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¿Qué es la metacognición?

05 junio, 2019
Este artículo ha sido escrito y verificado por la psicóloga Carolina López De Luis

Respondiendo a la pregunta que da título al artículo, podríamos decir que la


metacognición es el conocimiento sobre el propio conocimiento. Implica el examen
activo de las tareas cognitivas que estamos realizando y la consiguiente regulación y
organización de los procesos relacionados con la memoria, la atención, el cálculo… al
servicio de un objetivo concreto.

Se trata del nivel de consciencia y conocimiento que tenemos sobre una tarea y su
monitorización. Ilustrando esta definición con un ejemplo, al hacer un problema
matemático, primero analizamos los conocimientos que sabemos que tenemos en esta
área, después las diferentes tareas que debemos realizar para su solución y la
coordinación de todas estas. Una vez desarrollado el proceso evaluaremos el grado de
precisión que hemos tenido al finalizarla.

Muchas veces no somos conscientes del propio pensamiento, no reflexionamos sobre lo


que pensamos. No somos conscientes de todos aquellos procesos, grandes y pequeños,
que nos conducen a actuar de determinada manera o a resolver cierta actividad. En
ocasiones, la dificultad que representa una tarea viene dada por la falta de valoración de
nuestras propias aptitudes y de las diferentes estrategias metacognitivas que utilizamos.
Metacognición, analizar nuestro pensamiento
Flavell fue uno de los pioneros en tratar este tema, y tenía su propia definición sobre la
metacognición. Implica a dos factores importantes en la metacognición:

El conocimiento de los procesos y productos cognitivos de cada uno.


El examen, la regulación y organización de ese conocimiento.
«Metacognición significa el conocimiento de uno mismo
concerniente a los propios procesos y productos cognitivos o a todo
lo relacionado con ellos».

-John H. Flavell-

Para una utilización correcta de los procesos mentales es importante servirse de las
habilidades metacognitivas. Son necesarias para la adquisición, el empleo y el control del
conocimiento. Sirven para planificar y regular el empleo eficaz de los propios recursos
cognitivos. No solo es importante tener una buena memoria o ser muy bueno realizando
operaciones matemáticas, hay que saber organizar estos conocimientos o jerarquizar y
secuenciar los procesos.

Brown, fue otro profesor que investigó sobre este


tema, y propuso los puntos que es bueno que
conozcamos sobre nuestro propio conocimiento. En
definitiva se trata, según este autor, del control y
organización de las estrategias de las habilidades
metacognitivas. Es importante la autoconsciencia
(saber lo que uno sabe) para no incurrir en la
ignorancia secundaria (no saber que no se sabe).

Modalidades metacognitivas
Las modalidades metacognittivas son los diferentes tipos de metacognición existentes.
Cada una de ellos está vinculado a una capacidad cognitiva diferente y ayuda a planificar
y organizar el pensamiento y los diferentes procesos cognitivos.

Meta-memoria: se refiere al conocimiento de nuestra propia memoria. Conocer nuestras


habilidades en esta área y la capacidad de relacionar conocimientos previos con los
nuevos conocimientos. Además, la habilidad para contrastar y conectar a los
conocimientos ya almacenados con los nuevos es muy positivo para la capacidad
analítica.
• Meta-atención: trata de el control de la propia atención. La capacidad de focalizar
la atención en un momento determinado en el que se necesita hacerlo y los
factores externos e internos que sabemos que pueden dificultar el
mantenimiento de la atención. Es importante conocer qué capacidad tenemos
para atender y estrategias que pueden ayudarnos, como realizar descansos cada
hora, por ejemplo. La atención es el primer filtro para registrar información así
que es importante optimizarla.

• Meta-comprensión: conocer la capacidad de comprensión que tenemos. En


ocasiones, cuando leemos un texto por encima, creemos haber entendido
perfectamente el significado solo con una ojeada. Sin embargo, si nos hicieran
preguntas sobre el contenido, descubriríamos que no hemos entendido el texto
en todos sus matices. Saber hasta qué punto logramos comprender un concepto
y utilizarlo.

• Meta-pensamiento: el pensamiento sobre el propio pensamiento. Es poco


habitual reflexionar sobre nuestro propios pensamientos. Es decir, todos
pensamos sobre diferentes temas que nos conciernen, pero realmente pocas
veces nos paramos a hacer un pensamiento reflexivo sobre nuestras propias ideas
y creencias. Se trata de cómo pensar y no tanto de qué pensar, una herramienta
que puede ser útil en las escuelas para incentivar la creatividad.

Todas estas modalidades tienen como objetivo optimizar el pensamiento, la resolución


de problemas o el aprendizaje.

