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La Constitución
1.- La Constitución
En un principio la vida social fue amorfa, sin matices: La familia, la religión, el Estado, la
organización industrial, todo ello conformo un conjunto confuso; sin diferenciación aparente.
El pensamiento político no se distingue de la religión, la moral, la filosofía y las doctrinas
económicas. La religión influyo intensamente en todos los aspectos de la vida y las ideas que
prevalecieron fueron creadas, sostenidas y destruidas por los sacerdotes.
Esta es la visión que tenemos del momento en que el Estado Teocrático Absoluto se prepara
para una evolución institucional; pero no podemos creer que el Estado carencia de una
Constitución. Todo Estado que se inicia de una forma u otra, sin distinción alguna de su
estructura ni de su forma de gobierno, tiene un régimen constitucional, porque se rige por
una Constitución; sin importarnos para nada, la forma como se encuentra estructurada dicha
Constitución. Esta puede tener la forma de costumbre, de colección de leyes o de códigos;
pero es una Constitución, por la cual se rige el Estado. Todo ello nos dice, que no se puede
existir un Estado sin Constitución.
1.1.- Concepto
La palabra constitución es usada para indicar la naturaleza específica de una cosa, los
elementos que la integran. Pero en este caso nos interesa la noción política de Constitución.
A este respecto la doctrina no ha unificado criterios para expresar una definición exacta de la
misma, de modo que estableceremos varias acepciones del término. Esta situación también
se debe al hecho de que este concepto como todos los conceptos jurídico político es
multivoco, por lo que los autores han creado una confusión en el ámbito etimológico, de
modo que para resolver dicha situación se opta por agregarle un significado distinto,
entonces se habla de constitución política, formal, social, etc.
Según Romagnosi concibe la constitución como “un instrumento impuesto por el pueblo para
asegurar los derechos individuales frente al despotismo” este concepto encuadra en el
concepto histórico de constitución, pero modernamente, a este concepto le faltan las
características que debe revestir toda constitución.
Afirma, Adolfo Posada, que la constitución viene a ser “la expresión del régimen jurídico de
un estado con respecto a la organización de poderes y a las instituciones en las cuales
encarna prácticamente el ejercicio de la soberanía y las limitaciones del estado, frente a los
derechos individuales”.
Así para Carlos Ayala Corao, “la constitución es el pacto político fundamental que define el
poder, el sistema político (democracia, teocracia, autocracia u otros) y su forma de gobierno
(presidencialista, parlamentarista, sistemas mixtos u otros), regulando la organización y los
elementos del Estado (territorios, poderes público y población), la separación de los poderes
(legislativo, ejecutivo, judicial, ministerios públicos y otros)su distribución (nacional, estadal,
municipal), y sus atribuciones; así como los derechos, deberes y garantías”. Ahora bien, para
Manuel García Pelayo, afirma que el concepto de constitución va a depender de la
clasificación según su estructura uniforme o genérica que estas presenten. Así distingue tres
conceptos fundamentales de constitución, según su Tipología de los Conceptos de
Constitución, donde cada una de esto se enlaza a un pensamiento político; el Concepto
Racional Normativo de la constitución, responde al pensamiento liberal burgués; el Concepto
Histórico Tradicional de constitución, responde al pensamiento conservador, y el Concepto
Sociológico de constitución, es una aplicación de las modernas corrientes socialistas.
El Concepto Histórico Tradicional de constitución, sostiene que esta no es una unidad, sino
que su formación se debe a los acontecimientos históricos, es decir, producto de la Historia y
no de la razón, sino una estructura resultante de una lenta transformación histórica en los
que intervienen factores irracionales y fortuitos irreductibles a un esquema predeterminado.
La constitución es herencia del pasado político que se recoge para trasmitirla como derecho
consuetudinario a orden político concreto para el futuro, su legitimidad está basada en la
tradición y no en la razón.
En esta tesis la constitución es la sociedad misma y sus factores reales los que estructuran el
orden político, y esta debe ser real antes que formal. En tanto que esta constitución debe ser
expresión de una infraestructura social, para que la normatividad sea vigente requiere ser
expresión sistematización de aquella realidad subyacente.
Para Fernando de Lasalle, la constitución de un país reside en los factores reales y efectivos
de poder que en él rigen, considera que esta debe ser fiel expresión de los factores de poder
imperantes en la realidad social. En su época estos factores eran la monarquía, aristocracia,
la gran y pequeña burguesía, los banqueros y la clase obrera.
