima parte que en la circulación sistémica).
«Conductancia» de la sangre en un vaso y su relación con la resistencia. La
conductancia es la medición del flujo sanguíneo a través de un vaso para dar una
diferencia de presión dada. Se expresa en milímetros por segundo por milímetro
de mercurio de presión, pero también se puede expresar en litros por segundo por
milímetro de mercurio o en cualquier otra unidad del flujo sanguíneo y presión. Es
evidente que la conductancia es el recíproco exacto de la resistencia según la
1
ecuación: Conductancia=
Resistencia
Cambios muy pequeños en el diámetro de un vaso cambian muchísimo la
conductancia.
Pequeños cambios en el diámetro de un vaso provocan cambios enormes en su
capacidad de conducir la sangre cuando el flujo sanguíneo es aerodinámico, como
se demuestra en el experimento de la figura 14-8A, en la que vemos tres vasos
con diámetros relativos de 1, 2 y 4 pero con la misma diferencia de presión de 100
mmHg entre los dos extremos del vaso.
Aunque los diámetros de estos vasos aumentan sólo en cuatro veces, los flujos
respectivos son de 1, 16 y 256ml/min, es decir, un incremento del flujo de 256
veces: la conductancia del vaso aumenta en proporción a la cuarta potencia del
diámetro según la fórmula siguiente:

Conductancia ∝ Diámetro4
Ley de Poiseuille. La causa del gran aumento de la conductancia cuando
aumenta el diámetro puede encontrarse en la figura 14-8B, en la que se muestran
cortes transversales de un vaso grande y uno pequeño. Los anillos concéntricos
del interior de los vasos indican que la velocidad del flujo de cada anillo es
diferente de la que hay en anillos adyacentes como consecuencia del flujo laminar,
del que ya hemos hablado en este capítulo. Es decir, la sangre del anillo que toca
la pared del vaso apenas se mueve porque está adherida al endotelio vascular. El
anillo siguiente de sangre hacia el centro del vaso se desliza sobre el primer anillo
y, por tanto, fluye con mayor rapidez, al igual que los anillos tercero, cuarto, quinto
y sexto, que también fluyen con velocidades crecientes. Es decir, la sangre que
está cerca de la pared de los vasos fluye lentamente, mientras que la que está en
el centro del vaso fluye mucho más rápidamente.
Importancia de la «ley de la cuarta potencia» del diámetro del vaso para
determinar la resistencia arteriolar.
En la circulación sistémica, aproximadamente dos tercios de toda la resistencia
sistémica al flujo sanguíneo se debe a la resistencia arteriolar en las pequeñas
arteriolas. Los diámetros internos de las arteriolas varían desde tan sólo 4 um
(micrometros) hasta 25 um, aunque sus fuertes paredes vasculares permiten
cambios enormes de los diámetros internos, a menudo hasta en cuatro veces.
Como consecuencia de la ley de la cuarta potencia expuesta anteriormente, que
relaciona el vaso sanguíneo con el diámetro del vaso, se puede ver que este
incremento en cuatro veces del diámetro del vaso aumenta el flujo hasta en 256
veces, es decir, esta ley de cuarta potencia hace que sea posible que las
arteriolas, que responden con sólo pequeños cambios del diámetro a las señales
nerviosas o a las señales químicas de los tejidos locales, hagan desaparecer casi
completamente el flujo sanguíneo hacia el tejido o vayan al otro extremo,
provocando un inmenso incremento del flujo. En realidad, se han registrado
variaciones del flujo sanguíneo de más de 10 0 veces en zonas tisulares
independientes entre los límites de la constricción arteriolar máxima y la dilatación
arteriolar máxima.
Resistencia al flujo sanguíneo en circuitos vasculares en serie y en paralelo.
La sangre que bombea el corazón fluye desde la parte de presión alta de la
circulación sistèmica (es decir, la aorta) hacia el lado de baja presión (es decir, la
vena cava) a través de muchos miles de vasos sanguíneos dispuestos en serie y
en paralelo. Las arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas se disponen
colectivamente en serie. Cuando esto sucede, el flujo de cada vaso sanguíneo es
el mismo y la resistencia total al flujo sanguíneo (Rtotal) es igual a la suma de la
resistencia de cada vaso:
Rtotal =R 1+ R 2+ R 3+ R 4 … .

Es decir, la resistencia vascular periférica total es igual a la suma de resistencias


de las arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas. En el ejemplo que se ve en
la figura 14-9A, la resistencia vascular total es igual a la suma de R1 y R2.
Los vasos sanguíneos emiten numerosas ramas que forman circuitos paralelos
que aportan la sangre a los distintos órganos y tejidos del organismo. Esta
distribución paralela permite que cada tejido regule su propio flujo sanguíneo en
mayor grado, independientemente del flujo de los demás tejidos. En cuanto a los
vasos sanguíneos en paralelo ( fig. 14-95), la resistencia total al flujo sanguíneo se
expresa como:

Es evidente que, para un gradiente de resistencia dado, fluirán cantidades de


sangre mucho mayores a través de este sistema paralelo que a través de cada
uno de los vasos sanguíneos por separado, por lo que la resistencia total es
bastante menor que la resistencia de cualquier vaso sanguíneo aislado. El flujo a
través de cada uno de los vasos unidos en paralelo de la figura 14-95 está
determinado por el gradiente de presión y su propia resistencia, y no la resistencia
de los demás vasos sanguíneos en paralelo. No obstante, el aumento de la
resistencia de cualquiera de los vasos sanguíneos aumenta la resistencia vascular
total.
El flujo sanguíneo a través de cada tejido es una fracción del flujo sanguíneo total
(gasto cardíaco) y a determina por la resistencia (recíproca de la conductancia al
flujo sanguíneo en el tejido, así como por el gradiente ir presión. Por tanto, la
amputación de una extremidad o la eliminación quirúrgica de un riñón también
elimina un circuito paralelo y reduce la conductancia vascular total y el flujo
sanguíneo total (es decir, el gasto cardíaco), a la vez que aumenta la resistencia
vascular periférica total.
Efecto del hematocrito sanguíneo y la viscosidad sanguínea sobre la
resistencia vascular y el flujo sanguíneo.
Obsérvese que otro de los factores importantes de la ley ¿Poiseuille es la
viscosidad de la sangre. Cuanto mayor sea la viscosidad, menor será el flujo en un
vaso si todos los demás factores se mantienen constantes. Además, la viscosidad
de la ¿sangre normal es tres veces mayor que la viscosidad del agua.
Pero ¿qué hace que la sangre sea tan viscosa? Principalmente el gran número de
hematíes suspendidos en la sangre, cada uno de los cuales ejerce un arrastre por
fricción sobre las células adyacentes y contra la pared del vaso sanguíneo.
Hematocrito.
La proporción de la sangre que corresponde a glóbulos rojos se conoce como
hematocrito, es decir, si una persona tiene un hematocrito de 40 significa que el
40% del volumen sanguíneo está formado por las células y el resto es plasma. El
hematocrito de un varón adulto: alcanza un promedio de 42, mientras que en las
mujeres es de 38. Estos valores son muy variables, dependiendo de si la persona
tiene anemia, del grado de actividad corporal y de la altitud en la que reside la
persona. Estos cambios de hematocrito se comentan en relación con los eritrocitos
y con su función del transporte del oxígeno en el capítulo 32. El hematocrito se
determina centrifugando la sangre en un tubo calibrado, como se ve en la figura
14-10. La calibración permite la lectura directa del porcentaje de células.

