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MASONERÍA: SU PAPEL EN LA

HISTORIA DE NUESTROS DÍAS


Publicado el 2014 por A.F.E.

Por Jaime Muñoz Mantilla

Resumen: Esta ponencia introductoria a un encuentro masónico abierto señala que la


masonería se caracteriza por su acción liberadora y que no cabe se quede al margen de los
problemas de la humanidad, pues ella sería una actitud cómplice. Aporta con antecedentes
históricos que relatan su origen popular, libertario y democrático, la posterior
desnaturalización de este carácter, su deslaicización y algunas prácticas aberrantes, pese a
lo cual la historia muestra una masonería militante que ha influido en la transformación del
mundo. Sin embargo, también hay quiebras en los principios y verdaderas tinieblas. Además,
prevalece la especulación por sobre la acción. Y frente a distintas concepciones y prácticas
masónicas expone la concepción de la logia anfitriona a través de sus principios y concluye
que actualmente hay el despertar de una nueva tendencia y un retorno a la operatividad,
para lo cual propone comprometerse en torno a algunas propuestas, en un marco de respeto
a diversas opiniones, críticas y aportes.

Ponencia introductoria presentada en el Primer Encuentro Masónico por la


Fraternidad, organizado por la Logia Líbera Eugenio Espejo en Quito, Ecuador, el 25
de enero de 2014.
“Al recién Iniciado, difícil es hacerle creer a estas alturas que la Institución Masónica es
contemplativa, mística y estática, cuando la historia le ha enseñado que la acción, los
movimientos de masas que liberaron a los pueblos del mundo de las cadenas físicas y
mentales, estuvieron encabezados por masones”. (Ramírez, 1997, pp. 5-6).

Introducción.
“… las desavenencias y conflictos no solo acaban con la fraternidad, sino que mantienen a
una fuerza potencial de hermanas y hermanos valiosos enfrascados en discusiones y
conflictos absurdos, perdiendo su tiempo, mientras los ciudadanos comunes de todo el
mundo, que no han sido formados en templos masónicos, alzan su voz frente a la injusticia,
mientras hay 26 países en que la gente se muere literalmente de hambre, mientras se violan
los derechos humanos, mientras crece la xenofobia y en pleno siglo XXI se pretende crear
guetos, mientras 400.000 migrantes han sido expulsados de los EE.UU. solo en el último año,
mientras se destroza la naturaleza. Definitivamente, pienso que el “hacerse” masones nace y
se desarrolla al Oriente de las columnas, pero el “hacer” masonería es un cometido al
Occidente de las mismas, en la sociedad, en el mundo”. (Fuchslocher, 2011)
Con esta reflexión concluye su plancha “En el mundo masónico hay mucho que corregir», el
querido hermano Guillermo Fuchslocher. Y la asumimos como punto de partida para nuestro
enfoque sobre el papel que la masonería universal debe desempeñar en la hora crucial que
vive la Humanidad, la Vida en el planeta, la Naturaleza.

El empeño de la Logia Líbera Eugenio Espejo de reunirnos masones y masonas de diversos


ritos, de diversos orientes, de logias líberas, es abordar este tema, siempre desde el respeto
a las opiniones, a las diferencias y a la diversidad. Por supuesto que nuestra aspiración es
llegar a conclusiones válidas que desemboquen en el quehacer masónico en la sociedad,
desde la consideración, además, de que la institución ha mostrado su vigor, su vitalidad en
los momentos históricos de cambios profundos, y cuyo rol ha sido, muchas de las veces,
protagónico. Y es evidente que la masonería que deserta de la Historia, que se encierra en
los templos a la elucubración, lejos de los palpitantes problemas que aquejan a la sociedad,
no sólo que obra como el avestruz sino que se convierte en cómplice, voluntario o no, de la
injusticia, la inequidad, de la pervivencia de un status quo anacrónico e inhumano. Esa
masonería ha desvirtuado el propósito para el cual se fundaron las logias desde los orígenes
de la operatividad. Es, a menudo, una masonería a cuyos talleres asisten los hermanos y las
hermanas para escapar de los conflictos, en una suerte de fuga, circunstancia en la cual,
guardando las distancias, se asemejaría más a un retiro religioso que a un templo
racionalista.