Su relación con el aprendizaje


Durante los años académicos nos enseñan miles de
teorías, hechos históricos, fórmulas matemáticas y
corrientes filosóficas, pero es poco habitual que no
enseñen a aprender. Desde la perspectiva de la
metacognición, una de las piedras angulares del
conocimiento es aprender a aprender, utilizando
habilidades metacognitivas. Se trata de enseñar a
analizar las propias estrategias de aprendizaje.

Cada uno nos podemos beneficiar de diferentes estrategias mientras aprendemos que
sean más acordes a nuestras capacidades y a nuestra forma de razonar. Por esto, sería
interesante enseñar en la aula las diferentes estrategias para realizar un aprendizaje
significativo del material lectivo y no uno superficial.
Las personas con unas buenas habilidades metacognitivas se caracterizan por utilizar
mejor la memoria, relacionando mejor y más rápido el contenido que hay en ella.
Además, realizan el procesamiento de la nueva información una manera más conceptual
y profunda. Por ejemplo, cuando aprenden una teoría son capaces de aplicarla y
relacionarla con otras teorías diferentes.

En el caso de un aprendizaje superficial, el contenido se olvidaría al poco tiempo y además


se aprendería como una entidad separada de todos nuestros conocimientos previos. Esa
capacidad de integrar conceptos y de establecer una red en la que se relacionen los
nuevos aprendizajes con lo ya conocido facilita el razonamiento y la integración en la
memoria de lo que se ha aprendido, incluso puede ayudar a crear conclusiones y teorías
propias.

La teoría de la mente
La teoría está íntimamente ligada a la metacognición, aunque esta primera, se relaciona
más con el pensamiento de los demás y no tanto con el propio. Podemos tomar al cerebro
como una máquina predictiva que tienen como objetivo la reducción de la incertidumbre
del entorno. Se refiere a la habilidad para predecir y comprender la conducta de otras
personas, sus conocimientos, intenciones y creencias.

Uno de los investigadores más reconocidos sobre la teoría de la mente es el psicólogo y


antropólogo Gregory Bateson. Según él, esta función se desarrolla tanto en animales
como en seres humanos, aunque a distintos niveles. Es más, demostró con sus estudios
que las cachorros de perro eran capaces de distinguir si se encontraban en una pelea real
o simulada con otros cachorros, veían la intencionalidad en la mente del otro animal.

La teoría de la mente nos permite predecir reacciones en los demás e intuir lo que piensan
o sienten en un momento determinado. Es una función sumamente útil para la
supervivencia y la adaptación a los diferentes entornos. Comprender a los demás y
adelantarnos a lo que van a hacer es tremendamente útil y necesario. Como animales
sociales que somos, es imprescindible facilitar la convivencia y mantener buenas
relaciones.

Tanto la metacognición como la teoría de la mente se refieren al control y la supervisión


del pensamiento, nuestro y de los demás. Algunas personas pueden tener dificultades en
este mecanismo supervisor y regulador del pensamiento, causándoles algunos problemas
a la hora de realizar tareas cognitivas y comprender a los demás.
Bibliografía
Allueva, P. (2007). Conceptos básicos sobre metacognición. En P. Allueva, Desarrollo de
las habilidades metacognitivas: programa de intervención. Zaragoza: consejería de
educación y ciencia. Diputación general de Aragón, 59-85.

Lopera, E. (2011), “El aprendizaje-enseñanza de la solución de problemas, la


metacognición y la didáctica de la pregunta, una triangulación dinámica para la
transferencia del aprendizaje”, Revista Pensando Psicología, vol. 7, núm. 13, pp. 159-170.

Tirapu-Ustárroz, J., Pérez-Sayes, G., Erekatxo-Bilbao, M., Pelegrín-Valero, C. (2007), ¿Qué


es la teoría de la mente?. Rev Neurol. 44 (8): 479-489.

Carolina López De Luis

Doctora Cum Laude en Neurociencias por la Universidad


de Salamanca (2018). Licenciada en Psicología por la
Universidad del País Vasco (2012). Máster en
Neurociencias por la Universidad de Salamanca (2014).
Máster en Neuropsicología por la Universitat Oberta de
Catalunya (2018).

A lo largo del programa de doctorado hizo tareas de


investigación, valoración neuropsicológica, terapia en
estimulación cognitiva en enfermos de Alzheimer y
deterioro cognitivo leve en la Facultad de Psicología de la
Universidad de Salamanca y en las instalaciones del Centro
Estatal de Alzheimer y otras demencias.

Trabaja como neuropsicóloga en el Centro de Referencia


Estatal de atención a personas con Alzheimer y otras
demencias de IMSERSO. Desempeña labores de
investigación, valoraciones neuropsicológicas,
intervención en estimulación cognitiva y elaboración de
informes neuropsicológicos.

Artículo publicado en el sitio web de divulgación sobre psicología y neurociencias “La mente es
maravillosa”.

Link: https://lamenteesmaravillosa.com/que-es-la-metacognicion/

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