Efecto del hematocrito sobre la viscosidad de la sangre.


La viscosidad de la sangre aumenta drásticamente a medida que lo hace el
hematocrito, como se ve en la figura 14-11. La viscosidad de la sangre total con un
hematocrito normal es de 3, lo que significa que se necesita tres veces más
presión para obligar a la sangre total a atravesar un vaso que si fuera agua.
Cuando el hematocrito aumenta hasta 60 o 70 como sucede en caso de
policitemia, la viscosidad de la sangre puede ser hasta 10 veces mayor que la del
agua y su flujo a través de los vasos sanguíneos se retrasa mucho. Otros factores
que afectan a la viscosidad de la sangre son la concentración y el tipo de las
proteínas plasmáticas, pero estos efectos son mucho menores que el efecto del
hematocrito, por lo que no son aspectos significativos en la mayoría de los
estudios hemodinámicos. La viscosidad del plasma sanguíneo es 1,5 veces la del
agua.
Efectos de la presión sobre la resistencia vascular y el flujo sanguíneo
tisular.
La «autorregulación» atenúa el efecto de la presión arterial en el flujo
sanguíneo tisular.
A partir de todo lo comentado, el incremento de la presión arterial debería
provocar un incremento proporcional del flujo sanguínea en los distintos tejidos del
organismo, aunque el efecto de la presión arterial sobre el flujo sanguíneo en
muchos tejidos suele ser bastante mayor de lo que se debería esperar, como se
ve en la figura 14-12. La razón de este incremento es que el aumento de la
presión arterial no sólo aumenta la fuerza que impulsa la sangre a través de los
vasos, sino que también inicia incrementos compensatorios en la resistencia
vascular en un tiempo de unos segundos a través de la activación de los
mecanismos locales de control expuestos en el capítulo 17. De modo inverso, con
las reducciones en la presión arterial, la mayor parte de la resistencia vascular se
reduce en un tiempo breve en la mayoría de los tejidos y el flujo sanguíneo se
mantiene relativamente constante. La capacidad de cada tejido de ajustar su
resistencia vascular y mantener un flujo sanguíneo normal durante los cambios en
la presión arterial entre aproximadamente 70 y 175 mmHg se denomina
autorregulación del flujo sanguíneo.
Obsérvese en la figura 14-12 que los cambios del flujo sanguíneo se pueden
provocar mediante la estimulación simpática, que constriñe los vasos sanguíneos
periféricos. Análogamente, los vasoconstrictores hormonales, como noradrenalina,
angiotensina II, vasopresina o endotelina, también pueden reducir el flujo
sanguíneo, al menos de forma transitoria. Los cambios en el flujo sanguíneo tisular
raras veces duran más de unas horas incluso cuando aumenta la presión arterial o
se mantienen niveles aumentados de vasoconstrictores. El motivo de la relativa
constancia del flujo sanguíneo es que los mecanismos autorreguladores locales de
cada tejido terminan por superar la mayoría de los efectos de los vasoconstrictores
para proporcionar un flujo sanguíneo que resulta apropiado para las necesidades
del tejido.
7. Leyes hidrodinámicas aplicadas al sistema cardiovascular del
hombre.
Principios básicos de la función circulatoria:
Aunque la función circulatoria es muy compleja, hay tres principios básicos que
subyacen en todas las funciones del sistema.
1. La velocidad del flujo sanguíneo en cada tejido del organismo casi
siempre se controla con precisión en relación con la necesidad del
tejido.
Cuando los tejidos son activos necesitan un aporte mucho mayor de nutrientes y,
por tanto, un flujo sanguíneo mucho mayor que en reposo, en ocasiones hasta 20
o 30 veces el nivel de reposo, a pesar de que el corazón normalmente no puede
aumentar su gasto cardíaco en más de 4-7 veces su gasto cardíaco por encima
del nivel en reposo. Por tanto, no es posible aumentar simplemente el flujo
sanguíneo en todo el organismo cuando un tejido en particular demanda el
aumento del flujo. Por el contrario, la microvasculatura de cada tejido vigila
continuamente las necesidades de su territorio, así como la disponibilidad de
oxígeno y de otros nutrientes y la acumulación de dióxido de carbono y de otros
residuos, y, a su vez, todos ellos actúan directamente sobre los vasos sanguíneos
ocales, dilatándolos y contrayéndolos, para controlar el flujo sanguíneo local con
precisión hasta el nivel requerido para la actividad tisular. Además, el control
nervioso de la circulación desde el sistema nervioso central y las hormonas
también colaboran en el control del flujo sanguíneo tisular.
2. El gasto cardíaco es la suma de todos los flujos tisulares locales.
Cuando la sangre fluye a través de un tejido, inmediatamente regresa
por las venas al corazón.