Algunos referentes históricos


Consideramos, por los datos históricos que nos proporcionan los QQ:. HH:. Charles Pompier,
Ricardo Polo, y otros, que los orígenes de la masonería llamada especulativa o moderna no
hay que encontrarlos –tal como difunde y proclama como verdad incontrovertible, la Gran
Logia Unida de Inglaterra– en Londres, en 1717, y en la conformación de esa Gran Logia, sino
a fines del siglo XV y principios del XVI, dos siglos antes, cuando la decadencia feudal da lugar
al Renacimiento, movimiento europeo, cultural y civilizatorio referido a la preocupación
central por el ser humano y, concomitantemente, por el cultivo de las artes humanistas, con
exaltación del cuerpo y su belleza; y por el estudio de las ciencias, lo mismo naturales que
sociales, lo que conlleva un rechazo al dogma, prevaleciente hasta entonces, y la búsqueda
de la verdad en el estudio objetivo de los seres y los fenómenos.

En masonería esta circunstancia histórica se traduce en la creación de la Academia


Francmasónica, que –aunque sustentada en experiencias anteriores de logias operativas–
tiene como protagonistas visibles a Leonardo da Vinci, Paolo Toscanelli y Américo Vespucio,
con el propósito de superar las limitaciones gremiales de la masonería operativa, a fin de
dedicarse a la enseñanza científica y laica y a las luchas políticas en defensa de estos
principios. Esta Academia es refundada en París, con algunos miembros de las agrupaciones
previas de Florencia y Milán creadas por Leonardo.

Entre las características fundamentales de esta academia se enuncia que son deberes
primordiales de los Francmasones, pugnar:
▪ Por el reconocimiento del principio de la separación de la filosofía de la teología.
▪ Por la libertad de pensamiento y de investigación científica.
▪ Por la aplicación del método científico experimental en la filosofía.
▪ Por el intercambio de los conocimientos y de las prácticas entre los hombres para el
bien propio y de la humanidad.
▪ Por la libertad de conciencia religiosa y la prohibición absoluta a los clérigos de las
religiones de inmiscuirse en los asuntos políticos.
▪ Por la abolición de los privilegios de las castas de la nobleza y del clero.
▪ Por los derechos de los pueblos de gobernarse libremente, según sus leyes y
costumbres.
▪ Por la abolición de los Tribunales especiales de justicia del clero y de las castas de la
nobleza, y el establecimiento de los Tribunales comunes, de acuerdo con las
costumbres y leyes de los pueblos. (Pompier, 2009, pp. 92-93)
Principios que revelan la condición de adelantados de estos intelectuales renacentistas.
Junto a lo cual, disposiciones Constitucionales que otorgan el carácter democrático de la
institución primigenia:

▪ Toda Logia Francmasónica es soberana, no puede inmiscuirse en los asuntos internos


