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6 lecciones de 'El Diablo Viste a la

Moda'

Desde cómo sobrevivir al ambiente laboral hasta


conservar tu identidad, retomamos las enseñanzas
más valiosas de esta película...

1. NUNCA LLEGUES A UNA JUNTA DE TRABAJO SIN


PREPARARTE
Una valiosa lección que aprendimos de 'El Diablo Viste a la Moda' es a
prepararnos perfectamente antes de cualquier reunión.
En especial si es una entrevista de trabajo, investiga profundamente sobre la
empresa, el puesto y tu futuro jefe. ¡Nunca sabes!

1. UN BUEN OUTFIT NO TE DARÁ EL TRABAJO, PERO SÍ LA


SEGURIDAD
No todas tenemos el clóset de una directora de revista. Sin embargo, sí
podemos elevar nuestra seguridad con algunas piezas clave.
No te preocupes por gastar demasiado en ropa, sino en elegir aquellas prendas
que te hagan sentir cómoda. Además, siempre puedes recurrir a un amigo para
animarte a salir de tu zona de confort.

1. LAS QUEJAS NO TE LLEVARÁN A NINGÚN LADO


Otra valiosa lección que aprendimos es que en el ambiente laboral ¡quejarte no
te llevará a ningún lado!
Si piensas que tus problemas no tienen solución, ¡tranquila! Tómate 10 minutos
para respirar profundamente y luego piensa en nuevas formas de resolver las
cosas.

1. EL PODER PARA CAMBIAR ESTÁ EN TI


Cuando Andy se decidió a ser la mejor en su trabajo, se vio obligada a cambiar
su vestuario, forma de expresarse y más.
Y, aunque se quedó con un fabuloso guardarropa, también se dió cuenta de
que su transformación no le hacía bien. Sé firme en lo que crees y no tengas
miedo de las consecuencias.

1. NO TENGAS MIEDO A ARRIESGARTE


Una de las lecciones más importantes de 'El Diablo Viste a la Moda' es perderle
el miedo a los riesgos.
Sí, es probable que las cosas no salgan como tú pensaste, pero también
podrías ganar mucho más de lo que imaginaste.

1. TEN CLARO TU OBJETIVO


Si algo aprendimos de Emily es que debes tener muy claras tus prioridades y
conocer tu objetivo.
Y, aunque este personaje lleva las cosas al extremo, algo que podemos
asegurar es que estaba dispuesta a TODO con tal de tener el trabajo de sus
sueños.

Si te quejas ante los problemas, no llegarás a ningún lado

La vida se trata de eso, no podemos controlar todo lo que nos sucede y los
problemas aparecerán siempre. Pero cuando eso suceda, la peor solución es
quejarnos. Nadie disfruta de tener que lidiar con personas que no se
comprometen o injusticias que nos afectan, pero lo que te ayudará a resolver la
situación será una actitud proactiva.

Las ideas radicales son las únicas relevantes

Bueno, tal vez esta forma de pensar sea un tanto RADICAL, pero un consejo
que podemos tener en cuenta es que el mundo es un lugar donde si bien hay
mucho inventado, todavía queda muchísimo por crear.

¡Tómalo como un desafío y logra diferenciarte del resto!

Nunca pierdas de vista la línea entre el trabajo y vida personal

Sí, respetar los límites de cada territorio puede ser muy muy desafiante, en
especial en esta época donde el trabajo de oficina y rutinario poco a poco
pierde vigencia para volver los límites aún más difusos.

Pero por el bien de tu salud es necesario que mantengas ambos aspectos de tu


vida separados. Si no sabes si mantienes o no esta línea, analiza tu rutina: ¿te
has encontrado hablando con tu jefe en medio de una comida familiar? o ¿no
pudiste estar con tu pareja en su cumpleaños porque surgió un ''evento muy
importante''? Si las respuestas son sí, deberías considerar un cambio.

¡Actúa ahora!

No caben dudas de que el ritmo que pretende Miranda Priestly es físicamente


imposible de cumplir. No obstante, para ser un buen profesional lo mejor que
podemos hacer es no postergar tareas y tratar de cumplir con todo lo que nos
asignan lo antes posible.
Las excusas... no sirven

Si por un motivo grave no tuviste otra opción que ausentarte en la oficina, tu


jefe lo comprenderá. Pero si cada vez que no cumples con un trabajo lo
justificas con problemas de tu vida personal como: ''tuve una horrible pelea con
mi pareja'' o ''mi hermana necesitaba ayuda con un trabajo escolar y no pude
terminar con las tareas'' nadie te tomará en serio.

Porque una vez más, la vida nos agarra desprevenidos muchas veces y no
podemos usar esos problemas para no ser suficientemente profesionales.

Muchas personas matarían por tu empleo

Esta es una frase que Miranda Priestly y todo su equipo adora y repite cada
vez que puede. Pero esto no solo sucede aquí, sino que es algo que muchos
jefes reiteran para que sus empleados valoren sus trabajos. Si bien es cierto y
todos deberíamos agradecer por tener un trabajo, no podemos permitir que
este tipo de frases nos limiten o nos amenacen. 

Si tu trabajo agota tu vida e implica una carga con la que no puedes lidiar
siempre prioriza tu salud. Tal vez no es el momento de tener responsabilidades
de esa magnitud o trabajar bajo presión no es lo tuyo. 

Tu jefe es también una persona

Aunque a veces creemos que nosotros somos los únicos que cargamos con
una gran cantidad de problemas, nuestros jefes también son seres humanos y
tienen una vida aparte (aunque en Miranda no lo parezca). Darnos cuenta de
eso nos permite acercarnos a ellos y comprender mejor cómo se sienten,

Ponerse en el lugar del otro es una buena tarea y ellos también deberían
hacerlo. 

Ahora bien, nadie quiere tener una jefa como Miranda Priestly, porque es
indiscutible que su extrema demanda e ideal de eficiencia son imposibles de
lograr. No obstante, cabe resaltar algunas actitudes que adquiere o
experiencias por las que atraviesa Andy que le sirven mucho para crecer y
reconocer cuál es su verdadera pasión.

Si te encuentras en una situación así, no te desanimes, a la larga todo estará


bien y habrás obtenido un maravilloso aprendizaje. 

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