El corazón responde automáticamente a esta mayor afluencia de sangre


bombeándola inmediatamente de regreso a las arterias. Así, mientras el corazón
funcione con normalidad, actúa como un autómata, respondiendo a las demandas
de los tejidos. Sin embargo, el corazón a menudo necesita ayuda en forma de
señales nerviosas especiales para que bombee la cantidad necesaria de flujo
sanguíneo.
3. La regulación de la presión arterial es generalmente independiente del
control del flujo sanguíneo local o del control del gasto cardíaco.
El sistema circulatorio está provisto de un extenso sistema para controlar la
presión arterial. Por ejemplo, si en cualquier momento la presión cae
significativamente por debajo del nivel normal de aproximadamente 100 mm Hg,
una avalancha de reflejos nerviosos provoca una serie de cambios circulatorios
para elevar la presión de regreso a la normalidad en segundos. Las señales
nerviosas hacen especialmente lo siguiente: (a) aumentan la fuerza de los latidos
del corazón; (b) provocar la contracción de los grandes reservorios venosos para
proporcionar más sangre al corazón; y (c) provocar una constricción generalizada
de las arteriolas en muchos tejidos de modo que se acumule más sangre en las
arterias grandes para aumentar la presión arterial. Luego, durante períodos más
prolongados, horas y días, los riñones desempeñan un papel importante adicional
en el control de la presión al secretar hormonas que controlan la presión y regulan
el volumen sanguíneo.
Por tanto, las necesidades de los tejidos individuales son atendidas
específicamente por la circulación. En el resto de este capítulo, comenzaremos a
analizar el control básico del flujo sanguíneo tisular, el gasto cardíaco y la presión
arterial.
Objetivo 2 °: Analizar el intercambio de agua y soluto entre capilares e intersticio.
1. Estructura de la microcirculación y sistema capilar.
2. Recambio de elementos nutritivos y otras sustancias entre la sangre y
el líquido intersticial.
Objetivo 3 °: Reconocer la función del sistema circulatorio como bomba. –
identificar las fases del ciclo cardiaco.
1. El corazón como bomba.
El corazón es una bomba que, con su acción impulsora, proporciona la fuerza
necesaria para que la sangre y las sustancias que ésta transporta circulen
adecuadamente a través de las venas y las arterias. En cada latido, el corazón
expulsa una determinada cantidad de sangre hacia la arteria más gruesa (aorta) y,
por sucesivas ramificaciones que salen de la aorta, la sangre llega a todo el
organismo. La sangre, cuando ha cedido el oxígeno y los nutrientes (proteínas y
azúcar) a las células del organismo, se recoge en las venas que la devuelven
nuevamente al corazón. El corazón tiene cuatro cámaras o cavidades: dos
aurículas y dos ventrículos. La sangre que vuelve al corazón por las venas entra
por la aurícula derecha (AD). El corazón está compuesto por 2 bombas (dos
ventrículos) que trabajan juntas. Cada bombeo ventricular tiene un ciclo, primero
se relajan y se llenan de sangre y luego se contraen y expulsan sangre. En cada
uno de esos ciclos cardiacos (latidos cardiacos) el ventrículo izquierdo toma un
volumen determinado de sangre de las venas pulmonares y de la aurícula
izquierda y lo envía a la arteria aorta; mientras que el ventrículo derecho se llena
con un volumen sanguíneo similar pero procedente de las venas sistémicas y de la
aurícula derecha y lo envía a la arteria pulmonar. La función primordial del corazón
es contraerse de forma rítmica y ordenada para generar en las cavidades
cardíacas la presión necesaria para enviar un volumen de sangre oxigenada
adecuada a las necesidades metabólicas de los tejidos. La función de bomba que
ejerce el corazón depende de la contracción y relajación sincronizada de las
aurículas y ventrículos y de la función de las válvulas auriculoventriculares (AV) y
semilunares que regulan el flujo de la sangre a través del corazón, lo cual se
traduce en cambios de presión, flujo y volumen de sangre durante el ciclo
cardíaco.
2. Musculo cardiaco.
Fisiología del músculo cardíaco
El corazón está formado por tres tipos principales de músculo cardíaco: músculo
auricular, músculo ventricular y fibras musculares especializadas de excitación y
de conducción.
El músculo auricular y ventricular se contrae de manera muy similar al músculo
esquelético, excepto porque la duración de la contracción es mucho mayor. No
obstante, las fibras especializadas de excitación y de conducción del corazón se
contraen solo débilmente porque contienen pocas fibrillas contráctiles; en cambio,
presentan descargas eléctricas rítmicas automáticas en forma de potenciales de
acción o conducción de los potenciales de acción por todo el corazón, formando
así un sistema excitador que controla el latido rítmico cardíaco.
Anatomía fisiológica del músculo cardíaco
El músculo cardíaco es estriado, igual que el músculo esquelético. Además, el
músculo cardíaco tiene las miofibrillas típicas que contienen filamentos de actina y
de miosina casi idénticos a los que se encuentran en el músculo esquelético; estos
filamentos están unos al lado de otros y se deslizan durante la contracción de la
misma manera que ocurre en el músculo esquelético.
Las zonas oscuras que atraviesan las fibras musculares cardíacas se denominan
discos intercalados; realmente son membranas celulares que separan las células
musculares cardíacas individuales entre sí. En cada uno de los discos intercalados
las membranas celulares se fusionan entre sí para formar uniones
«comunicantes» (en hendidura) permeables que permiten una rápida difusión. Por
tanto, desde un punto de vista funcional los iones se mueven con facilidad en el
líquido intracelular a lo largo del eje longitudinal de las fibras musculares
cardíacas, de modo que los potenciales de acción viajan fácilmente desde una
célula muscular cardíaca a la siguiente, a través de los discos intercalados. Por
tanto, el músculo cardíaco es un sincitio de muchas células musculares cardíacas
en el que las células están tan interconectadas entre sí que cuando una célula se
excita el potencial de acción se propaga rápidamente a todas.
El corazón realmente está formado por dos sincitios:
El sincitio auricular, que forma las paredes de las dos aurículas, y el sincitio
ventricular, que forma las paredes de los dos ventrículos. Las aurículas están
separadas de los ventrículos por tejido fibroso que rodea las aberturas de las
válvulas auriculoventriculares (AV) entre las aurículas y los ventrículos.
Normalmente los potenciales no se conducen desde el sincitio auricular hacia el
sincitio ventricular directamente a través de este tejido fibroso.
Esta división del músculo del corazón en dos sincitios funcionales permite que las
aurículas se contraigan en un pequeño intervalo antes de la contracción
ventricular, lo que es importante para la eficacia del bombeo del corazón.
3. Ciclo cardiaco.
Es la secuencia de eventos mecánicos, sonoros y de presión, relacionados con el
flujo de sangre a través de las cavidades cardíacas, la contracción y relajación de
cada una de ellas, el cierre y apertura de las válvulas y la producción de ruidos. La
característica más relevante en el comportamiento contráctil del corazón es su
función cíclica de bombeo, por ello los parámetros que mejor miden esta actividad
son los valores de presión y volumen; de ahí que la descripción del ciclo cardíaco
se realice mediante las medidas mencionadas a nivel de las cavidades cardíacas y
en los vasos sanguíneos de entrada y salida del corazón.
El ciclo se desarrolla al mismo tiempo en las dos partes del corazón (derecha e
izquierda), aunque las presiones son mayores en el lado izquierdo. La observación
al mismo tiempo del ECG permite correlacionar los cambios mecánicos con los
acontecimientos eléctricos que los preceden; y añadidamente demuestra la unidad
de acción del músculo auricular y ventricular. Este proceso transcurre en menos
de un segundo. En cada latido se distinguen cinco fases:
 Llenado ventricular activo (sístole auricular).
 Contracción ventricular isovolumétrica.
 Eyección.
 Relajación ventricular isovolumétrica.
 Llenado auricular pasivo.