1.2.- Clasificación
La constitución material es aquella donde sus normas versan sobre materias fundamentales
del Estado, organización los poderes públicos, se fijan sus competencias y establecen las
relaciones entre ellos y los ciudadanos, forma de gobierno. Esta clasificación atiende a su
contenido, a la materia que trata y no al órgano ni a las solemnidades con las que se dicta.
La relación que existe entre una y otra, es que la formal contiene las normas que configuran
la constitución material, pero no todas sus normas son estrictamente constitucionales, puede
contener normas que no tengan naturaleza constitucional, como las normas electorales. Pero
omitir la inclusión de garantías individuales, cuya naturaleza constitucional es fundamental,
puede significar que es insuficiente en su aspecto material, como ocurrió en la constitución
de la Independencia de los Estados unidos de América.
también puede provenir de una cláusula que prohíba toda revisión en un periodo
determinado, ejemplo de este tipo es la constitución de Cádiz. Ahora bien, la constitución
flexible es aquella que puede ser modificada en cualquier momento por el procedimiento
legislativo ordinario, por el parlamento, tiene como ventaja que puede adaptarse a nuevas
situaciones y condiciones de la sociedad. Un ejemplo de este tipo de constitución es la de
Inglaterra, donde el parlamento puede cambiar todo, en cualquier momento a través del
procedimiento ordinario.
La constitución otorgada es aquella concesión unilateral realizada por el soberano a favor del
pueblo, donde les concede un conjunto de garantías jurídico políticas. Por lo general
responden a presiones sociales y a la fuerza de las circunstancias, históricamente al primer
paso de la monarquía absoluta a la limitada. Son obra exclusiva del rey, en el libre ejercicio
de su soberanía decide conceder una constitución para sus súbditos, donde establece los
limites a su soberanía. Corresponden a los Estatutos de los Estados Absolutistas. Ejemplo de
ellas son la del Emperador de Etiopía de 1931, y la de Arabia Saudita.
Según Burdeau, la constitución natural es aquella que resulta del fruto de las circunstancias,
producto del decanto de las costumbres y tradiciones, formado por el depósito lento y
gradual de la historia, sin artificios humanos, plasmado por la necesidad de cosas.
La constitución nominal son aquellas donde sus normas jurídicas constitucionales carecen
de vigencia, pues son transgredidas constantemente, puede ser jurídicamente valida pero
sus normas no se adaptan a la dinámica del proceso político imperante. Este tipo de
constitución encuentra terreno fértil, en aquellos estados donde se ha implantado sin una
previa incubación espiritual, o madurez política, en un orden colonial, feudal o agrario. Para
explicarlo, Karl Lowestein, establece un símil: “el traje cuelga durante cierto tiempo en el
armario y será puesto cuando el cuerpo nacional haya crecido”.
La constitución tiene un sentido más amplio que solamente orgánico, no solo define y
organiza sus poderes, sino que sintetiza y sanciona los fines de la institución, la naturaleza
del régimen que lo adopta, la filosofía que la inspira, que justifica y sustenta el ordenamiento
constitucional, es decir, que la constitución no es un simple documento descriptivo sino un
programa para la comunidad que lo sanciona. Esta parte es el Preámbulo. La doctrina y la
jurisprudencia constitucional moderna han concluido sobre la importancia de su valor jurídico,
anteriormente, nuestra Corte Suprema de Justicia, fue errática al desconocer el valor jurídico
de los derechos constitucionales contenidos en le preámbulo, pero corrigió su rumbo, para
acoger la doctrina del valor jurídico de esos derechos. Actualmente, el Tribunal Supremo de
Justicia reconoce su valor jurídico, con fuerza vinculante a los fines de la interpretación de las
normas contenidas en la constitución de 1999. La vigente constitución adopta este criterio,
considerando que el preámbulo, tiene una función orientadora a los fines de la interpretación
del espíritu del legislador y en tal sentido constituye un valedero elemento de juicio, una clave
hermenéutica para calificar y entender el sentido de las instituciones. El Preámbulo de la
constitución del 1999, tiene tres enunciados principales: el primero, relativo a los orígenes de
las potestades constituyentes, el segundo, destinado a señalar los objetivos del nuevo texto
fundamental y el tercero, alude a la vía a través de la cual fue elaborado y aprobado,
mediante la cual se logro la formulación del nuevo texto constitucional. De igual forma, toda
constitución escrita posea también una parte orgánica y otra dogmática.
La parte dogmática es aquella que contiene los principios fundamentales que regulan los
límites del poder público frente a los individuales. Establece los principios que han de guiar a
las autoridades para aplicar el derecho a los ciudadanos, las auto limitaciones del poder
público. Esta parte se encuentra el capitulo donde se consagran los diversos derechos,
deberes y garantías constitucionales.