de otras Logias, ni elevar a grados de capacitación superiores a los aprendices y
compañeros afiliados a otras Logias sin su consentimiento o la solicitud de ellas.
▪ Un pacto entre las Logias significa la Cooperación y no la renuncia total o de parte de
su soberanía.
▪ La Asamblea General de los Maestros Masones es la autoridad Suprema del territorio
de una Federación, dicta las leyes, nombra y controla su Gobierno Federal y elige a los
representantes que forman parte de la Asamblea de la Confederación.
▪ Entre lo Francmasones y sus asociaciones no pueden existir diferencias basadas en la
distinción de razas, color o nacionalidad.
▪ Los principios de Universalidad, Cosmopolitismo, Libertad (no esclavitud), Igualdad
(ante las posibilidades) y Fraternidad (como base de relaciones entre los hombres)
son las metas de la Francmasonería.
▪ Como producto del pensamiento filosófico progresista, los conceptos básicos de la
Francmasonería son sagrados e inviolables. Estos preceptos no pueden estar en
contraposición con los progresos de las Ciencias ni con las ideas avanzadas de épocas
posteriores; por lo tanto, los Francmasones no pueden tergiversarlos ni omitirlos, sin
perder su calidad de progresistas y de francmasones. (Pompier, 2009, pp. 93-94)
La Historia, sin embargo, y debido a la estrecha relación de la masonería con la dinámica de
la sociedad, muestra giros sorprendentes. Uno de ellos es la tergiversación de su naturaleza
racionalista y libertaria, así como de su inspiración en las logias operativas –lo que le había
otorgado un carácter popular estrechamente vinculado al trabajo– por el de talleres
ocupados únicamente en la elucubración. (Hay que añadir que el origen del rechazo al
tratamiento de temas políticos se le atribuye al poder real en Inglaterra, preocupado de
impedir que se discutan sus abusos y atropellos). Y, dado que, en gran medida, las logias
desempeñaban el papel actual de los partidos políticos, había que desvirtuar su naturaleza,
desviando su preocupación a temas banales e incluso incorporando en los rituales unos
contenidos de connotación religiosa, anteriormente ausentes en ellos, pero que se confunden
al haberlos rescatado la nueva masonería londinense de las tradiciones de cofradías de
constructores medievales. Lo cual pervive en el funcionamiento de muchas logias masónicas
en todo el planeta. Reforzando, así, la deslaicización de los rituales y de los propósitos
mismos de la institución.

El surgimiento de los diferentes ritos obedece, desde luego, a realidades concretas e


intereses concretos. Pero, independientemente de sus características particulares, nos
interesa destacar algunos hechos aberrantes sobrevenidos en la práctica masónica:

a) La conversión de los símbolos en un fin en sí, en vez de asumirlos como una herramienta
para el estudio y para el comportamiento masónico cuotidiano.

b) Uno de los ritos más extendidos, el Escocés Antiguo y Aceptado, incorpora los grados
capitulares, hasta el 33, asignándoles nombres aristocratizantes y algunos contenidos
cuestionables, ajenos a la naturaleza original de la masonería, anacrónicos a nuestra
contemporaneidad y, sobre todo, con una evidente carga retardataria, lo que desorienta al
iniciado, que la mayoría de las veces accede a la institución con expectativas de corte
progresista y avanzado. Y es más, convierte a los grados capitulares –lo que también puede
ocurrir en el Simbolismo– en aspiraciones de figuración, de ostentación y de poder, frente al
pueblo masónico. Y aun en una forma discreta de corrupción, cuando desde las alturas del
grado 33 se manejan las ambiciones para los ascensos, etc.

c) Se excluye de los trabajos a la mujer, con explicaciones que rayan, a menudo, en lo ridículo.
O, cuando menos, justificando tal exclusión en la tradición (?).

d) Se mina, poco a poco, la autonomía de las logias, para lo cual y a fin de controlar sus
actividades, se exige que se sometan a autorización previa de la Gran Maestría para todos
sus actos, sean éstos promociones de grado o actividades trascendentes en la sociedad.

e) Para el efecto y perfeccionando la sumisión, se oficializa la obediencia, se niega el derecho


del pueblo masónico a observar y criticar actos reñidos con la ética, con los principios de la
institución. Se adopta, pues, en el lenguaje masónico, el término de Obediencia, para referirse
a las federaciones de logias de la masonería, o de Orden, para mantenerse fieles a su
aspiración aristocratizante.

Con todo, la Historia de los últimos siglos nos muestra, pese a estas desviaciones, una
masonería militante, activa y consecuente, participando y aun liderando los movimientos
libertarios más importantes de los últimos tiempos: La Independencia Norteamericana, la
Revolución Francesa, las guerras de Independencia de América Latina. En Ecuador, la
Revolución Liberal Radical, presidida por nuestro querido hermano Eloy Alfaro y sus
lugartenientes, la mayoría de ellos masones. Al igual que en Cuba, con la presencia del
apóstol de la libertad cubana, el querido hermano José Martí. Y, aunque no sus logias y
orientes en pleno, hermanos comprometidos y consecuentes con un principio masónico: la
coherencia entre la teoría y la práctica, hacen de ellos verdaderos adelantados en la Historia.
Mencionamos los nombres de los queridos hermanos Augusto César Sandino, conductor del
“pequeño ejército loco” que puso en jaque y derrotó momentáneamente al invasor imperial
en Nicaragua; y al héroe y mártir de la transformación social y la democracia en Chile, el
querido hermano Salvador Allende, inmolado en 1973.