4. Sístole y diástole.
El ciclo cardíaco está formado por un período de relajación que se denomina
diástole, seguido de un período de contracción denominado sístole.
La duración del ciclo cardíaco total, incluidas la sístole y la diástole, es el valor
inverso de la frecuencia cardíaca. Por ejemplo, si la frecuencia cardíaca es de 72
latidos/min, la duración del ciclo cardíaco es de 1/72 min/latido, aproximadamente
0,0139 min por latido, o 0,833 s por latido.
Determinantes del ciclo cardiaco
Es importante recordar que existen diversos determinantes de la función cardíaca
que pueden alterar las fases del ciclo: la precarga, la poscarga, el inotropismo, la
distensibilidad y la frecuencia.
La precarga depende del volumen del ventrículo al final de la diástole (VFD).
La poscarga representa la presión aórtica en contra de la que el ventrículo debe
contraerse.
El inotropismo corresponde a la fuerza intrínseca que genera el ventrículo en cada
contracción como bomba mecánica.
La distensibilidad se refiere a la capacidad que el ventrículo tiene de expandirse y
llenarse durante la diástole. (Ley de Frank-Starling)
La frecuencia cardíaca, es el número de ciclos cardíacos por unidad de tiempo.
El ciclo se repite unas setenta y dos veces por minuto, pero puede incrementarse
o ralentizarse según las necesidades del organismo a través del sistema nervioso.
Ruidos cardiacos
Los ruidos cardíacos son la expresión sonora del cierre de las válvulas cardíacas,
su funcionamiento fisiológico siempre es unidireccional, lo cual permite la correcta
circulación de la sangre a través del circuito cardiovascular.
Se explica que existen dos tipos de ruidos cardiacos. El primer ruido se relaciona
con el cierre de las válvulas auriculoventriculares (AV) al comienzo de la sístole
(que aquí es cuando el corazón se exprime y saca la sangre que tenía contenida).
El segundo ruido se asocia con el cierre de las válvulas semilunares (aortica y
pulmonar) al final de la sístole (aquí es cuando toda la sangre que tenía el corazón
terminó de salir y se vuelve a llenar para iniciar un nuevo ciclo).
Algunas veces también se puede ostentar la presencia de un un tercer ruido
cardíaco, éste va a ser débil y retumbará. Éste se aprecia al comienzo del tercio
medio de la diástole y se ausculta sólo en el foco apexiano. Es habitual en la
niñez, frecuente en adolescentes y muy raro después de los 40 años.
El cuarto ruido también se conoce como ruido auricular. Es ocasionado por un
llenado rápido. No se ausculta en personas menores de 50 años. Puede tener
origen derecho o izquierdo y sus causas son:
Derecho:
 Hipertensión pulmonar.
 Cardiomiopatía.
 Estenosis valvular pulmonar.
Izquierdo:
 Hipertensión sistémica.
 Estenosis aórtica valvular.
 Cardiomiopatía.
 Cardiopatía isquémica.

5. Determinantes del ciclo cardiaco: Automatismo y marcapaso.

 Automatismo: Movimientos inconscientes o involuntarios de un organismos


como reflejos.
 Marcapasos: El nódulo sinoauricular es el marcapaso natural que produce
los primero impulsos eléctricos que hacen latir el corazón.

 Ritmicidad eléctrica automática de las fibras sinusales:

Algunas fibras cardíacas tienen la capacidad de autoexcitación (se


contraen sin inervación), que es un proceso que puede producir descargas y
contracciones rítmicas automáticas. Esta capacidad es especialmente cierta en el
caso de las fibras del sistema especializado de conducción del corazón, entre ellas
las fibras del nódulo sinusal. Por este motivo el nódulo sinusal habitualmente
controla la frecuencia del latido de todo el corazón.

La masa principal del corazón está compuesta por células de músculo


cardíaco, o miocardio. La mayor parte del músculo cardíaco es contráctil, pero
alrededor del 1 % de las células miocárdicas están especializadas en generar
potenciales de acción en forma espontánea.

El corazón puede contraerse sin una conexión con otras partes del cuerpo,
porque la señal para la contracción es miogénica, originada dentro del propio
músculo cardíaco. La señal para la contracción miocárdica no proviene del
sistema nervioso, sino de células miocárdicas especializadas conocidas como
células autorítmica y denominada marcapasos.

Las células autorrítmicas son más pequeñas y contienen unas pocas fibras
contráctiles. Como no contienen sarcómeros organizados, las células autorrítmicas
no contribuyen a la fuerza continua del corazón. En cambio, las células
contráctiles son músculo estriado típico, con fibras contráctiles organizadas en
sarcómeros, El músculo cardíaco difiere de manera significativa del músculo
esquelético.

 Mecanismo de la ritmicidad del nódulo sinusal:

Estar a la mira que entre las descargas el «potencial de membrana en


reposo» de la fibra del nódulo sinusal tiene una negatividad de aproximadamente
–55 a –60 mV, en comparación con –85 a –90 mV para la fibra muscular
ventricular. La causa de esta menor negatividad es que las membranas celulares
de las fibras sinusales son permeables naturalmente a los iones sodio y calcio, y
las cargas positivas de los iones sodio y calcio que entran neutralizan parte de la
negatividad intracelular.

 Autoexcitación de las fibras del nódulo sinusal:

Debido a la elevada concentración de iones sodio en el líquido extracelular


en el exterior de la fibra nodular, así como al número moderado de canales de
sodio abiertos previamente, los iones sodio positivos del exterior de las fibras
normalmente tienden a desplazarse hacia el interior. Por tanto, entre los latidos
cardíacos, la entrada de iones sodio de carga positiva produce una elevación lenta
del potencial de membrana en reposo en dirección positiva.

El potencial en reposo aumenta gradualmente y se hace menos negativo


entre cada dos latidos sucesivos. Cuando el potencial alcanza un voltaje umbral
de aproximadamente –40 mV, los canales de calcio de tipo L se activan,
produciendo de esta manera el potencial de acción. Por tanto, básicamente, la
permeabilidad inherente de las fibras del nódulo sinusal a los iones sodio y calcio
produce su autoexcitación.

 ¿Por qué esta permeabilidad a los iones sodio y calcio no hace que las
fibras del nódulo sinusal permanezcan despolarizadas todo el tiempo?:

Durante el transcurso del potencial de acción se producen dos fenómenos


que impiden dicho estado de despolarización constante. Primero, los canales de
calcio de tipo L se inactivan (es decir, se cierran) en un plazo de aproximadamente
100 a 150 ms después de su apertura, y segundo, aproximadamente al mismo
tiempo se abren números muy elevados de canales de potasio.

Por tanto, se interrumpe el flujo de entrada de iones positivos calcio y sodio


a través de los canales de calcio de tipo L, mientras que al mismo tiempo grandes
cantidades de iones positivos de potasio difunden hacia el exterior de la fibra.
Estos dos efectos reducen el potencial intracelular hasta devolverlo a su nivel de
reposo negativo y, por tanto, ponen fin al potencial de acción

6. Ruidos Cardiacos.

Cuando las válvulas se cierran, los velos de las válvulas y los líquidos
circundantes vibran bajo la influencia de los cambios súbitos de presión,
generando un sonido que viaja en todas las direcciones a través del tórax. Estos
ruidos a menudo se verbalizan como “lub-dub”.