Las constituciones deben formularse siguiendo una serie de direcciones y condiciones que la
ciencia del Derecho Constitucional nos señala, esto nos indica que una constitución no
puede ser producto arbitrario de intervención humana ni responder a la moda, pues sería
perjudicial para el desarrollo de las instituciones políticas. De modo que siguiendo la técnica
constitucional para la elaboración de la constitución, a través de la utilización los medios
adecuados se van alcanzar la consecución de los fines de la ciencia del Derecho
Constitucional, a través de la técnica de formulación y aplicación del Derecho Constitucional.
De modo que existe una serie de reglas técnicas constitucionales que debe tomar en cuenta
el constituyente, para que la constitución sea idónea para el desarrollo de los políticos
pueblos.
Primera y más importante regla que debe observar el constituyente, exige que la constitución
responda fielmente a la realidad jurídica, política, social, económica, etc. del pueblo
respectivo, es decir, reflejo de sus antecedentes históricos, idiosincrasia, de sus
circunstancias políticas y sociales de la colectividad donde se aplica. De lo contrario no se
cumplen y lo peor se violan constantemente, y se corre el grave riesgo de llevar las
instituciones políticas a un caos; como es el ejemplo de constituciones nominativas.
1.4.2.- Estabilidad
Esta condición exige que el texto constitucional tenga una duración más o menos prolongada
en el tiempo, por lo que Sánchez Agesta, afirma que “en cuanto a la constitución expresa los
elementos esenciales de un orden, aquellos por los que se identifican, es lógico que se trate
de asegurar su continuidad a través de una garantía especial”. La estabilidad significa que
para que el texto Constitucional sirva al desarrollo de las constituciones y a su rendimiento
efectivo, es menester que cuente con cierta estabilidad, y de esta forma pueda cumplir
adecuadamente con su finalidad, de lo contrario el desajuste social se puede presentar con
mayor frecuencia. Para Alberdi esta condición es de vital importancia para las constituciones
hasta el punto de afirmar, que la estabilidad es el principal medio de afianzar el respeto por la
constitución, y evitar en todo lo posible sus reformas, sostiene, que estas pueden ser
necesarias, a veces, pero terrible siempre, asimilándolas a amputaciones del cuerpo
humano.
1.4.3.- Flexibilidad
Del mismo modo, la constitución debe ser un mecanismo flexible, capaz de recibir la
influencia de las ideas y de las fuerzas, de las tendencias que señalen un nuevo rumbo a la
vida de un pueblo, que permitan adaptarse a las situaciones políticas y sociales, dentro de su
trayectoria histórica. Dotada de disposiciones amplias y elásticas que permitan acomodarse a
todas estas situaciones, teniendo en cuenta el pasado, presente y futuro de un país, si bien
deben asegurar su estabilidad que esta no llegue a su petrificación, pues se llegaría a la
rectificación violenta y brutal, corriendo el riesgo de llevar a un punto crítico el conflicto de las
fuerzas políticas y las formas constitucionales, es decir, el conflicto del vapor y la caldera.
Pero cabe destacar, que esta condición no debe confundirse con la facilidad o dificultad en la
reforma de la ley fundamental, sino que el contenido y la forma de esta permitan adaptarse
adecuadamente a las nuevas exigencias, de modo que flexibilidad no es sinónimo de
facilidad, es tener capacidad de doblarse sin romperse, en ese sentido estabilidad y
flexibilidad son cualidades compatibles.
1.4.4.- Fundamentalidad
1.4.5.- Prudencia
Una constitución solo debe reflejar el resultado equilibrado de los extremos que reclaman la
atención constante de los gobernantes y gobernados. Esta no debe darle demasiado peso a
las atribuciones del poder (despotismo) ni de los ciudadanos (descontrol, caos). Según
Palacios, el prudencialismo es una conjunción armónica de lo ideal y lo real, una suerte de
ensamblaje del caballero y el escudero, síntesis de Don Quijote y Sancho Panza.
La redacción de una constitución debe estar concebida de forma clara de modo que deje ver
sus intenciones y contenido, sin ocultamiento ni disfraz, pues este es el primer requisito para
que una disposición sea conocida y realizada, pues no se practica lo que no se comprende.
Por consiguiente, no resulta aceptable el viejo adagio de Napoleón que “una constitución
debe ser corta y obscura”.