Algunas quiebras en los principios.


Se suele afirmar, en una suerte de alienación religiosa, que la masonería sólo exhibe luces en
su historia. Y claro, se alude a los grandes masones en todos los campos de las ciencias, de
las artes, de la política. Pero, se calla (porque los hermanos del grado 33, por ejemplo, son
intocables), las tinieblas, algunas barbaridades, como aquélla cometida por el I:. y P:. H:.
Harry Truman, quien ordenó el genocidio del pueblo japonés en Hiroshima y Nagasaki. Como
se calla la alienación de masones que, virtualmente traicionando a su hermano y al pueblo
chileno, aceptaron y se sometieron a la dictadura sangrienta que martirizó al heroico país
hermano. O en estos días, el premio Nobel de la Paz, masón grado 32 del escocecismo, el
presidente Obama, embarcado en guerras de agresión y hoy mismo, planificando otro baño
de sangre en Siria.

Ejemplos que ilustran lo que no debe ser la masonería, con acciones tan lejanas a su misión
libertaria.

Prevalencia de la Especulación
Como sabemos, la línea divisoria se da cuando la masonería operativa –gremios de
constructores– decae por circunstancias históricas específicas y cede su lugar a una
masonería ocupada, unas veces en el estudio de las ciencias y las artes, en el combate al
dogma y a la alienación; otras, en la elucubración, divorciada de la vida, sustentada en
dogmas remozados y fuera de la Historia, si ello es posible. Esta afirmación, muy general,
tiene sus bemoles: por ejemplo, en los Estados Unidos de Norteamérica, la masonería es
operativa, si por tal se puede entender a la filantropía, expresada principalmente en ayuda
social con hospitales e instituciones afines. Los hermanos de esos orientes, en general y sobre
todo si obedecen a la socorrida “regularidad”, poco o nada se ocupan en el estudio de la
realidad social, de los grandes problemas de la Humanidad, participando de la alienación que
la ignorancia genera. En Inglaterra y en los orientes europeos o latinoamericanos
reconocidos por la Gran Logia Unida de Inglaterra, prevalece el estudio del simbolismo y el
“pulimento de la piedra bruta” individual, desde la proposición de primero pulir la piedra
para luego trascender. Y, como la piedra nunca termina de pulirse, la trascendencia social
nunca llega.

Hay talleres –sean del Rito Escocés o del Rito de York– que dedican su estudio y sus prácticas
a lo “esotérico”, entendiendo por tal a sucesos extraños, a menudo inexplicables, muchas
veces útiles para la salud física y mental, pero ajenos a los fines esenciales de la masonería.

Otra masonería, sobre todo la que practica el Rito Francés o Moderno, laica y racionalista, se
ocupa fundamentalmente del estudio de las ciencias, en gran medida de las ciencias sociales
y su connotación en la comprensión de la vida de los pueblos. Basada, siempre, en el estudio
de la Simbología, no considera el simbolismo como su fin sino como un medio para la
formación individual –el pulimento de la piedra– y para el papel que debe desempeñar en la
sociedad. De lo que conocemos, el Gran Oriente de Francia y otras organizaciones de Rito
Moderno o Francés en Europa y América cumplen básicamente estos propósitos. El Rito
Moderno o Francés generalmente es mixto, pero lo son, también, muchos otros orientes, que
practican otros ritos, que han desechado la segregación a la mujer y la han incorporado a sus
trabajos.