 El primer tono cardíaco “lud”: Cuando se contraen los ventrículos primero


se oye un ruido que está producido por el cierre de las válvulas AV y
semilunares durante la contracción isovolumétrica de los ventrículos. El
tono de la vibración es bajo y relativamente prolongado, se ausculta cuando
los ventrículos se contraen en la sístole.

 Segundo ruido o tono “dub”: Cuando se cierran las válvulas aórtica y


pulmonar al final de la sístole se oye un golpe seco y rápido, se produce por
el cierre de las válvulas semilunares cuando la presión en los ventrículos
cae por debajo de la presión en las arterias. porque estas válvulas se
cierran rápidamente, y los líquidos circundantes vibran durante un período
cortó. Este sonido se denomina segundo tono cardíaco. Se ausculta cuando
los ventrículos se relajan al principio de la diástole.

Es la cantidad de sangre que bombea el corazón hacia la aorta cada


minuto O el volumen de sangre eyectado por cada latido (volumen sistólico). Es la
cantidad de sangre que fluye por la circulación y uno de los factores más
importantes que deben tenerse en cuenta en relación con la circulación, ya que es
la suma de los flujos sanguíneos de todos los tejidos del organismo.

El retorno venoso:

Es la cantidad del flujo sanguíneo que vuelve desde las venas hacia la
aurícula derecha por minuto. El retorno venoso y el gasto cardíaco deben ser
iguales entre sí, excepto durante algunos latidos cardíacos que se producen
cuando la sangre se almacena o elimina temporalmente del Corazón y los
pulmones.

 Valores normales del gasto cardíaco en reposo y durante la actividad:

El gasto cardíaco varía mucho con el nivel de actividad del organismo. Entre otros,
los factores. Siguientes afectan directamente al gasto cardíaco:

1) el nivel básico del metabolismo del organismo.


2) el ejercicio físico.
3) la edad.
4) el tamaño del organismo.

En los hombres jóvenes y sanos el gasto cardíaco medio en reposo alcanza


los 5,6 l/min y los 4,9 l/min en las mujeres. Cuando también se tiene en cuenta el
factor de la edad, se dice que el gasto
Cardíaco medio de un adulto en reposo es casi 5 l/min en números
redondos, ya que la actividad corporal y la masa de algunos tejidos (ej: el músculo
esquelético) disminuyen cuando aumenta la edad.

 La frecuencia cardiaca en reposo promedio:

En un adulto es de 70 latidos por minuto; el volumen sistólico (el volumen


de sangre bombeado por latido por cada ventrículo) promedio es de 70 a 80 mL
por latido. El producto de estas dos variables da un gasto cardiaco promedio de 5
500 mL (5.5 L) por minuto:

Gasto cardiaco = volumen sistólico × gasto cardiaco


(mL/min) (mL/latido) (latidos/min)

Objetivo 4 °: Analizar gasto cardiaco, retorno venoso y regulación de ambas.


1. Definición de gasto cardiaco.
El gasto cardíaco es la cantidad de sangre que bombea el corazón hacia la aorta
cada minuto.
También es la cantidad de sangre que fluye por la circulación y uno de los factores
más importantes que deben tenerse en cuenta en relación con la circulación, ya
que es la suma de los flujos sanguíneos de todos los tejidos del organismo.
El retorno venoso es la cantidad del flujo sanguíneo que vuelve desde las venas
hacia la aurícula derecha por minuto. El retorno venoso y el gasto cardíaco deben
ser iguales entre sí, excepto durante algunos latidos cardíacos que se producen
cuando la sangre se almacena o elimina temporalmente del corazón y los
pulmones.
Valores normales del gasto cardiaco por el retorno venoso.
El gasto cardíaco varía mucho con el nivel de actividad del organismo. Entre otros,
los factores siguientes afectan directamente al gasto cardíaco:
 El nivel básico del metabolismo del organismo.
 El ejercicio físico.
 La edad.
 El tamaño del organismo.
En los hombres jóvenes y sanos el gasto cardíaco medio en reposo alcanza los
5,6 l/min y los 4,9 l/min en las mujeres. Cuando también se tiene en cuenta el
factor de la edad, se dice que el gasto cardíaco medio de un adulto en reposo es
casi 5 l/min en números redondos, ya que la actividad corporal y la masa de
algunos tejidos (p. ej., el músculo esquelético) disminuyen cuando aumenta la
edad.
En estudios experimentales se ha demostrado que el gasto cardíaco aumenta en
proporción a la superficie corporal. En consecuencia, el gasto cardíaco se expresa
en términos de índice cardíaco, que es el gasto cardíaco por metro cuadrado de
superficie corporal. Una persona media que pesa 70 kg tiene una superficie
corporal en torno a 1,7 m2, lo que significa que el índice cardíaco medio normal de
los adultos es de 3 l/min/m2 de superficie corporal.
2. Valores normales del gasto cardiaco por el retorno venoso: papel del
mecanismo de Frank- Starling.

Cuando se afirma que el gasto cardíaco está controlado por el retorno


venoso, quiere decirse que no es el corazón propiamente el que, por lo general,
controla el gasto cardíaco, sino que hay otros factores de la circulación periférica
que afectan al flujo de sangre hacia el corazón desde las venas, lo que se conoce
como retorno venoso, que actúan como controladores principales.

La razón principal por la que los factores periféricos son tan importantes
en el control de gasto cardíaco es que el corazón tiene un mecanismo propio que
le permite bombear automáticamente, sin tener en cuenta la cantidad de sangre
que entre en la aurícula derecha desde las venas. Este mecanismo se conoce
como ley de Frank-Starling del corazón. Básicamente, en esta ley se afirma que
cuando aumenta la cantidad de flujo sanguíneo hacia el corazón se produce un
estiramiento de las paredes de las cámaras cardíacas.

Como consecuencia del estiramiento el músculo cardíaco se contrae con


una fuerza mayor, y esta acción vacía el exceso de sangre que ha entrado desde
la circulación sistémica. Por tanto, la sangre que fluye hacia el corazón es
bombeada sin retraso hacia la aorta y fluye de nuevo a través de la circulación.
Otro factor importante, es que el estiramiento del corazón hace que se bombee
más deprisa, lo que da lugar a una frecuencia cardíaca mayor, es decir, el
estiramiento del nódulo sinusal de la pared de la aurícula derecha tiene un efecto
directo sobre el ritmo del propio. Nódulo, aumentando la frecuencia cardíaca hasta
en un 10-15%.