Así mismo, la redacción de una constitución debe ser concisa, precisa a la vez que
sintetizada y breve, la concisión en el lenguaje, es el arte de decir las cosas en términos
justos y adecuados, sin una palabra más, sin una de menos. De fácil entendimiento por el
común de los ciudadanos, de interpretación sencilla, sin que lleve a interpretaciones
contraproducentes.
El poder constituyente originario tiene como titular, de acuerdo con la fuente de legitimidad
que se le reconozca, al pueblo, la legitimidad democrática sustentada en el principio de la
soberanía popular que lo puede ejercer directa o a través de representante elegidos.
De esta consideración se derivan dos afirmaciones principales: primero que sus normas se
encuentran por encima de todas las leyes ordinarias y solo puede ser modificada mediante
un proceso largo y complejo, diferente al utilizado para las demás leyes. El segundo, las
normas constitucionales representan el fundamento ultimo de validez de las normas jurídicas
de inferir categoría, es decir, que estas últimas son validas porque se fundamentan en la
constitución, derivan de ella.
Kelsen explica este principio a través de su teoría piramidal, según la cual toda norma esta
prevista en otra de rango superior y esta es productora de una norma inferior, encontrándose
jerarquizadas en esta pirámide, dependiendo su valor jurídico a su rango; pero hay una
norma fundamental, que es la constitución del Estado, a la cual todas las normas se refieren
y la cual es su fundamento y razón de validez de todo el ordenamiento jurídico estatal.
Para García Maynez, el orden jerárquico normativo de cada sistema de Derecho se compone
de los siguientes grados:
1. Normas constitucionales
2. Normas ordinarias
3. Normas reglamentarias
4. Normas individualizadas
Las normas constitucionales encarnan el principio básico de todo el sistema, las normas
ordinarias condicionan a las normas reglamentarias y estas a su vez a las normas
individualizadas, mientras aquellas que son de índole general, las normas individualizadas,
se refieren a situaciones jurídicas concretas.
Para asegurar la inviolabilidad de la constitución, existen dos tipos de garantías que tratan de
hacerlo, una garantía penal y otra garantía procesal. La garantía penal sanciona a través de
Código Penal, aquellos que cometan actos contrarios a la constitución, en aquellos casos
considerado delitos contra la independencia y seguridad de la nación, cuyo objetivo persiga
cambiar violentamente la Constitución nacional (Art. 144 Código Penal). La garantía procesal
es aquella que establece el procedimiento judicial cuando una ley colide con la norma
fundamental. En la constitución de 1999, se establece este principio en su artículo 333,
creando la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, para que sea garante de la
efectiva vigencia constitucional.
Hay dos sistemas que intentan explicar las situaciones de inviolabilidad de la constitución o si
está dotada de cierta inmutabilidad, si puede ser sujeta a modificaciones, mediante reforma
constitucional. El primero es el de Batel, según el cual la carta fundamental no puede ser
reformada, esta teoría se considera que la constitución reposa jurídicamente en un contrato,
y para modificar las cláusulas de este contrato es necesario el consentimiento unánime de
todos los individuos que integran la sociedad, cosa que es imposible de lograr, este autor
concluye en la inviolabilidad absoluta del texto constitucional. La segunda tesis de Rousseau,
sostiene una inmutabilidad relativa, sino la constitución que se puede modificar bien como
toda ley ordinaria o mediante un procedimiento que ese documento establezca. Esta tesis es
la acogida por el ordenamiento positivo.
Ahora bien, existen ciertas modalidades del ejercicio del poder reformador de la constitución,
bien puede ser modificada a través de un sistema pacifico, mediante procedimiento
establecido en el texto constitucional o violento, a través de la intervención brutal del poder
revisor apartándose del procedimiento pautado en el texto constitucional, sustituyéndolo por
otro conjunto de normas, la forma típica violenta es la Revolución. Entre las modalidades
pacifica, establecidas en el texto constitucional se encuentran:
1.7.1.- Enmienda
1.7.2.- Reforma
La propia Asamblea nacional, mediante acuerdo aprobado por el voto de la mayoría de sus
integrantes. El Poder Ejecutivo, corresponde al Presidente, en Consejo de ministros, La
iniciativa popular que corresponde a un número no menor que el 15% de los inscritos el
Registro Civil y Electoral.
Esta puede sancionar una constitución totalmente nueva con principios y valores diferentes a
la constitución derogada, sin más limitaciones que los impuestos por el poder constituyente
originario. La integración de la asamblea es representativa de la nación como un todo y no de
fracciones particulares de ella, debe ser el ideal de expresión de la participación popular.
Bibliografía