Nuestra Logia Líbera Eugenio Espejo considera a esta masonería la más próxima a la
verdadera esencia que justifica su existencia. No obstante, nuestro Taller, en un esfuerzo por
avanzar en la construcción de una nueva masonería, encuentra en el Rito Francés o Moderno
incoherencias que pueden superarse, si se parte de otras experiencias, como la del Rito
Primitivo Francés, aquél que nace de la Academia Francmasónica fundada por Leonardo,
entre cuyos fundamentos están los enunciados anteriormente.

Basada en principios de los dos Ritos –el Moderno y el Primitivo– y del análisis de la realidad
concreta de nuestra contemporaneidad, la LLEE ha elaborado su Declaración de Principios y
ha incursionado, incluso, en la construcción de un Ritual que, sin abandonar la esencia
simbólica y sobre todo ética de la ritualidad tradicional, efectúa rectificaciones que considera
legítimas, como aquélla de excluir la mención al pastor presbiteriano Anderson –personaje
controversial del que incluso se afirma que nunca fue iniciado– y, esencialmente, concebir el
Recuerdo de los Principios capitales en base de dicha Declaración. Hela aquí:

“RECUERDO DE LOS PRINCIPIOS CAPITALES DE LA LOGIA LÍBERA EUGENIO ESPEJO.

“VM: Hermanos míos, un francmasón de la logia líbera Eugenio Espejo debe tener siempre
presentes en su espíritu los principios capitales de nuestra institución. Nuestra Constitución
señala que “Las concepciones francmasónicas primigenias en que se inspira el accionar de la
LOGIA LIBERA EUGENIO ESPEJO son aquellas que, orgullosas del origen popular del antiguo
gremio masónico y sin pretensiones aristocratizantes, se manifestaron en especial en
Francia durante el siglo XVIII bajo la influencia de la ilustración y llegaron a Latinoamérica a
fines de ese siglo y comienzos del siglo XIX a través de las Logias Lautarinas que difundieron
el pensamiento masónico y contribuyeron a los procesos independentistas, el triunfo de la
verdad y el progreso del género humano.

“Considerando que las concepciones francmasónicas laicas, democráticas y progresistas de


origen francés adoptaron en Latinoamérica un carácter particular, se concibe a esta
Francmasonería como esencialmente ética, filosófica, científica y progresista; en permanente
proceso de renovación; su objeto es la práctica y la promoción de la absoluta libertad de
conciencia y la búsqueda de la verdad, la justicia social y la paz basada en el ejercicio de la
solidaridad; trabaja por el perfeccionamiento ético, intelectual, individual y social de la
humanidad, y combate la tiranía, los privilegios, la intolerancia, el dogma, la mentira y la
opresión política, económica, social o cultural.
“Fundada en el sentimiento de la fraternidad, constituye centro de unión para personas de
espíritu libre; sin distinción sexual, cultural, de nacionalidad o concepciones filosóficas,
religiosas o políticas u otros tipos de discriminación; sino en razón de su adscripción a sus
principios humanistas, racionalistas, científicos y progresistas y una vivencia ética
intachable.

“Considera las concepciones metafísicas como del dominio exclusivo de la subjetividad


individual de sus miembros; por tanto, se rehúsa a realizar afirmaciones dogmáticas, y
propicia entre sus integrantes: el desarrollo del sentido crítico, el librepensamiento y el
estudio de la ciencia y la filosofía.

“Si nos rehusamos a toda afirmación dogmática no es en absoluto para limitar la libertad de
pensamiento y de conciencia de los/as HH; es, al contrario, para garantizar esta libertad y
permitir, en particular, la creencia en los dogmas, si así les place, o de no creer en ningún
dogma, si lo prefieren.

“La francmasonería tiene por divisa:

“LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD” (LLEE, 2014)

El Despertar de una nueva tendencia universal. Retorno a la Operatividad.