Además, el estiramiento de la aurícula derecha inicia un reflejo nervioso,


conocido como reflejo Bainbridge, llega primero al centro vasomotor del cerebro y
después vuelve al corazón a través de los nervios simpáticos y los vagos,
aumentando también la frecuencia cardíaca. En la mayoría de las situaciones que
no causan estrés el gasto cardíaco se controla principalmente por factores
periféricos que determinan el retorno venoso. No obstante, como expondremos
más adelante en este capítulo, el corazón se convierte en el factor limitante que
determina el gasto cardíaco cuando el retorno sanguíneo es mayor que el que
puede bombear el corazón.
 El gasto cardíaco es la suma de los flujos sanguíneos en todos los tejidos:

El metabolismo tisular regula la mayor parte del flujo sanguíneo local El


retorno venoso hacia el corazón es la suma de todo el flujo sanguíneo local a
través de todos los segmentos tisulares de la circulación periférica. Por tanto, se
deduce que la regulación del gasto cardíaco es la suma de todos los mecanismos
reguladores del flujo sanguíneo local.

En la mayoría de los tejidos el flujo sanguíneo lo hace principalmente en


proporción al metabolismo de cada tejido. Por ej:, el flujo sanguíneo local casi
siempre aumenta cuando lo hace el consumo tisular de oxígeno; este efecto se
demuestra en la según distintos niveles de ejercicio. Obsérvese que cuando
aumenta el trabajo cardíaco durante el ejercicio, también aumentan paralelamente
el consumo de oxígeno y el gasto cardíaco.

 Regulación intrínseca del bombeo cardíaco: el mecanismo de Frank-


Starling

Se verá que en la mayoría de las situaciones la cantidad de sangre que


bombea el corazón cada minuto está determinada en gran medida, por lo común,
por la velocidad del flujo sanguíneo hacia el corazón desde las venas, que se
denomina retorno venoso. Es decir, todos los tejidos periféricos del cuerpo
controlan su propio flujo sanguíneo local, y todos los flujos tisulares locales se
combinan y regresan a través de las venas hacia la aurícula derecha. El corazón,
a su vez, bombea automáticamente hacia las arterias esta sangre que le llega, de
modo que pueda fluir de nuevo por el circuito.

Esta capacidad intrínseca del corazón de adaptarse a volúmenes


crecientes de flujo sanguíneo de entrada se denomina mecanismo de Frank-
Starling del corazón en honor de Otto Frank y Ernest Starling, dos grandes
fisiólogos de hace un siglo. Básicamente, el mecanismo de Frank-Starling significa
que cuanto más se distiende el músculo cardíaco durante el llenado, mayor es la
fuerza de contracción y mayor es la cantidad de sangre que bombea hacia la
aorta. O, enunciado de otra manera, dentro de límites fisiológicos el corazón
bombea toda la sangre que le llega procedente de las venas.

En síntesis, cuando una cantidad adicional de sangre fluye hacia los


ventrículos, el propio músculo cardíaco es distendido hasta una mayor longitud.
Esta distensión, a su vez, hace que el músculo se contraiga con más fuerza
porque los filamentos de actina y de miosina son desplazados hacia un grado más
óptimo de superposición para la generación de fuerza. Por tanto, el ventrículo,
debido al aumento de la función de bomba, bombea automáticamente la sangre
adicional hacia las arterias.

Así pues, esta capacidad del músculo distendido, hasta una longitud
óptima, de contraerse con un aumento del trabajo cardíaco, es característica de
todo el músculo estriado, como se explica en el capítulo 6, y no es simplemente
una característica del músculo cardíaco. Además del importante efecto del
aumento de longitud del músculo cardíaco, hay otro factor que aumenta la función
de bomba del corazón cuando aumenta su volumen. La distensión de la pared de
la aurícula derecha aumenta directamente la frecuencia cardíaca en un 10-20%, lo
que también contribuye a aumentar la cantidad de sangre que se bombea cada
minuto, aunque su contribución es mucho menor que la del mecanismo de Frank-
Starling.

3. Papel del sistema nervioso en la regulación del gasto cardiaco.


Mecanismos de excitación del corazón por los nervios simpáticos:

La estimulación simpática intensa puede aumentar la frecuencia cardíaca


en seres humanos adultos jóvenes desde la frecuencia normal de 70 latidos/min
hasta 180 a 200 y, raras veces, incluso 250 latidos/min. Además, la estimulación
simpática aumenta la fuerza de la contracción cardíaca hasta el doble de lo
normal, aumentando de esta manera el volumen de sangre que se bombea y
aumentando la presión de eyección. Así, con frecuencia la estimulación simpática
puede aumentar el gasto cardíaco máximo hasta dos o tres veces, además del
aumento del gasto que produce el mecanismo de Frank-Starling que ya se ha
comentado.

 Por el contrario, la inhibición de los nervios simpáticos del corazón puede


disminuir la función de bomba del corazón en un grado moderado:
En condiciones normales, las fibras nerviosas simpáticas que llegan al
corazón descargan continuamente a una frecuencia baja que mantiene el bombeo
aproximadamente un 30% por encima del que habría sin estimulación simpática.
Por tanto, cuando la actividad del sistema nervioso simpático disminuye por
debajo de lo normal, tanto de la frecuencia cardíaca como la fuerza de la
contracción del músculo ventricular se reducen, con lo que disminuye el nivel de
bombeo cardíaco hasta un 30% por debajo de lo normal.

 La estimulación parasimpática (vagal) reduce la frecuencia cardíaca y la


fuerza de la contracción:

La estimulación intensa de las fibras nerviosas parasimpáticas de los


nervios vagos que llegan al corazón puede interrumpir el latido cardíaco durante
algunos segundos, pero después el corazón habitualmente «escapa» y late a una
frecuencia de 20 a 40 latidos/min mientras continúe la estimulación parasimpática.
Además, la estimulación vagal intensa puede reducir la fuerza de la contracción
del músculo cardíaco en un 20-30%. Las fibras vagales se distribuyen
principalmente por las aurículas y no mucho en los ventrículos, en los que se
produce la contracción de potencia del corazón. Esta distribución explica por qué
el efecto de la estimulación vagal tiene lugar principalmente sobre la reducción de
la frecuencia cardíaca, en lugar de reducir mucho la fuerza de la contracción del
corazón. Sin embargo, la gran disminución de la frecuencia cardíaca, combinada
con una ligera reducción de la fuerza de la contracción cardíaca, puede reducir el
bombeo ventricular en un 50% o más. Efecto de la estimulación simpática y
parasimpática sobre la curva de función cardíaca.

Objetivo 5°: Explicar las estructuras que conforman el sistema de conducción del
corazón para luego interpretar los ritmos cardiacos.
1. Marcapaso sinual o nodulo de Reith y Black.