La Tecnología, cuya ambivalencia –positiva y negativa– es evidente, nos ha otorgado un bien
inapreciable: el conocimiento, a través de la Red, de aconteceres masónicos en todo el
planeta. Ella nos muestra una suerte de rebelión contra los fundamentalismos, una apertura
de la Historia hacia otras fuentes, que no las solas “oficiales” desde las cuales conocíamos los
supuestos verdaderos orígenes de la institución y su historia. (Tampoco, por supuesto,
consideramos nuestros enfoques y nuestros descubrimientos como lo último y lo definitivo,
pues siempre deberemos bucear en todas las fuentes de la Historia, incluso los indicios que,
como señalan pensadores como Carlo Ginsburg, son capaces de conducirnos o aproximarnos
a la verdad). Dispersos, muchos talleres, muchos masones buscan otros horizontes, cansados
de las reiteraciones que pretendían hacer de los hermanos una suerte de asnos rotando
alrededor de la noria. Esos masones y masonas rechazamos las falsas regularidades e
irregularidades, las exclusiones, los encierros, las obediencias ciegas a la jerarquía, las
ostentaciones y aparatajes, la desviación de los fines humanistas y transformadores hacia los
negocios y los propósitos crematísticos.

Somos masones y masonas que quieren comprometerse:

▪ en un humanismo militante, en defensa de los derechos humanos, en especial de


mujeres y otros sectores vulnerables;
▪ en la lucha por el laicismo contra el cual los fundamentalismos religiosos enfilan sus
lanzas, por un laicismo avanzado, cuyo desarrollo comporta el estudio de la ciencia,
la preocupación por el respeto a los derechos humanos, especialmente las libertades
de pensamiento, conciencia, expresión y asociación, la no imposición de concepciones
particulares a toda la colectividad, la no manipulación comunicacional, en la
preeminencia de antivalores de la sociedad de consumo debido a un proceso de
agresiva aculturación;
▪ con el combate al dogma asumido e impuesto socialmente, como consecuencia de su
estudio de la ciencia y el ejercicio del librepensamiento, respetando las convicciones
íntimas;
▪ contra la bárbara concentración de la riqueza y contra la inequidad;
▪ contra la agresión a la Naturaleza;
▪ contra las lacras sociales de la pobreza y el hambre;
▪ contra la violencia de todo tipo, especialmente las guerras de conquista y de
apropiación de recursos naturales;
▪ contra el tráfico de personas, de armas, de narcóticos, que anteponen el afán
crematístico a la dignidad humana.
Una masonería que, al interior, emerge demandando respeto a la soberanía de las logias,
respeto a las diferencias étnicas, de género, de culturas. Una masonería que reemplace la
obediencia como pilar de su entramado por la consecuencia consciente con los principios,
por la dignidad y el ejercicio cierto de los derechos humanos de todas las generaciones, por
la libertad irrestricta de pensamiento y de expresión.

Nuestra propuesta de trascendencia no excluye, ni mucho menos, el estudio de los símbolos.


Pero pretende asignarles su verdadero rol: procurar que masones y masonas entiendan
profundamente su significado y se conviertan en un referente axiológico e instrumento que
propicie la reflexión, consecuentemente, en patrón de conducta cuotidiana.

Es, pues, en resumen, la propuesta que nuestra logia pone a consideración de los hermanos
y las hermanas presentes, desde la convicción de que el respeto es nuestro punto de partida
a todas las proposiciones que se presenten en este singular evento.

Reiterándoles nuestra bienvenida, les invitamos a todos los hermanos y todas las hermanas
a analizar este documento y, sobre todo, a aportar con observaciones, críticas y enriquecerlo
con nuevos criterios.

Referencias:
Fuchslocher, G. (2011, octubre 21). En el mundo masónico hay mucho que corregir…
Recuperado de Google+
desde https://plus.google.com/+GuillermoFuchslocher/posts/FupaepDDoeh
LLEE, Logia Líbera Eugenio Espejo. (2014). Ritual del Grado de Aprendiz. Rito Francés. Quito.

Pompier, C. (2009). ¿Qué es la Francmasonería Primitiva? Quito: Pentalpha.

Ramírez, M. (1997). Prólogo a la Tercera Edición. En Pompier, C. (2009). ¿Qué es la


Francmasonería Primitiva? Quito: Pentalpha.

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