El nodo sinoauricular (NSA o nodo SA) o nodo de Keith y Flack, nodo seno-


auricular o nodo sinoatrial. Recibe el nombre común de marcapasos cardíaco, y es
una de las estructuras del miocardio que compone el sistema de conducción
eléctrica del corazón.
En los cardiomiocitos de este nodo sinoauricular es donde se origina el impulso
eléctrico que genera un latido cardíaco.
Se encuentra en la pared lateral superior de la aurícula derecha, en inmediata
relación con la desembocadura de la vena cava superior. En embriología, esta
zona es conocida como seno venoso (sinus venarum), de donde este nodo toma
su nombre.

2. Nodulo A- V o de Aschoff – Tawara.


El nodo auriculoventricular (Nodo A-V), nodo atrioventricular, o nódulo de Aschoff-
Tawara. está formado por células cardíacas especializadas en la formación y la
conducción de impulsos eléctricos cardíacos y se encuentra situado en la porción
inferior del surco interauricular próximo al septo membranoso interventricular, en el
vértice superior del triángulo de Koch (espacio entre el seno coronario, la válvula
septal tricuspídea y el tendón de Todaro).
De fallar el nódulo sinoauricular, esta función de marcapasos ahora recaería sobre
el nódulo atrioventricular o de Aschoff-Tawara, el cual enviaría el impulso eléctrico
con una frecuencia más lenta de 40 a 60 estímulos por minuto, produciendo de
esta forma un latido más débil (menos frecuente).
Objetivo 6°: Comprender que es electrocardiografía, electrocardiograma y su
interpretación clínica.
1. Aspectos técnicos del electrocardiógrafo.
El electrocardiógrafo se trata de una herramienta médica electrónica la cual se ha
arraigado en la medicina actual, siendo que su uso no es ni mucho menos raro, el
manejo de este mismo va a basarse en la captación y ampliación de los impulsos
eléctricos generados por el corazón, lo cual da como resultado al
electrocardiograma (EGC), dicho lo cual, no es de extrañarse que estos
electrocardiógrafos puedan encontrarse tanto en medicina general como en las
consultas especializadas de cardiología, sin mencionar también a las salas de
emergencia médicas, con el fin de aplicarlo para el diagnóstico de cualquier
paciente que lo necesite.
La característica propia del electrocardiógrafo de captar y ampliar los impulsos
eléctricos emitidos por el corazón se debe, entre otras cosas, a una serie de
electrodos que se colocan sobre el cuerpo del paciente examinado. Se colocan
cuatro de estos electrodos en cada una de las extremidades y otros seis en
segmentos específicos de la región torácica, esta información es enviada a un
oscilógrafo que muestra los resultados en un papel milimetrado específicamente
diseñado para el EGC.
Estos electrocardiógrafos están formado por un ampliador de biopotenciales, el
cual se forma a su vez por circuito de protección, señal de calibración, circuito de
aislamiento, preamplificador y amplificador manejador, un circuito de pierna
derecha, cuya función como tierra activa aislada del resto del circuito eléctrico va
a reducir el voltaje recibido y aumentar la seguridad, un selector de derivaciones,
el cual va a manejar la amplificación de biopotenciales para regular la contribución
de cada electrodo, un sistema de memoria que almacena los datos registrados
antes de imprimirlos, un microcontrolador, el cual va a controlar cada
procedimiento y modo de operación el cual es capaz de ser realizado por el
electrocardiógrafo.
2. Electrocardiograma, definición.
La definición de un electrocardiograma nos dice que es un registro de la actividad
eléctrica del corazón. Abreviado ECG y EKG. Un ECG es un procedimiento
sencillo y no invasivo. Se colocan electrodos en la piel del pecho y se conectan en
un orden determinado a una máquina que, al encenderse, mide la actividad
eléctrica de todo el corazón. Los resultados suelen aparecer en un largo rollo de
papel que muestra un gráfico impreso de la actividad en la pantalla de un
ordenador. El diagnóstico inicial de un infarto de miocardio suele realizarse
mediante la observación de una combinación de síntomas clínicos y cambios
característicos en el ECG. Un ECG puede detectar zonas de músculo privado de
oxígeno y/o tejido muerto en el corazón. Si se sabe que una medicación afecta a
veces negativamente a la función cardíaca, puede pedirse un ECG de referencia
antes de que el paciente empiece a tomar el medicamento, y pueden realizarse
pruebas de seguimiento a intervalos regulares para buscar cualquier cambio.
Las aurículas derecha e izquierda o cámaras superiores hacen la primera
onda llamada "onda P", siguiendo una línea plana cuando el impulso eléctrico va a
las cámaras inferiores. Los ventrículos derecho e izquierdo hacen la siguiente
onda llamada "complejo QRS". La última onda o "onda T" representa la
recuperación eléctrica o la vuelta al estado de reposo de los ventrículos.
3. Derivaciones unipolares y bipolares.
Se les va a llamar de esta forma a las derivaciones del electrocardiograma las
cuales se obtienen de los electrodos colocados precisamente en las extremidades,
dichas derivaciones van a dividirse en: derivaciones bipolares, también conocidas
como derivaciones de Einthoven y derivaciones unipolares o monopolares.
• Derivaciones bipolares
Cuando una derivación es bipolar quiere decir que tiene dos polos,
obviamente, uno negativo y uno positivo y con el electrocardiógrafo se mide la
diferencia de potencial entre ambos electrodos. Se les llama también derivaciones
clásicas y fueron descubiertas por Einthoven y dichos electrodos van a
encontrarse en extremidades distintas, estas derivaciones son I, II y III.
• Derivación 1 o I: Esta se trata de la diferencia de potencial entre la
extremidad superior derecha e izquierda y su vector está en dirección de O°.
• Derivación 2 o II: Esta va a representar la diferencia del potencial entre la
extremidad superior derecha, específicamente el hombro derecho y la extremidad
inferior izquierda, su vector está en dirección a 60°.
• Derivación 3 o III: Es la última de las derivaciones bipolares, esta retrata la
diferencia de potencial entre el miembro superior izquierdo y el miembro inferior
izquierdo, su vector está en dirección de 120°.
Estas tres derivaciones mencionadas van a formar lo que se conoce como
el triángulo de Einthoven, el famoso inventor del electrocardiograma, estas
derivaciones van a contar con proporciones matemáticas las cuales se reflejan en
la ley de Einthoven, la cual dicta que D2= D1+ D3. Esta ley tiene su relevancia a la
hora de interpretar un electrocardiograma, ya que nos permite determinar si los
electrodos colocados en las extremidades están puestos en ubicaciones erróneas
o de forma errónea, debido a que si la susodicha ley no se cumple, el Ecg estaría
siendo mal realizado.
 Derivaciones monopolares
También en este caso van a ser tres derivaciones, las mismas son aVr, aVl
y aVf, todas son por supuesto monopolares. Entonces, estas derivaciones van a
registrar la diferencia de potencial entre un punto teórico en el centro del triángulo
de Einthoven, con un valor de 0 y el electrodo de cada miembro, brindándonos la
posibilidad de conocer el potencial absoluto de estos electrodos. Al principio se les
había nombrado VR, VL y VF siendo la V de vector y r y l de right y left y F de foot,
luego se añadió la a en minúsculas que significa amplificado, debido a que estas
derivaciones monopolares están amplificadas.
• aVR: Se trata de potencial absoluto del miembro superior derecho. Su
vector está en dirección a -150°
• aVL: Es el potencial absoluto de la extremidad superior izquierda. Su vector
va a estar en dirección a -30°.
• aVF: Potencial absoluto del miembro inferior izquierdo. Su vector se
encuentra en dirección a 90°.

Objetivo 7°: Analiza cuales son los mecanismos que regulan la circulación.
1. Regulación de la circulación por el sistema nervioso.
La circulación está sometida a un estricto control con el objetivo de cumplir tres
tareas primordiales en el siguiente orden, suministrar sangre suficiente al encéfalo
y el corazón, enviar sangre suficiente al resto de órganos y tejidos del cuerpo, y
controlar la presión hidrostática capilar. Para esto, el sistema nervioso recibe
señales de diferentes orígenes acerca del estado del sistema circulatorio,
provenientes de diversos receptores sensoriales como los barorreceptores, que
informan acerca de la presión de la sangre; los quimiorreceptores, encargados de
informar sobre las concentraciones de CO2, O2 y pH sanguíneos; y los
termorreceptores, que envían señales acerca de la temperatura corporal.
2. Sistema nervioso autónomo.
También llamado sistema nervioso neurovegetativo o visceral, hace referencia a la
parte del sistema nervioso periférico que se encarga de controlar las funciones
involuntarias y vitales del organismo, así como la frecuencia cardíaca, presión
arterial, digestión, frecuencia respiratoria, micción, entre muchos otros. Como su
nombre lo indica, y a diferencia del sistema nervioso somático, este es el que
brinda autonomía al cuerpo para realizar diferentes procesos fisiológicos
independientemente a la voluntad del sujeto.
Por otro lado, el sistema nervioso autónomo está dividido funcionalmente en
tres subsistemas; el sistema nervioso simpático, el cual desencadena diversos
procesos en situaciones de alerta o “huida”, o simplemente ante cualquier estímulo
externo intenso, tales como la elevación de la frecuencia cardíaca y respiratoria; el
sistema nervioso parasimpático, antagónico al anterior, se encarga de mantener el
organismo en condiciones basales, ayudando a conservar la energía antes o
después de situaciones estresantes; y el sistema nervioso entérico, que tiene la
función de controlar directamente al sistema gastrointestinal.
Es importante mencionar que el sistema nervioso autónomo es,
mayormente, un sistema eferente, ya que está formado por todas aquellas fibras
nerviosas eferentes que abandonan el sistema nervioso central (excepto las que
inervan el músculo esquelético) y que estimulan todos los aparatos y órganos
periféricos; sin embargo, también posee fibras nerviosas aferentes que transmiten
información desde la periferia hasta el sistema nervioso central, así como la
sensación visceral y la regulación de reflejos vasomotores y respiratorios.
3. Papel del sistema nervioso en el control de la presión arterial.
 Papel del Sistema Nervioso en el Control de la Presión Arterial
En los mamíferos, toda la información proveniente de los receptores
sensoriales del organismo es procesada por un conjunto de neuronas que forman
el centro cardiovascular medular, ubicado en el bulbo raquídeo y puente de
Varolio.
Por su parte, este centro elabora señales que se dirigen a través de
motoneuronas tanto simpáticas como parasimpáticas del sistema nervioso
autónomo que inervan el corazón y la musculatura lisa de arteriolas y venas. De
este modo, el centro cardiovascular medular se divide en dos áreas funcionales
totalmente opuestas; el centro presor o vasoconstrictor, que estimula el sistema
nervioso simpático, elevando la frecuencia y gasto cardíaco y la presión arterial; y
el centro depresor o vasodilatador, que estimula al sistema nervioso
parasimpático, reduciendo la frecuencia y gasto cardíaco, así como la presión
arterial.
4. Mecanismos reflejos de mantenimiento de la presión arterial normal.
La presión arterial está determinada por el producto de dos factores; el gasto
cardíaco y la resistencia periférica total, de forma que la modificación de
cualquiera de estos factores produce cambios a nivel de la presión arterial, por lo
tanto, la regulación de esta presión depende de la acción de los sistemas
reguladores sobre el gasto cardíaco y la resistencia periférica total.
Así mismo, la regulación de la presión arterial es un proceso complejo que
está determinado por la acción del sistema nervioso autónomo y los centros de
regulación cardiovascular del sistema nervioso central, los factores
vasodilatadores y vasoconstrictores, así como los riñones. Cada uno de estos
sistemas actúa diferente en forma y tiempo. Por su parte, la regulación nerviosa
intenta mantener un nivel adecuado la tensión arterial mediante la corrección y el
reajuste instantáneo de los cambios de la misma. Por otro lado, los sistemas
humorales participan junto con el sistema nervioso simpático en la regulación del
diámetro de las arterias musculares, por lo que son responsables de los cambios
de la resistencia periférica. Mientras que, los riñones participan en el
mantenimiento de la presión arterial a largo plazo, a través del control de la
volemia y, por tanto, del gasto cardíaco, mediante la regulación de la excreción de
iones y agua.
5. Papel del sistema nervioso en el control de la presión arterial por
quimiorreceptores carotideos y aórticos.
Un quimiorreceptor es un receptor sensorial capaz de captar ciertos estímulos
químicos del medio, como las concentraciones de Dióxido de carbono y Oxígeno
(CO2 y O2) en la sangre, por lo que son cuerpos responsables de la regulación
de la respiración. Ejemplos de estos quimiorreceptores son el glomus carotideo y
los cuerpos aórticos.
Por su parte, el cuerpo carotideo es un conjunto de células que cumplen
con la función de detectar el nivel de oxígeno en la sangre y regular la respiración.
Estas estructuras se sitúan en el cuello, justo en la bifurcación de las arterias
carótidas y envían la información al sistema nervioso a través del nervio
glosofaríngeo.
Ahora bien, los cuerpos aórticos son varios grupos de células situados en el
cayado de la arteria aorta; básicamente cumplen la misma función que el glomus
carotideo, solo que estos envían la información obtenida al sistema nervioso a
través del nervio vago.
Ambas estructuras, a su vez, actúan como barorreceptores a medida que
va aumentando la presión arterial, cada cuerpo envía información a través de su
respectivo nervio hasta llegar al núcleo dorsal del nervio vago (motor
parasimpático). La activación de este recorrido disminuye la frecuencia cardíaca al
mismo tiempo que inhibe la eferencia simpática hacia el corazón y las arteriolas
cutáneas.

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